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El socialismo es una doctrina sociopolítica y económica basada en la propiedad y la administración

colectiva de los medios de producción con el fin de alcanzar una distribución más equitativa de la
riqueza.

Uno de los principales pilares del socialismo es alcanzar una sociedad justa, por ello, tiene entre
sus planteamientos la necesidad de que sea la injerencia colectiva o estatal la que tenga la
administración de los medios de producción para regularlos y centralizar el poder económico.

Los antecedentes del socialismo son tan antiguos como la propia Historia de la Humanidad, pero el
término “socialismo” fue acuñado a principios del siglo XIX. De hecho, en las aportaciones de los
socialistas utópicos y, sobre todo, en los escritos de Karl Marx (1818-1883) y Friedrich Engels
(1820-1895) se hallan los antecedentes más inmediatos del socialismo moderno.

(Los socialistas utópicos (pensadores, empresarios, etc.), fueron aquéllos que creyeron que la
reforma de la sociedad podía lograrse sin recurrir a la violencia ni a la lucha de clases, sino por
medios pacíficos, por convicción y conciencia de las partes interesadas: el Capital y el Trabajo, el
patrono y el obrero.)
Inglaterra fue una de las dos cunas del socialismo «utópico». Existieron dos causas importantes
que dan al socialismo utópico inglés su carácter peculiar: la revolución industrial, con su cortejo de
miserias para el desarrollo del Proletariado británico, y el desarrollo de una nueva rama de la
ciencia: la economía política, concepto asociado a la búsqueda de dominio titular de las ciencias
políticas.
En Francia tuvo un carácter más filosófico que en Inglaterra. Su primer representante fue el conde
Henri de Saint-Simon, considerado por Engels el creador de la idea en estado embrionario que
sería utilizada por todos los socialistas posteriores. Propuso la Federación de Estados Europeos,
como instrumento político para controlar el comienzo y desarrollo de guerras. Al mismo tiempo
Charles Fourier, concibió los falansterios (comunidades humanas regidas por normas de libre
albedrío e ideologías económicas socializadas).

Poco después aparece la teoría comunista marxista que desde una teoría crítica del comunismo,
desarrolla una propuesta política: el «socialismo científico».Se llama socialismo científico al que
fundó Carlos Marx hacia 1848, no sobre la base de la generosidad individual y de la caridad, sino
partiendo de cierta ley interna del desarrollo histórico. Karl Marx postula en una de sus obras la
diferenciación entre «valor de mercado» y «valor de cambio» de una mercancía y la definición de
plusvalía, siendo estas sus mayores contribuciones a la economía política; no obstante, los
economistas modernos no utilizan estos conceptos del mismo modo que lo hacen los seguidores
de la escuela marxista del pensamiento económico, argumentando que la teoría expuesta por
Marx no contempla la interacción total de la ciencia económica y se ve parcializada por el
comunismo. Entre los socialistas hubo una muy pronta división entre marxistas y anarquistas los
cuales eran la esencia más cercana a la ideología marxista. La teoría marxista se construye
conjuntamente con el anarquismo. El anarquismo se podría inscribir dentro de los conceptos
tempranos del socialismo, que como ideal busca que las personas decidan sobre sus vidas libre e
independientemente; la abolición del Estado y de toda autoridad; exaltando al individuo.

La meta del socialismo es construir una sociedad basada en la igualdad, la equidad económica, la
iniciativa personal, la cooperación moral de un individuo, eliminando las compensaciones
estratificadas por esfuerzo, promoviendo estructuras políticas y económicas de distribución como
por ejemplo el seguro social.
Tanto para Marx como para Engels, el socialismo es un estadio intermedio entre el capitalismo y el
comunismo, un tipo de formación que sucederá al capitalismo, del mismo modo que éste sucedió
al feudalismo. Según la interpretación marxista, el capitalismo será derrotado y el socialismo
surgirá como consecuencia de la lucha de clases y las consiguientes revoluciones proletarias que la
contradicción interna del propio sistema capitalista genera.
Es más, para ambos autores, el fin del socialismo es satisfacer las necesidades materiales y
culturales de toda la sociedad y de cada uno de sus miembros, atendiendo al desarrollo de manera
planificada de la economía nacional e incrementando la productividad del trabajo social.
El socialismo del siglo XXI
El socialismo del siglo XXI es un concepto formulado en 1996 por el sociólogo alemán-mexicano
Heinz Dieterich Steffan. El término adquirió difusión mundial desde que fue mencionado en un
discurso por el entonces presidente de Venezuela, Hugo Chávez el 30 de enero de 2005 desde el V
Foro Social Mundial.
El modelo de Estado socialista del socialismo del siglo XXI es un socialismo revolucionario que
debe directamente de la filosofía y la economía marxista,[cita requerida] y que se sustenta en
cuatro ejes: el desarrollismo democrático regional, la economía de equivalencias, la democracia
participativa y protagónica y las organizaciones de base.
Durante el gobierno de Hugo Chávez, presidente de la República Bolivariana de Venezuela desde
1999 hasta el 2013, planteaba que su proyecto político la Revolución bolivariana estaba basado en
la tercera vía y el bolivarianismo hasta que Chávez decidió que avanzara hacia el socialismo del
siglo XXI sin dejar el bolivarianismo. El presidente Chávez dijo que el tipo de socialismo que se
desarrolla en Venezuela también se inspira en el cristianismo,
En el marco de la Revolución bolivariana, Chávez señaló que para llegar a este socialismo habrá
una etapa de transición que denomina como «democracia revolucionaria». En un discurso a
mediados de 2006, Hugo Chávez expresó:
“Hemos asumido el compromiso de dirigir la Revolución bolivariana hacia el socialismo y contribuir
a la senda del socialismo, un socialismo del siglo XXI que se basa en la solidaridad, en la
fraternidad, en el amor, en la libertad y en la igualdad” Además, este socialismo no está
predefinido. Más bien, dijo Chávez «debemos transformar el modo de capital y avanzar hacia un
nuevo socialismo que se debe construir cada día»Chávez afirmaba que el socialismo del siglo XXI
acepta la propiedad privada21 –a diferencia de la postura marxista-leninista–,2223 pero rechaza la
propiedad privada cuando «degenera en la acumulación egoísta».24 En el programa de gobierno
de Hugo Chávez para el período 2013-2019 conocido como el Plan de la Patria se promueve
distintos tipos de propiedad, incluida la privada, pero se dice que la nueva economía socialista se
debe construir «sobre la base de un amplio sustento público, social y colectivo de la propiedad
sobre los medios de producción» y generar «relaciones de producción e intercambio
complementarias y solidarias».25 Chávez también afirmaba que el socialismo del siglo XXI debe
nutrirse de las corrientes más auténticas del cristianismo, dentro de una democracia participativa
y protagónica que debe conjugar igualdad con libertad.26 También dentro del chavismo se
promueve la creación de comunas socialistas con su sistema económico comunal,2728 el apoyo al
control obrero por medio de la autogestión obrera y la cogestión,29 la intervención del Estado en
la economía,30 el desarrollo de programas sociales conocidos como misiones bolivarianas y la
expropiación de empresas. Sobre el desarrollo del socialismo en Venezuela, en su último programa
de gobierno, el Plan de la Patria, publicado en junio de 2012, Chávez reconoció que «la formación
socio-económica que todavía prevalece en Venezuela es de carácter capitalista y rentista», y a su
vez aseguró que el «socialismo apenas ha comenzado a implantar su propio dinamismo interno
entre nosotros».

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