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rimeros años[editar]

John Dalton nació el 6 de septiembre de 1766 en una familia cuáquera de la población


de Eaglesfield, en Cumberland, Inglaterra. Hijo de un tejedor, se sabe que tuvo cinco
hermanos, de los cuales sobrevivieron dos: Jonathan, mayor que Dalton, y Mary, cuya fecha
de nacimiento se desconoce. Dalton fue enviado a una escuela donde aprendió matemáticas y
destacó lo suficiente como para que, a la edad de 12 años, pudiera contribuir a la economía
familiar dando clases a otros niños, primero en su casa y después en el templo cuáquero. Los
ingresos eran modestos, por lo que se dedicó a trabajos agrícolas hasta que en 1781 se
asoció con su hermano Jonathan, que ayudaba a uno de sus primos a llevar una escuela
cuáquera en la cercana Kendal.1
Alrededor de 1790 Dalton consideró la posibilidad de estudiar derecho o medicina, pero no
encontró apoyo de su familia para sus proyectos —a los disidentes religiosos de la época se
les impedía asistir o enseñar en universidades inglesas— por lo que permaneció en Kendal
hasta que en la primavera de 1793 se trasladó a Mánchester. Gracias a la influencia de John
Gough, un filósofo ciego y erudito a cuya instrucción informal Dalton debía en gran parte sus
conocimientos científicos, fue nombrado profesor de Matemáticas y Filosofía Natural en
la «Nueva Escuela» de Mánchester, una academia de disidentes religiosos. Conservó el
puesto hasta 1800, cuando la academia enfrentó la peor situación financiera obligándolo a
renunciar a su cargo y comenzar una nueva carrera en Mánchester como profesor particular.
En su juventud Dalton estuvo muy influenciado por un prominente cuáquero de Eaglesfield
llamado Elihu Robinson, competente meteorólogo además de fabricante de instrumental, que
fue quien despertó su interés por las Matemáticas y la Meteorología.2 Durante sus años en
Kendal, Dalton colaboró en el almanaque Gentlemen's and Ladies' Diaries remitiendo
soluciones a problemas y preguntas y en 1787, comenzó a redactar un diario meteorológico
en el que, durante los siguientes 57 años, anotó más de 200 000 observaciones. En esta
época también redescubrió la teoría de circulación atmosférica ahora conocida como la célula
de Hadley.3 La primera publicación de Dalton fue Observaciones y ensayos
meteorológicos (1793), que contenía los gérmenes de varios de sus descubrimientos
posteriores, aunque a pesar de ello y de la originalidad de su tratamiento recibió escasa
atención por parte de otros estudiosos. Una segunda obra de Dalton, Elementos de la
gramática inglesa, se publicó en 1802.

El daltonismo[editar]
Artículo principal: Daltonismo

Dalton por Thomas Phillips, National Portrait Gallery, Londres (1835).


En 1794, poco después de su llegada a Mánchester, Dalton fue elegido miembro de
la Sociedad Filosófica y Literaria de Mánchester, informalmente conocida como «Lit & Phil»,
ante la que unas semanas más tarde presentó su primer trabajo, Hechos extraordinarios
relacionados con la visión de los colores, en el que postulaba que las deficiencias en la
percepción del color se deben a anomalías del humor vítreo. Era la primera vez en la que no
solo se describía el hecho de la falta de percepción del color en algunas personas, sino que
también se daba una explicación causal al fenómeno. Aunque su teoría fue desacreditada
estando él mismo en vida, la investigación profunda y metódica que realizó sobre su propio
problema visual causó una impresión tal que su nombre se convirtió en el término común para
designar la ceguera al color, el daltonismo.
Dalton dejó instrucciones de que sus ojos fueran conservados, lo que ha permitido que
los análisis de ADN publicados en 1995 demostraran que en realidad padecía un tipo menos
común de ceguera al color, la deuteranopia, en la que faltan los conos sensibles a longitudes
de onda medianas, en lugar de funcionar con una forma mutada de su pigmento, como en el
tipo más común de ceguera al color.4 Además de los azul y púrpura del espectro, Dalton era
capaz de reconocer un solo color, el amarillo, o como él mismo dice en su publicación:
Que parte de la imagen que otros llaman rojo me parece poco más que una sombra o defecto de luz.
Después de eso, el naranja, amarillo y verde parecen un color que desciende bastante uniformemente
de un intenso color amarillo hasta uno poco frecuente, creando lo que podría llamar diferentes tonos de
amarillo.5

Este trabajo fue seguido por muchos otros sobre temas diversos: acerca de la lluvia y el rocío
y el origen de manantiales; sobre el calor; el color del cielo; el vapor; los verbos auxiliares y
participios del idioma Inglés; y sobre la reflexión y la refracción de la luz.
Esta ceguera a ciertos colores dificultó en ocasiones su trabajo científico, especialmente en el
laboratorio, donde confundía los frascos de reactivos. Sin embargo, esto no le impedía
defender ideas con firmeza en sus escritos.
Otra muestra de esta ceguera que le acompañó toda su vida ocurrió en 1832, cuando fue a
conocer al rey Guillermo IV y lució una vestimenta académica escarlata (rojo), un color nada
habitual para un hombre de su discreción. La razón: Dalton la veía de color gris oscuro, por lo
que poco le importó la sorpresa que ese día causó entre sus conocidos. El daltonismo fue
descrito por primera vez por el propio John Dalton en 1808. Al igual que su hermano, sufría de
esta alteración genética que en términos simples le impedía percibir colores como el rojo y
el verde.

Leyes de los gases[editar]


Dalton con gafas, retratado por Charles Turner en 1834

En 1800, Dalton se convirtió en secretario de la Sociedad Filosófica y Literaria de Mánchester,


y al año siguiente dio una serie de conferencias, bajo el título Ensayos experimentales, sobre
la constitución de las mezclas de gases; sobre la presión de vapor de agua y otros vapores a
diferentes temperaturas, tanto en el vacío como en aire; sobre la evaporación, y acerca de
la expansión térmica de los gases. Estos cuatro artículos fueron publicados en
las Memorias de la «Lit & Phil» correspondientes a 1802.
El segundo de estos ensayos comienza con una observación sorprendente:
Apenas pueden caber dudas acerca de la reductibilidad de fluidos elásticos de cualquier tipo en líquidos,
y no debemos perder la esperanza de conseguirlo aplicando bajas temperaturas y adicionalmente
fuertes presiones sobre los gases sin mezclar.

Después de describir estos experimentos para determinar la presión de vapor de agua en


varios puntos entre 0 y 100 °C (32 y 212 °F), Dalton llegó a la conclusión a partir de las
observaciones de la presión de vapor de seis líquidos diferentes, que la variación de la presión
de vapor para todos los líquidos es equivalente, para la misma variación de la temperatura,
determinados a partir de vapor a cualquier presión.6
En el cuarto ensayo, Dalton anota:
No veo ninguna razón por la que no podamos concluir que todos los fluidos compresibles bajo la misma
presión se expanden igualmente por el calor, y que para cualquier expansión de mercurio, la
correspondiente expansión del aire es proporcionalmente algo menor a mayor temperatura. Parece, por
tanto, que es más probable que las leyes generales con respecto de la cantidad absoluta y la naturaleza
del calor sean derivadas de los fluidos elásticos más que de otras sustancias.

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