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La persona humana y su actuar en la sociedad

La responsabilidad puede pensarse como una reacción ante la individualización y la

fragmentación de nuestras sociedades, destinada a ofrecer nuevas bases éticas para la vida en

común. La principal herencia de la historia familiar y social es que si se son personas útiles y

poderosas, no importa la calidad de vida ni la realización de los sueños y deseos, sino cuanto se

produce y cuanto se tiene. Al asumir que los seres desean y aprueban sus deseos se conectan con

nuevos horizontes que generan actitudes y propuestas más amistosas con los otros y con el

mundo, más interesadas en la alegría y en el goce de vivir dando lugar a un nuevo modo de

convivencia en la que las relaciones con los demás desde la alianza, la inclusión y el amor, y no

desde la competencia, el uso o abuso y la exclusión. Necesitamos aprender a hallar sentido en la

alegría de vivir cada experiencia como si fuera única y eterna y así valorar la vida cotidiana y el

tiempo presente y no a vivir tan pendiente del resultado sino en la alianza, en las acciones

novedosas y responsables con nosotros mismos, con los demás y con el medio ambiente.

Es importante invitar a quienes nos rodean a compartir la búsqueda de sentido y encontrar juntos

nuevas formas de relacionarse, recuperar lazos sencillos pero eficaces para la convivencia, la

solidaridad, la responsabilidad mutua y del trabajo comunitario. Las personas desde los

principios, valores, creencias y metas muestran que no son las circunstancias las que configuran

a la persona sino que es ella quien, desde su modo particular de ser enfrenta las circunstancias.

También, se debe tener en cuenta que la ira, envidia, el afán de poder o de gobernar, entre otros,

son impulsos del alma que jalonan energéticamente las decisiones de las personas llevándolas a

su destrucción.

Es útil comunicar lo que pensamos sobre los grandes temas de la vida y contrastarlo con las

personas; hay que aprender a dialogar, a escuchar y presentar nuestros puntos de vista modo

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desapasionad: aceptar lo que nos aportan los demás y ofrecerles nuestro propio aporte, ya que , la

intolerancia y la no aceptación del fracaso originan rupturas profundas en las personas y en la

sociedad, generando visiones fallalistas de la existencia; crear espacios de tolerancia y respeto es

el único camino hacia la convivencia pacífica de las personas y las sociedades

La persona es un ser complejo provisto de cuerpo, alma y espíritu y que articula todas esas

dimensiones para poder establecer vínculos con los otros, un ser social interactúa con los demás,

se comunica con los otros, adquiere aprendizaje y comparte vivencias y estos los obligan a

asociarse para poder vivir, reproducirse e inmovilizarse ya que solo no logra defenderse

plenamente de los condicionamientos naturales. Todo lo que se hace en una sociedad es para

lograr un fin, tal fin interesa y beneficia al conjunto de miembros. Al interior de la sociedad se

asumen normas que regulan el comportamiento de las personas; estas normas pueden ser:

valores, tradiciones y costumbres, leyes y reglas de convivencia.

La diferencia entre comunidad y sociedad; la comunidad es algo vital, fruto de la voluntad

orgánica, como la familia; en cambio la sociedad es de naturaleza contractual y racional, fruto de

la voluntad reflexiva que busca un objeto.

Se distinguen cuatro modos de acciones sociales que son importantes para tener en cuenta y

establecer más adelante las consecuencias frente a la responsabilidad social: acción racional con

arreglo a finalidades, acción racional con arreglo a valores, acción afectiva y acción tradicional.

La responsabilidad social: una práctica de vida

El centro de educación para el desarrollo de UNIMINUTO ayuda a la construcción de procesos

de reflexión que permiten a las personas y a toda la comunidad académica establecer, de modo

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libre, consiente y crítico, cuáles son sus propias opciones éticas y políticas en la construcción del

desarrollo de la sociedad de la que forman parte.

En concreto, el centro de Educación para el Desarrollo de UNIMINUTO viene desarrollando un

proceso que implica: el reconocimiento de la realidad social como algo complejo, pero que se

puede transformar; un posicionamiento crítico frente a dicha realidad, rescatando la

responsabilidad y el cuidado por el otro; un esfuerzo por movilizar sentimientos, deseos y

emociones, que nos conducen a buscar el propio bienestar y el de los demás; una invitación a

reescribir la realidad, para ello, se generan procesos participativos tendientes al cambio social.

Ciudadanía es la lucha contra la exclusión social y la pobreza, es empezar a construir política

pública desde la tolerancia, el respeto por los derechos humanos, desde la solidaridad y el

reconocimiento de la dignidad humana. La ciudadanía es un derecho de igualdad, un status que

garantiza a los individuos derechos y deberes, libertades y responsabilidades, ejercer buenas

prácticas de responsabilidad social que se deben asumir con sentido ético, conciencia de

ciudadanía y no hacer mal uso del poder de participación.

Entendiendo que la meta es una“vida buena” o bienestar a largo plazo para todos, implica actos

que lleven al compromiso y a la responsabilidad social. La responsabilidad social pretende en

últimas descubrir un compromiso frente al desarrollo del entorno; por ello se es socialmente

responsable cuando las acciones que se realizan se orientan a la satisfacción de las necesidades y

expectativas de sus integrantes, de la comunidad y de quienes se benefician de sus resultados. En

Colombia, el concepto de responsabilidad social ha dado un gran salto en los últimos años: más

allá de una filantropía sin norte claro, la actividad de las empresas para mejorar las condiciones

sociales debe responder a criterios de resultados, a impacto y a sostenibilidad.


Existen dos tipos de responsabilidad social:

La responsabilidad social empresarial: más que un concepto, es una forma de actuar de cada una

de las organizaciones; el medio ambiente, la pobreza, la violencia, entre otros problemas

sociales, son factores en los que se debe intervenir y, que desde hace mucho, dejaron de ser un

problema exclusivo del Gobierno para ser un problema compartido tanto por el sector público

como por el privado.

La responsabilidad social universitaria: Como lo expresa el Centro de Educación para el

Desarrollo de UNIMINUTO, “es la expresión de la voluntad política institucional de ser

socialmente responsable, en los términos anteriormente descritos, frente a la sociedad desde sus

diferentes expresiones sociales: como actor social en la esfera pública, como organización, como

ente formador y como institución generadora de conocimiento”

El propósito del P. Rafael Garcia-Herreros al iniciar, en 1956, la construcción del Barrio Minuto

de Dios, no solo era el de dar una solución de vivienda a los necesitados, sino que iba más allá.

La meta consiste en imponerse un ideal común, seguirlo sin desfallecimientos, renunciar al yo

para trabajar por el nosotros, ignorar la altivez, la insensibilidad, la indiferencia y la aversión

hacia los otros, vivir el cristianismo.

El propósito de dar educación hizo que, en 1957, apenas un año después de iniciar la

construcción del barrio Minuto de Dios, se abriera allí una escuela. Esta escuela se convirtió en

el Colegio Minuto de Dios, hasta 1993, el colegio perteneció administrativamente a la

Corporación Minuto de Dios y se decidió hacerlo funcionar como una organización

independiente: la Corporación Educativa CEMID. Ya en 1992 se había concretado otro de los

sueños educativos del Minuto de Dios: había comenzado sus labores académicas, después de

varios anos de preparación y aprobación, la Corporación Universitaria Minuto de Dios, con 240
estudiantes. Hoy, UNIMINUTO presta servicios de educación superior (programas tecnológicos,

pregrados universitarios y especializaciones) a más de 60.000 estudiantes en varias sedes a lo

largo del país.

O sea que, progresivamente, el Minuto de Dios se fue consolidando como una obra de gestión

social y educativa, que desde unos principios cristianos básicos ha permitido que muchos logren

pasar de “condiciones de vida menos humanas a condiciones más humanas”. Desde el principio

fueron claros algunos componentes esenciales y su planteamiento de responsabilidad social

corporativa: Se trataba de potenciar las capacidades de las personas para la vida en comunidad y

para los procesos autogestionarios. Se tuvo claro que todo era imposible si no se contaba con

ayuda externa y por eso desde el comienzo se generaron alianzas y cooperación. En el minuto de

dios, la familia como unidad básica de la sociedad ha sido siempre respetada y fortalecida.

El Minuto Dios ha sido la empresa social más conocida en Colombia durante el siglo XX puesto

que es el denominador común de una diversidad de acciones sociales desarrolladas por una

organización social compuesta por once entidades sin ánimo de lucro, que, de modo

especializado y respondiendo a satisfactorios márgenes de eficiencia y profesionalismo, tienen la

misión de procurar el desarrollo de las comunidades, como una opción preferencial por los más

necesitados.

La Corporación Minuto de Dios desarrolla actualmente sus acciones en cuatro líneas de trabajo:

vivienda e infraestructura, atención a población vulnerable, capacitación y financiación social.

la obra social El Minuto de Dios se presenta como un paradigma innovador, no solo de

urbanización, sino de una experiencia de reconstrucción del tejido social a partir del conjunto de

principios, estrategias y acciones que determinaron un modelo de ciudad y de comunidad.

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Asignatura:

Responsabilidad Social, Una Práctica De Vida

Título del trabajo

Sintesis Capitulo 1 y 2

Presenta

Gysell Fernanda Jiménez Villarraga 000648658

Docente

Jhoana Milena Molina

Colombia_ Lérida Tolima. Febrero ,23 de 2019

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