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ADMINISTRACIÓN PARROQUIAL
GIOVANNI PASTUZÁN ROSERO
MODELO DE PARROQUIA
El análisis de modelo de parroquia servirá como punto de referencia para ver y juzgar el
proceso de renovación parroquial en que estamos empeñados. Se denomina como modelo de
parroquia el perfil estructurado de características deseables de una parroquia en el contexto
de la renovación doctrinal, pastoral y jurídica que proviene del Concilio Vaticano II.
Para su comprensión, cabe hacer una distinción entre modelo y tipo de parroquia. Cuando se
habla de tipo de parroquia se tiene en cuenta la clasificación de acuerdo con características
comunes que provienen de su existencia concreta, a saber, parroquia urbana, semiurbana,
rural etc. En cambio, el modelo, establece las características indispensables y deseables que
han de estar presentes en los diversos tipos parroquiales; el modelo será el punto de referencia
para juzgar el grado de desarrollo de una parroquia como tal.
Nos dirá el canon 515 del Derecho Canónico que, “la parroquia es una determinada comunidad
de fieles constituida de modo estable en la Iglesia particular, cuya cura pastoral, bajo la
autoridad del Obispo diocesano, se encomienda a un párroco, como su pastor propio”. El
Catecismo de la Iglesia Católica, por su parte, define la parroquia citando literalmente el canon
515 § 1, y añade: «Es el lugar donde todos los fieles pueden reunirse para la celebración
dominical de la eucaristía. La parroquia inicia al pueblo cristiano en la expresión ordinaria de
la vida litúrgica, la congrega en esta celebración; le enseña la doctrina salvífica de Cristo.
Practica la caridad del Señor en obras buenas y fraternas: “No puedes orar en casa como en
la Iglesia, donde son muchos los reunidos, donde el grito de todos se dirige a Dios como desde
un solo corazón. Hay en ella algo más: la unión de los espíritus, la armonía de las almas, el
vínculo de la caridad, las oraciones de los sacerdotes” (S. Juan Crisóstomo,
incomprehens.3,6)» (Catecismo de la Iglesia Católica, 2179). Esta definición es más
comprensible si tenemos en cuenta los siguientes elementos fundamentales
La parroquia es una comunidad de fieles: Con esto se quiere decir que la parroquia
no es solamente un conglomerado de personas, sino un grupo de creyentes que se han
unido por y en el amor de Dios, para vivenciar la experiencia de Cristo resucitado. Los
miembros propios de la parroquia son los bautizados que se hallan en comunión
eclesial, aunque la cura de almas debe extenderse a todos los que viven en la parroquia
(canon 96).
Lo que define una comunidad son los vínculos de pertenencia entre sus miembros.
Una pertenencia que debe ser activa y consciente. O sea que debe haber una comunión
y participación. Todos los miembros de la comunidad parroquial están llamados a
construir entre ellos vínculos de pertenencia semejantes a los que se establecen en una
verdadera familia.
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Las relaciones entre los miembros de la familia parroquial deben favorecer y
expresar: La experiencia de Dios como padre; la experiencia de Cristo como hermano
y Redentor; la experiencia de hijos en, con y por el Hijo; la experiencia de Cristo como
esposo de la iglesia.
La parroquia es, por tanto, una comunidad que encarna a la iglesia en el tiempo, en el espacio
y en personas concretas. Los miembros de la parroquia deben ser solidarios y corresponsables
en el crecimiento de esta red de relaciones interpersonales. La comunidad parroquial, como
pueblo de Dios, está dotada de diversos carismas y ministerios.
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4. CONFIGURACIÓN DE LA PARROQUIA EN EL EJERCICIO DE SU MISIÓN
ECLESIAL
A las familias
A los jóvenes
A los pobres
A los constructores de la nueva sociedad
5. CONFIGURACIÓN ESTRUCTURAL
Toda parroquia debe configurarse en tal forma que no sólo exprese su naturaleza de
comunidad eclesial sino que también genere las condiciones necesarias para ejercer
eficazmente su misión. Todos los componentes que la integran (grupos, recursos materiales,
actividades pastorales) deben organizarse teniendo en mente que la acción de la gracia es la
más importante para que la parroquia pueda cumplir su misión de anunciar el mensaje de
salvación.
Los recursos de una buena planeación pastoral deben, por tanto, ponerse al servicio de la
finalidad propia de la parroquia. Veamos algunos puntos fundamentales:
Recursos materiales: Los recursos materiales están representados en los recursos físicos
(lugares e instalaciones y sus dotaciones), instrumentales (vehículos, audiovisuales,
materiales pedagógicos, medios de comunicación, bibliotecas, etc.) y económicos (dinero
disponible, fondos, cooperativas). En su adquisición y administración debe tenerse en cuenta
su finalidad: Sostener el culto divino, sustentar honestamente al clero y demás ministros y
hacer las obras de apostolado sagrado y de caridad, sobre todo con los necesitados.
El ordenamiento administrativo que establece las pautas de tiempo y modo para la prestación
de servicios religiosos parroquiales (calendario, horario de servicios, despacho parroquial,
archivos, contabilidad, etc.
La planeación pastoral que orienta los recursos y actividades a los logros pastorales que se
pretenden conseguir. Favorece el empleo racional de los recursos pastorales y obliga a buscar
formas y medios de acción pastoral cada vez más eficaces al servicio de la misión propia de
la parroquia.
Los organismos parroquiales que están destinados a la ejecución de las actividades pastorales
en todas sus etapas y los cuales constituyen un indicador del desarrollo de la comunidad
parroquial respectiva.
CONCLUSIÓN
El modelo parroquial nos es útil para tener una visión de conjunto de los aspectos y acciones
principales que la parroquia debe tener como realidad en la Iglesia. Nos permite ver y juzgar
el proceso de renovación parroquial que estamos llevando; será el punto de referencia para
juzgar el grado de desarrollo de nuestra parroquia. Y nos ayuda a establecer las características
indispensables y deseables que han de estar presentes en el tipo de parroquia que queremos
para el cumplimiento de nuestro ideal en el proceso de renovación.