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Ensayo de Investigación
Participación política de las mujeres en el proceso electoral 2019: el caso de San Pedro
Soloma, Huehuetenango
201315501
Septiembre de 2019
Participación política de las mujeres: el caso de San Pedro Soloma, Huehuetenango
Introducción
Paralelo a la lucha por los derechos políticos, las mujeres reclamaron el derecho a la
educación, el cual había sido negado por su condición de género; por su parte, las obreras
concentraron sus esfuerzos en la lucha por los derechos laborales, puesto que, en pleno
auge de las revolución industrial, las mujeres fueron expuestas a condiciones de trabajo
mucho más deplorables que los hombres (Galicia et al., 2013, p.12).
A pesar del avance lento, se ha logrado introducir al debate público las cuestiones
de la vida privada; planteamiento que fue resumido por las feministas en la frase “lo
personal es político”, frase que logra condensar el objetivo de las luchas que han llevado las
mujeres a lo largo de estos años, y modificar el contenido de la agenda política. La acción
política de las feministas ha logrado transformar las experiencias cotidianas e individuales
de las mujeres en problemas de interés colectivo, ubicándolos en una perspectiva social que
aprehende las relaciones en el ámbito privado como espacios para la construcción de
igualdad y libertad, y que, a su vez, posiciona nuevos conflictos para el sistema político,
puesto que amplia su marco de acción (Galicia et al., 2013, p.13).
Hoy por hoy, es innegable que las mujeres han logrado ganar espacios tanto a nivel
legal como institucional, sin embargo, los datos aún evidencian que en ningún país hay
igualdad entre hombres y mujeres en la esfera pública y los espacios de toma de decisión.
“Aún persiste en el imaginario colectivo y en las prácticas sociales, barreras ideológicas
que descalifican a las mujeres en su calidad de políticas” (Galicia et al., 2013, p.14).
A pesar de que en 1965 se ampliaron los derechos políticos a todas las mujeres
guatemaltecas, las condiciones para participar en política eran hostiles. Entre 1966 a 1978
solo hubo cuatro diputadas, las cuales han pasado inadvertidas en la historia política del
país. Por otro lado, las pocas apertura de los espacios políticos también empujaron a
mujeres a incorporarse a las organizaciones guerrilleras (Galicia et al., 2013, p.16).
Después de uno de los periodos más sangrientos del conflicto armado interno, en
1984 se convoca a una Asamblea Constituyente, que promulgó la actual Constitución
Política de la República, y convocó a elecciones democráticas. A partir de 1985 se han
realizado nueve procesos electorales, sin embargo, aún persiste un desbalance en términos
de participación y representación de mujeres, especialmente indígenas, en el escenario
político (Galicia et al., 2013, p.16).
Además, desde esos años, diferentes grupos de mujeres han impulsado reformas a la
Ley Electoral y de Partidos Políticos -LEPP-, para establecer cuotas de participación para
las mujeres en los partidos políticos, y los procesos de elección en general, esto como un
mecanismo temporal que permita cerrar las brechas entre hombres y mujeres en la esfera
pública guatemalteca. En la propuesta más reciente de reforma al articulo 212 de la LEPP,
presentada en 2015, se planteaba buscar la paridad y alternancia, ya que las planillas de
elección popular deberían llevar, según la propuesta, cantidad igualitaria de hombres y
mujeres, indígenas y mestizos, con base al último censo poblacional del Instituto Nacional
de Estadística -INE- (Galicia et al., 2013, p.17).
Por otro lado, en el 2002 fue aprobada la trilogía de leyes – Consejos de Desarrollo
Urbano y Rural, Código Municipal y Descentralización- la cual permitió la ampliación de
los espacios para la participación de las mujeres en el ámbito local, en donde
históricamente han estado excluidas. Adicionalmente, las organizaciones de mujeres han
insistido en que el Estado asume los compromisos adquiridos con los Acuerdos de Paz en
materia de institucionalización de las políticas públicas a favor de las mujeres, de esta
cuenta, se ha exigido el fortalecimiento de la Defensoría de la Mujer Indígena -DEMI-, la
Secretaría Presidencial de la Mujer -SEPREM-, y de la Coordinadora Nacional de
Prevención de la Violencia contra las Mujeres -CONAPREVI-, así como de otras
instituciones (Galicia et al., 2013, p.17).
En síntesis, las actividades públicas de las mujeres se ven afectadas por varios
factores: unos de orden simbólico, cultural e histórico, codificados en los sistemas
de representación social predominantes; otros, resultado de la lógica y las prácticas
que han caracterizado a la política en si misma; otros más, relacionados con la
forma como está organizada la vida social: con espacios públicos y privados
excluyentes entre sí. Todos estos elementos son sostenidos, reforzados y recreados
por estructuras económicas y sociopolíticas históricamente excluyentes (Galicia et
al., 2013, p.17).
Tabla 1
Candidaturas elecciones generales 20151, según sexo
Tipo de elección Femenino Masculino % mujeres
Presidente/a 2 12 14.3%
Vicepresidente/a 0 14 0%
Diputados/as por Lista Nacional 61 193 24%
Diputados/as Distritales 348 999 25.8%
Diputados/as al Parlamento Centroamericano 91 137 39.9%
Corporaciones Municipales 4,049 19,886 16.9%
Total 4,551 21,241 17.65%
Nota: Tomado de Tello (2018).
1
El informe más reciente acerca de la participación política de las mujeres es el del proceso electoral de 2015,
aún no se ha oficializado un informe del reciente proceso electoral de 2019, ni se han publicado las memorias
más recientes del Tribunal Supremo Electoral, de tal manera que los datos compartidos en este ensayo serán
los más actuales encontrados para agosto 2019.
Por su parte, las candidaturas a diputados/as tanto por listado nacional como
distritales con un 24 y 25,8% respectivamente, están por debajo de los parámetros
regionales que establecen un cupo reservado para las mujeres de un 30%, y al cual muchos
de los países vecinos han superado. El caso de Guatemala es particular, puesto que el
sistema electoral vigente, el cual permite elecciones directas por medio de listas cerradas,
sin cuotas para mujeres, ni mandatos de posición, permite que las candidaturas femeninas
estén a merced de la voluntad de los partidos políticos, de tal manera que los niveles bajos
de participación y elección de candidatas en el país está vinculado a los niveles de
democratización de los partidos políticos (Tello, 2018, p.19).
Por otro lado, la participación femenina en las candidaturas para las corporaciones
municipales es aún más alarmante; apenas un 16,9% de mujeres han sido parte de las listas
de candidaturas en los municipios del país. El número más alentador en los comicios de
2015 fueron las candidaturas de mujeres al Parlamento Centroamericano -PARLACEN,
puesto que el 39,9% de los y las participantes fueron candidatas femeninas (Tello, 2018,
p.19).
Por su parte, a pesar de ser el poder local el espacio más cercano a la ciudadanía es
precisamente ahí en donde las guatemaltecas tienen mayores obstáculos para participar
activamente en la política. En contraste a las tendencias registradas en la región
latinoamericana, en donde hemos pasado del 11% en 1996, hasta alcanzar el 29,9% en 2017
de mujeres en los concejos municipales (Tello, 2018, p.25), Guatemala no ha logrado
mejorar su índices de participación femenina en los municipios después de 34 años de
haberse realizado el primer proceso electoral de la era democrática.
Tabla 3
Candidaturas a las corporaciones municipales, por cargo y sexo, elecciones generales
2015
Cargos Mujeres Hombres Total % mujeres
Alcalde/sa 136 2185 2321 5,9%
Síndico/ca 515 4059 4574 11,2%
Síndico/ca suplente 335 1657 1992 16,8%
Concejal/a 2143 8897 11040 19,4%
Concejal/a suplente 919 3088 4007 22,9%
Nota: Tomado de Tello (2018).
Hombres Mujeres
Figura 1. Porcentaje de hombres y mujeres electos para las corporaciones municipales, elecciones generales 2015. Tomado de Tello
(2018)
En los municipios se suele dar una dinámica peculiar en función de las mujeres que
participan en los partidos políticos o comités cívicos; por una parte, muchas mujeres son
reclutadas por sus vínculos con otro referente político, usualmente masculino, de tal manera
que son las hijas, esposas y sobrinas y no necesariamente mujeres con experiencia en la
esfera política. Son instrumentalizadas para atraer los votos de los y las simpatizantes del
familiar antecesor, por lo tanto, se afirma que su participación suele ser simbólica. Sin
embargo, existen candidatas profesionales de un alto prestigio social dentro de la
comunidad, que son incluidas por su trayectoria y currículo. Paradójicamente, las mujeres
de manera general suelen argumentar que su participación política plena se ve amenazada
por “la falta de tiempo para conciliar las responsabilidades familiares, la sensación de que
la política es poco amable con las mujeres, así como la escasez de recursos suficientes para
asumir campañas electorales” (Tello, 2018, p.28-29).
No obstante, aun cuando algunas mujeres logran incorporarse a los gobierno
locales, suelen encontrarse con nuevas dificultades para el ejercicio de la
gobernabilidad, muchas de estas dadas por la informalidad de las relaciones de
poder y un sistema patriarcal predominante y hostil que menoscaba las reglas y,
asimismo, desprecia las capacidades de las mujeres. Prácticas habituales como el
caudillismo, el paternalismo, el asistencialismo y la violencia política en razón de
género, hacen del ámbito político municipal un escenario complejo y excluyente
para aquellas mujeres que intentan ‘salirse’ de los cánones asociados a los
estereotipos de género que se les imponen (Tello, 2018, p.29).
Esta es una realidad latente para la mayoría de solomeras. San Pedro Soloma se
encuentra ubicado en el área norte de Huehuetenango, a 75 Kms. de la cabecera
departamental, y a 33 Kms. de la Ciudad de Guatemala. Con 57,996 habitantes, de los
cuales el 51,59% son mujeres, es uno de los municipios con mejores indicadores de la
región, de tal manera que se constituye como el polo de desarrollo del área norte de
Huehuetenango (Cux, Noriega y Patal, 2019, p. 10-13), sin embargo, las mujeres siguen
siendo uno de los grupos más vulnerables.
Al hablar de las cifras de las mujeres en el ejercicio político, los datos son
parcialmente desalentadores. Entre 2003 a 2019, las mujeres votantes han aumentado en un
21,33%, siendo ellas ahora el mayor número de votantes en el municipio. Sin embargo, es
peculiar observar que el aumento de empadronadas coincide con el desarrollo de programas
de asistencia social impulsadas por el gobierno de Álvaro Colom, durante el cual las
mujeres se consideraron como un botín electoral. Por otro lado, es importante mencionar,
que San Pedro Soloma se caracteriza por los constantes flujos migratorios, en donde los
principales migrantes son los hombres, de tal manera que son las mujeres quienes
principalmente se mantienen en el municipio.
Tabla 4
Padrón electoral de San Pedro Soloma por sexo (2003-2019)
Año Mujeres Hombres Total % mujeres
2003 4055 7063 11118 36,47%
2007 6524 8488 15012 43,45%
2011 11213 10431 21644 51,80%
2015 12840 9155 21995 58,37%
2019 13565 9902 23467 57,80%
Nota: Elaboración propia, basado en las estadísticas del Tribunal Supremo Electoral -TSE- (2019).
No obstante, a pesar de representar el 57,80% del padrón electoral para 2019, solo
una mujer participó en las planillas municipales del reciente proceso electoral. De los seis
partidos políticos participantes, únicamente el Movimiento Político WINAQ incluyó a una
candidata en su planilla, en la posición de Concejar Titular 4.
De acuerdo con las vivencias de las lideresas, que han, o bien, han tratado de
incursionar en la política local, una de las principales limitantes ha sido el factor
económico. A algunas de las lideresas se les solicitó sumas de dinero para apoyo en la
campaña electoral, sin embargo, muchas de ellas no contaban con los montos, así que su
participación dentro de las planillas no logró consolidarse.
Conclusiones
Referencias
Cux, C., Noriega, B., y Patal, A. (2019). Diagnóstico comunitario de San Pedro Soloma. San
Pedro Soloma, Guatemala: Universidad de San Carlos de Guatemala.
Galicia, P., Monzón, A., y Vásquez, S. (2010). Entre la realidad y el desafío: mujeres y
participación política en Guatemala. Guatemala: ONU Mujeres.
Tello, F., (2018). Guía estratégica la participación política de las mujeres en Guatemala:
una mirada hacia la paridad democrática. Guatemala: ONU Mujeres.