Sei sulla pagina 1di 78

Directores

Javier Pradera / Fernando Savater DE RAZÓN PRÁCTICA Marzo 2000


Precio 900 Pta. 5,41 € N.º 100

FERNANDO SAVATER
La muerte antropomorfa

JAVIER MARÍAS
Pucheros de superstición

FRANCISCO
CALVO SERRALLER
El arte en el nuevo milenio

JAVIER PRADERA K. S. KAROL


La dictadura de Franco: Las elecciones
amnesia y recuerdo presidenciales en Rusia
Marzo 2000

CARLOS MARTÍNEZ GORRIARÁN


La ruptura de la tregua de ETA
DE RAZÓN PRÁCTICA
Dirección
JAVIER PRADERA Y FERNANDO SAVATER
S U M A R I O NÚMERO 100 MARZO 2000
Edita
PROMOTORA GENERAL DE REVISTAS, SA
Presidente
JESÚS DE POLANCO
Consejero delegado

4
JUAN LUIS CEBRIÁN
Director general
FRANCISCO
IGNACIO QUINTANA CALVO SERRALLER EL ARTE EN EL NUEVO MILENIO
Coordinación editorial
NURIA CLAVER
Maquetación
ANTONIO OTIÑANO

FERNANDO SAVATER 10 LA MUERTE ANTROPOMORFA

JAVIER MARÍAS 13 PUCHEROS DE SUPERSTICIÓN

FÉLIX OVEJERO 18 IGUALDAD DE LAS LENGUAS,


IGUALDAD DE LOS CIUDADANOS

CARLOS
MARTÍNEZ GORRIARÁN 22 LA RUPTURA DE LA TREGUA DE ETA

ANDRÉS ORTEGA
JOSÉ M. DE AREILZA 31 ESCISIÓN Y PERMANENCIA EN LA UE
Ilustraciones
ACACIO PUIG (Madrid, 1945)
Artista plástico, el trabajo que presen-
tamos fue realizado tras una relectura
de Esperando a Godot del escritor
LUIS MORENO 38 LOCALISMO COSMOPOLITA
Y MESOGOBIERNOS
irlandés Samuel Beckett.

Política internacional
K. S. Karol 44 Las elecciones presidenciales en Rusia

Historia
Gabriel Jackson 49 Historia de la guerra

Francisco
Política
Javier Pradera 52 La dictadura de Franco
Franco

Caricaturas
LOREDANO
Ciencias Sociales
Helena Béjar 62 Civismo y voluntariado
Correo electrónico: claves@progresa.es
Internet: www.progresa.es/claves

Correspondencia: PROGRESA.
GRAN VÍA, 32; 2ª PLANTA. 28013 MADRID.
TELÉFONO 915 38 61 04. FAX 915 22 22 91.

Publicidad: GDM. GRAN VÍA, 32; 7ª.


Semblanza
César Rendueles 68 Sir Richard F.Burton
28013 MADRID. TELÉFONO 915 36 55 00.

Cine
73
Impresión: MATEU CROMO.
Depósito Legal: M. 10.162/1990.

Esta revista es miembro de


Vicente Molina Foix Contra el cine
ARCE (Asociación de Revistas
Culturales Españolas)

Esta revista es miembro


de la Asociación de Revistas
de Información
Galería de Músicos
Jaime de Ojeda 75 Händel
Para petición de suscripciones
y números atrasados dirigirse a:
Progresa. Gran Vía, 32; 2ª planta. 28013
Madrid. Tel. 915 38 61 04 Fax 915 22 22 91
Casa de citas
Manuel Arranz 81 Miguel Torga
EL ARTE EN EL
NUEVO MILENIO
FRANCISCO CALVO SERRALLER

1. El éxito sensacional de ‘Sensation’ no, de un arte “temporalizado”, es que, en Kassel o la Bienal de Venecia, por citar las
Tras aproximadamente un cuarto de siglo, efecto, “cambia”, que es un arte de nove- comparativamente de mayor prestigio, sabe
entre 1975 y 2000, en los que reiterada- dades o, si se quiere, de modas, término és- que los artistas de la celebrada exposición
mente se nos advierte que el arte de van- te que guarda una estrecha relación etimo- británica hacen aproximadamente lo mis-
guardia ha concluido y se inicia una era de lógica con el de moderno, que, según su mo, al margen de que muchos de ellos han
posmodernidad, no parece que estas sus- origen latino, significa simplemente el arte estado significativamente presentes en estos
tanciales mutaciones se reflejen en las obras hecho al modo o la moda de hoy, el arte ac- foros. ¿Se ha perdido entonces la capacidad
de arte producidas durante este periodo. tual. Desde esta perspectiva, la única opo- de invención o está definitivamente em-
Es cierto que ya no hay grupos artísticos or- sición radical que se ha producido en el plazada en otros oscuros lugares, por el mo-
ganizados, ni manifiestos al estilo de los devenir histórico del arte durante los últi- mento inaccesibles al público? La idea de
que caracterizaron las llamadas vanguar- mos siglos sigue siendo la que enfrentó al una revolución artística permanente, no
dias históricas de hasta la Segunda Guerra arte clásico, que se pretende intemporal, y por reiteradamente deseada y proclamada
Mundial, ni tampoco que existan los cen- el arte de nuestra época, surgido aproxi- también en los medios de la vanguardia
tros internacionales que les sirvieron de madamente en la segunda mitad del XVIII, política izquierdista de nuestro siglo, deja
plataforma, como París o Nueva York, pe- que se ha temporalizado. De esta manera, el de ser una ilusión, aunque se dulcifique
ro tales modificaciones parecen más cam- arte moderno actual sigue el mismo curso bajo la especie de un irredento utopismo,
bios coyunturales de estrategia, en relación cambiante que el del siglo pasado, y su be- pero todavía más cuando el fundamento
con la respuesta social e institucional ante el ligerancia vanguardista –escandalosa– tam- mismo en el que se basa el arte de nuestra
arte de vanguardia, que cambios significa- bién, como lo demuestra el recientísimo época ha sido la libertad, cuya esencia ne-
tivos en ella misma. El hecho del éxito es- caso de Sensation. gativa impide que cualquier positivación
candaloso de la exposición Sensation, exhi- ¿Nada ha cambiado entonces en el te- concreta la conculque; esto es: cuando no
bida durante el otoño de 1997 en la Royal rreno del arte así ahora llamado “posvan- hay un fundamento concreto, no cabe vio-
Academy of Arts, de Londres, a partir de guardista” o “posmoderno”, fuera del hecho lentar ninguna estructura o, en todo caso,
una selección de jóvenes artistas británicos del cambio de actitud del público actual? Si lo revolucionario sería cambiar de funda-
de la colección Saatchi, puso en evidencia analizamos las obras presentadas en Sensa- mento, pero ¿es concebible hoy un arte
que, sin formar un grupo y su correspon- tion, no encontramos prácticamente nin- que, en uso de la indiscriminada libertad,
diente manifiesto, el mecanismo de provo- guna novedad sustancial respecto a lo que imponga su negación o, en nombre de la
cación vanguardista seguía siendo el mismo realizaron los dadaístas históricos, más o secularización, construya nuevos sacros
que a comienzos del siglo, aunque, en este menos actualizados por los sucesivos revi- principios intemporales? Antes, por el con-
caso, las controvertidas obras juveniles per- vals posteriores y, por supuesto, por algunos trario, cuando uno lee a los heraldos de la
tenecían ya a un adinerado coleccionista medios tecnológicos ahora disponibles, ni, posmodernidad lo que se encuentra es que
antes de dar la batalla en la calle. En cierta por supuesto, ha habido novedad alguna en lo que anuncian o describen es precisa-
manera, a juzgar por el contenido, caracte- cuanto al uso provocador de “contenidos”, mente el triunfo universal de lo moderno.
rísticas e inmediato éxito de esta exposi- aunque lógicamente éstos tengan que ver
ción, cuyos ecos aún no se han apagado, con la moral actual imperante, sobre todo, 2. Dos siglos de dinámica moderni-
pues se pasea triunfalmente por todo el en la cultura anglosajona. zadora
mundo, la supuesta crisis del modelo van- Esta falta de innovación, en cuanto a Es cierto que el repaso histórico de lo que
guardista debe referirse, en todo caso, a su los medios y el mensaje, de los “escandalo- ha ocurrido en el arte vanguardista duran-
universal entronización. sos” artistas de Sensation, ¿es acaso privati- te los dos últimos siglos, desde la definiti-
La introducción del término militar de va de ellos y no una característica del arte va crisis del clasicismo, nos revela una
vanguardia en el campo del arte data apro- que hoy se nos sigue presentando, si no ya compulsiva dinámica de aceleración, que,
ximadamente de la época de la Revolución como vanguardista, sí como renovador o, en una primera fase, llevó a un proceso de
de 1830 y, al margen de las connotaciones simplemente, nuevo? Cualquiera que visi- “modernización del contenido”, que con-
políticas, se fue usando en el sentido, un te con regularidad las plataformas promo- cluyó aproximadamente hacia la época del
tanto redundante, de “modernidad belige- cionales residuales del llamado arte emer- impresionismo; y, a continuación, otro de
rante”, ya que lo propio de un arte moder- gente o nuevo, como la Documenta de “modernización de la forma”, que conclu-

4 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA Nº 100



tores de obras únicas, incluso cuando usan
medios y soportes que permiten su repro-
ducción infinita, como el vídeo, la foto-
grafía, etcétera.
Ahora bien, si haga uno lo que haga,
eso ya ha sido hecho, y si el medio técnico
empleado, cuando es nuevo, debe ser usa-
do de forma inadecuadamente anacrónica,
como lo es, por ejemplo, la realización de
una fotografía o vídeo incopiables, ¿qué es
lo que hoy merece ser reconocido como
nuevo, atributo esencial para cualificar algo
verdaderamente moderno? Y si el arte ya no
puede cumplir con su condición de factor
modernizador, ¿por qué seguir hablando
de un arte moderno hoy? O bien, ¿de qué
forma el así llamado arte posmoderno ha
resuelto, si lo hace, estas contradicciones?
Como, por otra parte, el proceso de
institucionalización del arte contemporá-
neo ha seguido un curso de expansión apa-
bullante a lo largo del siglo XX, pero con un
yó, a su vez, en la época de entreguerras, lo sea. ritmo acelerado a partir de la conclusión de
momento en el que, si no en la esfera de ¿Cómo llevar a la práctica algo tan la- la Segunda Guerra Mundial, tras la cual las
difusión pública masiva, sí en el terreno es- xo e inconmensurable? Al principio, esta potencias democráticas vencedoras decidie-
tricto del arte y de la estética, se produjo la proclama produjo una frenética liberación ron que el arte de vanguardia era la genuina
auténtica crisis de la vanguardia. En tér- de energía creadora, pero, como cabía es- expresión de la democracia, nos encontra-
minos de puro escándalo social, la prime- perar, agotó muy rápido sus campos de ex- mos con la paradoja, no ya de que nadie sa-
ra parte de este proceso modernizador, el perimentación. En efecto, ¿qué cabe hacer be qué es el arte moderno de la sucesiva ac-
que he denominado del “contenido”, pues de más, cuando, por poner un manoseado tualidad, sino si, en efecto, éste puede tener
llevó a la representación artística hasta la y socorrido ejemplo, Marcel Duchamp ex- todavía sentido y, por tanto, existir.
más completa “insignificancia” y, por tan- puso, en 1917, un urinario firmado? Lo Tan acuciantes interrogantes, y con tan
to, al aprecio de lo artístico por sus propias mismo ocurre si aplicamos el criterio a la tremendas consecuencias sociales, econó-
cualidades formales, produjo un mayor re- utopía del artista como un diseñador al micas y políticas, lógicamente han acarrea-
chazo del público, pero, no habiendo afec- servicio de la máquina o del ambiente, que do un estado de ansiedad y una confusión
tado aún a los propios medios artísticos o bien desaparece como tal artista en el formidables, que parecen alcanzar ahora
tradicionales, resultó menos espectacular. mecanismo de la producción, o bien se ha mismo su grado cenital. Como suele ocu-
En cualquier caso, cuando, por un lado, de refugiar en el diseño de lo inútil, lo rrir en estos momentos críticos, se han pro-
los dadaístas proclamaron la muerte del cual, en lo que en la economía consumis- ducido reacciones teóricas extremas. Por
arte, y por otro, los constructivistas sovié- ta del capitalismo avanzado, en la que la una parte, la de quienes impugnan como
ticos, su disolución en la ingeniería técni- producción de mercancía posee una nula o un error en sí toda la trayectoria segui-
ca y social, se hizo obvio que, en el futuro, muy leve utilidad, también le hace perder da por el arte contemporáneo, mientras
el arte podía ser cualquier cosa. De ahí se su singularidad. De hecho, los artistas de que, por otra, la de quienes creen que el
acuñó la fórmula de que, en nuestra época, Sensation y todos los que hoy seguimos re- problema radica en la obsolescencia teórica
“arte es lo que llamamos arte” o, también, conociendo como tales basan su identidad y que el problema del arte contemporáneo
que arte es lo que los artistas deciden que en la sola condición atávica de ser produc- es que aún sigue incomprendido. Signifi-

Nº 100 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA



5
EL ARTE EN EL NUEVO MILENIO

cativamente, ambas posturas concuerdan los que protagonizaron esa aventura que se en EE UU y en la reconstruida Europa de-
en que, bien el arte mismo, bien nuestra inició con el movimiento británico de Arts mocrática de después de la Segunda Guerra
concepción del arte, han llegado a su fin, and Crafts y concluyó con la Bauhaus, tal Mundial, que el avispado y socarrón pe-
cuando no ambas cosas a la vez. como lo estudió el venerable historiador riodista estadounidense, Tom Wolfe, escri-
del arte Nikolaus Pevsner. Como es sabido, bió ese divertido panfleto titulado ¿Quién
3. La vanguardia en la zaga en esta corriente los artistas plásticos de teme a la Bauhaus feroz?
Para el reputado historiador marxista Eric vanguardia dedicaron sus esfuerzos a aplicar
Hobsbawm, autor de un breve ensayo titu- su talento al diseño industrial, la única op- 4. Después del fin del arte
lado A la zaga. Decadencia y fracaso de las ción válida para Hobsbawm, junto con la Curiosamente, la fascinación por la tecno-
vanguardias del siglo XX, fotografía y el cine, para obtener una legi- logía industrial y el populismo subyace en
timación moderna. También cita a los la argumentación de quienes hoy, desde
“las diversas corrientes de la vanguardia artística que
se han distinguido durante el siglo que acaba partían
constructivistas soviéticos, que, en la pri- presupuestos neoliberales, antitéticos con
de una suposición fundamental: que las relaciones mera fase de la Revolución, quisieron trans- los de Hobsbawm, analizan el sentido y el
entre el arte y la sociedad habían cambiado radical- formar al artista en un ingeniero, o, como valor del vanguardismo del siglo XX. El ca-
mente, que las viejas maneras de mirar al mundo titulara uno de ellos, Nicolás Tarabukín, so reciente más característico es el del pro-
eran inadecuadas y que debían hallarse otras nuevas. pasar del “cuadro de caballete al automóvil fesor estadounidense Arthur Danto, autor
Esa suposición era correcta. Y lo que es más: el mo- Ford”. Al final de su ensayo, un tanto me- de sendos ensayos de éxito titulados suce-
do de mirar el mundo y de aprehenderlo mental-
lancólicamente, Hobsbawm nos deja en- sivamente La transformación de lo banal y
mente ha experimentado una profunda revolución.
Sin embargo –y esta es la tesis central de mi argu-
trever que el fracaso de la Bauhaus se debió Después del fin del arte. El arte contemporá-
mentación–, en el terreno de las artes visuales los a que “cambiar la sociedad es algo más que neo y el linde de la historia, este último re-
proyectos de vanguardia no alcanzaron este objetivo, lo que pueden conseguir las escuelas de ar- cientemente publicado en castellano. Otra
ni podrían haberlo alcanzado jamás”. te y de diseño por sí solas”, con lo que el curiosa coincidencia entre autores de tan
hombre de nuestro siglo ha de conformar- contraria ideología es que ambos sitúan a
La acusación de Hobsbawm contra las se artísticamente con lo único restante y, so- Andy Warhol en el epicentro del vanguar-
artes plásticas de vanguardia se basa en que bre todo, lo único que ha obtenido un ine- dismo del siglo XX, si bien, para Hobs-
se equivocaron al centrarse en cambiar quívoco apoyo social masivo: la fotografía, bawm, la importancia del célebre artista
–“modernizar”– las formas de expresión de el cine, la televisión, etcétera. pop –“incluso”, nos dice, “la grandeza de
un lenguaje en sí ya obsoleto, cuando lo Ahora bien, si los revolucionarios cons- esa figura extraña y antipática”– “radica en
que tenían que haber hecho era haber usa- tructivistas soviéticos fracasaron por resul- la coherencia de su rechazo a ser otra cosa
do cualquiera de los nuevos lenguajes sur- tar incomprensible para las masas sus futu- que el vehículo pasivo de un mundo expe-
gidos gracias al avance técnico-industrial ristas diseños ingenieriles, y si los propios rimentado a través de la saturación de los
de nuestra época, como la fotografía, el ci- artistas de la Bauhaus, según una cita de medios de comunicación”.
ne, la televisión o cualquiera de los así lla- Paul Klee aprovechada por Hobsbawm,
“Paradójicamente”, continúa afirmando un po-
mados nuevos medios. Estos nuevos me- tampoco obtuvieron el apoyo de la gente, co más adelante Hobsbawm, “en el conjunto de esa
dios, además de proporcionar espontánea- ¿cómo salir del círculo vicioso? En un mo- obra turbadora –pero no en cada obra en concreto–
mente una nueva sintaxis, fueron además mento de su discurso, se le escapa a Hobs- hallamos algo muy parecido a una expresión de los
concebidos para responder a las exigencias bawm, quizá por su afán de denostar las pi- tiempos propios de los estadounidenses de su época.
de una cultura de masas, cuya difusión exi- ruetas vanguardistas, que, al fin y al cabo, Pero tal expresión no se alcanzó mediante la creación
ge la “reproducción técnica” ilimitada, tal y Lo que el viento se llevó fue mucho más im- de obras de arte en el sentido tradicional”.
como se enunció en el tan citado ensayo de portante para la gente que el Guernica, de
Walter Benjamin acerca precisamente del Picasso, con lo que, aunque rehuya la con- Hobsbawm, desde luego, no explica en
“arte en la era de reproductibilidad técnica”. clusión, habría que suponer que lo rele- qué sentido Warhol se expresó con obras de
A este escrito se remite el propio Hobs- vante no es, como sostiene, el medio –el ci- arte no tradicional de una forma diferente,
bawm, aunque interesadamente parece ig- ne o la pintura– sino el éxito popular. ¿Có- no sólo a la de sus colegas del pop, sino
norar lo que allí escribió Benjamin acerca mo si no explicarse que reputadas obras prácticamente a cualquier vanguardista de
de la “pérdida del aura”, que era privilegio de maestras del cine épico –Acorazado Potem- este siglo, con lo que deja en el aire la sos-
su tradicional carácter de “unicidad”, a no kin, Iván el Terrible, Senderos de gloria, et- pecha que lo destaca por su actitud cínica
ser que el historiador británico obvie esta cétera– sean hoy, no digo que mucho me- –su pasividad–, en lo que tampoco merece
cuestión porque, en definitiva, crea que las nos populares que Lo que el viento se llevó, un pedestal singular, aunque sea uno de
obras de arte de nuestra época no deben te- sino menos conocidas para el hombre de la sus más firmes candidatos. Para Danto, sin
ner aura. calle que el Guernica? embargo, Warhol lo merece todo y desde
Sea como sea, tras caricaturizar, no po- Los artistas soviéticos, constructivistas todos los puntos de vista, artístico, estético
cas veces con eficaz sarcasmo, todas las pi- o no, fueron exterminados y/o silenciados y ético, pues, a su juicio, es la figura clave
ruetas del formalismo vanguardista hasta por la propia Revolución que entusiástica- del siglo XX, en el sentido que anunció el
llegar a los mismos protagonistas de la ex- mente apoyaron, ya que sus jefes políticos nuevo arte del futuro, que ya no es sólo
posición Sensation, Hobsbawm sólo deja creyeron fanáticamente en los bienes del posmoderno sino un arte “poshistórico” o,
entrever que el único posible camino váli- progreso maquinista e industrial, pero sin la incluso, un “posarte”. Este profesor de fi-
do al respecto, entre todos los que frustra- intervención de artistas en su diseño, que, losofía confiesa haber recibido la revelación
damente siguió la vanguardia de nuestro vox populi, lo que debían hacer era pintar al ver la exposición en la que Warhol mos-
siglo, fue el que emprendieron los “pione- cuadros realistas. La Bauhaus, por su parte, tró sus Brillo Box, pero la revelación fue
ros del diseño moderno”, pues, aunque él fue cerrada por los nacionalistas, pero su la- tan traumática que necesitó casi un par de
no los llame así, responden literalmente a bor continuó e incluso alcanzó tanto éxito décadas para asimilarla. En cualquier caso,

6 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA Nº 100



FRANCISCO CALVO SERRALLER

o menos matices, que “arte es lo que lla-


mamos arte”, aunque Danto no se haya
enterado. Por lo demás, la “intelectualiza-
ción” del artista es un proceso que se inició
en el siglo XV (en los tres libros que con-
forman el tratado De Pictura, de L. B. Al-
berti, publicado a mediados del siglo XV,
no hay, por ejemplo, la menor considera-
ción respecto al oficio de fabricar mate-
rialmente una obra) y que, desde entonces,
no ha dejado de incrementarse, pero sin
que esa progresiva ampliación de los hori-
zontes culturales y filosóficos del artista
haya supuesto en sí una ruptura respecto a
la exigencia original.
Tampoco se entiende muy bien por
qué Danto, si efectivamente cree que el ar-
te ha muerto y, en su lugar, debe reinar la
filosofía, hay que seguir haciendo un “po-
sarte” y no simplemente dedicarse a pensar
de la única forma que cabe hacerlo: con-
ceptualmente. En este sentido, ni las Brillo
Box, ni ninguna de las obras posartísticas
con que él entusiásticamente nos anuncia la
buena nueva justifican su existencia. De
hecho, a los casos que enuncia y comenta
del arte actual les ocurre lo mismo que a
Warhol: que se remiten a precedentes his-
tóricos sin mayor novedad, fuera de la que,
a veces, usan algún artilugio técnico de la
última generación, pero aceptar eso como
revolucionario sería igual que afirmar que,
cada vez que se ha presentado cualquier
novedad técnica en el cine –el sonoro, el
color, el cinemascope, etcétera–, habría que
hablar del nacimiento del poscine.
este nuevo san Pablo, tirado del caballo con nuevas perspectivas críticas. En definitiva: Lo que realmente subyace, por tanto,
la perentoriedad de la gracia tumbativa, cuando cualquier cosa puede ser arte, y, por en el discurso de Danto es que ahora ya no
también cambió su destino y profesión, de- consiguiente, lo que se exhibe como tal es, hace falta entender de arte para juzgar algo
dicándose a partir de entonces a la crítica sobre todo, un juicio de intención, una idea, qué no se sabe bien qué es y que la larga ex-
de arte desde una perspectiva posartística. entonces el único competente para crear periencia vanguardista de nuestra época nos
Danto no cree, de todas formas, que el obras de arte y juzgarlas es el filósofo, al- ha demostrado que puede ser cualquier co-
arte vanguardista del XX haya fracasado, si- guien como el propio Danto. sa, como un urinario o una caja de deter-
no que, haciendo suya el acta de defunción Lo que Danto no explica es qué apor- gente. Y no hace falta entender de arte,
hegeliana, el arte en sí ha muerto, al ago- tación supuso la caja de detergente de War- porque lo que ahora hay es otra cosa, ese
tarse sus dos grandes relatos conductores: el hol en relación con el urinario de Du- “posarte” que ya no se aprehende con los
tradicional del contenido, que, según él, champ, exhibido casi medio siglo antes en sentidos sino con la mente, la materia pri-
postuló Vasari, y el formalista, que atribuye el mismo Nueva York, ni qué aporta él ma de los filósofos.
al crítico estadounidense Clement Green- mismo, desde un punto de vista teórico,
berg. Dejando de lado el brutal reduccio- cuando el romántico Schiller, antes de aca- 5. La palabra:
nismo de esta afirmación, puesto que, al bar el siglo XVIII, ya estableció que el nue- el punto de fuga del arte moderno
fin y al cabo, Danto se mueve en un plano vo fundamento del arte del futuro era la li- ¿Cómo no recordar, llegados a este punto,
filosófico y no cabe exigirle mayor erudición bertad, en vez del canon tradicional de be- el divertido ensayo, que, hace ahora exac-
histórica en materia de historiografía artís- lleza. Una obra de arte, basada en la tamente un cuarto de siglo, escribió Tom
tica, el fin del arte se habría producido pa- libertad, deviene por fuerza algo difícil de Wolfe con el elocuente título La palabra
ra él, así, pues, por consunción; ya que juzgar, porque serán los artistas, en todo pintada. El arte moderno alcanza su punto
cuando no cabe juzgar una obra ni por lo caso, en el ejercicio de su libertaria con- de fuga? Aunque curiosamente también
que dice ni por la forma de decirlo, esto es, cepción sucesiva para decidir qué es arte, Wolfe sólo salvaba de la quema a Andy
por parámetros críticos de calidad, como los que dictarán las reglas adecuadas para Warhol, aunque por razones bien distintas
ocurre, por ejemplo, cuando los artistas o juzgar lo que se les ocurra crear. Por eso, a a las aducidas por Hobsbawm y Danto, ni
posartistas deciden exponer, sin más, cajas lo largo de todo el presente siglo, casi todos siquiera este último se digna nombrarlo.
de detergentes, entonces hay que buscar los teóricos de arte han aceptado, con más En cierta manera, se comprende este silen-

Nº 100 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA



7
EL ARTE EN EL NUEVO MILENIO

tuales “hemos iniciado un nuevo periodo de Comentario,


cio, porque la tesis de Wolfe describía el fin Pero, a todas estas, ¿qué dicen al respecto como denominara Foucault la práctica de la erudi-
del arte y el surgimiento del posarte preci- los propios artistas actuales? No me refiero, ción en el mundo renacentista. Pero, hoy día, los ar-
tistas y los intelectuales están creando un comentario
samente por el desembarco de los Danto o, desde luego, a los artistas en general (la en- sobre un universo de simulación, sobre un universo
si se quiere, porque la palabra, el concepto, cuesta sería imposible, no sólo dado el nú- desprovisto de Texto. Se trata de un comentario so-
la literatura o la filosofía eran, cada vez más mero, sino las muy diferentes procedencias bre la estratificación sin fin de los signos que en otro
en EE UU, los que ocupaban o usurpaban y generaciones que hoy se aglutinarían en tiempo constituyó el mundo renacentista y que hoy
el papel de los artistas. En este sentido, re- un corte basado sólo en la actualidad), sino constituye el simulacro. Se trata de una interminable
firiéndose a la obra que publicó un artista a los que viven, como quien dice, en el ojo exégesis carente de verdad y falsedad. De un co-
conceptual en la revista Arts Magazine en del huracán –el mercado neoyorquino– y mentario sobre un universo de arenas movedizas y
quimeras en el que nada es sólido y nada es real”.
1970, en la que lo único que había era un han demostrado una cierta capacidad para
lacónico texto escrito con instrucciones, reflexionar sobre lo que les pasa a ellos mis- 7. ¿Muerte o reinvención del arte?
Wolfe escribió lo siguiente: mos y un poco más allá también, espacial y Esta última frase de Halley me parece una
temporalmente. Tal es el caso del artista buena descripción sobre lo que ha sido el ar-
“¡Por fin! Se acabaron los objetos referenciales,
las líneas, los colores, las formas, los contornos, los estadounidense Peter Halley, que hace po- te desde su fundación histórica, pues el sen-
pigmentos, las pinceladas, las evocaciones, los marcos, co ha publicado un largo artículo esclare- tido que le ha acompañado en Occidente ha
las paredes, las galerías, los museos, se acabó el realis- cedor al respecto, que lleva por título, ¡có- estado marcado por la fragilidad. Que Pla-
mo, se acabó la torturada contemplación de la en- mo no!, Después del arte. De entrada, hay tón desterrara a los artistas de la Ciudad
diosada Pintura Plana, ya no se necesitan audiencias que agradecer a Halley que no sitúe el co- Ideal, postergándolos extramuros de ella,
sino un destinatario que puede ser o no ser una per-
sona y puede estar allí o no, se acabó la proyección del
mienzo y el fin del problema en el socorri- ha marcado el destino de éstos, no sólo has-
ego, tan sólo el artista, en tercera persona, que puede do Warhol sino en el Renacimiento, y que ta Hegel, como así lo enunció en un bello y
ser o no ser alguien, ya que nada se le pide, ni siquie- asocie el comienzo y el fin del arte, no al profundo ensayo Iris Murdoch, sino, ahora
ra la existencia, la perdida en el modo subjuntivo; mo- evento de que a un artista se le ocurra ex- lo vemos, también hasta la actualidad. Ha-
mento de abdicación absolutamente desapasionada, hibir un urinario o una caja de detergente bría, no obstante, que preguntarse, ante las
de abandono despreocupado, en el que el arte llevó a
en una galería, sino con la muerte de Dios. últimas requisitorias de ahora mismo, si con
cabo su pirueta final, ascendió más y más arriba por
una espiral sin fin que sólo decrecía para estrecharse Pues bien, la tesis central de Halley es la muerte del arte se va más allá de las suce-
y, en un acto final de libertad, en una última reacción que, tras la muerte de Dios, más o menos sivas actas de defunción de los dioses y de
vital previa al estado fósil, desapareció en la cima de temerosamente intuida allá por el siglo XV, ese gran relato occidental, que dio cuerpo
su apertura fundamental… ¡y surgió por el otro ex- los hombres no han encontrado otro medio doctrinal al arte frente a la muerte de lo di-
tremo convertido en teoría del arte! Teoría del arte de sofocar la angustia de su desaparición en vino, que fue el clasicismo, habiéndose de-
pura y simple, palabras escritas en una página, litera-
tura que la mirada no puede mancillar; plana, más
la nada y, por tanto, de sobrevivirse más allá senvuelto este proceso histórico, que no es
plana que nada, la más plana, una visión invisible, co- de la muerte que reproducir su propia ima- otro que el de la secularización de la socie-
mo los ángeles o las Animae Mundi”. gen o la del entorno que les acompañó dad occidental, desde, por lo menos, el Re-
mientras vivieron. Esto, según Halley, ex- nacimiento. Y habría que preguntarse, en
¿Había que llegar al arte conceptual plicaría la gran corriente mimética de rea- efecto, si se va más allá ahora, cuando se nos
de los setenta para percatarse del peligro de lismo que guió el arte occidental hasta el si- habla del arte posmoderno, poshistórico o
volatilización de lo artístico o de su recon- glo XIX, en el cual la invención de unos hasta el del posarte, no sólo para plantear el
versión en una subsección de un departa- medios técnicos de reproducción de más fá- sinsentido de la supervivencia actual del ar-
mento universitario de filosofía? En un re- cil manejo, más fiables y más versátiles, te, tal y como, desde luego, se ha practica-
ciente ensayo, titulado ‘Filosofía del arte, fi- junto con la democratización de la cultura do a lo largo de toda nuestra época con-
losofía de la muerte’, inserto en un libro y el aumento incesante de hipotéticos con- temporánea, sino, todavía más atrás, salvo
colectivo, Filosofía y poesía: dos aproxima- sumidores, puso en fatal entredicho la su- cambios insustanciales de soporte y técnica,
ciones a la verdad, compilado por Gianni pervivencia del arte tradicional. desde el mismo renacimiento.
Vattimo, su autor, Thomas Harrison, con- Es frente a esta apoteosis de multiplica- He empezado este escrito refiriéndo-
sidera que el arte murió hacia 1910, cuan- ción de la imagen que, durante el XIX, no me a la exposición de Sensation, que corro-
do una serie de artistas y músicos, como sólo se extendió técnicamente sino también, bora la supervivencia del arte e, incluso, de
Kandinsky o Schönberg, decidieron con- desde una perspectiva estética, bajo el en- lo más genuino de la estrategia vanguar-
vertirse en filósofos, a la vez que los filóso- salmo de un realismo total, contra la que, dista. También ahora podría subrayar que
fos se hacían artistas, provocando esta mu- según Halley, los vanguardistas plantearon Peter Halley es un notable pintor estadou-
tación respectivamente la muerte del arte y la revolución permanente del lenguaje, casi nidense, cuya descorazonadora reflexión,
la filosofía. como la única forma de sentirse, aunque no le impide hacer cuadros, a mi juicio,
fuera sólo circunstancialmente, vivos. En muy buenos, como tantos otros artistas ac-
“La tragedia estética toma conciencia de sí mis-
ma”, escribe Harrison, “en el momento en el cual es- cierta manera, la consigna era matar el arte, tuales, no necesariamente jóvenes ni “sen-
ta generación de idealistas intenta elevar el arte al ran- definitivamente alienado, para no ahogar sacionales”. Lo que, por su parte, no expli-
go de propuesta filosófica; en el momento en el cual la vida, el espíritu creador. No obstante, tras can ni Hobsbawm, ni Danto es, si nos re-
los músicos, pintores y poetas de los primeros años el orgiástico potlach de las vanguardias his- ferimos al primero, cómo este fracaso
del siglo XX salen en persecución de la forma física del tóricas, la industrial cultural de masas in- absoluto de la vanguardia ha producido
alma pura, de las semblanzas de la identidad abs-
tracta, de figuras palpables de conceptos que han
corporó esta provocación al espectáculo y obras de tan prodigioso talento, que natu-
constituido siempre el domino propio de la metafí- frustró definitivamente este resto de energía ralmente él obvia a favor de ensañarse con
sica”. liberadora. El diagnóstico sobre la situación lo más banal, cuya abundancia no deja de
artística actual apunta, según Halley, a que ser directamente proporcional a la multi-
6. El testimonio de los artistas ac- plicación del número de artistas en nuestra

8 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA Nº 100



FRANCISCO CALVO SERRALLER

de arte, tras la muerte de Dios, no fue sino


la patética respuesta sensible de mimética-
mente conservar la propia imagen para cal-
mar la ansiedad ante la muerte, que eso no
agota la explicación de Vermeer, ni el uso
del cinematógrafo o de cualquier otro so-
porte técnico iguala indiscriminadamente
la calidad de estos productos. El día que el
arte muera de verdad será, en definitiva,
cuando la bestia de Lascaux, un Vermeer,
una película de Huston o Tarkovsky, o la
última pirueta sensacional de un joven ar-
tista nos dejen indiferentes, pero entonces
nadie se dará cuenta. ■

BIBLIOGRAFÍA

BELTING, Hans: Das Ende der Kunstgeschichte? Deuts-


cher Kunstverlag, Munich, 1983 (ediciones en in-
glés, en 1987 y en francés en 1989).

BENJAMIN, Walter: Discursos interrumpidos. Taurus,


1992.

BLANCHOT, Maurice: La bestia de Lascaux. El último


en hablar. Tecnos, Madrid, 1999.

BURGIN, Victor: The End of Art Theory. Criticism


and Posmodernity. Macmillan, Londres, 1986.

CALVO SERRALLER, F.: La senda extraviada del arte.


Mondadori, Madrid, 1992.

DANTO, Arthur: The Transfiguration of the Com-


monplace. Harvard University Press, 1981.
— Después del fin del arte. El arte contemporáneo y el
linde de la historia. Paidós, Barcelona, 1999.

HALLEY, Peter: ‘Después del arte’, en la revista Arte


y Parte, núm. 24, págs. 80-86, diciembre 1999-ene-
ro 2000, Santander.

sociedad de consumo cultural masivo; de los primeros objetos conservados de la HOBSBAWM, Eric: A la zaga. Decadencia y fracaso de
mientras que, si se trata del segundo, cómo prehistoria, eso que llamamos arte no ha las vanguardias del siglo XX. Crítica, Barcelona, 1999.
los posartistas filosóficos que él avala si- dejado de cambiar y, por tanto, de morir. HUGHES, Robert: La cultura de la queja. Trifulcas
guen produciendo obras, surgidas de la En realidad, el hombre es mortal y, por americanas. Anagrama, Barcelona, 1994.
imaginación y, de alguna manera, siempre tanto, él y lo que hace, signos necesaria-
VATTIMO, Gianni (com.): Filosofía y poesía: dos apro-
referidas a lo sensible, aunque naturalmen- mente supervivientes. Ayer y hoy, nuestra
ximaciones a la verdad. Gedisa, Barcelona, 1999.
te ya no se atengan al canon de la belleza, conciencia de temporalidad se produce en
sino, como desde fines del XVIII, estén arras- el seno del lenguaje o, si se quiere, de la ex- WOLFE, TOM: La palabra pintada. El arte moderno
trados por el torbellino vertiginoso de la presión, las tramas de la memoria. La an- alcanza su punto de fuga. Ed. Anagrama, Barcelona,
1976.
libertad y su implacable lógica de sucesión siedad vanguardista de adelantarse al tiem-
— ¿Quién teme a la Bauhaus feroz? El arquitecto co-
de cambios. Habría, en fin, sobre todo que po provoca siempre la caída en la estupe- mo mandarín. Anagrama, Barcelona, 1982.
inquirir a cualquiera de los teóricos actua- facción, cuya peor esperanza es la ilusión de
les acerca de si creen que cabe cualquier un cambio de condición, de un salto cuali-
modalidad de arte que no funde su sentido tativo. No pocas veces, el arte, como antes
en la fragilidad, como es siempre necesa- la religión, nos ha advertido precisamente
riamente la labor o, mejor, el aconteci- de lo que nos ata a la tierra, al origen, al sig-
miento de “desocultación de la verdad”, no mortal. En este sentido, no nos vendría
como explicó insuperablemente Heideg- mal recordar que cuando Benjamin escribe
ger, en mi opinión el único pensador con- sobre la pérdida de aura en la era de la re-
temporáneo que ha comprendido lo que productibilidad técnica, no se refiere a la
significa ser artista en el mundo seculariza- imposibilidad de seguir produciendo uni-
do moderno. dades manufacturadas, sino a lo único de la
Francisco Calvo Serraller es catedrático de
¿Hay que hacer “futurismo” para de- unidad; esto es: haciendo buena la inter-
Historia del Arte. Autor de Imágenes de lo insignifi-
cretar hoy el fin o la muerte del arte? Des- pretación de Halley acerca de que la obra

Nº 100 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA



9
LA MUERTE ANTROPOMORFA
FERNANDO SAVATER

“¿Cómo puedes tú dormir tranquilamente? mar “estado de gracia” (y que, según Lau- sión científica (“el tributo a la especie”),
El grito de esas infinitas angustias me impide treamont, a cualquier espíritu imparcial etcétera. Llegado el caso, no se retrocede
reposar. No puedo soportar más esa visión. “debería bastarle”). Entrar en la existencia, ante la superposición de remedios herme-
¡Levántate! Ven conmigo fuera, a la Noche,
y déjame descubrirte las tumbas.
aunque sea a trompicones –y siempre es néuticos: se aceptan frenos y riendas de to-
¿No es un espectáculo doloroso? ¡Mira!”. así, según bien señaló Schopenhauer–, nos dos los modelos, yuxtapuestos.
E. A. Poe, convierte en aristócratas ontológicos frente Lo que no cabe ante la muerte es la
El enterramiento prematuro a los posibles no realizados… En cambio neutralidad, el que sea vista como un fe-
morir es algo incurablemente plebeyo o, al nómeno meramente “natural”… ¡aunque
menos democrático, la más común de las resulte lo más natural de todo para noso-
o recuerdo si se trataba de la cripta de necesidades. La muerte corrige nuestra tros, que somos “de naturaleza mortal”, a
la catedral o de una especie de cata- afortunada pero transitoria anomalía y nos diferencia de los dioses, que no mueren, y
cumbas civiles pertenecientes a otro devuelve a la vulgaridad donde todos los de los animales, que ignoran que van a mo-
edificio en el centro histórico de Lima: re- gatos son pardos y no hay nada o, mejor, rir! Sobre esta condición natural de la
cuerdo en cambio haber solicitado el ago- falta de todo. La vida es algo demasiado muerte reina la ambigüedad. En efecto, lla-
bio de la visita –“le advierto que a mucha exquisito para durar demasiado. De nuevo, mamos “natural” tanto a lo que ocurre de
gente le resulta desagradable”, me había Shakespeare: “Out, out, brief candle!”. Los modo espontáneo y no deliberado por el
prevenido el guía–, los cóncavos techos esqueletos se acumulan, llenan las cata- hombre como a lo que sucede sin escánda-
amarillentos como de bodega siniestra, los cumbas y forman pirámides. Mezclados lo ni sobresalto. Pero para nosotros ambos
miasmas neuróticos que parecían intoxicar unos con otros, confundidos, sin rango ni sentidos no suelen coincidir: ¿hay algo que
el aire acortando la respiración y los cientos, jerarquía. ¿Alivia o abruma esta descarnada nos sobresalte más que la naturaleza ele-
miles, quizá cientos de miles de calaveras y promiscuidad? Calaveras, más y más cala- mental y espontáneamente desatada? Por
osamentas que se sucedían por los mean- veras: mira cómo nos miran… eso, en Occidente, según Ariès, la necesidad
dros de aquella espelunca artificial. Huesos Según ha precisado el estudioso Philip de controlar la muerte viene precisamen-
mondos y lirondos, según la frase que tan- Ariès en su libro La muerte en Occidente, los te de que se la tiene por una manifestación
to leí en los amados relatos de aventuras de parámetros de la muerte oscilan tradicio- pura de la naturaleza y que, como tal, debe
mi niñez –“los cangrejos dejaron sus huesos nalmente entre dos límites: la comunidad ser sometida a pautas civilizatorias, de igual
mondos y lirondos, etcétera”–, y que siem- de los muertos, destino de la especie (todos modo que los rigores del clima o las in-
pre me produjo escalofríos. hemos de morir), y la individualización su- temperancias de la animalidad: “La rituali-
Reliquias incontables, copiosísimas, prema que sella la biografía personal (la zación de la muerte es un caso particular de
con una sobreabundancia estremecedora y muerte de uno mismo). Pero desde el uno la estrategia global del hombre contra la
de pésimo agüero. Refrendos múltiples de hasta el otro extremo, la muerte conserva naturaleza, hecha de prohibiciones y de
la estadística que nos es a cada uno de no- un mismo tono salvaje y amenazante, po- concesiones. Por eso la muerte no fue aban-
sotros más radicalmente desfavorable. ¡Y deroso, un brío feroz que debe ser conju- donada a sí misma y a su desmesura, sino,
en aquel sótano limeño no se guarda más rado y encauzado como se pueda. La omi- por el contrario, aprisionada en unas cere-
que una parte infinitesimal de los esquele- nosa presencia de la muerte y su irrupción monias, transformada en espectáculo” (el
tos que en el mundo han sido, de los miles constante en la vida de cada comunidad y hombre ante la muerte).
de millones que caminaron sobre la tierra cada persona necesitan laboriosos procesos En cambio, otros pueblos han tenido a
soportando carne y sangre junto al resto de domesticación. Se utilizan todas las es- la muerte por habitual y necesaria, aunque
de nuestros comunes atavíos fabricados con trategias: denegación (“mientras estamos, nunca “natural” (es decir, no mero efecto
el mismo tejido del que están hechos los no está; cuando esté, no estaremos”), sose- de causas despersonalizadas, inintenciona-
sueños! Abrumadora cosecha: nunca ha ha- gado halago (“el sueño eterno”), la reco- les): todas las muertes son decididas, sea
bido, hay ni habrá carestía de muertos. Con mendación terapéutica (“descansa en paz”), por quien va a morir o por un enemigo
razón los sabios latinos decían que morir es el reconocimiento democrático (“la gran perverso. En algunos lugares parecen haber
“reunirse con la mayoría”. Nacer es un ra- igualadora”), el desafío (“¿dónde está tu pensado que nadie muere salvo por acto
ro privilegio, un favor especial y misterioso, victoria?”), la exaltación estética (“una bella de magia… dictamen que quizá coincide
lo único que verdaderamente podemos lla- muerte honra toda una vida”), la conclu- oscuramente con lo que de veras creemos

10 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA Nº 100



también nosotros, los más modernos. La
muerte es una conspiración, una trampa
diabólica, un agravio incompatible con
nuestra jugosa conciencia de nosotros mis-
mos. “¿Morir? ¿Quién, yo? ¡Yo no estoy he-
cho para la muerte ni por la muerte! ¡Si
muero ha de ser por mal de ojo o cualquier
otro atropello!”.
No faltan mitificadores de lo exótico
para decir que en “Oriente” (sea cual fuere
semejante sede cultural), donde viven en
mejor comunión con la naturaleza (¿se pue-
de sacar tal lección, por ejemplo, de un jar-
dín japonés o del antiguo ritual hindú de
quemar a las esposas en la pira del marido
fallecido?), la muerte es vista como algo
natural en el sentido de cosa reconciliada y
padecida sin especial escándalo. Pero ¿aca-
so en Oriente no hay también rituales fu-
nerarios, no se busca con afán la inmorta-
lidad del dragón o del jade, no se intenta
promover el desapego a los deseos carnales
sobre los que se edifica nuestra existencia
–el proyecto moral más “antinatural” que que disimular o de la que intentamos dis- les. Entrar en el mundo y salir de él son las
cabe imaginar, según el cual quien no ape- traernos para que no nos abrume, el deli- dos únicas cosas que ocurre a todos los
tece como vivo no padece al estar muerto– cioso retortijón inguinal se haya notable- miembros de una comunidad; por tanto,
o se acuña toda una estética del suicidio mente magnificado y poetizado por sus constituyen los percances individuales que
honroso? A quienes hablan de la supuesta entusiastas. Pero podemos concebir o cons- exigen mayor compromiso colectivo. Y, sin
“naturalidad” de la muerte oriental no es tatar muchas vidas humanas en que tal epi- embargo, tampoco entre ellos la simetría
preciso refutarles, basta con no creerles. Y sodio tiene una importancia nimia y nin- acaba de ser perfecta: pueden instrumen-
con seguir pasando revista al resto de los guna, sin embargo, en que la muerte (pro- tarse modos de prevenir la natalidad, pero
embrujos necrománticos de todas las épo- pia y ajena) no desempeñe un papel de no de prevenir la mortalidad. Es decir, que
cas y lugares. catalizador esencial de emociones, miedos o cabe disminuir el número de hijos pero el
¿Es caso único el de la muerte en cuan- esperanzas. de muertos siempre ser el mismo: todos.
to irrupción devastadora de lo natural en lo En cierta medida es posible renunciar a En cualquier época y en cualquier cul-
social o, mejor, como perpetua manifesta- vérselas con el sexo (al menos consciente- tura, el empeño funerario ha consistido
ción indomable de lo natural dentro de lo mente, pace Freud), pero nunca con la siempre en dar forma humana a la muerte.
social? A este respecto, se ha comparado a muerte. Cosa distinta es si por “sexo” en- O sea, transformar en significativo y sim-
veces la muerte con el sexo. No me parecen tendemos no el placer erótico sino la re- bólico el hecho crucial que nos convierte a
instancias equivalentes si por “sexo” enten- producción. Ahí sí que parece darse un todos en igualmente insignificantes. Se di-
demos primordialmente el goce libidinal. acontecimiento traumático (por su extraña rá que esto precisamente es lo que intentan
Por mucho que insista Georges Bataille, la mezcla de pureza y mancha, de dolor que las sociedades con cualquiera de los sucesos
petit mort orgásmica está muy lejos de dar proviene de un abandono gozoso, de apa- en que de cerca o de lejos nos vemos im-
el peso cuando se la pone en la balanza an- rición irremediable de lo ya previsto pero plicados, sean triviales o importantísimos.
tropológica frente a su falsa hermana ma- aún nunca visto), frente al que la sociedad Pero el caso de la muerte parece particular-
yor. A diferencia de la muerte, a la cual hay ha de tomar medidas apaciguadoras ritua- mente urgente porque es el que resulta me-

Nº 100 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA



11
LA MUERTE ANTROPOMORFA

nos asimilable, menos dócil a cualquier pre- miento devastador en un viaje a otro mun- saparición de cada una de las caras, el final
tensión de reconversión antropomórfica. do, una partida de caza, el tránsito de la cri- de las apariencias físicas o psicológicas. En
Así, la muerte se muestra refractaria a la sálida a la mariposa, un sacrificio volunta- verdad, por debajo de las supersticiones, to-
forma humana: es precisamente el nombre rio en beneficio de la comunidad o de dos sabemos que la muerte no promete ni
que damos a lo que (¿proceso? ¿suceso?) nuestros hijos, un sueño reparador, el re- amenaza sino que resuelve. Disuelve. Se nie-
nos hace perderla definitivamente, borran- greso a la madre tierra, la semilla que se ga a contestar, repudiando todo coloquio.
do nuestra humanidad concreta del imagi- planta para dar nuevos frutos, el debido Las palabras sobran y el resto es silencio.
nario registro de lo humano, donde está- tributo del individuo a la especie, el castigo Por eso es inhumana la muerte, porque no
bamos provisionalmente inscritos. Por eso de Dios por la desobediencia culpable de dice nada, porque hasta el epitafio tenemos
no hay nada tan feo, es decir, tan antiher- nuestros primeros padres, el acceso al tri- que ponerlo nosotros. ¡Ah, si la muerte ha-
moso como la muerte. Hablo literalmente: bunal donde nuestra vida toda será juzgada, blase a su modo un poco, si profiriera algo
formosus, hermoso, es aquello dotado de una un supremo testimonio de amor, etcétera. mínimamente inteligible, si diese señales de
forma nítida, armoniosa y consistente. Se- Las tumbas se han llenado de objetos coti- vida! O si nosotros pudiésemos comunicar-
gún apunta Remo Bodei en su ensayo Las dianos, platos de comida, armas, amule- nos con ella, introducir nuestras quejas en
formas de lo bello, esta homologación valo- tos, juguetes, imágenes de divinidades pro- su urna, negociar nuestra retirada, encare-
rativa entre lo bien formado y lo bello se tectoras, fotos de parientes y, últimamente, cerle que cuide al menos a aquellos que
debe probablemente a nuestra aterrada re- algún que otro teléfono móvil. También el amamos. Como hicieron aquellos padres
pugnancia ante la aniquilación de las for- arte ha contribuido a este intento de “salvar angustiados, según perpetúa la estela hele-
mas y las figuras que la corrupción de la las formas”, o por lo menos una, la forma nística, cuando recomendaron a su hijito al
muerte impone como su síntoma más pa- humana: se han hecho pirámides, estatuas inmisericorde Caronte: “Mira que es aún
tente. yacentes de muertos que leen o que afe- muy pequeño… tendrá miedo cuando se
El resultado de la muerte es lo informe, rran su espada, figuras de amantes desapa- vea solo… cuídale, tranquilízale… y, si pue-
el desvanecimiento de las formas como recidos que intentan darse la mano o de pa- des, cántale algo… es lo que le gusta, cuan-
si nunca hubieran sido: la nube que por dres que acarician a sus hijos, mausoleos do se hace de noche…”. ¿Esfuerzo perdido?
un momento se asemejó a un camello o grandiosos que no disimulan sino que evo- Tampoco hay respuesta. ■
a un león se deshilacha y disuelve en lo azul. can y subrayan el agusanamiento de lo que
La forma de cada individuo humano –so- ocultan, momias, mascarillas mortuorias,
bre todo en el esplendor ideal de su sazón– cuadros como el de Chatterton ex nime,
parece prometer que ya es al fin lo que de- de cuya mano escapan los últimos poemas,
be ser y seguir siendo precisamente así; las o la seca y temible calavera en su hornaci-
modificaciones que a esa forma impone el na pintada por Memling (se guarda en la
transcurso del tiempo, por inquietantes que vieja pinacoteca de Múnich), bajo la que
resulten, pertenecen al género de la meta- puede leerse sobriamente: “Morieris”.
morfosis, dentro del cual lo mismo perma- En nuestra modernidad positivista
nece como lo mismo a través del paso por pugnan dos estrategias distintas: por un la-
lo otro. Pero la muerte no nos transforma, do, el cadáver se oculta, se hurta a las mi-
sino que definitivamente nos deforma, nos radas (¡no soportamos ser perturbados en
roba toda forma posible: no nos cambia nuestro confort que ignora los callejones
nada, sino que nos cambia en nada. No es sin salida y, a tal respecto, hasta el fallecido
un peregrinaje, sino la aniquilación. El ni- más rozagante resulta demasiado perturba-
ño recién nacido y el anciano más achaco- dor!) cuando no se le maquilla y embellece
so siguen mostrando formas de lo humano, artificialmente para que ofrezca una enga-
mientras que el cadáver más reciente o me- ñosa apariencia de vida suspendida (“¡se
jor conservado ya no presenta más que un diría que está dormido!”); por otro, la lite-
patético remedo que desmiente la realidad ratura y, sobre todo, el cine nos muestran la
misma de aquello a lo que parece parecer- putrefacción o el descoyuntamiento de las
se. Embalsamar, momificar, disecar, empeños abominaciones que surgen de la tumba, de
igualmente comprensibles aunque vanos, los que se resisten a confinarse en ella, el
pues desde Aristóteles sabemos que el alma es muerto viviente que camina a trompico-
la auténtica forma del cuerpo humano. Don- nes con los intestinos fuera, el zombi que
de ella falta, sólo queda lo informe… en merodea sin decidirse a volver al cemente-
cualquiera de sus corruptas formaciones. Y lo rio, esa vampírica obstinación del alma que
informe no es sólo la forma desaparecida, si- lo ha perdido todo corporalmente pero se
no la revelación de que la forma humana fue niega a cesar en su animación atroz. Así
mera apariencia, sombra sin sustancia, ser que tenemos, por un lado, los primos de
del no ser. Nuestros seres queridos, de Evelyn Waugh, y,
¡Salvemos la forma humana de la por otro, los nietos de El extraño caso del se-
muerte! Tal es el contenido de todo himno ñor Valdemar, de Edgar A. Poe. Dos formas
y propósito funerario desde la más remota opuestas e igualmente engañosas de con-
antigüedad. Para ello, a lo largo de los si- suelo o distracción.
Fernando Savater es catedrático de Ética. Au-
glos, las diversas sociedades han derrocha- ¿Los rostros de la muerte? Pero la muer-
tor de La ética como amor propio, Ética para Ama-
do imaginación para convertir el aconteci- te no tiene rostro… su única facies es la de- dor, El jardín de las dudas y Las preguntas de la vi-

12 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA Nº 100



PUCHEROS DE SUPERSTICIÓN
JAVIER MARÍAS

uanta mayor aceptación o mayor con- capacitado ni a la que estoy dispuesto; pero a saber, los políticos por él elegidos (en mu-
senso, más prestigio, reverencia o me- quizá no esté de más pasar brevemente una cho mayor grado beneficiados que la ciuda-
ro respeto susciten una institución, lija –o incluso con más modestia: una li- danía). A menudo da la impresión de que
un sistema político, unas momentáneas ma– por un par de ellos, quizá los más re- esa elección fuera una especie de salvocon-
costumbres o creencias, un pasado real o lucientes y llamativos y los más asentados ducto o patente de corso para las medidas y
imaginariamente agraviado, un tipo de desde mi punto de vista o al menos los que decisiones de los electos, también una orde-
sentimiento y hasta un determinado rasgo más afectan a la cosa pública. (Me dejaré nanza que exigiera acatamiento –en todo
de carácter, mayor es el riesgo de que sur- en el tintero unas cuantas supersticiones caso “respeto”– a esas decisiones, incluso a
jan supersticiones en torno a ellos; y mayor bien extendidas, como la superstición amo- las opiniones sobre las que se sustentan. No
el riesgo de que se conviertan en envileci- rosa, la superstición nacionalista, la supersti- son pocos, por ejemplo, los que hoy mismo
das coartadas para los caprichos y desma- ción de la visceralidad y la superstición del exigen respeto a Hugo Chávez y a Alberto
nes y abusos, o en instrumentos y comodi- sufrimiento: otra vez será, acaso). Y antes Fujimori por haber llegado al poder ambos
nes para la justificación de conductas y de nada me conviene –por la cuenta que a través de las urnas, sin que al parecer
reacciones poco justificables, hasta el punto me trae– hacer hincapié en que comparto cuente mucho lo que están haciendo luego
de que si una “mala” conducta se ampara o el generalizado respeto por los recipientes con ese poder democráticamente obtenido.
se da en el seno de esa institución o ese sis- en cuestión. Lo que en ningún caso podría “La gente así lo ha querido”; “Es la volun-
tema político, obedece a esas costumbres o es compartir la veneración excesiva, la san- tad del pueblo”; “Los ciudadanos se han
creencias, se explica por ese pasado de tificación, la inmaculización, la adoración pronunciado”: son las huecas frases con que
agravios, se atiene a ese sentimiento o a ese –la superstición que los torna “intocables”, se tiende a acallar las críticas o a desautori-
rasgo de carácter tan prestigiados que a ve- en suma– por ellos; y no tanto porque zar el abierto enfrentamiento a esos dos
ces parecen casi sacralizados, cuenta con vea en el horizonte otros utensilios o repre- dictadores democráticos totalitarios.
grandes probabilidades de ni siquiera ser sentaciones o convencimientos o símbolos Lo que acabo de decir –y así oírlo es
percibida como tal, como “mala”. Hay, por más merecedores de entronización y ala- parte de la superstición democrática– pue-
así decirlo, envoltorios o recipientes que banza que los más deificados e idolatrados de sonar a paradoja o a disparate, pero no
obran milagros en favor de sus contenidos, hoy por nuestras comunidades, sino más es necesariamente una contradicción en
y se erigen en salvaguardias siempre “legiti- bien porque el ensalzamiento y la entrega los términos. En primer lugar, porque la
madoras” para quienes se alojan o cobijan, incondicionales me parecen por principio esencia misma de la democracia, más allá
simplemente caen o con astucia se deslizan desaconsejables, si es que no –y siempre– de las bonitas y con frecuencia hueras pa-
e introducen en ellos. descartables y aun repudiables. No sería de labras sobre la pluralidad y complejidad
Por el mismo motivo, pocas empresas extrañar que me viera obligado a suscribir deseables en todas las sociedades, reside en
resultarán tan impopulares como las que aquí alguna que otra perogrullada, pero es la ambición de ganar cuantas elecciones
busquen no ya señalar o desenmascarar que a eso suelen conducir, casi indefecti- vengan, y por el margen mayor posible; en
esos contenidos concretos cuya mala ley blemente, los combates contra las supersti- consecuencia, el afán, desiderátum o ideal
haya sido convertida en buena por el puri- ciones, por modernas que sean. de cualquier partido sería ganarlas una tras
ficador y mirífico puchero de turno que otra y por unanimidad todas. El sueño del
los albergue, sino algo aún más grave y La superstición democrática político democrático sería que todos los
atentatorio contra las convicciones comu- Quizá porque en nuestro país –no digamos votantes se sintieran representados por él,
nes, a saber: raspar la capa de superstición en los pocos latinoamericanos que la dis- o más por él que por ningún otro adversa-
con que a menudo está bañado el mismí- frutan– la tradición democrática es todavía rio, y en ese sentido su anhelo coincide
simo metal de esos pucheros. breve y una apreciable rareza histórica, se plenamente con el del dictador y el totali-
En la actualidad, y en nuestras socie- ha creado en torno a este sistema político tario, sólo que el primero de los tres aspira
dades, yo creo detectar los suficientes para una tan vigorosa como barata beatería que a verlo cumplido mediante la persuasión,
que enumerarlos y abordarlos todos equi- lo mismo sirve para denigrar y excomulgar y el segundo –o el segundo y el tercero,
valiera a labor tan desmesurada como esta- a quienes no lo defiendan con uñas y dien- aunque estos dos no siempre van juntos, sí
blecer una Pseudodoxia Epidemica de nues- tes que para blindar las actuaciones de sus a menudo– mediante la imposición, la in-
tro tiempo, tarea para la que no me siento más conspicuos e inequívocos beneficiarios, vasión, el sometimiento, la ocupación, la

Nº 100 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA



13
PUCHEROS DE SUPERSTICIÓN

currir a las elecciones, pero puede perfecta-


mente no serlo ni en su espíritu, ni en su
funcionamiento interno (no lo es casi nin-
guno), ni en su defensa de ese sistema polí-
tico, ni desde luego en su tolerancia de los
demás partidos. Unos políticos pueden ha-
ber sido, en efecto, elegidos en unas vota-
ciones libres, pero será difícil o más bien
imposible que lo hayan sido “limpiamen-
te”: no sólo por las habituales manipula-
ciones antes expuestas, sino porque, sobre
todo, habrán sido elegidos en primer lugar
–esto es, contratados, comprados, premia-
dos o “fidelizados”– por el aparato de sus
respectivos grupos que los colocara en las
listas cerradas. Y, claro está, criticar, atacar
o incluso descalificar a un político no equi-
valdrá jamás a insultar a un solo votante
suyo: no ya porque un altísimo porcentaje
de votantes opte siempre por una u otra
lista sólo como mal menor, sin ningún en-
tusiasmo ni desde luego incondicionalidad
alguna, sino porque, por mucho que a los
políticos y a los partidos les guste conside-
fuerza; el primero por aclamación, el se- superstición democrática, en su manifesta- rarse o estén formalmente considerados
gundo con o sin ella; el primero está dis- ción más extrema –que hemos alcanzado “representantes” de la ciudadanía, a la hora
puesto a conformarse con una aproxima- aquí rápidamente, con creces–, pretende y de los hechos lo son en grado mínimo, en
ción razonable al cumplimiento de su logra que todo esto sea normalmente excu- nuestras democracias. Lo decisivo aquí es
anhelo, el segundo no tolerará el incum- sado, pasado por alto, aceptado y aun acor- que son siempre, y en el mejor de los ca-
plimiento parcial, no aceptará otra cosa dado, rara vez es denunciado ni condena- sos, representantes interinos, provisionales,
que la cabal realización del sueño. La meta do. Se toma como “parte del juego”, o co- azarosos si se me apura, y la prueba de ello
de ambos es, sin embargo, la misma: tener mo “gajes del oficio”, o como “lógica de las es cómo ellos mismos, cada vez que hay
el poder, ejercerlo sin apenas trabas, dirigir alianzas, de la compensación y la represalia, nueva campaña, procuran atraerse precisa-
y manipular a los gobernados a su criterio, lógica del cambalache”. Todo esto se anali- mente el voto de quienes la vez anterior no
independientemente de que tanto el uno za con asombrosa asepsia, se cuenta y se es- se lo dieron ni los quisieron como repre-
como el otro crean o puedan creer estarlos pecula con ello, se admite y aun se propi- sentantes suyos. Digamos, en suma, que su
favoreciendo, protegiendo, guiando y has- cia. Parece normal que un político diga lo grado de “representación” está tan rebaja-
ta tutelando. O salvando. que no piensa, esconda sus intenciones, do, es tan pálido, tan “televisivo”, su víncu-
No debe olvidarse nunca que un políti- cambie de opinión en función de sus pac- lo con los electores tan teórico, cambiante
co, de la clase que sea, es alguien que, para tos, sin explicar tal cambio. Nunca es casti- y superficial, que de ninguna manera cabe
empezar, cree estar en lo cierto; cree saber gado por sus veleidades o inconsecuencias, hallar veracidad en sus frecuentísimas pre-
lo que es mejor para sí mismo y para los no se le piden cuentas porque un día cen- tensiones de trasvasar los ataques que reci-
demás, para la totalidad de sus conciudada- sure y al siguiente ensalce a un contrincan- ben al cuerpo de sus votantes, la correa de
nos; y quiere llevar a la práctica su proyecto te, a otro partido; siempre encuentra un transmisión es una entelequia.
o –más artísticamente– ver plasmadas en la comprensivo –en realidad resignadamente No hace falta remontarse una vez más
realidad sus figuraciones. Es alguien que corrupto–. “Ya se sabe, la política”. al clásico ejemplo del Hitler que fue elegi-
–tampoco se olvide– aspira siempre a regir Pero cuando surge por ventura alguien do democráticamente la vez que lo fue, pa-
sobre otros y a decidir por otros, aunque que por todas o algunas de estas prácticas ra recordar que, en un sistema democrático
formalmente lo haga “en nombre” de esos descalifica a un político o a un partido, en- asentado, lo importante no es que tal o
otros. Que el uno utilice la persuasión y el tonces éstos sacan a relucir su reluciente cual político haya sido “democráticamente
otro la imposición no es diferencia baladí, puchero –o aquí, si se prefiere, urna– para elegido” –eso sería tan sólo lo descontado,
al contrario: es toda la diferencia. Pero ésta que con su magia vuelva las acusaciones en la obvia exigencia mínima, y sin embargo
no debe ni puede de hecho ocultar que contra de quien los acusa: “Somos una cómo se les llena la boca a todos cada vez
dentro de la persuasión caben y también se agrupación democrática, gozamos de in- que lo subrayan enfáticamente–, sino lo
inscriben el sofisma, la demagogia, la men- munidad democrática”; “Hemos sido lim- que ese político haga y diga después de ha-
tira, el engaño (hoy ya institucionalizado), piamente elegidos en unas votaciones li- ber sido –faltaría más– elegido. Y en este
las falsas promesas, tal vez la calumnia, sin bres”; “Atacarnos equivale a insultar a tres sentido, para lo único que ha de servirle el
duda las argumentaciones falaces, por su- millones de electores”, etc., etc. Estas pro- milagroso puchero que tanto gustan todos
puesto la propaganda, no digamos el insul- testas ni siquiera son ciertas, en su literali- de blandir con ufanía, es para recordar a
to, las acusaciones infundadas, la trapacería, dad, al ciento por ciento. Un partido puede sus enemigos, rivales o críticos que lo que
la difamación, la emboscada, la hipocresía, ser democrático en el sentido meramente no puede hacerse con él en modo alguno
lo taimado, el chantaje. Y sin embargo la técnico de estar registrado como tal y con- ni bajo ningún pretexto es derrocarlo por

14 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA Nº 100



JAVIER MARÍAS

la fuerza y sin que medien unas elecciones les dispendios de ministros u otros funcio- sel continuo, y la “legalidad” misma es un
nuevas. Sí puede hacerse, en cambio –y és- narios a cargo del erario público se justifi- objeto de su diseño.
te es el conjuro de la superstición demo- carán siempre, por escandalosos y super- Cierto es que las leyes han de ser res-
crática–, casi cualquier otra cosa: se lo pue- fluos que sean, si “están contemplados en petadas (principalmente por quienes las
de criticar y hasta denostar, se le pueden las partidas presupuestarias legalmente emiten y han de velar por ellas), y que si
afear sus palabras, sus opiniones y sus aprobadas”, y así hasta el infinito. (El re- una es injusta o tramposa o trasnochada o
comportamientos, se puede señalar su ci- curso a la legalidad ha sido empleado con sofística, la única manera de arreglar el
nismo, su volubilidad, su chalaneo, su fri- la misma tranquilidad y desahogo por to- asunto en un Estado de Derecho es procu-
volidad o su irresponsabilidad, se pueden dos nuestros Gobiernos, incluidos los va- rar derogarla o cambiarla, no saltársela ni
cuestionar sus principios, doctrinas y fines, riadamente autonómicos). incumplirla (excepto en casos muy extre-
se lo puede tildar de racista o clasista si se Aquí la superstición es quizá más dañi- mos que inviten a la desobediencia civil,
conduce como lo uno o lo otro, por su- na y peligrosa todavía, porque si hay algo no descartable). Pero una cosa es que la le-
puesto se lo puede tachar de incompeten- siempre provisional, interino y hasta cierto galidad haya de ser respetada y otra muy
te. Nunca, al hacerlo, se estará incluyendo punto arbitrario, eso es “la ley” o “lo legal”, distinta que se eche mano de ella y pueda
en el paquete a sus electores, menos aún y la invocación permanente a la una o a lo esgrimírsela en toda ocasión como garantía
–como pretenden muchos con grosería otro como instancia superior justificatoria de la decencia y justicia de cualesquiera
inaudita– a la ciudad, región, nacionalidad supone, entre otras cosas, abdicar de con- medidas, comportamientos, transacciones,
o nación que le hayan otorgado su cargo. ceptos tan fronterizos que a veces se con- persecuciones, represiones o disoluciones.
“Haber sido elegido democráticamente”, funden con el de “legalidad” y que sin em- En España nos bastaría con un ejemplo ex-
“ser representante democrático de una par- bargo, pese a ser más imprecisos, deben a tremo, pero también muy claro, para com-
te de la población”, “Haber ganado un es- menudo trascender este último y prevale- probar la escasa o nula validez de semejan-
caño en las urnas”, todo eso, en una demo- cer o quedar por encima de él. Son con- te salvaguardia: si un día el País Vasco –o
cracia, no es en sí nada ni hace a nadie ceptos como “lo lícito” o “lo legítimo”, o más exactamente sus políticos “democráti-
acreedor a ningún especial respeto ni mira- incluso –si se me admite un vocablo anti- camente elegidos”– se separara unilateral-
miento. Es tan sólo la condición indispen- cuado– “lo recto”. Las leyes son una tenta- mente del resto del Estado, sería “legal”
sable para cobrar el correspondiente suel- tiva de regular, de plasmar en un código, lo que el Ejército interviniera allí en defensa
do, y trabajárselo. Como puchero purifica- que la sociedad percibe y siente en cada de la llamada “unidad territorial”, según
dor, protector o mirífico debería servir de momento como “lícito”, “legítimo”, “rec- prevé la Constitución y de vez en cuando
muy poco, o aún es más, de nada. to”, o bien como sus contrarios. Vale decir nos recuerda algún frívolo de escasas luces.
que las leyes deben reflejar, representar, Dudo muchísimo, sin embargo, que ese
La superstición legal obedecer, guiarse por esa percepción y ese hipotético y “legal” raid militar pudiera ser
Señalaba hace unos meses Fernando Sava- sentimiento, no a la inversa. Pretender lo visto o percibido como “legítimo”, “lícito”,
ter, en un artículo sobre las chillonas stock contrario sería –por establecer una compa- “recto”, por la ciudadanía, con la salvedad
options de Telefónica, que, como al pare- ración aproximativa– como pretender que probable de algunos grupúsculos vetero-
cer tal expediente para el velocísimo enri- el pensamiento se acoplara y adecuara a la franquistas, los miembros y votantes más
quecimiento de un centenar de directivos gramática y a la sintaxis de la lengua, en asilvestrados del Partido Popular, los más
de dicha compañía es “legal”, está mal vis- vez de esperar que sean éstas las que evolu- montaraces del Partido Socialista, la por-
to censurarlo, y las objeciones que puedan cionen de acuerdo con las necesidades o ción “galindesca” del mismo Ejército y
ponérsele suelen ser silenciadas con estos innovaciones expresivas del pensamiento ocho o diez columnistas nostálgicos del pe-
dos muy contundentes argumentos: a) (últimamente más bien inexpresivas, por riódico Arriba del que tan bien vivieron o
“Eso se hace en todas partes”; b) el ya desdicha, pero tanto da para el ejemplo). de la Monarquía Invisible que les escamo-
mencionado “Es legal hacerlo”. No es na- Que una actuación policial, una sen- teó Franco y que bien podría llamarse, con
da raro, en efecto, encontrarse con res- tencia judicial, un enriquecimiento “apro- propiedad absoluta, el Interregno. Que al-
puestas semejantes ante conflictos o situa- vechado”, una maniobra política dudosa o go sea “legal” significa, así pues, tan sólo
ciones peliagudos que crean cierto descon- abyecta se ciñan a la ley no basta para con- que puede hacerse sin ser denunciado al
cierto: se recurre a expresiones como “Es vertirlos ipso facto en “lícitos”, “rectos” o instante ni ir a la cárcel de momento por
conforme a la ley”, o “Eso está previsto en “legítimos”. Un ejemplo imaginario pero ello quien se decida a hacerlo, nada más.
la ley”, para zanjar debates y acallar repa- muy claro, que debo a mi señor padre, se- Nunca, per se, que ese algo esté bien hecho.
ros a actuaciones y hechos dudosos o di- ría el siguiente: si el Gobierno vendiera a Y nunca garantiza per se que no sea una
rectamente repugnantes. Que se aplique otro país o a un particular el Museo del atrocidad lo cometido “en nombre de esa
cloroformo a la fuerza a unos inmigrantes Prado con todos sus contenidos, la venta legalidad vigente”, por muy “democrática-
ilegales y se los despache muy por las ma- podría tal vez ser “legal”, pero jamás sería mente elegidos” que estén los legisladores
las a su país de origen será presentado co- “lícita” ni “legítima”. De similar manera, del país de su vigencia. Creer otra cosa es
mo algo impecable si “se ha obrado dentro que Hugo Chávez en Venezuela o Alberto sólo eso, una creencia supersticiosa. ■
de la legalidad”, y quienes esto aduzcan se Fujimori en el Perú estén llevando a cabo
permitirán a continuación indignarse con sus reformas, ajustes, inventando sus pró-
los indignados por la brutalidad cometida. rrogas o Constituciones “conforme a la le-
Que un joven sea condenado a unos me- galidad vigente” no opera como blindaje
ses de cárcel por robar dos coca-colas en ante las objeciones, críticas o condenas a
Javier Marías es escritor. Ha recibido los premios
un centro religioso se querrá hacer pasar sus peculiares y estafadoras iniciativas, so- Impac de Dublin, Nelly Sachs en Alemania y Mon-
por muy justa sentencia si ésta se ha dicta- bre todo porque en sus países la “vigencia” dello en Italia. Sus últimas obras son: Seré amado
do “con la ley en la mano”. Los demencia- de la “legalidad” está sometida a un carru- cuando falte y Negra espalda del tiempo.

Nº 100 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA



15
IGUALDAD DE LAS LENGUAS,
IGUALDAD DE LOS CIUDADANOS
FÉLIX OVEJERO LUCAS

No hay que preocuparse de buscar lo nacional. turales”: igualar el número de practicantes lengua hay que tomar en cuenta. Y la res-
Lo que estamos haciendo nosotros ahora será lo de dos religiones, el interés entre los deportes puesta no parece complicada: la lengua que
nacional más adelante.
o las tendencias artísticas. A pesar de eso, hay que tener en cuenta es la lengua de la co-
J. L. Borges
muchas defensas de actividades minoritarias munidad y esa lengua es la lengua de sus
(“medicinas alternativas”, por ejemplo) o re- miembros. No la que hubo alguna vez, ni la
adie se declara partidario de la desi- clamaciones presupuestarias no buscan ra- que pueda haber en el futuro. Los muertos
gualdad. Los dictadores más siniestros, zones distintas de un impreciso reclamo en no tienen nada que decir en ninguna lengua.
carentes de reparos a la hora de atacar nombre de la igualdad. Lo que habrá de ser, como cualquier intento
“los excesos de la libertad”, se cuidan mucho de modificar la realidad, es precisamente lo
de levantar la voz contra la igualdad. No hay La igualdad y la escasez que ha de justificarse.
partido o tradición política que no incluya al- ¿Tiene sentido la igualdad lingüística? Pues, La igualdad que podría interesar es la de
guna invocación a la defensa de la igualdad. depende. Depende de la idea de igualdad –oportunidades entre– los individuos para
La crítica más elemental referida al más sin- que se esté manejando. En sentido estricto no realizar sus planes de vida1. Cuando se dis-
gular asunto acostumbra a arrancar apelando lo tiene el uso trivial y frecuente que, por crimina a alguien por razones de lengua (pe-
a algún tipo de igualdad (“ante la ley”, “eco- ejemplo, lleva a decir que “X (determinada so, sexo, edad), sí que hay que pensar que al-
nómica”, “social”, “de oportunidades”) que lengua) está discriminada”, que “todavía X no go que tiene que ver con la igualdad ha sido
ha sido violentada. está en igualdad de condiciones respecto a Y” maltratado. Pero sin perder el sentido de la
Desde luego hay muchas situaciones en o que “hay que conseguir la igualdad entre las medida. Al otorgar una beca para una uni-
las que no hay dudas acerca de la pertinencia lenguas”. Por lo pronto, una lengua no se versidad en Estados Unidos parece razona-
y el buen sentido de la crítica en nombre de discrimina, se discrimina a sus hablantes. La ble excluir a quienes desconocen el inglés. Al-
la igualdad. Sólo una voluntad cínica o so- igualdad no tiene sentido referida a un ins- go parecido sucede en la vida cotidiana, en el
fística buscaría argumentos para justificar si- trumento de comunicación, sino a determi- trato con las instituciones. Por razones de ele-
tuaciones en donde un 1% de la población nados aspectos –como es el caso de la renta– mental economía hay que echar las cuentas
dispone del 90% de la renta. En tales casos relativos a sujetos morales (o con capacidad sobre el número de hablantes. Una lengua
parece razonable valorar cómo están las cosas para sufrir, dirían ciertos filósofos). El acen- que sólo habla un 1% de la población no
sobre el horizonte de la igualdad, desde el to, lo importante, no son las lenguas, sino las puede convertirse –en nombre de la igual-
trasfondo de cómo podrían estar, desde una personas. Éstas son las que sufren, toman dad– en una “lengua en igualdad de dere-
situación más deseable que se procura con- decisiones, pueden ser explotadas o aspiran a chos”, se entienda por ello lo que se entienda.
seguir, que justifica la modificación de una ser felices. La unidad de valoración son los Al final, como en muchas situaciones de jus-
presente que, así, se juzga negativamente. Pe- sujetos. En todos los casos. Si las desigualda- ticia, hay aquí un problema de escasez. Si los
ro no siempre las cosas están tan claras. Mu- des importan es porque importan las perso- recursos no fueran escasos, si hubiera un nú-
chas apelaciones a la igualdad no pasan de ser nas. No se puede pedir la igualdad de peso, mero ilimitado de becas o los documentos de
un ejercicio retórico. Unas veces, porque no pero sí que no se discrimine a las personas la administración tuvieran costo cero, el pro-
son “auténticas”; en otras, porque no son por razones de peso (aun si, para ciertas acti- blema de la igualdad sería menos problema.
pertinentes, porque no todas las igualdades vidades, no se puede considerar discrimina- En ese sentido, el desarrollo tecnológico pue-
son posibles o ni siquiera deseables. A nadie torias ciertas exclusiones; en el estado actual de modificar los escenarios. Si los impresos se
se le ocurre lamentar la desigualdad en la de la tecnología no se puede condenar, por pueden “bajar” por Internet y cada uno esco-
composición por edad, inteligencia o peso de ejemplo, la exclusión de los invidentes como ge el ejemplar en la lengua que quiere, el
la población, y reclamar que todos tenga- candidatos a conductores de autobuses). En “problema lingüístico” se simplifica. Por eso
mos 30 años, seamos igualmente listos o me- segundo lugar, también hay que acotar el te- mismo el problema de “la lengua en la televi-
mos o pesemos 70 kilos. Al contrario, se con- rritorio de referencia. No tendría sentido de- sión”, en muchos casos, tiene una solución
sideraría bárbaro y, en ese sentido, inmoral cir que el castellano está discriminado en sencilla: bastaría con emitir en dual y que ca-
cualquier intento de modificar lo existente. Alaska o el euskera en Baleares. En breve,
No resultarían menos grotescos otros esfuer- no basta con recordar que lo que cuentan son
zos de igualación referidos a aspectos “no na- las gentes, sino que también hay que precisar 1 Habría que hilar más fino en la referencia a las opor-

“qué gentes”, quiénes son los sujetos cuya tunidades, pero es suficiente para lo que aquí interesa.

18 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA Nº XX ■


vención pública bien diferente de la que se
seguiría en el caso de tomar a los individuos
como punto de referencia. Para fijar la ideas,
pensemos en un escenario hipotético de una
da cual escogiera la lengua que quisiera. Al fin, los ignoren, aunque lo hagan en nombre de Cataluña independiente4 y bajo el supuesto
en estas cosas, donde no hay una distribución razones distintas del sexo. Con frecuencia, de que el catalán tiene unos particulares pro-
de riqueza desigual, donde cada uno tiene la en el caso de la igualdad lingüística se pro- blemas de supervivencia que no se dan en el
misma capacidad de consumo, el mercado duce exactamente lo contrario. Los hechos (el caso del castellano5. Pues bien, en ese esce-
es lo mejor: recoge las preferencias de las gen- uso general de una lengua) se condenan y las nario, para quienes juzgan que la lengua es la
tes. En la medida en la que no hay “lenguas instituciones actúan “contra los hechos” o se unidad de valoración, estaría justificado al-
esencialmente mejores”, sobre esas preferen- muestran impermeables a una parte de –los gún tipo de intervención para limitar el uso
cias nadie tiene que decir nada (a diferencia de usos de– la población. Es más, se reconocen público (educación, medios públicos de co-
otras, susceptibles de valoración moral). unos “hechos” acerca de los usos que las per- municación) del castellano y que, desde lue-
sonas hacen de la lengua, hechos que no de- go, afectaría a las posibilidades de realizar al-
La norma frente a los hechos jan de expresar, precisamente, “la normali- gunas actividades a una parte de la población
La idea misma de “política lingüística” pro- dad”, y esos hechos se utilizan para argu- que tiene en el castellano su lengua materna.
duce cierto escozor intelectual. En sentido li- mentar –por así decir– que “tanto peor para Para preservar la lengua, estaría justificada
teral, “normalizar” una lengua es un desati- la realidad”. Se trata de un extraño uso de los su imposición pública. En ese sentido, si se
no2. Si algo es normal, común, no hace fal- datos. Una lengua que realmente es la lengua trata de preservar una lengua en peligro no
ta normalizarlo; si ha de ser normalizado, es de una comunidad no es una lengua que es- pueden recibir el mismo trato 50 hablantes
que no es normal. Aquella fórmula sólo re- tá en peligro en esa comunidad. A poco res- del castellano en mitad de 300 hablantes del
sulta significativa en el caso de que una len- peto que se tenga por las palabras no se pue- catalán que 50 catalanoparlantes que convi-
gua cuyo uso está extendido en una comu- de decir que “X es una lengua de uso mino- ven con 300 castellanoparlantes.
nidad no tenga presencia en las instituciones, ritario en la comunidad Z” y, a la vez, afirmar
esto es, cuando los hechos sociales son igno- que “X es la lengua de la comunidad Z”. No La lengua como valor
rados. Indiscutiblemente hay “hechos” (si- hay lenguas asociadas esencialmente a co- La idea de la lengua como fundamento nor-
tuaciones) que no deben ser respetados y que munidades, por encima de su biografía. mativo último no parece demasiado solven-
justifican su modificación, como la pobreza, Aceptar esa tesis implicaría estar dispuesto a te6. Por ello, con frecuencia se busca un prin-
pero hay otros frente a los cuales es la modi- sostener, en el límite, que “X es la lengua de cipio más básico. La intervención en defen-
ficación la que es inmoral. Vale la pena com- todos, aunque no la hable nadie”. sa de la lengua se justifica por la necesidad de
parar las defensas de la igualdad lingüística La argumentación “normalizadora” sólo alentar la diversidad, para preservar la cultu-
con las argumentaciones que recuerdan que se puede sostener si la lengua es la unidad de
las mujeres, que constituyen la mitad de la valoración moral. Las consecuencias de acep-
población, apenas si tienen presencia en las tar ese supuesto son bien diferentes de las
terminio de miles de sus potenciales predadores. Por su-
instituciones. En ese caso se juzga que el “he- que se siguen de tomar a los individuos como puesto, la política conservacionista se puede sostener, pe-
cho social” no es recogido por las institucio- las entidades relevantes moralmente3. Si se ro no sobre estas bases, sin necesidad de suponer que “la
nes y que esa discriminación es la que debe toma la lengua como unidad de valoración, especie” es una “clase natural”, una entidad “real” (en el
sentido en el que, por ejemplo, cuando se clasifican “cau-
corregirse. Los hechos (el 50%) se respetan y el que una lengua “esté en peligro” es razón sas de muerte entre los jóvenes” cabría decir que “el sida”
se considera condenable que las instituciones suficiente para intervenir: un tipo de inter- es una clase más “natural” que “los accidentes”, etiqueta
bajo la cual se agrupan procesos materiales bien diferentes,
o cuando se dice que clasificar a los individuos por el se-
xo es más “natural” que hacerlo por la primera letra –vo-
2 Parece existir una ambigüedad calculada en el uso 3 La argumentación, en este extremo, es muy pare- cal/consonante– de su apellido).
de “normalizar”. El uso inicial, y común entre los lin- cida a la de quienes entienden “las especies” (una entidad 4 cf. Infra, addenda, apartado b.

güistas, se refiere a la operación de establecer ciertas me- conceptual, en principio) como entidades moralmente 5 De nuevo, en sentido laxo. De hecho, se conside-

didas que impidan que el cambio y el diverso uso de la len- relevantes (en lugar de los individuos). En el extremo, la ra que una lengua está en peligro cuanto tiene menos de
gua acabe por romper su unidad. Desde luego no es ése el salvación de unos pocos ejemplares de una especie (de 100.000 hablantes.
uso que parece haberse acabado por imponer. unas plantas) en peligro de extinción podría justificar el ex- 6 cf. Infra, addenda, apartado a.

Nº XX CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA



19
IGUALDAD DE LAS LENGUAS, IGUALDAD DE LOS CIUDADANOS

ra o para hacer posible la realización de los ción se le echan cuentas normativas8. La cul- objetivo, acerca de si la meta está justificada.
proyectos vitales de las personas. Las dos pri- tura deja de ser argumento último, se necesita Las políticas “lingüísticas” tienen su test
meras argumentaciones tienen cimientos en- un basamento ulterior en donde apuntalarla. normativo en la enseñanza. Por supuesto, pa-
debles. La diversidad, por sí misma, no jus- El otro argumento, la defensa de la len- ra defender una lengua se puede invocar el pe-
tifica nada. De otro modo, habría que apro- gua como un medio para asegurar que no se ligro de su desaparición. Pero el argumento
bar la proliferación de ideologías esclavistas o penaliza a ciertos individuos (hablantes de tiene sus limitaciones a la hora de justificar las
de organismos (bacterias) patógenos. La di- una lengua) en la realización de sus proyectos intervenciones públicas, como justificación
versidad que interesa ha de ser, a su vez, jus- de vida, sí que es claramente normativo (e de las “políticas lingüísticas”. Como antes se
tificada normativamente y eso nos deja como importante). Pero precisamente por eso, por apuntó, llevado al límite, invitaría a extender
antes: a la búsqueda de un principio justifi- invocar principios de igualdad, obliga a aban- el uso de una lengua que se hable en un valle,
cador. Algo parecido sucede con la apelación donar toda pretensión de hacer de la lengua que es la que realmente está en peligro: el
a la cultura. Aunque esta tesis, que justifica la una unidad de valoración. En ese caso, sea máximo peligro requeriría las medidas más
defensa de la lengua como un medio para cual sea su lengua, aquellas 50 personas a las enérgicas. De nuevo: las lenguas versus las
asegurar la defensa de la cultura, ha gozado que se limita el ejercicio de su lengua, están gentes como unidades de valoración. Si lo
de bastante pedigrí, no es más sólida que la en la misma situación. No cabe otorgar un que importan son los ciudadanos, parece bas-
anterior. La versión más fuerte, la idea de peso especial a ningún grupo de individuos. tante más razonable que la enseñanza se rea-
que compartir una lengua supone compartir Cuando se quiere modificar una situa- lice en la(s) lengua(s) de mayor uso social, las
una cosmovisión, tan cara para las tradiciones ción hay que dar razones para ello y mostrar lenguas de la comunidad, y que se conceda la
románticas, no resiste ni el análisis filosófico la posibilidad de otra que resulte accesible y posibilidad de aprender otras de menor uso.
ni la comparación con los resultados de las más deseable. Por eso la búsqueda de algunas Lo que importa es lo que las gentes pue-
ciencias cognitivas7. Pero no hay que ir tan igualdades (de la riqueza) tiene sentido y no de hacer con las lenguas en las que se han de
lejos: el más elemental sentido común nos re- sucede lo mismo con otras igualdades. A di- desenvolver. ¿Tiene sentido para ese 8%
cuerda que, como mucho, el vínculo entre ferencia, por ejemplo, de la política “social”, de cherokees que habla “su” lengua anteponer
cultura y lengua es circunstancial. Resultaría la política “lingüística” parece necesitar de su aprendizaje al del inglés? Si se trata de sal-
exagerado decir que una bogotana y un bar- justificación9. Cuesta entender razonamien- var a la lengua, llegada la ocasión habría que
celonés castellanoparlante (o una londinense tos que a partir del reconocimiento de que estar dispuesto a afirmar que nadie –o muy
y un tejano) participan de la misma cultura, “la lengua Y predomina en los usos de la po- poca gente– usa X y que por ello mismo, por
aun si comparten lengua. Desde luego, y blación”, infieren que la “lengua X se ha de el “peligro” para la lengua (¿qué es el peligro
siempre en estos términos poco respetuosos equilibrar con la lengua Y” y, de ahí, la ne- para una lengua?), hay que adoptar institu-
con la inferencia estadística, un parisino y cesidad de que “la enseñanza en general se cionalmente X. La política de que “quien quie-
un barcelonés, que no comparten lengua, haga en X y que, en todo caso, quien quiera ra tiene lugares donde aprender la enseñanza
guardan bastantes cosas en común en lo que puede solicitar aprender en Y”. Lo primero es en Y” es la más natural cuando se supone que
atañe a sus modos de vida, comparten “cul- un hecho que no es susceptible de ser juzga- Y es de uso minoritario, como sucede con
tura” en algún sentido no insensato de la pa- do moralmente, como la estatura o que las quienes aprenden inglés o francés en países
labra. Por lo demás, la preservación de la cul- gentes hablen con ciertos dejes. Para cam- donde no se hablan esas lenguas; pero no lo es
tura no es nunca una tesis normativamente biarlo habría que dar razones de por qué es cuando se reconoce –y se lamenta– que “Y
fundante. Hay rasgos moralmente “neutros” mejor para las personas la situación que se es la lengua de mayor uso social”. Si ése el ca-
y cuya preservación no parece que deba ser procura y eso no se sabe muy bien que quie- so, no parece razonable pretender que la en-
un asunto político: resultaría ridículo otorgar re decir en tales casos. No respetar “el hecho” señanza general deba realizarse en X. De nada
subvenciones por ir vestidos de gaiteros o exige forzar a los individuos y, en ese sentido, sirve invocar la necesidad de “normalizar X”,
con traje de faralaes. En otras ocasiones, los resulta una situación indeseable. Lo segundo, la “verdadera” lengua de la comunidad.
aspectos culturales se pueden aquilatar mo- la decisión política de no respetar los datos, es
ralmente. Por eso podemos condenar la abla- una acción (política) movida por un objeti- La historia y la justicia
ción del clítoris o la tortura de los animales. vo y, como sucede con cualquier acción po- El decreto de Nueva Planta o el franquismo re-
En un caso y en otro, por omisión y por ac- lítica, es susceptible de ser valorada, cabe pre- sultaban condenables porque quisieron vio-
ción, porque unas veces se juzga que no hay guntarse por qué se persigue determinada lentar los hechos, los usos lingüísticos, y con
nada reprensible y otras sí, a la propia tradi- ello limitar la libertad de las personas. Eso
era una acción programada y por tanto sus-
ción a reconocer lealtades especiales con los de “su” nación ceptible de ser valorada. En cambio, si por cir-
es una simple cuestión fáctica, no un argumento moral. Y cunstancias demográficas o por movilidad de
7 La versión contemporánea de esa idea es la cono- no importa que esa disposición tenga una base biológica.
cida “hipótesis Sapir-Whorf”, según la cual un lenguaje De hecho, está comprobado que la disposición a favorecer la población, o por el puro transitar de la his-
“estructura” los procesos perceptuales y cognitivos de sus a los del propio grupo está bastante generalizada, aun si el toria, una comunidad se recompone en sus
hablantes: organiza lo significados, limita lo expresable. La propio grupo no tiene otro atributo común que el de usos (lingüísticos, en sus modas o en sus cos-
versión más fuerte, la única de perfil reconocible, como ca- compartir el último número de su DNI (Cf. Naive So-
si siempre, establece una identidad entre lenguaje y pen- ciology, The MIT Encyclopedia of The Cognitive Sciences, tumbres), al cabo de unas cuantas generacio-
samiento. Ni una ni otra resultan solventes y, en ese sen- The MIT Press: Harvard, 1999). Tampoco la violencia nes, inexorablemente, los “hechos” son otros
tido, siguen valiendo las palabras de Fray Luis de León: queda justificada por el hecho de que tengamos disposi- y nadie puede reclamar el patrimonio de la
“En lo que toca a la lengua, no hay diferencia, ni son ciones violentas, cosa por demás bastante normal en una
unas lenguas para decir unas cosas, sino en todas hay lu- especie que se ha pasado la vida cazando.
identidad. La población actual de California
gar para todas”, Los nombres de Cristo, Libro tercero, Obras 9 Por supuesto, también hay “liberales” que critican es hoy más rubia y más alta que hace 300
completas castellanas, Biblioteca de autores cristianos, la política “social”. Pero sus propias estrategias revelan: a) años. Quizá dentro de otros tantos años, co-
Madrid, 1991, p. 687. que lo hacen desde la crítica a cualquier intervención pú- mo resultado del afincamiento de la pobla-
8 De otro modo y para el asunto fundamental: “La blica; b) cuando se enfrentan a la “política social” asumen
afirmación de identidad nacional es moralmente irrele- que la carga de la prueba es suya, que han de mostrar que ción turca, en Alemania predominen gentes
vante” (Nussbaum). Que las gentes tengan una disposi- limita el trato igual de las gentes, o su libertad, o lo que sea. de tez más oscura y menor estatura. Pero a na-

20 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA Nº XX



FÉLIX OVEJERO LUCAS

die en su sano juicio se le ocurriría rehacer el sobre la “cuestión nacional”. En la relación Sostener que una comunidad X constituye
curso de la historia para recrear los rasgos de lengua-nación caben dos posibilidades (o una nación no conlleva comprometerse con la
los “anteriores” habitantes, la restauración mejor, dos casos límites). En la primera, la idea de que X requiere un Estado indepen-
de la “auténtica” esencia perdida. El curso de la defensa de la lengua se desprende de consi- diente. Si se adopta una caracterización obje-
historia está plagado de opresiones y sufri- deraciones nacionalistas. En ese caso, “el pro- tiva de las naciones (lengua, cultura, etcétera),
mientos, de injusticias, padecidas por los vi- blema de la lengua” abandona las referencias las naciones potenciales serían decenas de mi-
vos, por quienes ven prohibido el uso de su a la “identidad”. La lengua es un rasgo cul- les. En esas condiciones, un mundo en el que
lengua y, también, por quienes se ven arras- tural entre otros, como lo pueda ser la reli- a cada nación le corresponde un Estado ten-
trados a abandonar sus lugares de origen y es- gión, y su defensa se convierte, en términos dría serios problemas de viabilidad (es la te-
coger trabajos miserables, explotados y sin prácticos, en algo parecido a la defensa de los sis de E. Gellner). Por lo demás, un mundo
derechos. Se pudo cometer una injusticia, pe- derechos religiosos: hay ciertas prácticas que donde a cada nación le corresponde un Esta-
ro una injusticia sobre un muerto no se repa- han de quedar garantizadas sin exclusión, do, amén de emigraciones en masa, reclama-
ra con una injusticia sobre un vivo. Sencilla- pero sin que la comunidad participe como tal ría algún tipo de instituciones de coordinación
mente, la idea de reparación no tiene sentido de ninguna identidad, simplemente se limi- que, de facto, equivaldrían a la reinvención de
si no hay a quien reparar, si la víctima ha de- ta a asegurar el libre ejercicio, la ausencia de los Estados-plurinacionales. También aparecen
saparecido. Si una catástrofe hiciese desapa- prohibiciones. La otra posibilidad vincula la problemas si se adopta una caracterización
recer Madrid, sólo sobreviviesen los miembros defensa de la lengua con la afirmación de “subjetiva”, según la cual, “existe una nación
de la Real Academia y Madrid fuera repo- una identidad nacional. En ese caso, la len- cuando existe un conjunto de individuos que
blado, los “36 individuos, domiciliados en gua se convierte en un requisito que deter- cree que es una nación”: hay que precisar el se-
Madrid”, de los que se burlaba Borges, no mina la pertenencia o no a la nación. Para gundo uso de la palabra “nación” y ahí cabe
tendrían razones para invocar que la lengua de formar parte de la nación hay que participar poco más que “los individuos que (creen que)
aquella tierra era la que ellos dicen proteger de la comunidad lingüística. Ello no supone tienen una identidad compartida”. En este ca-
(incluso, por cierto, frente a sus hablantes). igualar sin más “nacionalidad” a “cultura”; es- so, al determinar que nación es la que ejerce el
Las razones anteriores quisieran valer den- to es, cabría reconocer que existe un vínculo derecho a la autodeterminación parece que
tro de cien años. Si como consecuencia de las entre lengua y nacionalidad, pero, a la vez, inevitablemente hay que recalar en una tau-
acciones políticas de hoy en la comunidad en afirmar que la nacionalidad (y, por ende, la tología: la nación, esto es, los “individuos” (el
donde se hablaba mayoritariamente X se aca- lengua) es sólo un aspecto de la cultura (co- demos) que lo ejercen estarían constituidos por
ba por hablar Y, cualquier intento de retornar mo podría serlo la religión). Lo que sucede es los individuos que “son” la “nación”, que son,
a X supondrá una injusticia con los habitantes que en ocasiones, no escasas, no es difícil re- precisamente, quienes creen que son una na-
vivos, como lo fue antes con los que padecie- calar, desde esta perspectiva, en la tesis de ción.
ron un tránsito que no se justificaba. Porque lo que una lengua proporciona “un modo Por otra parte, también desde el otro lado
que cuenta es eso: violentar a las gentes, no “el de mirar” al mundo compartido por la co- se puede ver que no se da un vínculo necesa-
peligro de la lengua”. Por eso resultaba con- munidad de referencia (cf. Supra. Nota 9). rio entre la idea de nación y la autodetermi-
denable la “política lingüística” de Franco y De facto, eso equivale a hacer coextensivas nación/independencia: cabría defender la se-
por eso también lo sería el intento de reins- lengua y cultura. No hace falta extenderse so- gunda sin comprometerse con la primera. Es
taurar en Filipinas el castellano. Circunstancia, bre los peligros de exclusión de esta segunda lo que sucede entre quienes apelan, por ejem-
por cierto, que parecen ignorar quienes te- formulación. Tampoco hay que ignorar su plo, a los intereses, a la conveniencia o a algún
men que “el castellano se pierda en Cataluña”. coherencia: habida cuenta las dificultades pa- tipo de opresión (no “nacional”, económica,
El problema no es, obviamente, “para el cas- ra señalar un conjunto de condiciones nece- por ejemplo). Así X podría ser independiente
tellano”. El castellano es un idioma y los pro- sarias y suficientes que identifiquen a la na- de Y sin que X (los individuos de X) tenga(n)
blemas son para las personas. En todo caso lo ción (y, consiguientemente, al demos), la te- que participar de ninguna identidad nacional
sería, si tal fuera el caso, para aquellos catalanes sis de que “todo pasa por la lengua”, que ésta compartida. Ahora bien, quienes afirmasen
que pierden una lengua que siempre ha sido “otorga” manera de mirar al mundo, resuel- eso, implícitamente, se estarían comprome-
suya –y, en ese sentido, una lengua de Cata- ve (metafísicamente, claro) el enojoso pro- tiendo con la razonable idea de que un Esta-
luña aunque no se llama “catalán”– y que les blema de la identidad política. do no se funda en una nación, que puede ser
permite comunicarse con muchas gentes. Ésa Tampoco se discute aquí el estatalismo- plurinacional (un patriotismo constitucional)
es la verdad sencilla y perdurable: los proble- nacionalismo, aun si, desde lo afirmado en el y, en ese sentido, las objeciones a la existencia
mas son para las gentes. Su vida es la que hay texto, se desprende que su solvencia moral es de Y (el Estado del que se quieren separar), en
que procurar mejorar, resolver sus problemas, discutible. Como algún filósofo ha recorda- clave de “nación”, se complican: el patriotismo
mitigar sus padecimientos. Lo que a ellas les do, quien afirme que por nacer en ciertas constitucional es individualista ético, esto es las
suceda, es lo que le “sucederá” a las naciones. circunstancias (geográficas, culturales) irrele- unidades de valoración son los (intereses de
Inevitablemente, como nos lo recordaba el vantes moralmente, unos individuos (y sus los) individuos. Se puede apelar a la injusticia,
aserto de Borges con el que se encabezan estas descendientes) deben gozar de ciertos privi- a que los individuos que se quieren separar
líneas. Cuando se cree que a los ciudadanos les legios negados a los demás (empezando por han sido, por ejemplo, objeto de explotación,
pasan cosas distintas de lo que le pasa a la na- el control sobre cierto territorio), debería es- pero, claro, eso ya es apoyarse en otro pie: no
ción, empieza el peligro. Para los ciudadanos. tar dispuesto a defender el feudalismo. es la opresión nacional el argumento último,
Todo lo demás, mitos y héroes. sino la opresión económica. Si ésta no se die-
B. No hay una relación de necesidad lógica ra, las objeciones tendrían que desaparecer. ■
ADDENDA entre la idea de nación (y, por ende, de lengua,
Dos notas sobre la lengua en el caso de que se utilice la lengua como cri-
Félix Ovejero Lucas es economista y profesor
y la cuestión nacional terio de identificación de nación) y el derecho
de Metodología de las Ciencias Sociales. Autor de
A. Nada se ha dicho en las páginas anteriores a la autodeterminación (o a la independencia). De la naturaleza a la sociedad y Mercado, ética y eco-

Nº XX CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA



21
LA RUPTURA
DE LA TREGUA DE ETA
CARLOS MARTÍNEZ GORRIARÁN

Si ahora no, entonces ¿cuándo? intencionado de domicilios y negocios adelante se aclara el verdadero significado
Durante los 14 meses que median entre privados. de esta misteriosa categoría) y reivindi-
septiembre de 1998 y noviembre de El proyecto no era otro que atraer a cando dar la palabra a Euskal Herria (que,
1999, la situación política vasca, y por ex- sus posiciones políticas a los nacionalistas a pesar de las apariencias, no es un eufe-
tensión la española en general, estuvo pre- moderados (PNV y EA, sindicatos nacio- mismo de autodeterminación en sentido
sidida por la siguiente incógnita: el signi- nalistas y una pléyade de organizaciones clásico, sino otra cosa). Esto debía conse-
ficado de la tregua indefinida observada satélites, además del grupo seudopacifista guirse mediante la construcción de insti-
por ETA en ese periodo. Se trataba de una Elkarri y algunos organismos culturales), tuciones nacionales vascas alternativas a las
tregua de homicidios pero no de otras ac- promovidas por el acuerdo o Pacto de Es- estatutarias y constitucionales, como
ciones violentas, pues el grupo terrorista tella, que también suscribió Izquierda Udalbiltza (asamblea de cargos municipa-
se reservó el derecho a mantener sus redes Unida. El objetivo buscado era aprove- les nacionalistas que pretendía ser un em-
habituales de extorsión y cometió, incluso char el deseo de paz general para, a su so- brión del Parlamento Nacional Vasco). El
antes de declarar rota la tregua, robos a caire, impulsar la construcción de un Es- proceso debería culminar con el aisla-
mano armada de explosivos, en Bretaña, y tado independiente vasco de base étnica. miento político de los partidos y organi-
de máquinas de troquelar matrículas de El nacionalismo moderado aceptó el jue- zaciones españolas, y en particular del PP,
automóvil, por citar algunas de las accio- go propuesto por ETA, presentándolo an- porque ni ETA ni HB renunciaban a in-
nes más espectaculares. te la opinión pública como un proceso tegrar y disolver en Lizarra a los socialistas
La tregua relativa fue acompañada democrático para debatir una nueva arti- y a los sindicatos (UGT y CC OO), acaso
por una extraordinaria actividad política, culación política del País Vasco, incluyen- alentados por las vacilaciones y ambigüe-
encomendada a su brazo político (Herri do, bajo el nombre de Euskal Herria, no dades de los denominados “vasquistas”,
Batasuna, que adoptó como etiqueta sólo a las tres provincias de la comunidad que en alguna ocasión manifestaron su
electoral la marca EH: Euskal Herrita- autónoma vasca, sino también Navarra y interés por Lizarra.
rrok, esto es, “Nosotros ciudadanos vas- el País Vasco francés o Iparralde, territo- En síntesis, el objetivo de Lizarra era
cos”), desarrollada sobre dos ejes princi- rios donde el nacionalismo vasco es mi- recuperar para el mundo nacionalista la
pales: el proceso en torno al Pacto de Es- noritario o testimonial. iniciativa perdida tras las movilizaciones cí-
tella o Lizarra-Garazi (en lo sucesivo, La pretensión abertzale de tomar la vicas y los golpes judiciales sufridos entre
Lizarra) y el lanzamiento de una gran iniciativa política, imponiendo su agenda el verano de 1997 y septiembre de 1998.
campaña de movilizaciones que recuer- de objetivos y ritmos a todos los demás, Esta nueva iniciativa política, diseñada por
dan a las de los años 1977-1981: campa- parecía arraigada en la convicción de estar ETA, trataba de imponer una ruptura irre-
ña proamnistía, boicoteo activo a las elec- ante la última oportunidad histórica para parable de Euskal Herria (los abertzales)
ciones españolas, campaña contra las conseguir objetivos de virtualidad cada con España y Francia. Para conseguirlo, los
fuerzas policiales españolas (alde hemen- vez más remota. La tregua de ETA cum- estrategas no dudaron en proponer medi-
dik), etcétera. Por lo demás, la llamada plía el doble papel de servir como tram- das que, a pesar del lenguaje eufemístico y
kale borroka, vandalismo callejero a cargo polín para el despegue del proyecto de Li- deliberadamente vago en que aparecen for-
de comandos juveniles, así como varias zarra y como receso indispensable para muladas, son sin duda características de
campañas de acoso contra profesores, po- tomar aliento y emprender nuevos saltos una auténtica limpieza étnica, como la
líticos, periodistas y medios de comuni- históricos. propuesta de reservar el derecho al voto a
cación disidentes, mantuvieron con El objetivo de Lizarra, al menos desde la propia parroquia mediante la instaura-
diversos altibajos tácticos la tensión sufi- el punto de vista de ETA-HB, que a tenor ción de un censo ideológico de genuinos
ciente que ETA consideraba imprescindi- de sus declaraciones compartían más o vascos, que no serían otros que los confor-
ble para sacar adelante su proyecto. Baste menos literalmente muchos nacionalistas mes con el proyecto de Lizarra.
con recordar que durante los 14 meses de moderados, no era otro que construir un Ahora bien, el éxito de Lizarra, como
tregua hubo más de cuatrocientas denun- frente nacionalista por la independencia repiten obsesivamente sus textos internos,
cias de atentados de “baja intensidad”, que lograra rápidos progresos mediante dependía de la rapidez y de la credibilidad
eufemismo que incluye desde el destrozo una política de hechos consumados ten- de sus actos. Ambas exigencias estaban
de mobiliario urbano hasta el incendio dentes a imponer la territorialidad (más unidas, porque un ritmo lento no sólo

22 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA Nº 100



permitiría una reacción de los sectores Dejaremos de lado los detalles de la en la euforia inicial de Lizarra, los pro-
más realistas o pragmáticos del PNV y de crónica política del periodo para escrutar pios presos de ETA recomendaban a HB
los constitucionalistas, sino que también el conglomerado de ideas y representacio- que no perdiera el tiempo reclamando su
dañaría la gran ilusión de Lizarra, a saber, nes con las que la izquierda abertzale pla- libertad o una nueva política penitencia-
la posibilidad de obtener rápidamente, y neó su asalto del poder con la colabora- ria con la conocida reivindicación del
sin problemáticos excesos de violencia (de ción de los moderados. Como se ha di- acercamiento de los presos a su lugar de
todos modos muy impopulares), el objeti- cho, el segundo eje de la reactivación origen. La razón es obvia: la libertad
vo histórico del nacionalismo vasco: un política del mundo de ETA-HB descansa- de los presos parecía algo conseguido con
Estado vasco de base étnica. Pero ello re- ba en el lanzamiento de grandes y ruido- la mera firma de Lizarra, y su reclama-
queriría, como se verá en los textos de sas campañas dirigidas a estimular la mo- ción no debería distraer las fuerzas nece-
ETA y HB, fabricar primero esa etnia, to- vilización popular: por la amnistía, el sa- sarias para objetivos más relevantes. Sin
davía inexistente o sólo minoritaria. lario social o el euskera; contra el embargo, el paso de los meses desveló el
Ahora bien, estas expectativas se disi- españolismo, la policía y la Guardia Civil, autoengaño, pues no sólo se vio remota
paron pronto por diversos motivos: en etcétera, sin olvidar el recurso a la kale bo- la liberación general, sino que la policía y
primer lugar, por los resultados electorales rroka, convenientemente dosificada como los jueces siguieron mandando a prisión
del 13 de junio de 1999, que si bien fue- dosis de recuerdo de los virus terroristas. a más terroristas.
ron buenos para EH aparecieron dema- Pero estas campañas, por virulentas que A la luz de esta estrategia, hay que re-
siado polarizados en su distribución, pues fueran, no expresaban ninguna moviliza- lativizar la supuesta integración de HB en
el progreso de EH se limitó a las comar- ción de masas real, aunque cumplían el la política convencional y en las institu-
cas menos urbanas, sin avanzar en las ca- objetivo de sostener la ficción de un pue- ciones democráticas. En realidad, la pre-
pitales y ciudades medias, todas de mayo- blo en marcha, presionando por la cons- tensión de HB era ir formando institucio-
ría constitucionalista con la relativa ex- trucción de Euskal Herria. nes extraconstitucionales alternativas a las
cepción de Bilbao y alguna otra localidad. En realidad, el frenesí movilizador existentes, dominadas por los abertzales y
Y los resultados fueron pobres para la co- mostraba más bien la debilidad de esta al estricto servicio de sus intereses, cuya
alición PNV-EA, por no decir malos. Por estrategia, basada en el voluntarismo y máxima expresión era Udalbiltza, la aso-
tanto, la intención de conseguir una gran el anacronismo, pues pretendía retrotraer ciación de municipios nacionalistas. De la
mayoría abertzale para aislar a los españo- el presente al ambiente de hace 20 años, lectura de los documentos de ETA y HB
listas fracasó, poniendo en peligro, como con total desdén de la evolución sociopo- se deduce con meridiana claridad que no
así fue, la pretensión de avanzar veloz- lítica y de las expectativas e intereses de la albergaban voluntad alguna de convertir-
mente mediante grandes golpes de efecto. sociedad vasca. Un solo ejemplo de esto: se en un partido político normal ni, por

Nº 100 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA



23
LA RUPTURA DE LA TREGUA DE ETA

tanto, de auspiciar la normalización de la


vida política y social del País Vasco, evo-
lución contraria a sus intereses y preten-
siones de vanguardia iluminada. Las pri-
sas que manifiestan los autores de los do-
cumentos que a continuación se exponen
llevan a pensar que en HB latía el temor a
perder una oportunidad irrepetible. La
consigna era, en términos de Primo Levi:
“Si ahora no, entonces ¿cuándo?”.

La realidad según ETA y Herri Bata-


suna
La política convencional se ha convertido
en el arte del eufemismo espectacular, y
por eso es inútil tratar de aclarar cuáles
son las verdaderas intenciones de los polí-
ticos y estrategas de Lizarra a la luz de sus
declaraciones públicas. Por fortuna siguen
existiendo las acciones, cuyo sentido es
menos equívoco, y ese subgénero de la li-
teratura burocrática que son las ponencias
políticas, organizativas e ideológicas de
los partidos políticos. Aunque buena par-
te del éxito social de Herri Batasuna hay
que atribuirlo a la soltura con la que
aborda todos los temas de actualidad sin
ofrecer jamás verdaderas alternativas ope-
rativas ni otra cosa que esas demostracio-
nes de inflexible agresividad verbal que
tanto gustan a los resentidos, y aunque es-
ta regla del éxito rige incluso en sus textos
de debate interno –que no son, desde lue-
go, los que maneja la dirección misma–,
esta literatura de consumo interno pro-
porciona una fuente valiosa para interpre-
tar correctamente lo que pasaba por sus
cabezas a lo largo de la tregua. Y, por tan- decidido retirarse del escenario, esa deci- democrático constitucional y aceptar la
to, lo que los demás podíamos esperar de sión aparecería reflejada en sus análisis pluralidad de la sociedad vasca en todos
sus obsesiones, previsiones e intereses. ideológicos sobre la coyuntura y el futuro los sentidos. Pues hasta hoy mismo, el
La vaporosidad de la ideología bata- inmediato. Y no era así. combustible ideológico de ETA es un
suna ha sido compensada históricamente Si ETA pensara retirarse, tendría que cóctel de afirmación de la legitimidad de
por la literalidad absoluta de las acciones afrontar una profunda reconversión no la violencia revolucionaria (terrorismo),
de ETA, que eliminaban cualquier ambi- sólo de estrategia y táctica –para decirlo de negación de la legitimidad del Estado
güedad de interpretación; excepto, claro en su estilo militarista–, sino un cambio democrático constitucional y de preten-
está, en algunas de esas mentes ofuscadas profundo y general de sus convicciones sión de una comunidad nacional vasca to-
por la hermenéutica de lo oculto que bus- políticas y de los análisis en las que éstas talmente homogénea cuyo embrión es
can misteriosos mensajes subliminales se manifiestan. Por ejemplo, debería re- Herri Batasuna –que, como se verá, pone
hasta en los cadáveres más evidentes. nunciar de algún modo a su identidad co- mucho cuidado en distinguirse de un par-
Ahora bien, ETA era y es una organiza- mo vanguardia abertzale, al estilo de la tido político o un movimiento social co-
ción con todos los hábitos y métodos dis- delegación que el IRA ha hecho en el Sinn rriente.
cursivos de los grupos antisistema, milita- Fein dentro del proceso de paz en el Uls- De lo que se trata, pues, es de averi-
ristas y totalitarios: centralización de los ter (algunos analistas favorables a Lizarra guar si más allá de los cambios que fueron
debates y decisiones, limitaciones estrictas creen que ETA daba ese paso al delegar su consecuencia de la coyuntura política, co-
a la disidencia (ilustradas por el asesinato “representación” en los partidos políticos, mo la tregua de homicidios que siguió a la
de la antigua dirigente Yoyes, acusada de pero esa delegación parece imaginaria, reacción de Ermua, había o no en ETA
deserción), prohibición de la crítica pú- pues es evidente que siguió siendo ETA signos de cambios tales que permitieran
blica y, en consecuencia, gran necesidad quien decidía los pasos a dar que luego prever el abandono voluntario y definitivo
de producir abundante documentación y anunciaba HB como decisiones propias). del terrorismo, con el horizonte de la au-
verborrea teórica que justifique y legitime Y, por supuesto, debería renunciar a la todisolución, seguido de la democratiza-
las acciones perpetradas y por perpetrar. violencia como instrumento político, así ción de su brazo político, Herri Batasuna.
Esto permite afirmar que si ETA hubiera como admitir la legitimidad del Estado Para averiguarlo, examinaremos va-

24 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA Nº 100



CARLOS MARTÍNEZ GORRIARÁN

dencia”.
rios documentos internos datados en julio mo un sujeto político colectivo que se
y septiembre de 1999 (esto es, tres meses construye a sí mismo, en Herri Batasuna. Y sobre la desconfianza respecto a la
anteriores al fin de la tregua) de ETA y De modo que las invocaciones al pueblo subjetividad, los analistas de ETA aluden
HB. Se trata del Zutabe nº 84 de ETA vasco como principio metahistórico de le- a la estrategia mediática antiabertzale pla-
(en lo sucesivo, Z), y de tres documentos gitimación deben leerse de este modo: el neada por Mayor Oreja, uno de cuyos
de discusión interna de Herri Batasuna: pueblo somos nosotros, HB (la Unidad tres ejes consistiría en:
Unidad Popular (UP), básicamente ideo- Popular); la vanguardia (ETA) sólo habrá
“Trabajar el factor subjetivo en torno a los pa-
lógico; el titulado De Oldartzen a Eraikit- cumplido su misión cuando pueda disol- sos de la construcción nacional para generar dudas
zen (OE) –que puede traducirse como verse en el seno del pueblo. La construc- y para dejar de antemano sin fuerzas las iniciativas
“De atacamos a construimos”– trata de la ción nacional no es por tanto otra cosa que pudieran realizarse” (Z, 13).
dirección política; Proyecto y línea de in- que la expansión de HB hasta convertirse
tervención política (LP), de un estilo muy en la mayoría social determinante, de El doble pensar: realismo y delirio
didáctico y el más redundante y simple acuerdo con el proyecto político de ETA. La negación de la realidad puede ser muy
–aunque todos son así–, está sin duda di- El Pacto de Lizarra es el primer intento de onerosa para un partido empeñado en el
rigido al consumo de las bases. sentar las bases de esta expansión, absor- asalto del poder, pues este empeño se hará
Como se ha advertido, una de las cla- biendo a los nacionalistas moderados. imposible si tal partido elabora una repre-
ves del éxito social de HB entre colectivos Hay un párrafo introductorio del tex- sentación irreconocible, y por tanto enga-
sociales muy heterogéneos (desde trabaja- to bautizado Proyecto y línea de interven- ñosa, del estado del poder que pretende
dores industriales a pequeños empresa- ción política (que consta de 243 parágra- asaltar. Durante muchos años, más o me-
rios, pasando por estudiantes y amas de fos) que justifica así la legitimidad de la nos hasta 1992, ETA ha obrado sobre la
casa) es el extremo cuidado que ponen en línea política de HB: falacia de que el poder fáctico dominante
huir de las definiciones fuertes: el eufe- en España era el ejército. ETA y HB han
“Independencia y Socialismo son las dos caras
mismo gobierna su lenguaje, de modo de un mismo proyecto político. Para los abertzales de tardado mucho en admitir y reconocer
que, por ejemplo, el capitalismo es recha- izquierdas, este antiguo y pequeño pueblo de Euro- que las instituciones autonómicas vascas,
zado muchas veces, pero sin presentar pa necesita de su independencia para subsistir, pero y no el ejército español, son la principal
ninguna alternativa positiva que vaya más también del socialismo para desarrollarse como barrera para sus aspiraciones totalitarias;
allá de tópicos políticamente correctos ta- pueblo y construir una sociedad justa e igualitaria. parece que comenzaron a entenderlo tras
Por tanto, son las propias necesidades de este pue-
les como “justicia social”, “economía jus- blo las que hacen legítimo y necesario nuestro pro-
padecer numerosos reveses en sus intentos
ta”, “economía vasca” y otros similares. yecto político”. de movilización popular y tras sufrir el
Tampoco emplean en ningún momento aislamiento político consecuencia del Pac-
el término etnia o étnico, pero pocas du- La tautología es obvia: nuestra legiti- to de Ajuria Enea, además de los golpes
das pueden albergarse de que su concepto midad política se funda en el pueblo en policiales y judiciales de 1997 contra su
de la nación o el pueblo coincide con lo que está fundada nuestra política. cúpula política (detención de la dirección
que tradicionalmente se llama etnia, esto La negación de la realidad se apoya en de ETA y de la Mesa Nacional de HB) y
es, una comunidad natural de pertenencia dos recursos retóricos y morales destaca- sus medios de comunicación (cierre de
obligatoria independiente de la voluntad dos: el voluntarismo militante y la sospe- Egin), sin olvidar la resistencia del Estado
ciudadana, con una base de tipo racista, cha de toda subjetividad, destinados a y de los partidos políticos a la presión te-
religiosa o lingüística. La novedad, relati- mantener la cohesión del grupo contra la rrorista; especial efecto desmoralizador
va, radica en que la etnia en que está pen- erosión del pensamiento individual y el tuvo el movimiento cívico de Ermua
sando el mundo abertzale es una etnia contraste con la realidad. En consonan- (también llamado espíritu de Ermua), de-
ideológica: si lo natural es que el vasco sea cia, la vida comunitaria y comunitarista, tonado por el secuestro y asesinato de Mi-
abertzale, también lo será que quien no lo objeto de muchos desvelos y destinada a guel Ángel Blanco, concejal del PP en la
sea quede excluido y desprovisto de dere- asegurar a cada militante la protección del localidad vizcaína. En sus documentos in-
chos políticos. colectivo a cambio de su completa sumi- ternos aparecen menciones a todos estos
La relación de las ideas que se van a sión, es vista como una prolongación na- factores negativos y en especial al aisla-
exponer con la realidad social que supues- tural de la militancia política: no hay lí- miento político, reconociendo su impacto
tamente sirve de referencia es, cuando mite alguno entre lo público y lo privado. negativo para ETA y HB.
menos, problemática. Pero hay que tener Veamos algún ejemplo. En una carta Sin embargo, esto no ha significado
en cuenta que la visión nacionalista está publicada en el boletín interno, un mili- que hayan reconocido la derrota o la legi-
presidida por un característico alejamien- tante anónimo de ETA hace esta profe- timidad de la democracia que se les opo-
to de lo real, pues la realidad no sólo se sión de fe: ne. Por el contrario, el modo de eludir los
contempla como un objeto dinámico a efectos del baño de realidad fue intentar
“Tal y como van las cosas, me parece que te-
transformar sino como un obstáculo a su- nemos oportunidad de conseguir todo. Las limita-
un gran salto adelante que combinara la
perar mediante la negación de su existen- ciones las tenemos nosotros en nuestras cabezas. renuncia táctica al terrorismo (tregua in-
cia. Así, ellos mismos admiten que la so- Todavía tenemos la mentalidad de sirvientes, men- definida de ETA entre septiembre de
ciedad vasca actual no tiene gran cosa que talidad de colonizados, sumisos y vergonzosos. Pe- 1998 y diciembre de 1999) con la oferta
ver con ese pueblo vasco objeto de sus des- ro si analizamos objetivamente la situación tene- de un pacto de unidad de acción al con-
velos emancipadores, pero tal contradic- mos todas las probabilidades de ganar. Tenemos junto del nacionalismo. Como justifica-
todo lo que tiene que tener un pueblo para conse-
ción se salva proyectando al presente la ción de este genuino frente nacional
guir la independencia (...). Si de verdad lo quere-
existencia del pueblo futuro, que será el mos, lo conseguiremos. Tenemos que tener
abertzale se invocaba la necesidad de en-
producto de la construcción nacional en confianza en nosotros mismos, un poco más de au- contrar vías políticas para la paz, pero
marcha, pero que ya existe en germen, co- toestima como vascos y dar el salto a la indepen- más bien hay que entenderlo como una

Nº 100 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA



25
LA RUPTURA DE LA TREGUA DE ETA

respuesta común de todos los nacionalis- das extraordinarias de gran calado políti- urgente definir el sujeto-ciudadano de Euskal He-
tas a los alarmantes progresos del españo- co y social, como las que se exponen a rria, lo cual no es solamente una cuestión de terri-
torialidad. Precisamos establecer la nacionalidad de
lismo, que estaba arrinconando a los continuación.
Euskal Herria”.
abertzales y haciendo trizas sus argumen- “(…) Tendríamos que negar la nacionalidad
tos. Es innegable la habilidad y audacia Las elecciones españolas [nota: el Zutabe de Euskal Herria a las fuerzas opresoras y a los laca-
de este giro, sintetizada en la oferta del atribuye las propuestas a ciertas anónimas yos de los Estados español y francés, estudiar si
Pacto de Lizarra: paz a cambio de cons- “aportaciones de militantes” pero, como aceptar o no la doble nacionalidad y, en caso de
trucción nacional. Algo posible, piensa se puede comprobar, son casi las mismas aceptarla, cómo, y, a partir de esta decisión, a la
práctica: hacer el primer censo nacional de Euskal
HB en sus documentos internos, si todos que luego propone, debate y aprueba HB Herria”.
los nacionalistas y parte de la izquierda se en sus asambleas abiertas]: “La Asamblea de Municipios o las diputacio-
suman –los primeros por convicción, los nes forales pueden abrir el debate sobre la naciona-
“Nuestro objetivo tendría que ser el siguiente:
segundos por conveniencia o derrotismo– ‘En Euskal Herria no se hacen elecciones españo-
lidad (…) todos los que quieran ser votantes ten-
a su estrategia de construcción de la co- drían que pedir el derecho al voto. (…) En una
las. Los ciudadanos españoles tendrían que votar
primera fase seguramente el censo de ciudadanos
munidad política abertzale, que culmina- en sus consulados’. Está claro que sitúo este objeti-
de Euskal Herria conviviría con otros censos, pero
ría en un Estado vasco independiente. vo en una situación de independencia. Si no nos
si ahora es tiempo de establecer el ‘solar de cons-
Si bien el principio de irrealidad im- encontramos en una situación de independencia,
trucción’, la definición de nacionalidad está dentro
esto nos lleva al enfrentamiento directo pero no
pregna todas las representaciones abertza- dentro de nuestro pueblo, sino con el Estado espa-
del ‘solar”.
les, y tanto más cuanto más puramente ñol. Quiero decir: quien se considere español ten- El presente, la transformación
abertzales sean, esto no impide que algu- dría derecho a votar [en las elecciones españolas], en curso y el proyecto político
nos cálculos y previsiones aparezcan fun- pero nadie más. (…) Como estas elecciones no son A continuación se presenta una antología
dados en análisis muy realistas. Es lo que las nuestras, se celebrarán en una situación no nor- de párrafos (muchos de ellos completos)
mal (…) tendríamos que estudiar cómo desarrollar
sucede, por ejemplo, con los análisis de procedentes de las ponencias y textos po-
este objetivo en los ayuntamientos (…) [y propo-
ETA acerca de los resultados electorales ne] en cada localidad una única mesa electoral (y si líticos arriba citados, agrupados según
del 13 de junio de 1999, que entienden también es posible, una única mesa electoral para ciertos temas fundamentales. El estilo y
como un gran éxito de EH (marca electo- una provincia) (…) si los españoles quieren hacer los argumentos son exactamente los origi-
ral de HB creada para la ocasión) pero votaciones tendrían que presentarse ellos como nales. Cuando ha parecido necesario, he
también como un fracaso del Pacto de Li- testigos [se refiere a los miembros de la mesa elec- introducido alguna aclaración entre cor-
toral] (por ejemplo, presentándose voluntaria-
zarra en su conjunto. En efecto, HB recu- mente)”.
chetes [ ].
peró en esos comicios votantes perdidos “(…) tendríamos que tener en cuenta que los
hacía mucho y mejoró resultados en todas que no vivimos aquí en democracia somos los ciu- a) La situación real según Herri Batasuna.
partes. Pero esta recuperación fue muy in- dadanos vascos. Si Euskal Herria continúa oprimi-
da y negada estas elecciones tendrían que tener una “Estos dos Estados [España y Francia] niegan siste-
suficiente en las ciudades importantes, máticamente la palabra a Euskal Herria [la autode-
respuesta amplia y directa. Tendríamos que poner
ruralizando en cierto modo el voto de terminación]. Junto con la partición política e ins-
en marcha una campaña de boicoteo activo en Eus-
HB, consciente de que el peso demográfi- kal Herria, estudiando y utilizando todas las formas titucional, llevan a cabo políticas de asimilación,
co y político de las ciudades medianas y de lucha para no dejar celebrarse (sic) las elecciones que niegan nuestra identidad y hecho diferencial.
grandes, verdaderos centros decisivos y españolas”. Impiden unas instituciones que nos representen,
niegan la oficialidad de nuestra lengua, desprecian
donde está menos representada, desbara-
nuestra cultura y nos imponen la de ellos, impiden
taba en gran medida sus progresos en las El censo nacional de Euskal Herria: el rela- un sistema de enseñanza propio y, para erradicar la
comarcas periféricas donde disfruta de tivo pero innegable fracaso electoral del imprescindible lucha de este pueblo, para su super-
mayor poder. Este avance pírrico fue em- Pacto de Lizarra, el 13 de junio de 1999, vivencia [sic], utilizan permanentemente una repre-
peorado por el retroceso de PNV-EA, el hace pensar a los estrategas etarras que, sión brutal. El proceso en contra de Euskal Herria
descalabro de IU, el aguante del PSE y el con la actual composición electoral e ideo- es dinámico, utilizando diferentes instrumentos y
fases con el objetivo de hacer desaparecer Euskal
crecimiento de PP-UPN. Datos que, se- lógica, la victoria requerida es imposible. Herria”. (LP, 40)
gún ETA, demuestran la necesidad de ¿La solución?: elaborar un censo de verda- “La caracterización de los poderes fácticos es-
acelerar la estrategia de construcción na- deros vascos que, con diversos pretextos, tatales españoles ha cambiado [antes eran los mili-
cional emprendida, en lugar de su aban- prive del derecho al comicio a los electo- tares], pero los objetivos siguen siendo los mismos
dono, corrección o adaptación a la reali- res desafectos, constituyendo un censo de (en el Estado francés este proceso [la supeditación
dad electoral y política del país. ¿Por qué aplastante mayoría abertzale. del poder militar] se dio anteriormente). El poder
económico es ya hegemónico. Han condicionado
esta extraña interpretación? Indudable- esta aparente división de poderes y, para llevar lite-
“En un trabajo anterior sobre territorialidad se
mente, porque los estrategas etarras com- menciona la propuesta de hacer las primeras elec- ralmente a la práctica el sistema económico ultrali-
prenden que en el futuro inmediato, con ciones nacionales de Euskal Herria. Pero previa- beral, han puesto a los partidos políticos a su servi-
sus fuertes tendencias a la globalización, mente tenemos una gran trampa: “¿quiénes son los cio”. (LP, 41)
la integración europea y las mareas migra- votantes?”. “Por otra parte, se han apoderado de los me-
“En el sistema electoral actual nos hacen una dios de comunicación, que se han convertido en
torias, va a ser mucho más difícil imponer
gran ofensa sistemáticamente con el censo. El cen- instrumentos imprescindibles para la asimilación
su proyecto. Ahora o nunca. La consigna so no es neutral, en Euskal Herria están censadas de este pequeño pueblo, facilitando la penetración
es ir más deprisa, presionar más, ocupar las fuerzas opresoras, carceleros y todo tipo de ali- directa de la lengua española y francesa, su cultura,
cuanto antes la calle y presionar a los me- mañas que nos oprimen (sin contar cuánta gente su identidad… Por otra parte, no podemos olvidar
dios de comunicación, saturando la agen- vota dos veces, o, sin ser de Euskal Herria, se cuen- el papel de muchos medios de comunicación, que
da política con sus iniciativas, creando un ta su voto como ciudadano vasco porque están en operan en contra de Euskal Herria y de aquellos
el censo). En cambio, los presos huidos y muchos que defienden y luchan a favor de Euskal Herria”.
clima apremiante de crisis histórica y
ciudadanos vascos tienen de un modo u otro nega- (LP, 42)
oportunidad para la paz que no puede do su derecho al voto. Por tanto, cada vez será más “Herri Batasuna desea, por medio de una so-
desperdiciarse. Todo lo cual exige medi-

26 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA Nº 100



CARLOS MARTÍNEZ GORRIARÁN

lución democrática, dar por terminado el conflicto


que, durante siglos, nos ha enfrentado a los Esta-
dos español y francés. Para que la solución sea de-
mocrática, se deben respetar la palabra y las deci-
siones de Euskal Herria”. (LP, 168)
“Cuando hablamos de la palabra de Euskal
Herria estamos hablando de la palabra de los ciu-
dadanos vascos y queremos la participación de to-
dos los que viven y trabajan en Euskal Herria,
aceptando la pluralidad existente y siendo esta par-
ticipación imprescindible a la hora de construir en-
tre todos y para todos Euskal Herria (…) (por su-
puesto, dejando fuera los aparatos que en este país
tienen las dos administraciones)”. (LP, 169)
“No se puede admitir ninguna injerencia ex-
tranjera. Para que la solución sea democrática es
imprescindible que las fuerzas armadas extranjeras
abandonen Euskal Herria y que no interfieran en
el proceso que atañe exclusivamente a los vascos”;
“aparte de las fuerzas armadas extranjeras, existen
otros aparatos que no tienen lugar en este proceso
abierto, como, por ejemplo, el Poder Judicial. En
ese sentido, y para el desarrollo del proceso demo-
crático, habría que desactivar los instrumentos que
resultan parte de los Estados opresores”. (LP, 179 y
180)
“En Euskal Herria nos someten a una inva-
sión permanente y, para ello, cumplen una función
política fundamental la Guardia Civil, CRS, Poli-
cía Nacional, PAF y los ejércitos. Todo ese variado
plantel de fuerzas armadas tienen como misión pi-
sotear las libertades democráticas, impedir que lar, que tendrá en cuenta la unidad territorial de ca Oldartzen ha desactivado la posibilidad de un
Euskal Herria tenga la palabra, negar la libertad de toda Euskal Herria. El objetivo de la línea Eraikit- ‘tercer espacio’ [Elkarri, desarrollo de la disposición
expresión, ejercer la tortura, perpetuar la política zen (…) es poner en marcha un agente político, adicional primera del Estatuto o de los derechos his-
penitenciaria de exterminio y servir como moneda que actúe desde un punto de vista nacional y social tóricos reconocidos en la Constitución]”. (OE, 11)
de cambio”. “Ya que la construcción de Euskal He- a lo largo y ancho de Euskal Herria”. (OE, 24) “(…) en cuanto a la coyuntura internacional,
rria debe estar en manos de los ciudadanos, todas “Queremos que los seis herrialdes [territorios hay que mencionar que los procesos de pacifica-
las tropas extranjeras deben salir de nuestro territo- históricos o provincias] que constituyen Euskal ción, que no de paz, que se han dado en el mundo
rio”. (UP, 81) Herria estén unidos, para construir conjuntamente (Guatemala, Palestina…) y la pérdida de norte
nuestro futuro. Por su propia identidad e historia, ideológico de la izquierda han dificultado la labor
b) Etnicidad y sujeto político: por los acontecimientos políticos y por su realidad internacional de Herri Batasuna”. (OE, 59)
territorialidad, pluralidad, identidad. social, económica y política, podemos decir que “(…) se ha abierto la posibilidad de unir fuer-
Euskal Herria ciertamente es plural. Por ello, la zas para hacer frente a los Estados que nos oprimen
Los abertzales no se hacen ilusiones res- unidad territorial que deseamos construir ha de ga-
pecto a la existencia presente del sujeto y conseguir un escenario democrático para Euskal
rantizar una articulación territorial que respete esa Herria. Si avanzamos por el camino de la construc-
político al que supuestamente represen- identidad propia y plural de los diferentes herrial- ción nacional, inevitablemente, vamos a encontrar-
tan. El debate sobre la ponencia Oldart- des”. (LP, 15)
nos frente a los Estados español y francés; pero la
zen –que guió la estrategia de HB entre “Se debe apostar y crear sujetos nacionales en
consecución de un marco democrático nuevo hace
1995 y 1999, y se hizo famosa por su pre- los diferentes ámbitos y áreas [grupos sectoriales liga-
imprescindible la lucha”. (LP, 63)
dos a HB] que nos permitan pensar y actuar como
tensión de “socializar el sufrimiento”– nación y avanzar hacia un futuro propio”. (LP, 80)
“El Acuerdo de Lizarra-Garazi ha evidenciado
discutió cómo “construir el sujeto” (OE, quién está a favor y en contra de una solución de-
“La unidad territorial y la territorialidad no
4). El documento OE (129) finaliza así, mocrática para Euskal Herria, y ello ha supuesto
son términos sinónimos. Mientras que el primero
una nueva correlación de fuerzas dentro del escena-
como síntesis y resumen: proclama la unidad y vinculación de los diferentes
rio político”. (LP, 82)
herrialdes, el segundo, la territorialidad, es un prin-
“Hemos de promover la autocreación de la so- “Se puede prever que la estrategia de guerra de
cipio democrático que define el sujeto de decisión.
ciedad euskaldun, en todos los planos y luchas sec- estos dos Estados [España y Francia] vaya a más
Euskal Herria, en su totalidad, en toda su territo-
toriales”. en la medida en que avance el proceso iniciado en
rialidad, debe tomar parte en el proceso democráti-
“El proyecto estratégico, nacional y social de Euskal Herria. La represión no será la única vía
co”. (LP, 173)
la IA [izquierda abertzale] no es compatible con el que vayan a emplear. Pueden ofertar a determina-
de las fuerzas que sustentan al Estado español, pe- dos sectores, en calidad de ‘cebo’, una propuesta de
ro tampoco es compatible con el del PNV, UPN o remodelación del Estado que no reconozca la auto-
c) La Paz.
la misma EA”; “hemos logrado sustituir la dicoto- determinación y la territorialidad. El objetivo será
mía demócratas-no demócratas por la dicotomía “Algunos sectores de la sociedad vasca han confun- el mismo: neutralizar y acabar con el proceso ini-
‘aceptar los contenidos democráticos de la solu- dido esta situación [la tregua indefinida de ETA] ciado hacia la democracia vasca”. (LP, 89)
ción política o no aceptarlos’. Por tanto (…) Herri con la distensión, es decir, con un auténtico proce- “… [en] la ponencia Oldartzen, el objetivo
Batasuna ha logrado romper la exclusión (…) No so de paz que no está en marcha aún. Esto no hace táctico de la izquierda abertzale era un modelo
hemos hecho dejación de nuestros principios polí- sino evidenciar el vacío que hemos padecido y se- muy concreto de proceso negociador: una negocia-
ticos y hemos recuperado la iniciativa política”. guimos padeciendo en el campo de la comunica- ción entre la izquierda abertzale y/o ETA y el Esta-
(OE, 5) ción de masas a la hora de hacer llegar nuestros do”; “en esta fase política, en lugar de estar espe-
“Eraikitzen (…) se fija como característica mensajes”. (OE, 6) rando a una hipotética negociación, los vascos
fundamental la estructuración de la Unidad Popu- “El desarrollo de la línea de intervención políti- tenemos que empezar a tomar decisiones, constru-
yendo instituciones o sujetos nacionales que repre-

Nº 100 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA



27
LA RUPTURA DE LA TREGUA DE ETA

senten los intereses de Euskal Herria en una posi-


ble negociación”; “en un momento determinado,
la negociación será un instrumento imprescindi-
ble para la solución del problema (…) la
necesidad será más urgente cuanto mayores sean
los progresos en la construcción nacional y en el
proceso constituyente o en el enfrentamiento a la
estrategia represiva llevada a cabo por los Estados”.
(LP, 185, 186 y 187)
d) La lucha.
“En la ponencia Oldartzen, renovamos el concepto
‘calle’, entendiendo por ‘calle’ todos los espacios
colectivos. (…) Por eso mismo, cada miembro de
Herri Batasuna tiene su ‘calle’ [centro de trabajo
o estudio, barrio, círculo de amigos, etcétera] y
se convierte en su espacio prioritario de lucha”.
(OE, 13)
“En el documento Oldartzen, quedó clara la
necesidad de hacer frente a todo tipo de ataques,
siempre teniendo en cuenta que la iniciativa debe
estar en nuestras manos”. (…) “Por otro lado, no
hemos sido capaces de dejar a un lado el envenena-
do debate, que el enemigo nos impone, en torno a
las diferentes clases de luchas que se dan para res-
ponder a la negación violenta a que nos someten
los Estados español y francés”. (OE, 14, 17)
“Se está comenzando a fraguar una colabora-
ción con los agentes sociales y políticos, facilitando
la participación social y creando la coyuntura nece-
saria para que se materialice la desobediencia civil,
atrayendo a esta apuesta popular sectores y ciuda-
danos que antes se encontraban sometidos a la es-
trategia del Estado. Es reseñable el trabajo realiza-
do por UEMA (ayuntamientos que funcionan sólo
en euskera), o el boicoteo impulsado (…) a los jui-
cios realizados sólo en castellano (…), la creación
del carnet vasco (…) Pero hay que decir que vamos
un poco lentos en cuanto a este aspecto”. (OE, 75)
“La democracia vasca no es algo que vendrá o
se conseguirá de repente y por sí misma. No ha su-
cedido en ningún proceso de liberación y no va a
suceder en nuestro pueblo (…) Únicamente me-
diante la lucha conseguiremos el reconocimiento
de este pueblo y el respeto a su palabra”. (LP, 45)
“La caracterización principal del proceso
abierto y de la nueva fase política será la de las ac-
ciones de soberanía y desobediencia”. (LP, 197)
“La herri borroka [lucha popular] es un medio
de lucha imprescindible para poder incidir en la
sociedad. Pero esta forma de lucha debe entenderse pular respecto de la lucha armada parte de la valora- concretada en un Estado vasco que agrupe a los seis
en un sentido amplio y en permanente y directa ción de la aportación histórica que ha realizado territorios. Las razones para defender la independen-
comunicación con el pueblo. Dentro de la herri ETA, sin negar la legitimidad de las formas de lu- cia son tan simples como contundentes: es la única
borroka entendemos la movilización social masiva, cha de que este pueblo se ha dotado para hacer forma de hacer pervivir nuestra lengua y nuestra
cualitativa y/o la que responde a los diferentes ti- frente a la violencia de los dos Estados. Nos situa- identidad cultural, económica y social”. (UP, 59)
mos fuera de una dinámica de alabanzas o críticas “El proyecto político de Herri Batasuna es
pos de agresiones. Todas ellas deben entenderse
a los efectos de la lucha armada, ya que lo que nos conseguir una Euskal Herria independiente, socia-
dentro de unos objetivos y ámbitos sociales, sindi-
une dentro de la Unidad Popular es un proyecto lista y euskaldun. (…) Objetivos políticos que, ade-
cales, políticos, sectoriales, diferentes”. (UP, 88)
político y en eso empeñaremos todas nuestras más de viables, son imprescindibles para la supervi-
“Además de los métodos de lucha impulsados
fuerzas. Por tanto, no pondremos por encima de vencia y desarrollo de nuestro país”. (LP, 1)
por la Unidad Popular [Herri Batasuna], existen
lo que nos une lo que nos separa y será una postu- “El Estado que queremos construir ha de ca-
personas [militantes de ETA] que han estado y es-
ra que deberemos respetar todos los militantes”. nalizar la capacidad de decisión y la voluntad de la
tán dispuestas a adquirir compromisos mayores en (UP, 107)
el proceso de liberación nacional de Euskal He- sociedad vasca. Habrá de contar permanentemente
rria”; “las carencias de voluntad democrática de los con la opinión de la sociedad, garantizar una de-
mocracia participativa y crear los instrumentos
Estados que dividen y niegan la existencia de Eus-
e) La futura Euskal Herria. democráticos necesarios para conseguir esos objeti-
kal Herria han llevado a poner en cuestión el futu-
vos. No se trata de representar a los ciudadanos si-
ro de este pueblo. La persistencia de esa negación “Ha llegado el momento de poner las bases del fu- no de actuar conjuntamente con ellos”. (LP, 7)
ha traído consigo el nacimiento de otras formas de turo y de nuestra identidad sin tener que pedir per- [Democracia socialista vasca] “El socialismo
lucha. ETA surgió para hacer frente a la violencia miso a nadie y comenzando a trabajar desde ahora que queremos para Euskal Herria ha de materiali-
originaria, con toda legitimidad y ofreciendo gran- mismo”. (UP, 53) zarse en un modelo propio, respetando la opinión
des aportaciones políticas”. (UP, 105-106) “La izquierda abertzale debe tener definida su y la voluntad de los ciudadanos vascos. No desea-
“La postura que ha mantenido la Unidad Po- opción, que será la independencia de Euskal Herria, mos imitar modelos extranjeros, defendemos un

28 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA Nº 100



CARLOS MARTÍNEZ GORRIARÁN

nuevo modelo con la identidad, medios y posibili- cional. (…) Une a los miembros de la comunidad ciencia social del pueblo es cultura popular”. (LP, 113)
dades de nuestro pueblo”. (LP, 9) y esa realidad se convierte en distintivo, respecto a “Es imprescindible realizar un esfuerzo para
“Resulta necesario un nuevo sistema económi- las otras comunidades”; “Euskal Herria es la na- superponer estos tres conceptos [nacionalidad, eus-
co, que supere el sistema capitalista y atienda los ción del euskera. El euskera es un derecho, la raíz kaldunidad, cultura popular], ya que son comple-
intereses de los ciudadanos. Para ello hemos de que nos convierte en pueblo. El euskera es el prin- mentarios, con el objeto de crear un pueblo-nación
apostar por una economía identitaria (que tome en cipal y necesario elemento significativo del hecho que tenga una cultura nacional, popular y univer-
consideración la estructura económica y el carácter nacional vasco y otorga identidad y unidad a Eus- sal”. (LP, 114)
de nuestro pueblo), [hay que] constituir un sector kal Herria”. (LP, 19 y 20) “Bases de la política cultural: conservar y for-
público fuerte y eficaz, otorgar una especial impor- “El bilingüismo social supone irremediable- talecer la cultura heredada, manteniendo las cos-
tancia a las estructuras municipales y locales; con- mente una situación de diglosia que perjudica a los tumbres, deporte y demás aspectos culturales lega-
trolar y atender los sectores básicos y promover la hablantes de la lengua minorizada. En las condicio- dos por nuestros antepasados, ya que ésta es la raíz
economía social”. (LP, 12) de la que brotará la cultura de hoy y de nuestro fu-
nes sociolingüísticas actuales, no es acertado pensar
“Queremos construir un sistema que descen- turo”. (LP, 115)
que el euskera pueda sobrevivir en una situación de
tralice el poder político y garantice la participación “Mientras que el castellano y el francés están
supuesto bilingüismo social”. (LP, 22)
activa del pueblo. La democracia no es más que el completamente normalizados, el euskera se en-
“El euskera ha de ser la lengua oficial de todo
poder del pueblo”. (LP, 13) cuentra, desafortunadamente, en proceso de extin-
“Uno de los ejes fundamentales de nuestra al- Euskal Herria. Debe tener el mismo status legal en
los seis territorios históricos. El euskera ha de ser la ción”. (LP, 119)
ternativa es la creación del espacio económico vas- “Es fácil darse cuenta de que uno de los objeti-
co, superando la actual división administrativa. Al única lengua oficial en toda Euskal Herria”. (LP,
vos de la división territorial de Euskal Herria es ace-
fin y al cabo, necesitamos soberanía económica pa- 55)
lerar la pérdida de identidad nacional, impulsando
ra construir una sociedad progresista”. (LP, 101) “El euskera es el primer e indispensable distin-
una política contraria al euskera. En consecuencia,
“Nuestra alternativa reside en la construcción tivo del ser euskaldun y tenemos que prioritar [sic]
encontrándose el euskera por debajo de los míni-
de un espacio socioeconómico vasco con capacidad su defensa”. (LP, 104) mos de supervivencia, hay que señalar que nuestra
económica, social y laboral, con el objetivo de po- “La cultura es agente de primer orden de la lengua está en permanente lucha por sobrevivir y en
der explotar con sentido nuestros recursos natura- construcción nacional”. (LP, 109) esa lucha no se pueden dar parones”. (UP, 68)
les, organizar e impulsar la industria, abastecer “Debemos luchar por una Euskal Herria inde-
nuestro mercado con productos pesqueros y agrí- pendiente, socialista, euskaldun y no patriarcal”. g) Europa, la globalización
colas de nuestro país y de calidad. Tenemos que (LP, 103) y el mundo en general.
constituir un sector financiero (…) que responda a “Todo el/la que vive en euskera es euskaldun,
nuestras necesidades”. (LP, 153) es un concepto lingüístico cultural que concede a “En general, Europa se ha negado a denunciar la
la territorialidad una identidad especial y única en política represiva practicada por parte del Estado
f ) La cultura y la lengua. español contra Euskal Herria (encarcelamiento de
el mundo”. (LP, 112)
la Mesa Nacional de HB, cierre del periódico y la
“La lengua es el signo de identidad más relevante y “Cultura popular, es decir, la que se conforma
radio Egin, detenciones de miembros de la izquier-
la característica más importante de la identidad na- desarrollando la tradición de una forma liberadora y
da abertzale, criminalización de la juventud). Euro-
positiva. Cada nueva aportación que enriquece la con-

Nº 100 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA



29
LA RUPTURA DE LA TREGUA DE ETA

pa no abrió las puertas a Euskal Herria y seguimos fin, ha sido capaz de crear una forma diferente de ubicados entre el Ebro y el Adour. “Que
siendo objeto de negación a todos los niveles exis- organizar la sociedad”. (UP, 131) decida Euskal Herria”, la última coletilla
tentes”. (OE, 60) “Trabajar en un colectivo requiere tener un
nacionalista, es un intento desesperado
“(...) somos conscientes de que es difícil el re- respeto por las reglas y estructuras que dirigen di-
conocimiento de Euskal Herria como nación, ya cho colectivo. Si nos implicamos en torno a un co- de que “la voz de la tierra” ahogue las pa-
que ponemos en duda el ordenamiento político y lectivo, al mismo se le debe conceder todo el prota- labras de las gentes diversas. Es muy po-
jurídico que está en vigor actualmente en Europa”. gonismo”. (UP, 136) sible que este giro ideológico lleve al de-
(OE, 62) sastre del movimiento nacionalista vasco,
“Cada vez el mundo es menos la suma de di- La nueva etnicidad pero, entretanto, resulta muy peligroso
ferentes naciones y día a día se avanza hacia un
mundo uniforme. La ONU, como punto de en-
del nacionalismo vasco para quienes se opongan a sus pretensio-
cuentro de naciones, no es el Gobierno del mundo, Los documentos aquí reproducidos no nes. Como puede verse, ya alberga pro-
y EE UU ha logrado la hegemonía”. (LP, 29) permiten pensar en ninguna transforma- yectos como el de censo vasco, que puede
“El Banco Mundial y demás entes financieros ción ideológica de ETA y HB en sentido tomarse como la premisa de una genuina
hacen desaparecer los diferentes sistemas económi- democrático, sino, más bien, en un inten- limpieza étnica según perfiles ideológi-
cos e imponen el capitalismo (…) Ya que la globa-
to de adaptación transitoria a una reali- cos, pues los vascos que no son naciona-
lización de la economía necesita de un único y
gran mercado, la cultura, lengua, identidad (…) de dad percibida como cada vez más adversa. listas, o que no lo sean con suficiente fer-
las diferentes naciones y pueblos están sufriendo Pero no hay afirmación alguna que per- vor, pueden verse abocados a elegir entre
cada vez mayores agresiones”. (LP, 30) mita pensar en la aceptación de las reglas el estatuto de residentes extranjeros en su
“Ha fracasado la apuesta a favor del Estado de del juego democrático, como tampoco de propia tierra o el simple exilio. Que el
las autonomías realizada hace 20 años, al igual que
reconocimiento del pluralismo ideológico triunfo de semejante plan sea altamente
la esperanza de la nueva Europa”. (LP, 66)
“Los pueblos pequeños que convivimos junto e identitario. Por el contrario, conceptos improbable no debe engañar sobre su
a los grandes Estados tenemos muchas opciones como los de pluralismo o cultura sufren verdadera naturaleza.
para ser perdedores, y esa situación no hace más una inversión radical en sentido étnico: Atrapada entre la falta de voluntad de
que agravarse, en función de la tendencia general pluralismo es que existen diversos territo- llegar a la verdadera paz y la incapacidad
observada en Europa. Por tanto, tenemos que for- rios con diferentes tradiciones –en fin, para hacer la guerra auténtica que sus
mar un Estado independiente lo antes posible”.
(UP, 62) que el proyecto político de ETA y HB ad- principios y representaciones reclaman
mitiría que en su Estado vasco cada co- (como decían en su comunicado de fin
h) La identidad de Herri Batasuna marca conservara sus tradiciones folclóri- de tregua, los terroristas se creen capaces de
(la Unidad Popular). cas–: a eso se reduce el pluralismo; la cul- “arrinconar a las fuerzas extranjeras” que
tura es propaganda y ejercicio de puedan oponerse por la fuerza a sus pre-
“En 1995, en la ponencia Oldartzen se define a
Herri Batasuna como ‘instrumento para la inde- narcisismo colectivo: todo lo que sirva pa- tensiones), ETA y HB optan por intentar
pendencia y el socialismo’. Este último documento ra hacer, reforzar y cerrar la comunidad a atraerse socios y compañeros de viaje me-
recoge una definición correcta de la Unidad Popu- la intromisión de los extraños. diante el cebo de un remedo de paz con-
lar actual y del futuro”. (UP, 111) Nada permitía pensar durante la tre- veniente para la construcción nacional.
“Herri Batasuna siempre ha subrayado las ra-
zones que nos unen, siendo una de las diferencias
gua, ni tampoco ahora, que la llamada iz- Lizarra, por lo demás, fue pensada como
que nos distinguen de los partidos políticos cerra- quierda abertzale liderada por ETA acep- el motor de una estrategia de hechos con-
dos y clásicos. Aunque el resto de partidos tiene te colaborar en un proceso de normaliza- sumados, capaz de imponer por la vía po-
una tendencia a conseguir la mayor cohesión inter- ción política, y menos que Lizarra sea o lítica lo que no pueden conseguir ni los
na y concretan ese objetivo al máximo, nosotros no haya sido un proceso de esa naturaleza. votos, insuficientes, ni los atentados.
vamos a actuar de la misma forma, ya que manten-
dremos un equilibrio entre lo que nos une y lo que
Da la impresión de que, lejos de abando- Teniendo en cuenta todo esto, es evi-
nos diferencia”; “por tanto, todo el que se nos acer- nar el nacionalismo étnico que ha carac- dente que cualquier evolución a mejor de
que tendrá que realizar dicha reflexión, siempre terizado al movimiento abertzale desde la situación política en el País Vasco sólo
respetando las reglas y estructuras de funciona- Sabino Arana, estamos asistiendo a una podrá venir del retroceso y marginación
miento e intentando anteponer lo que nos une”; transformación cualitativa del etnicismo, progresiva de este nacionalismo totalitario
“en este sentido, la Unidad Popular [Herri Batasu-
na] ofrecerá una estructura abierta, amplia y parti- entrado en un tercer estadio involutivo y delirante, auténtico vampiro que extrae
cipativa para poder unir las diferentes sensibilida- donde la etnia, como sujeto de derechos toda su razón de ser de la sangre y la
des. En este momento aceptamos que haya mode- políticos exclusivos, ya no vendría defini- muerte, nunca de concesiones o de pactos
los organizativos diferentes, pero sin llegar a la da por la sangre o la fisiología –como que, tengan o no buenas intenciones, no
coalición de partidos de nuestros inicios”. (UP,
pretendía el primer nacionalismo aranis- tienen otro efecto que el de estimular al
114, 115 y 116)
“Aunque en la base de la democracia interna ta– ni solamente por la lengua –como terrorismo y animarle a perseverar en la
esté la participación, no podemos olvidar que, sostuvo ETA a partir de los años sesenta tragedia hasta el triunfo final. ■
aparte de las opiniones colectivas, existen las perso- y todavía se sigue sosteniendo cuando se
nales. En este sentido, si mantenemos un mínimo habla de la normalización del euskera–,
respeto por las reglas que deben regir las estructu-
sino por la pertenencia ideológica y la
ras, nos daremos cuenta de que el respeto hacia és-
tas es una de las características de la democracia. Y adscripción identitaria según la categoría
en la medida en que todos podemos dar nuestras de territorialidad: serían vascos y, por
opiniones, por medio de las posibilidades que nos tanto, sujetos con derechos políticos
ofrecen las diferentes estructuras, las posturas que aquellos pertenecientes a la comunidad
se encuentren fuera del análisis colectivo no son lí- abertzale, definida como la de aquellos
citas ni leales”. (UP, 120)
“La Unidad Popular y sus estructuras creen en sujetos que reconocen en el territorio
la diferencialidad de la sociedad vasca; la capacidad –hipóstasis material de la nación inmate-
Carlos Martínez Gorriarán es profesor de
militante de Euskal Herria ha creado medios de rial– el sujeto político colectivo llamado
Estética en la UPV-EHU. Autor de Estética de la
comunicación, ha condicionado a los Estados po- a decidir el destino de los seres humanos diferencia. El arte vasco y el problema de la identi-
derosos, ha desarrollado sistemas educativos y, en

30 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA Nº 100



ESCISIÓN Y
PERMANENCIA EN LA UE
Aproximación a un marco teórico sin precedentes

ANDRÉS ORTEGA / JOSÉ M. DE AREILZA

l objeto de este estudio es examinar la tando tanto el estatismo como el naciona- munidad Europea, es decir, el caso contra-
hipótesis de que un territorio de un lismo excesivo. En terminología de Joseph rio al que nos ocupa.
Estado miembro (como Escocia, Cór- Weiler, la integración ha transformado a Y, sin embargo, parece oportuno
cega, País Vasco o Cataluña), o incluso de los Estados-nación en Estados miembros abordar las posibilidades que un territorio
varios Estados miembros, de la Unión Eu- de la UE. Además, la inserción de un Esta- escindido de un Estado miembro tendría
ropea decidiera escindirse y permanecer, o do miembro en una polis más amplia, una para permanecer en la UE y sus efectos
ingresar, en la UE. Aunque tiene en cuen- Unión que es verdadera Comunidad de previsibles. El territorio escindido, conver-
ta distintas consideraciones políticas y Derecho, contribuye al respeto y protec- tido en nuevo Estado, ¿acabaría negocian-
económicas, trata de desarrollar las nor- ción de las minorías comprendidas en los do su adhesión como cualquier otro can-
mas jurídicas que se aplicarían a este caso territorios de los socios comunitarios. didato a la Unión Europea o, por el con-
hipotético, para al que, sin embargo, no Pero el refuerzo producido por el pro- trario, podría conseguir su permanencia
hay precedentes, sino pistas. ceso de integración de sus unidades com- bajo una nueva forma? Sea como sea, el
Nadie, que sepamos, ha esbozado has- ponentes no significa que no las haya debate sobre la viabilidad de la opción que
ta la fecha, con cierta profundidad, los ele- cambiado: un Estado miembro no se defi- estudiamos es sólo la antesala del debate
mentos principales para un análisis teórico ne ya por su moneda, ni se definirá, un principal: el de su eventual idoneidad.
de tal hipotético caso. Distintos partidos día, por su ejército. Incluso aunque su te- Antes de entrar en materia es conve-
nacionalistas que gobiernan regiones euro- rritorio siga siendo el mismo y sea un refe- niente mencionar la cuestión del tamaño
peas pretenden ofrecer a los ciudadanos el rente de identidad, sus fronteras con otros económico óptimo del Estado, que se trata
mito de una nueva identidad colectiva, Estados de la Unión han perdido sustan- crecientemente en la literatura. Para el eco-
más nítida que la de los viejos Estados cia. En este sentido, la integración relativi- nomista Robert J. Barro2 “no existe relación
miembros, hoy convertidos en entidades za el concepto mismo de soberanía nacio- alguna entre el crecimiento o el nivel de
plurales y abiertas. Parte de ellos han ex- nal. En virtud de la construcción europea, renta per cápita y el tamaño de un país, me-
presado, más o menos retóricamente, su los ciudadanos de la Unión han visto alte- dido en función de su población o de su ex-
deseo de que sus regiones se escindan en rarse el contenido real de sus constitucio- tensión”. Los países pequeños pueden tener
un futuro del Estado miembro al que per- nes nacionales y la forma en la que se go- éxito y, de hecho “el tener un tamaño redu-
tenecen y formen parte de la Unión Euro- biernan. Sus gobiernos tienen que aceptar cido favorece la apertura exterior porque la
pea como nuevo Estado desde el momen- decisiones obligatorias contra las que han alternativa no sería viable económicamen-
to de la separación, es decir, permanecien- votado en el Consejo de la UE. Con fre- te”. Ahora bien, una vez en la UE, con su
do todo momento en la Unión. Lo cual cuencia la representación de intereses na- mercado abierto, este tipo de razonamiento
no es evidente, y puede resultar engañoso. cionales en Europa convive con la de otros pierde fuerza. Además, no es lo mismo ser
Ni la Unión ni sus Estados miembros intereses más fragmentados, y a veces más un Estado rico y bien adaptado al mundo
tiene interés en favorecer el estallido de decisivos, en áreas como el comercio exte- actual que escindirse de un Estado para
ninguno de sus miembros. Cabe opinar in- rior o el mercado interior. convertirse en Estado independiente y rico.
cluso lo contrario: en buena medida, la in- Los tratados originales comunitarios y Alberto Alesina y otros3 consideran que con
tegración europea ha fortalecido a los Esta- sus posteriores reformas y añadidos no el libre comercio el tamaño de los Estados
dos que participan en el proceso1. Uno de han previsto la posibilidad de que un Es- deja de ser relevante para el tamaño de los
los elementos más valiosos del proyecto eu- tado miembro deje de serlo, es decir, que mercados. Cuando unas economías pueden
ropeo es el intento de unir preservando se salga. Tampoco ningún Estado miem-
identidades, nacionales y subnacionales. bro quiere salirse. Sólo en previsión de los
Europa suplementa la capacidad nacional casos de descolonización se establecieron 2 Robert J. Barro: ‘El tamaño óptimo de una na-
de formular un proyecto colectivo, limi- algunas disposiciones para que lo que eran ción o los atractivos de la secesión’, en El poder del ra-
territorios de un Estado se independizaran zonamiento económico. Colegio de Economistas de Ma-
y dejaran de pertenecer a la Comunidad. drid, Celeste Ediciones, Madrid 1997.
3 Alberto Alesina, Enrico Spolaore y Romain
1 A. Ortega: La razón de Europa. Aguilar, Madrid
También se abordó en su momento el ca-
Wacziarg: Economic and Political Disintegration. Wor-
1994, y Allan Millward, The European Rescue of the so de Groenlandia, que permaneció en su king Paper 6163, National Bureau of Economic Rese-
Nation-State. Routledge, Londres 1994. Estado, Dinamarca, pero fuera de la Co- arch, Cambridge Mass., EE UU, Septiembre 1997.

Nº 100 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA



31
ESCISIÓN Y PERMANENCIA EN LA UE

sacar provecho del efecto de escala de su in- mente de la Unión sino como parte de un cación y entrada (Alemania).
tegración económica en una unidad supe- Estado (aunque no todos los territorios de a) Groenlandia: salida sin secesión
rior se reduce la necesidad de formar países un Estado forman parte de la UE, por Aunque se trata de un caso inverso al que
grandes. Alesina llega incluso a la conclu- ejemplo Groenlandia en el caso danés). nos ocupa, guarda un claro paralelismo.
sión de que una mayor integración econó- Pero son los Estados miembros los que Es el de una parte de un Estado miembro
mica puede reducir en Europa la necesidad conservan competencia para definir su que decide no seguir siendo parte de la
de una integración política, ya sea de los Es- propio territorio. Esta competencia nacio- (entonces) Comunidad Europea. No fue
tados o de la propia Unión Europea. Con- nal encuentra limitaciones en el Derecho simple. Pero puede llevar a algunas ense-
viene recordar que el nivel de solidaridad in- Internacional y también en el Dere- ñanzas sobre el grado de complejidad que
terna que proporciona la UE es mínimo (el cho Comunitario, pues un Estado no pue- supondría tener que gestionar una escisión
tope presupuestario de la Unión sigue en un de modificar unilateralmente el territorio de un Estado dentro de la UE.
1,27% del PIB) y que esta función de redis- que es parte de la UE, entre otras razones Groenlandia4 era, y es, parte de Dina-
tribución, y la de creación de “bienes públi- porque supone la modificación del Trata- marca. Con 62.000 habitantes (42.000 es-
cos” esenciales para las economías y el bie- do, formal o materialmente, y por la posi- quimales y 10.000 daneses) no tenía esta-
nestar, corresponden básicamente aún al Es- ble incidencia del citado territorio en las tuto de autonomía cuando se negoció el
tado. Asimismo, hay que tener en cuenta la políticas comunes. ingreso de Dinamarca en la Comunidad
cuestión de la capacidad negociadora inter- El debate más parecido que reciente- Económica Europea (CEE). Pero, pese a
nacional de un Estado para conseguir con- mente se ha dado en el plano europeo se las resistencias en Groenlandia, Dinamar-
diciones ventajosas. A este respecto, los Es- ha concentrado no en la secesión, sino en ca decidió incorporar este territorio como
tados grandes tienen ventajas, aunque la la posibilidad de suspensión de los dere- comunitario. El referéndum danés de
pertenencia a la UE potencia las capacida- chos de pertenencia en casos en los que un 1972 arrastró a Groenlandia a ingresar en
des de los pequeños en las negociaciones ex- Estado miembro diera marcha atrás en su la CEE como parte de Dinamarca el 1 de
tra-comunitarias. situación democrática: las modificaciones enero de 1973. De hecho, el entonces
Conviene también recordar que desde introducidas por el Tratado de la Unión Consejo Provincial (Landsret) de Groen-
fuera de la UE, las expectativas de incorpo- Europea (TUE, modificado por el de landia había previamente pedido, en mar-
ración han servido en unas ocasiones de Amsterdam) en los artículos 49 (condicio- zo de 1972, que el plebiscito en ese terri-
freno a tendencias secesionistas en el país nes de adhesión) y 7 (sanciones) indican la torio se aplazase hasta que se pudiera di-
aspirante, pero en otras de aliciente para cautela europea sobre su propio futuro. El fundir más información sobre la
las secesiones. Este último caso se ha dado nuevo Tratado prevé la posibilidad de sus- Comunidad Europea, y que, en todo caso,
cuando la escisión en un Estado europeo pender en sus derechos a un Estado los votos de los groenlandeses no contaran
no miembro de la UE facilitaba el ingreso miembro por “violación grave y persisten- en el referéndum danés si éste se acercaba
del territorio escindido en la Unión, como te” de los principios democráticos. Ha si- a un empate. La petición del Landsret, sin
Eslovenia o Chequia. Eslovenia quería in- do introducido en el nuevo Tratado sin embargo, se rechazó, pues ya se había fir-
gresar en la UE, pero sabía que no lo con- que ningún Estado haya puesto dificulta- mado el Acta de Adhesión de Dinamarca.
seguiría junto a Serbia y otros en la antigua des, especialmente a instancias de Estados Una vez Groenlandia en la CEE, los pes-
Yugoslavia. La explosión de aquel Estado miembros partidarios de una rápida am- cadores comunitarios de alta mar, sobre
federal comenzó en parte por Eslovenia. pliación y, sin embargo, preocupados por todo alemanes, desplazaron una parte im-
Evidentemente, el deseo de ingresar en la el respeto futuro a estos principios en las portante de su actividad hacia aguas de
UE no es el único motivo de la decisión nuevas democracias del Este. Este artículo Groenlandia, donde se generó una reac-
eslovena de separarse, pero contribuyó a 7 encarga al Consejo Europeo, compuesto ción aún más contraria a la permanencia
ello. La historia le está dando la razón: Es- por jefes de Estado o de Gobierno, la vigi- en la CEE.
lovenia está entre los primeros elegidos pa- lancia del respeto a los derechos humanos El estatuto de autonomía para Groen-
ra la ampliación al Este de la UE. En parte y principios democráticos por parte de un landia, aprobado el 29 de noviembre
se podría considerar algo parecido de la fa- Estado miembro. La tensión es difícil de de 1978, entró en vigor el 1 de mayo de
cilidad con que la parte checa admitió la resolver: si un Estado entra a formar parte 1979. El 3 de abril de 1981, el Landsting
separación de Eslovaquia en la antigua de la UE se debería dar por descontada su (Parlamento) groenlandés decidió organi-
Checoslovaquia. Ahora, sin embargo, se naturaleza democrática y su respeto por zar un referéndum sobre la permanencia
plantea un problema. Pues la República los derechos fundamentales. en la CEE, que se celebró el 23 de febrero
Checa y Eslovaquia mantienen acuerdos de 1982, y en el que una mayoría (52%,
bilaterales en el terreno comercial y otros Casos indicativos algo menos que en 1972) se pronunció a
que tendrían que romper si uno de ellos, Otras mutaciones de territorio de los Esta- favor de la salida de Groenlandia de la
pero no el otro, ingresara en la UE. Proba- dos miembros de la UE distintas a la sece- Comunidad. El Landsting decidió por
blemente el problema se resuelva con pe- sión han tenido lugar en la historia de la unanimidad solicitarle al Gobierno danés
riodos transitorios adecuados y con la ace- Comunidad. Estos cambios han confir- que diera los pasos oportunos para sacar a
leración del ingreso de Eslovaquia, para mado la vigencia del principio de compe- Groenlandia de la CEE.
que se produzca si es posible al mismo tencia nacional sobre la definición del te- El 19 de mayo de ese año, el Gobierno
tiempo que el de la República Checa. rritorio, con sus distintos matices. Por danés presentó un memorándum al Con-
ello, y, porque sirven para el argumento
El territorio de la UE sobre la hipotética secesión y permanencia
y el territorio de los Estados miem- o ingreso, merece la pena estudiar casos 4 Hjatlte Rasmussen (ed.): Greenland in The Pro-
bros como el de la salida sin secesión (Groen- cess of Leaving the European Communities, Forlaget Eu-
Ningún territorio forma parte jurídica- landia); secesión y salida (Argelia); o unifi- ropa, Copenhague, 1983.

32 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA Nº 100



A N D R É S O R T E G A /JOSÉ M. DE AREILZA

posterior ingreso (art. 227 V CEE). Las


Faroe tenían un estatuto de autonomía
desde 1948, según el cual, la legislación
danesa y los tratados internacionales que
firme Dinamarca (aunque mantenga el
Gobierno las relaciones exteriores) sólo se
aplican en las islas si éstas dan su consenti-
miento. Temores nacionalistas, culturales
y de recursos pesqueros para un pueblo de
40.000 habitantes, llevaron a las Faroe a
optar por quedarse fuera de la CEE. Dina-
marca intentó en las negociaciones de ad-
hesión buscar un acuerdo satisfactorio pa-
ra las Faroe dentro de la CEE, y no fuera,
pues el único estatuto externo posible en-
tonces era el de país y territorio de ultra-
mar, pensado para no europeos. Las Faroe
obtuvieron este estatuto y un plazo de tres
años para poder ingresar en la CEE, op-
tando por no ejercitar este derecho.

b) Argelia: Independencia y salida


Argelia era un Departamento de Francia
–es decir, parte de la República– cuando
se negoció y entró en vigor tanto el Trata-
do de la Comunidad Europea del Carbón
y del Acero, como el posterior Tratado de
Roma (art. 227.2 TCEE), con la misma
consideración que los Departamentos de
ultramar franceses (Martinica, Guadalupe,
Guyana y Reunión).
Esto significaba que Argelia entraba
en el campo de aplicación territorial del
Tratado CEE, con las “modulaciones” pre-
vistas en el citado artículo (con un estatu-
to parecido al de Canarias en la actuali-
dad), un caso de “aplicación parcial” de
los tratados. Argelia no entraba en el ám-
bito de aplicación del Tratado CECA. Un
Protocolo anejo al Tratado de Roma de
sejo de Ministros comunitario, proponien- fue aprobado por unanimidad y ratificado 1957 preveía que en la primera revisión
do unas modificaciones de los Tratados, por todos los Estados miembros y se pu- del Tratado de la CECA se solucionaría la
basado en los artículos 96 del Tratado CE- blicó en el Diario Oficial del 1 de febrero cuestión. Naturalmente, con la indepen-
CA, 236 del Tratado CEE, y 204 del Tra- de 1985. Era, como señaló el Parlamento dencia de Argelia en 1962, dicho protoco-
tado Euratom (CEEA), solicitando que Europeo, “la primera vez que el Gobierno lo nunca se desarrolló.
Groenlandia se incorporara a la lista de los de un Estado miembro solicita exclusión de La independencia de Argelia y su
Países y Territorios de Ultramar que figu- la jurisdicción de los Tratados para una constitución como nuevo Estado significó
raban en el Anexo IV del Tratado CEE. parte de su territorio que, aunque se le ha- su salida de la CEE, pero nunca se forma-
Se negociaron estas reformas. La Co- ya concedido una amplia autonomía, si- lizó. Entra en la categoría de modificacio-
misión Europea hizo una propuesta: sim- gue siendo parte de la estructura de ese nes no expresamente previstas por el Tra-
plemente tres artículos para los tres trata- Estado”. Hoy, con la proliferación de polí- tado, pero aceptadas por interpretación.
dos (CEE, CECA, CEEA) que rezaban: ticas y programas y legislación comunita- La mención a Argelia sólo fue eliminada
“El presente Tratado no se aplica a Groen- ria, resultaría mucho más compleja la ne- del texto por el Tratado de Maastricht
landia”. Y la mención al Anexo IV, junto gociación de la salida de la jurisdicción de (TUE) en 1992, con la desaparición del
con algún ajuste más como un acuerdo de los Tratados de un territorio como Groen- art. 227. Fue un caso en que un Estado
pesca entre Groenlandia y la CEE, además landia, pese a tener una economía relativa- miembro modificó el alcance de su terri-
de un acuerdo de asociación. Groenlandia mente simple. torio tan sólo con el consentimiento tácito
quedó vinculada a la CEE por un acuerdo A diferencia de lo ocurrido con Gro- de los demás Estados.
de asociación especial, de una “forma mu- enlandia, cuando Dinamarca ingresó en la
tuamente armoniosa”, como señaló el Par- CEE, expresamente dejó fuera a las islas c) Alemania: unificación y entrada
lamento Europeo, que aprobó al respecto Faroe, pertenecientes al Reino, aunque de- Algo similar, desde el punto de vista jurí-
un dictamen no vinculante. Este Tratado jó abierta la posibilidad de su eventual dico, ocurrió con la unificación de Alema-

Nº 100 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA



33
ESCISIÓN Y PERMANENCIA EN LA UE

nia, con la incorporación de lo que antes del pueblo alemán y aceptaba la vía rápida general de los Servicios Jurídicos de la Co-
había sido territorio de un Estado distin- del artículo 23, con lo que algunos jefes misión Europea, ha considerado que “los
to, la República Democrática Alemana de Gobierno hacían de la necesidad virtud Estados miembros conservan el poder para
(RDA), no miembro de la UE. Ésta modi- y olvidaban sus reticencias iniciales a una definir el alcance de su territorio”6. Es,
ficó el alcance de su territorio, lo que no unificación acelerada y no tutelada inter- pues, al Estado miembro a quien corres-
implicó cambio en los tratados –pues el nacionalmente. ponde fijar su alcance territorial. Aunque
Estado miembro seguía siendo el mismo–, Los alemanes decidieron que los Tra- este principio debe ser complementado
aunque sí una compleja negociación sobre tados comunitarios serían aplicados tal por otro, según el cual el Estado no puede
adaptaciones y transiciones para la aplica- cual en todo nuevo territorio tras la unifi- hacerlo unilateralmente si ello implica mo-
ción de las políticas comunitarias en los cación, sin necesidad de renegociar su dificación de los tratados o de la aplicación
nuevos Länder del Este. También poste- contenido con la CE y de recibir el con- de la políticas comunitarias. Pues práctica
riormente hubo que negociar otros aspec- sentimiento de los demás Estados miem- establecida es que con los años se han crea-
tos, como la modificación en el Tratado bros. Alemania contaría con casi ochenta do unos vínculos jurídicos y políticos en la
de Maastricht el número de escaños en el millones de habitantes, pero conservaría UE que impiden la marcha atrás respecto a
Parlamento Europeo que correspondían a su mismo número de votos en el Consejo la pertenencia de un territorio. En este sen-
Alemania. y sus dos comisarios. Sólo con la reforma tido, no existe la posibilidad de una inapli-
La Ley Fundamental de Bonn ofrecía de Maastricht se rompió su igualdad con cación efectiva de normas comunitarias a
dos vías para la unificación, el artículo 23 los otros grandes de la UE y se le permitió través de una declaración unilateral, salvo
y el artículo 1465. Los alemanes eligieron a Alemania crecer en número de diputa- las salvaguardias por razones de seguridad
el artículo 23, ya que contemplaba la posi- dos europeos por encima de los demás. previstas en el propio Tratado.
bilidad de extender la vigencia de la Ley Desde la perspectiva del Derecho Co- Es decir, que la integración produce
Fundamental a otras partes de Alemania, munitario, las normas europeas se seguían efectos no sólo a través de la definición del
sin alterar su orden constitucional ni tam- aplicando en toda Alemania, de acuerdo territorio, sino esencialmente de la aplica-
poco los fundamentos jurídicos de su ad- con el antiguo artículo 227 del Tratado ción de políticas. Así, Canarias se incorpo-
hesión a la Comunidad Europea. El CE, que se limitaba a enumerar los terri- ró en 1986 a la CE como parte de España,
artículo 146 hubiera llevado a la redacción torios sujetos al derecho comunitario. Lo quedando exenta de la aplicación de algu-
de una nueva Constitución y a un debate único que variaba era la definición de la nas políticas comunes. Los posteriores
peliagudo sobre si se había creado un nue- extensión del territorio alemán, una cues- cambios en la situación comunitaria de Ca-
vo Estado a partir de los dos anteriores. Es tión de derecho interno y de Derecho In- narias han requerido la aprobación de to-
cierto que la mayoría de los constituciona- ternacional Público, pero que produjo una dos los Estados miembros de la UE.
listas alemanes opinaban que el 146 no alteración del estatuto jurídico de Alema- En este sentido, se está desarrollando
conducía a la fundación de un nuevo Es- nia en la CE. La CE adelantó al 1 de julio otro factor adicional que actúa en contra de
tado. De ser así, la nueva Alemania debe- de 1990 la vigencia en la antigua RDA de las posibilidades –e incluso del posible sen-
ría haber negociado su adhesión a la Co- las normas europeas que dan lugar a una tido– de las escisiones: el euro. En el Trata-
munidad Europea. unión aduanera, unos meses antes de la do de Maastricht que sirve de diseño jurídi-
El artículo 23, en cambio, permitía la unificación formal de las dos Alemanias. co-constitucional a la construcción de la
integración de la población y el territorio Con la unificación, Alemania pactó algu- Unión Económica y Monetaria se señalan
de la RDA en las instituciones federales nos periodos transitorios para la aplica- las posibles condiciones para la entrada en
existentes. La RDA quedaba disuelta y sin ción de normas europeas en los länder de el euro, pero no hay indicación alguna so-
Estado sucesor. El artículo 23 también era la antigua RDA, no acostumbrados al bre posibles salidas de un país de la Unión
de posible aplicación a “otras partes de funcionamiento del libre mercado y en Monetaria, algo que resultaría incluso más
Alemania”, pero en las negociaciones bila- una situación económica y social delicada. difícil una vez que esté en circulación el eu-
terales con Polonia se limitó esta vía. De ro físico en el 2002 y desaparezcan las de-
hecho, tras la unificación el artículo fue Los casos de Groenlandia, Argelia y Ale- nominaciones nacionales. Técnicamente, al
suprimido y las alusiones del Preámbulo mania son distintos al caso de escisión y constituirse en nuevo Estado, el territorio
de la Ley Fundamental a futuras unifica- permanencia e ingreso en la UE. Sin em- escindido dejaría de ser parte de la Unión
ciones fueron eliminadas. bargo, ilustran el principio de competen- Monetaria y tendría que renegociar su in-
Alemania recibió en su empresa unifi- cia nacional sobre modificaciones del te- greso, en caso de que lo quisiera, lo que le
cadora el apoyo decidido de la Comisión rritorio de un Estado miembro, con algu- obligaría a constituir (como, por cierto, lo
Europea, presidida entonces por Jacques nas limitaciones de derecho europeo, hizo Luxemburgo para participar en el Sis-
Delors, y del Parlamento Europeo, que re- pues, en dos de los casos, los otros Estados tema Europeo de Bancos Centrales) un
conoció el derecho de los alemanes del Es- miembros también tuvieron que dar su Banco Central propio y a cumplir los re-
te a formar parte de una Alemania y una consentimiento, mientras el de Argelia es quisitos que hubiere en ese momento, lo
Europa unidas. El Consejo Europeo de una situación de hechos consumados, pe- cual implica una nueva contabilidad nacio-
abril de 1990, celebrado en Dublín bajo ro que no planteaba problemas prácticos nal. En resumen, cabe señalar que el euro,
presidencia irlandesa, aprobó un Docu- pues era un territorio que se independizó además de relativizar el concepto de sobera-
mento sobre la unidad alemana, que reco- y se salió de la UE. nía en materia monetaria, es un factor su-
nocía el derecho a la autodeterminación Estas limitaciones no impiden que un plementario en contra de las escisiones en
Estado expulse una parte de su territorio, la UE por los elevados costes de transacción
pues a él le corresponde la definición de su
5 Marco Sanz Arribas: tesina, Instituto Ortega y alcance geográfico. Un jurista de renombre
Gasset, Madrid, junio de 1999. cómo C. D. Ehlerman, antiguo director 6 En Hjatlte Rasmussen: op.cit.

34 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA Nº 100



A N D R É S O R T E G A /JOSÉ M. DE AREILZA

que supone salir y entrar de nuevo en la mientras conserve el Estado su carácter de- contenido el sentido de la autodetermina-
moneda única, para lo que habría que crear mocrático y no haya una mayoría en todo el ción. Además, los Estados miembros de la
un banco central, aprobar nuevas normas y Estado a favor de la división en cuestión. En Unión Europea no pueden atribuir el de-
cumplir antiguos o nuevos criterios de con- el conjunto de Europa el derecho de auto- recho de autodeterminación a un “pueblo”
vergencia o de funcionamiento. determinación está sumamente limitado. La de uno de ellos sin negar validez al artícu-
Pero lo más importante es que la Carta de Naciones Unidas recoge tal dere- lo 6 del Tratado, que versa sobre la vigen-
Unión no decide sobre posibles mutacio- cho, como principio en sus artículos 1 y 55, cia de la libertad y la democracia en un
nes de los territorios nacionales. Sólo so- y se pueden citar otros textos en un debate Estado miembro y el respeto de la Unión
bre sus consecuencias para la UE. No hay siempre polémico sobre si este derecho se a las identidades nacionales.
territorios miembros de la UE, sino Esta- refiere sólo a la descolonización o no. Limi- Sólo si existe una situación patológica
dos. Ahora bien, una escisión genera ex- tándonos a Europa, habría que hacer refe- que amenaza la paz internacional se puede
pectativas. Formalmente, hasta que la re- rencia al Acta Final de Helsinki de 1975, re- plantear a la vez la reclamación del derecho
gión escindida se constituyera en Estado, validada en varias ocasiones, la última en y la capacidad de ser titular del mismo. En
un proceso que sería arduo, no estaría en Estambul en 1999. No es un tratado pro- la práctica internacional, se ha entendido
situación de poder ser, o de volver a ser, piamente dicho, pero las alusiones a ella son como situación dramática la existencia de
territorio de la Unión. En lo que sigue se constantes en todos los debates europeos. represión o violencia por parte del Estado
estudiarán las condiciones de la escisión y Ese texto, habla del “principio de la igual- en el que se inscriben los territorios o la do-
las de la vinculación (mediante permanen- dad de derechos y libre determinación de minación extranjera. Pero no hay ni siquie-
cia o incorporación) del nuevo Estado. los pueblos”, aunque no habla del problema ra un criterio general y más bien lo que
central de qué es lo que constituye un pue- existe es una presunción jurídica en contra,
Escisión y constitución blo. Y posteriormente, limita el derecho de difícil de vencer mientras el Estado no
de un nuevo Estado autodeterminación con dos principios com- atente contra la dignidad humana de los
Las normas aplicables a una escisión serí- plementarios con una fuerza que no reco- habitantes de esa comunidad territorial. En
an, en primer lugar, las normas constitu- gen otros textos internacionales: el principio ese sentido, si no se ha desencadenado el
cionales del Estado al que pertenece la re- de la integridad territorial de los Estados, y mecanismo de suspensión de derechos de
gión que se escinde. La situación más fa- el principio de la inviolabilidad de las fron- pertenencia de un Estado en la UE, previs-
vorable a la escisión es que por mayoría se teras (no “inmutabilidad”, justamente por- to en el ya citado artículo 7, no hay com-
haya dado un status y un procedimiento que la República Federal de Alemania no probación jurídica de situación fáctica que
constitucional a las comunidades territo- quiso renunciar a la posibilidad de una uni- avale un ejercicio de autodeterminación.
riales para que ejerzan de un modo con- ficación que eventualmente llegó).
creto este derecho. Como el ejercicio del Evidentemente, lo ocurrido en la par- Un nuevo Estado europeo:
derecho de autodeterminación por parte te oriental de la OSCE (Organización pa- ¿adhesión o permanencia?
de Alemania, aunque en este caso se ejer- ra la Seguridad y la Cooperación en Euro- En la hipótesis de que el nuevo Estado ha-
ciera en un sentido contrario: para la uni- pa), con la desaparición de la Unión So- ya sido reconocido por el viejo y por los
ficación. Pero una vez escindido el territo- viética, la explosión de Yugoslavia, la restantes miembros de la Unión, es cuan-
rio, tanto la incorporación como la per- separación de la República Checa y Eslo- do se plantea la cuestión de si puede per-
manencia en la UE del mismo requiere la vaquia, han puesto a prueba estos princi- manecer en ella o debe pasar por una ad-
constitución sobre él de un nuevo Estado. pios. Pero se mantienen. Y, de hecho, se hesión, como cualquier país candidato. La
Un nuevo sujeto de derecho internacional ha venido fortaleciendo en la Europa co- permanencia formal, como se ha indica-
Estos dos pasos, la escisión de un te- munitaria un régimen antisecesionista, ba- do, es imposible porque el territorio escin-
rritorio perteneciente a un Estado miem- sado en principios interrelacionados: la in- dido sólo puede planteársela una vez ha
bro de la UE y la constitución en él de un tegridad territorial; la inviolabilidad de las logrado constituirse en un nuevo Estado
nuevo Estado, se regulan también por fronteras de acuerdo con el Acta Final de independiente. A partir de ese momento
normas de Derecho Internacional Públi- Helsinki de 1975; el hecho de que la UE su deseo de permanencia no evita que for-
co. En la Europa Central y Oriental y en no contemple escisiones territoriales; el malmente lo que se plantee sea una adhe-
la ex URSS, tras 1989 se han multiplicado respeto a “la identidad nacional de los Es- sión o incorporación, aunque se trate de
las escisiones por la fuerza de las armas o tados miembros” recogido en el Tratado una incorporación cualificada (en el senti-
de los hechos. Pero tales escisiones han re- de la Unión, e irónicamente7, el propio do de que el territorio formaba parte ante-
querido también un reconocimiento inter- principio de autodeterminación –con sus riormente de la UE, de su mercado único,
nacional y el respeto al derecho interna- limitaciones– que los secesionistas invo- y aplicaba sus políticas comunes).
cional. Y dicha normativa no está diseña- can, pues sigue sin definirse quién es el yo Es muy probable que en el caso de que
da para facilitar una independencia que ejercería el derecho a la autodetermi- el territorio escindido de un Estado miem-
unilateral. nación. Cabe afirmar, pues, que en la UE bro, éste afirmase desde el primer momen-
En general, toda escisión requiere for- no existe un derecho de autodetermina- to su pertenencia a la UE y buscara tan só-
malmente y en principio la aceptación del ción para ejercer la secesión. La propia lo hacer los ajustes necesarios para poder
Estado de origen –o de los Estados de ori- existencia y evolución de la UE vacían de funcionar como nuevo Estado miembro.
gen si implica a varios de ellos–, incluso, en Pero el mecanismo jurídico que se desen-
el ejercicio del llamado derecho de autode- cadenaría sería el mismo de las ampliacio-
7
terminación. La situación del derecho a la Alexis Heraclides,:’Ethonational and Separatist nes, aunque se consiguiese un reconoci-
autodeterminación en el derecho interna- Conflict Settlement and the Case of Kosovo’, en Tha- miento por parte de las instituciones euro-
nos Veremis and Evangelos Kofos (eds.), Kosovo: Avoi-
cional contemporáneo no avala una escisión ding another Balkan War. Hellenic Foundation for Eu- peas y de los Estados miembros del
de un territorio de un Estado de la UE ropean and Foreign Policy, Atenas, 1998. derecho del territorio escindido a “perma-

Nº 100 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA



35
ESCISIÓN Y PERMANENCIA EN LA UE

necer” políticamente en la UE. En este ca- y sus Estados facilitasen la integración del posibles de cualquier acuerdo político que
so, sería decisiva la actitud de los distintos nuevo Estado dependería de una serie de facilite la adhesión del nuevo Estado. Una
actores en esta negociación, que estaría in- factores sobre cómo afectaría esta escisión serie encadenada de escisiones debilitaría a
fluida por consideraciones institucionales, a la UE misma. Como se ha indicado, to- los Estados miembros de la UE y, por tan-
económicas y políticas que describimos a da modificación en el número de Estados to, a su capacidad de llevar adelante en el
continuación, especialmente, la del Estado miembros requiere una decisión por una- proyecto europeo y su profundización. Lo
de origen y la de los otros Estados miem- nimidad, lo que equivale a un derecho de mismo puede decirse de un aumento aún
bros. veto para el Estado sucesor y para los otros mayor del número de países candidatos:
Estados miembros (incluidos los Parla- los actuales 13 aspirantes ya plantean una
La actitud del Estado de origen mentos nacionales), y para el Parlamento serie de problemas de difícil resolución.
En teoría, tras una escisión habría un nue- Europeo. Es importante subrayar, a la vista de la
vo Estado, mientras que el viejo conserva- Desde un punto de vista práctico, en práctica de negociaciones de ampliación,
ría su personalidad internacional y euro- el seno de las instituciones europeas, se pasadas y presentes, que no se trata tanto
pea. Estaría muy claro en el caso de la esci- plantearían algunos problemas importan- de una negociación contractual entre el
sión de una parte menor, principalmente tes. Habría que negociar la aplicación de país candidato y la UE, algo de por sí
en términos de población, como el País las diversas políticas al Estado de origen y complejo si tenemos en cuenta el número
Vasco o Cataluña, respecto a España, o Es- al nuevo Estado, y las modificaciones insti- de áreas en las que legisla la Unión, sino de
cocia, respecto al Reino Unido. Si la crea- tucionales oportunas. Tomemos un ejem- un examen más riguroso para la aplicación
ción del nuevo Estado implica la desapa- plo: los votos en el Consejo de Ministros. plena de todo el acervo comunitario. Aun-
rición del Estado anterior, nacerían al me- En la situación actual, sería difícilmente que existiese un acuerdo político para faci-
nos dos Estados, ninguno de los cuales sería concebible que en el futuro previsible, por litar esta permanencia, la dinámica propia
parte de la UE. Bélgica es un caso siempre ejemplo, en caso de escisión de Escocia, a que supone negociar una ampliación pon-
citado en este sentido. Una hipotética rup- la suma del Reino Unido (sin Escocia) más dría en una posición débil al candidato a
tura de Bélgica sería un caso de escisión si el nuevo Estado escocés independiente, se permanecer como territorio y convertirse
la región flamenca acaba por separarse de la le otorgaran más votos (o más eurodiputa- en Estado miembro. Estamos ante una so-
valona y se constituye en Estado, mientras dos) que al antiguo Reino Unido, porque licitud de entrada en un club que no va a
que los valones reclaman para sí la estatali- significaría que los otros Estados miembros cambiar sus reglas de funcionamiento para
dad belga, con su pertenencia automática a tendrían que quitarse votos o escaños o facilitar la adhesión de un nuevo Estado
la UE. Pero también podría ocurrir como perder peso relativo por la incapacidad de resultante de una escisión. Pues al margen
caso de ruptura y desaparición de un Esta- un Estado de mantenerse unido. El reparto de razones institucionales prácticas que di-
do, el belga, e intento de permanencia en la tendría que hacerse entre el Estado de ori- ficultan una escisión más adhesión, existen
UE de sus partes integrantes, una vez cons- gen y el nuevo Estado. Así, ante una hipo- razones políticas europeas para poner fre-
tituidas en nuevos Estados. tética separación de Cataluña, si ésta tiene no a tal posibilidad tanto desde los Esta-
Toda modificación de los Tratados –y seis millones de habitantes (es decir, 1/6 dos miembros como desde las institucio-
el número de Estados miembros es una parte del total de España), y si los ocho vo- nes europeas.
modificación sustantiva– exige un acuerdo tos de España en el Consejo se repartieran Los ideales de paz, prosperidad econó-
por unanimidad de los Estados miembros. proporcionalmente, le correspondería a mica compartida y supranacionalidad, en
El Estado o los Estados de origen, como los Cataluña uno o dos, y a la nueva España los que se funda la Unión Europea y sin los
otros Estados miembros, dispondría de esta seis o siete. Se daría la paradoja de que Ca- cuales no se entiende la evolución del
palanca, pues se requiere su aceptación. In- taluña con seis millones de habitantes ten- proceso integrador hasta nuestros días,
cluso, a partir del Tratado de Amsterdam, dría menos votos que Finlandia con tres son contrarios a que estallen los Estados
requeriría no sólo el acuerdo de los Estados, votos y un millón menos de habitantes. miembros o a que se facilite en algún mo-
sino también, del Parlamento Europeo, y, Hay que señalar, sin embargo, que la solu- do estas tendencias. La Unión pone en
por supuesto, la ratificación en todos los ción de este problema podría facilitarse si marcha un proceso de civilización y de re-
Parlamentos nacionales y la aprobación en la reforma de la UE avanzara en el sentido lación entre los pueblos europeos que la
referéndum en algunos países. En caso de de eliminar votos por países a favor de de- fundan o se adhieren posteriormente a
escisión, el Estado de origen tendría un do- cisiones que combinaran número de Esta- ella. Transforma el poder de los Estados y
ble veto, sobre la creación de un nuevo Es- dos y población. sus excesos nacionalistas, en beneficio de
tado (siempre que sea en condiciones pací- Las escisiones supondrían un aumento las sociedades que componen estos Esta-
ficas) y sobre la adhesión del nuevo Estado del número de Estados pequeños y agrava- dos. Pero en ningún momento pretende
a la Unión. Probablemente, la negociación rían el problema que supone el desequili- dividir a sus Estados miembros, sino todo
principal sobre el nuevo ingreso en la UE brio institucional a favor de estos últimos lo contrario: el ideario de la integración
sería entre el Estado escindido y el Estado y en contra de los grandes. Ahora bien, es- refuerza la identidad estatal, sometiéndola,
de origen, pues habrían de repartirse los ac- te desequilibrio está también provocando eso sí, a la disciplina comunitaria y favore-
tivos, institucionales y financieros, existen- la aparición, en la práctica, de un directo- ciendo su evolución hacia la convivencia
tes. El Estado de origen podría mantener la rio formado por los grandes: al menos Ale- fructífera con otras identidades naciona-
posición de no querer perder peso institu- mania, Francia y el Reino Unido. Una es- les, mediante las cláusulas de no discrimi-
cional o recursos comunitarios. cisión en cualquiera de ellos restaría fuerza nación, libre circulación o sus normas de
al Estado de origen. creación de un mercado interior y unas
La actitud de los restantes El riesgo de contagio en otros Estados políticas comunes en muchos sectores. La
Estados miembros miembros y nuevas escisiones en sus terri- UE relativiza el concepto clásico de sobe-
La posibilidad de que políticamente la UE torios limita los términos de benevolencia ranía, y por ello mismo, el de escisión. En

36 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA Nº 100



A N D R É S O R T E G A /JOSÉ M. DE AREILZA

nuestra sociedad europea, compleja y su acceso a las distintas políticas comuni- a través de la adopción por el nuevo terri-
abierta, las identidades tienen saludables tarias y europeas. Para que se incorporara torio de la forma de Estado se puede plan-
zonas grises, repartidas entre unas comu- el territorio escindido al mercado interior tear su relación plena con la UE.
nidades políticas y otras, y conviven con el al que antes permanecía, debería crear au- Si se diese el caso de que el territorio
pluralismo de lealtades. toridades de normalización y reconoci- escindido se constituyera en nuevo Esta-
Hay un ejemplo de relativización de la miento. El nuevo Estado debería legislar do, con el beneplácito del Estado de ori-
soberanía con la pertenencia a la UE que masivamente para convertir y adaptar las gen y de los demás Estados miembros que
viene aquí al caso. El proceso de paz, aun- anteriores normas nacionales que transpo- lo reconocen, lo que se plantea jurídica-
que difícil, en el Ulster no sería posible si nían el derecho europeo en normas suyas. mente es una adhesión, al ser una modifi-
Irlanda o el Reino Unido no pertenecieran Aparte del esfuerzo legislador, cabria ima- cación sustantiva de los Tratados. Para ello
a la UE, diluyendo la cuestión de la sobe- ginar que en la negociación con la UE, se es necesario de nuevo el consentimiento
ranía (y aportando en los últimos cinco le exigiera a este nuevo socio que cediera del Estado de origen y de los demás Esta-
años, 400 millones de dólares, condicio- en algunas de las ventajas ya ganadas por dos miembros y del Parlamento Europeo.
nados a la creación de proyectos interco- el Estado miembro al que pertenecía. Esto En la hipotética negociación aparece un
munitarios, especialmente en el sector no puede ocurrir en asuntos tan importantes cúmulo de problemas institucionales y de
gubernamental). Ha funcionado, al pare- como los niveles de ayudas públicas o de acceso a políticas europeas del nuevo Esta-
cer, bastante bien. También dos funciona- incentivos fiscales, por citar un ejemplo, do candidato. También planea el riesgo de
rios de la Comisión tuvieron una cierta por lo que el nuevo Estado podría tener contagio en otros Estados miembros que
contribución al debate norirlandés, al pro- interés en solicitar periodos transitorios o temen escisiones en su territorio. Todo
poner en 1994 la posibilidad de utilizar excepciones en algunas materias para ello refuerza la tesis de que con las escisio-
para el Ulster el modelo institucional de la adaptar mejor su estructura productiva a nes, todos pierden. El nuevo Estado
UE, con una Comisión y un Consejo de la competencia europea, sin por ello, rom- miembro no obtendría beneficios y estaría
Ministros, para Irlanda del Norte, Reino per el mercado único. En tal negociación, haciendo un sacrificio de intereses objeti-
Unido e Irlanda, que tiene algo que ver se podrían perder posiciones duramente vos en aras de una pasión.
con las instituciones que se crearon a raíz obtenidas por el antiguo Estado al que En definitiva, la opción de escisión y
del acuerdo de Stormont del 10 de abril pertenecían. Además, la aplicación de permanencia no respeta las reglas del jue-
de 19988. otras políticas, especialmente las estructu- go. La de escisión y adhesión a la UE no
rales, requeriría una dura negociación, al es fácil de imaginar en una situación pací-
La capacidad de negociación partirse de una nueva situación de niveles fica y no resiste un análisis racional coste-
del nuevo Estado de renta en ese territorio, lo cual puede beneficio. Y si se formula esta opción co-
“La UE ofrece un objetivo ilusorio a los suponer su no acceso a algunos fondos de mo un ideal, por encima del cálculo de in-
movimientos separatistas regionales que los que antes participaba o, en el caso de tereses, acaba desembocando en la ironía
estiman poder negociar solos”, estima Pa- que el nuevo Estado sea más pobre que el de que su cumplimiento es más decepcio-
trick McCarthy9. Con una escisión no só- anterior, una negociación desde fuera de la nante que su no obtención. ■
lo perdería peso institucional y político el Unión, siendo comparado con Estados
Estado de origen y miembro, sino tam- candidatos de Europa del Este con rentas, [Los autores quieren a agradecer al profesor Fran-
bién el nuevo Estado creado, incluso, aun- previsiblemente, mucho más bajas y en cisco Rubio Llorente su impulso en la elaboración
de este trabajo].
que aumente sus márgenes de maniobra unos años en los que reina la austeridad
para alianzas. Cabe subrayar lo difícil que presupuestaria europea. Baste un ejemplo:
ha sido para cualquier Estado nuevo y pe- ni Cataluña ni el País Vasco tendrían acce-
queño convertirse en interlocutor perma- so al Fondo de Cohesión.
nente de los demás y de las instituciones
europeas y tener un aparato administrati- Conclusiones
vo eficaz y preparado para negociar en to- El juicio de idoneidad de una escisión de-
dos los niveles europeos y en su momento be hacerse después del de posibilidad, y
presidir la UE, entre otras consideracio- hay que precisar que se haría desde una
nes. El anverso es que el Estado se refuerza perspectiva que no es la del nuevo Estado.
también hacia el interior por su capacidad La hipótesis de escisión y, luego, perma-
de negociar hacia el exterior y, especial- nencia o adhesión, va en contra de los fi-
mente, como categoría especial, en el te- nes de la Comunidad y no beneficia a na-
rreno europeo. Es lo que hace un tiempo die, empezando por el propio territorio es-
se venía a llamar el Estado estratega y hoy se cindido. Éste tendría que hacer frente al
vuelve a bautizar, con un concepto más doble veto del Estado sucesor, primero pa-
amplio que no es sólo exterior, sino tam- ra poder constituirse en Estado y luego
bién interior, como el Estado negociador. para poder adherirse a la Unión, ya que en
El nuevo Estado tendría que negociar ningún caso permanecería automática-
mente en ella, sino que formalmente ten-
dría que ingresar. La escisión es en sí muy
8 Andrés Ortega es periodista. Autor de La razón
‘EU´s Little Reported yet Significant Contribu- difícil: jurídicamente, no hay posibilidad de Europa.
tion’, Patrick Smith, The Irish Times. 17 de abril de de escisión unilateral en una situación pa-
1999. José M. de Areilza es profesor de Derecho
9 En Anne Marie Le Gloannec (ed): Entre Union cífica. Si se consigue, la escisión no lleva a
Comunitario en el Instituto Universitario José Or-
et Nation, L´État en Europe, París 1998. la permanencia en la Unión, porque sólo tega y Gasset.

Nº 100 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA



37
LOCALISMO COSMOPOLITA
Y MESOGOBIERNOS
LUIS MORENO

El hombre es un animal de cercanías estatal y formación nacional en el desarrollo de autoridad estatal a los mercados inter-
Francisco Murillo de los Estados modernos, las relaciones gu- nacionales se ha efectuado en paralelo con
bernamentales en el seno de los Estados un aumento de la capacidad de influencia
n el umbral del tercer milenio, los ciu- contemporáneos, y la crisis de legitimidad de los mesogobiernos en áreas acotadas tra-
dadanos confrontan un escenario de de las instituciones políticas del Estado-na- dicionalmente a las administraciones esta-
acelerado cambio social. Los efectos ción han pasado a ocupar un lugar preemi- tales. Los mesogobiernos desarrollan su ac-
de los últimos desarrollos tecnológicos se nente en análisis y prescripciones. ción institucional en el nivel intermedio
dejan sentir en un refuerzo “descendente” Naturalmente la dimensión funcional entre lo local y estatal, y con una partici-
de las identidades societarias y en un forta- de la sociedad incide en todos los aspectos de pación directa en la economía internacio-
lecimiento “ascendente” de la mundializa- las organizaciones humanas. Los alinea- nal. La renovación de la vida comunitaria
ción de la economía. Ambas tendencias mientos y fracturas de clase, grupo y géne- en los niveles mesogubernamentales ha co-
conllevan elementos de incertidumbre y ro son factores estructurantes de la vida so- rrespondido con un creciente rechazo a la
condicionan las evoluciones de las demo- cial. Pero los elementos de identidad y te- centralización característica de los Estados
cracias europeas posindustriales1. Más allá rritorio han cobrado protagonismo como unitarios, y con un refuerzo proactivo de las
de la perenne pugna entre lo individual y lo responsables de la cohesión y dispersión so- culturas subestatales y de sus identidades
colectivo, asistimos a una reedición de la ciopolíticas contemporáneas. Además, los “proyecto”3.
vieja dicotomía entre lo propio y lo ajeno. ciudadanos muestran su disposición a inte- Los mesogobiernos ya no dependen
A resultas de ello, las identidades ciudada- grar complementariamente identidades va- necesariamente de la acción “racionaliza-
nas se hallan sometidas a un proceso de re- rias correspondientes a los diversos contex- dora” de las élites centrales y de los pro-
definición con derivaciones para la cultura tos económicos, políticos y sociales de las gramas de formación estatal característi-
política, la vida ciudadana, la movilización instituciones (municipales, regionales, na- cos de los siglos XIX y XX. El nivel inter-
social y el entramado institucional. cionales, supraestatales). Tal fenómeno de medio de la acción política cuenta con su
Subyace en el vigente proceso de trans- solapamiento identitario facilita el acuerdo propia burocracia e intelligentsia que sirven
formación social un énfasis en lo espacial. y la cooperación para superar conflictos y de “puente” entre lo local y lo global. En
Conceptos tradicionalmente orillados en enfrentamientos en países de composición realidad, su legitimidad se fundamenta en
los debates académicos contemporáneos, plural. El caso de España es un buen ejem- un tipo de localismo cosmopolita que se ma-
tales como los de autonomía, descentraliza- plo de ello. Su dinamismo institucional y el nifiesta no sólo en naciones minoritarias
ción o identidades etnoterritoriales, son establecimiento de nuevas arenas de inicia- que forman parte de un Estado plural (Ca-
ahora objeto de una febril revisión. Hasta la tivas económicas y sociales en el ámbito de taluña, Escocia), sino en regiones (Lan-
fecha, el interés predominante de científicos las comunidades autónomas confirma su guedoc, Véneto) o áreas metropolitanas
sociales y decisores públicos (policy makers) aggiornamento como país integrador de (Berlín, Bruselas). Estas dos últimas mani-
se había concentrado en la discusión sobre identidades en el proceso de europeización.
la eficacia y eficiencia de las instituciones es- Proceso que atiende a dos principios ya con-
tatales en la provisión de los servicios ciu- sagrados en el ordenamiento constitucio-
“desregularizadoras” anglonorteamericanas no se basan
dadanos. Ahora los enfoques teóricos han fi- nal español: la subsidiariedad y la exigencia en la evidencia empírica. Es más, se arguye que los pro-
jado su atención analítica en otras conside- democrática (democratic accountability). cesos de readaptación confrontados por los Estados de
raciones. Los procesos de construcción No cabe duda que el marco estatal asis- bienestar (en el primer mundo) deben adecuarse indi-
vidualmente a sus propias peculiaridades nacionales,
te a una pérdida progresiva de su soberanía. económicas, políticas y sociales, evitando confundir glo-
La incidencia de la mundialización econó- balización con la universalización de la experiencia nor-
1 El posindustrialismo pretende significar que los teamericana (Fligstein, 1998).
mica en dicho proceso es crucial, aunque es 3 Para Manuel Castells (1997) las identidades pro-
cambios en la economía productiva implican mutacio-
nes trascendentales en la estructura social de las demo-
de naturaleza más preceptiva que real yecto no parecen surgir de las antiguas identidades in-
cracias avanzadas (Esping-Andersen, 1999). En realidad, (Strange, 1995)2. Sin embargo, el trasvase cardinadas en la sociedad civil de la era industrial sino
las “sociedades posindustriales” reflejan nuevas formas del desarrollo de las identidades resistencia actuales. El
de “industrialismo avanzado”, las cuales son resultado de argumento es circular y referido al caso de EE UU. En
los cambios tecnológicos y de un transvase productivo el país norteamericano no cabe hablar de identidades et-
desde los sectores manufactureros al de servicios y, es- 2 Se sostiene, alternativamente, que las tesis de la noterritoriales, las cuales sí están fuertemente arraigadas
pecialmente, al de telecomunicación. globalización económica y las prescripciones políticas en el Viejo Continente y se “proyectan” hacia el futuro.

38 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA Nº 100



festaciones del localismo cosmopolita pa- estatales poseen una mayor incidencia su- jo Estado nacional liberal5. La discontinui-
recen seguir pautas de revitalización de pra y subestatal4. Simultáneamente, los eu- dad y heterogeneidad de los entramados
pasadas y florecientes comunidades políti- ropeos traducen institucionalmente sus afi- sociales auspician que identidades diversas
cas (Estados-ciudad transalpinos, manco- liaciones identitarias de forma que se posi- interactúen entre sí de una manera a me-
munidad hanseática, principados centro- bilite un acceso más efectivo de la sociedad nudo impredecible.
europeos). Empero, y en contraste con el civil a la formación de decisiones políticas. Según los análisis normativos de las in-
periodo renacentista, existen ahora unos Es precisamente en el nivel mesocomuni- fluyentes escuelas funcionalistas norteame-
intereses socioeconómicos comunes y unas tario donde el grado de congruencia entre ricanas, la modernización y el progreso uni-
instituciones compartidas en el seno de la lo particular y lo general aparece como más versal requerían de una integración asimi-
Unión Europea. fructífero. Una mayoría de comunidades lacionista6. Con la aceleración de la cons-
Aún de forma gradual y tenue, la ma- autónomas, länder, regioni, naciones sin Es- trucción estatal en los siglos XVIII y XIX por
yoría de los países comunitarios han inte- tado o conurbaciones sustentan su acción la extensión del liberalismo burgués y el
riorizado las instituciones europeas como institucional en un localismo cosmopolita capitalismo industrial, se provocaría una
parte integral de su vida económica, políti- que aparece como mejor pertrechado para asimilación homogeneizadora de tipo cul-
ca y social. La Comisión, el Parlamento, el conciliar crecimiento económico y progre- tural, político y económico dentro de los lí-
Tribunal de Justicia, el Convenio de Schen- so social. mites geográficos de la organización estatal
gen, y la adopción del euro como moneda en ciernes. Consiguientemente, las dife-
común son referentes institucionales de pri- Identidades societarias rencias etnoterritoriales en el seno de los
mera magnitud en la vida cotidiana de los y mundialización económica Estados serían, paulatinamente, sustituidas
ciudadanos de la Unión Económica y Mo- La modernización trajo junto con el Esta-
netaria. Incluso áreas de actuación históri- do-nación la asunción de una identidad
camente reservadas a los niveles centrales ciudadana omniabarcante enraizada en los 5 Recuérdese, tal y como ha señalado Yael Tamir

órdenes cívico y cultural. En el tránsito ha- (1993), que la mayoría de los postulados liberales son
cia el tercer milenio, tal tipo de identidad se nacionalistas estatalistas.
6 Estos teóricos funcionalistas, en sus variantes
4 Debe recordarse que dichos procesos se han de- encuentra en reflujo. Al tiempo que la iden- conductista y difusionista, han sido beligerantes ahisto-
sarrollado en Europa durante un largo periodo de creci- tidad nacional estatal ha sido corroída por ricistas. Para ellos la historia es una mera sucesión de
miento económico estable, caracterizado por la ausencia las fuerzas de la globalización, su funcio- eventos que, merced a la ausencia de replicabilidad, no
de guerras, excepción hecha de los últimos conflictos permite comparaciones y generalizaciones. Asocian la
bélicos en la península Balcánica. Algunos autores, no
nalidad ha quedado expuesta a procesos de historia, además, con sociedades primitivas y premo-
obstante, opinan que la potencialidad de escenarios pe- fragmentación, competición y elementos dernas, por lo que su estudio debería dejarse a los an-
simistas puede estar a la vuelta de la esquina. Las siem- superpuestos de una múltiple y variada ín- tropólogos culturales. Naturalmente, el énfasis cuanti-
pre latentes rivalidades entre los Estados-nación, con- dole. Además, un fortalecimiento de las tativo y neopositivista está implícito en estas considera-
flictos comerciales entre las regiones mundiales, el in- ciones, constituyendo uno de los rasgos más carac-
cremento del fundamentalismo religioso y la xenofobia, identidades locales, regionales y nacionales terístico de la contemporánea ciencia social estadouni-
son potencialmente explosivas (Chomsky, 1994). minoritarias es patente en el marco del vie- dense (Safran, 1987).

Nº 100 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA



39
LOCALISMO COSMOPOLITA Y MESOGOBIERNOS

por una nueva hornada de conflictos fun- lización unitaria durante los siglos XIX y ción de la democracia al facilitar un acceso
cionales, especialmente, de tipo material XX, no es menos cierta la pervivencia de más efectivo de la sociedad civil a la for-
interclasista. El curso de la historia, lejos de profundos ligámenes afectivos de los ciu- mación de decisiones políticas e institucio-
corroborar semejantes asertos, los ha falsa- dadanos a sus nacionalidades y regiones nales. En el caso de España, este último
do repetidamente. Así ha quedado amplia- (Linz, 1973). proceso se articula mediante una federali-
mente constatado con el resurgir de los Alrededor de tres cuartas partes de los zación de su diversidad etnoterritorial (Mo-
movimientos etnoterritoriales en Europa. ciudadanos españoles se adscriben sin ex- reno, 1997a).
Para los científicos sociales el problema clusiones a ambos ámbitos espaciales: na-
surge a la hora de establecer líneas divisorias cional/estatal o español, y etnoterritorial o Nexo común, efectos diversos
en la autoidentificación de los ciudadanos, autonómico7. En realidad, la doble nacio- En el mundo contemporáneo, los mitos
así como en la interpretación de las causas nalidad manifestada en una lealtad com- étnicos y las pertenencias grupales siguen
de movilización política que se relacionan partida a las instituciones estatales y su- constituyendo el trasfondo de buena parte
con las identidades territoriales. En reali- bestatales, y ligada al modo de identidad de los anhelos de la ciudadanía. En particu-
dad, existen identidades múltiples compati- dual de los españoles, refleja el solapa- lar, las sociedades de la Europa meridional
bles en diversos grados y sujetas a una cons- miento entre lo general y lo particular. Se parecen reforzar lazos seculares de integra-
tante interiorización por los miembros de produce así una congruencia espontánea y ción en el seno de la familia8, o persiguen
los grupos de adscripción. Como puede ser simultánea entre lo español y lo andaluz, recrear viejos ámbitos culturales y políti-
el caso de la identidad europea, los niveles catalán, vasco, etcétera. Ha sido determi- cos en los niveles subestatales.
supranacionales de pertenencia pueden in- nante en este proceso de compatibilidades La revolución informacional reproduce
tegrar complementariamente identidades identitarias la transformación del hiper- viejas divisiones entre participantes “acti-
municipales, regionales, nacionales y esta- centralista Estado franquista en otro des- vos” (clases medias urbanas y con niveles
tales. Esta combinación identitaria está en centralizado, donde autonomía y solidari- educativos altos, principalmente) y “pasi-
la base de la articulación de instituciones dad son fundamentos de la convivencia vos” (clases subordinadas y con instrucción
que cooperan en diversos niveles adminis- democrática. básica, mayores y población rural). Sin em-
trativos y que comparten viejas soberanías Deben tomarse en cuenta, igualmente, bargo, en los países desarrollados el acceso
y ámbitos de organización política. las relaciones de interacción intergrupal en a los nuevos instrumentos de comunica-
En el caso de España, la persistencia el seno de los Estados. El acuerdo y la coo- ción no posee un carácter socialmente res-
de una identidad dual o doble nacionalidad peración etnoterritorial no sólo constitu- tringido y su costo material no supone un
revela la naturaleza ambivalente de sus re- yen una manera de superar conflictos y en- impedimento para una gran mayoría de
laciones etnoterritoriales. Los peculiares frentamientos en politeyas de composición
procesos de construcción estatal y forma- plural, sino que auspician una profundiza-
ción nacional en la historia moderna de 8 Según los resultados de la investigación dirigida
España explican en gran parte cómo los por Tomás Calvo, casi tres cuartas partes de los escola-
ciudadanos se autoidentifican en el marco res españoles consideraban a la familia como la fuente de
7 Adoptamos la terminología de español y autonó- socialización principal y en “… donde se dicen las cosas
de las comunidades autónomas. Si bien es
mico para hacer más gráfica su comprensión al lector. más importantes para la orientación en la vida”. En se-
patente el carácter nacional del Estado es- Naturalmente, y desde un punto de vista constitucional, gundo lugar, pero a más de cincuenta puntos, figuraba
pañol, fruto principalmente de la naciona- lo autonómico es igualmente español. la escuela (El País, 3 de febrero de 1998).

40 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA Nº 100



LUIS MORENO

sus consumidores. Ello ha favorecido una mo de sus respectivas sociedades civiles. midades políticas (municipio, región, na-
difusión informacional que contribuye no Los ejemplos en la Europa occidental no ción, Estado, Unión Europea).
sólo a la preservación de culturas minori- se manifiestan sólo electoralmente (CiU-
tarias, sino a su conocimiento por parte de Cataluña, CSU-Baviera, Lega-Padania, Los mesogobiernos en España:
otras. La existencia de pueblos integrados SNP-Escocia). También los movimientos actores de movilización política
en Estados nacionales se ha hecho más vi- sociales y los agentes de desarrollo local España, un estado de composición plural,
sible para el gran público. encuentran un contexto flexible y ágil a asiste en el tránsito al tercer milenio a la
A su vez, la globalización implica una las necesidades cambiantes impuestas por institucionalización en clave federal de su
relativa superación del Estado-nación como la revolución informacional (Madrid me- organización política territorial. La reorga-
arena central en la que se ha venido repre- tropolitano, París-Île de France, Greater nización territorial y política del Estado de
sentando la trama de vida económica du- Londres, región de Bruselas). En estos las autonomías ha generalizado en España
rante las dos últimas centurias. El Estado- ámbitos las identidades territoriales no unas relaciones de concurrencia múltiple et-
nación asiste como espectador, en muchas poseen una base necesariamente étnica. noterritorial (Moreno, 1997b). Sus rasgos
ocasiones pasivo, a la vorágine de las tran- Junto a su vocación como urbes cosmo- constitutivos incorporan elementos políti-
sacciones financieras planetarias. Su antaño politas convive una aspiración por desa- cos, sociales y económicos en un modo di-
influyente política económica debe tener rrollar culturas cívicas a la vez locales y námico, y condicionan los escenarios de
ahora en cuenta las constricciones impues- cosmopolitas. conflicto y cooperación en la España auto-
tas por los mencionados flujos. Este neolocalismo9 en la Europa occi- nómica. El término concurrencia se emplea
A resueltas de todo ello, la índole de la dental habría que diferenciarlo de la expe- en su acepción de competición múltiple y
competición y las pautas de conducta do- riencia neocomunitarista en Estados Uni- simultánea, de la cual resultan, aunque no
mésticas e internacionales están creciente- dos, donde se prescribe un incipiente rena- en un proceso lineal y necesario, acuerdos
mente conformadas por las nuevas pautas cimiento de la comunidad de base local políticos amplios. En esta interpretación
del mercado global y las estrategias de las (Etzioni, 1993). Buena parte de las expe- semántica subyacen principalmente los ele-
empresas multinacionales. Ahora bien, riencias comunitaristas norteamericanas mentos de asimetría, heterogeneidad y plu-
contra lo que comúnmente se aduce, aque- son actos reflejos defensivos ante fracturas ralidad, los cuales conforman el patrón fe-
llas reglas y pautas no son territorialmente sociales apremiantes (criminalización), res- deralizante de la organización territorial del
neutrales. El mercado no se rige exclusiva- puestas instrumentales al urbanismo resi- Estado de las autonomías.
mente por intereses de rentabilidad al mar- dencial (aislamiento en las zonas suburbia- Los mesogobiernos han adquirido un
gen de factores territoriales. En la consi- les) o instancias de socialización alternativas protagonismo institucional como actores
deración de las plazas financieras donde a las prácticas sociales imperantes (indivi- de movilización política sin parangón en la
invertir o localizar nuevas industrias pri- dualismo posesivo). última historia española. Para afianzar su
man los tipos de intereses e incentivos de En el Viejo Continente, el referente objetivo de legitimidad institucional, han
radicación, pero también lo hacen las cir- supranacional del proceso de convergencia desarrollado actuaciones en pos de maxi-
cunstancias menos tangibles como puedan de la UE aporta un elemento “nuevo” de mizar sus actuaciones económicas y políti-
ser el desarrollo institucional y político del cosmopolitismo forjado en la “vieja” cultu- cas. La supraestatalización de la política en
país destinatario, su sistema educativo, las ra europea universalista. Coyunturalmente, Europa y el grado creciente de mundializa-
afinidades de lengua y cultura entre origen y ante los problemas económicos encarados ción económica han favorecido que los me-
y destino transnacional, o el clima de paz y por Europa en el contexto de una compe- sogobiernos españoles no se hayan refugia-
la cohesión social. Capital humano y capi- tencia global, se ha especulado con la idea do meramente en prácticas políticas de ex-
tal social se han constituido en elementos de su secesión de la economía mundial. Se- culpación (blame avoidance). También se
decisivos a tomar en cuenta en la elección gún esta visión, el levantamiento de un han implicado en la puesta en vigor de nue-
de las plazas financieras por el capital muro aduanero preservaría las conquistas vas políticas públicas (policy innovation).
inversor. sociales de generaciones de esforzados eu- Los objetivos han sido, en suma, los de ha-
Junto con los efectos limitadores que la ropeos, amén de mantener un compensado cer atractivo el país, región o localidad con
mundialización económica supone para los ritmo de crecimiento10. Pero semejante fines de inversión y desarrollo comunitario.
Gobiernos estatales, la vocación centrali- curso aislacionista abocaría el europeísmo Naturalmente, y aunque el principio
zadora de los Estados unitarios ha colisio- cosmopolita a una mudanza desnaturali- constitucional de solidaridad sirve de amor-
nado con los deseos autonomistas de re- zadora. tiguador a las pretensiones excesivamente
giones y municipalidades, divergencia ge- Corolario de los divergentes efectos del particularistas de los mesogobiernos, la
neradora de no pocas tensiones. Recuérdese nexo local-global es un entrelazamiento de concurrencia múltiple etnoterritorial en Es-
que las reglas del mercado global también identidades y una multiplicidad identitaria paña introduce a menudo un elemento de
atañen a los niveles subestatales, circuns- favorecedora de un variado abanico de le- competencia entre los mesogobiernos en
tancia que favorece su participación direc- altades hacia las diversas fuentes de legiti- su dimensión material. Recuérdese que la
ta y sin intermediarios. Mediante ayudas concurrencia es un fenómeno social que
regionales, cesiones urbanísticas o acuer- suele ser indeseable para los competidores.
dos concertados con sindicatos y patrona- 9 O nuevo localismo, de corte municipalista, que
Es decir, a los que ofrecen sus productos y
les locales, algunos mesogobiernos han de- apunta a las potencialidades de los ayuntamientos para
servicios les gustaría eliminar a los compe-
mostrado gran capacidad de negociación la puesta en marcha de iniciativas de desarrollo econó- tidores y hacerse en monopolio con la
con las compañías transnacionales. mico, político y social, asegurando modelos de mayor clientela.
Al reforzarse las identidades territo- democracia participativa (Navarro Yáñez, 1998). Los mesogobiernos en España han des-
10 Así lo expuso Manuel Castells en su artículo, ‘El
riales locales y regionales se han auspicia- dilema europeo’, publicado en El País, 10 de abril de plegado una panoplia de actuaciones, pro-
do unos mayores deseos de protagonis- 1996. gramas y políticas públicas que han contri-

Nº 100 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA



41
LOCALISMO COSMOPOLITA Y MESOGOBIERNOS

buido enormemente a dinamizar no sólo la por las administraciones autonómicas y lo- taluña, Euskadi y Galicia. Su distinto ori-
vida política y social sino también el desa- cales, las cuales han contado en ocasiones gen diferencial parece indicar que las na-
rrollo económico español. Es en este senti- con el concurso del Gobierno central (Plan cionalidades reclamarán legítimamente la
do inapropiado hablar hoy en España de Concertado de Prestaciones Básicas). atención debida a su asimetría constitutiva.
unas simples relaciones entre un centro pre- El diseño y posterior implantación de En lo que afecta a las competencias insertas
eminente y una periferia subordinada, ni si- los IMI tuvieron su origen institucional en en sus singularidades identitarias (cultura,
quiera de un norte próspero y un sur atra- Euskadi. En marzo de 1989, el Ingreso Mí- geografía, lengua, tradiciones) es lógico
sado, como sucede en el caso de Italia (Gi- nimo Familiar, antesala del posterior In- pensar que también procurarán mantener
ner y Moreno, 1990). greso Mínimo de Inserción, entró en vigor una disparidad competencial respecto a
Los ritmos en la gestión e innovación en la Comunidad Autónoma Vasca, cons- otras comunidades autónomas. Resta por
institucionales han sido asimétricos en línea tituyéndose en el precedente y referente de comprobar si semejante vindicación es ex-
con la propia heterogeneidad autonómica. planes similares puestos en práctica con tensible a otros campos en los que los he-
El empuje de Cataluña y el País Vasco por posterioridad en todas las comunidades au- chos diferenciales (económicos, institucio-
el autogobierno, por ejemplo, se ha basado tónomas11. El efecto de mímesis autonómi- nales, sociales) podrían ser esgrimidos por
mayormente en la apelación a sus hechos ca en la extensión de los IMI por toda Es- la práctica totalidad de las regiones espa-
diferenciales. Así asumieron la iniciativa paña, si bien con particularidades y especi- ñolas.
constitucional en la captación de recursos y ficidades de cada comunidad autónoma, El ejercicio del derecho a la autonomía
poderes desde el inicio del proceso de des- ha sido ejemplar en lo que a los efectos in- de las “nacionalidades históricas” no debe-
centralización. Las restantes comunidades novadores de las políticas públicas autonó- ría implicar una limitación al ejercicio de
autónomas han tenido como referente en micas se refiere. Además, es erróneo califi- dicho derecho por el resto de las regiones
sus reivindicaciones y capacidades de ad- car la naturaleza de tales planes como me- españolas. Con el desarrollo de las prácticas
ministración a las antedichas nacionalida- ramente “subordinada” a la acción estatal de concurrencia múltiple los mesogobier-
des. Existe, pues, una tendencia a la míme- central. En realidad han sido actuaciones nos han desplegado unas ciertas prácticas
sis autonómica que junto al agravio compa- públicas de nuevo cuño implantadas por las “diferenciales” que pueden perjudicar indi-
rativo constituyen dos pilares en la propias comunidades autónomas, y que rectamente a otros territorios autónomos li-
actuación de los mesogobiernos españoles. pretendían completar el sistema asistencial mítrofes. En este sentido, el caso más ilus-
En un país donde envidias y piques de Estado de bienestar en España con una trativo es el relativo a los incentivos fiscales
son patrimonio común de todas sus idio- “red mínima de seguridad” (safety net). a fin de atraer inversiones foráneas, lo que
sincrasias, el afán por no quedarse rezagado En lo que afecta a nuestra discusión, la genera conflictos a la hora de las localiza-
o sentirse discriminado no podía menos relevancia de los programas de ingresos mí- ciones –y relocalizaciones– industriales13.
que condicionar el desarrollo del proceso nimos radica en que se trata de una políti- No cabe esperar una nivelación auto-
autonómico. Así, las distintas comunidades ca pública que tiende a fortalecer la ciuda- mática de las rentas en el conjunto territo-
autónomas se “vigilan” entre sí y mantienen danía social a nivel mesocomunitario. Sus rial de España por la simple mejora de la
un escrutinio –formal e informal– de aque- efectos para el refuerzo de las identidades gestión de las comunidades autónomas y
llos traspasos y delegaciones realizados que subestatales son, por tanto, de gran impor- las municipalidades, aunque no cabe duda
podrían comportar una situación de “pri- tancia. Con su implantación, los ciudada- que ello contribuiría decisivamente a una
vilegio” de unas comunidades respecto de nos “visualizan” la acción de los poderes mayor eficiencia económica. Tampoco ca-
otras. Sin embargo, lejos de un carácter públicos más próximos, como es el caso de be argüir la tendencia “natural” al equilibrio
meramente reactivo, la “observación parti- las ayudas a sus convecinos en situaciones territorial, producto de la acción libre de las
cipante” de los mesogobiernos implica ele- de pobreza o exclusión social12. fuerzas del mercado14. Por otra parte, las
mentos innovadores y proactivos, y se ha Políticas públicas como los programas políticas de intervención económica desde
plasmado en transferencias de programas de ingresos mínimos de inserción coadyu- el Gobierno central a menudo reflejan los
públicos que han superado corsés y legados van poderosamente a recrear las bases so- intereses particulares de las élites regionales
institucionales (path dependency). En el ca- ciales de comunidades cuyo nexo de unión cooptadas a las instancias centrales de la
so de la España autonómica, la herencia es el lazo intuitivo de su ascendencia co- Administración. Ejemplos de tales prácticas
del pasado ha estimulado indirectamente mún (Gemeinschaft), caso de la mayor par-
una mayor capacidad de innovación de po- te de las comunidades autónomas españo-
líticas públicas. Una ilustración práctica de las. Se ha aducido a menudo que los hechos 13 La propia Comisión Europea vela para que no

ello, analizada brevemente a continuación, diferenciales deberían traducirse en mayores se produzca competencia desleal mediante ayudas de ti-
ha sido la implantación de los programas competencias y “cuotas de poder” para Ca- po fiscal (fiscal dumping). El reciente rechazo a los in-
centivos aprobados inicialmente por el Gobierno vasco
de ingresos mínimos de inserción (IMI). es prueba de ello.
Los también denominados como “salarios 14 Es ésta una argumentación sofista sin sustenta-
11 Dos son los objetivos principales de los progra- ción en la realidad de la actividad económica. Cierta-
sociales” han contribuido a favorecer una
mas puestos en marcha bajo la denominación de ingre- mente, las fuerzas del mercado tienen a aumentar la
espiral de incentivación y de renovación de sos mínimos de inserción: a) garantizar un ingreso mí- desigualdad entre regiones, cuyos niveles de crecimien-
los servicios sociales con base autonómica. nimo a los ciudadanos que acrediten su situación de ne- to económico ya eran desiguales en sus inicios. Gunnar
Recuérdese que la Constitución de cesidad; y b) favorecer la inserción social de los Myrdal (1957) apuntó que se trataba de un proceso de
perceptores (Serrano y Arriba, 1998). “desequilibrio acumulativo”.
1978 establece la asistencia social como 12 En el caso de Euskadi, la previsión de esta polí- 15 El cual se diferencia del tipo de subsidiariedad
una competencia “exclusiva” de las comu- tica social toma en cuenta la peculiar confederación de funcional, característico de los regímenes del bienestar
nidades autónomas (artículo 148; 20). La sus “territorios históricos”, así como las relaciones de di- continental y que favorece que la iniciativa social tome
labor innovadora en la reestructuración y rección y coordinación entre las Juntas Generales, las el protagonismo en el diseño, elaboración y provisión de
Diputaciones Forales y los servicios sociales municipa- programas sociales. Los poderes estatales, subsiguiente-
creación de nuevos programas de bienestar les de base que atienden directamente a los perceptores mente, garantizan los pactos sociales alcanzados en la
ha sido asumida en su práctica totalidad del subsidio. concertación social por los agentes sociales.

42 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA Nº 100



han sido la regla en la historia política de la ETZIONI, Amitai: The Spirit of Community. Rights,
España del siglo XIX y XX y en otros países Responsibilities, and the Communitarian Agenda.
Crown, Nueva York, 1993.
del sur de Europa. Sólo, pues, una acción
conjunta de las administraciones central, FLIGSTEIN, Neil: Is Globalization the Cause of the
autonómica y local puede procurar un Crises of Welfare States? Working paper SPS 98/5.
Instituto Universitario Europeo, Florencia, 1998.
mantenimiento de grados proporcionados
de solidaridad interterritorial de acuerdo a GINER, Salvador, y MORENO, Luis: ‘Centro y peri-
las potencialidades de las sociedades civiles feria: La dimensión étnica de la sociedad española’,
en Giner, Salvador (dir.), España. Sociedad y políti-
autonómicas. ca. págs. 169-197, Espasa-Calpe, Madrid, 1990.
Las áreas de gestión e innovación sus-
ceptibles de ser asumidas por los mesogo- LINZ, Juan: ‘Early State-Building and the Late Pe-
ripheral Nationalisms against the State: the Case of
biernos son todavía amplias. Las provisio- Spain’, en Samuel Eisenstadt y Stein Rokkan (eds.),
nes constitucionales amparan la profundi- Building States and Nations: Models, Analyses and
zación del autogobierno en España Data across Three World, págs. 32-116, Sage, Be-
(artículo 150.2). Es no sólo posible sino verly Hills, 1973.
deseable intensificar el protagonismo me- MORENO, Luis: La federalización de España. Poder
sogubernamental. Los mesogobiernos es- político y territorio. Siglo XXI, Madrid, 1997a.
tán convenientemente pertrechados de ins- – Concurrencia múltiple etnoterritorial, en CLAVES
trumentos económicos, políticos y sociales DE RAZÓN PRÁCTICA, núm. 79, págs. 24-30, 1997b.

para garantizar y acrecentar el bienestar de MYRDAL, Gunnar: Economic Theory and Underdeve-
sus ciudadanos. loped Regions. Duckworth, Londres, 1957.
Descentralización y federalización en NAVARRO YÁÑEZ, Clemente J.: El nuevo localismo.
España se alinean plenamente con el prin- Municipio y democracia en la sociedad global. Dipu-
cipio de subsidiariedad territorial15 reco- tación de Córdoba, Córdoba, 1998.
gido como fundamento del proceso de eu- SAFRAN, William: ‘Ethnic Mobilization, Moderni-
ropeización en el Tratado de la Unión Eu- zation, and Ideology: Jacobinism, Marxism, Orga-
ropea. Dicho principio establece que las nicism and Functionalism’, The Journal of Ethnic
decisiones que afectan a la UE se tomen Studies, 15(1), págs. 1-31, 1987.
en el nivel comunitario o transnacional SERRANO, Araceli, y ARRIBA, Ana: ¿Pobres o excluidos?
sólo si no se puede efectuar a nivel nacio- Fundación Argentaria-Visor, Madrid, 1998.
nal, regional o local de manera más efi- STRANGE, Susan: ‘The Limits of Politics’, Govern-
ciente. En otras palabras, el ámbito prefe- ment and Opposition, 30(3), págs. 291-311, 1995.
rido en los procesos de toma de decisión TAMIR, Yael: Liberal Nationalism. Princeton Uni-
es aquel más próximo al ciudadano como versity Press, Princeton, NJ, 1993.
sea posible.
Con el progresivo trasvase de la otrora
omnipotente soberanía de los Estados-na-
ción a la Unión Europea, la iniciativa y
rendimiento institucional de aquellos foros
de la vida ciudadana conformado por las
adscripciones identitarias será indudable-
mente mayor. Cabe colegir, por tanto, que
aquellos países europeos con estructuras fe-
derales o federalizantes estarán mejor equi-
pados institucionalmente para confrontar
las situaciones generadas por la creciente
globalización social y económica. Se auspi-
ciará, de ese modo, un desarrollo econó-
mico más equilibrado mediante una cohe-
sión social cimentada en las múltiples iden-
tidades de sus ciudadanos. ■

BIBLIOGRAFÍA
CASTELLS, Manuel: ‘El poder de la identidad’ (La era
de la información. Economía, sociedad y cultura, vol. 2).
Alianza, Madrid, 1997.
CHOMSKY, Noam: World Orders, Old and New. Plu-
to, Londres, 1994.
ESPING-ANDERSEN, Gøsta: Social Foundations of Pos-
tindustrial Economies. Oxford University Press, Ox- Luis Moreno es investigador del Consejo Superior
ford, 1999. de Investigaciones Científicas. Autor de La federali-
zación de España.

Nº 100 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA



43
POLÍTICA INTERNACIONAL

LAS ELECCIONES PRESIDENCIALES


EN RUSIA
K. S. KAROL

os moscovitas opinan que plica en absoluto su conducta vuelo gracias a un partido que sas. Los críticos occidentales de
“tenemos derecho a votar durante su permanencia en el se sacaron de la manga, el Oso, la URSS reprochaban a la pla-
pero no a elegir”. En efecto, poder. No fue en la escuela su- y al nombramiento de un suce- nificación soviética su generosi-
todo parece indicar que en las perior del Partido donde sor, Vladímir Putin, encargado dad para con la industria pesada
elecciones presidenciales del 26 aprendió a amar la economía de continuar “el yeltsinismo en detrimento de la de bienes
de marzo el Kremlin va a im- de mercado en su forma más sin Yeltsin”. Aunque su control de consumo y de los servicios.
poner su candidato, Vladímir salvaje. El equipo de jóvenes sobre la maquinaria del Estado Como la carrera armamentista
Putin, elegido por el “zar Borís” “comunistas” que eligió para y la guerra de Chechenia les ha agravó ese desequilibrio, la pe-
quien, en los nueve años que lanzar las “reformas radicales” permitido lograr un resultado nuria asoló toda Rusia. Y la
ha durado su reinado, ha logra- (Gaidar, Fiodorov, Chubais, inesperado en las pasadas elec- penuria engendró conductas, en
do desacreditar la idea misma Aven…) no tenían nada en co- ciones legislativas de diciembre la cumbre y en la base, que los
de democracia en Rusia. mún con la izquierda en nin- de 1998, hay que reconocer planificadores, a menudo cuali-
En el Este se ha puesto de guna de sus tendencias. Es que han demostrado ser unos ficados y competentes, no lo-
moda una anécdota para ilustrar más, se distinguen por su afán maestros de la táctica y que graban controlar ni incluso pre-
el gran desbarajuste de 1989: al- de ensombrecer el pasado so- han jugado sus cartas con brío. ver. Confiaban en las organiza-
guien dispara un tiro cerca de viético, su única justificación La oposición, por el contra- ciones del partido y en los
un árbol lleno de pájaros que, para su política que ha trans- rio, no ha sabido estar a la al- sóviets locales encargados de ve-
asustados, levantan el vuelo; al formado el viejo árbol doliente tura de las circunstancias. Des- rificarlo todo cuando en reali-
rato, todos vuelven al árbol, qui- en una planta seca y casi mori- perdició sus bazas en el mo- dad eran esos apparátchiki (bu-
zá cada uno a una rama diferen- bunda. En sus ramas se pueden mento propicio y no fue capaz rócratas) los implicados en acti-
te, pero toda la bandada sigue encontrar, además, unos pája- de prever los movimientos del vidades dudosas, por no decir
posada en el árbol1. Esta imagen ros que no había antes, oligar- Kremlin. Pero, sobre todo, no ilegales. Inventaron una nueva
se utiliza sobre todo en Rusia cas-rapaces deseosos de preser- fue capaz de presentar un pro- profesión, la de tolkatch (“im-
para subrayar la continuidad de var a toda costa sus bienes de grama alternativo y que movi- pulsador”), el equivalente ruso
Rusia con respecto a la URSS origen dudoso y su poder. lizara a las masas. Todo no está del lobbysta, cada uno con su
básandose en la composición de Mis amigos en Moscú su- perdido y es probable que a “caja B” para untar a los provee-
la actual élite política en la que bestimaron la capacidad de esa Putin le cueste ganar las elec- dores atrasados o reticentes. El
son legión los antiguos miem- nueva clase dirigente para de- ciones presidenciales, pero, an- trueque –“tú me das más car-
bros del Partido Comunista de fender sus intereses. Tras el tes de analizarlo, conviene vol- bón y yo te doy máquinas de
la Unión Soviética (PCUS) o crash financiero de agosto de ver a nuestro árbol inicial y a coser”– era, por ejemplo, una
del Komsomol. 1998, creyeron que Yeltsin y los los pájaros de aquella época. práctica generalizada.
Pero las conclusiones que se suyos habían perdido irreme- Por si fuera poco, junto a la
pretende sacar son engañosas: diablemente la partida porque 1. El desmembramiento de la economía “sumergida” ligera,
el árbol no es el mismo que el su descrédito había llegado URSS fue una catástrofe, todo no tardó en aparecer la econo-
de antes del disparo y los pája- hasta las capas que parecían be- el mundo lo reconoce hoy, por- mía “sumergida” media. Algu-
ros tampoco son de la misma neficiarse de sus “reformas”. que partió en pedazos, brusca- nos talleres de las fábricas fun-
especie que la de antes de la Asimismo, sus protectores oc- mente y sin anestesia, a una so- cionaban como empresas inde-
desbandada. El hecho de que cidentales, que también habían ciedad prácticamente unificada. pendientes con el fin de
Borís Yeltsin hubiera sido sufrido en cierta medida por el Sin embargo, aparte de esta aumentar los fondos para in-
miembro suplente del Politbu- crash ruso, parecían buscar en constatación, las ideas sobre el versiones y, a menudo, para re-
ró del PCUS, y que el lema de Moscú otros “reformadores” pasado soviético difieren de compensar a los cuadros diri-
su campaña de 1989 fuera “so- más fiables. Se creía, pues, que unos a otros. Un buen número gentes. Lo mismo se puede de-
cialismo para todos y no sólo los responsables del hundi- de rusos considera que la co- cir de los chabachniki, obreros
para los privilegiados”, no ex- miento financiero sólo pensa- rrupción que hoy causa estragos independientes organizados en
ban en conseguir inmunidad comenzó entonces, así como, equipos para trabajar en un
frente a la justicia o en buscar aunque en menor medida, el primer momento en la cons-
un refugio cómodo en el ex- crimen organizado. Los nuevos trucción, y luego en otros sec-
1 Véase Janos Kornai: ‘Du socialis-
tranjero. Pero apenas quince estudios sobre la tenevaia econo- tores. Mucho mejor pagados
me au capitalisme’, en el libro colectivo
Capitalisme et socialisme en perspective. meses después, los oligarcas del mica (economía sumergida) re- que los obreros normales, no
Ed. La Découverte, París, 1999. Kremlin lograron remontar el velan, en efecto, cosas asombro- disfrutaban de ningún derecho

44 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA Nº 100



dio luz verde en 1987-1988 a
la creación de empresas priva-
das, convencido de que su exis-
tencia acabaría con las activi-
dades ilegales y sacaría a flote
lo sumergido en la economía
oficial. El resultado fue el con-
trario del esperado. Los únicos
soviéticos que disponían de di-
nero para abrir restaurantes o
pequeñas empresas eran los es-
peculadores profesionales y los
traficantes, los fartsovchtchiki.
Como ya no necesitaban es-
conderse, encontraron sin pro-
blemas el modo de entenderse
con el crimen organizado al
que invitaron a proteger sus
negocios. Al mismo tiempo,
compraban los servicios de bu-
Vladímir Putin rócratas mal pagados. A partir
de ese momento se desató una
carrera en pos de la riqueza
social (ni seguros ni pensio- los precursores de la extorsión no puede haber crimen organi- con una extorsión, arreglos de
nes), pero la mayoría podía actual. Por no hablar del enor- zado”, sostenía un miembro de cuentas, prostitución y corrup-
prescindir de ellos porque tenía me tráfico de divisas extranje- la Academia de Ciencias, ¡to- ción desconocidos hasta enton-
otro empleo (a menudo ficti- ras: el rublo valía oficialmente davía en la época de Gorba- ces. Y no era más que el co-
cio). Su situación legal era muy más que el dólar, mientras que chov! Por ello, en ese país “po- mienzo. “Todo lo que no está
precaria pero, como en el caso un extranjero podía comprarlo, licial” no había policía especia- prohibido está autorizado”,
de los talleres autónomos, el a los especuladores que le abor- lizada en la lucha contra el proclamaba el lema de los yelt-
poder prefería cerrar los ojos. daban a la salida del hotel, seis crimen organizado2. sinians cuando llegaron al pros-
Y donde existe este tipo de o diez veces más barato que la En la época de Gorbachov cenio; “con una copa se pueden
economía, es inevitable que se divisa americana. los “sesudos” de la Academia sortear todas las prohibiciones”,
desarrolle el crimen organizado. Durante mucho tiempo, el de Ciencias terminaron por se decía por experiencia. Des-
Los especuladores se profesiona- Kremlin y la Staraia Plocht- hacer estudios sobre la ampli- pués, La gran revolución crimi-
lizaron y dejaron de molestarse chad (sede del Comité Central tud de la economía sumergida nal –título de la película de
en aparentar que tenían un tra- del PCUS) negaron la existen- y calcularon que la cifra de ne- Stanislav Govorukhin– recibió
bajo legal. En la industria ligera cia de la economía sumergida y gocios de ésta alcanzaba unos un gran impulso, gracias a la
a veces se prefería entregar la del crimen organizado. No fue 70.000 millones de rublos “terapia de choque” adoptada
producción directamente a los hasta después de la muerte de anuales, ¡cerca de 80.000 mi- en 1992 por Borís Yeltsin y su
especuladores porque hacían Bréznev cuando el Ministerio llones de dólares de la época!3. mano derecha, Yegor Gaidar.
mejor uso de ella que los distri- del Interior recibió el encargo Parece que Mijaíl Gorbachov
buidores oficiales. Estas prácti- de estudiar ese problema. Tarea 2. Los traficantes no fueron los
cas dieron lugar a otra nueva gigantesca y en cierto sentido únicos protagonistas de esta
profesión, la de los fartsovcht- sorprendente: el cine soviético 2 Vadim Bakatin, ex ministro del In- “revolución”. El cuerpo directi-
chiki (traficantes), grandes y pe- mostraba desde hacía tiempo terior, da mucha información sobre es- vo de la economía “socialista”
queños, que, aprovechándose bandas de atracadores y de ma- tos problemas en su reciente libro. se lanzó a la construcción del
3 ‘Tenevaia economika kak osoben-
de que ninguna mercancía esta- tones a sueldo, pero la doctrina capitalismo ruso con una ener-
nostrossikovo capitalisma’, de L. Kol-
ba garantizada, engañaban, ha- oficial se obstinaba en negar su sals, en Voprossy economiki, núm. 10, gía jamás manifestada hasta
cían chantaje, se convertían en existencia. “Bajo el socialismo 1988. entonces. Una parte de la nue-

Nº 100 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA



45
LAS ELECCIONES PRESIDENCIALES EN RUSIA

va élite rusa (los fartsovchtchi- rusa” coincidió con la mundia- finanzas para enriquecerse en Los managers no sufrían de-
ki) tiene un pasado oscuro y lización de las economías occi- esas condiciones, ni para cons- masiado porque sabían jugar
prefiere no mostrar sus antece- dentales bajo la égida del capi- truir para su banco un rasca- con la diferencia entre los pre-
dentes penales. Algunos, que tal financiero, que le ha dado cielos digno de las grandes fir- cios de producción y los del
fueron condenados por críme- alas. Los consejeros del Fondo mas occidentales. Un amigo, mercado exterior. Por ejemplo,
nes económicos o por crímenes Monetario Internacional (FMI) que volvió a la ciudad de Kirov un coche comprado en rublos
a secas, se presentan como impusieron a Yeltsin la total tras diez años de ausencia, en- y vendido en dólares daba el
“víctimas del terror comunis- convertibilidad del rublo, úni- contró un único edificio nue- 500% de interés. Cito este
ta”. El resto de la élite, proba- co medio, según ellos, de atraer vo, el del banco regional, ejemplo porque la fortuna de
blemente mayoritario, está for- a los inversores extranjeros. Pe- mientras las calles vecinas su- uno de los mayores oligarcas,
mado por ex soviéticos honora- ro al suprimir el control del cumbían bajo las ruinas. Borís Berezovski, fue edificada
bles: son “managers rojos” cambio, se permitía a los nue- El FMI también impuso a gracias a este comercio. Nadie
reconvertidos en hombres de vos ricos rusos exportar sus ca- Rusia su prioridad antiinflacio- se escandalizaba, porque se
negocios y en banqueros. Han pitales a una escala tal que el nista, cuyo primer paso es la re- consideraba que era el único
hecho fortuna tras la liberaliza- país se ha quedado exangüe. ducción del gasto social, y el se- modo de lograr la acumulación
ción total de la economía por- Los jumbo jets que salían de gundo, la disminución de la capitalista primitiva. Y lo mis-
que podían vender todo, y no Moscú estaban cargados de di- masa de dinero en circulación6. mo ocurría con las privatiza-
importa qué, sin dar cuentas a nero sucio, no de sangre dona- A partir de ese momento, los ciones, llevadas a cabo a tam-
nadie. La propiedad del Estado da, pero las consecuencias eco- “managers rojos” –que ya habían bor batiente para beneficio de
no es propiedad de nadie, pre- nómicas son más dramáticas fraccionado sus empresas trans- amiguetes y granujas y sin ali-
gonaba la propaganda oficial aún. A partir de 1995-1996, la formándolas en sociedades ac- mentar el presupuesto del Es-
para mejor convencer a los ru- nueva Bolsa de Moscú se con- cionariales– volvieron a acor- tado. Éste tuvo tal escasez de
sos de que sólo la propiedad virtió en un Eldorado para los darse de su vieja práctica del ingresos que, en 1995, se vio
privada podía hacer su felici- especuladores occidentales que trueque. Incluso era el único obligado a pedir préstamos a
dad. En su última novela, Sin- tampoco tenían escrúpulos en modo de pagar los salarios, con los mismos a los que había re-
gle and Single4, John Le Carré bombear el dinero de los rusos. mucho retraso y en especie. galado el dinero. Y a un precio
describe un personaje ruso-ge- La vieja boutade de Bertold Así, un ingeniero de la región alto, muy alto. Berezovski, por
orgiano que, al saber que en Brecht de que los auténticos la- industrial de Kuzba, en Siberia, ejemplo, entró en las dos cade-
Rusia es fácil hacer cuestacio- drones son los que fundan un me contó que le pagan con una nas de televisión pública que,
nes de sangre sin pagar a los banco y no los que lo atracan serie de productos semimanu- en teoría, pertenecen todavía al
donantes, organiza una gigan- tiene una perfecta ilustración facturados y dos sacos de sal. Estado. Por otra parte, un ru-
tesca colecta para venderla a en Rusia. La creación de un Obligado a revenderlos en el so, incluso medianamente pu-
muy buen precio a los america- sistema bancario privado fue mercado, decidió convertirse diente, no admitía la posibili-
nos. La operación se hace, evi- prioritario para los liberales del en un tchelnok –hombre que va dad de pagar impuestos. “¿Por
dentemente, de modo clandes- Kremlin. El encargado de ha- y viene– y que viaja a China a qué quiere que dé mi dinero a
tino para no chocar con los cerlo fue el Banco Nacional, buscar los bienes más aprecia- unos hombres que lo exportan
prejuicios de ambos lados del que prestó dinero a unos pocos dos por la población rusa. Teó- a Suiza? Prefiero transferirlo a
Atlántico, y cada noche un Bo- privilegiados y les ayudó a ricamente sigue en su puesto de mi propia cuenta en ese país”,
eing 747 lleva el botín ruso-ge- multiplicar su fortuna. Duran- trabajo, perpetuando la vieja me dijo una directiva de una
orgiano a algún lugar de Esta- te esos años de fuertísima infla- costumbre de los empleos ficti- agencia de publicidad de Mos-
dos Unidos. ción (2.500% en 1992) los cios, y deplora que los obreros, cú, convencida de estar en su
La imagen elegida por el no- bancos privados obtenían su- que no tienen siquiera la posi- derecho. El Gobierno no en-
velista es alegórica; señala con mas considerables a un interés bilidad de ir y venir como él, contró nada mejor para tapar
dedo acusador a los occidenta- 10, 20 o 100 veces inferior al roban todo a la fábrica. “Si no los agujeros de su presupuesto
les, cómplices de los “nuevos que aplicaban a sus clientes. robas en tu trabajo, robas a tu que construir una pirámide fi-
rusos” en los tráficos más in- No hay que ser un genio de las familia”, dice un nuevo prover- nanciera, emitiendo obligacio-
mundos y en el blanqueo de su bio ruso. Los tchelnoki, telediri- nes a corto plazo (el GKO), ge-
dinero negro. Bancos de Lon- gidos por la mafia, han termi- nerosamente remuneradas
dres, de Nueva York o de Zú- gate, escándalo que salió a la luz del día nado por ser los grandes prove- (hasta un 200% anual). Pero
rich estaban hasta tal punto el pasado verano. En vísperas del crash edores del mercado ruso7. una burbuja financiera, así
de agosto de 1998, los próximos al
afanosos de hacerlo que, según Kremlin, que tenían datos, transfirieron creada, termina siempre por es-
John Le Carré, se habrían cerca de siete mil millones de dólares al tallar. Es lo que ocurrió el 17
planteado incluso la posibili- Bank of New York, que terminó por in- de agosto de 1998.
quietarse ante semejante flujo de dinero 6 Incluso hoy, tras una cierta mejora,
dad de anunciar sus servicios de origen dudoso. Pero, pretendiendo el porcentaje de dinero en circulación Los rusos perdieron todos
en las páginas amarillas de los no saber suficiente, el banco sólo despi- en Rusia respecto a su PIB es del 13%. sus ahorros el 1 de enero de
listines telefónicos5. De hecho, dió a unos empleados subalternos. Si En Europa occidental oscila entre el 1992 debido a la liberación to-
bien es cierto que, gracias a la informáti- 65% y el 110%.
“la gran revolución criminal ca, el dinero circula en tiempo real, tam- 7 Turquía y Chipre son los lugares tal de precios y a la hiperinfla-
bién lo es que cada transferencia deja predilectos de los “hombres que van y ción. Seis años más tarde, los
huellas en el ordenador. Si el FBI hubie- vienen” rusos, que tampoco desprecian pocos que habían logrado aho-
ra querido desenmascarar a los trafican- Italia. Han elegido Rímini como base de rrar algo de dinero fueron ex-
4Véase John Le Carré. tes del Kremlin, tenía una ocasión de aprovisionamiento adonde llegan en
5Para convencerse de que el autor oro. Hasta el momento guarda el secreto vuelo directo desde Moscú y San Peters- poliados por el crash financie-
tiene razón basta con asomarse al Rusia- para sí. burgo. ro. La nueva clase media, su-

46 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA Nº 100



puestamente encargada de cons- en un sofá. Un total de 127 de
tituir el esqueleto de la demo- ellos se presentaron en las elec-
cracia rusa, fue la más duramen- ciones del 19 de diciembre, pe-
te castigada. Es sabido que ro sólo seis lograron escaños.
Moscú cuenta desde hace mu- Este espectáculo desolador se
cho tiempo con gran número puede explicar porque la vida
de institutos de investigación es tan dura que no deja tiempo
científica y de humanidades para hacer política o por lo de-
que emplean a más de un mi- sacreditadas que están todas las
llón de intelectuales. Mal paga- ideas universales, ya sean socia-
dos, a menudo han logrado listas o auténticamente demo-
abrirse un hueco en las empre- cráticas. No pegan, se dice, con
sas extranjeras que les dan las la realidad rusa. El hecho es
migajas de sus fabulosos bene- que el único partido implanta-
ficios… Pero, de repente, tras do en el conjunto del territorio
el fatal agosto de 1998, incluso sigue siendo el partido comu-
ese complemento salarial era nista de Guennadi Ziugánov,
insuficiente para llegar a fin de que busca, ante todo, dotarse
mes. “Es difícil vivir en una de una fisionomía específica-
ciudad con precios de Occi- mente rusa. La clase detenta-
dente y salarios del Este”, me dora lo utiliza como un “coco
decían con las cifras en la ma- rojo”, pero no es en absoluto
no. Se calcula que los ingresos una fuerza radical. Los comu-
de los rusos han sido amputa- nistas gobiernan 19 regiones
dos en un tercio y que 80 mi- –el “cinturón rojo” de Rusia–,
llones de ciudadanos se han que no funcionan de modo
visto arrojados por debajo del muy diferente al resto del país.
umbral de la pobreza. Consi- Obligadas a enfrentarse a la ad-
dero inútil citar otras estadísti- versidad, todas las regiones se
cas abrumadoras sobre el resul- han hecho en gran parte autó-
tado de la gestión de Borís nomas. Cada una de ellas tiene
Yeltsin8. acuerdos bilaterales con Moscú
Pero el descontento genera- que les permiten promulgar
lizado se traduce en apatía y no sus propias leyes y una decena
en movilización política. Los de ellas tiene incluso su Tribu-
rusos votan poco y con fre- nal Constitucional. Todo ello
cuencia es difícil reunir un ha fortalecido la autoridad de
quórum del 50% o incluso del los gobernadores9, como se ha
25% de los votantes para elegir podido constatar en las últimas
a un gobernador o un Consis- elecciones legislativas.
torio municipal. En teoría, más El crash de 1998 llevó al po-
de 250 partidos querían pre- der a Yevgueni Primakov, un di-
sentarse a las elecciones, pero rigente independiente que su-
son, en general, dyvannyié par- po apoyarse en la Duma y con-
tie, partidos en los que todos fiar varios puestos clave del
sus militantes pueden sentarse Gobierno a los comunistas.
Buen conocedor de la élite del
Kremlin, quería minar su po-
der por etapas y evitar, así, un
8 Véase Le tableau de bord d’Europe
choque frontal. Como no le
centrale et orientale 1999, publicado por
CERI, París, 1999. Incluso Putin reco-
noció en el discurso pronunciado con
motivo de la reunión de su partido, el
Oso, el pasado mes de enero, “el PNB 9 Elegidos por sufragio universal, los
de Rusia es 10 veces inferior al de Esta- gobernadores y los presidentes de la
dos Unidos y 5 al de China (...) la pro- asamblea regional están en el Consejo
ductividad, en descenso constante, no de la Federación, el Senado ruso. Tie-
representa más del 20% al 24% de la de nen tanta legitimidad como el presiden-
Estados Unidos (...) la renovación de la te de Rusia, sobre todo si se considera
maquinaria industrial ha pasado del que, como informó la prensa, la elec-
29% en 1990 al 4,5% en 1998 (...) el ción de Borís Yeltsin en 1996 fue frau-
70% de las máquinas están obsoletas dulenta según todos los expertos. A pro-
(...), la parte correspondiente a Rusia en pósito de este equilibrio de poderes, véa-
el comercio mundial es del 1%, 36 veces se el estudio de María Mendras en Le
menor que la de Estados Unidos”. Debat, núm. 107, París.

Nº 100 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA



47
LAS ELECCIONES PRESIDENCIALES EN RUSIA

faltaban bazas, pues la mayor Pero cuando el tándem Pri- llas, sea secuestrado cuando 300 escaños, es decir, una ma-
parte de los bancos estaba en makov-Luzkov se lanzó a la ba- aterriza en un pequeño país yoría cualificada en la Duma.
quiebra 10, propuso un pacto talla electoral del pasado mes con un status jurídico poco cla- Apenas ha logrado 150 esca-
institucional entre el presiden- de diciembre sobrevaloró su ro. Al apoderarse así, el pasado ños, lo que no está mal pero
te, el primer ministro y las dos fuerza. “Voy a golpear a los 16 de marzo, del general no basta para legislar. Ahora
cámaras del Parlamento. Si ese kaznokrady (los que roban al Guennadi Chipigun y exigir dice que “Putin es Yegor Gai-
acuerdo se hubiera firmado, se Estado) y a los corruptos. Ya un rescate de un millón y me- dar con otra piel” y que le ga-
habría evitado un procedi- me conocéis, siempre manten- dio de dólares, los señores de la nará el 26 de marzo porque va
miento demasiado complicado go mi palabra”: esta amenaza guerra de Chechenia habían a desenmascarar sus auténticos
para modificar la ultrapresi- del ex primer ministro atemo- proporcionado ya un casus be- propósitos. ¿Lo cree sincera-
dencial Constitución, hacién- rizó al Kremlin, pero también lli a Rusia. Pero el Kremlin es- mente? Raros son en Moscú
dola algo más democrática. a buen número de gobernado- peró aún seis meses antes de los que apuestan por su victo-
Además, dicho pacto hubiera res a los que Berezovski pidió pasar a la acción, con el pretex- ria. El líder del PC es un pája-
permitido a Primakov conservar que formaran a toda prisa un to de otros hechos graves, em- ro viejo posado en la rama su-
su puesto hasta las nuevas elec- partido progubernamental. El pezando por los actos terroris- perior del árbol ruso y que
ciones presidenciales, garanti- tiempo apremiaba. El partido tas cometidos en el mismo mantiene sus viejas costum-
zando a Borís Yeltsin un cargo Unidad, conocido como el Moscú y atribuidos a los che- bres. No ha comprendido que
de senador vitalicio tras el fin de Oso, nacido apenas tres meses chenos. Esta vez, la opinión en un sistema multipartidista
su mandato. Pero Guennadi antes de las elecciones, presen- pública no podía dejar de conviene hacer alianzas y pac-
Ziugánov torpedeó esa iniciati- tó en sus listas a ilustres desco- aprobar la nueva guerra del tos para no quedarse aislado.
va, pues no quería renunciar a nocidos (lobbystas de los diver- Cáucaso porque la situación le Pero no pactos sin principios;
su proyecto de destituir al presi- sos gobernadores) que no tení- parecía intolerable. Como me al aceptar los votos de los dipu-
dente lo antes posible, a partir an ninguna práctica política ni dijo Primakov en París, las tados del Oso para que su ca-
del mes de marzo. La cabezone- conocimiento de la labor de la bombas, en lugar de extirpar el marada Seleznov fuera elegido
ría del líder comunista es in- Duma. Y, ¡milagro!, obtuvo el terrorismo islámico, pueden presidente de la Duma, proba-
comprensible. Incluso supo- 23% de los votos, desplazando llevar agua a su molino. Pero blemente ha desconcertado a
niendo que la Duma hubiera a la lista de Primakov-Luzkov en Moscú no ha querido dis- sus electores. Mijaíl Gorbachov
votado el impeachement de Yelt- al tercer lugar (el PC, evidente- tanciarse de la guerra ni de pensaba que una coalición de
sin –lo que no ocurrió–, debería mente, sigue el primero)12. Vladímir Putin. Tras su casi oposición, bajo la égida de Pri-
haber sido aprobado por dos La campaña electoral or- fracaso en las legislativas, Pri- makov, podría ganar el 26 de
instancias jurídicas –el Tribunal questada por el Kremlin tras- makov no quería lanzarse a la marzo. El estudio de los votos
Supremo y el Tribunal Consti- pasó los límites de la decencia. campaña presidencial, no so- de las elecciones de diciembre
tucional– que, como es notorio, No he visto nada parecido ni portaba los ataques personales le da la razón. Pero nadie ha si-
están dominados por el Krem- siquiera en países que no pre- de la televisión ni los artículos do capaz de formar esa coali-
lin11. Este último se aprovechó tenden ser democráticos y no de la prensa de Berovski que ción y Ziugánov ni siquiera la
de la bravata de los comunistas son invitados por los occiden- anunciaban su muerte para el ha tomado en consideración.
para despedir a Primakov, sin tales a sus grandes instancias próximo mes de mayo. Final- Da la impresión de que prefie-
tener en cuenta la popularidad internacionales como el G-8 o mente es el cineasta Stanislav re permanecer en la oposición
de un primer ministro que ha- el Consejo de Europa. Hay que Govorukhin el que se presenta y esperar su hora, dentro de
bía “salvado” al país tras el crash rendirse a la evidencia: los es- en su lugar. Aunque es muy cuatro u ocho años. ¿Qué será
del año anterior. Algunos, co- trategas del Kremlin no se conocido en Rusia no tiene el de Rusia mientras tanto? ¿No
mo el alcalde de Moscú, Yuri equivocan cuando sostienen mismo peso político que Pri- corre acaso el peligro de desin-
Luzkov, radicalizaron entonces que aquel que controla la tele- makov. tegrarse, hipótesis planteada
sus críticas al régimen. visión y no le falta dinero gana El único competidor de talla con muchos argumentos por
todos los asaltos. El 19 de di- del presidente interino es, has- Giulietto Chiesa en su último
ciembre, tuvieron además otro ta el momento, Guennadi Ziu- libro Roulette russa? 13. ■
10 Como los bancos rusos pidieron as: la guerra de Chechenia de gánov, de 55 años, el incom-
Vladímir Putin, el auténtico je- bustible candidato comunista. Traducción: María Cordón
prestado mucho dinero al extranjero pa-
ra colocarlo en las obligaciones rusas, fe del partido Oso. Le he visto en tres ocasiones y
mucho mejor remuneradas, no tenían La guerra estaba en el aire tengo la impresión de que este
modo de devolverlo tras el desplome de
agosto de 1998. Muchos llegaron inclu- desde hacía tiempo. Ninguna hombre sencillo y, en cierto
so a desear ser nacionalizados para que potencia puede tolerar que su modo, simpático; habla sin re-
el Estado pagara sus deudas, pero Pri- representante oficial, que ade- flexionar sobre el “traidor”
makov no les hizo ese regalo.
11 El veredicto sobre el caso Skuratov más es un general de tres estre- Gorbachov y sobre lo flore-
puso en evidencia este año la docilidad ciente que era la economía so-
del Tribunal Constitucional. A pesar de viética anterior a la perestroika.
que, según la Constitución, el Consejo
de la Federación es el único con potes- 12 La prensa pregona por doquier Antes de las legislativas, decía
tad para nombrar y destituir al fiscal ge- que el Oso ganó las elecciones rusas, que estaba seguro de lograr
neral, el Tribunal dio la razón a Borís cuando en realidad sólo tiene 72 escaños
Yeltsin que había suspendido de sus de los 450 que forman la Duma, menos
funciones a Skuratov, desoyendo las tres de la mitad que el partido comunista y K. S. Karol es periodista y escritor.
votaciones de los senadores, exigiendo apenas cuatro más que la lista de Prima- 13 Véase Giulietto Chiesa: Roulette Obras traducidas al español: China: el
que permaneciera en su puesto. kov y Luzkov. russe. Ed. Guerini, Varese, Italia. otro comunismo y La nieve roja.

48 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA Nº 100



HISTORIA

HISTORIA DE LA GUERRA
GABRIEL JACKSON

John Keegan les a mi propio pensamiento liza sus diversos ejemplos, tengo terios del siglo XX, en los impe-
A History of Warfare desde agosto de 1945, cuando que ser muy escéptico respecto a rios milenarios de Egipto y Chi-
Pimlico, Londres, 1994
fueron arrojadas las primeras las descripciones antropológicas na. Unas sociedades compues-
Historia de la guerra bombas atómicas en dos ciuda- de las sociedades tecnológica- tas por millones de personas
Planeta, 1995 des densamente habitadas con mente primitivas. Un historia- eran gobernadas, en su mayor
un intervalo de tres días sola- dor puede pasarse años estu- parte de manera pacífica, por re-
ste libro ha sido recibido mente. Una es la cuestión de diando miles de documentos y yes cuya autoridad se aceptaba
con general aplauso en el por qué libran los hombres gue- testimonios personales en torno porque se creía de origen divino.
mundo anglosajón. El au- rras agresivas que claramente so- a una determinada guerra breve La sociedad estaba jerárquica-
tor es un hombre de conoci- brepasan cualquier necesidad y quedar no obstante con mu- mente ordenada por oficios. Jus-
mientos enciclopédicos que tie- perceptible de autodefensa. La chas cuestiones sin resolver so- tamente por debajo del rey esta-
ne además ideas muy originales otra es si hay posibilidad de li- bre los factores materiales y hu- ban los sacerdotes y los burócra-
sobre la función de las fuerzas mitar la guerra para que la civi- manos implicados en ella. Pero, tas que sabían leer y escribir.
armadas en muchas épocas dis- lización humana no sea destrui- por fuerza de las circunstancias, Después venían grupos inter-
tintas. La historia política y la da en el futuro próximo. en lo que atañe a pequeñas so- medios como los comerciantes,
institucional se ven constante- Consideremos en primer lu- ciedades tribales tenemos que recaudadores de impuestos, ins-
mente enriquecidas con mate- gar lo que Keegan denomina depender por lo general de las pectores de vías fluviales y vee-
riales pertinentes extraídos de la “guerra primitiva”. Se trata de descripciones de uno o dos an- dores de obras de irrigación, po-
antropología, la geografía, la in- una guerra entre dos tribus rela- tropólogos occidentales que a su licías y artesanos que atendían
geniería, el desarrollo del co- tivamente pequeñas, en estado vez han dependido de un puña- a las necesidades de las clases
mercio de metales en la era pre- de prealfabetización, sin institu- do de “informadores nativos”. funcionariales. El servicio de ar-
moderna, y la tecnología de las ciones burocráticas, sin ejército Hasta qué punto pueden co- mas era una carrera. Los campe-
armas modernas desde los mos- regular y sin sistema económico nocer estos antropólogos las len- sinos con tierras en régimen de
quetes de retrocarga hasta los de comercio e impuestos. Los guas locales, en qué medida sa- aparcería hereditaria producían
misiles nucleares. ejemplos de Keegan, basados en ben interpretar los gestos y tonos lo suficiente para mantenerse
A Keegan, como a este escri- la lectura de numerosos antro- de voz de sus informadores, qué con frugalidad ellos mismos y a
tor, le interesa la cuestión de por pólogos, provienen en su mayo- parte de lo que oyen es lo que di- la población urbana. A lo largo
qué luchan los hombres (y la ría de pueblos que habitan las chos informadores creen que es- de muchos siglos, un funciona-
guerra ha sido una ocupación islas y selvas del Pacífico o Amé- tos forasteros desean oír; todos riado profesional suministraba
casi exclusivamente masculina, rica del Sur. No disponemos en estos son factores que es imposi- a la sociedad en general un go-
aunque no sin el aliento y algu- modo alguno de un historial ble ponderar con exactitud. Pero bierno cohesivo.
nas contribuciones especializa- completo de esta clase de con- lo que sí sabemos es que no es Egipto estaba en gran medida
das de las mujeres). Le preocupa flictos, pero es evidente que, al infrecuente que distintos antro- protegido de invasiones por la
también la evidente necesidad, menos en algunos casos, estas pólogos lleguen a conclusiones presencia de abrasadores desier-
ahora y en el futuro, de limitar guerras no son masivamente completamente distintas respec- tos a ambos lados del valle del
la escala de violencia entre las destructivas. Las fuerzas conten- to a los motivos y emociones de Nilo. Los chinos erigieron una
sociedades humanas y dentro de dientes acuerdan con frecuencia un mismo pueblo. Por todo ello muralla fortificada para reducir
ellas. Keegan hace referencias (aunque no sabemos con cuán- no me es posible llegar a ningu- (porque no lograron impedirlo
frecuentes, y críticas, a la in- ta) un momento y lugar para la na hipótesis general fiable sobre del todo) las incursiones que ve-
fluencia del concepto de Clau- batalla. Sus armas de madera y una posible naturaleza humana nían de Siberia y Asia central.
sewitz de la guerra como conti- piedra están más pensadas para menos agresiva y cruel que la Ambos imperios estaban más
nuación de la acción política por herir que para matar. Las causas que conocemos en la historia oc- densamente poblados y ofrecían
medios violentos. principales de conflicto son: a) cidental. Pero es esperanzador mejor nivel de vida que los de-
Menciono esta amplia varie- quién ocupará las tierras más que en algunas sociedades pe- siertos y estepas de los cuales sa-
dad de temas para que el poten- fértiles, y b) quién tendrá dere- queñas la guerra se haya limitado lían sus enemigos. Éstos podían
cial lector sepa hasta qué punto cho de propiedad sobre las mu- deliberadamente tanto en cuan- acaso ganar batallas y reunir
es este un libro extraordinaria- jeres más deseables (desde la to a los motivos como al grado grandes botines, pero en última
mente informativo. Pero en el perspectiva masculina). de destrucción. instancia eran asimilados en estas
presente análisis voy a tratar dos Con el debido respeto hacia La guerra estaba también bas- sociedades estables y jerárquicas
cuestiones que han sido centra- el cuidado con que Keegan ana- tante limitada, al menos por cri- que encontraban utilidad apro-

Nº 100 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA



49
HISTORIA DE LA GUERRA

piada para las destrezas de todo pueblos de la estepa que inva-


tipo de la fuerza invasora. dieron Europa desde el Este, cre-
Keegan no proporciona mu- ían que era perfectamente legíti-
chos detalles sobre lo que ocurría mo masacrar o esclavizar a la po-
en los choques frontales entre los blación de las ciudades sitiadas si
soldados de a pie egipcios y chi- éstas se negaban a rendirse des-
nos y sus enemigos. Pero parece pués que se hubiera abierto bre-
deducirse que la guerra no era cha en sus murallas por primera
tan cruel y destructiva como, vez. En relación con mi prime-
pongamos por caso, las dos gue- ra pregunta sobre por qué libran
rras mundiales en Europa y el los hombres guerras deliberada-
Pacífico y las actuales guerras mente agresivas, no me puede
poscoloniales de África. Las ma- consolar demasiado la limitación
sivas carnicerías del siglo XX han de la guerra en Egipto y China:
estado motivadas por fanatismos en Oriente Próximo, en el Me-
ideológicos o convicciones ex- diterráneo, y en toda Europa en
cluyentes étnicas y racistas. Esta el pasado reciente (y más abun-
clase de fanatismo no era carac- dantemente documentado), ha
terístico de los dos ancestrales habido guerras casi constantes
imperios ni de sus enemigos. que han implicado pillaje, cruel-
Guerreaban por el poder y por el dad intencionada y destrucción
botín, pero no para aniquilarse masiva de personas y objetos que
mutuamente. Y lo mismo es en en cualquier cálculo racional ha-
gran medida aplicable a muchas bría sido más conveniente con-
de las limitadas guerras dinásti- servar que destruir.
cas causadas por pequeños ajus- Más aún, incluso entre pue-
tes territoriales libradas en la Eu- blos pequeños prealfabetizados,
ropa del siglo XVIII. que en ocasiones libraban gue- Karl von
Pero cuando nos alejamos de rras muy contenidas, dichas Clausewitz
la privilegiada situación de los guerras podían llegar a ser muy
antiguos Egipto y China, la gue- cruentas y masivamente des-
rra presenta casi siempre un tructoras cuando se producía los hombres tendían a evitar el ción de lanzar flechas a una dis-
semblante más implacable, más presión demográfica sobre unos combate cara a cara. Sus des- tancia de varios cientos de me-
destructor. Los inestables impe- recursos naturales limitados y cripciones de los efectos que te- tros, hiriendo así o matando a
rios rivales del valle del Tigris- cuando eran necesarias autori- nían en la carne y el hueso hu- personas que nunca veía de cer-
Eúfrates lucharon para aniquilar dad jerárquica y disciplina para mano las piedras y metales agu- ca. Lo mismo puede decirse de
ejércitos y esclavizar a la pobla- la actividad tanto de paz como zados y las armas de bordes los diestros arqueros de la Euro-
ción enemiga. A juicio de Kee- de guerra. Keegan describe casos afilados hacen muy comprensi- pa medieval, de los artilleros de
gan, en la mayoría de las guerras entre los maoríes del Pacífico ble que los hombres buscaran la época napoleónica, de las do-
“primitivas” había un esfuerzo Sur, los zulúes de África a co- modos diversos para ritualizar taciones de ametralladoras de fi-
consciente para evitar las ma- mienzos del siglo XIX y los in- sus luchas y evitar combates en nes del siglo XIX y de las dos
tanzas en masa y eran escasos los dios de las llanuras de América masa con la finalidad de matar. guerras mundiales, de los bom-
combates cuerpo a cuerpo. Fue- del Norte en que la muerte en Y algunas sociedades muy gue- barderos de Mussolini en Etio-
ron los griegos quienes, para de- masa iba acompañada de todo rreras, como la asiria y la azteca, pía, de Hitler y Mussolini en Es-
fender sus limitadas zonas de tipo de torturas crueles e imagi- limitaban las víctimas porque su paña, y de todas las naciones
tierra cultivable, inventaron la nativas. La competencia econó- objeto era hacer prisioneros pa- “avanzadas” que participaron en
falange, una formación hombro mica y la inseguridad respecto a ra utilizarlos como mano de la II Guerra Mundial. Lo más
con hombro de un grupo disci- las fronteras entre pueblos veci- obra o sacrificarlos a sus dioses. aséptico de todo desde el punto
plinado de soldados que se en- nos sin duda terminan por pro- Teniendo presentes ejemplos de vista del soldado es el lanza-
frenta a sus enemigos cara a ca- ducir guerras totales entre las so- antiguos y modernos, cabe pre- miento de bombas nucleares, de
ra y utiliza sus espadas y lanzas ciedades primitivas tanto como guntar qué es lo que hace posi- misiles de largo alcance y de las
metálicas para matar a tantos de entre las sociedades “civilizadas”. ble que hombres “corrientes”, bombas “inteligentes” utilizadas
ellos como sea posible. Las le- El canibalismo y los sacrificios que no se odian ni son fanáticos, por primera vez en la guerra del
giones romanas adoptaron la humanos han sido prácticas se maten entre sí en gran núme- Golfo de 1991.
técnica griega; y también entre muy utilizadas. La esclavitud y ro. El combate a distancia, en Otro de los temas generales
los teutones, según Keegan, exis- las luchas para obtener esclavos que el agresor no ve directa- de Keegan es que la mayoría de
tía la tradición del combate ma- eran corrientes en los imperios mente los efectos de sus armas, los seres humanos intentan casi
no a mano, junto al valor y la fe- preindustriales. es sin duda un factor importan- siempre vivir en términos amis-
rocidad necesarios para matar Keegan menciona repetida- te. El auriga que acorralaba al tosos con sus vecinos, y que to-
en semejantes circunstancias. mente que prácticamente en to- enemigo, igual que hacía con el das las sociedades disponen de
Los romanos, y en la época das las sociedades, antes de la ganado o los caballos de la este- medios para detectar a la mino-
medieval también los diversos aparición de la falange griega, pa, podía entregarse a la exalta- ría de hombres dotados de tem-

50 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA Nº 100



peramento para la carrera mili- no constituyera un rasgo de las
tar. Eso plantea la interesante sociedades guerreras, que en
cuestión de por qué en ocasio- ocasiones sustituían la sangría
nes la totalidad de la población generalizada por un combate de
masculina ha estado dispuesta a “campeones”.
ir a la guerra en los siglos XIX y Pero lo más importante, por
XX. El autor ofrece una explica- utópico que pueda parecer a la
ción muy convincente, comen- mayoría de los lectores, es lograr
zando con los ejércitos de la el desarme nuclear/químico/bio-
Francia revolucionaria y napole- lógico antes de que un futuro
ónica. Los gobiernos revolucio- Hitler llegue al poder en una so-
narios ofrecieron libertad políti- ciedad industrial avanzada. A
ca y ciudadanía a cambio del ser- History of Warfare demuestra
vicio militar en defensa del que algunas veces la guerra no
nuevo orden. Napoleón confir- ha sido total, pero también que
mó tanto la ciudadanía como el todo tipo de sociedades, en el
servicio militar y añadió la “glo- pasado y el presente, han llevado
ria” de extender la libertad re- a cabo guerras con fines de ani-
volucionaria por todo el conti- quilación. Así pues, a mi juicio
nente europeo. Fue por el ejem- la conclusión ineludible es que la
plo de la Revolución Francesa y comunidad internacional tiene
de Napoleón que grandes ejér- que hallar el modo de eliminar
citos aceptaron la disciplina mi- las armas de destrucción masiva,
litar, cantidades ingentes de ba- y más aún, de controlar el co-
jas e ilusiones de gloria en la mercio internacional de armas.
guerra de Crimea, la guerra civil Del mismo modo que el Estado
americana, en la “apertura” de ha de tener el monopolio de la
África y gran parte de Asia a la violencia mediante sus legítimos
“civilización” occidental y en las poderes policiales, así todos los
dos guerras mundiales. Estados, mediante acuerdos in-
Para volver a las cuestiones ternacionales o mediante un
que me preocuparon al leer este Gobierno mundial con autori-
libro, tengo la impresión de que dad limitada, deben tener mo-
los hombres libran guerras agre- nopolio sobre la fabricación y
sivas, más allá de cualquier distribución de las armas (en su
necesidad defensiva racional, mayoría pequeñas) necesarias
porque se dejan arrastrar emo- para funciones policiales en
cionalmente por doctrinas ideo- cualquier sociedad no formada
lógicas (tanto laicas como reli- por ángeles.
giosas) y porque matan casi He estado repitiendo todo es-
siempre a distancia, sin contac- to ante miles de estudiantes des-
to directo con el enemigo. En de 1945. No me hago ilusiones
cuanto a la segunda cuestión: en cuanto al número de perso-
¿qué posibilidad hay de limitar nas que he podido convencer,
la guerra antes de que destruya pero prefiero pensar que los se-
civilizaciones enteras? El gran res humanos son en última ins-
psicólogo y filósofo norteame- tancia suficientemente raciona-
ricano William James declaró les para que cuando reconocen
hace más de un siglo que los la necesidad absoluta de un de-
hombres tienen que encontrar terminado curso de acción, en-
“un equivalente moral a la gue- cuentren la forma de ponerlo en
rra”. Los deportes de competi- práctica. ■
ción (un legado griego mejor
que la falange militar) propor- Traducción: Eva Rodríguez
cionan un desahogo ordenado a
los impulsos agresivos, siempre
que haya suficiente cantidad de
policía, e hinchas civilizados, pa-
ra controlar a los hooligans del Gabriel Jackson es profesor eméri-
fútbol. No deja de ser interesan- tus de Historia en la Universidad de
California en la Jolla. Autor de La Re-
te que, según Keegan, el con-
pública española y la guerra civil y El di-
cepto de deporte competitivo funto Kapellmeister Mozart (novela).

Nº 100 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA



51
POLITICA

LA DICTADURA DE FRANCO Amnesia y recuerdo

JAVIER PRADERA

Michael Richards cognitiva sobre las responsabili-


Un tiempo de silencio dades políticas de quienes gober-
Barcelona, Crítica, 356 páginas
naron a sangre y fuego.
Nicolás Sartorius y Javier Alfaya Ahora bien, “si en otros paí-
La memoria insumisa
Madrid, Espasa-Calpe, 436 páginas
ses europeos se ha hecho un exa-
men riguroso de las responsabi-
1. Amnistía y amnesia lidades políticas y morales de los
Dos obras aparecidas casi simul- diferentes sectores ante los pe-
táneamente en las librerías es- riodos negros de su historia,
pañolas iluminan aspectos insu- ¿por qué en España no se puede
ficientemente conocidos por el hacer lo mismo”? Esa revisión
gran público de las etapas inicial no afectaría a las responsabili-
y terminal del franquismo, se- dades penales: “Por supuesto, no
paradas entre sí por la década se trata de llevar a nadie ante los
transcurrida entre la derrota de tribunales de justicia”; tan sólo
Hitler y el ingreso de España en desharía el injustificado vínculo
Naciones Unidas: Un tiempo de de la amnistía penal con la des-
silencio (TS) se ocupa de la in- memoria histórica: sin “poner
mediata posguerra, lleva un pró- en cuestión la reconciliación” al-
logo de Paul Preston y fue pu- canzada durante la transición
blicada en inglés en 1998; La democrática, sería necesario
memoria insumisa (MI) cubre ahora “superar el periodo am-
desde los sucesos estudiantiles nésico que ha vivido la sociedad
de 1956 hasta la muerte del dic- española” respecto al franquis-
tador. mo (MI, págs. 21-25).
Esta doble exhumación de las Ahora bien, ¿hasta qué punto
actuaciones represivas de un ré- la amnistía de la transición im-
gimen que privó a los españoles plicó realmente la amnesia del
de sus libertades durante 39 franquismo? La democracia no
años tiene –cuando menos– el Francisco Franco sólo no ha desalentado las in-
valor de contrarrestar los distor- vestigaciones de los historiadores
sionadores efectos de los trabajos sobre el periodo, sino que ha
orientados a trivializar el fran- impulsado los estudios sobre la
quismo “como una dictadura respecto a su pasado autoritario. democrático actual y el silencio represión franquista (MI, pág.
que al final devino dictablanda” Así, Michael Richards afirma sobre las actuaciones de las élites 237). Pero si el olvido de las ini-
(MI, pág. 318); Michael Ri- que el “pacto del olvido” sobre la políticas, eclesiásticas, funciona- quidades pasadas no es achaca-
chards también denuncia el to- guerra civil y el franquismo riales, judiciales, económicas y ble a los historiadores, ¿dónde
no exculpatorio de muchos es- –presentado como una “con- culturales a lo largo de casi cua- están los culpables? Sartorius y
tudios sobre la dictadura ani- dición indispensable” de la tran- tro décadas. Porque la transición Alfaya apuntan con el dedo con-
mados por el “deseo evidente de sición pacífica a la democracia– del franquismo a la democracia tra las instituciones públicas y
exonerar al franquismo” de su no hizo sino prolongar la estra- –lamentan Sartorius y Alfaya– culturales: los libros de texto es-
alineamiento político e ideoló- tegia defensiva de supervivencia no se limitó a promulgar una colares, el silencio de los medios
gico con la Alemania nazi y la impuesta a los vencidos por los amnistía legal para borrar las res- de comunicación, las calles de-
Italia fascista (TS, pág. 12). Pe- vencedores después de 1939 ponsabilidades penales del poder dicadas a los prohombres del
ro ambos libros no se limitan a (TS, pág. 6). Y Nicolás Sarto- arbitrariamente ejercido desde franquismo, el desinterés de los
recordar hechos que nunca de- rius y Javier Alfaya decidieron el estallido de la guerra civil has- novelistas y directores de cine
ben ser olvidados: también invi- escribir un ensayo, y no un libro ta 1975 (obligado reverso de la por la guerra civil y sus conse-
tan a reflexionar sobre la even- de historia, precisamente para amnistía en favor de la oposi- cuencias (MI, pág. 14). Espe-
tual insuficiencia del trabajo de aflorar las relaciones causales en- ción antifranquista), sino que cialmente grave es la dificultad
duelo de la España democrática tre las deficiencias del sistema también promovió una amnesia de acceder a los archivos de la

52 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA Nº 100



Brigada Político-Social, de la dad española colaboró con la vil). Otra diferencia sustancial que su oposición activa al fran-
Guardia Civil y de los servicios dictadura, mucho más allá de lo entre el final clínico del fran- quismo conllevaba el peligro de
de información militar y de Fa- que ahora se quiere reconocer” quismo y la derrota militar de detención, de tortura, de largos
lange, a diferencia de lo que (MI, pág. 19). Aunque la oposi- los fascismos en la Segunda años de cárcel o, incluso, de
ocurrió en Portugal y la ex Re- ción al régimen solía hacer alu- Guerra Mundial es que la exi- muerte” (MI, pág. 359). Los re-
pública Democrática Alemana siones rituales al aislamiento de gencia de responsabilidades co- querimientos al autoexamen de
(MI, pág. 280). Franco, “probablemente la parte lectivas a las sociedades que apo- la sociedad española por sus
Sólo poniendo fin a esa am- mayoritaria de la sociedad espa- yaron a Hitler y a sus aliados se connivencias con el régimen
nesia cognitiva se impedirá que ñola”, aun sin colaborar activa- hizo en nombre de los crímenes desembocan así en un recorda-
vuelvan a repetirse los enfrenta- mente con la dictadura, “la so- perpetrados contra la comuni- torio de las deudas impagadas
mientos fratricidas del pasado y portaba con resignación, amol- dad judía y la población civil de por la democracia a ese “puña-
se conseguirá que “el espíritu de- dándose lo mejor que podía a las naciones ocupadas; las ac- do” de antiguos combatientes
mocrático no sea solamente un los vaivenes de las coyunturas tuales protestas por la llegada al que arrostraron los costes de
eslogan o algo epidérmico al económicas” (MI, pág. 20). Así poder de Jörg Haider en Aus- oponerse al franquismo.
cuerpo social, sino que impreg- pues, la aséptica propuesta ini- tria no invocan la represión de El recordatorio del colabora-
ne hasta el fondo la cultura civil cial de relacionar los males de los nazis austriacos contra sus cionismo con la dictadura de
de los españoles” (MI, pág. 21). nuestra vida pública actual con compatriotas sino el holocaus- amplios sectores sociales y la
Seguramente hay mucho de ver- un pasado insuficientemente re- to. Más adecuado sería compa- presentación de las facturas in-
dad en la afirmación de que la cordado adquiere una inespera- rar a la España franquista con el cobradas por las minorías que
ignorancia del pasado condena a da deriva moralizante: sólo la Portugal de Salazar, la Grecia tuvieron el valor de combatirla
repetir sus errores. Menos pro- confesión general de los peca- de los coroneles, la Argentina de trasladan la discusión desde la
bable parece, en cambio, que los dos colectivos cometidos duran- Videla, el Chile de Pinochet y moral a la política: ¿tendrían los
males de la democracia españo- te el franquismo permitiría su las innumerables dictaduras mi- mismos derechos en un sistema
la denunciados por Sartorius y absolución: “Es ya tiempo de litares y sistemas autoritarios democrático los que pelearon
Alfaya (el apoliticismo, la inca- que la sociedad española afron- que han sojuzgado durante el si- por las libertades y los que cola-
pacidad para relacionar las difi- te con todas sus consecuencias glo XX a sus ciudadanos. boraron por activa o por pasiva
cultades particulares con los sus responsabilidades”. Porque, a Por lo demás, ¿es justo exigir con el anterior régimen? Sin du-
problemas generales, la oligar- diferencia de los alemanes, los responsabilidades colectivas a da, las críticas lanzadas contra
quización de los partidos, el cau- italianos y los franceses tras la una sociedad por no haber teni- los demócratas por quienes
dillismo, el populismo) se de- Segunda Guerra Mundial, “el do el valor de combatir y derro- guardan todavía en el armario
ban al largo letargo del civismo pueblo español no ha arreglado car a una dictadura capaz de en- –sirva de ejemplo el libelista Jai-
alentado por una dictadura que sus cuentas con la dictadura” carcelar, torturar y asesinar a los me Campmany– la camisa azul
compró la pasiva aquiescencia (MI, pág. 21). discrepantes? En 1946 Pierre- y el correaje desafían la pacien-
política de sus súbditos con pan Pero ese paralelismo no re- Henri Teitgen, ministro de Jus- cia de cualquiera. Junto a la gri-
y circo, esto es, con el consu- sulta convincente: Sartorius y ticia del general De Gaulle, con- ma provocada por corruptos
mismo y con los espectáculos Alfaya reconocen la improce- testó a quienes le reclamaban que denuncian la corrupción
deportivos: sería demasiado sim- dencia de comparar los regíme- mayor dureza contra los colabo- y defensores de Franco, Videla y
plista atribuir al legado del fran- nes fascistas derrocados por las racionistas: “¿Podían 40.000 re- Pinochet que sermonean en
quismo la causación única de armas con una dictadura perso- sistentes juzgar a los cuarenta nombre de las libertades, la lle-
actitudes y hábitos sociales am- nal sólo concluida cuando Fran- millones restantes de franceses gada al poder en 1996 de un
pliamente extendidos en países co murió en la cama (MI, pág. que no habían luchado contra partido fundado por un ex mi-
de vieja tradición democrática. 140). Los arreglos de cuentas el régimen de Pétain?” (Lott- nistro de Franco (sólo la mitad
realizados en Alemania, Italia y man, 1998, pág. 383). Esa mis- del grupo parlamentario popu-
2. La sociedad española Francia no recurrieron a un exa- ma conclusión podría aplicarse a lar votó en 1978 la Constitu-
y el franquismo men colectivo de conciencia si- la sociedad española bajo el ción) creó el campo abonado
La activación de la memoria del no a ejecuciones sumarias, jui- franquismo. Sartorius y Alfaya para relacionar de forma opera-
franquismo arroja una conclu- cios penales, encarcelamientos y denuncian cómo la lucha contra tiva la historia de la España fran-
sión nada amable: “La verdad es depuraciones (tal y como habían el régimen corrió exclusivamen- quista con la política de la Espa-
que, aunque duela reconocerlo, hecho los franquistas con los te a cargo de “un puñado de ña constitucional. La proposi-
un sector amplísimo de la socie- vencidos después de la guerra ci- hombres y mujeres que sabían ción no de ley del Congreso de

Nº 100 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA



53
LA DICTADURA DE FRANCO

los Diputados para rendir ho- cos (políticos, funcionariales o por activa y por pasiva al régi- ción es un arma mellada cuando
menaje al exilio republicano y periodísticos) durante la dicta- men” (MI, pág. 135). Pero esa el destinatario del ataque nunca
la sentencia del Supremo con- dura de personajes con puestos reducción de escala de las res- ha disfrazado su pasado.
tra el ex ministro Barrionuevo y de poder o influencia en la Es- ponsabilidades macrosociales no Las actitudes individuales
el ex secretario de Estado Vera paña democrática plantea pro- resuelve el problema, sino que frente al franquismo, capaz de
por el secuestro de Segundo blemas de difícil respuesta. Sería lo desplaza: también hubo co- matar, torturar, encarcelar, echar
Marey actualizaron recuerdos de imposible ocultar que Alianza laboracionistas dentro de la cla- del trabajo y marginar social-
la guerra civil y de la dictadura Popular –el primer nombre del se obrera y opositores en la bur- mente a sus opositores, no de-
que hasta entonces habían sido Partido Popular– fue fundado guesía. El enfoque micro disuel- berían ser juzgadas desde la Es-
excluidos de la competición par- por seis ex ministros de Franco ve el comportamiento macro de paña democrática de hoy –caso
tidista. Si para Clausewitz la (Fraga entre ellos) y que muchos una sociedad reificada o de unas de que alguien decidiera arro-
guerra no era sino la continua- de sus actuales alcaldes en la Es- clases antropomorfizadas en una garse ese derecho– sin tomar en
ción de la política por otros (y paña rural ejercieron ese cargo miríada de comportamientos in- consideración la especificidad de
violentos) medios, las evocacio- durante la dictadura. Finalmen- dividuales –de colaboración, de los conflictos morales bajo cual-
nes históricas del pasado tam- te, la descalificación por sus orí- neutralidad o de oposición– quier dictadura. Javier Marías
bién pueden ser una prolonga- genes familiares de políticos que frente a la dictadura. afirma que la gente nacida des-
ción de las luchas políticas del no colaboraron con el franquis- Javier Marías trató hace unos pués de la guerra civil o de la
presente por otras vías. mo, sea por motivos ideológi- meses de abrir ese debate con un primera y más dura posguerra
La utilización de la historia cos o por razones de edad, tiene artículo mal interpretado por sus carece de autoridad para juzgar a
del franquismo con fines políti- poco recorrido: los descendien- críticos; frente a la tesis exculpa- quienes sufrieron aquellos du-
co-partidistas suele recurrir a tes de los vencedores de la gue- toria de que “al fin y al cabo to- ros tiempos: “Ninguno pode-
tres procedimientos: la mecáni- rra civil no militan sólo en las fi- do el mundo se manchó o está mos saber a ciencia cierta cómo
ca comparación entre algunos las del PP, sino también en for- manchado” por el franquismo, habríamos obrado en aquellas
acontecimientos actuales y los maciones nacionalistas y de el escritor recordaba que las ba- circunstancias, acaso habríamos
sucesos de la guerra civil o la izquierda: a tales efectos (aun- jezas cometidas por algunos no incurrido en bajezas aún mayo-
dictadura; la colaboración con que no a otros) resulta indife- eran algo inevitable: “Hay y hu- res, quién sabe”. Durante el
el anterior régimen de políticos rente que esos ascendientes que bo otros que no hicieron lo que franquismo, algunos españoles
todavía en activo; y los antece- lucharon contra la República, hicieron ellos en las mismas cir- combatieron al régimen, otros
dentes familiares de los actores participaron en la represión y cunstancias” (Marías, 1999). Los lo apoyaron y muchos se man-
del sistema constitucional llega- colaboraron con el régimen fue- comportamientos de personajes tuvieron neutrales. Pero, ade-
dos a la vida pública durante la sen de baja o elevada condición con relevancia pública durante más, esas actitudes no fueron
transición. Las analogías entre social, esto es, campesinos car- la dictadura (verdugos, víctimas permanentes, sino que cambia-
el presente democrático y el pa- listas, pequeño-burgueses falan- o espectadores) están expuestos ron con el tiempo: partidarios
sado autoritario son poco con- gistas o aristócratas monárqui- a interpretaciones maliciosas y a de la dictadura por conviccio-
vincentes; en la España del año cos. simplificaciones deformadoras. nes religiosas, origen social, sim-
2000 los enfrentamientos entre La sustitución de las contradic- patías emocionales, procedencia
la derecha y la izquierda pasan 3. Psicología, moral y po- torias biografías de quienes vi- familiar, creencias ideológicas o
por líneas divisorias muy dife- lítica vieron bajo el primer franquis- desconocimiento de los hechos
rentes de los dramáticos conflic- La exigencia de responsabilida- mo por empalagosas hagiogra- pasaron a la oposición cuando
tos de la etapa republicana sobre des colectivas a la sociedad es- fías dotadas de una perfecta sus construcciones justificatorias
la forma de gobierno, la reforma pañola por su colaboración con coherencia interior y una ininte- –muchas veces sinceras– se vi-
agraria, el pretorianismo mili- el franquismo pone en marcha rrumpida continuidad temporal nieron abajo.
tar, el papel de la Iglesia y las los efectos perversos propios de no hacen sino perjudicar a sus En el campo de los derrota-
desigualdades sociales. La exhu- las pretensiones globalizadoras: supuestos beneficiarios. El fran- dos, el instinto de autoconserva-
mación histórica de la Revolu- si todo el mundo en general es quismo ocupó cuatro décadas de ción, el temor físico, el miedo a
ción de 1934 para agredir al culpable de algún mal (sea el ho- la vida española, a lo largo de las perder el trabajo, el deseo de
PSOE resulta tan desafortunada locausto o la represión franquis- cuales bastantes vencedores de la proteger a la familia o la falta de
como la evocación del golpe mi- ta), nadie lo será en particular. guerra civil cambiaron de bando altruismo operaron como facto-
litar del 36 para atacar al PP. Y Sartorius y Alfaya tratan de evi- y algunos vencidos se acomoda- res disuasorios para proseguir o
produce asombro que el ingreso tar ese peligro sustituyendo a la ron al sistema. Sobre esas evolu- emprender la lucha contra el ré-
de Barrionuevo y Vera en la cár- sociedad en su conjunto por al- ciones personales jugaron moti- gimen. Y aunque los enfrenta-
cel de Guadalajara haya podido gunas de sus partes: Franco fue vaciones muy dispares en tiem- mientos con la dictadura de mu-
ser equiparado con el encarcela- “seguido y asistido por unas cla- pos muy diferentes: sólo los chos vencidos pudieran servir de
miento de las decenas de miles ses sociales que gozaron bajo su farsantes y los aprovechados ma- ejemplo a sus compañeros de in-
de socialistas que combatieron gobierno de privilegios dignos quillan su pasado para parecer fortunio, los comportamientos
contra Franco durante y después de una monarquía oriental” demócratas desde la cuna. La morales no son norma de obli-
de la guerra civil: “Siempre va- (MI, pág. 86). La lucha contra manipulada exposición de datos gado cumplimiento para terce-
mos a la cárcel los mismos”, lle- el franquismo corrió sólo a car- biográficos o de citas fuera de ros. Buena parte de quienes
gó a decir un vocal de la Ejecu- go de “los sectores más audaces contexto para poner en su sitio a combatieron al régimen sin bus-
tiva del PSOE. pero minoritarios de la clase quienes colaboraron con la dic- car recompensas, albergar exce-
El testimonio historiográfico obrera y de los estudiantes”; en tadura en alguna etapa de su vi- sivas esperanzas ni creer en su
de los comportamientos públi- cambio “la burguesía sostuvo da y luego pasaron a la oposi- inmediato derrumbamiento pro-

54 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA Nº 100



JAVIER PRADERA

bablemente actuarían hoy de pa- go, la respuesta a un conflicto vestigación de Michael Richards días después de la insurrección)
recida manera ante las mismas moral se agota en sí misma. Y si (sobrecargada de citas no siem- tipificó como delito de rebelión
circunstancias, fueren cuales fue- el franquismo no fue derribado pre debidamente discriminadas militar la lealtad a la República y
ren las posibilidades de éxito. Pe- por la protesta moral de la ciu- y jerarquizadas) aporta datos es- entregó a la jurisdicción castren-
ro las respuestas altruistas a los dadanía, sino que duró hasta la tremecedores sobre la perpetua- se su castigo mediante procedi-
conflictos morales no se pueden muerte en la cama del dictador, ción del clima bélico en la Es- miento sumarísimo; la Ley de
imponer a los demás como si las claves explicativas de la tran- paña autárquica del primer fran- Responsabilidades Políticas de 9
fuesen mandamientos. sición española a la democracia quismo. Durante seis años, los de febrero de 1939 fue aplicada
El antifranquismo estuvo ani- deben ser buscadas en la pro- vencedores tuvieron a su entera con efectos retroactivos desde
mado por múltiples, diferentes y longada existencia del régimen. merced a los vencidos sin el más 1934; la Ley de Represión de
yuxtapuestas motivaciones per- Ni que decir tiene que las mínimo control de la opinión in- Masonería y Comunismo de 1
sonales. La oposición a la dicta- gentes que sacrificaron la vida o ternacional. Michael Richards de marzo de 1940 amplió hasta
dura de los vencidos, de sus fa- sufrieron graves daños por opo- considera “muy posible que el absurdo el ámbito punitivo; la
miliares y de sus descendientes nerse a las brutalidades, las in- 200.000 hombres y mujeres fue- Ley de 2 de marzo de 1943 in-
estuvo alentada por la memoria justicias y los atropellos del fran- sen ejecutados por el régimen cluyó las huelgas y la propaganda
de la guerra, la cárcel y la discri- quismo merecen respeto y ad- después de la guerra”; también clandestina dentro de la rebelión
minación. La población asala- miración. Javier Marías rinde afirma que “otros 200.000 mu- militar.
riada, despojada de sus derechos homenaje a los estudiosos que rieron de hambre a raíz del resul- Junto a la prohibición de los
a la sindicación y a la huelga, renunciaron a entrar en la Uni- tado de la contienda y de las me- partidos y sindicatos y a la in-
forzada a la emigración y ase- versidad porque no quisieron ju- didas políticas adoptadas por la cautación de sus bienes, la uni-
diada por la pobreza, tenía razo- rar fidelidad a los principios del dictadura que se había alzado con ficación de las fuerzas políticas
nes de clase para enfrentarse a Movimiento; a los vencidos que la victoria” (TS, pág. 7). Aunque en una sola estructura partidista
la dictadura. La comprobación fueron depurados después de la esa conjetura no está documenta- acaudillada por Franco asfixió
de que la retórica del régimen guerra y no pudieron ejercer su da y parece muy exagerada (otros incluso el incoado pluralismo
ocultaba los abusos y las co- profesión como abogados, mé- cómputos son mucho más cautos –monárquicos, falangistas, ce-
rrupciones de sus beneficiarios dicos, ingenieros, arquitectos o con las cifras), está fuera de duda distas, tradicionalistas– de los
abrió los ojos a muchos hijos de periodistas; a los escritores que que la febril actividad de los con- vencedores. Ilegalizados los pe-
los vencedores y les llevó a la nunca publicaron loas a Franco sejos de guerra, las inhumanas riódicos republicanos y confis-
oposición. Los rencores de los y a su régimen; a los fusilados, a condiciones de las cárceles, la du- cadas sus instalaciones, la Ley
antiguos franquistas apartados los encarcelados y a los exilia- reza de los batallones disciplina- de Prensa de 1938 –vigente has-
del poder o insuficientemente dos. El respeto hacia sí mismos rios, la desnutrición y las enfer- ta la ley Fraga de 1966– exigía
recompensados con el botín de de quienes adoptaron esos pa- medades epidémicas incrementa- autorización administrativa para
la victoria también pusieron en trones de conducta sin esperar ron de manera extraordinaria la editar cualquier publicación; es-
marcha dinámicas de oposición nada a cambio fue su única re- mortandad durante esos años. tablecía la censura previa de sus
desde fecha muy temprana. Y compensa: buena parte de los Pese a los 450.000 españoles contenidos hasta extremos inve-
durante la etapa final del régi- opositores a la dictadura nada exiliados, a finales de 1939 cer- rosímiles de severidad y minu-
men, muchos profesionales del exigen en el presente a cuenta ca de 300.000 presos se hacina- ciosidad; reservaba al Estado el
poder decidieron apostar por la del pasado. ban en las cárceles franquistas; nombramiento de los directores
reforma del franquismo para se- La experiencia enseña, por lo tres años después su número era y la concesión a los periodistas
guir dedicándose a la política demás, que las virtudes de los todavía de 125.000 (TS, págs. del carné de prensa indispensa-
–su oficio– en el marco demo- opositores a una dictadura no 89 y 253). Caso de salvar la vi- ble para ejercer la profesión; ha-
crático. siempre son los rasgos de carác- da, los condenados a largas pe- cía obligatoria la inserción de ar-
Las circunstancias y las moti- ter más adecuados para hacer nas de privación de libertad po- tículos y orientaba la difusión
vaciones de cualquier compor- política en una democracia: la dían ser castigados también con de noticias y las opiniones me-
tamiento no pueden dar cuenta conversión de las ejecutorias de la incautación de su patrimonio. diante consignas.
por sí solas de su congruencia los ex combatientes en creden- Los funcionarios públicos, los El universo represivo y famé-
respecto a una determinada es- ciales indispensables para ejer- militares de carrera, los diplo- lico en que fueron enclaustra-
cala de valores: el contexto de ex- cer el poder ha resultado desas- máticos, los jueces, los catedrá- dos los derrotados de la guerra
plicación de los móviles psicoló- trosa en los partidos y en los sis- ticos y los maestros fueron so- civil contrastaba con los abusos
gicos no debe ser confundido temas que aplicaron ese criterio. metidos a un proceso de depu- de poder, los enriquecimientos
con el contexto de justificación ración que acabó con la sanción ilícitos y las oportunidades desi-
de los móviles éticos. La sustitu- 4. La represión o expulsión de buena parte de guales de los triunfadores. Un
ción de los análisis históricos por En cualquier caso, las veladuras ellos. También los colegios pro- decreto de agosto de 1939 con-
los juicios morales perturba la amnésicas que recubren al fran- fesionales de abogados, ingenie- cedió el 80% de los puestos es-
comprensión del proceso que quismo remiten al debate sobre ros, arquitectos, médicos y pe- tatales a los hombres y mujeres
llevó desde el franquismo a la la memoria y el olvido del con- riodistas fueron sometidos a de- afiliados al Movimiento; la ex-
Monarquía parlamentaria. Los flicto de 1936 (Aguilar, 1996). puración. La batería normativa presión exámenes patrióticos re-
comportamientos en defensa de No hay una muralla China en- utilizada por los vencedores para flejaba humorísticamente las
las libertades producen efectos tre la guerra civil española y la aplastar a los vencidos era de enormes facilidades dadas a los
de mostración y secuencias dictadura de casi cuatro décadas grueso calibre: el Bando de la ex combatientes. Los vencedores
emulativas con capacidad ex- edificada sobre los cementerios Junta de Defensa Nacional de 28 de la guerra civil se beneficiaron
pansiva imprevisible; sin embar- de aquella cruel matanza. La in- de julio de 1936 (dictado diez directa o indirectamente de la

Nº 100 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA



55
LA DICTADURA DE FRANCO

marginación de los vencidos no los consejos de guerra; en 1954, menos el resultado de cuatro dé- (algo inimaginable en los cua-
sólo en el ámbito estatal sino 1.266 paisanos fueron condena- cadas de evolución autónoma renta); pero la sombra de Caín
también en el mundo de los ne- dos por la jurisdicción castrense que la consecuencia de los cam- siguió proyectándose hasta los
gocios, del comercio y de las (Ballbé, 1983, capítulo 12). La bios impuestos desde dentro por últimos momentos de la dicta-
profesiones liberales: el primer represión del maquis hizo un la lucha de la oposición y desde dura, como prueban las ejecu-
franquismo fue el marco para la amplio uso de los métodos de fuera por el acomodo a la situa- ciones de Julián Grimau y de
acumulación de grandes fortu- guerra sucia. Tras el desembarco ción internacional (Fontana, Delgado y Granados en 1963;
nas y la conquista de posiciones de Normandía, los rescoldos de 1986, pág. 9). de Puig Antich en 1974 y de Pa-
dominantes en el mundo cultu- resistencia armada de los huidos Las partes más interesantes redes, Otaegui, Baena, García
ral, universitario y profesional de la venganza franquista fue- de MI son los capítulos dedica- Sáenz y Sánchez Bravo en 1975.
por los servidores y cómplices ron avivados desde el exterior y dos a recrear el asfixiante clima
del régimen. Vencedores y ven- recibieron el apoyo de nuevos del tardofranquismo. Sirva de 5. Los costes del desarrollo
cidos quedaban separados por frentes combatientes; aunque las botón de muestra el Tribunal A la muerte de Franco casi un
un amplio espacio de tierra de investigaciones sobre los movi- de Orden Público, creado en 60% de los españoles había na-
nadie ocupada por gentes deja- mientos guerrilleros y sus orga- 1963 para descargar parcial- cido después de la guerra civil.
das a su aire por la dictadura a nizaciones de apoyo en los pue- mente a los tribunales militares Aunque su socialización política
cambio de su apoliticismo. blos y las ciudades no arrojen del trabajo sucio de la represión discurrió dentro de los cauces
El viaje a los infiernos de Mi- todavía resultados concluyentes, política: el juzgado de orden pú- doctrinales del régimen, el ace-
chael Richards permite com- las estadísticas oficiales recono- blico instruyó de 1964 a 1976 lerado proceso de desarrollo eco-
prender la huella de terror que cen que murieron más de 2.000 más de 21.000 causas que im- nómico y cambio social puesto
marcó durante décadas a la so- guerrilleros, otros 3.500 fueron plicaron probablemente a unos en marcha desde finales de los
ciedad española. La derrota de capturados y casi 20.000 cola- 200.000 imputados (MI, 258). años cincuenta situaba a las nue-
Hitler no implicó el aflojamien- boradores resultaron castigados La jurisdicción castrense, sin vas generaciones en un escenario
to de la presión represiva: du- (Payne, 1987, pág. 387). embargo, siguió actuando. Aun- muy diferente del dramático
rante la década siguiente, los Pese a las embellecidas visio- que el decreto de 21 de sep- paisaje vivido por sus padres:
mecanismos de intimidación del nes difundidas por los propa- tiembre de 1960 sobre bandi- “En términos estructurales”, es-
franquismo siguieron funcio- gandistas del régimen, la políti- daje y terrorismo que sustituyó cribe Raymond Carr, “la socie-
nando a pleno rendimiento so- ca represiva de la dictadura se al decreto equivalente de 1947 dad española cambió con ma-
bre una oposición diezmada por mantuvo hasta la muerte de fue derogado a finales de 1971, yor rapidez entre 1957 y 1978
el exterminio de la inmediata Franco. La polémica sobre la los tribunales militares siguie- que en siglos anteriores” (Carr,
posguerra. Sartorius y Alfaya re- verdadera naturaleza del fran- ron condenando a civiles que 1983, pág. 219). A muchos exi-
cuerdan el elevado precio paga- quismo ayuda poco a esclarecer luchaban contra el régimen; el liados que regresaban después
do por aquel heroico “ejército la parte más sombría de su etapa sobrecogedor decreto-ley de 22 de 30 años de ausencia les cos-
secreto” que continuó librando final. La tesis de la inmutabili- de agosto de 1975 ampliaría de taba reconocer los viejos paisajes
“una guerra sin esperanza” con- dad del régimen conduce a exa- nuevo el ámbito de actuación urbanos y tenían sensaciones de
tra el régimen durante esos te- geraciones innecesarias: el exter- de la jurisdicción castrense (Ball- extrañeza al tomar contacto con
rribles años: “Cayeron a miles, minio de los vencidos de 1939 a bé, 1983, cap. 12). La actuación sus compatriotas. Durante la dé-
hombres y mujeres. Los que no 1945 y el aplastamiento de la de los cuerpos de seguridad, que cada de los sesenta, más de cua-
lo hicieron ante los piquetes de oposición desde el fin de la Se- formaban parte parte de las tro millones de personas cam-
ejecución envejecieron en las gunda Guerra Mundial hasta Fuerzas Armadas, fue también biaron su residencia; en 10 años
cárceles o soportaron una espe- 1956 no son magnitudes com- brutal: entre 1969 y 1974 cau- la población rural se redujo del
cie de muerte civil, vigilados, es- parables con la represión poste- saron 17 muertos al disolver 42% al 25%. Más de dos mi-
piados, depurados, rodeados de rior. Las definiciones esencialis- manifestaciones de protesta po- llones de trabajadores emigra-
soplones y de confidentes de po- tas del franquismo dejan sin ex- lítica o social. Y aunque la Ley ron en esos años a Europa; el
licías y de jueces” (MI, pág. plicar sus transformaciones a de Prensa de 1966 sustituyó la flujo también se produjo en di-
145). remolque de la coyuntura inter- censura previa por un procedi- rección inversa: los siete millo-
La Ley de 18 de abril de nacional, el cambio demográfico miento mixto más flexible, la nes de turistas de 1961 eran 24
1947 sobre delitos de bandidaje y el desarrollo económico. La Administración siguió reserván- millones en 1970. La tasa de
y terrorismo completó el terro- ampliación al primer franquis- dose el privilegio de autorizar crecimiento de la economía es-
rífico arsenal a disposición de la mo del enfoque académico que nuevas publicaciones y la capa- pañola entre 1960 y 1974 se si-
jurisdicción castrense. Hasta caracterizó al tardofranquismo cidad de multar, suspender y ce- tuó por encima del 7%; la renta
1948 no fue levantada la ley como pluralismo limitado tam- rrar periódicos; como ministro por habitante pasó de 300 dóla-
marcial dictada en 1936. La Ley poco conduce a ninguna parte. de Información, Fraga aplicó res en 1964 a 2.500 en 1975
de Responsabilidades Políticas Como ha señalado Josep Fonta- 350 sanciones: su sucesor Sán- (Tusell, 1999, págs. 435-462).
–reformada en 1942— siguió na, la única manera de entender chez Bella cerró el diario Ma- El crecimiento económico
en vigor hasta 1966. La Ley de la naturaleza del franquismo es drid en 1971 (Tusell, 1999, inducido por la prosperidad eu-
Represión contra la masonería examinarlo en sus comienzos: págs. 506-509). La opinión in- ropea de la posguerra siguió los
y el comunismo fue aplicada in- “Cuando se nos aparecen sus ternacional obligó a Franco a caminos metafóricos de la astu-
cluso a la duquesa de Valencia propósitos libres de disfraces e conmutar en diciembre de 1970 cia de la razón; la locomotora
por sus actividades promonár- interferencias de las obligadas las nueve condenas a muerte del desarrollo arrastró a los via-
quicas. Hasta 1963, la disiden- acomodaciones posteriores”; su dictadas por un consejo de gue- jeros hacia un destino ignorado
cia política era competencia de reblandecimiento posterior fue rra contra seis militantes de ETA por los maquinistas del tren a

56 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA Nº 100



JAVIER PRADERA

través de estaciones intermedias mina bien, como un veterano en relación con los baremos eu-
aparentemente beneficiosas para resistente dice en sus memorias ropeos, “rozaba lo inimaginable”
el franquismo. A partir de los (Solé Tura, 1999, pág. 13)– no si se comparaba con la miseria
sesenta, el desarrollo sirvió al ré- cancela la memoria de los ho- de los años cuarenta y cincuen-
gimen de fuente alternativa de rrores y los padecimientos sufri- ta (MI, pág. 279).
legitimación: el Estado de Obras dos durante casi cuatro décadas. Las transformaciones no se
y la sociedad de consumo des- Si la buena marcha de la macro- limitaron a la economía, a la so-
plazaron a la vieja retórica fa- economía no consuela a un em- ciedad y a las costumbres, sino
langista y suplieron las carencias presario quebrado o a un traba- que también afectaron al Esta-
democráticas del sistema. A me- jador parado de sus desgracias do. El incremento del gasto pú-
diados de los setenta, sin em- microeconómicas, tampoco el blico, la expansión de los servi-
bargo, la incapacidad del fran- feliz desenlace macropolítico cios sociales y la ampliación de
quismo tardío para gestionar la producido tras la muerte de la oferta educativa forzaron el
crisis económica cegó esa pos- Franco puede ser utilizado para aumento de escala y la mayor
trera fuente de justificación pa- borrar las iniquidades de la mi- profesionalización de la buro-
ra mantener en pie el resquebra- cropolítica durante el franquis- cracia. La reforma de la Admi-
jado edificio. mo. nistración puso en marcha un
El desarrollo económico del Pero la memoria de un dolor proceso de racionalización de la
tardofranquismo ni se debió a colectivo se enfría a medida que función pública que redujo los
la capacidad de previsión del pasa el tiempo y desaparecen las cargos de libre designación y las
dictador ni justificó los dolores y personas que lo sufrieron direc- decisiones arbitristas (Santos Ju-
los sufrimientos causados du- tamente. Pese a los elevados cos- liá, 1999, pág. 183). Políticos y
rante esos años por el régimen. tes humanos de la etapa de cre- altos funcionarios del Estado
Convencido partidario de la au- cimiento, los españoles de los vinculados al Opus Dei sustitu-
tarquía y del intervencionismo, sesenta se sintieron coprotago- yeron a la vieja clase política fa-
Franco desconfió de las pro- nistas de una proeza histórica: langista y se convirtieron en lea-
puestas liberalizadoras de sus la recuperación de los destrozos les gestores del sistema autori-
ministros económicos y retrasó de la guerra, la superación de la tario animados por el propósito
hasta el último segundo la apro- etapa de aislamiento y el despe- de conservarlo a la muerte del
bación del Plan de Estabiliza- gue del desarrollo. La ambigüe- dictador bajo forma monárqui-
ción de 1959 (Preston, 1994, dad hacia el franquismo de la ca; de los últimos 21 ministros
pág. 840). El proceso de mo- generación del seiscientos que vi- de Franco, 19 eran funcionarios
dernización y secularización y la vió el milagro económico con públicos, 18 de ellos catedráti-
profunda mutación económica, mentalidad apolítica nace del cos (Carr, 1982, pág. 671). Sin
social y cultural de España se desdoblamiento de su memoria: embargo, otros miembros de esa
consiguieron en buena medida si como ciudadanos recuerdan renovada y ampliada Adminis-
“no sólo con independencia, si- en blanco y negro el opresivo tración pública (profesores uni-
no también a pesar de determi- clima policial y la ausencia de versitarios, jueces, médicos de la
nadas medidas de la política libertades, como trabajadores Seguridad Social, técnicos del
económica franquista” (García guerra civil y la derrota de Hi- manuales, profesionales o em- Estado), o hacían gala de su
Delgado, 1999, pág. 146). La tler. Durante el franquismo del presarios evocan con vivos co- apoliticismo, o se incorporaron
historia de ese periodo incluye consenso (empleando analógica- lores la modernización del país y durante los años sesenta a la
los elevados costes humanos de mente la expresión acuñada por el descubrimiento de la socie- oposición.
una transformación social que Renzo de Felice para la Italia de dad de consumo. También hu- Los tiempos también habían
Franco no buscó, sino encon- los treinta) se perpetuaron mu- bo españoles modestos que atri- cambiado políticamente. Si de
tró. Shlomo Ben Ami comenta chos de los males de la pobreza buyeron al dictador el relativo un lado la guerra fría había de-
que un Dickens contemporáneo antigua (en los años setenta, el bienestar de esa etapa final del parado a Franco la oportunidad
hubiese hallado en la España de 80% de las casas de la provincia régimen (MI, pág. 375). No só- de convertirse en socio vergon-
los sesenta material sobrado pa- de Orense carecían de agua co- lo los tiempos del hambre, de la zante de Estados Unidos, los
ra sus novelas: el desarrollo rriente) y aparecieron las lacras cartilla de racionamiento (eli- compromisos internacionales le
construido sobre las espaldas de de la nueva pobreza del chabo- minada sólo en 1951) y del frío obligaron de otro a adaptarse a
millones de emigrantes desde el lismo suburbano (Tusell, 1999, habían quedado atrás para am- la nueva coyuntura. El dictador
campo a la ciudad produjo sa- pág. 462). Sartorius y Alfaya plios sectores de la sociedad es- había despejado en 1969 las in-
crificios y sufrimientos sin cuen- evocan las penosas condiciones pañola: si en 1960 sólo el 1% de certidumbres relacionadas con
to (Ben Ami, 1980, pág. 137). de la emigración durante los los hogares tenía televisión y el su muerte al designar sucesor a
La iluminación de la cara años sesenta y la baja capacidad 4% disponía de automóvil, 15 título de rey a don Juan Carlos
oculta de aquellos años resulta adquisitiva de los salarios de los años después los porcentajes de Borbón, en tanto que los re-
tan necesaria para entender ese trabajadores españoles en com- eran, respectivamente, del 85% presentantes más broncos del
periodo como los escalofriantes paración con sus homólogos eu- y del 40% (Fusi y Palafox, 1997, paleofranquismo iban siendo
testimonios de Michael Ri- ropeos (MI, pág. 102). El feliz pág. 311). Aunque el nivel de desplazados por miembros de
chards para reconstruir la etapa desenlace de la lucha contra la vida de los trabajadores españo- los cuerpos de élite de la Admi-
transcurrida entre el final de la dictadura –esa historia que ter- les fuese “menos que mediocre” nistración y por políticos profe-

Nº 100 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA



57
LA DICTADURA DE FRANCO

sionales que no habían comba- mer indicio de la superación ge- ¿Hasta dónde llegaría el nue- auténticos héroes de la retirada:
tido en la guerra civil y deseaban neracional de la guerra civil. Ese vo abrazo de Vergara? La políti- la condición de posibilidad de
seguir ejerciendo su oficio en un crisol unitario de la oposición, al ca de reconciliación nacional del tal heroísmo fue precisamente
futuro inevitablemente posfran- fundir en su seno a gentes de PCE no fijaba plazo para el re- la nada heroica colaboración
quista. Aunque la oposición contrapuestas procedencias, no greso de los hijos pródigos y se hasta el último segundo con la
moderada procedente del bando podía por menos que restar ope- extendía indefinidamente hacia dictadura de Adolfo Suárez y
de los vencedores nunca llegó a ratividad a la dolorosa memoria el futuro; aunque “la camarilla Rodolfo Martín Villa.
ser legalizada, su prudente acti- de la guerra (con sus miles de de Franco” quedaba momentá- ¿Se hubiese debido excluir de
vidad conspiratoria gozó de cier- muertos en ambos bandos) co- neamente excluida del perdón, ese nuevo abrazo de Vergara a
ta tolerancia en las postrimerías mo herramienta política para el paso del tiempo abriría las los franquistas autores de actos
del régimen; sembrada la semilla ajustes de cuentas personales o puertas de la democracia a todos criminales? La respuesta a esa
de esa cauta disidencia por al- partidistas. Sartorius y Alfaya los colaboradores directos del pregunta no incumbe –sea cual
gunos antiguos protagonistas de confirman que entre los estu- dictador que quisieron traspasar sea su sentido– al ámbito de la
la sublevación militar de 1936 diantes antifranquistas de los se- su umbral por tardía que fuese amnesia cognitiva de las respon-
que empezaron a conspirar en senta “no existía una nostalgia su decisión. Solé Tura cuenta sabilidades políticas, sino al
los años cuarenta a favor de una de la República” sino que “se cómo Santiago Carrillo criticó campo de la amnistía legal de las
restauración monárquica, sus fi- palpaba un deseo difuso de su- a los redactores de Radio España responsabilidades penales; de
las se habían ido engrosando a peración del enfrentamiento de Independiente por haber llama- añadidura, los juicios y las de-
partir de 1956 con otros vence- 1936, que se intuía como un do asesinos a todos los minis- puraciones realizadas tras la
dores que habían colaborado gran fracaso nacional” (MI, tros del Gobierno de Franco derrota de Hitler y la caída del
con el régimen como altos car- pág.56) (entre otros Manuel Fraga), que muro de Berlín por crímenes
gos del Estado y de la Falange. También dentro de la Iglesia no había conmutado la pena de cometidos desde el poder mues-
Los dirigentes socialistas y re- católica, que había bendecido la muerte de Julián Grimau en tran las dificultades para deli-
publicanos en el exilio, defrau- sublevación franquista y justifi- abril de 1963: “No les podemos mitar las responsabilidades in-
dadas ya sus esperanzas en el de- cado la guerra civil como una poner a todos en el mismo pla- dividuales en la adopción de de-
rrocamiento de Franco por una cruzada, empezaron a producir- no. Para derrocar al franquismo cisiones tomadas, confirmadas
intervención de los países de- se cambios; los privilegios obte- y construir la democracia, algún o consentidas por órganos co-
mocráticos, sellaron pública- nidos por la jerarquía eclesiásti- día tendremos que entendernos lectivos.
mente en 1962 las paces con la ca resultaron insuficientes para con algunos de ellos” (Solé Tura, ¿Tal vez la ocupación de los
remozada oposición moderada ahogar el surgimiento de asocia- 1999, pág. 183). más altos cargos públicos du-
del interior. El PCE había dado ciones católicas de oposición al rante el franquismo hubiera po-
por clausurada la etapa de lucha régimen. Es cierto que la dicta- 6. Arqueología de la pureza dido servir como criterio para la
armada y aprobado en la prima- dura no hubiese podido sobre- El cuidado político de Sartorius discriminación? Pero si Ruiz-Gi-
vera de 1956 su línea estratégica vivir sin el apoyo del episcopado y Alfaya para no hacer sangre ménez fue ministro, Areilza em-
de reconciliación nacional, que y de buena parte del clero regu- con los antiguos franquistas in- bajador, Ridruejo jerarca de Fa-
defendía una amplísima alianza lar y secular: el franquismo no corporados al sistema democrá- lange y Francisco Fernández Or-
de todas las fuerzas antifran- fue tanto un nacionalsocialismo a tico sirve como indicio de sus dóñez presidente del INI, ¿có-
quistas cualquiera que fuese su la alemana o un nacionalsindi- dificultades para ajustar cuentas mo depurar a sus antiguos cole-
origen o su ideología. Y aun calismo o nacionalcorporativismo con la dictadura sin dañar los gas o subordinados? Cabría pa-
cuando a la muerte de Franco a la italiana como un nacional- logros de la reconciliación. No rafrasear el cínico comentario de
no faltasen jóvenes –fundamen- catolicismo a la vaticana. Pero la hay delito sin autor ni víctima Talleyrand sobre la traición y
talmente estudiantes– seducidos aparición en los años sesenta de sin verdugo: ¿cómo armonizar sostener que la absolución re-
por el ejemplo de Argelia, Cuba organizaciones cristianas de ba- entonces el espíritu de la transi- trospectiva de los desertores del
y Vietnam, o de mayo de 1968, se opuestas a la dictadura de- ción con el recordatorio –histó- franquismo es una simple cues-
la voluntad de los representantes sempeñó un importante papel ricamente veraz y a la vez políti- tión de fechas. Pero ni siquiera
políticos de los vencidos –en el en la superación de los rencores camente operativo– de los servi- el calendario sirve a ese propósi-
exilio o en el interior– de esta- de la guerra civil. La reconcilia- cios prestados a la dictadura por to: ¿hasta qué día, mes y año hu-
blecer acuerdos y sellar alianzas ción de ese sector emergente del algunos actores del actual siste- bieran podido los vencedores de
con los vencedores de 1939 que mundo católico con los venci- ma constitucional? Por lo pron- la guerra civil abjurar del régi-
habían roto con el régimen mar- dos no era un gesto retórico ni to, ¿dónde, cuándo y cómo de- men sin levantar sospechas de
có la orientación del futuro. una maniobra vaticana; impli- ben ser trazadas las fronteras en- oportunismo? No siempre las fe-
Desde mediados de los cin- caba una considerable carga tre los demócratas verdaderos y chas son un jalón seguro: el ma-
cuenta, la oposición comunista, emocional para los creyentes los demócratas falsos? Ni siquie- drugador reciclaje antifranquis-
socialista y republicana supervi- de una fe religiosa castigada con ra el 20-N sirve para separar las ta de Gil Robles, Pedro Sainz
viente de la guerra civil abrió sus una de las mayores carnicerías churras de las merinas: la con- Rodríguez, Aranda y Kindelán o
organizaciones a los hijos de los del conflicto fratricida: más de tribución al restablecimiento de el temprano apartamiento del
vencedores. La frecuente apari- 6.800 eclesiásticos, esto es, cerca la democracia de un ex secreta- régimen de Serrano Suñer ¿son
ción a partir de 1956, en las lis- del 10% de los sacerdotes, reli- rio general del Movimiento y más dignos de estima que el tar-
tas de detenidos y condenados giosos y monjas españoles, fue- otros antiguos jerarcas falangis- dío reformismo de Suárez? La
por delitos políticos, de estu- ron asesinados en la zona repu- tas los convirtió –para utilizar la sentencia absolutoria o conde-
diantes nacidos y educados en blicana (Julián Casanova, 1999, expresión de Hans Magnus En- natoria dictada en ese nuevo Jui-
familias del régimen fue el pri- pág. 154). zensberger (1999, pág. 55)– en cio Final dependería en última

58 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA Nº 100



JAVIER PRADERA

instancia de las filias o de las fo- hijos de los vencidos también una actitud paralela de la socie- de la oposición. Al igual que la
bias, de la permisividad toleran- verían puesta en discusión su le- dad española. Sartorius y Alfaya dialéctica entre el proyecto tácti-
te o del rigorismo puritano de gitimidad de origen democráti- reconocen que los españoles de- co del Frente Sandinista (la de-
los miembros del tribunal: cual- co si sus pasividades o complici- seaban una democratización “sin fensa del pluralismo) y su pro-
quier investigador puede encon- dades con la Administración del traumas, sin enfrentamientos ci- yecto estratégico (la dictadura re-
trar en las hemerotecas insultos Estado durante alguna etapa de viles, sin regresar de ningún mo- volucionaria) terminó transfor-
procaces contra los derrotados su vida les negase la legitimidad do al pasado” (MI, pág. 170). mando a los sandinistas en de-
en la guerra civil o elogios abo- de ejercicio. Esa generalizada sensibilidad mócratas, así el combate por las
chornantes al Caudillo escritos o Pero ni siquiera los vencidos hundía sus raíces en la convic- libertades de los comunistas es-
proferidos por políticos, empre- con una impecable ejecutoria ción –más o menos articulada y pañoles cambió finalmente su
sarios e intelectuales que fueron antifranquista de origen y de consciente– de que la historia mentalidad y sus propósitos (Ra-
luego sinceros opositores al fran- ejercicio quedarían a salvo de los de España pudo y debió desa- mírez, 1999, pág. 105).
quismo. ¿Se pueden hoy leer sin excesos inquisitoriales. La guerra rrollarse de otra manera en la La distinción entre lucha por
sonrojo los abyectos halagos di- civil dejó tras de sí enconados década de los treinta; es decir, la democracia y lucha antifran-
rigidos a Franco por el conde de cruces de acusaciones por la de- que la guerra civil no fue un quista es clave para entender la
Barcelona? rrota: comunistas contra trots- mandato del destino, sino una transición. Parafraseando el di-
La búsqueda por los cristia- kistas después de los sucesos de tragedia evitable (Santos Juliá, cho de Saint-Just sobre la felici-
nos viejos de las credenciales de mayo de 1937 en Barcelona; co- 1998, págs. 183-210). Las pri- dad, la democracia fue una idea
pureza de sangre democrática munistas, socialistas de Negrín meras elecciones de la transición nueva en la España de 1977,
de los conversos tropieza con un y partidarios de la defensa a ul- constituyen un poderoso argu- descubierta a la vez por una de-
terco hecho: el actual titular de tranza contra socialistas, cenetis- mento a contrario a favor de esa recha y por una izquierda que
la Corona y de la Jefatura del tas y derrotistas que secundaron tesis: en junio de 1977, los ciu- habían combatido por objetivos
Estado fue socializado en los va- el golpe de Casado en marzo de dadanos optaron masivamente que no eran la democracia re-
lores de la dictadura y designado 1939. Yves Fargue, nombrado por dos partidos encabezados por presentativa y el Estado de dere-
por Franco como su sucesor. comisario de la República para líderes ajenos a la guerra civil cho durante la guerra civil. No
¿Hasta qué punto podrían sen- Lyon en 1944, descubrió que si (Adolfo Suárez y Felipe Gonzá- sólo la derecha ex franquista
tirse culpabilizados por haber la depuración no fija límites lez) y castigaron a dos figuras aceptó por vez primera las re-
colaborado con el anterior régi- temporales y conceptuales, “un (Fraga y Carrillo) vinculadas con glas de juego de un sistema
men los nutridos escalafones de puro siempre encuentra a otro su recuerdo. constitucional basado en la so-
funcionarios de la Administra- más puro que lo depura” (Lott- La historia contemporánea beranía popular, la división de
ción pública, de la Universidad, man, 1998, pág. 173). de España narrada desde la pers- poderes, el imperio de la ley, los
del Poder Judicial y de las Fuer- Las barreras de acceso al sis- pectiva de la lucha por las liber- derechos humanos y el respeto a
zas Armadas si las élites políticas tema democrático por el pasado tades y la democracia también las minorías; también lo hizo la
del franquismo (encabezadas franquista hubiesen chocado debe investigar la suerte de los izquierda revolucionaria. Nada
por el entonces príncipe de Es- con la opinión mayoritaria de la vencidos. Los ajustes de cuentas más antihistórico que lanzar a
paña) juraron fidelidad a los sociedad española. De poco hu- por la derrota dentro del bando pelear desde los orígenes de los
Principios del Movimiento y no bieran servido los propósitos ne- republicano de 1939 y los efec- tiempos, o al menos desde co-
hicieron suyos los valores de- gociadores de la élite dirigente tos de la guerra fría se prolonga- mienzos del siglo XIX, a dos en-
mocráticos hasta el fallecimien- (los reformistas y los rupturis- ron casi hasta el final de la dic- tes fantasmagóricos denomina-
to del dictador? tas, la oposición moderada y la tadura: el PCE fue excluido de dos derecha e izquierda, de los
Las responsabilidades políti- oposición radical, los ex fran- los organismos unitarios de la que serían meras encarnaciones
cas y morales por haber colabo- quistas y los exiliados) si esa es- oposición pese a su gran poten- las formaciones políticas que in-
rado con el franquismo o no ha- trategia reconciliadora no hu- cial organizativo y movilizador. vocan hoy tales nombres en el
berlo combatido alcanzarían a biese reflejado la sensibilidad de Los comunistas españoles lu- marco democrático. Esa con-
todos los vencedores de la guerra los ciudadanos. Cuatro décadas charon denodadamente por de- cepción esencialista de la diná-
civil si ese criterio se aplicase de después de su estallido, la guerra rribar la dictadura de Franco; mica histórica como simple des-
forma estricta. También los hijos civil no se había borrado de la pero hasta el enfriamiento de sus pliegue temporal del eterno con-
de los vencedores serían recha- memoria colectiva, pero operaba relaciones con la Unión Soviéti- flicto entre dos abstracciones
zados del club de la pureza de- en dirección opuesta al revan- ca a finales de los sesenta, sus hipostatizadas, ni explica la ori-
mocrática por muy precoz que chismo: el recuerdo de aquella combates por la conquista de la ginalidad de la experiencia de-
fuese su militancia antifranquis- matanza, vivida de modo per- democracia parlamentaria y las mocrática inaugurada en 1978,
ta; sus apellidos prueban que se sonal o transmitida de padres a libertades formales eran estraté- ni ayuda a estabilizarla.
beneficiaron durante la niñez y hijos, tuvo efectos disuasorios gicamente un escalón para con-
la primera adolescencia de las contra la violencia. No sólo el seguir en el futuro la democracia 7. Las otras transiciones
ventajas y de las oportunidades transcurso del tiempo y el cam- popular y las libertades reales. Esa La transición española de la dic-
del sistema: durante la posgue- bio generacional habían difumi- doble y contradictoria militancia tadura a la democracia (esto es,
rra, la pertenencia familiar a uno nado las fronteras entre vence- de los comunistas –democrática de la Monarquía del 18 de julio
u otro bando era relevante para dores y vencidos dentro de la en lo inmediato y antidemocrá- instaurada por Franco a la Mo-
obtener facilidades educativas y oposición: la decisión de los par- tica a medio o largo plazo– no narquía parlamentaria respalda-
acceder a los escalafones del Es- tidos de poner entre paréntesis restaba valor a su combate con- da por las urnas) exigió de la
tado. Llevando las cosas al ex- los agravios de la guerra civil y tra el franquismo pero levantaba oposición la aceptación de una
tremo límite, los vencidos y los del franquismo coincidía con sospechas en las demás fuerzas completa amnistía para sus an-

Nº 100 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA



59
LA DICTADURA DE FRANCO

tiguos adversarios o enemigos. cial rechace el acuerdo entre las la entrada de España en la gue- cenarios contrafactuales –ad-
No se trataba sólo de la renuncia élites para imponer una transi- rra mundial? En tal caso, Franco vierte Niall Ferguson- no son
a pedir responsabilidades pena- ción pacífica. y sus colaboradores hubiesen su- fantasías construidas por el ca-
les a quienes habían ejercido el Si se encuadra a la transición frido el mismo destino que los pricho o los deseos, sino simu-
poder a lo largo de casi cuatro española dentro de la tercera ola dictadores del Eje y sus secuaces: laciones –“¿qué hubiera pasado
décadas, un desestimiento im- descrita por Samuel P. Hunting- mientras los derrotados en la si…”?– fundadas sobre cálculos
plicado en la paralela exigencia ton (1991), ese álbum de fami- guerra civil habrían celebrado su relativos a la probabilidad de re-
de amnistía para los antifran- lia incluye entre las fotografías el desfile de la victoria, los fran- sultados plausibles: esto es,
quistas. El cierre de la memoria encausamiento de los antiguos quistas hubiesen sido víctimas “aquellas alternativas que pode-
afectaba también a la consolida- gobernantes (Grecia, Argentina, de ejecuciones, encarcelamien- mos demostrar, sobre la base de
ción de las rentas de situación Alemania) y la depuración de la tos, incautaciones y depuracio- evidencia contemporánea, que
económicas, sociales y profesio- Administración pública (Che- nes. ¿Y si los aliados hubiesen en efecto tomaron en conside-
nales logradas por los vencedo- quia y República Democrática apoyado activamente en 1945 a ración los coetáneos” (Ferguson,
res de la guerra civil durante ese Alemana). El rechazo social a las los generales españoles que tra- 1998, pág. 82). ¿Cumplen tales
periodo. Los mecanismos de medidas de amnistía (Uruguay) taban de restaurar la Monar- requisitos las propuestas ruptu-
discriminación del franquismo o la batalla judicial de los fami- quía? La reconciliación entre ristas derrotadas estrepitosa-
habían distribuido las cartas de liares de las víctimas contra la vencedores y vencidos no habría mente en las urnas en las elec-
la fortuna de manera desigual, impunidad (Chile, Argentina) alcanzado en tal supuesto la am- ciones libres de 1977? La nega-
desde el ingreso y los ascensos tampoco cuadran con la expe- plitud y la hondura de 1977; ex- tiva de socialistas y comunistas a
en los cuerpos de la Adminis- riencia de la transición española. pulsados o autoexcluidos los co- pactar la salida del franquismo
tración hasta las oportunidades Los costes humanos del fran- munistas del sistema por obra con los reformistas del régimen
de un rápido y fácil enriqueci- quismo fueron enormes en tér- de la guerra fría, los fantasmas de ¿hubiese conducido a una situa-
miento a la sombra del Estado. minos de muertos, encarcelados, la reciente guerra civil difícil- ción más democrática (sea cual
Los beneficiarios por los dados depurados, exiliados y margina- mente hubiesen sido enterrados. sea el significado que se quiera
cargados y la ruleta trucada de la dos; tal vez esa terrible factura Sartorius y Alfaya construyen dar a esta expresión) o al refor-
dictadura llegaron a las costas explica la voluntad de nunca ja- todavía un tercer escenario de zamiento de las posiciones au-
de la democracia con su acumu- más de los supervivientes. Tam- historia virtual: “Imaginemos toritarias?
lación primitiva de dinero, po- bién la duración de la dictadura qué hubiera sucedido en 1959 Las transiciones iniciadas en
sición social y puestos en los resultó excepcional: el precio pa- en España si los franquistas en- Europa central y oriental a par-
escalafones del Estado ya reali- gado por el régimen para sobre- rocados en su defensa a ultranza tir de 1989 han abierto un
zada: la transición legalizó y per- vivir a la derrota militar de los de la autarquía hubieran triun- amplio debate sobre la conve-
petuó esas ventajas. fascismos fue el acomodo a la fado sobre los que eran partida- niencia de investigar el compor-
El éxito de la transición es- nueva coyuntura política inter- rios de una liberalización eco- tamiento durante la etapa dicta-
pañola condujo a muchos ana- nacional y la integración de la nómica” (MI, pág. 149). ¿Y si torial no sólo de la clase políti-
listas a la apresurada conclusión economía española en el merca- Franco hubiese sido obligado ca hoy en el poder sino también
de que su modelo era válido pa- do mundial. Veinte años des- entonces por los reformistas del de los colaboradores y confi-
ra cualquier supuesto: bastaría pués de concluida la guerra civil, régimen a una retirada pactada dentes de la policía transforma-
con que el sector reformista del la estructura social española, re- en el marco de una monarquía dos ahora en pacíficos demócra-
régimen dictatorial propenso a novada demográficamente, em- situada a medio camino entre el tas: las opiniones en contra de
suicidarse se entendiera con los pezó a ser modificada por el de- autoritarismo y el liberalismo? Adam Michnick (1992) y a fa-
dirigentes de la oposición dis- sarrollo económico inducido Los gobernantes chilenos que vor de Timothy Garton Ash
puestos a hacer borrón y cuenta desde la Europa de posguerra. criticaron a la Audiencia Nacio- (1999) sobre esa política de ar-
nueva del pasado. Pero otras También la cultura política su- nal por solicitar la extradición chivos abiertos son dos buenos
transiciones no siguieron el ca- frió cambios considerables du- de Pinochet, y que recordaron el ejemplos de las opiniones extre-
mino de la negociación pacífica rante estos años: junto al aban- amigable trato concedido por la mas. En cualquier caso, la inmi-
entre los administradores encar- dono del régimen de antiguos transición española a los res- sericorde revisión del pasado de
gados de negociar la quiebra de vencedores de la guerra civil y ponsables franquistas de críme- los países sometidos durante lar-
una dictadura y la oposición la llegada a la escena pública de nes contra los derechos huma- go tiempo a una dictadura de-
emergente: esas otras salidas del una generación sin vivencias nos, ¿podrían imaginarse a un bería requerir como condición
sistema autoritario no sólo no de la guerra, el nuevo espíritu Franco jubilado del poder pa- previa la consolidación de un ta-
han favorecido la amnesia cog- del Concilio Vaticano y los di- seando tranquilamente por el lante moral de reconciliación y
nitiva de las fechorías pasadas, fusos sentimientos de culpas Londres de los Beatles en los la renuncia a utilizar la historia
sino que ni siquiera han otorga- compartidas de los protagonistas años sesenta? con fines propagandísticos de
do la amnistía penal por los crí- del conflicto fratricida prepara- Todavía quedaría un cuarto naturaleza partidista. Aunque
menes perpetrados. Puede ocu- ron el terreno para la reconci- escenario de historia virtual: su España haya tenido la fortuna de
rrir que el sector reformista de liación. trazado corresponde a quienes haber pasado con éxito lo peor
una dictadura no logre desban- Sin embargo, el camino re- descalifican la transición real- de esa prueba, todavía queda
car a sus colegas fundamentalis- corrido efectivamente por la so- mente existente desde las posi- pendiente la reconciliación del
tas; o que la oposición sea muy ciedad española desde 1939 a ciones de la izquierda radical o País Vasco. Nadie debería ceder
fuerte y se decida a conquistar el 1975 no era el único imaginable movidos por el despecho de no a la tentación de emplear contra
poder sin necesidad de hacer en términos de historia virtual. haber ocupado un lugar a la al- el adversario los muertos pro-
concesiones; o que el cuerpo so- ¿Y si Alemania hubiese forzado tura de sus ambiciones. Los es- pios con el argumento de que

60 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA Nº 100



JAVIER PRADERA

no se trata de hacer política sino da crítica sobre la guerra civil y xenofobia. Ése es el escenario MICHNICK, Adam: “Diálogo con Vá-
de escribir la historia. Michael la dictadura (MI, pág.143). donde derecha e izquierda de- clac Havel. ‘La muy extraña época del
Ignatieff cierra su libro sobre las Pero la sabia advertencia se- ben buscar los votos ciudadanos poscomunismo”, CLAVES DE RAZÓN
PRÁCTICA, número 23, 1992.
guerras étnicas en el mundo gún la cual quienes ignoran el y entroncar con el pasado; de
contemporáneo con unas suge- pasado están condenados a re- otra forma harían buena la ase- PAYNE, Stanley G.: El régimen de Fran-
rentes reflexiones: “Reconciliar- petirlo no justifica que las fuer- veración de Marx de que el em- co. Madrid, 1987.
se significa romper la espiral de zas políticas de la España cons- peño de mirarse en el espejo del PRESTON, Paul: Franco. “Caudillo de
la venganza intergeneracional, titucional enarbolen las bande- pasado para repetir la historia España”. Barcelona, 1994.
sustituir la viciosa espiral des- ras de una guerra concluida hace suele convertir las tragedias en
cendente de la violencia por la sesenta años para ganar votos o farsas. ■ RAMÍREZ, Sergio: Adiós muchachos.
Una memoria de la revolución sandinis-
virtuosa espiral ascendente del para quitárselos al adversario.
ta. Madrid, 1999.
respeto mutuo”. Esa tarea im- Resulta tan inevitable como de-
plica respetar el dolor de los ad- seable que la derecha y la iz- SOLÉ TURA, Jordi: Una historia opti-
versarios, en lugar de reservar quierda democráticas establez- BIBLIOGRAFÍA mista. Memorias. Madrid, 1999.
toda la piedad para el bando can o busquen genealogías y lí- AGUILAR FERNÁNDEZ, Paloma: Memo- TUSELL, Javier: Historia de España en el
propio. Nadie puede aspirar al neas de continuidad con los ria y olvido de la guerra civil española. siglo XX. La dictadura de Franco. Ma-
monopolio de los buenos senti- conservadores y los progresistas Madrid, 1996. drid, 1999.
mientos: no se trata sólo de am- de nuestra historia contemporá-
BALLBE, Manuel: Orden público y mili-
nistiar delitos y olvidar ofensas, nea. Sería pura demagogia, sin
tarismo en la España constitucional. Ma-
sino de entender también que embargo, que socialistas y po- drid, 1983.
las víctimas de la violencia son pulares simulasen continuar li-
merecedoras de duelo cuales- brando los inconciliables con- BEN AMI, Shlomo: La revolución desde
quiera que fueran sus creencias. flictos que ensangrentaron Es- arriba. Barcelona, 1980.
“La reconciliación será compar- paña entre 1931 y 1939: los CARR, Raymond: España (1808-1975).
tir la herencia de una democra- latifundistas contra los campesi- Barcelona, 1982.
cia de la muerte para enseñar a nos y jornaleros en torno a la ––– España: de la Restauración a la de-
las nuevas generaciones la abso- reforma agraria; los patronos mocracia. Barcelona, 1983.
luta inutilidad de las luchas que contra los asalariados por los de- CASANOVA, Julián: ‘Rebelión y revolu-
producen muertos, la intermi- rechos sindicales y de huelga; la ción’, en Santos Juliá (ed.), Víctimas de
nable futilidad de los intentos acumulación de la riqueza en la guerra civil. Madrid, 1999.
de vengarse de los que ya no pocas manos contra su distribu-
ENZENSBERGER, Hans Magnus: Zigzag.
existen porque la única certeza ción igualitaria; el campo contra Barcelona, 1999.
es que matar no devuelve la vida la ciudad; los partidarios de la
a nadie” (Ignatieff, 1999, págs. Monarquía autoritaria contra los FERGUSON, Niall: Historia virtual. Ma-
179 y 180). defensores de la República; la drid, 1998.
No les falta en absoluto ra- intolerancia eclesiástica contra FONTANA, Josep (ed.): España bajo el
zón a quienes reclaman –como el laicismo anticlerical; el preto- franquismo. Barcelona, 1986.
Michael Richards, Nicolás Sar- rianismo militar contra la su-
FUSI, Juan Pablo, y PALAFOX, Jordi: Es-
torius, Javier Alfaya y muchos bordinación del Ejército al po-
paña: 1808-1996. El desafío de la mo-
otros– un mejor y mayor cono- der civil; los revolucionarios dernidad. Madrid, 1997.
cimiento del pasado inmediato contra los reformistas y los fas-
por los españoles. En el año cistas contra los demócratas. GARCÍA DELGADO, José Luis, y JIMÉ-
NEZ, Juan Carlos: Un siglo de España.
2000, casi el 80% de la pobla- La España del siglo XXI no es
La Economía, Madrid, 1999.
ción española ha nacido después un país aislado sino integrado
de la guerra civil y más del 30%, en Europa; no produce emi- GARTON ASH, Timothy: El expediente.
después de la muerte de Franco. grantes sino que los acoge; no Barcelona, 1999.
Los franceses siguen estudiando padece las lacras del atraso eco- HUNTINGTON, Samuel P.: La tercera
la Revolución de 1789; lo mis- nómico, el estancamiento social, ola. Barcelona, 1994.
mo hacen los estadounidenses el analfabetismo cultural y la
con la Guerra de Secesión, li- elevada mortalidad infantil y IGNATIEFF, Michael: El honor del gue-
rrero. Guerra étnica y conciencia moder-
brada entre 1861 y 1865. Co- epidémica sino que ofrece bue-
na. Madrid, 1998.
nocer y comprender los oríge- nos índices de desarrollo, movi-
nes y las consecuencias de los lidad, educación y salud; no es JULIÁ, Santos: ‘España sin guerra civil.
conflictos fratricidas de los an- una sociedad rural sino urbana; ¿Qué hubiera pasado sin la rebelión mi-
tepasados ayuda a no caer en la no depende de la agricultura sino litar de julio de 1936?’, en Niall Fer-
guson, op. cit. Madrid, 1998.
tentación de poner en marcha de la industria y los servicios; no
––– Un siglo de España. Política y socie-
secuencias causales que pudie- se halla fracturada por barrica- dad. Madrid, 1999.
ran llevar a catástrofes semejan- das de clase o ideológicas sino
tes. De añadidura, los interesa- atravesada por conflictos que LOTTMAN, Herbert: La depuración.
dos intentos de dar una “versión sólo mueven a la preocupación 1943-1953. Barcelona, 1998.
light de la era de Franco” hace en lo que se refiere a la distribu- MARÍAS, Javier: ‘El artículo más iluso’,
todavía más necesaria esa mira- ción territorial del poder y a la El País, 28-6-1999. Javier Pradera es escritor y perio-

Nº 100 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA



61
CIENCIAS SOCIALES

CIVISMO Y VOLUNTARIADO
HELENA BÉJAR

Victoria Camps y Salvador Giner ejemplo– a alumnos de cuarto vador Giner –aquélla forma par- tudes cívicas1. A mi juicio este
Manual de civismo que desconocen la fecha de la Re- te del comité de expertos que es- manual revela las tensiones de
Ariel, Barcelona, 1999
volución Francesa, que ignoran a tán modelando la ética en el ba- los lenguajes morales contem-
los clásicos y que no tienen el há- chillerato– y, después, analizaré poráneos y es una vívida mues-
1. Introducción bito de leer no ya literatura, sino brevemente el voluntariado co- tra de la pugna entre las dos tra-
El patio del recreo anda revuel- la mera prensa. Tampoco saben mo un fenómeno de interés so- diciones que hoy se oponen, a
to. La religión y la ética se dis- cómo estudiar ni elaborar argu- ciológico. Parto de que civismo y saber: el liberalismo triunfante
putan un espacio en la educa- mentos teóricos. En un tiempo voluntariado son la teoría y la y el republicanismo ascendente.
ción primaria y secundaria. La de contrarreforma en todos los práctica de una forma compro- También llamado humanis-
ausencia de la religión ha con- niveles educativos hay que enta- metida de entender la sociedad y mo cívico, el republicanismo es
tribuido a agravar la ignorancia blar un debate de la nueva asig- la política. la configuración ideológica que
de los escolares, que desconocen natura de ética. Paso por alto el define al hombre como ser polí-
la historia sagrada y con ella las litigio político que enfrenta a 2. La educación cívica tico, como un ciudadano que se
claves para apreciar el arte y la li- aquélla con la religión. En mi El Manual de civismo no es, pues, autorrealiza con la participación.
teratura occidentales, así como modesta opinión, ambas deberían un libro cualquiera. Hoy cobra El ciudadano es un ser sobre to-
los mitos y los valores que fun- ser evaluables, aunque no pun- una relevancia especial porque se do público y se debe a su comu-
damentan la tradición judeo- tuar para nota media alguna, por- quiere enseñar –imagino que a nidad política2. En tiempos de
cristiana. Costes de la seculari- que el peso de ambas materias través de varios manuales ade- hegemonía de la configuración
zación. El Antiguo y el Nuevo quitaría importancia a lo que cuados a las diferentes edades– a liberal, que ha llegado a ser una
Testamento (y la mitología, una quede de las humanidades. todos los púberes. Trasciende el suerte de lingua franca (el hom-
vez prácticamente extinguida la Cuantas más asignaturas, menos ámbito del ensayo y expresa un bre como individuo que persi-
enseñanza del latín y el griego) tiempo dedicado a cada una, por modelo educativo público. Es de- gue su interés, la primacía de lo
son algo ajeno a nuestros estu- una lógica básica de economía de cir, se trata de enseñar a la gente a privado sobre lo público, la con-
diantes, que pasan por la Uni- esfuerzos. Y más vale que el tiem- ser de una manera determinada sideración de las instituciones
versidad sin entender a Boticelli, po, tan escaso, se dedique a la li- a través de la educación, que a su como convenciones útiles pero
Rubens o Murillo. La necesaria teratura y a la historia que a otros vez se debate legislativamente. carentes de contenido moral), el
reforma de las humanidades fue saberes secundarios. Los gobiernos, las leyes y las cos- republicanismo se está recupe-
derrotada en el Congreso por Mas la nueva propuesta de la tumbres se interrelacionan para rando como un lenguaje de par-
una alianza entre nacionalistas ética no es cuestión baladí. La formar al individuo, en este caso ticipación y compromiso con lo
y socialistas. Mientras que aqué- materia que se quiere impartir considerado como ciudadano. colectivo. A derecha y a izquier-
llos defienden en la legislación y nada menos que durante 10 años Éste es el núcleo del republica- da se oye hablar de virtud, cen-
practican en las aulas un arte, (de los 6 a los 16) se presentó nismo que informa este ensayo. tro de la acción republicana, y
una literatura y una historia (o primero con el nombre de “valo- Adoptaré la perspectiva de
lo que de ellas quede) particula- res cívicos” y después con el de Norbert Elias, para quien los
ristas y chatas, ceñidas a las tra- “educación en valores”. Cuando manuales de conducta expresan manuales de comportamiento que aco-
diciones –frecuentemente in- estas páginas se publiquen pue- unos códigos específicos que metí en ‘La ordenación de los placeres: ci-
ventadas– de la nación catalana, den haber mudado el nombre y justifican o legitiman las coac- vilización, sociabilidad y autocontrol’, en
el País Vasco, la comunidad au- los contenidos, debido a disputas ciones. Desde su origen, los ma- Los placeres (Éxtasis, prohibición, templan-
za), Enrique Gil Calvo (ed.), Tusquets,
tónoma madrileña o la andalu- de política educativa. También nuales de comportamiento des- Barcelona, 1992.
za, el centro izquierda parece de- los expertos que están tras ella. cansan en un argumento o códi- 2 Para un análisis de los sentimientos

fender un modelo de educación Por eso sólo quiero echar mi go que explica –de manera políticos que sostienen el republicanismo
puede verse Helena Béjar: El corazón de la
tecnocrática y “abierto al merca- cuarto a espadas con el análisis explícita o implícita– por qué se república, CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA,
do de trabajo”. Clamar por unas del llamado civismo y, dentro de deben coartar los impulsos, mo- núm. 91, abril 1999.
3 Para una defensa del mismo véase el
humanidades potentes en la éste, del voluntariado como una derar las costumbres, mudar los
artículo de Salvador Giner: Las razones
educación es algo considerado de sus prácticas. Espero que ni sentimientos y –en este caso– del republicanismo, CLAVES DE RAZÓN
hoy como superfluo y elitista. uno ni otro sean borrados de los aprender ciertos valores, las vir- PRÁCTICA, núm. 81, 1998; y en un in-
De este modo se produce una contenidos de la asignatura en tento de maridar republicanismo y libe-
paradoja en la enseñanza univer- discusión. Para ello voy a des- ralismo, el trabajo de Andrés de Francis-
co: Republicanismo y modernidad, CLA-
sitaria. Tiene poco sentido expli- brozar, primero, el Manual de ci- 1 En cierto sentido estas páginas son VES DE RAZÓN PRÁCTICA, núm. 95,
car sociología histórica –por vismo de Victoria Camps y Sal- una continuación de un análisis de los septiembre 1999.

62 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA Nº 100



de civismo3. Parto de que el mo “agradecimiento y sinceri- los contenidos de la asignatura to: “Renuncio a parte de mi li-
Manual de civismo (y los “valores dad”, “afectividad, sexualidad y la “comunicación social, el diá- bertad, e incluso a alguno de
cívicos” o como quiera que aca- formas culturales”, dicen los logo y la expresión”, así como la mis privilegios, para que me
ben llamándose) tiene un códi- contenidos. En esencia, la urba- “asertividad y autoestima”; muy ayudes o me protejas” (pág.
go republicano templado por un nidad es el aprendizaje de las bue- loables, pero que son valores psi- 151). Pero el fundamento de
liberalismo razonable. Su carác- nas maneras a través del “auto- cologistas e individualistas, nada una ética fuerte es la responsa-
ter híbrido delata quiebras teó- dominio”. Elias veía en el au- cívicos). En un sentido republi- bilidad y no la reciprocidad, al-
ricas, al tiempo que le permite tocontrol la materia de la civili- cano, la educación es paideia, go condicionado y en el borde
un enorme alcance y, segura- zación occidental, que se había transmisión de conocimiento, de la conducta utilitaria. Con
mente, una amplia aceptación hecho a sí misma a base de con- no intercambio de comunica- frecuencia, el intento de adecuar
para una política educativa pro- tención de los impulsos y de una ción o negociación. (Es curioso el discurso al público potencial
gresista, una empresa necesaria y paulatina pacificación. Giner y que el protagonista de Hoy em- (¿el lector de ensayo?, ¿los pa-
urgente. Camps trasladan sus hipótesis al pieza todo rechace la idea de vo- dres ilustrados?, ¿los jóvenes?)
“Este manual no pretende terreno de la “convivialidad” en cación y afirme que la educa- ablanda las virtudes del manual
enseñar nada” es la primera fra- lo que definen una y otra vez ción es intercambio. ¿Qué se en cuestión, que pierden la exi-
se. Esta preterición despista al como una ética mínima que puede intercambiar con un niño gencia republicana clásica nece-
analista eliasiano, que cree que puede ser aceptada por todos, de tres años?). La prédica del au- saria para formar al buen ciuda-
todo manual debe enseñar, aun- por encima de ideologías o reli- tocontrol se engarza con la for- dano. O quizá esto sea una re-
que el comportamiento cívico giones. Entre las formas de so- mación de la voluntad y el desa- tórica que sólo veamos unos
se fundamente en normas no es- ciabilidad que propugnan hay rrollo de la capacidad crítica pocos, y el libro sea un com-
critas, costumbres y maneras una saludable defensa de la de- (“saber decir no” a la droga y a la pendio de valores mínimos. Mas
(pág. 7). ¿No se trata de enseñar ferencia (el uso del “usted”) y el violencia). Aquí se podría men- ¿por qué entonces hablar tanto
un conjunto de normas, muy refinamiento (una “cierta puesta cionar la tiranía de la mayoría y de virtud? Y es que aquí la vir-
parecidas a las propuestas a de- en escena”), es decir, una rigidi- de nuevo a Tocqueville, sor- tud no es precisamente la cris-
bate legislativo? ¿Por qué este ficación del comportamiento. El prendentemente ausente en este tiana.
principio vergonzante o modes- uso indiscriminado del tuteo ensayo donde, a pesar de no te- Por su parte, la vida como
to? Quizá porque educar en el responde a un igualitarismo mal ner ni una sola línea de biblio- contrato alumbra la idea de ne-
sentido fuerte, republicano, for- entendido que ha hecho estra- grafía, sí hay mención a muchos gociación; algo muy realista y
mar a buenos ciudadanos, no gos y que ha minado otra virtud clásicos. La “capacidad crítica” muy liberal. Pero sucede que el
sea del gusto de todos. ¿Pero a la que aquí se apela, el respeto. suena a la reivindicación millea- contrato republicano de Rou-
acaso no es el republicanismo o Pero los autores pasan de punti- na de la propia voz, incluso si ha sseau (al que se nombra –junto al
humanismo cívico el código do- llas sobre la crítica al igualitaris- de oponerse a los pares, a la so- pesimista Freud– como teórico
minante aunque implícito? Ana- mo popular, porque defender la ciedad y a la masa. de la bondad del hombre) no es
licemos detenidamente cuáles excelencia, un valor republica- En segundo lugar recorre el un intercambio entre indivi-
son los lenguajes que tironean a no fuerte, sería poco demócrata proyecto de la asignatura y del duos, sino una cesión completa
este nuevo civismo. y poco liberal. Y ellos quieren manual el lenguaje de la ética. de la voluntad a la construcción
En primer lugar se reencuen- ser las dos cosas (pág. 7). Es di- “La vida como proyecto” es en la del bien colectivo. Muy cívico y
tra el argumento tradicional de fícil defender en serio el respeto materia a debate lo que es en el potencialmente autoritario. Va-
la urbanidad, que creíamos en las formas (el uso del usted) libro una existencialista “vida le más dejar a Rousseau en paz,
muerto y enterrado. Algo muy sin poner en cuestión la creencia como compromiso”, la conside- porque su republicanismo ex-
serio debe ocurrir cuando uno de en la igualdad, es decir, el reco- ración kantiana del otro como tremo no cuadra con el mini-
los contenidos del proyecto de la nocimiento del mérito, como ya fin y no como medio, la crítica a malismo del manual. Siguiendo
asignatura es “el propio cuerpo, sabía Tocqueville. los gorrones que se aprovechan con lo que llamo el lenguaje éti-
hábitos de higiene, limpieza La insistencia en la virtud del de los demás (el egoísmo no es co, se afirma que el comporta-
y salud”. (Bertrand Tavernier autodominio carga contra la funcional porque agota los re- miento cívico, que está en un
muestra el panorama desolador educación antiautoritaria y el cursos públicos; así ocurre con el saber combinar –dicen– la au-
de la educación primaria fran- imperio de la psicopedagogía, mal uso de los medicamentos). torrealización y la implicación
cesa en su película Hoy empieza reyes y señores de los manuales Locke, Kant o Rawls son seña- pública, devendrá en eudemo-
todo). Así, el niño bueno debe de la educación durante los últi- lados como referencias para en- nismo moral: el esfuerzo por fo-
aprender valores genéricos co- mos años. (Se ha incluido entre tender la vida como un contra- mentar los propios fines y los

Nº 100 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA



63
CIVISMO Y VOLUNTARIADO

del otro contribuirán al perfec- los pocos y valor en bancarrota. ca del cuidado, un feminismo en México, obligación de cui-
cionismo de la especie. Este op- Es poco políticamente correcta. de corte comunitarista a años dar a los padres como propues-
timismo kantiano e ilustrado se Como las humanidades, parece luz tanto del republicanismo ta del Gobierno catalán. A buen
aleja algo de lo que llaman en- ingenua y anacrónica. Quedan (que lo considera blando) como entendedor… El niño debe,
señanza en “virtudes humildes”, pocos profesionales indepen- del liberalismo (que lo ve inge- pues, aprender que es mejor que
que quieren abonar el terreno dientes y los profesores necesitan nuo). El manual insiste en que la sociedad civil cambie sus cos-
para cosechar las grandes. Po- libros como éste para encauzar a el cuidado de los necesitados es tumbres a que el Estado le obli-
dría haberse nombrado el entu- un alumnado poco civilizado. sobre todo tarea de la familia: gue a ello. Una sociedad res-
siasmo como uno de los senti- Se dice que “la excelencia profe- abandonar a aquéllos a un Esta- ponsable que busque el “interés
mientos que sostienen la virtud sional es un valor en alza” (pág. do impersonal es ejercer la irres- común” (el bien común es un
política. Claro que el entusias- 75); mas la excelencia no es aquí ponsabilidad. Es curioso que en vocablo más cargado) ha de evi-
mo también es el fuelle de la di- ser el mejor (como cree el repu- el manual no se mencione la tar que la moral la imponga el
sidencia, como ocurrió en Seat- blicanismo clásico, que exige a quiebra del Estado benefactor, Gobierno. Ya lo dijo Locke
tle. Quizá por eso sea mejor ig- los mejores en los puestos polí- mientras se insiste en el peso de cuando defendía la privacidad
norar los sentimientos fuertes, ticos), sino que se subdivide en la familia y de los otros próxi- de las llamadas “cuestiones indi-
clave de la bóveda republicana, competencia (conocimientos mos como sujetos de la ayuda. ferentes”. Se me ocurre que si el
más no del liberalismo ilustra- curriculares) y competitividad Algo con lo cual liberales y co- Estado dictamina el cuidado de
do, más acorde con las virtudes (agresividad, ambición). Creo munitaristas estarían de acuer- los ancianos padres, la tutela
míninas. Porque este civismo es que o se predica la excelencia do: la ayuda es cosa de la socie- de los hijos en disputa, el mal
“una cultura de las buenas ma- –la especialización, la “vida co- dad civil o de la comunidad mo- trato intrafamiliar (es decir, el
neras que nos permite diferir pa- mo proyecto” y la vocación– o el ral. Nunca de los republicanos, ámbito privado de los senti-
cíficamente y avanzar en la solu- proteísmo –la capacidad de ser que ven en el Estado el promo- mientos) pocas cosas le son ya
ción de conflictos de manera in- reciclado en las actividades que tor del bien común. Esto es muy indiferentes. Habría que volver a
cruenta” (pág. 103). Elias dixit y demande el mercado–. John importante a la hora de fomen- ser cívicos para que el Estado no
sólo los partidarios de la violen- Gray y Ralph Dahrendorf, me- tar el voluntariado como prácti- acabe siendo despótico; es de-
cia diferirían. tidos en arenas educativas últi- ca cívica, tal como veremos. cir, hay que practicar el interés
El principio axial del lengua- mamente, alaban la “converti- En tercer lugar está el len- bien entendido. ¿Mas no es éste
je ético es la tolerancia, núcleo bilidad”, acorde con la cada vez guaje del ecologismo desde el un valor opuesto a la virtud del
de estos valores cívico-liberales: más extendida disociación entre cual se vuelve a recomendar la cuidado?
“el respeto al otro”, “derechos de estudios y trayectoria laboral. autolimitación (el autocontrol Finalmente y en último lu-
niños/as” y “valores comparti- Pero tal flexibilidad es necesi- eliasiano). La sociedad de la gar recorre el manual y los con-
dos; respeto y tolerancia en lu- dad, no virtud, y mucho menos opulencia y el imperio de la ra- tenidos de la asignatura en cues-
gares sociales”, decían los conte- cívica, como parece que tene- zón instrumental han creado sus tión el lenguaje del civismo, el
nidos de la asignatura. El niño mos que creer. Imagino que es efectos perversos: el agotamien- más importante y que constitu-
bueno debe aprender apertura arduo enseñar la virtud de la to de los recursos y el despilfarro ye el código del texto analizado.
(en el sentido crítico de Allan profesionalidad cuando el tra- como forma de vida. En línea Su argumento es la construcción
Bloom) ante la pluralidad de bajo es un bien precario. En to- con la reivindicada responsabili- de la ciudadanía a través de la
“hechos religiosos” para vivir en do caso, dicha virtud se sitúa en dad se recomiendan la virtud de educación. Su lógica implícita
el multiculturalismo. (“El mes- la esfera social –en el sentido la templanza y la de la austeri- es la del republicanismo, por-
tizaje cultural” es otro conteni- arendtiano–, más cerca de la pri- dad. En los tiempos de cultura que de lo que se trata es de arti-
do). La tolerancia es ya un prin- vada –excepto para los escogi- posmaterialista, hay que ver con cular el triángulo entre gobier-
cipio indiscutible de nuestra tra- dos– que de la pública. Es vir- simpatía tales propuestas, pre- no, leyes y mores. Montesquieu
dición pluralista y liberal, pero tud societaria, no política. Acep- sentes en las tradiciones antigua y Tocqueville plantearon esta
es tan cívica o tan democrática table para todos, es indiscutible: y cristiana. Junto con la con- compleja interrelación e insis-
como la buena educación; es de- lo difícil es hacer de ella un valor ciencia ecológica el manual tieron en la gestación de cuerpos
cir, es una virtud mínima y ne- público. aplaude la disidencia cívica, de secundarios (tribunales de jus-
cesaria, pero nada republicana. El argumento ético bebe la mano de figuras como Jesu- ticia, gobiernos locales, asocia-
(Locke es su teórico, no Ma- también del feminismo, que rei- cristo, Gandhi o Martin Luther ciones de toda laya) para cons-
quiavelo ni Rousseau, los padres vindica un reparto igualitario de King. En verdad ningún cristia- truir costumbres morales –mo-
del civismo clásico). La toleran- las tareas domésticas. Trabajo no, ningún liberal ni ningún co- res– que creasen libertad
cia linda con la indiferencia pri- productivo-reproductivo, espa- munitarista podría objetar tales política. La interpretación repu-
vada y permite el desarrollo de la cios masculinos-femeninos, are- enseñanzas. Pero la enseñanza blicana de ambos clásicos incide
privacidad social, pero no alien- nas público-privada tienen que de la disidencia va más allá de en la participación que suscitan
ta el compromiso público. Es su redefinirse. Supongo que tales tales figuras y su práctica radical las instituciones; la lectura libe-
marco, no su aliento. mensajes del Manual se vierten contradice la construcción de la ral en la creación de una socie-
Otra virtud que Camps ha en los contenidos de la asigna- comunidad cívica. dad civil hecha de flujo asociati-
definido desde hace tiempo co- tura que apuntan a la “organiza- Hay varias alusiones a las me- vo. El republicanismo clásico
mo pública es la profesionali- ción de las actividades sociales” didas que diversos Gobiernos –Rousseau– entrega al Gobierno
dad. Otrora Giner defendía la y a la “organización personal y han tenido que adoptar para el alma de los ciudadanos; el
vocación, valor fuerte que en social del tiempo cotidiano”. embridar a la ciudadanía: res- moderno –Tocqueville–, que
efecto tiene una proyección pú- Junto a estas recomendaciones tricciones demográficas en Chi- pecha con un hombre privati-
blica. Pero la vocación es miel de incuestionables, se predica la éti- na, controles de contaminación zado, incita a los hombres a par-

64 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA Nº 100



CIVISMO Y VOLUNTARIADO

ticipar en las leyes y el gobierno blar de construir una “vida en mientos morales espontáneos. cula de Tavernier no es, como se
y así cambiar sus mores. Al libe- común, una comunidad”. Y es Sólo un republicanismo fuerte dice, “patriotismo de barrio”,
ralismo, en cambio, le importa que ni siquiera los utilitaris- quiere modelar la naturaleza hu- más bien parece protesta ciuda-
menos la calidad moral de los tas, que defienden el egoísmo na- mana a través de la conjunción dana desarticulada).
individuos siempre que no re- tural, la funcionalidad de los vi- entre gobierno y leyes. Y a través Y es que el patriotismo repu-
basen los límites que permiten la cios privados y los polizones de de éstas la educación entra en blicano está mezclado con el na-
paz social y el desenvolvimiento la acción colectiva, dejan de re- escena. Mas entonces hablemos cionalismo: releamos a Rousseau
del mercado. conocer que “no podemos vivir de bien común, y no de interés y a los jacobinos, es decir, a la
Recordemos que el centro de en solitario”; es más, celebran la común. tradición progresista. Y si que-
interés del manual son las cos- empatía, que permite la nego- Un tema crucial del código remos deshacernos del patriotis-
tumbres. Aquél define al civis- ciación y el intercambio no sólo cívico es el patriotismo, que este mo y abrazar el cosmopolitis-
mo como una ética mínima, ba- mercantil sino moral. El manual manual apenas toca y desliga del mo, digámoslo claramente.
se de una cultura pacífica y soli- bastante hace con inculcar vir- nacionalismo. Mas ambos están Cuando uno se siente orgulloso
daria; es el buen gobierno de la tudes mínimas como la ayuda, vinculados en el republicanismo de que el derecho internacional
convivencia, pero no desde el la mesura o el respeto, dentro clásico –Maquiavelo y Rous- y la disidencia humanitaria
Gobierno, se advierte. Cual- de una cultura de individualis- seau– . Con la tribu hemos topa- avancen a través del juez Gar-
quiera aprobaría esto, excepto mo y materialismo rampantes. do. A no ser que el patriotismo zón o de que el cine español –y
un republicano, que piensa que Pero lo que no hace es apoyarse se edulcore y se transmute en por ende europeo– triunfe en
el buen Gobierno crea la buena en la tradición republicana. ¿Por una actitud; deja así de ser una Estados Unidos, se puede sentir
ciudadanía. Algo, por cierto, qué entonces utilizar su retórica? pasión política para devenir una suerte de patriotismo cívico.
que no está lejos de la tradición, O dicho de otra forma, ¿para asunto psicológico4. La figura re- Mas ocurre que en Cataluña,
también emancipativa, marxia- qué mencionar una y otra vez petida en la trilogía de Kielows- por ejemplo, consideran que Al-
na. Aunque es de justicia recor- lo malo de la tradición liberal- ki de la anciana que camina tra- modóvar hace “cine madrileño”.
dar que la educación ciudadana utilitaria, si no es para afirmar la bajosamente hasta depositar una Ser patriota hoy sin ser nacio-
en manos del gobierno lleva contraria, la republicana? Quizá botella en un envase de reciclado nalista es muy complicado. Por
consigo la semilla del autorita- esto no se haga por timidez teó- sería entonces la estampa del otra parte, hay que repetir que el
rismo de cualquier signo. Quizá rica o por prudencia política. La nuevo patriotismo. En este ma- republicanismo clásico y el cos-
por eso el manual insista en po- sustitución de “valores cívicos” nual menudean las virtudes fe- mopolitismo son incompatibles.
tenciar una moral autónoma, a por “educación en valores” da meninas como la delicadeza Uno ama a la patria como a su
lo que no se opondría nadie ex- idea de lo arduo de proponer un (muy nombrada) y el cuidado, familia, y la humanidad o la so-
cepto un republicano clásico y modelo educativo. Y éste mere- tradicionalmente opuestas al ar- ciedad son familias demasiado
“fuerte”, es decir, cívico. ce toda la simpatía smithiana dor guerrero y al entusiasmo grandes para ser queridas, sen-
El niño debe aprender “justi- concebible. asambleario del republicanismo tencia Jean-Jacques.
cia social” (el adjetivo quita hie- El código cívico insiste en la clásico, cuya virtud es claramen- El “patriotismo de campana-
rro a un término emancipativo y necesaria recuperación de los de- te masculina. Algo muy inco- rio” –decía Durkheim– es peli-
tradicionalmente progresista, beres ciudadanos frente a la in- rrecto políticamente, pero muy groso, pero forma parte de la
quizá indigerible para otros in- sistencia liberal en los derechos, cívico en el sentido fuerte. El au- tradición auténtica del civismo
terlocutores en las difíciles bre- individuales o grupales, que lle- todominio es lo que más podría que es entregado, recio, austero
gas de las políticas educativas) y van al egoísmo y esconden parecerse a la virtud republicana, y guerrero. Nada de dulzura y
“asociacionismo profesional y –Berlin dixit– resentimiento de si no fuera porque aquél es el au- buenos modales. Habrá que ir a
ciudadano; voluntariado”. An- status. Frente al imperio liberta- tocontrol eliasiano mudado en disposiciones que combinen el
tes de ver esto, analizaré algo rista del derecho, los autores cla- una austeridad antimaterialista. individualismo y el comunita-
más el código del civismo. El man por una “libertad con nor- Pero la mundialización –que rismo para aprender a estimar
Manual define al hombre como te”. La del interés común de una choca con el patriotismo clási- Europa o la humanidad5. Pero
animal político (en sentido am- ciudadanía responsable. Otro co– dificulta la educación de los en esa formación de sentimien-
plio, dicen) y social. Pero mien- norte (la Buena Sociedad, obje- jóvenes en la templanza y la ab- tos de pertenencia concéntricas
tras que el zoon politikon forma tivo republicano) entraña peli- negación. La disidencia civil perderemos la patria. No se pue-
parte del corazón del republica- gros. De esta manera se defiende tampoco es patriotismo y toma- de tener todo.
nismo –cuya entraña es la parti- la justicia: “tiene que haber leyes da en serio tampoco tiene nada El cosmopolitismo demanda
cipación–, la comprensión del que obliguen a ser benevolentes que ver con la dulzura. (La pelí- universalismo –o pluralismo, di-
hombre como animal social es y simpáticos con el desfavoreci- ce Berlin–. Entre los valores que
cosa del cristianismo y transita do del que nadie se puede acor- todos los niños tendrían que
por la cultura occidental hasta dar” (págs. 44 y 45). Por ejem- 4 “El patriotismo es la actitud abne-
abrazar (fueran cristianos, bu-
hoy. Ser político en un sentido plo, a cuidar de los mayores, pe- gada y altruista de conducirse pensando distas musulmanes o hindúes)
fuerte no es lo mismo que gustar ro ¿no es esto poco liberal y en los intereses de nuestra comunidad. está la igualdad de derechos en-
de compañía, característica no demócrata, aunque sí republica- Cómo ésta alcanza hoy, por la mundiali- tre los sexos y el fomento de la
zación, a toda la humanidad, conviene
sólo humana sino también ani- no? ¿Cómo forzar las costum- que pensemos en él con una nueva pers-
mal. Estoy segura de que esto es bres individualistas en condicio- pectiva. La mejor forma de expresar nues-
pan comido para los autores del nes de progresiva privatización, tro cariño por el mundo que nos rodea es
tratarlo con dulzura y con mesura, es de- 5 Así dice Víctor Pérez Díaz en La
manual, pero si quieren solapar adelgazamiento de la familia y
cir, con cierto patriotismo cívico. Sin formación de Europa, CLAVES DE RAZÓN
la participación con la interde- emancipación de la mujer? El grandes heroísmos. Solamente con bue- PRÁCTICA, núm. 97, noviembre 1999,
pendencia no hay por qué ha- cuidado y la empatía son senti- nos modales” (pág. 67). pág. 19.

66 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA Nº 100



HELENA BÉJAR

libertad. Pero hay que resaltar Educación en Valores?) se inclu- como una energía que, si está di- autoestima, enseñas individua-
que la asunción profunda del ye en la enseñanza primaria la rigida, normada, enseñada, pier- listas y psicologistas? El civismo
universalismo supone, a largo “solidaridad y su expresión: or- de su carácter adversativo y radi- debe ser menos ecléctico y con-
plazo, una educación en valores ganizaciones”, los voluntarios cal. La crítica a las ONG dedica- temporizador para crear ciuda-
comunes, que acabarán por cho- creen, desde una lógica conspi- das a la cooperación para el danos responsables. A no ser que
car con las comunidades de ori- rativa, que el Estado “ha hecho desarrollo concentran las críticas creamos que la atención al otro
gen de la sociedad multicultural. una jugada maestra” introdu- a la organización de la filantro- nos ayuda a nosotros mismos:
Esta extensión del pluralismo y ciendo el voluntariado en la edu- pía. Todo esto puede conectarse en esta amalgama se mueven los
la tolerancia produce el efecto cación. La crítica se aplica tanto con un Manual cívico que quie- discursos de los voluntarios hoy,
de homogeneizar a la ciudada- a la enseñanza secundaria (el vo- re enseñar a la vez el valor de la dominados por el egoísmo ra-
nía. Además, tolerancia, plura- luntariado se ejerce en algunos disidencia y el de la práctica aso- cional. Por otra parte, la ense-
lismo, cosmopolitismo y mun- colegios religiosos) como a la su- ciativa. Mientras que la primera ñanza del asociacionismo con-
dialización tejen un marco de perior, en estudios como trabajo parece connatural al estilo de lleva en buena ley la de la liber-
valores “fríos”. Podríamos cons- social o pedagogía. A la afirma- pensar de los jóvenes, la segunda tad de asociación, principio
truir una sociedad multicultu- ción de que el voluntariado es requiere un aprendizaje de las cívico y liberal. Tal libertad es
ral cuya urdimbre fuera la indi- una actividad libre y espontánea bondades y conveniencia de la compatible con el disfrute de la
ferencia intragrupos, etnias y de- se une la desconfianza hacia tales solidaridad organizada. No es na- vida privada, en un ejercicio de
más diversidades. ¿Cómo ejercer practicantes del cuidado. Los vo- da fácil combinar ambas cosas. shifting involvements que la mo-
entonces el cuidado? La ense- luntarios rechazan que su labor Una educación cívica que in- dernidad nos exige. Mas el aso-
ñanza del civismo liberal tiene sea utilizada, puesto que el al- sista en el voluntariado iría ges- ciacionismo tomado en serio de-
consecuencias: la tolerancia es truismo se esfuma cuando se in- tando el sentido de la responsa- semboca en la formación de to-
fría y no tiene por qué ser acom- tercambia por beneficios (horas bilidad tan importante para cre- do tipo de grupos a los que los
pañada del cuidado. lectivas, créditos, etcétera). Pa- ar una moral7 que contrarreste ciudadanos puedan unirse vo-
Por último, no parece con- rejo rechazo suscita el volunta- el imperativo individualista de luntariamente, desde las asocia-
vincente mezclar en la enseñan- riado unido a la prestación social la autorrealización. El análisis ciones religiosas a los grupos pa-
za del civismo la virtud del au- sustitutoria que llenan las ONG de los discursos de los jóvenes vo- ramilitares. Mi segunda pregun-
tocontrol –sustentada en la fuer- de intrusos que abandonan la luntarios indica que la tendencia ta es: ¿Cuáles son los límites de la
za de voluntad y el amor propio, ayuda en cuanto acaban su ser- es que el altruismo organizado pertenencia asociativa? ¿Acaso no
valor individualista y de estirpe vicio social. Tales resistencias a se convierta en una actividad eran los cuerpos secundarios la
estoico-nietszcheana– con la los incentivos selectivos deberían sectorial más, rutinizándose la materia de la virtud cívica mo-
dulzura –de contornos teóricos tenerse en cuenta si se quiere im- emoción de la ayuda. A ello derna? Éste es un asunto que el
oscuros6–. La alusión a virtudes plantar el voluntariado como contribuirían tanto la educación republicanismo liberal debería
femeninas –dulzura, delicadeza– parte de la nueva ética laica. cívica como los proyectos de po- afrontar. Pero dejemos tal nudo
no parece fundar una ciudada- La desconfianza hacia el Esta- tenciar el tercer sector. Por otra gordiano de momento y pense-
nía cívica, ni liberal ni republi- do –extendida asimismo a los parte, el voluntariado como mos en cuáles son las auténticas
cana. Pero pasemos a la noción partidos y a sus representantes– práctica del civismo desde la es- virtudes cívicas. Y entre ellas cuá-
de cuidado y, con ella, a esbozar alcanza a las propias organizacio- cuela resolvería el problema de les son todavía hoy posibles. ■
el estado de su práctica, el vo- nes no gubernamentales, que la transmisión de valores al-
luntariado. mantienen con respecto a aquel truistas, que los voluntarios de-
un vínculo de dependencia. Co- jan en suspenso. Si el volunta-
3. La práctica ciudadana mo el Estado y los partidos, las riado y los valores que lo acom-
Ensalzada por tirios y troyanos, ONG se asocian con la burocra- pañan (la solidaridad y el
la nueva filantropía es un fenó- cia, en este caso sostenida por las cuidado) se aprenden desde ni-
meno escurridizo. Su análisis en subvenciones. Por cierto, la iden- ños sería más fácil de mantener
profundidad, al que me estoy de- tificación entre el espacio público esa cadena de ayuda que hoy pa-
dicando, lo revela. Los volunta- (del cual forman parte crucial las rece muy frágil, basada más en
rios a los que he entrevistado re- asociaciones) con la burocracia un romanticismo efímero que
celan de la práctica de la ayuda es una de las más finas victorias en una práctica organizativa
como algo obligatorio, porque del liberalismo –en su versión arraigada.
ello desprovee al voluntariado de clásica de individualismo posesi- Y, sin embargo, se me ocu-
su esencia: es por definición una vo– que contrapone a la socie- rren dos preguntas. Una: si lo
actividad libre. Mientras que en dad política republicana un es- que se ha de enseñar en una edu-
el proyecto de la asignatura Va- pacio social donde individuos cación cívica es solidaridad y cui-
lores Cívicos (¿permanece en privatizados conviven en una dado, ¿cómo combinar estas vir-
productiva confluencia. Los vo- tudes republicana y comunita-
luntarios recelan de un volunta- ria, respectivamente, con la
6 “El civismo que hemos visto como riado “desde arriba” que tachan prédica de la “asertividad” y la
expresión solidaria del amor propio, de la de conservador, pues las diversas
convivialidad, puede poner coto a bas- administraciones tienen tentácu-
tantes excesos fomentando el autodomi- los que ahogan la disidencia que
nio. Pero nadie nace sabiendo autodomi- 7 Al respecto puede verse el atractivo
Helena Béjar es autora de El ámbi-
narse: hay que aprenderlo. Hay que pretende sostener el voluntariado libro de Manuel Cruz: Hacerse cargo. Pai- to íntimo, La cultura del yo y El corazón
aprender a vivir con dulzura” (pág. 157). de los jóvenes. El altruismo se ve dós, Barcelona, 1999. de la república (en prensa).

Nº 100 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA



67
SEMBLANZA

SIR RICHARD F. BURTON El sincero disfraz del embustero

CÉSAR RENDUELES

Y tantos se exponen a los últimos peligros to, ese ser conducido por el diablo, tras el disfraz de inglés pío, rico y la nacionalidad que adoptará, el
para vanagloriarse después de una que protagonizó la vida de Bur- católico– en el que medió el do- estrato social al que pertenece-
plaza que han tomado, y tan tontamen- ton, convirtiéndola en la esceni- lo de una madre superiora cega- rá, el oficio e incluso la persona-
te para mi gusto; y finalmente, los otros
se matan para anotar todas estas cosas,
ficación de un pastiche por el da por la avaricia, logró persua- lidad de la que hará gala, todo
no para ser más sensatos, sino solamente que desfilaron personajes radi- dir a su amada de que consintie- para convertirse en su propio
para mostrar que las conocen, y éstos son calmente antagónicos, intérpre- se en fugarse con él. Al fin, una “informador”. Así, quien pere-
los más tontos de la compañía, porque lo tes de una obra que se fue com- noche drogó a los guardianes grina a la Meca será Mirza Ab-
son con conocimiento. poniendo en el propio obrar. que custodiaban el convento y, dullah, médico y derviche afga-
Pensamientos, Pascal No es una exageración. Si al- en compañía de un sirviente no; una elegante combinación
guien hubiese “escrito” su vida musulmán, se introdujo en la zo- de caracteres que le permitiría
iscurre la primavera de organizándola en clave de fic- na donde se encontraban las cel- cierto margen de excentricidad
1863. Ya han pasado 10 ción, hubiera resultado una no- das de las monjas. Desdichada- que disculpase posibles errores y,
años desde que sir Richard vela profundamente inverosímil. mente, la oscuridad le llevó a co- al mismo tiempo, un galénico
F. Burton (1821-1890) cobrara La gracia de las obras de Burton meter un comprometido error, acceso a amplios sectores de po-
pingüe fama tras visitar las ciu- y, sobre todo, de las biografías así lo cuenta J. C. Simmons3: blación.
dades prohibidas del islam. En que le han retratado, es precisa- “Se equivocó y penetró en la celda
Las hazañas del capitán Bur-
esta ocasión se dispone a iniciar mente ese toque de excentrici- de la vicepriora, que se encontraba dur- ton parecen encontrarse más allá
una nueva expedición hacia las dad stendhaliano que las hace miendo. Era una mujer de unos sesen- de la distinción entre realidad y
regiones ignotas de África cen- poco menos que inauditas2. Sus ta años. Burton cogió rápidamente ficción, es decir, de la asimila-
aquella forma durmiente y corrió con
tral. Carcomido quizá por esa extenuantes periplos –de Arabia ella fuera del convento sin descubrir,
ción de ficción y falsedad. Al
laudánica melancolía que, aun- a Somalia, de Islandia a Estados para horror suyo, el error hasta que no conseguir fingir convincente-
que inconstante y morosa, fue Unidos, de Brasil a la India…–, se encontraron en la playa cercana”. mente distintos personajes ára-
su inseparable compañera de via- su deslumbrante dominio de los “La cagamos’, dijo el enfadado Bur- bes, pone de manifiesto un
ton, mientras que la vieja dama gritaba
je, escribe una carta a su amigo clásicos grecolatinos y árabes, su ejemplo límite del contacto in-
aterrorizada”.
Monckton Milnes: capacidad casi grotesca como “¿Qué podemos hacer con esta dia- tercultural, en el que todo con-
lingüista (llegó a dominar 29 blesa?”. junto nomológico, incluido el
“Bogando en un tronco ahuecado, a
miles de millas río arriba, con tan sólo
lenguas e innumerables dialec- “¿Le cortamos el cuello?’, sugirió el propio bagaje ideológico, se
tos), los 72 copiosos volúmenes sirviente”. muestra como convencional. De
una infinitésima probabilidad de regre- “No, no podemos hacer eso. Átale
sar. Me pregunto ¿por qué? y solamen- que escribió o su actividad como los brazos, amordázala con tu pañuelo y este modo, la propia vida de Ri-
te puedo responderme ¡condenado lo- agente secreto conforman una déjala. Tenemos que irnos inmediata- chard Burton saca a la luz una
co!… Lo quiere el diablo”. amalgama biográfica absoluta- mente”. ubicuidad de la ficción que, a
mente folletinesca. Por poner un buen seguro, desesperaría a cual-
Esta sentencia, probablemen- ejemplo especialmente hilaran- La elección de esta aventura quier avezado deconstructor. En
te ya la más famosa de Burton te, podemos citar aquella oca- no es gratuita; está extraída de su vida y en sus obras, el hiper-
merced a la biografía de Brodie sión en que, después de recupe- una de las obras que escribió texto siempre parece adelantarse
que toma de ella su título1, re- rarse del cólera, hacia 1846, se Burton en su juventud4, textos a cualquiera de los ardides típi-
coge el profundo anonadamien- enamoró perdidamente de una plagados de elaboraciones ficti- cos de la microastucia; tras su
monja, profesora de latín del cias y, al mismo tiempo, eviden- muerte, los médicos descubrie-
convento de Santa Mónica, en la temente autobiográficos. Lo ron que su cuerpo estaba literal-
colonia portuguesa de Goa. Tras cierto es que Burton, cuando mente cubierto de cicatrices a
1 Cfr. Fawn M. Brodie: The Devil Dri-
un mañoso cortejo –escudado prepara su viaje a las ciudades consecuencia de su participación
ves. A Life of Sir Richard Burton. Norton,
Nueva York, 1967. Puede encontrarse un prohibidas, construye su disfraz en ritos lacerantes sufíes5: resul-
resumen de esta obra en la página web de con la minuciosidad de un no- ta fácil imaginar el gesto de fas-
la Sir Richard Burton Society. La obra 2 De hecho, al menos en una ocasión,
velista. Selecciona con cuidado tidio de cualquier derridiano de
de Brodie fue, hasta hace bien poco, la bio- R. Burton ha aparecido como personaje
grafía más solvente sobre Burton, honor novelesco. Se trata de la novela de P. J.
que ha heredado el ya indispensable traba- Farmer –ya clásica para los aficionados a la
jo de E. Rice El capitán Richard F. Burton ciencia-ficción– A vuestros cuerpos dispersos
(Siruela, Madrid, 1992). No obstante, so- (Ultramar, Barcelona, 1982), que, al mar- 3 J. C. Simmons: Peregrinos apasiona- 5 T. Wright achaca estas cicatrices a los
mos muchos los que seguimos apreciando gen de sus méritos literarios, tiene la virtud dos, pág. 138. Mondadori, Madrid, 1989. combates en los que participó Burton. Sin
el luminoso entusiasmo, adornado con una de proporcionar más datos acerca de Bur- 4 Cfr. Goa and the Blue Montains; or embargo, parece mucho más plausible la
divertida pátina vienesa del libro de Brodie. ton que muchas de las biografías al uso. Six Months of Sick Leave. Londres, 1851. hipótesis de Rice, quien afirma que “la

68 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA Nº 100



yor importancia, Burton disuel-
ve la escisión entre una vida
interior, lugar de la verdad y la
certeza, y una exterioridad sus-
ceptible de mentir, de engañar a
través de miles de añagazas, para
establecer así un contexto de va-
lidez cercano a lo poético:
“Se debe preferir lo imposible vero-
símil a lo posible inverosímil”, aunque
también “es verosímil que sucedan cosas
al margen de lo verosímil”9.

Términos que, al abandonar


el universo de la poiesis para tras-
ladarse, a través del disfraz, al
mundo de las acciones, adquie-
ren un curioso espesor praxeo-
lógico. No en vano ha sido am-
plio motivo de discusión la cues-
Richard F. Burton tión de si Burton era o no
verdaderamente musulmán. Sin
lugar a dudas, se trata de un de-
liberada y voluntaria negación de lo que
pro ante la impertinencia, clara- el hombre considera ser la verdad en
ción”8. Resulta desconcertante la bate enteramente espurio. Muy
mente obscena, que supone tal materia tan sacra como la religión. Se- naturalidad con que logra escapar tempranamente, Burton adoptó
explicitud de las marcas, tal evi- mejante violación de la conciencia no a la falacia de la sinceridad unívo- la táctica que utilizaban los is-
dencia de las huellas. puede justificarse por la meta que el re- ca, esa extendida creencia en que maelíes para defenderse de los
De hecho, Burton fue dura- negado tiene ante sí”6. a todo disfraz subyace un fondo musulmanes ortodoxos: el encu-
mente criticado en su época por De alguna manera, Burton fue de honradez con uno mismo. La brimiento de las propias creen-
disfrazarse de musulmán, por re- plenamente consciente del carác- plenitud personal queda anulada cias o taqiya. Se forma así un ex-
nunciar a la subjetividad occi- ter siempre fronterizo de su vida, en el momento en que se com- traño círculo de herejías.
dental. A este asunto dedica el de estar viviendo en un peculiar lí- prueba que no es más que una Porque, en efecto, lo que apa-
prólogo a la tercera edición de mite en el que toda costumbre perspectiva ideológica más, una siona de Burton es que sus em-
Mi peregrinación a Medina y la (religiosa, sexual, militar, litera- de las múltiples posiciones que se bozos carecían de toda vocación
Meca, recordando los reproches ria…) se presenta como una in- pueden adoptar en un sistema de trocaica; no fue sólo un espía al
que otros viajeros (Alí Bey, vención que es posible imitar7. reglas cuya calidad privilegiada servicio de su majestad que de
Buckhardt…) habían sufrido Así, no pudo dejar de señalar en el aniquila el disfraz, al mostrar la cuando en cuando se disfraza
por idéntico motivo. Burton no libro que cierra su producción contingencia de todo juego. de derviche para mejor intrigar
deja de llamar la atención sobre centrada en la India lo fácil que re- Sigilosamente, sin darle ma- contra el moro infiel. Éste sí es el
la índole explícitamente moral sultaba en el Este crear “extrema caso de T. H. Lawrence; su vo-
de estos ataques, citando algu- confusión entre realidad y fic- cación arábica jamás dejó de
nos de los más llamativos: convertir la obra en un clásico del erotis- mostrarle como lo que era: un
mo a base de enmendar con sus conoci- agente secreto, ligeramente alie-
“No es éste el lugar para discutir la
mientos el original que, en comparación, nado pero de una eficiencia
moralidad de un acto que implica la de- 6 Apud. R. F. Burton: Personal Narra-
resulta más bien tedioso y algo pedestre.
tive of a Pilgrame to Al-Madinah & Mec- Tampoco hay que olvidar el texto que re-
inaudita. Pocas dudas caben ya
cah, trad. esp. Mi peregrinación a Medina coge una síntesis del pensamiento de Bur- de que la principal actividad pro-
causa más probable de las cicatrices per- y la Meca (3 vols.), vol. I, pág. 18. Laertes, ton, The Kasidah, escrito siguiendo pautas
ceptibles en el cadáver de Burton ha de ser Barcelona, 1983-1985. poéticas sufíes y bajo el seudónimo de Ha-
7 El proceder mimético de Burton no
su éxtasis al implicarse en la sama’ y en la ji Abdu El Yezdi.
danza de las espadas propias de los khan- se limita a sus disfraces. Así, por ejemplo, 8 Falconry in the Valley of the Indus, 9 Aristóteles: Poética, 60a26-27 y

qahs sufíes” (Rice, op. cit., pág. 537). su traducción del Kama Sutra consiguió pág. 87, Londres, 1852. 61b15.

Nº 100 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA



69
SIR RICHARD F. BURTON

fesional de Burton fue la de espía mitía11. empírico sobre el islam, necesa- sus libros en novelas freudianas,
(un peón más en la compleja Y, pese a todo, hasta aquí nada riamente sabe lo que se dice; la adolecen de una tediosa minucio-
partida colonial decimonónica, hay de sorprendente: tan sólo un prueba irrefutable es que sobre- sidad. Ni siquiera hace falta
a menudo zarandeado por las retrato más de una de esas vidas vivió para escribirlo. comparar su severo estilo narra-
decisiones de la “alta política” violentas y agitadas, uno de esos Buena cuenta de ello da aque- tivo con el atormentado roman-
imperial tan alejadas del campo periplos biográficos que, muy en lla historia que, siempre fanfa- ticismo de Lawrence; basta com-
de batalla), pero, curiosamente, el fondo, a todo heredero de las rrón, tanto le gustaba contar. probar cómo Stevenson consi-
es ése el único aspecto de su vida luces ilustradas le hubiera gustado Cierta noche en que se encon- gue convertir un paseo en burro
del que apenas tenemos noti- recorrer. La peculiaridad que lo traba en el desierto se alejó de la por la campiña francesa en una
cias10. Da la impresión de que, a distingue, y de la que tan sólo Al- caravana para orinar. Puede que suerte de periplo mítico14, o la
fin de cuentas, su uniforme de berto Cardín parece haberse ocu- la oscuridad le hiciera confiarse forma en que Goethe transforma
soldado no deja de ser el disfraz pado con un mínimo de serie- y bajar la guardia; el caso es que un señorial viaje a Italia en poco
bajo el que se esconde un apa- dad, es que su trabajo como comenzó a orinar de pie, a menos que una experiencia mís-
sionado filólogo que aprovechó etnógrafo goza de un rigor insos- la manera occidental, y no en la tica. Aún más, Burton puso mu-
su destino militar en la India pa- layable. Sus disfraces dejan de pa- postura que adoptaban los ára- cho cuidado en señalar cuáles
ra estudiar y comenzar a trabajar recer entonces una pura burla. bes. Un muchacho que casual- eran los límites pragmáticos de
en la traducción de las monu- Sus máscaras de derviche o de je- mente pasaba por allí le vio, su “narración personal”, en ex-
mentales obras maestras de la li- que que le permitieron viajar por comprendiendo inmediatamen- plicar por qué a la hora de narrar
teratura erótica que, no sin cier- tierras prohibidas a los occiden- te que era un impostor. Burton, sus viajes –y a la diferencia de
to malicioso aire de contuber- tales se muestran de golpe como al saberse descubierto, no lo du- otros viajeros occidentales, co-
nio, introdujo en la sociedad una instancia gnoseológica de un dó un instante, se abalanzó sobre mo acertadamente señala Goyti-
victoriana. valor incalculable, toda vez que, él y le acuchilló. Las infinitas solo15– se desprende de su dis-
Pero, al mismo tiempo, tras como escribe Cardín, los detalla- contingencias no permiten un fraz:
su máscara de erudito se guare- dos informes de Burton acerca respiro; en ningún momento se
“Quizá algunos muestren curiosi-
ce un joven que se empecinó en del mundo árabe sólo pueden puede dejar de ser musulmán: dad por saber las medidas que hube de
ser expulsado de Oxford, que compararse a la Enciclopaedia of tomar para poder aparecer de pronto
“Finalmente, llegamos al otro lado
despreciaba profundamente el Islam12. del Darb, donde a punto estuve de des-
como un oriental en medio del escena-
mundo académico y gustaba de En Burton no hay observa- rio de la vida oriental, y puesto que tal
cubrirme al confundir el destartalado
romper las pueriles jerarquías ción participante, ni antropólo- relato puede resultar útil para futuros
lugar de entierro de los cismáticos Na-
aventureros, no intentaré disculparme
universitarias, retando a duelo a gos y autores, ni etnografía refle- jawilah con Al Bakia, el glorioso ce-
por la apariencia egotista de mi narra-
aquellos estudiantes que se reían xiva, ni militancia antiimperia- menterio de los Santos. Hamid corrigió
ción”16.
de sus excentricidades. Burton lista, ni mucho menos cárceles mi error con aspereza, a lo que yo repli-
qué con no menor acritud, diciendo
es un espía inglés en Oriente… lingüísticas. Nada que impida Precisamente la única refe-
que en mi país –Afganistán– quemába-
o el quintacolumnista de la bar- dar cuenta de que la auténtica mos los cadáveres de todos los herejes rencia que la “nueva antropolo-
barie en el Reino Unido. Si va- dificultad con la que tropieza la que caían en nuestras manos. Tal cos- gía” hace a la obra de Burton17
mos despojando cada brinza de etnografía es la de no ser capaz tumbre, verdaderamente islámica, fue es para situarlo en ese contexto
esta especie de cebolla biográfi- de pasar por nativo. El plano escuchada con general aprobación”13. del viaje “personal” –quizá “tu-
ca, probablemente sólo nos que- “objetivo” de la obra de Burton, rístico” sería un calificativo más
de al final el retrato de un bro- la excepcional y convincente re- La “metodología” etnográfica apropiado– que tanto parece
mista. El mismo que dijo haber presentación del islam que faci- de Burton exige un minucioso gustar a Crapanzano, Rabinow y
descubierto a los descendientes lita, está brutalmente legitima- disfraz pragmático en el que se compañía. La antropología pos-
de las 10 tribus perdidas de Is- da por el hecho de que, al menos comienza a conocer al otro desde moderna y sus complicados epi-
rael (despertando la admiración para los musulmanes (si “engaña- el momento mismo en que se ciclos no han conseguido sino la
de los especialistas en la materia) dos” o no es precisamente lo que empieza a ser el otro. Por eso, definitiva eliminación de una
o escribió un informe militar hay que discutir) era musulmán. como el propio Cardín señala, instancia, tan básica en las com-
acerca de los prostíbulos indúes, Cuando Burton ofrece un dato su escritura es reconstructiva, sus presiones políticas clásicas como
ligeramente más documentado textos se alejan enormemente de es el estatuto de extranjero. Lo
de lo que la moral castrense per- la típica narración decimonóni- procelosos remordimientos “pos-
ca de un viaje. Se trata de una humanistas” que persiguen a la
11 Se trata, por supuesto, del famosísi-
construcción enteramente ope- última camada de antropólogos
mo Epílogo a las mil y una noches (Laertes,
10 Sin lugar a dudas, el mayor misterio Barcelona, 1989), editado también bajo el ratoria que, sin llegar a elaborar
respecto a la vida de Burton, al margen de título The Sotadic Zone, en el que se da estructuras teóricas, marca pará-
los distintos intereses más o menos cotillas cuenta de las costumbres sexuales en los metros praxeológicos que legiti-
de sus biógrafos, sigue siendo el de su via- países islámicos. A pesar de lo mucho que 14 Cfr. R. L. Stevenson: Viajes con una

je por Estados Unidos, en el que Burton se ha escrito sobre este ensayo, a uno le man la etnografía como, si no burra. Edhasa, Barcelona, 1971.
aprovechó para visitar Salt Lake City, la acaba quedando la sensación de que su verdadera, al menos sí fiable. 15 Cfr. J. Goytisolo: Crónicas sarraci-

ciudad de los mormones [Viaje a la ciudad tono arcaizante, sus explicaciones de las Resulta curioso verificar que nas. Ruedo Ibérico, Barcelona, 1982.
de los santos (El país de los mormones), La- costumbres en términos climatológicos o 16 R. F. Burton: Mi peregrinación…

ertes, Barcelona, 1986]. En concreto, el la exuberante erudición desplegada co-


los textos de Burton, quizá quien Op. cit. Vol. I, pág. 30.
misterio se centra en torno a la época que rresponden más a una cuidadosa broma más razones tenía para convertir 17 Tan sólo M. L. Pratt se ha ocupado,

pasó en Nueva Orleans, poco antes de que que a alguna clase de militancia homose- siquiera periféricamente, de Richard Bur-
estallara la crisis que escindiría la Unión, xual. ton: ‘Fieldwork in Common Places’, en
en un momento en que Inglaterra tenía 12 Prólogo a la tercera edición españo- Clifford and Marcus (ed.), Writing Cul-
considerables intereses en apoyar la causa la de Mi peregrinación…, op. cit., vol. I, 13 R. F. Burton: Mi peregrinación…, ture. University of California Press, Ber-
sudista. pág. 10. op. cit., vol. I, pág. 30. keley, 1986.

70 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA Nº 100■


CÉSAR RENUELES

norteamericanos han borrado el Milnes, escrita también en la un bello párrafo donde descri- mente detallada, determinada
horizonte etnográfico de com- época en que era cónsul en la is- be, con una minuciosidad en- hasta en sus más nimios detalles.
prensión de la barbarie18. Sin la africana de Fernando Poo, es- diablada, la forma en que se de- El disfraz se va definiendo con
embargo, se trata de una catego- cribe: be beber un vaso de agua si se tal minuciosidad que se convier-
ría perfectamente clara para Bur- desea pasar por musulmán. te en acto, de forma que su cierre
“Me proponía, con una curiosidad
ton; su admiración sin límites prodigiosa, ver a cinco mil vírgenes afri- Se traza así la abrupta fronte- conceptual pasa a ser contingente:
por la civilización musulmana, canas adultas, por no haber conocido ra que separa, y al tiempo une, la cualquier clausura demasiado
que consideraba muy superior a nunca un solo espécimen. Descubrí que descripción y la acción, de forma forzada es literalmente peligrosa,
la cristiandad, en ningún mo- la mayor parte habían sido descubiertas tal que es ya imposible conside- pues es susceptible de ser ani-
mento fue óbice para que expre- en flagrante adulterio, y entregadas al rar la cultura como una totali- quilada por algún movimiento
rey para su uso personal, en vez de haber
sara crueles prejuicios, con todos sido ejecutadas. Eran casi todas ya viejas,
dad expresiva en la que cada su- pragmático.
los visos de haber sido cuidado- y todas repugnantes. A las oficiales las jeto refleja la identidad del con- Nada tiene que ver esto con
samente elaborados, en relación a habían escogido decididamente por el junto. Aquí la etnografía consiste ninguna clase de escepticismo;
otros pueblos. En realidad, resul- tamaño de sus traseros”. en adoptar un lugar peculiar de más bien traza la índole crítica
ta muy interesante comprobar Quizá no sea mera retórica la acción en el entramado social de toda reflexión racional sobre
cómo la categorización del ex- afirmar que Burton mimaba sus que se describe; requiere, por los grupos humanos, la referen-
tranjero cambia para Burton en propios prejuicios, los conocía y tanto, una dolorosa labor prag- cia de las ciencias humanas a eso
los distintos “papeles” que repre- cultivaba exhaustivamente por- mática de mediación. El disfraz que antes se llamaba política. En
senta. En una misma obra alaba que conocía su valor. Sus disfra- establece momentáneamente una realidad, no estamos exponiendo
primero las costumbres árabes ces no consistían sólo en ropajes determinación diferencial que nada más que lo que “de hecho”
para, pocas líneas más abajo, orientales, una circuncisión y la nunca acaba de clausurarse, en la ocurre en todo buen trabajo de
mostrarse quejoso de la barbarie piel teñida con alguna sustancia medida en que se distancia de campo19. Lo excepcional es que
que le rodea. Así, en otra carta a bituminosa. Debía conocer to- cualquier identidad “interior” Burton consigue superar las me-
dos y cada uno de los gestos que aparentemente fijada para siem- dias tintas en las que, por razo-
componen una cultura, desde pre. Es decir, muestra la contin- nes obvias, suele quedarse cual-
18 Llegados a este punto, resulta obli- con qué mano se agarra la co- gencia de cada papel reificado, quier etnógrafo con un adarme
gada la referencia a una de las grandes mida hasta los comentarios va- tanto el propio como el ajeno.
asignaturas pendientes de la antropología roniles que ante un grupo de Uno nunca se disfraza simple-
de nuestro país; se trata, por supuesto, de
la obra de Gustavo Bueno Etnología y uto- amigos se debe proferir. Un mente de “árabe”; es importante 19 ¿Será necesario recordar el trabajo

pía. Júcar, Gijón, 1987 (1ª ed. 1971). buen ejemplo de esto último es que la máscara esté escrupulosa- de W. F. Whyte Street Corner Society?

Nº 100 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA



71
SIR RICHARD F. BURTON

de sentido común, y realizar así gar a ser falsa. Un límite cuya imagen. Vidas extravagantes, des- comprueba la naturaleza consti-
un trabajo de campo modéli- piedra angular es precisamente concertantes para sus contempo- tutiva de las normas; la diferencia
co, un trabajo de campo llevado a la posibilidad de discernir dos ráneos, que sacan a la luz la mis- entre lengua y habla proporciona
su límite último. Tan ejemplar polos conjugados; una plurali- ma “falsedad”. Pascal renuncia a el horizonte de comprensión de
fue su contacto con la alteridad dad –constatada como tal por el lo mundano, al divertissement, co- un juego al que nunca se puede
que parece disolverse su propia disfraz– que internamente –des- mo ámbito del juego, de la ins- dejar de apostar, una partida a la
identidad personal; nunca se sa- de el prejuicio que la acompa- tauración de sistemas de reglas que estamos abocados indefecti-
be cuál es la posición de la since- ña– es isoglósica. constitutivas que proporcionan blemente. Y tanto que Burton
ridad en su vida y en su obra. Por eso Burton ha ocupado elencos de posibilidad de sustrac- aceptó la partida: precisamente
Aparecen curiosos bucles, nue- siempre una posición ambigua ción a la temporalidad cotidiana. una de las causas de su fama fue
vas máscaras superpuestas. Así, para sus lectores de este siglo: Su atormentada introspección su extravagante capacidad para
disfrazarse de peregrino musul- por una parte, se le ha conside- culmina en el descubrimiento de aprender un idioma en escasísi-
mán también significa, literal- rado un ferviente antiimperialis- que aquello que parecía el yo, la mo tiempo. En ese aventurarse
mente, disfrazarse como se disfra- ta y, por otra, una especie de tai- sustancialidad por excelencia, es en cualquier juego, viviendo la
za un peregrino musulmán: mado colono21. Una tensión en realidad una pura y simple na- propia vida como si de una re-
que ningún biógrafo ha dejado da. El juego evita que el yo se en- presentación teatral se tratase, se
“Posteriormente pude ir viendo de
qué modo todos mis compañeros de via- de señalar. Lo cierto es que in- frente a la ausencia de plenitud muestra un nuevo anonada-
je iban metamorfoseándose de manera cluso en sus libros, que escribe que define su esencia; por eso la miento pascaliano; el yo desen-
igualmente notable. Como hombres aceptando sin ambages su papel conversión se cifra en términos calla de las arenas de la identi-
sensatos que eran, aparecían en harapos de británico (uno se siente ten- de una auténtica aniquilación a dad etnocéntrica, para naufragar
allí donde eran, o deseaban ser, desco-
tado de decir “bajo su disfraz de través del rigorismo ascético. Na- en las aguas de la multiplicidad.
nocidos, y vestían con finos trajes donde
y cuando el mundo debía juzgar su pros- británico”), hay duras críticas al da hay al margen de los sistemas Del mismo modo que la con-
peridad en vista de su atuendo”20. colonialismo, pero, en no me- de reglas convencionales; incluso versión descubría que nada ha-
nor número, indicaciones estra- la geometría, como escribe Pascal bía tras la máscara, el disfraz lle-
A partir del siglo XIX se ha ido tégicas para mejorar la posición en una carta a Fermat, no es más vado a su extremo hace olvidar lo
desarrollando una verdadera au- del imperio. ¿Qué clase de espía que un entretenimiento trivial. El que había tras la máscara. Ya só-
toconsciencia antropológica; las es un hombre que acepta entu- establecimiento de una continui- lo queda perplejidad y tristeza23.
vicisitudes de la “cultura” han su- siasmado sus misiones, ansian- dad de espacios ficticios de repre- Si la conversión nos enfrenta a
perado con creces el ámbito aca- do alejarse de las “afeminadas” sentaciones codificadas evita la Dios como una nada esencial
démico. Sin embargo, ésta es una costumbre del país al que sirve? melancolía que sucede a la conse- frente a su plenitud, el disfraz y
textura ideológica a la que Burton ¿Qué clase de antiimperialista cución de los objetivos, siempre la aventura, la plenitud de la ac-
es irreverentemente ajeno. “Cul- hace planes para conquistar el triviales, que componen la vida ción, nos acercan a una nueva
tura” para Burton sigue siendo corazón mismo del islam?: social. La complejidad reticular inesencialidad, a una hipertrofia
poco menos que sinónimo de de los símbolos encubre ese ano- del juego y la ficción que, como
“Sería aconsejable estar representa-
erudición, de civilización, y no dos en el Hiyaz por un cónsul y en la nadado descubrimiento de lo me- el propio Burton señaló, sólo
esa triste reminiscencia de la vie- Meca por un agente nativo, hasta que nesteroso, por contingente y con- puede estar guiada por… el dia-
ja noción de raza que hoy se ca- sea llegado el día en que la marea de los vencional, de los espacios mun- blo. Diabólica y herética fue su
mufla bajo el nombre de “etnia”. acontecimientos nos obligue a ocupar la danos. obsesión por visitar las ciudades
Por eso, el colonialismo de Bur- ciudad madre del islam. Mi disculpa La vida entera de Burton es, santas, gozando de mayor satis-
por volver sobre este punto debe po-
ton es plural y extrañamente crí- en cambio, una auténtica hiper- facción cuanto más peligrosa
nerse por cuenta de mi naturaleza de
tico: se sitúa al borde mismo de lo inglés, que no puede sufrir ver su nación trofia del “divertimento”. Perse- fuera la empresa24. Diabólica y
científico. A veces es un soldado “por detrás de nadie”, ni siquiera en guido por un tedio acuciante, no herética fue su actividad como
inglés dispuesto a hacer todo lo Yeddah”22. duda ni un instante en probar editor de obras eróticas en su
posible por ampliar los límites del todo “juego”, cuanto más peli- propio país. Siempre fementido,
imperio; en otras ocasiones es un Hablar de influencia sería de groso mejor, que se le pone por Burton vivió melancólicamente
refinado musulmán que desprecia una ingenuidad atroz, pero, aun a delante (drogas, caza, guerra, se- esa fuerza que proporciona la
profundamente la vulgaridad oc- sabiendas de los peligros que en- xo, viajes…). A fin de cuentas, ubicuidad de una acción que se
cidental. Burton en ningún caso cierran los remedos plutarcianos, qué mejor juego que el lenguaje sabe al mismo tiempo contin-
acepta la nivelación acrítica de to- es difícil vencer la tentación de gente y perentoria. Cuando
dos los grupos humanos entre sí; encontrar misteriosas líneas co- Frank Harris25 se lo encontró,
más bien parece establecer el lu- munes entre Richard Burton y 23 Como nos recuerda Giorgio Agam- ya anciano, no sólo le sorprendió
gar del disfraz como límite mis- Pascal. Burton aparece casi como ben (Estancias, caps. I y II, Pre-Textos, su aspecto de ermitaño salvaje
mo de esa nivelación. En la posi- la inversión especular de la “con- Valencia, 1995), la tristitia formaba parte sino, sobre todo, su aire de tris-
de los pecados capitales que, en las más an-
bilidad de adoptar el prejuicio versión” pascaliana, el opuesto tiguas tradiciones patrísticas, eran 8, y no teza fúnebre. Para Harris era evi-
que envuelve al disfraz, se expre- punto por punto de una misma 7. Posteriormente, la tristitia fue absorbi- dente que “en lo más profundo
sa la frontera paradigmática en la da por la acedia para, más adelante, con- de su ser latía la lúgubre deses-
verger con la melancolía.
que toda costumbre, propia o aje- 24 Quizá el viaje más arriesgado de Bur- peración de una incredulidad ab-
na, se convierte en ficticia sin lle- 21 Dos ejemplos meridianamente cla- ton fue el que le llevó a la ciudad de Harar: soluta”. ■
ros son, respectivamente, los trabajos de R. Burton, Primeros pasos en el este de Áfri-
Goytisolo (op. cit.) y E. W. Said: Orien- ca. Expedición a la ciudad prohibida de Ha-
talismo. Libertarias, Madrid, 1990. rar. Lerna, Barcelona, 1987.
20 R. F. Burton: Mi peregrinación…, 22 R. Burton: Mi peregrinación…, op. 25 Frank Harris: Contemporary Por-

op. cit., vol. II, pág. 11. cit., vol. III, pág. 104, nota 13. traits. Nueva York, 1963. César Rendueles es traductor.

72 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA Nº 100



CINE

CONTRA EL CINE
VICENTE MOLINA FOIX

uan Gil-Albert fue un ancia- Mientras que el esmirriado


no pulido y escenográfico, Azorín se sube a la locomotora
pero a él estos adjetivos no del “inconsciente óptico”, de la
le habrían gustado. Su coquete- fugacidad del Tiempo en la pan-
ría –¿y por qué un hombre no va talla, sin molestarle que en un
a tenerla?–, de tan escrupulosa, melodrama de Hollywood el pu-
podía caer en el pintoresquismo: ro devenir se imponga al ser, el
el tableau vivant. Juan preparaba dandi Gil-Albert que ha perdido
con tanto sentido del efecto be- una guerra, una fama, amigos y
llo y la formalidad elegante sus algún amor transoceánico, no es-
entornos, su atuendo, sus ma- tá dispuesto a renunciar al pa-
nos, su palabra, que a veces el fi- trimonio de sus bienes cultura-
gurón predominaba sobre la per- les.
sona del poeta. Por eso increpa a los que le
Poeta grande, autor de esa no- animan a dejarse ir, a hacer la
vela única y absorbente que es vista gorda en el barullo del oro-
Valentín, escritor de alta inteli- pel, a disfrutar del cine como de
gencia expresada en una prosa un tobogán:
que para mí figura entre las más
“Esto es lo que querían que aban-
hermosas del siglo XX castellano. donáramos a la puerta del cine. Todas
Le vi algunas veces en Madrid y aquellas adquisiciones impalpables que
en su esmerada casa de Valencia; han hecho de nosotros un lince huma-
nos escribimos, le elogié en pri- no, toda esa percepción de inverosími-
vado y en público, algo que él, les mutaciones, de las que vivimos hoy,
tocado por el comprensible sín- para mal o para bien”.
drome de los grandes artistas re-
conocidos mal y tarde, no sólo Juan Gil-Albert ¿Y a cambio de qué, se pre-
escuchaba con agrado, sino es- gunta Gil-Albert? ¿Un arte nue-
peraba de ti. Vanidoso. Tenía de- vo, una vida más alta? Según él,
recho a serlo. jo el manto del Otro, el tercer es- puedan a veces sonar semejan-
“al cine le falta ese cordón umbilical
Siempre he visto un hilo ten- tilista que da la zona, Gabriel Mi- tes. Sigue yendo al cine, se de- que une la forma al centro viviente que
dido –aunque no conectado– en- ró). Los dos, pequeños de talla. cepciona, le da a cada nueva pe- le transfiere el “ser”; queda reducido
tre el viejo escritor de 75 años, Azorín, al que sólo vi muerto en lícula oportunidades de crecer a siempre a unas imágenes fragmenta-
Azorín, que, ajeno al cine toda su el velatorio de la calle de Zorrilla, sus ojos severos, de hacerse en- riamente admisibles y hasta en ocasio-
vida, lo descubre en 1950 y se iba modestamente atildado y con tender por él como algo más que nes, preciosas –como expresión–, pero
en conjunto nos producen ese malestar
entusiasma, lo frecuenta, lo inda- un sombrero de la preguerra; Gil- una paparruchada pueril; se re- que resulta de remedar lo auténtico
ga y escribe, en un periodo de po- Albert, según una leyenda del exi- siste a dejarlo metido en el saco con habilidad, pero sin conocimiento
co más de diez años, luminosos lio, se gastó el dinero de una co- nostálgico de las ventoleras de de causa”.
artículos de crítica, y Gil-Albert, lecta que sus amigos hicieron en juventud. Y aun así:
el exiliado republicano que regre- México, para que no pasara ham- El escritor de Alcoy es perspi-
“El cine no me interesa, pero tam-
sa de México recién cumplidos bre, en un fastuoso abrigo de pe- poco me distrae. Conozco a personas
caz, pero le falta mundo. O di-
los 40, vive apartado de la prime- lo de camello. Los dos publicaron inteligentes que aceptan que el cine pue- cho con crueldad: cultura. Pre-
ra fila de las letras en su provincia en el mismo año 1955, sin cono- da no interesar como arte; ellos ni si- cisamente. Cultura cinemato-
valenciana, y, tras haber sumado cerse, sus libros esenciales sobre el quiera lo consideran como tal, pero les gráfica. El cine son todos los
su voz a la de las vanguardias de la cine: Azorín, El efímero cine; Gil- distrae, van al cine, como dicen, a dis- cineastas, incluidos los invisibles
República maravilladas por el ci- Albert, su diatriba. traerse, sin más. No sé si les envidio. y los remotos. Es una injusticia
¿Qué hacen?, me pregunto. ¿Dejarse en
ne, lo fustiga ahora en un librito Lo importante de Gil-Albert descabellada que un poeta con-
la puerta su formación, su cultura, sus
que llama Contra el cine. es que no pertenece al género de ideas, su gusto, y entrar allí limpios, no dene al cine por ser “un espectá-
Los dos de Alicante, y estilistas los sedentarios fundamentalistas de polvo y paja, sino de grano, de sus- culo multitudinario” y “porque,
(si bien el más joven se pone ba- del logos, aunque sus argumentos tancialidad, de espíritu?”. necesita, además, dinero”. ¿Aca-

Nº 100 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA



73
CONTRA EL CINE

so las masas ilustradas del XIX en las películas del repertorio co- orema, Dulce pájaro de juventud les y gore burbujeante y, fuera de
leían a Mallarmé y Holderlin? Y mercial no avanzadas doctrinas o Instinto básico, y montadores e sí, bramará. A la misma hora, en
la industria de la edición: tam- fílmicas ni nuevas olas, que, se- iluminadores también hicieron la sala de espera de un aeropuer-
bién se basa mayoritariamente gún le reveló al gran crítico de su importante contribución. La to o en no importa qué hogar,
en el dinero y no en los nombres Cahiers du Cinéma y director genuina pasión interior que hay millones de personas honestas
de Musil o Lezama Lima. ¿Co- Jacques Rivette, a él no le inte- en estos profesionales es, sin em- gozan sin juicio de la basura sen-
nocía Gil-Albert el cine que ca- resaban, sino la “substancia de bargo, la que nos hace amarles. timental impresa y del pulp fic-
llada pero denodadamente hizo los sueños”. En un pasaje de Contra el ci- tion. Deponiendo la vida, como
en Portugal Manoel de Oliveira, Diríase también que a Gil-Al- ne, Gil-Albert se pregunta: diría Gil-Albert. Un cuadro, una
el de Bresson y Pudovkin, el de bert el cine le anonada en su “¿Quién podría soportar a diario sinfonía, la acrecientan, según él.
Ozu y Satyajit Ray, o, sin poner- apabullante corporeidad. ¿Era a Shakespeare?”. Curiosa pre- ¿Siempre? ¿Necesariamente?
nos exóticos, el de los indepen- Juan un poco puritano? No le gunta, y más curiosa respuesta. Mas de repente, en 1966, el
dientes de la escuela de Nueva conocí lo suficiente. Algo tiene “Pues al cine se va a diario –bien puntilloso autor de Contra el ci-
York, el de Welles, el que, a tran- de razón cuando escribe: a Shakespeare o al cowboy–, se ne descubre que “era de la pan-
cas y barrancas, consiguió hacer soporta a diario, se goza a diario, talla cinematográfica de donde
“No se va a ver Hamlet ni Gilda, se
Stroheim? va al cine, a la penumbra viciosa, a la se ‘necesita’ a diario. Esta necesi- iba a serme lanzado un motivo
¿Diría, si así fuera, que “el despersonalización del yo, a sumirnos dad adopta las características de de emoción espectacular que, en
más enrevesado problema: esté- en aquel erotismo flagrante que son los un hábito, de una rutina o, in- estos últimos tiempos, no podía
tico, moral, psicológico, de con- actores en manos de la cámara acaricia- cluso, de un vicio”. ser comparado a nada”. Una tar-
ciencia, no va nunca en la pizarra dora, en todo ese esplendor olímpico Es cierto que el cine adquiere de cualquiera en algún cine de
de pupilas, aletas de nariz, comisuras de
del cine más allá de las ecuacio- labios, barbilla rizada, nuca expresiva,
para mucha gente categoría de estreno de Valencia, “un conte-
nes de primer grado; en general, formas, formas más o menos acentuadas proveedor a mansalva de ficción. nido artístico que se me muestra
nada se sale de las proporciones por la sexualidad”. A menudo, la línea que separa aquí expresado con el dominio
exigidas por las páginas de texto costumbre amigable y voluntad de una plenitud excepcional pro-
de un colegial, y de ahí que la La oscuridad. La concurren- de conocimiento es borrosa: pia, en arte”.
gente se encuentre tan cómoda- cia gregaria. Los actores. Natu- quedas para ir al cine y no para El gatopardo.
mente arrellanada en esa medio- ralmente. Son peligros y tenta- leer una novela en grupo, y aun- Aunque en el texto que le de-
penumbra viendo cómo le sir- ciones del cine; salidas por la que sí vas al concierto y al teatro dicó, Homenaje a Luchino Vis-
ven, por procedimientos tan ex- tangente de nuestra intimidad. en compañía, los programas es- conti, menciona la palabra recti-
peditivos, los mayores adelantos A Gil-Albert, seguro del espacio tán elegidos de antemano, y las ficar, se nota que Gil-Albert no
del siglo. Es el triunfo de la co- acotado por su yo, le da recelo entradas compradas. Al cine sales está en edad de desdecirse del to-
lectividad”? ¿Leen las colectivi- que otro viva por él en la panta- de casa sin predeterminación, y do. “La película es superior al li-
dades a Pessoa, Montale o Anna lla una hermoseada intensidad al llegar a la puerta de las multi- bro”, reconoce este letraherido, y
Ajmatova? ¿Se arrellana la clase superior. Le atrae y le intimida el salas decides la película. me imagino el daño que le haría
media en sus comedorcitos ro- actor o la actriz, y para silenciar Hoy, por lo demás, todos los su afirmación; “una obra perfec-
deada de cuadros de Anselm el “motor oculto de su fascina- placeres se sirven a domicilio ta, acabada, completa, cabal”.
Kiefer o esculturas de Louise ción” les rebaja la capacidad ar- (los sucedáneos videográficos y te- Si una sola obra que para mu-
Bourgeois? tística, llamándoles “profesiona- levisivos del cine, el CD, el DVD, chos, entre los que me cuento,
Ni siquiera buscando distrac- les del amor”. y lo que nos queda por ver). no es la cima del cine, entra en el
ciones básicas tuvo suerte nues- Las putas y los putos del tea- Ahora bien, decir, como lo hace reino del arte como un cuadro,
tro querido autor: tro los tenemos delante: si sudan Gil-Albert, que al cine se va “no como la mejor novela de Flau-
les vemos sudar, si se equivocan a acrecentar la vida, como ante bert, como una sinfonía, enton-
“Yo entraba a distraerme, por unas
breves horas, de la realidad –tal vez si no hay rectificación, si son bajos un cuadro, con un conocimien- ces, concluimos nosotros el silo-
bailaran, si cantaran inútilmente, si hi- nos parecen bajos, si son gordos to estáticamente inefable, o ante gismo que Gil-Albert dejó ina-
cieran piruetas, si trataran de ilustrarme advertimos la carne allí donde una sinfonía, con una pitagórica cabado, se trata de salir más de
sobre la selva virgen o sobre el micros- les sobra, si andan a trompicones modulación astral, sino a depo- casa a buscar –y las hay– las pe-
cópico mundo de las amibas, que son o desgarbadamente así seguire- nerla, a salirnos de nosotros mis- lículas que nos convierten en lin-
‘realidades’ tan fantásticas, hubiera po-
mos sus pasos por el escenario. mos”, es una cruda tergiversa- ces humanos. ■
dido distraerme; pero no, me meten de
golpe en un mundo tan real, con asfal- Por el contrario, la trucancia es- ción. El vicio de leer novelitas
to y todo, incluso con guardias del trá- tá al servicio de las grandes co- rosas o escuchar machacona- [Capítulo de unas memorias ensayísticas
fico, que no puedo evadirme”. cottes del cine, pero el milagro es mente a Ricky Martin no des- sobre el cine de próxima publicación en
la editorial Temas de Hoy].
incapaz de infundir la gracia del virtúa la literatura de Thomas
¿No se tropezó en ningún ci- arte. Ni Sternberg ni Buñuel, ni Bernhard o las canciones de
ne de barrio con las gold-diggers Pasolini, Richard Brooks o Paul Schubert. La gran novela y la
de Busby Berkeley, ni con los Verhoeven han podido convertir gran música llevan siglos convi-
musicales oníricos de Donen y en profunda verdad interpretati- viendo con la bazofia escrita por
Minnelli? Viviendo en Nueva va la hermosura de Marlene Die- quienes también llamamos no-
York, Claude Lévi-Strauss, asi- trich, Ángela Molina, Terence velistas y compositores. Y su ar-
duo y poco selectivo espectador Stamp, Paul Newman o Sharon tisticidad sobrevive.
de los pequeños cines del Village Stone. La ayudaron con su pro- Una masa de público irá una
Vicente Molina Foix es escritor.
(“una especie de retiro al uso del pio talento de autores de Moroc- noche al cine a ver una trepi-
Autor de La mujer sin cabeza y La misa
hombre moderno”), encontraba co, Ese oscuro objeto del deseo, Te- dante nadería de efectos especia- de Baroja.

74 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA Nº 100



GALERÍA DE MÚSICOS

HÄNDEL
JAIME DE OJEDA

ientras todo languidecía familias reinantes en Turín, Mi- dad libre de Hamburgo, abrían Gabrielli, Telemann y ambos
en la España de Carlos II, lán, Ferrara, Parma y Mantua, y sus primeros teatros musicales. Scarlatti se esforzaban por con-
en Europa se vivía una que terminaban con un ceremo- En ese clima social había pros- cretar la arquitectura del nuevo
auténtica fiesta musical. Triun- nioso baile de máscaras en el que perado particularmente Sajonia. modelo tonal de la época bus-
faba el “clave bien templado”, la corte participaba junto a los De ubérrima agricultura, todo cando su ortodoxia formal, Hän-
que, con la afirmación de la to- actores. Ahora, las nuevas clases parecía favorecer a ese Estado ale- del fue un original, un orfebre
nalidad, permitió un desarrollo que surgían al pairo de la prospe- mán que, a mitad de camino en- de la elocuencia de la frase musi-
extraordinario de la modulación. ridad mercantil de las ciudades tre el Norte de Italia, y entre cal al servicio del drama teatral,
No es sólo el sonido de la músi- libres y de las monarquías nacio- Francia y Polonia, combinó las para el que consiguió un inimi-
ca, que comienza a oírse moder- nales querían divertirse y estaban corrientes de unos y otros. En table sentido del color y del equi-
na, sino el desarrollo de su forma, dispuestas a pagar para escuchar ese crisol surgieron Telemann, librio orquestal.
que la modulación permite en música en salas públicas, ponien- Händel y Bach, tres lumbreras A pesar del éxito que tuvo en
infinito cromatismo. El perfec- do el apogeo mitológico al servi- de la prolífica e imaginativa cons- su época, la posteridad ha reco-
cionamiento técnico de los ins- cio de sensaciones dramáticas ali- telación de músicos alemanes de brado a Bach y ha dejado atrás a
trumentos perseguía la explota- viadas por sainetes cómicos y cos- esa época. En nuestros días, sin Händel. Ha llegado a nuestros
ción de esa nueva cantera musical tumbristas. El nuevo invento embargo, cuando se habla de días sin el lustre que tuvo en
y permitió, a su vez, una evolu- prendió enseguida en Venecia, Händel es para suspirar que no es su época: el estilo operístico de su
ción que capturó a la expresión donde las clases medias lo eleva- tan profundo como Bach. Pero tiempo, similar al de Calderón,
vocal. Los humanistas florenti- ron a una forma operística bien es que se desconoce práctica- ha caído en el mayor desuso; sus
nos, en su afán por restaurar el establecida, con Monteverdi a la mente la mayor parte de su obra; óperas y oratorios no tienen la
drama griego, habían llegado a cabeza. Las cortes italianas y Flo- a muchos sorprendería saber que dinámica teatralidad a la que nos
la conclusión de que era musi- rencia competían con Venecia. Händel fue, ante todo, un com- ha acostumbrado la ópera italia-
calmente recitado y acompaña- Mientras tanto, en Roma, Felipe positor de óperas (nada menos na del XIX y Wagner. Impacienta
do de un coro cantado. Por ahí Neri había iniciado el oratorio: re- que 44), 31 oratorios dramáticos a la vulgaridad del público la se-
empezó el drama musical, que citativos y arias litúrgicas, espe- y otras 9 corales religiosas, que rie de arias, con sus da capo y ri-
aún no se llamaba ópera, ligado a cialmente con temas bíblicos, en- guardan una estrecha relación tornellos, unidas por extensos re-
sus precedentes medievales; y el treverados con sermones. Los je- con su producción teatral, frente citativos, por muy maravillosas
bel canto descubría en ese marco suitas lo desarrollaron hasta a sólo 5 obras vocales seglares y que sean las primeras y elocuen-
la libertad dramática de la voz. convertirlo en un verdadero dra- 10 obras instrumentales, entre las tes los segundos. Arias aisladas
De esta forma, la segunda mitad ma litúrgico, con escenificación que los conciertos para órgano han sobrevivido mejor a sus ópe-
del XVII nos ofrece el nacimiento del Nuevo y Antiguo Testamen- estaban destinados a ser tocados ras: así, por ejemplo, pocos sa-
de la música moderna que anun- to, en un esfuerzo por competir en los intervalos de sus oratorios. ben que su famoso Largo, hoy
ciaba Monteverdi con un pie en con las licencias carnales del car- Si Bach se entregaba a la religio- tocado reverentemente en las
el pasado y otro en el futuro. naval. En su desarrollo, ambos sidad profunda de la Reforma, iglesias, es el canto de amor que
Como ocurre siempre, sin em- géneros se fueron ligando consi- prácticamente un místico, Hän- Jerjes le dedica a un castaño del
bargo, esta evolución estaba ínti- derablemente, incorporando al del se dedicó en cuerpo y alma al que está enamorado, según la le-
mamente trabada con la trans- oratorio arias y cantantes de ópe- teatro: lo que quería era divertir, yenda griega. Se ha perdido el
formación social que catalizó la ra, y ésta las actitudes litúrgicas de emocionar al público y prosperar conocimiento y la emoción que
guerra de los Treinta Años: mien- la ópera seria. en su fama y hacienda. Mientras inspiraban la literatura greco-ro-
tras triunfaba en la música la mo- El mundo protestante, corta- Bach se sumía en una interiori- mana y los argumentos mitoló-
dulación tonal, en la sociedad do por la reforma de esta evolu- dad cuya grandeza su generación gicos y bíblicos en la Europa del
aparecían no menos triunfantes ción humanista, continuaba con no acabó de comprender, Hän- barroco. Al oído moderno, acos-
las clases medias. La música, has- formas más próximas al drama del alcanzó la mayor fama ope- tumbrado a la declamación dra-
ta entonces, había sido espec- litúrgico medieval, y especial- rística de su tiempo en toda Eu- mática del canto romántico, re-
táculo de corte, entretenimiento y mente las Pasiones. En vez de ropa. “Era el Rossini de su tiem- pugna, asimismo, la constante
telón de fondo de las figuras he- arias y cantantes singulares pre- po”, decía Wagner. De la misma coloratura, con esa sensación de
roicas de la nobleza; los dramas fería corales y cantatas. Pero la manera que en Mozart, “siempre escalas bien ensayadas, a pesar
musicales eran representaciones te- moda italiana atraía a las clases sentimos en Händel al poeta y al de que en su época producía una
atrales con temas mitológicos que medias y pronto Viena, las cortes dramaturgo” (Reynaldo Hahn). singular emoción, una sensación
aludían a eventos y sucesos de las meridionales y sobre todo la ciu- Mientras Bach, Corelli, Vivaldi, de desasosiego y drama que to-

Nº 100 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA



75
HÄNDEL

davía se siente en nuestros días. Mozart a Londres les hizo caer tica daba a sus clases medias un por qué Händel consiguió un
Era el estilo obligado del canto bajo su fuerte influencia. Haydn, inusitado gusto por toda nove- éxito tan grande desde el princi-
en el barroco; y no olvidemos en 1791, exclamó al oír Jephta, la dad teatral y la posibilidad de pio: llenaba el teatro con un pú-
que Mozart seguía empleándo- última ópera de Händel, que atraer a los artistas más notables blico ávido de sensaciones dra-
lo, notablemente, en la magnífi- “ningún autor podrá jamás com- de Alemania e Italia. El teatro en mático-musicales, elocuente y
ca melopea de la Reina de la No- poner música tan sublime”; y el el Gänsemarkt, de 1677, fue uno claramente expresadas en un me-
che. A esto hay que añadir algo manejo coral de Händel es evi- de los primeros teatros de ópera dio inteligible.
mucho más grave: el predomi- dente en el estilo de Haydn en en Europa. Allá fue donde Hän- Apoyado por sus admiradores
nio de los castrati. La combina- sus últimas Misas, en La Crea- del perfeccionó la sólida educa- y por su propia familia, Händel
ción de la pureza de su tono con ción y en Las Estaciones. Mozart ción germánica que había adqui- decidió viajar a Italia, la meca del
una evidente masculinidad, tan visitó Londres cinco años des- rido en Halle con su maestro Za- nuevo estilo operístico. El hecho
preciada en su época, es muy di- pués de la muerte de Händel; y chow, a quien nunca olvidó, pero es que en 1707 apareció en Ro-
fícil de reproducir con sopranos y en Viena lo había estudiado am- también donde en plena juven- ma, después de haber pasado por
contratenores. “No hay medio pliamente en casa de su gran ad- tud quedó fuertemente impre- Florencia, deslumbrando a todos
humanitario para sustituir al cas- mirador, el barón Gottfried van sionado por el enorme ascen- con su maestría al clave y al ór-
trato”, nos dice un crítico moder- Swieten, quien más adelante le diente social de la ópera y sus gano. Trabó amistad con Carissi-
no; y Mozart se quejaba, en carta encargó orquestación adicional consiguientes ventajas crematís- mi, Domenico y Alessandro
a Martini, de su falta en Alema- para algunas de las óperas de ticas. En Hamburgo se reunía el Scarlatti, de quien aprendió a
nia. Händel representadas en Viena género italiano de la música ga- componer arias con unidad de
Todavía peor ha sido el es- en 1789 y 1790. Igual que a lante, la ópera veneciana y el gus- estilo bien centrado en su texto.
fuerzo que durante el XIX se hizo Haydn, a Mozart le interesaba el to francés por el ballet y el espec- El caro sassone se convirtió pron-
en Inglaterra por recuperar a empleo que del coro hace Hän- táculo. Händel quedó prendado to en uno de los ídolos del mun-
Händel mediante versiones ele- del y la libertad estructural de su de la independencia personal que do musical centrado en el palacio
fantiásicas de sus obras: 1.000 lírica. Se nota su influencia en el como empresario permitía el gé- de la Cancillería Apostólica, sede
cantores, donde sólo había a lo monumental Adagio en Do me- nero, así como de la pasión por del cardenal Ottoboni, el mayor
máximo dos docenas, y 500 ins- nor y fuga (K 546), en su Misa el drama teatral que marcó todo el mecenas de la ciudad. Allá cono-
trumentistas, donde sólo tocaban en Do mayor y, sobre todo, en el resto de su vida y su producción ció a Corelli, cuyos Concerti
unos veinte; así como versiones Réquiem. No puede oírse a doña musical. Grossi serían una de sus princi-
estentóreas de escenas tan ínti- Elvira en Don Giovanni sin que Habría podido suceder a Bux- pales influencias musicales y de
mas que iban acompañadas de nos recuerde el drama lírico hän- tehude en Lübeck, pero el con- quien aprendió la importancia
un guitarrón. Así ha adquirido deliano en su orquestación, har- trato incluía tener que casarse de una orquesta bien ensayada y
la reputación de una música gro- monías e impulso rítmico; así co- con su hija. Prefirió quedarse en disciplinada, aspecto sobre el que
seramente solemne y pretencio- mo un eminente investigador ha Hamburgo, donde empezó a insistió siempre, incluso en sus
samente aburrida. Y, sin embar- declarado que la Flauta mágica componer con la imperiosa se- momentos de mayor penuria,
go, Händel tuvo una enorme in- “sin Händel, especialmente el guridad en sí mismo que le pues sabía que era una de las cla-
fluencia en su propia época y Händel del Mesías, sería incon- acompañó siempre de manera ves del éxito. También trabó
luego en pleno romanticismo: cebible”. característica: no era más que amistad con varios músicos in-
Liszt, Schumann, Brahms y uno de los segundos violines de gleses e italianos, que luego apa-
Wagner han dejado testimonio […] George Frederic Händel la orquesta de la Ópera cuando recieron con él en Londres.
de su admiración. Beethoven le nació en Halle en 1685, de las se- presentó con todo desparpajo su Compitió al clave con Domeni-
proclamaba “maestro inigualable gundas nupcias de un padre de primera ópera, Almira, reina de co Scarlatti: el público le prefirió
de maestros”, y declaraba que 63 años, cirujano de las cortes Castilla, con un libreto veneciano al clave, pero a Händel al órgano.
“Händel es el más grande com- vecinas, al que desesperaba la te- que seguía al Don Sancho de Na- Scarlatti le estimaba por encima
positor que haya vivido… me naz tendencia musical de su hijo: varra, de Corneille. El romanti- de todo, aseguran los hermanos
descubro y me arrodillo al pie de quería destinarlo a una segura ca- cismo empezaba a apuntar con Plá, oboístas catalanes en Roma,
su tumba…es el más grande y rrera burguesa de médico o abo- la moda gótica de temas medie- que recuerdan que Scarlatti se-
más hábil de los compositores. gado, como toda su familia. Ni- vales y comenzaba el mito ro- guía a Händel por toda Italia.
Aún tengo mucho que aprender ño prodigio al clave y al violín, a mántico de la España de Gau- En Roma comenzó a compo-
de él”. Dicen, incluso, que murió los 17 años Händel consiguió el tier, Bizet y Schiller. Pero en esta ner sus famosos himnos, fértil sín-
mirando al lugar donde reposa- puesto de organista en la Dom- primera ópera, compuesta a los tesis de coral luterana y del can-
ban los tomos recién llegados de kirche de Halle. Podría haber se- 19 años, se vislumbra ya todo el tus firmus romano que continua-
sus obras completas, impresas guido una vida parecida a la de genio de Händel: la música per- ría luego en Inglaterra. Otro gran
por Arnold. La Pasión que sobre Bach, como organista en otra ca- sigue dramatizar la letra y la letra mecenas romano, el cardenal
el evangelio de san Juan compu- tedral o kappellmeister de alguna sigue a la música que la expresa. Panfilj, le pidió pusiera música a
so Händel en 1712 y representó de las muchas cortes alemanas, El lirismo dramático de sus arias sus oratorios, comenzando con
en Hamburgo en 1717 se con- pero prefirió ir en 1703 a Ham- no se volverá a oír hasta Mozart, El triunfo del tiempo y de la ver-
virtió en el modelo que siguie- burgo, quizá por consejo de Te- y el colorido y expresividad de la dad (Bernini había esculpido una
ron luego Bach (que la transcri- lemann, al que había conocido orquesta es realmente único. A estatua sobre el mismo tema), al
bió cuidadosamente) y otros en este periodo y cuya amistad pesar de que en su primera ópe- que Händel retornó varias veces
compositores alemanes de la épo- cultivó durante toda su vida. La ra el Händel que conocemos só- años después. Händel también
ca. (Telemann, Mattheson, Fasch riqueza y el reconocimiento in- lo aparece como un esquema, oír se convirtió en uno de los asi-
y Stolzel). Las visitas de Haydn y ternacional de la capital hanseá- Almira es comprender enseguida duos de los conciertos en el pala-

76 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA Nº 100



JAIME DE OJEDA

cio Bonelli, del opulento mar- portantes recomendaciones para


qués Rúspoli, para quien com- las cortes alemanas e indujo al
puso cientos de cantatas y el mo- duque de Manchester, embaja-
numental oratorio La resurrec- dor británico en Venecia, a invi-
ción de Nuestro Señor Jesús con el tarle también a Londres. Händel
mismo eclecticismo de estilos ale- partió hacia Alemania para ale-
mán e italiano de sus himnos, que jarse de un mundillo que había
cimentaron su fama en la ciudad comenzado a serle políticamente
eterna. De esta manera, quedó incómodo pero en el que había
sembrada en Händel la semilla aprendido todo cuanto luego de-
que luego brotaría en sus magní- sarrollaría en su vida: el gusto por
ficos oratorios ingleses: el estilo la pintura que, junto a Corelli, le
coral alemán adornado del canto condujo a ir adquiriendo una pe-
libre italiano sobre un texto alta- queña pero importante colec-
mente dramático. También com- ción, en la que figuraban dos
puso para Rúspoli su primera rembrandts en el inventario a su
ópera italiana, otra vez sobre un muerte. Pero también su técnica
tema español, Rodrigo, Re dalle musical: había llegado a Italia
Spagne, que tuvo tanto éxito que cuatro años antes como un mú-
fue representada luego en Flo- sico extraordinariamente dotado
rencia. Por todas partes Händel que a todos impresionaba por su
se afirmaba con su característico dexteridad al clave y su fertilidad
aplomo y absoluta confianza en en la composición, pero con es-
su talento. Un grabado de su tilo aún crudo y poco dominio
época romana nos lo pinta con de la forma, y pasó a Hannover
viva mirada y socarrona expre- con una gran reputación, pero
sión; mientras que las cuentas también con un estilo refinado y
que dejó por su comida y bebida formalmente depurado. La prin-
nos lo muestran gozando ya de la cipal característica de su periodo
buena mesa; lo que años más italiano era la fuerza que despe-
tarde le daría la robusta rotundi- dían sus composiciones en
dad de sus retratos en Londres. todos los sentidos; una fuer-
La guerra de la sucesión espa- za que venía ampliada por su Händel
ñola comenzaba a invadir a toda dominio del contrapunto. Pero,
Italia. Clemente XI apoyaba la junto a esa enérgica expresión
causa de los Borbones; las tropas musical, su personalidad surge ción del duque de Manchester truyó el de Haymarket, favoreci-
imperiales invadían la Penínsu- por todas partes: una facilidad para pasar una temporada en do por los gustos italianizantes
la. Händel se refugió en Nápoles innovadora, capacidad para crear Londres. Mordido por la pasión de la nueva reina. Aunque a mu-
en 1708. Aunque bajo la domi- un ambiente en un instante; un teatral y su consiguiente inde- chos molestaba el uso de una len-
nación austriaca, el virrey Gri- carácter reflexivo y tierno, y una pendencia personal, Händel pre- gua extranjera que, además, esta-
mani era veneciano y para él con- comprensión de los secretos de firió dejar la seguridad de su ha- ba ligada al papismo, el público,
tinuó su producción musical la personalidad humana, tan elo- lagadora posición de kappellmeis- sin embargo, exigía novedades,
componiendo la mejor de sus cuente y bellamente expresados ter para probar fortuna en un y éstas, igual que en Hamburgo y
óperas italianas, Agripina. La fa- en las arias de sus óperas. Londres que tanto se parecía so- Venecia, tenían que estar paga-
ma que había adquirido el caro Con la fama adquirida en Ita- cialmente a Hamburgo y Venecia das con suscripciones y ventas de
sassone se pone de manifiesto a lia llegó a Hannover en 1710, y donde también reinaba un de- taquilla. Traer a Händel en 1710
su vuelta a Roma, donde el car- por recomendación del príncipe, senfreno operístico y musical en fue una manera de conseguirlas.
denal Pamphilj le encargó com- que le había conocido durante el que Händel esperaba triunfar. Además, el nuevo teatro, mayor
pusiera música para acompañar su éxito en Venecia, hermano del En efecto, a pesar de la inde- que los otros, también había im-
una oda del cardenal: “¡Händel! Elector, el futuro Jorge I de In- pendencia y prosperidad de sus portado técnicas teatrales italia-
no puede mi musa componer en glaterra, que le nombró ensegui- clases medias y de la pasión ita- nas: rayos y truenos, haces de luz
un instante versos dignos de tu li- da kappellmeister. El duque de lianizante de la época, Londres y fuegos de artificio, oleaje marí-
ra”. Händel triunfaba en la mis- Hannover estaba casado con estaba considerablemente alejada timo y tempestades, pájaros y
ma Venecia adonde le llevó Gri- Ana, la hermana de la reina Ma- de la evolución musical del con- otros animales sueltos por la es-
mani a representar Agripina, de ría, quien, sin descendencia, tinente desde la muerte de Pur- cena, que ganaron por completo
cuyo libreto era autor. Durante el abría la sucesión al pretendiente cell, en 1695, y el triunfo de los al público. Para el Haymarket co-
resto del XVIII continuaban los jacobino en Saint Germain. El puritanos, y por ello dependía en menzó Händel a componer con
italianos recordando a Händel partido liberal, Whig, ponía así todo de Italia. La categórica con- su característico vigor un sinnú-
con sucesivas representaciones de todas sus esperanzas en Hanno- dena puritana del teatro trajo co- mero de óperas italianas, a las
sus óperas italianas e inglesas. ver. Sobre las intensas relaciones mo consecuencia que a princi- que presentaba con sus cantantes
El extraordinario triunfo de entre Londres y Hannover, le fue pios del XVIII sólo hubiera en favoritos que, como empresario,
Agripina en Venecia le valió im- fácil a Händel aceptar la invita- Londres dos. En 1705 se cons- contrataba en Italia.

Nº 100 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA



77
HÄNDEL

Nada ilustra mejor el clima ópera inglesa, Rinaldo. En junio miento– sino que combinó los periódicas quiebras. El Haymar-
que condujo a la Revolución de 1711 volvió a Hannover, estilos que imperaban en Italia, ket cerró en 1717 y Händel se
Francesa que el contraste musical donde el elector casi no le deja par- Alemania y Francia en un con- encontró en una de sus frecuen-
entre París y Londres. En la ca- tir de nuevo para Londres un año junto homogéneo, incorporan- tes crisis financieras. James Bryd-
pital francesa, la ópera sólo podía después por invitación de lord do al estilo galante la orquesta- ges había hecho su fortuna con la
ser representada en el teatro del Burlington, que se convirtió en ción francesa de trompas, oboes y intendencia de los ejércitos in-
rey en Versalles, donde Lully go- su Rúspoli inglés y en cuya mag- fagotes con un agudo sentido de gleses durante la guerra, especial-
zaba de una exclusividad que nífica mansión vivió durante sus su respectivo colorido, que algu- mente en Portugal. Una cuida-
mató toda competencia a su al- primeros cuatro años en Londres. nas monumentales orquestacio- dosa táctica política le valió el
rededor. No sólo quedó así la Burlington intentaba ser en Lon- nes modernas no han podido su- marquesado de Carnarvon y lue-
ópera francesa anquilosada, por dres el árbitro de la elegancia, perar. La suite supera en mucho go el ducado de Chandos. En su
muy maravillosas que fueran sus después de haber aprendido en las que otros compositores de la palacio de Cannons mantenía un
producciones (siempre en torno qué consistiera durante su viaje época –tal el mismo Bach– com- establo de caballos y otro de mú-
a temas de alusión cortesana, por Italia. Terminaba por enton- pusieron con la misma intención. sicos. Para Chandos compuso
igual que el teatro de Molière), ces la guerra, y, para celebrar su Händel volvió a este estilo en Händel la colección de himnos
sino que el género no pudo pro- terminación, compuso en 1713 1749 cuando, para celebrar la que lleva el nombre de su man-
gresar fuera de la corte. En París el Te Deum et Exultate de Utrecht, paz de Aquisgrán, al término de sión, en la que Händel comenzó
se desquitaron con una ópera combinando coros y solos en una la Guerra de Sucesión austriaca, a adaptarse al estilo religioso y
bufa, pero sus inevitables ironías fusión que causó sensación entre Jorge II ordenó unos monumen- estético de Inglaterra como antes
políticas causaron su prohibi- los compositores de la época. tales fuegos de artificio y le pi- lo había hecho con el romano.
ción. Recurrieron entonces los La reina María murió el mis- dieron a Händel que compusiera Los aficionados, sin embargo,
parisinos a la mímica, creando mo año de la paz, en 1714, música al aire libre para presen- no cejaban y formaron en 1720
así el tradicional talento francés abriendo la posibilidad de un re- tarlos: una masa sensacional de la Real Academia de Música ven-
por este recurso. En Londres, en torno del pretendiente Estuardo. instrumentos de viento proyectó diendo acciones tal y como una
cambio, la ópera, aún favorecida Las clases medias y su partido, la más barroca y marcial de las sociedad mercantil. Händel fue
por la nobleza, estaba en manos los whigs, lo impidieron, deci- suites de toda aquella época. Sólo nombrado su director musical.
de una clase media políticamen- diéndola en favor del duque de Händel se habría atrevido a acep- Un visitante francés, Pierre Jac-
te fuerte y que estaba prosperan- Hannover. El primer biógrafo tar un encargo tan aventurado y ques Fougeroux, describía así la
do lujosamente con su expan- de Händel, Mainwaring (1770), fue el mayor éxito de toda su ca- orquesta de la Academia: 24 vio-
sión colonial. La demanda de narra que Jorge I estaba molesto rrera musical: para oírlo, todo lines, 1 laúd, 3 chelos, 2 contra-
sensaciones dramático-musicales con Händel por haber abando- Londres se echó a la calle, cau- bajos, 3 fagotes y, a veces, flautas
prestó una levadura creativa al nado sus tareas en Hannover y sando un fantástico y pintoresco y trompetas. Para el continuo,
desarrollo del teatro en Inglate- por haber compuesto ese Te atasco de carruajes. dos claves y el laúd, acompaña-
rra, cuya fertilidad todavía dis- Deum para celebrar una paz a la La carrera musical de Händel dos del chelo para los recitativos.
frutamos en nuestros días. Bue- que se había opuesto. No parece en Inglaterra fue una constante El teatro era pequeño, la esceni-
na prueba del papel de las clases cierto, pues a su entrada en Lon- sucesión de grandes éxitos y fra- ficación “muy primitiva” y, en
medias en el desarrollo musical dres fue acogido con un nuevo casos, de los que siempre se so- vez de arañas de cristal, la ilumi-
de Inglaterra eran las veladas Te Deum de Händel y poco des- breponía por la buena suerte que nación consistía en vilains chan-
musicales que músicos profesio- pués el nuevo rey le encargaba le daba su tenaz seguridad en sí deliers de bois suspendidos por
nales y burgueses amateurs pasa- una representación de una de sus mismo y la osadía de sus iniciati- multitud de cuerdas “que daban
ban tocando y cantando –y tam- óperas. La fábula es que el rey vas. A diferencia de otros músi- la impresión de un circo de fu-
bién comiendo y bebiendo– en perdonó a Händel por el éxito cos de su época, Händel no fue nambulistas”. En 1729, la Aca-
las casas de Thomas Britton, tra- que tuvo en esos días su brillan- víctima del capricho de patrones demia le pidió a Händel que via-
ficante de carbón, y del pintor te Música acuática. El barón Kiel- y príncipes, sino que mantuvo jara a Italia a encontrar cantantes
William Caslop, así como en va- mansegg (cuya mujer era favori- una insobornable independencia que recobraran el prestigio de la
rias famosas tabernas de Lon- ta del rey) había organizado unas y una voluntad germánica de ópera. Esto le puso nuevamente
dres, en las que Händel, con su máscaras para divertir al rey en triunfar, basada en la seguridad en contacto con la fuente original
característica generosidad y vi- Chelsea y le pidió a Händel que que tenía en su propio talento de toda la música de su época. El
gor sajón, se entregaba al clave. compusiera un concierto fluvial, dramático y musical; pero si no nuevo estilo era el “napolitano”,
La llegada de Händel a Lon- a cargo de unos cincuenta músi- era víctima de los caprichos prin- porque muchos de sus exponen-
dres fue precedida de su fama, cos a bordo de una barcaza que cipescos, sí lo era de un público tes, como Pergolesi, eran oriun-
que los parientes de la reina en acompañaba a la falúa del rey mesocrático que no estaba tan dos de la gran capital del medio-
Hannover se cuidaron de resaltar. desde Whitehall, en la noche del convencido de la superioridad de día. En Roma, Venecia y Nápo-
Deslumbró a la corte por su dex- 17 de julio de 1717. Tanto le su talento; le gustaba compararlo les contrató a lo más granado del
teridad y elegancia al clave, pero gustó al rey que pidió que la to- y hacerlo competir con otros; se mundo musical italiano, y entre
también supo aprovechar los ava- caran de nuevo por tres veces. rebelaba ante todo cambio de las ellos al castrato Farinelli (Carlo
tares de las armas inglesas en la Esta Música acuática, que es hoy, convenciones y era adicto a toda Broschi). Händel era entonces
Guerra de Sucesión española pa- junto al Mesías, la música más novedad. El mismo Händel de- conocido en toda Europa como
ra presentar composiciones en las conocida de Händel, le permitió cía: “Los que vivimos para agra- compositor y ejecutante. Bach
que destacaba la osadía de las una gran innovación; no solo lo- dar tenemos que agradar para vi- intentó verle durante su viaje a
trompetas en la música de guerra gró una variedad inigualable de vir”. El mundo de la ópera en Dresden, pero cuando salió de
que compuso para su primera contrastes –en ritmo y senti- una sociedad tan reducida sufría Cöthen Händel ya había mar-

78 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA Nº 100



JAIME DE OJEDA

chado. A su vuelta pasó por Ha- impopulares que intentaba im- Comenzaba a triunfar la deman- ticos: Ester, Deborah, Athalia,
lle para visitar a su familia. Por poner Walpole. La Ópera de la da de una música nacional ingle- Saúl, Israel en Egipto y, sobre todo,
segunda vez intentó Bach en- Nobleza comenzó a representar sa que el publico no había oído L’Allegro, il Penseroso ed il Mode-
contrarse con él: envió a su hijo, las óperas italianas al estilo na- desde la muerte de Purcell y el rato. Magníficas arias, sonoros
Wilhelm Friedemann para invi- politano que, con un estilo más desastre cultural de los puritanos. coros con el mismo protagonis-
tarle a ir a Leipzig, pero Händel ligero, traía Porpora en un inten- Händel comenzó a prestar aten- mo que los solistas, apoyados por
pretextó no disponer del tiempo to de destruir el monopolio que ción a esta creciente demanda. una orquesta en la que las cuer-
necesario. ejercía Händel en Londres. La Sus oratorios fueron la fórmula das competían con los instru-
A su vuelta a Londres, el elen- competencia entre ambas com- perfecta que le ganó para siempre mentos de viento y hasta con
co de músicos que había reunido pañías dividía a un público rela- al público inglés. Ya había co- enormes timbales militares traí-
volvió a poner de moda la ópera tivamente reducido. Así comen- menzado a componerlos, si- dos de la Torre de Londres al
italiana.. Tuvo varias temporadas zó a resentirse la taquilla y logra- guiendo la forma concebida por efecto, produjeron una sensación
de gran éxito, pero sin poder su- ron, efectivamente, arruinar al Felipe Neri en Roma. Junto al difícil de imaginar en nuestros
perar sus dificultades financieras. Haymarket. depravado cinismo que estaba días. Naturalmente, los oratorios
Händel pagaba magníficos suel- Händel, indignado, decidió pintando Hogarth en esos mis- fueron criticados, por los que se
dos y a cambio trataba a sus mú- entonces aceptar una invitación mos días, se estaba extendiendo daban cuenta de lo que realmen-
sicos con imperiosa voluntad. Le de la Universidad de Oxford, por toda Inglaterra una tenden- te eran, como una profanación
impacientaba cualquier incom- donde su éxito clamoroso le tra- cia puritana y una sensibilidad de los templos en los que se re-
petencia que castigaba con un jo de nuevo a Londres. Se insta- religiosa que se afanaba por con- presentaban. El público, sin em-
humor ácido, cuando no con ló en las afueras para renovar sus seguir una espontaneidad natu- bargo, votó a favor de Händel y
desprecios y empellones. La afi- esfuerzos operísticos en el teatro ral, aunada a una devoción sen- sus oratorios comenzaron a te-
ción comenzó a quejarse de que del Covent Garden, situado pre- timental que culminó en el mo- ner un éxito enorme. No obs-
despedía o maltrataba a sus fa- cisamente donde se encuentra el vimiento wesleyano. El oratorio tante, Händel continuaba tenaz-
voritos sin contar con quienes les de nuestros días. Allá volvió a satisfacía esa tendencia: el públi- mente sus esfuerzos por reavivar
pagaban, y acusaba a Händel de triunfar, a pesar de la clac an- co acudía a un templo, no a un la ópera, incorporando ahora un
enriquecerse a su costa.; una ca- tihändeliana que enviaban sus teatro, y a oír una exaltación de la estilo más ligero, menos alemán,
ricatura le presentaba como un competidores. Acudía a sus re- Biblia, no un estrafalario capri- más italiano, siguiendo la moda
obeso jabalí tocando bajo una presentaciones todo el mundo cho pagano; quedaba excusado continental. No lo lograba, y su
gran peluca el órgano, contem- musical inglés –cantantes, ins- de los goces musicales que le pro- impaciencia con el público y sus
plándose, embelesado, en un es- trumentistas y libretistas– siem- porcionaba lo que en el fondo colaboradores no le ayudaba en
pejo, rodeado de jamones, fiam- pre interesado en seguir sus no- era una auténtica ópera. Händel nada.
bres y barriles de cerveza, acom- vedades musicales, y más aún las trabajaba con un ahínco y un ar- En esta tesitura, prácticamen-
pañado por los rebuznos de un sociedades musicales que por to- dor que le permitía componer te en bancarrota una vez más, le
asno. Los descontentos decidie- da Inglaterra, Escocia e Irlanda extensos textos a una rapidez llegó una invitación del duque
ron hundir a Händel formando mantenía la burguesía inglesa. asombrosa sin merma de su fértil de Devonshire, opulento poten-
una compañía rival en 1732: la También aparece el apoyo de la variedad. La fatiga, sin embargo, tado que acababa de ser nom-
Ópera de la Nobleza. Reunida comunidad sefardita de Londres, le causó un ataque de parálisis brado virrey de Irlanda y que
en torno al príncipe de Gales los Núñez, Méndez y Costas, que le dejó sin poder tocar y con quería rodearse en Dublín de to-
–que, fiel a la tradición de la fa- atraídos por los temas bíblicos de una exacerbación de su natural e da la ostentación real de Londres.
milia real inglesa, detestaba a su Händel. La rivalidad entre ambas impaciente excentricidad que sus Al igual que sus fugas a Oxford y
padre–, fue aprovechada por la compañías no sólo las estaba contemporáneos temieron fuera Covent Garden, Händel decidió
oposición tory al ministerio whig arruinando sino que el público locura. Se recobró por completo poner mar de por medio y llegó a
de Walpole. El rey y la reina eran comenzó a aburrirse con sus fú- en los famosos baños de Aquis- Dublín en 1741. Varias socieda-
händelistas y acudían constantes tiles esfuerzos. Los grandes can- grán en 1736. Su vuelta a Lon- des musicales mantenían un vivo
a sus óperas en el Haymarket, tantes italianos comenzaron a dres coincidió con la muerte de interés melómano en la capital
mientras los partidarios del prín- volver al continente a medida la reina Carolina, a la que Hän- irlandesa. Se suscribieron con en-
cipe de Gales corrían a aplaudir a que disminuían los recursos de del veneraba desde sus días en tusiasmo a la serie de conciertos,
su rival, Bononcini, en el Lin- ambas óperas. Farinelli pasó a la Hannover. No es sorprendente, óperas y oratorios que organizó
coln Inn’s Fields. Un comentario corte de Madrid, donde se con- por tanto, que la música que Händel. Allá presentó su inefable
de la época llegaba a señalar que virtió en el favorito de Felipe V, compuso para el funeral sea una Mesías, con los coros de las dos
“la rivalidad entre ambos parti- al que durante los siguientes nue- de sus más elocuentes obras. catedrales y el apoyo de varios
dos llegó a tener las mismas pro- ve años consoló todas las noches Tampoco lo es que en su Himno conciertos para órgano, el 13 de
porciones que la de azules y ver- con las mismas cuatro arias. funerario, casi exclusivamente abril de 1742. Había compuesto
des en la Constantinopla de Jus- Algo más grave estaba suce- coral, Händel haya vuelto a sus este nuevo oratorio en menos de
tiniano” y que atacar a Händel en diendo entonces: el enorme éxito raíces alemanas trayendo a cola- un mes, poco antes de partir pa-
la incipiente prensa de la época de The Beggar’s Opera, con un ción varias corales luteranas. ra Irlanda. El texto era algo más
era una manera indirecta de ata- gracioso libreto ingles de John El público le exigía oratorios que una compilación de fuentes
car a Walpole y al partido del rey. Gay y una música que pretendía en vez de óperas. Buen conoce- del Antiguo y Nuevo Testamen-
Criticaban a Händel por la codi- ridiculizar a la afición italiani- dor de la Biblia, Händel extraía to: un diletante adinerado, Char-
cia que revelaban los precios de zante y sobre la que años más tar- los momentos más dramáticos de les Jennens, gran admirador de
los billetes de sus óperas, que de compondrían Brecht y Weill la historia sagrada y los presenta- Händel, los había combinado y
comparaban con los impuestos su famosa Ópera de tres peniques. ba con engañosos vuelos operís- transcrito de tal manera que for-

Nº 100 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA



79
HÄNDEL

maban una secuencia continua só por Londres en esa época y re- alemán, se apropiaba del drama- formas independientes. Tenía un
agrupados en torno a varios te- presentó La Caduta dei Giganti, tismo clásico francés, lo mezcla- sentido altamente pragmático de
mas principales. La primera par- que no impresionó nada a Hän- ba todo con lo que en Inglaterra la ópera, una imaginación visual
te trata de las profecías del Me- del, para quien Gluck “entendía había encontrado. Ya lo perci- que le permitía anticipar la reac-
sías, la segunda del sacrificio de de contrapunto menos que su bían los contemporáneos, Un crí- ción del público. Händel cuidaba
Jesús por la humanidad y la ter- cocinero”. Händel aconsejó al jo- tico alemán, Marpurg, calificaba rigurosamente la efectividad dra-
cera de la victoria del alma cris- ven Gluck que no se molestara a una ópera de Händel en 1732 mática no menos que la musical
tiana sobre la muerte. Las tres tanto en componer óperas para como ein gar besonders mishmash. de sus libretos. De esta forma,
partes del oratorio recuerdan, no los ingleses: “Aquí, en Inglaterra, Händel era consciente del angli- las reposiciones que se han he-
por coincidencia, los tres actos eso es simplemente una pérdida cismo que estaba creando y en cho de algunas de sus óperas en
de la ópera italiana. El Mesías re- de tiempo. Lo que gusta a los in- 1726 solicitó su naturalización nuestros días demuestran su sor-
presenta así la más perfecta sín- gleses es una tonadilla con la que en “la nación que tanto ha aplau- prendente atractivo. No sólo es la
tesis estilística, tan característica puedan marcar el tiempo, algo dido mi modesto talento”. El re- música de una soberbia belleza,
de Händel. Al mismo tiempo, es que les rasque el tambor del oí- sultado es la más perfecta defini- sino que la dramatización de
la culminación del carácter in- do”. Gluck, sin embargo, guardó ción de la música inglesa, recibi- Agripina o de Semele, por ejem-
glés de la música de Händel: el más exaltado recuerdo de Hän- da de Purcell pero fijada en su plo, es mucho más interesante y
combina el bel canto italiano con del, a quien siempre proclamaba propio e inimitable estilo. real que la del ridículo Rigoletto o
el estilo declamatorio inglés de su maestro y cuya evidente in- El interés por Händel, como la lacrimógena Madama But-
una manera que ha dominado la fluencia se trasluce en Ifigenie en por otros compositores de su terfly. Agripina baila gozosa al co-
música de la isla hasta nuestros Táuride y Orfeo ed Euridice. época, comenzó a redescubrirse nocer su triunfo al son de un vals
días. Desde entonces, el Mesías Mientras estaba componien- con la autenticidad que Wanda de modernidad vienesa; Popea y
ha sido repetido y transformado, do el oratorio que tanto impre- Landowska imprimió a sus eje- Otón preludian el amor en un
al igual que Shakespeare, para sionó a Haydn años más tarde, cuciones de Bach y Nadia Bou- picaresco dúo; Claudio, grandi-
adaptarse al gusto y capricho de Jephta, comenzó a perder la vis- langer a las de Monteverdi. locuente y bufón, olvida su ven-
cada época, pero siempre ha sido ta. En 1753, ya completamente George Bernard Shaw, ya en ganza, adormecido en el seno de
el epítome de la música inglesa. ciego, seguía dando conciertos 1891, clamaba por su restitución Agripina; Nerón sale malparado
Händel fue recibido clamoro- al órgano y dirigiendo reposicio- auténtica. Hoy día, Händel vuel- como petit maître. En realidad,
samente a su vuelta a Londres en nes de sus composiciones ante- ve a la palestra gracias al interés el mayor éxito de Händel, el ca-
1742. Comenzó así a componer riores. Murió poco después, en que se ha generado por los ins- rácter y la letra inglesa de sus
las sublimes óperas y oratorios 1759, y fue enterrado en la aba- trumentos de la época y los dis- obras, es precisamente lo que
cuya madurez caracteriza la últi- día de Westminster acompañado cos compactos, por donde obras más le ha perjudicado fuera del
ma etapa de su vida: Samson, Se- de un público inmenso y de una que ya no admiten representa- mundo anglosajón. En el mundo
mele, Joseph, con letra entera- resonancia nacional nunca antes ción teatral nos llegan a través de de habla inglesa, sus oratorios se
mente inglesa. Dos contemporá- conocida; prueba de ello es la espléndidas grabaciones de Colin siguen cantando con reverente
neos nos han dejado una docena de espléndidos retratos, Davis, Charles Mackerras, Chris- devoción, y no sólo el Mesías, du-
descripción del Handel de estos la estatua de Roubiliac que en topher Hogwood, John Elliot rante el que se mantiene la tradi-
días que cuadra con los espléndi- vida le erigieron en los jardines Gardiner y David Willcocks. Las ción de ponerse de pie en su mo-
dos retratos que los mejores pin- de Vauxhall y el testimonio de óperas de Händel, pese a todo su mento culminante; los Himnos
tores de Londres nos han lega- sus contemporáneos sobre su vi- convencionalismo teatral y mu- de la coronación han sido su re-
do: “Era una persona de consi- da y sus obras, considerable- sical, destacan notablemente so- pertorio obligado. Su personalí-
derable talla y muy grueso. Su mente mas voluminoso que el bre todas las de su época; desde sima definición de la música in-
andar, que era siempre vivo, era de cualquier otro compositor de Agripina, una de sus primeras glesa la ha mantenido cautiva
poco agraciado, pues iba acom- su época. Recogió el testigo óperas, presentan una gran fuer- hasta nuestros días, siempre do-
pañado de un cierto balanceo, de Purcell, lo revivió con su fér- za caracterológica de sus prota- minada por händelismos, de tal
como el que distingue a los que til eclecticismo y le proveyó del gonistas, un singular acierto en la manera que los compositores que
tienen las piernas combas” (sir nuevo sentido religioso y nacio- expresividad de sus arias y un le siguieron no pudieron escapar
John Hawkins). Un rictus amar- nal del país de su adopción. Evi- consumado control de la teatra- a su tradición hasta la irrupción
go daba a “la expresión de su dentemente, el género ya estaba lidad del libreto. Una reciente bárbara del wagnerismo. ■
cara un aire más bien severo y establecido a su llegada a Lon- restauración de Orlando furioso,
grave”; el labio inferior, protube- dres. En Purcell percibimos ya de Vivaldi, en la Ópera de San
rante, reflejaba su imperiosa vo- sus elementos esenciales: senci- Francisco, por ejemplo, no po-
luntad, la aplastante seguridad llez en la composición, claridad día evitar las risas del público por
que tenía en su talento, “…pero en su exposición, viveza alegre la artificialidad en la que se sumía
cuando sonríe es como si saliera generalmente expresada en mo- irremisiblemente la tensión dra-
el sol detrás de una negra nube. vimientos de baile, especialmen- mática. Nadie se ríe en una ópe-
Su inteligencia brillaba súbita- te la jiga, y el gusto tan inglés ra de Händel. El hilo dramático
mente, con sus chispeantes ocu- por la prosopopeya solemne, sin de sus óperas corre con una cla-
rrencias y su buen humor” (Bur- olvidar la obligada payasada y ridad realista que no tienen las
ney). En una cara de trazos fina- nota de humor. Pero Händel era de su época, y sus elementos for-
mente delineados, la viveza de un auténtico camaleón musical, males –arias, coros y recitativos–
los ojos es la misma que vemos y, de la misma manera que in- están elocuentemente ligados en-
en su retrato romano. Gluck pa- corporaba el género italiano al tre sí en vez de sucederse como Jaime de Ojeda es diplomático.

80 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA Nº 100



CASA DE CITAS

MIGUEL TORGA
Una teoría de la cultura, hasta la fecha no desmentida, es La imposibilidad de integrar la experiencia humana en
que los tiempos de las grandes novelas y de los sistemas una obra única ha dado como resultado algunas impor-
filosóficos globalizadores han, por decirlo de algún mo- tantes novelas, que bien podríamos denominar, abusan-
do, periclitado. De todas las explicaciones que se han da- do del término, metafísicas, a cuyos autores debemos
do de este incuestionable hecho se desprende, nítida y también voluminosos diarios donde las reflexiones sobre
rotunda, una conclusión: nuestra concepción del tiempo, el hecho de la escritura constituyen una especie de con-
y consiguientemente del espacio, ha experimentado un trapunto. Éste es el caso del escritor portugués Miguel
cambio a todas luces sustancial. Podrá parecer absurdo Torga. Muerto en 1994, sus impresionantes diarios cons-
relacionar la imposibilidad de que se escriban hoy nove- tituyen una de las cumbres indiscutibles de la literatura
las como A la recherche, u obras como Sein und Zeit, con portuguesa y un excepcional testimonio del siglo que
un cambio en la percepción espacio-temporal de la histo- acaba. Traducidos al castellano por Eloísa Álvarez, dispo-
ria y la biografía del hombre, pero a poco que reflexione- nemos de una selección de los diarios de 1932 a 1987
mos sobre ello comprenderemos lo fundado de la hipóte- (Alfaguara-Santillana 1988), y los diarios completos de
sis. Los cambios en la percepción no son más que un re- 1987 a 1993, del que proceden las citas que siguen (Alfa-
flejo de lo que los historiadores de las ideas llaman guara-Santillana 1997).
horizonte de expectativas. Selección de Manuel Arranz

■ Sé lo que valen las ideas, pero no las ■ Nunca he escrito una línea que no fuese prosélitos y alienados como los demás. Y
comparo en absoluto con los para mí un imperativo. Como hombre de ser más ellos que nosotros mismos.
sentimientos. letras he sido siempre un poseso.
■ Antes, vivía; ahora, se veía vivir. Había
■ Sé que no hay palabras para ■ Lodaría todo para que me perdido la gracia de ignorarse. Y no hay
determinados momentos. Que sólo el comprendiesen. Pero ya me contento paz fisiológica y psicológica que se resista
silencio puro puede estar a la altura de los cuando me respetan. al cáncer de la autocontemplación.
sentimientos puros. Pero es con palabras
con lo que abrimos nuestra alma. Y ■ Pero no se borran los latidos de un ■ Lo mejor y lo peor de nosotros perdura
hablamos, hablamos. Después nos queda corazón generoso. casi siempre en la memoria de los demás.
en la boca el gusto acre de la verborrea.
La amargura de una aparente pobreza ■ Y yo no puedo pactar ni conmigo ■ Nos encontramos casualmente y me
interior de la que damos testimonio sin mismo. contó otra aventura suya en que arriesga
ser nuestra. todos los valores burgueses que él
■ El pecado de los pecados es el orgullo representa.
■ Convivir, atender a las llamadas de los intelectual. —A usted, como ya le he dicho una vez,
amigos y apartar del espíritu las razones le gusta pasear al borde de los abismos...
que nos convierten en lobos solitarios. ■ La envidia. Nuestra verdadera pobreza. —Pero no caigo en ninguno, ¿se ha dado
Transigir en las ideas, intercambiar cuenta? ¿Por qué será?
amabilidades, dialogar en el vacío. ■ Parar a tiempo... ¿Por sabiduría o por —Porque es incapaz de amar...
Olvidar durante unas horas que la premeditación?
dignidad del hombre es una tensión sin ■ La razón me ha confundido muchas
treguas. Tener la ilusión de que también ■ Entenderlo todo, perdonarlo todo, veces. La intuición nunca.
existe descanso para la lucidez. renunciar a todo, menos por virtud que
por cansancio. Bien que apetece, en una ■ Hay épocas felices, en que el hombre, en
■ Cada vez me hago entender menos. época como ésta de permanente asedio de vez de vivir hacia dentro, vive hacia fuera.
Antes los confundía con palabras; ahora, las más desgarradas demandas. Pero En vez de afligirse, se divierte. En vez de
es con silencio. ¡nada! Humanos frágiles en un ruedo de llorar, sonríe. No adelanta nada en relación
dureza, parcialidad y tumulto, en que la a la muerte que lo espera al final de ese
■ Pero tampoco es posible en fatalidad de la muerte se omite y el gusto festival de inteligencia y de placer. Pero no
determinados momentos confiar sólo en inocente de la vida se ha perdido, todo da el espectáculo penoso de ser, mientras
la elocuencia del silencio... nos obliga a entrar en la recua y a trotar, vive, un calendario de días nocturnos.

Nº 100 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA



81
MIGUEL TORGA

■ Loque ocurría, sin embargo, es que el hay en nosotros en ninguna circunstancia ■ Hacer justicia siempre vale la pena,
sueño era mayor que el soñador. sale a la luz. Y mucho menos sale de la incluso cuando parece demasiado tarde.
pluma de los que más se explican y Los actos pasados adquieren otra luz. Lo
■ Haymomentos en que sólo la confiesan, disfrazados de penitentes, y que parecía turbio, ambiguo o indigno, se
desmesura es legítima y solvente. que son casi siempre maestros hace limpio, franco y digno. Las
consumados del fingimiento. San rehabilitaciones tardías no son válidas
■ En barbecho, viendo simplemente agustines hay pocos. solamente en la gran historia de las
cómo crecen hierbas dañinas en esos sociedades. Lo son también en la pequeña
parterres de mi espíritu que suelo tener ■ Con todas las raíces cortadas, ya nadie de cada uno de nosotros.
labrados. Pero tengo épocas así, en que se siente orgulloso de la alfombra de
sólo me apetece ser tan idiota como la boñigas que tapizaba sus pasos en cuanto ■ Me despido (...) de las únicas riquezas
vida. nacía. que me han gustado realmente poseer en
este mundo, y de las que soy un avaro.
■ No sé si ha sido sincero. Pero ha sido ■ Tanto como llevo dicho de mí, por Que no tuve que ganarlas, sino que
inteligente, y es preferible así. Me gusta palabras y obras, y me quedo pasmado merecerlas.
admirar. Y sólo el espíritu consigue diariamente ante la incomprensión de los
deslumbrar a mi espíritu. más allegados.

■ Ser idéntico en todos los momentos y ■ He sabido desde siempre, desde el


situaciones. Negarme a ver el mundo por momento temerario de mis comienzos,
los ojos de los demás y no pactar nunca que escribir es un acto ontológico, que
con el lugar común. compromete a perpetuidad a quien lo
realiza. Que ningún otro implica tanta
■ Seridéntico a sí mismo nunca lo responsabilidad y tanto riesgo, ya que
consigue el hombre pacíficamente. todavía hoy la humanidad tiene en el
banquillo de los acusados a todos los que
■ Los gestos que no hacemos esperando se abalanzaron a coger la pluma en su
que otros los hagan por nosotros. Y así nombre. Y también que no hay honra
perdemos la vida, que es una expresión mayor ni mayor dignidad que pertenecer
permanente que no puede ser aplazada, ni al grupo de esos penitentes que esperan el
postergada. No hay prueba de comunión veredicto de cada generación.
que podamos esperar recibir si no somos
capaces de atrevernos a ofrecerla antes. ■ ¡Cómo comprendo su preocupación!
Publicar un libro cuando ya no estamos
■ He cambiado. Hasta ahora, combatía en esa edad feliz en que creemos que lo
con las armas erróneas y ciegas del merecemos todo y que todo se nos da,
instinto, de la pasión y del sentimiento. Y sólo se hace por irreprimible necesidad de
perdía siempre. Ahora, menos impulsivo, expiación. Exponer a los ojos del mundo
también pierdo, pero las derrotas me la desnudez de nuestro espíritu, es un
duelen menos. Me escudo en la riesgo que únicamente los vanidosos y los
indiferencia. No pacto, ni quiero inconscientes corren sin pensárselo dos
traicionar mi vida. Aún lucho veces. Los primeros, porque creen en su
denodadamente, es verdad. El objetivo, propio genio; los segundos, porque creen
sin embargo, no es vencer en ningún que las lágrimas que vierten duran
terreno, ni contestar a nadie. Es salir de más que la pena que las causó. Pero
este mundo con amor propio y lucidez. ¿y los otros, los lúcidos y escépticos? Éstos
mueren en la duda. No hay ilusión que
■ Yo bien que lucho. Pero nada consigo. los engañe. Para ellos los escaparates de
Este tiempo les pertenece a esos seres las librerías son potros de tortura eternos.
felices que, acomodados en el confort de
cualquier pesebre, ni siquiera tienen ■ Antes de leerle la verborrea que me
conciencia de su mala conciencia. estaba imponiendo a la fuerza, me dejé
caer, hablándole claro:
■ Somos la voz que tenemos. —No sé si sabe que describir es fácil.
Escribir es lo que es difícil.
■ Sin palabras no hay comunión de
cuerpos y almas. Hay tropezones del ■ Leo, leo. Y cada vez me quedo más
instinto. pasmado ante el enigma humano. ¡Qué
cosas tan extraordinarias hemos sido
■ Nuestras inquietudes y angustias nunca capaces de pensar y escribir en todos los
pueden ser completamente compartidas idiomas y tiempos sobre nuestra
Manuel Arranz es traductor. Autor de Con las pa-
(...) Lo más profundo y significativo que condición sin mejorarla lo más mínimo! labras.

82 CLAVES DE RAZÓN PRÁCTICA Nº 100


Potrebbero piacerti anche