Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
La ley N° 30879 es la ley de presupuesto del sector público para el año fiscal
2019, el monto es de S/ 168 074 407 244,00 millones de soles, que comprenden
los créditos presupuestarios máximos correspondientes a los pliegos
presupuestarios el gobierno nacional los gobiernos regionales y los gobiernos
locales, agrupados en Gobierno Central e instancias descentralizadas, conforme a
la Constitución Política del Perú y de acuerdo con el detalle siguiente:
Los recursos que financian el presupuesto del sector público para el año fiscal
2019 se estiman por fuentes de financiamiento por el monto total de S/ 168 074
407 244,00 millones de soles que se detallan de la siguiente manera:
Los objetivos centrales y las prioridades del proyecto de presupuesto 2019 son:
OBJETIVOS PRIORIDADES
Mantener una política fiscal Garantizar el proceso de
responsable. reconstrucción.
Dinamizar el crecimiento económico. Salud y educación en la búsqueda
Asegurar el uso eficiente de los de la reducción de la pobreza del
recursos. país.
Fortalecer el proceso de Fortalecer la estrategia contra el
descentralización en la gestión de friaje, heladas y nevadas; combatir la
las finanzas públicas. violencia contra la mujer, priorizar el
mantenimiento de infraestructura
pública y reducir la anemia.
Históricamente el entorno económico internacional influye significativamente en la
economía peruana. En la actualidad, los factores externos definen el 67% de la
variabilidad del Producto Bruto Interno, los cuales son incontrolables y volátiles.
Los temas políticos de índole global han empezado a tomar importancia en los
últimos años.
Millones de Estructura
soles (Part. %) % del PBI
20.8
168,074 100.0
A. Recursos Ordinarios 105,798 63.0 13.1
B. Recursos Directamente 14,943 8.9 1.8
Recaudados
C. Recursos por Operac. 25,013 14.9 3.1
Oficiales de Crédito
D. Donaciones y
492 0.3 0.1
Transferencias
E. Recursos Determinados 21,829 13.0 2.7
El monto total del Proyecto de Presupuesto del Sector Público para el Año Fiscal
2019 asciende a S/ 168,074 millones, que representa un 6.9% más respecto del
presupuesto de apertura de 2018.
Sin bien los mayores montos autorizados al Gobierno Nacional para acordar
operaciones de endeudamiento externo e interno, se destinan especialmente a
sectores económicos y sociales, estas operaciones están incrementando la deuda
pública del Perú. Del 19.5% del PBI que tenía el 2013 se estaría pasando al 27.5%
del PBI el año 2019.
El Proyecto de Ley de Endeudamiento del Sector Público para el Año Fiscal 2019
autoriza al Gobierno Nacional para acordar operaciones de endeudamiento
externo hasta por un monto equivalente a US$ 1,378.9 millones.
“Se dice mucho en los medios que durante los noventa las empresas públicas
eran un desastre. Eso es innegable”, reconoce Titto Almora, director ejecutivo del
Fondo Nacional de Financiamiento de la Actividad Empresarial del Estado
(Fonafe), quien asegura que las discusiones sobre la empresa pública suelen
centrarse en lo que sucedió en el pasado. Cabe preguntarse entonces ¿es el caso
de las empresas públicas un típico “cría fama y échate a la cama”?
El presente de las empresas estatales poco o nada tiene que ver con el de
décadas atrás, y actualmente bajo el paraguas del Fonafe se encuentran 35
empresas públicas, que sobrevivieron al proceso de privatización emprendido en
los noventa y que suponen el 5,85% del PIB. Se trata de compañías de
generación y distribución eléctrica, infraestructura, transporte, hidrocarburos,
remediación, financieras y de servicios varios, a las que se suman empresas
públicas municipales, 14 en liquidación (entre ellas el Banmat) y otras como
Petroperú, con las que llegarían a superar el centenar.
Por otro lado, también hay azul en los resultados económicos de por lo menos 24
de ellas. 18 se encuentran entre las 500 Mayores Empresas del ranking de
AméricaEconomía y facturaron entre US$69,4 millones (Egasa) y US$5.047
millones (Petroperú) en 2012. No obstante se trata de resultados para Pablo
Ferreiro, docente del Área de Personas del PAD de la Universidad de Piura, que
son casos singulares basados en factores como la coyuntura económica, sus
directivos o el tipo de productos que ofrecen. “Que el Estado es un mal
administrador es doctrina universal. Ello no quita que algunas empresas puedan
dar, y de hecho den, buenos resultados. El que mañana haga sol no significa que
se acabó el invierno”, dice.
Para economistas como Juan José Marthans entre las trabas del Estado figuran la
ineficiencia con la que se manejan los recursos públicos, la falta de competencia y
profesionalidad de buena parte de los funcionarios y el sobredimensionamiento de
las empresas. “No creo que todo sea un desastre tampoco. Hay empresas que en
el fondo están bien calibradas”, añade, no obstante.
“No se puede generalizar, pero no veo a una empresa estatal muy mal gestionada.
Creo que sí podrían estarlo mejor”, coincide la economista Cecilia Blume, directora
de CB Consult. Para Blume, quien destaca la gestión de Electroperú o Serpost, el
Fonafe está haciendo un esfuerzo serio, pero es necesario que el Estado decida
qué va a hacer con las empresas.
Según Titto Almora, del Fonafe, en el pasado las empresas públicas respondían a
un tratamiento completamente diferente al actual, en el que las inversiones son
financiadas por las propias empresas públicas. “Uno de los problemas que existió
anteriormente es que el Tesoro pasaba dinero a las empresas, que invertían y se
endeudaban, y todo terminaba siendo un desorden. Ahora el tema presupuestal se
maneja en Fonafe”, explica Almora.
Así, pues, los déficits de sus empresas –para el director ejecutivo del Fonafe
algunas de ellas concebidas como deficitarias– son cubiertos por la propia
corporación.
Lazos políticos. El vínculo directo con el poder político es, según Santiago Roca,
docente de ESAN, uno de los aspectos que caracterizaba a las empresas públicas
años atrás, pero que ha mejorado. “Antiguamente había un control directo
político”, dice Roca, para quien las empresas públicas pueden contribuir más que
las privadas al país si son manejadas eficientemente y con reglas claras.
Pese a la voluntad de cambio del Fonafe, que espera que las nuevas mejoras
cambien la percepción de la empresa pública, para los economistas Carlos
Adrianzén, César Peñaranda, y Eduardo Ferreyros, gerente general de Comex, la
privatización sería la mejor opción. “No creo que el Estado deba ser empresario,
sino que debe concentrarse en ofrecer seguridad a los ciudadanos, justicia y
promover la infraestructura del país”, dice Ferreyros. “Las empresas públicas son
un obstáculo al crecimiento; cualquier empresa que cueste más de lo que produce
lo es porque extrae recurso”, dice a su vez Adrianzén, quien destaca que
Petrobras es la empresa más endeudada del mundo en el segmento petrolero.
Juan José Marthans, por su parte, propone un cambio estructural no solo en las
empresas públicas sino también en todo el Estado, a través de una reingeniería a
todo nivel, esbozada por empresas de primer nivel y cuya propuesta de reforma se
convierta en política de Estado. “Debemos tomar conciencia de la magnitud de las
limitaciones que tenemos con el Estado, y a partir de ahí replantear el sector
público para la conveniencia de todo el país”, dice el docente.
Villahermosa Laura (2013), Conozca el rol del Estado peruano en las empresas públicas:
americaeconomia, Perú. Recuperado de https://www.americaeconomia.com/economia-
mercados/finanzas/conozca-el-rol-del-estado-peruano-en-las-empresas-publicas