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LA ASIGNACIÓN DEL PRESUPUESTO 2019

La ley N° 30879 es la ley de presupuesto del sector público para el año fiscal
2019, el monto es de S/ 168 074 407 244,00 millones de soles, que comprenden
los créditos presupuestarios máximos correspondientes a los pliegos
presupuestarios el gobierno nacional los gobiernos regionales y los gobiernos
locales, agrupados en Gobierno Central e instancias descentralizadas, conforme a
la Constitución Política del Perú y de acuerdo con el detalle siguiente:

GOBIERNO CENTRAL Soles


Correspondiente al Gobierno Nacional 118 227 641 778,00
Gastos corrientes 74 811 037 564,00
Gastos de capital 28 983 108 063,00
Servicio de la deuda 14 433 496 151,00
INSTANCIAS DESCENTRALIZADAS Soles
Correspondientes a los gobiernos regionales 29 915 914 285,00
Gastos corrientes 22 682 409 515,00
Gastos de capital 6 943 879 789,00
Servicio de la deuda 289 624 981,00
Correspondientes a los gobiernos locales 19 930 851 181,00
Gastos corrientes 11 286 922 387,00
Gastos de capital 8 289 344 021,00
Servicio de la deuda 354 584 773,00
TOTAL S/ 168 074 407 244,00

Los recursos que financian el presupuesto del sector público para el año fiscal
2019 se estiman por fuentes de financiamiento por el monto total de S/ 168 074
407 244,00 millones de soles que se detallan de la siguiente manera:

Fuentes de financiamiento Soles


Recursos ordinarios 105 797 700 000,00
Recursos directamente recaudados 14 943 022 743,00
Recursos por operaciones oficiales de crédito 25 013 136 993,00
Donaciones y transferencias 491 733 793,00
Recursos determinados 21 828 813 715,00
TOTAL 168 074 407 244
El artículo 5 de la ley N° 30879 nos indica sobre el control del gasto público,

Control del gasto público

5.1. Los titulares de las entidades públicas, el jefe de la Oficina de Presupuesto


y el jefe de la Oficina de Administración, o los que hagan sus veces en el pliego
presupuestario, son responsables de la debida aplicación de lo dispuesto en la
presente ley, en el marco del principio de legalidad, recogido en el artículo IV del
Título Preliminar de la Ley 27444, Ley del Procedimiento Administrativo General,
modificada por el Decreto Legislativo 1272. Corresponde al titular de pliego
efectuar la gestión presupuestaria, en las fases de programación, formulación,
aprobación, ejecución y evaluación, y el control del gasto, en el marco de lo
establecido en el párrafo 1, numeral 7.3 del artículo 7 del Decreto Legislativo 1440,
Decreto Legislativo del Sistema Nacional de Presupuesto Público.

5.2. La Contraloría General de la República verifica el cumplimiento de lo


dispuesto en la presente ley y las demás disposiciones vinculadas al gasto público
en concordancia con el artículo 82 de la Constitución Política del Perú. Asimismo,
y bajo responsabilidad, para el gasto ejecutado mediante el presupuesto por
resultados, debe verificar su cumplimiento bajo esta estrategia. El resultado de las
acciones efectuadas en cumplimiento de lo establecido en el presente numeral, es
informado a la Comisión de Presupuesto y Cuenta General de la República del
Congreso de la República, en el más breve plazo.

También encontramos la ley N° 30880 la cual es la ley de equilibrio financiero del


presupuesto del sector público para el año fiscal 2019 y la ley N° 30881 la ley de
endeudamiento del sector público, como podemos observar todo el presupuesto
se establece según los ingresos los gastos y las deudas que tiene el Estado.

Los objetivos centrales y las prioridades del proyecto de presupuesto 2019 son:

OBJETIVOS PRIORIDADES
 Mantener una política fiscal  Garantizar el proceso de
responsable. reconstrucción.
 Dinamizar el crecimiento económico.  Salud y educación en la búsqueda
 Asegurar el uso eficiente de los de la reducción de la pobreza del
recursos. país.
 Fortalecer el proceso de  Fortalecer la estrategia contra el
descentralización en la gestión de friaje, heladas y nevadas; combatir la
las finanzas públicas. violencia contra la mujer, priorizar el
mantenimiento de infraestructura
pública y reducir la anemia.
Históricamente el entorno económico internacional influye significativamente en la
economía peruana. En la actualidad, los factores externos definen el 67% de la
variabilidad del Producto Bruto Interno, los cuales son incontrolables y volátiles.
Los temas políticos de índole global han empezado a tomar importancia en los
últimos años.

El comportamiento de la economía China, a través de los términos de intercambio,


es el elemento más influyente. La cuarta parte de nuestras exportaciones se
destina a ese mercado. Según el Fondo Monetario Internacional, el Perú estaría
creciendo más que resto del mundo. Se prevé que en 2019 el mundo crecería
3.7%, frente al 4.1% que mostraría nuestro país.

Millones de Estructura
soles (Part. %) % del PBI
20.8
168,074 100.0
A. Recursos Ordinarios 105,798 63.0 13.1
B. Recursos Directamente 14,943 8.9 1.8
Recaudados
C. Recursos por Operac. 25,013 14.9 3.1
Oficiales de Crédito
D. Donaciones y
492 0.3 0.1
Transferencias
E. Recursos Determinados 21,829 13.0 2.7

El monto total del Proyecto de Presupuesto del Sector Público para el Año Fiscal
2019 asciende a S/ 168,074 millones, que representa un 6.9% más respecto del
presupuesto de apertura de 2018.

El Proyecto de Presupuesto 2019 destina para gastos de capital (inversiones) la


suma de S/ 43,514 millones, que representa un aumento de 4.9% respecto al
2018, porcentaje inferior al promedio global del presupuesto público (6.9%).

Sin embargo, en el Proyecto de Presupuesto 2019 se presenta una mejora


sustancial en la participación porcentual a favor de los gobiernos subnacionales
(regionales + locales). Se les asigna el 35% del presupuesto de gastos de capital,
frente al 23% que se les había asignado el 2018.

En el Proyecto de Presupuesto del 2019, se asigna como Reserva de


Contingencia S/ 4,826 millones, que está por encima de lo dispuesto por Ley (1%
del Presupuesto).
El 65.2% del total de la Reserva de Contingencia ya está predestinado en distintos
rubros: política salarial, programas, sentencias judiciales y otros.

Sin bien los mayores montos autorizados al Gobierno Nacional para acordar
operaciones de endeudamiento externo e interno, se destinan especialmente a
sectores económicos y sociales, estas operaciones están incrementando la deuda
pública del Perú. Del 19.5% del PBI que tenía el 2013 se estaría pasando al 27.5%
del PBI el año 2019.

El Proyecto de Ley de Endeudamiento del Sector Público para el Año Fiscal 2019
autoriza al Gobierno Nacional para acordar operaciones de endeudamiento
externo hasta por un monto equivalente a US$ 1,378.9 millones.

Asimismo, se autoriza al Gobierno Nacional para acordar operaciones de


endeudamiento interno hasta por un monto que no exceda de S/ 21,245.1
millones;

EL ESTADO PUEDE HACER EMPRESA


La historia del ineficiente rol del Estado como empresario parece no dejar dudas a
los economistas. Brecha fiscal, corrupción, mala asignación de recursos o ser una
agencia de empleo de la administración de turno son algunos de los ‘hitos’ que se
atribuye a las empresas públicas locales, gestadas al por mayor durante el
gobierno militar de Velasco Alvarado.

“Durante los ochenta las empresas públicas llegaron a vender un tercio de la


economía y el manejo fue el de un botín, que como resultado llevó al Estado a
perder US$50.000 millones”, dice Carlos Adrianzén, decano de la Facultad de
Economía de la UPC.

“Se dice mucho en los medios que durante los noventa las empresas públicas
eran un desastre. Eso es innegable”, reconoce Titto Almora, director ejecutivo del
Fondo Nacional de Financiamiento de la Actividad Empresarial del Estado
(Fonafe), quien asegura que las discusiones sobre la empresa pública suelen
centrarse en lo que sucedió en el pasado. Cabe preguntarse entonces ¿es el caso
de las empresas públicas un típico “cría fama y échate a la cama”?

El presente de las empresas estatales poco o nada tiene que ver con el de
décadas atrás, y actualmente bajo el paraguas del Fonafe se encuentran 35
empresas públicas, que sobrevivieron al proceso de privatización emprendido en
los noventa y que suponen el 5,85% del PIB. Se trata de compañías de
generación y distribución eléctrica, infraestructura, transporte, hidrocarburos,
remediación, financieras y de servicios varios, a las que se suman empresas
públicas municipales, 14 en liquidación (entre ellas el Banmat) y otras como
Petroperú, con las que llegarían a superar el centenar.

Por otro lado, también hay azul en los resultados económicos de por lo menos 24
de ellas. 18 se encuentran entre las 500 Mayores Empresas del ranking de
AméricaEconomía y facturaron entre US$69,4 millones (Egasa) y US$5.047
millones (Petroperú) en 2012. No obstante se trata de resultados para Pablo
Ferreiro, docente del Área de Personas del PAD de la Universidad de Piura, que
son casos singulares basados en factores como la coyuntura económica, sus
directivos o el tipo de productos que ofrecen. “Que el Estado es un mal
administrador es doctrina universal. Ello no quita que algunas empresas puedan
dar, y de hecho den, buenos resultados. El que mañana haga sol no significa que
se acabó el invierno”, dice.

El crecimiento en términos económicos de las empresas estatales es uno de los


objetivos del plan estratégico corporativo de Fonafe 2013-2017, como lo es
también el crear valor social, una actividad que hasta ahora no se mide a través de
indicadores por los planes estratégicos institucionales de sus empresas. “Si
fuéramos una empresa privada, el mapa sería diferente. En nuestro caso impulsar
el crecimiento económico y social deben estar en el mismo nivel en nuestra
estrategia”, dice Héctor Buzaglo, gerente de planeamiento y desarrollo del fondo.
Este nuevo plan, que está en su primera etapa, tiene por objetivo precisamente
establecer un rumbo y una estrategia compartidos por sus empresas para
gestionarlas corporativamente con transparencia y eficiencia.

Para economistas como Juan José Marthans entre las trabas del Estado figuran la
ineficiencia con la que se manejan los recursos públicos, la falta de competencia y
profesionalidad de buena parte de los funcionarios y el sobredimensionamiento de
las empresas. “No creo que todo sea un desastre tampoco. Hay empresas que en
el fondo están bien calibradas”, añade, no obstante.

“No se puede generalizar, pero no veo a una empresa estatal muy mal gestionada.
Creo que sí podrían estarlo mejor”, coincide la economista Cecilia Blume, directora
de CB Consult. Para Blume, quien destaca la gestión de Electroperú o Serpost, el
Fonafe está haciendo un esfuerzo serio, pero es necesario que el Estado decida
qué va a hacer con las empresas.

Carlos Adrianzén en cambio se muestra tajante respecto al manejo de la empresa


pública en el Perú y considera que no hay ejemplos de empresas públicas bien
manejadas, y estas no existen sin licencias monopólicas. “Estas empresas o
mueven fondos del Estado o viven de licencias de explotación al consumidor
llamadas licencias monopólicas”, dice el economista.
Competencia empresarial. La Constitución peruana –explica César Peñaranda,
director ejecutivo del Instituto de Economía y Desarrollo Empresarial de la Cámara
de Comercio– establece que la acción del Estado como empresario puede nacer
solo como subsidiaria, y la legislación peruana establece que las empresas que se
encuentran bajo el Fonafe deben tener el mismo tratamiento legal que cualquier
empresa privada en ejercicio de su actividad.

No obstante, empresas como el Banco de la Nación o Petroperú, fuera de este


esquema, compiten con compañías de sus respectivos sectores. “El Banco de la
Nación no es igual que el resto porque no está supervisado íntegramente por la
Superintendencia de Banca y Seguros, pero compite con los otros. Es
competencia desleal”, señala Peñaranda.

En la acera opuesta está el congresista Manuel Dammert, quien afirma que la


presencia de las empresas públicas asegura la competencia. El parlamentario,
impulsor de un proyecto de ley para fortalecer Enapu, aboga por mejorar la
eficiencia de las empresas públicas y cotizar parte de sus acciones en bolsa. La
venta de su accionariado es una propuesta secundada por Cecilia Blume, quien
asegura que sacando sus acciones sen bolsa se transparentaría su gestión y
propiedad. “Yo sacaría un porcentaje de las acciones de Petroperú a bolsa, y no
sería la única”, dice la ejecutiva, que vendería el 100% de Editora Perú.

El estudio “Eficiencia del gasto en el Perú”, del Instituto Peruano de Economía


(IPE), se planteó precisamente el porqué de la existencia de las empresas
públicas en 2008, y concluyó que de las 119 existentes por aquel entonces el 68%
se mantenía porque se trataba de compañías estratégicas, mientras que 18 de
ellas no tenían ninguna justificación económica. Para los autores de este paper,
sin embargo, podría justificarse únicamente la permanencia en el sector público
del Banco de la Nación, el Fondo MiVivienda, Cofide, Enaco y Perupetro.

Según Titto Almora, del Fonafe, en el pasado las empresas públicas respondían a
un tratamiento completamente diferente al actual, en el que las inversiones son
financiadas por las propias empresas públicas. “Uno de los problemas que existió
anteriormente es que el Tesoro pasaba dinero a las empresas, que invertían y se
endeudaban, y todo terminaba siendo un desorden. Ahora el tema presupuestal se
maneja en Fonafe”, explica Almora.

La reinversión de las utilidades de sus compañías es uno de los cambios


establecidos en el plan de gobierno de Ollanta Humala, que planteaba la
potenciación y modernización de las empresas estratégicas del Estado y que
contemplaba además el funcionamiento como holding del fondo, la posibilidad de
formar consorcios con socios privados y públicos, y la oferta en la bolsa de valores
de acciones como opción de financiamiento no obligado. Hoy únicamente
Electroperú e Hidroandina cotizan en bolsa.

Así, pues, los déficits de sus empresas –para el director ejecutivo del Fonafe
algunas de ellas concebidas como deficitarias– son cubiertos por la propia
corporación.

Lazos políticos. El vínculo directo con el poder político es, según Santiago Roca,
docente de ESAN, uno de los aspectos que caracterizaba a las empresas públicas
años atrás, pero que ha mejorado. “Antiguamente había un control directo
político”, dice Roca, para quien las empresas públicas pueden contribuir más que
las privadas al país si son manejadas eficientemente y con reglas claras.

Pese a ello, actualmente las empresas públicas no están exentas de conexión


política, pues el directorio del Fonafe está formado por cinco ministros de Estado,
por lo que su designación depende del presidente de la República y el
nombramiento de los gerentes de las diferentes compañías, del mismo directorio.
El mismo plan estratégico corporativo 2013-2017 del Fonafe, basado en las
entrevistas realizadas por la consultora Gerens, reconoce que la actividad
empresarial del Estado se ve fuertemente influenciada por diversos factores
políticos, circunstancia que se manifiesta en ese nombramiento, entre otras cosas.

¿Cómo podemos generar un Estado eficiente cuando entra el gobierno de turno y


mete a la gente que quiere en la empresa pública con la única intención de
generar servilismo partidario? cuestiona Juan José Marthans.

El Fonafe, según su director ejecutivo, Titto Almora, tiene intención de incluir


directores independientes en sus empresas y gerentes capacitados. “Nos afecta
que haya mucha rotación de directores. Para nosotros es muy importante poder
conseguir directores independientes en las compañías y estamos viendo el
mecanismo para atraerlos”, explica Almora. “Para mejorar la gestión son
necesarias gerencia y directorio profesionales y no hacer de las empresas
públicas espacios donde van a recalar amigos”, dice Cecilia Blume, quien asegura
que ha llegado a ver en el directorio de Petroperú a un funcionario con un curso
sobre petróleo de unas semanas.

Los salarios de los funcionarios de las empresas públicas, no obstante, no juegan


a su favor, y en el caso de los puestos gerenciales la brecha respecto al sector
privado, según Almora, es del 60%. “Nuestra oferta económica no es
necesariamente competitiva, pero la estamos cambiando”, dice el director
ejecutivo de Fonafe. La corporación trabaja en colaboración con una multilateral
para poder acceder a consultores de primer nivel que les permitan trabajar en el
cambio hacia un enfoque más corporativo y eficiente.
El Fonafe, además, tiene previsto acercarse más a la empresa privada y planea
ejecutar proyectos de inversión mediante asociaciones público-privadas (APP) u
otras modalidades de inversión conjunta, posibles tras la aprobación de un decreto
legislativo al cierre de esta edición.

Pese a la voluntad de cambio del Fonafe, que espera que las nuevas mejoras
cambien la percepción de la empresa pública, para los economistas Carlos
Adrianzén, César Peñaranda, y Eduardo Ferreyros, gerente general de Comex, la
privatización sería la mejor opción. “No creo que el Estado deba ser empresario,
sino que debe concentrarse en ofrecer seguridad a los ciudadanos, justicia y
promover la infraestructura del país”, dice Ferreyros. “Las empresas públicas son
un obstáculo al crecimiento; cualquier empresa que cueste más de lo que produce
lo es porque extrae recurso”, dice a su vez Adrianzén, quien destaca que
Petrobras es la empresa más endeudada del mundo en el segmento petrolero.

Para César Peñaranda, que participó en el proceso de privatización de los


noventa, si bien por definición la empresa pública no tiene por qué ser mala,
deberían privatizarse todas las compañías donde el Estado lo puede hacer mejor y
crearse superintendencias que regulen.

Juan José Marthans, por su parte, propone un cambio estructural no solo en las
empresas públicas sino también en todo el Estado, a través de una reingeniería a
todo nivel, esbozada por empresas de primer nivel y cuya propuesta de reforma se
convierta en política de Estado. “Debemos tomar conciencia de la magnitud de las
limitaciones que tenemos con el Estado, y a partir de ahí replantear el sector
público para la conveniencia de todo el país”, dice el docente.

Desde una posición u otra respecto a la existencia o no de las empresas públicas,


los especialistas consultados coinciden en la necesidad de un cambio en la
gestión de estas compañías. Queda por ver si los cambios propuestos por el
Fonafe transforman la imagen actual de la empresa pública, o por lo menos de
quienes creen que debería mantenerse.
BIBLIOGRAFIA

Villahermosa Laura (2013), Conozca el rol del Estado peruano en las empresas públicas:
americaeconomia, Perú. Recuperado de https://www.americaeconomia.com/economia-
mercados/finanzas/conozca-el-rol-del-estado-peruano-en-las-empresas-publicas

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