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46) Hipersensibilidad Tipo IV: Una reacción de hipersensibilidad de tipo IV también

conocida como reacción de hipersensibilidad retardada es un tipo de reacción


de hipersensibilidad que puede tardar de dos a tres días en desarrollarse. A diferencia de
los otros tipos, no se encuentra mediada por anticuerpos, siendo en cambio un tipo de
respuesta mediada por células.
Las células T cooperadoras reconocen los antígenos presentados sobre los complejos
mayores de histocompatibilidad tipo 2. Las células presentadoras de antígenos, en este
caso sonmacrófagos que secretan interleucina 12, la cual estimula la proliferación
posterior de otras células T CD4+. Estas células CD4+ secretan interleucina
2 e interferón gamma, conduciendo a la liberación posterior de otros tipos de citocinas de
tipo 1, mediando de esta forma la respuesta inmune. Las células T citotóxicas CD8+
activadas destruyen a las células diana por contacto, mientras que los macrófagos
activados producenenzimas hidrolíticas y, en presencia de ciertos patógenos
intracelulares, se transforman en células gigantes multinucleadas.
47) Respuesta Inmune contra los Virus, Hongos y Parásitos: La enfermedad
infecciosa ocurre cuando ocasiona signos y síntomas de inflamación o de perturbación
funcional de los órganos dando lugar a un problema clínico y no es una consecuencia
inevitablemente asociada a infección. Existen mecanismos mecánicos, químicos,
celulares e inmunológicos que se han desarrollado a lo largo de la evolución de la especie
humana para prevenir la invasión de los microorganismos. El más importante es el
sistema inmune. Las infecciones pueden darse por distintos tipos de microbios como lo
son los virus, los hongos y los parásitos que pueden ingresar y hospedarse en nuestro
organismo y generar una respuesta de nuestro sistema inmune que actué contra ellos.

Los virus: Son microorganismos intracelulares que se replican en el interior de las células,
usando a los ácidos nucleícos y las maquinarias de síntesis proteica del huésped. Su
estructura incluye un acido nucleíco: ARN o ADN, rodeado por una envoltura proteica o
capsula que les permite ingresar a las células

Inmunidad innata: Mecanismos de Factores: Celular defensivas: Fagocitos, cel. Con


citotoxicidad. Factores solubles: Cotocinas, Quimiocinas, interferones y complemento.
Inhibición de los virus: IFN de tipo 1 Eliminacion de las células infectadas por virus:
Linfocitos NK

Inmunidad Adaptiva: Respuesta controlada por linfocitos T y B, Medida por mecanismos


humorales y celulares, Anticuerpos antivirales específicos, Ac de isotipo IgA neutralizan
virus que ingresan a nuestro organismo, Ac pueden opsonizar Virus, Activación del
complemento participa de respuesta antivírica de los Ac

Mecanismo de Evasión de los Virus: Variación Antigénica, Inhibir la presentación de


antígenos proteicos citosolicos asociados al CMH de Clase 1, sintetizar moléculas que
inhiban la inmunidad innata y adaptiva, asociación de las infecciones víricas crónicas al
fallo de la respuesta de los LTC
Los Hongos: Las infecciones generadas por los hongos suelen afectar y cambiar el
aspecto de nuestra piel, Los hongos son microorganismos que se desarrollan y se alojan
en el organismo en zonas húmedas y cálidas. Pueden provocar diversas infecciones a las
cuales se las denomina como Micosis.

Clasificación de los Hongos: Profundidad de penetración: Dermatomicosis, Micosis


subcutánea, Micosis profundas o sistémicas. Mecanismo de Afección: Inhalación, Invasión

Inmunidad Innata Frente a los Hongos: Mediadores: Neutrofilos, Macrofagos

Inmunidad Adaptiva frente a los hongos: Linfocitos Th1 protegen al huésped, mientras que
la respuesta de Th2 es lesiva. Los hongos provocan respuestas de anticuerpos
específicos que son protectoras, La citotoxicidad celular dependiente de anticuerpos,
mediada por los receptores de Fc, tienen una función importante en la eliminación de
algunos hongos.

Mecanismo de evasión de los hongos: Bloqueo del reconocimiento al enmascarar los


beta-glucanos, Evasión de fagocitosis al ser muy grandes, Inhibición de la opsonizacion y
función del complemento, Formación de vesículas extracelulares, Evasión del sistema de
fagosoma-lisosoma.

Parásitos: Las enfermedades parasitarias son producidas por protozoos, helmintos,


gusanos: nemátodes y platelmintos, y ectoparásitos. La entrada de un parasito en el
hombre se puede producir por picaduras de huéspedes intermediarios infectados, carnes,
entre otras.

Tipos de Parásitos: Según el Lugar que ocupan en el Hospedador: Endoparasito,


Ectoparásito, Mesoparasito
Según parasitismo: Obligatorio, Facultativo, Accidental, Extraviado, Errático
Inmunidad innata frente a parásitos: Protozoos y helmintos pueden sobrevivir y replicarse
en sus huéspedes gracias a su capacidad para pasar esta barrera de defensa. La
respuesta innata más importante es la fagocitosis

Inmunidad adaptiva frente a parásitos: Activación de los macrófagos por citocinas


sintetizadas por los linfocitos Th1. Activación de los linfocitos T CD4+ Th1 para la
produccion de IFN-gama. Activación de los linfocitos Th2, que favorece la síntesis de
anticuerpos IgE y la activación de los eosinofilos. (contra helmintos) Acciones combinadas
entre mastocitos y eosinofilos dan lugar a la expulsión y destrucción de los parásitos.

Mecanismos de Evasión: Pueden cambiar sus antígenos de superficie. Pueden hacerse


resistentes a los mecanismos efectores de la inmunidad. Pueden esconderse del sistema
inmunitario viviendo dentro de las células huésped o desarrollando quistes resistentes a la
agresión inmunitaria. Pueden inhibir las respuestas inmunitarias mediante múltiples
mecanismos

50) Déficit de Linfocitos T y B: Las inmunodeficiencias humorales se relacionan de


manera primordial con la disfunción de las células B y la disminución de la síntesis de Ig.
Puesto que los linfocitos B son esenciales para montar una defensa normal contra la
invasión bacteriana, las personas con inmunodeficiencias humorales tienen mayor riesgo
de presentar infecciones recurrentes por S. pneumoniae, H. influenzae, Staphylococcus
aureus y varios microorganismos gramnegativos, entre otros Seudomonas. En general, la
inmunidad humoral no suele ser tan importante en la defensa contra bacterias
intracelulares (micobacterias), hongos y protozoarios, por lo que resulta habitual la
infección recurrente por estos microorganismos. Ya que la función de las células T no se
afecta, la respuesta del organismo humano ante la infección viral es normal.

Las deficiencias de la inmunidad mediada por células constituyen un grupo heterogéneo


de trastornos que derivan de defectos en uno o más de los componentes de la respuesta
inmunitaria mediada por células. Mientras que los linfocitos B pasan por una vía definitiva
de diferenciación que culmina con la síntesis de anticuerpos, las funciones de los
linfocitos T maduros son diversas desde la perspectiva inmunitaria. Los linfocitos T están
constituidos por 2 subpoblaciones distintas: células T cooperadoras CD4 + y células T
citotóxicas CD8 + . La subpoblaciones de linfocitos T trabajan en conjunto para proteger
contra infecciones por hongos, protozoarios, virus y bacterias intracelulares; controlan la
proliferación de las células malignas y coordinan la respuesta inmunitaria en general. Así,
los defectos de los distintos componentes del sistema pueden dar origen a una variedad
extensa de respuestas inmunitarias.

51) Trastornos de la Fagocitosis: El sistema fagocítico está compuesto sobre todo por
leucocitos polimorfonucleares (p. ej., neutrófilos y eosinófilos) y fagocitos mononucleares
(p. ej., monocitos circulantes y tisulares, y macrófagos fijos). En especial, estas células
son responsables de la eliminación de microorganismos, toxinas y detritos celulares del
cuerpo humano. Cuando son activadas por factores quimiotácticos, las células fagocíticas
migran hacia el sitio de acción y envuelven a los microorganismos invasores o las
sustancias extrañas. Además, producen sustancias microbicidas, como enzimas y
productos colaterales del metabolismo, que matan a los patógenos o permiten su
digestión. Tras la resolución del proceso infeccioso, las células fagocíticas (p. ej.,
neutrófilos) sufren muerte celular programada, o apoptosis, a fin de impedir el daño a las
células del hospedero como consecuencia de la exposición a las proteasas microbicidas
activadas y las sustancias quimiotácticas. Un defecto de cualesquiera de estas funciones
o una reducción del número absoluto de células disponibles puede comprometer la
capacidad del sistema fagocítico para desempeñarse de manera efectiva. Las personas
con trastornos de la fagocitosis son en extremo susceptibles a las infecciones bacterianas
y micóticas, entre otras, las producidas por Candida. Sin embargo, el patógeno preciso
varía según el proceso de enfermedad específico. Al igual que con otras alteraciones de
la función inmunitaria, los defectos de la fagocitosis pueden ser trastornos primarios o
secundarios.
52) Deficiencias del Complemento: El sistema del complemento es una parte integral de
la respuesta inmunitaria innata y es esencial para la integridad del sistema inmunitario, lo
que incluye la respuesta inmunitaria adaptativa. La activación del sistema del
complemento tiene lugar por 1 de 3 vías: la clásica, la mediada por la lectina y la vía
alterna. De manera independiente a la vía, la activación del sistema del complemento
promueve la quimiotaxis, la opsonización y la fagocitosis de los patógenos invasivos, a la
vez que la lisis bacteriana. Las alteraciones de cualquier componente de este sistema
pueden generar aumento en la susceptibilidad a los trastornos infecciosos y al desarrollo
de un proceso autoinmunitario en el hospedero.

Trastornos primarios del sistema del complemento: Los trastornos primarios del sistema
del complemento pueden transmitirse como rasgos autosómicos recesivos, autosómicos
dominantes o autosómicos codominantes 10, 61, 62 . En el caso de la codominancia, los
heterocigotos suelen tener un gen funcional y en casi todos los casos, las
concentraciones del complemento resultan suficientes para prevenir la enfermedad. La
mayoría de los trastornos que se asocian al sistema del complemento derivan de una
activación y una regulación inapropiadas de las proteínas del complemento, y no
necesariamente de insuficiencias de las proteínas en sí mismas . De hecho, rara vez se
identifican insuficiencias de las proteínas de las vías clásica y alterna. Las insuficiencias
de las proteínas de la vía de la lectina, si bien más frecuentes, no constituyen una causa
importante de trastornos primarios del complemento. Los trastornos primarios de este
sistema pueden afectar a una o más proteínas, receptores, moléculas de control o a todas
ellas, en cualquier punto a lo largo de la cascada del complemento. Sin embargo, la
presentación clínica depende del componente afectado.

Trastornos secundarios del sistema del complemento: Las insuficiencias secundarias del
complemento se presentan como consecuencia de una activación rápida o un recambio
de los componentes de este sistema en presencia de concentraciones normales de los
mismos, como se puede observar en los trastornos inmunitarios complejos. También se
identifican en casos de hepatopatía crónica y desnutrición, situación en que la síntesis de
proteínas del complemento recibe un impacto negativo. De manera independiente a su
causa, las manifestaciones de los trastornos secundarios dependen de los componentes
de las vías del complemento que se afectan

53) SIDA: El VIH Es un retrovirus que ataca en forma selectiva a los linfocitos T CD4 + ,
las células inmunitarias responsables de orquestar y coordinar la respuesta inmunitaria
contra la infección. Como consecuencia, las personas con infección por VIH muestran
deterioro del sistema inmunitario y, por ende, son más susceptibles a las infecciones
graves causadas por microorganismos de ordinario inocuos. El responsable de la mayor
parte de los casos de infección por VIH en todo el mundo se denomina VIH tipo 1 (VIH-1).
Un segundo tipo, el VIH tipo 2 (VIH-2) es endémico en muchos países del Oeste de
África, pero rara vez se identifica en otras partes del mundo. La mayor parte de las
personas con infección por VIH-2 no tiende a desarrollar sida. La BioRad Multispot HIV-
1/HIV-2 Rapid Test es la prueba diagnóstica más precisa autorizada por la U.S. Food and
Drug Administration (FDA) para diferenciar los 2 tipos de VIH . El VIH se transmite de una
persona a otra por medio del contacto sexual, contacto de sangre con sangre o por vía
perinatal. La clasificación de los CDC con base en la transmisión del VIH en niños incluye
a la vía perinatal y otras. Las clasificaciones para el adulto incluyen el contacto sexual
entre varones, el consumo de drogas intravenosas, el contacto heterosexual y otras vías.
Varios estudios en los que se incluyó a más de 1 000 contactos caseros de personas con
infección por VIH, no sexuales y sin infección (lo que incluye a hermanos, progenitores e
hijos), no arrojaron evidencia de transmisión casual. La transmisión puede presentarse
cuando la sangre, el semen o las secreciones vaginales infectadas de una persona se
depositan en una membrana mucosa o en el torrente sanguíneo de otro individuo. El
contacto sexual es la modalidad de transmisión más frecuente para el VIH. El VIH se
encuentra en el semen y en las secreciones vaginales. Existe riesgo de transmisión del
VIH cuando estos fluidos entran en contacto con alguna parte corporal que le permite
ingresar al torrente sanguíneo. Esto incluye la mucosa vaginal y la anal, las laceraciones
superficiales, las heridas o las úlceras cutáneas. El contacto con el semen ocurre durante
el coito vaginal y anal, el sexo oral y la inseminación artificial. La exposición a las
secreciones vaginales o cervicouterinas se presenta durante el coito vaginal y el sexo
oral. En la mayor parte de las ciudades de Estados Unidos, la transmisión sexual del VIH
se relaciona ante todo con el coito vaginal o anal. Sin embargo, el empleo de condones es
muy efectivo para prevenir la transmisión del VIH.

Clínica: Los síntomas de la infección por el VIH difieren según la etapa de que se trate.
Aunque el máximo de inefectividad se tiende a alcanzar en los primeros meses, muchos
infectados ignoran que son portadores hasta fases más avanzadas. A veces, en las
primeras semanas que siguen al contagio la persona no manifiesta ningún síntoma,
mientras que en otras ocasiones presenta un cuadro seudogripal con fiebre, cefalea,
erupciones o dolor de garganta. A medida que la infección va debilitando el sistema
inmunitario, la persona puede presentar otros signos y síntomas, como inflamación de los
ganglios linfáticos, pérdida de peso, fiebre, diarrea y tos. En ausencia de tratamiento
pueden aparecer enfermedades graves como tuberculosis, meningitis criptocócica,
infecciones bacterianas graves o cánceres como linfomas o sarcoma de Kaposi, entre
otros.

La inmunodeficiencia aumenta el riesgo de contraer numerosas infecciones, cánceres y


enfermedades que las personas con un sistema inmunitario saludable pueden combatir.

La fase más avanzada de la infección por el VIH es el Síndrome de inmunodeficiencia


adquirida o sida que, en función de la persona, puede tardar de 2 a 15 años en
manifestarse. Las personas que padecen sida pueden contraer ciertos tipos de cáncer e
infecciones o presentar otras manifestaciones clínicas de gravedad.

Diagnostico: Las pruebas serológicas, entre ellas los análisis rápidos y los
enzimoinmunoanálisis (EIA), detectan la presencia o ausencia de anticuerpos contra el
VIH-1, el VIH-2 y el antígeno p24 del virus. Ninguna prueba permite diagnosticar por sí
sola la presencia del VIH. Es importante combinar estas pruebas en un orden específico
que haya sido validado basándose en la prevalencia del virus en la población objeto de
examen. La infección por el VIH se puede detectar con gran exactitud mediante pruebas
precalificadas por la OMS en el marco de un enfoque validado.

Es importante señalar que las pruebas serológicas permiten detectar los anticuerpos que
se generan como parte de la respuesta inmunitaria para luchar contra patógenos
externos, y no el propio VIH.

En la mayoría de las personas, los anticuerpos contra el VIH aparecen a los 28 días de la
fecha en que se contrajo la infección y, por tanto, no se pueden detectar antes. Este lapso
se denomina periodo de seroconversión y es el momento de mayor infectividad, pero la
transmisión puede producirse en todas las fases de la infección.

54) Evolución de la Fagocitosis: La fagocitosis es la unión del microorganismo (o, en


general, un agente particulado, insoluble) a la superficie de una célula fagocítica
especializada (PMN, macrófago), por algún mecanismo inespecífico, de tipo primitivo
(ameboide): emisión de pseudópodos y englobamiento, para crear un fagosoma (10-20
veces mayor que el endosoma) al que se unen lisosomas; a partir de aquí el proceso es
similar al descrito anteriormente. La fusión de los gránulos de los fagocitos origina la
destrucción del microbio en unos pocos minutos. La expansión de la membrana en la
fagocitosis (emisión de pseudópodos) requiere la participación de los microfilamentos,
cosa que no ocurre en la pinocitosis-endocitosis.

como hemos dicho, el paso inicial de la fagocitosis implica que el fagocito debe ser capaz
de unirse al microorganismo y activar la membrana para poder englobarlo. Para ello,
cuenta con una ayuda evolutiva que se ha "añadido" al sistema primitivo ameboide, y que
aumenta su eficacia: el sistema de activación del complemento por la vía alternativa.

55) Inmunidad Específica: En la inmunidad específica son varios los tipos de células
importantes, pero las principales son los linfocitos y los fagocitos. Las distintas estirpes de
linfocitos constituyen entre el 1 % y el 10 % de las células que produce diariamente el
cuerpo; se encuentran principalmente en la superficie de las mucosas y en los órganos
linfoides.

Existen poblaciones de linfocitos que cumplen diferentes funciones relacionadas con el


órgano linfoide en el que maduraron (o adquirieron competencia inmunológica). Los
linfocitos B, productores de anticuerpos, maduran en la médula ósea (o en un órgano
equivalente de las aves, denominado bursa de Fabricius, de donde proviene la
denominación de linfocito B). Los linfocitos T lo hacen en el timo, donde se diferencian en
linfocitos T citotóxicos (Tc), que destruyen las células infectadas, y linfocitos T
colaboradores (Th, por “helper”), que ayudan a los B y a los macrófagos a cumplir su
función. Estos últimos son las más eficaces de las células fagocíticas. Son los “tanques”
de que disponen las fuerzas defensoras del organismo.
Durante el proceso de maduración, el contacto de los linfocitos B y T con células
epiteliales de los órganos linfoides respectivos les confiere competencia inmunológica; es
decir, hace que adquieran una función inmunológica específica.

56) Sistema de Complemento: El sistema del complemento es uno de los componentes


fundamentales de la conocida respuesta inmunitaria defensiva ante un agente hostil (por
ejemplo, microorganismos). Consta de un conjunto demoléculas plasmáticas implicadas
en distintas cascadas bioquímicas, cuyas funciones son potenciar la
respuesta inflamatoria, facilitar la fagocitosis y dirigir la lisis de células incluyendo
la apoptosis. Constituyen un 15% de la fracción de inmunoglobulina del suero.

Las Funciones del Sistema de Complemento:

A. Lisis de células: El MAC (membrane attack complex/complejo de ataque a la


membrana) puede lisar bacterias gram-
negativas, parásitos, virus encapsulados,eritrocitos y células nucleadas. Las bacterias
gram-positivas son bastante resistentes a la acción del complemento.
B. Respuesta inflamatoria: Los pequeños fragmentos que resultan de la fragmentación de
componentes del complemento, C3a, C4a y C5a, son llamados anafilotoxinas. Estas se
unen a receptores en células cebadas y basófilos. La interacción induce su degranulación,
liberando histamina y otras sustancias farmacológicamente activas. Estas sustancias
aumentan la permeabilidad y vasodilatacion. Asimismo, C3a, C5a y C5b67
inducen monocitos yneutrófilos a adherirse al endotelio para iniciar su extravasación.
C. Opsonización: C3b es la opsonina principal del complemento. Los antígenos
recubiertos con C3b se unen a receptores específicos en células fagocíticas, y así
la fagocitosis es facilitada.
D. La neutralización de virus: C3b induce la agregación de partículas virales formando una
capa gruesa que bloquea la fijación de los virus a la célula hospedera. Este agregado
puede ser fagocitado mediante la interacción de receptores del complemento y C3b en
células fagocíticas.
E. Eliminación de complejos inmunes: Los complejos inmunes (complejos antígeno-
anticuerpo circulantes) pueden ser eliminados de la circulación si el complejo se une a
C3b. Los eritrocitos tienen receptores del complemento que interactúan con los complejos
inmunes cubiertos por C3b y los lleva al hígado y al bazo para su destrucción.
57) Evolución inmunológica en las infecciones recurrentes: La respuesta inmune
innata frente a infecciones consta de células y moléculas que defienden el organismo
contra la agresión externa, en primera instancia. La primera barrera es la de los epitelios;
luego actúa el sistema del complemento, que forma parte de la defensa antibacteriana y
da origen a distintos péptidos con funciones proinflamatorias, quimiotácticas y
opsonizadoras, lo que favorece la llegada de más células y hace que la fagocitosis sea
más efectiva; los macrófagos, que también son muy importantes como defensa
antibacteriana, en especial contra los microorganismos intracelulares
El sistema inmune adquirido es específico para cada bacteria, y además posee memoria.
Los linfocitos T CD4 son muy importantes en la defensa antibacteriana, no porque
poduzcan lisis directa de las bacterias, sino porque secretan citoquinas que activan los
linfocitos B para que secreten anticuerpos y activan el macrófago. En la defensa antiviral
las células involucradas son los linfocitos T CD8, que se activan después de la primera
línea de defensa. La otra gran subpoblación de linfocitos es la de los B, cuya acción más
importante es la producción de anticuerpos para la defensa antibacteriana.

Infecciones recurrentes: Se dice que un paciente presenta infecciones recurrentes cuando


presenta ocho otitis o más por año; dos sinusitis graves o más en igual lapso; infecciones
refractarias a antibióticos; dos neumonías o más por año; en niños, retardo del desarrollo
pondoestatural; abscesos cutáneos profundos frecuentes; necesidad de antibióticos
endovenosos para aliviar las infecciones; candidiasis oral o cutánea o aftas orales
persistentes luego del año de edad; dos infecciones profundas graves o más, como la
septicemia, osteomielitis, meningitis; historia familiar de inmunodeficiencias primarias.
Frente a un paciente que presenta alguna de las características mencionadas, se deben
plantear cuatro posibilidades. La primera es que el paciente tenga algún grado
de inmunodeficiencia, en cuyo caso habría que determinar si es de tipo celular o humoral
y si es primaria o secundaria, esta última la más probable. La segunda alternativa es que
el paciente tenga una alergia y lo desconozca hasta el momento. También se debe
descartar alguna alteración anatómica o funcional que esté provocando el problema, por
ejemplo, una neumonía causada por una bronquiectasia o por un síndrome del cilio
inmóvil. Por último, se debe pensar en un posible trastorno de automunidad ANCA
positivo o en la tríada ASA (Asma, Sinusitis acompañada de pólipos e intolerancia a la
Aspirina), en caso de un paciente asmático que tiene problemas al tomar antiinflamatorios
y además presenta sinusitis. El mecanismo que subyace a esta tríada es una inflamación
eosinofílica que se manifiesta a nivel de la vía respiratoria alta y baja, como asma y
sinusitis.

58) Autoinmunidad: La autoinmunidad es el sistema de respuestas inmunes de un


organismo contra sus propias células y tejidos sanos. Cualquier enfermedad que resulte
de tal respuesta inmune aberrante se denomina "enfermedad autoinmune". Ejemplos
destacados incluyen enfermedad celíaca,diabetes mellitus tipo 1, sarcoidosis, lupus
eritematoso sistémico (SLE), síndrome de Sjögren, granulomatosis eosinofílica con
poliangeítis, tiroiditis de Hashimoto, enfermedad de Graves, púrpura trombocitopénica
idiopática, enfermedad de Addison, artritis reumatoide (AR),espondilitis
anquilosante, polimiositis (PM), dermatomiositis (DM) y esclerosis múltiple (EM). Las
enfermedades autoinmunes a menudo se tratan con esteroides

59) Factores Etiológicos de la Autoinmunidad: La etiología de las enfermedades


autoinmunes es multifactorial, gené- tica, ambiental, hormonal y con factores
inmunológicos asociados en su desarrollo. Los factores disparadores de las
enfermedades autoinmunes son desconocidos en el 50% de los pacientes y en el 80% de
ellos mostraban altos niveles de estrés previo al desarrollo de la enfermedad, con el
agravante de que cuando se presenta la enfermedad se produce estrés y se crea un
círculo vicioso. Algunos autores consideran que la fiebre estimula el sistema inmunológico
y contribuye a evitar las enfermedades autoinmunes; sin embargo, este concepto no se ha
documentado completamente. El estrés en las enfermedades autoinmunes es
extremamente complejo porque en algunas exacerba los síntomas y en otras los mejora.
Algunos autores piensan que la asociación entre el estrés y las enfermedades
autoinmunes es circunstancial, sin embargo, se acepta que el estrés está asociado con
autoinmunidad en personas genéticamente predispuestas. Varias entidades autoinmunes
cursan con alteraciones en las citocinas, en especial en el paradigma TH1, TH2 y en la
relación IL-12, TNF-α / IL-10. Por ejemplo, la artritis reumatoidea (AR), la esclerosis
múltiple (EM), la diabetes mellitus (DM) tipo I, la enfermedad tiroidea autoinmune (ETA) y
la enfermedad de Chron, cursan con exceso de función TH1, mientras que el lupus
eritematoso sistémico (LES) se asocia con niveles elevados de citocinas TH2. El porqué
de esta polarización inmune contrastante en las diferentes enfermedades autoinmunes, se
está aclarando en las investigaciones del sistema hipotálamo/hipófisis/adrenal en
animales de experimentación correlacionados con observaciones clínicas en humanos

60) Mecanismo de Daño inmunológico: Son 4 los mecanismos básicos de daño


inmunológico: tipo I o anafiláctico-reagínico, tipo II o citotóxico, tipo III o por complejos
inmunes y tipo IV o celular. Posteriormente se vió que estos mecanismos de daño,
especialmente los tres últimos operan en el daño tisular observado en enfermedades
autoinmunitarias. El mecanismo de daño tipo I está mediado por IgE y células cebadas y
es consecuencia de la exposición a antígenos comunmente llamados alergenos. Las
células cebadas liberan mediadores químicos que alteran la microcirculación y producen
fenómenos inflamatorios (1). En el mecanismo tipo II participan como elementos
responsables del daño, la IgG y la IgM las que, al activar
al sistema complemento, producen lisis celular e inflamación. Este tipo de mecanismo de
daño puede también ocurrir sin la participación del sistema complemento en cuyo caso se
produce acortamiento de la vida media celular por opsonización mediante
inmunoglobulinas o bien estimulación o inhibición de determinadas funciones celulares
por anticuerpos (2). El mecanismo de daño tipo III involucra necesariamente al sistema
complemento, el cual es activado in situ por complejos antígeno- anticuerpo en el interior
de pequeños vasos, produciendo en ellos inflamaciones exudativas (vasculitis) (3).
En el mecanismo de daño tipo IV, el antígeno está unido o forma parte de membranas
celulares, determinando una respuesta citolítica por parte de linfocitos T CD8+ o bien
inflamación productiva a raíz de la liberación de linfoquinas por los linfocitos TCD4+ (4).
La hipersensibilidad y la autoinmunidad presentan como factor común, daño tisular
provocado por una respuesta inmune adaptativa.

61) Tolerancia Inmunológica: La tolerancia inmunológica se define como la ausencia


específica de respuesta del sistema inmunitario frente a un antígeno, ya sea propio o
extraño, inducida por el contacto previo con dicho antígeno. Se trata de un estado activo
(no es una simple ausencia de respuesta), dotado de especificidad y de memoria. Esta
tolerancia tiene una importancia capital en el proceso de trasplante de órganos.
Los antígenos que inducen este estado de tolerancia se denominan "tolerógenos", para
distinguirlos de los que provocan respuesta inmunitaria (inmunógenos).
La tolerancia se puede desarrollar de un modo no natural, como cuando un animal en
desarrollo deja de responder a sus propias moléculas(autototolerancia). Cuando este
sistema falla, se producen patologías por autoinmunidad. La tolerancia inducida
experimentalmente es un estado de ausencia de respuesta a un antígeno que
normalmente sería inmunogénico. Para ello, el antígeno ha de ser administrado bajo
ciertas condiciones.
La tolerancia es un estado adquirido ("aprendido"), no innato, que se induce más
fácilmente en linfocitos inmaduros, que se induce cuando no hay señal coestimulatoria, y
que requiere que el antígeno persista para que dicho estado permanezca.
Esta tolerancia se puede adquirir por una exposición prolongada a una determinada
cantidad de virus o bacterias, y puede mantenerse en el tiempo, incluso tras la
desaparición del patógeno.
62) Papel de los Virus en la Humanidad: Los Laboratorios de medio mundo los usan
para introducir genes en las células y animales de investigación, para crear modelos de
enfermedades que puedan ser estudiadas. La ingeniería genética ha permitido desmontar
sus componentes para que los virus no puedan reproducirse, pero sí mantengan su
potencial de entrar hasta el mismo ADN. Incluso de regular el gen que transportan desde
el exterior. Son utilizados para atacar el cáncer. Son los llamados virus oncolíticos, virus
modificados para que únicamente ataquen a las células tumorales. Las ventajas,
múltiples. De conseguirse, no sólo serían teóricamente específicos (al contrario de la
quimioterapia, que ataca también las células sanas), además se replicaría mientras el
tumor existiese, aumentando así su fuerza. De momento es una vía todavía en estudio,
pero es uno de los caminos de la nueva inmunoterapia contra el cáncer. Al fin y al cabo,
en esencia los virus serían un ejemplo extremo del gen egoísta, la teoría de Richard
Dawkins: pequeñas partículas que solo buscan sobrevivir. Pero que, aun con esa meta al
fondo, son capaces de integrarse en nuestro ADN, que no son unos malos huéspedes. Y
resulta también que los podemos usar, que podemos forzar su evolución.
63) Enfermedades Autoinmunes: Las enfermedades autoinmunitarias se deben a la
pérdida de la tolerancia inmunitaria, que desemboca en el daño a los tejidos corporales.
Las enfermedades autoinmunitarias son un grupo heterogéneo de trastornos y, según el
blanco que tengan los linfocitos autorreactivos, pueden afectar casi cualquier célula o
tejido del organismo. La capacidad del sistema inmunitario para diferenciar entre lo propio
y lo ajeno se denomina tolerancia, y normalmente se mantiene mediante mecanismos
centrales que eliminan a los linfocitos autorreactivos antes de que entren en contacto con
algún antígeno propio. Las células que escapan a la delección por los mecanismos
centrales pueden ser suprimidas o inactivadas en la periferia. Los defectos de cualquiera
de estos mecanismos pueden ser responsables del desarrollo de enfermedades
autoinmunitarias. La actividad de las células T se modula mediante la expresión del
complejo ALH-MHC en las superficies celulares. En condiciones normales, los antígenos
se presentan a los RCT tras combinarse con moléculas del MHC. Esta interacción activa
diversos procesos inmunitarios que culminan en la destrucción del «antígeno extraño». La
alteración de cualquier paso en el proceso de reconocimiento de antígenos puede traer
consigo la pérdida de la tolerancia, lo que incluye el abatimiento de la anergia de las
células T, la liberación de antígenos secuestrados, el mimetismo molecular y el desarrollo
de superantígenos. El diagnóstico de la enfermedad autoinmunitaria se establece con
base en la evidencia de autoinmunidad, según lo revelan los antecedentes y los hallazgos
físicos y serológicos.

Sistémicas Enfermedad mixta del tejido conectivo. Polimiositis-dermatomiositis. Artritis


reumatoide. Escleroderma. Síndrome de Sjögren. Lupus eritematoso sistémico.
Hematológicas Anemia hemolítica autoinmunitaria. Neutropenia y linfopenia
autoinmunitarias. Púrpura trombocitopénica idiopática. Otros órganos Polineuritis
idiopática aguda. Gastritis atrófica y anemia perniciosa. Adrenalitis autoinmunitaria.
Síndrome de Goodpasture. Tiroiditis de Hashimoto. Diabetes mellitus tipo 1. Miastenia
grave. Insuficiencia gonadal prematura (ovárica). Cirrosis biliar primaria. Oftalmía
simpática. Arteritis temporal. Tirotoxicosis (enfermedad de Graves). Enfermedad de
Crohn, colitis ulcerosa.

64) Lupus Eritematoso Sistemico: El lupus eritematoso sistémico (LES) es una de


las enfermedades autoinmunitarias másprevalente; es crónica, caracterizada por un curso
cíclico donde se alternan períodos de exacerbaciones y remisiones; sistémica, ya que
afecta prácticamente cualquier órgano del cuerpo; y heterogénea, puesto que el espectro
de manifestaciones clínicas y alteracionesserológicas es muy amplio y variado. La
mayoría de los casos presenta un cuadro clínico leve o moderado; sin embargo, puede
presentarse o desarrollarse con un compromiso grave de órganos vitales.123
El LES es la enfermedad autoinmunitaria no organoespecífica por excelencia, ya que el
organismo produce numerosos autoanticuerpos dirigidos contra antígenos celulares, cuyo
resultado final son lesiones inflamatorias de múltiples órganos y sistemas. Principalmente,
se afectan los riñones, la piel y las mucosas, el sistema músculo esquelético, el sistema
cardiovascular, el sistema nervioso y el sistema respiratorio.345
Su etiología se desconoce; sin embargo, varios estudios señalan ciertas alteraciones
genéticas predisponentes que desencadenan la enfermedad frente a estímulos
ambientales aún no precisados.4
El LES es una enfermedad crónica, con un curso clínico heterogéneo, variando desde
formas clínicas relativamente benignas hasta cuadros graves con riesgo para la vida. Los
objetivos del tratamiento son asegurar la supervivencia a largo plazo, mantener la
actividad de la enfermedad lo más bajo posible, prevenir el daño orgánico, minimizar los
efectos adversos del tratamiento, mejorar la calidad de vida e informar a los pacientes
acerca de su rol en mantener la enfermedad bajo control. Los pacientes requieren ser
controlados por un reumatólogo en forma regular, y en caso de tener compromiso de
diversos órganos, de todo un equipo multidisciplinario
65) Purpura Tompocitopenia Autoinmune: La púrpura trombocitopénica inmunitaria, es
un trastorno plaquetario que se caracteriza por una disminución anormal de plaquetas en
la sangre. Las plaquetas son células sanguíneas que ayudan a detener las hemorragias.
Esta enfermedad afecta a varones y a mujeres por igual. La prevalencia de esta
enfermedad es muy baja, es de 100 casos por millón al año. Este trastorno puede
producirse por una reducción de la producción plaquetaria, un aumento de la destrucción
plaquetaria y un aumento del secuestro del bazo. Una reducción de producción
plaquetaria, se caracteriza por una disminución de un número de megacariocitos o una
disfunción de este en la producción plaquetaria.

Un aumento de la destrucción plaquetaria se produce principalmente por dos tipos de


causas:

1. Naturaleza inmune: Son las más frecuentes y es causada por la presencia de


autoanticuerpos, isoanticuerpos, y alergias.

2. Naturaleza no inmune que se caracteriza por el consumo plaquetario debido a


presencia de prótesis cardiacas o vasculares, coagulación intravascular diseminada
(C.I.D), infecciones y transfusión masiva).

Un aumento del secuestro del bazo puede ser consecuencia de:


Desordenes del bazo.
Hipotermia.
Transfusiones masivas.

La gravedad y/o frecuencia de las manifestaciones hemorrágicas se correlacionan con el


recuento de plaquetas. Los signos y síntomas más frecuentes de la purpura son:
Petequias (pequeñas manchas rojas en la piel del tamaño de la cabeza de un alfiler).
Esquimosis (manchas rojas en la piel de un tamaño de 2 o 3 cm de diámetro).
Sangrado de las encías, nariz y boca.

Ocasionalmente en casos más severos se observaran estos tipos de síntomas:


Epistaxis
Gingivorragia
Melenas
Hematuria
Con poca frecuencia: hemorragias en el cerebro

CLASIFICACIÓN:
La púrpura trombocitopenica se puede clasificar en dos tipos:

La púrpura trombocitopenica águda: La PTI aguda es la forma más común del trastorno,
es más frecuente en niños de 2 a 6 años de edad. Los síntomas pueden seguir a una
enfermedad vírica, como la varicela, rubeola o hepatitis. Por regla general tiene un inicio
repentino y los síntomas desaparecen en menos de seis meses (a menudo en unas
cuantas semanas).

La púrpura trombocitopenica crónica: El inicio del trastorno puede suceder a cualquier


edad. Los síntomas pueden durar un período mínimo de seis meses, o varios años. La
prevalencia de esta enfermedad es más frecuente en adultos que en los niños, pero
afecta también a adolescentes. La prevalencia es mayor en mujeres. Esta enfermedad
requiere tratamiento para su mejora.

66) Anemias hemolíticas: La Anemia hemolítica se caracteriza por: • Destrucción


prematura de eritrocitos. • Retención corporal de hierro y otros productos de la destrucción
de hemoglobina. • Incremento de la eritropoyesis. Casi todos los tipos de anemia
hemolítica se distinguen por eritrocitos normocíticos y normocrómicos. Debido al corto
lapso de vida del eritrocito, la médula ósea suele ser hiperactiva, con un resultante mayor
número de reticulocitos en la sangre circulante. Como con otros tipos de anemias, la
persona se fatiga con facilidad, experimenta disnea y otros signos y síntomas de
transporte insuficiente de oxígeno. En la anemia hemolítica, el eritrocito se desintegra
dentro o fuera del compartimiento vascular. La hemólisis intravascular es menos frecuente
y se debe a fijación de complemento en reacciones a transfusión, lesión mecánica y
factores tóxicos. Se caracteriza por hemoglobinemia, hemoglobinuria, ictericia y
hemosiderinuria. La hemólisis extravascular tiene lugar cuando los glóbulos rojos se
vuelven menos deformables, lo que dificulta su paso por los sinusoides esplénicos. Los
macrófagos secuestran y fagocitan eritrocitos anómalos en el bazo. Las manifestaciones
de hemólisis extravascular incluyen anemia e ictericia. Otra clasificación de la anemia
hemolítica se basa en si la causa es intrínseca o extrínseca. Las causas intrínsecas
comprenden defectos de la membrana eritrocítica, las distintas hemoglobinopatías y
defectos enzimáticos heredados. Dos tipos principales de hemoglobinopatías pueden
causar hemólisis de eritrocitos: la sustitución anómala de un aminoácido en la molécula
de hemoglobina, como en la enfermedad de células falciformes, y la síntesis defectuosa
de una de las cadenas polipeptídicas que forman la porción globina de la hemoglobina,
como en las talasemias. Factores externos al eritrocito, como fármacos, toxinas
bacterianas y otras, anticuerpos y traumatismo físico causan las formas extrínseca o
adquirida de la anemia hemolítica. Aunque todos estos factores pueden ocasionar
destrucción prematura o acelerada de eritrocitos, no pueden tratarse de la misma forma.
Algunos responden a esplenectomía, otros a tratamiento con hormonas corticoesteroides
y otros no desaparecen hasta que el trastorno primario se corrige.

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