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Los virus: Son microorganismos intracelulares que se replican en el interior de las células,
usando a los ácidos nucleícos y las maquinarias de síntesis proteica del huésped. Su
estructura incluye un acido nucleíco: ARN o ADN, rodeado por una envoltura proteica o
capsula que les permite ingresar a las células
Inmunidad Adaptiva frente a los hongos: Linfocitos Th1 protegen al huésped, mientras que
la respuesta de Th2 es lesiva. Los hongos provocan respuestas de anticuerpos
específicos que son protectoras, La citotoxicidad celular dependiente de anticuerpos,
mediada por los receptores de Fc, tienen una función importante en la eliminación de
algunos hongos.
51) Trastornos de la Fagocitosis: El sistema fagocítico está compuesto sobre todo por
leucocitos polimorfonucleares (p. ej., neutrófilos y eosinófilos) y fagocitos mononucleares
(p. ej., monocitos circulantes y tisulares, y macrófagos fijos). En especial, estas células
son responsables de la eliminación de microorganismos, toxinas y detritos celulares del
cuerpo humano. Cuando son activadas por factores quimiotácticos, las células fagocíticas
migran hacia el sitio de acción y envuelven a los microorganismos invasores o las
sustancias extrañas. Además, producen sustancias microbicidas, como enzimas y
productos colaterales del metabolismo, que matan a los patógenos o permiten su
digestión. Tras la resolución del proceso infeccioso, las células fagocíticas (p. ej.,
neutrófilos) sufren muerte celular programada, o apoptosis, a fin de impedir el daño a las
células del hospedero como consecuencia de la exposición a las proteasas microbicidas
activadas y las sustancias quimiotácticas. Un defecto de cualesquiera de estas funciones
o una reducción del número absoluto de células disponibles puede comprometer la
capacidad del sistema fagocítico para desempeñarse de manera efectiva. Las personas
con trastornos de la fagocitosis son en extremo susceptibles a las infecciones bacterianas
y micóticas, entre otras, las producidas por Candida. Sin embargo, el patógeno preciso
varía según el proceso de enfermedad específico. Al igual que con otras alteraciones de
la función inmunitaria, los defectos de la fagocitosis pueden ser trastornos primarios o
secundarios.
52) Deficiencias del Complemento: El sistema del complemento es una parte integral de
la respuesta inmunitaria innata y es esencial para la integridad del sistema inmunitario, lo
que incluye la respuesta inmunitaria adaptativa. La activación del sistema del
complemento tiene lugar por 1 de 3 vías: la clásica, la mediada por la lectina y la vía
alterna. De manera independiente a la vía, la activación del sistema del complemento
promueve la quimiotaxis, la opsonización y la fagocitosis de los patógenos invasivos, a la
vez que la lisis bacteriana. Las alteraciones de cualquier componente de este sistema
pueden generar aumento en la susceptibilidad a los trastornos infecciosos y al desarrollo
de un proceso autoinmunitario en el hospedero.
Trastornos primarios del sistema del complemento: Los trastornos primarios del sistema
del complemento pueden transmitirse como rasgos autosómicos recesivos, autosómicos
dominantes o autosómicos codominantes 10, 61, 62 . En el caso de la codominancia, los
heterocigotos suelen tener un gen funcional y en casi todos los casos, las
concentraciones del complemento resultan suficientes para prevenir la enfermedad. La
mayoría de los trastornos que se asocian al sistema del complemento derivan de una
activación y una regulación inapropiadas de las proteínas del complemento, y no
necesariamente de insuficiencias de las proteínas en sí mismas . De hecho, rara vez se
identifican insuficiencias de las proteínas de las vías clásica y alterna. Las insuficiencias
de las proteínas de la vía de la lectina, si bien más frecuentes, no constituyen una causa
importante de trastornos primarios del complemento. Los trastornos primarios de este
sistema pueden afectar a una o más proteínas, receptores, moléculas de control o a todas
ellas, en cualquier punto a lo largo de la cascada del complemento. Sin embargo, la
presentación clínica depende del componente afectado.
Trastornos secundarios del sistema del complemento: Las insuficiencias secundarias del
complemento se presentan como consecuencia de una activación rápida o un recambio
de los componentes de este sistema en presencia de concentraciones normales de los
mismos, como se puede observar en los trastornos inmunitarios complejos. También se
identifican en casos de hepatopatía crónica y desnutrición, situación en que la síntesis de
proteínas del complemento recibe un impacto negativo. De manera independiente a su
causa, las manifestaciones de los trastornos secundarios dependen de los componentes
de las vías del complemento que se afectan
53) SIDA: El VIH Es un retrovirus que ataca en forma selectiva a los linfocitos T CD4 + ,
las células inmunitarias responsables de orquestar y coordinar la respuesta inmunitaria
contra la infección. Como consecuencia, las personas con infección por VIH muestran
deterioro del sistema inmunitario y, por ende, son más susceptibles a las infecciones
graves causadas por microorganismos de ordinario inocuos. El responsable de la mayor
parte de los casos de infección por VIH en todo el mundo se denomina VIH tipo 1 (VIH-1).
Un segundo tipo, el VIH tipo 2 (VIH-2) es endémico en muchos países del Oeste de
África, pero rara vez se identifica en otras partes del mundo. La mayor parte de las
personas con infección por VIH-2 no tiende a desarrollar sida. La BioRad Multispot HIV-
1/HIV-2 Rapid Test es la prueba diagnóstica más precisa autorizada por la U.S. Food and
Drug Administration (FDA) para diferenciar los 2 tipos de VIH . El VIH se transmite de una
persona a otra por medio del contacto sexual, contacto de sangre con sangre o por vía
perinatal. La clasificación de los CDC con base en la transmisión del VIH en niños incluye
a la vía perinatal y otras. Las clasificaciones para el adulto incluyen el contacto sexual
entre varones, el consumo de drogas intravenosas, el contacto heterosexual y otras vías.
Varios estudios en los que se incluyó a más de 1 000 contactos caseros de personas con
infección por VIH, no sexuales y sin infección (lo que incluye a hermanos, progenitores e
hijos), no arrojaron evidencia de transmisión casual. La transmisión puede presentarse
cuando la sangre, el semen o las secreciones vaginales infectadas de una persona se
depositan en una membrana mucosa o en el torrente sanguíneo de otro individuo. El
contacto sexual es la modalidad de transmisión más frecuente para el VIH. El VIH se
encuentra en el semen y en las secreciones vaginales. Existe riesgo de transmisión del
VIH cuando estos fluidos entran en contacto con alguna parte corporal que le permite
ingresar al torrente sanguíneo. Esto incluye la mucosa vaginal y la anal, las laceraciones
superficiales, las heridas o las úlceras cutáneas. El contacto con el semen ocurre durante
el coito vaginal y anal, el sexo oral y la inseminación artificial. La exposición a las
secreciones vaginales o cervicouterinas se presenta durante el coito vaginal y el sexo
oral. En la mayor parte de las ciudades de Estados Unidos, la transmisión sexual del VIH
se relaciona ante todo con el coito vaginal o anal. Sin embargo, el empleo de condones es
muy efectivo para prevenir la transmisión del VIH.
Clínica: Los síntomas de la infección por el VIH difieren según la etapa de que se trate.
Aunque el máximo de inefectividad se tiende a alcanzar en los primeros meses, muchos
infectados ignoran que son portadores hasta fases más avanzadas. A veces, en las
primeras semanas que siguen al contagio la persona no manifiesta ningún síntoma,
mientras que en otras ocasiones presenta un cuadro seudogripal con fiebre, cefalea,
erupciones o dolor de garganta. A medida que la infección va debilitando el sistema
inmunitario, la persona puede presentar otros signos y síntomas, como inflamación de los
ganglios linfáticos, pérdida de peso, fiebre, diarrea y tos. En ausencia de tratamiento
pueden aparecer enfermedades graves como tuberculosis, meningitis criptocócica,
infecciones bacterianas graves o cánceres como linfomas o sarcoma de Kaposi, entre
otros.
Diagnostico: Las pruebas serológicas, entre ellas los análisis rápidos y los
enzimoinmunoanálisis (EIA), detectan la presencia o ausencia de anticuerpos contra el
VIH-1, el VIH-2 y el antígeno p24 del virus. Ninguna prueba permite diagnosticar por sí
sola la presencia del VIH. Es importante combinar estas pruebas en un orden específico
que haya sido validado basándose en la prevalencia del virus en la población objeto de
examen. La infección por el VIH se puede detectar con gran exactitud mediante pruebas
precalificadas por la OMS en el marco de un enfoque validado.
Es importante señalar que las pruebas serológicas permiten detectar los anticuerpos que
se generan como parte de la respuesta inmunitaria para luchar contra patógenos
externos, y no el propio VIH.
En la mayoría de las personas, los anticuerpos contra el VIH aparecen a los 28 días de la
fecha en que se contrajo la infección y, por tanto, no se pueden detectar antes. Este lapso
se denomina periodo de seroconversión y es el momento de mayor infectividad, pero la
transmisión puede producirse en todas las fases de la infección.
como hemos dicho, el paso inicial de la fagocitosis implica que el fagocito debe ser capaz
de unirse al microorganismo y activar la membrana para poder englobarlo. Para ello,
cuenta con una ayuda evolutiva que se ha "añadido" al sistema primitivo ameboide, y que
aumenta su eficacia: el sistema de activación del complemento por la vía alternativa.
55) Inmunidad Específica: En la inmunidad específica son varios los tipos de células
importantes, pero las principales son los linfocitos y los fagocitos. Las distintas estirpes de
linfocitos constituyen entre el 1 % y el 10 % de las células que produce diariamente el
cuerpo; se encuentran principalmente en la superficie de las mucosas y en los órganos
linfoides.
CLASIFICACIÓN:
La púrpura trombocitopenica se puede clasificar en dos tipos:
La púrpura trombocitopenica águda: La PTI aguda es la forma más común del trastorno,
es más frecuente en niños de 2 a 6 años de edad. Los síntomas pueden seguir a una
enfermedad vírica, como la varicela, rubeola o hepatitis. Por regla general tiene un inicio
repentino y los síntomas desaparecen en menos de seis meses (a menudo en unas
cuantas semanas).