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5 Características Importantes Que Contiene La Oración De Jabes

La Oración de Jabes se encuentra en una nota histórica dentro de una genealogía. Jabes fue
más ilustre que sus hermanos, al cual su madre llamó Jabes, diciendo: “por
cuanto lo di a luz en dolor. E invocó Jabes al Dios de Israel: ¡oh, si me dieras
bendición y ensancharas mi territorio y tu mano estuviera conmigo y me libraras
de mal, para que no me dañe! Y le otorgó Dios lo que pidió” (1.º Crónicas 4:9-10)

¿Quién fue Jabes?

Es posiblemente fue un descendiente de los ceneos y luego se incorporo a la tribu de Judá


(Jueces 1:16; 4:11). Por lo cual, inicialmente no pertenecía al pueblo de Dios.

Usando las palabras que Pablo escribió en (Efesios 2:12) podemos ver que Jabes estaba
alejado de la ciudadanía de Israel y ajeno a los pactos de la promesa. Efectivamente, sólo
por la bondad y la miserocordia de Dios recibió un lugar en dicha nación, y nada menos
que en la tribu de Judá, que significa «alabanza».

En este pasaje de (1 Crónicas 4), encontramos que la oración de Jabes se eleva para alabar a
Dios, al nuevo Dios que había hallado. Como se lee en estos versículos, él invoca al Dios
de Israel. Esto confirma que como extranjero se había unido a la nación de Dios y había
conseguido refugio en el Dios de Israel.

Así como en los tiempos anteriores lo habían hecho Rahab y Rut. Jabes comprendió
claramente que estaría seguro bajo la protección de este Dios. El Dios vivo y verdadero, por
lo cual se encomienda por completo a él. La oración de Jabes es un testimonio de su gran
fe.

¿Que significa Jabes?

Su historia comienza con dolor y tristeza. La palabra «dolor» es utilizada dos veces. Su
madre le había colocado el nombre de Jabes, (el cual su significado es que causa dolor)
debido a que ella lo había dado a luz con mucho sufrimiento.

Jabes pide en oración ser librado del daño del mal. Aun cuando fue un hijo nacido del
dolor, fue prominente entre sus hermanos. Leemos que incluso más ilustre que ellos, Jabes
nos hace pensar en Benjamín, quien fue llamado por Raquel «hijo de mi aflicción», pero a
quien Jacob llamó «hijo de mi diestra» (Génesis 35:18).

La aflicción y el sufrimiento son consecuencias del pecado del hombre (Génesis 3:16)”con
dolor darás a luz los hijos”. Pero a todos estos sufrimientos los sigue la gloria: esa gloria
de Dios que se revela en toda la tierra, la gloria que esta a la diestra de Dios la cual es ahora
real para la fe.
Para Benjamín fue real así como también para Jabes. Pero, sobre todo, es aplicable al Señor
Jesús y para nosotros como cristianos. Los sufrimientos que Jesús padeció en la cruz fueron
seguidos por la exaltación de Cristo a la diestra de Dios en los cielos.

Como hijos de Dios y creyentes, somos llamados a participar de los sufrimientos de Cristo,
y debido a que el Espíritu santo mora en nosotros sabemos que un día seremos glorificados
juntamente con él (1 Pedro 4:13-14)

La oración de Jabes
Detengámonos en algunas características que contiene la oración de Jabes. Que se podrían
dividir en cinco partes:

1. ¡oh, si me dieras bendición


Jabes podía reconocer que el Dios de Israel al que él estaba invocando era la fuente de toda
bendición.

Así como nos enseña Santiago en el versículo 1:17 «Toda buena dádiva y todo don
perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces». Jabes, entendía claramente esto
entonces podía orar por una bendición abundante.

Sin duda alguna la fe de Jabes no fue despreciada. Esto mismo deberíamos aplicarlo
nosotros. Cristo, en su gracia, nos ha dado vida y vida en abundancia (Juan 10:10). Como
Creyentes y cristianos debemos saber que hemos sido bendecidos con toda la bendición
espiritual en los lugares celestiales en Cristo (Efesios 1:3)

Esto nos lleva a considerar la segunda parte

2. Jabes oraba para que Dios ensanchara su territorio


Cristo se hizo pobre para que todos nosotros fuéramos enriquecidos. En él, Por medio del
hombre que está a la diestra de Dios, tenemos una herencia celestial, que el ganó para todos
los que le buscan. Poseemos un rico campo de bendiciones espirituales y eternas en los
lugares celestiales, un hogar mucho mejor que la tierra de Canaán. En este sentido, todos
los que creemos y tenemos fe somos hacendados que esperan un ensanchamiento de su
territorio.

Un ejemplo de esto en el antiguo testamento, es cuando Josué recibió la promesa: (Josué


1:3)«Yo os he entregado, como lo había dicho a Moisés, todo lugar que pise la planta de
vuestro pie»

Todos nosotros también deberíamos luchar por conquistar paso a paso la tierra prometida y
reclamar la herencia que nos ha sido dada en Jesucristo. Cuando nuestro Señor nos otorga
la vitoria sobre los enemigos, podemos decir como dijo Isaac: (Génesis 26:22)«Porque
ahora Jehová nos ha prosperado, y fructificaremos en la tierra»

Es en este sentido que en la oración de Jabes, él deseaba ensanchar su territorio. Acsá, la


hija de Caleb, tenía un deseo parecido. Ella pidió tierras y también fuentes de aguas (Josué
15:18-19; Jueces 1:14-15). Y se le concedió lo que pedía. De la misma manera leemos
acerca de Jabes: «Y le otorgó Dios lo que pidió». Dios desea bendecirnos; es su deseo
porque él nos contempla favorablemente en Cristo.

3. Jabes ruega a Dios: y si tu mano estuviera conmigo


Jabes no confiaba en sus propias fuerzas ni tampoco en su conocimiento, sino que
descansaba en la guía y en la ayuda divina. Su deseo era ser llevado por la mano de Dios,
de tal manera que pone por así decirlo, sus manos en las manos de Dios.

Él conocía muy bien los milagros que estas grandes y poderosas manos eran capaces de
hacer. Ya que con esa mano poderosa Israel había sido librado de Egipto y llevado a la
tierra de Canaán (Éxodo 6:1; 14:8)

¿Acaso la mano del Señor puede acortarse?


(Números 11:23)“La mano de Dios es para bien sobre todos los que le
buscan”. Debemos reflexionar y hacernos algunas preguntas que en ocasiones obviamos y
cuando no vemos resultados de lo que queremos, solemos cuestionar que Dios no escucha
nuestras oraciones. Sera ¿por que hemos puesto nuestra mano en la de Dios? o ¿por que
reconocemos que el Señor está a nuestro favor y que por lo tanto todos los poderes que nos
hostigan deben retroceder?.

Muchas veces Dios no obra por que somos incrédulos y dudamos de lo que el puede hacer,
decimos que le dejamos todo en sus manos y dentro esta un latir que hace entrar la duda y
la incredulidad. (Romanos 8:31).

Volviendo al tema central, pues no cabe duda que la oración de Jabes recibiría una
respuesta. Fue hecha con tanto fervor y sinceridad que Dios se complació en contestarla.
Este hombre quién hizo esa oración, era real, pedía seriamente por aquello que deseaba y
quería, por ello, para Dios esto merecía que se le fuese concedido. Dios desea bendecir a
gente así y se complace en hacerlo.

Debemos preguntarnos hasta qué punto deseamos en realidad la bendición y por qué
razón. En Jacob tenemos a solas con Dios a un hombre, luchando con el ángel, cuando
llego el momento de que el ángel dejara a Jacob, éste le contesta: «No te dejaré si no me
bendices; quiero que me bendigas» (Génesis 32:26). Jacob anhelaba la bendición y la
obtuvo.

Como indicación de que era un príncipe de Dios, su nombre fue cambiado, y aunque fallo
el resto de su vida esa fuerza de la carne quedó totalmente anulada y llevó su nuevo nombre
con dignidad.
4. Y me libraras de mal es la cuarta parte de la oración de Jabes
Cuando un israelita solía ser protegido de sufrir daños, esto para el
pueblo significaba que la mano de Dios estaba sobre él. Para todos nosotros, que somos
cristianos, las cosas son sumamente diferentes ya que las bendiciones pertenecen a otro
nivel, poseen un carácter espiritual y celestial.

Como discípulos de Cristo es necesario pedir en oración que seamos guardados de la


tentación y librados de todo mal que nos asecha. De cometer actitudes o hechos
pecaminosos, también es nuestra responsabilidad huir de tales males.

En Josué vemos como la nación se adentro con fuerza en la tierra. Sus enemigos habían
sido derrotados porque Dios estaba con ellos. No poseyeron toda la tierra a causa de sus
errores, pero aquellos eran los días de más esplendor de su historia, momentos de poder y
de gloria.

El Espíritu de Dios ha querido inspirar desde los comienzos esta historia de los fracasos
para mostrarnos que siempre habrá una bendición para todos aquellos que la desean y están
preparados para sacrificarse por obtenerla.

Lo que debes hacer es preguntarte a ti mismo (a), si la deseas lo suficiente como para
adquirirla. Todos los cristiano deberían tener el deseo de expandir su conocimiento para
conocer más sobre la voluntad de Dios, y caminar gozándose en esta bendición.

Objetivamente, ya podemos obtener todo tipo de bendiciones en nuestro Señor Jesucristo y


disfrutarlas. Pablo dice en: (Efesios 1:3)“Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor
Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en
Cristo”.

Cómo se adquieren las bendiciones de Dios


Dios nos ha bendecido con todas las bendiciones espirituales en Jesucristo y lo ha hecho de
forma soberana. Aunque hay bendiciones que se adquieren mediante el ejercicio y de la
fidelidad, aplicándonos a las cosas de Dios cuando son nuestras por posesión podemos
disfrutarlas de verdad, conocerlas y practicarlas de manera coherente.

Jabes deseaba el ensanchamiento de su territorio. Esto guarda relación con el libro de


Josué por el momento de tomar posesión de la tierra, el instante de que el pueblo de
Dios se ensanchara.

Una cosa era entrar en la tierra, y otra muy diferente poseerla. Dios le dijo a Josué que fuera
valiente y saliese a poseerla (1:6-7, 9). Era la tierra de ellos, Dios se la había dado, pero
había que vencer a los enemigos y destruirlos antes de que pudieran disfrutarla. Había una
intención detrás, y era que tenían que imponer un diezmo para retornárselo a Dios. En
respuesta a él, había que ofrecerle los primeros frutos de la tierra.
5. Para que no me dañe o (para que no me cause dolor)
Es muy triste que las personas cedan al mal y luego sean traspasadas con muchos dolores (1
Ti 6:10). El Señor desea protegernos de todo esto, pero debemos caminar con él. Ya que
vivimos en una creación sujeta a una trivialidad, en un valle de dolores y lágrimas, de
manera que tarde o temprano viviremos aflicciones. Pero si confiamos y nos
encomendamos al Señor, no abra más dolor.

No podemos olvidarnos de Juan 10:28-29. Pues tenemos a Jesús como el buen pastor, en su
mano y en la del Padre, cada uno de nosotros se siente seguro. Nada nos puede arrebatar de
las manos del buen pastor o de las manos del padre.

El estar en las manos del padre y el buen pastor que es Jesús, tiene un poder infinito e
invencible, y las ovejas se sienten perfectamente a salvo.

La gran mayoría de los cristianos tenemos la costumbre de orar para que se nos fortalezca
para soportar las tentaciones del enemigo, y por la victoria sobre los ataques, pero seria
mucho más correcto y de mayor bendición orar para que esas tentaciones no llegarán y que
Dios mantuviera a raya al enemigo. La misma oración pronunciada por Jesús en el
momento que sus discípulos le solicitaron enseñanza, él dedica casi una cuarta parte a
solicitar liberación, (Mateo 6:13)“Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal”.

Dios responde las oraciones de los que le buscan


A veces nos encontramos con el problema de que las oraciones no reciben respuesta. En las
escrituras hay ejemplos de oraciones así, pero deberíamos saber que si Dios contesta que no
es porque en su infinita sabiduría ha dado ya una respuesta, ejerciendo el derecho que tiene
de hacerlo.

Pero Dios no deja de brindarnos su ayuda, como se la brindó al apóstol Pablo en 2


Corintios 12. Los recursos infinitos del reino y de la gracia permanecen siempre a nuestra
disposición, aunque la respuesta sea negativa. Dios contestó claramente a Pablo y también
le ofreció una salida: (2Corintios 12:9)”Bástate mi gracia; porque mi poder se
perfecciona en la debilidad” .

Pablo aceptó de buen grado la respuesta de Dios, ya que quería experimentar en su vida el
poder maravilloso de Cristo y el de su resurrección.

La oración de Jabes, que seguramente tiene mucho que enseñarnos, fue contestada. El
versículo 10 acaba diciendo: “Y le otorgó Dios lo que pidió”. Dios escucha nuestras
oraciones, estemos seguros de ello, especialmente en relación con las bendiciones
espirituales y el crecimiento en la gracia. ¡Es el feliz mensaje que resuena con estas últimas
palabras y nos anima a seguir el ejemplo de Jabes!

La oración de Jabes destila la voluntad poderosa y perfecta de Dios para su futuro, porque
revela que nuestro Padre anhela darle mucho mas de lo que usted nunca pensó pedir.
Cómo aplicar la oración de Jabes en nuestras vidas.
Os desafío a que hagáis de la oración de Jabes una experiencia diaria, para ello podemos
hacer, como inicio, seis pasos:

 1. Oremos como la oración de Jabes, cada mañana, manteniendo un registro del día
que iniciamos.
 2. Escriba la oración de Jabes y colócala en un lugar visible para ti.
 3. Medita en los apuntes que habrás tomado, por lo menos una vez a la semana.
 4. Hable con alguien de confianza sobre este compromiso adquirido.
 5. Comienza a elaborar un registro de los cambios que vas experimentando en tu
vida.
 6. Comience a hacer la oración de Jabes, por tu familia, los hermanos en Cristo y
por tu Ciudad u otras cosas que desees.

Claramente esta que el repetir como un loro, esta oración no va a producir nada, solo lo que
creamos de corazón, eso sucederá.

ILUSTRE= LOS ENTENDIDIOS ENTENDERÁN Y


RESPLANDECERÁN
Y los entendidos resplandecerán como el resplandor del firmamento; y los
que enseñan la justicia a la multitud, como las estrellas de perpetua
eternidad. Daniel 12: 3
¿Quiénes son los entendidos?
La escritura nos habla de dos clases de sabios o entendidos, unos son los
sabios y entendidos en las cosas del mundo y otros los entendidos en las
cosas del Reino de Dios, un Reino que no es de este mundo.
Los primeros aman y buscan las cosas terrenales, aman el dinero, aman el
mundo y sus deleites, los deseos de los ojos, los deseos de la carne y la
vanagloria de la vida; su herencia la tienen ahora y aquí, en las cosas
visibles y temporales que pronto serán quitadas; solo piensan en lo terrenal,
su mirada y su meta está puesta en las cosas de abajo, andan igual que la
serpiente arrastrando su vientre en tierra. Son los que no ponen a Dios por
su fortaleza, sino que confían en la multitud de sus riquezas, que se
esfuerzan en la maldad (salmo 52: 7). Los sabios y entendidos de este siglo
son los que rechazan a Cristo y el gobierno de Dios y son gobernados por
afectos y consejos de la carne; son los que aman la vanidad y buscan la
mentira. Los entendidos de este mundo son los que ahora ríen, pero
llorarán, los que ahora están saciados pero tendrán hambre.
Pero está escrito: Destruiré la sabiduría de los sabios, y reprobaré la
inteligencia de los entendidos. 1 Corintios. 1: 19 Desde luego la sabiduría de
este siglo que no es la que desciende de lo alto, sino que es terrenal,
animal, diabólica. Santiago 3: 15
¿No ha enloquecido Dios la sabiduría de este siglo? Porque en la sabiduría
de Dios, por no haber conocido el mundo a Dios por sabiduría, agradó a
Dios salvar a los creyentes por la locura de la predicación. 1 Corintios 20-21
Lo que para los sabios de este mundo es basura, inmundicia e ignorancia,
es la sabiduría de Dios, es la predicación del Evangelio, es Cristo, potencia
y sabiduría de Dios. 1 Corintios 1: 24b
En aquella misma hora Jesús se alegró en espíritu y dijo: Te confieso, oh
Padre, Señor del cielo y de la tierra, que escondiste estas cosas a los
sabios y entendidos y las has revelado a los pequeños; así, Padre, porque
así te agradó. Lucas 10. 21
Las cosas del Reino de Dios han sido escondidas de los sabios y
entendidos de este siglo, pero son reveladas a los pequeños, a los niños;
estos son los verdaderos sabios y entendidos, los que no son nada por sí
mismos, los que no tienen ninguna fuerza en sí mismos, los que no pueden
nada por sí mismos, los que dependen por completo del Padre, los débiles,
los que son la basura y la escoria de este siglo, lo vil y menospreciado del
mundo; lo que Dios escogió para avergonzar a los sabios de este siglo; son
los que ahora lloran, pero reirán, son los que ahora tienen hambre pero
serán saciados.
Estos son los entendidos, los que están en un pacto de sangre con su
creador, para ser despojados del pecado y de su propia vida, para ser
hechos mansos y humildes de corazón, los que participan de la cruz de
Cristo y de Su muerte, para participar también de Su resurrección; estos son
los entendidos que entenderán, en estos tiempos de gran engaño y maldad,
de oscuridad y tinieblas; tiempos en que los habitantes de la tierra han
errado en las hechicerías de la Gran Ramera, de Babilonia la Grande, la
que ha corrompido la tierra con su fornicación.
El apóstol Pablo no cesaba de orar y de pedir a Dios que los creyentes
fueran llenos del conocimiento de Su voluntad, en toda sabiduría y
entendimiento espiritual; los verdaderos entendidos son llenos del
conocimiento de la voluntad del Señor. Y el fin es: Para que andéis como es
digno del Señor, agradándole en todo, fructificando en toda buena obra, y
creciendo en el conocimiento de Dios.
Bienaventurados son los muertos que mueren en el Señor, los que
descansan de sus propias obras, los muertos a sí mismos, los muertos a su
propia voluntad, los que viven para Dios, los que escuchan la voz de Dios y
cesan, los que reciben la gracia y la bondad de Dios y entonces reinarán en
vida, estos son los entendidos que resplandecerán como el resplandor del
firmamento.
Pronto, muy pronto, se tocará la séptima trompeta, serán hechas grandes
voces en el cielo que dirán: Los reinos de este mundo son reducidos a
nuestro Señor y a su Cristo; y reinará para siempre jamás. Apocalipsis 11:
15
Muchos serán limpios, y emblanquecidos, y purgados. Y los impíos
empeorarán; y ninguno de los impíos entenderá, pero entenderán los
entendidos. Daniel 12: 10.
https://mensajedepaz.net/index.php?option=com_content&view=article&id=170:los-entendidos-
entenderan-y-resplandeceran&catid=7:mensajes-diarios&Itemid=5

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