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Departamento de Historia

Universidad de Santiago de Chile


Revista de Historia Social
y de las Mentalidades
Volumen 17, Nº 2, 2013: 217-220
Issn: 0717-5248

Álvaro Soto Carmona


Abdón Mateos López (dirs.)
Historia de la época socialista. España: 1982-1996.
Silex Ediciones, Madrid, 2013, 505 págs.

La historia del tiempo presente, en uno de los procesos políticos más


definida como la coetaneidad entre controvertidos: la transición desde el
la “historia escrita” y la “historia na- autoritarismo franquista a la plena
rrada” –lo señala bien sencillamente democracia. En ese ámbito, y a di-
el historiador Julio Aróstegui-, se ferencia de Chile por ejemplo, lugar
puede catalogar como un campo con- donde la disciplina no ha colocado
solidado en el contexto académico a lo reciente como objeto sistemáti-
español. A partir de la pionera labor co de estudio, la historiografía como
del historiador Javier Tusell se puede disciplina ha estado a la vanguardia
señalar que, en el contexto marcado en orden a reconstruir y compren-
por la parte final del franquismo, se der desde un ámbito riguroso, este
ha desarrollado una extensa y com- complejo proceso transicional que
pleta producción historiográfica que desmontó los treinta y cinco años de
en la década de los noventa ha tenido dictadura franquista.
una consolidación absoluta. En ese sentido, el libro compila-
Si bien las primeras investiga- do por los historiadores Álvaro Soto
ciones realizadas por Tusell y otros Carmona y Abdón Mateos López,
historiadores, desde mediados de los Historia de la época socialista. Es-
años setenta tienen una visible inspi- paña: 1982-1996, tiene su origen más
ración en la “nueva historia política inmediato en un seminario académi-
francesa” desarrollada desde fines de co realizado en la Universidad Au-
la Segunda Guerra Mundial (R. Re- tónoma de Madrid en noviembre de
mond, F. Bedarida), lo cierto es que 2011. Esa instancia, a la cual asistie-
el vuelo propio que ha adquirido la ron historiadores, pero también polí-
historia del tiempo presente en el es- ticos de la talla de Felipe González
cenario español se ha especializado -ex–Presidente del gobierno español

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Reseñas

y principal protagonista del texto- se pítulos- diversos ámbitos del devenir


constituyó como un espacio de deba- histórico de España entre 1982 y me-
te histórico que destacó por la pro- diados de los años noventa.
fundidad de los mismos, como tam- Un aspecto que domina en el tex-
bién por lo explícito de este diálogo to está dedicado al ámbito de la histo-
“historia narrada”-“historia vivida” ria de las relaciones internacionales.
que nos plantea Aróstegui. Esto está justificado, por cierto, en
El texto editado por Soto y Ma- cuanto a que luego de una etapa rela-
teos aborda una serie de aspectos de tivamente “aislacionista” del país no
un complejo período que se extien- sólo respecto al mundo occidental, la
de entre 1982 y 1996, el cual estu- decidida apertura alcanzó a Europa
vo dirigido por el Partido Socialista como espacio político, con su plena
Obrero Español (PSOE) a través de incorporación a la Comunidad Eco-
Felipe González. De acuerdo a los nómica Europea. Esta integración no
autores, este período se podría cata- solo se consolidó en orden a garan-
logar desde un doble sentido: en un tizar a la comunidad internacional
primer ámbito, se considera el arribo cierta confianza en un determinado
de González al gobierno lo que se ha comportamiento equilibrado de la
denominado como el fin de la tran- estructura económica y productiva,
sición, luego de las complejas expe- sino con un afán también político e
riencias lideradas por Adolfo Suárez ideológico. En efecto, el objetivo del
(1976-1981) y Leopoldo Calvo Sotelo PSOE radica en mostrar al mundo su
(1981-1982). capacidad de administrar el poder
Por otra parte, aunque relacio- con “responsabilidad”, concretando
nado con esto último, los gobiernos de este modo la renovación y la mo-
socialistas encabezados por Gonzá- dernización ideológica que el partido
lez dieron paso a una modernización encabezó desde comienzos de la dé-
del país ibérico, lo que se expresa en cada de 1970.
la definitiva inserción de España en Por otra parte, la dimensión inter-
diversas organizaciones multilate- nacional del período se relaciona es-
rales internacionales. Además, en trechamente con la difusión de ideas-
este mismo sentido, se profundizó fuerza en orden a la difusión y pro-
la construcción del modelo definido moción de los derechos humanos. La
como de Estado de Bienestar, lo que política exterior de España se propo-
implica la estructuración de una nue- ne, como señala uno de los capítulos
va relación del Estado con la socie- del libro, “liquidar el modelo autori-
dad. tario establecido por el franquismo y
En torno a este doble plantea- reemplazar (lo) por un modelo de po-
miento, entonces, es que a través del lítica exterior democrática”. De este
cual el libro desarrolla –en veinte ca- modo, entonces, la modernización

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Reseñas

del PSOE junto con la inserción en el ca era una premisa básica para asegu-
espacio europeo parecen representar rar la estabilidad política, económica
las dos caras de un mismo fenómeno y social”. En este sentido, cabe al me-
que avanzó de manera simultánea. nos una reflexión inicial: a diferencia
En un segundo sentido, como es de las transiciones sudamericanas a
lógico, se le otorga bastante espacio la democracia, en España la dimen-
a las transformaciones internas que sión social y económica se incluyó de
provocaron los catorce años de so- manera explícita en el diseño de ta-
cialismo español. En esa óptica, se les instituciones democráticas, como
destacan áreas como la política de parte de lo que los directores señalan
seguridad y defensa, el sistema de como “la legitimación social del pac-
partidos (con énfasis en las transfor- to político”.
maciones del propio PSOE y de la En América Latina, al contrario
oposición de derecha), la influencia de lo que se realizó en el país ibérico,
de la Iglesia Católica, los conflictos los procesos de transición democráti-
sociales y ajustes económicos, ade- ca –luego de décadas de autoritarismo
más del complejo problema de las militar- solo se concentraron en el as-
autonomías y de su relación con el pecto institucional en el marco de un
Estado español, problema que du- pacto de las elites hegemónicas, con
rante el franquismo no tuvo la mejor lo cual la dimensión social se relegó
resolución. a un segundo plano, o simplemente
Sin embargo, existe un aspecto se descartó. ¿Es posible desprender
que se trata en el texto y que consoli- que si se hubieran implantado estas
da a España (al menos antes de la cri- reformas previas las democracias
sis económica actual) como un ejem- estarían en una posición más sólida,
plo en cuanto al desarrollo social: se articulando su desarrollo con la justi-
trata del modelo definido como Esta- cia social y la inclusión? Si bien no se
do de Bienestar, el cual sin duda fue puede responder con propiedad esta
una de las novedades mayores de la cuestión, sí se puede señalar que en
España del PSOE. el caso español eso fue así.
Respecto a este punto, los direc- El desarrollo del Estado de Bien-
tores Soto y Mateos establecen que estar en España, es un aspecto que
los orígenes del Estado de Bienestar atraviesa transversal y directamente
se pueden hallar en la firma de los gran parte de los veinte capítulos del
Acuerdos de la Moncloa, el 25 de libro. Desde el desarrollo de la edu-
octubre de 1977. Señalan los auto- cación pública, de la salud y de un
res que “en la mente de aquellos que sistema de pensiones basado en la so-
participaron en la firma de aquellos lidaridad, existía explícitamente un
Acuerdos estaba el convencimiento concepto basado en la “universalidad
de que una mayor igualdad económi- de los derechos”, lo que incorporaba

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