Psicología de la Personalidad 7mo trimestre AUTOR: Arnoris Román
Teoría de la personalidad según Carl Rogers
La fuerza de motivación de una persona en una situación determinada
equivale al producto entre el valor que la persona le asigna a la recompensa y la expectativa de su posible logro. La personalidad engloba los dos aspectos y se sustenta en la herencia genética y también está influenciada por el ambiente por lo que puede desarrollarse y a pesar de ser bastante estable, cambia a lo largo de la vida. Entonces la personalidad se puede desarrollar según varios aspectos, para Carl Rogers, el núcleo de la teoría de la personalidad es el YO, y es a través de la necesidad innata de realizar o mejorar el YO que se da la tendencia de la realización, la cual incluye todas las necesidades fisiológicas y psicológicas; necesidades que están empiezan desde el útero dando el desarrollo genético y características sexuales en la pubertad, aclarando que este proceso envuelve esfuerzo y dolor pero que las ganas de realización son más fuerte. Señala que a lo largo del ciclo vital existe un proceso que rige cómo calificamos las experiencias según su valor para facilitar o entorpecer nuestra realización o crecimiento y que esta, puede influir en nuestra conducta al preferir experiencias deseables de las indeseables, a este proceso lo denominó valoración orgásmica. Ahora bien, diariamente nos podemos desenvolver en diferentes situaciones que nos proporcionan experiencia que puede influir en nuestro crecimiento personal desde una percepción subjetiva, resaltando que nuestro mundo de experiencia es privado y solo nosotros lo conocemos en su totalidad. Cuando crecemos se expanden nuestras experiencias y se convierten base para la manifestación de juicios o comportamientos según los contextos. Rogers escribió, “la experiencia es la mayor autoridad”, entonces, es según nuestra experiencia que podemos formar nuestra personalidad o el YO como lo presenta el autor en su teoría. Por otra parte es importante aclarar, todo desarrollo tiene un origen, y en el ser humano la mayoría se presentan en la niñez por lo cual el desarrollo del YO inicia cuando los niños desarrollan la necesidad de aceptación, amor y aprobación de los otros principalmente la materna, esta necesidad fue llamada por el autor como consideración positiva que la misma podía ser aprendida y es crucial para el desarrollo de la personalidad, ya que, proporciona la autorrealización y el autoconcepto. En consecuencia, se debe diferenciar que si el niño recibe consideración positiva al presentar conductas indeseables, se llamaría entonces consideración positiva incondicional, que sería la aprobación independientemente de la conducta del niño porque se busca satisfacer la necesidad, deduciendo así que, el amor de madre no se condiciona ni depende del comportamiento del niño y es por esto que la madre aprueba incondicionalmente. Con el tiempo aprendemos a concedernos, aceptarnos y aprobarnos a nosotros mismos, esto es una autoconsideración positiva, lo que nos permite también ofrecer consideración positiva a los demás porque es reciproca. Existen condiciones que evolucionan en consecuencia con el desarrollo de la consideración positiva y la autoconsideración positiva, éstas condiciones de valor, definidas por Rogers, conforman la creencia de que sólo somos dignos de aprobación cuando expresamos conductas deseables y abstenemos las no deseables, presentándose la similitud con el superego freudiano y se deriva la consideración positiva condicional que implica que el niño aprende que el amor y la aceptación se dan cuando las conductas deseables están presentes llegando a entender porque a veces son premiados y otras no. Muchas veces evaluamos nuestras experiencias según sean aceptadas o no, los infantes aprenden a inhabilitar las conductas inaceptables y se arriesgan de alejarse de su propio yo, esto conduce a la incongruencia entre el autoconcepto y aspectos relevantes de la experiencia, es decir, no pueden discernir entre creer que todos los niño s son buenos y sentir rechazo por un niño que exprese conductas negativas o actos maliciosos, lo que proyecta personas ansiosas por no poder identificar la percepción social según nuestra experiencia. Si un individuo esta psicológicamente sano es capaz de distinguir su mundo como lo es en realidad y está abierto a nuevas experiencias arrojando facetas del YO como persona de labor óptima lo que Rogers denominó una “buena vida” y caracterizó a las personas de funcionamiento óptimo como auto realizadas determinando así, las facetas del YO de la siguiente manera, personas que exhiben conciencia de toda la experiencia, las que aprecian todas la experiencias, las que viven cada momento de manera plena, rica, frescas y nuevas; las que confían en su propio organismo y sentimientos, las que tienen un sentido de libertad sin restricciones , las creativas y espontaneas y las que enfrentan dificultades para maximizar el potencial propio. Para el autor el desarrollo del YO siempre está en progreso y es por esto que el funcionamiento optimo “es una dirección no un destino”; entendiendo qué, el yo es un todo organizado un patrón consiente y si hay buen funcionamiento óptimo habrá un autoconcepto de lo que somos, deberíamos y nos gustaría ser. Con anterioridad se resaltó la importancia de las experiencias de la niñez en el desarrollo de la personalidad, sin embargo también es importante señalar que algunos sentimientos son vitales para nuestra personalidad, comprendiendo que la responsabilidad y la motivación son óptimas para desarrollar nuestro potencial. Para Carl Rogers no estamos condenados al conflicto con nuestro YO ni con nuestra sociedad, nuestro punto de vista debe ser más progresivo que regresivo por lo que él propone su terapia centrada en que la gente puede superar sus dificultades utilizando sus recursos internos, lo que, para evaluar la personalidad en su teoría el autor parte de las experiencias subjetivas de individuo como percibe y como acepta. Explica que la habilidad para examinar el crecimiento de la personalidad se puede dar a través de la terapia centrada en la persona donde el responsable de cambiar su personalidad es el cliente, los grupos de encuentro donde los individuos aprenden de sus sentimientos y como relacionarse con otros, las pruebas psicológicas las cuales el autor no aplicó sin embargo aceptó la verificación de adjetivos para medir el auto concepto. Rogers decía, “ la mayor parte de mi investigación ha sido para confirmar lo que ya sentía que era verdad ” lo que quiere decir, que buscaba verificar sus observaciones sobre la naturaleza la personalidad humana y como siempre obtuvo autorización por parte del cliente para grabar las sesiones explicaba que el lenguaje corporal podía revelar más que las palabras. Si la personalidad es innata se estructura a través de la experiencia que comienza desde la niñez y va pasando por un proceso de motivación, aceptación, amor y aprobación. Carl Rogers nos enseña que las personas pueden expresar a través del YO un auto concepto centrado en las responsabilidad de las acciones, condicionados por el entorno sociocultural dando una personalidad con la capacidad de emitir juicios valederos, con valor positivo ante experiencias deseables o indeseables.