Una Iglesia verdadera

(Mateo 16:13-28)

La Iglesia no es un edificio o una institución, cuando hablamos de la Iglesia nos referimos

a una asamblea, una congregación, es un conjunto de personas que han sido llamadas
por Dios para la salvación, para la adopción, a una conversión.

Quiero hablarles acerca de cómo necesitamos entender la iglesia, la iglesia de Cristo.

El otro día escuchando un programa de radio, era una estación de radio cristiana, y
alguien llamó, era uno de esos programas de conversación, y la pregunta era: "¿Qué es lo
que buscas en una iglesia?" Y las respuestas más populares fueron, convivencia,
amabilidad y participación.
Sabes, eso puede que lo encuentres en un bar. Puede que lo encuentres en un club, en
un evento social; esa no es la respuesta correcta.

¿Cómo se elige una iglesia? Algunas personas son bastante superficiales al respecto. Hace
unos años se hizo un estudio que decía: "Lo más importante que una iglesia hace para
atraer a la gente es proporcionar estacionamiento". El estacionamiento era el número
uno. El número dos era la guardería. Había todas estas cosas que la gente asumió que
eran los aspectos importantes: estilo, comodidad, música, aire acondicionado, amabilidad.
¿Qué buscas en una iglesia? ¿Y qué debería ser una iglesia? Bueno, esa es una pregunta
que tiene respuestas muy claras y bíblicas. Pero para darte una especie de respuesta
básica, realmente sólo hay un criterio: ¿Cómo ven las Escrituras esas personas que se
reúnen? ¿Cómo ven la Palabra de Dios? ¿Qué creen de la Biblia? ¿Qué creen que enseña
la Biblia? ¿Cómo influye la Biblia en su vida y a su enseñanza?
Supongo que podría ser resumido por lo que dice David en el Salmo 119:48 (NVI):

"Yo amo tus mandamientos, y hacia ellos elevo mis manos; ¡quiero meditar en tus
decretos!"

La demostración más pura de una verdadera iglesia es que es una asamblea de personas
que están asombradas de la Palabra de Dios, que meditan en ella, que aman la Biblia.

Hoy en día, es muy común escuchar que la iglesia tradicional ha fracasado. Eso es algo
muy común, y parecen tener razón, Mira el mundo; eso es evidencia del fracaso de la
iglesia. Mira a México, nuestro país y su declive moral y su abandono de las Escrituras. Y
hay muy pocas dudas de que estamos como en el camino incorrecto, y el camino
incorrecto es el siguiente: eliminar la Biblia; es el primer paso. Elimina la Biblia, sácala de

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las conversaciones comunes, de todo. El paso dos, entonces, es la moral inversa. Lo que
Isaías 5:20 (NVI) dice

¡Ay de los que llaman a lo malo bueno

y a lo bueno malo,
que tienen las tinieblas por luz
y la luz por tinieblas,
que tienen lo amargo por dulce
y lo dulce por amargo!

El último paso es la persecución. Y estamos avanzando rápidamente hacia ese último paso
de persecución. Miras el mundo que te rodea y la iglesia está a punto de ser perseguida.
Eso es a lo que hemos llegado y eso es una evidencia del fracaso de la iglesia. La iglesia
ha fracasado. Mira el estado de las naciones. Mira el estado del planeta. La iglesia ha
fracasado y la iglesia tiene que cambiar sus estrategias, nos dicen.

Pero la verdad es que la iglesia sólo puede fallar de una manera. Si ha fallado, ha fallado
de una manera. No ha sido bíblica. Esa es la única manera en que la iglesia puede fallar.
Si la iglesia es fiel a la Palabra de Dios, no puede fallar. Si la iglesia vive y proclama la
Palabra de Dios, no falla. No puede fallar porque Dios cumple Su propósito por medio de
Su Palabra. Salva a través de Su Palabra, Santifica a través de Su Palabra. Proporciona
gracia a través de Su Palabra.

Sólo hay una manera en que la iglesia puede fallar y esa es no ser bíblica. No se trata de
fracasar en sus estrategias. No se trata de no conectar con la cultura. No está fallando en
su comercialización. Si la iglesia ha fracasado, ha fracasado de una manera, no ha sido
bíblica.

Y entonces sólo hay una manera de hacer bien nuestro trabajo y eso es hacerlo
bíblicamente. Hay una manera correcta para que la iglesia funcione, y ese camino correcto
nos ha sido revelado a través de las leyes y principios de las Escrituras.

La iglesia es el reino de los cielos. La iglesia es el reino espiritual gobernado por el rey
que es Jesús. La iglesia es la confraternidad de todas las almas a las que el Espíritu Santo
ha dado la vida eterna, la iglesia pertenece a Cristo. La Biblia ejerce todos los controles
sobre la vida de la iglesia. La Biblia tiene toda la autoridad sobre todo el ministerio, toda
la predicación, todo discipulado, todo evangelismo, de las relaciones que existen dentro
de ella. No tiene que ver con los deseos de las personas en cuanto a lo que les gustaría
que fuera la iglesia, ni en las ideas que querrían definir a la iglesia de una manera que
atraiga y entretenga.

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Estamos hablando de esa asamblea de personas que viven bajo la autoridad de la Palabra
de Dios, que viven bajo un claro entendimiento de la Biblia y que apoyan sus afirmaciones
y sus leyes por la forma en que viven. La iglesia es donde cada creyente vive, se mueve y
crece. Por eso, como leemos en Hebreos 10:25 (NVI) No dejemos de congregarnos,
como acostumbran hacerlo algunos, sino animémonos unos a otros, y con mayor
razón ahora que vemos que el día del Señor día se acerca.

Ahora bien, si queremos obtener una definición bíblica para empezar, vamos a Mateo 16,
porque este es el primer lugar en el Nuevo Testamento donde se menciona la iglesia.
13
Cuando Jesús llegó a la región de Cesarea de Filipo, les preguntó a sus
discípulos:

—¿Quién dice la gente que es el Hijo del Hombre?[c]

14
—Bueno —contestaron—, algunos dicen Juan el Bautista, otros dicen Elías, y
otros dicen Jeremías o algún otro profeta.
15
Entonces les preguntó:

—Y ustedes, ¿quién dicen que soy?

16
Simón Pedro contestó:

—Tú eres el Mesías,[d] el Hijo del Dios viviente.

17
Jesús respondió:

—Bendito eres, Simón hijo de Juan,[e] porque mi Padre que está en el cielo te lo ha
revelado. No lo aprendiste de ningún ser humano. 18 Ahora te digo que tú eres
Pedro (que significa “roca”),[f] y sobre esta roca edificaré mi iglesia, y el poder de
la muerte no la conquistará.[g] 19 Y te daré las llaves del reino del cielo. Todo lo que
prohíbas[h] en la tierra será prohibido en el cielo, y todo lo que permitas[i] en la
tierra será permitido en el cielo.
20
Luego advirtió severamente a los discípulos que no le contaran a nadie que él
era el Mesías.
21
A partir de entonces, Jesús[j] empezó a decir claramente a sus discípulos que era
necesario que fuera a Jerusalén, y que sufriría muchas cosas terribles a manos de
los ancianos, de los principales sacerdotes y de los maestros de la ley religiosa. Lo
matarían, pero al tercer día resucitaría.

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22
Entonces Pedro lo llevó aparte y comenzó a reprenderlo[k] por decir semejantes
cosas.

—¡Dios nos libre, Señor! —dijo—. Eso jamás te sucederá a ti.

23
Jesús se dirigió a Pedro y le dijo:

—¡Aléjate de mí, Satanás! Representas una trampa peligrosa para mí. Ves las
cosas solamente desde el punto de vista humano, no desde el punto de vista de
Dios.
24
Luego Jesús dijo a sus discípulos: «Si alguno de ustedes quiere ser mi seguidor,
tiene que abandonar su manera egoísta de vivir, tomar su cruz y seguirme. 25 Si
tratas de aferrarte a la vida, la perderás, pero si entregas tu vida por mi causa, la
salvarás. 26 ¿Y qué beneficio obtienes si ganas el mundo entero pero pierdes tu
propia alma?[l] ¿Hay algo que valga más que tu alma? 27 Pues el Hijo del Hombre
vendrá con sus ángeles en la gloria de su Padre y juzgará a cada persona de
acuerdo con sus acciones. 28 Les digo la verdad, algunos de los que están aquí
ahora no morirán antes de ver al Hijo del Hombre llegar en su reino».

en el versículo 18 tienes esta declaración de Jesús: "Construiré Mi iglesia". "Voy a

construir mi iglesia." Es la primera vez en el Nuevo Testamento que llegamos a la palabra
"iglesia". "Voy a construir mi iglesia." No está hablando de un edificio; No habla de
organizaciones, instituciones, programas, estrategias. Está hablando de la gente, "Voy a
construir mi iglesia." El pronombre posesivo, "Mi iglesia", es un recordatorio de que la
iglesia no nos pertenece, es Su iglesia. Es suya. En Hechos 20 se nos recuerda que Dios
compró la iglesia con Su propia sangre. Hemos sido redimidos, dice Pedro, no con cosas
corruptibles como la plata y el oro, sino con la preciosa sangre del Señor Jesucristo, un
Cordero sin defecto y sin mancha. Así que a un costo inmenso, el Señor ha pagado el
precio de Su iglesia y está construyendo Su iglesia. La pregunta que me hago es: "¿Qué
me pide el dueño de la iglesia que haga, que le sirva, en la edificación de Su iglesia?"

Aquí están los elementos esenciales que definen una iglesia. NÚMERO UNO, una iglesia
es una colección de personas redimidas que hacen una gran confesión. Vamos a leer en
el versículo 13, "Jesús vino al distrito de Cesarea, Filipo, y estaba preguntando a Sus
discípulos: '¿Quién dice la gente que el Hijo del Hombre es?' Y ellos dijeron: 'Algunos
dicen Juan el Bautista, y otros Elías, otros Jeremías, o uno de los profetas'. Pero les dijo:
'¿Quién dicen que soy yo?'" Esa es la pregunta que la iglesia, la verdadera iglesia responde
correctamente. La iglesia se define ante todo por su conocimiento de Jesús. "¿Quién dicen

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que soy?" Pedro responde "Tú eres el Cristo, el Mesías, el Hijo del Dios viviente", eso es
lo que eres.

Ahora sabemos por las Escrituras que Jesús también se presenta como la piedra angular.
Pablo dice: 1 Corintios 3 11 porque nadie puede poner un fundamento diferente del
que ya está puesto, que es Jesucristo. Jesús es el fundamento. Pablo dice que es la
piedra angular. La iglesia está construida sobre ella. Él es la base. Jesús es la piedra
angular. Así que la primera y esencial y definitiva característica de la iglesia verdadera es
que tiene una visión bíblica de Jesucristo. Tiene la visión correcta de Jesucristo. No es una
visión superficial; no es una visión sentimental de Jesús. No es una opinión de Jesús que
es un profeta y nada más. Es la verdadera visión de Cristo, si alguien predica otro
evangelio, si alguien viene a ti con algo que no sea el verdadero Cristo, dice 2 Juan 1:10,
ni siquiera lo escuches, está en un grave error. Todo comienza con Cristo.

Jesús hace la pregunta: "¿Quién dice la gente que es el Hijo del Hombre?" Y a eso, hay
respuestas, Juan el Bautista, Elías, Jeremías, uno de los profetas que vendrían del pueblo
judío. "¿Quién dicen ustedes que soy?" Y afirman en el versículo 16 que es El Mesías, el
Hijo del Dios viviente, el ungido, el Redentor prometido; que es Dios. Esta es la confesión
que establece la verdadera iglesia. Si esa confesión no se hace, entonces no tienes una
verdadera iglesia. La iglesia no es un grupo de personas que necesitan una charla
motivacional. No es un grupo de incrédulos a los que les gusta la música. No es una
colección de personas no salvadas que necesitan ayuda para sus adicciones. No son las
personas las que quieren sentir espiritualidad, que quieren experimentar la espiritualidad.
No es una colección de personas que quieren pasar por rituales y tradiciones sin sentido.
Es una asamblea de aquellos que hacen esta gran confesión de fe en Jesús. Personas que
creen que Dios lo resucitó de entre los muertos y que confiesan a Jesús como Señor y
salvador. Es esa asamblea de personas que creen en Su nombre, Juan 20:31, y por lo tanto
tienen vida eterna.

Una iglesia es una reunión de personas que creen en Jesús y dicen con Pedro: "Tú eres el
Cristo", "A quién iremos?, tú y tú solo tienes las palabras de vida eterna." Una iglesia es
un grupo de personas que hacen esta confesión común sobre Cristo. Somos conocidos
por la exactitud y la fidelidad de nuestro conocimiento de Cristo? Cantamos acerca de El.
Oramos y lo adoramos. Predicamos acerca de El. Siempre estamos centrados en Cristo y
nuestra visión de Cristo está completamente informada y confinada por la revelación de
las Escrituras.

Así que, fundamentalmente, la iglesia es una asamblea de personas que hacen esta gran
confesión. Una reunión de incrédulos, con algunos cristianos, es solo una reunión de
incrédulos con algunos cristianos. No es una iglesia. Hoy en día hay personas que hacen

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todo lo posible para reunir a los incrédulos y la llaman iglesia. No es una iglesia. No estoy
en contra de tener un acercamiento a los incrédulos. Estoy de acuerdo con eso, pero esa
no es la iglesia. Necesitas ser parte de la iglesia. Ahí es donde encuentras tu
responsabilidad, tu fuerza; ahí es donde sirves y eres servido. Ahí es donde creces. Ahí es
donde encuentras consuelo. Ahí es donde compartes alegría.

Ahora en SEGUNDO LUGAR, y hay otro fundamento. Llamémoslo la gran comunicación,

la gran comunicación. Está la gran confesión, que define a la iglesia, y está la gran
comunicación. Versículo 17, "Jesús le dijo"... Pedro, después de su confesión en nombre
de todos los demás discípulos creyentes, dijo..." eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente."
Jesús le dijo: "Bienaventurado eres tú, Simón hijo de Jonás, porque la carne y la sangre no
te revelaron esto, sino mi Padre que está en los cielos." La carne y la sangre no te revelaron
esto, sino a Mi Padre que está en el cielo.

¿Cuál es la gran comunicación que define a la iglesia? Volvemos a donde empezamos, la

iglesia tiene comunicación de Dios. ¿Y qué es esa comunicación? No es otra cosa que la
Biblia, nada menos que las Escrituras. La confesión de Pedro vino porque Dios le había
revelado la verdad. Sabes, no obtenemos nuestras órdenes del hombre. La verdadera
iglesia no está dirigida por el Papa. La verdadera iglesia no está dirigida por un colegio
de cardenales. La verdadera iglesia no está dirigida por ningún tipo de grupo de hombres.
La verdadera iglesia no es dirigida por un solo hombre. La Iglesia es una revelación de
Dios que está en el cielo. La iglesia requiere que la Palabra baje del cielo. Esta es la gran
comunicación. Es todo lo que tenemos. Es todo lo que necesitamos. Es todo lo que
queremos.

Supongo que podrías venir un domingo y podría encontrar una manera de leer la guía
telefónica y hacerla interesante. Pero no cambiaría nuestra vida. Supongo que podría leer
un libro muy entendible sobre psicología humana, pero nadie sería transformado por ella,
aunque habría cierto nivel de curiosidad. Nosotros no hacemos eso. Abrimos la única
fuente divina de revelación, la Biblia, y escuchamos a Dios.

El versículo 18 dice: "18 Ahora te digo que tú eres Pedro (que significa “roca”),[f] y sobre esta
roca edificaré mi iglesia, y el poder de la muerte no la conquistará." Esta es una declaración
muy familiar que ha sido durante mucho tiempo un elemento básico en el sistema
católico. Dicen que aquí es donde Jesús hizo de Pedro el primer Papa. Le dice: "Tú eres
Pedro". Eres Pedro, no eres el Santo Padre Pedro; sólo eres Pedro. "Pero sobre esta roca,
construiré mi iglesia."

¿Cuál es el lecho de roca sobre el cual edificará Su iglesia? Creo que es la afirmación de
Pedro: "Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente." La iglesia no está construida sobre

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la supremacía de Pedro. No se construye sobre Pedro, está construida sobre la
revelación de Dios que Pedro creía, ¿de acuerdo? Se construye sobre la revelación de
Dios que Pedro creía. La iglesia es la asamblea de personas que están sujetas al poder y
a la autoridad de la revelación de Dios. Somos las personas que estamos sujetas al
poder y a la autoridad de la revelación de Dios: el Señor edifica Su iglesia sobre la
autoridad de Su revelación divina. Y hay tanta autoridad en esa revelación. El versículo
19 dice: te daré las llaves del reino de los cielos. 19 Y te daré las llaves del reino del
cielo. Todo lo que prohíbas[h] en la tierra será prohibido en el cielo, y todo lo que
permitas[i] en la tierra será permitido en el cielo.

¿Qué es exactamente lo que dice? Te daré las llaves del reino. ¿Qué hacen las llaves?
Abren. ¿Cuál es el ministerio de la iglesia? ¿Cuál es el mandato de la iglesia? El mandato
de la iglesia es abrir la puerta al reino e invitar a los pecadores. Te daré la llave para abrir
la puerta al reino. ¿Cuál es la llave? La llave es la Biblia. Las Escrituras dan toda la verdad
necesaria sobre la entrada en el reino. Te voy a dar la verdad que abre la puerta del reino.

Ahora eso da algún tipo de autoridad independiente para los pastores?, para los
ministros? se la dió a Pedro? No, no. Está diciendo esto: cada vez que funciones con la
Palabra de Dios, funcionas en armonía con el cielo. Ese es el punto. Cada vez que le dices
a alguien que está atado a sus pecados porque ha rechazado el Evangelio. El cielo está
de acuerdo. Cuando le dices a alguien: estás absuelto de tus pecados porque has recibido
el Evangelio, el cielo está de acuerdo. Mientras sean fieles a la Palabra de Dios, operan
con toda la autoridad del cielo. Si una persona se acerca y me dice: "No creo en tu
mensaje. No creo en el Evangelio que predicas." Podría decirle a esa persona con plena
autoridad: "Estás atado a tu pecado y perecerás." Si alguien me dice, "Creo con todo mi
corazón. Me he alejado de mi pecado y he aceptado plenamente a Cristo". No conozco
la transacción divina, no puedo leer mentes, pero sobre la base de ese testimonio, y una
evidencia de una vida transformada como la que sucede con el bautismo, podría decirle
a esa persona: "Estás liberado de tus pecados". Tengo el derecho de afirmar la autoridad
de la Escritura. Esta es nuestra gran comunicación. Esto es todo lo que tenemos. Esto es
todo lo que necesitamos. Y esto es todo lo que queremos. Por eso vienes y por eso
escuchas porque amas la verdad.

Cuando alguien se aparta de la gran comunicación, la revelación divina, está en

problemas. Versículo 23, Pedro sugirió que este era un mal plan, Jesús muriendo. "No,
no, Señor, esto no te va a pasar a ti"-- eso es una desviación de las Escrituras. Jesús se
volvió y le dijo a Pedro: "Aléjate de mí"... Qué?..."Satanás". Cuando te desvías de las
Escrituras, entras en el dominio de Satanás. Acabas de tomar su causa. Cuando alguien se
aparta de la Biblia que es la voluntad de Dios, se va del lado del enemigo de Dios, del

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lado de Satanás. Pero la iglesia, haciendo una gran confesión, y la iglesia que vive bajo la
autoridad de la gran comunicación, la Biblia, es invencible. Regresando, versículo 18,
"Construiré Mi iglesia y las puertas del Hades no la dominarán". La muerte misma no puede
detenerla. Nada puede detenerla. Y entonces digo lo que dije al principio: si la iglesia falla,
sólo puede fallar de una manera. La única manera en que la iglesia puede fallar es no
someterse a la Palabra de Dios. Si la iglesia es fiel a la gran confesión y a la gran revelación
de las Escrituras, entonces Jesús construirá Su iglesia y las puertas del infierno no
prevalecerán contra ella. La iglesia que es fiel a la gran confesión y a la Biblia es invencible
y tiene autoridad. Esta es una declaración que se extiende desde Pedro y los apóstoles,
hasta a quienes el Señor prometió que el Espíritu Santo vendría sobre ellos y traería todo
a su memoria.

En TERCER LUGAR hay un gran contraste. Hay un gran contraste en el versículo 20.
Advirtió a los discípulos que no le dijeran a nadie que él era el Mesías. Qué advertencia tan
extraña. No le digan a nadie que soy el Mesías, dice. ¿por qué? Porque alimentaría sus
expectativas mesiánicas deformadas. Los judíos buscaban un mesías social político y
militar y Jesús no sería eso. Vino por fines espirituales, para la salvación de las almas. Y así
es la advertencia de que la iglesia vivirá en gran contraste con el mundo que la rodea.
Somos un grupo alienígena. Somos ciudadanos de otro reino. Somos parte de otra ciudad
cuyo constructor y creador es Dios.

Así que contrarrestamos los pensamientos de este mundo. No tenemos ningún papel que
desempeñar en el reino temporal, excepto vivir el Evangelio. Somos una comunión
sobrenatural en medio de un mundo natural. Estamos vivos; todos los demás están
muertos. Entendemos; todos los demás son ignorantes. Vemos; todos los demás son
ciegos. Somos extraterrestres en este mundo, extraños. Y nos enfrentamos a este mundo
con el evangelio de Jesucristo. Ofendemos a los pecadores por la naturaleza misma de
nuestro mensaje; los ofendemos. ¿Sabes qué es lo que la gente quiere oír? Prosperidad,
seguridad, comodidad. No ofrecemos eso. Cuéntales sobre el pecado. Cuéntales sobre el
juicio. Cuéntales sobre la inutilidad de su moralidad. Cuéntales sobre el vacío de su
religión. Cuéntales sobre la maldición de la Ley. Cuéntales sobre el infierno. Cuéntales
sobre el fin del mundo. Diles esencialmente que la política no importa, que la economía
no importa, las estructuras sociales no importan. Diles que todos viven con tiempo
prestado. Diles que el fin del mundo se avecina. Cuéntales del pecado condenador de
rechazar a Jesús. Diles que el único camino al cielo es por fe en Él. Diles todas esas cosas.
Eso no es lo que quieren oír. Pero ese es nuestro mensaje. Así que una iglesia es esta
reunión de personas que entienden el gran contraste entre todo en lo que el mundo está
comprometido y en lo que nosotros estamos comprometidos.

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La iglesia es una asamblea de las personas llamadas y redimidas que entienden la gran
conquista (NÚMERO CUATRO). Sólo para seguir con nuestras C’s. La gran confesión, la
gran comunicación (que significa Escritura), el gran contraste (lo que significa que somos
extraterrestres en el mundo), y ahora la gran conquista, versículo 21. "A partir de ese
momento, Jesús comenzó a mostrar a Sus discípulos que debía ir a Jerusalén y sufrir
muchas cosas a manos de los ancianos y principales sacerdotes y escribas y ser
asesinado y levantado al tercer día."
Este es el corazón de nuestro mensaje, no hermanos?. Es la cruz, ¿no? Es la cruz. Ese es
nuestro mensaje. Es la cruz y la resurrección de Jesucristo. Tan pronto como Jesús
presenta la iglesia, presenta Su muerte, porque sin Su muerte, no hay iglesia. Si no lleva
nuestros pecados en Su propio cuerpo en la cruz, entonces no hay iglesia. No hay
creyentes. Nadie se salva, nunca. Debe cargar con nuestros pecados.
Entonces, ¿cuál es el mensaje de la iglesia? Es el evangelio de la cruz y la resurrección.
Todo lo que predicamos, todo lo que decimos encuentra su punto principal en la cruz. Si
predicamos sobre el amor, terminamos en la cruz. Si predicamos sobre la gracia,
terminamos en la cruz. Si predicamos sobre la misericordia, terminamos en la cruz. Si
predicamos sobre el perdón, terminamos en la cruz. Si predicamos sobre el juicio,
terminamos en la cruz. Si predicamos sobre la ira de Dios, terminamos en la cruz. Si
predicamos acerca de la rectitud, terminamos en la cruz. Si predicamos sobre el pecado,
nos lleva a la cruz. Si hablamos de sacrificio, es la cruz; resurrección, la cruz; exaltación,
por la cruz. Fue porque Jesús satisfizo la ira de Dios en la cruz que Dios lo exaltó altamente,
Filipenses 2.

La verdadera iglesia no tiene ningún elemento de entretenimiento en ella. No se trata de

entretenimiento, sino de la cruz. Siempre se trata de la cruz. No tenemos un mensaje
superficial. No nos interesa entretener a la gente. No nos interesa mimar a la gente. Vamos
a la cruz, y cuando vas a la cruz, hablas de juicio y pecado y muerte e infierno. Pero
también hablas de amor, gracia, misericordia, perdón y del cielo.

Ese es el punto principal de nuestra adoración. Así que una iglesia es una asamblea de
personas que no se reúnen para entretenerse, para conseguir una porción del mundo que
está un poco santificado, un poco limpio. Nos reunimos para mirar la cruz, recordarla y
celebrar la resurrección.

Muy bien, (NÚMERO CINCO), sería un gran conflicto. La iglesia es una asamblea de
personas que entienden que existe un gran conflicto. Pedro hace a Jesús a un lado en el
versículo 22 y aquí es donde se demuestra el conflicto. Pedro hace a Jesús a un lado y lo
reprende. Vaya, eso es bastante atrevido. Sabemos que Pedro era el discípulo
atrabancado, impulsivo. Era muy bueno diciendo lo incorrecto en el momento
equivocado. Pero para llamar a Jesús a un lado, "Oye Jesús, ven acá, necesito decirte algo",
y luego reprenderlo. Eso es realmente atrevido.
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" —¡De ninguna manera, Señor! ¡Esto no te sucederá jamás!" Esta no es una sugerencia,
por cierto, esto es un regaño al Hijo de Dios. No va a suceder "No, no, no, no, Señor. No,
lo prohíbo."
versículo 23 y le dijo a Pedro: "Aléjate de Mí, Satanás". ¡Wow! Cualquier cosa que se diga,
defendida por cualquier persona en la iglesia, que va en contra de la voluntad del Dios
está tomando el lado de Satanás, de acuerdo? Me temo que si el Señor estuviera aquí
hoy, podría estar diciendo eso a las personas que son parte de Su llamado. Has tomado
del lado de Satanás? Has tomado la causa de Satanás? Piénsalo! Cualquier cosa contraria
a la voluntad de Dios, cualquier cosa contraria al propósito de Dios nos coloca del lado
de Satanás.
Ahora bien, eso no significa que Satanás se había apoderado de Pedro. Significa que
Pedro se había puesto del lado del que se opone a Dios. Satanás no quiere que el Hijo de
Dios vaya a la cruz; él sabe el significado de eso. "Eres un obstáculo para Mí, porque no
estás poniendo tu mente en el interés de Dios, sino en el del hombre. Estás obstaculizando
mi trabajo". Qué idea tan aterradora. "Estás obstaculizando mi trabajo. Sal de mi camino."
Esto es importante. Es fundamental para la vida de la iglesia confrontar todo lo que obra
en contra del propósito de Dios. Enfrentar todo lo que obra en contra del plan de Dios,
sea lo que sea. Cualquier causa que vaya en contra del propósito de Dios debe ser
confrontada en la iglesia. Obtenemos más de esto en el capítulo dieciocho, sólo un par
de capítulos más tarde, cuando escuchamos a nuestro Señor decir esto, " 15 »Si tu
hermano peca contra ti"... Qué?... " ve a solas con él y hazle ver su falta."; confrontalo acerca
de su pecado. Si se arrepiente, has ganado a tu hermano y has purificado la iglesia. Si no lo
hace, toma dos o tres testigos, vayan con él y si aún no se arrepiente, díle a toda la iglesia
y que toda la iglesia, vaya con él. Y si no se arrepiente, sácalo, sácalo de la iglesia, trátalo
como a un incrédulo”. Sácalo porque los incrédulos en la iglesia contaminan la iglesia.

Pablo escribe a Timoteo en 1 Timoteo 6, guarda la verdad, guarda el tesoro. Advierte a

los ancianos efesios: "Cuidado con los falsos maestros desde adentro, viniendo como
lobos para destrozarte". Por lo tanto, es fundamental para la iglesia que la iglesia luche
contra lo que se oponga a la voluntad de Dios, ya sea falsa doctrina, falsa enseñanza,
pecado, cualquier cosa que venga en contra de la voluntad de Dios. La iglesia necesita ser
tan parecida en la tierra como lo puede ser en el cielo. Porque cuando oramos decimos:
"Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre, venga tu reino, hágase tu
voluntad en la tierra como en el cielo." ¿Dónde va a pasar eso? ¿Cuál es el reino en el cielo?
Bueno, allá Dios es honrado, Dios es glorificado, Cristo es exaltado, la santidad domina, y
todos están en alabanza a Dios. Eso es lo que la iglesia debería ser en la tierra. Deja que
eso suceda en la tierra. Eso significa que la iglesia tiene que estar en guerra; tiene que
estar en un conflicto sin fin con cualquier cosa que vaya en contra de la voluntad de Dios.
Así que no estamos sentados tratando de averiguar cuánto del mundo podemos meter
en la Iglesia. Estamos tratando de hacer todo lo posible para mantenerlo fuera, al mismo

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tiempo que damos la bienvenida a aquellos que quieren ver y experimentar a un pueblo
que adora. Así que esta es una verdadera iglesia. Hacen la gran confesión de Cristo como
Señor. Se someten a la gran comunicación, la Biblia. Viven en gran contraste como una
sociedad alienígena, separada del mundo en el que se encuentran. Se dedican a la
adoración, se centran en la gran conquista de Cristo sobre el pecado en la cruz, y se
enfrentan al gran conflicto de Satanás y el pecado que pelea contra la voluntad y el
propósito de Dios.
Finalmente, lo que marca una verdadera iglesia es un enfoque en la gran consumación.
Versículo 27-28, "El Hijo del Hombre vendrá en la gloria de Su Padre con Sus ángeles y
luego pagará a cada hombre de acuerdo con sus obras." Jesús va a regresar. ¿Crees que
a alguien le importa eso hoy? A la gente le gusta hablar de cosas proféticas que podrían
estar sucediendo en las noticias. Wow! lo que está pasando en el Medio Oriente son las
cosas que estamos leyendo en el Antiguo Testamento! Ciertamente podemos ver algunas
de esas cosas. Pero aquí estamos hablando de otra cosa. Este es Jesús diciendo a Sus
discípulos: "El Hijo del Hombre vendrá en la gloria de Su Padre con Sus ángeles y pagará a
cada hombre de acuerdo con sus acciones." Va a haber un juicio. Va a haber una
recompensa.
¿Vive la iglesia a la luz de la gran consumación? ¿Vive realmente la iglesia, la verdadera
iglesia, buscando y apresurando la venida de Jesús?, lo que en el Nuevo Testamento se
llama nuestra "bendita esperanza". ¿Es eso lo que estás esperando? o ¿Estás esperando a
que Dios te prospere? ¿Qué esperas? ¿Estás esperando a Jesús venir del cielo? Una
verdadera iglesia espera a Cristo.

Entonces, ¿cómo reconoces una iglesia? ¿por su ubicación? ¿sus tradiciones, sus rituales?
¿los buenos sentimientos? ¿Buen servicio de guardería, estacionamiento? No, así no es
como reconoces una iglesia; así no se define una iglesia. La defines de todas estas
maneras espirituales. Este es el tipo de iglesia es la que Dios bendice. Dios construye Su
iglesia.

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