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República Bolivariana de Venezuela

Ministerio Popular para la Educación


Colegio Simón Bolívar Y Giuseppe Garibaldi
Catedra: FSN

Economía Rentista
Petrolera
Venezolana

Profesora : Integrantes :
Lourdes Lunar Santiago Matos
Samuel Mora
Jade Diaz
Alejandro Valderrama
Cesar Acuña
Introducción

Venezuela es un país rentista, en el sentido de que su principal recurso, el petróleo,


genera un ingreso que no tiene contrapartida productiva. Aunque en un comienzo
la renta petrolera viabilizó el programa democrático, el colapso del modelo rentista a
fines de los 70 se tradujo también en una crisis de la democracia.

El origen del término está directamente ligado con la consolidación en las décadas
de 1960 y 1970 de monarquías absolutas y dictaduras militares en países árabes
del Golfo Pérsico y el Magreb. El aumento de las exportaciones de crudo
controladas por el gobierno permitiría una mejor redistribución de la riqueza y un
aumento de la satisfacción popular sin que apareciese una burguesía local crítica a
la intervención estatal en la economía.
Contenido

Modelo rentista petrolero y su importancia

Como sabemos, el tradicional modelo rentista petrolero que ha asignado el


desarrollo venezolano es de vital importancia ya que se soporta fundamentalmente
en la renta derivada de las exportaciones de hidrocarburos, las cuales están
condicionadas por la capacidad productiva de PDVSA y por las realidades del
mercado energético internacional, que define las condiciones en términos de
demanda y precios sustentando al estado de un poder económico autónomo.

Estado rentista es un término usado en política para designar a países


democráticos que aseguran un mínimo bienestar a la población gracias a los
ingresos derivados de importantes actividades económicas no productivas,
generalmente la extracción de petróleo. Según algunos politólogos y economistas,
esta práctica permite limitar las libertades públicas por gobiernos dictatoriales
evitando la aparición de grupos sociales disconformes con el régimen.

Petróleos de Venezuela (PDVSA) y su participación en la


Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP)

Petróleos de Venezuela es una empresa estatal cuyas actividades son la


explotación, producción, refinación, mercadeo y transporte del petróleo
venezolano, dando inicio a sus operaciones el 1 de enero de 1976, apareciendo
en lista global como una de las empresas más grande del mundo sobre la base de
sus ingresos, siendo la segunda en Latinoamérica. Es importante mencionar que
la estatal pública tiene operaciones en Argentina, Paraguay, Uruguay, Ecuador,
Bolivia, Brasil y Cuba.

Por su parte la República Bolivariana de Venezuela posee la totalidad de las


acciones de la empresa que se encuentra adscrita al Ministerio del Poder Popular
para Energía y Petróleo, no obstante la misma cuenta con 24 refinerías en todo el
mundo, 18 de ellas en el exterior y 6 en el país. Entre las instalaciones en suelo
venezolano, destaca la segunda refinería más grande del mundo: el Complejo
Refinador Paraguaná, en el estado Falcón, con una capacidad de procesamiento
de 940.000 barriles diarios de crudo así como en las refinerías de Puerto La Cruz,
con una capacidad de procesamiento de 200.000 barriles diarios y el Palito que
refina 130.000 barriles diarios.
La actual situación económica en Venezuela

Como ya se mencionó previamente el rentístico petrolero es uno de los principales


rasgos de la economía venezolana, esta se volvió irresistible desde que comenzó
a bajar el precio internacional del petróleo a partir del año 2012. La creciente
demanda interna dependiente de las importaciones y, por lo tanto, de divisas y los
cada vez menores ingresos en dólares al país provocados por la baja del precio
del mismo, son la base material del acto inflacionario del Estado.

Por su parte el “bachaqueo”, el acaparamiento y el contrabando constituyen


fenómenos secundarios que agravan la inflación, pero que en primer lugar están
incentivados por ella al volverse más rentables estos productos. En tal sentido, la
actual crisis económica debe ser entendida como el límite del propio capitalismo
rentista venezolano para sostener procesos de inclusión y elevación del nivel de
vida de la clase trabajadora. Además, se asume que el nivel de conflictividad entre
las clases necesariamente aumentaría.

Así mismo los momentos de altos precios condujeron fatalmente a un crecimiento


del tamaño del Estado, y posteriormente cuando los precios bajaban, el país se
hundía en profundas crisis económicas. Por lo tanto el mismo fenómeno de caída
brusca de los precios que siguió cada «boom» petrolero del pasado se está
repitiendo ahora, debido a que se concentraron en su extracción descuidando otras
formas de generación de riquezas para el país.

Evidentemente estos cambios abruptos y circunstanciales del ingreso petrolero


traen como consecuencia el aumento del endeudamiento público con lo cual el
funcionamiento de la economía en su conjunto se vería fuertemente afectada,
provocando una disminución de otros tributos tales como el impuesto sobre la renta,
los aranceles de importación, el impuesto al valor agregado y demás tributos que
en alto grado dependen a su vez del gasto público. Debido a las circunstancias
descritas luce difícil que la producción de crudos de Venezuela pueda recuperarse
sustancialmente en el corto plazo ya que el país no ha realizado las inversiones
necesarias y no es posible mantener el modelo del capitalismo rentístico.
CONCLUSIÓN
Es ya común decir que el modelo económico por el cual ha venido funcionando
Venezuela, está agotado y es necesario cambiarlo debido a que la economía
venezolana esta desde la década de los veinte, determinada por el ingreso
proveniente del negocio petrolero. Este ingreso se origina principalmente no en el
trabajo de los habitantes del país sino en una renta internacional del suelo, obtenida
gracias a la propiedad estatal de los yacimientos petroleros que se exportaban. Por
diversas razones la renta petrolera quedo en manos del gobierno.

Los momentos de altos precios condujeron fatalmente a un crecimiento del tamaño


del Estado, y posteriormente cuando los precios bajaban, el país se hundía en
profundas crisis económicas. Por lo tanto el mismo fenómeno de caída brusca de
los precios que siguió cada “boom” petrolero del pasado se está repitiendo ahora,
debido a que se concentraron en su extracción descuidando otras formas de
generación de riquezas para el país.

Estos cambios abruptos y circunstanciales del ingreso petrolero traen como


consecuencia el aumento del endeudamiento público con lo cual el funcionamiento
de la economía en su conjunto se vería fuertemente afectada, provocando una
disminución de otros tributos tales como el impuesto sobre la renta, los aranceles
de importación, el impuesto al valor agregado y demás tributos que en alto grado
dependen a su vez del gasto público. Debido a las circunstancias descritas luce
difícil que la producción de crudos de Venezuela pueda recuperarse
sustancialmente en el corto plazo ya que el país no ha realizado las inversiones
necesarias y no es posible mantener el modelo del capitalismo rentístico.

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