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Hace unos meses escuche a Gastón Acurio, famoso chef y empresario peruano, decir que
su sueño era hacer que la comida peruana sea tan conocida en el mundo como lo es la
comida japonesa, mexicana o italiana. Qué una pareja en Toronto, o un grupo de amigos
en Houston, digan “let´s go for Peruvian “ y que nadie diga “¿What?. Qué un ejecutivo de
Wall Street se pare en Manhattan y pida un hotdog con salsa Huancaina. Es decir, que la
comida peruana sea tan universal como el sushi, el taco o la pizza.
Me parece extraordinario que Gastón tenga un sueño tan ambicioso, pero me parece más
extraordinario aún que todos los pasos que da este señor vayan en dirección a cumplir ese
sueño, que más parece un objetivo que un sueño.
Gastón abrió su primer restaurante Astrid & Gaston en 1994, pero aproximadamente diez
años después inició su despegue. En los últimos seis años ha abierto restaurantes en
diversas partes del mundo en ciudades como San Francisco, Madrid, Buenos Aires, Sao
Paulo, Santiago de Chile, México DF, entre otros. También ha patentado diversas marcas
como Tanta, La Mar, Madame Tusan, Panchita, etc. “La idea es que haya un restaurante
peruano compitiendo en cada ciudad del mundo,” señaló hace unos años.
Gaston nunca habla de finanzas, ni de utilidades netas, ni de maximizar el valor de su
compañía. El vende una fantasía, un sueño. Es un gran chef, un emprendedor de
primera y un visionario de los negocios. En mi opinión ha creado tres grandes marcas: 1)
Perú, país gastronómico, 2) Acurio, el chef más influyente de ese Perú gastronómico, y 3)
los restaurantes de Acurio, lugar donde se come excelente comida peruana. Gastón es
sinónimo de bueno. Sus restaurantes son un éxito, ha ganado premios internacionales,
Astrid & Gaston están entre los 50 mejores restaurantes del mundo, sus libros de cocina
son reconocidos mundialmente, y encima promueve la comida peruana, la cultura peruana
y hasta la inclusión social en el país.
Hace poco en una reunión hecha para 25 gerentes generales de SABs, el expositor indicó
que él pensaba como Gastón Acurio, el influyente emprendedor nacional, y lo cito, “El
empresario que no logre comprender que la inclusión social debe ser en los próximos cinco
años uno de los principales objetivos de la empresa, se perderá de una inmensa y quizás
única oportunidad de hacer de su empresa una marca reconocida, valorada, respetada y,
por consiguiente, exitosa y floreciente”.
Y por último, no me olvido de la entrevista que le hizo Rosa María Palacios en Prensa Libre
entre la primera y segunda vuelta, donde Gastón hablaba sobre realidad social peruana y
el deber moral de los empresarios de invertir en su país y sacar adelante a este país, etc,
etc, etc. La entrevistadora, lo miraba admirada y hasta le pedía ser candidato a la
presidencia de la república en el 2016.
En resumen, la mayoría de peruanos quiere a Gastón, se identifica con él y quieren
emularlo. Quieren crecer como lo hace él, con valores, con marketing, con un buen
producto y con estrategia. Gastón debe ser una de las personas más influyentes en el
Perú y de hecho, ya ha sido premiado como uno de los chefs más influyentes del mundo.
*http://blogs.semanaeconomica.com/blogs/viva-la-bolsa/posts/gaston-acurio-la-macha-
y-la-bolsa#ixzz1Xrc8DwAs 13 Sep,