Prefacio del Código de Derecho Canónico.

Aldo Torres González.

° Síntesis.
La Iglesia desde años atrás ha puesto énfasis en la importancia de los cánones y las leyes,
mencionando desde los inicios de la historia que el consagrado debe de conocer todos los
canones o que por lo menos tenga una noción de las leyes con sus derechos y obligaciones,
Es por ello, que a lo largo de la historia han surgido acontecimientos fundamentales por eso
se ve la figura de autores de renombre y escritos al respecto, sobre esto se tratara en el
siguiente punto del trabajo, en el apartado de las etapas de la Iglesia.
De manera general destacar lo mencionado en el prefacio sobre la historia del canon ya que
deja ver que es algo importante para el buen funcionamiento y obra de la Iglesia, tanto en la
labor pastoral como en la vida desde la cuestión moral. Por otra parte, para poner énfasis en
la estructuración que se dio en el Concilio Vaticano II llamado a realizar por el Papa Juan
XXIII. Para poder llevar a cabo una buena organización y estructuración del código tanto
con gente especializada sobre el tema y que eran de diferentes partes del mundo desde
cardenales a laicos, se inicia el 20 de noviembre de 1965 con el Papa Pablo VI, además en
una nueva estructura está la cuestión de hacer dos códigos, uno latino y otro oriental.
El código se terminó el 29 de Junio de 1980 y su promulgación dada en 1982, para ir
finalizando, el 25 de Enero de 1983 en el pontificado de Juan Pablo II se promulga el nuevo
código después de su revisión, celebrando el primer anuncio que dio el Papa Juan XXIII.
Destacar el trabajo de veinticinco años a la revisión y actualización, todo sobre el código
siendo inspirado con tinte cristiano respondiendo a la naturaleza de Dios dada a la Iglesia
viendo las necesidades del mundo de hoy, en adelante los pastores podrán llevar a cabo el
ejercicio de los deberes y obligaciones, también castigar los abusos buscando un verdadero
orden desde la cuestión jurídica.

° Etapas de la historia de la Iglesia en relación al derecho.

a. Iniciar con el Papa Celestino con la epístola a los obispos de Apulia y Calabria en el
(429).
b. Concilio IV de Toledo (633) restructurando la disciplina de la Iglesia, liberada del
arrianismo.
c. Con el monje Graciano con una forma de concordia las leyes eclesiásticas, lo que
luego fue llamado el (decreto de Graciano) que contiene la colección de leyes de la
Iglesia a ejemplo del Código de derecho civil de Justiniano.
d. Concilio de Trento con una colección que tuvo como consecuencia el
amontonamiento de las leyes que cayeron en peligro de crisis.
e. Concilio Vaticano I, pidiendo la publicación de una única y nueva elección de leyes,
es por ello que el Papa Pio X reorganiza todas las leyes eclesiásticas.
f. Con la muerte de Pio X su sucesor es el Papa Benedicto XV en 1917 con ello se funda
el código Pio-Benedictino.
g. Posteriormente el Papa Juan XXIII en 1959 llama al Concilio Vaticano II donde se
reformará todo de acuerdo a la realidad que se estaba viviendo y para el bien pastoral.
 Prefacio del Código de Derecho Canónico.
Aldo Torres González.
h. Después de la muerte de Juan XXIII la Papa Pablo VI continua con la obra donde en
ese tiempo se trata el Código de derecho canónico.
i. Para concluir con la revisión y estructuración por parte de la iniciativa del Papa Juan
Pablo II para conmemorar el aniversario de Juna XXIII y será el código que
actualmente se tiene y con el que cuenta la Iglesia.

° Fuentes.
1. Epístola del Papa Celestino a los obispos.
2. Decreto de Graciano. Con ello incluidos los escritos del emperador Justiniano, el libro
Extra de Gregorio IX, El libro sexto de Bonifacio VIII.
3. Colección de Clemente V promulgada por Juan XXII
4. El Syntagma de canones de la Iglesia griega.
5. Código Pio-Benedictino.
6. Código de derecho canónico de 1982 en tiempo de Juan Pablo II.

° ¿Consideras útil el Derecho canónico?

Sí, porque permite que se tenga un orden en la Iglesia tanto en deberes como obligaciones,
es para bien de la Iglesia y para la salvación de las personas, con lineamientos y leyes que
permiten un mejor lineamiento tanto de laicos como de clérigos, siendo para bien pastoral,
moral y de acuerdo al Evangelio al buscar el Reino de Dios de la mejor manera posible, de
lo contrario sino se llevara en práctica la Iglesia en general sería un desorden o no se tendría
un hilo conductor en la labor pastoral de la misma.