Universidad Rafael Landívar

Facultad de Ciencias de la Salud

Campus Regional de Zacapa
Biología I
Lcda. Zoot: Andrea Gillory Gutiérrez Cano
Alumno: Osvaldo José España Cervantes

ENSAYO
Brechas de la Desigualdad en lo Rural

Chiquimula 01 de Mayo del 2019

En Guatemala las poblaciones indígenas son las que viven en condiciones más
precarias, según los índices de desarrollo humano del país y tomando en cuenta
que dos de cada cinco personas guatemaltecas se consideran indígenas,
podemos identificar una alta tasa de pobreza, hablando en términos generales.

Sin necesidad de investigar a profundidad, podemos darnos cuenta que la

población indígena guatemalteca reside en las áreas rurales del país y raramente
se encuentran en las áreas urbanas.

En los últimos años las áreas urbanas han dominado la mayor parte del país,
siendo esto motivo de que algunos expertos consideren estos cambios en la
población, como un incremento en el desarrollo del mismo, pero en realidad esta
es una idea errónea debido a que el analfabetismo, pobreza y desnutrición, siguen
presentes dentro de la población guatemalteca y van aumentando gradualmente
con el pasar de los años.

Anteriormente habíamos mencionado el Índice de Desarrollo Humano (IDH) y este

expresa tres dimensiones básicas del desarrollo, las cuales son: salud, educación
y nivel de vida. Tomando en cuenta todo lo que engloba el IDH, corroboramos que
el aumento de las áreas urbanas no necesariamente es por el desarrollo del país.

Podemos relacionar directamente a la salud con la nutrición puesto que, podemos

definir a ésta como el conjunto de hábitos y procesos relacionados con la
alimentación, y una buena nutrición es un elemento fundamental de la buena
salud. A lo que queremos llegar con estos conceptos es que, si nos fijamos en los
indicadores de pobreza del país, que llega hasta un 64.9 en el departamento de
Huehuetenango, podemos darnos una idea de la clase de alimentación que
poseen los habitantes de estas áreas.

No necesitamos ser expertos en el tema, basta imaginarnos la clase de dieta y el

hecho de que probablemente no solo su ingesta de sólidos esta mal, si no que
incluso el “agua”, si es que podemos llamarla así, es un medio por el cual
podemos contraer millones de enfermedades y que este líquido que en estas
áreas denominan como “agua”, no está purificada como debería y posee un alto
nivel de contaminación y agentes patógenos dañinos para la salud humana.

Según la UNICEF, la pobreza y las dificultades de acceso a una educación, son

consecuencias claras de los problemas nutricionales, pero también son sus
causas. Guatemala es actualmente el sexto país del mundo con peores índices de
malnutrición infantil.

Sabemos que Guatemala es un país de ingresos medios rico en recursos

naturales, pero por la falta de educación, las personas de las áreas rurales no
saben el manejo y la explotación de estas áreas para sacarle un buen provecho a
los recursos que poseen, es decir, en las áreas rurales es donde podemos
encontrar la mayor cantidad de áreas verdes y suelos fértiles, ideales para la
producción de verduras, frutas, etc. Pero por lo general las personas que son
propietarios de estos suelos no conocen la forma correcta de explotación y es aquí
donde los grandes empresarios se aprovechan de la situación y estas áreas
terminan convirtiéndose en centros comerciales, edificios, oficinas, entre otros y
las personas indígenas que habíamos mencionado previamente que son los
habitantes de estas áreas, siguen estando en el circulo vicioso que conlleva la
falta de educación, desnutrición y la pobreza.

Vemos que la educación es un factor de alto impacto en cuanto al tema de

desarrollo humano, lo cual es algo obvio y a mi parecer, es la principal causa de
todos los problemas y deficiencias que el país vive hoy en día.

Si nos damos cuenta ya hablamos de dos de los tres componentes que el índice
de desarrollo humano engloba, el único que nos hace falta es el “nivel de vida”.

Al mencionar el nivel de vida, no puedo evitar imaginarme el medio ideal en el cual

deberíamos vivir todos los habitantes del planeta, puesto que este está diseñado
para poseer un equilibrio perfecto, proporcionando a todos sus residentes lo que
necesitan para tener una alta calidad de vida.

“El objetivo fundamental de la política social del gobierno de Guatemala, es

orientar e integrar las acciones del desarrollo rural integral para generar
empleos, recursos necesarios, erradique la pobreza, la infraestructura básica
y mantener relaciones armoniosas, dentro de un marco de libertades
fundamentales de justicia social equidad y participación ciudadana para
elevar la calidad de vida de la población en general de Guatemala”.

Si tomamos en cuenta lo anterior citado, notamos claramente que los gobiernos

guatemaltecos no han cumplido con la que debería ser su función y obligación
primordial, que es darle a toda la población, sin distinción alguna, una buena
calidad de vida, y aunque esta tal vez no sea la ideal, por lo menos debería ser
digna para una persona.

En el país vemos diariamente casos extremos de personas que luchan segundo a

segundo por sobrevivir un día más, vemos niños que en lugar de estar disfrutando
de su infancia o en lugar de estar en una escuela aspirando a un mejor futuro, se
encuentran en las calles trabajando de sol a sol, sin descanso, sin las condiciones
necesarias para un trabajo, y sobre todo en una edad en donde su única
preocupación debería ser: qué juego van a jugar al día siguiente y no el hecho de
si el siguiente día va a tener un pan que comer o un lugar donde dormir.
Los partidos políticos prometen mejorar la educación, brindar más oportunidades
de trabajo e incluso ofrecer viviendas para las familias más necesitadas. Pero al
final de su gobierno lo único que vemos es que todos los impuestos que como
pueblo pagamos, con la supuesta finalidad de asegurar nuestro bienestar y calidad
de vida, terminan en las manos de nuestros gobernantes invertidos en sus
proyectos personales, o beneficiando a los grandes empresarios siguiendo la línea
de corrupción que Guatemala ha venido viviendo desde hace mucho tiempo atrás.

La población guatemalteca no es en su totalidad corrupta e injusta, y esto lo

hemos visto en las situaciones en donde el pueblo se ha puesto de pie unido y ha
exigido sus derechos. Viendo esto podemos llegar a la conclusión, en la que si
mejoramos la educación mediocre que actualmente vive el país, el nivel de vida
mejoraría de golpe.

Sólo imaginemos que todos los habitantes del país, tanto los de las áreas rurales
como los de áreas urbanas, tuvieran una educación digna, con valores
humanitarios, con una formación histórica de todo lo que Guatemala a pasado y
como ha venido evolucionando con el pasar de los años, para que tengamos una
idea clara de “DONDE VENIMOS” y a “DONDE QUEREMOS LLEGAR”, el cambio
en los intereses como país seria muy notorio y toda la población aspiraría a el
nivel de vida que merecemos con el simple hecho de ser “personas”.

No mas pobreza, no mas analfabetismo, no mas desnutrición es igual a más

empleos, mejor calidad de vida y un país en constante desarrollo que sea
independiente de los otros países más desarrollados.

Me gustaría concluir con este ensayo, remarcando la importancia que tiene una
buena alimentación en el desarrollo, no solo del país, si no a nivel personal,
puesto que estar bien nutridos es lo que nos permite realizar actividades tan
básicas como el caminar o hablar.

Como futuros nutricionistas del país, me gustaría que todos lleváramos como
misión no solo mejorar nuestro nivel socioeconómico personal, si no poder ayudar
a mejorar la calidad de vida de las personas más necesitadas que existen en el
país, sobre todo de los niños y niñas, ya que ellos son el futuro de Guatemala y a
qué podemos aspirar si actualmente ignoramos las necesidades básicas que estos
poseen.

Por último, no está de más recalcar que la naturaleza juega un papel fundamental
en el equilibrio de la vida y es nuestro deber como los seres más inteligentes que
lo habitan, cuidar de su bienestar, aprovechar todos los recursos que nos ofrece,
pero devolverle el favor, ayudándole a recuperarse y mantener una relación de dar
y recibir.