Corporación Unificada Nacional de Educación Superior

Escuela de Comunicación y Bellas Artes

Asignatura: Registro de Audio
Docente: Luis Gabriel Jarro
Estudiante: Alejandro León
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Consecuencias narrativas del sonido empático y

anempático
En el primer capítulo del libro “La Audiovisión” Chion nos demuestra la inseparable relación
del sonido y la imagen, y como el sonido puede Cambiar drásticamente desde la intención
narrativa hasta el significado mismo de lo que nos muestra la pantalla, hace énfasis en el
vococentrismo y verbocentrismo inherente al cine y nos muestra la diferencia entre dos tipos
de sonidos muy importantes para el audiovisual, los sonidos empáticos y anempaticos.

Se da por entendido que los sonidos empáticos son aquellos que van acorde a la situación,
sentimiento o emoción que la imagen nos está mostrando, de otro lado los sonidos empáticos
van en oposición a la imagen o situación representada en pantalla, esto en términos de
intención narrativa es un factor clave en el tratamiento sonoro de una pieza audiovisual, y se
puede ver evidenciado, sobre todo, en la música.

Personalmente me resulta más interesante el uso de música anempática, pues considero que
puede llegar provocar en el espectador una experiencia más memorable e incluso más
impactante, un ejemplo puede ser como en innumerables películas, durante una escena triste,
de desolación o desesperanza, se ambienta con el track de “​What a Wonderful World” ​, sin
embargo el uso excesivo de este recurso ha hecho que el significado mismo de la canción
cambie demostrando que la afectación va en ambos sentidos.

Por otro lado cabe recalcar que si bien el uso de sonidos anempáticos puede resultar más
llamativo no debe ser usado en exceso, ya que de ser el caso el recurso se agota fácilmente y
pierde todo su efecto, así que su eficacia reside identificar los momentos más adecuados y
por otro lado el uso adecuado de los sonidos empáticos, que pueden parecer muy sencillos de
aplicar, pero que fácilmente pueden agotarse y sobrecargar una escena haciendo que el
espectador pierda interés.

Por último cabe recalcar que el silencio también es una opción y no debe descartarse su uso,
que si bien no debe ser necesariamente la total ausencia de sonido (aunque eso tampoco está
fuera de la mesa), si la ilusión de dicha ausencia, que, nuevamente desde el punto de vista
narrativo, puede tener un peso enorme.