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Introducción
Objetivo General
Los participantes han reconocido las ventajas comparativas de la justicia infanto
juvenil restaurativa en relación al logro de la justicia social, de la convivencia
ciudadana, y la restauración de los daños causados a las víctimas, la comunidad y al
propio transgresor.
Objetivos Específicos
1. Se cuenta con una visión de conjunto de la historia de las culturas de infancia: en el
mundo occidental como en nuestros pueblos andino-amazónicos y afrodescendientes.
2. Se reconocen los paradigmas que subyacen a las distintas maneras de considerar a
las nuevas generaciones.
3. Se conoce de forma más precisa lo que se ha llamado el adultocentrismo
característico de nuestras sociedades.
4. Se cuenta con una visión de la significación y de la complejidad de la justicia
infanto juvenil desde el enfoque restaurativo.
5. Se tienen elementos sólidos para orientarse a la remisión como institución jurídica
alternativa a la penal propia del enfoque retribucionista.
6. Se conoce el valor y las exigencias de la labor de mediación de los equipos
interdisciplinares.
7. Se tiene una visión crítica de la normativa del CNA respecto a los derechos a la
opinión, la participación, y la administración de justicia de menores.
Metodología de trabajo
Introducción al tema por los participantes docentes.
Diálogo en grupo y/o directo.
Lectura crítica de textos obligatorios: personal o en grupo.
Video: reflexión crítica de los participantes
Aporte complementario-Síntesis por los participantes docentes.
Ficha de evaluación del desarrollo del Módulo.
PROGRAMA
Trujillo
PROGRAMA
Día Objetivo Contenido Procedimiento Materiales
Sábado 21
de Presentación del
septiembre Curso
9:00 –
11:00 am Analizar las diversas
concepciones de Infancia Trabajo personal
dadas a través de la
Historia y sus 1. Escribe tu concepto de Niño/a, Adolescente, Adulto y Niño/a Trabajador Fichas
implicancias en la relación Paradigmas de
entre Niños, niñas y Infancia Plenario
adolescentes y el mundo Comentarios
adulto. Aporte complementario
Trabajo en grupos:
Historia de la
Lectura: sobre la Historia e Infancia Infancia, de
Leonardo
Plenario Tricculzi
Cometarios
Aporte complementario
Trabajo en Grupo:
2:30 – Lectura sobre los Congresos Panamericanos Congresos
5:30 pm Plenario Panamericanos
Comentarios
Aporte complementario
18:30 a 19:30
pm Valor y exigencia de Nuevas tendencias Lectura del texto
la Justicia Infanto resocializadoras de la Dra. Aida
Juvenil Restaurativa Kemelmajer
19:30 a 20:00
pm Síntesis Ficha de
Evaluación
BIBLIOGRAFÍA OBLIGATORIA
1.- Dr. Jorge Juan Martín Valencia Corominas: “El Viejo Paradigma de la
Penalización de la Delincuencia de Menores de Edad: La necesidad de
implementar políticas para los Mecanismos no Formales de Control Social, Familia
y Escuela”, 2012, Poder Judicial, BID.
2.- Alejandro Cussianovich: “Hacia una justicia infanto-juvenil restaurativa en Perú:
2000-2009”, 2010, Ifejant.
3.- Dra. Mary Beloff: “Medidas socio-educativas en la Justicia Juvenil: de la ley a la
práctica”, 2012, P.Judicial, BID.
4.- Dra. Aida Kemelmajer de Carlucci: “Nuevas Tendencias Resocializadoras para
los Menores de Edad en conflicto con la ley”, 2012. P. Judicial, BID.
5.- Equipo Ifejant-C.Bácares, “Prólogo”, 2012, Justicia Juvenil Restaurativa.
ANEXO
Dr. Jorge Juan Martín Valencia Corominas: “El Viejo Paradigma de la Penalización
de la Delincuencia de Menores de Edad: La necesidad de implementar políticas para
los Mecanismos no Formales de Control Social, Familia y Escuela”, 2012, Poder
Judicial, BID.
RESUMEN
El autor parte de cierto incremento de la violencia juvenil en la Región. Recuerda la
sobrevivencia de la cultura de la DSI y la tendencia al correccionalismo, a la
penalización, como el pandillaje pernicioso, las maras los menores en actos terroristas,
etc. Ello lleva a ver a la familia y a la escuela como dos instancias y mecanismos no
formales de control social. No es ajena a esta tendencia el rol que juegan los MCS
respecto a los menores de edad infractores o en delitos leves o graves.
PALABRAS CLAVE: Violencia juvenil; correccionalismo y penalización; CDN y
Códigos de Infancia y Adolescencia; el rol de la familia: el rol de la Escuela.
ABSTRACT
The author shows us in figures how juvenile violence increases in most of Latin
American countries. He reminds us why the so called Doctrine of Non Regular Situation
is up to now present and living in the social and inner conscience of Society. It could
explain the tendency to correctionalism and to penalism regarding social offenders and
juvenile delinquent. In addition, this conference reminds us the non formal social control
by family, school and Social Communication Industries role.
KEY WORDS: Juvenile violence; Correctionalism and penalty; CRC; Children`s Code;
Family, School and Social Communication Industries role.
El tema de esta noche que voy a conversar con Ustedes, y voy a enganchar con lo que
dijo Mary Beloff, es: El Viejo Paradigma de la Penalización de la Delincuencia Juvenil
en menores de edad y la necesidad de implementar políticas, como son los mecanismos
no formales de control social, como es la familia y como es la escuela.
Argentina
Autoridades argentinas proponen que los menores de 16 años sean imputables
penalmente: “La posición de nuestro gobierno es muy clara, pero no desde ahora, sino
desde hace más de dos años que venimos planteando que el Congreso Nacional avance
en el debate y posterior sanción a la ley de Responsabilidad Penal Juvenil, que incluye
la baja en la edad de imputabilidad para delitos graves, delitos dolosos”. Daniel Scioli1.
Tras un homicidio perpetrado por un adolescente de 15 años en el año 2011, se reabrió el
debate sobre la reducción de la edad de los menores de edad. Al respecto, Marcelo
Romero, fiscal platense, afirmó: “En la Argentina, ser menor de 16 años es tener una
licencia para matar. Lo único que pido es que se debata la edad de imputabilidad (…).
Es increíble la actitud de nuestros gobernantes de negar la realidad criminal. En la
provincia estamos perdiendo olímpicamente la batalla contra el narcotráfico”2.
Colombia
En junio del año 2011, fue aprobado dentro del Estatuto de Seguridad Ciudadana en el
que se establece que aquellos menores que habían recibido la máxima pena debían
cumplir la sanción en su totalidad, no como estaba sucediendo que a los 21 años los
menores estaban quedando en libertad.
Asimismo, una Senadora propuso un Proyecto de Ley en el que la condena mínima sería
de 10 años y la máxima de 15 años de para adolescentes que cometan delitos graves3.
Paraguay
El diputado José López Chávez, propuso la disminución de la edad de responsabilidad
penal a 12 años y la apertura de más "reformatorios" e incluso la utilización de sedes
militares para depositar a los menores infractores de la ley penal4.
Hay esa tendencia de militarizar y les voy a contar lo que pasó a fines de los 90 e inicios
del año 2000.
Perú
1
http://www.lanacion.com.ar/1344213-cristina-discutir-la-baja-de-la-edad-de-imputabilidad-de-los-menores-
es-desviar-el-problema
http://noticias.terra.com.pe/internacional/dirigentes-argentinos-reavivan-polemica-sobre-combate-de-
delincuencia
2
http://m.eltiempo.com/justicia/se-reabre-debate-en-el-pais-para-que-menores-sean-juzgados-como-adultos/.
3
http://m.eltiempo.com/justicia/se-reabre-debate-en-el-pais-para-que-menores-sean-juzgados-como-
adultos/7892689/home
4
http://www.abc.com.py/edicion-impresa/suplementos/judicial/polemica-por--propuesta-de-reducir--edad-de-
imputabilidad-387755.html
Se presentó un Proyecto de Ley con el objeto de modificar la edad mínima de
responsabilidad penal que señala el Código Penal. La propuesta planteó la reducción de
la imputabilidad a los 16 años para los adolescentes que cometan delitos graves como
homicidio simple y agravado, secuestro, extorsión, violación y hurto simple y agravado.
"Es una buena propuesta que discutiremos pronto, para frenar estos casos de sicarios
adolescentes que deben ser castigados como mayores de edad", señaló un Congresista5,
esta propuesta tiene un nombre que todos conocemos.
Uruguay
En abril del año 2011, el Partido Colorado y el Partido Blanco iniciaron una campaña
con la finalidad de recoger firmas para promover la modificación de la responsabilidad
penal de los adolescentes, que implicaría la reducción de la edad de imputabilidad penal
de 18 a 16 años.
En mayo del 2012, el diputado del Movimiento de Participación Popular, Aníbal
Pereyra, propuso bajar la edad de responsabilidad penal de 18 a 16 años6.
5
http://noticias.terra.com.pe/nacional/proponen-que-adolescentes-asuman-responsabilidad-penal
6
http://www.vinculocritico.com/especiales/se-dice-se-comenta/politica/uruguay/se-dice-se-
comenta/delincuencia-juvenil.
En el año 2000, estábamos en Râdda Barnen, integramos una Comisión de Justicia,
(cuando el Dr. Diego García Sayán estaba como Ministro de Justicia) para justamente
reglamentar. Fuimos a observar e informarnos con personal del ejército, estuvimos una
semana trabajando con ellos y constatamos una cosa fundamental: al ejército no viene
para prender cómo se trepa una colina o a correr, limpiar, barrer. Al ejército no se va a
tocar la trompetita y levantarse a las 6 de la mañana y correr. Al ejército se va a para
aprender el uso de armas y armas de guerra. Entonces, Si ibas a mandar a un pandillero,
no para que agarre palos, sino para que agarre fusiles Akm, vas a tecnificar al
delincuente juvenil. Entonces cuando me hablan de instancias militares en América
Latina, estamos por el camino más cerrado. Y la vieja posición de que letra con sangre
entra o a cocachos aprendí, es un tema que merece ser seriamente cuestionado, porque es
un tema cultural, de que la corrección entra a patadas. Eso no es cierto.
Aquellas son básicamente las edades de responsabilidad penal de imputabilidad para los
mayores de edad y de ingreso al sistema de responsabilidad penal entre los 12 y 14 años,
como bien ha señalado la Dra. Beloff.
EDADES DE INGRESO
Argentina 16 18
Bolivia 12 16
Brasil 12 18
Chile 14 18
Colombia 14 18
Perú 14 18
En ese contexto hay dos mecanismos no formales de control social, como son: la familia
y la escuela.
En los últimos 30 años han ocurrido grandes cambios, como dice Giddens, en las
familias producto de la globalización. Vivimos una sociedad tecnológica, pero hoy
hablamos de familias ensambladas, Hablamos de mil cosas que hace 30 años era
imposible hablar. Hablamos de un importante concepto: La Democracia de las
Emociones.
Y para el desarrollo de políticas, y los que trabajamos el tema del derecho de familia
seguimos con una vaga definición, que “la familia es la célula básica de la sociedad y el
estado tiene la obligación de protegerla”. Art. de las disposiciones generales del libro
tercero.
Sin embargo, ¿Dónde están las políticas sociales en favor de la familia? No existen
políticas sociales a favor de la familia, estamos regulando dentro de un esquema todavía
con una fuerte influencia de elementos que no responden a políticas de Estado, sino a
conceptos éticos, y muchas veces religiosos. La familia es un espacio estratégico para el
desarrollo de políticas sociales de prevención y atención. Y es importante desarrollar
programas para prevenir y trabajar con familias disfuncionales.
Hay temas que deben de cambiar en el modelo educativo. Generar con los chicos una
cultura de la autocomposición. Es que vivimos en una cultura hetero impositivas frente
una cultura autocompositiva. En la cultura autocompositiva que es la mediación, la
conciliación, la gente resuelve sus problemas. Sin embargo, si vemos los data que
tenemos, el proceso judicial, es que muchas veces los adultos no tenemos la capacidad
de resolver los problemas y buscamos a un tercero.
Entonces hay que considerar la lógica que hay en culturas diferentes. Por ejemplo,
cuando fuimos a trabajar el tema de conciliación a Puno, un señor me decía: “Pero Usted
por qué viene a traer el tema de la conciliación en Puno, porque uno tiene más estatus
cuando tiene más juicios”, porque obviamente hay una cultura del conflicto, porque
desde chiquitos nos enseñaban a manejar las soluciones con terceros y nosotros no
tenemos la capacidad de comunicarnos.
Hemos hecho una investigación en la Universidad de Lima sobre “Los niños de ayer los
niños de hoy” Una encuesta que se aplicó y es significativa e importante. El 51% de los
niños y adolescentes encuestados manifestó que en su colegio existe maltrato entre los
estudiantes, mientras que el 47.5% manifestó que no. Hecho que evidencia la
problemática denominada bullying o acoso escolar en los colegios.
Ahora, los que somos mayores que Ustedes, ese tema lo hemos vivido desde chicos,
Pero aparte de ser fuerte, era que llegar a la casa y el papá le preguntaba a uno ¿Qué
pasó?, ¿Te peleaste? Sí, me pelee, y ¿ganaste o perdiste? Bueno, fue un empate. ¡Ah!
¿Un empate?, entonces a la academia militar Leoncio Prado para ser fuerte. La idea era
hay que ser fuerte, hay que ser duros.
El 54% de los estudiantes encuestados considera que la mejor manera de corregir una
mala conducta en el colegio es llamando la atención a los alumnos. Los chicos de hoy no
están hablando del castigo físico ni sicológico. Los chicos de hoy plantean alternativas a
la corrección del castigo físico o el castigo psicológico.
Conocimiento de Derechos
Conocimiento de derechos, es un tema importante, y dentro del proyecto tiene que ver
con el conocimiento de derechos para los adolescentes infractores, porque muchas veces
los adolescentes infractores no conocen,
El 97.3% de los niños y niñas y adolescentes encuestados conocían que tenían derechos
y es que actualmente, los menores de edad reciben información sobre sus derechos a
través del colegio, los medios de comunicación y sus padres o responsables de su
cuidado. Pero cuando preguntas ¿Qué tipos de derechos? allí si hay un problema, hemos
avanzado muchísimo, cuando te dicen qué derecho conoces: salud, alimentación
vivienda, educación, Pero cuando le hablas de opinión es uno de los derechos menos
respetado. Casi la mitad de los niños y adolescentes encuestados manifestó que entre los
derechos que menos se respetan está el derecho a la opinión. Porque todavía existe,
como dice Cussiánovich, una cultura adultocentrista. Los adultos somos los dueños de la
verdad, y los niños no tienen el derecho a la opinión y menos un adolescente infractor de
la ley penal tendrá el derecho a la opinión, porque tampoco el juez da a entender que
aquel tiene el derecho a la libertad de opinión.
La Mediación Escolar
Es un mecanismo que debe ser incorporado en la estructura curricular como una práctica
cotidiana y democrática. La democracia no es sólo un sistema electoral de elegir a
gobernantes cada 4 ó 5 años. La democracia tiene que ver con lo cotidiano, y la
democracia de lo cotidiano no comienza cuando se adquiere la mayoría de edad, porque
hoy los niños también son ciudadanos, cuando se tiene los 18 años, es la mayoría de
edad, es la capacidad de ejercicio. Y los niños de hoy tienen que vivir dentro de la
democracia de lo cotidiano, en el colegio, en el barrio, y sobre todo dentro de la familia.
Medios de Comunicación
Hay un tema que me parece fundamental, el acceso de los chicos a los medios de
comunicación. El 77% de los chicos mencionan que ven noticieros en la televisión,
sobre todo de los chicos de sectores medios bajos, ven más noticieros en televisión que
los chicos de los sectores medios altos.
Aproximadamente el 20% afirmó que la información que reciben por parte de estos
noticieros es violenta. Los noticieros de la televisión en el Perú se caracterizan por
mostrar escenas de violencia en todas sus formas. Esta violencia mediática puede influir
de manera negativa sobre los niños, niñas y adolescentes.
Y muchas veces se genera la cultura del antihéroe. Llegan adolescentes que son elevados
a la categoría de antihéroes, pero claro, son muchachos que son psicópatas, pero lo peor
que se le puede hacer al psicópata es levantarle el ego, y los medios de comunicación
cumplen un rol de efecto esquizofrénico, porque por un lado elevan la sensación de
delincuencia, generan un “mayor delincuente”, y por otro, llaman a mayor dureza frente
a todo acto antisocial de los menores de edad. La vieja tendencia, aunque no es tan vieja,
porque el tema de criminalizar a la infancia todavía está pendiente.
El componente del Programa que nos convoca en esta ocasión, es la siguiente:
Establecer un sistema de resocialización de carácter abierto. La mayoría de los
adolescentes en el Perú, son enviados a sistemas cerrados y solamente contamos con un
solo sistema a nivel nacional que es abierto. Claro, pero no hay capacidad, entonces el
juez no tiene la capacidad de aplicar la medida socio educativa de carácter abierta. Y le
da la libertad restringida que es la medida abierta más dura. Entonces entre aplicar la
medida restringida, en un lugar donde no existe que prefieren, pues privarlo de su
libertad.
Cuando fuimos invitados a Cali, Colombia, nos decían que algunos jueces en Colombia
habían creado una solución muy creativa, que era el arresto domiciliario como medida
socio educativa, claro, el arresto domiciliario no es una remisión, es la falta de establecer
un mecanismo para que las medidas se puedan aplicar.
Entonces hay que dejarnos de pensar que nuestro sistema jurídico va a solucionar
nuestros problemas. Hay que tener un enfoque interdisciplinario. Contamos con algunos
elementos pedagógicos que son fundamentales en el proceso de carácter abierto para los
niños, niñas y adolescentes.
Finalmente como dicen: “No hay nada nuevo bajo el sol”. Tenemos ya todos los
elementos y todos los sistemas de cómo los mecanismos de hoy, de tratamiento, no
solamente son uno, sino son muchísimos que podemos aplicar y que eso tiene que ver
con el tipo de infractor de la ley penal acá en el Perú o por lo menos en cualquier país de
la Región.
Muchas gracias.
Alejandro Cussianovich: “Hacia una justicia infanto-juvenil restaurativa en Perú:
2000-2009”, 2010, Ifejant.
Dra. Mary Beloff: “Medidas socio-educativas en la Justicia Juvenil: de la ley a la
práctica”, 2012, P.Judicial, BID.
Conferencia Magistral:
Medidas socio-educativas en la Justicia Juvenil: de la ley a la práctica
RESUMEN
La autora señala las deficiencias del sistema penal cuando se trata de menores de
edad. Sugiere la diversión como un camino que puede ser utilizado para mejorar el
tratamiento penal infanto-juvenil. Insiste en distinguir entre edad penal mínima e
inimputabilidad así como en la importancia de la política social sobre políticas de
criminalidad en relación a las generaciones nuevas. Revertir la tendencia en la
Región que aboga por mayor rigor de la legislación y no por el cambio social, así
como superar la observancia del debido proceso y el garantismo que terminan en
la privación de libertad reproduciendo el tutelarismo. Afirma la importancia del rol
de la pedagogía en materia de justicia juvenil.
ABSTRACT
The author shows us the Penalty Systeme deficiencies when regarding juvenile
justice. It suggets addopting diversion as a good way to face and better how to
deal with penal juvenile affaires. We must distinguish minimum penal age from
unimputability as well as the importance of social policies before criminal policies.
Again to revert the regional tendency to get a more rigorous law instead of a real
social change. At the same time overcome the fulfillment of due process and
warrantism but ending into depriving liberty and reproducing tutelarism. It puts
emphasis on the role of pedagogy in this matter.
KEY WORDS; Human Rights an Children`s Rights; Penalty age; Unimputability;
Socioeducative measures; Ultima Ratio and Alternative measures.
INTRODUCCIÓN
Estoy muy contenta de volver después de quince años. El tema que propone el proyecto
como una de sus primeras, hasta donde puedo saber, iniciativas vinculadas con que es lo
que vamos a hacer con la Justicia Juvenil después de un cuarto de siglo de reformas
legales que Ustedes, supongo, están en el tema y conocen que hemos hablado de los
cambios en la Justicia Juvenil. Me parece que es y está en la cabeza de la agenda de las
asignaturas pendientes y para decirlo de un modo que nos duela más, de lo que hicimos
mal.
La cuestión de convertir el mandato clarísimo del Derecho Internacional de los
Derechos Humanos, de la Convención del Niño y todas las otras normas que nos
planteaban: no usan la privación de libertad para los niños porque es la última valla,
usen otras medidas.
Esa que era una de las reglas escritas en piedras, rígidas, indiscutibles, pero se suponía
que íbamos a hacer a comienzo de los 90, cuando empezamos con el proceso de
reforma en América Latina, no la cumplimos. No hay ningún país en América Latina
que haya podido cumplir con esa obligación. Y nosotros casi 2 décadas después
hacemos hoy con los pobres lo mismo que hacíamos hace 20 ó 30 años. Quizá lo
hacemos con un discurso más adornado, con un discurso de derechos humanos del niño,
con un discurso de garantías, además citamos en nuestras resoluciones a la Convención
Sobre los Derechos del Niño (CDN). Pero lo cierto es que si ustedes sacan una foto de
cómo funcionaba la justicia juvenil en el Perú, en Argentina, en Colombia, cualquier
país de América Latina, hace 25 años, en época donde era hegemónica la escuela tutelar
clásica y sacamos una foto ahora, la foto muestra lo mismo.
Entonces la pregunta es ¿Por qué la realidad no cambió sí cambió completamente la
ley? ¿O no cambió la ley? No una, cambió varias veces. Y no sólo en Perú, sino en
todos los países latinoamericanos. Y no es que cambió un poquito la ley, cambió
sustancialmente. Entonces, cómo es que la ley cambia sustancialmente acompañada por
todo el Derecho Internacional, y sin embargo la realidad no cambió ni un poquito.
A mi parecer ese es el núcleo duro del problema que tenemos en América Latina y que
es hora de hacernos cargo para cumplir con las obligaciones que asumimos hace casi un
cuarto de siglo. En este sentido, que aquel proyecto tome como tema la necesidad de
concentrarse en cómo se hace realidad el mandato de tener medidas no privativas de
libertad para jóvenes es de mucha sabiduría y que ojalá sea exitosa.
Primero, algo que tiene que quedar claro, no tenemos problemas legales en la justicia
juvenil para adoptar medidas de privación de libertad. Si no las adoptamos es, porque
no queremos, o porque que quiero ser misericordiosa con mi gremio (sector justicia),
porque la autoridad administrativa no nos provee de la ingeniería institucional que
permita al juez probar una medida.
Primera cuestión que tiene que quedar claro: No tenemos problemas de marcos legales.
Si ustedes se fijan ahí en su resumen, la densidad normativa del cuerpo jurídico que
obliga a adoptar medidas no privativas de libertad con adolescentes infractores es de las
más densas y más prolíficas de todo el derecho. Hay más reglas que dicen que hay que
adoptar medidas socio educativas no privativas de libertad con niños, que reglas que
ordenan cualquier otra cosa en otro tema.
Entonces, eso nos habla que la comunidad internacional tiene muy claro lo que hay que
hacer, pero vuelvo a lo anterior, nosotros no tuvimos nada claro sobre qué es lo que
teníamos que hacer. Y entonces parecería que el problema no tiene que ver cómo un
juez resuelve cuáles son las normas legales sobre las que podría tomar la decisión de
adoptar estas medidas, sino que al final la realidad se impone sobre el derecho y la
decisión que toma el juez no es de ley sino es de “no tengo programa donde mandarlo”
o “el programa no sirve”. Y esto tiene que quedar muy claro, porque si no siempre van
a pedir reformar la ley, siempre se puede mejorar la ley, pero lo que queda claro en
América Latina, y también la experiencia europea, sobre todo la experiencia española y
alemana, es que la ley se interpreta y si se tiene problema se corrige con la
hermenéutica judicial. Ahora si la realidad no acompaña, por mejor ley que tengamos,
las cosas no va a cambiar.
Con este resumen, que es brevísimo, porque ni siquiera mencioné cuáles son los
tratados que tenemos que abordar: La CDN, las reglas no convencionales como las
Directrices de Naciones Unidas para la Prevención la Delincuencia Juvenil, las Reglas
de Tokio, que también son de los niños, pero constituyen medidas no privativas de
libertad.
Es decir, les diría, agotador el relato de normas que nos dicen: ”no metan preso a un
chico”, tienen que hacer otra cosa. Es más, para meterlo preso la carta argumental que
tiene el Estado es enorme, porque su obligación es no privarlo de libertad. Y eso es un
mandato para los jueces. Si las reglas dicen: No lo meta preso y use alternativas y
nosotros todo el tiempo los metemos presos, estamos incumpliendo con el mandato.
Deberíamos tener razones muy fuertes que justifiquen excepcionalmente cuando sí
tenemos que privar de la libertad a un chico. Pero la práctica latinoamericana es a la
inversa. Por default los chicos siguen ingresando a los centros de privación de libertad.
Reitero, son los mismos que teníamos antes de que cambiáramos las leyes.
1. Aspectos sustantivos:
En lo que es específicamente derecho penal sustantivo, material, penal juvenil, dos
grupos:
Adolescentes penalmente responsables ¿Cuáles son? ¿Qué hacemos? ¿Cómo lo
hacemos con los adolescentes que están en el sistema penal y que son adolescentes
penalmente responsables? Ustedes tienen un sistema penal juvenil en el Código del
Niño y el Adolescente (CNA) de la década del 90 y sus reformas. Pero también, y no
menos importante, es qué hacemos con los niños que no son penalmente responsables.
Este es uno de los agujeros negros que tienen los sistemas penales latinoamericanos. Es
decir adolescentes inimputables. Qué hacemos con los menores de 14, porque no es
que un menor de 14 no comete ningún delito. Estas son dos discusiones diferentes.
Porque una es una discusión que se administra dentro del derecho penal juvenil, para el
adolescente penalmente responsable y la otra no, porque a los otros más chiquitos no
les hacemos un juicio y lo declaramos infundado. Pero eso no quiere decir que no hay
que hacer nada.
Entonces la sociedad se entera que un chico de 13 años cometió un hecho grave y luego
vienen los reclamos porqué no bajan la edad de inimputabilidad, porqué se cometió un
hecho grave y no se hizo nada. Entonces en muy importante que entendamos que sí hay
un montón de medidas que se puedan adoptar, no punitivas ni de castigo, porque no se
hizo un juicio ni se le declaró penalmente responsable, con los chicos que están fuera
del sistema. Estas son dos primeras cuestiones que tenemos que abordar.
2. Aspectos procesales
Todos los problemas que se conocen como problemas no sustantivos sino procesal, de
procedimiento, todo lo que tienen que ver con formas de procesos que permitan
encontrar salidas que eviten que alguien esté preso y eso es toda una discusión. Cómo
se hace, cómo se concreta.
4. Ingeniería institucional
Otro aspecto que voy a presentar muy brevemente, porque no es mi especialidad,
porque están otras personas, es en la ingeniería institucional que tiene que soportar esas
medidas que no existen en América Latina, y lo digo fuerte porque estoy convencida.
No generamos una ingeniería institucional que soporte la nueva legalidad. Por ejemplo,
cuando nosotros en América Latina pasamos del sistema inquisitivo del proceso penal,
al sistema acusatorio, al juicio oral, unas de las cuestiones que se tuvo que plantear fue
que teníamos que cambiar las salas de audiencia y entrenamos a los abogados para que
en vez de trabajar y hacer escritos, pudieran hablar, pudieran discutir, porque habíamos
cambiado la ley radicalmente y para que tuviera impacto la medida hacía falta cambiar
todo, hasta los edificios. Bueno, en la Justicia Juvenil no se hizo nada de eso. Por eso no
tenemos las medidas.
5. Pedagogía
Y por último, y está muy relacionado con lo anterior, la dimensión pedagógica, que
para mí es lo critico, y es donde hay que poner todas las energías. Los abogados
tenemos que dar un paso al costado, y tenemos que dejar en el centro del ring a todos
los saberes pedagógicos para que le pongan contenido a estas medidas socio-educativas,
y para que la sociedad y los jueces vean que sí pueden cumplir con la función
resocializadora.
C.- Edad penal mínima
En cuanto a la edad mínima, yo no voy a desarrollar, simplemente me sirve mucho más
el argumento de que no se puede bajar la edad mínima por todos los motivos que yo
explico ahí, por lo tanto, para responder a las demandas en el sentido de que si hay que
bajar, no solo tenemos que darle argumentos legales, que son todos los que están acá,
sino que le tenemos que mostrar que hay medidas que se pueden adoptar y que son
eficaces con los chicos más chiquitos. Un argumento de principio, y un argumento de
práctica. Por ahí a la gente no le va a interesar tanto lo que dice la CDN, lo que dicen
las Reglas de Beijing, pero sí le va a interesar que uno le demuestre cómo este chico,
que se metió en problemas, y estuvo en este programa , hoy anda muy bien. Y eso es lo
que hay que generar.
Se renuncia a castigar a partir de cierta edad mínima.
– “No debe ser demasiado baja, puesto que deben tenerse en cuenta aquellas
circunstancias que afectan su madurez emocional, mental e intelectual,
considerando que el discernimiento y la capacidad de comprensión de sus
actos están en relación con condiciones históricas y culturales.” (Regla Nº 4
de las Reglas de Beijing)
• Humanidad de las penas. Más castigo para más pequeños sería intolerable desde
un punto de vista humanitario y de justicia.
• Recursos económicos siempre limitados, aplicados en ampliar las políticas sociales
y no en ampliar el sistema punitivo. Más maestros, psicólogos, médicos, profesores
de música, teatro, plástica, etc. en lugar de más cárceles, fiscales, policías, jueces,
etc.
Esta capacidad de posibilidades, que es una cuestión muy técnica, lo que indica que la
medida que se adopte tiene que asegurar un debido proceso legal, aunque sea una
medida administrativa, esa medida tiene que asegurar que el chico tiene que ser
escuchado, se tiene que investigar qué fue lo que pasó, etc.
El segundo argumento importante, es que los delitos que cometen los chicos más
chiquitos son, estadísticamente insignificantes. Además si hay un hecho grave de un
chico, claramente estamos frente a un caso de patología, esto es un caso en el orden de
la salud mental y no del orden de una problemática social. Por ejemplo, el caso de los
niños de Liverpool, hace una década, donde un chico de 8 años y otro de 10 mataron de
forma muy cruel a otro chiquito de 2 años. Un caso porque el Reino Unido fue
condenado por la Corte Europea de Derechos Humanos. Ese caso es el que fue
estudiado, esos dos chicos lo que necesitaban urgente era tratamiento psiquiátrico, el
hecho estaba inscrito en lo patológico, y no en el orden de una problemática social
disciplinaria.
Y en general los hechos graves, que son casi inexistentes, tienen que ver con estas
características. Y los otros delitos que cometen los chicos no son graves, por lo tanto,
no se puede pensar en respuestas punitivas.
La pedagogía es fundamental y la cuestión de la madurez. Las medidas que se adopten
tienen que entender que un chico de 12 años, de 13 años, de 10 años, que claramente
está en una posición existencial cognitiva madurativa, absolutamente diferente que la
de un chico de 16 ó 17 o, sin duda, de uno más grande.
• «25. El Comité opina que es obligación de los Estados Partes promover la adopción
de medidas en relación con los niños que tienen conflictos con la justicia que no
supongan el recurso a procedimientos judiciales, si bien esa obligación no se limita
a los niños que cometan delitos leves, como el hurto en negocios u otros delitos
contra la propiedad de menor cuantía, o a los menores que cometan un delito por
primera vez.» (Observación Nº 10)
• «26. Los Estados Partes deben adoptar medidas en relación con los niños que tienen
conflictos con la justicia sin recurrir a procedimientos judiciales en el marco de su
sistema de justicia de menores, velando por que se respeten plenamente y protejan
los derechos humanos de los niños y las garantías legales» (Observación Nº 10).
Si leen la Observación General Nº 10 del Comité de los Derechos del Niño y el art. 40
CDN, ven que la idea del sistema de Naciones Unidas y del organismo que interpreta la
CDN “evite al chico meterlo al sistema penal juvenil, evite el proceso penal juvenil”.
Puede adoptar medidas, como pasa en el mundo anglosajón. No lo voy a leer para que
no se haga pesado.
Vamos a ver la opción primera, que cuando uno tiene noticia del delito, pero como no
es un hecho grave y dice que es un chico que es primario, lo saco, le doy la chance para
que no tenga el efecto estigmatizador de haber estado en contacto con la policía.
Esta salida ante la Corte, en general en el mundo, es más eficaz en materia de Justicia
Juvenil y tiene acá uno de los máximos especialistas de América Latina, para el Dr.
Schmitz, esto es lo que funciona en el mundo. Evitamos ingresarlo en el sistema penal
juvenil y le damos la chance con algunas opciones de mediación, de conciliación, de
asamblea familiar, que además Perú es un país multicultural y que legalmente
reconocen las posibilidades de solución de conflicto con formas alternas, propias de
las comunidades originales. Me parece que allí hay un territorio riquísimo para explorar
la solución.
P.- Aspectos procesales
Esta idea de la mediación y asamblea familiar surgió en el mundo anglosajón, es el
único caso, hasta donde conozco, donde la institución no occidental, que es la asamblea,
la mediación colectiva, la tomó el derecho occidental principal del país. No es que se
aplique solo para los maoríes, o solo para los chicos de poblaciones originarias.
La ley penal juvenil del Reino Unido, en Australia, Nueva Zelanda, tomó esta
institución para todos los niños del país, pero su origen era como práctica alternativa,
entonces acá tienen una posibilidad enorme.
1) Adopción de medidas sin recurrir a procedimientos judiciales. Entonces, la
Convención dice: “Adopte medidas sin procedimiento judicial”. La Observación
General Nº10 que comenta la CDN. y acá hay un tema complicado, no sólo para delitos
leves. Por ejemplo, lo que serían delitos contra la propiedad, o tampoco sólo para
primarios, una cosa que se hace con las mediaciones, sólo para delitos muy leves. ¡NO!
Se pueden ampliar las posibilidades, no estoy hablando de violencia de género. No
estoy hablando de delitos contra la vida. Pero puede ser que el chico sea reincidente, y
que igual haya una chance, porque está en otra etapa de la vida, porque la maduración,
los chicos cambian mucho, entonces hay que tener una mirada más amplia.
2) Una cosa es que ustedes tienen la noticia “criminis” y sacan el caso. Otra cosa es lo
procesal que empieza el proceso. Hay una denuncia, se avanza un poquito, y entonces,
antes ¿Qué hacíamos? Los sistemas inquisitivos tradicionales, una vez que se ponían
en marcha el proceso por una regla que se llama el principio de la “legalidad” procesal,
no se podía parar. Igual que iba la víctima pedía “no avance, no me gustaba esa
cartera, menos mal que me la robó”. No se podía parar. Eso cambió, y entonces hay
diferentes formas de salida.
Una forma es la que está en las Reglas de Beijing, que se llama remisión, que está en el
Código de la Niñez. Técnicamente la remisión es una expresión que en derecho
procesal se llama principio de oportunidad reglada. Es un poco técnico pero es
importante que lo distingan. La remisión no es un invento de los Derechos del Niño,
como a veces parece, es simplemente la posibilidad que se da al fiscal de ejercer de
manera discrecional la acción penal. Entonces, el fiscal dice “me entere de esto, ya
tengo el expediente, lo avanzo o lo quito”. Eso es la remisión. No es lo mismo, que
casi ni siquiera ingrese, eso ya está formalizado en el proceso.
3) Otra opción que tenemos, además de la remisión, es la suspensión de proceso prueba. Se
avanzó un poquito, hubo un procesamiento, hubo un indagatorio, el chico ha padecido
un poco los efectos del proceso penal, pero en un momento el fiscal, el juez o la defensa
lo pide “podemos parar”. Eso es otra medida que tiene otras características, se llama
suspensión del proceso a prueba. Si anda bien, como si nada hubiera pasado. Si no anda
bien, se retoma todo el proceso.
4) Para el juicio abreviado, mi posición es que no hay que usarlo en el sistema de Justicia
Juvenil. Es negociar con la fiscal. ¿Cuánto tiempo va preso el chico? con que finalidad
pedagógica o socioeducativa se le manda el mensaje al chico que todo se compra y se
vende, ¿hasta lo penal?
Y por último, hacer que la cuestión penal juvenil se integre a la discusión general a
los derechos humanos del niño.
Una sociedad que piensa más en castigar a sus jóvenes que en generar las condiciones
para que ellos crezcan y se desarrollen al margen del delito y la violencia revela una
miopía severa y compromete seriamente su futuro.
Extender la responsabilidad penal de los más jóvenes sin concretar políticas preventivas
y de reintegración social seguramente tendrá efectos sobre la inseguridad: aumentarla al
reproducir la exclusión, la marginalidad y la violencia que desde siempre han definido a
la justicia penal de adultos.
De este modo de convertir la prevención del delito juvenil en lo importante y en no
reaccionar de final, una vez que es tarde y el chico ya cometió el delito, y sobre todo si
es un delito grave.
Muchas gracias.
Dra. Aida Kemelmajer de Carlucci: “Nuevas Tendencias Resocializadoras para los
Menores de Edad en conflicto con la ley”, 2012. P. Judicial, BID.
RESUMEN
La autora critica el sistema penal judicial en los supuestos en los que personas menores
de edad están involucradas. Propone desjudicializar algunos procesos, y aclara que no
equivale a desjuridizar, en tanto la defensa y el resto de las garantías constitucionales
son absolutamente necesarias en todo tipo de tramitación. Insiste en que adultos y
menores de edad no pueden ser equiparados, pues éstos requieren un plus de protección.
Señala que la JR presupone actuar conforme los métodos de la democracia deliberativa.
Plantea las cuatro “R” (responsabilidad, restauración, reintegración y reconciliación)
como ejes de la justicia penal juvenil.
PALABRAS CLAVE: Justicia especializada; JR y Democracia deliberativa; Asesoría
especializada; Tipo de jueces; Reconciliación; Probation. (Suspensión del juicio)
ABSTRACT
The author makes a founded critic to dominant penalty system when it regards juvenile
people. She distinguishes between to take away from the penalty system
(desjudicializar) and to get free of the adult way of being judged (desjuridizar). There is
a valid critic to match adulthood to childhood as being equal. It reminds us that juvenile
restorative justice supposes to be acting on the basis of a deliberative democratic
system. Finally, it points to responsibility, restoration, reintegration, and reconciliation
as main goals to be achieved in juvenile justice.
KEY WORDS: Specialized justice; juvenile restorative justice; Deliberative
democracy; Specialized assistance; Kind of judges; Probation; Reconciliation.
______________________________________________________________
1. Introducción
Mi agradecimiento a los organizadores de este encuentro, porque nos permiten
intercambiar experiencias sobre un tema tan importante para América Latina. Hace
algunos años escribí un libro sobre Justicia Restaurativa. Ese libro fue el resultado de
una investigación que hice en la Universidad de Boloña, Italia. A partir de ese
momento, comencé a creer que otras vías alternativas al proceso judicial formal son
posibles para los infractores menores de edad; ese convencimiento es el que pretendo
trasmitir a ustedes en esta breve intervención.
Para ubicarnos en la temática, es oportuno recordar las palabras de uno de los
grandes escritores de América Latina, Eduardo Galeano, quien dice: “Según las
estadísticas, hay setenta millones de niño en estado de pobreza absoluta, y cada vez hay
más en esta América Latina que fabrica pobres y prohíbe la pobreza.” “Entre todos los
rehenes del sistema, ellos son los que peor la pasan.” “La soledad los exprime, los
vigila, los castiga, a veces los mata; casi nunca los escucha, jamás los comprende”.
La prensa cotidiana confirma el mensaje. Así, el Diario El Tiempo, de Piura, del 11
de noviembre 2012, publica la siguiente noticia: “Los efectivos interceptaron la moto,
pero solo capturaron al menor; los otros dos huyeron entre los arbustos con el dinero
robado a una empleada de un negocio que había cobrado ese día”. Dos datos de esta
noticia son frecuentes: (a) el menor infractor comienza su “carrera” con un hurto; se
trata, casi siempre, de una “guerra entre pobres”; (b) el único que queda detenido es el
adolescente; los adultos escapan.
En efecto, es muy preocupante que una persona del común de la gente se refiera a un
menor infractor como un “irrecuperable”; después de todo, esa palabra era usada por
Franz von Liszt cuando decía:“La sociedad debe protegerse de los irrecuperables, y
como no podemos decapitar y ahorcar, y como no nos es dado deportar, no nos queda
otra cosa que la privación de libertad de por vida”.
7
CSN, 7/12/2005, Maldonado, Daniel, LL 2006-C-288, JA 2006-II-581 y Rev. D de Flia. 2006-III-11
8
S.C. G. 147; L. XLIV - "García Méndez Emilio y Musa Laura s/ causa nº 7537" - CSJN - 02/12/2008
por el reconocido jurista argentino Emilio García Méndez, a favor de una importante
cantidad de adolescentes infractores detenidos en destacamentos policiales. Otra sala de
la Corte de Casación penal (distinta a la que había justificado la pena a perpetuidad),
integrada por la prestigiosa magistrada Ángela Ledesma, hizo lugar a la acción
deducida; sostuvo que la detención de estos jóvenes en las comisarías violaba el sistema
constitucional y, fundamentalmente, el interés superior del niño, principio rector de la
Convención Internacional. Recurrida la decisión, la Suprema Corte de la Nación
confirmó la anti-juridicidad de la situación. Ahora bien, una de la juezas, la Dra.
Carmen Argibay, dijo: si por efecto de esta sentencia, dejamos a estos jóvenes libres, en
la calle, sin protección alguna, más de uno de ellos aparecerá muerto, en uno o dos días.
Obviamente, es ilegal e inconstitucional que estos jóvenes estén detenidos en las
comisarías, que no tengan juicios, ni garantías, ni condena, ni absolución. Pero no se
trata de simplemente, dejarlos libres, sin tomar medida alguna, porque esa libertad
puede llegar a ser muy parecida a una “condena de muerte”.
Siendo esto así, parecería que en el sistema penal formal de justicia “nadie gana
y todos pierden”. En efecto:
–Pierde el ofensor, porque ingresa a un sistema estigmatizador que no lo reconcilia
consigo mismo, lo aleja de sus afectos, y continúa siendo un excluido de la sociedad.
–Pierde la víctima, porque no tuvo participación alguna en el proceso; por el contrario,
se la consideró una intrusa y, consecuentemente, si fue oída, fue como un mero testigo.
–Pierde el Estado, porque gasta ingentes sumas de dinero en un sistema ineficiente, que
no recupera a nadie.
–Pierde la sociedad, porque contamina su cuerpo con sentimientos de injusticia,
infelicidad e inseguridad. Estos son los sentimientos que se generan en cada habitante
que mira las noticias por TV, ve qué infracción cometió este menor, y protesta porque
no se tomó medida alguna.
En definitiva, perdemos todos.
3. Una primera toma de conciencia: los incumplimientos de los tratados
internacionales cuestan dinero.
Frente a esa pérdida general, ¿qué hay que hacer?
En primer lugar, hay que ser consciente de que el defectuoso funcionamiento de
la Justicia es, sin eufemismos, el incumplimiento de la Convención de los Derechos del
niño. Como es sabido, la Convención creó un sistema de seguimiento para verificar si
los países que la ratificaron cumplen o no. Esos seguimientos han detectado
incumplimientos que, en los hechos, han traído como consecuencia condenas al Estado
impuestas por el sistema regional de Derechos Humanos. O sea, la gravedad de los
incumplimientos está generando responsabilidades internacionales. Perú ha sido
condenado más de una vez por la Corte Interamericana de Derechos Humanos;
Paraguay, Argentina y otros países de la región no se quedan atrás. Estas condenas
afectan el presupuesto del Estado; aunque sea por esta razón, porque cuesta dinero,
habría que empezar a preocuparse por cumplir con la Convención Internacional de los
Derechos del Niño.
4. Otra verdad a gritos: las personas menores infractoras de la ley deben tener
mayores garantías que los adultos, cualquiera sea la sede del procedimiento.
Véase el siguiente caso: una persona menor de edad es detenida por alterar la
tranquilidad en la vía pública, con insultos a amigos y a la policía durante una discusión
acalorada. Esta conducta puede ser calificada de “falta”. Conforme el Código de Faltas,
es posible ser detenido por la policía y la sanción también puede imponerla la autoridad
administrativa. En el caso, el adolescente renunció a la designación de un abogado;
finalmente, se lo sancionó con seis días de arresto, redimibles por multa de $ 5 pesos
diarios. Él no tenía dinero para pagar la multa, razón por la cual quedó detenido. Al
resolver el recurso interpuesto por el adolescente, la Corte9 razonó del siguiente modo:
(i) la llamada “jurisdicción administrativa” es legítima, siempre que exista
posibilidad de control judicial pleno.
(ii) La renuncia a un abogado ante la autoridad policial, prevista en el código de
faltas, en general, es válida en los procesos en los que intervienen adultos. En cambio,
jamás puede serlo cuando está implicado un menor infractor; en ese caso, la renuncia a
un abogado frente a la autoridad policial es nula.
“La validez de la renuncia al asesoramiento letrado de un detenido en una
comisaria no puede ser admitida en forma irrestricta. Más aún, cuando esa
manifestación de voluntad proviene de un menor de edad a la fecha de su detención,
que presumiblemente no conoce sus derechos, o bien, no está en condiciones de
reclamar por ellos. En esa situación, el deber de asegurar el efectivo ejercicio de los
derechos recae sobre la propia autoridad estatal. Los niños poseen los derechos que
corresponden a todos los seres humanos, menores y adultos, y tienen además derechos
especiales derivados de su condición a los que corresponden deberes específicos de la
familia, la sociedad y el Estado (Corte Interamericana de Derechos Humanos,
Condición Jurídica y Derechos Humanos de los Niños, párr. 54)”.
Bien dice una autora italiana que ha trabajado mucho sobre Justicia Juvenil: “No
es posible equiparar el menor imputado al adulto sin incurrir en la violación del derecho
fundamental del principio de igualdad”. En efecto, el principio constitucional de
igualdad obliga a tratar igual a los iguales, pero los menores infractores no son iguales a
los adultos; consecuentemente, a ellos debe dárseles una protección mayor. Las simples
garantías de los adultos son insuficientes.
5. Dos temas relevantes
9
CSN 5/10/2010.
Para empezar a cumplir con los tratados internacionales, como mínimo, hay que
tener en cuenta dos temas relevantes vinculados a: (i) las penas privativas de libertad;
(ii) el sistema formal de justicia y los métodos alternativos.
A) Las penas privativas de libertad como último recurso.
Conforme la CDN y otros documentos internacionales, la pena de prisión debe ser
utilizada sólo como último recurso.
Así, el art. 37 de la CDN ordena a los Estados velar porque: ……..b) Ningún
niño sea privado de su libertad ilegal o arbitrariamente. La detención, el
encarcelamiento o la prisión de un niño se llevará a cabo de conformidad con la ley y se
utilizará tan sólo como medida de último recurso y durante el período más breve que
proceda.
Por otro lado, las Reglas de Pekín disponen:
17.1 b): "Las restricciones a la libertad personal del menor sólo se impondrán
tras cuidadoso estudio y se reducirán al mínimo posible".
19.1: "El confinamiento de menores en establecimientos penitenciarios se
utilizará en todo momento como último recurso y por el más breve plazo posible".
Además, las Reglas de las Naciones Unidas para la protección de los menores
privados de libertad dicen:
Regla 1: "El encarcelamiento deberá usarse como último recurso",
Regla 2: "La privación de libertad de un menor deberá decidirse como último
recurso y por el período mínimo necesario, y limitarse a casos excepcionales"
Al parecer, ¡Normas no faltan!
La siguiente pregunta es: ¿ninguna medida si no es la prisión? ¿O mando preso o
no hago nada?
El Código Penal argentino regula una figura jurídica, denominada comúnmente
“probation”, o suspensión del juicio a prueba. Se ha discutido, si esa probation se
aplica o no a los menores infractores.
¿Qué dice la norma?
El art. 76 bis dispone: “El imputado de un delito de acción pública reprimido
con pena de reclusión o prisión cuyo máximo no exceda de tres años, podrá solicitar la
suspensión del juicio a prueba. Al presentar la solicitud, el imputado deberá ofrecer
hacerse cargo de la reparación del daño.
Adviértase la similitud con algunas técnicas propias de la justicia restaurativa: el
juicio se suspende, pero la víctima, esa persona que normalmente no aparece en el
sistema penal formal, debe tener algún tipo de compensación. Este camino, muy
probablemente, convierta ese “enemigo” de la Justicia (la víctima absolutamente
insatisfecha porque el sistema penal formal normalmente no la escucha) en un
colaborador de la justicia.
La “probation” exige al infractor de la ley penal hacerse cargo de la reparación
del daño, por supuesto, en la medida que sea posible, sin que ello implique confesión ni
reconocimiento de la responsabilidad civil correspondiente. O sea, el imputado puede
estar tranquilo; su “trato” con el sistema, la reparación de la víctima, no implica
ninguna otra consecuencia perjudicial para él.
La norma sigue diciendo: “El juez decidirá sobre la razonabilidad del
ofrecimiento en resolución fundada. La parte damnificada podrá aceptar o no la
reparación ofrecida, y en este último caso, si la realización del juicio se
suspendiere, tendrá habilitada la acción civil correspondiente. Si las circunstancias
del caso permitieran dejar en suspenso el cumplimiento de la condena aplicable, y
hubiese consentimiento del fiscal, el Tribunal podrá suspender la realización del
juicio.”
El requisito del consentimiento del fiscal puede ser una fuente de problemas. A
veces, las figuras innovadoras fracasan porque quienes deben instrumentarlas son
personas que ejercen el Ministerio Público aferrados a los viejos esquemas, olvidándose
que no hay país en el mundo que pueda perseguir todos los delitos que se cometen; en
suma, funcionarios que cierran los ojos a la realidad, pues ignoran que, en el camino
que eligen recorrer, una gran cantidad de causas se archivan, sin tomar medida alguna,
por prescripción de la acción penal.
¿Qué más dice este artículo del código penal argentino?
“Si el delito o algunos de los delitos que integran el concurso estuviera
reprimido con pena de multa aplicable en forma conjunta o alternativa con la de
prisión, será condición, además, que se pague el mínimo de la multa correspondiente”.
“El imputado deberá abandonar en favor del Estado, los bienes que
presumiblemente resultarían decomisados en caso que recayera condena”.
Esta también es una especie de reparación civil.
“No procederá la suspensión del juicio a prueba cuando un funcionario
público, en el ejercicio de sus funciones, hubiese participado en el delito”.
“Tampoco precederá la suspensión del juicio a prueba respecto de los delitos
reprimidos con pena de inhabilitación”.
La mera lectura de la norma indica que, a diferencia de lo que sucede con el
funcionario público, no existe prohibición para que proceda cuando el delito se
atribuye a una persona menor de edad.
Por otro lado, señalo que en la misma oportunidad en la que se introdujo la
figura de la suspensión del juicio a prueba, otra figura fue incorporada al código penal
al regular los requisitos de la condena condicional.
Se trata del art. 27 bis del Cód. Penal que dice: “Al suspender condicionalmente
la ejecución de la pena, el Tribunal deberá disponer que, durante un plazo que fijará
entre dos y cuatro años según la gravedad del delito, el condenado cumpla todas o
alguna de las siguientes reglas de conducta, en tanto resulten adecuadas para prevenir
la comisión de nuevos delitos”
Es fácil advertir que varias de esas reglas de conducta son muy parecidas a las
que se propician desde la Justicia Restaurativa. Véase:
1. “Fijar residencia y someterse al cuidado de un patronato”. Eso es derecho penal
tradicional.
2. “Abstenerse de concurrir a determinados lugares o de relacionarse con
determinadas personas”. Esta medida es muy frecuente en los delitos de
violencia familiar. Ejecución condicional de la pena, pero… no se acerque a la
escuela a la que concurre su hijo o a la oficina donde trabaja su esposa.
3. Abstenerse de usar estupefacientes o de abusar de bebidas alcohólicas”. Esta
medida es fundamental en muchos casos en los que intervienen menores
infractores.
4. Asistir a la escolaridad primaria, si no la tuviere cumplida”. Cuántas veces, la
educación aleja a un adolescente de la carrera del delito.
5. “Realizar estudios o prácticas necesarios para su capacitación laboral o
profesional”.
6. “Someterse a un tratamiento médico o psicológico, previo informe que acredite
su necesidad y eficacia”.
7. “Adoptar oficio, arte, industria o profesión, adecuado a su capacidad”.
8. “Realizar trabajos no remunerados en favor del estado o de instituciones de bien
público, fuera de sus horarios habituales de trabajo”.
¿Cuál es la razón por la que estas medidas no pueden ser aplicadas a los
menores infractores?
En el año 2006, la Corte Suprema de Justicia de la Nación abrió la puerta a la
aplicación de esta figura también a los menores infractores10; lo hizo de forma indirecta,
al declarar que la decisión de los jueces inferiores que habían rechazado su aplicación,
carecía de motivación suficiente. Es lamentable que el Superior Tribunal de la Nación
destine tiempo y esfuerzo para decir que sentencias referidas nada más y nada menos
que a adolescentes infractores de la ley, no están suficientemente motivados y por eso
son arbitrarios.
Después de esta decisión, los Superiores Tribunales de provincia siguieron, en
general, la posición afirmativa. Así por ejemplo se ha resuelto:
“Cabe revocar la decisión que denegó la suspensión del juicio a prueba
solicitada por dos imputados adolescentes por no haber ofrecido reparación económica
razonable a las víctimas, pues soslaya que los imputados son menores de edad, y que el
marco que regula la suspensión del juicio a prueba de niños y adolescentes se encuentra
en una ley especial que guarda armonía con los pactos internacionales con fuerza
constitucional (ley de Neuquén 2302)”11.
Adviértase la importante apertura del tribunal neuquino. El artículo dice “el
imputado deberá ofrecer hacerse cargo de la reparación del daño”. Los jueces de
grado rechazaron la probation porque los adolescentes no cumplieron ese recaudo. El
10
CSJN – 31/10/2006, “R. M., J. L. s/ causa N° 3202” –
11
TS Neuquén, 16/10/2008, La Ley Patagonia 2009-744.
Superior tribunal provincial, en cambio, hizo un giro de 180 grados en la
argumentación: los menores infractores no tienen igual posición que los adultos
infractores; lo que puede reparar un menor infractor no es lo mismo que lo puede
reparar un adulto; no se puede aplicar un artículo a los menores infractores como si
fuesen adultos; el artículo se aplica, pero hay que hacer una relectura del texto y
flexibilizar el requisito.
Por su parte, el Superior Tribunal de Córdoba12 afirmó que el artículo se aplica
en abstracto, pero en el caso no correspondía, pues el juez estaba convencido de que el
adolescente sería absuelto, en tanto las medidas tutelares habían sido exitosas y, en
consecuencia, para el menor infractor, el régimen específico era más favorable que el
genérico del Código penal.
Ese mismo tribunal de Córdoba ha decidido que “Cuando la suspensión del
juicio a prueba es solicitada a favor de menores de edad, el análisis que debe
realizarse para pronosticar una eventual condena condicional debe enmarcarse dentro
de la escala penal reducida en la forma prevista para la tentativa (art. 4 ley 22.278),
pues una interpretación que no considere la última de las normas mencionadas, lleva
aneja un ensanchamiento de la punibilidad, contradictoria con el paradigma que
proclama un régimen penal juvenil orientado a respuestas no punitivas13.
O sea, la figura del Código Penal se aplica, pero los requisitos de cumplimiento
(en este caso, cálculo de la pena) deben ser analizados a la luz de la ley penal de
Menores (más favorable) y no del régimen aplicable a los adultos (menos favorable).
Entre las mayores garantías para los menores infractores, la Corte Interamericana de
Derechos Humanos14 menciona la “posibilidad de adoptar medidas sin recurrir a
procedimientos judiciales y, en el caso de que un proceso judicial sea necesario, se
disponga de diversas medidas, tales como: (i) asesoramiento psicológico para el niño
durante el procedimiento, (ii) control respecto de la manera de tomar el testimonio del
niño, y (iii) regulación de la publicidad del proceso. Estos tres recaudos fueron exigidos
por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos en su pronunciamiento del 16-12-1999,
decisión que recoge el trágico caso de dos niños ingleses de algo más de diez años que
mataron a una criatura de 2 años (James Bulger) en Liverpool, en 1993.
Obviamente, estos tres requisitos tienen otro presupuesto indiscutido, cual es que el
proceso judicial debe ser llevado adelante por un juez “especialista”.
¿Qué recaudos debe cumplir ese juez especialista?
12
TSJ de Córdoba, 29/9/2006, Foro de Córdoba n° 112, 2006, pág.166.
13
ST Córdoba, sala Penal, 17/2/2011, Orellana, La Ley Córdoba 2011-519.
14
Corte Interamericana de Derechos Humanos: Caso "Instituto de Reeducación del Menor vs.
Paraguay", sentencia del 2-9-2004, Serie C N1 112, párr. 211.
En la Argentina, hay jueces de todo tipo: malhumorados, soberbios, vengativos,
distantes, perdidos, que sienten sobre sí todo el peso del mundo, cansados,
irresponsables, “buenos padres de familia” (que olvidan la norma jurídica), etc. Al lado
de esos magistrados, hay también “jueces de los hechos y de las personas”; esos que
conocen el derecho, que analizan en profundidad los hechos y la prueba, que se nutren
del consejo de otras ciencias y que no olvidan que no resuelven “casos”, sino
situaciones que pueden marcar profundamente la vida de una persona. Pues bien,
aunque todos los jueces, o la mayoría se incluyeran en esta última categoría, el sistema
formal necesita cambios.
CONCLUSIONES PROVISORIAS
La conducta irregular de los adolescentes compete no sólo al sistema legal
sino a toda la comunidad.
La solución debe ser solidaria, de inclusión; no puede ser “quirúrgica” o de
exclusión, pues “los problemas sociales no se extirpan, se tratan; no se erradican
ni se eliminan, sino que se interviene socialmente en ellos”15.
Nada de lo dicho es una novedad ni significa destruir el sistema judicial
existente. Albert Einstein, que sí fue un creador, decía: “Crear una nueva teoría no
consiste en destruir el viejo granero y levantar un rascacielos en su lugar. Es más bien,
escalar una montaña, ganando perspectivas nuevas y más amplias, descubriendo
contactos inesperados entre nuestro punto de partida y el rico paisaje que se revela a
su alrededor. Pero el punto de partida del que partimos sigue existiendo y puede ser
visto, aun cuando aparezca más pequeño y haya pasado a ser una parte pequeña de
nuestra más amplia perspectiva que hemos ganado al superar los obstáculos de nuestro
camino, pleno de aventuras, hacia la cumbre”.
Tengamos pues, mucho cuidado. Las mejores ideas pueden fracasar, sea porque
no se las dimensiona en la práctica, sea porque las llevan adelante personas que no están
capacitadas. Recordemos, con los ingleses que “Para producir el cambio, hay que estar
seguro que no estamos tirando el niño junto con el agua de la bañadera en la que se está
bañando” (to be sure that they do no throw the baby out with the bathwater).
El cambio no es fácil; como dije, exige de muchos actores sociales coordinados.
No obstante, no hay que bajar los brazos. Decía uno de los grandes pensadores
argentinos del siglo XX, José Ingenieros, “Sin entusiasmo no se sirven hermosos
ideales; sin osadía no se acometen honrosas empresas. Un joven escéptico está
muerto en vida para sí mismo y para la sociedad. Un entusiasta expuesto a
equivocarse es preferible a un indeciso que no se equivoca nunca. El primero
puede acertar; el segundo jamás. Es misión de los jóvenes renovar el mundo
moral y en ello ponen sus esperanzas los pueblos que anhelan ensanchar los
cimientos de la justicia”. Confiemos, pues, en los jóvenes. Muchas gracias.
15
Hall García, Ana Paola, La responsabilidad penal del menor, Bogotá, ed. Ibáñez, 2003
Equipo Ifejant - C.Bácares, “Prólogo”, 2012, Justicia Juvenil Restaurativa.
Prólogo
Equipo Ifejant.