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Nutrición animal
Tema 3. El contenido en nutrientes de los alimentos
Práctica 3:
Todos los alimentos, sean de origen animal ó vegetal, están compuestos por los mismos nutrientes (agua,
carbohidratos, lípidos, proteínas, vitaminas y minerales). En general, los alimentos vegetales tienen una
elevada proporción de carbohidratos (almidón y fibra) y, excepto las oleaginosas, poca grasa; por el
contrario, los alimentos de origen animal suelen poseer un mayor contenido proteico y de aminoácidos
esenciales que los alimentos de origen vegetal y, excepto la leche, prácticamente carecen de carbohidratos.
Los alimentos de origen mineral (p.e. sal, fosfatos, etc), obviamente, sólo aportan minerales.
Los métodos tradicionales para determinar los nutrientes de los alimentos para el ganado fueron desarrollados
en la Estación Experimental Weende (Alemania) por Henneberg y Stohmann en 1860; muchos de los
métodos actuales son los originales Weende (métodos por vía húmeda) ligeramente modificados. En la UE
existen métodos oficiales de toma de muestras y de análisis de piensos; además, la Association of Official
Chemists Analysts (AOAC) americana recoge en sus publicaciones numerosos métodos para la
determinación de nutrientes.
La caracterización nutritiva de los alimentos según el método Weende se basa en la determinación de los
siguientes parámetros químicos: humedad, cenizas, proteína bruta, extracto etéreo, fibra bruta, extractos
libres de nitrógeno, y energía. Existen métodos alternativos a los análisis químicos por vía húmeda de los
alimentos, como la técnica de reflectancia en el infrarojo cercano (NIR) que relaciona la reflectancia de los
alimentos con su composición química; esta técnica está actualmente en desarrollo y es probable que su
utilización se generalice en el futuro.
La humedad es la cantidad de agua que contiene el alimento; la diferencia entre el peso total del alimento y el
contenido en agua se denomina materia seca. Los alimentos concentrados contienen un 5-10% de humedad,
mientras que los forrajes verdes contienen alrededor del 80%.
El contenido en agua de los alimentos, además de dificultar su almacenamiento (desarrollo fúngico,
bacteriano, etc), determina su valor nutritivo. Debido a que el valor nutritivo de un alimentos depende en
buena medida de su contenido en materia seca, el contenido en nutrientes de los alimentos (al menos de los
alimentos con un alto contenido en humedad, p.e. los forrajes verdes) se suele expresar como porcentaje de
su materia seca.
La humedad se determina desecando el alimento en una estufa a 105 ºC durante 5 h. Un problema importante
es que a altas temperaturas (>60 ºC) se evapora no sólo agua, sino también sustancias volátiles de los
alimentos; por este motivo se recomienda que los alimentos con alta humedad se presequen previamente a
menos de 60 ºC hasta alcanzar un contenido en materia seca superior al 80%.
Las cenizas representan el contenido en minerales del alimento; en general, las cenizas suponen menos del
5% de la materia seca de los alimentos. Los minerales, junto con el agua, son los únicos componentes de los
alimentos que no se pueden oxidar en el organismo para producir energía; por el contrario, la materia
orgánica comprende los nutrientes (proteínas, carbohidratos y lípidos) que se pueden quemar (oxidar) en el
organismo para obtener energía, y se calcula como la diferencia entre el contenido en materia seca del
alimento y el contenido en cenizas.
Las cenizas se determinan como el residuo que queda al quemar en un horno ó mufla los componentes
orgánicos a 550 ºC durante 5 h. En ocasiones es interesante determinar las cenizas insolubles en ácido
clorhídrico, que pretenden representar el contenido del alimento en minerales indigestibles para el animal.
Las diferentes vitaminas pertenecen a grupos químicos diferentes, no existiendo entre ellas rasgos comunes;
la mayoría de las vitaminas se pueden analizar mediante la técnica HPLC. El contenido en vitaminas de los
alimentos no se suele determinar ya que es caro y el empleo de complementos vitamínico-minerales permite
una razonable seguridad respecto al contenido en vitaminas de la ración.
En general, casi todo el nitrógeno que contienen los alimentos está formando parte de los grupos amino de los
aminoácidos; por este motivo el contenido en proteína se calcula a partir del contenido en nitrógeno de los
alimentos. El contenido nitrogenado de los aminoácidos varía desde un 8% en la tirosina hasta un 32% en la
arginina, pasando por 16% de media en las proteínas de los tejidos animales; esto es, el contenido en
nitrogeno de una proteína depende de su composición en aminoácidos. No obstante, para simplificar el
cálculo de la proteína bruta se supone que las proteínas contienen de media un 16% de nitrógeno, por lo que
la proteína bruta que contiene un alimento se calcula como el nitrógeno total del alimento dividido por 0.16
(ó multiplicado por 6.25).
Por otra parte, no todo el nitrógeno contenido en los alimentos forma parte de proteínas. En efecto, aunque la
mayoría del nitrógeno de los alimentos está formando parte de aminoácidos, el resto del nitrógeno está
formando compuestos no proteicos (ácidos nucleicos, sales amoniacales, aminas, amidas, etc); el nitrógeno
no proteico (NNP) no es utilizado por los monogástricos, aunque sí lo es por la flora ruminal. Para estimar el
NNP del alimento se precipitan las proteínas verdaderas con etanol al 80%, ó con una solución cúprica
(hidróxido ó acetato), ó con ácido tricloroacético.
La denominación proteína bruta incluye todos los compuestos que contienen nitrógeno, sean ó no
aminoácidos. El 95% de la proteína bruta de los concentrados es proteína verdadera, esto es, aminoácidos;
debido a que la diferencia cuantitativa entre proteína bruta y verdadera es mínima en alimentos concentrados,
en las raciones de monogástricos no se diferencia en la práctica entre proteína bruta y verdadera. Por el
contrario, es conveniente estimar el contenido en NNP de los alimentos fibrosos y de los subproductos, ya
que en estos alimentos el NNP puede representar más del 20% del nitrógeno total del alimento.
Respecto al contenido proteico de los alimentos, destaca el elevado valor proteico de los subproductos de
origen animal y de las tortas oleaginosas. Todas las partidas de materias primas se suelen analizar para
conocer su contenido en proteína bruta.
Los aminoácidos de los alimentos no se determinan habitualmente; no obstante, se tiende cada vez más a
determinar los aminoácidos de los alimentos de monogástricos, en particular la lisina y la metionina. Los
aminoácidos se pueden analizar mediante analizadores automáticos de aminoácidos, ó mediante la técnica
HPLC.
El extracto etéreo ó grasa bruta estima el contenido en triglicéridos del alimento. A no ser que se añada, el
contenido en grasa de la ración suele ser muy bajo, y aunque se añada no suele sobrepasar el 5% de la ración,
salvo en los piensos de peces y animales de compañía.
El extracto etéreo se determina solubilizando los lípidos con eter de petróleo para separarlos del resto del
alimento mediante extractores Soxhlet; antes de la extracción, se recomienda someter a los alimentos a una
hidrólisis ácida (con HCl 3 N) para romper los enlaces que ligan a algunos lípidos con otras sustancias (p.e.
lipoproteínas, fosfolípidos, y las grasas saponificadas que forman jabones de ácidos grasos con minerales).
En general, más del 90% del extracto etéreo son triglicéridos verdaderos y el resto lipoides (fosfolípidos -
cefalinas y lecitinas-, ceras, estearinas, etc). Aunque los triglicéridos son digeridos prácticamente en su
totalidad, los lipoides no son digeridos por los animales.
Los ácidos grasos de los alimentos no se determinan habitualmente, aunque se pueden analizar con la técnica
de cromatografía de gases.
Los principales carbohidratos de la pared celular ó carbohidratos estructurales de los alimentos de origen
vegetal, son la celulosa, la hemicelulosa y las sustancias pécticas; los alimentos de origen animal ó mineral,
obviamente, no contienen pared celular ni por lo tanto carbohidratos estructurales. La celulosa es un
homopolisacárido formado por moléculas de glucosa, la hemicelulosa es un heteropolisacárido formado por
hexosas, pentosas y ácidos urónicos, y las pectinas son heteropolisacáridos formados por hexosas y ácido
galacturónico. Los azúcares que forman los carbohidratos estructurales están unidos por enlaces ß: los
enzimas digestivos de los monogástricos no tienen capacidad para hidrolizar estos enlaces ß, aunque los
enzimas producidos por la flora ruminal sí hidrolizan estos enlaces.
La pared celular contiene, además de estos carbohidratos, cantidades más ó menos importantes de polifenoles
(lignina, taninos); estos polifenoles (no son carbohidratos) son difíciles de determinar con precisión.
Solubilizador y crisoles
Precisión de los diferentes métodos utilizados para determinar
utilizados para la determinación
los componentes de la pared celular
de las fibras
Celulosa Hemicelulosa Lignina Pectinas Proteínas
FB +++ + ++ - -
FND +++ +++ +++ + ++
FAD +++ + ++ - +
PCI +++ ++ +++ ++ +++
Tradicionalmente los carbohidratos estructurales se han estimado como la fibra bruta del alimento. La fibra
bruta se determina como el residuo que queda tras la doble hidrólisis ácida (con ácido sulfúrico) y alcalina
(con hidróxido potásico) del alimento. El contenido en fibra bruta de los concentrados energéticos y proteicos
es inferior al 10%, mientras que los forrajes contienen un 25-60% de fibra bruta.
A pesar de no ser un buen estimador de los carbohidratos estructurales, la determinación de la fibra bruta está
generalizada en la alimentación de los monogástricos debido a que en general los alimentos utilizados en las
raciones de estos animales tienen un contenido bajo en fibra. No obstante, el contenido en fibra de los
forrajes sí es importante, por lo que actualmente se están investigando análisis alternativos a la fibra bruta,
que relacionen los diferentes tipos de carbohidratos estructurales con su utilización digestiva por los
rumiantes; así ocurre con las fibras detergentes de Van Soest, las paredes celulares de Carré, ó los
polisacáridos no amiláceos.
La fibra neutro detergente (FND), que estima el contenido en celulosa, hemicelulosa y lignina de la pared
celular, se determina como el residuo que queda tras la extracción con la solución neutro-detergente (formada
por sulfato lauril sódico y EDTA). El contenido de los alimentos en FND está relacionado con su ingestión
por los rumiantes.
La fibra ácido detergente (FAD), que es un estimador del contenido de la pared celular en celulosa y lignina,
se determina como el residuo que queda tras la solubilización de la hemicelulosa con la solución ácido-
detergente (formada por ácido sulfúrico diluído y bromuro de acetil-trimetil-amonio). El contenido de los
alimentos en FAD está relacionado con su degradabilidad ruminal y digestibilidad.
Finalmente, el tratamiento de la FAD con ácido sulfúrico al 72% permite solubilizar la celulosa, esto es, el
residuo (denominado lignina ácido detergente, LAD) contiene lignina y otros residuos (taninos, cutina,
minerales insolubles en medios ácidos, sílice, etc). La lignina se puede solubilizar con una solución oxidante
de permanganato potásico. El contenido de los alimentos en LAD, igual que su contenido en FAD, está
relacionado con su degradabilidad ruminal y digestibilidad.
Cálculos:
FND: 0.21/1.2 = 17.5%
FAD: 0.10/1.2 = 8.3%
LAD: 0.03/1.2 = 2.5%
FND sobre MS: 17.5/0.935 = 18.7%
FAD sobre MS: 8.3/0.935 = 8.9%
LAD sobre MS: 2.5/0.935 = 2.7%
Los forrajes habituales contienen un 35-60% de FND, un 25-35% de FAD y un 5-10% de LAD, mientras que
los concentrados contienen un 10-20% de FND, un 5-10% de FAD y menos de un 5% de LAD. Todas las
partidas de forrajes se deben analizar para conocer su contenido en, al menos, FND y FAD.
Un inconveniente del método de las fibras detergentes es que la solución neutro-detergente solubiliza no
solamente los carbohidratos no estructurales, sino también las pectinas de la pared celular; por otra parte, en
la FND se retiene algo de almidón, grasa y proteína, por lo que su determinación se está intentando
perfeccionar.
Las paredes celulares insolubles, que son un estimador del contenido en celulosa, hemicelulosa, pectinas,
lignina y proteínas de la pared celular, se determinan como el residuo que queda tras la extracción con una
solución enzimático-detergente (formada por dodecilsulfato de sodio, metanol, proteasa y amilasa). El
contenido en paredes celulares es de un 10-20% en el caso de los concentrados, y de un 40-60% en los
forrajes.
Un inconveniente del método de las paredes celulares es que la solución enzimático-detergente no solubiliza
las proteínas parietales, además de solubilizar una parte de la hemicelulosa y de las sustancias pécticas.
Finalmente, los polisacáridos no amiláceos (NSP, non-starch polysaccharides) parecen determinar con más
precisión los carbohidratos de la pared celular; no obstante, el método de análisis es complejo y para su
determinación se precisa utilizar cromatógrafo de gases.
Los carbohidratos más simples son la glucosa y la fructosa que se encuentran en las frutas. El sorbitol y el
manitol se obtienen a partir de glucosa y tienen un valor nutritivo similar; se absorben muy lentamente en el
duodeno, por lo que se utilizan en dietas de diabéticos. Los disacáridos más importantes son la sacarosa
(glucosa-fructosa, enlace ) de la caña de azucar y remolacha, la lactosa (glucosa-galactosa, enlace de la
leche, y la maltosa y celobiosa (ambas glucosa-glucosa, enlace y ß respectivamente) productos de la
hidrólisis del almidón y de la celulosa, respectivamente. Los disacáridos, el almidón y el glucógeno son, en
general, totalmente digeridos y absorbidos por los monogástricos. Es importante tener presente que los
alimentos de origen animal no tienen azúcares (excepto la lactosa de la leche y el glucógeno de los músculos)
ni almidón. Los edulcorantes artificiales como la sacarina y los ciclamatos no son carbohidratos; no tienen
valor nutritivo y unicamente sirven para dar sabor.
Cereales 40-60%
Leguminosas grano 35-40%
Tortas oleaginosas < 5%
Forrajes < 5%
El contenido de los alimentos en carbohidratos intracelulares se estima como la diferencia entre la materia
seca del alimento y el resto de nutrientes (cenizas, proteína bruta, extracto etéreo y componentes de la pared
celular). Según el análisis efectuado para determinar los componentes de la pared celular, la cantidad de
carbohidratos intracelulares se denomina:
- extractos libres de nitrógeno (ELN): relacionados con la fibra bruta; debido a las deficiencias que
presenta el análisis de la fibra bruta, el significado nutritivo de los ELN se debe tomar con cierta reserva
(sobre todo en forrajes, con un contenido importante de hemicelulosa y lignina).
- carbohidratos no estructurales (CNE): relacionados con la fibra neutro detergente; no obstante, se debe
tener presente que se incluye como CNE a las pectinas de la pared celular (que son indigestibles para
monogástricos).
La energía bruta ó calor de combustión de un alimento es la cantidad de calor que se libera cuando se quema
en un calorímetro, y representa la máxima cantidad posible de energía que se puede obtener de un alimento.
La energía se mide en kilojulios ó en kilocalorías (1 kcal = 4'184 kJ). La energía bruta no tiene significado
nutritivo, pero es un parámetro necesario para calcular el valor energético (energía aprovechable) de los
alimentos.
Bomba calorimétrica y
acesorios utilizados para la Cálculo de la energía bruta contenida en los
determinación de la energía alimentos
bruta
Peso del alimento: 0.5 g
CALORIMETRO
Energía bruta: 9 kJ
Cálculos:
Energía bruta: 9/0.5 = 18 kJ/g =
= 18 MJ/kg = 4.3 Mcal/kg
EB sobre MS: 18/0.935 = 19.3 MJ/kg MS =
= 4.6 Mcal/kg MS
La energía bruta (EB) depende de la composición química del alimento y se puede estimar a partir de esta
composición:
EB (kJ/kg MS) = 23.5 x PB + 39.5 x EE + 17.5 x HdC (g/kg MS)
Como se observa en la ecuación, los alimentos grasos ó proteicos son más energéticos que los alimentos ricos
en carbohidratos; por otra parte, los alimentos con un alto contenido en humedad ó en cenizas son menos
energéticos.
En caso de que no sea posible analizar las materias primas utilizadas para la elaboración de las raciones, se
pueden utilizar los datos recogidos en las tablas de composición de alimentos; las principales tablas son las
publicadas por el INRA y por el NRC. Cuando se utilizan tablas de composición de alimentos es necesario
adoptar ciertos márgenes de seguridad para elaborar las raciones, debido a la falta de homogeneidad de las
distintas partidas de materias primas. Así, respecto a los valores orientativos de las tablas, los constituyentes
orgánicos pueden variar un ±15%, los minerales un ±30%, y la energía un ±10%. La gran ventaja del análisis
sistemático de los alimentos es que permite reducir ó eliminar los márgenes de seguridad, con el consiguiente
ahorro económico que ello significa.
AUTOEVALUACION
Usted es capaz de explicar por qué el contenido proteico de los alimentos se estima como 6.25 x N, y los
motivos por los que no es una estimación exacta.
Desea usted formular un pienso de ponedoras que aporte 2.700 kcal EM/kg, pero su programa de ordenador
le exige la concentración energética en MJ EM/kg. R: 11.3 MJ/kg
Una de sus tareas como técnico veterinario en la cooperativa de vacuno de leche en la que trabaja es la de
promocionar la utilización de la tecnología informática por parte de los ganaderos. Con el objetivo de que los
ganaderos elaboren raciones adaptadas a las características productivas de sus animales, usted les está
impartiendo un seminario sobre formulación de raciones. Una parte del seminario lo dedica a explicar los
diferentes conceptos de fibra que se utilizan en la alimentación de los rumiantes y la diferencia entre los CNE
y los ELN, así como su significado nutritivo.
Está usted trabajando como asesor técnico en una cooperativa de caprino en una zona donde tiene cierta
importancia el cultivo de maíz para grano. Algunos ganaderos de la cooperativa están interesados en incluir
el zuro de maíz en las raciones de sus cabras. La base de datos del programa de racionamiento que usted
utiliza habitualmente para formular raciones no contiene el zuro de maíz, por lo que usted envía unas
muestras de zuro a un laboratorio para que sean analizadas. Los resultados que le envía el laboratorio indican
que el zuro contiene un 85% de MS, y que el contenido en principios inmediatos de la MS es:
Cenizas: 1.5% PB: 3.0% EE: 0.5% FB: 35.0%
FND: 65.0% FAD: 30.0% LAD: 7.5%
a) ¿Es razonable que el contenido FND sea superior al contenido en FB?
b) ¿Cual es el contenido en carbohidratos estructurales del alimento? R: 57.5% de la MS
c) ¿Cual es el contenido en cada uno de los compuestos químicos que forman los carbohidratos
estructurales? R: 35% de hemicelulosa y 22.5% de celulosa
d) ¿Cual es el contenido en carbohidratos no estructurales? R: 30% de la MS
En una reunión con cunicultores usted observa que existe cierta confusión entre el almidón y la celulosa, y
explica que las diferencias son debidas a:
a) los azúcares que los forman
b) el tipo de enlace entre azúcares
c) la cantidad de energía bruta que contienen
d) el almidón es un carbohidrato intracelular y la celulosa es un carbohidrato parietal
e) en realidad el almidón es un carbohidrato, pero la celulosa no
En la misma reunión de cunicultores no es extraño que hayan surgido comentarios sobre el contenido fibroso
de los piensos, ya que muchos de los trastornos digestivos de los monogástricos herbívoros son debidos a un
imbalance de fibra. Usted les comenta que la fibra bruta:
a) es un indicador aceptable del contenido en carbohidratos estructurales de los concentrados
b) estima más carbohidratos estructurales de los que realmente contiene el alimento
c) es mayor que el contenido en fibra neutro detergente
d) prácticamente no se utiliza para valorar el contenido en carbohidratos estructurales de los forrajes
Las etiquetas no suelen indicar el contenido energético del pienso. Usted está interesado en estimar el
contenido en energía bruta de un pienso de cerdas en lactación cuya composición química es: 90% materia
seca, 83% materia orgánica, 1% calcio, 0.3% metionina, 15% FND, 7% FAD, 2% LAD, 18% proteína bruta,
3% de extracto etéreo y 40% almidón.
- MJ EB/kg de pienso R:16 MJ EB/kg
- kcal EB/kg de MS de pienso R: 4.250 kcal EB/kg MS
Desea usted conocer la composición química de la hoja de platanera con el objetivo de estimar su valor
nutritivo para el vacuno de leche. Los resultados que le envía el laboratorio indican que contiene un 18% de
MS, y que la composición de la materia fresca es 2.5% cenizas, 2.5% proteína bruta, 0.05% NNP, 1.0%
extracto etéreo, 1.0% almidón, 10.5% FND, 6.0% FAD, 2.0% LAD, 0.3% calcio, 0.02% fósforo y 0.07%
magnesio
a) ¿Cual es el contenido en carbohidratos no estructurales de la materia fresca? R: 1.5%
b) ¿A que es debido la diferencia entre el contenido en CNE y el contenido en almidón?
c) ¿Cual es el contenido en hemicelulosa de la MS de la hoja de platanera? R: 250 g/kg MS
d) ¿Cual es el contenido aproximado de energía bruta de un kg de MS de hoja de platanera? R: 15.2 MJ/kg
MS
Para determinar el contenido en MS del tagasaste, el técnico del laboratorio realiza las siguientes acciones:
- toma una muestra de tagasaste fresco que pesa 27 g
- la predeseca a 60 ºC durante 24 h y el residuo pesa 10 g
- toma 5 g del residuo presecado y lo seca a 105 ºC durante una noche y el residuo pesa 4 g
Con estos resultados, usted determina el contenido en MS del tagasaste. R: 30%
En un curso que está usted impartiendo a ganaderos surge la cuestión del contenido en nutrientes de los
siguientes alimentos: maíz, torta de soja, heno de alfalfa, paja de cereal, harina de pescado. Usted ordena
estos alimentos de mayor a menor contenido en proteína, en fibra y en almidón.