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Llegar a Ser un Misionero Consagrado Elder Tad R. Callister de los 70 Este discurso fue dado en el MTC en Provo, Utah el 7 de Octubre de 2008. Ha sido traducido al espario! del idioma de ingles. Fecha de traduccién 5 de Abril de 2010. Aun que los traductores han sade todos sus recursos y dado cada esfuerzo para que la traduccién sea correcta y fiel al original, a traduccién no ha sido aprabado por el autor. Hace muchos afios, yo entré en el Centro de Capacitacién Misional como un misionero joven y animado. La capacitacién en ese entonces era mas corta y sencilla, pero el Espiritu era tan Poderoso como ahora. Ya he olvidado la gran mayorla de lo que me dijeron alli,’ pero un comentario del Presidente del CCM me impact, y lo recuerdo hasta la fecha. El dijo en esencia, “Cada misin tiene un buen numero de misioneros que son buenos, aun grandes, pero la mayoria de las misiones solo tienen alrededor de cinco misioneros consagrados; los que estan dispuestos a Poner todo sobre el altar del sacrificio.” Yo creo que hoy en dia tenemos muchos mas misioneros consagrados. Pero para ustedes que todavia no llegan a esto, pero quieren hacerlo, es a ustedes a quienes me gustaria dirigirme hoy acerca de llegar a ser un misionero consagrado. Qué Es un Misionere Consagrado? Qué es un misionero consagredo? Es un misionero que esté dispuesto a poner todo sobre el altar del sacrificio y no retener nada. Es la disposicién de dar toda cada gramo de energia, cada bensamiento consciente, y cada gots de pasicn 8 esa obra; de someter nuestra voluntad 3 la de Dios, sea lo que sea. Cada misionero que ha entrado en el templo ha hecho el convenio de consagrar todo lo que tiene. Ei libro de Omni habla de la protundidad y magnitud de ese convenio: “si, venid a El y ofrecedle vuestras almas enteras-como ofrenda” (Omni 1:26). La lev de consagracin es la lev dei templo, es la fev det reino celestial, y es la ley de una misién semeiante a Sion. Parley P. Pratt fue un misionero asi de consagrado. EI habia servidd como misionero por mas de 25, afios de labores casi constantes. Apenas habia regresado de su tiltima misién en Chile, El estaba esperanzado de poder quedarse en casa y disfrutar de su familia, pero esas esperanzas duraron ‘Muy poco. El présidente Brigham Young le llamé a servir dun otra misién, esta vez en el oriente de los Estados Unidos. Uno puede imaginarse los sentimientos que habrén entrado en el corazén de Parley. Quizd pensé “éNo he dado todo lo que se podria esperar de un ser mortal? éNo merezco ya pasar un tiempo con mi familia y con mis amigos? éNo puedo relajarme un tiempo?” Pero Parley P. Pratt era un misionero consagrado. £l 7 de septiembre de 1856, poco después de recibir el lamamiento de Brigham Young, é! ofrecié estos tiernos pensamientos y reflexiones proféticas: “He deseado, después de viajar 25 0 26 afios, mayormente en el extranjero, quedarme en casa y ministrar entre el pueblo de Dios, y.cuidar a mi familia; pero hégase la voluntad de Dios, y no la mia, Si es Ia voluntad de Dios que ocupe mis dias proclamando este evangelio ¥ dando testimonio de éstas cosas, me consideraré altamente privilegiado y honrado. Y cuando el Espiritu de Dios est sobre mi, pienso que importa muy poco lo que sufro, lo que Sacrifiqué, si obtengo el honor o deshonor de los hombres, o donde muero, si es que Pueclo guardar la fe, luchar la buena batalla, y terminar mi curso con gozo. Tengo toda la eternidad delante para disfrutar.” (Autobiography of Parley P. Pratt, P.xxv.) Avveces existe la tentacién de retener una parte de la offends. Ese fue el caso de Ananias y su esposa Safire. Las escrituras nos dicen que ellos vendieron una propiedad, Segin la ley de consagracion, tenfan que entregar todas las ganantcias ala iglesia, pero secretamente se quedaron con una parte para ellos. La consecuencia fue devastadora; cayeron muertos (Hechos 5:1-10). A veces hombres buenos, quizés hombres grandes no se atreven a poner todo sobre el altar del sactficio, y debido a esto pierden la vida eterna. Asi pasé con el gobernante joven y rico. El habia guardado los mandamientos desde su juventud. Después el Salvador declaré: “Aun te falta una cosa: vende todo lo que tienes y dalo a los pobres...y ven, sigueme”. Pero fue demasiado lo que se le pidié y se fue triste, indispuesto a poner todo lo que tenia sobre el altar del sacrificio. Pedro, al escuchar esta conversacién, y sabiendo que no puede haber atajos a la vida eterna, declard en contraste: “Nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido” (Lucas 18:18-28 y Mateo 19:27) Quizds hay una 0 dos cosas que nos faltan, cosas que retenemos del altar de sacrificio, cosas que os impiden llegar a ser misioneros consagrados. Voy a hablarles de algunas de esas cosas para ue nosotros también podamos llegar a ser como Pedro y dejar nuestro todo sobre el altar del sacrificio, - Poner Sobre el Altar Toda Desobediencie Primero, un misionero consagrada pone sobre el altar del sacrificio cualquier tendencia que tenga hacia le desobediencia, sea grande o pequefla. Tiene él una busqueda incesante de ser exactamente obediente. El rey Lamoni se dio cuenta que Ammén era un misionero consagrado, ues el dijo, “se acuerda de todas mis érdenes para ejecutarlas.” (Alma 18:10) Cuando yo tenia poco de haber entrado en el campo como presidente de misidn, hablé varias veces con un misionero que tenia dificultades con la obediencia. Un dia en frustracién me dijo desesperadamente, “Entonces, Qué es lo que quiere que yo haga?” Yo le contesté, “No ha entendido. No se trata de lo que yo quiero que-usted haga. Deberia ser, éQué quiere usted hacer?” Hubo un momento de silencio, y después me hizo este comentario iluminador; “No solo me esta pidiendo que cambie mi comportamiento, me est pidiendo que cambie mi naturaleza.” El tenia la raz6n, Si solo cambia su comportamiento, sera la misma persona que cuando salié de 28a, sujeto a los mismos problemas que lo afligian en ese entonces. Pero si logra cambiar su nraturaleza, iré a casa como un hombre o mujer nuevo, con el poder y la disciplina para vencer los Goliates de su vida anterior. Si solo se levanta a las 6:30 porque asi lo hace su compatiero, solo ha cambiado su comportamiento, Pero si se levanta sin importar si lo hace él 0 no, ha cambiado su naturaleza. Si dice buenas palabras pero tiene malos pensamientos, sélo ha cambiado su Comportamiento. Si cambia también sus pensamientos, entonces habré cambiado también su naturaleza. Como Presidente de Misién, si hubiese podido, habria exentado a algunos misioneros quienes tenfan mucha dificultad en abrir la boca. Sabia yo que tan dificil era para ellos, pero no lo podia hacer. El mandato de abrir la boca no es mi mandato. No es el mandato de Predicad Mi Evangelio, ries el mandato del departamento misional. Es el mandato del Sefior, quien ha hablado de este tema vez y otra vez por sus profetas vivientes. A veces tenemos que ser como Nefi v decir, “Iré y haré lo que el Sefior ha mandado, porque sé que él nunca da mandamientos a los hijos de los hombres sin prepararles la via para que cumplan lo que les ha mandado.” (1 Nefi 3:7) A veces ‘tenemos que hacer mas que contar las historias del Libro de Mormén; tenemos que vivilas, El Sefior, hablando a un grupo de misioneros que estaban por partir (tal como Ustedes), les dijo cinco veces que debian de ir “predicando por el camino” (DyC 52:10-27). Predicamos por el camino cuando hablamos con personas en fos estacionamientos, cuando hablamos con personas en el elevador, cuando hablemos con personas en las tiendas 0 en los autobuses 0 en la gasolinera. Los misioneros consagrados predican por el camino en todo tiempo y en todo lugar, dia vy noche. A veces tenemos misioneros que se preocupan tanto por no ofender a las personas, que en el proceso, nunca les salvan. Tuve un asistente que decia, “Si quiere bautizar a unas pocas personas, hable con unas pocas personas. Si quiere bautizar a muchas personas, hable con muchas personas. Y si quiere bautizar a todos los que pueda, hable con todos los qe oueda.” Pero e! Sefior dio atin otra raz6n por abrir la boca. El declaré: “Y te serd indicado desde el tiempo de tu salida [del apartamento en la maftana] hhasta el de tu regreso [al apartamento en la noche], lo que has de hacer.” (DyC 28:15-16) En otras palabras, tendrd el Espiritu desde el momento de salir de su apartamento, hasta el de su regreso, si cumple lo que se requiere en el versiculo 16: "Y en todo tiempo abrirés tu boca para declarar mi evangelio con el son de regocijo. Amen.” La razén porque es tan importante abrir nuestra boca es que cada vez que lo hacemos, ejercitamos la fe, y cada vez que ejercitamos a fe, invitamos al Espiritu y los milagros en nuestra vida. Los misioneros consagrados abren su boca a todos. Poner Nuestras Pasiones Roménticas Sobre el Altar ‘Tercero, un misionero consagrado pone sus pasiones roménticas sobre el altar del sacrificio, Tiene tun coraz6n cerrado v una mente enfocada, Nunca coquetea. No tiene ojos para la atractiva chica, ni la amable adulta soltera, ni es su enfoque primordial con las mujeres jévenes después de ta Reunién Sacramental. No est obsesionado con su novia en casa. Se eleva sobre todo esto. En mis dias, el manual misional contenia esta frase que abarca todo: “Saque de su mente todos los pensamientos de casa, la escuela, su chica, y cosas mundanas.” Servia como recordatorio fuerte de que nuestra misién era el Unico enfoue de nuestra mente, y la Unica pasién de nuestro corazén, Por dificil qué sea, el misionero consagrado disciplina sus pasiones. Sus ojos estén apuntados Gnicamente a la obra. El es semejante a un caballo de carreras de sangre pura, con sus anteoieras puestas. Corre répidamente hacia adelante, solo mirando el camino y la meta. Si un pensamiento inapropiado entra en su mente. lo expulsa con un himno o una escritura. Su mente no se deja Con la ayuda del Sefior, podemos transformar nuestra naturaleza. El Rey Benjamin dio la clave de cémo hacerlo. Uno debe ser “sumiso, manso, paciente, lleno de amor y dispuesto a someterse ‘cuanto el Sefior juzgue conveniente imponer sobre el, tal como un nifio se somete a la voluntad de su padre" (Mosiah 3:19). Esa es la clave; someter nuestra voluntad a la voluntad de Dios. Un misionero que estaba por irse a su casa me dijo que una mafiana no se levanté a tiempo. Su compafiero le dijo, “Es hora de levantarse”, este misionero respondié, “No quiero”, entonces su compafiero le respondié, “No se trata de lo que usted quiere, lo importante es lo que qi Sefior.” El misionero me dijo, "Nunca lo he olvidado; la mision tiene que ver con lo que el Seftor quiere, no lo que yo quiero.” re el El tener una naturaleza consagrada nos hard ser obedientes, no porque tenemos que hacerlo, sino porque queremos hacerlo. Una naturaleza asi podria impulsarnos a cambiar la misica que escuchamos; podria impulsar a algunos a ser mas positivos en su hablar, o mas exactos en seguir el horario de la mafiana, o a ser mas dilizentes en sus estudios. Cualauier que sea el caso, un misionero consagrado leeré el manual misional con entusiasmo, ansioso de obedecer y seguir regla con exactitud, sabiendo que no es un libro de restricciones sino un libro de bendiciones. Tendra un deseo ardiente y que sobrepasa todo lo demas para hacer la voluntad de Dios y no la suya. cada Dajar Nuestros Miedo: ‘Segundo, los misioneros consagrados dejan sus miedos sobre el altar del sacrificio, y abren su boca a todos. Eso serd uno de sus grandes desafios en el campo misional. A veces separa los misioneros consagrados de los misioneros buenos. Yo sé que podria haber varias razones por las cuales alguien no querria abrir su boca en todo tiempo y én todo lugar — por las cuales retiene parte de la ofrenda. Podria ser que tiene una personalidad timida, 0 miedo de los hombres, o flojera, pero sea lo que sea la raz6n, ninguna excusa es valida. Ninguna excusa sobrepuia el mandato del Sefior que dice, "Y en todo tiempo abrirés tu boca..” (DyC 28:16). Este mandamiento se repite vez tras vez en las escrituras. En otra ocasién el Sefior dijo, “y en todo tiempo y en todo lugar, de dia y noche ‘abriré su boca y declararé mi evangelio como can voz de trompeta.” ¥ después se da la promesa los que lo hacen, “Y le daré fuerza como no se conoce entre los hombres.” (DyC 24:12) A veces en. la vida, solamente tenemos que apretar los pufios y hacerlo. No hay una pastilla magica que nos dara valor. £1 paso del tiempo no nos fortalecerd. No hay una forma memorizada que nos dard resolucién. Solo nas queda el cansejo del Rey Benjamin, “y ahora bien, se creéis todas estas cosas, mmirad que las hagais.” (Mosiah 4:10) Hace afios mi abuelo estaba sirviendo como presidente de la Rama Rotterdam en Holanda. El conté de una hermana indigente que vino a él, que habia ganado lo que equivale 25 centavos (efectivo estadunidense) en toda la semana. Ella pregunté si tenia que pagar el diezmo. El le vio or un minuto en su condicién tan pobre, v dijo, "Hermana, si fuera mi iglesia, yo no aceptaria su 2mo. Pero no es mi iglesia; es la Iglesia del Sefior,y el diezmo es un principio sobre el cual se basan bendiciones del Sefior.” (LeGrand Richard Speaks, p. 185) Ella pagé su diezmo. > llevar con la corriente. Mas, hay un esfuerzo activo, concertado, y consciente para mantener su mente pura y limpia. Cuando David vio a Betsabé en el tejado, siguié mirando y esta fue su ruina. Cuando José fue tentado por la esposa de Potifar, las escrituras dicen que el “huyd y salid” (Génesis 39:12) y esta fue su salvacién. No es diferente con nuestras mentes. Alma le ensefié este principio a su hijo Coriantén, quien desafortunadamente abrié su corazén a la ramera Isabel. Alma reprendié a su hijo con severidad, y dijo, “Si, ella se conquisté el corazén de muchos; pero no era eéxcusa para ti, hijo mio.” Entonces le dio el remedio para ser un misionero consagrado, “Quisiera que no te dejases llevar mas por las concupiscencias de tus ojos, sino que te refrenaras de todas estas cosas.” (Alma 39:4,9) Ustedes misioneros jévenes que entran en el campo, estarén rodeados, casi sumergidos por aquellos que llevan ropa inmodesta, por espectaculares inapropiados, y por revistas y periédicos que han perdido por completo la decencia moral. Si deia que la virtud engalane sus pensamientos incesantemente (DyC 121:45) las consecuencias seran monumentales en su vida. Como misionero, tendré la confianza que el Sefior oird y contestard sus oraciones. El Sefior mismo prometié, “Deja ue la virtud engalane tus pensamientos incesantemente; entances tu confianza se fortalecerd en la presencia de Dios.” (DvC 121:45) Ademnés, cuando regrese a casa para buscar su conyuge, podré cortejar romanticamente, pero también de una forma limpia y sana. Y cuando esté casado, seré leal y fiel a su cényuge. Si cade accién es precedida vor un pensamiento, entonces cada misionero consagrado primero dabe tener una mente pura y consagrada, Sacrificar el Orgullo Cuarto, un misionero consagrado deja su orgullo sobre el altar del sacrificio. El Sefior lo dijo claro, “ nadie puede avudar en [ésta obral @ menos aue sea humilde y lleno de arior.” (DyC 12:8) El forgullo se manifiesta de muchas formas; quizés en |a deslealtad a aquellos que son nuestros lideres. La lealtad es mucho més que someternos con renuencia. Es una bUsqueda activa, no s6lo de seguir e! consejo de nuestros lideres. sino también de buscar su conseio. Un misionero consazrado tiene hambre v sed de instruccién en cuanto a cémo puede é! mejorar. Qué tan afortunados somos de tener tantos misioneros en el mundo que manifiestan ese espiritu. Una y otra vez en el campo, los misioneros me preguntaban, “Presidente, équé puedo hacer para ser un ‘mejor misionero?” ¥ créanme que lo llegaron a ser. El orgullo se puede manifestar en ser celoso de los compafieros. Pienso en uno de los mejores élderes de nuestra misién. Nunca le escuché decir "Yo". Siempre era, “Nosotros”, 0 “Mi compafero” hizo esto, 0 “Mi compafiero” hizo el otro. Aun cuando sus palabras acreditaban @ otro, siempre se sabia que él era la fuerza que movia todo, El orgullo se puede manifestar en no querer confesar nuestros pecados. Podriamos sentir demasiada vergienza de hacerlo, 0 tener demasiado miedo de las consecuencias, 0 esperar equivocadamente que el pecado de alguna forma desaparezca si servimos una misién honorable. Pero la raiz de cada una de esas excusas es el orgullo. En una ocasién un misionero vino a mi para confesar algo que hubiera confesado anteriormente. Le pregunté qué le habia motivado a venir. Me respondi, “Por fin admiti a mi compafiero que tenia algo que confesar al Presidente, pero no qieria regresar a casa. Entonces mi compafiero me dijo algo que me llegé hasta los huesos. “Elder,” me dijo, “hay algo atin més importante que su mmisién.” Un poco sorprendido, le respondi, “{Qué es?” Me contest, “El arrepentimiento; el arrepentimiento es més importante aue su misién.” El ioven élder. sentado frente a mi, iio, “Presidente, sabia que él tenia la raz6n. Por eso estoy aqui, Me quiero arrepentir.” No hace mucho que recibi una invitacién para asistir a su sellamiento en el templo. Algunos han oresuntado honestamente, “/Cudndo debo confesar?”: hav aue confesar cuando la magnitud del pecado es tan seria que se podria necesitar accién disciplinaria. o cuando el vecado contintia presente en nuestras mentes impidiéndonos tener paz. Entonces, si no confesamos, nuestro horizonte esoiritual se limitard. Es semelante al estar rodeado por una muralla circular impenetrable. En tal circunstancia tenemos un poco de espacio limitado en el cual movernos, pero estamos atrapados. Buscaremos en vano un hoyo por el cual salir, una abertura para escapar. No hay hoyos ni aberturas, ni salida alguna. El servir una misién honorable no quita la necesidad de confesar, ni meses ni aflos de abstenernos del pecado lo pueden hacer; el rogar al sefior en oracién personal no es un sustituto. En algdn lugar, en agin momento, de alguna forma, uno debe enfrentar la muralla y escalarla, Esto es la confesién. Cuando lo hacemos, nuestro horizonte espiritual llega a ser sin limites, y recibimos la promesa del sefior, “si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serén emblanquecidos” (Isafas 1:18). El orgullo se puede manifestar en una actitud.defensiva, o en una multitud de excusas. En una ‘ocasién, reprendi a un misionero por un acto obvio de desobediencia. &l empez6 a poner excusas, y luego de un momento le dije, “Si me quiere ofrecer excusas, no le puedo ayudar. Si esté dispuesto a reconocer el mal que hizo, le ayudaré'y podremos crear un futuro constructivo sobre tun fundamento sdlido y seguro.” En este dia el tenia que escoger entre la justificacién y el arrepentimiento. Afortunadamente, eligié el segundo. Una noche estaba yo con un tal Elder Choi y su compafiero Elder McClellan. Estébamos hablando con una madre que no querla dejar que su hijo de 17 afios se bautizara. Por al menos diez minutos de la conversacién ella rezafio severamente a estos élderes. No dudo que ellos sintieron veraiienza, y a lo mejor hasta ofendidos, especialmente porque su presidente de misiOn estaba presente. Por lo que vo pude ver, no habian hecho nada malo. Al contrario, estaban recibiendo un castigo fuerte que no merecian. Yo nensé, ése pelearan? édiscutirin? édefenderén su posicién? Pera no hubo contencién ni excusas. solo contestaron humildemente ave intentaban hacer lo que era mejor para su hilo, y si de alguna manera no lo habian hecho, lo sentian sinceramente. No intentaban ganar una discusi6n, intentaban salvar un alma. Con este espiritu de humildad, el corazén de la madre se abland6, y al final acepto escuchar mas atentamente al mensaje que estaban ensefiando a su hijo. Ellos eran misioneros consagrados; cada gramo de su orgullo se hubo puesto en su totalidad sobre el altar del sacrificio. Ponemos Toda Nuestra Negatividad y Sarcasmo Sobre el Altar Quinto, los misioneros consagrados estan dispuestos a sacrificar toda negatividad o sarcasmo. Son ‘optimistas y positivos. Tienen una sonrisa de 24 horas. Ellos viven la invitacién del Salvador, “Sed de buen dnimo, pues yo he vencido al mundo.” (Juan 16:33 — traducci6n King James) No tienen ni un hueso negativo en su cuerpo. No hay rechazo en la puerta o en la calle que les quite su entusiasmo. Estén disouestos a pagar el precio de renetidos rechazos por la esperanza de una sola conversién. Venga lo que venga, ellos lo responden con una sonrisa, porque saben que tienen el evangelio de Jesucristo. Los misioneros consagrados son como Heber C. Kimball y Brigham Young, quienes salieron para su misién en Inglaterra. Sus familias eran indigentes, ellos enfermos, y habia poca comida para los meses futuros, cuando apenas podian levantafse de sus'camas, Heber y Brigham dieron un beso a 50s esposas y emprendieron su viaje. Brigham escribié: “Me pareci6 que mi interior se derretiria con el solo pensamiento de dejar a mi familia en tal condicién.” (Men With a Misién, p.71.) Pero antes de perderios de vista, Brigham mandé al conductor que se detuviera. él y Heber emplearon todas sus fuerzas para levantarse, y leventaron sus sombreros en el aire gritando: “Hurra, hurra, hurra por Israel.” Hov en dia tenemos misioneros consagrados que pueden gritar, "Hurra, hurra, hurra vor Israel” aun cuando son bombardeados con rechazo, 0 enfermedad, o desilusién: quienes tienen fe invariable en la promesa de Pablo: “No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos.” (Galatas 6:9) Correr la Segunda Milla Los misioneros consagrados siempre hacen mas de lo que se les pide. Ponen sobre el altar del sacrificio cada gramo de su energia y cada hora de cada dia. Roger Bannister fue el primer hombre en correr una milla en menos de cuatro minutos. Cuando Io hizo, se desmayé en las manos de los que le apoyaban. Un periodista, entendiendo la significancia histérica del momento, escribié: "El corredor, con boca abierta y piernas delgadas, solo sabiendo del paso y de la meta, gast6 su fuerza para que al llegar a la meta, una milla. no le auedara nada.” Para un misionero consagrado no hay ‘mas que dar al terminar el dia. Lo ha puesto todo sobre el altar del sacrificio. Misioneros consagrados son misioneros que terminarian el maratén. Son misioneros que aguantarian los 15 rounds. Son misioneros que no llevan una bandera blanca. Hace afios en nuestras noches de hogar, teniamos luchas como’ parte de las actividades, y @ los hijos les gustaba mucho. Cuando los nifios eran pequefios, a veces los ponia contra el piso y les decia: “éSe rinden?". Al principio decian “Si papa, nos rendimos.” Entonces yo decia “No, nunca se rindan, Nunca se rinden.” Con el paso del tiemoo les hacia la misma pregunta y rapido responaian, "No apé, nunca nos rendimos.” Los misioneros consagrados huncd se rinden en la obra del Seftor. ‘Nunca tiran la toalla. Ellos habrian llegedo al valle de Lago Salado desde Palmyra. Nada los hapria quitado del camino, porque nunca se rinden. Los misioneros consagrados estén fuera de su apartamento a las 10:00 a.m. No regresan antes de las 9:00 p.m., a menos que sea para le comida o la cena. Hablan con todos. Tocan una puerta més. Su paso es acelerado, y su trabajo se hace con urgencia. Se puede ver en su rostro. Hace afios yo era un joven misionero en Washington DC. Estaba en un intercambio de compafieros con un tal Elder Hafen. Era un area donde usaban bicicleta. Tenfamos una cita al otro lado de la ciudad, pero se solté un aguacero. El me pregunté, “éCancelo la cita?” Le contesté, “Este es su rea, Usted decide.” Pensé por un momento, y dijo, “iVamos a darle!” Me encantan estas palabras; “iVamos a darle!” Lluvia, granizo, nieve, no importa; [Vamos a darlel Este es el espinitu de un misionero consagrado. Cuando los misioneros consagrados estan agotados v ne tienen mas fuerza para dar, dependen de su fe, y los tanques de reserva de energia les llevan para terminal el dia. Llegan a ser recipientes de la promesa dada a José Smith; “para los trabaios terrenales no tendras fuerza. poraue éste no es tu llamamiento.” ¥ entonces la promesa: “Dedicaras todo tu servicio a Sion; y en esto tendrés fuerza.” (DyC 24:7-9) £Cual Es el Costo de Convertirse En un Misionero Consagrado? eCudl es el costo de convertirse en un ser un misionero consagrado? Hace tiempo vi una pelicula sobre la vida de Martin Lutero. El estaba a punto de ser juzgado por herejfa. Poco antes de presentarse ante la Corte de la Inquisicién, un monje que habia sido su mentor espiritual, quien le habia amado y entrenado, le estaba cortando el cabello. EI monje reprende a Lutero por haber puesto el mundo de cabeza, levindolo a la revolucién, los protestantes en contra de los catélics. En un momento conmovedor, Lutero agacra el brazo del monje y le pregunta: “Quisiste que cambiara yo el mundo. éPensabas que no Fabria un costo?” Ustedes, j6venes mistoneros, salieron para cambiar el mundo, para cambiar vidas, pero hay un costo. Cuesta todo lo que tienen sobre el altar del sacrificio: sus miedos, su orgullo, su floiera, su desobediencia, su debilidad; no podemos retener nada. Cuando vienen a la misién, aueman los puentes atrés, y queman los barcos en el puerto. No hav reereso a su vida anterinr No pueden tener un pie en casa v el otro in el campo misional, Esta es una formula garantizada a producir la frustracién. El Sefior requiere nuestra alma completa sobre-el altar del sacrificio, Ese es el precio a pagar. v cuando lo hacemos, entonces llegamos a ser instrumentos en las manos de Dios. Qué Poder Tiene un Misionero Consagrado? Qué poder tiene un misionero consagrado? Supongamos que les diera las siguientes opciones. éCudl elegirian? £100 misioneros mediocres u 80 misioneros consagrados? €100 misioneros mediocres 6 50 misioneros consagrados? £100 misioneros mediocres 6 20 misioneros consagrados? £100 misioneros mediocres 6 1 misionero consagrado?; y el nombre de este misionero consagrado es Amman, Nef se dio cuenta que el poder viene con la consagracién, no con niimeros. Laman y Lemuel nunca pudieron entender eso. No pudieron comprender cémo era posible adquirir las planchas de bronce. Ellos dijeron, “gComo es posible que el Sefior entregue a Laban en nuestras manos? He aqui, es un hombre poderoso, y puede mandar a cincuenta, si, y aun puede matar a cincuenta; luego, Zpor qué no a nosotros?” Para ellos, todo se trataba de los nimeros; 50 eran mas que 4, entonces no podian ganar. Mas a Nefi, el poder de los hombres no le importaba. Sélo importaba e! poder del Sefior. El contesté, “pues he aaui, [Dios] es mas poderoso aue toda la tierra. éPor aué, pues, no ha de ser mas poderoso que Labén con sus millares?” (1 Nefi 4:1) 1 poder de un misionero consagrado no tiene limite. Se manifiesta de ‘muchas formas. Hablando de Nefi, las escrituras nos dicen aue sus palabras fueron tan poderosas ue para sus enemigos “no era posible {descreer| sus palabras” (3 Nefi 7:18). Cuando los hiios de ‘Mosiah predicaban el evangelio, las escrituras declaran: “ellos [ensefiaron] con poder y autoridad de Dios.” (Alma 17:3) ¥ en cuanto a los misioneros consagrados que meten su hoz con todo su alma, el Seftor prometié: “tus pecados te son personados” (DvC 31:5). Esos son los poderes y las bendiciones de un misionero consagrado, y fue por eso que el profeta José Smith dijo, “no es la multitud de predicadores aue traerd el glorioso milenio: sino son los que son llamados, elegidos, y leales.” (TPJ 42) En esencia, los consaerados. cuenta, o aun con sus decenas de Los Misioneras Consagrados Sirven al Seftor Porque Le Aman 2Qué fuerza motiva v anima a un misionero consagrado? Es el Salvador v su Explacién. Si no somos obedientes, sino somos humildes, si no tenemos valor, entonces @ lo mejor entendemos la Expiacién de una forma intelectual, pero no hemos comprendido el amor que hay atrés de su sacrificio, Una vez ue lo sentimos, tanto como lo entendemos. seremos motivados a dar todo lo que tenemos. Nos daremos cuenta que al dar nuestro todo, pagamos muy poco por su todo. Llegar a Ser un Misionero Consagrado Cada uno de nosotros podria preguntarse, éQué me falta aun para ser un misionero consagrado? No podemos escaparnos de la respuesta. Dios reaueriré nuestra alma entera. Si somos timidos 0 reservados, Dios nos compelers a cambiar, a ser valientes. Nos sacaré de nuestra zona de comodidad vez tras vez. Si somos floios o perezosos, nos jalaré y nos empuiaré aun cuando estamos agotados. Si somos desobedientes, nos humillaré hasta que seamos sumisos como un nifio. No nos permitira sentienos cémodos con nuestras debilidades. Cualquiera aue sea la debilidad aue nos imide llexar a ser un misionero consagrado, el Sefior nos ha prometido que si tenemos fe in El, y nos humillamos ante El, hard que las cosas débiles sean fuertes para nosotros. (Eter 12:26-27) Yo lo creo. Yo no creo que haya ni un misionero cuyas debilidades son mas grandes que las potenciales fortalezas dentro de él. 2Por qué? Porque cada uno de nosotros es un hijo 0 una hija de Dios, con su naturaleza divina y potencial divino tejido en latela de nuestra alma. Yo no creo que el Sefior espere la perfeccién inmediata. Sin embargo, creo que espera progreso inmediato. v este orozreso trae consigo la consaeracién. Yo creo aue El reconoce y aprecia cada Paso que tomamos hacia adelante, no importa que tan peauefio, en esforzarnos por poner fhuestra alma entera sobre el altar del sacrificio. Al principio, la consagracién puede parecerse como monte Everest; inconquistable, inabordable e inalcanzable. Pero cada paso que tomamos hacia adelante, por més pequefio que nos parezca, adelanta nuestro ascenso; hasta que un dia hayamos alcanzado la cispide. Que no estemos contentos de ser buenos misioneros, ni aun grandes, cuando tenemos la capacidad de ser misioneros consagrados. Mormén declaré con audacia, “He aqui, soy discipulo de Jesucristo, el Hilo de Dios. He sido llamado por él para declarar su palabra entre los de su pueblo. a fin de que alcancen la vida eterna.” (3 Nefi 5:13) Que asi sea con cada uno de nosotros.

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