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ARTICULO #01

Crean un nudo molecular para diseñar materiales más ligeros y


flexibles

CONOCIMIENTO
Un grupo de científicos de Manchester ha logrado el nudo
molecular más apretado del mundo, que permitirá desarrollar
nuevos materiales.

ADN, NUDO MOLECULAR, NUEVOS MATERIALES, QUÍMICA

Un equipo de la Universidad de Manchester ha logrado atar


un nudo molecular invisible a los ojos. Es la primera vez que se
logra una trenza sintética tan apretada, ya que los científicos han
podido anudar ocho entrecruzamientos en ella. El trabajo,
publicado en la revista Science, permitirá en el futuro
desarrollar nuevos materiales más ligeros y flexibles.
En la realidad los nudos existen en objetos tan cotidianos como
una corbata o los nudos marineros, pero también en moléculas
biológicas como el ADN y las proteínas. Entender este tipo de
estructuras es clave para comprender las propiedades de los
materiales, como ocurre por ejemplo con el caucho que forma
parte de los neumáticos. Se cree que este polímero cuenta en su
interior con nudos moleculares, que le confieren propiedades
elásticas.
“El nudo molecular de ocho cruces es la molécula regular ‘tejida’
más compleja hecha por los científicos hasta ahora”, destaca el
profesor David Leigh en declaraciones a la Agencia SINC. El
investigador es uno de los expertos más importantes del mundo en
el desarrollo de este tipo de estructuras y, de hecho, se quedó a
las puertas del mayor galardón que un científico puede recibir.
El Premio Nobel de Química, que reconoció a Jean-Pierre
Sauvage, Sir J. Fraser Stoddart y Bernard L. Feringa, no fue para
Leigh porque, según las normas, solo puede haber tres personas
galardonadas.

A pesar de quedarse sin Nobel, Leigh ha seguido trabajando para


innovar en un campo que puede dar muchas sorpresas en el futuro.
Como explicó el científico de la Universidad de Manchester
a Hipertextual, “es la estructura anudada más apretada jamás
hecha y el primer nudo molecular de tres cadenas”. Para lograr
atar la trenza, los investigadores tuvieron que llevar a cabo
un proceso de auto-ensamblaje, por el que los hilos se tejen
alrededor de iones metálicos formando ocho puntos de cruce.
Después los extremos de los hilos se unen para cerrar el bucle y
atar el nudo.
La investigación, un gran avance en el campo de la Química, ha
logrado una trenza diminuta y muy apretada. Para comprender de
qué dimensiones estamos hablando, el científico Pablo Ballester
explica a Hipertextual que el tamaño del nudo molecular respecto
a uno macroscópico “guarda una relación similar a la existente
entre una pelota de tenis y el planeta Tierra”. El logro de la trenza
invisible permitirá conseguir a medio plazo nuevos materiales.
Según concluye Leigh en SINC, los nudos pueden conducir
a materiales más ligeros, flexibles y resistentes que los que
tenemos en la actualidad, aplicables en construcción o en la
industria textil.
Imágenes | Stuart Jantzen (Biocinematics)
ARTICULO #02

El Nobel de Química va para las máquinas más diminutas del


mundo

CONOCIMIENTO

Las máquinas más pequeñas del mundo han protagonizado el


Premio Nobel de Química, concedido a Jean-Pierre Sauvage, Sir J.
Fraser Stoddart y Bernard L. Feringa.

científicos consiguieron miniaturizar las máquinas, haciendo que


esta disciplina entre en “una nueva dimensión”.
La creación de las máquinas más diminutas del mundo no ha sido
una tarea sencilla. Todo empezó en 1983, cuando Sauvag logró
desarrollar el catenano. Esta estructura química se compone de
anillos entrelazados de forma mecánica, en vez de estar unidos
con un enlace covalente, como si se asemejaran a una cadena.
Unos años después, Stoddart fabricó un rotaxano, una estructura
un poco más compleja con apariencia de una “mancuerna” en la
que rota un anillo en su eje.
Ya en la década de los noventa, Feringa fue pionero al sintetizar
máquinas diminutas, imperceptibles para nuestros ojos. Así, los
primeros avances realizados llevaron al desarrollo de un motor, un
chip o un molecular. El primer motor creado por Feringa conseguía
hacer girar un cilindro de vidrio 10.000 veces más grande que el
propio motor.

El anuncio realizado por la Academia sueca llega después de que


la entidad otorgase anteriormente los galardones en las
categorías de Fisiología o Medicina y Física. Por un lado, el
japonés Yoshinori Ohsumi fue premiado por sus estudios sobre
la autofagia, un mecanismo por el que las células se “devoran” a sí
mismas con el fin de reciclar los componentes que hay en su
interior. Por otro lado, David Thouless, Duncan Haldane y Michael
Kosterlitzfueron galardonados por revelar los “secretos exóticos”
de la materia.
El viernes será el turno del Premio Nobel de la Paz. Durante la
próxima semana, el Banco de Suecia entregará el galardón de
Economía y, el jueves 13 de octubre, conoceremos el máximo
reconocimiento en la categoría de Literatura. Justo cuando se
cumplen sesenta años de que Juan Ramón Jiménez recibiera el
Nobel. Así se terminarán los anuncios sobre estos galardones,
que se entregarán en una ceremonia el 10 de diciembre en
Estocolmo.
ARTICULO #03

La impresión 3D quiere fabricar moléculas y compuestos químicos


en unas horas

La impresión 3D revoluciona la química gracias a Revblocks. Es


capaz de fabricar moléculas y compuestos en horas, como si de
piezas Lego se tratase.

IMPRESIÓN 3D, MEDICAMENTOS, QUÍMICA

La impresión 3D nos ha sorprendido con aplicaciones en medicina,


enseñanza o exploración espacial. Desde prótesis económicas en
código abierto hasta recursos para la educación de personas
ciegas, esta tecnología ha llegado para quedarse, derribando las
fronteras de nuestra imaginación. Ahora quiere enfocarse en lo
pequeño y lo invisible, revolucionando de nuevo la investigación.
Con este objetivo, la revista Science le dedica una de sus últimas
portadas. Y es que científicos del Howard Hughes Medical
Institute han presentadoRevblocks, la primera impresora 3D capaz
de fabricar moléculas y compuestos en cuestión de horas.
Diseñar y construir moléculas y compuestos de interés es una de
las tareas más complejas en el mundo de la investigación. El
desarrollo de medicamentos, la generación de biocombustibles de
última generación o la fabricación de plásticos biodegradables
podrían cambiar por completo gracias a este avance de la
impresión 3D.

Revblocks pretende automatizar el proceso de fabricación de


compuestos y moléculas de una manera sencilla: rompiendo su
estructura en bloques más sencillos -como si se tratara de piezas
Lego-, para así poder ensamblarlos posteriormente. Hasta el
momento, la generación de estas unidades sencillas en el
laboratorio conllevaba la purificación y síntesis por separado, dos
procedimientos complejos muy alejados de la anhelada
automatización.

Con la aplicación de la impresión 3D, los científicos pretenden que


la química no sólo se automatice, sino que sea de código abierto y
personalizable. Para ello, Revblocks funciona como si de un Lego
molecular se tratase: cuenta con bloques químicos diferentes que
presentan el mismo conector. Al igual que en el juego infantil, no
importa la forma de la pieza si pueden encajar entre ellas.

Aplicando esta creativa solución, el equipo de Martin Burke logró


sintetizar 14 tipos diferentes de moléculas sencillas. Este sistema
permite que su fabricación sea rápida, económica y flexible, tres
características que la ciencia lleva buscando años.

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