Sei sulla pagina 1di 2

El Convenio de Basilea es un Acuerdo Multilateral sobre Medio Ambiente (AMUMA)

por medio del cual 170 países dentro del sistema de Naciones Unidas convinieron
proteger el medio ambiente y la salud humana de los efectos nocivos provocados por la
generación, manejo, movimientos transfronterizos y eliminación de desechos peligrosos.
Este instrumento ambiental global fue adoptado el 22 de marzo de 1989 y cobro vigencia
el 22 de marzo de 1989, regula estrictamente el movimiento transfronterizo de desechos
peligrosos y su eliminación, definiendo obligaciones a las Partes para asegurar el manejo
ambientalmente racional de los mismos, particularmente su disposición final, aplicando
el procedimiento del “consentimiento fundamentado previo” (es decir, los envíos
efectuados sin consentimiento son considerados ilícitos, salvo que exista un acuerdo
especial.).

El Convenio obliga a todos los países miembros que se aseguren que los desechos
peligrosos y otros desechos se manejen y eliminen de manera ambientalmente racional y
se espera que minimicen las cantidades que atraviesan las fronteras y que traten y
eliminen los desechos lo más cerca posible del lugar donde se generen y que impidan o
minimicen la generación de desechos en origen.

Un Desecho peligroso constituye un peligro considerable presente o potencial a la salud


humana o a organismos vivos debido a que son desechos no degradables (persisten en la
naturaleza); pueden ser concentrados biológicamente; pueden ser letales; y pueden causar
o tender a producir efectos acumulativos perjudiciales.

Para efectos del Convenio de Basilea, se entiende por desecho peligroso aquellas
sustancias u objetos a cuya eliminación se procede, se propone proceder o se está obligado
a proceder en virtud de lo dispuesto en la legislación nacional. Los Anexos I, VIII y IX
aclaran en mayor detalle, los desechos que se clasifican como peligrosos y están
sometidos a los procedimientos de control estipulados en el Convenio. En el anexo II del
Convenio se determinan los desechos que requieren una consideración especial.

Algunos desechos regulados por el Convenio son las baterías ácido plomo usadas
(BAPU´s), Lámparas fluorescentes, Transformadores y capacitores contaminados con
PCB´s (Bifenilos policlorados), Pesticidas y plaguicidas obsoletos, Desperdicios
químicos, Desechos eléctricos y/o electrónicos, aceites usados contaminados, desechos
biomédicos y bioinfecciosos, compuestos utilizados en la industria como fluidos
modificadores de calor en transformadores y condensadores eléctricos, selladores y
plásticos.

Los Objetivos del Convenio son:


1. Prevenir y castigar el tráfico ilícito de desechos peligrosos y otros desechos.
2. Obligar a las partes a que los desechos peligrosos y otros desechos se manejen y
eliminen de manera ambientalmente racional.
3. Que las partes minimicen las cantidades de desechos que atraviesen fronteras, que
traten y eliminen los desechos lo más cerca posible del lugar de generación.

La Administración del Convenio está a cargo de:

1. Conferencia de las Partes (COP). Integrado por todas las autoridades de país que han
ratificado el instrumento (172 países).
2. Secretaria Ejecutiva del Convenio
3. Centros Regionales de Coordinación
4. Autoridades Competentes (Nacionales)
5. Puntos Focales (Nacionales)

Guatemala, suscribió el Convenio el 22 de marzo de 1989 y lo ratificó el 15 de mayo de


1995 por medio del Decreto Número 3-95 del honorable Congreso de la República. A
nivel país, el seguimiento y los compromisos son atendidos por el Ministerio de Ambiente
y Recursos Naturales (MARN) a través del Departamento de Coordinación para el
Manejo Ambientalmente Racional de Productos Químicos y Desechos Peligrosos.

Potrebbero piacerti anche