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COMUNICACIÓN PARA EL FORTALECIMIENTO DE LAS RELACIONES

1.1 La Comunicación Efectiva en las Empresas

La comunicación es el proceso a través del cual se transmite información. Tradicionalmente se


entendía como comunicación “el intercambio de sentimientos, opiniones, o cualquier otro tipo
de información mediante habla, escritura u otro tipo de señales”. Partiendo de esta definición la
comunicación a nivel general para poder ser trasmitida de forma eficaz y eficiente necesita ser
clara y concisa, ser transmitida de forma objetiva e imparcial.

La comunicación en las empresas es uno de los puntos más importantes y críticos, pues de esta
depende el desarrollo de todas las actividades y proyectos. Si esta no es efectiva y no cuenta
con los métodos correctos y eficientes se corre el riesgo de llegar a puntos críticos como: malos
entendidos, notificación inadecuada de las prioridades, órdenes confusas o aplicación de
criterios personales mal interpretados (yo pensé que…a mí me dijeron que…yo no sabía que…),
todo esto genera un clima organizacional tenso y poco productivo. Uno de los principales
obstáculos, es no reconocer que existen barreras. Lo cual va de la mano con la falta de
consciencia con relación a la complejidad de la comunicación interpersonal y organizacional.

Las personas comúnmente creen que comunicarse es tan fácil y natural como hablar y oír,
cuando en realidad la comunicación es compleja y representa un reto manejarla eficientemente.

Principales barreras en la comunicación:


 Creemos que lo que comunicamos es tan claro para los demás como lo es para nosotros.
 Creemos que todos damos el mismo significado a las palabras.
 Creemos que la manera en que percibimos las situaciones es igual a como la perciben
los demás.
 Creemos que estamos en lo correcto y los demás están equivocados.
 Creemos que sólo hay una manera correcta de hacer las cosas, por supuesto la nuestra.

Y a nivel organizacional:
 Los niveles jerárquicos.
 La autoridad y el estatus.
 La especialización y su jerga relacionada.

A estas barreras se suman algunos puntos críticos que llevan a la comunicación como a
presentarse con trabas:
1. Generalización. Se obtienen conclusiones universales a partir de una sola experiencia.
2. Eliminación. Omisión de información.
3. Distorsión. Transformación de la realidad percibida en una representación interna y que
se asegura es la única opción verdadera.
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1.2. LOS PODERES DE LA COMUNICACIÓN

Lo que cuenta en la comunicación son las emociones, y estas se expresan principalmente por
medio de la técnica, del entusiasmo y de la empatía. A continuación, veamos sus detalles.

1.2.1. Técnica

Es el conocimiento especializado, también llamado know-how, aquel que le permite saber, en


cada momento, qué es lo que tiene que decir u omitir para hacerse comprender.

El conocimiento especializado se aprende o se subcontrata a terceros; puede ser práctico o


teórico, y debe responder a unos objetivos y a una utilidad concreta enmarcada en un plan
preciso. Saber de todo es imposible, de modo que lo más inteligente es que usted se rodee de
personas especializadas que dominen sus materias, y que aproveche estas habilidades para el
logro de sus fines. Piense que el conocimiento es una mercancía relativamente barata de
adquirir.

1.2.2. Entusiasmo

El entusiasmo es la forma en que usted se relaciona consigo mismo. Es un proceso interno de


autocontrol de pensamientos, actitudes y estados de ánimo, que puede educar con la
autosugestión y el autoanálisis.

Si posee una buena dosis de entusiasmo, tendrá mucho camino recorrido en la gestión de sus
actividades, pues una actitud positiva es siempre bien recibida por los demás.

Para rentabilizar el entusiasmo, es importante considerar que cualquier beneficio está


supeditado a una entrega previa: si usted desea obtener algo de los demás, pero nada da a
cambio, difícilmente podrá cosechar beneficios.

La generosidad reside en la acción y depende de la intención al ejecutarla. Para ello, es


imprescindible cultivar un sentimiento de comprensión a los demás y mantener una actitud
mental correcta.
Para disponer de un buen nivel de entusiasmo, es importante considerar dos aspectos:

 Las relaciones de causa y efecto no son unívocas: Las relaciones de causalidad no son
directas: la realidad comunicativa es una realidad holográfica; es decir, todo influye y se deja
influir por todo.

 La elaboración de planes: Su entusiasmo debe acompañarse de un plan de trabajo, de una


estrategia, Los planes deben apoyarse en ideas claras, tales como la calidad, la utilidad, el
servicio, la innovación, el diseño, etc., y transmitirse mediante el deseo.

1.2.3. Empatía

La empatía es la capacidad de ponerse en el lugar de los demás, de sentir con ellos para
relacionarse en un plano de igualdad humana y comprensión asertiva.

La empatía se basa en la puesta en práctica de una serie de máximas de relación personal,


aplicables a cualquier dimensión comunicativa. Una de las personas que mejor ha estudiado el
modo de relacionarse con los demás para lograr fines concretos es Dale Carnegie. Según este
autor, existen tres reglas elementales para tratar con los demás; las citamos a continuación:

 No critique, no condene, no se queje.

La actitud defensiva que despiertan las críticas crea barreras en la comunicación,


fundamentadas por la necesidad de justificarnos al sentirnos heridos en nuestro orgullo.
Por lo tanto, evitar la crítica, la condena y la queja es básico para lograr que su interlocutor
lo perciba de manera positiva, y proyectar una imagen de seguridad.

 Demuestre aprecio honrado y sincero.

El halago es contraproducente en la comunicación; si usted quiere empatizar con alguien,


sea respetuoso y sincero en sus valoraciones. En realidad, cuando adulamos a otros, o nos
reímos de sus propuestas, solo estamos enseñando nuestros puntos más débiles,
proyectando una imagen de inferioridad.

 Despierte en los demás un deseo vehemente.

Ponerse en el lugar del otro desencadena simpatía de forma automática. La mejor manera
de establecer y mantener una relación consiste en que el receptor se convenza del
beneficio que le reportarán nuestras ideas. Para ello es necesario despertar su deseo; es
decir, que la propuesta sea percibida como una aspiración, una meta a la que desea llegar.

LAS TRES IDEAS PRINCIPALES PARA UNA SEGURA COMPETENCIA RELACIONAL


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1.3. LOS PATRONES COMUNICACIONALES

Un modelo de comunicación organiza los flujos de información que circulan dentro y fuera de
una organización. Estos flujos de información responden a hábitos de comportamiento
concretos y se expresan en patrones de comunicación. Cuando usted se plantee tener
comunicación, debe considerar el modelo de comunicación en el que vive, y no limitarse a
considerar sus acciones de forma aislada.

Para conocer y mejorar el modelo de comunicación, debe utilizar el pensamiento sistémico.


Existen dos tipos de sistemas: abiertos y cerrados. Veamos sus detalles:

 SISTEMA ABIERTO: se define como una agrupación de personas o de partes que están
en constante intercambio con su contexto o con su medio ambiente. Estos medios
presentan interacción con el exterior por medio de entradas y salidas, también son
increíblemente adaptativos, por eso se mantienen en el tiempo.

 SISTEMA CERRADO: Un sistema cerrado es denominado como un sistema cuyo


comportamiento está predeterminado y programado, casi no existe un intercambio con
el exterior, es hermético, y carece casi por completo de retroalimentación. Los
resultados de este tipo de sistemas se miden por medio de las salidas (el resultado para
el cual se implementó) También se pueden llamar sistemas cerrados a todos los sistemas
completamente estructurados y sus salidas son completamente invariables, se les
conoce como sistemas mecanizados.

Este tipo de sistema tiende a la desaparición en el futuro, puesto que no se desarrollan


al mismo tiempo que el ambiente que los rodea, al no tener una retroalimentación, no
saben cuáles son las necesidades que deben cumplir al momento de lanzar un producto
ya que la sociedad se encuentra en constante cambio.

Los flujos de información revelan hábitos de comportamiento que cuando se manifiestan


repetidamente crean patrones comunicacionales:
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1.4 LA IMPORTANCIA DE UNA BUENA COMUNICACIÓN EN UNA ORGANIZACIÓN

La comunicación es la esencia de la actividad organizativa y es imprescindible para su buen


funcionamiento. Una buena comunicación mejora la competitividad de la organización, su
adaptación a los cambios del entorno, facilita el logro de los objetivos y metas establecidas,
satisface las propias necesidades y la de los participantes, coordina y controla las actividades y
fomenta una buena motivación, compromiso, responsabilidad, implicación y participación de
sus integrantes y un buen clima integrador de trabajo.

Podemos diferenciar entre la comunicación interna y la comunicación externa de la


organización, pero antes es necesario saber quienes somos y qué hacemos, es decir, definir
la cultura y la filosofía de la organización que engloba sus valores, actitudes, creencias y
experiencias. Una vez que tenemos esto claro, es momento de definir cómo serán nuestras
estrategias de comunicación.

En cuanto a la comunicación interna, es decir, la comunicación entre los miembros de la


organización, es importante tener en cuenta qué queremos decir y cómo queremos decirlo, y
de que manera se transmite mejor el mensaje sabiendo que existe una diferencia entre lo que
se recibe y lo que se percibe, por lo que se hace de vital importancia fomentar la participación
y el compromiso de las personas que forman la organización.

Respecto a la comunicación externa, la importancia reside en proyectar, promover y reforzar


la imagen de la organización, publicitar nuestros proyectos o actividades, saber a quienes nos
dirigimos y conseguir la participación e interacción de nuestros participantes, o lo que es lo
mismo, dar a conocer nuestra organización a los demás. Es importante tener en cuenta cómo
nos perciben y cómo queremos que nos perciban y elaborar un plan de acción de
comunicación externa.

A continuación, algunos de los principales beneficios de una buena gestión de


la comunicación interna:
1) Por medio de una buena comunicación, es posible transmitir la identidad corporativa a los
colaboradores.
2) Promover un flujo de comunicación bidireccional contribuye a generar un clima de
confianza y a mantener las buenas relaciones entre los colaboradores y los altos mandos de la
empresa.
3) Mejora la productividad de la empresa al facilitar el intercambio de información vital, sin
mayores burocracias.
4) Permite que los colaboradores estén al tanto de los objetivos de la organización y lo que
deben hacer para contribuir al cumplimiento de estos.
5) A través de medios escritos, orales o digitales, los colaboradores pueden conocer la
situación de la empresa y los logros de esta.
6) Facilita la adaptación a cambios dentro de la organización por consecuencia de crisis
internas o externas.
7) Ayuda a motivar a los colaboradores, con contenidos empoderado res y activaciones de
valor para los empleados, que influyen en su nivel de productividad.
8) Mediante la implementación de redes sociales corporativas, se contribuye al desarrollo de
una cultura digital en la empresa.

Una buena comunicación es aquella en la que se practica la escucha activa, es asertiva y


proactiva. No hay que olvidar que lo más importante en un proceso de comunicación no es lo
que se quiere decir, sino lo que la otra persona entiende. Os dejo un enlace de ampliación de
información sobre qué se considera una buena comunicación según la psicología social actual.
Si le echáis un vistazo, podréis ver que divide la comunicación en dos grandes categorías:
comunicación verbal y no verbal. El sentido del mensaje puede variar con un mínimo giro del
tono de voz o de la expresión facial o corporal. En Internet, el mensaje es aún más difícil de
interpretar, ya que las reglas de expresión son ambiguas, aunque poco a poco se van
estandarizando, como por ejemplo el uso de mayúsculas para expresar que se está gritando.
Estas reglas se han de tener en cuenta para realizar una buena comunicación a través de las
social media.

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La importancia de las relaciones humanas en la gestión
de empresas

Las buenas relaciones humanas dentro de una empresa son un factor muy
importante para alcanzar el éxito, no sólo con el cliente, sino también
internamente entre el equipo que forma el capital humano de la empresa.
Es necesario que las organizaciones cuenten con líderes que sepan cómo
gestionar el talento y sean capaces de adaptarse a los cambios en el
mercado laboral.

Las relaciones humanas son el conjunto de normas, principios y técnicas para que las
personas entablen mejores relaciones entre sí. Se trata del grado de aceptación, simpatía
y madurez que reflejamos hacia los demás. Sin duda, un aspecto muy importante dentro
de la organización empresarial.

¿Qué nos permiten las buenas relaciones humanas?


Nos permiten aumentar el buen entendimiento entre los equipos de trabajo a través de una
comunicación eficaz considerando las diferencias individuales, generando relaciones
satisfactorias y alcanzar la realización y felicidad del individuo creando un ambiente
armonioso de trabajo. Las empresa que siguen este modelo suelen ser más
competitivas, es aquí donde es necesario que el Departamento de Recursos Humanos
fije y trace metas para garantizar que estas condiciones se den.
Los futuros profesionales dentro del área de recursos humanos necesitan los
conocimientos y habilidades necesarias para poder liderar el cambio en las
organizaciones, creando grupos de trabajo multidisciplinares que sean capaces de trabajar
unidos para conseguir las metas globales de la organización bajo un ambiente de armonía,
compañerismo y confianza que afiance las bases del éxito en la estrategia de negocio.
Paolo Lombardo, Responsable del Área de Recursos Humanos de EUDE Business
School reflexiona sobre los distintos aspectos que influyen en las buenas relaciones
humanas dentro de las organizaciones.
En los últimos treinta años uno de los grandes retos que ha enfrentado el área de
Recursos Humanos en las empresas es todo lo referido a la gestión de las relaciones
interpersonales y a la búsqueda de un ambiente de trabajo positivo y productivo.

Entre las diversas estrategias que se han seguido para tal fin, todas afectando a la
cultura y el clima organizacional, se encuentran las siguientes:

1. Trabajo en equipo. Los especialistas han encontrado evidencias sólidas que


indican que una cultura de empresa centrada en el trabajo en equipo sirve como
herramienta de fortalecimiento de las relaciones humanas dentro de las
organizaciones. Al favorecer la expresión del “nosotros” sobre el “yo” estamos,
desde la dirección de la organización, enviando un mensaje a todos los
colaboradores en el sentido de que aquellos elementos de individualidad se han de
poner al servicio de los objetivos empresariales, teniendo claro que la constitución
de un equipo de trabajo significa asumir la corresponsabilidad de trabajar
para alcanzar las metas globales.

2. Motivación e incentivos. Otro de los grandes retos en estos últimos años, ha sido
la puesta en marcha de iniciativas surgidas entre los propios trabajadores para
mantener el espíritu de colaboración, como es el caso de la asignación de
tiempo de trabajo para el desarrollo de proyectos individuales; los programas de
bienestar o “wellness” que apuntan a una mejora de las condiciones físicas y
psicológicas de cada individuo, tanto incentivando el cambio de hábitos
alimenticios o el incremento del tiempo dedicado al deporte y en
acondicionamiento físico. Por último, también se han desarrollado interesantes
iniciativas que han permitido a las empresas mejorar su reputación organizacional
implementando políticas de Responsabilidad Social Empresarial donde el rol de
los trabajadores sirve también para marcar pautas de valoración que se traducen
en mejoras e incentivos relacionados con su rol dentro de la empresa.

3. Valor al trabajo y al mérito personal. El desarrollo y la profesionalización de la


gestión humana dentro de las organizaciones, con la implantación de modelos de
gestión tales como el de Competencia o el de Conocimiento, junto a una
evolución cultural positiva, han servido para que desde la propia dirección
general se dé justo valor tanto a los elementos formales de productividad
(hard) como a aquellos más difíciles de cuantificar (soft). Es tendencia
considerar no solamente el resultado del trabajo en los diversos sistemas de
valoración del desempeño y de las retribuciones, sino incorporar al análisis
aspectos tales como los méritos a destacar, el papel individual que influye
positivamente sobre los diversos equipos de trabajo a los que cada trabajador
pertenece, las sinergias que desarrolla con los responsables de área y con sus
propios colaboradores.
De esta manera el mensaje que dejamos a la sociedad es que las personas no
solamente son necesarias en las organizaciones para que éstas alcancen sus
objetivos, sino que hoy en día es igualmente relevante conocer las historias de éxito
y los diversos roles que cada persona juega dentro de la empresa.

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