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FRANCISCO JOSÉ DE CALDAS:

POLÍTICA Y CIENCIA EN
EL CONTEXTO DE LA
INDEPENDENCIA

JULIANA BETANCUR RESTREPO


CÁTEDRA UNIVERSITARIA IV:
HISTORIA DE COLOMBIA
SOBRE CALDAS
Francisco José de Caldas y Tenorio nació en la
ciudad de Popayán, en el año de 1768. Su
padre, José de Caldas, había nacido en Galicia,
España, y su madre, Vicenta Tenorio, aunque
nacida en América, provenía de una
aristocrática familia de terratenientes de
ascendencia española.

Su educación la recibió en el Seminario Mayor


de Popayán y luego en el Colegio Mayor de
Nuestra Señora del Rosario, en donde obtuvo
una beca, gracias a su ascendencia española.

En su adolescencia y estando en el seminario


Mayor de Popayán, Caldas se familiarizó con las
matemáticas y la física experimental, gracias al
curso de filosofía que impartía el antioqueño
José Félix de Restrepo.
Al cumplir 20 años, Caldas se trasladó a la capital del
virreinato, Santafé de Bogotá, e inició sus estudios en leyes.

En el Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario, no


logró obtener los grados de Licenciado y Doctor en
Derecho, al parecer por cuestiones de salud; únicamente
le fue posible acceder al título de Bachiller en Derecho.

De regreso a Popayán, en 1793, el joven Francisco José,


pudo desempeñarse como juez de menores y asistente en
el gabinete de un abogado. A mediados de 1795, tuvo
que renunciar otra vez por quebrantos de salud. Se sentía
débil y no podía mantenerse concentrado, por lo que los
médicos le prohibieron la lectura o cualquier otro tipo de
ejercicio intelectual.

Sería en parte gracias a esta circunstancia de “cansancio


mental”, que la vida de Caldas se involucraría
definitivamente con el estudio de la naturaleza.
CALDAS Y LA CIENCIA
Caldas decidió dedicarse al comercio entre ciudades. Fue entonces cuando
se compenetró con la contemplación de la naturaleza. Su interés por las
ciencias naturales renació. Paulatinamente, fueron convirtiéndose en sus
actividades cotidianas la observación de la naturaleza, la lectura de textos
científicos, y el indagar sobre plantas, animales o minerales. Evidenció una
maravillosa diversidad de fauna y flora que se transformaba de forma increíble
de acuerdo con los pisos térmicos que él recorría por el territorio virreinal. Y
seguramente fue durante estas mismas andanzas cuando empezó a
reflexionar sobre la influencia del clima en la manera de ser de sus habitantes.
Caldas medía y anotaba todo lo que veía: la altitud y la posición
astronómica de los lugares que visitaba, sus características climáticas, sus
particularidades geográficas, convirtiéndose en un buen conocedor de
historia natural, la geografía y la astronomía.

Cerro de Guadalupe
Durante los últimos años de la década de 1790,
Caldas centró sus intereses científicos
principalmente en la astronomía; construyó una
pequeña plataforma para realizar observaciones
de diversos fenómenos celestes y también fabricó
algunos instrumentos. Posteriormente construyó un
pequeño telescopio a partir de un par de lentes,
con el que pudo observar el anillo de Saturno, los
satélites de Júpiter y las zonas oscuras de ese
planeta.

Muchos de los conocimientos necesarios para


realizar sus actividades astronómicas los había
adquirido Caldas de algunos textos que se
habían escrito como resultado de una importante
expedición científica que la Academia de
Ciencias de París había organizado en las
cercanías de la ciudad de Quito, hoy capital de
Ecuador (Expedición Geodésica).
A finales del siglo XVIII, Caldas había leído
minuciosamente las Observaciones
Astronómicas de Jorge Juan que era uno de los
científicos españoles que acompañó la
expedición de La Condamine. Estos textos, le
permitieron obtener los conocimientos
necesarios para realizar posteriores mediciones
astronómicas y construir algunos instrumentos
indispensables para sus labores científicas.

“¿Por qué me ha dado la naturaleza este amor


a la sabiduría, si me había de privar de los
medios para conseguirla?”

Caldas carecía de una red de contactos e


intercambios sin los cuales sus trabajos carecían
de sentido. La Expedición Botánica en el Nuevo
Reino de Granada, de la mano del español
José Celestino Mutis, representó un vínculo ideal
para las aspiraciones de Caldas.
En 1801, Caldas conoce personalmente al naturalista
alemán Alexander von Humboldt. Humboldt
representaba una posibilidad real de conquistar su
sueño de formar parte de la comunidad científica
internacional. Pero eso no pasó debido al juicio de
Humboldt sobre el estado físico de Caldas.

“¡Humboldt afirma que mi organismo es demasiado


débil para resistir un viaje a Lima y México!
Simplemente no me quieren llevar; esto se traduce en
todas las perolatas tanto del Barón como de Bonpland”.

Caldas sería entonces designado por Mutis para que


explorara el sur del territorio en búsqueda de plantas
medicinales, y posteriormente lo nombraría director del
Observatorio Real Astronómico de San Carlos, ubicado
en Santafé. Pocos años después muere Mutis (1808) y
una vez más, Caldas sufriría por su mala suerte, al
comprobar que aquel no le había legado la dirección
Alexander von Humboldt
de la Expedición Botánica tal como se esperaba.
LAS AVENTURAS CIENTÍFICAS DE CALDAS

1796: Midió la altitud del cerro de


Guadalupe que bordea a Bogotá,
convirtiéndose este en su primer
trabajo publicado.

1797: Basándose en observaciones


astronómicas, elaboró un mapa del
pueblo de Timaná, ubicado en el
actual departamento del Huila.

1801: Mutis le cuenta a Humboldt sobre


Caldas. Humboldt llegó a Popayán
pero Caldas estaba en Quito.
Finalizando 1801, Caldas se encuentra
con Humboldt y durante más de tres
meses tiene la oportunidad de
compartir y aprender de él y de
Bonpland, astronomía y botánica.
1802: Caldas tenía la esperanza de que Humboldt
lo incluyera en su equipo e inició un proyecto para
conseguirlo, pero el tal proyecto tendría que
esperar 50 años para ser realizado. Humboldt se
negó a aceptar a Caldas. Caldas se unió entonces
a la Expedición Botánica y se fue para Quito. Mutis
mandó a construir el primer Observatorio de
América.

1804: Caldas se trasladó a la región de Loja para


estudiar el árbol de quina.

1805: Caldas conoce a Mutis en persona.

1806: Inicia formalmente su labor en el observatorio


y cuando llegan los instrumentos de medición
enviados de España, se va a vivir al Observatorio.

1808: Fundó la revista Seminario del Nuevo Reino


de Granada.
CALDAS Y LA POLÍTICA

¿Qué pasaría entonces, si la autoridad del Rey


desapareciera, o si los privilegios y autonomía de los criollos
aumentaran?

Con la autonomía adquirida como director del


Observatorio, este se convertiría en un espacio importante
para analizar el clima político de la época. Ahí se reunían
con Caldas personajes como Antonio Nariño, Camilo Torres,
Joaquín Ricaurte, entre otros, para discutir cuestiones
políticas y científicas.

En 1805 “La armada invencible” había sido derrotada por los


ingleses en la batalla de Trafalgar. Perdieron la soberanía de
las rutas marítimas entonces España no podía defender
militarmente sus colonias ni controlar el comercio con ellas,
asunto que le generó problemas graves. En 1808 las tropas
francesas ocuparon España, con lo que Napoleón pudo
lograr que el rey cedieran el trono. José Bonaparte, fue
entonces nombrado “Rey de España y de las indias”.
Caldas se quejaba amargamente de esta
situación alegando que España mantenía a
la Nueva Granada en “la sumisión por
medio de la ignorancia, amainaba la
tormenta del progreso de los talentos
americanos y la mantenía sin industria, sin
maquinaria y sin ciencias.”

Un clima político que desembocaría en los


sucesos del 20 de julio de 1810. En esa fecha
y luego del famoso altercado del florero de
Llorente, en el que se afirma que Caldas
participó, un grupo de criollos organizaron
un “Cabildo extraordinario”.

Escribió en el primer Diario oficial del nuevo


gobierno, periódico del cual fue su director,
las siguientes palabras que resumen muy
bien las expectativas y quizá las promesas
de ese nuevo gobierno:
“Nosotros podemos hablar de la libertad y de la independencia. Ayer
todavía estas palabras eran frutos prohibidos, hoy son consuelo y felicidad.
¿Pero qué es la libertad? ¡Somos esclavos de las leyes para ser libres!
Nuestro pueblo, amenazado hasta hace poco por las bayonetas y los
cañones, respira ahora bajo un gobierno justo, impuesto por él mismo para
que el comercio, la agricultura, y el arte prosperen, para que el bienestar y
la paz sean las bases de nuestra vida nueva y para que Fernando VII, si
alguna vez pisa nuestro suelo, nos encuentre como un pueblo feliz y capaz,
formado por hombres dignos”.
Caldas calculó un eclipse solar y realizó
varios almanaques en los cuales aportaba
datos útiles para la agricultura y para el
progreso del país. Preocupado por el
desarrollo científico, tenía proyectada la
realización de un “levantamiento
geográfico del país”, que reflejara no solo
la independencia política con España,
sino igualmente la independencia
intelectual con Europa.

Entre sus preocupaciones también se


encontraban el futuro de la Expedición
Botánica y del Observatorio astronómico,
y su relación con estas instituciones.
CALDAS Y LA INDEPENDENCIA DE LA NUEVA GRANADA

Sirvió como científico y militar en Santafé de Bogotá, al


gobierno de Antonio Nariño. Este organizó el “Cuerpo de
Ingenieros”, en donde Caldas se incorporó como capitán.
Luego de ello, el camino de Caldas estaría sembrado de
decepciones.

Caldas se enfrentó con Nariño, al condenar su aspiración


centralista. Bajo estas circunstancias, decidió poner su
conocimiento científico al servicio de los federalistas que
se hallaban en Tunja, comandados por Camilo Torres, pues
consideraba que Nariño tenía las mismas pretensiones de
un “monarca absolutista”.

Queriendo recuperar “su libertad, sus matemáticas y su


tranquilidad”, decidió buscar asilo en Antioquía, tras haber
abandonado su cargo al servicio de las tropas federalistas.

Permaneció allí hasta 1814, y cuando Frenando VII retomó


la corona de España.
Caldas decidió dirigirse a la finca de unos
parientes en Paispamba y buscar ahí refugio.
Al poco tiempo de encontrarse en este lugar,
fue delatado y las tropas realistas lo tomaron
preso y lo llevaron a Popayán.

El abatido Caldas se retractó de todo lo que


había hecho durante los últimos seis años,
justificando que había sido un error, producto
del “delirio de esa detestable revolución”.

No tuvo más remedio que utilizar la ciencia


como su último recurso para salvar la vida. En
sus últimas dos cartas hizo énfasis en que sus
conocimientos sobre astronomía y geografía
podría ser útiles al servicio del Rey, pero eran
justamente sus conocimientos geográficos y
astronómicos los que lo hacían aparecer
frente a la Corona como un peligro.
El 22 de octubre de 1816, Caldas fue
sentenciado a muerte. Se le
consideró como “Ingeniero General
del Ejército Rebelde”, fue juzgado
por “traición al Rey” y confinado en
el Colegio Mayor de Nuestra Señora
del Rosario, para ser fusilado a los
siete días. Fue juzgado por “traición
al Rey”.

El 29 de octubre de aquel año fue


conducido a la Plaza de San
Francisco, donde fue fusilado por la
espalda de siete disparos más uno
de gracia. Su cuerpo, ya sin vida, fue
arrojado a una fosa común.
BIBLIOGRAFÍA

1. POHL VALERO, Stefan (2009). ¡Soy Caldas! Biografía de Francisco José de Caldas.
2. Obras completas de Francisco José de Caldas: publicadas por la Universidad
Nacional de Colombia como homenaje con motivo del sesquicentenario de su
muerte (1816 – 1966).

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