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Antecedentes :
La policía federal argentina , obserbo que de distintas actuaciones sumariales por infracción a
la ley 23.737 surgia que todos los detenidos habían tenido contacto en forma esporádica con
una casa de la ciudad antes mencionada , donde se habían observado los movimientos típicos
de la venta de estupefacientes.
. Sebastian Eduardo Arriola , fue encontrado como autor responsable del delito de trafico de
estupefaciontes en la modalidad de tenecia de estupefacientes con fines de comercialización.
.Gustavo Alberto Fares , Marcelo Ezequiel Acedo , Marcelo Alberto Villareal , Gabriel Alejandro
Medina y Leandro Andres Cortejarena , fueron encontrados como autores del delito de
TENENCIA DE ESTUPEFACIENTES PARA CONSUMO PERSONAL ( ARTICULO 14 SEGUNDO
PARRAFO , DE LA LEY 23.737 ) Y condenados a la pena de un mes de prisión de ejecución
condicional.
Encontraron como máximo la cantidad de entre uno y tres cigarrillos de marihuana por parte
de los condenados por tenencia para consumo personal , con pesos inferiores a 30 gramos.
El planteo de la defensa:
LA JURIDISPRUDENCIA:
LA JUSTIFICACION :
Porque hay un incremento de drogas ilícitas en el país y su liderzgo frente a otros países de
latinoamerica especialmente en la juventud.
Por lo cual debería volver a darse el debate porque se establecia qel control de
convencionalidad . no solo tener en cuenta los fallos de la corte interamericana de derechos
humanos
.la CIDH estableció el principio de la dignidiad del hombre , que consagra al hombre como un
fin en si mimso , y se opone que sea tratado utilitariamente
Utilitariamente , es decir antes e trataba de criminalizar esta conducta con el fin de llegar a
quienes comercializaban estos estupefacientes , o sea usar al hombre o mujer que poseía estos
estupefacientes para llegar al que las repartía , o sea usar a la persona.
JUSTIFICACION :
Que no se puede criminalizar solo que podrían ser autores de algún otro delito , es decir
contradice el estándar internacional que impide justificar el poder punitivo del estado sobre
el nivel de peligrosidad , en un potencial
. de ninguna manera puede invocarse bien común ‘’ o orden publico como medios para
suprimir un derecho garantizado por la convención o desnaturalizarlo y privarlo de contenido
real ,
Siempre habrá de preferirse la interpretación que resulte menos restrictiva para aplicación
de los derechos. Asi que cuando unas normas ofrezcan mayor protección , están habran de
primar , siempre habrá de preferirse la interpretación hermeutica que resulte menosx
restriciva para la aplicación del derecho fundamental comprometido.
O sea que sin hay 2 distintas siempre habrá que preferirse la menos restrictiva de los derechos.
CONSIDERACIONES FINALES :
En esta sentencia, la Corte declaró la iconsitucionalidad de la norma que sanciona penalmente la tenencia de estupefacientes
para consumo personal por ser incompatible con el principio de reserva contenido en el artículo 19 de la
Constitución Nacional que protege las acciones privadas que de ningún modo ofendan al orden y a la
moral pública, ni perjudiquen a un tercero.
Hechos: En el marco de una investigación por tráfico y comercialización de estupefacientes se realizó un allanamiento durante
el cual resultaron detenidas ocho personas con marihuana en su poder que, por su escasa cantidad, denotaba ser para uso
personal.
La defensa de los detenidos sostuvo que el artículo 14, segundo párrafo, de la ley 23.737, que reprime la tenencia de
estupefacientes para consumo personal, es incompatible con el principio de reserva contenido en el artículo 19 de la
Constitución Nacional y señaló que la intervención punitiva cuando no media un conflicto jurídico, entendido como la afectación
a un bien jurídico total o parcialmente ajeno, individual o colectivo, no es legitima.
Decisión de la Corte:
Una norma similar había sido declarada inconstitucional por la Corte en 1986 en el caso “Bazterrica”. Allí el tribunal había
destacado que la protección constitucional de los valores de la intimidad y la autonomía personal impedían castigar la mera
tenencia de drogas para consumo.
En 1989 el Congreso sancionó una nueva ley que contradecía el principio sentado en el fallo y mantenía la incriminación. Un
año después, ya con otra composición, la Corte destacó la clara voluntad de los legisladores y declaró legítimo el enfoque
punitivo. Indicó que incriminar al tenedor de drogas haría más fácil combatir el tráfico.
Ahora, en “Arriola” la Corte retomó y dijo “sostener” los principios sentados en “Bazterrica”. Indicó que el artículo 19 de la
Constitución sienta el principio de que el Estado debe tratar a todas las personas (y sus preferencias) con igual consideración y
respeto.
La Corte agregó que “las razones pragmáticas o utilitaristas” en las que se basaba el enfoque punitivo fracasaron, pues el
comercio de drogas aumentó notablemente pese a que por más de 18 años se castigó la tenencia. Añadió que la reforma
constitucional de 1994 y los tratados de derechos humanos a ella incorporados refuerzan la protección de la privacidad y la
autonomía personal y el principio de dignidad humana, que impide el trato utilitario de la persona.
Explicó que la idea de penar al consumidor para poder combatir el comercio de drogas difícilmente se ajuste a dicho principio.
Además, recordó que el consumidor es una víctima de los criminales que trafican drogas, y concluyó que castigarlo produce su
revictimización.
Tanto en su fallo como al difundirlo, la Corte destacó que su decisión no implica “legalizar la droga”, y que todas las
instituciones deben comprometerse a combatir el narcotráfico, y exhortó a todos los poderes públicos a asegurar una política
contra el narcotráfico y a adoptar medidas preventivas para la salud, con información y educación que disuada el consumo.
Lamentablemente, como el fallo está compuesto por 6 votos distintos alentó muchas dudas prácticas acerca de los alcances de
la protección constitucional.
¿Se extiende sólo a la tenencia para consumo de marihuana o también a la de otras drogas? ¿Hay alguna diferencia entre
tener la droga en el bolsillo, llevarla en la mano o consumirla? ¿Acaso todo depende de la cantidad de drogas que se tienen, o
también de su exposición?
Conceptualmente, ¿el acto privado es para la Corte el que se desarrolla en la intimidad o más ampliamente el que no daña a
terceros? Del fallo se desprende que la cantidad de estupefacientes que tenían los imputados era muy escasa y que ésta no
había sido exhibida públicamente. ¿Sólo en casos similares a éste la protección constitucional tendrá aplicación?
En el 2009, con el fallo Arriola, la Corte dictamina que el adicto es una víctima, junto con su
familia, y que este es el último eslabón de la gran cadena del narcotráfico.La tenencia de una
cantidad apta para el consumo personal no deberia estar penada ya que es parte del ámbito
privado (‘la adicción es un problema de salud y no debe encarcelarse a los afectados’ – Juez
Fayt). La Corte decide ignorar el precedente del fallo Montalvo ya que contrariamente a su
objetivo de combatir y disminuir el comercio de estupefacientes, éste habíaaumentado, lo que
la corte acusa a la interpretación restrictiva de los derechos individuales. Se presta también
atención a : las nuevas estadísticas de la ONU, que nos posicionan como importante país
productor y consumidor de drogas, lo cual impulsa a los jueces de la Corte a querer generar un
cambio; y también a los tratados de DDHH que se añadieron, con jerarquía constitucional,
particularmente a sus cláusulas sobre el derecho a la privacidad y su vinculación con el
principio de autonomía personal (válido siempre y cuando el comportamiento no resulte
ostensible). Las conductas que ampara la Corte al resolver el fallo Arriola son aquellas que no
traigan aparejado un peligro concreto o un daño a derechos o bienes de terceros, y nadie
puede ser arrestado por mera peligrosidad o potencialidad de riesgo, con lo cual se refiere
particularmente a la jurisprudencia internacional y la prevención de atacar a sujetos con
antecedentes en este tipo de penalidades.
● La Corte dictamina que el adicto es una víctima, junto con su familia, y que este es el
último eslabón de la gran cadena del narcotráfico. La tenencia de una cantidad apta
para el consumo personal no debería estar penada ya que es parte del ámbito privado
(‘la adicción es un problema de salud y no debe encarcelarse a los afectados’ – Juez
Fayt). ● La Corte decide ignorar el precedente del fallo Montalvo ya que contrariamente
a su objetivo de combatir y disminuir el comercio de estupefacientes, éste había
aumentado, lo que la corte acusa a la interpretación restrictiva de los derechos
individuales. Se presta también atención a: las nuevas estadísticas de la ONU, que nos
posicionan como importante país productor y consumidor de drogas, lo cual impulsa a
los jueces de la Corte a querer generar un cambio; y también a los tratados de
DDHH que se añadieron, con jerarquía constitucional, particularmente a sus cláusulas
sobre el derecho a la privacidad y su vinculación con el principio de autonomía personal
(válido siempre y cuando el comportamiento no resulte sostensible).
● Las conductas que ampara la Corte al resolver el fallo Arriola son aquellas que no
traigan aparejado un peligro concreto o un daño a derechos o bienes de terceros, y
nadie puede ser arrestado por mera peligrosidad o potencialidad de riesgo, con lo cual se
refiere particularmente a la jurisprudencia internacional y la prevención de atacar a
sujetos con antecedentes en este tipo de penalidades.
Hechos: Un domicilio en Rosario vendía clandestinamente drogas, al momento del allanamiento secuestran varias
personas. La mayoría de los acusados poseían poca cantidad de marihuana y se justificaba que era para consumo
personal.
Datos relevantes: La defensa plantea la inconstitucionalidad del art.14 (Penaliza la tenencia p/consumo y/o venta) Y
EL ART.19 CN (Derecho a la intimidad). Dicho planteo es abalado y apoyado por la C.S.
C.S (Holding): Declara la inconstitucionalidad del ART.14 y el Art.19 CN. y deja sin efecto la sentencia apelada. Dado
que la cantidad de marihuana que poseía el imputado al momento del allanamiento, es abalada y permitida para
consumo personal mediante el ART 14 CN.
Argumentos:
El proyecto, que fue presentado este lunes en el Congreso, fue elaborado por la Comisión
Reformadora del Código Penal y estuvo presidida por Mario Borinsky.
Entre los puntos salientes del proyecto del Código Penal, se encuentran la criminalización del
aborto y la protesta social. Mientras que la ley antiterrorista, promulgada bajo el gobierno
kirchnerista, fue ampliada y redactada en las Oficinas de Contraterrorismo y Narcotráfico del
Departamento de Estado y en el Departamento de Justicia.
Además, el anteproyecto del Código Penal incorpora los delitos de “narcotráfico y tráfico de
estupefacientes”, aumentando las penas que están establecidas en la ley 23.737. Restringen el fallo
Arriola, para despenalizar el consumo personal cuando se ejerza solo en el ámbito privado.
Bajo las premisas de la “guerra contra el narcotráfico”, diseñada por los Estados Unidos y adoptada
abiertamente por el macrismo, se aumentan las penas en el nuevo proyecto del Código Penal.
Los cultivadores de sustancias psicoactivas seguirán penalizados. Manteniendo la escala actual que
va entre de 4 a 15 años de prisión. Asimismo, aumentan las penas para quienes siembre y se los
considere peligrosos en la cadena de “narcotráfico”. La escala penal va entre 5 a 20 años, pero la
ambigüedad de la definición pone en peligro aún más a cientos de comunidades cultivadoras.
Se aumenta además a 6 años de prisión el mínimo de la pena del tráfico de Paco o cualquier otra
sustancia de desecho o residual que se genere en el proceso de producción. El aumento de pena, así
como las políticas de guerra contra el narcotráfico, se mostraron impotentes para combatir a bandas
criminales ligas a este mercado ilícito. Estas leyes solo sirven para perseguir "perejiles" mientras los
capos narcos gozan de "buena salud".
Según explica Borinsky, la despenalización de la tenencia de drogas tiene que ser para uso personal,
tener escasa cantidad y cuando su consumo sea en ámbitos de privacidad. "Tienen que darse las tres
condiciones en simultáneo. Esto es por la aplicación del fallo de la Corte Suprema en el caso Arriola,
que sentó jurisprudencia".
El fallo sostiene “el artículo 14, segundo párrafo, de la ley 23.737 debe ser invalidado,pues conculca
el artículo 19 de la Constitución Nacional, en la medida en que invade la esfera de la libertad
personal excluida de la autoridad de los órganos estatales. Por tal motivo se declara la
inconstitucionalidad de esa disposición legal en cuanto incrimina la tenencia de estupefacientes para
uso personal que se realice en condiciones tales que no traigan aparejado un peligro concreto o un
daño a derechos o bienes de terceros”.
El principal argumento utilizado en el fallo es que la norma que penaliza la tenencia para consumo
personal, afecta el derecho a la intimidad protegido por normas constitucionales (artículo 19 de la
Constitución Nacional y otras que se incluyeron en la reforma constitucional de 1994).
El fallo nunca estableció que la tenencia y consumo no fuera punible solo en casos que se realicen en
un ámbito privado. Es cierto que no estableció lo contrario, por lo cual quedó en una zona gris.
El juez Carlos Fayt, uno de los votantes de este importante fallo, justificó su voto: “hoy, la respuesta
criminalizadora se advierte a todas luces ineficaz e inhumana”.
Sin embargo, al establecer este fallo la limitación de que no afecte “a terceros” fue utilizado por las
fuerzas de seguridad y ciertos jueces que buscan criminalizar a los usuarios de drogas.
El anteproyecto del código Penal no se propone revertir este camino, sino profundizarlo.
Aumentando las penas para el narcotraficante no podrán en jaque a las bandas criminales. Por el
contrario, la prohibición genera un negocio millonario y sangriento de los que se benefician los
grandes capitalistas.
Legalizar todas las drogas es parte de una política para combatir el narcotráfico, en tanto la
penalización a los usuarios es una herramienta que tiene el Estado capitalista para criminalizar, sobre
todo, a la juventud de los sectores populares.
Más allá de su impacto, el alcance del fallo era menor, explicó Borinsky, “por ser el
nuestro un sistema difuso”. En Argentina, los fallos alcanzan casos particulares,
salvo que se exprese lo contrario (como sí ocurrió con el F.A.L., con el derecho al
aborto no punible).
Pero muchos jueces terminaron por alinearse con el pronunciamiento del caso Arriola.
De hecho, según Borinsky “el 50% de los casos de la ley de estupefacientes -la
mayoría por consumo personal- nunca terminan en condena. Le asignás
recursos a la Justicia para causas que no terminan en nada”. Por eso "parece lógico que
la norma incorpore que la tenencia para consumo personal no es punible. O
sea, institucionalizar lo que ya estaba en el fallo”.
Corda admitió que “el proyecto es mejor que la ley actual, ya que intenta incorporar al
texto de los tipos penales una suerte de eximente para casos que se ajusten al fallo
Arriola, e incluso la extiende al cultivo para consumo personal, todos aspectos
superadores". Pero aclaró que "se esperaba una reforma más ambiciosa, como algunos
intentos que hubo en 2012, que sacaban la tenencia para consumo personal. Cualquier
caso de ese tipo quedaba fuera de la órbita del derecho penal
A la vez se aclara que si por la escasa cantidad se probara que fueran para consumo
personal, “la pena de prisión será de un mes a dos años”. Pero en dos pasajes –uno para
tenencia, otro para generación de materia prima- se agrega otra norma: “No será
punible si no hubiere trascendido el ámbito de la privacidad”. Por un lado se
afirma que “no se puede”, en un sentido amplio, y luego se restringe el “se puede” al
ámbito privado. ¿Hay una contradicción?
¿Qué hace tan difícil reformar un Código escrito en 1921? Según Borinsky, “tres temas
trabaron históricamente posibilidad: reincidencia, aborto y tenencia
de estupefacientes”. Por eso para él la vara del éxito está en otro lugar: “De
aprobarse el nuevo Código Penal se institucionalizaría algo que hasta ahora no estaba.
Para lograrlo fue necesario buscar un Código de consenso que además fuera ágil.
Parece mínimo, pero los avances en Argentina son pasito a paso. Mejor dar pasos
cortos, pero firmes”.
Leyendo el pdf :
Defensa
postuló la revisión
de lo decidido sobre la base de la nueva composición de la
Corte
Suprema y de los argumentos que habían conformado el fallo
dictado por dicho Tribunal en el caso "Bazterrica", en el
cual
se había declarado la invalidez constitucional de un texto
normativo —ley 20.771, artículo 6— que incriminaba la
tenencia
de estupefacientes para uso personal con un alcance
semejante
al que lo hace la norma impugnada.
6) Que por su parte, los integrantes de la Sala I
de la Cámara Nacional de Casación Penal rechazaron el
recurso
señalando que esa sala se había expedido con anterioridad
en
los antecedentes que citan, acerca de la constitucionalidad
del segundo párrafo del artículo 14 de la ley 23.737.
Sobe este último punto, la Procuración destacó que la infracción a las leyes de
drogas constituye el primero o segundo delito en los países de la región
latinoamericana, para el caso particular de las mujeres. Según datos oficiales,
entre el 2015 y el 2018 se incrementó en un 34.85% la población de mujeres
detenidas por delitos de drogas, en el ámbito del Servicio Penitenciario Federal.
Los especialistas que debatieron hoy en el salón Atrio del Senado de la Nación señalaron que
persiste en Argentina una política de drogas que tiende a la criminalización de los
consumidores, pese a que la jurisprudencia del fallo Arriola fue incorporada al nuevo Código
Penal.
El ex juez de la CSJN, Eugenio Zaffaroni, quien fuera uno de los firmantes de la sentencia,
afirmó hoy que "el fallo no tuvo el efecto que deseábamos", y agregó que esto se debió,
principalmente, a que el "control de constitucionalidad es débil" en Argentina, ya que "cada juez
sostiene su posición mientras la ley se sigue aplicando".
Zaffaroni también advirtió que "el tóxico criminógeno por excelencia es el alcohol, no
las drogas", y agregó que en "los 11 años que fui juez de la CSJN y me llegaron las causas
penales más graves, vi muy pocas causas criminales donde los agentes estuvieran bajo el efecto
de la cocaína, pero bajo el efecto del alcohol, todos los días".
El caso Arriola ocurrió en Rosario en 2006, cuando ocho jóvenes de entre 18 y 20 años
fueron detenidos por tenencia de marihuana en cantidades que sólo podían destinarse al
consumo personal. En 2006, Matilde Bruera era defensora en los tribunales federales de
Rosario e intervino en la causa, por lo que acompañó a Zaffaroni en el encuentro de hoy.
"El debate sobre el fallo Arriola es también un debate sobre qué se puede prohibir y qué no,
sobre la autodeterminación de la propia vida y, en definitiva, sobre la libertad", dijo Bruera al
iniciar su exposición.
“La política de drogas que está llevando el Gobierno es una de las políticas públicas más
desastrosas porque no cumplió ninguno de los objetivos que se propuso”, consideró por
su parte el director de la Revista THC, Sebastián Basalo.
El cierre del primer panel estuvo a cargo del procurador adjunto interino de la Penitenciaria de
la Nación, Ariel Cejas Meliare, quien enfatizó el incremento -durante estos diez años- de la
detención de hombres y mujeres por delitos de droga, y destacó que “preocupa el aumento
de encarcelamiento mujeres y trans”.
Hace una década la Corte Suprema de Justicia de la Nación publicó una sentencia
que, a la vista del paso del tiempo, no fue lo paradigmática que se esperaba: el
célebre fallo Arrioladeterminó que castigar a una persona adulta por tener drogas
para consumir en el ámbito privado era inconstitucional, protegió las libertades
individuales amparadas en el artículo 19 de la Constitución y exhortó a todos los
poderes públicos a ir contra el tráfico de estupefacientes y dejar de perseguir a los
consumidores.
Diez años después, las consecuencias de Arriola no tuvieron el impacto que se podría
haber sospechado en aquel momento: la ley de drogas es la misma desde hace 30
años y las personas que tienen sustancias para consumo personal pueden ir
presas. Las fuerzas de seguridad todavía llenan las cárceles con usuarios o eslabones
bajos de la cadena de narcotráfico (como "mulas", dealers y camioneros) y las causas
abiertas a ciudadanos por tenencia para consumo personal batieron varios
récords en los últimos tres años.
Para conmemorar aquel fallo de la Corte, diferentes organizaciones relacionadas a las
políticas de drogas y Derechos Humanos organizaron una jornada este martes en el
Senado de la Nación con una decena de mesas de debate.
Zaffaroni fue crítico de lo que vino después de Arriola e insistió con un reclamo que
marcó su trayectoria jurídica: dejar de criminalizar a los consumidores de drogas,
poner el foco en el negocio del tráfico ilegal y combatir, especialmente, la venta de
paco, que, según él, "no es una droga, no es un tóxico, es un veneno"
Diez años del fallo y desde mi punto de vista ha cambiado poco la política criminal y
general en materia de consumo de tóxicos en el país", comentó Zaffaroni,
actualmente juez de la Corte Interamericana de Derechos Humanos,
quien compartió la mesa "A 10 años de Arriola" con Matilde Bruera, ex defensora
oficial ante la Cámara de Casación Penal en Rosario, que intervino en la causa Arriola, y
con el juez de la Suprema Corte bonaerense, Sergio Torres.
Para el ex juez de la Corte se llegó a Arriola porque la ley de drogas actual, sancionada
en 1989, no respetó el artículo 19 de la Constitución, que dice en su primer párrafo:
"Las acciones privadas de los hombres que de ningún modo ofendan al orden y a la
moral pública, ni perjudiquen a un tercero, están sólo reservadas a Dios, y exentas de
la autoridad de los magistrados".
La causa Arriola tardó tres años en llegar a la Corte. Comenzó en febrero de 2006, tras
un allanamiento en una casa de Rosario, donde se sospechaba que se vendían
pequeñas cantidades de sustancias ilícitas. En la vivienda fueron detenidos Sebastián
Eduardo Arriola, Carlos Simonetti y Mónica Beatriz Vázquez, a quienes acusaron de
comercializar estupefacientes y poco tiempo después condenaron a penas de seis,
cuatro y dos años respectivamente.
El Máximo Tribunal, integrado entre otros por Zaffaroni, consideró que los
detenidos no hacían ostentación de la marihuana, ni generaron peligro para
terceros, ni habían demostrado adicción ni existía evidencia de comercio de la
sustancia. Amparada en el artículo 19, la Corte remarcó que cada individuo adulto es
soberano para tomar decisiones libres sobre el estilo de vida que desea llevar sin
que el Estado pueda intervenir en ese ámbito.
Este martes en el Senado, Zaffaroni criticó que, si bien la Constitución Nacional está
inspirada en la de Estados Unidos, no tomó de esta el control constitucional. En el país
del norte, explicó el juez, una sentencia de la Corte es jurisprudencia obligatoria para
todos los estamentos que están abajo. "Cada juez sigue sosteniendo la posición que
quiere. Es anárquico. La ley sigue vigente, los jueces la consideran como gusten y hay
que llegar de nuevo a la Corte", dijo.
Para Zaffaroni, la llamada "guerra a las drogas" distrae de un enemigo más peligroso,
que es el paco: "Creo que hay frentes de lucha que tienen que abrirse. Básicamente
hay que hacer una lucha frontal contra el paco, que no es un tóxico, no es una
droga, es un veneno, cuidado. Y afecta a personas muy jóvenes, adolescentes, niños,
en los sectores más humildes. Ahí está el frente de lucha, no en perder tiempo en
criminalizar a consumidores".
En consonancia con Zaffaroni, Matilde Bruera consideró que "todo el aparato legal
fue dirigido a perseguir consumidores y expendedores pequeños" y que "el
discurso de la guerra contra las drogas es una mentira, es una guerra contra los
pobres".
El juez Sergio Torres, integrante de la Corte provincial, también aportó datos para
demostrar que la jurisprudencia de Arriola no se aplica en los tribunales federales.
"Arriola tiene 10 años. En Salta, en 2018, el 43% de las causas son por tenencia. En
Santa Fe, el 42%. En Ciudad de Buenos Aires, el 46%. En la Provincia, con ley de
desfederalización, en 2017, era el 29% de causas iniciadas. Pero esta tendencia que se
había modificado a la baja en 2018 subió al 39%. Pareciera que el rol del Estado es
ocuparse con su cara mala del consumo, en lugar del tráfico, sobre todo de paco",
comentó.
"En esta nebulosa que llaman 'la droga', nuestro problema es de distribución en
clases medias", consideró Zaffaroni y apuntó a que no se ejecute el fallo Arriola en el
Poder Judicial al interés por no perseguir a los grandes narcotraficantes: "Hay intereses,
cajas chicas, cajas grandes, cajas mayores. Algunos los llaman corrupción, yo las
llamo fuentes de recaudación autónomas.La prohibición en el contexto mundial
no ha hecho más que generar una plusvalía enorme en el servicio de distribución
de tóxicos".
La PPN junto a Reset - políticas de drogas y derechos humanos-, el CELS y otras organizaciones,
presentaron en el Congreso de la Nación la jornada “A 10 años del Fallo Arriola”. El objetivo del encuentro
fue visibilizar el impacto de las políticas de drogas y sus consecuencias en la sociedad.
El martes 20 de agosto se realizó en el Salón Atrio del Senado en el Congreso de la Nación el evento que
conmemoró los 10 años del histórico fallo que declaró inconstitucional el segundo párrafo del artículo 14
de la Ley de Estupefacientes.
Del panel de presentación participó el Procurador Adjunto Interino, Ariel Cejas Meliare, la Directora de
proyectos de la Fundación Friedrich Ebert, Mónica Sladogna, la Asesora legal en políticas de drogas de la
Defensoría del Pueblo (CABA), Cinthia Hecht, la presidenta de intercambios A.C, Graciela Touze, el
Director de la revista THC, Sebastián Basalo, y el Vicepresidente de la Asociación Contra la Violencia
Institucional (ACVI), Pablo Ferreyra.
Cejas Meliare señaló que en el ámbito carcelario se puede dar cuenta de las consecuencias del
incumplimiento del fallo Arriola. Entre otras cosas se puede mencionar la sobrepoblación carcelaria, la
falta de acceso a distintos derechos fundamentales y a las torturas y/o malos tratos. Además, sostuvo que
el 48% de las mujeres detenidas en Argentina, está detenida por drogas y afirmó que este tipo de
encuentros ayudan en el trabajo de confeccionar una nueva ley que amplíe derechos en línea con el
respeto a los derechos humanos de la sociedad en su conjunto.
Por la tarde se desarrolló, entre otros, el panel “Drogas y Género”. Allí disertó Josefina Alfonsín,
integrante del Equipo de Género y Diversidad Sexual de nuestra institución, quien indicó que el 70 % de
las mujeres trans y travestis se encuentran detenidas por delitos vinculados a la ley de drogas. Asimismo,
remarcó que este colectivo sufre un uso excesivo de la prisión preventiva y un nulo acceso a
excarcelaciones, por la falta de perspectiva en géneros y diversidad sexual por parte del poder judicial. La
mesa fue moderada por María Santos, quien representó a la PPN en el armado y diseño de la histórica
jornada y resaltó la necesidad de continuar visibilizando estás temáticas con perspectiva de género sin
miradas paternalistas o estigmatizantes.
Se cumplen diez años del fallo Arriola, que estableció la inconstitucionalidad del artículo 14 de
la ley 23.737, que justamente penaliza la tenencia de drogas para consumo personal. Una
sentencia que no puede ser decodificada sin insertarla en el contexto político en el cual
se gestó y germinó, sin contrastarla con los cambios que se fueron dando en todos estos
años en materia de legislación sobre drogas tanto en la Argentina como en algunos países, y
con la forma en la que esta sentencia sedimentó en los imaginarios sociales y en las prácticas
institucionales.
Primero, el fallo debe ser leído del mismo modo que se puede explicar a Bazterrica en el
del menemismo. Arriola no sólo representó un retorno a la doctrina de 1986. También fue
garantismo, desenlace visible de aquel doble comando que signó la definición de las políticas
públicas sobre drogas en Argentina durante casi una década. Arriola no puede ni debe ser
analizado por fuera del poder político que, a través de los medios de comunicación, propició el
escenario para que la nueva jurisprudencia encontrara más adeptos y menos rechazos.
derechos, la torcida Ley de Salud Mental podría catalogarse como un apéndice de Arriola.
Los actores detrás de la despenalización fueron los mismos que orquestaron la incorporación
Sin forzar las relaciones de causa-efecto, tampoco resulta casual que durante los años
diversos países y Estados avanzaron hacia la legalización de la marihuana tanto para uso
medicinal como recreativo. Frente a los 20 mil millones de dólares que se calcula moverá el
mercado de esta droga en los próximos años sólo en los Estados Unidos y Canadá, debatir
Arriola y el derecho al auto-cultivo es, cuanto menos, inocente. Pero del mismo modo, hay un
cambio en la percepción social que hace que hablar de despenalización hoy genere mucho
Un tercer aspecto a analizar tiene que ver con los imaginarios sociales. Aquel fallo de la Corte
sociedad comenzara a creer que aquello que hasta ese momento estaba prohibido,
comenzaba a estar permitido. Porque Arriola sentó el precedente judicial, mas no modificó la
ley de estupefacientes. Es al día de hoy que la norma sigue vigente: tener drogas para
población adolescente post fallo Arriola y la baja en la percepción de riesgo son un indicio de
cómo el estatus jurídico de una droga resulta mucho más nocivo que su composición
química, y por qué la ilegalidad (o suposición de legalidad) de una conducta actúa como una
estudiantes de enseñanza media. En 2012 esa variable subió al 10,3%, y en 2014 llegó al 13,7
por ciento. Este incremento, superior al 60%, no ocurrió luego del fallo Bazterrica.
No tengo dudas de que el mayor daño de Arriola fue la forma en la cual se comunicó. El
ex juez Raúl Zaffaroni proclamando que, a partir de ese momento, cualquiera podía tener una
macetita de marihuana en su balcón fue decodificado por la sociedad como un permiso tácito
que la ciudadanía parece haber efectuado del fallo Arriola, la representación social dominante,
y los permisos y licencias que surgen de dicho imaginario para transgredir la norma.
como una victoria por los impulsores y militantes de la reforma de la ley 23737. "La Corte dijo
en el caso Arriola que la tenencia para uso personal de determinada cantidad de marihuana no
es punible, y el Poder Ejecutivo está obligado a que se coordine el derecho legal con el
jurisdiccional e introducir las modificaciones en el derecho positivo", había expresado el ex
En los pasillos del Anexo se interpretaba ese gesto como una luz verde del gobierno de
Cristina Fernández para, por fin, avanzar hacia la despenalización. Lo cierto es que el ex
canciller ese día no fue al Congreso, el tema se fue diluyendo de la agenda política-legislativa
Retomo las palabras de Bielsa. Pasaron ya diez años de aquella toma de posición del
máximo tribunal de Justicia, pero poco y nada se ha hecho para abrir un debate sincero,
todo este tiempo, la jurisprudencia y la ley han caminado en líneas paralelas que sólo se
las causas iniciadas por infracción al artículo 14 de la ley 23.737. Porque la realidad es que
todos esos casos se cierran casi al mismo tiempo en que comienzan a ser investigados, y
nadie va preso por consumir drogas. Lo que creo más preocupante es que los jueces sigan sin
comprender el alcance social de algunos de sus fallos, que van mucho más allá de un acto
¿Se inician menos causas por tenencia para uso personal en la Justicia Federal? Sí.
10.633 causas por tenencia de drogas para consumo personal en todo el país. El año pasado,
esa cifra fue de 8.158. En virtud de la adhesión de algunas provincias a la ley 26.052 (entre
ellas Buenos Aires), que las facultó a perseguir, juzgar y reprimir ciertos delitos tipificados en la
ley 23.737, casi la mitad de esas causas se iniciaron en el fuero de la Ciudad Autónoma de
Buenos Aires.
¿Qué proporción de todas las causas por infracción a la ley 23737 son iniciadas por el artículo
14, justamente el que la Corte Suprema declaró inconstitucional? Datos generales. En el fuero
federal nacional, cuatro de cada diez causas serían por tenencia para consumo. En la
provincia de Buenos Aires, según un informe del Defensor del Pueblo Adjunto, estos
haciendo especial hincapié en la sobrecarga administrativa, los costos que ciertas infracciones
eslabón más débil de la cadena, no me dice absolutamente nada. Por el contrario, determinar
qué porcentaje de todas las causas por tenencia para consumo personal corresponden a
mucha más luz a la interpretación del fallo Arriola, cómo se aplica y en dónde hacer
hincapié. El fiscal Federico Delgado viene realizando una interesante tarea en este sentido.
Para el titular de la Fiscalía Nº6 en Comodoro Py, el fallo Arriola está mal explicado o mal
entendido en la población general: "Se piensa que tener drogas para consumo no es delito.
inconstitucional su penalización. Nótese que el 67 por ciento del total de las causas por
tenencia para consumo se inició porque las personas muestran o consumen la droga en la
que no. ¿Por qué? Porque en 2009, de acuerdo con el Centro de Información Judicial (CIJ), "la
Corte no se expidió ni legitimó el consumo con ostentación hacia terceros, ni aquel con
tenencia de estupefacientes para uso personal en el ámbito privado. Pero la condición para la
simultáneo.
Sigo creyendo que la flexibilización nunca puede ser un camino para disminuir el índice
todos sostenían que había que imitar el modelo de los coffee-shops, ni tampoco podemos ser
hay miles y miles de argentinos que no pueden acceder ni a un sachet de leche, creo que nos
¿Por dónde empezaría? Por aceptar que la criminalización del usuario de drogas, desde una
perspectiva jurídica, no ha sido la mejor respuesta para un problema de salud pública, pero que
mantener en la nueva normativa algún tipo de reproche sancionatorio que continúe penalizando
toda conducta que exceda lo establecido en el anteproyecto de reforma del Código Penal. Para
ello, fijar una dosis umbral para cada sustancia, con una revisión flexible y periódica, es
la única forma de poder discernir entre tenencia de drogas para exclusivo consumo
¿Otra propuesta? Balancear las sanciones de acuerdo con la gravedad de cada conducta,
crear ámbitos específicos para juzgar ciertos delitos sobre drogas con el mismo enfoque
todas las personas con algún tipo de adicción o dependencia. Nada es esto es posible sin
volver a jerarquizar al organismo rector de las políticas públicas sobre drogas tanto en
materia de oferta como de demanda, con una adecuada asignación presupuestaria que
debería ser fijada, tal como sostiene el diputado Daniel Arroyo, como un porcentual fijo del
Producto Bruto Interno. Salvando las diferencias, y sin sugerir que se trata de contextos
extrapolables, el modelo portugués puede ser un buen faro para orientar el renovado debate.
Empezaría también por consolidar todo el plexo normativo bajo una única ley sobre
quienes deciden consumir como de aquellos que no lo hacen. Bajo ese paraguas integral,
antitabáquica.
A diez años del fallo Arriola, y en vísperas del más que probable cambio de gobierno en el mes
anacronismo, una grieta más, un símbolo de las dificultades para dialogar, escuchar y
consensuar que hemos tenido en todo este tiempo todos los que, de alguna u otra forma,