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CAPITULO I

APROPIACION ILICITA COMÚN

1. ANTECEDENDES

Esta figura estuvo dentro de la noción genérica de hurto, que se fueron agregando con

criterio práctico, en su evolución, hechos constitutivos de lo que hoy se denomina

apropiación ilícita, como también apropiación indebida. El Código de Manú y el Levítico1

lo mencionan y equiparaban al hurto “La negativa de tener una cosa luego de haberla

efectivamente recibido”.

En el Derecho Griego los distintos hechos que mencionaban el patrimonio estaban

confundidos en la categoría de hurto.

En el Derecho Romano se encontraba confundida entre el hurto y la estafa. Fue con la ley

de las XII tablas ( año 450 a de J.C.) que se dio inicio a una tradición romana cuya

influencia mantuvo estancados por más de veinte siglos, dentro de la figura genérica del

furtum2, casos que hoy se identifican sin dificultad como verdaderas apropiaciones ilícitas.

Así, en la Tabla XII de Delictis, el depositario infiel en la custodia de las cosas era penado

con el doble del perjuicio inferido.

Según SCHIAPPOLI, fue el Derecho Penal Canónico el primero en conocer el delito de

apropiación indebida como hipótesis distinta a la del hurto, encontrándose recogido en

algunas disposiciones del Decreto y en una Constitución comprendida en la Clementina.

En el Código Penal Francés se tipifico como delito independiente bajo el nombre de “abuso

de confianza”, sirviendo e modelo al Código Español de 1822.

En el Código Penal Peruano de 1863 se encontraba regulado en el artículo 346 inc.6). La

1 Wikipedia: Las Leyes de Manu es un importante texto sánscrito de la sociedad antigua de la India.
2 http://www.derechoromano.es/2013/10/delito-furtum-hurto-robo-abuso-confianza.html: la noción romana de
furtum abarcaba figuras los actos de sustracción de los actuales hurto y robo, pero además romana de furtum
abarcaba figuras los actos de sustracción de los actuales hurto y robo, pero además aquellas situaciones que hoy
día consideraríamos o calificaríamos de abuso de confianza, como incumplimientos de contratos, estafas y
lesiones a situaciones de posesión.
legislación alemana distingue, dentro de lo que podríamos llamar abuso genérico de

confianza, dos figuras fundamentales:

La Unterschlagung, que consiste en la apropiación de un cosa mueble que se tiene en

posesión o custodia; y la Untreve, infidelidad, que castiga a los tutores, curadores,

apoderados, etc., que actúan intencionalmente en perjuicio del persona confiada. De este

modo se diferencian la apropiación indebida y la voluntad fraudulenta.

En el Código Penal Español de 1870 se colocó en el capítulo de las estafas y allí estuvo

situado hasta la reforma de 1944 que creo una sección especial con esta figura,

tipificándola expresamente con el nombre de apropiación indebida, dándole una autonomía

en el orden típico y sistemático, pero remitiéndose en cuanto a la aplicación de las penas al

artículo 528, que sanciona la estafa.

Quintano Ripolles señala que la autonomía de la apropiación ilícita, con respecto al hurto y

otras figuras penales, ha sido obra de la Codificación Italiana en el siglo XIX. Pues fue el

Código de Zanardelli de 1889 que tipifico en el artículo 418 la apropiación indebida.

También en el Código de Rocco de 1930, se ha consignado la apropiación indebida en sus

artículos 646º y 647º.

En el Código Peruano de 1924, el nomen iuris de “apropiación ilícita” se encontraba

prescrito en el artículo 240º al 242º.

En el Código Penal Peruano de 1991, se encuentra presente en los artículos 190º a 193º.3

2. CONCEPTO

El delito de apropiación ilícita consiste en negarse a devolver, entregar o dar el uso

destinado a un bien mueble que previamente había recibido el procesado por parte del

sujeto pasivo; significando que la exigencia de entrega, devolución o uso determinado

surge paralelamente a la recepción del bien, por lo que el núcleo probatorio debe de girar

3
http://antoniouapordonez.galeon.com/
en torno a la relación jurídica existente entre el objeto materia de apropiación y el agente

(Exp. Nº 3114-1997-Lima, Data 40 000, G. J.)4.

Existe apropiación ilícita cuando el agente realiza actos de disposición o un uso

determinado sobre un bien mueble, que ha recibido lícitamente por un título que no le da

derecho a ello, incorporando a su patrimonio, ya sea el bien del que se ve privado el

propietario, ya el valor incorporado a él, esto es, el valor inherente al bien mismo en virtud

de la naturaleza y función del objeto en cuestión; a lo que se agrega el hecho de que el

ilícito materia de imputación es eminentemente doloso – animus doloso–; por lo que el

agente debe conocer y querer la apropiación, requiriéndose, además, un elemento subjetivo

del tipo, cual es el ánimo de lucro, que comprende la intención de apoderarse de un bien y

la de Diccionario Penal Jurisprudencial 63 obtener un beneficio o provecho (R.N. Nº 573-

2004 Lima, Data 40 000, G.J.)5.

3. TIPO PENAL

El delito de apropiación ilícita está regulado en el artículo 190º del Código Penal vigente.

En el código derogado de 1924 aparecía tipificado en el artículo 240. Sin embargo, no

siempre fue independiente a los delitos de hurto y estafa. Es recién con la codificación

italiana del siglo XIX que adquiere plena autonomía y sustantividad propia. En efecto, en

el Código Penal de Zanardelli de 1889 se le consignó ya con el nombre de apropiación

indebida. Lo mismo sucedió con el Código Rocco de 1930, sin que su autonomía quede

afectada por compartir con la estafa y otras figuras delictivas el robro "Delitos contra el

patrimonio mediante fraude".

El Código Penal de 1991, regula la figura de la apropiación ilícita junto a los hechos

punibles de hurto, robo, estafa, usurpación y otras figuras punitivas en el Título V rotulado

4
VILLAVINCENCIO TERREROS, Felipe. Diccionario Penal Jurisprudencial, GACETA
PENAL&PROCESAL PENAL, Lima. Pag. 62.
5VILLAVINCENCIO TERREROS, Felipe. Diccionario Penal Jurisprudencial, GACETA
PENAL&PROCESAL PENAL, Lima. Pag. 62 y 63.
como "Delitos contra el patrimonio". De ese modo, la apropiación ilícita o indebida

aparece tipificada de la manera siguiente:

El que, en su provecho o de un tercero, se apropia indebidamente de un bien mueble,

una suma de dinero o un valor que ha recibido en depósito, comisión, administración u

otro título semejante que produzca obligación de entregar, devolver, o hacer un uso

determinado, será reprimido con pena privativa de libertad no menor de dos ni mayor

de cuatro años.

Si el agente obra en calidad de curador, tutor, albacea, síndico, depositario judicial o

en el ejercicio de una profesión o industria para la cual tenga título o autorización

oficial, la pena será privativa de libertad no menor de tres ni mayor de seis años.

Cuando el agente se apropia de bienes destinados al auxilio de poblaciones que sufren

las consecuencias de desastres naturales u otros similares, la pena será privativa de

libertad no menor de cuatro ni mayor de diez años.6

4. BIEN JURIDICO TUTELADO

Es el patrimonio, específicamente la propiedad el dinero y el derecho de crédito7.

Lo que aparece protegido especialmente en el delito de apropiación ilícita es la propiedad

sobre una cosa, y en relación a esta la capacidad de disposición que tiene el propietario, lo

que implica que tenga derecho a su restitución y como contrapartida obliga al otro a la

restitución de la cosa (Exp. Nº 3567-1997-Lima, Data 40 000, G.J.)8.

Es común en la doctrina aceptar que el bien jurídico que se protege es el patrimonio y más

precisamente el derecho de propiedad regulado en el artículo 923 del Código Civil, donde

se le define como el poder jurídico que permite usar, disfrutar, disponer y reivindicar un

6 SALINAS SICCHA, Ramiro. Derecho Penal-Parte Especial, Estudio Dogmático del


Código Penal Peruano. Edición, Lima 2009. pág. 1086.
7 UNIVERSIDAD PERUANA DE LOS ANDES, Manual de Derecho Penal Parte Especial

I.
8 Ibídem - VILLAVINCENCIO TERREROS, Felipe. Pág. 63.
bien. Con la apropiación ilícita se lesiona este derecho evitando que el propietario pueda

usar, disfrutar o disponer de sus bienes, dinero o valores.

En igual sentido enseñan Bramont-Arias Torres/ García Cantizano (1378) cuando expresan

que el bien jurídico protegido es el patrimonio, específicamente, la propiedad de un bien

mueble, pero en relación a este, resulta particularmente afectada la capacidad de

disposición, base que fundamenta el derecho del propietario a su restitución, que, como

contrapartida, tiene la existencia de una obligación que pesa sobre otro sujeto de restituir el

bien.

La jurisprudencia nacional así lo entiende. En efecto, las Resoluciones Superiores del 28 de

enero de 1998 y del 20 de mayo de 1998 precisan "que, lo que aparece protegido

especialmente en el delito de Apropiación Ilícita es la propiedad sobre una cosa y en

relación a esta la capacidad de disposición que tiene el propietario y que implica que

tenga derecho a su restitución y como contrapartida implica al otro la obligación de

restituir la cosa" (1379).

Teniendo en cuanta el derecho procesal y la práctica judicial, no compartimos opinión con

Roy Freyre (1380) cuando comentando el artículo 240 del código derogado que recogía el

delito en interpretación en sentido parecido al tipo penal del artículo 190, alega que

también se protege la posesión, debido que este derecho real puede existir

independientemente del de propiedad, tanto es así que constituye precisamente uno de los

medios de llegar a adquirir el dominio. En efecto, el artículo 245 vigente del Código

Procesal Penal de 1991 establece que en los delitos contra el patrimonio deberá acreditarse

la preexistencia de la cosa materia del delito. Esto significa que el sujeto pasivo

necesariamente deberá demostrar documento cierto que acredite ser el dueño o propietario

del bien objeto de apropiación. La simple posesión es difícil de probarla tratándose de

bienes muebles o dinero sobre los que recae el delito de apropiación ilícita.
Así mismo, para nuestra legislación penal, cuando el objeto material del delito fuera

dinero, igual se afecta directamente el patrimonio del sujeto pasivo, pues se ve mermado

con la conducta desarrollada por el agente. Razón por la cual no encontramos razonable

que también se pueda proteger el derecho al crédito como sostienen Bramont-Arias -García

(1381) y Paredes Infanzón (1382)9.

5. TIPICIDAD OBJETIVA

5.1. SUJETOS

5.1.1. SUJETO ACTIVO; del delito de apropiación ilícita, de acuerdo a la fórmula

que ha empleado nuestro legislador puede ser cualquier persona que ha

recibido un bien mueble, una suma de dinero o un valor, en depósito,

comisión, administración u otro título semejante que produzca obligación de

entregar, devolver, o hacer un uso determinado.

5.1.2. SUJETO PASIVO; del delito de apropiación ilícita, de acuerdo a la fórmula

que ha empleado nuestro legislador puede ser cualquier persona que tenga la

condición de titular de los bienes muebles, que son objeto del delito, y que de

acuerdo al tipo penal pueden ser mueble, dinero o un valor.

5.2. ACTOS MATERIALES

5.2.1. DE LA ACCIÒN; En el delito de apropiación ilícita, la acción típica está

presidida por el verbo rector “apropia” constituyendo el núcleo de su base, y el

agente cumple la acción típica cuando, “en su provecho o de un tercero, se

apropia indebidamente de un bien mueble, una suma de dinero o un valor que

ha recibido en depósito, comisión, administración u otro título semejante que

produzca obligación de entregar, devolver, o hacer un uso determinado,”.

9 Ibídem - SALINAS SICCHA, Ramiro. pág. 1094 y 1095.


Elementos de la acción: En el delito de apropiación ilícita:

a) En su provecho o de un tercero, provecho significa “beneficio, utilidad,

ventaja que da una cosa o se obtiene de ella,”10 lo que significa, que el

beneficio, utilidad o ventaja económica indebida, que exige el tipo penal,

es lo que persigue el agente, para si, o para otro, con su comportamiento.

El agente cumple con este elemento, cuando se apropia, con el propósito

de lograr un provecho económico indebido, por lo que no es necesario que

se materialice el provecho económico.

b) Se apropia indebidamente, este elemento constituye el requisito sine qua

non del aspecto objetivo, y el agente lo cumple, cuando se apropia

haciéndolo suyo un bien mueble, una suma de dinero o un valor que posee

legítimamente al habérsele entregado en depósito, comisión,

administración u otro título semejante con la obligación de entregar,

devolver o hacer un uso determinado, incluyéndolo en su patrimonio,

irrogándose el derecho de propiedad, indebidamente por que legalmente no

le corresponde.

La apropiación se materializa cuando el agente realiza actos de disposición

que son propios de un propietario y se niega a devolver cuando es

requerido por el titular.

c) Bien mueble, Suma de dinero, o valor, Constituyen el objeto material del

delito de apropiación ilícita, penalmente “El concepto de bien mueble no

coincide con el concepto civil del mismo; se entiende como todo objeto del

mundo exterior con valor económico que sea susceptible de apoderamiento

10 CABANELLAS, Guillermo. “Diccionario de derecho usual”. T. III. p. 419.


material y de emplazamiento11.

A un bien mueble, se le asigna en su acepción amplia, comprendiéndose a

las naves y aeronaves, las mismas que pueden ser objeto material del delito

de apropiación ilícita, ya que de acuerdo a las acepción que le da nuestro

Código civil es de un bien inmueble y serian objeto material del delito de

usurpación, lo que no corresponde de acuerdo a la doctrina y línea

jurisprudencial dominante.

En la doctrina española Muñoz Conde nos dice “Por cosa mueble hay que

entender todo objeto del mundo exterior que sea susceptible de

apoderamiento material y de desplazamiento. Entre las cosas muebles se

comprenden también los animales y aquellos elementos de inmuebles que

pueden ser separados y trasladados a otro lugar (estatuas adosadas a la

pared, materiales de construcción etc.).”12

d) Que ha recibido en depósito, comisión, administración u otro título

semejante que produzca obligación de entregar, devolver, o hacer un uso

determinado, El agente en el delito de apropiación ilícita recibe lícitamente

un bien mueble del sujeto pasivo, con la obligación de entregar o devolver,

o hacer un uso determinado, por haber recibido, en depósito, cuando se

entrega un bien a otro, para que éste la custodie y la restituya cuando le sea

pedida por aquel de quien la recibió o por otra persona con derecho para

ello. Comisión, cuando se encarga o encomienda a otro un bien, durante

cierto tiempo. Administración, es la gestión, gobierno de los intereses o

bienes.

11 Exp. Nª 5041-99-Lima.Data 30,000. G.J. En “El Código penal en su jurisprudencia”,


Dialogo con la Jurisprudencia. Gaceta Jurídica. p. 306.
12 MUÑOZ CONDE, Francisco. Op. Cit. p. 318.
Estas modalidades, son formas directas por las que el agente recibe un

bien, por parte del agraviado, y constituyen el factor condicionante que

obliga al agente a entregar, devolver o hacer un uso determinado de un

bien.

5.2.2. DE LOS MEDIOS; Los medios idóneos de los que se puede valer el agente

para cumplir la acción de acuerdo al tipo penal del delito de apropiación ilícita

solo pueden ser,

6. TIPICIDAD SUBJETIVA

El delito de apropiación ilícita es eminentemente doloso, y se cumple con el elemento

psicológico de acuerdo con lo dispuesto por el CP. Art. 12, cuando el agente cumple con

los elementos del dolo:

El elemento cognitivo, y volitivo el agente lo cumple con el conocimiento de la ilicitud de

su comportamiento, y el conocimiento y querer la apropiación, siendo necesario además el

plus, el ánimo de lucro en provecho propio o de un tercero. No se admite la forma culposa.

7. ERROR DE TIPO EN EL DELITO DE APROPIACION ILICITA

El error de acuerdo a los elementos del tipo del delito de apropiación ilícita; Supone la

ausencia de conocimiento por parte del agente de uno o de todos los componentes objetivos

del tipo penal. En tal sentido el error de tipo previsto en el art. 14 del C.P., es factible de

darse cuando el agente con el convencimiento erróneo que está actuando en el ejercicio del

derecho de retención, se niega a devolver un bien que le fuera entregado en depósito,

comisión, administración u otro título semejante que produzca obligación de entregar,

devolver, o hacer un uso determinado.

Si el agente ha cumplido con todos los elementos de la tipicidad del delito de hurto; el

hecho es típico, por lo que de acuerdo con la Teoría general del delito, corresponde el

análisis de la segunda categoría; la antijuridicidad.


8. LA ANTIJURICIDAD

Pueden ser invocados, por quien se le atribuye el delito de apropiación ilícita, como causas

de justificación los incisos 8,9 del art. 20 del C.P.

No concurriendo ninguna causa de justificación que justifique el comportamiento frente

al ordenamiento jurídico, para el derecho penal es insuficiente un hecho típico y

antijurídico para la imposición de la pena es necesario determinar si el comportamiento

puede ser atribuido o imputable a su autor.

9. PROCESO EJECUTIVO

9.1. DE LA CONSUMACIÒN

El delito de apropiación ilícita, se consuma cuando el agente se apropia del bien,

negándose a la obligación de entregar o devolver el bien, cuando es requerido, actúa

con el animus rem sibi habendi, que determina el delito; es decir el ánimo de hacer las

veces de propietario sin tener dicha condición.

9.2. DE LA TENTATIVA

El tipo penal del delito de apropiación ilícita no admite la tentativa, ya que resulta

imposible que se dé.

10. AUTORIA Y PARTICIPACION

10.1. AUTORIA

En el delito de apropiación ilícita por la naturaleza de su estructura típica, solo es

factible que se da la autoría inmediata.

10.2. PARTICIPACIÒN

Este delito no admite la participación.

11. CONCURSO DE DELITOS

Es factible que en la comisión del delito de apropiación ilícita “se produce un concurso

aparente de leyes entre los delitos de apropiación ilícita y desobediencia o resistencia a la


autoridad cuando un depositario judicial se apropia ilícitamente de los bienes que le fueron

entregados en calidad de depósito, no entregándolos al juzgador respectivo a pesar de ser

requerido conforme a ley. Sin embargo, recurriendo al principio de especialidad tenemos

que esta conducta se adecua de manera concreta al tipo penal del delito de apropiación

ilícita.”13

El delito de apropiación ilícita, puede darse conjuntamente también con el delito de estafa,

cuando se acredita que el agente, no realizo la labor para la cual se le contrato ni devolvió

la documentación.

Cuando al agente se le declare culpable del delito de homicidio simple, previo juicio con

las garantías del debido proceso, por el hecho de haber cometido el delito, como

consecuencia jurídica se le impondrá una pena de acuerdo a lo dispuesto por el Art. 28 del

C.P.

12. CONSECUENCIA JURIDICA DEL DELITO

12.1. LA PENA

Habiendo cumplido el agente la acción típica del delito de apropiación ilícita y

establecido el grado de su responsabilidad. De acuerdo a lo señalado en el tipo penal, se

le impondrá la pena privativa de libertad no menor de dos ni mayor de cuatro años. La

pena se aplicará por parte del Juez teniendo en cuenta lo establecido por el Art. 45 y 46

del C.P.

13Exp. Nº 4341-97-Lima. Data 30,000.G.J. En “El Código penal en su jurisprudencia”, p.


304.
CAPITULO II

SUSTRACCIÒN DE BIEN PROPIO

1. TIPO PENAL

El ilícito penal denominado también por la doctrina como hurto impropio, apropiación de

bien propio, substracción de bien propio o desbaratamiento de derechos, por el cual el

propietario sustrae un bien de poder de quien lo tiene de modo legítimo, se encuentra

previsto en el artículo 191 del Código Penal en los términos que siguen:

El propietario de un bien mueble que lo sustrae de quien lo tenga legítimamente en su

poder, con perjuicio de este o de un tercero, será reprimido con pena privativa de

libertad no mayor de cuatro años14.

2. TIPICIDAD OBJETIVA

El delito de apropiación de bien propio se configura o aparece cuando el sujeto activo que

viene a ser el propietario del bien mueble, le sustrae del sujeto pasivo que lo tenía en su

poder en forma legítima ya consecuencia de tal hecho le causa a este o a un tercero

perjuicio económico.

Del concepto puede advertirse ligeramente que se trata de la figura del hurto previsto en el

numeral 185 del Código Penal. Sin embargo, siendo más minuciosos, se evidencia que

estamos ante una figura penal totalmente diferente a la del hurto.

Aquí el sujeto activo es el propietario, en tanto que en el hurto es imposible que el

propietario pueda ser agente del delito. Tampoco puede ser sujeto activo el copropietario

en tanto que aquel si puede ser agente del delito del hurto, debido que el bien mueble,

objeto material de la conducta puede ser total o parcialmente ajeno15.

Para la consumación del hurto se requiere que el agente después de la sustracción se

14 SALINAS SICCHA, Ramiro. Derecho Penal Peruano, Estudio Dogmático del Código
Peruano, pág. 1104
15 Ibídem - SALINAS SICCHA, Ramiro. pág. 1105.
apodere del bien, es decir, tenga la posibilidad real o potencial de disponer del bien como si

fuera su dueño; en cambio aquí se consuma el delito con la sola sustracción no se exige

apoderamiento. Finalmente, la conducta del hurto se agrava cuando el agente la realiza con

determinadas circunstancias previstas por ley; en tanto que aquí, si mediare tales

circunstancias la conducta no se agrava debiendo en todo caso, aparecer un concurso real

de delitos.

Pero veamos en qué consisten cada uno de los elementos que le dan tipicidad objetiva al

delito de sustracción de bien propio16:

2.1. SUSTRACCIÒN DEL BIEN MUEBLE

La conducta ilícita se materializa cuando el sujeto activo sustrae el bien mueble de

quien lo posee legítimamente. Se entiende por sustracción todo acto que realiza el

agente destinado a arrancar o alejar el bien mueble de la esfera de dominio de la

víctima. Se configura con los actos que realiza el agente para romper la esfera de

vigilancia del sujeto pasivo que tiene sobre el bien y desplazado a su esfera de dominio.

Es común en la doctrina nacional afirmar que para la configuración del delito son

suficientes los actos de sustracción, siendo irrelevante penalmente determinar si

después de la sustracción el agente tuvo capacidad de disposición del bien mueble

substraído.17

2.2. EL SUJETO ACTIVO DEBE SER EL PROPIETARIO

Es requisito indispensable para la configuración del delito en interpretación el hecho

que el agente o sujeto activo de la sustracción sea el propietario o dueño del bien

mueble. Nadie más que el propietario exclusivo del bien mueble que se sustrae puede

ser sujeto activo.

16 Ibídem - SALINAS SICCHA, Ramiro. pág. 1105


17 Ibídem - SALINAS SICCHA, Ramiro. pág. 1105
Por la estructura misma del tipo penal en comentario, el copropietario del bien mueble

cometerá hurto y no apropiación ilícita impropia, si sustrae el biende quien lo tiene

legítimamente, pues el hurto se produce cuando se sustrae un bien mueble total o

parcialmente ajeno.18

2.3. EL SUJETO PASIVO DEBE POSEER EL BIEN DE MODO LEGITIMO

Otro elemento típico objetivo de la apropiación de bien propio lo constituye la

circunstancia que el sujeto pasivo o víctima debe haber tenido de modo legítimo o lícito

el bien objeto de la sustracción. Esto significa que el propietario debe haberlo otorgado

de modo voluntario la posesión del bien mueble al sujeto pasivo, como, por ejemplo, a

consecuencia de un contrato de depósito o comodato, por medio del derecho real de

garantía denominado prenda, etc. O en todo caso, el sujeto pasivo lo tenga en su poder

a consecuencia de orden impartida por autoridad judicial competente como son los

depositarios judiciales.

El título legítimo por el cual posee el bien el sujeto pasivo debe estar subsistente o

vigente al momento de la sustracción. No basta, por consiguiente, una posesión cuyo

origen haya sido válido, pero caduco al producirse la sustracción. En este último caso

no habría delito alguno contra el patrimonio toda vez que la tenencia en todo caso ya no

será lícita.19

2.4. EL ACTO DEBE CAUSAR PERJUICIO

Otro elemento típico no menos importante lo constituye el perjuicio económico que

debe causarse al sujeto pasivo o a un tercero con la sustracción del bien mueble. Es

decir, con la sustracción debe ocasionarse perjuicio a quien lo tiene legítimamente en su

poder o a un tercero. Aquí hay una relación de causa y efecto. La sustracción es la

causa y el perjuicio económico es el efecto de aquella acción. Si el perjuicio no se

18 Ibídem - SALINAS SICCHA, Ramiro. pág. 1105


19 Ibídem - SALINAS SICCHA, Ramiro. pág. 1106 y 1107.
verifica, el delito no se configura. En el mismo sentido Villa Stein, quien citando a

Bustos Ramírez considera que el hecho debe perjudicar al sujeto pasivo, el poseedor

legítimo del bien o a un tercero, mermando su patrimonio.

Por ejemplo, habrá perjuicio económico cuando el agente después de sustraer el bien

objeto de la prenda lo vende desapareciendo la garantía, o cuando el agente propietario

del bien lo sustrae del dominio del depositario judicial y lo destruye causando de ese

modo perjuicio al que solicitó el embargo que vendría a constituirse en el tercero que

prevé el tipo penal. O cuando, el propietario sustrae del terreno que se viene labrando,

los bueyes que había alquilado, originando que se suspenda la faena causando de ese

modo perjuicio económico al agraviado quien pese no haberse concluido la faena

prevista o programada, tiene que pagar el jornal a sus peones.

Para efectos de la configuración del delito de sustracción de bien propio, es irrelevante

determinar si el agente obtuvo algún beneficio patrimonial con su conducta ilícita. La

circunstancia de haber obtenido, el agente, algún provecho patrimonial con su actuar

ilícito, solo servirá al juzgador para graduar la pena al momento de individualizarla e

imponerla.20

2.5. BIEN JURIDICO PROTEGIDO

El bien jurídico que se protege con este delito es la posesión inmediata de un bien

mueble, debido a dos razones: en primer lugar, por la descripción del tipo, donde se

pone de manifiesto el hecho que el autor del delito "( ... ) lo substrae de quien lo tenga

legítimamente", es decir, se afecta la posesión de un tercero que tiene el bien de

acuerdo a derecho; en segundo lugar, porque no puede protegerse la propiedad, pues el

autor del delito es el mismo propietario, es decir, es el propietario quien realiza una

20 Ibídem - SALINAS SICCHA, Ramiro. pág. 1106 y 1107


acción antijurídica sobre su propio bien.21

2.6. SUJETO ACTIVO

Estamos en presencia de un delito especial, pues agente, sujeto activo o autor del delito

solo puede ser el propietario del bien mueble objeto de la sustracción. Nadie más que él

puede cometer el delito en hermenéutica. Como ya hemos tenido oportunidad de

argumentar, ni los condóminos o copropietarios pueden ser autores del delito de

apropiación de bien propio. Si estos o cualquier otra persona sustrae bienes muebles

total o parcialmente ajenos cometerán la figura penal de hurto previsto en el artículo

185 del C.P.22

2.7. SUJETO PASIVO

Sujeto pasivo será toda persona que tenga en su poder, de modo legítimo o lícito, el

bien mueble que después es sustraído por su propio propietario. Puede ser una persona

natural o jurídica.

Roy Freyre comentando el artículo 241 del Código Penal derogado que tenía estructura

parecida al actual numeral 191, enseña que sujeto pasivo es el poseedor temporal en

virtud de un título que le confiere la posesión inmediata del bien. El título que

naturalmente debe ser legítimo y encontrarse en vigencia, puede provenir de un

convenio, de un acto de autoridad o del ejercicio regular de un derecho.

3. TIPICIDAD SUBJETIVA

De la lectura del tipo penal se concluye inmediatamente que se trata de un delito factible

solo a título de dolo. No es posible la comisión por culpa.

El agente actúa sabiendo y conociendo que el bien se encuentra de modo legítimo en

posesión del sujeto pasivo y que de sustraerlo le causará un perjuicio económico a aquel o a

21 Ibídem - SALINAS SICCHA, Ramiro. pág. 1107


22 Ibídem - SALINAS SICCHA, Ramiro. pág. 1107 y 1108
un tercero, no obstante y pese a ello, voluntariamente decide sustraerlo.

4. ANTIJURICIDAD

Después de verificarse que en la conducta concurren todos los elementos objetivos y

subjetivos que le dan tipicidad, corresponderá al operador jurídico determinar si aquel ha

actuado contra el ordenamiento jurídico o, en su caso, concurre alguna causa de

justificación que haga permisiva su conducta.

Habrá antijuridicidad cuando el agente sabiendo que el sujeto pasivo tiene en su poder el

bien mueble debido a título lícito o por orden de autoridad competente, le sustrae el bien y

le causa con tal acto un perjuicio económico. En cambio no habrá antijuridicidad cuando

concurre alguna causa de justificación de las previstas en el artículo 20 del Código Penal.

Por ejemplo, concurre la causa de justificación prevista en el inciso 7 del artículo 20 del

C.P. cuando el propietario de un vehículo, lo sustrae del depositario con la finalidad de

entregarlo a unos asaltantes quienes le amenazan de muerte sino les entrega el vehículo.23

5. CULPABILIDAD

Después de verificarse que la conducta es típica y antijurídica debido que no concurre

alguna causa de justificación, corresponderá al operador jurídico verificar si esta conducta

es atribuible penalmente al agente. En este estadio del análisis, se verificará si el

propietario agente del delito es mayor de edad y no sufre alguna alteración mental que le

haga inimputable. Una vez determinado que el agente es imputable, se verificará si el

agente pudo actuar de modo diferente a la de sustraer su bien mueble causando con ello

perjuicio económico a la víctima.

También se analizará si el agente actuó conociendo la ilicitud de su acto, o, mejor dicho,

conocía que actuaba contra el derecho vigente al sustraer su bien propio de quien lo poseía

lícitamente. Aquí muy bien puede presentarse el error de prohibición cuando por ejemplo,

23 Ibídem - SALINAS SICCHA, Ramiro. pág. 1108 y 1109


el agente, sin haber ordenado el juez la desafectación, sustrae el bien mueble de su

propiedad del dominio del depositario judicial en la creencia que se ha levantado el

embargo que pesaba sobre aquel al haberse dictado sentencia a su favor.24

6. CONSUMACIÒN Y TENTATIVA

Bien sabemos que el delito de apropiación ilícita impropia se presenta en la realidad

mediante dos actos claramente caracterizados y se traducen en causa y efecto. Es decir, se

exige la sustracción del bien mueble como causa y el perjuicio a la víctima o a un tercero

como efecto. La sustracción (que no significa apoderamiento) del bien mueble por parte del

agente debe causar perjuicio económico a la víctima. Si tal relación correlativa no se

evidencia en determinada conducta, el delito no se configura.

En esa línea del razonamiento, se concluye que el delito se perfecciona o consuma cuando

después de la sustracción del bien, se produce el perjuicio económico de aquel que tenía el

bien a consecuencia de título legítimo o a un tercero. Si la conducta llega solo a la

sustracción del bien mas no al perjuicio que exige el tipo penal, estaremos ante la tentativa.

Presentado así los argumentos, yerran Peña Cabrera y Ángeles Gonzáles y otros, al

sostener que el delito se consuma con la sola sustracción (con apoderamiento o no) del bien

mueble de quien lo tiene legítimamente en su poder.

7. PENALIDAD

El propietario que comete el delito de sustraer su propio bien de quien lo posee de modo

legítimo, será merecedor a la pena privativa de libertad no menor de dos días ni mayor de

cuatro años. La graduación de la pena depende de varios factores; pero aquí, creemos,

prevalecerá el monto del perjuicio económico ocasionado a la víctima con el actuar del

agente.25

24 Ibídem - SALINAS SICCHA, Ramiro. pág. 1109.


25 Ibídem - SALINAS SICCHA, Ramiro. pág. 1110
SUB CAPITULO 1

APROPIACIÒN DEL BIEN PERDIDO O

TESORO

1. TIPO PENAL

La figura delictiva por la cual el agente se apropia de un bien perdido o de un tesoro

aparece regulado en el inciso 1 del artículo 192 del cp. en los términos siguientes:

Será reprimido con pena privativa de libertad no mayor de dos años o con limitación

de días libres de diez a veinte jornadas, quien realiza cualquiera de las acciones

siguientes:

 Se apropia de un bien que encuentra perdido o de un tesoro o de la parte del tesoro

correspondiente al propietario del suelo, sin observar las normas del Código Civil.

2. FUNDAMENTO DE INCRIMINACIÒN

El artículo 192º del C.P., recoge dos conductas en realidad atenuadas, tanto con respecto al

Hurto como a la Apropiación ilícita, pues es de verse de su construcción normativa, que la

apropiación del bien, no es materializada mediando un acto de sustracción propiamente

dicho, cuando el agente desplaza el objeto de la esfera de custodia del sujeto pasivo, si no

cuando éste lo encuentra perdido o es parte de un tesoro; por tales motivos, puede que su

penalización no se ajuste a un patrón de mínima lesividad social y, a la naturaleza

subsidiaria del derecho penal, de suerte que la esfera del derecho privado pueda resultar

suficiente para resolver dichos conflictos.

La ausencia de apoderamiento estricto como acto de desplazar físicamente el objeto desde

el ámbito patrimonial del sujeto pasivo al del activo impide su calificación como hurto

propio26.

26PEREZ MANZANO, M.; Las Defraudaciones (II)…, Cit… pág. 491, como se cita en
PEÑA CABRERA FREYRE, Alonso; Derecho Penal – Parte Especial. Tomo II, segunda
edición, pág. 332.
La norma busca proteger un doble derecho: cuando se trata de la cosa perdida, se tutela el

derecho de dominio, posesión o tenencia de quien la perdió y de que le sea restituida;

cuando se trata de tesoro encontrado, el derecho del propietario o poseedor del predio a que

le sea entregada la parte correspondiente27

En las palabras de Núñez lo que la apropiación indebida ofende es el derecho del tenedor,

poseedor o dueño de la cosa a que restituya la cosa perdida, o del derecho del propietario

del predio a que se haga entrega de la parte del tesoro que le corresponde 28. Podrá decirse

ello desde una perspectiva inmediata del carácter de este injusto penal, pero de todos

modos, siempre será objeto de tutela la propiedad, al verse privado el titular de la plena

disponibilidad de los derechos reales inherentes a aquella29

2.1. APROPIACIÒN DE BIEN PERDIDO

2.1.1. TIPICIDAD OBJETIVA

Es de verse que la punibilidad de las conductas en cuestión, debe ser

analizada, conforme ciertos dispositivos legales, comprendidos en el Derecho

privado, por lo que estaríamos ante una norma penal “en blanco”, en tanto que para

complementar la materia de prohibición nos debemos remitir a una norma extra-

penal.

Primer comportamiento, hace alusión a la “apropiación de un bien perdido”; en tal

sentido, la tenencia del bien no se logra mediante una conducta típica de

sustracción, en tanto el autor se encuentra la cosa fuera de la esfera de custodia de

la víctima. Razón por la cual la apropiación ilícita del bien perdido ocasiona menos

27 FONTAN BALESTRA, C.; Derecho Penal. Parte Especial, cit., p. 543, como se cita en
Ibídem-PEÑA CABRERA FREYRE, Alonso; pág. 333.
28 NUÑEZ, R.; Derecho Penal Argentino. Parte Especial, T.V., cit, p. 410, como se cita en

Ibídem -PEÑA CABRERA FREYRE, Alonso; p. 333


29 Así, SALINAS SICCHA, R.; Delitos contra el Patrimonio, cit., p. 238. como se cita en

Ibídem -PEÑA CABRERA FREYRE, Alonso; p. 333.


alarma social, de ahí la benignidad de la pena30.

2.2. APROPIACIÒN DE TESORO

¿Qué debemos entender por tesoro?, doctrinariamente, escribe RAMIREZ CRUZ, es

tesoro un objeto o bien mueble de valor que, por cualquier motivo (Vg., guerra,

terremoto), queda encerrado o sepultado (en un predio o inmueble) u oculto (en un

mueble) y cuyo dueño no es – o no puede ser – conocido. Por lo mismo, no se trata de

riqueza natural, como las mismas, por ejemplo; así tampoco del hallazgo de petróleo, al

denotar una caracterización diversa31.

A nuestra consideración entendemos por “tesoro” todos aquellos bienes, objetos, joyas

y otros, que se encuentran en el suelo (sub suelo), de un determinado inmueble.

Se señala para que podamos hablar de tesoro, deben darse dos requisitos:

a) Tratase de bienes muebles ocultados o enterrados;

b) Debe desconocerse al propietario de ellos.

No solo debe ignorarse no tenerse memoria del propietario, sino que nadie puede

acreditar su derecho de tal32.

De igual forma que la modalidad delictiva anterior, a fin de desentrañar la relevancia

jurídico-penal de la conducta ha de cotejarse con las disposiciones del código civil,

cuya sola contravención no resulta suficiente para poder verificarla, pues debemos

acreditar también que se cumpla con el principio de lesividad y con el contenido de la

imputación objetiva33.

El artículo 934º del CC, dispone, que no está permitido buscar tesoro en terreno ajeno

cercado, sembrado o edificado, salvo autorización expresa del propietario. El tesoro

hallado en contravención de este artículo pertenece íntegramente al dueño del suelo.

30 PEÑA CABRERA, R.; Tratado de Derecho Penal…, II-A, cit., p. 230.


31 RAMIREZ CRUZ, E.Mª; Tratado de Derechos Reales, T. II, cit., p.173.
32 RAMIREZ CRUZ, E.Mª; Tratado de Derechos Reales, T. II, cit., p.173.
33 FONTAN BALESTRA, C.; Derecho Penal. Parte Especial, cit., p. 546
Quien buscare tesoro sin autorización expresa del propietario está obligado al pago de

la indemnización de daños y perjuicios resultantes; mientras que el artículo 935º (in

fine), prevé que el tesoro descubierto en terreno ajeno no cercado, sembrado o

edificado, se divide por partes iguales entre el que lo halla y el propietario del terreno

salvo pacto distinto.

Entonces según lo previsto en las normas acotadas, es de verse, que todo tesoro que se

halle (casual o intencionalmente), en terreno ajeno, salvo autorización expresa (tacita o

presunta) del propietario, por lo que si no se cumple con dicha exigencia la propiedad

del tesoro se le reconoce al titular del derecho real. Renglón seguido, se dispone una

sanción indemnizatoria a favor del propietario, cuando el que lo encuentra lo realizo

sin asentimiento del primer; quiere decir esto, que si ya opera dicha cláusula, ya no se

puede instar la acción penal, so pena de vulnerar el principio del non bis ídem,

teniendo en cuenta que la sentencia de condena lleva aparejada un monto dinerario a

favor de la víctima, por completo de Reparación Civil, que es de naturaleza

indemnizatoria.

Para que podamos afirmar la figura en análisis, primero el agente debe de haber

actuado sin observar las disposiciones legales – antes mencionadas -, y, segundo, debe

verificarse que éste actúe con voluntad de dueño, de que realice actos de disposición

sobre el bien, de ingresar el tesoro a su acervo patrimonial. No delinque el hallador o el

descubridor que simplemente omite las diligencias que indica la ley civil, pues no

delinque si, por ejemplo, no las cumple pero abandona la cosa34.

El descubridor puede invocar la prescripción por tratarse, el tesoro, de un bien

inmueble. Requiere de posesión continua, pacífica y pública como propietario durante

34 NUÑEZ, R.; Derecho Penal Argentino. Parte Especial, T.V., cit, p. 413
dos años si hay buena fe, y por cuatro si no la hay (art. 951º CC)35. Si esta prescripción

de dominio, obtiene respuesta favorable por el órgano jurisdiccional, ya no se podrá

hablar de un hecho punible, en la medida que el agente se convierte en propietario del

bien, por lo que ya hay lugar a un juicio positivo de lesividad y, si el transcurso del

proceso civil, se pretende incoar la acción penal, el imputado ha de presentar una

cuestión prejudicial.

3. FORMAS DE IMPERFECTA EJECUCIÒN

La infracción delictiva del 192º, que se materializa en los dos supuestos típicos, alcanza la

consumación, cuando el agente se apropia del bien, no cumpliendo con ejercitar actos

demostrativos de entrega del mismo o, cuando se halló el tesoro y realiza actos de

disposición36, sin haber solicitado autorización al propietario del suelo.

La existencia de actos de consumo, destrucción o disposición, o meramente el transcurso

prudencial del tiempo, determinarán los instantes de consumación 37; mas no cuando el

hallador abandonan el bien.

El delito tentado habremos de fijarlo hasta antes de que el agente, ya cuenta con la plena

disponibilidad del bien, puesto que ya lo ha ingresado a su esfera de custodia; lo cual puede

lindar con la mera inobservancia de los preceptos legales del Derecho privado, a lo cual

debe añadirse el dolo, de que dichos se dirijan a la apropiación del objeto.

4. TIPO SUBJETIVO DEL INJUSTO

Las modalidades típicas que se cobijan en el artículo 192º solo resultan reprimibles a título

de dolo, conciencia y voluntad de realización típica; el agente debe realizar su conducta, a

la apropiación de un bien, conociendo que se trata de una cosa perdida o que tesoro no le

corresponde.

35 PEÑA CABRERA, R.; Tratado de Derecho Penal…, II-A, cit., p. 233.


36 Asì, SOLER, S.; Derecho penal argentino, T.IV, cit.., p. 438
37 PEÑA CABRERA, R.; Tratado de Derecho Penal…, II-A, cit., p. 234; siguiendo a SOLER,

S.; Derecho penal argentino, T.IV, cit.., p. 439.


Si el autor yerra sobre el carácter “perdido” del bien, suponiendo más bien que fue

abandonado, será constitutivo de un error de tipo; o de creer que el tesoro le corresponde,

porque èl efectuado la edificación (superficie).

El dolo del autor ya cubre la apropiación misma del bien, por lo que no es necesaria la

concurrencia de un ánimo transcendente (animus rem sibi habendi).

SUB CAPITULO 2

APROPIACIÒN DE BIEN POR ERROR O CASO FORTUITO

1. TIPO PENAL

La conducta delictiva por la cual el agente se apropia de bienes que han entrado en su

dominio a consecuencia de un error, caso fortuito o por cualquier otro motivo

independiente a su voluntad, aparece tipificado en el inciso 2 del artículo 192 del Código

Penal del modo siguiente:

Será reprimido con pena privativa de libertad no mayor de dos años o con limitación de

días libres de diez a veinte jornadas, quien realiza cualquiera de las acciones siguientes:

 Se apropia de un bien ajeno en cuya tenencia haya entrado a consecuencia de un

error, caso fortuito o por cualquier otro motivo independiente de su voluntad.

2. TIPICIDAD OBJETIVA

El inciso segundo del artículo 192 del Código Penal regula el delito que se configura

cuando el agente dolosamente se apropia o se hace dueño de un bien mueble ajeno que a

entrado o ingresado en la esfera de su dominio a causa de un error, caso fortuito o por

cualquier motivo independiente de su voluntad.

De la estructura del tipo penal se advierte que el hecho punible puede evidenciarse hasta en

tres supuesto:

 Primero, cuando el agente se apropia de un bien que ha llegado o entrado en su

dominio a consecuencia de un error. El delito aparece cuando el agente se da cuenta


que ha entrado en posesión de bien ajeno por error y pese a ello y en lugar de

entregarlo o devolverlo a su propietario, se lo apropia. Caso contrario, si en

determinado caso se llega a establecer que el sujeto no salió del error producido,

resultará imposible que se le pueda atribuir penalmente algún delito. Se entiende

por error el conocimiento falso o contrario a la verdad recaído en un hecho

jurídicamente relevante y cuyo efecto se relaciona con la validez del acto jurídico o

con la culpabilidad penal. Aquí el agente falsamente cree que ha entrado en

posesión de bien ajeno en forma lícita.

El error debe ser espontáneo de ninguna manera debe ser provocado por aquel. Si

llega a determinarse que el error lo provocó el agente no se configurará el delito en

comentario sino el de estafa de ser el caso. Así mismo, es común sostener que el

error puede provenir del sujeto que recibe el bien como de aquel que lo entrega por

error.

Con Peña Cabrera concluimos que el error que aquí nos interesa es el que causa la

transmisión de la tenencia, por ende, son indiferentes las equivocaciones sobre el

precio o la calidad del bien. Si hay error en el precio o calidad del bien cedido se

resolverá aplicando las normas de carácter civil.

 Segundo, cuando el autor se apodera de un bien que ha entrado en su dominio a

consecuencia de un caso fortuito. Es decir, se produce este supuesto ilícito cuando

el agente sabiendo perfectamente que a consecuencia de un caso fortuito ha entrado

en posesión de un bien que le pertenece al sujeto pasivo, no lo entrega o devuelve y

por el contrario, se lo apropia o apodera.

Es común en la doctrina peruana, el considerar que con la frase caso fortuito,

nuestra ley penal se refiere a una fuerza de la naturaleza (viento, remolino, huaycos,

etc.) que logra u ocasiona desplazar el bien mueble del dominio de su propietario
hacia los dominios del agente, sin que haya intervenido la voluntad del sujeto

pasivo para desprenderse del bien.

 Y tercero, cuando el agente se apropia o adueña de un bien que ha entrado en su

esfera de vigilancia y dominio a consecuencia de un motivo independiente a su

voluntad. Aquí el legislador ha establecido una fórmula que llena o colma los

vacíos que pueden dejar las hipótesis ya analizadas. Por ejemplo se presentará

cuando dos caballos que se salen de la caballeriza por la noche y van a parar al

predio del agente distante a cinco Kilómetros. Roy Freyre sostiene que podemos

subsumir aquí, el caso del desplazamiento no provocado maliciosamente de un

vacuno que invade el predio perteneciente al actor.

3. BIEN JURIDICO PROTEGIDO

El bien jurídico que se pretende cautelar o proteger lo constituye el patrimonio;

específicamente el derecho real de propiedad que tenemos todas las personas sobre los

bienes muebles que conforman parte de nuestro patrimonio.

3.1. SUJETO ACTIVO

Sujeto activo o agente puede ser cualquier persona a cuya posesión o tenencia haya

entrado el bien que pertenece a otra persona.

3.2. SUJETO PASIVO

Sujeto pasivo o víctima será la persona desprendida de la propiedad o posesión legítima

de un bien mueble a consecuencia de un error, caso fortuito u otra causa o motivo

independiente de su voluntad.

4. TIPICIDAD SUBJETIVA

Según la redacción del tipo penal se evidencia que se trata de un delito netamente doloso;

penalmente no es posible la comisión culposa.

El agente actúa con conocimiento que ha entrado en posesión o tenencia de un bien que
pertenece a otro persona a causa o consecuencia de un error o caso fortuito, no obstante

voluntariamente decide apropiárselo.

5. CONSUMACIÒN Y TENTATIVA

Los supuestos delictivos en análisis se consuman o perfeccionan en el momento que el

agente comienza a comportarse como dueño del bien que ha entrado en su esfera de

dominio a consecuencia de un error, caso fortuito u otra causa independiente a su voluntad.

Sin duda, como ocurre con todos los supuestos previstos bajo el rótulo de apropiación

ilícita, es difícil determinar una regla general para saber cuándo comienza la apropiación;

sin embargo, nosotros insistimos al considerar como un indicio razonable que el agente

quiere la cosa para sí (animus rem sihi hahendz), su negativa o renuencia a entregar o

devolver el bien a cuya posesión entró por causa independiente a su voluntad, al ser

requerido expresamente por su verdadero propietario.

En la práctica judicial, sin requerimiento será imposible saber si el agente se ha apropiado

del bien. En tal sentido por ejemplo, no habrá delito cuando una persona sigue en posesión

del bien esperando que su propietario lo reclame.

Entiendo, no es posible que la conducta del agente de apoderamiento o apropiación del

bien, se quede en grado de tentativa.

6. PENALIDAD

El autor del delito interpretado será merecedor a una sanción penal cuya pena oscila entre

no menor de dos días ni mayor de dos años si es privativa de libertad, o con limitación de

días libres de diez a veinte jornadas.

SUB CAPITULO

DISPONER O APROPIACIÓN DE BIEN RECIBIDO EN PRENDA

1. TIPO PENAL

Las conductas delictivas de disponer o apropiarse de bien recibido por el agente en calidad
de prenda, se recoge en el numeral 193 del c.P. en los términos siguientes:

El que vende la prenda constituida en su favor o se apropia o dispone de ella sin

observar las finalidades legales, será reprimido con pena privativa de libertad no

menor de uno ni mayor de cuatro años.

2. TIPICIDAD OBJETIVA

El delito se configura cuando el agente o autor, sin observar las disposiciones previstas en

nuestro Código Civil, vende, se apropia o dispone de los bienes muebles que conforman el

derecho real de garantía denominado prenda, constituida a su favor. Para saber qué

significa prenda en nuestro sistema jurídico no queda otra alternativa que recurrir a nuestro

Código Civil. Allí se prescribe que es un derecho real de garantía que se constituye sobre

un bien mueble, mediante entrega fisica o jurídica, para asegurar el cumplimiento de una

obligación (artículo 1055 del C.C.). El numeral 1064 del C.C. establece que "el acreedor o

el tercero que recibe la prenda tiene la calidad de depositario". Así mismo, el artículo

1066 del texto civil claramente prescribe "aunque no se pague la deuda, el acreedor no

puede apropiarse del bien prendado por la cantidad prestada. Es nulo el pacto en

contrario". Y finalmente, entre las normas pertinentes para efectos del análisis cabe citar

los artículos 1069, 1076 Y 1080 del Código Civil. En el primero se prescribe que "vencido

el plazo sin haberse cumplido la obligación, el acreedornpuede proceder a la venta del

bien en la forma pactada al constituirse la obligación. A falta de pacto, se tramite como

proceso de ejecución de garantías". En tanto que el segundo señala "El acreedor no puede

usar el bien sin el consentimiento del constituyente". Yen el tercero, se prevé "el que

guarda el bien prendado está obligado a devolverlo cuando se cumpla la obligación y

queden satisfechos los gastos de conservación, bajo responsabilidad".

Antes de continuar es preciso hacer la diferencia entre los supuestos previstos en los

artículos 190 y el 193 del Código Penal, pues pareciera que estamos ante un conflicto de
normas penales al suponerse que el supuesto regulado en el 193 ya está regulado en el

artículo 190 del cp. Situación que incluso a originado que el profesor Peña Cabrera en su

oportunidad, haya indicado con verdad que esta forma de legislar alienta a confusiones

inevitables. Sin embargo, de la lectura analítica del tipo penal del artículo 193 y de las

disposiciones civiles que regulan la prenda, se llega a la conclusión que no existe conflicto

de normas penales y menos, puede presentarse confusiones al momento de hacer

hermenéutica jurídica.

En efecto, de la lectura de las normas civiles que regulan la prenda en su calidad de

derecho real de garantía, se advierte que el beneficiario de la prenda tiene obligaciones que

cumplir durante la vigencia del contrato prendario y otras diferentes una vez vencido el

plazo del contrato, obligaciones estas últimas que serán diferentes si el deudor cumple su

compromiso en el plazo convenido a aquellas cuando no cumple.

Así tenemos, durante la vigencia del contrato prendario, el acreedor tiene la condición de

depositario (artículo 1064 C.C.) y por tanto no puede usar el bien en provecho propio o de

tercero (artículos 1076 y 1820 C.C.). Una vez vencido el plazo del contrato prendario, el

depositario o beneficiario de la prenda devolverá el mismo bien recibido una vez que el

deudor haya cumplido la obligación que dio origen a la prenda (artículos 1837 y 1880

C.C.). En cambio, si el deudor no cumple con su compromiso en el plazo previsto, el

beneficiario de la prenda procederá a la venta del bien en la forma pactada al constituirse la

obligación. Si no hay pacto al respecto, recurrirá a la autoridad jurisdiccional e iniciará un

proceso de ejecución de garantía (artículo 1069 C.C.). Lo que no puede hacer el

beneficiario de la prenda es apropiarse del bien prendado por la cantidad prestada, es nulo

el pacto en contrario (artículo 1066 C. C.). No obstante, esta prohibición funciona solo

cuando la prenda está constituida sobre bienes muebles, pues "la prenda de dinero da

derecho al acreedor a hacer efectivo su crédito con cargo del dinero prestado" (artículo
1089C.c.).

Expuestas así las normas pertinentes del Código Civil respecto de la prenda en correlato a

los contenidos de los tipos penales 190 y 193 del c.P., se concluye que cuando el agente se

apropia del bien entregado en prenda antes de vencerse el plazo del contrato prendario o,

cuando se apropia del bien mueble, pese que el plazo se ha vencido y el deudor ha

cumplido con su obligación, se verificará la apropiación ilícita común prevista en el

artículo 190 del C.P. En cambio, si el agente a favor del cual se constituyó la prenda, ante

el incumplimiento del deudor de motu proprio se apropia del bien, cometerá el delito

sancionado en el dispositivo 193 del C.P., pues al actuar de ese modo habrá inobservado

seguir las formalidades legales a las que hace referencia el tipo penal y dispuestas en los

artículos 1066 y 1069 del Código Civil.

El sustento o fundamento político criminal de la norma penal en hermenéutica radica en

asegurar el cumplimiento de las normas civiles que regulan intereses de orden público;

pues la necesidad económica del prójimo no puede ser aprovechada para un

enriquecimiento contrario al interés general. La norma civil protege el patrimonio de la

parte más débil en una relación contractual. El derecho civil y el Penal coinciden de esa

forma en sus objetivos. Es indudable el especial reforzamiento que el segundo presta en

beneficio de los logros del primero.

La doctrina Nacional, al hacer la diferencia de los ilícitos penales previstos en el artículos

190 y 193 del Código Penal, en forma mayoritaria considera que la conducta del actor debe

operar después de vencido el plazo fijado sin que el deudor prendario haya cumplido con

su obligación. Si la venta del bien, por ejemplo, acontece antes del vencimiento del plazo

señalado para el cumplimiento de la obligación prendaria, estaremos entonces ante un

delito de apropiación ilícita genérica o común. Por nuestra parte, agregamos que también

estaremos ante la apropiación ilícita genérica cuando el acreedor se apropia del bien
prendado negándose a devolverlo pese que el deudor ha cumplido con su compromiso en el

plazo fijado.

2.1. MODALIDADES DE LA APROPIACION ILICITA DE PRENDA

Si bien es cierto que la conducta ilícita se perfecciona en general cuando el agente, ante

el incumplimiento de su deudor, realiza acciones de propietario sobre el bien objeto de

la prenda, pedagógicamente cabe analizar cada una de las modalidades indicadas por el

Legislador Nacional. Así tenemos:

Primero, se produce el delito cuando el agente, ante el incumplimiento de la

obligación de parte del deudor, vende la prenda constituida a su favor. Es decir, la

conducta ilícita se produce cuando el agente dolosamente y sabiendo que no puede

hacerlo (artículo 1069 C.e.), transfiere el bien que constituye la prenda a otra

persona a cambio de un precio en dinero, sin recurrir al juez e iniciar un proceso de

ejecución de garantía que dispone la normativa civil.

 Segundo, se configura el delito cuando el autor sin observar lo previsto en el

numeral 1066 del Código Civil, se apropia o apodera de la prenda constituida en su

favor. Es decir, esta modalidad se produce cuando el agente, dolosamente y

sabiendo perfectamente que no puede apropiarse del bien prendado para hacerse

pago de la cantidad prestada, se lo apropia.

 Tercero, se produce el delito cuando el agente, ante el incumplimiento de su deudor,

sin observar las formalidades legales dispone de los bienes que conforman la prenda

constituida a su favor. Es decir, esta modalidad delictiva se configura cuando el

agente, ante el incumplimiento del dueño del bien prendado, dolosamente hace

actos de disposición (usar en su beneficio, alquilar, darle en usufructo, etc.) sobre el

bien mueble cuando sabe perfectamente que en su calidad de depositario (artículo

1064 del C.e.) no puede usar el bien prendado en su provecho propio ni de tercero
según lo dispuesto en el artículo 1820 del Código Civil.

2.2. BIEN JURIDICO PROTEGIDO

El interés fundamental que se pretende proteger con la tipificación del hecho punible en

análisis, lo constituye el patrimonio y específicamente el derecho real de propiedad

sobre el bien entregado en prenda. Ello es así, debido que la prenda no origina pérdida

del derecho real de propiedad. Con la prenda solo se otorga el derecho real de posesión

al acreedor.

2.3. SUJETO ACTIVO

Actor, agente o autor de este delito solo puede ser aquella persona a cuyo favor se ha

constituido el derecho real de garantía denominado prenda. A nadie más que a él se le

atribuirá el delito de apropiación de prenda. Si otra persona diferente al acreedor

beneficiario de la prenda, perfecciona los supuestos de hecho contenidos en el artículo

193, cometerá otro delito pero no el que nos ocupa.

En suma, se trata de un delito especial, pues se exige que el agente tenga la calidad de

acreedor a cuyo favor se ha constituido la prenda.

2.4. SUJETO PASIVO

Sujeto pasivo o víctima será cualquier persona siempre y cuando se haya constituido en

deudor y como consecuencia de ello, haya entregado en prenda un bien mueble de su

propiedad o de un tercero (garante) como garantía de una obligación contraída. Siendo

más precisos y en el orden de ideas que se viene exponiendo, sujeto pasivo del delito

será el deudor que no ha cumplido con su compromiso en el plazo fijado.

3. TIPICIDAD SUBJETIVA

Las acciones descritas por las cuales se materializa el delito en estudio dogmático son de

comisión dolosa, no cabe la comisión por culpa.

El actor o agente actúa sabiendo y conociendo que, ante el incumplimiento de su


deudor, no puede vender, apropiarse ni disponer en su beneficio del bien prendado, no

obstante, voluntariamente decide hacerlo contraviniendo de ese modo lo dispuesto en las

normas civiles pertinentes que son de cumplimiento imperativo u obligatorio.

4. ANTIJURIDAD

Las conductas típicas analizadas en su aspecto objetivo y subjetivo, serán antijurídicas

cuando el agente, ante el incumplimiento de su deudor, actúa desconociendo, o, mejor

dicho, no haciendo caso a las formalidades previstas en las normas civiles (1066 y 1069 del

Código Civil), normas de naturaleza imperativa y por tanto de cumplimiento obligatorio

por parte del acreedor beneficiario de la prenda.

Se entiende que tales normas son de conocimiento general y mucho más de aquellas

personas que firman documentos en los cuales se constituye la prenda. Es lógico que pueda

presentarse alguna causa de justificación en la conducta del agente. Ocurrirá por ejemplo,

cuando el agente entregue el bien prendado a una tercera persona por haberlo así dispuesto

la autoridad' competente en el ejercicio de sus funciones (inciso 9 artículo 20 del C.P.). O,

cuando el acreedor beneficiario hace uso del bien pero contando con el consentimiento del

propietario del bien prendado.

5. CULPABILIDAD

Una vez que se ha verificado que estamos ante una conducta típica y antijurídica al no

concurrir alguna causa de justificación, corresponderá al operador jurídico analizar si el

acreedor es personalmente imputable.

En esta etapa se determinará si el agente es imputable y si al momento de actuar pudo

comportarse de modo diferente a la de cometer el delito. Aquí también se analizará si el

agente conocía la antijuridicidad de su conducta, pues si se determina que al momento de

actuar el agente conocía perfectamente que su accionar era ilícito, debido que tenía pleno

conocimiento que ante el incumplimiento del deudor, no podía apropiarse del bien a cuenta
de lo prestado, no podía vender de mutuo proprio ni usar el bien en su beneficio ni de

tercero sin contar con la autorización del deudor dueño del bien, estaremos ante una

conducta atribuible o imputable personalmente a su autor.

Consideramos que el tipo se concilia fácilmente con un error de prohibición para el

hipotético caso que vencido con creces el plazo sin que el deudor acuda al pago, el

acreedor se crea con derecho a disponer de la cosa.

6. CONSUMACIÒN Y TENTATIVA

Las conductas delictivas tipificadas en el tipo penal del artículo 193 del Código Penal se

consuman o perfeccionan en el momento mismo que el agente vende, apropia o hace actos

de disposición sobre el bien prendado a su favor.

Si la modalidad escogida por el agente es la venta del bien, se consumará en el momento

que, en lugar de recurrir a la autoridad judicial para seguir un trámite de ejecución de

garantía, entrega el bien a otra persona y como contraprestación recibe un precio.

En el caso que el agente decida apropiarse del bien se consuma en el momento que aquel

demuestra querer quedarse con el bien a cambio de la cantidad prestada. Tal circunstancia

solo se podrá saber cuándo el agente haga caso omiso al requerimiento que se efectúe. Sin

requerimiento no se podrá saber tal intención.

Finalmente, si se trata del caso por el cual el actor hace actos de disposición del bien

prendado, se consumará en el instante que el agente comience a usar en su beneficio

personal el bien sin tener la autorización del deudor, o, en el mismo momento que entrega a

un tercero en alquiler o usufructo el bien prendado.

Es posible que la conducta del actor se quede en el grado de tentativa como ocurrirá por

ejemplo, cuando en el mismo momento que se disponía el acreedor a recibir el precio

pactado por el bien prendado es descubierto, por lo que alertado el comprador que el

vendedor no puede vender el bien por estar en prenda, decide no comprar.


7. PENALIDAD

Al encontrarse responsable penalmente, el agente de este delito será merecedor de una pena

privativa de libertad que oscila entre no menor de uno ni mayor de cuatro años.

DELITO DE RECEPTACION

1. CUESTIONES GENERALES

El artículo 243 del Código Penal de 1924 regulaba el delito de receptación como

encubrimiento. Sin embargo, con la evolución del Derecho punitivo, y su mejor

sistematización, se ha llegado a la conclusión de que el término 'encubrimiento' abarca

ocultamiento de bienes o personas. Es decir, abarca a la receptación como figura que

lesiona el bien jurídico "patrimonio" y a las modalidades de favorecimiento real o personal

que atentan contra el bien jurídico "administración de justicia". En esa línea, el término

encubrimiento es el género y el término receptación es la especie.

En consecuencia, resulta más apropiado utilizar la expresión "receptación" cuando nos

referimos al tipo penal 194 previsto bajo el robro de los delitos contra el patrimonio. Su

fundamento radica en la circunstancia que el agente contribuye a lesionar el patrimonio de

la víctima.

Anteriormente, se alegaba que el encubrimiento de bienes era un grado de participación del

delito. No obstante, en los tiempos actuales, nadie con crédito científico discute que la

receptación es un delito autónomo que atenta contra el patrimonio. Entre los argumentos

que hicieron posible el triunfo de la tesis de autonomía (a la que se afilia nuestro Código

Penal vigente), tenemos: no se puede hablar de participación en un delito consumado; el

interés lesionado en el encubrimiento es distinto al que se vulnera con el delito principal;

los móviles del favorecedor son, con frecuencia, diferentes a los que determinaron la

voluntad del autor a quien encubre, muchas veces falta el conocimiento del delito cometido

precedentemente, aun cuando constare que el objeto adquirido es de procedencia ilícita, lo


que obliga a elegir entre la impunidad o la responsabilidad objetiva, etc.

El fundamento político-criminal de tipificar este delito radica en fines de prevención

general positiva, toda vez que con ello se pretende frenar la comisión de delitos futuros,

pues resulta evidente que el receptador, al facilitar el aprovechamiento económico de los

bienes obtenidos por la comisión de un delito precedente, se constituye en el promotor,

animador e incentivador de delitos consistentes en la sustracción indebida de bienes ajenos.

En doctrina y la jurisprudencia, teniendo en cuenta si el objeto material del delito es el

mismo del delito antecedente (u otro cambiado por el del delito antecedente), diferencia a

la receptación en dos clases: la receptación en cadena y la receptación sustitutiva.

Se configura la receptación en cadena cuando el bien receptado es el mismo que fue objeto

del delito primigenio o antecedente; en tanto que la segunda clase se configura cuando el

bien receptado es aquel adquirido o sustituido por el bien objeto del delito primigenio o

antecedente

2. TIPO PENAL

Las diversas conductas delictivas que en conjunto reciben el rótulo de receptación aparecen

recogidas en el numeral 194 del Código Penal con la estructura siguiente:

El que adquiere, recibe en donación o en prenda o guarda, esconde, vende o ayuda a

negociar un bien de cuya procedencia delictuosa tenía conocimiento o debía presumir

que provenía de un delito, será reprimido con pena privativa de libertad no menor de uno

ni mayor de tres años y con treinta a noventa días multa.

3. TIPICIDAD OBJETIVA

"El comportamiento delictivo en el delito de receptación consiste en adquirir, recibir en

donación o en prenda, guardar, esconder, vender o ayudar a negociar un bien de cuya

procedencia delictuosa se tenía conocimiento o se debía presumir que provenía de un

delito; que, asimismo, es presupuesto del delito de receptación, el que se haya cometido un
delito anterior, dado que se exige que el bien sobre el que recae la receptación proceda de

un delito".

De la estructura del tipo penal 194 y del concepto formulado por nuestro máximo tribunal

de justicia se evidencia que la configuración del delito exige la concurrencia de elementos

objetivos trascendentes. A falta de alguno de ellos, el delito no aparece.

Los elementos objetivos son los siguientes:

3.1. EL BIEN OBJETO DEL DELITO DEBE SER OBJETO MATERIAL DE UN

DELITO ANTERIOR

Si no hay delito anterior es imposible jurídicamente hablar de receptación. Sin la

comisión previa de un delito no existe receptación, pero no solo porque así lo haya

dispuesto el legislador, sino porque no sería posible construir un tipo penal que

castigase a quien oculta algo lícito. En el mismo sentido, BRAMONT ARIAS

TORRES y CARCÍA CANTIZANO enseñan que sin la existencia de este previo delito,

no es posible la receptación, no por dependencia de algún tipo penal, sino en virtud de

la misma definición de aquella conducta, entendida como la lesión de un bien jurídico

ya lesionado.

Por su parte, el derecho vivo y actuante, por Resolución Superior del 27 de noviembre

de 1998, pone en evidencia que también es necesario que haya sido acreditada la

preexistencia del bien en el delito anterior, caso contrario no es posible el delito.

Aquella resolución sostiene: "presupuesto del delito de receptación es que se haya

cometido un delito anterior, bajo tal contexto si no se ha acreditado la preexistencia de

la cosa en el delito anterior, no puede existir pronunciamiento por delito de receptación,

siendo del caso absolver al procesado".

El objeto del delito recae sobre bienes que no necesariamente se refieren a la propiedad

o al patrimonio sino también a otros de carácter económico como es el caso de la


malversación de fondos. Se puede receptar también objetos provenientes de delitos

contra los deberes de función, deberes profesionales como la concusión, el peculado,

etc.

La doctrina peruana (1424) es unánime y pacífica al sostener que basta con que el

delito precedente sea un hecho típico y antijurídico consumado, no siendo necesario

que el autor sea culpable o que no exista alguna causa de exclusión de la pena como

podría ser la concurrencia de las circunstancias previstas en el artículo 208 del Código

Penal.

Es irrelevante si alguna persona fue denunciada o sentenciada por el hecho precedente,

pues muy bien el autor de aquel delito no pudo haberse individualizado o también la

acción penal se haya extinguido (ejemplo, muerte del autor) o por el transcurso del

tiempo haya prescrito. Lo único que se exige que el hecho precedente constituya delito.

Si el bien proviene de una falta contra el patrimonio o infracción administrativa, el

delito no aparece.

3.2. EL BIEN OBJETO DEL DELITO DEBE SER EL MISMO DEL DELITO

PRECEDENTE

Como se ha indicado en doctrina, teniendo en cuenta si el objeto material del delito es

el mismo del delito antecedente u otro cambiado por el del delito antecedente, se

diferencian dos clases de receptación: la receptación en cadena y la receptación

sustitutiva.

Se configura la primera cuando el bien receptado es el mismo que fue objeto del delito

primigenio o antecedente; en tanto que la segunda clase se configura cuando el bien

receptado es aquel adquirido o sustituido por el bien objeto del delito primigenio o

antecedente.

De ese modo, haciendo hermenéutica del tipo penal 194, debemos concluir que se
configura el delito de receptación cuando el agente realiza la conducta receptiva sobre

el "bien de cuya procedencia delictuosa" tenía conocimiento o debía presumido. Es

decir, el agente realiza la conducta receptiva sobre el mismo bien objeto material del

delito precedente. Según la redacción del tipo penal 194 solo cabe la receptación en

cadena, y así lo entiende el supremo tribunal en la ejecutoria del 23 de noviembre de

2004.

No cabe la receptación sustitutiva, es decir, la receptación de bienes adquiridos con el

producto del objeto material del delito antecedente. En efecto, si el agente recibe en

donación o en prenda o guarda, esconde, vende o ayuda a negociar un bien diferente o

distinto al objeto material del delito precedente, será autor del delito de lavado de

activos previsto el artículo 2 de la Ley Nº 27765, de junio de 2002, y en consecuencia

merecerá una pena más drástica que la simple reaceptación, toda vez que su actuar

estará guiado no solo por el dolo sino por la finalidad última de evitar la identificación

del origen ilícito del bien.

3.3. EL AGENTE DEBE SABER QUE EL BIEN MUEBLE PROVIENE DE UN

DELITO O EN SU CASO, DEBE PRESUMIDO

Aquí resulta importante dejar establecido que en el artículo 243 del Código Penal

derogado, que regulaba el encubrimiento, solo recogía o tipificaba la última

circunstancia. Habiendo el legislador recogido el primer supuesto recién con el Código

de 1991. Ello ocurrió sin duda debido a las críticas insistentes de los especialistas, pues

según el artículo 243 se sancionaba a las personas que "debían presumir" que el bien

provenía de un delito precedente, dejando sin castigo a hechos en los cuales el agente

sabía o presumía realmente que el bien provenía de un delito. Esta forma nada feliz de

legislar, concluía en el absurdo "de suponer punible lo más leve y dejar exento de

responsabilidad lo más grave".


Veamos en seguida cómo se perfeccionan estas modalidades:

A. El agente tiene conocimiento del modo cómo se perfeccionó el delito anterior ya

sea porque fue testigo presencial de los hechos o porque el mismo agente del

delito anterior o un tercero se lo contó. Este conocimiento se traduce en el hecho

de que el agente incluso no puede conocer los detalles del delito anterior, pero

por especiales circunstancias que rodean al suceso, cae en la cuenta o llega a

concluir que el bien mueble proviene de un delito. Generalmente, el autor

conoce o llega a la conclusión que el bien proviene de un hecho punible cuando

es ofrecido a un precio inferior al normal, la transferencia se hace de un modo

clandestino o cuando el vendedor no puede sustentar la propiedad del bien que

vende con documento alguno. Incluso se afirma que el receptador siempre

pretende sacar provecho de aquellas circunstancias.

En tal sentido, se ha pronunciado la jurisprudencia. Así tenemos la Resolución

superior del 21 de diciembre de 1998, en el cual la Sala Penal de la Corte

Superior de Apurímac, ante la negativa del procesado, sostuvo que "aun cuando

dice que no sabía de la procedencia ilícita de dichos semovientes, pero al no

haber comprado con las formalidades de costumbre en esta zona, cual es la

adquisición mediante un contrato de venta, denominado carta de venta con

intervención de la autoridad comunal, es de presumirse que sabía de la

procedencia delictiva de los animales, tanto más que al día siguiente de modo

inmediato a su vez lo vendió los animales a José Orosco Cruz [ ... J; en

consecuencia, ha cometido el delito de receptación previsto en el artículo 194

del Código Penal pues la intención del acusado era la de adquirir el producto del

robo de ganados y negociarlo posteriormente a fin de evitar la captura de los

autores del latrocinio originario. En igual línea de razonamiento tenemos la


Resolución Superior del 29 de mayo de 1998, en la cual el derecho actuante

sostiene que "si bien el procesado manifiesta no haber tenido conocimiento que

el bien que adquirió fuera objeto de hurto, sin embargo, el exiguo pago hecho

por el mismo, más aun el no haber exigido la factura correspondiente permiten

concluir que se ha llegado a establecer la comisión del ilícito de receptación”.

B. La segunda circunstancia se configura cuando el agente no cae en la cuenta de

que el bien proviene de un delito precedente, pero por las especiales

circunstancias que rodean al hecho puede presumir, sospechar, suponer, deducir

o conjeturar que el bien es objeto de un delito anterior. Ocurre, por ejemplo,

cuando el vendedor, pretextando dificultades económicas o remate, ofrece el

bien mueble a un precio menor del que cuesta en el mercado, adquiriendo el

bien el comprador sin presumir que el bien provenía de un delito, pero pudo o

estaba en la posibilidad de presumir debido al menor precio en que se ofertó el

bien. Aquí el agente no cayó en la cuenta que el bien tenía origen delictuoso,

pero pudo presumir tal acontecimiento por las mismas circunstancias que

rodearon al suceso.

3.4. MODALIDADES POR LAS CUALES SE MATERIALIZA EN LA REALIDAD

CONCRETA

Ello depende del verbo rector que dirige la acción del agente o actor. En tal sentido,

para el mejor entendimiento de su contenido, analizaremos cada una de aquellas

conductas como sigue:

A. ADQUIRIR UN BIEN DE CUYA PROCEDENCIA DELICTUOSA SE

TENÍA CONOCIMIENTO

En primer término, es lugar común sostener que la expresión adquirir es sinónimo

del contrato de compraventa, previsto en el artículo 1529 del Código Civil, por el
cual el vendedor se obliga a transferir la propiedad de un bien al comprador y este a

pagar su precio en dinero. Es un contrato de tipo oneroso. En tanto que el

dispositivo prevé que el bien debe ser entregado inmediatamente después de

celebrado el contrato, salvo la demora resultante de su naturaleza de pacto distinto.

Para efectos del delito de receptación nos interesa la compraventa que se

perfecciona con la TRADITIO, esto es, con la real entrega que del bien hace el

vendedor al comprador. Teniendo claro lo que se entiende por adquirir o comprar,

se tiene que el supuesto delictivo se configura cuando el agente, entra en posesión

de un bien mueble que ha comprado o recibido en venta, sabiendo perfectamente

que este proviene de un hecho delictuoso. El vendedor muy bien puede ser la propia

persona que cometió el delito anterior o un tercero que tiene como misión vender

los bienes provenientes de delito.

B. RECIBIR EN DONACIÓN UN BIEN DE CUYA PROCEDENCIA

DELICTUOSA SE TENÍA CONOCIMIENTO

Igual debe recurrirse al derecho extrapenal para entender cuando estamos en el

supuesto de donación. Así, en el artículo 1621 de nuestro Código Civil se prescribe

que "por la donación el donante se obliga a transferir gratuitamente al donatario la

propiedad de un bien". Los artículos sucesivos refieren que el objeto de la donación

pueden ser bienes muebles como in muebles. Aquí solo nos interesan los bienes

muebles.

Si el valor del bien no excede el 25% de una UIT, la donación será verbal si excede

tal valor la donación debe ser por escrito de fecha cierta, bajo sanción de nulidad.

Para efectos del presente trabajo se entiende por donación al acto jurídico por el

cual una persona transfiere la propiedad de un bien mueble a otra persona a título

gratuito. Es decir, el transferente del bien no recibe nada a cambio.


La modalidad delictiva se configura cuando el agente recibe a título gratuito un bien

mueble que sabe o tiene conocimiento que ha sido objeto de un delito anterior. El

agente recibe en donación un bien que sabe proviene de un delito precedente. Eso

sí, el delito se perfecciona cuando el que recibe el bien entra en posesión fáctica

sobre él.

C. RECIBIR EN PRENDA UN BIEN DE CUYA PROCEDENCIA

DELICTUOSA SE TENÍA CONOCIMIENTO

Para saber cuándo una persona recibe en prenda un bien mueble recurrimos al

artículo 1055 del vigente Código Civil, en el cual se prevé que "la prenda se

constituye sobre un bien mueble, mediante su entrega física o jurídica, para

asegurar el cumplimiento de cualquier obligación". En otros términos, se define la

prenda como un derecho real de garantía por el cual un deudor entrega física o un

bien mueble a su acreedor para garantizar una obligación.

Para el presente análisis, nos interesa la prenda que se materializa con la entrega

física del bien mueble al acreedor quien entra en posesión inmediata del mismo. La

modalidad delictiva se configura cuando el agente en su calidad de acreedor de una

obligación recibe en garantía prendaria un bien mueble que sabe proviene de un

acto delictuoso.

D. GUARDAR UN BIEN DE CUYA PROCEDENCIA DELICTUOSA SE

TENÍA CONOCIMIENTO

Se entiende por guardar el hecho fáctico de custodiar, conservar o cuidar un bien

que pertenece a un tercero. Es decir, el agente, sabiendo que el bien proviene de un

delito, lo recibe en custodia, con la finalidad de hacer que su verdadero propietario

no pueda encontrarlo.

Con fundamento y razón ROY FREYRE y BRAMONT-ARIAS y GARCÍA


CANTIZANO afirman que el acto de guardar equivale a recibir en depósito un bien

con el fin de custodiarlo, asumiendo la obligación de devolverlo cuando el

depositante lo solicite. El delito se configura cuando el agente sabiendo que el bien

mueble proviene de un delito precedente lo recibe con el fin de guardarlo ya sea de

modo directo del autor del delito anterior o de un tercero.

La Resolución Superior del 21 de septiembre de 1998 da cuenta de un caso real que

sirve para graficar el delito de receptación por recibir en prenda o recibir para

guardar un bien de procedencia ilícita. Aquella resolución indica "que se ha

establecido que las procesadas RETIS ACOSTA y VELARDE MONTAÑEZ,

recibieron

por parte del procesado ALVA ROCHA, los útiles de escritorio, para que los

guardaran por un tiempo y que luego este los recogería; y que con respecto a los

procesados BRAVO AYALA y TIBURCIO LÓPEZ, se ha establecido también que

el procesado ALVA ROCHA les empeñó los útiles de escritorio por la suma de

ochenta y noventa nuevos soles respectivamente, conductas que configuran el delito

de receptación, en tanto que las primeras recibieron en depósito los bienes con el fin

de custodiarlos y los segundos recibieron en prenda dichos bienes por parte de su

coprocesado ALVA ROCHA, los mismos que era posible presumir que provenían

de la comisión de un delito anterior

E. ESCONDER UN BIEN DE CUYA PROCEDENCIA DELICTUOSA SE

TENÍA CONOCIMIENTO

Esconder un bien implica ocultarlo de la vista de otras personas, al ponerlo en un

lugar donde no puede ser fácilmente encontrado por los demás. Aparte de la entrada

en posesión del agente sobre el bien proveniente de un delito precedente, se exige

actos de ejecución material para ocultar el bien. La modalidad delictiva se configura


cuando el agente que sabe perfectamente que el bien proviene de un delito anterior,

lo recibe y lo esconde u oculta para evitar que su propietario lo encuentre.

F. VENDER UN BIEN DE CUYA PROCEDENCIA DELICTUOSA SE TENÍA

CONOCIMIENTO

Para entender este supuesto delictivo debemos partir advirtiendo que el vendedor

del bien mueble no es el autor del delito precedente, sino un tercero que no ha

participado en aquel delito de donde se obtuvo el bien objeto de la receptación. En

esa línea se tiene que el agente será un tercero que no ha participado en el delito

precedente y que ha recibido el bien para entregarlo en venta a otra persona.

El delito se configura cuando el agente, sabiendo que el bien proviene de un delito

precedente, lo recibe y lo entrega en venta a un tercero. Se entiende que en esta

modalidad el agente recibe a cambio una comisión por haber vendido el bien,

obteniendo de esa forma un beneficio patrimonial por su acto.

G. AYUDAR A NEGOCIAR UN BIEN DE CUYA PROCEDENCIA

DELICTUOSA SE TENÍA CONOCIMIENTO

La frase "ayuda a negociar" engloba todo acto por el cual una persona colabora o

auxilia para que el agente del delito precedente se desprenda del bien objeto de

aquel, obteniendo un beneficio patrimonial indebido. Aquí el agente solo se limita a

realizar acciones de intermediario entre el autor del delito precedente y un tercero

que adquiere el bien a título oneroso.

El supuesto punible se configura cuando el agente colabora, auxilia o ayuda para

que el autor del delito precedente dé en venta o prenda un bien que sabe proviene de

la comisión de un delito previo.

Ejemplo: aparecerá el delito cuando Luis Antonio (autor del delito en comentario)

hace las gestiones necesarias para que Juan Carlos (tercero) preste determinada
suma de dinero a José Fernando (autor del delito precedente), entregando este en

prenda un bien que aquel sabe que proviene de un hecho delictuoso. Se entiende

que el tercero no debe saber que el bien recibido en prenda proviene de delito, caso

contrario, aquel será autor del delito en interpretación y aquel que colabora será

cómplice.

H. ADQUIRIR UN BIEN QUE SE DEBIÓ PRESUMIR PROVENÍA DE UN

DELITO

Este supuesto punible se configura cuando el agente compra o adquiere en

propiedad un bien mueble, debiendo haber presumido que provenía de un delito

anterior. Aquí se castiga al agente por no haber presumido o sospechado que el bien

que compraba provenía de un delito cuando por las circunstancias que rodearon al

acto jurídico pudo fácilmente sospecharlo.

I. RECIBIR EN DONACIÓN UN BIEN QUE SE DEBIÓ PRESUMIR

PROVENÍA DE UN DELITO

El supuesto se verifica cuando el agente recibe en donación, es decir, a título

gratuito, un bien mueble pudiendo haber sospechado o conjeturado que aquel

provenía de un delito precedente. Se sanciona su falta de diligencia para presumir

que el bien tenía procedencia delictuosa cuando por la forma y circunstancias que

rodearon el acto de la donación pudo haberlo hecho.

J. RECIBIR EN PRENDA UN BIEN QUE SE DEBIÓ PRESUMIR PROVENÍA

DE UN DELITO

La conducta delictiva se perfecciona cuando el agente recibe del sujeto activo del

delito anterior o de un tercero en garantía un bien mueble en calidad de prenda,

teniendo la posibilidad de haber presumido o sospechado que el bien mueble que

recibía tenía procedencia ilícita.


K. GUARDAR UN BIEN QUE SE DEBIÓ PRESUMIR PROVENÍA DE UN

DELITO IGUAL QUE EN LOS ANTERIORES CASOS

El delito se configura cuando el autor (o actor de la conducta) recibe para guardar o

recibe en depósito un bien mueble de parte de un tercero, sin presumir o sospechar

que provenía de un delito, pudiendo haberlo hecho por la forma y circunstancias

que rodearon la ocurrencia del acto de recibir el bien para guardarlo.

L. ESCONDER UN BIEN QUE SE DEBIÓ PRESUMIR PROVENÍA DE UN

DELITO

Este supuesto ilícito es difícil que se presente en la realidad, pues desde el momento

que una persona presta su consentimiento y de modo voluntario decide esconder un

bien mueble se concluye que sabe o presume que el bien proviene de una conducta

delictiva. Presentándose de ese modo el supuesto "e" ya analizado.

M. VENDER UN BIEN QUE SE DEBIÓ PRESUMIR PROVENÍA DE UN

DELITO

Este supuesto aparece cuando el agente vende un bien mueble que ha recibido de

otra persona (autor del delito precedente o un tercero) para tal fin, sin sospechar o

presumir que aquel provenía de una conducta ilícita anterior, pudiendo haberlo

efectuado por las circunstancias que rodearon al acto de recibir el bien.

N. AYUDAR A NEGOCIAR UN BIEN QUE SE DEBIÓ PRESUMIR

PROVENÍA DE UN DELITO

Aquí se verifica el delito cuando el agente que colabora o ayuda a negociar un bien

mueble, debió presumir que aquel provenía de un delito anterior. Las siete últimas

modalidades se configuran cuando el agente no presumió o no sospechó que el bien

mueble provenía de otro delito precedente cuando por la forma, modos y

circunstancias especiales en que se desarrolló los hechos pudo hacerlo y de esa


forma evitar caer en delito.

Caso contrario, como hemos dejado establecido, si el agente presumió o sospechó

que el bien mueble provenía de un delito precedente, y no obstante realizó

cualquiera de las conductas descritas en el tipo penal 194 del Código Penal,

estaremos ante los supuestos de receptación en los cuales el agente conocía la

procedencia delictiva del bien mueble.

3.5. BIEN JURÍDICO PROTEGIDO

El bien jurídico que se pretende proteger con el delito de receptación es el patrimonio y

más directamente el derecho de propiedad que tenemos todas las personas sobre

nuestros bienes muebles.

3.6. AGRAVANTES DEL DELITO DE RECEPTACIÓN

El Decreto Legislativo Nº 982, de julio de 2007, ha dado contenido al artículo 195 del

Código Penal. Ahora tenemos tipificadas las circunstancias que agravan el delito de

receptación previsto en el tipo penal 194. En efecto, el artículo 195 del Código Penal

tiene el contenido siguiente:

La pena será privativa de la libertad no menor de seis ni mayor de diez años si se trata

de bienes provenientes de la comisión de los delitos de secuestro, extorsión y trata de

personas.

En tal sentido, resulta fácil interpretar que se configura una circunstancia agravante del

delito de receptación cuando el agente adquiere o recibe en donación o en prenda,

guarda, esconde, vende o ayuda a negociar un bien de cuya procedencia tenía

conocimiento o se debía presumir que provenía del delito de secuestro o extorsión o del

delito de trata de personas.

Aparece la agravante cuando el agente, por ejemplo, guarda los bienes que sabe han

sido conseguidos por la comisión del delito de extorsión. Sin embargo, desde la
vigencia de la Ley Nº 27765, Ley Penal contra el Lavado de Activos, modificada por el

Decreto Legislativo Nº 986, el ámbito de la receptación quedó restringido, pues por esta

ley se estableció, de forma expresa, que los delitos previstos, para efectos del delito de

lavado de activos, podían ser el secuestro, el delito de extorsión y el delito de trata de

personas, ilícitos que ahora, por disposición del Decreto Legislativo Nº 982, que da

vida al artículo 195, configuran el delito de receptación agravado. Situación que, como

muy bien asevera el profesor Caro Coria, genera un producto final de confusión en

perjuicio del principio de certeza o taxatividad de la ley penal, entre los delitos de

receptación y lavado de activos.

3.7. SUJETO ACTIVO

Agente, actor o sujeto activo del delito en hermenéutica jurídica puede ser cualquier

persona, con la única condición de que realice o efectúe alguna de las conductas

simbolizadas con los verbos rectores del tipo penal 194 del Código Penal, siempre y

cuando no sea el mismo propietario del bien.

De la redacción del tipo penal, para ser sujeto activo del delito de receptación la

persona natural no debe haber participado material o intelectualmente en la comisión

del delito precedente como autor ni como cómplice, pues de lo contrario se trataría de

un copartícipe en el hecho anterior (coautor o cómplice), sin posibilidad de subsumir su

conducta en el precepto ahora estudiado. El sujeto debe ser ajeno al delito previo.

3.8. SUJETO PASIVO

Víctima o sujeto pasivo del delito será cualquier persona natural o jurídica que tenga el

título de propietario o poseedor legítimo del bien objeto del delito precedente.

4. TIPICIDAD SUBJETIVA

Se trata de un delito que puede ser cometido tanto a título de dolo como de culpa. En

efecto, los siete primeros supuestos analizados se configuran dolosamente, esto es, el
agente conoce que el bien proviene de un hecho delictuoso anterior, no obstante,

voluntariamente decide comprar, recibir en prenda, recibir en donación, etc.

En tanto que los últimos supuestos típicos interpretados, que se configuran cuando el

agente no presumió ni sospechó que el bien provenía de un hecho delictuoso anterior,

siempre que de los modos, formas, tiempo y circunstancias en que ocurrieron los hechos

pudo hacerla, son de comisión culposa. Peña Cabrera, citando al argentino Ricardo Núñez,

afirma atinadamente que "el deber de presumir algo solo puede conducir a un obrar culposo

ya que el no haberlo hecho, únicamente indica ligereza o descuido de proceder".

Teniendo claro que el tipo penal 194 del Código Penal regula la receptación en su

modalidad dolosa y culposa, sin distinguir el monto de la pena para cada una de aquellas

formas, se concluye que del absurdo, puesto en evidencia por Roy Freyre, en el sentido que

con el artículo 243 del código derogado se sancionaba conductas leves dejando sin sanción

a conductas graves, se ha pasado al absurdo de sancionar con la misma pena conductas

dolosas como culposas. Situación que, LEGE FERENDA, debe corregirse. Esta forma de

legislar, aparte de caer en el absurdo, desdice y pone en tela de juicio la concepción de un

Derecho penal mínimo y garantista en un Estado democrático de Derecho.

En tal sentido, y no obstante que sostienen que el delito de receptación regulado en el

numeral 194 del Código Penal es solo de comisión dolos a, BRAMONT ARIAS y

GARCÍA CANTIZANO afirman que resulta criticable el que para la configuración del

delito sea suficiente la simple presunción que el bien proviene de un delito, puesto que en

la gran mayoría de los casos podría realizarse tal presunción, lo que elimina cualquier

garantía para los ciudadanos. JAVIER VILLA STEIN también considera que el delito de

receptación recogido en nuestro Código Penal es solo de comisión dolosa.

Ante el evidente absurdo legislativo, en la jurisprudencia nacional se ha impuesto la

tendencia de solo tener como delito de receptación la modalidad do losa. Para el derecho
vivo y actuante no es posible la comisión culposa. Como prueba de tal tendencia cabe citar

una ejecutoria suprema y tres resoluciones superiores, así:

a) "Si bien es verdad, que en la actuación de la instruida se evidencia la existencia

de negligencia en la adquisición del vehículo automotor, empero es también

cierto que el delito de receptación solo se configura cuando el sujeto activo

actúa con dolo, siendo así que la receptación bajo la forma de culpa, no se

encuentra prevista ni sancionada en la ley penal".

b) "El elemento subjetivo en el delito de receptación lo constituye el dolo, esto es,

el haber conocido previamente la procedencia ilícita del bien adquirido o

presumir que el bien proviene de un delito, elemento sin el cual no se puede

hacer convicción de la comisión del delito submateria".

c) "En cuanto al delito de receptación, la ausencia de dolo directo o eventual hace

atípica la conducta del agente, siempre y cuando este haya adquirido los bienes

sustentados con documentación en regla, lo cual impediría saber sobre su

procedencia ilícita.

d) "Para que se configure el delito de receptación además de que el bien sea de

procedencia ilícita, el agente debe tener conocimiento o presumir tal

procedencia ilícita, además del dolo, es decir el conocimiento y voluntad de la

realización del delito"

5. ANTIJURIDICIDAD

La conducta típica objetiva y subjetiva de receptación será antijurídica cuando el agente o

receptador actúe sin que medie alguna causa que haga permisible aquella conducta. Si por

el contrario en el actuar del agente concurre una causa de justificación prevista en el

artículo 20 de nuestro Código Penal, estaremos ante una conducta típica pero no

antijurídica.
6. CULPABILIDAD

La acción de receptación típica y antijurídica podrá ser imputable o atribuida

personalmente a su autor, siempre y cuando se verifique que aquel es imputable, pudo

actuar evitando la comisión del delito y al momento de actuar conocía perfectamente la

antijuridicidad de su conducta. Es posible que el agente pueda alegar positivamente la

concurrencia de un error de prohibición.

7. CONSUMACIÓN Y TENTATIVA

El delito se consuma o perfecciona en el mismo momento que el receptador tiene o entra en

posesión inmediata sobre el bien mueble que sabe o debe presumir proviene de un delito

precedente, teniendo la posibilidad real o potencial, en tal situación, de hacer actos de

disposición.

De los supuestos de que el agente conoce que el bien proviene de un hecho delictuoso

precedente, es posible que algunas conductas del actor se queden en grado de tentativa.

Ello ocurrirá cuando, por ejemplo, el agente, estando a punto de recibir el bien por el cual

ha pagado el precio, es descubierto, o cuando, estando a punto de recibir en donación o en

prenda el bien proveniente de un delito anterior, es puesto en evidencia. Igual supuesto es

posible que se presente cuando el agente en el momento que se dispone a guardar o

esconder el bien, es aprehendido. Sin embargo, cuando el agente se compromete a vender

el bien, o cuando ayuda a negociado, no es posible que la conducta se quede en grado de

tentativa, pues desde el momento en que el agente se compromete a vender o a colaborar en

disponer del bien se habrá consumado el delito.

Por su parte, en todos los supuestos en que el agente "debió presumir" que el bien fue

objeto material de un delito precedente y no lo hizo, al ser una modalidad culposa, es

imposible que se verifique la tentativa.


8. PENALIDAD

El agente, luego que la autoridad judicial realice su silogismo jurídico en la resolución final

correspondiente, será merecedor de pena privativa de libertad no menor de uno ni mayor de

tres años y con treinta a noventa días-multa. (*)


BIBLIOGRAFIA

 PEÑA CABRERA FERYRE, Alonso Raúl, Derecho Penal – Parte Especial,

Tomo II, Editorial IDEMSA SA ISBN 978-603-4037-00-7.

 FONTAN BALESTRA, CARLOS; Derecho Penal, Parte Especial 17ª

Edición-Buenos Aires, Abeledo Perrot 2008, ISBN 978-950-20- 1848-5.

 SALINAS SICCHA, RAMIRO; Derecho Penal-Parte Especial, Estudio

Dogmático Integral del Código Penal.

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