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Durante los siglos XVII y XVIII (periodo denominado, de la ilustración) las ideas de
filósofos como Rousseau, locke, principalmente, sobre la naturaleza humana y su
desarrollo se van a convertir en un punto de partida de tradiciones del pensamiento que,
pasados los siglos, siguen teniendo eco.
J. Locke (1632-1704) inglés e iniciador de las posiciones conocidas como empiristas,
defiende que los niños y las niñas nacen sin contenido psicológico ni espiritual, ni ideas
innatas, ni tendencia innata a portarse de una manera determinada (Tabula rasa); serán
las experiencias que cada uno tenga, la estimulación, la educación, etc lo que irá
llenando el psiquismo de contenido.
J. J .Rousseau (1712-1778) Europeo, defiende la existencia de determinadas
características innatas del ser humano, referidas fundamentalmente, a la bondad.
I. Kant (1724-1804) Europeo que, al igual que Rousseau, defiende la existencia de
algunas características innatas en el ser humano, en este caso referidas,
fundamentalmente, al pensamiento.
Pero la psicología evolutiva actual no se entiende sin la influencia de Charles
Darwin (1809-1882) Naturalista británico y creador de la teoría del origen de las
especies y su selección natural (On the origin of species by means of natural selection)
que constituye uno de los ingredientes básicos de las modernas concepciones de la
naturaleza humana. La evolución no es algo privativo de la especie, (filogénesis) se
extiende también al individuo, (ontogénesis).
Mientras que las ideas de Locke, tuvieron influencia, fundamentalmente, en al ámbito
anglosajón y las de Rousseau, Kant, entre otros, influyeron notablemente en centro-
europa; la influencia de Darwin estuvo presente a ambos lados del Atlántico,
constituyendo uno de los pilares de la moderna cultura occidental.
3. Las primeras observaciones, las primeras estadísticas, las primeras teorías:
Primeros trabajos de tipo biográfico y sistemático.
A finales del siglo XVIII y sobre todo durante el siglo XIX surgen una serie de estudios,
sobre el desarrollo del niño, basados fundamentalmente en la observación infantil. De
forma simple y directa se llevaba un minucioso registro diario de las principales
actividades del niño. Surgen así los "diarios de los padres", ya que, normalmente, era el
padre quien registraba las conductas de su hijo.
El primer diario publicado del que se tiene constancia, con la excepción histórica del
médico francés Héroard, que anotó la conducta del futuro rey de Francia Luis XIII, es
el del médico y filósofo alemán Dietrich Tiedemmann quien registró cuidadosamente el
desarrollo de su hijo durante un período de tres años. Pero, sus observaciones, fueron
poco sistemáticas, a pesar de presentarlas en orden cronológico, no las presenta por
ordenamiento de temas, y son realizadas de manera más frecuente durante los 10
primeros meses de vida y más esporádicas en el último año. (Delval y Gómez, 1988)
En el diario realizado por Darwin, sobre su hijo William, hay un intento por separar lo
que es innato de lo aprendido y aparece la idea de que el crecimiento implica una
progresiva complejidad de las conductas y su integración jerárquica. No hay que olvidar
el convencimiento de Darwin sobre la importancia de conocer el desarrollo humano
para llegar a un entendimiento cabal de la especie humana. Asume, incluso, que las
primeras etapas del desarrollo infantil reflejan, en buena parte, los pasos iniciales de la
evolución del hombre. Es importante señalar que las ideas sobre el evolucionismo de
Darwin no sólo han influido en el pensamiento de la psicología del desarrollo
(Charlesworth, 1986, 1992; Morss, 1990), sino que, como señala Young (1991),
revoluciona la manera de concebir el mundo.
Aunque el interés por el desarrollo del lenguaje aglutina gran número de publicaciones
de la época, entre las que no se deben olvidar la del médico J.M. Tirad (1775-1838) y
sus dos informes (1801 y 1806) en los que describe y explica la educación seguida con
el “niño salvaje”, conocido como Víctor de Aveyron, también destacan los intereses
pedagógicos y el deseo de averiguar si el conocimiento previo de los niños ayuda a
mejorar la calidad de la enseñanza. Para ello se recogen los datos mediante la utilización
de cuestionarios aplicados a un gran número de niños (lo que Delval, 1994, p. 42,
denomina estudios de tipo estadístico).
Por último, merece la pena destacar el trabajo llevado a cabo por la Sociedad
Pedagógica de Berlín sobre "los contenidos de las mentes infantiles al entrar en la
escuela a la edad de seis años" (Bartholomai, 1870 citado por Delval, 1994: 36),
considerado el primer estudio de psicología de la educación. A pesar del interés que
contiene, sobre todo por ser uno de los primeros que emplea una población muy
numerosa (2238 niños), las condiciones de aplicación y los propios instrumentos de
medida no posibilitan la consecución de resultados muy fiables.