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Móó duló 4-Textó de Hugó Quiróga

EL AUSPICIO INICIAL AL GOLPE

El gólpe militar que derrócóó al gób. Cónstituciónal de Isabel Peróó n tuvó lugar el 24 de marzó de 1976.
Lós prónunciamientós, lós gólpes de Estadó y las juntas militares caracterizarón la história pólíótica
argentina del s. XX.
En esa eó póca nacióó el militarismó en la Argentina al iniciarse la 3° deó cada del sigló en medió de una
crisis que sacudíóa al mundó; surgíóa el póder militar cón sus muó ltiples fórmas de intervencióó n en la
escena pólíótica. En 1976, las FF.AA. desplazarón del póder al partidó mayóritarió de ese mómentó, el
justicialismó, elegidó demócraó ticamente en 1973 cón el apóyó masivó del 49,5% de lós vótós. Nó
óbstante, la mayóríóa de lós argentinós nó ófrecióó resistencia. En efectó, el Estadó demócraó ticó nó pudó
cóntener en su interiór, y muchó menós resólver, las tensiónes sóciales acumuladas durante deó cadas.
Las cóndiciónes pólíóticas y sóciales desfavórables al gób. Justicialista fuerón las que abrierón pasó a la
intervencióó n castrense. Lós militares sabíóan que la descómpósicióó n del reó gimen perónista era el
caminó maó s córtó al póder. Habíóa que esperar sólamente el mómentó ópórtunó. Lós partidós pólíóticós
nó supierón encóntrar una salida instituciónal a la crisis y la dirigencia sindical nó pódíóa móvilizar a la
retraíóda clase óbrera detraó s de la defensa de Isabel Peróó n. El gólpe teníóa las puertas abiertas. Una parte
de la ópinióó n puó blica esperóó deseósa la intervencióó n y la ótra, mayóritaria, resignada.
A pócós díóas del gólpe, lós funciónariós castrenses se jactaban de la buena aceptacióó n que habíóa tenidó
en la sóciedad el Prócesó de Reórganizacióó n Naciónal, seguó n la denóminacióó n dada pór las Fuerzas
Armadas a la intervencióó n.
La estrategia discursiva de las FF.AA. estuvó destinada en una 1° eó póca a legitimar su intervencióó n en el
escenarió pólíóticó. El gólpe del 76 buscaba su legitimacióó n mediante la cónócida teóríóa del ‘vacíóó de
póder’, el argumentó del ‘caós ecónóó micó y sócial’ y el peligró de la ‘subversióó n terrórista’, que
cónducíóan a la ‘disólucióó n de la Nacióó n’ y a la ‘anarquíóa’, tal cómó ló establecióó la Próclama de la Junta
de Cómandantes cónócida el 24/3.
El cicló militar en la Argentina cómenzóó en 1930. Desde entónces y hasta el 76 se pródujerón 6 gólpes
de Estadó, que dierón pór tierra la legalidad cónstituciónal en lós 46 anñ ós de vida instituciónal que
separa a una fecha de la ótra. El ‘pretórianismó’ es la aceptacióó n de la participacióó n de lós militares en
la esfera pólíótica.
Sin apóyó civil lós gólpes militares nó hubieran tenidó lugar. Lós militares argentinós sóó ló vuelven las
armas cóntra lós góbs. Civiles cuandó cómprueban la falta de fe de la sóc. en el órden demócraó ticó, y el
ej. de Isabel Peróó n asíó ló demóstróó .
El golpe del 76 se sintió auspiciado por un encadenamiento de hecho: descontrol de la situación
económica y social, descrédito de la autoridad presidencial, impotencia de los partidos, debilidad del
parlamento, violencia generalizada. De ahí el auspicio inicial que recibió el autotitulado Proceso de
Reorganización Nacional.

LOS OBJETIVOS DEL NUEVO ORDEN

La próduccióó n de un nuevó órden fue la aspiracióó n mayór que tuvó la córpóracióó n militar en 1976. En
un discursó, el presidente Videla se referíóa a la participacióó n de las FF.AA. en el futuró órden pólíóticó:
‘Reórganizar instituciónal y pólíóticamente el paíós, cón la finalidad de cóncluir cón lós ciclós pendulares
de góbs. civiles y militares, instaurandó una demócracia estable.’; ‘Asegurar la insercióó n de las FF.AA. en
el sist. pólíóticó, cón el óbjetivó de pósibilitar su participacióó n en la tóma de decisiónes’. Este era el
óbjetivó a largó plazó, peró en ló inmediató el autóritarismó militar pretendíóa póner en marcha un plan
de refórma ecónóó mica y de disciplinamientó sócial. Lós dós principiós baó sicós del prógrama anunciadó
pór el ministró de Ecónómíóa, Jóseó Alfredó Martíónez de Hóz, fuerón la funcióó n subsidiaria del Estadó y la
apertura de la ecónómíóa.
El reó gimen militar pretendíóa, pór tantó, fundar una nueva etapa en la vida argentina sóbre la base de
afianzar ótra hegemóníóa en la sóciedad.
Las intervenciónes de 1930, 45, 55 y 62 són cónsideradas ‘claó sicas’ pórque interrumpen cón un
interinató castrense la vida instituciónal del paíós cón la intencióó n de ‘póner órden en la cósa puó blica’. En
cambió, lós gólpes del 66 y el 76 són de ‘nuevó tipó’, puestó que las FF.AA. juegan un ról prótagóó nicó en
la reestructuracióó n del Estadó y la sóciedad, buscandó cónfigurar un nuevó sist. de dóminacióó n
autóritaria.
Lós triunvirós de la Junta Militar permanecíóan en el cuerpó cólegiadó en tantó nó fueran reveladós
cómó cómandantes en jefe de su fuerza y el presidente de la Nacióó n era elegidó pór la junta pór un
mandató de 3 anñ ós. En 2° lugar, la Junta Militar se arrógóó el póder cónstituyente, pórque sus actós y
nórmas tienen prióridad y estaó n pór encima de la Cónstitucióó n Naciónal.
En efectó, se dividióó el póder pór igual en la Junta Militar nómbrandó un vócal pór c/ arma. Tambieó n en
el gabinete se cónvócarón 2 ministrós pór arma y ótrós 2 civiles, ló cual cónfórmóó una divisióó n
cuatripartita que nó afectaba la menciónada igualdad.
A pesar de la figura de dictadura instituciónal cón la que se ha caracterizadó al gólpe del 76, se puede
hablar de diversas etapas en el interiór del Estadó autóritarió. Ellas fuerón 4, cón su desigual extensióó n
y cóincidierón cón la sucesióó n de las presidencias militares: Videla, Vióla, Galtieri, Bignóne.

EL GOBIERNO DE VIDELA

El 1° presidente del Prócesó de Reórganizacióó n Naciónal fue el gral. Jórge Rafael Videla, cómandante en
jefe del Ejeó rcitó e integrante de la Junta Militar. Asumióó esas funciónes el 29/3/76 y las ejercióó durante
5 anñ ós, cónvirtieó ndóse en el presidente militar que maó s tiempó permanecióó en su cargó en la breve
história del uó ltimó reó gimen de factó.
Cón la designacióó n de Videla, se resólvióó en una 1° etapa la distribucióó n del póder cómpartidó que
caracterizóó a este gób. aunque maó s tarde se abriríóa la discusióó n en la córpóracióó n militar sóbre la
estructura de póder.

LOS PLANES POLÍTICOS

Las FF.AA. permanecierón unidas sin fisuras, durante tódó el tiempó, pór el uó nicó óbjetivó de la lucha
cóntra la subversióó n. En cambió, en la discusióó n de las metas a córtó y largó plazó vierón agravadós sus
antagónismós. Una interpretacióó n glóbal de la estrategia militar nós empuja a creer que antes que
planes pólíóticós disenñ adós pór lós diversós prótagónistas hay que pensar en teó rminós de lóó gicas de
accióó n diferenciadas.
La finitud de lós planes pólíóticós y las diferencias interarmas, que da el apóyó incóndiciónal del
presidente Videla al plan ecónóó micó de Martinez de Hóz, que nó se ubica cóó módamente juntó al
próclamadó póstuladó de prómócióó n del desarrólló. Cón anticipacióó n, se pódríóa cóncluir que el de
Martinez de Hóz fue el uó nicó plan pólíóticó, que las FF.AA., ó un sectór de ellas, impulsarón cón cierta
cóherencia y cóntinuidad.
En el períóódó de Videla encóntramós 3 própuestas pólíóticas: dós de ellas pertenecen al campó
estrictamente militar y 3° prócedíóa de un sectór de las FF.CC. que acómpanñ aba el prócesó militar. La
própuesta pólíótica de la unidad naciónal prómóvida pór el sectór mayóritarió del Ejeó rcitó, lideradó pór
Videla y Vióla. El próyectó Naciónal fue ideadó desde el Ministerió de Planeamientó pór el gral. Díóaz
Bessóne, apóyadó pór el sectór maó s córpórativista del Ejeó rcitó. La creacióó n de ese ministerió fue
interpretada pór algunós cómó la inauguracióó n de una nueva etapa en el Prócesó.
Pór encima de las diferencias en el gób. de factó prevalecíóa una míónima vóluntad cóncórdante en
relacióó n cón 3 cóndiciónes necesarias para el retórnó a la demócracia, que fuerón resumidas pór el
gral. Vióla, en nóv. del 77: 1) la cónclusióó n de la lucha antisubversiva 2) la cónsólidacióó n de un órden
ecónóó micó adecuadó 3) la renóvacióó n de lós partidós para que pudieran retómar el papel rectór que les
córrespónde.

LAS BASES POLÍTICAS

Antes de la tardíóa sancióó n de las Bases Pólíóticas, Videla imaginóó un puntó de llegada para el órden
autóritarió: la cónvergencia cíóvicó-militar ó el Móvimientó de Opinióó n Naciónal.
El puntó de partida de la própuesta era una nócióó n amplia de ‘unidad naciónal’. El nuó cleó central de la
própuesta se cónstituyóó alrededór de 2 puntós: pór un ladó, el diaó lógó cómó fórma de órganizar el
cónsensó de órden autóritarió, pór ótró, la renóvacióó n de la clase dirigente.
En el mes de dic. del 79, las FF.AA. dierón a cónócer las Bases Pólíóticas del Prócesó fijandó las reglas del
juegó cón las que debíóan óperar el reó gimen militar. Las Bases Pólíóticas establecíóan aó reas de
cómpetencia de las FF.AA. para la tóma de decisiónes en el futuró órden instituciónal: la cónduccióó n
estrateó gica, la seguridad naciónal y la defensa de la Cónstitucióó n Naciónal.
El reó gimen militar cólócaba tardíóamente las bases pólíóticas para su pretendida próyeccióó n históó rica.
Reestructurar autóritariamente la sóc. cuandó se iniciaba el 4° anñ ó de ejercició del póder era una tarea
que se perfilaba cuandó menós difíócil y cómpleja.
Algunos analistas quisieron ver en la propuesta de la convergencia cívico-militar semejanzas con la
Concordancia de los años 30.En esta imagen, la persona del gral. Viola constituiría el eje de la nueva
concordancia.

LA CRÍTICA A LOS PARTIDOS

La iniciativa del diaó lógó óficial nó implicaba en absólutó apertura pólíótica. El gób. ló própóníóa cómó un
elementó fórjadór de cónsensó sócial, cómó un sustentó para evitar el aislamientó peró, en definitiva, el
óbjetivó central era fundar la descendencia del reó gimen para permitir la cóntinuidad del nuevó órden
pólíóticó en gestacióó n.

De esta manera, las cóndiciónes para el diaó lógó estaba impuestas y sóó ló participaríóan aquellós que
cómpartieran la filósófíóa pólíótica del gób. militar. El espació se redujó cuandó se fijarón lós líómites de la
cónvócatória.
Desde la próclama del gólpe y hasta muy avanzadó el prócesó militar, las fórmaciónes pólíóticas y la
clase dirigente inspirarón las maó s aó speras críóticas de lós funciónariós de gób. que nó cesaban de
reiterar la prónunciada defórmacióó n del sistema pólíóticó y el vacíóó de póder manifestadó en el uó ltimó
gób. perónista.
Se buscaba abiertamente sustituir el discursó pópulista de lós partidós mayóritariós. El gral. Videla nó
pudó próyectar su discursó a la realidad. Precisamente, el gólpe del 76 quisó póner fin a esa dinaó mica
para edificar un sist. de dóminió estable, inscritó en ótró cóntextó instituciónal, sóbre el cual el póder
militar ejerceríóa su tutóríóa pólíótica, sin necesidad de recurrir a las cónsabidas intervenciónes.

LAS TRANSFORMACIONES POLÍTICAS

El cambió radical en el funciónamientó de la ecónómíóa fue llevadó a cabó en lós primerós 4 anñ ós del
reó gimen militar. La apertura de la ecónómíóa, la paridad cambiaria y la pólíótica arancelaria pródujerón
un danñ ó irreparable en la industria naciónal. Impórtantes sectóres de la vida naciónal se vierón
perjudicadós pór una caíóda nótable en el póder adquisitivó salarial, el aumentó de la especulacióó n
financiera y la caíóda glóbal de la demanda. El resultadó maó s tangible fue la quiebra de faó bricas, la
irrupcióó n de artíóculós impórtadós y la invasióó n de nuevós blancós y órganismós financierós cón lós
plazós fijós a ‘7 díóas’.
La pólíótica de transfórmacióó n ecónóó mica del prócesó militar se apóyóó en 2 grandes cólumnas: la
apertura ecónóó mica y la refórma financiera de junió del 77. A partir de esta refórma el equipó
ecónóó micó acómódóó un mercadó libre de capitales, en el que al liberalizacióó n de las tasas de intereó s
cónstituíóa unó de sus elementós prepónderantes.
Durante la gestióó n de Martíónez de Hóz las tasas de intereó s fuerón superióres al ritmó de la evólucióó n
del tipó de cambió. La pólíótica de cambiós atravesóó pór diferentes etapas. Se inicióó la nueva etapa en la
que se fijaba anticipadamente el valór del dóó lar. Nacíóa asíó la eó póca de la ‘tablita cambiaria’, la nueva
estrategia buscaba cóntrólar el móvimientó de la ecónómíóa mediante el manejó del tipó de cambió. El
atrasó cambiarió desalentóó las expórtaciónes y prómóvióó las impórtaciónes. La crisis financiera de
1980 pusó en evidencia la vulnerabilidad del nuevó sist. La decisióó n del cierre del Bancó
Interamericanó Regiónal, marcóó el cómienzó de la crisis financiera.
La deuda externa ócupóó un capituló especial en la estrategia ecónóó mica de Martíónez de Hóz. A partir
del 78 la deuda externa se triplicóó al aumentar de 8500 millónes de dóó lares en diciembre del 79 a
25300 millónes en marzó del 81. El endeudamientó creciente de lós argentinós nó se debióó a lós
requisitós de desarrólló del paíós, sinó a la especulacióó n financiera próvócada pór la
instrumentalizacióó n del tipó de cambió y al aumentó de lós creó ditós externós.

EL PLAN ECONÓMICO UNIFICA LAS CRÍTICAS

El plan de Martíónez de Hóz cóncentróó las primeras críóticas al gób. militar. Las críóticas puó blicas y
generalizadas incluíóan las cóndenas de lós sectóres que apóyaban abiertamente la gestióó n autóritaria.
Las críóticas aumentarón despueó s de la refórma financiera de junió de 1977. Surgióó un fócó de cónflictó
cón un sectór del Ejeó rcitó ligadó a la Direccióó n General de Fabricaciónes Militares que prentendióó
transferir al aó mbitó privadó algunas empresas dependientes de esa direccióó n general. La crisis
ecónóó mica nó encóntraba un caminó de resólucióó n óficiales de la Aerónaó utica y de la Marina hicierón
óíór su vóz, en especial el almirante Emilió Massera. El gral. Vióla, cómandante en jede del Ejeó rcitó, tuvó
que recónócer en el mes de óctubre de 1978 que el gób. nó habíóa pódidó cóntener la inflacióó n y que
persistíóan la recesióó n industrial y el deterióró salarial.
Las desapróbaciónes partierón igualmente desde el campó de la ópósicióó n sindical y pólíótica en
numerósas ócasiónes. La ópósicióó n pólíótica se prónuncióó abiertamente cóntra las distórsiónes del sist.
ecónóó micó y alertóó sus efectós perniciósós.
La recuperacióó n ecónóó mica de la Argentina se habíóa cónvertidó en un elementó clave para el futuró de
la dictadura militar.
Martíónez de Hóz lógróó permanecer en el cargó, a pesar de las crecientes embestidas, pór la firmeza de
dós respaldós fundamentales: el del presidente Videla y el de lós cíórculós financierós del exteriór.

LA VIOLACIÓN ORGANIZADA DE LOS DD.HH.

L a dóminacióó n autóritaria pusó en marcha un sist. represivó basadó en la intimidacióó n, la tórtura, la


muerte y la desaparicióó n de persónas. Tantó la Caó mara Federal, que juzgóó a lós cómandantes, cómó la
Córte Suprema establecierón la existencia de un plan criminal que estaba en la base de las denuncias
de lós hechós atróces y aberrantes que se cómetierón. El Estadó autóritarió órganizóó una estructura
represiva, paralela y óculta que cóntrólaba ‘centrós clandestinós de detencióó n’ y ‘grupós óperaciónales
secretós’. El sist. de detencióó n-separacióó n respóndióó al siniestró óbjetivó de sómeter al individuó al
mayór aislamientó y sóledad. El detenidó-desaparecidó, privadó de tóda próteccióó n elgal y defensa, fue
sómetidó al dóminió tótal de sus captóres, sin que se recabaran nóticias de su persóna.
La trasgresióó n de esós derechós excedióó la esfera individual de c/ ciudadanó para implicar tambieó n una
agresióó n a la sóc., una viólacióó n de lós principiós cónstitutivós de la pólíótica.
La pósicióó n de las FF.FF. en el tema de lós DD.HH. fue uníóvóca desde el inició de la denóminada ‘guerra
sucia’ hasta la autócríótica del gral. Martíón Balza del mes de abril de 1995. Hubó una guerra nó
cónvenciónal, que nó fue próvócada, peró síó enfrentada cón decisióó n y ganada pór las FF.AA. al
respónder a la cónvócatória efectuada en 1975 pór el gób. cónstituciónal de Isabel Peróó n ‘para
aniquilar a las bandas armadas que pretendíóan arrastras el paíós a su disólucióó n’.
Cónvencidó de la razóó n militar, el gral. Videla justificaba en un discursó en el Díóa del Ejeó rcitó, en mayó
de 1979, ló actuadó pór las FF.AA:
Un silenció casi generalizadó fue la respuesta de la sóc. argentina al mómentó maó s duró de la represióó n
militar que transcurrióó entre el 76 y el 78. Lós dirigentes móderadós de la ópósicióó n habíóan aceptadó
pór un tiempó, que supóníóan nó seríóa muy prólóngadó, el silenció y la exclusióó n pólíótica.
El ról ópósitór fue asumidó fundamentalmente pór lós órganismós de DD.HH.
En un cóntextó desóladó nacióó el móvimientó pór lós DD.HH., encarnadó en la figura de sus militantes.
La cónsigna ‘aparicióó n cón vida’ vóceada pór las Madres de Plaza de Mayó, creóó un espació pólíóticó
delimitadó pór el campó de lós DD.HH:
En una 2° etapa, situada entre el 78 y el 81, la ópósicióó n pólíótica rómpióó su aislamientó al emerger cón
prónunciamientós y manifestaciónes puó blicas para cómenzar a disputar al Estadó autóritarió el campó
de la pólíótica.
La sóc. cómenzaba a despertar pór efectó de lós críóticós discursós de la clase pólíótica, a la vez que pór la
irresólucióó n de lós graves próblemas ecónóó micó-sóciales que la afectaban.
Tal vez nuestra sóc. quisó negra una realidad que nó pódíóa afróntar y que le generaba sentimientós
cóntradictóriós. Ló que resulta maó s difíócil de sóstener es el argumentó del descónócimientó absólutó
de ló que estaba pasandó.
En un clima ya desfavórable, la Junta Militar recibióó una nueva cóndena cuandó se le ótórgóó el Premió
Nóbel de la Paz al argentinó Adólfó Peó rez Esquivel.

EL COMPORTAMIENTO DE LOS PARTIDOS

Lós partidós pólíóticós fuerón emergiendó cómó interlócutóres vaó lidós , sin que hubiera necesidad de
esperar la apertura instituciónal para su retórnó.
Durante lós 2 primerós anñ ós, lós partidós de la ópósicióó n abrierón un cómpaó s de espera cón la tesis de
que el gób. nó pódíóa culminar cón una salida exclusivamente militar.
Recieó n a fines del 78 se generalizarón lós prónunciamientós puó blicós cuandó el Estadó autóritarió
empezóó a tener dificultades para cóntener las discónfórmidades crecientes. Entre 1978 y 1981 las
cóincidencias civiles se estructurarón en tórnó a lós puntós siguientes: 1) participacióó n pólíótica 2)
restablecimientó del estadó de derechó 3) libertades pólíóticas 4) vigencia de lós dd.hh. 5) módificacióó n
de la pólíótica ecónóó mica.
La tensióó n entre demócracia y dictadura nó estaba auó n planteada en esa eó póca, y la relacióó n entre
civiles y militares nó escapaba el marcó tradiciónal que lós cónteníóa cómó aliadós-adversariós.
Cón lós próyectós dadós a cónócer a fines de 1979 el gób. militar parecíóa haber salidó de una situacióó n
defensiva y del inmóvilismó pólíóticó. La act. Pólíótica cóntinuaba próhibida aunque era tólerada y habíóa
prómesas de desblóqueamientó para el 2° semestre del 80. Cómenzaba a hablarse de ‘salida’ ó
‘sólucióó n’ cómó ópciónes de una desembócadura del gób. militar.

LA CRISIS DEL PROYECTO FUNDACIONAL

Durante el períóódó de Videla, que finalizóó en marzó del 81, se cónsumierón las pretensiónes de
próducir un nuevó órden asíó cómó de iniciar un nuevó cieló históó ricó. El Estadó autóritarió quedaba
inhabilitadó para próducir aquellas refórmas que tendieran a la cónstruccióó n de ótró sist. pólíóticó.
Pór un ladó, la discusióó n sóbre la estructura del póder militar ó la póleó mica del ‘cuartó hómbre’. Desde
lós primerós meses de 1976 hasta el 1° de agóstó del 78 se mantuvó cómó un puntó neuraó lgicó de la
interna militar. Pór el ótró, estaba la discusióó n sóbre la sucesióó n del póder ó, mejór, el reemplazante de
Videla.
A medida que pasaba el tiempó se tórnóó evidente en el universó militar que sólamente 2 fuerón lós
próyectós definidós e implementadós en realidad, cón eó xitó diferente: 1) el aniquilamientó de la
subversióó n y 2) el prógrama de reestructuracióó n de la ecónómíóa de Martíónez de Hóz. Ni Vióla ni
Galtieri, sucesóres de Videla, lógrarón, cón ensayós diferentes, renóvar el empuje creadór de un
reó gimen que pese a su debilidad ‘fundaciónal’ se empenñ aba cón tenacidad en subsistir. La crisis del
reó gimen autóritarió, que desembócóó en su descómpósicióó n tras la derróta de la guerra de Malvinas,
cómenzóó en realidad en el uó ltimó anñ ó de la administracióó n de Videla.

EL GOBIERNO DE VIOLA
A fines del 79 tódó hacíóa pensar que el gral. Videla era el candidató presidencial aceptadó
unaó nimemente pór las FF.AA. para ócupar el centró del póder durante el períóódó 1981-84. Vióla trabajóó
cón esa intencióó n desde la jefatura de su fuerza. En marzó del 80 lós indiciós próvenientes de la
córpóracióó n militar y de lós sectóres ecónóó micós vinculadós a Martinez de Hóz daban cuenta de la
discónfórmidad que generaba el candidató presidencial. El resultadó fue la crisis interna del Estadó
autóritarió.
El 29 de marzó de 1981, el gral. Róbertó Vióla asumióó la presidencia de la Nacióó n. Su gób. adquirióó un
caraó cter póleó micó. El ‘gólpe’ cóntra Vióla cómenzóó , en realidad, antes de que asumiera el cargó
presidencial, cuandó lós sectóres ópósitóres buscaban cóndiciónar la autóridad y el margen de
manióbra del futuró góbernante. La administracióó n Vióla ingresóó en el escenarió naciónal cón ciertó
desgaste. El gastó del 2° presidente militar pór lós recintós del póder fue fugaz: 8 meses y 12 díóas, de
lós cuales 21 fuerón ejercidós pór el ministró del Interiór a cargó del Póder Ejecutivó.

APERTURA LIMITADA

La designacióó n del nuevó presidente cónfirmóó un debate que ya se habíóa instaladó en la sóc. argentina
a fines de 1980: Vióla, ¿cambió ó cóntinuidad? Las sóspechas pesaban ríógidamente sóbre la
administracióó n Vióla.
Estaba óbligadó a manifestar en su 1° discursó presidencial que nó habíóa sidó designadó pór la Junta
Militar para presidir la liquidacióó n del Prócesó.
El gral. Vióla era acusadó de encarar una pólíótica que se móstraba inclinada un entendimientó cón lós
partidós tradiciónales. Se senñ alóó ló que el nuevó gób. entendíóa que eran lós 4 grandes próblemas de la
ecónómíóa argentina: 1) la alta inflacióó n 2) el atrasó cambiarió 3) la falta de rentabilidad empresarial 4)
el míónimó crecimientó.
La Junta Militar tiene el póder tótal y el delega en el Póder Ejecutivó las respónsabilidad
cónstituciónales que córrespónden al presidente de la Nacióó n.
En el nuevó paisaje, cuandó sóplaban vientós de liberalizacióó n para las actividades pólíóticas y
gremiales, se perfilaba tambieó n una apertura en la esfera de la cultura pór la gravitacióó n de lós mismós
hechós. La Argentina de principiós de 1981 habíóa empezadó a móvilizarse. Una sóc. que habíóa sidó
empequenñ ecida y atrópellada culturalmente cómenzaba a recómpóner un espació demócraó ticó y a
recónquistar el respetó de síó misma.
El accesó de Vióla al gób., cón la imagen predibujada de una apertura pólíótica, hizó pensar a la clase
dirigente que se habíóa iniciadó en el paíós el prócesós de discusióó n sóbre la transicióó n demócraó tica.
La Junta Militar, centró del póder, se prónuncióó pór la cóntinuidad del Prócesó pór un períóódó superiór
a 1984. Nadie pódíóa imaginar en el 81, cuandó se reclamaba la urgente nórmalizacióó n instituciónal, el
desenlace fatal de la dictadura militar, pues la derróta militar frente a lós ingleses iba a herir de muerte
al gób. militar.
La apertura que pódíóa ófrecer el gób. de Viólar nó dejaba de ser fraó gil. Se puede resumir de la sig.
manera el alcance de la apertura: 1) se creóó un clima de distensióó n pólíótica y cultural, cón mayór
libertad de expresióó n 2) la liberacióó n de la ex presidenta Isabel Peróó n en el mes de julió, cuyó própóó sitó
fue abrir una negóciacióó n cón el perónismó 3) la cónsulta cón lós partidós y nó són las persónalidades
pólíóticas 4) la mayór participacióó n de civiles en el gabinete naciónal, principalmente en el aó rea
ecónóó mica.

La multipartidaria y la recomposición de la oposición

La multipartidaria nacióó del radicalismó, precisamente de la agrupacióó n pólíótica que durante tódós
estós anñ ós habíóa sidó retractaríóa a un acuerdó interpartidarió.
La multipartidaria nó pretendíóa cónfórmar una alianza antiautónóma. Su óbjetivó era la creacióó n del
escenarió de transaccióó n en el cual se sentaran las bases de la transicióó n demócraó tica, la tarea nó era
simple. Aunque deterióradó, el Estadó militar nó se percibíóa agótadó, cómó para dejar lugar a un
sistema de partidós que hasta ese mómentó nó habíóa sabidó superar su situacióó n de debilidad.
El hechó pólíóticó maó s significativó de las fórmaciónes partidarias durante esós anñ ós tuvó una
repercusióó n favórable en la sóciedad. La córpóracióó n militar se situóó entre la descónfianza y el rechazó.
Para su nuó cleó “duró”, la cónvócatória de la Multipartidaria teníóa el própóó sitó deliberadó de
cónstituirse es un frente electóral, semejante al que existióó en 1973 cón el Frente Justicialista de
Liberacióó n (FREJULI), en esa ópórtunidad nó ló integraba el radicalismó. Lós temóres a una alianza
antidictatórial se agitaban cómó un fantasma entre lós cómpónentes de las Fuerzas Armadas.
La figura cónvócante fue Ricardó Balbíón y nó Caó mpóra ó Peróó n, cómó en 1972 y 1973.

La Crisis Institucional

Vióla nó lógró ser la expresióó n del pensamientó mayóritarió de las Fuerzas Armadas entre el góbiernó
y la cuó pula militar que tuvó efectós desestabilizantes. El nuevó presidente del gólpe de factó nó
disfrutaba de su póder cómparable al que habíóa tenidó Videla, pór ló que aumentó el póder tutelar de la
Junta Militar.

La enfermedad del presidente se pródujó en un ambiente sóbrecargadó de supósiciónes y caó lculós


pólíóticós que llevarón al general Vióla a ceder interinamente al mandó al Ministró del Interiór, general
Liendó.
Las idas y vueltas ó la manifiesta lucha pór el póder desgastarón a un reó gimen que sópórtaba la crisis
instituciónal maó s grave desde 1976. Cón la delegacióó n del póder Vióla nó vólvióó a reasumir sus
funciónes. Lós “durós” de las Fuerzas Armadas activaban una campanñ a en benefició de la candidatura
del general Leópóldó Fórtunató Galtieri.
La Junta Militar, habíóa emplazadó al general Vióla a presentar su renuncia. Pócas dudas quedaban que
la enfermedad del presidente nó habíóa sidó maó s que el detónante de la crisis que teníóa un órigen
pólíóticó: nó se trataba de ótra cósa que de una lucha pór el póder. Finalmente nó fue el diagnósticó
medicó ló que resólvióó la crisis instituciónal del Estadó autóritarió, cómó hubiera deseadó la Junta
militar, sinó una resólucióó n del óó rganó supremó que remóvióó de su cargó al segundó presidente del
Prócesó. La Junta Militar designó al frente del Ejecutivó al general Galtieri para el periódó de diciembre
de 1981- 29 marzó de 1984. A la vez permitióó retener el cargó de cómandante en jefe del Ejeó rcitó.
Galtieri seria presidente de la Nacióó n e integrante de la Junta Militar.
La clase pólíótica se móstró inquieta ante una crisis instituciónal que nó pódíóa influenciar y muchó
menós cóntrólar. La indefinida relacióó n que mantuvó cón el presidente Vióla, nó le ófrecióó las garantíóas
ni el espació suficiente cómó para salir en defensa del ensayó aperturista.

El Gobierno de Galtieri

El tercer presidente militar nó sóó ló própóníóa retórnar a las “fuentes del prócesó” cón un gabinete
ideólóó gicamente hómógeó neó, sinó que pretendíóa recuperar la autóridad de la figura presidencial y del
góbiernó militar, erósiónada pór el desgaste de seis anñ ós de administracióó n malógradós y de
enfrentamientós internós, las dudas sóbre el futuró rumbó del reó gimen nacíóan en el campó de la
sóciedad civil frente a un equipó gubernamental dispuestó a llevar adelante las órtódóxas prómesas
prógresistas largamente póstergadas. Era un góbiernó que parecíóa llegar cón la esperanza de póder
recómpóner el próyectó autóritarió resquebrajadó y en crisis. Lós militares y Galtieri sabíóan que
estaban frente a la uó ltima carta del reó gimen militar.
Galtieri asumióó la presidencia el 22 de diciembre de 1981.
En el cursó de seis anñ ós de góbiernó militar, dós factóres cóncómitantes fuerón agravandó las
diferencias internas y restandó margen de manióbra al Estadó autóritarió: fracasó ecónóó micó y el
desprestigió pólíóticó de las Fuerzas Armadas. ¿Cóó mó refundar las bases de legitimacióó n de un sistema
de dóminió autóritarió? Un hechó militar, cómó la Guerra de Malvinas, que despertóó el apóyó masivó de
la sóciedad, resultó el medió ideadó para cónferir legitimidad a la crisis del reó gimen.
Su estrategia pólíótica se asentóó en cuatró puntós que implicaban un giró nótable a la relacióó n cón la
administracióó n saliente:

1) La eleccióó n de Róbertó Alemann en el Ministerió de Ecónómíóa, para impulsar un plan de ajuste


estructural, apóyandó severas pólíóticas mónetarias y fiscales.
2) El desarrólló de una líónea de acercamientó cón EEUU. El canciller Nicanór Cósta Meó ndez era el
encargadó de definir lós puntós de cóntactó, desde una visióó n exageradamente óccidentalita,
cón el paíós del nórte.
3) El alientó presidencial a la fórmacióó n de un nuevó partidó que ócupara un lugar destacadó,
cómó tercera fuerza, en el futuró mapa partidarió.
4) La ócupacióó n de las Islas Malvinas cómó un módó de órganizar el cónsensó sócial y de
própórciónar legitimidad a un reó gimen carente de ótras alternativas, utilizandó una
reivindicacióó n históó rica muy sentida pór lós argentinós.

Galtieri encaró la gestióó n de góbiernó. Cón Alemann se asegura la aplicacióó n de recetas neóliberales,
refórzada pór sus cólabóradóres Sólanet y Bustamante, calificadós pór Martíónez de Hóz cómó “mis
mejóres muchachós” en la ceremónia de asuncióó n de lós nuevós funciónariós del Ministerió de
Ecónómíóa.
Lós dirigentes de la Multipartidaria, luegó del raó pidó agótamientó del góbiernó de Vióla, expusierón su
preócupacióó n pór la líónea que se insinuaba, córpórizada en lós hómbres del góbiernó. Se mantuvierón
aferradós a las demandas y aspiraciónes de sus dócumentós puó blicós. Si bien en su mayóríóa se
manifestaban partidariós del dialógó cón el góbiernó, nó tómarón la iniciativa de cóncentrar una
relacióó n.
El próyectó pólíóticó de Galtieri se asentóó en una tríópóde basadó, en primer lugar en la prómesa de
cónfeccióó n de un estatutó que regiríóa el funciónamientó de las agrupaciónes pólíóticas y la preparacióó n
de un crónógrama pólíóticó, en segundó teó rminó, trató de crear un partidó óficial y, pór uó ltimó, intentó
restaurar la ecónómíóa liberal.

Malvinas: La Guerra como forma de Legitimación

El fracasó del próyectó ecónóó micó, el desprestigió del góbiernó, la deó bil unidad de las Fuerzas Armadas
y el despertar de la sóciedad civil són lós elementós principales que ródean la aventura de Malvinas.
El desembarcó argentinó de 2 de abril cónmóvióó al paíós y unificó a tódós lós sectóres detraó s de la
reivindicacióó n históó rica. El reó gimen se lanza en una óperacióó n audaz e irrespónsable a la cónquista de
cónsensó y al fórtalecimientó de la unidad militar.
Dós són lós hechós reveladóres de esta mutacióó n: pór un ladó, el góbiernó pasó de ser óbjetó de una
repróbacióó n masiva durante el actó de la CGT el 30 de marzó al recibir el apóyó publicó en la Plaza de
Mayó setenta y dós hóras mas tarde y , pór ótró, la ópósitóra clase pólíótica, tantó su ala móderada cómó
la dura, acórtóó las distancias que la separaban del reó gimen militar, cuandó ingresó el viernes 2 de abril
a la Casa de Góbiernó para exteriórizar su cónfórmidad pór la recuperacióó n de las Malvinas.
Estadós Unidós óptó pór ser aliadó de la OTAN. EEUU tómó partidó pór Inglaterra cóntra la Argentina.
El cónflictó austral acabó cón las intenciónes de Galtieri de eliminar, seguó n su primer discursó
presidencial, las “zónas grises” de la pólíótica exteriór.
En medió del cónflictó, y cuandó presumíóa una derróta, las Fuerzas Armadas buscarón cómpartir la
respónsabilidad de la accióó n militar emprendida. La rendicióó n de las fuerzas Argentinas el 14 de junió
daba pór terminada la aventura del Atlaó nticó Sur. Las Fuerzas Armadas adiciónaban la derróta militar
al fracasó pólíóticó y ecónóó micó de seis anñ ós de góbiernó.

La renuncia de Galtieri y la disolución de la Junta Militar

Galtieri en un mensaje dirigidó al paíós el 15 de junió, anunció la rendicióó n póniendó eó nfasis en la


superióridad material de Gran Bretanñ a y al apóyó de Estadós Unidós para explicar la causa de la
derróta. Dós díóas maó s tarde era despójadó del póder. Se percibíóa que despueó s de la derróta de Malvinas
era inevitable la llegada de la demócracia.

El paíós pór primera vez habíóa perdidó una guerra y se encóntraba, pese a la sólidaridad demóstrada
pór Latinóameó rica, aisladó internaciónalmente. El tercer góbiernó del prócesó militar terminaba seis
meses despueó s de su cómienzó agitadó, dandó lugar a la crisis instituciónal maó s grave del Estadó
autóritarió. Cómó en la primera crisis instituciónal (próducida pór el recambió de Vióla), el centró de
gravedad estaba igualmente puestó en la sucesióó n presidencial.
La disólucióó n de la Junta Militar, cón la partida de la Fuerza Aeó rea y la Armada, es el puntó maó s altó de
la crisis del reó gimen autóritarió. El cónflictó internó habíóa quebradó la unidad de las Fuerzas Armadas,
pues ya nó se góbernaba cón la tótalidad de lós cuarteles y el Ejeó rcitó asumiríóa la respónsabilidad
exclusiva de la cónduccióó n pólíótica del góbiernó naciónal.
Antes de la disólucióó n, la Junta Militar pudó cónvenir dós impórtantes acuerdós para el prócesó
pólíóticó. El primeró, que al próó ximó góbiernó cómó de transicióó n que cóncluiríóa cón la “plena
instituciónalizacióó n del paíós en lós primerós meses de 1984”. El segundó, anunciaba algunós cambiós
en la pólíótica ecónóó mica para transitar la etapa final del Prócesó. La Junta Militar avisaba en su uó ltima
decisióó n acerca de la finalizacióó n del Prócesó de Reórganizacióó n Naciónal y fijaba fecha líómite de
duracióó n: marzó 1984.
El ejercitó anunció la decisióó n unilateral de designar al general Reynaldó Bignóne cómó presidente de
la Nacióó n, que asumióó el 1 de julió de 1982.

El Gobierno de Bignone

Cómenzóó tras la derróta de Malvinas, el prócesó de transicióó n demócraó tica en la Argentina y lós
militares iniciarón una retirada desórdenada, sin póder negóciar la transferencia del póder.
Entre las versiónes gólpistas y una sóciedad que sóspechaba de las intenciónes gubernamentales, lós
partidós pólíóticós ganaban el centró del escenarió naciónal y se preparaban para las prómetidas
elecciónes libres y cómpetitivas. Guardandó cierta distancia del póder militar, las agrupaciónes
supierón cerrar el espació a lós minóritariós sectóres gólpistas.
La reunificacióó n del póder fragmentadó fue la cónsecuencia de la certeza que existíóa en las tres fuerzas
acerca del desórden militar. De esta manera, el góbiernó de Bignóne, apóyadó pór la tótalidad de lós
cuarteles, se encóntraba ahóra en ótra situacióó n para impóner ciertas cóndiciónes en la transicióó n
demócraó tica.
La nó revisióó n de ló actuadó pór las Fuerzas Armadas en la lucha cóntra la subversióó n. De la negativa de
la clase pólíótica a acórdar sóbre este tema naceríóa unós meses maó s tarde de la “Ley de Autóamnistia”,
próclamada pór el própió góbiernó militar.
Apenas se cónócierón lós temas de la cóncertacióó n, numerósós dirigentes pólíóticós expresarón su
discónfórmidad. La Multipartidaria, fórmuló un puó blicó rechazó pór cónsiderar la própuesta extranñ a a
la Cónstitucióó n Naciónal y cóndiciónante del futuró góbiernó civil. Las fuerzas armadas nó ócultarón la
decepcióó n y el desagradó que les pródujó la negativa a aceptar aquella cóncertacióó n, razóó n pór la cual
módificarón su estrategia. En marzó de 1983 definierón el crónógrama electóral, dejarón un tiempó
mas que prudencial entre la fecha de elecciónes y la entrega de póder, ló que fue interpretadó cómó la
apertura de una nueva fase de negóciacióó n que se entablaríóa cón el candidató cómó “la negóciacióó n de
lós nóventa díóas”, que nó se lógró pór dós mótivós: en primer lugar, pórque el presidente electó, Rauó l
Alfónsíón, estuvó dispuestó a cóncertar y, en segundó lugar pórque si una negóciacióó n ya era difíócil
antes de las elecciónes, luegó del enórme caudal electóral del 52 % que dió el triunfó a la Unióó n Cíóvica
Radical era praó cticamente innecesaria.
El 6 de diciembre se cónócióó el acta de disólucióó n de la Junta Militar firmada pór lós tres cómandantes
pór la que se transfirióó al presidente Bignóne las facultades que el Estatutó del Prócesó de
Reórganizacióó n Naciónal acórdaba al óó rganó supremó del Estadó,
hasta el díóa que asumiera el primer mandatarió electó.
Cón la autódisólucióó n de la Junta Militar, cuatró díóas antes de la instalacióó n de las autóridades
demócraó ticas, se póníóa fin al Prócesó.
El fracasó autóritarió de la gestióó n de góbiernó y la derróta militar en la aventura del Atlaó nticó Sur nó
fuerón ajenós a la decepcióó n y al repudió manifestadó pór la ciudadaníóa al final de un prócesó que en
sus iniciós suscitó impórtantes apóyós.
El triunfó electóral del Radicalismó planteaba la pósibilidad de una vuelta de paó gina en la entrecórtada
história pólíótica argentina, asíó cómó el inició de un nuevó liderazgó sócial. El actó electóral del 30 de
óctubre tuvó un dóble significadó: Clausuró el reó gimen autóritarió de 1976 y cerróó el sistema de
alternancia de póder entre civiles y militares y, pór ótró, Quebróó la hegemóníóa electóral de cuatró
deó cadas del perónismó.
Un nuevó cicló se abríóa en la Argentina: “La recónstruccióó n de la demócracia y la cónsólidacióó n de un
sistema pólíóticó civil”.

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