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DONALD WINNICOTT.

DESARROLLO EMOCIONAL PRIMITIVO.

Interesado primordialmente por el paciente infantil el autor emprende sus


estudios mediante el análisis de las psicosis. Sin llevar a cabo ninguna modificación en
la técnica freudiana DWW intentará abordar los tipos más primitivos de relación objetal,
la misma técnica analítica puede llevarnos hacia elementos más primitivos, este
estudio sobre las relaciones primitivas, dice el autor no puede ser emprendido sino
gracias al análisis de la depresión, ésta constituye un tipo de relación primitiva y que
aparece tanto en niños como en adultos y pueden producirse en calidad de huida de
las dificultades suscitadas por la regresión hacia fases o etapas anteriores.

Se entiende que entre los 5 y 6 meses se produce un cambio en el niño que


hace que para el adulto sea mas fácil referir a su desarrollo emocional en términos
aplicables al ser humano en general. Anna Freud pone en relieve este particular y da a
entender que al niño antes de los 6 meses le interesa más ciertos aspectos del
cuidado que recibe que la gente en sí. Bowlby pone en acento que anteriormente el
hecho de que al niño se lo separe de la madre no le afecta al mismo modo en lo que
hace después de estos 6 meses incluso Winnicott mismo ha dicho que los pequeños
llegan a ser algo recién a los 5 o 6 meses (se fijan estos meses no a modo de exactitud
sino mas bien como un aproximativo para hablar del desarrollo emocional del bebé).
Durante esta fase posterior a los 5 o 6 meses se daría un desarrollo físico ya que el
niño adquiere la capacidad de agarrar objetos y poder llevarselos a la boca, cosa que
en muchos casos anteriormente no puede realizar, en esta fase el niño ya puede en
sus juegos demostrar que comprende que tiene un interior y que las cosas proceden
del exterior. Demuestra que sabe que se ve enriquecido por lo que incorpora (física y
psiquicamente). Todo esto representa un avance y cada uno de estos avances pueden
perderse en forma de regresión debido a la angustia. El pequeño también ve a la
madre como una persona completa (que posee interior y que puede ser buena o mala,
rico o pobre). Cuándo un niño siente que es una persona que puede relacionarse con
las demás persona ha avanzado mucho desde su desarrollo primitivo.

DWW busca examinar lo que sucede en los sentimientos y la personalidad del


pequeño antes de esta fase que de todos modos puede alcanzarse antes o después.
Entiende que este desarrollo primitivo es igual de importante y para afirmar lo dicho
establece una relación entre el niño prematuro y el posmaturo ya que al finalizar los 9
meses de gestación el niño ya está preparado para el desarrollo emocional y si el bebé
es posmaturo habrá alcanzado esta fase en el vientre de la madre por el contrario el
niño prematuro no experimentará demasiada cosas de importancia vital hasta que
haya alcanzado la edad en que debería haber nacido.
TESIS: El desarrollo emocional precoz del niño, antes de que éste se conozca a sí
mismo (y por ende a los demás) como la persona completa que es (y que los demás
son) es vitalmente importante: acá están las claves para la psicopatología de la
psicosis.

Existen 3 procesos que comienzan durante este desarrollo primitivo:

1.INTEGRACIÓN

2.PERSONALIZACIÓN

3.COMPRENSIÓN.

En un principio teórico la personalidad no está integrada (NO INTEGRACIÓN


PRIMARIA) que es el estado primario (base) de la desintegración, a la que conduce la
regresión, por tanto este estado de no integración primaria predispone a la
desintegración como forma de regresión, o como resultado de un fracaso en los demás
tipos de defensa.

1. La integración comienza en el mismo principio de la vida (pero jamás se la puede


dar por sentada), la tendencia a la integración se ve asistida por dos series de
experiencias:

1. La técnica de los cuidados infantiles; donde el niño es protegido del frío, bañado,
acunado y nombrado.

2. Experiencias instintivas que tienden a reunir la personalidad en un todo partiendo


desde adentro.

En cuanto al medio ambiente, estos fragmentos de la técnica de la crianza


gradualmente son reunidos en un ser que se llamará madre.

En cuanto al niño la importancia de la integración tiene que ver con el desarrollo


del sentimiento de que la persona de uno se halla en el cuerpo própio constituyendo lo
que se llama PERSONALIZACIÓN. Y, al igual que en la desintegración los fenómenos
de despersonalización propios de la psicosis se relacionan con primitivos retrasos de la
personalización.

DISOCIACIÓN.

Del problema de la no integración surge el problema de la disociación, de la no


integración surgen una serie de estados llamados disociaciones, que aparecen debido
a que la integración es incompleta o parcial existiendo los estados de tranquilidad y los
de excitación. Un niño que disfruta de un estímulo como lo es que le acaricien la piel
cuando lo bañan no es el mismo que chilla reclamando el alimento. Tampoco
comprende al comienzo que la madre que la madre que él edifica a través de las
experiencias tranquilas es la misma que se halla detrás de los pechos que pretende
destruir. Tampoco existe integración entre un niño que duerme y un niño despierto
(esta integración se va dando con el tiempo).

Sentada la integración se desarrolla la RELACIÓN PRIMARIA CON LA


REALIDAD EXTERNA, representa un paso complejo en el desarrollo emocional, es un
paso que nunca acaba de darse. Winnicott entiende este proceso en dos líneas; el niño
acude al echo cuándo está excitado y dispuesto a alucinar algo que puede ser
atacado, en ese momento el pecho real aparece y el pequeño es capás de sentir que
lo acaba de alucinar. Así sus ideas se ven enriquecidas por los datos reales de la vista,
el tacto y el olfato por lo que la próxima véz utilizará tales datos para la alucinación. De
esta manera el niño comienza a adquirir la capacidad para evocar lo que está
realmente a su disposición. (la madre debe darle al niño tales experiencias). En estos
momentos la presencia de la madre o la madre adoptiva (y no multiples niñeras) es
crucial ya que es tarea de la madre proteger al niño de las complicaciones que este no
es capáz de comprender y así el niño comienza a comprender el fragmento del mundo
en el que se halla inmerso a través de ella.

Una de las ventajas es que el niño al aceptar la realidad externa puede


posibilitar que la madre progresivamente se saque.

La fantasía es más primaria que la realidad y el enriquecimiento de la fantasía


con las riquezas del mundo depende de la experiencia de ilusión, al comienzo es
necesario establecer un contacto sencillo con la realidad externa mediante las
alucinaciones en el cuál el cree que ambas realidades son identicas. Para que en la
mente del niño se produzca la ilusión es necesario que un ser humano se tome el
trabajo de traerle el mundo de manera constante y comprensible, y de una manera
limitada, adecuado a las necesidades del pequeño. Por esta razón el niño no puede
existir solo, psicológica o fisicamente y necesita al principio de una persona que lo
cuide.

CRUELDAD PRIMITIVA (FASE DE PREINQUIETUD).

Es el tipo más precóz de relación entre un bebé y su madre, una relación cruel o
despiadada, el niño normal disfruta de una relación cruel con su madre, solo ella es
capás de tolerar tal relación, sin tal relación cruel con la madre (manifestado en los
juegos) lo unico que puede hacer el niño es ocultar esta crueldad dando lugar a un
estado de disociación.

Winnicott ubica acá al temor a la desintegración en contraposición a la


aceptación de una no integración primaria. Una ves alcanzada la etapa de la inquietud,
el individuo no puede olvidarse del resultado de sus impulsos tales como morder y
desintegrarse para a significar abandonarse a sus impulsos y esto además evoca ideas
de otros impulsos igualmente incontrolados dirigidos hacia uno mismo.

LA VENGANZA PRIMITIVA.

Es una relación objetiva aún más primitiva en el cual el objeto actúa de forma
vengativa. Esta fase es posterior a una verdadera relación con la realidad externa.
Todo objeto es tan parte del ser como lo es el instinto que lo evoca. Hay un elemento
en el cuál algo tiene que sufrir para que el niño obtenga placer: el objeto del amor
primitivo sufre al ser amado, aparte de ser odiado. En la costumbre de chuparse el
dedo al igual que moderse las uñas, podemos ver un replegamiento del amor y odio
por causa tales como la necesidad de preservar el objeto externo de interés. Vemos
así mismo un desplegamiento del ser, ante la frustración del amor por un objeto
externo.

PREOCUPACIÓN MATERNAL PRIMARIA.

En este texto DWW se propone desarrollar la primitiva relación madre – hijo. La


posición de la madre puede denominarse como:

MEDIO SUFICIENTE; que permite que el niño en cada fase alcance las
apropiadas satisfacciones innatas así como las angustias y conflictos. Un medio
suficiente permite que el pequeño comience a existir, a tener experiencias, a
constituirse un yo personal, a dominar los instintos y a enfrentar todas las dificultades
inherentes a la vida.

MEDIO NO SUFICIENTE; que deformaría el desarrollo del pequeños, por el


contrario este self capás de morir no se desarrolla. La sensación de realidad se halla
ausente. Las dificultades inherentes a la vida son inalcanzables. Si no hay caos
aparece un falso self que oculta al verdadero self que reacciona ante los estímulos a
modo de unos primitivos mecanismos de defensa (falso self) que corresponde al temor
al aniquilamiento.

Anna Freud afirma que la madre del pequeño está biológicamente condicionada
para su misión de especial orientación hacia las necesidades del pequeño existiendo
una IDENTIFICACIÓN (CC. Pero también profundamente ICC.) entre la madre y el
niño. Existen diferencias psicológicas entre la identificación materna con el niño y la
dependencia del niño con respecto de la madre; esta no implica una identificación ya
que esto requiere un estado complejo con el cual el niño todavia no cuenta.

TESIS: En esta fase precóz nos encontramos con un estado psicológico muy especial
de la madre al cual denominó PREOCUPACIÓN MATERNAL PRIMARIA:

- Esta se desarrolla gradualmente y se convierte en un estado de sencibilidad exaltada


durante el embarazo y especialmente hacia el final del mismo.

- Dura unas cuantas semanas después del nacimiento del pequeño.

- No es facil recordarlo por la madre una vez que se ha recobrado del mismo (tiende a
ser reprimido).

Este estado puede compararse con un estado de disociación o incluso con un


trastorno profundo, por ejemplo un episodio esquizoide en el cual algún aspecto de la
personalidad se hace temporalmente dominante. La madre es capás de alcanzar este
estado de sensibilidad exaltada casi de enfermedad y recuperarse del mismo. Utliza el
termino de “enfermedad” porque una mujer debe estar sana, tanto para alcanzar este
estado como para recuperarse de él cuando el pequeño la libera. Si el niño muere el
estado de la madre se manifestaría en forma de enfermedad.

Esta enfermedad es una enfermedad normal que le permite adaptarse delicada


y sensiblemente a las necesidades del pequeño (puede alcanzarse con un hijo y no
con los otros) también puede no darse imposibilitando que ella pueda ocuparse de su
propio pequeño con exclusión de otros intereses de una forma normal y temporal
produciendo una HUIDA HACIA LA CORDURA, teniendo otras preocupaciones que no
abandonan facilmente. También ocurre cuándo la mujer tiene una fuerte identificación
masculina que le hace muy dificil cumplir con esta parte de su función materna y la
envidia reprimida del pene deja poco espacio para esta preocupación maternal.

DWW entiende que si su tesis es aceptable entonces podrá examinar el estado


en el que se halla el pequeño.

El niño tiene:

- Una constitución.

- Tendencias innatas al desarrollo (zona libre de conflictos en el yo)

- Movilidad y sensibilidad.

- Instintos involucrados en la tendencia al desarrollo con cambios en dominancia zonal.


La madre que alcanza la preocupación maternal aporta un marco en el que las
tendencias hacia el desarrollo empezarán a desplegarse y en el que el pequeño
experimentará movimientos espontáneos y se convertirá en poseedor de las
sensaciones que son apropiadas a esta fase precoz de la vida.

Si la madre aporta una adaptación suficiente a la necesidad, la vida del pequeño


se ve muy poco turbada por las reacciones ante los ataques (lo que cuentan son las
reacciones ante los ataques y no los ataques mismos).

Los fracasos maternos producen fases de reacción ante los ataques y estas
reacciones interrumpen la continuidad existencial del pequeño. Cualquier exeso en
tales reacciones producen, no frustración sino amenaza de aniquilamiento (una
angustia primitiva muy real y anterior a cualquier angustia que pueda definirse como
muerte).

La base para la instauración del yo la constituye la suficiencia de la continuidad


existencial, no interrumpida por las reacciones ante los ataques. La suficiencia de la
continuidad existencial sólo es posible al principio si la madre se halla en el estado de
preocupación maternal primaria. Solo si la madre se halla sensibilizada podrá ponerse
en el lugar del pequeño, y así satisfacer sus necesidades que al comienzo son
corporales y luego pasan a ser necesidades del yo a medida que se va elaborando
imaginativamente la experiencia física.

Empieza a existir una relación yoica entre la madre y el niño a medida que ella
se recupera a partir de la cual el niño puede a la larga edificar en la madre la idea de
una persona.

El fracaso de la adaptación materna en la fase más precoz produce la


aniquilación del self del pequeño ya que cualquier fracaso materno es visto por el niño
como amenaza a su autoexistencia personal.

Durante esta fase el niño no percibe de modo alguno lo que la madre hace bien
por él, por tanto la construcción del yo en este momento es silenciosa. La primera
organización del yo procede a la amenaza de aniquilación que no conduce a la
aniquilación y de las cuales hay recuperación repetidas veces, partiendo de estas
experiencias la confianza en la recuperación comienza a ser algo que lleva a un yo y a
una capacidad del yo para enfrentarse con la frustración. (esta frustración es posterior),
al principio la madre que falla no es percibida como tal.

La madre del niño es la idónea para el cuidado del bebé ya que es ella quien
puede alcanzar de un modo natural esta preocupación primaria sin caer enferma. Pero
esto no quiere decir que cualquier otra mujer pueda estar enferma de preocupación
primaria gracias a la identificación con el bebé.
LA INTEGRACIÓN DEL YO EN EL DESARROLLO DEL NIÑO.

YO: parte de la personalidad humana en crecimiento que en condiciones


adecuadas tiende a integrarse en una unidad, de modo que en etapas muy tempranas
del desarrollo del niño, el funcionamiento del yo debe considerarse un concepto
inseparable del de la existencia del infante como persona. La vida instintiva que existe
al margen del funcionamiento del yo puede ignorarse porque el infante no es una
entidad que tenga experiencias. No hay ningún ello antes que el yo. Este yo ofrece un
estudio mucho antes que el self, este llega después de que el niño comience a utilizar
el intelecto para mirar lo que otros ven, sienten u oyen.

¿Existe un yo desde el principio? El principio está en el momento en el que


empieza el yo, que este yo sea fuerte o debil depende de la madre, la diferencia que
existe entre un bebé cuya madre puede cumplir adecuadamente sus funciones
maternales de otro cuya madre no pueda hacerlo es que cuándo no hay quehacer
materno suficientemente bueno, el infante es incapaz de iniciar la maduración del yo o
bien el desarrollo del yo queda necesariamente distorcionado en ciertos aspectos de
vital importancia.

Es necesario pensar al bebé como un ser inmaduro que está constantemente al


borde de una angustia inconcebible. Lo que mantiene a raya esa angustia es la función
de la madre junto a su capacidad de ponerse en el lugar del bebé y darse cuenta de lo
que este necesita. El amor en esta etapa solo puede demostrarse a través del cuidado
del cuerpo.

La angustia incocebible tiene solo unas pocas variedades que son la clave para
un desarrollo normal.

- Fragmentarse.

- Caer interminablemente.

- No tener ninguna relación con el cuerpo.

- No tener ninguna orientación.

Estas variedades son la materia prima específica de las angustias psicóticas, la


cual es el destino del bebé al que le falta un cuidado suficientemente bueno en la etapa
temprana anterior a la separación del no-yo, yo. Las distorciones de la organización del
yo establecen las bases de las caracteristicas esquizoides y la defensa especifica del
autosostén, o desarrollo de un self protector y organización de un aspecto de la
personalidad que es falso es una defensa cuyo éxito puede generar una nueva
amenaza en el núcleo del self (Aunuq esté destinada a ocultarlo y protegerlo). Las
consecuencias de un yo auxiliar materno deficiente pueden ser mutiladoras
-Esquizofrenia infantil.

-Esquizofrenia latente.

-Autodefensa falsa.

-Personalidad esquizoide.

Estos tipos de defectos de la personalidad pueden relacionarse con fracasos en


el sostén, la manipulación y la presentación de objetos en la etapa más temprana.

DESAROLLO DEL YO; se caracteriza por varias tendencias

INTEGRACIÓN SOSTÉN

PERSONALIZACIÓN MANIPULACIÓN

RELACIONES OBJETALES PRESENTACIÓN OBJETAL

La integración tiende al establecimiento de un self unitario, la protección del yo


suficientemente buena proporcionada por la madre (respecto de las angustias
conciliables) le permite al niño erigir una personalidad sobre la base de la pauta de una
continuidad del “seguir siendo”. Todas las fallas (que podrian producir angustia
inconciliable) generan una reacción del infante y esta reacción corta el “seguir siendo”
iniciando la fragmentación del ser inclinandosé a la psicopatología. Sean cuales fueren
los factores externos, lo que importa es la fantasía que el indivio monta sobre ellos.

La integración logra unidad. Primero aparece el “yo” que incluye “todo lo otro no
es yo”. Después viene “yo soy, yo existo, yo recojo experiencias, me enriquezco y
tengo una interacción introyectiva y proyectiva con el no yo” como mundo real de la
realidad compartida sumado a “alguien me ve, comprende que yo existo” y después
“me es devuelta (en espejo) la prueba de que he sido reconocido como un ser”. La piel
se convierte el limite entre el yo y el no-yo, la psique ha empezado a vivir en el soma y
se ha iniciado una vida psicosomática individual.

El establecimiento de un “yo soy” junto a la residencia psicosomática va


acompañado de un efecto específico de angustia que tiene una expectativa de
persecución inherente a la idea del repudio no-yo que es paralela a la limitación de un
self unitario con la piel como membrana limitadora.

Desintegración se utiliza para definir una defenza compleja que consiste en una
producción activa de caos como defensa contra la no integración en ausencia del yo
auxiliar materno (contra la angustia inconcebible) que resulta del fracaso del sostén en
la etapa de dependencia absoluta, esta defensa no es externa sino que es producida
por el bebé dentro del ambito de la omnipotencia.
Manipulación, es la provisión ambiental que se corresponde con el
establecimiento de una asociación psicosomática. Sin una manipulación activa y
adaptativa suficientemente buena puede producir conflictos en la interrelación
psicosomática.

La iniciación de la relación objetal solo puede producirla la provisión ambiental


de la presentación del objeto, realizada de un modo tal que el bebé cree el objeto. El
bebé desarrolla una expectativa donde la madre presenta un objeto o una
manipulación que lo satisface de modo que este empieza a necesitar exactamente eso
que la madre le presenta. De esta manera llega a tener confianza en ser capaz de
crear objetos y de crear el mundo real (omnipotencia).

El desarrollo de la integración del yo tiene lugar en la iniciación emocional del


niño.

DESARROLLO PSIQUICO TEMPRANO Y CONSTITUCION DEL SI MISMO.

Para DWW los procesos de maduración están determinados por tendencias


innatas “tendencia hacia el crecimiento y el desarrollo” que es heredada y forma parte
del bagaje constitucional del individuo y también estos procesos están determinados
por “factores ambientales” (en calidad de condición sinequanon).

Postula en el bebé necesidades que han de ser satisfechas por la madre medio
ambiente quien es capaz de lograr una adaptación suficientemente buena a las
necesidades del bebé, esta mamá que es capaz es definida por DWW como “madre
devota” quien se encuentra en un estado definido como “preocupación maternal
primaria” esta madre que en estado regresivo (ella misma necesita y depende de
cuidados especiales por parte de otros adultos) estaría en condiciones de identificarse
con el bebé pudiendo responder a sus necesidades.

FUNCIONES MATERNALES EFECTOS DE CONSTITUCIÓN DEL SI MISMO


(logros).

SOSTÉN INTEGRACIÓN

MANIPULACIÓN PERSONALIZACIÓN

PRESENTACIÓN DEL OBJETO JUICIO DE REALIDAD


SOSTEN: es, en primer lugar, el modo como la madre sostiene físicamente a su bebé,
pero no solo eso. También están incluidos todos los cuidados comunes que es capaz
de realizar una madre; condiciones de temperatura, atemperación de sonidos, etc.

MANIPULACIÓN: Es el modo de contacto físico que incluye la presión global (todo el


cuerpo) o localizada (una parte del cuerpo).

(Si bien es posible diferenciar sostén y manipulación es difícil saber en qué detalles
concretos nos referimos a una o a otra operación, ambas coexisten simultáneamente
en la experiencia).

PRESENTACIÓN DEL OBJETO: Es la forma como la madre pone en contacto a su


bebé con todo aquello que lo rodea, incluso con ella misma. Una adecuada
presentación objetal implica una aproximación gradual por ejemplo la experiencia de
alimentación donde la madre promueve el pecho en el momento en que resulta
apropiado ya que percibe los signos de búsqueda en el bebé realizando un acto de
adecuación – acomodación a las necesidades del niño.

En relación complementaria a las funciones maternales DWW plantea 3 efectos


de constitución del sí mismo.

INTEGRACIÓN: El bebé al nacer carece de una firme y constante captación de su


propia existencia, también de un sentido de unidad de ser. En su rudimentario
psiquismo el bebé es capaz de captar algo del orden del “estar vivo” pero al comienzo
como impresiones fugaces. El bebé pasa la mayor parte del tiempo durmiendo en
estado de no cc. De existir. Hay momentos privilegiados en los cuales, despierto, su
necesidad encuentra satisfacción producto de la asistencia física por parte de la
madre, en estos momentos el bebé estaría en condiciones de expresar “existo” “soy”
en esa experiencia que es parcial “soy el que está mamando”, “soy el que siente frio”.
Este es un momento fugaz. El bebé pierde casi inmediatamente esa cc. De ser.

El bebé carece de impresión subjetiva de “ser una unidad” en el tiempo. Solo en


momentos parciales experimenta que es, momentos puntuales, discontinuos y que
carecen entre sí de relación en el tiempo “este que soy ahora nada tiene que ver con
esa impresión que experimenté hace unas horas como nada tiene que ver con la
experiencia que voy a experimentar después” (ESTADO NO INTEGRADO).

La madre sin embargo ve a su hijo como una unidad en el tiempo prefigurando


el estado integrado del niño, también en este sentido la madre sostiene al niño,
sostiene en la intersubjetividad con su hijo el estado de integración aportando
continuidad existencial a la experiencia. Con el tiempo (5.6… meses) el estado no
integrado pasa a un estado de integración donde las experiencias de existir comienzan
a vincularse entre sí en una continuidad temporal (yo soy) una unidad (soy el mismo
que se alimenta) y ser en el tiempo y continuidad existencial (soy el mismo que fue
alimentado hace dos horas y ahora).

INTEGRACIÓN PSICOSOMATICA (PERSONALIZACIÓN): Al comienzo el bebé carece


de esta integración que sería cuando algo del orden de la sensación corporal (hambre,
frio) encuentra una rudimentaria expresión en el nivel del psiquismo a modo de
proceso imaginario respecto de las funciones corporales “elaboración imaginativa de la
función somática”.

El concepto de personalización es equivalente al de integración psicosomática y


proviene de la psiquiatría para denominar especialmente a algunos síntomas graves
que se observan en algunas personas y son denominados “despersonalización” como
ausencia de correspondencia entre la función somática y la impresión psíquica
“ausencia de control de esfínteres” en adultos por ejemplo.

Esta integración resulta en la impresión subjetiva de estar viviendo el cuerpo.

RELACION CON OBJETOS (JUICIO DE REALIDAD): Al comienzo el bebé no es


capaz de distinguir entre lo que forma parte de él y lo que no ya que antes de la
constitución de un sí mismo más o menos estable él bebe no tiene como experimentar
las categorías yo, no-yo, interno, externo.

Es este desarrollo psíquico el que va a posibilitar las discriminación entre lo que


percibimos como objetos objetivos (realidad material, compartida) y aquellos que
pertenecen a la propia subjetividad (no compartida). Al comienzo un bebé puede no
saber distinguir por ejemplo si un dolor viene desde adentro o de afuera.

ETAPAS:

DEPENDENCIA ABSOLUTA: el bebé no distingue su propio ser de los cuidados


que recibe ya que estos se experimentan como si fueran própios (no proviniendo de
otra persona).

DEPENDENCIA RELATIVA: Gracias a los logros de constitución obtenidos el


niño va a ir dando cuenta de la participación en los cuidados que recibe de otras
personas de las cuáles depende.

HACIA LA INDEPENDENCIA: esta etapa se define por su tendencia y no por su


realización definitiva prolongándose indefinidamente hasta el final de la vida.

Estas 3 etapas se definen en un sentido progresivo definiendo como regresión


cuándo algún factor ambiental o una enfermedad afecta a la persona y actualiza sus
necesidades de dependencia, de recibir atención o un cuidado especial.
CREATIVIDAD PRIMARIA: En la etapa de dependencia absoluta el bebé se apodera
del pecho en el momento en el que lo estaba necesitando generando un fenómeno
denominado ILUSIÓN y desde el punto de vista del bebé éste fue creado por él, un
crear mágico que parte de la necesidad (necesita un pecho, lo crea) junto a una
capacidad de omnipotencia (ilusión y omnipotencia) son las experiencias adecuada
para esta primera fase del desarrollo.

Esta experiencia con un objeto no discriminado de sí se denomina OBJETO


SUBJETIVO. Al comienzo la madre es para el bebé un obj. Subjetivo no distinguiendo
como si fuera por parte de una persona externa los cuidados que recibe por tanto en
un comienzo “el sí mismo de la madre es el sí mismo del bebé”.

Luego de esta ilusión si todo marcha bien se habrán sentado las bases que
harán posible la experiencia de la DESILUCIÓN que implica que el bebé se
experimente no como omnipotente como también el reconocimiento de que los
cuidados recibidos son realizados por otra persona comenzando a entrever la
posibilidad de presencia/ausencia de dicho objeto disminuyendo la experiencia
subjetiva de poder. Durante el mismo periodo comienza a irrumpir la cc. De ser uno
mismo, de la existencia de un mundo exterior distinto del de uno mismo. Al verse
reducidas las impresiones de poder y control (mágico omnipotente) un intento de
solución aparece para la conservación disminuida, limitada del dominio sobre algunos
objetos particulares donde el niño reclamaría la conservación de una especie de
dominio y control similar al ejercido alguna vez y comienzan a aficionarse aciertos
objetos no-yo (primeras posesiones no-yo)

OBJETOS TRANSICIONALES; estos objetos deben ser objetos manipulables por el


bebé (no puede ser un objeto grande y pesado) con textura suave; este objeto material
manipulable representa a la madre medio ambiente permitiendolé experimentar algo de
la posición perdida.

Este objeto opera como un apoyo posibilitandolé tolerar el juicio de realidad que
poco a poco ha comenzado a entrever ya que la persona de la cual depende es algo
distinto de él y por ello puede estar o no estar ayudandolé en resumidas palabras a
“soportar la realidad”. Este objeto es un objeto a mitad de camino. No es un objeto
subjetivo ya que no es una alucinación del bebé, ni tampoco es un objeto objetivo
aunque este objeto transicional hace posible el reconocimiento a la zona
correspondiente a los objetos objetivos de la realidad compartida.

Este OT cumple 3 funciones:

Opera en calidad sedante

Representa (simbólicamente) a un objeto ausente.


Sustenta el reconocimiento de la realidad.

Un facto decisivo

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