Sei sulla pagina 1di 21

INTRODUCCIÓN

REGULACIÓN LEGAL DE LOS TRIBUNALES DE CONCILIACIÓN Y ARBITRAJE


DE CONFORMIDAD A LA ESTRUCTURA ACTUAL

1. GENERALIDADES DE LA CONCILIACIÓN Y ARBITRAJE

1.1 Definición de Tribunal:


Guillermo Cabanellas define tribunal como: “El conjunto de jueces o magistrados que
administran colegiadamente justicia en un proceso o instancia. Sala o edificio en que los jueces
de todas las jerarquías desempeñan sus funciones aun siendo unipersonales”.

1.2 La conciliación:

El autor anotado define la conciliación de la siguiente manera: “Avenencia de las partes


en un acto judicial, previo a la iniciación de un pleito. El acto de conciliación, que también se
denomina juicio de conciliación, procura la transigencia de las partes, con objeto de evitar el
pleito que una de ellas quiere entablar”.

1.3 La importancia de la conciliación

Para analizar la figura de la conciliación es de importancia señalar que la misma es un


fenómeno que contiene muchos aspectos distintos a los jurídicos y que por eso se la ha
catalogado como una institución compleja, como tal, quien la preside debe tener unas
cualidades especiales que inspire confianza y que contenga un perfil propio que logre acercar a
las partes en conflicto.

En la conciliación interviene un tercero en forma activa, objetiva e imparcial, cuya


función esencial consiste en impulsar las fórmulas de solución planteadas por las partes.
Básicamente el conciliador es un tercero distinto a las partes en litigio o en conflicto, conocedor
amplio de la situación controvertida, que está dotado de calidades, para proponer fórmulas de
acuerdos; que es el fin primordial de sus funciones.

1.4 Definición de arbitraje:

El arbitraje se define de la siguiente forma: “Es la acción o facultad de arbitrar y el juicio


arbitral. Toda decisión dictada por un tercero, con autoridad para ello, en una cuestión o un
asunto”.
1.5 Los Tribunales de Conciliación y Arbitraje

Los Tribunales de Conciliación y Arbitraje tienen como fin primordial mantener un


justiciero equilibrio entre los diversos factores de la producción, armonizando los derechos del
capital y del trabajo. Se integran con el juez de Trabajo y Previsión Social que los preside, un
representante de los trabajadores y otro de los patronos. Estarán organizados en forma
permanente en cada tribunal de trabajo y previsión social o tribunal que conozca en materia de
trabajo. Estos tribunales en materia de arbitraje conocen los casos en primera instancia.

2. REGULARIZACIÓN LEGAL

2.1 La conciliación en la legislación de Guatemala

Son escasas normas jurídicas que hasta el momento tiene la legislación guatemalteca
sobre el trámite conciliatorio, que indican la procedencia, exigibilidad; práctica y obligatoriedad
de la conciliación.

a) Normas de derecho canónico: esta legislación no es ajena a la historia, pues ha influido de


una u otra manera en ciertas instituciones, se tiene que desde el Código que rigió en el siglo XIX
hasta la aparición del Código de 1977 y el reformado con el concilio y de aparición en el año
1983. Al comenzar el litigio, y en cualquier otro momento siempre que abrigue alguna esperanza
de éxito el juez no dejará de explorar y ayudar a las partes, para que procuren de común acuerdo
buscar una solución equitativa de su controversia, y les indicará los medios oportunos para
lograr ese fin, recurriendo incluso a personas serías como mediadores.

b) Derecho laboral: se introduce la figura de la conciliación en el Código de Trabajo para el


tratamiento de los conflictos colectivos de trabajo, con un carácter potestativo, al tenor de lo
establecido en el Código de Trabajo Artículo 377. Adicionalmente los Artículos 409 y 413 se
refieren a procedimientos colectivos de conciliación bajo el punto de vista procesal como acto
preliminar de todos los procesos laborales.

Por su parte el Artículo 341 del Código de Trabajo se refiere a la conciliación bajo el punto de
vista procesal como acto preliminar de todos los procesos laborales.

c) Procedimiento civil y mercantil: sólo hay dos artículos en el Decreto ley 107
Código Procesal Civil y Mercantil de Guatemala que se refieren a la conciliación, el primero es el
Artículo 97 que establece: los tribunales podrán, de oficio o a instancia de parte, citar a
conciliación a las partes, en cualquier estadio del proceso. Si las partes llegan a un avenimiento
se levantará acta firmada por el juez o presidente del tribunal, en su caso, por las partes o sus
representantes debidamente facultados para transigir y por el secretario. A continuación se
dictará resolución declarando terminado el juicio y se mandará anotar de oficio el acta, en los
registros respectivos. Así como el Artículo 203 que establece: En el procurará avenir a las partes,
proponiéndoles fórmulas ecuánimes de conciliación y aprobará cualquier otra forma de arreglo
en que convinieren, siempre que no contraríe las leyes, si la conciliación fuere parcial, el juicio
continuará con las peticiones no comprendidas en el acuerdo.

d) En el derecho de familia: el Artículo 11 del Decreto 206 Ley de Tribunales de


Familia señala que la diligencia de conciliación de las partes previstas en el Artículo 203 del
Código Procesal Civil y Mercantil, no podrá dejar de celebrarse en los juicios de familia, debiendo
los jueces personalmente emplear los medios de convencimiento y persuasión que estimen
adecuados para lograr el avenimiento de las partes, de todo lo cual deberá dejarse constar en
las actuaciones.

e) En materia penal: el Artículo 477 del Decreto 51-92, Código Procesal Penal (este artículo fue
reformado por el Artículo 46 del decreto 79-97, del Congreso de la República, publicado en el
Diario de Centro América el 15 de octubre de 1997, entró en vigencia el 23 de octubre de 1997)
establece: mediación y conciliación, previo a acudir a la audiencia de conciliación, las partes
podrán someter su conflicto al conocimiento de centros de conciliación o mediación, para que,
una vez obtenido el mismo, se deje constancia de lo que las partes convengan en acta simple
que se presentará al tribunal para su homologación, siempre que con dicho acuerdo no se violen
conceptos constitucionales y tratados internacionales en materia de derechos humanos. En caso
de que el acuerdo de mediación no se suscriba en el plazo de treinta días, las partes quedan en
la libre disposición de acudir a la jurisdicción para accionar en la forma correspondiente.

Admitida la querella, el tribunal convocará a una audiencia de conciliación remitiendo al


querellado una copia de la acusación. La audiencia será celebrada ante el tribunal quien dará la
oportunidad para que querellante y querellado dialoguen libremente en busca de una cuerdo.
El resultado de la audiencia constará en acta y se consignará lo que las partes soliciten.
Querellante y querellado asistirán personalmente a la audiencia y se permitirá la presencia de
sus abogados. Cuando alguna de las partes resida en el extranjero, podrá ser representada por
mandatario judicial con las facultades suficientes para conciliar. Por acuerdo entre querellante
y querellado se podrá designar a la persona que proponga como amigable componedor, que
deberá ser presentado al tribunal arbitral para su aprobación.

De tal manera que en materia penal existe una novedosa y original intervención de los
centros de mediación o conciliación en materia penal, de tal manera la conciliación esta regulada
en una forma muy avanzada diferente a la indicada en el proceso civil, en el entendido que en
materia penal, si puede internar un tercero como conciliador adicionalmente de la función que
se les confiere a los centros de conciliación y mediación.

f) En materia contencioso administrativo: la Ley de lo Contencioso Administrativo, no contempla


la aplicación de la conciliación.

No fue sino hasta con el Decreto 67-95 que se contempla la figura de la conciliación. En el
Artículo 49 se da la citada definición, y en el Artículo 50 se regula la substanciación.

La figura regulada en la ley de arbitraje es distinta a la conciliación contemplada en los


artículos citados, en el entendido de que es un mecanismo no judicial o una alternativa
extrajudicial de solución de conflictos, a través de la cual las partes, entre quienes exista una
diferencia originada en relaciones comerciales o de cualquier otra índole, tratan de superar el
conflicto, con la colaboración activa de un tercero, objetivo e imparcial, cuya función esencial
consiste en impulsar las fórmulas de solución planteadas por las partes o propuestas por él.

De tal manera que el objetivo final es llegar a un acuerdo y terminar el punto dudoso y
litigioso. Debido a ello es de importancia hacer un breve análisis de la evolución legislativa que
ha tenido la conciliación.

Existe una definición legal en el Artículo 49 del Decreto 67-95 del Congreso de la
República, Ley de Arbitraje. La institución como alternativa de solución de conflictos nació con
el referido Decreto.

Con base a los breves comentarios expuestos es de importancia anotar una definición derivada
de la práctica desarrollada en la cámara de comercio en donde han definido a la conciliación
como un mecanismo mediante el cual las partes entre quienes existe un conflicto susceptible de
transacción, susceptible de transacción originado en un negocio mercantil o derivado de
actividades comerciales tratan de superar la controversia existente, con la colaboración de un
tercero experto, objetivo e imparcial, quien orienta aquéllas en las fórmulas propuestas por
todos, con la finalidad de acabar el conflicto y evitar que llegue a la justicia ordinaria o arbitral.

La definición legal de la conciliación se basa en el concepto a iniciativa de quien escribe,


pues no estaba contemplado en el proyecto original de la ley, incluir la figura de la conciliación.

Es un mecanismo o alternativa no procesal de resolución de conflictos, a través del cual


las partes, entre quien exista una diferencia originada en relaciones comerciales o de cualquier
otra índole tratan de superar el conflicto existente, con la colaboración activa de un tercero,
objetivo e imparcial, cuya función esencial consiste en impulsar las fórmulas de solución
planteadas por las partes o propuestas por él, evitando así que el conflicto llegue a una instancia
jurisdiccional o arbitral.

Como podemos observar la figura es distinta a la figura judicial analizada en los artículos
anteriores. El concepto legal analizado, parte de que es un mecanismo; es un procedimiento
novedoso de resolución de disputas, en el cual interviene un tercero objetivo e imparcial, cuya
función esencial consiste en avenir a las partes.

Se tiene que resolver si la conciliación es un acto del proceso o procesal, o se trata de


un avenimiento entre las partes en donde pueda haber renuncias bilaterales y, en su caso,
transacción propiamente dicha.

La naturaleza del acto conciliatorio debe diferenciarse del acto resultante que puede
tener respuestas diferentes según lo hayan dispuesto las partes consistente en una transacción
o desistimiento.

Se designa con el nombre de proceso de conciliación a los procesos de cognición por


razones jurídico procesales, por lo que se tiende a eliminar el nacimiento de un proceso principal
ulterior, de conocimiento, mediante el intento de una avenencia o arreglo pacífico entre las
partes.

En síntesis sería para él un proceso particular porque existe un reclamo jurisdiccional


que provoca una auténtica intervención judicial. Otros, sostienen la tesis de que la conciliación
responde a una manifestación de la jurisdicción voluntaria.
No sería propiamente un proceso, porque la avenencia de una demanda unida a la
inexistencia de postulación y substanciación que provoquen la sentencia o una resolución
judicial, derivaría en asumirla como acto de procedimiento por el cual se intenta que las partes
en las que exista discrepancia, lleguen a una avenencia o convenio que precisamente evite el
litigo.

Ahora bien en síntesis, la conciliación judicial analizada en los artículos citados, en el


ámbito judicial podría estar su naturaleza jurídica, sujeta a discusión, no así la figura indicada en
el Artículo 49 del Decreto 67-95, a raíz de que establece claramente que es una alternativa no
judicial de solución de conflictos.

3. CENTROS DE ARBITRAJE Y CONCILIACIÓN EN GUATEMALA

En Guatemala existen varios centros de arbitraje y conciliación como lo son el Centro de


Arbitraje de Mediación de la Corte Suprema de Justicia, el Centro Privado de Dictamen de
Conciliación y Arbitraje, el Centro de Arbitraje y Conciliación de Loyola, el Centro de Arbitraje y
Conciliación de las Cámaras de Industria y de Comercio.

3.1 Comisión de Resolución de Conflictos de Cámara de Industria de Guatemala -CRECIG-

La Comisión de Resolución de Conflictos de Cámara de Industria de Guatemala, por sus


siglas –CRECIG-, es una institución privada especializada en la administración de Métodos
Alternos de Solución de Conflictos (MASC).

Fue creada en el año 1997 por Cámara de Industria de Guatemala con el interés de
ofrecer una herramienta útil para resolver controversias, de manera rápida, eficiente y
económica, como alternativa de justicia en favor del desarrollo económico nacional.

Dentro del concepto marco de, Cultura de Paz, la CRECIG trabaja en la prevención,
transformación y solución de conflictos.

Objetivo
La promoción, capacitación y difusión de la resolución de conflictos de forma pacífica,
mediante el Arbitraje y otros Métodos Alternativos de Solución de Conflictos (MASC).
La CRECIG no resuelve por sí misma las disputas o controversias de las partes, sino que
tiene la función de velar por el cumplimiento de sus Reglamentos y brindar el apoyo
administrativo en los procesos.

Junta Directiva

Lic. Álvaro Rodrigo Castellanos Howell (Presidente)


Lic. Carlos Enrique Rivera Ortiz (Ex - Presidente)
Lic. Guillermo López Cordero
Licda. Ana Beatriz Ponce de Ibargüen
Licda. Ana Morales Flores
Licda. Carolina Diab Jaser (Directora General)
Servicios que presta CRECIG:

Arbitrajes privados, de carácter nacional e internacional


Conciliación
Evaluación Profesional Neutral o Asesoría Técnica
Negociación
Capacitaciones y difusión

La CRECIG realiza Conferencias, Seminarios y Talleres con la participación de expertos


nacionales e internacionales en los temas relacionados con Métodos Alternos de Solución de
Conflictos.
Contacto
Licda. Carolina Diab Jaser
Directora General
Email: cdiab@industriaguate.com
Teléfono: 2380-9000 ext. 121 y 2380-9021

Lic. Felipe Barrera


Coordinador Técnico
Email:fbarrera@industriaguate.com
Teléfono: 2380-9000 ext. 122 y 123
Elena Rosal
Asistente Secretarial
Email: erosal@industriaguate.com
Teléfono: 2380-9000 ext. 119

Reglamento
Tribunal Arbitral (CRECIG)

Artículo 3. Composición del Tribunal Arbitral: El Tribunal Arbitral se puede integrar por un
árbitro único o por tres árbitros. Para fines de este Reglamento la expresión “Tribunal Arbitral”
designa, indistintamente, a un Tribunal Arbitral integrado ya sea por uno o por tres árbitros.

Artículo 4. Designación o Nombramiento: Se entiende como principio general que las partes
designan a los árbitros y la CRECIG los nombra cuando aquellas no los designan.

En el caso que las partes sí designen árbitros, la función de la CRECIG se limitará a


confirmar al o los árbitros que las partes hayan designado, ya sea de común acuerdo o por cada
una de las partes independientemente, en su caso.

Si las partes han previsto que los árbitros por ellas designados deben a su vez designar
de manera conjunta al tercer árbitro, la función de la CRECIG será la misma que la prevista en el
párrafo anterior.

La CRECIG hará el nombramiento del o los árbitros que integren el Tribunal Arbitral
cuando las partes no se han reservado ese derecho, o habiéndoselo reservado no lo han hecho
en el plazo estipulado.

A falta de acuerdo en cuanto al número de árbitros, la CRECIG nombrará árbitro único,


salvo que, a su juicio, la cuantía o las circunstancias del caso, ameriten el nombramiento de tres
árbitros.

La CRECIG podrá confirmar como árbitros a aquellas personas designadas por las partes,
que hayan suscrito una declaración de independencia sin reservas o cuya declaración de
independencia con alguna posible reserva, no haya provocado objeción alguna de las partes.

Cuando a la CRECIG le corresponda nombrar a uno o más árbitros, previamente pedirá


a los mismos que manifiesten por escrito si tienen algún tipo de relación con las partes que
pueda poner en duda su independencia, imparcialidad y neutralidad.
Si tanto en la declaración de independencia para confirmación, como para el
nombramiento de un árbitro por parte de la CRECIG, hubiere alguna posible reserva o duda
sobre dicha independencia, la CRECIG informará a las partes para que se manifiesten, dándoles
audiencia por tres (3) días hábiles para la ratificación o cambio de la designación o el
nombramiento, según sea el caso.

Transcurrido dicho plazo sin que se hayan pronunciado, se entenderá que la o las partes
que no lo hubieren hecho, han ratificado tácitamente la designación o nombramiento.
Si ratifican su designación o consienten su nombramiento será la CRECIG quien tome la decisión
final de confirmar o nombrar al árbitro en cuestión. Una vez tomada la decisión sobre la
confirmación o nombramiento, en su caso, la parte inconforme con la decisión respectiva, puede
presentar la recusación a que se refiere el artículo 9.

En caso de sustitución de uno o más árbitros, se deberán aplicar, en todo lo pertinente,


las disposiciones de esta sección sobre designación, confirmación y nombramiento de árbitros.
Ninguna de las partes podrá designar árbitros sustitutos en más de dos ocasiones,
entendiéndose que si por cualquier motivo fuere necesario nuevas sustituciones, éstas serán
realizadas exclusivamente por la CRECIG mediante el nombramiento respectivo.

Artículo 5. Clases de Árbitros: Si las partes deciden que el Tribunal Arbitral resuelva de acuerdo
con las normas jurídicas aplicables al fondo del asunto, el Arbitraje será de Derecho.
Si el Tribunal Arbitral resuelve la controversia conforme a lo que a su leal saber y entender es
justo y equitativo en el caso concreto (“ex aequo et bono”) el Arbitraje será de Equidad. En
ambos casos el laudo respectivo deberá ser adecuadamente razonado y motivado, de tal suerte
que las partes puedan apreciar los razonamientos del Tribunal Arbitral.
A falta de acuerdo entre las partes, se entenderá que el Arbitraje es de Derecho.

Artículo 6. Calidad de Árbitros: En los Arbitrajes de Derecho, si el Tribunal Arbitral está


compuesto por tres árbitros, al menos dos de ellos deberán ser abogados colegiados activos. En
los Arbitrajes de Equidad podrán designarse personas individuales que sin ser abogados, se
encuentren en el libre ejercicio de sus derechos civiles y tengan reconocida capacidad, a juicio
de la CRECIG, para tratar el asunto que se someta a su conocimiento.

En cualquier caso, tratándose de arbitrajes internacionales cuya sede o lugar de arbitraje


sea Guatemala y que sean administrados conforme este Reglamento, podrán designarse o
nombrarse como árbitros a profesionales habilitados para ejercer su profesión en otros países.
Artículo 7. Árbitro Único: Si las partes convienen que la diferencia sea resuelta por un único
árbitro, éstas deberán designarlo de común acuerdo para que la CRECIG le confirme su
designación. Si no hubiere acuerdo entre las partes y transcurre el plazo de quince (15) días
hábiles, contados a partir de la notificación de la demanda de arbitraje a la otra parte, el
nombramiento del árbitro deberá hacerlo la CRECIG. Tratándose de Arbitraje de Derecho, el
árbitro debe ser abogado.

Artículo 8. Tres Árbitros: Si las partes convienen en que la diferencia sea resuelta por tres
árbitros, cada una de ellas designará en la demanda o en la contestación de la demanda a su
respectivo árbitro, para que la CRECIG proceda a la confirmación su designación, en su caso,
conforme el artículo 4.

Si las partes o una de ellas no realizan tal designación en la demanda o en la contestación


de la demanda, el nombramiento será hecho por la CRECIG.
El tercer árbitro, a quien corresponderá la presidencia del Tribunal Arbitral, será nombrado por
la CRECIG, salvo que las partes hayan convenido la forma en que éste sea designado, en cuyo
caso corresponde a la CRECIG confirmar dicha designación.

Si la designación del tercer árbitro lo han estipulado las partes de otra forma y transcurriere el
plazo de quince (15) días hábiles contados desde la contestación de la demanda, sin que haya
sido designado, éste será nombrado por la CRECIG en un plazo no mayor a cinco (5) días hábiles.

Artículo 9. Recusación de la Designación o el Nombramiento de los Árbitros: No obstante lo


dispuesto en esta sección, y en particular, en el artículo 4 anterior, en los casos de recusación
en cuanto a la designación o el nombramiento de uno o más árbitros, la CRECIG resolverá
cualquier recusación de manera definitiva en un plazo que no deberá exceder de cinco (5) días
hábiles desde que se haya presentado la recusación.

Si la o las partes que corresponda están conformes con lo decidido por la CRECIG de
acuerdo al párrafo anterior, deberá realizarse la nueva designación o nombramiento en un plazo
no mayor de cinco (5) días hábiles de la fecha en que se haya realizado la última notificación de
dicha decisión.

En todo caso, la parte inconforme con la decisión final de la CRECIG sobre la recusación,
podrá utilizar los remedios que pudiera proveerle la ley arbitral respectiva.
Artículo 10. Secretarios: Los secretarios de los tribunales arbitrales serán designados tomando
como base los listados de la CRECIG, pero el Tribunal Arbitral podrá pedir su cambio.

Las partes, o los árbitros, una vez instalado el Tribunal Arbitral, podrán pactar o decidir,
respectivamente, no contar con la asistencia de un secretario del Tribunal Arbitral, si estiman
que el mismo no requiere de tal asistencia luego de una prudente evaluación al respecto.

3.2 Del Centro De Arbitraje Y Conciliación De La Cámara De Comercio De Guatemala

Reglamento
Integración Del Tribunal Arbitral

Artículo 28. CALIDAD DE LOS ÁRBITROS.


Únicamente en arbitrajes de derecho, la designación de Árbitros deberá recaer en abogados.

Artículo 29. NÚMERO DE ÁRBITROS.


Si las partes no hubieren convenido nada en contrario, o la controversia excede de la cifra de
menor cuantía establecida en el Arancel del Centro, el Tribunal se integrará con tres (3) árbitros,
correspondiéndole en todos los casos a El Centro la designación del Presidente del Tribunal
Arbitral.

Artículo 30. PROCEDIMIENTO PARA LA DESIGNACIÓN DE ÁRBITROS.

Una vez las partes han aceptado someter a arbitraje la controversia, El Centro hará la
designación de los árbitros, salvo lo dispuesto en el último párrafo de este artículo, observando
el siguiente procedimiento:

a) El Centro enviará a las partes su lista del registro de árbitros y, en un plazo de cinco (5)
días, las partes deberán seleccionar a uno o más árbitros de dicha lista, con indicación
del orden de su preferencia.

b) El Centro designará a los árbitros entre los que hubieren sido seleccionados por las partes.
c) Si una de las partes no selecciona a los árbitros en el plazo indicado, El Centro tomará en
cuenta por lo menos a uno de los árbitros, en la selección de la parte que si lo hubiere hecho y
no podrá objetarse tal designación. Los otros árbitros serán nombrados por El Centro, al que
corresponderá en todos los casos la designación del Presidente del
Tribunal Arbitral.

d) Si ninguna de las partes hiciere la selección de los árbitros o dicha designación le corresponde
exclusivamente a El Centro, ésta los designará no pudiendo objetarse tal designación. Si las
partes se han reservado el derecho de designar a los árbitros, salvo convenio en contrario de las
partes, deberán seleccionarlos del registro de árbitros del Centro dentro del plazo indicado en
la literal a) de este artículo.

En los casos en que la designación de árbitros corresponda a El Centro, éste se podrá


apartar del registro de árbitros del Centro, para realizar los nombramientos, en cuyo caso los
árbitros nombrados pasarán inmediatamente a formar parte de dicho registro.

Artículo 31. IMPARCIALIDAD E INDEPENDENCIA DE LOS ÁRBITROS.

La persona designada como árbitro está obligada a declarar a las partes y a El Centro, todas las
circunstancias que puedan afectar su imparcialidad e independencia, incluyendo cualquier
prejuicio o interés financiero o personal en el resultado del arbitraje o cualquier relación
presente o pasada con las partes o sus representantes y asesores. Esta declaración deberá
hacerla por escrito al recibir la notificación de su designación como árbitro y se notificará a las
partes.

Ninguna de las partes, sus representantes, o cualquier persona que actúe en nombre de ellas
podrá comunicarse unilateralmente con los miembros del Tribunal Arbitral, en relación al
arbitraje. Igual prohibición tendrán los miembros del Tribunal Arbitral hacia las partes.

3.3 La Comisión Interamericana de Arbitraje Comercial, CIAC

Conocida bajo la sigla CIAC ó IACAC, institución de carácter privado, nace en 1934 como
respuesta a la necesidad de crear un sistema interamericano de arbitraje y conciliación, para
solucionar de manera especializada y eficaz, las controversias comerciales que se susciten
dentro de la comunidad empresarial internacional.
Desde esta época y en los últimos años, CIAC/ IACAC ha contado con el apoyo de los
principales centros de Métodos Alternativos de Solución de Conflictos de América, España Y
Portugal, los cuales se han hecho parte de la comisión como sección nacional o sección asociada,
permitiendo difundir y consolidar este sistema idóneo de solución de controversias.

Actualmente hacen parte de la Comisión interamericana de Arbitraje Comercial: Argentina,


Bolivia, Brasil, Colombia, Chile, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, España, Estados Unidos,
Honduras, Guatemala, México, Panamá, Paraguay, Portugal, Perú, República Dominicana,
Uruguay, y Venezuela.

Estructura organizacional
La Comisión Interamericana de Arbitraje Comercial - CIAC- se encuentra conformada por:
1. Consejo
1.1. Secciones Nacionales
1.2 Secciones Asociadas
1.3 Presidentes de Honor
2. Comité Ejecutivo
3. Presidencia del Consejo
4. Presidencia Ejecutiva
5. Dirección General

Su órgano supremo lo constituye el Consejo de la Comisión, compuesto por un delegado


titular y un suplente nombrado por cada Sección Nacional o asociada, encargándose su dirección
superior a un Presidente, y tres Vicepresidentes que son generalmente representativos de zonas
geográficas significativas de la Región.

Instituciones que velan por el respeto de los principios sobre contratos comerciales
internacionales

Entre ellas se encuentran las siguientes:


- Comisión Interamericana de Arbitraje Comercial (CIAC): “Fue creada en cumplimiento de la
resolución XLI de la Séptima Conferencia Internacional Americana, tiene antecedentes más
remotos en las discusiones y acuerdos de varios congresos anteriores”.
La Constitución de la Comisión declara que su objeto consiste en establecer y mantener
un sistema interamericano de conciliación y arbitraje para la resolución de diferencias
comerciales, conforme a las normas de resolución de la Séptima Conferencia
Internacional de Estados Americanos.

Además, puede establecer secciones nacionales en cada estado y aprobar sus reglas.

También, se encarga de mantener sus listas de árbitros, tiene que convocar a conferencias y
actuar como cuerpo administrativo para la conciliación de disputas comerciales.

- Asociación Americana de Arbitraje (AAA): “En 1926 se fundó la Asociación


Americana de Arbitraje. Se constituyó con muchos socios, un tribunal de arbitraje comercial, un
cuerpo de árbitros y un programa progresivo de educación. El liderazgo que se ejerció resulta
quizás uno de los promotores más significativos del avance del arbitraje”.

En cuanto a la estructura de la Asociación Americana de Arbitraje (AAA), puede decidirse


que está gobernada por un Consejo Directivo integrado por miembros que representan
intereses comerciales, profesionales y laborales.

4. LA LEY DE ARBITRAJE, DECRETO NÚMERO 67-95 DEL CONGRESO DE LA REPÚBLICA DE


GUATEMALA

El Tribunal Arbitral

Artículo 13: Regula lo relacionado al número de árbitros:


Número de árbitros.
1. Las partes podrán determinar libremente el número de árbitros.
2. A falta de tal acuerdo, los árbitros serán tres, salvo que el monto en controversia no
exceda de cincuenta mil quetzales (Q. 50,000.00), en cuyo caso, a falta de acuerdo, el
árbitro será uno.
3. La norma anotada en su Artículo número 14, en lo relacionado a las calidades para ser
árbitro da a conocer que las mismas son:

Artículo 14: Regula


“Calidades para ser árbitros”
1. Pueden ser árbitros las personas individuales que se encuentren, al momento de
su aceptación, en el pleno ejercicio de sus derechos civiles.
2. Salvo acuerdo en contrario de las partes, la nacionalidad de una persona no será
obstáculo par que actué como árbitro.
3. No podrán ser nombrados árbitros los miembros del Organismo Judicial. Tampoco
podrán serlo quienes tengan con las partes o con la controversia que se les somete,
alguna de las relaciones que establecen la posibilidad de abstención, excusa y
recusación de un juez.

En lo relativo al nombramiento de los árbitros, la citada norma regula en su


Artículo 15: “Nombramiento de los árbitros.

1. Sin perjuicio de lo dispuesto en los párrafos 4) y 5) del presente Artículo, las partes
podrán acordar libremente o someter al reglamento de la entidad encargada de
administrar el arbitraje, el procedimiento para el nombramiento del árbitro o los
árbitros.

2. A falta de tal acuerdo, se deberá proceder de la siguiente manera:

a. En el arbitraje con tres árbitros, cada parte nombrará un árbitro y los dos árbitros
así designados nombrarán al tercero; luego, entre los tres árbitros, designarán a
quien fungirá como presidente del Tribunal Arbitral, y si no logran ponerse de
acuerdo, ejercerá como Presidente el de mayor edad. Si una parte no nombra al
árbitro dentro de un plazo de quince días del recibo de un requerimiento de la otra
parte para que lo haga, o si los dos árbitros no consiguen ponerse de acuerdo sobre
el tercer árbitro dentro de los quince días siguientes contados desde su
nombramiento, la designación será hecha, a petición de una de las partes, por el
tribunal competente conforme el Artículo 9.

b. En el arbitraje con árbitro único, si las partes no consiguen ponerse de acuerdo


sobre la designación del árbitro luego de transcurridos quince días desde que se hizo
el primer requerimiento para ello, éste será nombrado a petición de cualquiera de
las partes, por el tribunal competente conforme al Artículo 9.

c. Una vez designado un árbitro, éste deberá manifestar por escrito su aceptación dentro
de las dos semanas siguientes a su designación.

Vencido dicho plazo, a falta de manifestación expresa, se tendrá como aceptada tácitamente la
designación. Una vez recaída la aceptación del árbitro único o la del último árbitro, si el tribunal
arbitral estuviere compuesto por más de un árbitro, dicho tribunal arbitral considerará
legalmente constituido.

3. Cuando en un procedimiento de nombramiento convenido por las partes ya sea:

a. Una parte no actúa conforme a lo estipulado en dicho procedimiento.


b. Las partes, o los árbitros, no pueden llegar a acuerdo conforme al mencionado
procedimiento.
c. Un tercero, incluida una institución, no cumpla una función que se le confiera en dicho
procedimiento, entonces, cualquiera de las partes podrá solicitar al tribunal competente
conforme al Artículo 9; que adopte las medidas necesarias, a menos que en el acuerdo sobre el
procedimiento de nombramiento se prevean otros medios para conseguirlo.

4. Toda decisión sobre las cuestiones encomendadas en los párrafos 2) ó 3) del presente
Artículo, al tribunal competente conforme al Artículo 9, será definitiva, y por consiguiente no
cabrá recurso, remedio procesal o impugnación alguna en contra de dicha decisión. Al nombrar
un árbitro tendrá debidamente en cuenta las condiciones requeridas para un árbitro por el
acuerdo entre las partes y tomará las medidas necesarias para garantizar el nombramiento de
un árbitro independiente e imparcial. En el caso de árbitro único o del tercer árbitro, tendrá en
cuenta asimismo la conveniencia de nombrar un árbitro de nacionalidad distinta a la de las
partes, si el arbitraje fuera internacional.
5. Los árbitros no representarán los intereses de ninguna de las partes, ejercerán el cargo con
absoluta imparcialidad e independencia”.

Articulo 16: Motivos de recusación.

1) La persona a quien se comunique su posible nombramiento como árbitro deberá revelar


todas las circunstancias que puedan dar lugar a dudas justificadas acerca de su
imparcialidad o independencia. El árbitro, desde el momento de su nombramiento y
durante todas las actuaciones arbitrales, revelará sin demora tales circunstancias a las
partes, a menos que ya les hubiera informado de ellas.

2) Un árbitro solo podrá ser recusado, si existen circunstancias que den lugar a dudas
justificadas respecto de su imparcialidad o independencia, o si no posee las
calificaciones convenidas por las partes. Una parte sólo podrá recusar al árbitro
nombrado por ella, o en cuyo nombramiento haya participado, por causas de las que
haya tenido conocimiento después de efectuada la designación.

Articulo 17: Procedimiento de recusación.


1) Las partes podrán acordar libremente el procedimiento de recusación de los árbitros o
remitirse al reglamento de la entidad que administre el arbitraje.

5. LOS TRIBUNALES DE CONCILIACIÓN Y ARBITRAJE DE TRABAJO Y PREVISIÓN SOCIAL

Los Tribunales de Trabajo y Previsión Social son las cortes encargadas de ejercer la
resolución de conflictos en material laboral y de previsión social en todo el país. El fundamento
legal se encuentra en el Decreto Número 1441 del Congreso de la República, Código de Trabajo,
específicamente en los artículos 283 al 431.
Son autoridades en materia laboral; desempeñan funciones como tribunales de trabajo,
cuyo objetivo es la integración del Tribunal de Conciliación y Arbitraje en los diferentes Juzgados
de Trabajo y Previsión Social.

Los Tribunales de Conciliación y Arbitraje tienen como fin primordial mantener un


justiciero equilibrio entre los diversos factores de la producción, armonizando los derechos del
capital y del trabajo. Se integran con el juez de Trabajo y Previsión Social que los preside, un
representante de los trabajadores y otro de los patronos. Estarán organizados en forma
permanente en cada tribunal de trabajo y previsión social o tribunal que conozca en materia de
trabajo. Estos tribunales en materia de arbitraje conocen los casos en primera instancia.

Código de Trabajo
Capítulo tercero. Tribunales de Conciliación y Arbitraje

Artículo 293. La finalidad esencial de los Tribunales de Conciliación y Arbitraje es mantener un


justiciero equilibrio entre los diversos factores de la producción, armonizando los derechos del
capital y del trabajo. Se integran con el juez de Trabajo y Previsión Social que los preside un
representante de los trabajadores y otro de los patronos. El secretario del Juzgado de Trabajo y
Previsión Social es el secretario de estos tribunales.

Artículo 294. Los tribunales de conciliación y arbitraje estarán organizados en forma


permanente en cada tribunal de trabajo y previsión social o tribunal que conozca en materia de
trabajo. Se integrarán con un delegado titular y tres suplentes por parte de los trabajadores y
un delegado titular y tres suplentes por parte de los empleadores. Su duración sera de un año
de enero a diciembre. La Corte Suprema de Justicia integrará estos tribunales a propuesta de las
organizaciones de trabajadores y patronos, sus integrantes tendrán la misma remuneración que
el juez respectivo. En materia de arbitraje estos tribunales conocen en primera instancia .
Artículo 295. La Corte Suprema de Justicia al formar estas listas debe calificar si los propuestos
tienen o no las calidades que la ley exige, y en caso de no llenarse el número de candidatos por
cada parte, enunciado en el artículo anterior nombrará a los que estime oportuno. Estas listas
debe remitirlas a cada Tribunal de Trabajo y Previsión Social y dárseles la debida publicidad y en
la Secretaría del Tribunal mantenerse una copia a la vista del publico.

El cargo de conciliador o de árbitro es un cargo público obligatorio. Son remunerados por dietas
equivalentes a los emolumentos devengados por el Juez de Trabajo Previsión Social y
proporcionales a los días de trabajo de conciliador o de árbitro es un cargo público obligatorio.
Son remunerados por dictamen equivalentes a los emolumentos devengados por el juez de
trabajo y previsión social y proporcional a los días de trabajo.

Artículo 296. Los representantes de los patronos y los de los trabajadores deben ser
guatemaltecos naturales de los comprendidos en el artículo 6.o de la Constitución de la
República, mayores de veintiún años, de instrucción y buena conducta notorios, ciudadanos en
el ejercicio de sus derechos y del estado seglar. Además deben ser domiciliados en la zona
jurisdiccional del juzgado respectivo. No pueden ser conciliadores, ni árbitros los abogados, ni
los miembros del Organismo Judicial, salvo el presidente del Tribunal.

Artículo 297. El representante que en cualquier forma faltare a su deber, será objeto de
corrección disciplinaria, según la gravedad de la falta, con multa de diez a quinientos quetzales,
a juicio de la Sala de Apelaciones de Trabajo y Previsión Social jurisdiccional. Contra esas
resoluciones cabe recurso de apelación ante la Corte Suprema de Justicia.

Artículo 298. En los Tribunales de Conciliación y Arbitraje el presidente es el encargado de dictar


las resoluciones de trámite las que serán firmadas por él y su secretario. Las demás resoluciones
serán dictadas y firmadas por todos los miembros del Tribunal aun cuando alguno votare en
contra.

Artículo 299. Las deliberaciones de los Tribunales de Conciliación y Arbitraje son secretas y la
votación debe efectuarse en la misma forma el día señalado para el fallo. Las decisiones de este
tribunal son tomadas por mayoría de votos de sus miembros.

Potrebbero piacerti anche