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En grupo de tres estudiantes se debe realizar una exposición los días 5,6 y 7 de noviembre.

Esta exposición será el parcial


de sociales y la nota es individual. Nota: Las actividades podrán ser entregadas antes de las fechas mencionadas si así lo
considera el padre de familia.
Tema: Los bailes en San Andrés Isla.

En Colombia existen un sinnúmero de manifestaciones culturales que expresan la variedad étnica, religiosa, de costumbres,
tradiciones y formas de vida de su población, así como su riqueza natural y diversidad de climas, geografías y paisajes,
entre otros.

En este módulo podrá consultar información relacionada con temas culturales como arqueología, festividades, mitos y
leyendas, danzas y personajes, de cada uno de los departamentos de Colombia. Esta información le permitirá comprender
de manera fácil y rápida los aspectos más relevantes de la cultura propia de cada región, con el fin de estimular el
conocimiento y difusión de la riqueza cultural del país en todas sus expresiones.

Danza - ARCHIPIÉLAGO DE SAN ANDRÉS, PROVIDENCIA Y SANTA CATALINA

Hoy en día, dentro la diversa gama de danzas practicadas en la isla, los bailes europeos como la contradanza, la mazurca,
el shotis y la polka ocupan un lugar importante, ya que son los que tradicionalmente se practican. De las Antillas llego el
mentó, un baile cadencioso en el que las mujeres sostienen sus faldones y llevan el ritmo con los pies, mientras evocan el
suave oleaje con sus movimientos de hombros y cadera. El calypso, originario de la isla de Trinidad es la evidencia viva del
sello africano en las danzas caribeñas, pues refleja la alegría, la espontaneidad y el entusiasmo de la cultura afro caribeña.

En general, las danzas tradicionales del archipiélago son:

Mazurca
Schottische
Polea
Two-Step y half-an-a-half
Waltz
Slow Waltz
Calypso
Mentó
Quadrille
Pasillo

Descripción de las danzas

Mazurka
La mazurca presenta una forma similar de ejecución, con la diferencia de que los pasos son tres hacia un lado, vueltas
sobre tres pasos y otros tres pasos hacia el lado opuesto. Las dos danzas descritas admiten coreografía y los grupos
organizados los presentan en diversas figuras.

Shottische o Shattis
Las versiones locales varían en cuanto a interpretación pero todos versan sobre la forma básica de ejecución: dos pasos a
la derecha, de inmediato dos a la izquierda, luego se ejecutan vueltas, repitiendo estos movimientos a libertad, mientras
dure la música y tratándose de baile libre. La coreografís sujeta la ejecución a ciertos movimientos reglamentarios.

Polka
También de origen europeo (Bohemia), la versión isleña es de un compás un tanto brincado. En realidad en las islas la
Polka existe en dos fomas: “Jumping Polka” (Polka Brincada) y sencillamente Polka. Solamente los isleños de muy avanzada
edad conocen la versión y su edad no les permite dar con los datos exactos en lo que respecta a la forma de ejecución. La
más bailada fue la “jumping polk”, pero la forma que se popularizó fue la polka sencilla y se presenta así: se inicia con el
pie derecho sobre un conteo de 1, 2 y 3, impulsando el cuerpo hacia delante con el mismo pie derecho dando una especie
de brinco. Es de baile libre.

Waltz
El Waltz o Vals, se ejecuta en su forma original, iniciando con el pie izquierdo generalmente, llevando el compás de ¾ con
muy poca alteración. El movimiento debe ser tal que al completar los tres tiempos, esté nuevamente sobre el pie izquierdo
y la danza continúa, alterando cada vez el movimiento. Se baila alegremente, con las vueltas que se quiera, siempre con el
cuerpo erguido y ligeramente extendidos los brazos, un tanto separadas las parejas para admitir libertad de movimiento,
la dama con la falda un tanto recogida.

Calypso
Procedente también de las islas del Caribe (Trinidad específicamente), este baile evoca la vida tranquila y descomplicada
de las islas caribeñas en sus zonas rurales. Las parejas lo ejecutan generalmente separadas. Es más movido que los otros
bailes y el único que admite movimientos de cadera.

Mento
Vino de las islas de las Antillas. Es un baile cadencioso que los danzantes ejecutan con mucho garbo, las damas sosteniendo
sus faldones mientras llevan el ritmo con los pies. En su parte rítmica, el Mentó conserva mucha similitud con la Rumba. La
danza en su ejecución presenta más suavidad de movimientos que le dan un parecido a la cumbia colombiana. Este
desplazamiento se denomina en el lenguaje caribeño (jamaiquino) “shimmy”. Una especie de deslizamiento, efecto obtenido
moviendo los pies por pulgaditas al mismo tiempo impulsando hacia delante, suavemente, las caderas y los hombros en un
solo movimiento.

Pasillo
Se baila en forma similar al Waltz, aunque con movimientos más rápidos y las vueltas son abundantes. Baile libre.

Quadrille
Otro baile que llegó a las islas y que a pesar de su presencia en el medio no se popularizó como los arriba citados, es el
Quadrille, que hasta donde las investigaciones alcanzaron, tuvo su origen en el Reino Unido al ser inaugurado el Ballet
durante los últimos años del mandato del Rey Enrique VIII. Es un baile pues de la aristocracia británica, elegante, de
movimientos de cuero casi nulos, al llevar perfectamente el ritmo marcado por el fondo musical. Como su nombre lo indica,
consta de cuatro parejas o cuadrillas (ocho personas en cada cuadrilla), que ejecutan cinco figuras en diferentes ritmos.

El Calypso
“Calypso” es un vocablo de significado esencialmente antillano y que define el ritmo o “toque” propios de una danza de
corte libre, muy común en jolgorios de carnaval y cuyo origen parece seguir las huellas africanas.
Se le conoce desde Cuba hasta Venezuela, a todo lo largo y ancho de las islas caribeñas. Los oficiantes usan movimientos
autónomos, sin coreografía, pero con notable lucimiento corporal. El “Calypso” llegó a San Andrés y Providencia procedente
de Jamaica y Trinidad.

El “Mento”
Sobre este baile anota Cecilia Francis, que ofrece “una gran similitud con la “rumba antillana”. No presenta un plan
coreográfico definido.
Se conforma en parejas sueltas y el papel principal está a cargo de las damas, que con un vibrante movimiento de caderas
y sosteniendo la falda en alto, marcan el ritmo con los pies, en tanto que el hombre las rodea con gestos incitantes.

Ritmos - ARCHIPIÉLAGO DE SAN ANDRÉS, PROVIDENCIA Y SANTA CATALINA

Al hablar de la música tradicional de las islas, estamos hablando de una variedad de ritmos como Polka, Mazurca,
Schottische, Valse, Valse Lento, Foxtrot, Pasillo, Calypso y Mentó.

La música que arribó con los primeros pobladores conservó su estructura original a través de los años, hasta siglos mas
tarde, cuando hizo su aparición la pincelada caribeña que dio un vuelco a las características de esta expresión cultural, con
la introducción de los ritmos antillanos que fusionaron con los aires y ritmos originales para dar origen al estilo propio de
las islas.
Otra faceta de la musicalidad del isleño, la riqueza musical del elemento isleño se complementa con la música religiosa,
tanto la convencional como la espiritual. La música religiosa en las islas desde un principio es ejecutada al órgano y cantada
casi siempre a viva voz.

Músicas de Islas en el mar de los siete colores

Para acercarse a la situación actual de las que han sido denominadas músicas isleñas es necesario comprender que se
inscriben en una zona de gran diversidad cultural: el Caribe. Si bien el litoral colombiano que se extiende desde el Golfo de
Urabá hasta la península de La Guajira, puede considerarse como la zona caribeña de Colombia, son las islas de San Andrés,
Providencia y Santa Catalina y sus cayos circundantes el territorio que geográficamente acoge las que han sido denominadas
por el Plan Nacional de Música para la Convivencia del Ministerio de Cultura, como Músicas Isleñas.

Habitadas por indígenas que fueron exterminados en su mayoría luego del descubrimiento de América, las islas y costas
que están bañadas por el mar Caribe fueron muy importantes para los imperios que se disputaron la soberanía del
continente durante muchos años, porque eran la puerta de entrada y de salida a las tierras reclamadas por los españoles.
Allí llegaron no sólo ellos: debido a su ubicación estratégica, holandeses, ingleses y franceses hicieron de las islas caribeñas
un lugar en el que se comerciaba con hombres, oro, azúcar, armas, tabaco y tierras. Este rincón del Océano Atlántico fue
asolado por piratas en los siglos XVII y XVIII y vio mezclarse diferentes razas y modos de ver el mundo, al igual que géneros
musicales.

El Caribe fue para los europeos una despensa en la que se cultivaba y desde la que se distribuía azúcar, y en la que los
barcos que zarpaban hacia el viejo continente se detenían para cargar víveres y prepararse para el largo viaje, y en muchos
de sus rincones se levantaron plantaciones a las que llevaron a trabajar esclavos provenientes tanto de África como de islas
cercanas.

A Providencia llegaron, cerca del año de 1630, algunos puritanos ingleses que se instalaron con un contingente de esclavos
que conformaron un primer núcleo de población. Es éste el punto de partida para el intercambio musical de esta zona,
porque los esclavos, que venían de África unos (otros ya habían estado en islas como Jamaica), hablaban una lengua única,
producto de la fusión entre el inglés, el francés, el español y palabras de los propios esclavos mezcladas con otras indígenas
pronunciadas por los Misquitos, pobladores originales que fueron expulsados y exterminados con la llegada de los españoles.

No sólo se originó una lengua: los esclavos de la plantación adoptaron algunos elementos de culto de la religión inglesa,
entre ellos el canto de los coros en la iglesia. También se originaron instrumentos, como la tradicional carraca de percusión,
o mandíbula de res o de burro, que sirvió de base rítmica a las canciones.

En este territorio existe una variedad muy amplia de formas musicales que son interpretadas por buena parte de la
población, pero su principal característica es que conviven a diario combinándose entre ellas el Calypso y el Mento con
canciones y bailes de salón europeos que tienen más de quinientos años de antigüedad. Estas formas musicales, que
constituyen la base de un sonido tradicional, provienen de distintos lugares y culturas y se han convertido en la identidad
musical de las islas. Entre ellas también se encuentran otras formas típicas como el foxtrot, el waltz, el pasillo, la mazurca,
la polca y los shottis, que se unen y suenan junto a la soca, el suck y el reggae, que son más urbanas y no tan antiguas.
Para los habitantes de Old Providence, uno de los municipios que conforman el archipiélago de San Andrés, Providencia y
Santa Catalina, es tan fácil entrar en contacto con personas de islas como Trinidad, Haití o Jamaica, debido a la cercanía
geográfica, como con habitantes del interior de Colombia. Algunas de sus músicas tradicionales no se muestran distantes
en su forma de las del resto del país; otras regiones, como la Andina, o como el Pacífico Norte, acogieron también
manifestaciones musicales como el pasillo, el vals (waltz), la mazurca, el shotís y la polca.

Y desde el punto de vista de los instrumentos, la mandolina permite un punto de contacto muy importante entre las músicas
isleñas con la bandola en las zonas andinas y llanera. La guitarra también está presente en todas las regiones, y la carraca
es común con Santander y Huila. También el acordeón de botones permite establecer una relación con la música vallenta
y el violín con músicas andinas del sur. Asimismo, los bailes de salón europeos fueron el origen para todos los géneros
“Criollos” en las cuatro regiones mencionadas: andina, llanera, pacífico e islas, pero cada una de ellas los incorporó a su
vida cotidiana de formas diferentes, particularizando sus necesidades expresivas.

Los músicos tradicionales presentes en estas islas ejecutan su armonía a partir de instrumentos como la guitarra acústica
y el bajo tina, al tiempo que nuevos músicos, más jóvenes, se valen de guitarras y bajos eléctricos. Se acompañan en la
percusión, además de la carraca, con maracas. Los marineros han sido una pieza clave para alimentar el repertorio de estas
formas musicales, porque introducen nuevos temas para las canciones, así como tendencias musicales provenientes del sur
de los Estados Unidos, por ejemplo. Hoy en día, no sólo circulan y suenan el reggae, la soka, el suck, el foxtrot y el mento,
la influencia del vallenato, la terapia y la champeta, que se han trasladado desde tierra firme, también alimentan estas
músicas.

Antes de hablar de los instrumentos musicales que conforman las diferentes agrupaciones de esta región, es importante
hacer algunas apreciaciones acerca de los géneros. Así pues, el calypso es una especie de música de origen afro americano
y europeo, el polka, shottish y quadrille -conformado por mazurca, minué, vals y galop- son versiones caribeñas de bailes
europeos y el mento, juba y el top-dance son géneros de origen antillano.

Muchos de los bailes y las tradiciones de esta región se asocian también con creencias de carácter religioso, místico o
mitológico, como el Boca -de pronunciación vernácula Buoca-, con el cual se espanta a los niños. El Duppy que es un
sinónimo de Ghost, palabra anglosajona con que se identifica al espíritu de los muertos, al cual los supersticiosos temen y
creen que aparece de noche o se manifiesta en lugares solitarios o en los sueños, y el Booboo, que se pronuncia como
Buba.

Ahora bien, los instrumentos musicales más usados en estas músicas son:

La mandolina

Empleada para llevar la melodía habitualmente, es un cordófono, es decir un instrumento en el cual el sonido es producido
por una cuerda en tensión que posee caja de resonancia formada por costillas en forma cóncava con una tapa armónica e
incrustaciones. El clavijero es metálico y tiene cuatro cuerdas metálicas principales y cuatro que acompañan o duplican las
mencionadas. Generalmente se toca con plectro o uña. Su función melódica es remplazada en ocasiones por la guitarra, el
violín o el acordeón. Su afinación es la misma del violín, es decir, de agudo a grave: Mi, La, Re y Sol.

La guitarra
Es un instrumento cordófono, que posee una caja 0 de resonancia, elaborada –casi siempre– en cedro, con una tapa de
pino, Esta guitarra es generalmente conocida como acústica y posee dieciocho trastes, que son aquellas divisiones que
tiene el mango para superponer los dedos sobre las cuerdas y así obtener las diferentes tonalidades. Ésta experimenta la
conjugación de seis cuerdas de nylon o tripa afinadas de agudo a grave, de la siguiente forma: Mi, Si, sol, Re, La y Mi. (E,
B, G, D, A y E).

El tub-bass, tináfono o tinajo

Es otro cordófono. Se fabrica utilizando una tinaja de zinc –boca abajo–, a la cual se le coloca una cuerda gruesa y una
vara de madera para estirarla y obtener la tensión deseada, que permite su afinación. Este es una forma simple de
contrabajo y produce un sonido seco que cumple funciones de bajo armónico y de efecto de percusión.

La carraca o quijada

Es la mandíbula inferior del equino, llamada jawbone. Es un idiófono, es decir un instrumento en el que el sonido se produce
en su propio cuerpo. La carraca produce tres sonidos principalmente, el primero de ellos resulta al ser golpeada, el segundo
es producido por los dientes o muelas sueltas de la mandíbula a causa de la vibración del golpe, y el tercero, es el producido
por el roce de una vara con los dientes de la misma.

Las maracas

Existen muchas formas de maracas en Colombia que varían según su tamaño y materiales de fabricación. Las maracas de
esta región se pueden describir así: La cabeza está construida por calabazos de forma esférica, que se llenan en su interior
con semillas secas y producen su sonido a través de la agitación del instrumento. El mango del mismo no posee ningún
rasgo característico y son fabricadas con cualquier tipo de madera

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