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de Género
Curso de Masculinidad
desde la perspectiva de
la Educación Popular
“Identidades y Condiciones de Género”
Pág
Indice
Presentación........................................................................................................................................................... 2
Algunas pistas para el uso de esta memoria como guía metodológica................................................................. 3
Sentando las bases del taller................................................................................................................................. 5
Conceptualizando la equidad de género y las masculinidades ........................................................................... 10
Autodiagnóstico de género................................................................................................................................... 16
El modelo de masculinidades heredado: socialización masculina....................................................................... 20
Masculinidades alternativas................................................................................................................................. 24
A la búsqueda de nuevas formas de vivir la masculinidad................................................................................... 30
Los momentos mixtos: espacios para el diálogo intergenérico............................................................................ 36
Identificando nuestros aprendizajes y desafíos.................................................................................................... 42
Compromisos personales de cambio................................................................................................................... 44
Anexos:
Anexo 1: Listado de Participantes........................................................................................................................ 46
Anexo 2: Evaluación del taller.............................................................................................................................. 47
Anexo 3: Ejercicios y dinámicas........................................................................................................................... 50
Anexo 4: Danzas rituales realizadas durante el taller.......................................................................................... 54
Anexo 5: Sinopsis del video “Adentrándonos en el feminismo”, de Marcela Lagarde......................................... 55
Anexo 6. Diseño metodológico del taller.............................................................................................................. 56
Presentación
Del 23 al 26 de abril de 2019, con el auspicio de Pan Para el Mundo (PPM), El Centro de
Comunicación y Educación Popular, CANTERA, llevó a cabo el taller “Identidades y condiciones
de género”, primero de 4 talleres que conforman el Curso Masculinidades y Educación Popular,
en su edición de 2019.
El taller, igual que el curso, se desarrolla desde la perspectiva de la educación popular, en que se
parte de la realidad de los participantes para generar cambios en el nivel personal y colectivo.
En el contexto de este taller se partió de compartir las concepciones que tienen los participantes
sobre equidad de género y sobre masculinidades, identificando estereotipos de género y la manera
en que reproducimos esos estereotipos y roles de género patriarcales. Igualmente se hizo un
esfuerzo por visibilizar otras formas de vivir la masculinidad, más acordes con la búsqueda de la
equidad de género.
El equipo facilitador estuvo integrado por Oscar Mayorga, David Gómez y Vinicio Buitrago.
El propósito de las memorias, además de dar cuenta de la experiencia y los procesos desarrollados
durante los talleres, es que sean también una herramienta metodológica para la réplica de
los contenidos abordados. Atendiendo a esta necesidad, se condensan las reflexiones en
conceptualizaciones. Así mismo se presenta de manera secuencial los procesos desarrollados,
explicitando sus pasos; y se presenta al final el diseño metodológico del taller tal como fue
desarrollado.
Para facilitar la lectura se han utilizado tipos específicos de letra, algunos símbolos y los acápites
son desarrollados en una forma estandarizada, a como se detalla a continuación:
- Cada acápite inicia con una descripción de las actividades desarrolladas. Están señalizadas
con un lápiz.
- Sigue una descripción sencilla de las técnicas implementadas. Se distinguen porque van en
matrices y redactadas en forma de notas.
- Las citas textuales de los discursos de los participantes van en letra cursiva 11.
Igualmente, se negociaron las normas de convivencia, planteando que estas son una condición
para contar con el clima psicológico que haga posible sentirse en confianza y compartir sobre un
tema que nos implica de manera profunda: el género y la masculinidad.
Otro aspecto importante para las bases del taller es el conformar comisiones que brindan un apoyo
valioso en el desarrollo de los temas y aportan a la cohesión e integración grupal.
Desde la perspectiva de educación popular, el grupo juega un papel crucial, pues es el medio en
que vive la persona y donde deben impulsarse cambios que sostengan los cambios personales, pero
también el grupo es un apoyo. En el caso del curso de género hay 2 grupos clave: el propio grupo
conformado por los participantes en el curso, y el grupo de mujeres, quienes llevan el mismo curso
en forma paralela y simultánea. Con el grupo de mujeres que llevan el curso de género se realizan
momentos mixtos de intercambio en cada taller y el último taller es totalmente mixto.
Cuaderno confidencial
En este curso, basado en la perspectiva de la educación popular, el principal insumo son las
concepciones y las reflexiones de los participantes, por lo que a cada participante se entregó un
cuaderno y un lápiz para que lo tengan consigo durante el desarrollo del curso para anotar sus
aprendizajes, reflexiones, dudas, etc. que les generen los diferentes temas y vivencias que tendrán.
Tres de los objetivos específicos propuestos son relativos a promover la reflexión temática:
• Recuperar desde las vivencias y aspiraciones del grupo una conceptualización de diversas
identidades masculinas
Por su parte, los participantes expresan que esperan adquirir más o nuevos conocimientos sobre
género o sobre diferentes perspectivas de género. Algunos temores que expresan son no entender
los temas o quedarse con dudas.
Uno de los objetivos específicos y los dos objetivos pedagógicos apuntan a fomentar la integración
grupal, un aspecto clave para promover el cambio social desde la perspectiva de educación popular.
Este aspecto es fundamental en el primer taller, en un momento en que el grupo como tal apenas
inicia su vida:
• Crear un ambiente de confianza que propicie el trabajo colectivo alrededor del tema
• Fomentar un espíritu crítico que contribuya al logro de los objetivos del taller Promover
espacios de diálogo entre hombres y mujeres para la construcción de relaciones de género
basadas en la equidad
Los participantes, por su parte, plantean la expectativa de tener más confianza, y el temor no poder
relacionarse con los compañeros.
Por su parte los participantes plantean como expectativa alcanzar o vivir “relaciones justas”.
Comisiones
Se anima a que en cada comisión haya al menos 2 participantes, y que una misma persona no
se integre en más de una comisión, a fin de facilitar el involucramiento del máximo numero de
participantes en las diferentes comisiones.
Comisión de aprendizajes: Esta comisión presenta cada día antes del inicio de actividades, los
principales aprendizajes del día anterior. No tienen que ser forzosamente ellos quienes los resuman,
pero sí deben responsabilizarse de que lo hagan. Se les anima también a que esta actividad la hagan
con creatividad. La integraron Engell Chávez, Kevin Calero y Noel Hernández.
Comisión de animación: Esta comisión tiene por encargo dinamizar al grupo en momentos que el
biorritmo decae. La conformaron Kevin Calero y Weissmar Román
Comisión del tiempo: Esta comisión apoya al equipo de facilitación de manera que cumpla con las
horas previstas los trabajos de grupo, los recesos y la finalización de la jornada. La función de la
comisión la llenó Jefery Rocha.
Comisión de hospedaje: Conformada por personas que están hospedadas, lleva control de las
horas de cena y desayuno, se entera de las incidencias y las canaliza con un miembro del equipo
facilitador que queda hospedado acompañando al grupo, con quien hace equipo. La conformaron
Andrés Ramírez y José Montenegro.
Conceptualizando la equidad de
género y las masculinidades
El primer contenido temático abordado en el taller fue un acercamiento al género y a
las masculinidades desde lo conceptual, con el objetivo de consensuar significados
y facilitar el intercambio de información al respecto, así como el análisis de cómo
se dan estas realidades en nuestras vidas, con lo que se estableció un diagnóstico de
equidad de género a nivel de las prácticas personales de los participantes.
Este esfuerzo implicó varias actividades desarrolladas en la tarde del primer día y la mañana del
segundo: Trabajos de grupos con la herramienta “Análisis Diferenciado de Bienestar” (ABID) y
de autoanálisis del uso del tiempo y técnicas expresivas para contactar con los estereotipos de
género.
1
Herramienta de la Caja Metodológica “Cambios con impacto”, publicada por el consorcio ONG-IDEAs. El ABID está orientado al autodiagnóstico.
Tomado de http://www.impact-plus.de/images/pub_es/ONG-IDEAs%20-%20CAJA%20METODOLGICA%20para%20el%20Empoderamiento%20
y%20Monitoreo.pdf
Las
Las estatuas:
estatuas: hombres
hombres yy mujeres
mujeres
Tiempo: 45 minutos.
PASOS
Discusión sobre las características asignadas a hombres y mujeres, cuáles son innatas y cuáles
aprendidas, cuáles se asignan de forma exclusiva a los hombres, cuáles de forma exclusiva a
las mujeres.
Se parte de la distinción entre los conceptos de equidad e igualdad: la igualdad es la plena igualdad
en el goce de derechos, la equidad en cambio es un trato justo, orientado a lograr en el futuro la
igualdad.
Mucho de la (in)equidad de género se concretiza en las prácticas familiares, pero el grupo tiene
conciencia de que la equidad de género se concretiza en diversos aspectos más generales: el acceso
a la salud, a la justicia, a una remuneración justa y equivalente a la que reciben los hombres en el
trabajo remunerado, en la existencia de un marco jurídico que la propicie (y la defienda).
“En la familia, se les inculca a los niños que no pueden jugar con muñecas o que las
niñas no pueden jugar con carros. A los niños les dicen “vos sos el que vas a mandar en
la casa”. Desde entonces a los niños se les van instalando esas creencias y que lo van
a llevar a menospreciar a las mujeres.” (hombre participante en taller “Identidades y
condiciones de género”, abril 2019)
En la vida cotidiana, los espacios están segregados unos para hombres, otros para mujeres.
Por ejemplo, la cocina es un espacio asignado a las mujeres, en tanto que la preparación de los
alimentos ha sido asignada a ellas. Igualmente, en los ámbitos laborales, hay espacios marcados
por el género, según los cargos: las cajas de los bancos o de los supermercados hasta hoy han sido
asignados sobre todo a mujeres.
Hay mecanismos sociales para mantener esa división sexual del trabajo y los espacios. Uno de
ellos es el acoso. A propósito de ello un participante cuenta que una vez por error se metió en
un baño de mujeres a lo que las mujeres que lo vieron reaccionaron molestas. Otro participante,
comenta que puede ser que ellas más que molestarse, se hayan alarmado:
“Muchas veces las mujeres las mujeres las acosen con palabras con miradas. Por eso
comprendo la reacción de las mujeres cuando vieron salir al compañero del baño pues tal
vez pensaron “y este degenerado ¿a quién anda acosando?”. Muchas veces caminan con
miedo de lo que les puedan hacer los hombres, pues muchas veces no solo les dicen cosas,
sino que también las agreden tocándolas” (hombre participante en taller “Identidades y
condiciones de género”, abril 2019)
Ha habido algunos avances en cuanto a equidad de género. Por ejemplo, en Nicaragua ya hubo una
presidenta: Doña Violeta Barrios de Chamorro. Sin embargo, aún hay muchas desigualdades de
género: las mujeres no acceden por igual al trabajo remunerado ni tienen los mismos salarios, por
ejemplo. Estas desigualdades vienen una cultura patriarcal.
Esta variabilidad de poder que las mujeres tienen al interior de las familias, muestran que tanto los
hombres como las mujeres tienen la misma capacidad para ejercer el poder. Si generalmente no
hay igualdad en este sentido, es por barreras sociales y culturales.
En la realización del ejercicio “Las estatuas”, se fueron pegando tarjetas con características que
la sociedad atribuye a los hombres y a las mujeres, con el objetivo de visibilizar que son una
construcción social y que son de género en la medida que la atribución de una característica
determinada a hombres o mujeres presupone que el otro sexo no la posee. Esto es especialmente
fuerte en el caso de los hombres, en cuyo estereotipo no tiene cabida las características típicamente
femeninas como ternura, amabilidad, entre otras.
Los estereotipos de género asignan rasgos y conductas de manera exclusiva según el sexo.
Otra característica atribuida a las mujeres es el coqueteo. Algunos participantes plantearon que
“el coqueteo de un hombre es diferente al de la mujer: es más a nivel verbal. En la mujer es más
a nivel de gestos corporales”. Según el grupo, en ambos implica actividades de autocuido de la
salud, pero se percibe diferente por las áreas que cubre.
Por ejemplo, en los hombres puede ser cortarse la barba, en cambio en la mujer puede ser hacerse
el pedicure. Eso está en relación con la forma como visualizamos la imagen masculina o femenina.
Aquí hay un control social que funciona estableciendo los límites de lo que se considera apropiado
para hombres y mujeres. Así por ejemplo un hombre que le dedique mucho esfuerzo a alisarse o
encresparse el cabello, puede ser tildado de afeminado por sectores muy conservadores.
Al final, el mismo grupo se ve confrontado a la conclusión de que hombres y mujeres tenemos más
características en común que las que normalmente se cree. Algunas características, especialmente
las innatas nos diferencian, pero no tienen un impacto en la inteligencia o el valor, como
históricamente se ha creído y se ha fomentado la creencia en los medios más tradicionales.
En el nivel de las prácticas personales, el grupo distinguió las siguientes prácticas como relevantes
para la equidad de género:
- Compartir labores en el hogar. Aquí se incluyen las labores domésticas y las labores de
cuido para otras personas.
Igualmente, en el plano personal el grupo identificó actitudes y habilidades para logar la equidad
de género:
- Actitudes personales: Motivación personal hacia la equidad de género, postura crítica hacia
los mandatos de género recibidos, etc.
- Promoción de la equidad de género: Desde una cultura de paz, desde una perspectiva de
derechos humanos.
El grupo identifica algunos resultados positivos de la equidad de género, tales como la autonomía
personal y la democracia en las relaciones interpersonales.
Autodiagnóstico de género
Habiendo conceptualizado la equidad de género, se realizó un autodiagnóstico de
género a través de dos ejercicios: uno centrado en el análisis del uso del tiempo
que hacen ellos, contrastado con el uso de que él hacen mujeres significativas en
sus vidas y de la misma edad y condición: ser pareja, ser hermanas, etc.
PASOS
Primer momento: trabajo individual
A cada participante se le entrega una hoja impresa que representan cinco ámbitos de actividad
(auto cuido, vida social, recreación, trabajo y tareas reproductivas)
Cada participante sombrea o colorea los diferentes ámbitos según el porcentaje de tiempo
que le dedica a cada cual, de manera tal que la suma total de todas las áreas de 100%.
Luego sombrea o colorea los diferentes ámbitos según el tiempo que le dedica una mujer
significativa para él (pareja, hermana o vecina, a condición que sean una mujer contemporánea).
A cada grupo se le da un tiempo para que hagan un consolidado de su gráfico del tiempo como
hombres y del grafico del tiempo de las mujeres significativas para ellos.
“En cuanto a las tareas domésticas: apoyamos en algunos momentos, pero sobre todo
en los fines de semana y cuando nuestra compañera anda en misa o en otra actividad, o
cuando la mujer está enferma y él decide apoyar” (participante en el taller “Identidades y
condiciones de género,”, 2019. Hombre del grupo de 20 a 30 años)
Llama la atención, por ejemplo, la relación entre la edad y el tiempo dedicado a las tareas
domésticas y a las comunitarias: cuando somos niños hacemos bastante. Podría ser en parte porque
los padres nos obligan, pero en cuanto nos es posible dejamos de hacerlas, hacia los 20 a 30 años.
Sin embargo, después hay una vuelta a hacer tareas domésticas, tal vez vinculado a la adquisición
de responsabilidades familiares.
“En las actividades comunitarias un porcentaje mayor que los otros grupos porque le
dedicamos más tiempo porque la mayoría somos religiosos y además nuestros padres nos
obligan” (participante en el taller “Identidades y condiciones de género,” 2019. Hombre
del grupo de menos de 20 años)
También se pueden hacer comparaciones intergenéricas, es decir entre personas de distintos sexos.
En el caso que estamos trabajando del uso del tiempo, salta a la vista que los hombres le dedican más
tiempo al trabajo remunerado, en tanto que las mujeres se lo dedican más a las tareas domésticas.
El autocuido es una de las áreas generalmente deficitaria tanto en hombres como en mujeres en
cuanto al tiempo que se le dedica. En ese ejercicio salió con un puntaje satisfactorio, aunque es
evidente que se limita básicamente a los aspectos médicos.
“El autocuido lo asumimos en el trabajo de grupo como “dormir bien”: todos dormimos
8 horas. Pasar consulta, asistencia médica, hacer ejercicios, esas cosas ya no lo tomamos
como parte del autocuido.” (participante en el taller “Identidades y condiciones de
género,”, 2019. Hombre del grupo de 20 a 30 años)
Partimos que lo ideal desde el punto de vista de la salud física y mental es dedicar tiempo equivalente
a cada una de estas áreas.
“El día de ayer fue hablar sobre las identidades y desconstuir esa masculinidad que se
nos impone y construir una masculinidad diferente, más fluido y que nos permita más ser
nosotros mismos, valorar las actividades que no estamos haciendo y hacer más el balance
en cuestiones de labores del hogar, en trabajo remunerado, en autocuido” (participante en
el taller “Identidades y condiciones de género,”, 2019. Hombre del grupo de 20 a 30 años)
Como conclusión del autodiagnóstico en relación al uso del tiempo, la facilitación hace notar que
los datos con que se trabajó son tomados del uso del tiempo de los participantes en el curso, que
son hombres que tienen algún nivel de sensibilidad y/o de reflexión de género. Sin embargo, aun
en grupos como este se reproduce la división sexual del trabajo y del uso del tiempo.
Como una manera de estimular el autocuido, se incluyeron algunos ejercicios de Tai Chi y Chi
Gong en las actividades de inicio de los sucesivos días en que se desarrolló el taller, algunas
danzas rituales al concluir las sesiones y el último día se incluyó una sesión para explicar y realizar
ejercicios de respiración profunda y la acupresión de las manos. Estos ejercicios pueden encontrarse
en el dossier de lecturas de apoyo. Las danzas rituales se incluyen en Anexos.
El autodiagnóstico del uso del tiempo se complementó con el ejercicio de definición de las prácticas
relevantes para la equidad de género en la dimensión personal, siguiendo el procedimiento de la
herramienta ABID de la caja metodológica de ONG-IDEAs.
Luego cada participante se calificó en las 7 acciones que se establecieron, haciendo posible una
lectura por acción y por participante. Los totales se convirtieron en índices porcentuales para
facilitar su lectura.
Según los resultados de la autoevaluación, las acciones en que el grupo califica mejor son en la
afectividad y sexualidad, le sigue la toma de decisiones compartida. Esta última puede estar influida
por el hecho de que la mayoría son hombres jóvenes que aún viven con sus padres o tutores, por lo
que no ejercen jefatura en el hogar. También podría ser que, por el hecho de ser hombres nacidos
durante los años 90 del siglo pasado, han tenido más acceso a mensajes alternativos y opuestos a
aquellos más patriarcales.
Igualmente, el hecho de calificar bajos en las acciones de cuido de niñxs y otras personas podría
deberse a que por ser jóvenes y no tener hijxs no tienen esa responsabilidad, a pesar que las mujeres
de su mismo rango de edad no se ven eximidas de estas responsabilidades, según la evaluación que
hicieron de los usos del tiempo. Algo similar ocurre con las tareas domésticas.
La puntación general promedio del grupo es de 61.25% en prácticas de equidad de género, lo cual
indica que tienen algún avance, aunque tienen desafíos que superar.
Los participantes valoraron como algo importante el autodiagnóstico, en la medida que les muestra
una visión general de cómo están en sus prácticas de equidad de género.
La facilitación agradeció la honestidad con que trabajaron y les animó a monitorear sus avances en
equidad de género a lo largo del curso, a partir de este autodiagnóstico.
El modelo de masculinidad
heredado: Socialización masculina
Con el objetivo de visibilizar el contexto sociocultural en que se construyen las
identidades masculinas, en la primera parte de la tarde del segundo día, se realizó
un ejercicio de introspección guiada, seguido de un trabajo grupal.
Momentos significativos
Tiempo: 1 hora
PASOS
Primer momento: Ejercicio de introspección guiada
• Se invita a que cada participante busque un lugar cómodo. Se puede reforzar creando
un ambiente apropiado con luz tenue, música suave e inciensos.
• Realización del ejercicio, sugiriendo recordar tres momentos de sus vidas en la
infancia, en la adolescencia y en el momento actual, identificando mensajes de género
(qué mensajes, quiénes de qué forma se los transmitían)
• Anotar en una hoja divida en 3 colunnas (uno para la infancia, otro para la adolescencia
y otro para el momento actual) anotando en cada columna un momento en que se
sintió “hombre” con una frase corta.
Segundo momento: Ejercicio de instrospección guiada
• Se forman grupos pequeños siguiendo algún criterio de relevancia. En este caso el
criterio fue el grupo de edad
• Cada grupo llena una hoja recogiendo los momentos que fueron semejantes y los que
fueron diferentes.
Plenario
• Cada grupo expone y explica su dibujo o gráfico.
• Discusión plenaria.
Hay consenso que a los hombres se nos ha dado unos mandatos que expresan
prohibición: no llorar, no jugar con muñecas, etc. Las prácticas que son
prohibidas son las que la sociedad ha atribuido históricamente a las mujeres,
es decir que el mandato básico es no parecer mujer. Así la hombría consistiría
en un proceso de diferenciación de las mujeres y lo considerado femenino, lo
que además es subvalorado en la sociedad.
“Hablamos del modelo hegemónico de masculinidad que nos encasilla que tenemos que
ser fuerte, alto, que teníamos que jugar con carros, que no tiene que llorar. Incluye también
mandatos sobre las formas de vestir. Por ejemplo, a nuestros padres no les gustaba que
anduviéramos con pantalones socados, pues de decía que eran para mujer. (participante
en el taller “Identidades y condiciones de género,”, 2019)
En la vida de los hombres hay una tensión entre un modelo de masculinidad más tradicional,
conocido como Modelo Hegemónico de Masculinidad, y que consiste en una demarcación radical
de lo considerado femenino, modelo muy presente en las generaciones de quienes hoy son abuelxs,
y una más reciente que ha comenzado a cuestionar esa masculinidad tradicional y machista y a
adoptar prácticas de mayor igualdad con las mujeres.
Nos decían que los hombres no debíamos llorar. Que si nos daban un golpe no debía
dolernos. “los hombres son aguantadores” nos decían. Ya adolescentes nos decían que
teníamos que ser mujeriegos. Vemos que eso aun ahora se mantiene pero que el estereotipo
se ha venido quebrando. Nosotros hemos recibido otros mensajes en los procesos de
reflexión que hemos pasado y con esos mensajes estamos educando a nuestros hijos.
Sin embargo, estos valores chocan con los valores más machistas de nuestros padres y
madres, con quienes muchas veces vivimos. Estamos conscientes que aún falta que hacer,
pero podemos decir que algo hemos avanzado. (participante en el taller “Identidades y
condiciones de género,”, 2019)
Masculinidades alternativas
Con el propósito de visibilizar masculinidades diferentes al Modelo de Masculinidad
Hegemónico, las cuales se encuentran en situación de subordinación en tanto que no
tienen el reconocimiento social que ésta tiene, se realizó un panel con hombres que
representan algunas de esas masculinidades, sus contradicciones entre la exclusión a
la que son expuestos por no calzar con el modelo o por rechazarlo abiertamente, y el
uso que muchas veces hacen de los atributos compartidos con el modelo y que les dan poder ante
otros hombres igualmente en situación de subordinación, y siempre ante las mujeres, por el solo
hecho de ser hombres.
Se les pidió además que compartieran con el grupo cómo han vivido su masculinidad desde la
condición especifica que tienen, y los costos que ha tenido para ellos el hecho de no calzar con la
masculinidad hegemónica en razón de esa especificidad de sus experiencias: ser joven, es decir:
no ser adulto; ser campesino, es decir: no ser urbano; ser gay y no ser heterosexual. Igualmente,
se les pidió que hablaran sobre los beneficios creen que tienen por vivir la masculinidad como la
viven, ventajas de las que se ve privada la masculinidad hegemónica.
Yo les voy a compartir como se ve la masculinidad desde nuestra realidad de hombres campesinos.
Antes de iniciar estos procesos de reflexión, mis padres nunca me dijeron con palabras cómo
tenía que ser hombre. No me decían “vas a hacer esto porque sos hombre” pero era claro que el
mensaje era para mí por el hecho de ser hombre. A mí me enseñaban a afilar los cuchillos, entre
otros oficios. También la forma de vestir: con las botas de hule y si es de cuero, bien amarrada. Y
las mujeres haciendo todos los quehaceres de la casa, desde la madrugada. Todo eso uno lo veía
y es la manera en como la familia le dice a uno que es hombre.
Una vez que estaba ordeñando unas vaquitas que mi mamá tenía y pasó un hombre gay muy
conocido en la comunidad, me dijo “te voy a ordeñar”. Yo le dije “ahí está el toro”. Me dio como
colera que me haya dicho eso. Yo sabía que si lo comentaba con mis amigos me iban a hacer
bromas, asi que a nadie le conté ese incidente.
Desde que inicié en procesos de reflexión he visto las cosas de forma diferente: ya no tengo
prejuicios contra las personas homosexuales. También pienso que debe haber un equilibrio entre
hombres y mujeres. Falta mucho que trabajar. Hay personas que se resisten a cambiar. Ya tienen
la información, saben pero no quieren cambiar. Se requiere más concientización. Yo por mi parte
ya no soy violento. Con mi compañera trato de que vayamos cambiando los dos juntos para una
cultura de paz.
En la zona rural estos temas son bien complicados, porque nadie quiere que le toquen la llaga.
Yo les voy a haber del trabajo de las masculinidades desde los retos que plantea para nosotros los
jóvenes.
No es fácil el trabajo de las masculinidades para las personas que deseamos involucrarnos en
estos procesos. Trabajar el tema de las masculinidades implica salir de nuestra zona de confort y
dejar esos privilegios que se nos asignan por ser hombres. Esto de alguna manera, cuando dejas
privilegios te deja en el limbo, más cuando se trata de un hombre joven tratando de abordar estos
temas.
Desde mi experiencia, estoy en procesos organizativos con espacios de la sociedad civil desde que
tengo 13 años. Recuerdo lo complejo que ha sido llevar este proceso no solo desde del discurso,
sino sobre todo tratando de ser coherente con las prácticas. Decía que uno a veces se siente en el
limbo porque tenés cuestionamientos de otros hombres, pero también recibís cuestionamientos de
hombres y mujeres que están en estos espacios de cambio.
Una de las cosas que más llega a afectar en estos procesos es el adultismo. El hacerte sentir
inferior por el hecho de ser joven es algo que enfrentamos frecuentemente en estos procesos. A
veces el sistema te pone trampas porque una de las cosas que analizaba durante la ponencia de
Marvin es lo siguiente: es cierto que dentro del sistema hay algunos avances, cosas que se van
logrando para la equidad de género, como políticas, pero si se hace un análisis un poco más
profundo, uno se da cuenta de la trampa que conlleva ese avance relativo.
Lo mismo pasa con la condición de hombre joven. Nosotros como jóvenes, una de las políticas
que tenemos dentro del marco legal en pro de la juventud es la Ley de Juventud. Pero ¿qué pasa
con esa ley? ¿qué tanto conocemos, qué tanto hablamos de esa Ley de Juventud? En esa ley
encontramos un sinnúmero de cosas que se plantean en esta ley que en realidad no se llevan a la
práctica y nosotros como jóvenes al desconocer de esto, tampoco reclamamos los derechos ahí
consignados. Por ejemplo, en esa ley se plantea que por ser joven uno puede acceder a un crédito,
uno puede también acceder a un banco de tierra, se supone que como jóvenes tenemos derecho a
una educación sexual integral, no como un tema, sino como una materia escolar. Pero la realidad
es otra.
Yo quiero comentarles que en la búsqueda de la identidad veo que las identidades son diversas.
Por ejemplo, puede haber un hombre gay rural o un hombre gay urbano, puede haber un hombre
gay joven o un hombre gay adulto. Lo que quiero decir es que lo que he venido encontrando es
que para poderse reconocer o poder aceptarse con una masculinidad diferente de la hegemónica,
uno tiene que pasar un proceso personal pero también colectivo, porque salir del closet, como
el caso mío que soy gay, eso trae consecuencias en términos de desventajas, aunque también
conlleva algunas ventajas. De profesión soy psicólogo forense y he tenido la oportunidad que
las capacidades que tengo la gente me contratan. Sin embargo, ya contratado frecuentemente
he recibido la orientación de no hablar muchas “cochonadas”. Es decir que el mensaje podría
expresarse así: “No importa que sean cochón, pero no lo demostré tanto. No seas tan obvio.
Calladito te ves más bonito”.
Entonces en esa búsqueda de las identidades, nosotros, en los espacios de la diversidad sexual,
la psicología humanista nos ha permitido a los grupos de la diversidad sexual hablar sobre las
diferentes construcciones identitarias y qué mecanismos se usan para autoaceptarse pero también
para luchar contra el sistema patriarcal.
Desde que nacemos tenemos una construcción de género: sabemos que las mujercitas las visten de
rosado y a nosotros de celeste. Esto tiene que ver con la dimensión física de la persona, que indica
lo que uno es: su piel, sus uñas, etc.
La parte emocional tiene que ver con lo que uno piensa y siente. Ahí están instalados los prejuicios
de la sociedad, los que se expresan en mandatos de género: los hombres se portan serios, se
sientan firmes, no lloran, etc.
La parte social tiene que ver con las relaciones que uno tiene en los diferentes ámbitos. Uno de
los más importantes es la familia, y donde hay apoyos y gente que no te apoya, si optás por salirte
del closet.
Cuando hay violencia por ser homosexual, se te ataca por todos lados. Los chavalos que sufren
violencia por ser homosexuales no siempre esta violencia es agresión abierta, muchas veces son
empujones o vulgareo por ser “cochón”. El mensaje que reciben es que su comportamiento no es
adecuado y que por eso merecen ser violentados.
Toda la sociedad está organizada por género. Las conductas aceptadas socialmente están
establecidas diferentemente para hombres y mujeres. Los hombres pueden expresar agresividad.
La organización de espacio tiene que ver con eso. Así, por ejemplo, si sos hombre podés salir de
noche y no tenés que rendirle cuentas a nadie. En cambio si sos mujer, no tenés ese permiso social.
En el caso de las identidades, cuando se cercena la parte emocional y espiritual, hay chavalos
y chavalas homosexuales que incluso intentan suicidarse, pensando que son una lacra, que se
van a ir al infierno, que nadie les quiere, si no voy a encontrar a nadie con quien ser feliz. Este
último temor se refuerza con el hecho de que efectivamente en nuestras sociedades no es legal que
dos hombres quieran estar juntos y formalizar su relación de pareja, lo cual tiene consecuencias
políticas, económicas y legales, además de las emocionales.
Hace ya algunos años, en 2011, el grupo con el que yo trabajo, la IDSDH, empezamos a revisar
los derechos civiles que como nicaragüenses tenemos y entonces comenzamos a cuestionar el
Código de la Familia. Después de 57 cartas y 3 meses esperando que la Asamblea Nacional
nos respondiera, nos respondió la jefa de la Comisión de Familia. Nos dijo que ella no tenía
problema con las personas homosexuales, que ella misma tenía amigos gay, pero que no podía
aprobar eso (nuestros derechos) porque eso iba contra las leyes de Dios. Esto es una muestra
del rechazo hacia la diversidad instalada en las estructuras sociales. Este rechazo se expresa en
discriminación, como el caso de la denegación de nuestros derechos por parte de la Asamblea
Nacional de Nicaragua, pero también se expresa en atentados contra la integridad física, como
los crímenes de odio contra personas homosexuales.
Todo esto expresa que el poder no está en los homosexuales sino en los heterosexuales, igual que
el poder no está en los niños sino que en los adultos, que el poder no está en los negritos, sino
que están en los blancos. Es decir que el poder está en los hombres que calzan con el modelo
hegemónico, patriarcal: hombre blanco, con dinero, heterosexual, adulto.
Nos preguntaban qué costos tiene asumir una identidad diferente a la hegemónica, en este caso
una identidad homosexual. El costo es que muchas veces te quedás en el guetto. La gente dice,
por ejemplo: “si son gays váyanse a su bar gay y solo ahí bésense, porque porqué se van a ir a
meter al aula si este es un lugar para gente normal”. Otro costo serio es que tenés que empezar a
reclamar en voz más alta de lo necesario y que se invisibiliza que los derechos que uno reclama no
son excentricidades. Te preguntan que si ya tenemos una procuraduría de los derechos humanos
de la diversidad qué más queremos, que tal vez queremos casarnos de velo y corona, y, de este
modo se invisibiliza que lo que lo que uno reclama son derechos humanos. Acceder a un préstamo
hipotecario, algo posible cuando uno tiene una unión de pareja legal, es algo que está fuera de
posibilidad de los homosexuales pues no pueden casarse, con lo cual se les viola un derecho
humano: el acceso a una vivienda digna, a través de un crédito hipotecario.
Entonces, mantener una identidad diferente a la hegemónica tiene un costo elevado. Sin embargo,
hay cosas que se han venido avanzando. Actualmente hay más grupos de presión, hay grupos
organizados de personas gays, lesbianas y trans que van poco a poco cambiando las normas del
patriarcado.
Luego de las exposiciones, los panelistas profundizaron sobre cómo, a pesar de su condición de
subordinación, ellos como hombres de masculinidades alternativas, aprovechan los privilegios
masculinos que otorga el Modelo Hegemónico de Masculinidad.
Las ventajas vienen por los aspectos del Modelo Hegemónico de Masculinidad que tenemos,
aunque seamos de masculinidades no reconocidas. Algo que hemos aprendido es que no hay una
sola forma de ser machista, hay muchas formas de serlo. Una de ellas es a través de las prácticas
micromachistas, en que utilizo en patriarcado a mi conveniencia, aunque este siendo discriminado
por ese mismo sistema. Por ejemplo, nosotros vemos entre los grupos de la diversidad sexual, se
nota que hay más avance en el acceso a la educación (estudios, educación formal) en los hombres
gays que en las personas trans. Según un estudio que hemos hecho en Nicaragua, el grado
promedio de los hombres gays es 3er año de secundaria, mientras que las chavalas trans, que
nacieron como hombres pero que asumieron una identidad diferente en su adolescencia, empiezan
a ser expulsadas del sistema escolar desde tercer grado y cuando llegan a la adolescencia han
vuelto a ser analfabetas. Entonces vemos que los gays, quienes tienen una identidad masculina,
tienen más poder que quienes tienen una identidad femenina. También en la cuestión económica
se mira: gays que tienen reales dicen “yo no me junto con esos cochones “chinela de gancho”,
yo soy un gay respetable”. Es decir esas formas de discriminación y violencia también se dan en
los grupos de la diversidad. Todo ese sistema social (con sus discriminaciones) también afecta
a las comunidades de la diversidad, expresada en prácticas discriminatorias a lo internos de
las comunidades. Es decir que el sistema patriarcal ofrece mecanismos de discriminación (por
clase social, por educación formal alcanzada, por los cañones de belleza, ruralidad, etc.) que son
aprovechados por las personas de la diversidad para discriminar a otras personas.
Igualmente, un participante, al revelar su identidad gay, también compartió sobre los costos que el
patriarcado le impone a las masculinidades alternativas:
“Yo soy miembro de la comunidad LGTBI, y en lo personal, he tenido una lucha, es un proceso
muy duro porque en la familia, que donde uno más espera y necesita apoyo, muchas veces son
los primeros que te dan la espalda. Cuando yo tenía 15 años les conté a mi papá y mi mamá que
soy gay porque ya no aguantaba. Salía con miedo, con temor de “que van a decir”. Cuando al fin
me sentí seguro para decirles que soy gay, me sentí más solo, porque mi papá, lo mismo que mi
abuelo, tiene un modelo de hombría machista, que dicen constantemente cosas como que “en esta
familia no queremos maricones”, etc.
Yo ahora me siento tranquilo, pero creo que uno tiene que prepararse para salir del closet porque
hay mucho rechazo en la sociedad, comenzando por la familia, y eso afecta en lo social y en lo
personal.” (participante en el taller “Identidades y condiciones de género,”, 2019)
Esto nos plantea retos desde nuestras propias realidades, porque somos del campo, porque somos
chaparros, etc. Comprender esto, es una condición que nos ayudará para ir deconstruyendo ese
modelo y vivir nuestra forma de ser hombres desde nuestras realidades.
Los arquetipos2
Tiempo: 45 minutos.
PASOS
Plenario
Se abre un espacio para comentarios de los participantes.
Se introducen las siguientes preguntas: (a) ¿Con qué contamos para poder asumir esas
nuevas identidades (expresadas en los nuevos arquetipos)? (b) ¿Qué podemos hacer
para revertir los obstáculos?
En el cierre se introduce el concepto de identidades emergentes, unido a la noción de
disidencia.
2
Esta técnica del Instituto WEM, de Costa Rica, ha sido re-creada y ampliada por CANTERA. Para ver la propuesta del Instituto WEM se puede consultar
la guía “Hombres trabajando con hombres”, de Álvaro Campos (2007)
El siguiente cuadro refleja, en la primera columna, la selección de arquetipo, aquel que sintieron
que más los había influido durante sus vidas. La segunda columna refleja cuántos permanecieron
en cada arquetipo, una vez que se dio la opción de abandonarlo, para crear uno nuevo.
Una vez concluido los dos ejercicios, se realizó un plenario y estas son las reflexiones que hicieron:
“Nos quedamos en el arquetipo del militar. Vimos las ventajas que tiene el ser militar y lo
llevamos a nuestras vidas personales. El militar organiza tácticas defensivas para el grupo
y defiende a la comunidad. Implica algunos valores como obediencia, orden y respeto,
disciplina, y porte y aspecto. Otra ventaja que le vimos fue que nos evitamos represalias
en la familia, pues al intentar cambiar uno choca con la forma de pensar de la familia, y
eso puede tener consecuencias, que “te corten los alimentos”. (participante en el taller
“Identidades y condiciones de género,”, 2019)
“En mi familia se ha estimulado que los hombres seamos mujeriegos, sin embargo, eso a
mí no le hayo sentido. Lo veo como una forma de jugar con las mujeres, y como una forma
de mostrar ante otros hombres “yo ando con tres, yo ando con cuatro”. Yo he formado mi
nuevo arquetipo que es la fidelidad. Veo que eso significa romper con una cadena familiar.
La mayoría de mis tíos maternos tienen cada uno como 6 hijos regados. Yo me pongo a
pensar que de qué vale tener el montón de hijos si a la hora de llegada no le prestan
atención a ninguno. Por eso yo en este taller he decidido salir de ese arquetipo (el amante,
el mujeriego) para comenzar a ser una persona fiel porque pienso que hombre no es el que
anda con varias sino el que respeta a su pareja. Yo quiero aprovechar que estoy chavalo
y que no tengo aun responsabilidades, para comprometerme con esta nueva forma de ser
que estoy eligiendo, que es ser fiel. (participante en el taller “Identidades y condiciones
de género,”, 2019)
“Yo también me salí del arquetipo del Gueüense. Sabemos que el Gueüense es nativo y
que es Burlesco y audaz. Algo bueno que tiene el Gueüense es que no olvida su origen,
el anda por donde quiera para no se olvida de dónde nació y creció. Yo quiero eso para
mi: no olvidar a las personas que están contribuyendo en mi vida. Sin embargo, decidí
salirme de ese arquetipo para crear mi propio arquetipo, que consiste en un sol, que es la
luz. A veces andamos por la vida y andamos como apagados, sin ver la luz, sin ganas de
vivir. En este taller es para motivarnos, con un propósito que es para hacer un cambio en
nuestras vidas. Nuestras organizaciones han confiado en que nosotros podemos cambiar
o abrir nuevos caminos. Para eso necesitamos la luz. A la par del sol he dibujado un rio,
que es como el proceso de que pasamos en las diferentes etapas de la vida. A la par del rio
hay piedras, que representan los obstáculos que siempre vamos a encontrar, pero que los
vamos a superar con la luz, con el conocimiento que tengamos. Otro apoyo que tenemos
en el optimismo y la confianza que tengamos en nosotros mismos. (participante en el taller
“Identidades y condiciones de género,”, 2019)
Retomando el ejercicio y las reflexiones hechas por los participantes, la facilitación destaca que
el hecho de rechazar el arquetipo que nos impone el patriarcado, e inventarnos uno nuevo, uno
que busque la equidad de género, nos expone a la exclusión tanto en la familia como en otros
espacios. Sin embargo, si encaramos el cambio, contamos con algunos apoyos externos, pero
también contamos con recursos personales, tales como la autoconfianza.
“(sobre la posibilidad de cambio) Tenemos apoyos para mantener los cambios. Muchos
de nosotros somo promotores y en ese sentido recibimos apoyo por parte de nuestras
organizaciones.” (participante en el taller “Identidades y condiciones de género,”, 2019)
Durante el primer taller, hubo dos momentos mixtos: uno el primer día, durante la tarde, para que
ambos grupos se conocieran.
El segundo momento mixto, se realizó el tercer día por la tarde. Este estuvo más orientado al
compartir aprendizajes y aspiraciones para unas relaciones de género basadas en la equidad.
Momento Mixto
Tiempo: 2 horas
PASOS
Conformación de grupos
Dinámica de animación y presentación del grupo.
Se conforman 6 grupos. Para ello, antes de iniciar la actividad, a cada participante se le
entregó una tarjetita con la imagen de un animal. Ya en el salón, cada persona debe buscar
a las personas que tengan el mismo tipo de animal, orientándose por la onomatopeya del
animal que le tocó.
Trabajo de grupos
Trabajo de grupos, con guía de trabajo (Ver Diseño Metodológico, en Anexos)
El grupo debe reflejar su reflexión en un afiche.
Plenario
Cada grupo presenta su afiche y explica la reflexión hecha en el grupo
Plenario. Se provoca una reflexión alrededor de los temas abordados por los diferentes
grupos, partiendo de un enfoque de roles y estereotipos de género.
Dinámica de cierre.
Equidad e igualdad
Hemos aprendido que no hay igualdad si antes no hay equidad. Nos han enseñado tradicionalmente
que solo el hombre es portador de derechos. Sin embargo, hemos venido viendo que eso no es así
y hemos venido dando pasos para la igualdad de género, lo cual tiene que ver con una vida digna.
Para alcanzar la igualdad, se pasa por la equidad. Es decir que la igualdad es el fin y la equidad
es el medio, la manera de llegar a la igualdad. Esto implica para los hombres soltar algunos
privilegios. Para hombres y mujeres significará enfrentar resistencias en la familia y otros
espacios, pues la sociedad en su conjunto es patriarcal. Para ello requerimos estar empoderadxs,
que implica la libertad o autonomía.
La equidad no es solo la paridad, es decir dar participación por igual a hombres y mujeres, sino
que a veces implica favorecer más a las mujeres para que haya una nivelación en poder o en
acceso a determinados servicios. Esto tiene que ver con la justicia. Por ejemplo, en los proyectos,
no es suficiente asegurar la igualdad de oportunidades a hombres y mujeres, pues las mujeres
generalmente tienen la doble jornada, de manera que para participar necesita que se le garanticen
condiciones especiales. Lo mismo pasa con el crédito, por citar algunos pocos ejemplos.
Otros ejemplos del impacto de género de los proyectos puede verse en los efectos que puede
tener la construcción de una carretera, al favorecer que las mujeres de comunidades aisladas
puedan acceder a servicios de salud de forma oportuna, limitándose así la mortalidad materna.
El cambio comienza en mi
Si queremos cambiar el mundo, tenemos que comenzar cambiando nosotrxs mismxs. Ese cambio
personal lo haremos con nuestras herramientas personales como la capacidad de aprender, la
confianza en otras personas y en nosotxs mismxs, superando temores.
Feminismo
El feminismo, o más exactamente los feminismos, es un movimiento social que lucha por la
igualdad de derechos para las personas independientemente de sus condiciones de género.
Hay muchos prejuicios en torno al feminismo como que es un movimiento anti hombre. Sin
embargo, la realidad es que el feminismo no pretende que las mujeres suplanten a los hombres,
sino que hombres y mujeres puedan compartir el poder. En ese sentido el feminismo es una teoría
y una praxis liberadora no solo para las mujeres sino también para los hombres.
Igualmente se aborda como una ética que se concreta en prácticas orientadas a la equidad de
género.
Mirábamos que Marcela Lagarde planteaba que la utopía significa la visión de algo que aún no se da
pero que significa la superación de un estado anterior. En ese sentido mirábamos que anteriormente
a las mujeres no se les reconocía ningún derecho y estaban reprimidas. Las feministas han ayudado
a dar ese paso de la explotación hacia la igualdad. La topia tiene que ver con lo que estamos
haciendo para alcanzar la utopía, la meta. Estos talleres son parte de la topia, pues ayudan a avanzar
hacia la igualdad.
Una herramienta para la equidad ha sido la teoría feminista. Sin embargo, el grupo constata que hay
mucho desconocimiento y estigmatización del feminismo, por lo que se hace necesario estudiarlo.
Durante el plenario del Momento Mixto, luego de compartir sus reflexiones, cada grupo respondía
a la pregunta de cómo se habían sentido trabajando juntos hombres y mujeres. De manera unánime,
en todos los grupos se dijo que se habían sentido bien porque habían compartido. Algunos grupos
plantearon que había habido un momento iniciara de desorientación pero que fue rápidamente
superado.
A la mañana siguiente, el cuarto y último día, nuevamente solos con el grupo de hombre, se
volvió a preguntar sobre cómo se habían sentido y qué les había quedado de ese momento mixto.
Dijeron nuevamente que les gustó. Para algunos de ellos el momento mixto, y su temática, significó
confrontarse al hecho que necesitan conocer más el feminismo.
Sobre el video “Adentrándonos en el feminismo”, de Marcela Lagarde, en que ella plantea que el
cambio hacia la equidad los hombres lo viven como una perdida, pues ven amenazados algunos
privilegios de género, se les pregunto qué piensan de esta afirmación de Marcela Lagarde y dijeron
que no lo viven como una pérdida, porque ellos ya tienen prácticas de igualdad.
Desde la facilitación se les planteó que a veces los hombres no vemos desigualdad de género
porque tenemos la perspectiva del opresor y por no vemos que nuestras prácticas machistas.
Identificando nuestros
aprendizajes y desafíos
Cada mañana, la Comisión de Aprendizaje, dio cuenta de los aprendizajes del día anterior.
Igualmente, el ultimo día, antes de pasar a la evaluación del taller, se volvió a preguntar por los
aprendizajes. Los participantes los plantearon de forma sintética, a la vez que identificaron algunos
desafíos que les plantea el taller y los temas abordados.
Aprendizajes
Acorde a las expectativas planteadas al comienzo del taller, los participantes plantearon sus
principales aprendizajes en términos de la adquisición de nueva información, en el caso concreto
sobre los conceptos de equidad e igualdad, su diferencia y complementariedad, el modelo
hegemónico de masculinidad y sobre el feminismo.
“Todas las personas somos iguales sin importar las diferencias de estatura, color, raza,
nacionalidad, sexo. Lo importante es que haya una igualdad, equidad de género: para que
todos los derechos se cumplan y no se violenten.”
“Hablamos del modelo hegemónico de masculinidad que nos encasilla que tenemos que
ser fuerte, alto, que teníamos que jugar con carros, que no tiene que llorar, que tiene que
ser fuerte. Incluye también mandatos sobre las formas de vestir. Por ejemplo, a nuestros
padres no les gustaba que anduviéramos con pantalones socados, pues de decía que eran
para mujer”.
“Esa masculinidad comienza a construirse desde la niñez. La sociedad nos premia por
comportarnos tal como el modelo hegemónico lo plantea. Sino, por inercia nos lleva a
comportarnos según el modelo. El ejemplo de que solo las parejas heterosexuales pueden
casarse y en consecuencia a acceder a un crédito hipotecario es un ejemplo de ello. siendo
el mensaje básico que el patriarcado nos manda de no parecer mujeres, el mecanismo
social para lograr esto es la misoginia, que es el desprecio por lo considerado femenino,
un desprecio que está instalado en una serie de mitos que desvalorizan a las mujeres y lo
femenino y que está instalada incluso en el lenguaje.”
También expresan aprendizajes en cuanto a reatroalimentación para comenzar los cambios a nivel
personal.
“El cambio comienza en uno mismo. A pesar de las diferencias entre equidad e igualdad de
género, todxs somos seres humanos, de libre expresión y llenxs de sentimiento. Todxs somos
capaces de enfrentar riesgos y sobretodo de crear un ambiente basado en otra cultura
donde nos sintamos a gusto. “El cambio es un progreso y merece un tiempo determinado”
“Es importante que vayamos interiorizando estos factores (de la equidad de género)
para irlos haciendo realidad en la práctica, primero desde lo personal y eso generará un
impacto, porque esto es algo holístico, pero lo primero es el cambio personal”.
“Ahora hay más información y más oportunidad de reflexionar sobre esos temas y contribuir
con nuestro ejemplo, porque somos agentes de cambio desde que estamos participando en
estos espacios.”
Desafíos
Un desafío no es un compromiso, sino que expresa un obstáculo externo o interno, algo pendiente,
que puede dar paso a una acción para superarlo o confrontarlo, pero no necesariamente se traduce
en la acción. En ese sentido, tenerlos conscientes es un insumo valioso a tener en cuenta al momento
de plantearnos cambios.
Compromisos personales de
cambio
Mi compromiso es trabajar sobre mi carácter. He sido formado en la creencia de que el
hombre debe ser fuerte, nunca mostrar temor o debilidad. Algunas veces he sido agresivo.
Voy a revisar y cuestionar todo eso. Voy a tratar de ser más afectivo.
A partir de hoy voy a comenzar a poner más atención y afecto en mis relaciones personales
y a dar más apoyo a mi mamá y mis hermanas, poniendo en práctica todo lo trabajado en
este taller.
Yo me comprometo a cambiar mi forma de ser y a tratar a las personas sin hacer diferencia,
que es una manera de discriminar, y a tener mayor responsabilidad en mi hogar.
Anexos
- Listado de participantes
- Ejercicios y dinámicas
LISTA DE PARTICIPANTES
Marque con una “X” la casilla que mejor corresponda a su valoración acerca de los siguientes
aspectos de este taller
N = 13
De contenido (3)
- Los temas
- Reflexión sobre el video de Marcela Lagarde acerca del feminismo
- Adquisición y enriquecimiento de nuevos conocimientos
- Todos los temas llevaban reflexión y pudimos obtener nuevo conocimiento y poder de
réplica
- Las dinámicas /
- Los videos y la reflexión
- Buena enseñanza por parte del equipo facilitador
- El desarrollo de los temas de manera que se pueden vivenciar e interiorizar
- Las dinámicas, conexión de nosotros mismos con nuestro pasado para mejorar
- Los facilitadores
- Los facilitadores brindan confianza, tiempo y tienen disponiblidad
- Los temas excelentemente abordados desde diferentes puntos de vista
- Facilitadores profesionales y coherentes
Otros
- Tiempo de aprendizaje con nuevas personas y amistades y nuevas formas de pensar
De contenido (3)
EJERCICIOS Y DINÁMICAS
Dinámicas de animación
Momentos significativos
Parlamente del ejercicio
Tiempo: 10 a 15 minutos
Voy a pedir que cierren sus ojos. Estiren los pies sin cruzarlos. Tratemos de relajarnos lo
más posible. Coloquen las manos a lo largo del cuerpo y con las palmas tocando el piso.
Tomamos el aire y exhalamos lentamente (3 a 5 veces). Vamos a iniciar un viaje y nos
vamos a ubicar en un lugar donde yo me sienta tranquilo.
Vamos a recordar cuando teníamos 6, 7 años. Cuáles son los primeros recuerdos que
tengo de mi infancia. Vamos a recordar qué personas nos acompañaban, qué mensajes nos
decían de cómo es o debe ser un hombre. Tratemos de identificar quienes eran las personas
que nos decían esos mensajes. De qué manera nos transmitían esos mensajes, que pasaba
si yo no me comportaba según lo que nos enviaban como mensajes.
Vamos a avanzar en nuestra edad y vamos dejando a un lado nuestra niñez. Emprendemos
un largo viaje y nos ubicamos en la etapa de la adolescencia. Vamos a recordar…. Que
premios recibía por comportarme según los mensajes que nos daban. Nos decían que
ya nos estábamos convirtiendo en un verdadero hombre. Recordemos quienes eran esas
personas que nos decían como debía ser un verdadero hombre.
Vamos a avanzar en el tiempo hasta el momento actual. Que mensajes me dicen ahora
de cómo debe ser un hombre y cómo eso se relaciona con las cosas que hago, con mis
responsabilidades en la casa, en el trabajo y en la comunidad. Qué privilegios tengo como
hombre en esta etapa de mi vida por el hecho de ser hombre. Que cosas me he reprimido
para que no me digan que soy menos hombre, qué cosas me he obligado a hacer como
hombre.
Poco a poco vamos a volver al momento presente. Sentimos nuestro cuerpo. Movemos
lentamente las manos, abrimos lentamente los ojos y nos incorporamos poco a poco.
CANTERA
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Comunicación Popular
De Plaza El Sol,
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