Sei sulla pagina 1di 5

LA GRAN DEPRESIÓN

http://e-
ducativa.catedu.es/44700165/aula/archivos/repositorio//1250/1295/html/23_la_gran_depresin_
y_su_extensin.html

La Gran Depresión, también conocida como Crisis del 29, fue una gran crisis
económica mundial que se prolongó durante la década de 1930, en los años
anteriores a la Segunda Guerra Mundial. Su duración depende de los países que
se analicen, pero en la mayoría comenzó alrededor de 1929 y se extendió hasta
finales de la década de los años treinta o principios de los cuarenta. Fue la
depresión más larga en el tiempo, de mayor profundidad y la que afectó a mayor
número de países en el siglo XX. En el siglo XXI ha sido utilizada como paradigma
de hasta qué punto se puede producir un grave deterioro de la economía a escala
mundial.
La llamada Gran Depresión se originó en Estados Unidos, a partir de la caída de la
bolsa del martes 29 de octubre de 1929 (conocido como Crac del 29 o Martes
Negro, aunque cinco días antes, el 24 de octubre, ya se había producido el Jueves
Negro), y rápidamente se extendió a casi todos los países del mundo.
La depresión tuvo efectos devastadores en casi todos los países, ricos y pobres,
donde la inseguridad y la miseria se transmitieron como una epidemia, de modo
que cayeron: la renta nacional, los ingresos fiscales, los beneficios empresariales
y los precios. El comercio internacional descendió entre un 50% y un 66%.
El desempleo en Estados Unidos aumentó al 25%, y en algunos países alcanzó el
33%.1 Ciudades de todo el mundo se vieron gravemente afectadas, especialmente
las que dependían de la industria pesada, y la industria de la construcción se
detuvo prácticamente en muchas áreas. La agricultura y las zonas rurales
sufrieron la caída de los precios de las cosechas, que alcanzó aproximadamente
un 60%.234 Ante la caída de la demanda, las zonas dependientes de las industrias
del sector primario, con pocas fuentes alternativas de empleo, fueron las más
perjudicadas.5
Los países comenzaron a recuperarse progresivamente a mediados de la década
de 1930, pero sus efectos negativos en muchas zonas duraron hasta el comienzo
de la Segunda Guerra Mundial.6 La elección de Franklin D. Roosevelt como
presidente y el establecimiento del New Deal en 1932, marcó el inicio del final de
la Gran Depresión en Estados Unidos. Sin embargo, en Alemania, la desaparición
de la financiación exterior a principios de la década de 1930 y el aumento de las
dificultades económicas, propiciaron la aparición del nacional-socialismo y la
llegada de Adolf Hitler al poder.
La gran depresión o también conocida como Crisis del 29, se dio antes entre
la Primera y Segunda Guerra Mundial. Terminada la primera guerra mundial, todos
los países comprometidos intentaron recuperarse lo más pronto posible. En Europa
se presentaron muchísimas dificultades, mientras que en los Estados Unidos se
producía una nueva época de prosperidad para el capitalismo, durante buena parte
de la década de 1920.
La falta de planificación y el desequilibrio económico que adquiere caracteres
alarmantes en 1929, se pone de manifiesto en el llamado «Viernes Negro», 24 de
octubre de 1929, en la Bolsa de Nueva York, en que más de 12 millones de acciones
nadie las quería comprar, como consecuencia, las cotizaciones se
desmoronaron. La intervención de los bancos más poderosos no logró detener la
baja y el martes 29 se produce el mayor desastre que haya conocido la bolsa
neoyorkina, pues, se ofrece 33 millones de acciones fuertemente rebajadas. Cundió
el descontento y el pánico. La crisis duró de setiembre de 1929 a enero de 1933; en
cuyo período las acciones y los títulos de la deuda pública bajaron 5 o 6 veces su
valor nominal. En la vida de la nación norteamericana, exceptuando la depresión de
la década de 1870, olvidada desde hacía mucho, no se había producido nada
comparable.
Lo que siguió fue el alza del costo de la vida, la baja de la producción, la eliminación
de las numerosas firmas financieras las quiebras de 5096 bancos, la reducción del
crédito, la desocupación de 13 millones en 1 933, las huelgas y el hambre. Hubo
necesidad de que se dejara de lado la doctrina del liberalismo económico y de que
el Estado dirigiera la solución de la crisis.

CAUSAS DE LA GRAN DEPRESIÓN

1. Sobreproducción industrial.
a. Antes del crack de la Bolsa era evidente que el crecimiento
económico estaba desacelerándose (indicadores como venta de
automóviles, índices de producción, etc., así lo vaticinaban)
2. Crisis de liquidez (falta de recursos monetarios) para hacer frente al pago
de las deudas.
a. Se provoca una cadena de impagos y una espiral de endeudamiento
que provoca el cierre de muchas industrias y bancos.
b. Retirada de inversiones en Europa.
c. Cancelación de créditos a otros países.
d. Se produce un descenso de los precios (deflación).
3. Caída del consumo provocada por el paro y el pesimismo.
a. Disminuye la capacidad adquisitiva de los que habían invertido en
Bolsa.
b. Temor a ser despedido.
c. Caída de los precios agrarios y empeoramiento de la situación de
los agricultores agravada por fuertes tormentas de polvo
(Dust Bowl).
d. Endeudamiento de las familias (compras a plazos)

Las Soluciones a la Crisis

La situación no podía seguir así, pues el nivel tan alto de desempleo no lograba
ser estabilizado. Los primeros intentos de solución fueron ineptos, pues los
gobiernos eran fieles al modelo económico liberal. Hoover fue un gran partidario
de la doctrina, por lo que solo se contentó con dejar que todo pasara, de manera
natural, puesto que la economía podía auto recuperarse. Así no opinaba el
economista británico John Maynard Keynes, quien estaba a favor de una
intervención del estado en ocasiones que así fuera necesario.

1. El liberalismo clásico

Esta corriente postulaba que el estado no debía intervenir en los procesos que se
daban en el sistema político, más que pata reglamentar las acciones posibles
dentro del mercado. Lo mismo debería de ser en las crisis, limitándose a
establecer medidas como las siguientes:
Reducción de la masa monetaria en circulación, de los créditos, gasto público y
salarios. La reducción de los créditos y la circulación monetaria condujo a una
bajada de los precios (por el descenso de la demanda) y a la falta de liquidez, que
se tradujo a su vez en una disminución de la actividad económica.
Descenso de los salarios, con la finalidad de mantener los niveles de empleo. La
realidad, tal y como sostenía Keynes, fue muy distinta, pues el nivel empleo
dependía de otras variables como el consumo y la inversión.
Adopción de medidas de carácter proteccionista de cara al exterior disminuyendo
las importaciones e incentivando las exportaciones.

Sin embargo, estas medidas provocaron mayor desempleo, y menores


posibilidades de capacidad adquisitiva de la población. Además, no se veía ningún
avance por lo que en los países que se aplicó, se realizaron movimientos
populares para destituir al gobierno ineficaz. Tal es el caso de Francia, por
ejemplo.

2. La Propuesta de Keynes

John M. Keynes público en 1936 su “Teoría General sobre el empleo, el interés y


el dinero” donde se dedicó a investigar y dar con las causas que habían producido
la crisis mundial de 1929; en este trabajo también realizaba propuestas sobre las
posibles medidas para solucionar el problema mundial.
“Aseguraba que el motor de la economía habría de sustentarse en la adecuada
relación entre la oferta y el consumo, pues de ella dependían os beneficios
empresariales y la inversión.” En casi ningún país se quisieron aplicar porque
consideraban que sus medidas eran demasiado socialistas, y que estaba en
peligro una posible expansión ideológica. El economista dio a conocer las
siguientes medidas para una recuperación:

Desarrollar una política de inversiones estatales en obras públicas (carreteras,


pantanos, etc.) que sirviese de estímulo a la iniciativa privada a través de la
demanda de cemento, hierro, componentes industriales, etc. La mano de obra
empleada en estas actividades aminoraría el desempleo, incrementaría la masa
de consumidores y estimularía la actividad económica.
Poner en circulación abundante dinero con el fin de estimular una moderada
inflación. El peligro de una alta tasa de inflación sería inexistente en tanto el paro
fuese elevado.
Incrementar los salarios. La reducción de los salarios como medida para mantener
el empleo (defendida por los economistas clásicos) fue refutada por Keynes quien
aseguraba que el empleo no dependía de los salarios sino del consumo y la
inversión. Una disminución de los sueldos de los trabajadores provocaría un
retraimiento que deprimiría el consumo y en consecuencia, la producción.
Intervenir en todos los sectores económicos, regulando la fijación de precios,
salarios, mercado laboral, concediendo subvenciones a las empresas, etc.

3. El New Deal

En el año de 1932, se llevaron a cabo nuevas elecciones en Norteamérica que le


dieron el triunfo a Franklin Delano Roosevelt quien a lo largo de su campaña se
mostró a favor de «la responsabilidad que el gobierno tenía en la búsqueda del
bienestar de los ciudadanos, y anunció una nueva política, el new Deal, destinada
a aliviar los problemas del “hombre olvidado”»
El New Deal “consistía en la regulación de la economía favoreciendo las
inversiones, el crédito y el consumo, lo que permitiría reducir el desempleo. El
gasto público debía orientarse a la seguridad social y a la educación”[5].
Todo el programa se basó en las siguientes leyes y propuestas:
La Banking Act de 1933 mediante la cual se aumentaron las reservas y se
estimuló el crédito para la inversión de las egresas.
La Ley de Obligaciones Federales, por la cual los inversionistas quedaban
protegidos en cualquier posible fracaso.
Además se planeó devaluar el dólar en un 41% con el objetivo de estimular en
gran medida las exportaciones.
La Nacional Industrial Recovery Act de 1933 que impulse la recuperación de los
distintos sectores de la industria, a través de concesiones por parte del gobierno
para que pudieran tener capital sufriente y reiniciar la economía.
El Public Works Administraron de 1935 fue un proyecto destinado a la
construcción de obras públicas que generarían nuevas fuentes de empleo. Así
también en conjunto con la Tennesse Valley Authority se construyeron presas, una
planta hidroeléctrica y reforestación del área. Todo ello llevo al empleo de más de
3 millones de desempleados.
La Agricultural Ajustment Act inicio la recuperación del campo mediante la
disminución de la producción, lográndolo a través de indemnizaciones otorgadas a
los agricultores; con ello se consiguió elevar los precios.
La National Labor Relations Act se encargó de apoyar a los obreros, mediante la
reducción de la jornada laboral e impuso normas acerca del salario mínimo. E esta
manera se impulsaba la capacidad adquisitiva de la población, y se corrigieron as
desigualdades sociales.
Mediante la Social Security Act se dio pie a la seguridad contra el desempleo,
además de la instauración de las pensiones.
Para 1935 se inició una nueva etapa del New Deal con la reelección de Roosevelt;
para 1937 los niveles de producción se habían recuperado como en 1929, pero
aún no se lograba alcanzar la prosperidad de antaño. “El segundo enfrentamiento
bélico mundial habría de ser el factor, que, ante la necesidad de fabricar mayores
cantidades de armamentos, daría un fuerte impulso a la industria.”

Potrebbero piacerti anche