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Estudio nº 17
(Publicado el día 01 de Julio de 2010)
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Asimismo el cristiano, al detectar una deficiencia en su vida espiritual, puede "curarse a si mismo" con
los recursos espirituales propios y adecuados, que le permiten mantener su espiritualidad "saludable".
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1 - Al percibir los primeros síntomas de molestia o dolor, la persona tratará de no darle mucha
importancia; nadie quiere estar enfermo.
2 - Al persistir la molestia, inmediatamente se pondrá a analizar qué puede estar causando esos dolores;
todo tiene un motivo lógico.
3 - Luego sacará sus conclusiones sobre qué es lo que le pasa; auto diagnóstico.
4 - De acuerdo a sus conclusiones buscará en su armario, con un amigo o en la farmacia, el remedio que
le ayude a aliviar su dolor y sentirse sano nuevamente.
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1 - Al percibir los primeros síntomas de problemas espirituales, la mayoría no hace caso o quiere
disimular. Tratan de justificar sus actitudes y emociones, colocando la culpa sobre lo que les sucede, o
les hicieron. Nadie quiere estar mal espiritualmente; a muchos les cuesta reconocerlo y confesarlo. Sin
embargo, esa actitud no salvará del problema; a la corta o a la larga, el demonio que los afecta se dará a
conocer.
2 - Debe identificar que algo anda mal en su vida espiritual. Existen señales negativas, que ayudan a
identificar las deficiencias, por ejemplo: circunstancias malas que vive, enfermedades serias,
manifestaciones de seres espirituales a su alrededor, perturbación y opresión, pesadillas, rupturas en las
relaciones familiares, quiebra económica, tener sentimientos y pensamientos malos con frecuencia, la
falta de frutos del Espíritu Santo, mala comunión con la iglesia, desinterés por la oración y la Biblia,
hacer cosas espirituales "en la carne" sin el respaldo del Espíritu Santo, hacer oraciones y cantar con
mecanismo, de forma automática sin sentir ni pensar lo que dice, hacer cosas que son costumbres en el
mundo, pero que al cristiano no le conviene y desagradan a Dios.
3 - Para lograr sacar a luz todo lo que está mal, hay que orar pidiendo a Dios CONVICCIÓN DE
PECADO, DE JUSTICIA Y DE JUICIO. (Leer San Juan 16:7-13). Si no logra recibir una respuesta de
Dios inmediatamente, no se desanime. Deberá hacer ayunos para estar más sensible espiritualmente, y
reforzar la oración, y lectura bíblica. Muchas veces Dios no se muestra fácilmente, porque desea que
estemos más fortalecidos espiritualmente. Cuando buscamos a Dios sinceramente, él hablará a nuestro
corazón, guiará nuestros pensamientos, nos guiará a una palabra bíblica, enviará alguien que nos hable.
Frecuentemente el Espíritu Santo utiliza los sueños, para mostrarnos lo que sucede. Usted también puede
utilizar las "listas de pecados" que aparecen en la Biblia, para tener una guía de lo que le sucede.
4 - Al entender qué es lo que está sucediendo, buscará escudriñar el problema, discernir la raíz para
hallar su solución. Orar por DISCERNIMIENTO DE ESPÍRITUS, DISCERNIMIENTO DEL BIEN Y
DEL MAL. Esta etapa también podrá llevarle algunos días, aunque usted esté fortalecido
espiritualmente.
5 - Siempre es recomendado hacer una lista: escribir en una hoja lo que está sucediendo, cuál es el
problema, qué tipo de entidad espiritual lo está afectando, cuáles son los sentimientos, y actitudes
negativas que está manifestando, cuáles son los frutos del Espíritu Santo que están faltando, y otras
directrices que Dios esté guiando en el corazón de la persona según cada caso. Esto ayuda a dirigir
mejor la evaluación y las oraciones, para no pasar por alto ni olvidar de orar por algo importante.
6 - Una vez que la persona es consciente de su pecado, o de los espíritus de que está siendo víctima,
deberá tomar las actitudes espirituales adecuadas, para arreglarlo todo.
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GÁLATAS 5:1.
"Estad, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres, y no estéis otra vez sujetos al yugo de
esclavitud."
GÁLATAS 5:13.
"Porque vosotros, hermanos, a libertad fuisteis llamados; solamente que no uséis la libertad como
ocasión para la carne."
GÁLATAS 5:16.
"Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne."
Amén.