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medicamentos
La presión arterial es la fuerza de su sangre al empujar contra las paredes de sus arterias. Cada
vez que su corazón late, bombea sangre hacia las arterias. Su presión arterial es más alta
cuando su corazón late, bombeando la sangre. Esto se llama presión sistólica. Cuando su
corazón está en reposo, entre latidos, su presión arterial baja. Esto se llama presión diastólica.
La lectura de su presión arterial usa estos dos números. Por lo general, el número sistólico se
coloca antes o por encima de la cifra diastólica. Por ejemplo, 120/80 significa una presión
sistólica de 120 y una diastólica de 80.
La presión arterial alta no tiene síntomas. Por ello, la única manera de averiguar si usted tiene
presión arterial alta es a través de chequeos regulares cuando visita a su proveedor de
atención médica. Su proveedor utilizará un medidor, un estetoscopio o un sensor electrónico y
un manguito de presión arterial y tomará dos o más mediciones en citas médicas distintas
antes de hacer un diagnóstico.
La hipertensión arterial ocurre cuando la sangre fluye por las arterias a una presión más alta
que lo normal. Muchos factores diferentes pueden causar hipertensión arterial. Si su presión
arterial sube demasiado o se mantiene alta durante un tiempo prolongado, puede causar
problemas de salud. La hipertensión arterial no controlada lo pone en mayor riesgo de
accidente cerebrovascular, cardiopatía, infarto de miocardio e insuficiencia renal.
o problemas renales
o algunos medicamentos.
La mayoría de las personas que tienen hipertensión arterial no tienen síntomas. Por eso, a
veces se la llama “el asesino silencioso”. Es muy importante que revise su presión arterial
regularmente.
• Mayor edad (cuanto más viejo sea, más probabilidades tendrá de padecer
hipertensión arterial).
• Sobrepeso y obesidad.
• Etnia (las personas negras no hispanas son más propensas a tener hipertensión
arterial que las personas de otras etnias).
• Estrés.
La hipertensión arterial se diagnostica con un monitor de presión arterial. Esta es una prueba
común en todas las consultas médicas. Un enfermero colocará una banda (brazalete)
alrededor de su brazo. La banda está conectada a una pequeña bomba y a un medidor. El
profesional apretará la bomba. Usted sentirá presión alrededor del brazo. Luego, el profesional
se detendrá y mirará el medidor. Aparecerán dos números que conforman su presión arterial.
El número superior es su valor sistólico (la presión sanguínea máxima cuando su corazón está
expulsando la sangre). El número inferior es su valor diastólico (la presión cuando su corazón
se llena de sangre). También puede escuchar al médico o la enfermera decir que la presión
arterial es “120 sobre 80”.
Cuanto más alta sea su presión arterial, más a menudo necesitará controlarla. Después de los
18 años, controle su presión arterial al menos una vez cada dos años. Hágalo con más
frecuencia si ha tenido hipertensión arterial en el pasado.
Diagnóstico y exámenes
• Prueba de aldosterona
Si adoptas estos 10 cambios en tu estilo de vida, puedes disminuir la presión arterial y reducir
el riesgo de enfermedad cardíaca.
Si te han diagnosticado presión arterial alta, tal vez te preocupe tomar medicamentos para
bajarla.
El estilo de vida cumple una función importante en el control de la presión arterial alta. Si
controlas tu presión arterial exitosamente con un estilo de vida saludable, podrías evitar,
demorar o reducir la necesidad de tomar medicamentos.
Aquí te mostramos 10 cambios en el estilo de vida que puedes hacer para disminuir tu presión
arterial y mantenerla baja.
Bajar de peso es uno de los cambios en el estilo de vida más eficaces para controlar la
presión arterial. Si eres una persona con sobrepeso u obesidad, bajar incluso una
pequeña cantidad de peso puede ayudar a reducir tu presión arterial. En general,
puedes reducir la presión arterial aproximadamente 1 milímetro de mercurio (mm Hg)
con cada kilogramo (aproximadamente 2.2 libras) de peso que bajes.
En general:
Estas cifras varían según los grupos étnicos. Pregunta a tu médico cuál sería
una medida saludable de tu cintura.
La actividad física regular (por ejemplo, 150 minutos por semana o unos 30 minutos la
mayoría de los días de la semana) puede reducir la presión arterial en
aproximadamente 5 mm Hg y 8 mm Hg si tienes presión arterial alta. Es importante ser
constante porque si dejas de hacer ejercicio, la presión arterial puede volver a subir.
Si tienes presión arterial alta, el ejercicio puede ayudarte a evitar que se transforme en
hipertensión. Si ya tienes hipertensión, la actividad física regular puede reducir la
presión arterial a niveles más seguros.
Entre algunos ejemplos de ejercicios aeróbicos que puedes intentar hacer para reducir
la presión arterial se incluyen: caminar, trotar, andar en bicicleta, nadar o bailar.
También puedes probar con el entrenamiento por intervalos de alta intensidad, en el
cual se alternan períodos breves de actividad intensa con períodos posteriores de
recuperación de actividad más ligera. El entrenamiento de fuerza también puede
ayudar a reducir la presión arterial. Intenta incluir ejercicios de entrenamiento de
fuerza al menos dos días a la semana. Habla con tu médico acerca de cómo elaborar un
programa de ejercicios.
Llevar una alimentación que contenga gran cantidad de cereales integrales, frutas,
verduras y productos lácteos con bajo contenido de grasa y que reduzca las grasas
saturadas y el colesterol puede disminuir tu presión arterial hasta en 11 mm Hg si
tienes presión arterial alta. Este plan de alimentación se conoce como dieta de
enfoque alimentario para detener la hipertensión (Dietary Approaches to Stop
Hypertension, DASH).
No resulta sencillo cambiar tus hábitos alimentarios, pero con estos consejos, puedes
adoptar una alimentación sana:
• Compra con inteligencia. Lee las etiquetas de los alimentos cuando compres y
cumple con tu plan de alimentación saludable cuando salgas a comer a un
restaurante.
El efecto del consumo de sodio en la presión arterial varía entre un grupo de personas
y otro. En general, limita el sodio a 2300 miligramos (mg) por día o menos. Sin
embargo, un menor consumo de sodio (1500 mg por día o menos) es ideal en la
mayoría de los adultos.
• Lee las etiquetas de los alimentos. De ser posible, elige alternativas con bajo
contenido de sodio de los alimentos y las bebidas que normalmente compras.
• No agregues sal. Tan solo 1 cucharadita rasa de sal contiene 2300 mg de sodio.
Usa hierbas o especias para agregar sabor a tus alimentos.
El alcohol puede ser bueno y al mismo tiempo malo para tu salud. Si bebes alcohol solo
con moderación, generalmente una bebida por día para las mujeres o dos por día para
los hombres, puedes reducir potencialmente tu presión arterial en aproximadamente 4
mm Hg. Una bebida equivale a 12 onzas (355 mililitros) de cerveza, 5 onzas (148
mililitros) de vino y 1.5 onzas (44 mililitros) de licor con una graduación alcohólica del
40 %.
Beber más de una cantidad moderada de alcohol, en realidad, puede aumentar varios
puntos la presión arterial. También puede reducir la eficacia de los medicamentos para
la presión arterial.
6. Dejar de fumar
Cada cigarrillo que fumas reduce tu presión arterial durante varios minutos después de
terminarlo. Dejar de fumar ayuda a que la presión arterial vuelva a la normalidad.
Dejar de fumar puede reducir el riesgo de una enfermedad cardíaca y mejorar tu salud
en general. Las personas que dejan de fumar pueden vivir más tiempo que aquellas
que nunca lo hacen.
Aún se debate la función que cumple la cafeína en la presión arterial. La cafeína puede
elevar la presión arterial hasta 10 mm Hg en personas que no la consumen con
frecuencia. Sin embargo, es posible que las personas que beben café con regularidad
presenten un efecto leve o nulo en la presión arterial.
Aunque no son claros los efectos a largo plazo de la cafeína sobre la presión arterial, es
posible que la presión arterial aumente levemente.
8. Reduce el estrés
El estrés crónico puede contribuir a una presión arterial alta. Es necesario realizar más
investigaciones para determinar los efectos del estrés crónico en la presión arterial. El
estrés ocasional también puede contribuir a una presión arterial alta si tu reacción al
estrés es consumir alimentos poco saludables, beber alcohol o fumar.
Tómate un tiempo para pensar qué es lo que te hace sentir estresado, como el trabajo,
la familia, las finanzas o las enfermedades. Una vez que conozcas la causa de tu estrés,
piensa cómo podrías eliminarlo o reducirlo.
• Enfócate en los problemas que puedes controlar y haz planes para resolverlos.
Si tienes un problema en el trabajo, trata de hablar con tu gerente. Si tienes
algún problema con tus hijos o tu cónyuge, toma medidas para resolverlo.
• Evita los factores desencadenantes del estrés. Trata de evitar los factores
desencadenantes cuando puedas. Por ejemplo, si el tráfico en las horas pico
durante el camino hacia el trabajo te provoca estrés, trata de salir más
temprano por la mañana, o usa el transporte público. Evita a las personas que
te provocan estrés, si es posible.
Las consultas regularles con el médico también son claves para controlar tu presión
arterial. Si tu presión arterial está bien controlada, consulta al médico respecto de con
qué frecuencia debes controlarla. El médico puede sugerir controlarla diariamente o
con menor frecuencia. Si cambias tus medicamentos u otros tratamientos, el médico
puede recomendarte que controles tu presión arterial dos semanas después de los
cambios de tratamiento y una semana antes de tu próximo turno.
Si crees que necesitas apoyo más allá de tu familia y amigos, considera unirte a un
grupo de apoyo. Es posible que conozcas personas que puedan brindarte un empujón
emocional o moral o que puedan ofrecer consejos prácticos para enfrentar tu afección.
1. Agua de ajo
El agua de ajo es una excelente forma de regular la presión arterial debido a que
estimula la producción de óxido nítrico, que es un gas con fuerte acción
vasodilatadora, que facilita la circulación de la sangre y disminuye la presión sobre el
corazón.
Una excelente forma de consumir el ajo es tomando agua aromatizada de ajo o sus
cápsulas a lo largo del día.
Ingredientes
• 100 ml de agua.
Modo de preparación
Además de esta agua, el ajo puede ser ingerido a lo largo del día con la comida, siendo
de más fácil ingestión que el agua. Un buen consejo es agregarle algunos dientes de
ajo al aceite de oliva. Así, siempre que utilice el aceite de oliva, además de consumir
una grasa buena también estará utilizando las propiedades del ajo.
2. Jugo de limón
Un buen remedio casero para controlar la presión alta es tomar una limonada
mezclada con agua de coco porque este jugo posee propiedades diuréticas que ayudan
a regular la presión arterial.
Ingredientes
• 3 limones;
• 200 ml de agua de coco.
Modo de preparación
Mezclar muy bien los ingredientes y beber a continuación. Tomar 1 vez al día.
3. Té de alpiste
Un buen remedio casero para la presión alta es comer, preparar agua de alpiste o
hacer una infusión, debido a que es una alimento rico en antioxidantes y otros
componentes que poseen propiedades vasodilatadoras, ayudando a disminuir la
presión arterial.
Ingredientes
• 1 cda (de sopa) de semillas de alpiste;
• 1 palo de canela;
• 500 ml de agua.
Modo de preparación
Colocar los ingredientes en una olla y dejar hervir durante 5 minutos. Tape la olla y
deje reposar durante 10 minutos aproximadamente, luego puede colarla y beberla a
continuación. Tomar de 2 a 3 tazas de este té por día.
5. Té de flor de Jamaica
La flor de jamaica, también conocida como hibisco, es una planta que ha sido muy
utilizada durante el proceso de pérdida de peso. Sin embargo, esta planta tiene otros
efectos importantes, como la reducción de la presión arterial. Esto ocurre debido a
que es rico en antocianinas, las cuales son flavonoides que ayudan a regular la tensión.
Sin embargo, para obtener mejores resultados se deben utilizar los cálices de las flores
más oscuros. Los cálices son las estructuras que conectan la cola de la flor a los
pétalos. Mientras más oscuras sean las flores, mayor es la cantidad de antocianinas y
mayor será su efecto para reducir la presión arterial.
Ingredientes
• 1 a 2 gramos de flor de jamaica;
• 1 taza de agua hirviendo.
Modo de preparación
Coloque los cálices de la flor de jamaica en el interior de la taza y deje reposar entre 5
a 10 minutos. Después cuele y beba 1 a 2 veces por día, manteniendo por lo menos 8
horas de intervalo entre una taza y otra.
Aunque todavía no existan estudios que comprueben, es posible que el hibisco sea
tóxico por encima de la dosis diaria de 6 gramos. Por lo que se aconseja que no se
aumenta la dosis indicada.
El té de flor de jamaica puede tener un sabor bastante amargo, por esto en caso sea
necesario, puede agregar una pequeña cucharada de estevia o de miel para
endulzarlo.
6. Té de cola de caballo
El té de cola de caballo es un excelente diurético natural que aumenta la producción
de orina y la eliminación del exceso de líquidos en el cuerpo. Por lo que es un
excelente aliado para disminuir la presión arterial en personas que sufren de retención
de líquidos, ya que el exceso de agua en el cuerpo causa más estrés sobre el corazón,
empeorando los casos de hipertensión.
Sin embargo, este té sólo debe ser utilizado puntualmente cuando es difícil controlar la
presión con otros métodos y existe mucha retención de líquidos. Por lo que este té no
debe consumirse por más de 1 semana seguida, ya que también provoca la eliminación
de minerales importantes a través de la orina. Conozca más sobre la cola de caballo y
para qué sirve.
Ingredientes
• 2 a 3 cucharadas de hojas de cola de caballo secas;
• 500 ml de agua hirviendo.
Modo de preparación
Coloque las hojas de cola de caballo en el agua hirviendo y deje reposar durante 5 a 10
minutos. Después cuele y beba tibio. Este té puede consumirse 2 a 3 veces por día.
7. Té de valeriana
8. Té de hojas de olivo
Las hojas de olivo son uno de los mejores remedios naturales para la presión alta,
debido a que a través de la acción de sus polifenoles consiguen regular la presión
arterial y disminuirla, sin causar riesgo de hipotensión, así se hayan consumido en
exceso.
Además de esto, también causan un ligero efecto calmante y relajante que ayudan a
controlar los síntomas en personas que sufren de ansiedad constante.
Ingredientes
• 2 a 3 cucharadas de hojas de olivo secas;
• 1/2 taza con agua hirviendo.
Modo de preparación
Coloque las hojas de olivo en una taza con agua hirviendo, dejándola reposar entre 5 a
10 minutos. Cuele y beba tibio 3 a 4 tazas a lo largo del día.
Además del té, también existe el extracto de hojas de olivo, el cual puede comprarse
en las tiendas de productos naturales bajo la presentación en cápsulas, las cuales
pueden ser consumidas en una dosis de 500mg, 2 veces al día después de las comidas.