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CONVENCIONALISMOS SOCIALES COMO VASE DE UNA ETICA NORMATIVA

En un plano más objetivo, es definido como convencionalismo, según el Diccionario de la


Real Academia Española como una "norma o práctica admitida tácitamente, que responde a
precedentes o a la costumbre." Partiendo de este concepto, se puede definir al
convencionalismo social como reglas de trato externo, normas o prácticas convencionales,
reglas admitidas del trato social y hasta moralidad positiva. Suele definirse como reglas que
imponen en forma de costumbres en la sociedad o en un grupo específico de ella, que
generalmente poseen carácter anónimo, no son coactibles, implican una sanción subjetiva e
indeterminada y persiguen el mejor desenvolvimiento de los miembros de la comunidad o de
una parcela de ella. En este sentido, es menester comprender que la costumbre es el uso,
ejercicio o práctica general de una cosa, es "el modo de obrar que tiene una persona o el
modo de obrar de una cosa". Cuando el uso se extiende y generaliza, se convierte en
costumbre y, ésta, deviene obligatoria. La costumbre entraña actos sociales que se expresan
de dos maneras: como norma jurídica consuetudinaria y como norma de trato social.

Características:

El conjunto de normas de trato social constituye el llamado convencionalismo social: la


cortesía, la delicadeza, la pertinencia, la moda, la buena educación, etc. Es caracterizado
fundamentalmente por los siguientes aspectos:

 Exterioridad: porque regulan aspectos externos de la conducta.


 Es heterónoma: Ya que se presentan por ser reglas de conducta que la sociedad ha
establecido para la acatamiento de sus miembros, estos elementos los hace variables
de país en país, de estado en estado, dentro de cada sociedad.
 Es Unilateral: Frente al sujeto obligado no va a existir otra persona facultada para
reclamarle la obediencia de lo establecido en la norma.

Cabe destacar culturalmente, que algunos reprochen a otro con la expresión "mal educado" o
algo como "que mal educado ese señor". Estas son las llamadas normas sociales que en este
sentid, nada tienen que ver con la moral. La forma de tomar la comida, la forma de
comportarse en público y todas esas normas que muchos habrán oído que aparecen en el
"Manual de Urbanidad" del maestro Carreño, esas no son normas morales, ni religiosas, que
son otra de las clases de normas conocidas fuera del mundo del derecho. Esas normas
sociales, esas formas de comportamiento, que no llegan a ser morales, nada tienen que ver
con la ética o moral de la persona, ni con su religión y si más bien con la cultura. Aunque
muchas de esas normas son universales, otras son comunes a etnias, culturas y sociedades.
Por ejemplo, muchos han oído que es gesto que guste la comida el eructar en otras culturas,
cuando en la nuestra es un signo de mala educación. Es costumbre también, antes de iniciar
la comida desear "buen apetito" o "buen provecho" a los comensales, mientras que en otras
culturales no se acostumbra.

Importancia del Convencionalismo Social:

El estudio de los convencionalismos sociales, es de gran importancia para la mejora de la


sociedad, ya que son reglas que aparecen basadas en la costumbre, una especie de
mandatos que surgen de la colectividad y que son necesarios llevar a cabo dentro de la
misma.
JUICIO ETICO Y EL JUICIO MORAL

Juicio ético:

Un juicio ético es la facultad de razonar y determinar qué acción, conducta o actitud es la más
adecuada, de entre un conjunto de alternativas, en función del sistema de valores que
compartimos con la sociedad donde vivimos.

En este sentido, el juicio ético es aquel que nos permite identificar, en una situación o
circunstancia determinada, cuál es el dilema ético que se nos plantea, y, en consecuencia,
nos ayuda a analizar cuál de las opciones con que contamos es la que más se ajusta a
nuestra situación, siempre teniendo en consideración el marco del sistema de valores morales
en que nos encontramos. Asimismo, el juicio ético nos indica cuál es el modo más
conveniente de aplicar nuestras determinaciones a la hora de solucionar el problema al que
nos estemos enfrentando.

De allí que el juicio ético sea una herramienta fundamental para la toma de decisiones,
especialmente cuando necesitamos optar por la más acorde en relación con aquello en que
una sociedad se identifica con lo bueno o lo malo.

La importancia de desarrollar la capacidad para el juicio ético radica en que nos posibilita
discernir de manera más eficiente las razones que justifican nuestras decisiones, así como
comprender mejor dónde se encuentra el problema ético y cuál es su solución más adecuada.

Ejemplos de juicios éticos los encontramos a lo largo de nuestras vidas. Por ejemplo, en la
escuela nos forman para hacer juicios éticos en relación con aquellas acciones que
convengan mejor a nuestros propósitos de ser personas honradas y honestas. De allí que
hacer carrera en el mundo del crimen o del narcotráfico sean opciones frente a las cuales nos
enseñan a reflexionar sobre las consecuencias que acarrean. En ese sentido, un juicio ético
establecería que el crimen tiene consecuencias atroces en nuestras vidas y las vidas de
nuestros seres queridos y, en consecuencia, por nuestro bien y el de nuestros más cercanos,
no debemos contemplar esa opción.

Juicio moral:

Juicio moral es un acto mental que permite diferenciar entre lo correcto o incorrecto. Es una
valoración que la persona realiza frente a una acción juzgando si es buena o mala.

El juicio es la facultad de entendimiento que permite discernir y juzgar mientras que la moral
es relativa a las conductas de las personas desde el punto de vista de la bondad o maldad, es
por ello que el juicio moral es la aptitud de cada persona para afirmar o negar el valor moral
de una situación determinada.

En principio es en el hogar en donde enseñan cuales son los valores morales, luego las
instituciones educativas y por último el medio ambiente que nos rodea. Asimismo, el juicio
moral se va formando en base a las experiencias vividas de cada persona que van evaluando
lo que es correcto dentro de una sociedad, por medio del juicio moral se establece si una
acción carece de principios éticos o contraría a los mismos.
El juicio moral está comprendido por 3 elementos; el objeto está referido por la conducta
elegida por el sujeto, las circunstancias es el grupo de condiciones que acompañan el acto y
la intención es aquello por el cual el hombre realiza una determinada acción.

La moral como ya fue alusivo es el conjunto de valores, creencias, principios, normas de una
sociedad o personas y en contraposición a lo referido se observa el término de inmoral que es
todo aquello que contradice a la moral y a las buenas costumbres.

En referencia a lo anterior se debe destacar que en muchas ocasiones lo que es moral para
una persona puede ser un acto inmoral para otro sujeto, por ejemplo una adolescente de 16
años que aborte debido a que para ella su futuro se ve comprometido, para una persona ese
acto puede ser inmoral ya que va en contra de los principios de la religión católica y a su vez
está matando a una vida pero para otros pueden ser un acto moral ya que la persona tiene
derecho de elegir como va enfrentar su vida.

La moral en filosofía intenta formular una teoría del comportamiento humano y analizar las
razones que se tienen al actuar, es decir, la moral busca elaborar un sistema comprensivo de
principios que guie las acciones del hombre, de lo bueno y lo malo, lo justo y lo injusto, de lo
correcto o incorrecto. La moral filosófica la posee aquel que actúe acorde a unos principios
filosóficos y no el que hable de una forma y actúa de otra.

El juicio moral es lo que permite al ser humano determinar lo que es bueno y malo, justo e injusto,
correcto e incorrecto de una situación o conducta determinada. Es la capacidad que permite estimar o
evaluar sobre las acciones o relaciones humanas en referencia a un valor moral. En cambio, el juicio
ético estudia las normas y valores morales impuestos por una sociedad e investiga las razones que
justifica un sistema moral y como se ha de aplicar en el individuo y a nivel social.

Diferencias entre juicio ético y juicio moral

El juicio ético y el juicio moral son cosas diferentes. Mientras que el juicio ético supone la
consideración razonada de las consecuencias éticas de una acción, determinación o
conducta, en relación con el sistema de valores y reglas que una sociedad comparte; el juicio
moral se refiere más bien a la facultad de juzgar y valorar una acción, determinación o
conducta, en función de si es correcta o incorrecta y de si sus consecuencias son buenas o
malas. En este sentido, el juicio ético se enfoca en el raciocinio, en la capacidad para
reconocer un dilema ético y para determinar cuál es la manera más correcta de actuar en
relación con nuestro sistema de valores y con las alternativas que poseemos, mientras que el
juicio moral se limita a hacer valoraciones positivas o negativas en torno a acciones o
conductas.

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