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PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATÓLICA DEL ECUADOR

FACULTAD DE CIENCIAS HUMANAS

Estado, Interculturalidad, Género y Poder

NOMBRE: Carlos Bohórquez

ESCOJA Y DESARROLLE TRES DE LAS SIGUIENTES PREGUNTAS. (Mínimo dos hojas por pregunta)

1. Analice el conflicto del TIPNIS en Bolivia a partir de las categorías de interculturalidad y


territorio y problematice la relación entre las comunidades indígenas ancestrales y
aquéllas que forman ahora parte del Estado Boliviano.

El conflicto de TIPNIS (Territorio indígena y parque nacional Isiboro-Secure) con el gobierno es un


problema no solo de índole ecológico o de territorialidad, sino que atañe al peligro de
desaparición de diversas etnias, y esto refiere a un problema estrictamente intercultural. El
problema de la interculturalidad, que desde los noventas ha tomado mayor vigencia en tanto los
pueblos indígenas han tomado conciencia de sus costumbres y orígenes gracias a los “proyectos
educativos criollos” que han intentado introducir una sola directriz cultural, abocándose
abiertamente al fracaso, en tanto el indígena “recuperaba” su conciencia andina; todo ello ha sido
un proceso que ha significado un “roce” cultural y territorial con los gobiernos de turno
(sosteniéndose en la estructura del Estado, o en las corporaciones trasnacionales que mantienen
aquellos que carecen de esa estructura) que no respetan las instituciones indígenas en tanto
mantienen sus “estructuras de representación”; el ejemplo de ello es la violación de esas mismas
“estructuras de representación” garantizadas en la Constitución política del Estado boliviano (CPE)
(ver art. 403, 3, 7 y 2) que aluden a una demanda por el reconocimiento de las instituciones por
parte del Estado. Sin embargo, la explotación y la extracción, camufladas por el discurso del
progreso (el discurso que alude a la construcción de la carretera Villa Tunari-San Ignacio de Moxos
que atraviese el TIPNIS) acaban con las etnias chimanes, mojeños y yurakarés, en tanto violan sus
instituciones andinas. Ahora, ¿cuáles son las motivaciones por las que el gobierno boliviano
incurra en una violación de estas instituciones indígenas? Y ¿en qué medida afectan ello a la
cultura y el territorio andino? Además, ¿sólo el gobierno es responsable de esta afectación?

El problema intercultural se debe a la no-reconciliación de las formas de vida de las sociedades


indígenas con las formas “occidentales” de vivencia que se observan en el sur del TIPNIS. A ello
alude el problema de los principios, en la que ambos actores tienen un significado distinto, aunque
el significante (la naturaleza, la infraestructura, etc) estén ahí. Los pueblos andinos defienden su
cultura con la llamada “convivencia armónica con la naturaleza”, algo que las sociedades
“occidentalizadas” del sur del TIPNIS (específicamente en el “polígono 7”) no comprenden debido
a la colonización cultural, aquella aculturación producto de un ofrecimiento que realiza una
modernidad efectiva en supuesto beneficio individual-colectivo. Los mecanismos de la
aculturación, pueden ser violentos o simplemente engañosos. La infraestructura, en tanto supone
una mejora a las condiciones de vida de sus presuntos beneficiados, es simplemente el
instrumento para el aumento de la producción agrícola de la zona, y que pare ello es necesario el
consumo y la extracción de recursos renovables y no renovables del TIPNIS. Todo este “progreso
lineal” desconoce y anula inmediatamente cualquier veleidad auto-determinadora de estos
pueblos, en tanto se ven imposibilitadas en consolidar sus instituciones territoriales y el
reconocimiento de las mismas.

Pero, ¿cómo el estado imposibilita la auto-determinación de estos pueblos, el no reconocimiento


de sus instituciones territoriales, si ellas están garantizadas en el CPE? Todo ello alude al problema
de la representación política. Si el Estado controla todos los medios de representatividad política,
ejerciendo ciertas estrategias no-éticas , puede anular la representación de otros y ello se debe a
las medidas legislativas que el gobierno ha realizado para no solo encubrir el malestar de estos
pueblos, sino para legalizar el proyecto carretero Villa Tunari-San Ignacio, por medio de la Ley 222
de Consulta. Aquí el problema se alude a la territorialidad. La aniquilación de ciertas comunidades
autónomas se debe a la “invasión colona” que supervisa la producción de alimentos y de la hoja de
coca en la zona (tal como sucedió en el polígono 7). El territorio amenazado, y la violación de
ciertos reglamentos que insta a proteger y preservar el TIPNIS aluden a una confrontación que
tiene dos directrices: 1) El Estado y la “sociedad colona” contra la cultura de los pueblos indígenas,
en tanto amenazan sus “principios de convivencia con la naturaleza” en tanto atenten con la vida
de la “madre tierra”. Las costumbres de estos pueblos están atravesadas por la naturaleza en
tanto cofluyen tanto ésta como la comunidad en sus ritos y saberes ancestrales; 2) El Estado y la
“sociedad colona” contra el territorio indígena, en tanto se traducen a unas invasiones y
agresiones que poco a poco devienen en un etnocidio solapado, en tanto impiden un desarrollo
social y económico que tiene que ver con el derecho de decidir sobre sus prioridades humanas. El
territorio despojado significa un etnocidio.

2. Haga un análisis de la visita a la Comuna La Tola Chica a partir de las categorías de


Estado, Interculturalidad, género y territorio trabajadas durante el curso.

ESTADO:

La relación del estado con una comunidad nacional se basa en las relaciones de los mismos, ya que
una comunidad nacional y un estado tienen diferentes dinámicas socio-culturales, económicos,
etc. Para comprender estas relaciones, es necesario abordar el tema del Estado; Tapia define al
Estado de derecho como un estado diseñado y gobernado según leyes, como una constitución y el
uso de esa constitución para producir leyes, De aquí se arguye que el Estado hace y aplica ciertas
leyes que rigen en un determinado territorio nacional. La cuestión de la nación con el Estado se da
cuando aquella, por medio de procesos históricos, deviene en aquella, a saber, que el Estado-
nación se constituye por un cierto factor histórico que no permite que la cultura, las costumbres e
incluso el idioma no queden inmovilizados, sino que está en constante movimiento, y este
movimiento siempre lleva enquistada la semilla de la aniquilación (una constumbre o un precepto
moral quedan proscritas o superadas) El Estado-nación moderna pretende ser ante esta verdad, el
momento final o culminante del proceso histórico, es decir, el alcance último que refleje entre una
nacionalidad y un territorio, la superación de las exclusiones e inclusiones, que conllevan a la
homogeneización cultural dentro de un territorio. El Estado moderno permite que estos procesos
de homogeneización se lleven a cabo.

La relación descrita es la forma en la que un Estado-nación debe superar las diferencias nacionales
de su territorio, por medio de la homogeneización. Usualmente el Estado de derecho posee una
faceta democrática, que solo devela el aspecto político, cuyo reflejo (en teoría) es una pluralidad
en las instituciones y una incesante participación democrática en el proceso de toma de
decisiones, Tapia enfatiza unas relaciones de orden formal entre la ley, expresada tanto en el
Estado de derecho, como en el régimen democrático, siendo aquella la que subyace en las
relaciones Estado-naciones, una verticalidad, y aquella la que garantiza supuestamente la
pluralidad y la igualdad real. Tapia cree que existe una pugna entre la ley de orden estatal y de
orden democrático, las cuales dan como resultado las diferentes crisis de estado, que el intelectual
analiza desde la realidad boliviana del momento.

Tapia cree que la mayor correspondencia entre el Estado y las nacionalidades andinas se deben
dar en la acción política, pero que en la realidad no se ve reflejada dentro de la contradicción
interna de la en el aspecto legal del Estado-nación, sin embargo, aquella imagen de un Estado
Nacional consciente de las realidades nacionales no se vea reflejado en la práctica, no quiere decir
que su relación está únicamente enmarcado en la contradicción interna. Hay una contradicción
externa entre el Estado y la comunidad nacional, cuestión que es explicada en las relaciones
interculturales y las relaciones de poder.

• INTERCULTURALIDAD:

El análisis del Yo con el otro, es sin duda, el tema más trascendental del estudio de la
interculturalidad. La relación entre una cultura predominante y una cultura agonizante es una
cuestión crítica que alude a una relación diferenciadora y superadora de un yo sobre el otro; el
proceso de aniquilación de una cultura dominante a otra es un proceso de no-afirmación de la
diversidad, en la que, para Bolivar Echeverría, es la “necesidad de consolidr a todos los humanos
en una masa obediente, más homogénea y más dócila a las exigencias del orden social actual”.
Aunque haya ciertas diferencias constitutivas en el proceso de homogeneización realizado entre el
estado-nación y la cultura dominante, en esencia la cuestión es similar, aunque ciertos aspectos
identiditarios de una colectividad fuerte sobre la de los débiles, se basa en un proceso lento de
aniquilación, en el sentido de que a una comunidad llega a sobre-saturarse de elementos
identiditarios ajenos (un primer paso para llegar a lo que Echeverría denomina como blanquitud)
que llevan a la supresión de la identidad “originaria” de una comunidad.

Las nacionalidades andinas han tenido que soportar este proceso de superviviencia frente a la
cultura dominante, es importante acotar, las maneras en cómo estas nacionalidades han hecho
frente a la cultura modernizada, y uno de ellos es el fracaso del proyecto educativo criollo que
alude Galo Ramón. Para comprender aquello, es necesario entender el sincretismo cultural entre
la cultura europea-española y la andina, de la cual Galo Ramón mencionaba que las concepciones
religiosas indias no fueron penetradas por el cristianismo, la cual fue el germen culminante que
estando en un proceso de reposo a lo largo de los siglos, fue reactivado por la escolarización, la
enseñanza del español y la introducción del vestido por parte del andino. Galo Ramón enfatiza que
el fracaso del proyecto criollo se debió más a una revitalización india , que fortaleció a los
indígenas en comunidades nacionales, ya que por la educación recibida tuvieron conciencia de sus
culturas ancestrales, la cual fueron reveladas en un contexto de recuperación, además de la
depuración de elementos foráneos criollos-mestizos, que finalmente hizo que fracasara el
mestizaje nacional, momento final de la homogeneización. La defensa de la diversidad, y la
autodeterminación de un pueblo andino viene de una conciencia “tradicional andina” que no se
vió minada y aniquilada completamente por el proceso de cristianización, aunque las
nacionalidades andinas son conscientes que de usan sus “tradiciones, territorios y costumbres”
para legitimar su reclamo de una nacionalidad (proclamando un Estado plurinacional), es decir,
traducen su situación social, cultural, religiosa, etc., en herramientas concretas para efectivizar
una acción política.

En el aspecto étnico y racial, primero es importante acotar la existencia de diferencias


constitutivas entre una cultura dominante-moderna y otra comunitaria y ancestral. El aspecto
racial, si bien, ha quedado “superado” por las nuevas reformas educativas (inclusión,
discriminación positiva, etc.), aquella es repotenciado bajo la faceta de la diferenciación étnica.
Para entender lo expuesto es necesario entender la noción de etnia. Para Najenson, aquella
conlleva dos dimensiones: una histórica y otra teórica. Tanto la una como la otra son usadas para
describir que ella es incompatible con cualquier veleidad racional propuesta por ciertos modelos
políticos de occidente. Desde el historicismo, pasando por el marxismo, hasta la antropología
moderna, se ha hablado de las nociones de “etnia” tan dispares que incluso se llego a dudar de
una no conexión entre la etnia y la conciencia política. El autor de estas lineas comparte la noción
de “etnia” como el “despertar de una conciencia” frente a un peligro foráneo (capitalismo,
nacionalismo burgués, Estado, etc.), de allí que cuando se habla de etnia, se está hablando del
momento en que aquella toma conciencia para sí misma y de otro. Por esa razón, Najenson
delimita históricamente a la “etnia” como una oposición a la nación en el auge del capitalismo,
que reafirma su “identidad étnica” como un primer proceso que devela una conciencia, frente a la
nación que ya tiene en su conciencia un proceso histórico que subyace a una cultura en sus
procesos de superación . La razón por la cual no se ha precisado el concepto de “etnia” en la que
es calificado de ambigua, es que ella es pensada desde una contraposición contra algo (clase,
nación, Estado), hablando en el aspecto teórico-político. Y en el aspecto histórico, se halla en
contraposición al eurocentrismo, cuyas primeras escuelas alimentaron la oposición cultural entre
el observador (elemento de la antropología práctica) y el observado.
Bajo esta luz, el concepto de etnia es simplemente la identificación de un yo frente a otro
amenazante bajo una asignación de orden cultural, a diferencia de la nación (en dónde surge el
problema de la raza), la etnia puede cambiar su posición, ya que sus atributos culturales siempre
están en movimiento (de ahí su ambigüedad). La cuestión racial enfrenta su decadencia por medio
de la identificación con una etnia o una clase social, a saber, que la raza necesita del concepto de
etnia para tener un referente concreto, aunque móvil; pero la etnia no comprende aquella
diferenciación racial, que se presenta como absoluta, porque ella misma es una identidad relativa
que siempre tiene que revisar sus presupuestos. Un ejemplo: Echeverría explica que la blanquitud
es la apariencia “blanca” que bajo el crisol de la raza no llega a potencializarse por no tener un
referente concreto, sino que necesita de la identidad étnica o de clase social, para poder definirse
en su blanquitud. La identidad ideal del “blanco” ya no se ve predispuesto por la cuestión racial y
nacional, sino por la identidad de una clase que le ubica en el “humano estándar moderno y
capitalista”. La realidad de la comunidad andina es prácticamente lo mismo. La identidad étnica va
predispuesta por el movimiento que obliga a una identidad volver a sus presupuestos y a
modificar su forma particular de conciencia, ya que, aquello que le niega (la nación, el Estado, la
corporación capitalista) también presenta movimientos determinados por sus horizontes
históricos.

• GÉNERO:

La cuestión del género subyace a los problemas de la interculturalidad desarrollados más arriba, se
enfatiza específicamente en la no-diferenciación de la diversidad y en un lento proceso de
homogeneización que tiene su origen en la colonización. Los roles de género en una comunidad
andina obedece a una lógica de recirprocidad entre los dos sexos, que en el momento de su
asignación es manifestado en la práctica en cuanto configura la estructura de la sociedad
comunitaria. Silvia Federeci explica que el rol de las mujeres en las comunidades andinas
prehispánicas fueron fundamentales para que estimulen una rebelión de la comunidad contra el
imperio español, y que a la llegada del sistema cristiano (misógino) en la cultura andina, la mujer
pierde su poder intra-extra temporal, y deviene en mera empleada doméstica o agricultora al
servicio del encomendero; de todo ellos se infiere que la mujer ha tenido un papel importante en
la comunidad andina, que frente a la realidad moderna de la sociedad occidental, la mujer es
vedada a un proceso de no-diferenciación, es decir una homogeneidad que la va “des-
naturalizando”. La conciencia del feminismo moderno frente a la reciprocidad en los roles de
género de la sociedad capitalista-moderna responde a una cuestión estrictamente en el orden de
lo aparente, cual manera de relegar sus fundamentos sobre el género en el reconocimiento de
esta acto de conocimiento que se reconoce en las estructuras de la subjetividad pensante. La
certeza es inexistente, aunque ella se deja presentar únicamente en el ámbito de la subjetividad.
Es importante recalcar que la subjetividad elabora sus fundamentos que no puede derivar de
ningún fundamento fuera del yo pensante, de ahí que pensadores existencialistas cayeran en
cuenta de la presencia de un nihilismo, cual individualismo, que solo da cuenta de su pura
capacidad y no de su relación frente a otro. Frente a la modernidad, el género en la comunidad
andina va confirmada en “la verdad de la reciprocidad”, el cual siempre tiene una experiencia que
no conocía.

• TERRITORIO

las relaciones de poder se habla en el orden de verticalidad que tiene tanto el Estado con la
comunidad; ya se había aludido el tema de la relación entre una cultura dominante y una
dominada a punto de desaparecer. El orden que el poder ejerce, siempre será de índole
instrumental. La caracterización principal del poder es la relación real y concreta que tiene un ente
dominante fuerte sobre el dominado o el debilitado. Ejemplo de ellos es el capitalismo global que
hace uso de ciertas empresas en los países del “tercer mundo” que se dedican a extraer materia
prima para la elaboración de productos ofertados en el mercado mundial. La relación entre el
mercado y el extractivismo da cuenta de ciertas condiciones productivas que benefician a aquellos
que tienen los medios y modos de producción, en detrimento de las comunidades que al verse
despojadas de su territorio, mantienen una relación de lucha contra estas trasnacionales. Esta
relación de luchas se ve traducido por el poder, que en su ejercicio, ella da cierta apertura para
que el beneficio económico llegue en manos de la minera.

Otra relación de poder es que a partir de la necesidad del Estado nación en obtener aquella
riqueza nacional, propone la educación de estas comunidades con la finalidad de dar apertura al
desarrollo tecnológico en zonas “inhabitables”, a nuevos modos de producción y nuevas
estructuras de autoridad que las comunidades indígenas anteriormente desconocían. El proyecto
nacional criollo (del que se habló más arriba) ahora es indispensable para que los indígenas
conozcan las “virtudes” de ser ciudadano de un Estado-nación, debilitando sus formas
económicas, sociales y políticas, por el simple hecho de ser autónomas y de “parar” el progreso
nacional. Las injerencias que la modernidad tardía llega a las comunidades carcomen poco a poco
las relaciones sociales de la comunidad andina, ejemplo de ello son la inclusión de la globalización
por medio de la tecnología, la sobre-saturación de información, nuevas formas de aculturación,
etc., ya no dependen del estado nación, sino del fenomeno globalizador que poco a poco aniquila
la relación social, y ello está dado desde el aspecto “novedoso” del moderno, cuya causa es difícil
de determinar.

3. Haga un análisis crítico de la lectura Modernidad y Blanquitud de Bolívar Echaverría


poniéndolo en relación con las temáticas tratadas durante el semestre.

BIBLIORAFÍA

Federeci Silva. (2004) Calibán y la Bruja. Ediciones Traficantes de Sueños. Madrid España

Echeverría Bolivar, Modernidad y Blanquitud. Documento electrónico.


Najenson jose Luis. (1982) Etnia, clase y Nación en América Latina. Pan American Institute
Geography and History.

Tapia Luis. El Estado de derecho como tiranía

Tapia Luis. (2007) Una reflexión sobre la idea de Estado Plurinacional CIDES, La Paz-Bolivia

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