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Recuperación del segundo periodo

Juan Estaban Santa Salazar

Colegio Príncipe de Paz


Tuluá-Valle
2019
Recuperación del segundo periodo

Juan Estaban Santa Salazar

Trabajo de Recuperación de Religión

Nombre del profesor:


Diego Puerta

Colegio Príncipe de Paz


Tuluá-Valle
2019
La doctrina del amor.

La doctrina social de la iglesia está basada en el amor que Dios y Jesús.


Cristo entrega a cada uno, dando un ejemplo a seguir para llegar a la puerta de
salvación y la vida eterna. Todas las enseñanzas que da la iglesia se fundamentan
en el evangelio haciendo que el ser humano experimente un encuentro con
Jesucristo transformando su vida, iluminando su mente y llenando de amor su
corazón.
Respeta la dignidad de la persona y fomenta su dignidad integral, toda persona ya
sea que tenga condiciones económicas y sociales precarias, esta porta una dignidad
innata por lo tanto merece ser respetada también siendo consciente de que cada
persona es una creación única y perfecta de Dios.
El bien común para vivir en completa armonía en una sociedad consiguiendo el logro
más pleno de paz de los hombres deben desarrollar el acto del bien común ya que
teniendo una buena armonía en una sociedad esto contrae sentimientos de
seguridad, de amor y felicidad.
Como la ley natural de vida en todas las sociedades las personas más sabias deben
de ponerse en una actitud de ayuda, apoyo y fortalecer la sabiduría de los menores
y estos por su parte deben de actuar de una manera en la cual les ayude a entender,
a aceptar y aprovechar todas las ayudas que pueden recibir de personas más
sabias.
La finalidad de la doctrina social de la iglesia es de ser luz en el mundo universal, la
luz del mundo es Jesús y la iglesia debe reflejar a la sociedad la luz de cristo e
iluminar a los hombres que están perdidos atreves del evangelio.
El amor y el matrimonio.

Los hombres y las mujeres que consideran el matrimonio anhelan ciertas cosas.
Desean ser aceptados incondicionalmente el uno por el otro. Quieren que su
matrimonio esté lleno de amor y felicidad. Desean una familia. En resumen, quieren
que su matrimonio sea una fuente de dicha y satisfacción para toda la vida.

El plan de Dios para el matrimonio, desde el momento en que creó a los seres
humanos como hombre y mujer, siempre incluyó estas características y muchas
otras. Este deseo y esta capacidad, del hombre y de la mujer, de crear un vínculo
duradero de amor y de vida matrimonial están inscriptos en su naturaleza.

En el Ritual de Matrimonio (1969) se pregunta, al hombre y a la mujer, si se amarán


fiel y plenamente, es decir, si amarán como ama Dios. “¿Han venido aquí a contraer
matrimonio por su libre y plena voluntad y sin que nada ni nadie los presione?”,
pregunta el obispo, el sacerdote, o el diácono. “¿Están dispuestos a amarse y
honrarse mutuamente en su matrimonio durante toda la vida? ¿Están dispuestos a
recibir con amor los hijos que Dios les dé, y a educarlos según la ley de Cristo y de
su Iglesia?” Todas ellas son diferentes maneras de formular la misma pregunta
esencial: ¿Estás listo para aceptar a esta persona, y todo lo que puede producir esta
unión, completamente y para siempre?

Los esposos sellan su amor y su compromiso mediante su unión sexual. Hoy en día
es difícil, para muchos, comprender qué profunda y significativa es esta unión, cómo
encarna estas promesas del matrimonio. Nuestra cultura a menudo presenta el sexo
como una mera recreación, no como un encuentro profundo e importante entre
esposos. Según esa opinión, ser responsable sexualmente significa simplemente
limitar las consecuencias — evitar las enfermedades y utilizar anticonceptivos para
impedir embarazos.

Éste es un enfoque cultural empobrecido, y hasta triste. No da cuenta de las


verdaderas necesidades y de los deseos más profundos de los hombres y las
mujeres. La aceptación de este enfoque ha causado gran soledad y sufrimiento. El
plan de Dios para la vida y el amor matrimonial es mucho más rico y más
satisfactorio. En él la sexualidad es una fuente de dicha y placer, que ayuda a que
los esposos se entreguen el uno al otro, plenamente, durante toda la vida.
Las clases de unión marital.

Matrimonio católico: La iglesia católica profesa la unión de las personas por


la bendición de Dios, solo es válida la unión de un hombre y una mujer de
esta forma. Los contrayentes deben encontrarse bautizados, confirmados y
deben haber tomado la primera comunión para recibir este sacramento. La
celebración la realiza un sacerdote o un diácono. Según la creencia religiosa
es natural del ser humano la unión, en tanto el Génesis expone que Dios los
creó hombre y mujer. Así es como una vez unidos en el matrimonio no pueden
divorciarse según esta religión, y solo cabe la anulación del matrimonio en
caso de mentira grave por alguna de las partes, violación o maltrato que
pueda poner en riesgo a alguna de las partes.

Matrimonio civil: Este tipo se celebra como un contrato dentro de lo civil del
derecho, las partes intervinientes deben expresar su libertad para contraer
matrimonio y su voluntad de forma explícita.

Matrimonio falso: El falso matrimonio o matrimonio nulo se da cuando la


celebración del contrato posee algún tipo de vicio. Por lo tanto, la celebración
no es más que una puesta en escena no válida.

Matrimonio consentido: Este tipo de matrimonio se presenta cuando dos


personas desean unirse en matrimonio y sin impedimento alguno celebran la
unión.
Matrimonio concertado: En este caso los contrayentes no tienen la opción
de aceptar ni de negarse, simplemente deben hacerlo por orden de sus
padres. Es común en algunas culturas como en la India que desde pequeños
los padres arreglen o pacten un matrimonio entre un niño y una niña que ni si
quiera saben con exactitud el significado. Muchas veces las niñas son
casadas con hombres mucho mayores y obligadas a tomar las
responsabilidades de esposa a edades tempranas.
Matrimonio por convivencia: En este caso el matrimonio no es válido para
la Ley, la pareja convive tal y como si estuviesen casados, pero omitiendo la
celebración del matrimonio.
Matrimonio forzado: La voluntad de las partes no es considerada para la
celebración de este matrimonio, de hecho, se realiza sin su consentimiento y
en contra de su voluntad.

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