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29 DE MAYO DE 2019

MONOGRAFÍA
LA DELINCUENCIA JUVENIL

INSTITUCIÓN : SENCICO

CARRERA : GEODESIA Y TOPOGRAFÍA

AUTOR(A) : KAREN MARTINEZ MARTIN

ASESOR(A) : ANA ROSA GUEVARA RODRIGUEZ

MATERIA : TÉCNICAS DE COMUNICACIÓN

CIUDAD : TRUJILLO
INDICE
INTRODUCCIÓN....................................................................................................................... 2
1. DEFINICIÓN DE DELINCUENCIA ................................................................................ 3
2. FUENTES DE LA DELINCUENCIA ............................................................................... 4
3. TEORÍAS QUE JUSTIFQUEN LOS ACTOS DE UN DELINCUENTE ...................... 5
3.1 TEORÍAS BIOLÓGICAS .......................................................................................... 5
3.2 TEORÍAS PSICOLÓGICAS ..................................................................................... 6
3.2.1 FACTORES FAMILIARES............................................................................... 6
3.2.2 FACTORES EDUCATIVOS............................................................................ 10
3.2.3 FACTORES SOCIALES .................................................................................. 12
3.2.4 AMISTADES ..................................................................................................... 13
3.2.5 LAS DROGAS ................................................................................................... 14
4. CASOS ............................................................................................................................... 14
4.1 EL HOGAR ............................................................................................................... 15
4.2 LA ESCUELA PRIMARIA...................................................................................... 17
4.3 LA ESCUELA SECUNDARIA ................................................................................ 18
4.4 EL MUNDO LABORAL .......................................................................................... 19
5. CONCLUSIONES ............................................................................................................. 20
6. REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS ............................................................................ 21
6.1 BIBLIOGRAFÍA ....................................................................................................... 21
6.2 LINKOGRAFÍA ........................................................................................................ 21
ANEXOS .................................................................................................................................... 22

DELINCUENCIA JUVENIL 1
INTRODUCCIÓN

La delincuencia es un fenómeno que cada vez cobra mayor relevancia en Trujillo y en


todo el país, especialmente porque los más implicados son los adolescentes y jóvenes. En
los últimos años se ha reportado que el aumento de la delincuencia crea una enorme
percepción de inseguridad y temor en la sociedad. Por lo cual el objetivo principal del
trabajo a realizar es informar a los padres de familia acerca de los factores que más
influyen para entrar al mundo de la delincuencia, tratar este tema es de suma importancia
para que así ellos sepan cómo ayudar a sus hijos y prevenir que en un futuro sus hijos
entren en esos pasos.

Hoy por hoy a la población lo que más le preocupa es la delincuencia, más incluso que
la falta de oportunidades laborales. Es por eso que nuestro problema a investigar es
¿Cuáles son los factores que influyen en la delincuencia juvenil? Para lo cual hemos
llegado a la siguiente justificación como son los factores sociales, factores familiares,
errores educativos, amistades, drogas, que se explicará cada uno más adelante.

En los medios de comunicación masiva, así como también en las experiencias cotidianas
de mucha gente, son frecuentes las imágenes de jóvenes, principalmente varones,
cometiendo infracciones a la ley que van desde pequeños hurtos al paso hasta homicidios
violentos, pasando por la participación en robos, secuestros y asaltos a mano armada
contra personas, vehículos y negocios.

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1. DEFINICIÓN DE DELINCUENCIA

La delincuencia es enormemente compleja de precisar porque se manifiesta en


toda sociedad es una expresión de rechazo o inconformidad, una muestra de
descomposición social a la cual se requiere la aplicación de un procedimiento
correctivo, que restaure las relaciones o el estado de derecho del individuo o grupo
de individuos a quienes se les ha transgredido su estabilidad jurídica.

Para definir el término de delincuencia Torre Campo indica: Son sujetos que
observan una conducta antisocial tipificada en la ley como delito, que se encuentra
en una etapa crítica del desarrollo de su personalidad y que tienen deteriorada su
capacidad de relación social, bien por carácter de elementos de esta o por su curso
perturbador.

La delincuencia, por lo tanto, está vinculada a las personas que violan las leyes y
al conjunto de los delitos. Por ejemplo: "En este barrio ya no se puede salir a la
calle: la delincuencia domina cada rincón", "El gobierno prometió nuevas medidas
para combatir a la delincuencia", "La delincuencia de la clase dirigente es el
principal flagelo de este país", "Si no enfrentamos a la delincuencia, no tenemos
futuro", "La desigualdad social está vinculada al crecimiento de la delincuencia".

Al implicar conductas antijurídicas (contrarias al derecho), a la delincuencia le


corresponde un castigo según lo estipulado por la ley. Esta pena dependerá del
tipo de delito cometido.

Utilizado para nombrar al colectivo de delincuentes, el concepto de delincuencia


está asociado a un grupo de gente que está afuera del sistema y que debe ser
reinsertado en la sociedad. Las penas que se purgan en prisión están orientadas a
esa tarea de resocializar a los delincuentes para que puedan volver a formar parte
de la sociedad como elementos productivos y no dañinos.

Víctor Quinteros Marquina, director general de Asuntos Criminológicos del


Ministerio de Justicia, indicó que la cifra de adolescentes recluidos en centros
juveniles aumentó en 13% en los últimos años, pues en el sistema cerrado pasó de
1,944 infractores, en 2015, a 2,186, en 2017. En tanto, en el medio abierto, en el
mismo periodo, se pasó de 1,312 adolescentes infractores a 1,483.

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Gráfico 1
La Libertad: Actividades vinculadas a la inseguridad por distritos seleccionados
(porcentaje)

Fuente: Elaboración propia con información de Compite (2015).

2. FUENTES DE LA DELINCUENCIA

Entre adolescentes no podeos considerar la existencia de un solo tipo de


delincuente, ya que se observan entre ellos diferentes modos de comportamiento
y actos de distinta gravedad, en algunos jóvenes, la delincuencia es algo
transitorio, utilizando para llamar la falta de atención a falta de autodominio,
mientras que para otros se convierte en norma de vida, cuanto más joven sea el
delincuente, más probabilidades habrá de que reincida, y los reincidentes a su vez
son quien tienen más probabilidades de convertirse en delincuentes adultos.

La delincuencia juvenil alcanza su punto máximo entre los 1 y 16 años de edad;


pues es un periodo en el cual el menor tiende particularmente con los otros jóvenes
de su edad.

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La banda de adolescentes sirve a la vez como lazo social para jóvenes
desarrollados y como agente canalizador de su agresividad hacia los adultos.

La influencia del medio en el desarrollo de la delincuencia juvenil es también


importante, los niños colocados en un medio muy pobre o que viven en
condiciones difíciles están fuertemente tentados a descifrar su existencia por el
robo o por la búsqueda de una satisfacción.

En primer lugar la severidad excesiva demostrada que cuando los padres son muy
exigentes o estropean al niño a fuerza de quererlo hacer perfecto, o hacen nacer
la rebeldía en vez de favorecer la honradez y la delincuencia.

La disciplina personal, especialmente es el poder de retenerse, de actuar o de


privarse de una cosa deseada, debe ser inculcado al niño en el curso de los 2
primeros años de su existencia.

Del 70 a 80% de los delincuentes proceden de familias disociadas, por divorcio


muerte o abandono o de familia cuyos padres no se atienden.

La delincuencia juvenil toma un aspecto grave cuando los jóvenes forman


pandillas, se estimulan por la audiencia tanto más buscada cuanto más se esconde
un verdadero miedo y están más mantenido cuando más prestigioso se hace uno
de la pandilla o atreviéndose a lo que los demás no se atreven.

3. TEORÍAS QUE JUSTIFQUEN LOS ACTOS DE UN DELINCUENTE

3.1 TEORÍAS BIOLÓGICAS

Estas teorías atribuyen a la delincuencia a caracteres innatos del individuo,


transmitidos por herencia o debido a alteraciones en su estructura genética.

Surge una incógnita ¿El delincuente nace o se hace? Ha sido objeto de


numerosas y encendidas polémicas.

Para Garrido Genovés la explicación biológica puede explicar plenamente la


delincuencia de unos pocos sujetos, pero en la generalidad de los casos su rol
parece limitado al de favorecer o no una mayor probabilidad de cometer
delitos.

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Aunque sea cierto que un niño nace con unas características genéticas muy
concretas que determinan su grado de agresividad, introversión, actividad,
etc., lo cierto es que los estímulos maternos y la interacción que crean son
muy importantes para la posterior relación joven con el medio en que se
desenvuelve.

La realidad parece indicarnos que estos factores, por si solos no inciden en la


criminalidad de los jóvenes, si no van asociados a otros factores (sociales o
ambientales), ya que el delito no es el hecho de un individuo aislado, sino de
un individuo social.

3.2 TEORÍAS PSICOLÓGICAS

Estas teorías se centran de forma predominante en los aspectos personales del


delincuente considerado como causas de la desviación, tales como la
deficiencia de inteligencia, el aislamiento, etc.

3.2.1 FACTORES FAMILIARES

La importancia de la familia juega un papel muy importante en el proceso


de socialización de los jóvenes, el cual es definitivo en la primera etapa
de la juventud.

Como factores que interrelacionan a la familia, influyendo en futuras


conductas delincuenciales, se pueden citar los siguientes:

1. Falta su supervisión o control de los padres; Supervisar consiste en


saber qué hace el menor dentro y fuera de casa. A medida que los
adolescentes van creciendo es necesario que los padres ejerzan un control
obre cada actividad que realiza su hijo, para que así ellos aprendan a
asumir sus responsabilidades sin correr riesgos ni sufrir daños.

La escasa supervisión de los padres es la más fuertemente relacionada


con la delincuencia. La ausencia de preocupación o intervención cuando
el niño se encuentra en situaciones de riesgo o peligro (por ejemplo: el
padre no pregunta a donde se va su hijo, con quienes, se le permite vagar
por las calles, no establecen hojas fijas para retornar a casa, las
direcciones de las casas de sus amigos, etc.).

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2. Actitudes crueles, pasivas y negligentes de los padres con los hijos;
Los padres tienden a presentar sentimientos negativos, hostiles o crueles
hacia el menor, que en su forma más extrema lleva al abuso psicológico,
a través del cual este es humillado, atormentando y denigrando
sistemáticamente, lo que se puede manifestar a través de una tendencia
irracional, culpando así al joven que tiene problemas, dificultades o
fracasos de la familia.

Cuando los padres tienen un comportamiento violento, mediante


frecuentes y duros castigos fiscos (sin motivo aparente o por verdaderos
motivos), en su conciencia se generara un patrón ya que solo han visto
ese tipo de actitud, y en ellos dirán que la violencia representa una medida
eficaz para resolver conflictos.

Los niños maltratados se convierten en un grupo de riesgo que cuando


llegan a ser adultos tienden con mayor frecuencia al abandono de su
hogar, la delincuencia juvenil, y desviación social.

El maltrato infantil incrementa significativamente la probabilidad de


posteriores participaciones de estos jóvenes en delitos violentos, graves
y leves.

3. Disciplina férrea; el exceso en la rigidez en las relaciones familiares,


junto al uso excesivo del castigo en la educación de los adolescentes,
suele llevar a una tensión en la familia en la que los jóvenes desarrollan
una agresividad latente contra sus progenitores, teniendo un
comportamiento agresivo, que en un futuro lo transmitirán a sus hijos.

El comportamiento antisocial de los jóvenes, también puede ser debido a


lo que se ha denominado como disciplina alternada. Este concepto se
aplica a aquellos padres que alternan entre libertad y severidad de modo
caprichoso, por ello la disciplina es aplicada de forma inconsecuente que
lleva a la constante alternativa entre la frustración y la gratificación,
produciendo en los jóvenes un sentimiento de inseguridad y frustración,
ya que no saben si por sus actos van a ser premiados o castigados. Esta
conducta puede observarse por: la falta de reglas o pautas reconocibles
acerca de lo que el niño puede o no hacer; la aprobación o el castigo por
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parte de los padres es más el resultado del estado emocional de los padres
que del comportamiento del niño, intervenciones disciplinarias
expresadas en términos generales e imprecisos (por ejemplo: se bueno,
no seas travieso), más que en términos explícitos acerca de lo que se
espera del niño; una disciplina inconsistente y realizada sin un posterior
seguimiento que permita observar los resultados.

4. Conflictos familiares; la ruptura de la familia tradicional, sobre todo


por el aumento de separaciones y divorcios que dejan con frecuencia a
los hijos a cargo de la madre.

La emancipación juvenil (fracaso escolar, delincuencia juvenil) suele


asociarse al síndrome del padre ausente y a la incidencia de la
desorganización familiar.

5. Familia numerosa; establecieron que cuando un niño tenía más de


cinco hermanos antes de cumplir los diez años, la probabilidad de llevar
una conducta delictiva en un futuro no muy lejano aumentaba casi el
doble.

Este dato debe estar más presente para que el tamaño de la familia pueda
influir en la conducta de los hijos, es necesario además que se den los
siguientes factores concurrentes: una mala posición económica de la
familia y un bajo status social lleva a los padres que no puedan dedicar
cuidado ni la atención necesaria a sus hijos produciendo en los hijos una
falta de control.

El comportamiento delincuente de los jóvenes adquiere el orden de


nacimiento, señalando que los hijos medianos tienen más posibilidades
de delinquir que los mayores o los pequeños, ya que los primeros reciben
la total atención y afecto de sus padres, y los pequeños se benefician de
la experiencia adquirida por sus padres así como de la presencia de otros
hermanos que sirven de modelos.

6. Malos ejemplos conductuales; Los padres son responsables de


garantizar que sus hijos tengan unas experiencias de aprendizaje
apropiadas y adecuadas. Está demostrado que los niños tienen una

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tendencia natural a imitar el comportamiento que observan en casa, como
modelo a seguir, por lo que los hijos con padres o hermanos mayores
delincuentes poseen una más alta posibilidad de llegar a delinquir.

También pueden influir en la futura delincuencia de los hijos,


comportamientos de los padres que sin llegar a ser delictivos si son
claramente perniciosos o negativos: prostitución, drogadicción,
alcoholismo, ludopatía, etc.

7. Falta de comunicación; Este es uno de los problemas de la sociedad


actual, sobre todo en las familias. El exceso de trabajo, el ritmo de vida,
el estrés, las relaciones sociales, etc., por parte de los padres y, las
actividades escolares y extraescolares (en exceso sobrecargadas, la
mayoría de las veces) por parte de los hijos, unido al “culto a la
televisión” en los hogares españoles, llevan a una, a veces, total
incomunicación entre padres e hijos.

Esto implica una desatención de los padres para con sus hijos, lo que
conlleva un desconocimiento de las actividades que realiza, los lugares
que frecuenta, los amigos con los que sale, etc., lo que dará lugar a que
sea imposible prever por parte de los padres, posibles conductas
problemáticas o delincuenciales cometidas por los hijos.

8. Carencias afectivas; La ausencia de cariño se caracteriza por un


fracaso a la hora de resaltar las cualidades o logros del niño positivamente
o con orgullo (amor de padres), por una incapacidad de demostrar afecto,
cariño y amor hacia sus propios hijos. Las carencias afectivas de carácter
absoluto (indiferencia, frialdad, actitud egoísta o incapacidad de amar de
los progenitores) conducen a un deterioro integral de la personalidad del
niño; aquellos que crecen sin amor son dañados en parte de su vida y
están siempre dispuestos a procurarse, por vías directas o indirectas,
sucedáneos de este amor que se les ha sustraído.

9. Falta de enseñanza de valores prosociales; Nuestra sociedad se


caracteriza por una falta de valores humanos, éticos y religiosos, en los
que prima el individualismo personal sobre la colectividad. Al menor,
para un adecuado desarrollo de su personalidad, se le deben inculcar
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valores como: la solidaridad, la generosidad, la humanidad, la tolerancia,
la compasión, el sentido de autocrítica, la empatía, etc. Muchos padres
no se preocupan ya de enseñar a sus hijos reglas y principios sólidos.

3.2.2 FACTORES EDUCATIVOS

La escuela es junto a la familia el otro gran agente de socialización de


nuestra sociedad, en la que los niños y adolescentes aprenden a tener un
comportamiento socialmente correcto acorde con las más elementales
normas de una convivencia pacífica en sociedad.

1. Fracaso escolar; El problema reside en que la escuela que en principio


debía de ser junto a la familia uno de los principales apoyos en la
educación y socialización de los niños y jóvenes, resulta que es también
uno de los principales factores criminógenos de la delincuencia juvenil.

La escuela, con el fin de socializar al individuo, según los valores de la


sociedad en la que se encuentra, se estimula un fuerte sentido de
individualismo y competitividad, Este espíritu competitivo impregna la
vida del niño y le condiciona en su comportamiento frente a la escuela y
sus compañeros.

En la mayoría de los casos, el niño procurará afrontar esa “competición”,


para con la ayuda de los maestros superarla, superándose entonces a sí
mismo, mejorando, en una palabra. Pero habrá casos, de estudiantes
menos brillantes o dotados, en los que el niño se verá superado por ese
espíritu competitivo y, entonces comenzará a mostrarse indiferente,
abúlico, irrespetuoso y violento, empezará a faltar a la escuela y
renunciará a lo que ella representa.

La escuela “refuerza la inadaptación” de los niños y adolescentes con


problemas sociofamiliares o procedentes de medios marginales. Por sus
características propias, cuando exige un tipo de actitudes y
conocimientos acordes con los valores de las clases dominantes. En estos
casos, los jóvenes procedentes de medios marginales encuentran extraños
esas actitudes y conocimientos y se sienten incapaces de adaptarse.

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La función de la escuela se circunscribe primordialmente a tener a los
alumnos alejados de la calle y del mercado laboral. En consecuencia, el
abandono de la escuela antes de alcanzar la edad de escolarización
obligatoria se considera un fracaso, y para evitar esa situación se reducen
los niveles educativos, promoviendo a los alumnos a cursos superiores
independientemente de su nivel de conocimientos.

2. Vandalismo escolar; Otro factor que está alcanzando un gran auge en


nuestros días y, que por ello preocupa en gran manera al conjunto de la
sociedad (principalmente a padres y educadores), es el considerable
aumento de la violencia en la escuela.

Esta violencia en la escuela, también denominada vandalismo escolar, se


puede producir de varias maneras: puede consistir en agresiones físicas
por parte de los alumnos contra profesores o contra sus compañeros.69
Es frecuente también la violencia contra objetos y cosas de la escuela.70
Dicha violencia se puede cometer dentro de la escuela o fuera de ella, en
los alrededores de la misma. Otro tipo de agresión que es más difícil de
detectar se manifiesta por medio de amenazas, insultos, etc. Entre los
estudiantes es el Bullying.

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Gráfico 2

Población de 13 años a más víctima de algún hecho delictivo por nivel


educativo (principales ciudades)

Fuente: Elaboración propia a partir de datos del Informe Técnico «Estadísticas de


Seguridad Ciudadana» (INEI, 2015e).

3.2.3 FACTORES SOCIALES


Es un hecho comprobado que los niños y jóvenes pertenecientes a clases
sociales bajas tiene una tasa más alta de delincuencia que los
pertenecientes a las clases media y alta. Principalmente cometen delitos
con más frecuencia y con daños más graves en las personas y en las cosas.

La criminalización secundaria de los jóvenes de la clase social baja, los


cuales sufrían una persecución penal más frecuente y un peor trato por
parte de la policía y los tribunales juveniles que los menores de clases
sociales más favorecidas.

La delincuencia juvenil “es el resultado de un proceso de selección y de


estigmatización, que generalmente viene causando daño a las clases
pobres”.

Esto que sin duda puede resultar cierto, se ha demostrado que no es la


principal causa del mayor número de delincuencia juvenil en las clases

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bajas. La causa de la carga más alta de delincuencia grave de los jóvenes
de la clase social baja reside más bien en el ambiente social malo y en las
prácticas educativas deficientes en las familias de la clase social baja: las
dificultades y los reducidos recursos socioeconómicos hacen que muchas
familias de la clase social baja carezcan de relaciones sociales y de una
orientación hacia valores conformes con la sociedad.

3.2.4 AMISTADES

La adolescencia y juventud, son etapas en la vida de las personas que se


caracterizan por la búsqueda de la propia identidad, lo que implica la
adquisición de la independencia emocional y personal frente a los padres
y adultos en general, impregnando a la mayoría de sus acciones un halo
de rebeldía e incomprensión frente a los adultos. En esta situación, la
influencia y aceptación de los amigos y compañeros de la misma edad
suele ser más importante para los adolescentes, que la que puedan ejercer
sus padres en casa y sus profesores en el colegio.

A partir de eso los jóvenes tienden a unirse entre sí, creando sus propias
subculturas, con lenguajes, comportamientos y valores que les distingan
y diferencien de los adultos. Además, es importante destacar, que en la
sociedad actual, en los países industrializados, los niños y adolescentes
pasan la mayor parte de su tiempo en el colegio y en la realización de
actividades.

Las amistades juegan un papel importante como predictor de la futura


conducta de los niños y adolescentes, por lo que ha sido un factor objeto
de múltiples estudios. El gozar de amistades que realizan con cierta
asiduidad conductas desviadas (beber alcohol, ingerir drogas, ausentarse
del colegio, etc.) o comportamientos antisociales o delincuenciales, será
un factor de riesgo en el comportamiento presente y futuro de los jóvenes,
favoreciendo en gran medida el que el joven con esos amigos se comporte
como ellos para evitar sentirse discriminado y excluido de su círculo o
grupo de amigos.

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3.2.5 LAS DROGAS
El tema de las drogas y su relación con la delincuencia juvenil, debe
abordarse desde dos puntos de vista bien diferenciados. En primer lugar,
resaltando el problema de las drogas y su consumo por la juventud. En
segundo lugar, examinando la delincuencia de los drogadictos y
toxicómanos y, la transformación cualitativa que ha sufrido la
delincuencia juvenil en torno al mundo de las drogas.
Gráfico 3
Progresión del consumo de drogas en población adolescente infractora
(porcentaje de consumo según las edades que se indican)

Fuente: Elaboración propia con información de la I Encuesta Nacional de Consumo de


Drogas. Adolescentes infractores del Poder Judicial (Devida, 2013a).

4. CASOS
Lo que veremos con más detalle a continuación es que entre estos jóvenes existe
una voluntad de romper con modelos jerarquizados tradicionales, como los que
predominan en la familia y la escuela.
En los relatos de estos jóvenes se aprecia además lo importante que resulta el paso
de la niñez a la adolescencia en un contexto de desigualdad, pobreza, violencia y
delincuencia. Adicionalmente, veremos cómo describen ellos mismos las
actividades delictivas que realizan y las sensaciones que estas les causan.

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CARACTERÍSTICAS DE LOS ENTREVISTADOS

Entrevistamos a nueve jóvenes involucrados en actos delictivos, como el robo, la


venta de drogas ilegales y el homicidio. El promedio de edad fue de 20 años
(rango: 16-26). Tres de ellos no terminaron la secundaria, mientras que el resto
estudió hasta completar sus estudios secundarios, y dos de ellos se encuentran
cursando estudios superiores, uno una carrera técnica y otro una universitaria. La
mayor parte (cinco) nació en el distrito de El Porvenir, y los demás migraron de
otros distritos o provincias del país (ver tabla 1).

TABLA 1
Jóvenes participantes en entrevistas en profundidad: características seleccionadas

4.1 EL HOGAR
Los testimonios de nuestros entrevistados relacionados con su vida
familiar durante la infancia presentan algunas diferencias que debemos
tomar en cuenta. Están desde aquellos que la recuerdan como una época
«tranquila» de sus vidas, hasta quienes la recuerdan más bien de manera
opuesta.

Tenemos, por ejemplo, que actualmente en el país un 8,1% de menores


de 15 años de edad son huérfanos de al menos uno de sus padres
biológicos o no viven con ellos (INEI, 2012a). Algunas fuentes (INEI,

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2007; INEI, 2012a) afirman además que en las últimas décadas en el país
aumentó la cantidad de divorcios o separaciones y que las parejas
prefieren la convivencia antes que el matrimonio

El caso de Fernando (20 años), por ejemplo, presenta varios aspectos que
nos pueden graficar mejor las formas de las estructuras familiares y
dinámicas intrafamiliares de los jóvenes actualmente.

O sea, en mi familia, en mi casa viven también mis abuelos conmigo y, ya


pues, como se separaron mis padres, ya me quedé ahí con ellos, con ellos
nada más Fernando (20 años).

Fernando también nos cuenta que hubo otros familiares cercanos a él que
lo asistieron cuando era niño y lo asisten aún con algún tipo de ayuda,
especialmente brindándole alimentos.

Esta situación, la ausencia de alguno de los padres o de ambos a causa


del trabajo, es un aspecto frecuente en muchos de nuestros entrevistados.

Más mi papá, mi papá se daba más por trabajar que por nosotros, porque
más al trabajo se han dedicado. (E: ¿Los dos, más tu papá?). Los dos
(Sergio, 18 años).

Otro de los jóvenes con quienes conversamos nos menciona cómo tuvo
que alejarse de sus padres porque ellos tuvieron que viajar por motivos
laborales.

Al comienzo me vine solo con mi mamá. Porque mi papá se fue porque


tenía que trabajar en otro lado. Y después mi mamá tuvo que irse a Piura
y yo me quedé acá con mis tías. Después, ya, hace seis años casi se habrán
venido mis papás para acá. (E: Tu relación con tus primos, con tus tíos
¿cómo era, cómo se llevaban?). Sí nos llevábamos bien, pero, o sea, casi
no paraban. Mi tía paraba en su iglesia y mi tío paraba viajando (Felipe,
26 años).

Es más, estos conflictos intrafamiliares pueden en ocasiones derivar en


actos de violencia física ejercida sobre los niños o jóvenes, ya sea por
parte de los padres o familiares mayores.

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(E: ¿Tu relación con tu hermano [mayor] cómo era, te llevabas bien con
él, hablabas, cómo era?). Sí, o sea bien, bien, ¿no? O sea, cuando está
sano, sí, bien, pero cuando está en estado de... de decir... Cuando toma,
ahí se cruza. De chiquito él me pegaba. Y también la mayoría de [veces]
que no iba bien en mis estudios, no por culpa de él, sino porque mucho nos
pegaba, mucho nos gritaba, no nos concentrábamos en el estudio (Juan,
18 años).

4.2 LA ESCUELA PRIMARIA

La escuela primaria es un espacio de socialización primaria importante


para los niños, ya que en ella no solo aprenderán de las materias, sino que
también procesarán y recrearán los patrones culturales de sus maestros y
especialmente los de sus compañeros.

Paolo (19 años) recuerda que su infancia en la escuela primaria fue así, y
menciona además que él era un buen alumno.

(E: ¿En la primaria qué tal?). Tranqui, porque yo he estudiado en un


colegio de pastores, cerca, por ahí, en un colegio de pastores. La he
pasado tranqui mi primaria. (E: ¿Cómo te iba con tus compañeros?). O
sea, ¿cómo te digo?, no era muy... Yo no soy muy social, no soy mucho de
hablar, pero, por ejemplo, con las personas que sí me hablo tengo buena
confianza. (E: ¿Y con las notas cómo te iba?). En las notas en la primaria
sí me iba bien, sacaba AD, AD, mi nota más baja fue A, una vez.

Por otro lado, algunos reconocen haber estado más dispuestos al ocio.

[Mi primaria fue] Tranquila. Tranquila. No era burro, pero era haragán,
no hacía las tareas. (E: ¿Y qué tal te llevabas con tus compañeros?). Bien,
tranquilo (Roberto, 24 años).

(E: ¿Y en tus notas cómo recuerdas que te iba?). O sea, yo de saber sí sé,
sino que más me dedicaba a jugar y a hacer otras cosas que hacer, me
preocupaba a la última hora. Me preocupaba a la última hora para poder
estudiar. Sí, sí aprobaba, pero era al último tiempo (Juan, 18 años).

Algunos afirman haberse vinculado a amigos con quienes encontraban


espacios que les parecían más atractivos por fuera del colegio y señalan
que por ello descuidaban sus labores escolares.

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De niño yo estudiaba, hacia mis tareas, no salía de mi casa más antes. Con
el tiempo me he ido acostumbrando, me gustaba la calle, comenzaba a
salir, salir, a salir. Y llegué a conocer unos amigos que eran vagos... Me
empecé a juntar con ellos, ya empecé (Pedro, 16 años).

Juan (18 años) recordaba que en la escuela no le huía a las peleas cuando
algunos de sus compañeros lo provocaban.

En primaria era inquieto, este, travieso, pendenciero. Me gustaba


pelearme con mis amigos, o sea, no [es que] me gustaba pelearme, pero
mis amigos sí, eran pendencieros, como me buscaban a mí... (Juan, 18
años).

4.3 LA ESCUELA SECUNDARIA

La mayoría de nuestros entrevistados reconocen un cambio significativo


en sus vidas en el paso de la escuela primaria a la secundaria. Esta
transición puede ser identificada con aquella que va de la niñez a la
adolescencia.

En el caso de los jóvenes con quienes conversamos, la mayoría de ellos


reconocen un cambio significativo en sus vidas en el paso de la escuela
primaria a la secundaria. Es decir, el paso de la niñez a la adolescencia
es un escenario de marcadas transformaciones fundamentales para sus
vidas, las cuales no siempre resultan positivas.

La primaria la estudié en El Porvenir y si era normal..., buena. Bueno, los


problemas vinieron ya cuando ya... Luego, pues, ya para pasar a la
secundaria, ya. Se fueron agrandando más los problemas
(Fernando, 20 años).

(E: ¿Qué recuerdas de tu infancia, cómo eras?). Tranqui, pe. ¡Pero


ahora!... Bueno, mi infancia la he pasado tranquila hasta los 10
años; como te digo, todo tranquilo, después ya a partir de los 11, 12
[...], 2004, 2003, por ahí, se malogró la vaina (Paolo, 19 años).

(E: ¿En primaria cómo te iba en las clases, en tu rendimiento?). Era


buen alumno. (E: ¿Y con tus compañeros qué tal?). Sí, bien. En primaria

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prácticamente buen, era bueeeno. En la secundaria sí ya no (Claudio, 18
años).

La inasistencia escolar no necesariamente implica que solo puedan realizar


actividades ilícitas con personas que no pertenezcan a sus colegios, ya que
estas actividades también pueden ser realizadas con amigos que conocen
dentro del colegio.
No acabé la secundaria, hasta tercero no más. [...] Bueno, no iba casi al
colegio, no iba mucho, al mes ya... Y ahí también me decían, «vamos a
robar», «vamos». No entraba al colegio, casi no entraba (Pedro, 16 años).
4.4 EL MUNDO LABORAL

Más allá de lo señalado, dentro de la experiencia de nuestros entrevistados,


el paso de la infancia a la adolescencia es un escenario de cambios
importantes en sus vidas, ya que este paso representa en algunos casos un
mayor involucramiento con la vida laboral.

[Recuerdo que de chico] Me gustaba la plata [...]. Comencé de chiquillo


a lavar carros. Palomilla. [Comencé a los] 10 años (Roberto, 24 años).

De acuerdo con una publicación del Fondo de las Naciones Unidas


35para la Infancia (Unicef) (2011), llamada El estado de la niñez en el
Perú , la participación laboral infantil es tres veces mayor en áreas rurales
(66%) que en urbanas (21%) y si estos niños o niñas residen en ambientes
precarios, se prioriza el trabajo antes que las actividades escolares.

Si nos fijamos en las cifras que indican dónde se reportan mayores


actividades delictivas, vemos que estas se dan con más intensidad en
zonas urbanas, de las cuales El Porvenir se encuentra en uno de los
primeros lugares.
Trabajé desde muy niño. Desde los 10 años limpiaba carros, así. Me
quedaba a cuidar carros, lustrar zapatos y vender periódicos. Son mis tres
oficios que hice desde muy niño, por eso me conoce un montón de gente.
Pedro el Cangrejo, por ejemplo, es mi amigo. Un montón de ladrones así.
Pucha, que yo he estado con ellos, han sido mis amigos y ahora no los veo
porque la mayoría están presos. Otros viven por La Esperanza, parte alta,
se han convertido en matones [...]. Pero a mí sí me conocen... (Ricardo,
34 años).

DELINCUENCIA JUVENIL 19
5. CONCLUSIONES
Estas conclusiones son las que llevan a los jóvenes a irse por el lado malo de la
delincuencia.
 Los adolescentes son irresponsables y no tienen motivación de logro, ser
antisocial, de temperamento fuerte y envidioso; mostrar dependencia y mala
conducta; no ser inteligente; no mostrar habilidades verbales; ser
incompetente socialmente, malas interacciones, control interno, conflictivo.
Ser impulsivo; autoestima negativa; mostrar satisfacción con el apoyo
recibido.
 Los factores familiares y sociales influyen mucho en la juventud para optar
por la delincuencia. Como es en el caso de familias numerosas; patrones de
crianza agresivos; mala comunicación familiar y no tener lazos afectivos;
atención y cuidado de los hijos durante los primeros años; la falta de
compromiso de la familia con valores sociales y morales; ausencia paterna
en los primeros años de vida; indisponibilidad de terceras personas para el
cuidado, atención y referencia del niño; mínima red de apoyo social y
emocional.

DELINCUENCIA JUVENIL 20
6. REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
6.1 BIBLIOGRAFÍA
 Carlos Vázquez González (2003), “Delincuencia juvenil.
Consideraciones penales y criminologías”, Colex, Madrid.
 ESPINOSA, P/CLEMENTE, M. (2001), “Teorías explicativas de delito
desde la psicología jurídica”, Dykinson, Madrid.

6.2 LINKOGRAFÍA
 Instituto Nacional de Estadística e Informática (2013b). Informe
Técnico: Evolución de la Pobreza Monetaria 2007-2012. Consultado en
enero de 2014 de www.inei.gob.pe
 Criminalidad y violencia juvenil en Trujillo recuperado de
:https://juventud.gob.pe/wpcontent/uploads/2017/12/Criminalidad-y-
violencia-juvenil-en-Trujillo.pdf
 Instituto Nacional de Estadística e Informática (2012b). Encuesta
Nacional de Hogares (Enaho). Lima: Instituto Nacional de Estadística e
Informática de www.inei.gob.pe.
 Diario Perú 21 recuperado de: https://peru21.pe/peru/delincuencia-
juvenil-peru-hay-1-700-menores-recluidos-robo-violacion-homicidio-
398023

DELINCUENCIA JUVENIL 21
ANEXOS

Fuente: Diario Perú21- Problema de siempre. Poder Judicial reconoce que hay sobrepoblación en
centros de rehabilitación, como en el ex Floresta, en Trujillo. (Alan Benites)

Fuente: Perú21, junio de 2019

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Fuente: Diario Perú21

Fuente: Diario el Comercio

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