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Antes del descubrimiento, mucho se hablaba con respecto a esa molestia, la mayor parte
de los médicos pensaban ser hereditaria porque afectaba a las personas de una misma
familia, pero después de saber el agente causado, mucho se estudió y hasta los días actuales
hay muchos estudios y concientización de las personas frente a la comunidad científica.
No son todas las personas infectadas por las bacterias se enferman de tuberculosis. Las
personas infectadas pero que no están enfermas tienen lo que se denomina una infección
latente y no se sienten enfermas y no pueden transmitir las bacterias a otras personas. Pero
quien está enfermo puede transmitir las bacterias a los demás.
Los síntomas de la enfermedad van depender de la área afectada en el cuerpo donde las
bacterias van a desarrollarse y multiplicarse, generalmente la área más afectada son los
pulmones, pero también pueden atacar otras partes del cuerpo como los riñones,
la columna vertebral y el cerebro. Los síntomas y signos presentes en la tuberculosis
pulmonar son:
- dolor en el pecho
-tos con presencia de sangre o flema que sale desde los pulmones
- debilidad
- fatiga
- pérdida de peso
-falta de apetito
- escalofríos
- fiebre
Cuando se acude a la consulta con síntomas que pueden indicar tuberculosis, el médico
hará una serie de preguntas encaminadas a conocer la duración del problema, si el paciente
ha estado o no en contacto con enfermos de tuberculosis y durante cuánto tiempo.
Además, encargará varias pruebas para comprobar el diagnóstico de tuberculosis, ninguna
demasiado compleja, como análisis del esputo (flemas) y radiografia del torax.
La radiografía de tórax anteroposterior se utiliza para detectar anormalidades en el
pecho. Las lesiones pueden aparecer en cualquier parte de los pulmones y pueden diferir
en tamaño, forma, densidad y cavitación. Estas anormalidades pueden indicar tuberculosis,
pero no pueden usarse para diagnosticarla de manera definitiva. Sin embargo, se puede
usar una radiografía de tórax para descartar la posibilidad de tuberculosis pulmonar en una
persona que haya tenido una reacción positiva a la prueba cutánea de la tuberculina o a la
prueba de sangre para detectar la tuberculosis y que no tenga síntomas de la enfermedad.
El análisis de las flemas en el laboratorio es especialmente importante porque la
presencia de bacilos acidorresistentes (BAAR) en un frotis de esputo o en otra muestra a
menudo indica enfermedad de tuberculosis. La observación microscópica de bacilos
acidorresistentes es fácil y rápida, pero no confirma el diagnóstico de la tuberculosis porque
algunos bacilos acidorresistentes no son M. tuberculosis. Por lo tanto, para confirmar el
diagnóstico se hace un cultivo de todas las muestras iniciales. Un resultado positivo en el
cultivo de M. tuberculosis confirma el diagnóstico de enfermedad de tuberculosis. Los
análisis de todos los cultivos de las muestras se deben completar, independientemente de
los resultados de los frotis de BAAR. Los laboratorios deben reportar al proveedor de
atención médica primaria y al programa estatal o local de control de la tuberculosis los
resultados positivos en los frotis y cultivos en un lapso de 24 horas; esta notificación,
requerida por la ley, puede hacerse por teléfono o fax.
En todos los casos, la M. tuberculosis que se aísla por primera vez debe analizarse para
determinar su resistencia a los medicamentos. Es muy importante identificar esta
resistencia a los medicamentos tan pronto como sea posible para garantizar un tratamiento
eficaz.
La tuberculosis es una enfermedad que se puede tratar y que tiene cura. La forma activa
sensible a los antibióticos se trata con una combinación estándar de cuatro medicamentos
que se administra durante seis meses y que debe ir acompañada de las pertinentes tareas
de información, supervisión y atención del paciente a cargo de un agente sanitario o de un
voluntario capacitado al efecto. Sin ese apoyo, el cumplimiento terapéutico puede ser
difícil, lo que propiciaría la propagación de la enfermedad. La gran mayoría de los casos
tienen cura, siempre que se disponga de los medicamentos necesarios y que estos se tomen
correctamente.
Isoniazida (INH)
Rifampina (RIF)
Etambutol (EMB)
Pirazinamida (PZA)