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Guía de Práctica Clínica

sobre Osteoporosis
y Prevención de Fracturas
por Fragilidad

NOTA:

Han transcurrido más de 5 años desde la publicación de esta Guía de Práctica Clínica
y está pendiente su actualización.

Las recomendaciones que contiene han de ser consideradas con precaución teniendo
en cuenta que está pendiente evaluar su vigencia.

GUÍAS DE PRÁCTICA CLÍNICA EN EL SNS


MINISTERIO DE SANIDAD, POLÍTICA SOCIAL E IGUALDAD

MINISTERIO MINISTERIO
DE CIENCIA DE SANIDAD, POLÍTICA SOCIAL
E INNOVACIÓN E IGUALDAD
Guía de Práctica Clínica
sobre Osteoporosis
y Prevención de Fracturas ón
.
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por Fragilidad ac
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GUÍAS DE PRÁCTICA CLÍNICA EN EL SNS


MINISTERIO DE SANIDAD, POLÍTICA SOCIAL E IGUALDAD

MINISTERIO
DE SANIDAD, POLÍTICA SOCIAL
E IGUALDAD
.
ón
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ac
Esta guía de práctica clínica es una ayuda a la toma de decisiones en la atención sanitaria. No es de obligado cumplimiento s u
t e
ni sustituye el juicio clínico del personal sanitario. n
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Año de edición: 2010


Edita: Ministerio de Ciencia e Innovación
Maquetación: Arpirelieve
NIPO: 477-09-057-5
Depósito legal: B-19516-2009
.
ón
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ac
Esta GPC ha sido financiada mediante el convenio suscrito por el Instituto s u
t e y lade Salud
Carlos III, organismo autónomo del Ministerio de Ciencia e Innovación,
en Agència
d’Informació, Avaluació i Qualitat en Salut (AIAQS) de Cataluña,
ndi en el marco de
colaboración previsto en el Plan de Calidad para el SistemaeNacional de Salud del
p
Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad. t á
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Esta guía debe citarse:
a ño
5 de Práctica Clínica sobre Osteoporosis y Prevención de Fracturas por Fragilidad. Guía de Práctica
Grupo de trabajo de la Guía
de y Prevención de Fracturas por Fragilidad. Plan de Calidad para el Sistema Nacional de Salud del
Clínica sobre Osteoporosis
ás Política Social e Igualdad. Agència d´Informació, Avaluació i Qualitat en Salut (AIAQS) de Cataluña;
Ministerio de Sanidad,
2010. Guías de mPráctica Clínica en el SNS: AATRM Nº 2007/02.
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MINISTERIO
DE SANIDAD, POLÍTICA SOCIAL
E IGUALDAD
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Índice
Presentación 7
Autoría y colaboraciones 9
Preguntas para responder 13
.
Recomendaciones de la GPC 15 ón
a ci
1. Introducción 29 liz
au
ct
a33
2. Alcance y objetivos
su
te
3. Metodología
ien 37
e nd
4. Valoración del riesgo de fractura por fragilidad p 43
t á
4.1 Factores de riesgo es 43
y
4.2 Medidas óseas para valorar el riesgo de fractura por fragilidad i ca 48
lín
C
a
5. Diagnóstico de la osteoporosis
t ic 55
ác
5.1 Radiología (Rx) Pr 55
de
5.2 Densitometría Radiológica Dual (DXA) ía 56
u
5.3 Ultrasonometría cuantitativa (QUS) a G 60
t
5.4 Determinación de marcadores óseos es 61
de
n

ac
6. Control de la evolución de la osteoporosis 63
i c
6.1 Densitometría Radiológica u bl Dual (DXA) 63
p
6.2 la
Ultrasonometría cuantitativa (QUS) 65
s de
6.3 Determinación de de marcadores óseos 66
s
7. Prevención de afracturas ño por fragilidad 67
5
7.1 d
Medidas
e generales 67
ás
7.2 m
Tratamiento farmacológico preventivo 99
d o
i
7.3rr Otras medidas 171
u
nsc
8. ra Estrategias diagnósticas y terapéuticas para prevenir las fracturas
t
a n por fragilidad 179
H
9. Difusión e implementación 197

10. Recomendaciones de investigación futura 199

GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA SOBRE OSTEOPOROSIS Y PREVENCIÓN DE FRACTURAS POR FRAGILIDAD 5


Anexos
Anexo 1 Niveles de evidencia y grados de recomendación de SIGN 202
Anexo 2 Descripción de principios activos 203
Anexo 3 Información para pacientes y familiares 207
Anexo 4 Glosario 215
Anexo 5 Abreviaturas 227
.
ón
Anexo 6 Declaración de interés 230 ci
za
Anexo 7 Otros aspectos metodológicos 232 ali
u
Anexo 8 Descripción de los índicadores propuestos act
245
su
te
Bibliografía
ien 253
e nd
p

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y
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6 GUÍAS DE PRÁCTICA CLÍNICA EN EL SNS


Presentación
Para que las decisiones clínicas sean adecuadas, eficientes y seguras, se precisan profesio-
nales con conocimientos y habilidades actualizados.
Aunque la información científica es más accesible que nunca, el gran volumen de informa-
ción, la falta de tiempo y la necesidad de graduar la relevancia de la evidencia científica hacen
.
necesarias ciertas herramientas dirigidas al apoyo de la toma de decisiones clínicas. Las Guías de ión
Práctica Clínica (GPC) dan respuesta a las preguntas más relevantes que se pueden realizar frente ac
liz
a un enfermo con una patología concreta y presentan la evidencia científica en forma de recomen- a
c tu
daciones graduadas según la calidad de los estudios que las apoyan. a
su
Conscientes de que las GPC facilitan a diario la toma de miles de decisiones nclínicas t e en el
ámbito asistencial y que son una herramienta para mejorar los resultados en salud, i ela Agencia de
nd
Calidad apoya su elaboración, difusión y utilización, a la vez que vela para que pe las GPC elabora-
das en España sean de calidad. tá
es
y
En el año 2003 el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de ca Salud (SNS) creó el pro-
i
yecto GuíaSalud, que tiene como objeto final la mejora en la toma lde ín decisiones clínicas basadas
C
en la evidencia científica, a través de actividades de formación ycade la configuración de un registro
i
de GPC en el SNS. Desde entonces, el proyecto GuíaSaludáha ct evaluado decenas de GPC, las ha
r
registrado y las ha difundido a través de Internet. P
de
A principios del año 2006 la Dirección Generalude ía la Agencia de Calidad del SNS elaboró el
G
Plan de Calidad para el SNS que se despliega en a12 estrategias.
e st
El propósito de este Plan es incrementar ela cohesión del SNS y ayudar a garantizar la máxima
d
calidad de la atención sanitaria a todos los ciudadanos con independencia de su lugar de residencia.
i ón
c
Formando parte de este Plan, enlicela año 2006, se encargó la elaboración de ocho GPC a dife-
rentes agencias y grupos expertospuen b patologías prevalentes relacionadas con las estrategias de
salud. Además, se encargó la definiciónla de una metodología común de elaboración de GPC dentro
d e
del SNS. Este encargo se concretós en un Manual Metodológico para la Elaboración de GPC, que
está a disposición de todos de los profesionales desde noviembre de 2007 y que desde el punto de
vista metodológico esañel osreferente para las guías elaboradas en este Programa.
5
Actualmente deestán en proceso de elaboración, en colaboración con las mismas instituciones
ás
y con la participación de las sociedades científicas implicadas, otras catorce guías.
m
o
En r2007
r id se renovó el proyecto GuíaSalud creándose la Biblioteca de GPC. Este proyecto
profundiza
u en la elaboración de GPC e incluye otros servicios y productos de Medicina Basada en
nsc
la rEvidencia que vayan dirigidos a apoyar la toma de decisiones clínicas. También hace especial
ta
a énfasis
n en la difusión, la diseminación y la implementación de GPC para favorecer su uso; así
H como en la evaluación de los resultados sobre la salud de los ciudadanos.
La GPC sobre osteoporosis y prevención de fracturas por fragilidad que aquí se presenta
forma parte de los proyectos a desarrollar para los años 2007 y 2008 en el Programa de Elabora-
ción de GPC basadas en la evidencia, incluido en la estrategia 10 del Plan de Calidad para el SNS.

GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA SOBRE OSTEOPOROSIS Y PREVENCIÓN DE FRACTURAS POR FRAGILIDAD 7


La osteoporosis es una enfermedad sistémica del esqueleto caracterizada por una baja masa
ósea y alteraciones de la microarquitectura del tejido óseo. La osteoporosis es un proceso crónico
que se desarrolla con la edad y que está relacionada con diversas enfermedades y tratamientos e
influenciada por factores hereditarios, ambientales y de estilo de vida.
Los cambios en el hueso comportan una disminución de la resistencia del mismo y un incre-
mento de la fragilidad ósea y de la susceptibilidad de la fractura. Las complicaciones clínicas
asociadas con la fractura por fragilidad u osteoporótica incluyen incremento en la morbilidad
(dolor, discapacidad física, peor calidad de vida, etc.), incremento en el riesgo de padecer nuevas .
n
fracturas (incluso en un corto período de tiempo) e incremento en la mortalidad. Todas estas com-ció
plicaciones conllevan importantes trascendencias a nivel clínico, social y económico. a
liz
t ua
Esta GPC pretende dar a la población y a los profesionales sanitarios una herramienta ac útil
que aporte recomendaciones basadas en la evidencia científica y en el mayor consenso su posible
sobre osteoporosis y prevención de fracturas por fragilidad: valoración del riesgont de fractura,
e
e
diagnóstico de la osteoporosis, tratamiento preventivo de las fracturas por fragilidad ndi mediante
e
medidas generales (hábitos saludables e intervenciones para prevenir las caídas en personas ma-
p
yores) y tratamiento farmacológico y, control de la evolución de la osteoporosis.
tá Asimismo, pre-
es
tende disminuir la incertidumbre y la variabilidad en la práctica clínica y
a y facilitar unos criterios
comunes que hagan posible una actuación coordinada entre profesionales n ic de distintos ámbitos

clínicos y niveles asistenciales del SNS. Este es el papel que pretendeC esta guía basada en la evi-
a
dencia científica que es el resultado del trabajo de un grupo de t icprofesionales vinculados a la pre-
ác
vención de las fracturas y de expertos en la metodología de Pr la GPC.
de
Esta GPC ha sido revisada por profesionales expertos,
a sociedades científicas y asociaciones de

pacientes españolas relacionadas con la osteoporosisG y la prevención de fracturas por fragilidad.
ta
es
de PABLO RIVERO CORTE
n
ió D. G. de la Agencia de Calidad del SNS
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8 GUÍAS DE PRÁCTICA CLÍNICA EN EL SNS


Autoría y colaboraciones

Grupo de trabajo de la GPC sobre Osteoporosis


y Prevención de Fracturas por Fragilidad
.
David Arribas, médico de familia, EAP Premià Institut Català de la Salud (ICS) ión
(Barcelona) ac
liz
Dolors Benítez, técnica de apoyo a la investigación, a
c tu
Agència d’Informació, Avaluació i Qualitat en Salut (AIAQS) (Barcelona) a
Cristina Carbonell, médica de familia, EAP Vía Roma ICS e(Barcelona) su
t
Joan Cebamanos, traumatólogo, Hospital del Mar i en (Barcelona)
d
Luís del Río, especialista en medicina nuclear, CETIR CentrepMèdic en (Barcelona)
Adolf Díez, médico internista, Hospital del Mar/IMIM t á (Barcelona)
es
María-Dolors Estrada, médico preventivista y salud pública, y AIAQS (Barcelona)
i ca
Carmen Gómez Vaquero, reumatóloga, Hospital lín Universitari de Bellvitge,
C L’Hospitalet (Barcelona)
c a
Núria Guañabens, reumatóloga, t i Hospital Clínic (Barcelona)
r ác
Misericordia Guinot, ginecóloga, Hospitalede P la Santa Creu i Sant Pau (Barcelona)
Anna Kotzeva, médica máster
d en salud pública, AIAQS (Barcelona)
a

Gabriel Liesa, fisioterapeuta, Complejo G Residencial Allegra, Sabadell (Barcelona)
s ta
Jorge Malouf, médico internista, e Unidad de Metabolismo Mineral, Hospital
d e de la Santa Creu i Sant Pau (Barcelona)
n
África Muxí, especialista ió en medicina nuclear, Hospital Clínic (Barcelona)
c ac
i
Pilar
u bl Orozco, médica de familia, EAP Gòtic ICS (Barcelona)
p Ernest Rivera, médico de familia, CAP Llibertat ICS (Reus)
la
María Gracielae Rodríguez, analista clínica y bioquímica, AIAQS (Barcelona)
e sd
dRoser Vallés, farmacéutica, SAP Cerdanyola-Ripollet ICS (Barcelona)
o s

5
de Coordinación
ás
m Coordinación técnica:
do
urri María-Dolors Estrada, médico preventivista y salud pública, AIAQS (Barcelona)
sc
tran
Coordinación grupos clínicos:
an
H Ernest Rivera, médico de familia, CAP Llibertat ICS (Reus)
Luís del Río, especialista en medicina nuclear, CETIR Centre Mèdic (Barcelona)
Roser Vallés, farmacéutica, SAP Cerdanyola-Ripollet ICS (Barcelona)

GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA SOBRE OSTEOPOROSIS Y PREVENCIÓN DE FRACTURAS POR FRAGILIDAD 9


Colaboración
Consejo director:
Departament de Salut. Generalitat de Catalunya:
Mercè Mercader, Ramón Morera, Ricard Tresserras
ICS. Divisió Hospitalària i d’Atenció Primària:
Eudald Ballesta, Eva Comín
AIAQS: .
Mireia Espallargues, Joan MV Ponsció
n
a
liz
a
tu
AIAQS:
c
a
Marta Millaret, técnica de apoyo a la documentación su
e
nt
Antoni Parada, documentalista
e
i
Isabel Parada, técnica de apoyo aela nddocumentación
p
Mònica Cortés, psicóloga clínica, máster t á en salud pública
es
Sonia Alomar,yadministrativa de apoyo
a
n ic
lí Otros colaboradores*:
C
c a
Begoña Carral, comadrona, Centre de salut El ti Castell, Castelldefels (Barcelona)
r ác
Anna Ferrer, médica preventivista y salud pública, P investigadora asociada AIAQS
d e
Concepción Pérez, comadrona, Centre dea salut El Castell, Castelldefels (Barcelona)
Francesca Pons, especialista en Gmedicina uí nuclear, Hospital Clínic (Barcelona)
t a
Teresae Serrano, enfermera, ABS Vía-Roma (Barcelona)
s
de *en la selección y síntesis de la literatura (parcial)
n

c ac
i
bl
p u Revisión externa
la
e
Joaquín
e sd Calaf, ginecólogo, Hospital de Santa Creu i Sant Pau (Barcelona)
d
Jesús GonzálezosMacías, médico internista, Hospital Universitario Marqués de Valdecilla
añ (Santander)
5
d e Revisión externa de la información para pacientes:
ás Carmen Sánchez, Asociación Española contra la Osteoporosis (AECOS)
m
d o Manuel Díaz,, Fundación Hispana de Osteoporosis y Enfermedades Óseas
rri
c u (FHOEMO)
ns Mª Dolors Navarro, Universidad de los Pacientes. Fundació Josep Laporte
tra
an Jaume Serra, médico nutricionista y dietista (Departament de Salut.
H Generalitat de Catalunya)
Miquel Hernández, técnico de información y gestión (AATRM))

10 GUÍAS DE PRÁCTICA CLÍNICA EN EL SNS


Sociedades colaboradoras
Esta GPC ha sido revisada externamente por las siguientes sociedades científicas:

Mercedes Abizanda, Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria


(SEMERGEN)
Francisco Aparisi, Sociedad Española de Radiología (SERAM)
José Antonio Blázquez, Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI) n.

Juan Coya, Sociedad Española de Medicina Nuclear e Imagen Molecular (SEMNIM) ac
li z
Juan Carlos de Vicente, Consejo General de Colegios Oficiales de Odontólogos ua
t
y Estomatólogos (COOE) ac
u
Javier del Pino, Sociedad Española de Investigaciones Óseas y Metabolismo e Mineral
s
t
ie (SEIOMM)
n
Javier Ferrer, Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia nd (SEGO)
pe
Mª Teresa González, Sociedad Españolatáde Nefrología (SEN)
Antonio Herrera, Sociedad Española de Fracturas Osteoporóticas es (SEFRAOS)
y
c a
Carmen Navarro, Sociedad Española de Geriatría i y Gerontología (SEGG)
lín
Joan Miquel Nolla, Sociedad Española C de Reumatología (SER)
c a
Andrés Peña y Mª Elena Martínez, Sociedad t i Española de Rehabilitación
r ác y Medicina Física (SERMEF)
P
e
Mª José Peña y Mariano Blasco, Federación de dAsociaciones de Enfermería Comunitaria
a
uí y Atención Primaria (FAECAP)
G
Montserrat Inglés, ta Asociación Española de Fisioterapeutas (AEF)
es
Manuel Muñoz, Sociedad de Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN)
Magí Farré, n
ió Sociedad Española de Farmacología Clínica (SEFC)
ac
ic
bl
pu
Declaración de intereses: Todos l a los miembros del grupo de trabajo, así como las personas
e
dcolaboradores
que han participado como e s y revisores externos (a título individual o como
d
os
representantes de entidades) han realizado la declaración de conflicto de interés mediante
un formulario diseñado a ñ para tal fin. En el Anexo 6 el resumen de la declaración.
5
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GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA SOBRE OSTEOPOROSIS Y PREVENCIÓN DE FRACTURAS POR FRAGILIDAD 11


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Preguntas para responder
VALORACIÓN DEL RIESGO DE FRACTURA
11. ¿Qué factores de riesgo clínicos se asocian a riesgo de fractura por fragilidad?
12. ¿Qué factores de riesgo deben considerarse para estimar el riesgo de caída en las personas
mayores? .
ión
13. ¿Es válida y fiable la medida de densidad mineral ósea por densitometría radiológica dual ac
liz
(DXA) para estimar el riesgo de fractura por fragilidad? ua
a ct
14. ¿Es válida y fiable la ultrasonometría cuantitativa (QUS) para estimar el riesgo de fractu-
su
ra por fragilidad? t e
i en
15. ¿Es válida y fiable la determinación de marcadores óseos para estimar neld riesgo de frac-
tura por fragilidad? pe
t á
es
y
DIAGNÓSTICO DE LA OSTEOPOROSIS i ca
lín
C
16. ¿Es válida y fiable la radiografía en el diagnóstico de lacaosteoporosis?
i
ct
17. ¿Es válida y fiable la densidad mineral ósea medidarápor DXA en el diagnóstico de la os-
P
teoporosis? ¿Qué región del esqueleto es la másdeadecuada?
a
18. ¿Qué criterios diagnósticos deben seguirseGcon uí la densitometría radiológica dual central
para diagnosticar la osteoporosis? ta
es
19. ¿Es válida y fiable la ultrasonometría de cuantitativa en el diagnóstico de la osteoporosis?
n
10. ¿Es válida y fiable la determinación ió
c ac de marcadores óseos en el diagnóstico de la osteopo-
rosis? i
u bl
p
la
e
CONTROL DE LA EVOLUCIÓN e sd DE LA OSTEOPOROSIS
d
11. ¿Qué medidasñoóseass son más adecuadas para el control de la evolución de la osteoporosis
en pacientes a
5 sin o con tratamiento (monitorización)? ¿Cuál es el intervalo de tiempo
aconsejablede entre medidas de densidad mineral ósea?
ás
m
o
PREVENCIÓN r rid DE LAS FRACTURAS POR FRAGILIDAD
s cu
n
Medidas generales (hábitos saludables y prevención de caídas en los mayores)
tra
n
a 12. ¿Seguir una dieta con aporte de calcio adecuado es eficaz para prevenir las fracturas por
H
fragilidad?
13. ¿Cuáles son las cantidades diarias de calcio y vitamina D recomendadas en los diferentes
grupos de población?

GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA SOBRE OSTEOPOROSIS Y PREVENCIÓN DE FRACTURAS POR FRAGILIDAD 13


14. ¿Son las isoflavonas naturales (en dieta o suplementos) eficaces y seguras para prevenir
las fracturas por fragilidad?
15. ¿La exposición solar reduce el riesgo de fractura por fragilidad?
16. ¿El consumo de tabaco aumenta el riesgo de fractura por fragilidad? ¿El consumo exce-
sivo de alcohol aumenta el riesgo de fractura por fragilidad?
17. ¿El consumo excesivo de bebidas con cafeína aumenta el riesgo de fracturas por fragi-
lidad? .
ón
18. ¿La práctica de ejercicio físico regular reduce el riesgo de fractura por fragilidad?
a ci
liz
19. ¿Qué intervenciones reducen el riesgo de caídas en las personas mayores? a
tu
ac
su
e
Tratamiento farmacológico nt
d ie
20. ¿Es eficaz y seguro el tratamiento aislado con suplementos de calcio eynvitamina D para
p
prevenir la fractura por fragilidad? tá
es
y
21. ¿Es eficaz y seguro el tratamiento con alendronato, etidronato,aibandronato, risedronato o
i c
zoledronato (bisfosfonatos) para prevenir la fractura por fragilidad?
ín l
C
22. ¿Es eficaz y seguro el tratamiento con raloxifeno para prevenir
ca la fractura por fragilidad?
i
á ct
23. ¿Es eficaz y seguro el tratamiento con ranelato de estroncio para prevenir la fractura por
Pr
fragilidad? de
ía
24. ¿Es eficaz y seguro el tratamiento con teriparatida
G
u o parathormona 1-84 (fármacos osteo-
formadores) para prevenir la fractura por t a fragilidad?
s e
de
25. ¿Es eficaz el tratamiento con teriparatida para tratar el dolor de la fractura vertebral?
i ón
26. ¿Es eficaz y seguro el tratamiento
ac con calcitonina para prevenir la fractura por fragilidad?
blic
27. ¿Es eficaz y seguro el tratamiento con calcitonina para tratar el dolor de la fractura verte-
pu
bral? la
de
28. ¿Es eficaz y segura s la terapia hormonal sustitutiva para prevenir la fractura por fragili-
de
dad? os
ñ
29. ¿Es eficaz y5 aseguro el tratamiento con tibolona para prevenir la fractura por fragilidad?
de
30. ¿Cuáláes
s el efecto de las estatinas para prevenir la fractura por fragilidad?
m
31. ¿Cuál o es el efecto de los suplementos de micronutrientes (magnesio, cobre, zinc, hierro,
r rid
sílice, boro, estroncio o manganeso) para prevenir la fractura por fragilidad?
uc
a ns
tr
an
H Otras medidas
32. ¿Es el protector de cadera eficaz/efectivo y seguro para prevenir la fractura de cadera por
fragilidad?
33. ¿Son la vertebroplastia percutánea y la cifoplastia eficaces y seguras para reducir el dolor
asociado a las fracturas vertebrales por compresión debidas a la osteoporosis?

14 GUÍAS DE PRÁCTICA CLÍNICA EN EL SNS


Recomendaciones de la GPC

Grado de recomendación: A, B, C o D, según sea muy buena, buena, regular o baja ca-
lidad de la evidencia (Anexo 1).
 Buena práctica clínica: recomendación por consenso del grupo de trabajo.
.
ón
a ci
a liz
tu
Valoración del riesgo de fractura por fragilidadac
u s
e
Factores de riesgo ent
i
nd
pe
Los FR clínicos relacionados con la disminución de la medida de densidad mineral
t á
es
ósea (DMO) y el riesgo de fractura por fragilidad que han demostrado asociación
son: y
a
ic
Criterios mayores (FR elevado): aquellos FR que se Chan lín considerado que tienen
un riesgo relativo (RR) asociado a fractura dos o más a
t ic veces mayor al de la pobla-
ác siguientes:
ción sin FR (RR ≥2). Los criterios mayores son rlos
P
• fractura previa por fragilidad de
a

• antecedente familiar de fractura de cadera (padres o hermanos)
G
• tener 65 años o más ta
es
de
• índice de masa corporal (IMC) inferior a 20 Kg/m (IMC=peso/altura2)
2

ó n
ci
• tratamiento con glucocorticoides (a)

i ca
bl
• fallo ovárico prematuro sin tratar
pu
B la
• caídas en el último año
e
sd
• hiperparatiroidismo
de
s
• trastorno de la conducta alimentaria (anorexia, bulimia, etc.)
año
• malnutrición crónica y malabsorción
5
d e
(a)
el paciente está actualmente expuesto a glucocorticoides orales o ha estado ex-
puesto ása glucocorticoides orales durante más de tres meses, con una dosis diaria
m
d o
de 5 mg o más de prednisolona (o dosis equivalentes de otros glucocorticoides).
rr i
cu
ns
Criterios menores (FR moderado): aquellos FR que se ha considerado que tienen
tra un RR asociado a fractura entre una y dos veces mayor (1>RR<2) al de la pobla-
an ción sin FR. Los criterios menores son los siguientes:
H
• consumir >3 unidades de alcohol/día (una unidad representa 8-10 gr de
alcohol)
• fumador actual
• diabetes tipo 1 (insulinodependiente)

GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA SOBRE OSTEOPOROSIS Y PREVENCIÓN DE FRACTURAS POR FRAGILIDAD 15


• artritis reumatoide
• hipertiroidismo
B
• sexo femenino
• menopausia temprana (40-45 años)

Las fracturas se asocian con frecuencia a caídas, por lo que se recomienda conside-
A
rar los FR de caída.
.
ón
Los FR no relacionados con la disminución de la DMO pero que tienen un riesgoa ci
a
asociado de fractura elevado (RR≥2) (criterio mayor) y que deben considerarse liz
tu
para estimar el riesgo de caída son: ac
su
• edad mayor de 80 años te n
• antecedentes de caídas en el último año d ie
n
B • deterioro cognitivo, funcional (fuerza y equilibrio) y/o sensorial (visual) pe
á
• consumo de determinados fármacos (ej.: antidepresivos, ebenzodiacepinas, st an-
tipsicóticos, antihistamínicos H1) y
a
n ic
• obstáculos en el hogar lí
C
a
• miedo a caer
c tic
á
• incontinencia urinaria que obliga a levantarse durante la noche
Pr
de
Medidas óseas para la valoración í a del riesgo
u
G
ta
La prueba de referencia para la valoración
es del riesgo de fractura por fragilidad es
A e
la medición mediante DXA de la dDMO en fémur proximal y columna lumbar (es-
n
queleto central).
c ió
a
l ic
b
Sólo se recomienda el usou de la DXA periférica en la predicción del riesgo de frac-
C p
tura por fragilidad cuando la no se pueda realizar la DXA central.
de
Cuando no esté daccesible es la DXA central, prueba de referencia para estimar el
s
ño
A riesgo de fractura por fragilidad, una alternativa válida y fiable para dicha indica-
ción sería la aQUS de calcáneo.
5
d e
La validezás y fiabilidad de la determinación de marcadores óseos para la predicción
C m
de ofracturas por fragilidad es todavía inconsistente según la evidencia disponible y,
i d
rr consiguiente, no se recomienda su uso indiscriminado en esta indicación.
por
cu
ns
tra Recomendaciones generales sobre valoración del riesgo de fractura
an
H La combinación de los FR clínicos de fractura por fragilidad con la medida de la
DMO (DXA central) es el método más eficaz para la valoración del riesgo de frac-
A tura.
Posicionamiento de los FR clínicos y medida de la DMO (ver Algoritmo 1).

16 GUÍAS DE PRÁCTICA CLÍNICA EN EL SNS


Actualmente pueden utilizarse distintas herramientas para la valoración del riesgo
 absoluto de fractura por fragilidad como FRAX (Organización Mundial de la Sa-
lud [OMS], 2008).

Cuando no pueda realizarse DXA de columna y/o fémur por la existencia de artro-
C sis, fracturas o prótesis que invalidarían el resultado, puede realizarse la medición
periférica del antebrazo no dominante en la región del radio 33% o tercio medio],
que puede realizarse con el mismo equipo que se realiza una DXA central (equipo .
DXA de medición central). ión
c a
liz
a
Cuando no pueda realizarse por falta de disponibilidad una DXA central puede
c tu
emplearse una medición periférica (DXA o ultrasonometría cuantitativa)u de a cal-
A cáneo (equipo DXA de medición periférico o QUS). Otras T-scores distintos s del
e
ent
fémur toral, cuello femoral, columna o radio 33% no pueden utilizarse de acuerdo i
con los criterios diagnósticos de la OMS. e nd
p
t á
De manera individualizada pueden considerarse los marcadores es óseos junto a
C y
otros FR para la estimación del riesgo de fractura por fragilidad. a
ic
lín
C
Diagnóstico de la osteoporosis it c
a
c
Prá
A La Rx no debe utilizarse para el diagnóstico de la osteoporosis.
de
a
Está indicada la realización de la Rx ante uí
A G la sospecha clínica de fractura por fragi-
lidad. ta
es
Se recomienda una búsqueda activa de de posibles fracturas vertebrales asintomáti-
n
cas en aquellos pacientes queacpresentan ió una pérdida de altura progresiva.
D l i c
b pérdida de altura documentada de más de 2 cm (en
pu
Debe valorarse cuando exista
la
un año) o histórico de más de 6 cm.
d e
s
D de
Es aconsejable evaluar la presencia de fracturas vertebrales asintomáticas en las
Rx de columna o s realizadas por cualquier otro motivo, de manera especial en los

pacientes que5 presentan FR de osteoporosis.
de
La DXA
s
á central (cadera y columna) es la técnica diagnóstica para evaluar la DMO
A m
endola práctica clínica.
u rri
c
ns En la adquisición de un equipo DXA debería contemplarse que disponga de alta
tra resolución, rapidez en la exploración y con capacidad para la exploración de la
an columna en proyección lateral.
H
Un estudio densitométrico con DXA estándar debe consistir en mediciones cuan-

titativas de columna lumbar antero-posterior y de la cadera.
Sólo debe realizarse una exploración DXA en proyección lateral para el diagnós-
tico de fracturas vertebrales cuando se reúnan criterios similares a los utilizados
para la indicación de las radiografías.

GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA SOBRE OSTEOPOROSIS Y PREVENCIÓN DE FRACTURAS POR FRAGILIDAD 17


Para el diagnóstico de osteoporosis se recomienda la medición de DMO, medida
por DXA central, valorando el T-score (comparación del valor del paciente, con el
valor de referencia de población adulta joven del mismo sexo y de la misma raza)
y aplicar los criterios de la OMS2.
Se asigna al paciente una T-score, que es el número de desviaciones estándar (DE)
por encima o por debajo de la DMO media para adultos jóvenes normales, como
D se indica a continuación:
.
ón
– DMO normal: una T-score ≥ -1,0
a ci
– Osteopenia (DMO baja): una T-score entre -1,0 y -2,4 a liz
tu
– Osteoporosis: una T-score ≤ -2,5 ac
– Osteoporosis establecida (grave): describe a pacientes con una T-score inferior su
n te
a -2,5 que además presenta una fractura por fragilidad. ie d
pen
Hay controversia en limitar como única localización para el diagnóstico de la os-
s tá
teoporosis el cuello femoral, criterio OMS-20073. e
 y
Se recomienda considerar las siguientes localizaciones: columna c a lumbar, cuello de
l í ni
fémur, área total de fémur y tercio medio del radio. C
a
t ic
La clasificación no es aplicable a otras técnicasáde c densitometría ósea (como el
 Pr
T-score de la QUS que no es equivalente a lose T-score derivados de DXA).
d
uía
A La QUS no debe ser considerada para elG diagnóstico de la osteoporosis.
a
st
emarcadores
La determinación sistemática de los e óseos no está recomendada en el
B d
diagnóstico de la osteoporosis. n

c ac
i
Control de la uevolución bl de la osteoporosis
p
la
La prueba de referencia d e para el control evolutivo de la osteoporosis es la DXA
A s
d e
realizada en el esqueleto central (columna y cadera).
s
ño las mediciones de DXA central para el control evolutivo de la
El intervalo aentre
D 5
DMO endepacientes sin tratamiento es como mínimo de 2 años.
ás
m
El ointervalo entre las mediciones de DXA central para monitorizar la DMO en
i d
rr
pacientes tratados por osteoporosis debe ser entre 1 y 2 años después de iniciado
D cu
el tratamiento (primer control). Los controles sucesivos se harán como mínimo
a ns
tr cada 2 años o de acuerdo al contexto clínico.
an
H Se recomienda un intervalo más corto (6 a 12 meses) entre las mediciones de DXA
C central para aquellos pacientes en circunstancias específicas (como tratamiento
con glucocorticoides (GC) o trasplantados de órganos sólidos).

La evidencia científica es suficiente para no recomendar el uso de la DXA perifé-


C
rica en el control evolutivo de la osteoporosis.

18 GUÍAS DE PRÁCTICA CLÍNICA EN EL SNS


No se recomienda el uso de la QUS de calcáneo para el control evolutivo de la
B
osteoporosis.

Los marcadores óseos pueden ser utilizados para una valoración precoz de la efec-
B
tividad y de la adherencia al tratamiento farmacológico.

Prevención de las fracturas por fragilidad


.
ón
MEDIDAS GENERALES
a ci
a liz
Hábitos saludables tu
ac
Es importante seguir una dieta con aporte de calcio adecuado para mantener una su
n te
B correcta salud esquelética, aunque hay controversia que esta intervención
e aislada
sea eficaz para prevenir las fracturas por fragilidad. ndi
e p
t á
A los niños prepúberes (4-8 años) se recomienda una ingesta de calcio/día* de es
B y
800 mg. a
n ic

A los adolescentes (9-18 años), la ingesta de calcio/día* C recomendada es de
B c a
1.300 mg. t i
r ác
P
A de
A las mujeres premenopáusicas (19-50 años), la ingesta de calcio/día* recomenda-
a
da es de 1.000 mg. uí
G
ta
A es
A las mujeres de 18 años o más gestantes o en periodo de lactancia, la ingesta de
calcio/día* recomendada es de 1.000 mg. de
n

ac
A los hombres después de la adolescencia y hasta los 50 años, la ingesta de calcio/
c
i
C
día* recomendada es de 1.000 mg. u bl
p
la
e
 e sd
A las mujeres postmenopáusicas (mayores de 50 años), la ingesta de calcio/día*
d
recomendada es de 1.000-1.200 mg.
o s

A los hombres mayores de 50 años, la ingesta de calcio/día* recomendada es de
 5
de
1.000-1.200 mg.
á s
mcasos de osteoporosis establecida o ante tratamiento con GC, la ingesta de
Para o

r rid
calcio/día recomendada es de 1.500 mg.
cu
ns
* trade todas las fuentes (total de la dieta y suplementos), priorizando la dieta
an
H

GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA SOBRE OSTEOPOROSIS Y PREVENCIÓN DE FRACTURAS POR FRAGILIDAD 19


Se recomienda un aporte adecuado de vitamina D/día a toda la población (ya sea
A
mediante dieta y exposición solar adecuada o suplementos).

En pacientes con riesgo de déficit de vitamina D (mayores de 50 años, enfermos


A crónicos o personas institucionalizadas), la dosis de vitamina D/día recomendada
es de 800 Ul.

Se recomienda una ingesta de vitamina D/día de 400 Ul en los siguientes grupos de .


ón
población:
ci a
D – mujeres gestantes de 18 años o más o en periodo de lactancia a liz
tu
– mujeres premenopáusicas (19-50 años) ac
– hombres después de la adolescencia y hasta los 50 años. su
e
nt
d de las isofla- ie
No hay evidencia científica suficiente y de calidad que avale el efecto
pen
D vonas naturales en la prevención de las fracturas por fragilidad,áya sea su origen la
t
dieta o los suplementos. es
y
c a
i
Hay poca evidencia sobre los efectos adversos derivados
lín del consumo de isoflavo-
nas naturales, en especial cuando la fuente es de suplementos. C Por consiguiente, no
D c a
se recomienda el uso de suplementos de isoflavonas i
t hasta discernir si pueden tener
o no un efecto perjudicial a largo plazo. r ác
P
de
La exposición solar es el principal estímuloupara ía la síntesis cutánea de vitamina D. No
B G
hay evidencia suficiente sobre su efectotaen la reducción de fractura por fragilidad.
es
El consumo de tabaco aumenta el e
d riesgo de fractura por fragilidad y, por consi-
B n
guiente, es un hábito desaconsejable. ió
c ac
i
u bl
El consumo excesivo de alcohol (>3 unidades/día; 1 unidad: 8-10 g de alcohol) au-
C p
menta el riesgo de fractura la por fragilidad.
d e
s
 de
Se recomienda no superar las 3 unidades de alcohol/día.
ñ os
El consumo a
C 5 excesivo bebidas con cafeína (≥4 tazas de café/día) aumenta el riesgo
de fractura e
d por fragilidad.
ás
m

d o
Se recomienda no superar las 4 tazas de café/día.
rr i
cu
ns
Se recomienda realizar ejercicio físico regular (en especial, aquellos dirigidos a me-
Btra jorar la resistencia y el equilibrio), aunque hay controversia que esta intervención
an aislada sea eficaz para prevenir las fracturas por fragilidad. Se considera oportuno
H
adecuar la intensidad del ejercicio físico al estado general de la persona.

La evidencia disponible no permite recomendar el Tai Chi para la prevención de la


C
fractura por fragilidad a la población en general.

20 GUÍAS DE PRÁCTICA CLÍNICA EN EL SNS


Prevención de caídas en personas mayores

Hay evidencia contradictoria sobre el efecto preventivo del suplemento de vitami-


C
na D con o sin calcio para prevenir las caídas.

En personas mayores no institucionalizadas, se recomienda el ejercicio físico regu-


lar dirigido a mejorar el equilibrio y la fuerza muscular para prevenir las caídas. El
A
ejercicio físico deber ser prescrito de forma individualizada y dirigido por personal .
cualificado. ión
c a
liz
Se recomiendan los ejercicios físicos regulares para fortalecer la musculatura den- a
c tu
B tro de un programa multifactorial, aunque la evidencia es insuficiente paraa reco-
mendarlo como única actividad para prevenir las caídas en personas mayores. su
t e
i en
Se recomienda revisar y ajustar la medicación, en especial en los pacientes d polime-
pen
 dicados, así como controlar las patologías de base que puedan incrementar el ries-
s tá
go de caídas. e
y
a
ic
No hay evidencia suficiente que avale el efecto preventivo
lín de los programas edu-
cativos no individualizados y que no estén incluidos en C

c a un programa multifactorial
sobre las caídas. t i
r ác
P
A las personas mayores atendidas por una caída de se les debe ofrecer una evaluación
A y un asesoramiento sobre los riesgos del uentorno ía donde viven. Esta intervención
que realiza el personal sanitario sólo es G
efectiva si se acompaña de seguimiento.
s ta
e
Los programas de intervención multifactorial de (en la comunidad y población institu-
ón
cionalizada) que han demostrado ci eficacia para prevenir caídas comprenden los si-
afísico
A guientes elementos: ejercicio li c regular para ganar fuerza muscular y equilibrio,
b
asesoramiento e intervención pu sobre los riesgos en el hogar, evaluación y atención de
la visión y revisión deelos la tratamientos farmacológicos (modificación o disminución).
d
d es
Se recomienda sque las intervenciones multifactoriales para prevenir caídas en per-
 o
sonas mayores añ estén implementadas por profesionales sanitarios.
5
Después d e
de una fractura por caída, a la persona mayor se le deberá ofrecer una
evaluación ás multidisciplinar para identificar y minimizar el riesgo futuro de caída y
A m
una d o intervención individualizada con el objetivo de promover su independencia y
rr i
cumejorar su función física y psicológica.
ns
tra A la hora de promover la participación de las personas mayores en los programas
an
H  de intervención multifactorial para prevenir las caídas deben evaluarse las posibles
barreras a su implementación (miedo a caer, barreras físicas, etc.).

Se recomienda preguntar a las personas mayores sobre caídas en el último año. En


C las que se cayeron, es importante preguntarles sobre frecuencia y lugar de la caída
así como otras características relativas a la caída.

GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA SOBRE OSTEOPOROSIS Y PREVENCIÓN DE FRACTURAS POR FRAGILIDAD 21


Tratamiento farmacológico
Suplementos de calcio y/o vitamina D

Se recomienda asociar suplementos de calcio y de vitamina D en aquellas mujeres


A postmenopáusicas osteoporóticas que estén en tratamiento para prevenir las frac-
turas por fragilidad.
n.
Se recomiendan suplementos de calcio y de vitamina D en aquellas mujeres insti- ció
A
tucionalizadas cuyo aporte dietético de calcio y de vitamina D sea insuficiente. liz
a
tua
Hay evidencia controvertida sobre el efecto de los suplementos de calcio yuvitami- ac
na D en la prevención de las fracturas por fragilidad en pacientes tratados s
C t e con GC.
n
También hay controversia sobre si el efecto de algunos metabolitos de
d ie la vitamina
D puede ser superior a los otros. en p
t á
Se recomienda administrar suplementos de calcio y de vitamina es D en función del
 y
aporte dietético a aquellas personas tratadas con GC. ica
lín
Se recomienda asociar suplementos de calcio y de vitamina C D a los hombres con
a
D t ic las fracturas por fragilidad.
osteoporosis que estén en tratamiento para prevenir ác
Pr
Cualquiera de las opciones de actuación farmacológica de para prevenir la fractura
í a
A por fragilidad que se indique al paciente debe u asociarse a suplementos de calcio y
G
de vitamina D.
s ta
e
Los efectos adversos más frecuentes de de los suplementos de calcio y de vitamina D
n
 son leves-moderados, aunquecsi ió no se consideran pueden afectar la adherencia al
a
tratamiento. b lic
pu
la Bisfosfonatos
d e
s
Para reducir el riesgo de de fractura de cualquier localización (vertebral, no vertebral
s
ño
y cadera) el aalendronato oral, risedronato oral y el zoledronato endovenoso (de
5
uso hospitalario, licencia en curso) han demostrado su eficacia en mujeres postme-
nopáusicas de osteoporóticas (A)
ás
Para mreducir el riesgo de fractura vertebral el ibandronato oral (A), ibandronato
r i do
A r
endovenoso (A) y el etidronato oral han mostrado ser eficaces en las mujeres post-
cu
yBns menopáusicas osteoporóticas (A)
tra
an
Para reducir el riesgo de fractura no vertebral el ibandronato oral y el ibandronato
H endovenoso ha demostrado ser eficaz en subgrupos de alto riesgo (T-score en cue-
llo de fémur < -3,0) de mujeres postmenopáusicas osteoporóticas. No hay eviden-
cia en fractura de cadera que permita su recomendación (B).
Posicionamiento de los bisfosfonatos en esta población (ver Algoritmo 2).

22 GUÍAS DE PRÁCTICA CLÍNICA EN EL SNS


En estos momentos en nuestro país el alendronato tiene un coste inferior al resto
 de los bisfosfonatos recomendados.
La administración endovenosa del zoledronato e ibandronato condicionan su uso.

Para reducir el riesgo de fractura vertebral el risedronato oral (C), el alendronato


A oral (A) y el zoledronato endovenoso (A) (de uso hospitalario, licencia en curso)
y C han demostrado su eficacia en la osteoporosis inducida por glucocorticoides.
.
Posicionamiento de los bisfosfonatos en esta población (ver Algoritmo 3). ón
a ci
liz
Para reducir el riesgo de fractura vertebral el etidronato oral ha mostrado su efica- a
c tu
B cia en la osteoporosis inducida por glucocorticoides. a
su
Posicionamiento de los bisfosfonatos en esta población (ver Algoritmo t3). e
en
di
 El alendronato y etidronato no tienen esta indicación aprobada enenEspaña.
p
t á
Para reducir el riesgo de fractura vertebral el risedronato oral, es
y el alendronato oral
y el zoledronato endovenoso (licencia en curso) han demostrado a su eficacia en los
A n ic
hombres con osteoporosis. lí
C
a
Posicionamiento de los bisfosfonatos en esta población it c (ver Algoritmo 3).
ác
Pr
 El alendronato no tiene esta indicación aprobada
de en España.
a

No se recomienda el uso de bisfosfonatos G en mujeres premenopáusicas osteoporó-
a
 ticas salvo en casos excepcionales. est
Posicionamiento de los bisfosfonatos de en esta población (ver Algoritmo 3).
ón
a ci
Se recomienda mantener una c
i buena higiene bucodental, especialmente durante el
 u bl
tratamiento con bisfosfonatos p endovenosos.
la
e
No se recomienda seld uso de los bisfosfonatos durante la gestación y deberían sus-
d e
D penderse en aquellas s mujeres que planifiquen un embarazo hasta disponer de
evidencia sobre ñ o su seguridad en estas circunstancias.
a
5
de
Se recomienda seguir las pautas de administración y seguridad de cada bisfosfona-
 á s
to enmparticular descritas en la ficha técnica.
d o
urri recomendable discontinuar la terapia con bisfosfonatos en pacientes con frac-
Es
c
Dns turas subtrocantéreas hasta evaluar el balance riesgo-beneficio individual del pa-
traciente y decidir sus opciones de tratamiento (alerta de abril de 2009)4.
an
H
 Se recomienda no prolongar el tratamiento con bisfosfonatos más de 10 años.

GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA SOBRE OSTEOPOROSIS Y PREVENCIÓN DE FRACTURAS POR FRAGILIDAD 23


Raloxifeno

El raloxifeno oral ha demostrado ser eficaz en la reducción de la fractura vertebral


en las mujeres postmenopáusicas osteoporóticas. No hay evidencia en fractura de
A
cadera que permita su recomendación.
Posicionamiento del raloxifeno en esta población (ver Algoritmo 2).

En las mujeres postmenopáusicas osteoporóticas, el tratamiento con raloxifeno .


A
disminuye sustancialmente el riesgo de cáncer de mama invasivo. ión
c a
liz
a
A
No debe administrarse en mujeres con riesgo elevado de enfermedad tromboem-
c tu
bólica venosa. a
su
e
No se recomienda su uso en mujeres premenopáusicas o con sangrado entuterino no
i
nd

filiado. e
p
t á
 Ante clínica climatérica intensa (sofocos) no se recomienda el esuso de raloxifeno.
y
a
Se recomienda no prolongar el tratamiento con raloxifeno más de 8 años hasta que n ic
 lí
no se dispongan de más datos de seguridad. C
a
c tic
á
Ranelato de estroncio Pr
de
El ranelato de estroncio oral ha demostrado í a ser eficaz en la reducción de la fractu-
u
A ra vertebral y no vertebral en las mujeres G postmenopáusicas osteoporóticas.
ta
Posicionamiento del ranelato de estroncio es en esta población (ver Algoritmo 3).
de
n
Para reducir el riesgo de fractura c ió de cadera se recomienda el ranelato de estroncio en
B a
lic
subgrupos de alto riesgo (T-score en cuello de fémur < -3,0 y mayores de 74 años).
b
pu
Se recomienda interrumpir l a el tratamiento ante la aparición de reacciones cutáneas

por el riesgo de DRESS s de (Drug Rash with Eosinophilia and Systemic Symptoms).
de
o s
A añ
No debe administrarse en mujeres con riesgo elevado de enfermedad tromboem-
bólica venosa. 5
de
á s
Se recomienda
m seguir las pautas de administración y seguridad del ranelato de es-
 o
d
troncio descritas en la ficha técnica.
u rri
s c
an Se recomienda no prolongar el tratamiento con ranelato de estroncio más de 8
rt 
años hasta que no se dispongan de más datos de seguridad.
an
H
Fármacos osteoformadores

Para reducir el riesgo de fractura vertebral la teriparatida y la PTH (1-84) han mostra-
do ser eficaces en las mujeres postmenopáusicas osteoporóticas. La teriparatida tam-
A
bién ha demostrado ser eficaz en la reducción del riesgo de fracturas no vertebrales.
Posicionamiento de la teriparatida y PTH (1-84) en esta población (ver Algoritmo 2).

24 GUÍAS DE PRÁCTICA CLÍNICA EN EL SNS


No hay evidencia en fractura de cadera que permita la recomendación de la teri-
A
paratida y PTH (1-84).

El coste, la pauta y vía de administración de la teriparatida y la PTH (1-84) restrin-



gen su uso a casos graves.

La teriparatida ha demostrado ser eficaz en la reducción del riesgo de fractura n.



B vertebral en la osteoporosis inducida por glucocorticoides. ac
a liz
Posicionamiento de la teriparatida (ver Algoritmo 3). tu
ac
su
La teriparatida ha demostrado su eficacia en la reducción del riesgo de e fractura
ent
A vertebral y no vertebral en hombres con osteoporosis. di
p
Posicionamiento de la teriparatida y PTH (1-84) en esta población (ver Algoritmo 3).
en

es
y
No se recomienda el uso de teriparatida ni PTH (1-84) en mujeres en edad fértil
 i ca
sin medidas anticonceptivas. lín
C
c a
Se recomienda la monitorización de calcemia en i
t los casos tratados con PTH

(1-84). r ác
P
de
a
 uí
No se recomienda teriparatida ni PTH (1-84) en personas que hayan recibido ra-
dioterapia previa. G
ta
es
Se recomienda seguir las pautas de de administración y seguridad de la teriparatida y
 n
PTH (1-84) descritas en las fichas técnicas. ió
c ac
i
u bl
D La duración del tratamiento con teriparatida y PTH (1-84) debe ser de 24 meses.
p
la
e
Aunque ha demostrado e sd efecto analgésico en el dolor de espalda asociado a fractu-
ra vertebral no ssed recomienda su uso en esta indicación.

o

5
de Calcitonina
Se ha suspendido á s la autorización de comercialización de los medicamentos de administración
m
o que contienen calcitonina (ver página 149)
rid
intranasal
ur
nsc La calcitonina nasal ha demostrado su eficacia en la reducción del riesgo de frac-
tra tura vertebral por fragilidad en mujeres postmenopáusicas osteoporóticas.
A
an
H Posicionamiento de la calcitonina en esta población (ver Algoritmo 2).

No se recomienda el tratamiento con calcitonina nasal a los pacientes con osteopo-


A rosis inducida por GC.
Posicionamiento de la calcitonina en esta población (ver Algoritmo 3).

GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA SOBRE OSTEOPOROSIS Y PREVENCIÓN DE FRACTURAS POR FRAGILIDAD 25


Para reducir el riesgo de fractura vertebral por fragilidad en hombres con osteopo-
C rosis no se recomienda la calcitonina nasal.
Posicionamiento de la calcitonina en esta población (ver Algoritmo 3).

Aunque no haya evidencia de eficacia de la calcitonina en las mujeres premeno-


páusicas osteoporóticas, puede considerarse como una opción de tratamiento de-
D bido a las escasas alternativas que existen para este grupo.
.
Posicionamiento de la calcitonina en esta población (ver Algoritmo 3). ón
a ci
liz
La calcitonina nasal se suele emplear, en base a su seguridad, sólo en casos donde a
c tu
 no se contempla otra opción farmacológica (contraindicación, toxicidad, efectos a
secundarios). su
e
ent
i
Se recomienda seguir las pautas de administración y seguridad dendla calcitonina
 pe
nasal descritas en la ficha técnica. á
t
es
 Sólo existen datos de seguridad y eficacia hasta 5 años. a y
ic
l ín
Aunque ha demostrado efecto analgésico en el dolor de C espalda asociado a fractu-
 a
ra vertebral, no se recomienda su uso en esta indicación. it c
ác
Pr
Terapia hormonal
de
í a
u
Aunque está demostrada la eficacia de laGTHS (estrógenos solos o combinados con
ta vertebral, cadera y otras localizaciones,
A gestágenos) en la prevención de fractura es
de
no se recomienda en mujeres postmenopáusicas mayores de 65 años.
n

ac
En mujeres con fallo ovárico prematuro y/o menopausia temprana la THS estaría
c
 li
indicada en la prevenciónuby tratamiento de la osteoporosis.
p
la
El uso de THS (condeestrógenos o combinada) se puede considerar como una op-
ción terapéutica dque es reduce el riesgo de fractura por fragilidad en pacientes con
 osteoporosis yocon s contraindicaciones para los fármacos recomendados.
a ñ
Posicionamiento 5 de la THS (ver Algoritmos 2 y 3).
d e
ás
Los riesgos asociados al uso de la THS que combina estrógenos y gestágenos son
m
d o
tromboembolismo, eventos cardiovasculares, cáncer de mama, deterioro cognitivo,
u rri
c demencia, alteraciones de la vesícula biliar, cáncer de ovario y de endometrio, por
s
an lo cual es aconsejable una valoración riesgo-beneficio.
rt B
an La THS con estrógenos solos no supone un mayor riesgo de cáncer de mama; sin em-
H
bargo, aumenta el sangrado vaginal irregular y el riesgo de cáncer endometrial. El uso
de estrógenos equinos conjugados aumenta significativamente el riesgo de ictus.

La relación riesgo-beneficio se debe considerar a nivel individual antes de iniciar



el tratamiento y durante su uso.

26 GUÍAS DE PRÁCTICA CLÍNICA EN EL SNS


No es aconsejable el uso de la THS (con estrógenos y gestágenos) más de cinco
A años a partir de los 50 años debido a los potenciales riesgos asociados que compor-
ta una dosis equivalente de 50 pcg de estradiol/día.

Cuando está indicada la THS esta debe iniciarse a dosis bajas (estrógeno equiva-

lente a parches de 25) y si es necesario pasar a dosis mayores.

En mujeres con útero intacto se recomienda la THS que combina estrógeno y ges- .
 tágeno. La dosis de gestágeno se debe ajustar en función de la dosis de estrógeno ión
ac
administrada y la pauta de tratamiento. liz a
c tu
En mujeres sin útero o histerectomizadas se recomienda la THS con estrógenos a so-
u
 los. En aquellos casos que la histerectomía fue por cáncer de endometrioe sestadio I
t
grado I, la THS debe combinar estrógenos y gestágenos. i en
d
pen
La pauta combinada contínua no debe iniciarse hasta un año después de estable-
 s tá
cerse la menopausia. e
y
a
c tibolona en la preven-
Aunque recientemente se ha demostrado la eficacia delínila
ción de fractura vertebral y no vertebral y en la reducción C de riesgo de cáncer de
c a
B mama y de colon (estudio LIFT) , no se recomienda5 i
t en mujeres postmenopáusicas
r ác
a partir de 60 años debido a que los datos sobre su seguridad a largo plazo son li-
P
mitados y se ha objetivado un riesgo elevadodede ictus.
a

G
a
 e st
En mujeres de menos de 60 años, previamente de su prescripción, se ha de evaluar
el balance riesgo-beneficio en cadae caso particular.
d
i ón
Otros ac principios activos
l ic
p ub
No se puede recomendar la el uso de estatinas en la prevención de fracturas por
 e
fragilidad debido a dla falta de consistencia en su efecto y a la baja calidad de los
s
estudios. de
ñ os
No hay evidencia a suficiente para recomendar ingestas adicionales con suplemen-
5
D e
tos de losd siguientes micronutrientes para prevenir la fractura por fragilidad: mag-
s
nesio, ácobre, zinc, hierro, sílice, boro, estroncio y manganeso.
m
o
r rid
cu Otras medidas
ns
tra Se recomienda el uso de protectores de cadera a los mayores con elevado riesgo de
an
H B fractura, en especial, a los que viven institucionalizados siempre y cuando las per-
sonas acepten usarlos y se apliquen de manera adecuada.

Los efectos adversos relativos al uso de protectores de cadera son leves y poco
A
frecuentes y, por consiguiente, no limitan su recomendación.

GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA SOBRE OSTEOPOROSIS Y PREVENCIÓN DE FRACTURAS POR FRAGILIDAD 27


La vertebroplastia percutánea y la cifoplastia son una opción cuando el tra-
tamiento farmacológico es ineficaz en el manejo del dolor intenso tras fractura
B
vertebral reciente por fragilidad. Sin embargo, ambos procedimientos no se reco-
miendan de forma indiscriminada.

La posibilidad de complicaciones asociadas a la vertebroplastia percutánea y la


 cifoplastia para tratar el dolor secundario a fractura vertebral por fragilidad justi-
fican que no se indiquen de forma indiscriminada. .
ón
a ci
a liz
tu
ac
su
e
nt
ie
nd
pe

es
y
ca
líni
C
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r ác
P
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a

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n

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de
o s

5
de
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c
ns
tra
an
H

28 GUÍAS DE PRÁCTICA CLÍNICA EN EL SNS


1. Introducción
Antecedentes
En el marco del desarrollo del Plan de Calidad del Ministerio de Sanidad y Consumo, a
través de la Agencia de Calidad del Sistema Nacional de Salud (SNS), se está desarrollan-
do el “Programa de Elaboración de Guías de Práctica Clínica (GPC) basadas en la eviden- .
ón
cia para el conjunto del SNS”. ci
En la fase inicial de este Programa (2006) se encargó la elaboración de ocho GPC li za
t ua
sobre áreas prioritarias para el SNS, a diferentes Agencias y Unidades de Evaluación ac de
Tecnologías Sanitarias y al Centro Cochrane Iberoamericano. Además, se encargó u
s la defi-
nición de una metodología común de elaboración de GPC dentro del SNS. Este t eencargo se
en
concretó en un Manual Metodológico para la elaboración de GPC en el nSNS, di que está a
disposición de todos los profesionales desde noviembre de 20076 y que pdesdee el punto de
t á
es
vista metodológico es el referente para las guías elaboradas en este Programa.
y
a
En 2007 se renovó el Programa de Elaboración de GPC en el SNS por dos años más,
n ic

encargándose a las mismas entidades el desarrollo de 14 GPC sobre patologías relevantes
C
relacionadas con las estrategias de salud del SNS. En el convenioa bilateral entre la Agència
c tic
d’Informació, Avaluació i Qualitat en Salut (AIAQS) de
Prá Cataluña y el Instituto de Salud
Carlos III (2007-8) se acordó la elaboración de una GPC sobre osteoporosis y prevención
de científica disponible.
ía
de fracturas por fragilidad basada en la mejor evidencia
u
G
ta
es
d e
Magnitud del problema

n
c
l i ca
La osteoporosis se definió en la conferencia b de consenso de los National Institutes of Health
pu
(NIH) del año 2001 como “aquella enfermedad del esqueleto caracterizada por una resisten-
la
cia ósea alterada con un aumento d e del riesgo de fractura”7. Estos cambios óseos comportan
s
una disminución de la resistencia de del hueso y un incremento de la fragilidad ósea y de la
susceptibilidad a fracturarse. o s Las complicaciones clínicas asociadas a la fractura por fragili-
dad u osteoporótica añincluyen incremento en la morbilidad (dolor, discapacidad física, peor
5
e
calidad de vida drelacionada con la salud, etc.), en el riesgo de padecer nuevas fracturas (in-
cluso en un corto ás período de tiempo) y en la mortalidad. Todas estas complicaciones impac-
m
tan de manera d o importante a nivel clínico, social y económico y su transcendencia se incre-
rr i
mentaudado el progresivo envejecimiento de la población en los países desarrollados8.
c
a nsLa fractura de cadera implica una importantísima carga de enfermedad para el SNS
tr
n
a en su epidemiología, subyacen los factores de riesgo (FR) clínicos relacionados con la
y,
H disminución de la densidad mineral ósea (DMO) y los FR de caídas. Ambos FR, con ma-
yor o menor peso, están implicados en la incidencia de fracturas en otras localizaciones
(antebrazo, columna vertebral, etc.) que, aún no siendo tan graves como la de cadera o
fémur, suponen también importantes pérdidas de calidad de vida relacionada con la salud
para las personas mayores así como consecuencias en la demanda de recursos sanitarios
para su prevención y tratamiento.

GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA SOBRE OSTEOPOROSIS Y PREVENCIÓN DE FRACTURAS POR FRAGILIDAD 29


A partir de los resultados del primer estudio multicéntrico de ámbito nacional dise-
ñado para evaluar la incidencia y prevalencia de las fracturas de cadera en España en pa-
cientes de 60 años o más9, se estima una prevalencia de 7,20 fracturas de cadera por fragi-
lidad por 1.000 habitantes/año durante el 2003 y una incidencia mensual de 0,60±0,04
fracturas de cadera por 1.000 habitantes/año (intervalo de confianza del 95%: 0,51-0,69).
De los pacientes el 33% habían padecido una fractura previa, siendo las localizaciones más
frecuentes en la muñeca (34,85%), en la cadera contralateral (21,1%) y en la columna
(20,3%). Dicha tasa de incidencia es similar a otras declaradas previamente en Europa10,
.
aunque ligeramente inferior que los valores de los países escandinavos11,12 y las tasas de los ión
Estados Unidos de América (EUA)13. Sin embargo, los valores son mayores que los infor- z ac
li
mados en otros estudios multinacionales10 y de otras partes del mundo, como países medi- a
c tu
terráneos14 o países africanos15. a
su
El mayor porcentaje de mujeres afectadas de fractura de cadera reflejadoteen el estu-
n
dio nacional español (74% mujeres vs. 26% hombres) es consistente con otros estudios
d ie
11,12,16,17 en
siendo explicada por la mayor incidencia de osteoporosis y por elpefecto de la edad.
Los resultados de las tasas de incidencia de fracturas de cadera indican á
t que incrementan
es
y
exponencialmente con la edad (6% en 60-70 años hasta 48% en 80-90 años), cifras también
consistentes con las de otros estudios publicados10,12,15,17. i ca
n lí
C
Según el Atlas de variaciones en la práctica médica del SNS, en el 2002 se produjeron
c a
t i
ác
26.715 ingresos hospitalarios por fractura de fémur (tasa cruda 10,22 fracturas por cada
10.000 habitantes y año). Dichos ingresos se realizaron r
P en 9 comunidades autónomas y
de
sobre una población de 26.128.473 habitantes (2/3 partes aproximadamente de la pobla-
a

ción de España según el padrón del 2002). Las tasas crudas oscilaron desde 4,41 en el área
G
a
con menor incidencia a 20,58 en el área con
e st las tasas más elevadas, siempre por 10.000
habitantes. Los estadísticos de variabilidad muestran, respecto al resto de procedimientos
de
analizados en el Atlas, los valores más n bajos, y se sitúan en el rango de procedimientos
c ió
descritos como “de baja variación” aen el Atlas de Darthmouth. Hay que remarcar que la
homogeneidad en las tasas no quiere b lic decir que la fractura de fémur sea un problema con-
pu
trolado o inabordable por laslapolíticas de salud pública o de servicios sanitarios (ni en el
e
SNS ni en otros sistemas sanitarios)
d
18
.
es d
La carga económica s de la osteoporosis es importante y va en aumento. La mayoría de
o
estimaciones se basan añ sólo en el coste de la fractura. En este sentido, según la estimación
sobre costes directos 5 asociados a fracturas osteoporóticas no vertebrales, en mujeres post-
d e
ás
menopáusicas en 5 países europeos, la atención a la fractura de cadera fue la más costosa. La
m
diferencia de costes entre países fue menor para fractura de cadera (desde 8.346 euros en
o
rid
Italia hasta 9.907 euros en Francia), pero mayor para otras fracturas (desde 890 euros en
r
u
sc
España hasta 2.022 euros en Italia para las de muñeca; desde 1.167 euros en España hasta
n
tra
3.268 euros en Italia para las de pelvis) . Aunque la mayor parte de los costes son incurridos
19

a n
por las fracturas en personas mayores de 65 años jubiladas, los costes directos e indirectos
H (pérdida de trabajo, etc.) son considerables entre las mujeres postmenopáusicas en activo.

La osteoporosis puede categorizarse según su etiología. La osteoporosis primaria o


involutiva es el tipo más frecuente y se establece dicho diagnóstico cuando no se objetiva
la causa que provoca la osteoporosis. A su vez la osteoporosis primaria puede categorizar-
se como juvenil, postmenopáusica, relacionada con la edad e idiopática.

30 GUÍAS DE PRÁCTICA CLÍNICA EN EL SNS


La pérdida de la DMO ocurre más tempranamente en las mujeres y experimenta una
aceleración al cesar la producción estrogénica. Inicialmente el ritmo de pérdida aumenta
en la perimenopausia y en los primeros años después de la menopausia, para posterior-
mente disminuir e igualarse al de los varones. El ritmo de pérdida de DMO en los primeros
años de la postmenopausia varía de forma importante. En la gran mayoría de las mujeres,
este ritmo de pérdida regresa a niveles similares a los años previos al climaterio20. En los
hombres, las fracturas por fragilidad se producen con niveles de DMO más elevados que
los observados en las mujeres y las tasas de mortalidad después de una fractura de cadera
son mayores que en las mujeres21. n.
ió c
a
Se diagnostica osteoporosis secundaria cuando la causa de la pérdida de DMO puede liz
a
ser atribuida a otra enfermedad o uso de fármacos en particular. El amplio uso en nuestros c tu
días de los glucocorticoides (GC) ha hecho que la osteoporosis inducida por GC a sea la
su
causa más frecuente de osteoporosis asociada a fármacos . El progresivo envejecimiento e
nt
22

de la población europea conlleva un aumento en la prevalencia de las enfermedades i e cró-


e nd
nicas que precisan GC para su tratamiento. Así, por ejemplo, se ha estimado que el 0,5%
p
t á
de la población general y el 1,7% de las mujeres de más de 55 años reciben esteroides ora-
les23. Por otra parte, los GC constituyen una medicación de uso yfrecuentees en el medio
c a
hospitalario . Resulta paradójico que, disponiendo hoy en díani de los medios necesarios
24

C
para diagnosticar y prevenir la osteoporosis inducida por GPC, menos del 14% de los pa-
a
cientes según unas series23, y del 7% según otras25, recibanticalgún tipo de tratamiento para
c
evitar la pérdida de DMO en la osteoporosis inducida por rá GC. P
e
En el estudio nacional español se observó qued antes de la fractura de cadera, sólo el
a

18% de los pacientes recibían tratamiento farmacológico para prevenir la fractura osteo-
G
a
st
porótica. Al alta del hospital, el 26% estaban recibiendo tratamiento farmacológico pre-
e
ventivo . Esta misma situación ha sido informada
9
en otros países26,27 y sugiere que la prác-
de
n preventivo de las fracturas por fragilidad debe
tica clínica habitual relativa al tratamiento
c ió
ser revisada por su importante impacto a en la salud pública.
b lic
Diferentes sociedades científicas, pu instituciones o entidades españolas20,28-30 y extranje-
ras 31-35
han publicado GPC basadas la en la evidencia sobre la osteoporosis o la prevención
d e
de fracturas por fragilidad s aunque ninguna de las españolas se enmarca dentro de una
iniciativa nacional como delo hace la presente guía.
ñ os
La presente GPC a sobre osteoporosis y prevención de fractura por fragilidad del SNS
5
pretende ser una e
d herramienta que permita llevar a cabo actuaciones basadas en la eviden-
cia científica áysen el mayor consenso posible. Asimismo, pretende disminuir la incertidum-
m
d o
bre y la variabilidad en la práctica clínica y facilitar unos criterios comunes que posibiliten
r r i
una actuación coordinada entre profesionales de distintos ámbitos clínicos y niveles asis-
s cu
tenciales
n del SNS. Igualmente, la guía pretende que las personas afectadas se beneficien de
tra información más contrastada y de una atención más homogénea y de mayor calidad.
una
an
H

GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA SOBRE OSTEOPOROSIS Y PREVENCIÓN DE FRACTURAS POR FRAGILIDAD 31


.
ón
a ci
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5
de
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c
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H
2. Alcance y objetivos
Población diana
Esta GPC trata sobre personas adultas (18 años o más) con osteoporosis, con o sin antece-
dentes de fractura por fragilidad, o personas adultas con factores de riesgo (FR) clínicos
de fractura por fragilidad (incluida la osteopenia), con especial énfasis en los siguientes .
ón
subgrupos de población: ci
• Mujeres postmenopáusicas. Incluye tanto a las mujeres con un inicio espontáneo li za
t ua
de la menopausia, como a las mujeres con un comienzo precoz de la misma, ac ya
u
sea derivado de una intervención (quirúrgica o no) o por un proceso natural.
s
t e
• Pacientes con tratamiento prolongado con glucocorticoides (GC). La
i en osteoporo-
sis inducida por GC es la causa más frecuente de osteoporosisndsecundaria. Su
pe el metabolis-
origen es multifactorial, debido a la acción directa de los GC ásobre
mo óseo y mineral, a lo que se añade el efecto catabólico esobre st el músculo, que
y
origina deterioro de la masa, fuerza y resistencia muscular a y pérdida del efecto
n ic
trófico sobre el hueso, con incremento además de lalíinestabilidad y el riesgo de
C
caídas. ca ti
• Hombres con osteoporosis. r ác
P
• Mujeres premenopáusicas osteoporóticas.de
a
Fractura por fragilidad. Según la OMS es aquella uí provocada por lesiones que serían
G
insuficientes para fracturar un hueso normalta. Según la Osteoporosis Society of Canada
2

(OSC) y la Scottish Intercollegiate Guidelines es Network (SIGN) del Reino Unido es aque-
d e
ón
lla que se produce por traumatismos mínimos, como una caída desde una altura correspon-
c
diente a la bipedestación o en ausencia
i de traumatismo identificable36,37.
a
lic
pub
la
de
Ámbito de actuación
es d
s
SNS español. año
5
de
ás
m
Ámbito
rid
o clínico
r
s cu
n
Atención primaria y especializada.
tra
an
H
Aspectos incluidos
• Evaluar la utilidad de los FR clínicos y de las medidas óseas (DXA, QUS y mar-
cadores óseos) para la predicción del riesgo de fracturas por fragilidad, e identi-

GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA SOBRE OSTEOPOROSIS Y PREVENCIÓN DE FRACTURAS POR FRAGILIDAD 33


ficación de aquellos individuos que más se puedan beneficiar de las intervencio-
nes para prevenir este tipo de fracturas. Valoración de los FR de caída en la esti-
mación del riesgo de caerse en las personas mayores.
• Evaluar la utilidad de la Rx, DXA, QUS y marcadores de remodelado óseo (a
partir de este momento en la GPC aparecerán como marcadores óseos) en el
diagnóstico de la osteoporosis.
• Evaluar la eficacia y la seguridad de las intervenciones preventivas de fractura
por fragilidad ya sea de la primera fractura (prevención primaria) como de las n.

fracturas subsiguientes (prevención secundaria). La GPC no incluye la revisión
zac
de estudios económicos sobre los tratamientos preventivos de la fractura apor li
t u
fragilidad. ac
s u
• Evaluar la utilidad clínica de las medidas óseas (Rx, DXA, QUS y marcadores
t e
n
óseos) para controlar la evolución de la osteporosis o monitorizar la
d ie respuesta al
tratamiento. en p
á
est
y
a
Intervenciones preventivas ic
lín
C
a
ic de caídas en los mayores)
Medidas generales (hábitos saludables y prevención
ct á
Pr
– de
Dieta con aporte de calcio y vitamina D adecuado
a
– Dieta rica en isoflavonas uí
G
– Exposición solar ta
es
– No consumo de tabaco, no consumode excesivo de alcohol ni de bebidas con ca-
ó n
feína ci a
– lic
Práctica de actividad física
b
– Intervenciones para reducir pu el riesgo de caídas.
la
e
e sd
d
s
Tratamientos ñfarmacológicos o
a
5
– d e
Suplementos de calcio y vitamina D
ás
– m
Fármacos antirresortivos:
d o
r i
c ur • bisfosfonatos: alendronato, etidronato, ibandronato, risedronato y zoledro-
ns nato
rt a
an
• raloxifeno (modulador selectivo de los receptores estrogénicos, SERM)
H • calcitonina *
• ranelato de estroncio
– Fármacos osteoformadores:
• teriparatida
• parathormona (PTH [1-84])

* Nota informativa de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (9 de abril de 2013):


Se ha suspendido la autorización de comercialización de los medicamentos de administración
intranasal que contienen calcitonina (ver página 149)

34 GUÍAS DE PRÁCTICA CLÍNICA EN EL SNS


– Terapias hormonales:
• terapia hormonal sustitutiva (THS) (estrógenos solos o combinados con ges-
tágenos o progestágenos)
• tibolona
– Otros principios activos:
• inhibidores de la Hidroximetilglutaril-coenzima A (HMG-CoA) reductasa
(estatinas) .
ón
• suplementos de micronutrientes
a ci
• suplementos de isoflavona (fitoestrógeno natural) a liz
ctu
En la mayoría de los estudios, los tratamientos farmacológicos se suplementan a con
s u
calcio y/o vitamina D. te
i en
nd de principios
En la presente GPC no se descartó a priori ningún tipo de combinación
e
activos autorizados para la prevención de la osteoporosis. p

Debido la inminente entrada en el mercado español del denosumab, es el primer agente
y
terapéutico biológico antirresortivo, la presente guía incluye encael Anexo 2.1 una breve
i
descripción de su mecanismo de acción y los resultados más recientes lín de los ensayos clíni-
C
cos fase III. En estos momentos el denosumab se encuentra a en proceso de evaluación en
t ic
ác
EUA y Europa para el tratamiento y prevención de la osteoporosis en mujeres postmeno-
páusicas y se espera su aprobación por ambas agencias Pr probablemente para finales del
2009. de
ía u
G
ta
es
de
Otras medidas: ió
n
ac
l ic
– Protectores de cadera ub
p
– Vertebroplastia percutánea la y cifoplastia
d e
s
de
ñ os
Objetivose 5 a
d
Objetivo ásprincipal
m
d o
r i
c ur
Proporcionar a los profesionales sanitarios encargados de la asistencia a personas afecta-
s
das nde osteoporosis, con o sin antecedentes de fractura por fragilidad, o personas con fac-
tra de riesgo clínico de fractura por fragilidad, una herramienta basada en la evidencia
tores
a n
H científica disponible que les permita tomar las mejores decisiones sobre los problemas que
plantea su atención.

GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA SOBRE OSTEOPOROSIS Y PREVENCIÓN DE FRACTURAS POR FRAGILIDAD 35


Objetivos secundarios
a) Disminuir la variabilidad de la práctica clínica en la atención de la osteoporosis
y prevención de las fracturas por fragilidad en el SNS.
b) Mejorar las habilidades clínicas de los profesionales sanitarios implicados en la
osteoporosis y prevención de las fracturas por fragilidad (evaluación del riesgo
de fractura, confirmación diagnóstica, intervenciones preventivas y control evo-
lutivo). .
ión
c) Evaluar la eficacia/efectividad de las diversas intervenciones en la prevención de ac
liz
las fracturas por fragilidad y en la reducción del riesgo de caídas. a
tu
d) Proporcionar información útil para la toma de decisiones a la poblaciónsugeneral,
ac
e
nt de forma
familiares de las personas afectadas y cuidadores para que se impliquen
e
activa en la prevención de las fracturas por fragilidad. di
p en
e) Desarrollar indicadores de calidad asistencial que permitan evaluar
á la implemen-
t
tación de las recomendaciones establecidas en la GPC, en laespráctica clínica.
y
a
f) Establecer recomendaciones para la investigación sobre
n ic la prevención de las

fracturas por fragilidad que permitan avanzar en suCconocimiento.
a
c tic
á
Pr
Principales usuarios de
a

G
a
Esta GPC va dirigida a profesionales que tienen
e st contacto directo o toman decisiones rela-
tivas a la atención de la osteoporosis y prevención de las fracturas por fragilidad (preven-
de
ción primaria y secundaria). ó n
ci
ca
La GPC provee información paralipacientes que podrá ser utilizada también por la pobla-
b
ción general. pu
la
e
sd
de
os

5
de
ás
m
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c
ns
tra
an
H

36 GUÍAS DE PRÁCTICA CLÍNICA EN EL SNS


3. Metodología
La metodología empleada en la presente guía se recoge de forma detallada en el Manual
Metodológico para la elaboración de GPC en el SNS6. Los pasos que se han seguido son:

.
Constitución del grupo de trabajo de la guía ón
ci
a
liz
a
Integrado por profesionales de reumatología, traumatología, ginecología, medicina inter-
c tu
na, medicina familiar y comunitaria, medicina nuclear, enfermería, fisioterapia y farmacia a
su
implicados en la atención de la osteoporosis y prevención de la fractura por tfragilidad e y
en
miembros de la AIAQS conocedores de la metodología. i
e nd
p
t á
es
Formulación de las preguntas clínicas ica y
lín
C
Siguiendo el formato PICO: Paciente, Intervención, Comparación a y Resultado (Out-
t ic
come). ác
Pr
de
í a
u
Búsqueda bibliográfica en:ta G
es
d e
• Pubmed/Medline
i ón
ac
• The Cochrane Library l ic
b
• Health Technology Assessment pu Database
la
• The Database of Abstracts e of Reviews of Effectiveness
e sd
• Índice Médico sEspañold
o

• Índice Bibliográfico Español en Ciencias de la Salud
5
• Tripdatabasede
á s
• CMA m Infobase (Canadá)
o
rid
• rFisterra
cu
s•
n GuíaSalud Biblioteca de Guías de Práctica Clínica del Sistema Nacional de Salud
rt a
an
• International Guidelines Library (GIN)
H • National Electronic Library for Health
• U.S. National Guidelines Clearinghouse
• New Zealand Guidelines Group
• UK National Library for Health Guidance

GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA SOBRE OSTEOPOROSIS Y PREVENCIÓN DE FRACTURAS POR FRAGILIDAD 37


Las estrategias de búsqueda forman parte del material metodológico que está dispo-
nible en el portal de GuíaSalud Biblioteca de Guías de Práctica Clínica del SNS
(www.guiasalud.es).
La búsqueda se ha restringido a estudios en castellano, catalán, francés, inglés e italia-
no. Se han realizado búsquedas desde el año 1998 hasta enero de 2008.
En la selección de potenciales GPC y RS se establecieron unos criterios mínimos de
calidad definidos por el grupo. Los criterios fueron los siguientes: debían describir las ba-
ses bibliográficas consultadas, el período de búsqueda, las escalas de clasificación de la n.

evidencia utilizadas y el proceso de formulación de las recomendaciones en el caso de lasac
li z
ua
guías. Se excluyeron aquellos documentos/guías basados en otros ya incluidos, no disponi-
t
bles (referencia o dirección electrónica errónea), no relacionados directamente con ac los
s u
objetivos planteados, ya incluidos en la bibliografía de otros documentos/guías o bien que
t e
no cumpliesen los criterios mínimos de calidad. n e
ndi
Dos revisores de manera independiente examinaron los títulos y/o resúmenes de los
pe
documentos identificados por la búsqueda. Si no cumplían alguno de los á criterios de inclu-
est
sión, el documento era excluido. En caso contrario, se solicitaba el ydocumento completo y
a o las dudas surgidas
se evaluaba para decidir su inclusión o exclusión. Las discrepancias
n ic
durante el proceso de selección se resolvieron por consenso del lí
C grupo de trabajo.
a
La búsqueda se completó con la revisión manual de cla ticbibliografía de los documentos
á
incluidos, la consulta de páginas web de las asociaciones Pr y sociedades científicas más rele-
vantes de ámbito nacional e internacional y la revisión de de los documentos facilitados por
í a
el grupo de trabajo. u
G
Para incorporar los nuevos estudios (publicados ta después de la fecha de cierre de la
es
búsqueda), se realizó una búsqueda de densayo e clínico aleatorizado (ECA) (junio 2008-
n
abril 2009) y se consultó a todo el grupo de trabajo de la guía. De la documentación iden-
c ió
tificada en esta etapa destacar el metanálisis a (MA) de ECA del National Institute for Cli-
38 bl
ic
nical Excellence (NICE) 2008 base para la próxima actualización de su guía “Evaluación
pu
del riesgo de fractura y prevención la de fracturas osteoporóticas en personas con alto ries-
e
go” y dos informes de evaluación sd del NICE, uno sobre prevención secundaria (Technology
de
appraisal, TA 161)39 y otro sobre prevención primaria (TA 160) 40
. También se identificó
o s
una RS sobre evaluaciones económicas de los medicamentos para el tratamiento de la

5
osteoporosis postmenopáusica comercializados en España41.
de
ás
m
o
r rid
u
nsc
tra
a n
H

38 GUÍAS DE PRÁCTICA CLÍNICA EN EL SNS


Evaluación de la calidad de los estudios
y resumen de la evidencia
En las guías la evaluación de la calidad se llevó a cabo mediante el instrumento AGREE42 por
parte de dos revisores miembros del grupo de trabajo de la AIAQS. Se consideraron de cali-
dad aquellas guías clasificadas como recomendadas o recomendadas con cambios/
modificaciones. Para las RS se utilizaron las plantillas de lectura crítica del Scottish Intercolle-
giate Guidelines Network (SIGN) por parte de un evaluador. Se han incluido RS con calidad .
n
1++, 1+ y 2++ considerando aquellos con calidad 1- solo en los casos donde no había eviden-ció
a
cia de mejor calidad. La calidad de los estudios individuales considerada en las GPC y RS
a liz
u
incluidas ha sido asumida por el grupo de trabajo al considerarlos de calidad. Las tablas
a ct de
evidencia han sido realizadas por los miembros del grupo de trabajo de la AIAQS. u
s
e
ent
i d
en
Formulación, graduación de las recomendaciones á
p
est
de la GPC y algoritmos y
i ca
Se ha realizado con el sistema de SIGN modificado, uno de losClrecomendados ín en el manual
de elaboración del SNS. En el Anexo 1 se muestra los niveles a de evidencia y grados de
c tic
recomendación de dicho sistema, sólo los relativos a estudios á de intervención.
Pr
de
La guía establece recomendaciones para 4 grupos de población: mujeres postmeno-
páusicas osteoporóticas, pacientes con tratamiento í a
u prolongado con GC, hombres con os-
teoporosis y mujeres premenopáusicas con osteoporosis. G Para cada grupo de población se
s ta
ha establecido la primera línea de actuacióne (tratamiento estándar) y las opciones alterna-
tivas. Para cada línea se han establecidon opciones. de En ocasiones se ha establecido un orden
i ó
y en otras se deja a criterio del facultativo.
ac La priorización entre las diferentes líneas y
opciones ha considerado los criterios l ic siguientes:
p ub
• eficacia en la reducción la de fracturas por fragilidad (priorizando aquellos que la
e
han demostradosden mayor número de localizaciones),
• confianza en sque de el efecto observado en los estudios es cierto (a mayor grado de la
o

recomendación mayor confianza; grado A máxima confianza en que sea cierto),
• gravedad 5 de los efectos adversos (priorizando los que no los tienen, son menos
de
ás o frecuentes),
graves
• forma m de administración (priorizando los orales),
r i do
• r indicación aprobada en España. Cuando el fármaco no disponga de licencia para
s cu dicho uso en España, será de cumplimiento el RD 1015/2009 por el que se regula
n
tra la disponibilidad de medicamentos en situaciones especiales.
an
H • costes (priorizando los genéricos y, después los de menor coste).
Para las preguntas de eficacia se han establecido unas recomendaciones sobre precau-
ciones de uso de cada principio activo o grupo de éstos. Las recomendaciones sobre la
máxima duración del uso de cada fármaco particular están basadas en la evidencia origi-

GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA SOBRE OSTEOPOROSIS Y PREVENCIÓN DE FRACTURAS POR FRAGILIDAD 39


nada por los estudios pivotales y sus extensiones. No obstante, se recomienda la lectura de
la ficha técnica (disponible en: www.agemed.es) antes de cualquier prescripción.
Se han realizado varias reuniones plenarias hasta llegar al consenso de las recomen-
daciones de la presente guía y los tres algoritmos y sus correspondientes anotaciones. An-
tes se han realizado varias reuniones presenciales grupales (por grupos de preguntas).
Durante el proyecto de elaboración de la guía la vía de comunicación habitual ha sido el
correo electrónico.
La presente GPC sobre osteoporosis y prevención de fractura por fragilidad dispone n.

de tres algoritmos de actuación con sus correspondientes anotaciones donde se describen
z ac
i
con mayor detalle algunas de las actuaciones así como el grado de recomendación queallas
t u
avalan. ac
u s
El algoritmo 1 describe las actuaciones recomendadas en la estimación del t e riesgo de
n
fractura por fragilidad, la confirmación diagnóstica, control evolutivo y cuándo
d ie estaría indi-
cado iniciar un tratamiento farmacológico además de ofrecer recomendaciones n sobre hábi-
pe
tos saludables y prevención de caídas. Los otros dos algoritmos describen t á las actuaciones
farmacológicas para la prevención de las fracturas por fragilidad según es tipo de prevención
y
(primaria y secundaria) y tipo de población. El algoritmo 2 es exclusivo i ca de la prevención de
l í n
fracturas por fragilidad en las mujeres postmenopáusicas osteoporóticas.
C El algoritmo 3
muestra las estrategias recomendadas en los pacientes con c atratamientos prolongados con
ti
glucocorticoides y osteoporosis, hombres con osteoporosis r ác y mujeres premenopáusicas
con osteoporosis. P
e d
a
A partir de los algoritmos y sus anotacionesuí más otros aspectos relevantes de la pre-
G
a estará disponible además de en versión
sente guía se espera elaborar la guía rápida tque
e s
electrónica (html y pdf) en papel.
de
n

ac
ic
Líneas de investigación futura bl
pu
la
d e
Se han desarrollado a partir s de las líneas de investigación recogidas en diferentes GPC y
de
RS20,33,37,40,43-45 siendo posteriormente consensuadas por el grupo de trabajo.
ñ os
a
5
d e
s
Descripción m
á de los principios activos
d o
En el Anexourri 2 se describen los principios activos de la GPC según sus estudios pivotales,
sc
sus nextensiones y los estudios de equivalencia. En el Anexo 2.1 se describe el denosumab
t r a
(ver también alcance).
an
H

Información para pacientes


Se ha revisado material para pacientes de todas las GPC incluidas. Esta revisión se ha
completado buscando otros materiales relevantes dirigidos a pacientes con osteoporosis y

40 GUÍAS DE PRÁCTICA CLÍNICA EN EL SNS


prevención de fracturas por fragilidad, tanto en versión papel como electrónica de las que
destacamos las páginas web siguientes: Asociación Española contra la Osteoporosis (AE-
COS) http://www.aecos.es, Fundación Hispana de Osteoporosis y Enfermedades Metabó-
licas Óseas (FHOEMO) http://www.fhoemo.com/, y la Sociedad Española de Reumatolo-
gía http://www.ser.es/.
La información para pacientes de la GPC debe ser entregada y explicada por el pro-
fesional responsable de la atención. El Anexo 3 forma parte de la versión completa y resu-
mida de la GPC pero también se espera editar como folleto independiente para facilitar su .
ón
difusión. ci a
a liz
tu
ac
Glosario y abreviaturas su
e
nt
ie
Los términos relacionados con aspectos médicos se basan en productosndde la AIAQS
pe
(www.aiaqs.net) y los relacionados con aspectos metodológicos con el glosario del Manual
t á
Cochrane (http://www.cochrane.es) (ver Anexo 4). es
y
ca
líni
C
Anexos metodológicos ti ca
r ác
P
En el Anexo 7 se describen aspectos metodológicos de complementarios: resultados de la
í a
búsqueda y selección de la evidencia (GPC y RS) u (Anexo 7.1), breve descripción de las
principales características de las GPC incluidas G (promotor/autor, fecha de publicación,
ta
población diana, contexto de aplicación, potenciales es usuarios, entidad financiadora y cali-
dad según AGREE) (Anexo 7.2), descripción de de la calidad de las GPC incluidas (Anexo
ón
i
ac
7.3), breve descripción de las GPC excluidas (Anexo 7.4) [Parte de las excluidas han servido
de inspiración o ejemplo para algunos l ic apartados de la presente guía], breve descripción de
ub
las RS incluidas (Anexo 7.5) y pdescripción de la calidad de las RS incluidas (Anexo 7.6).
la
e
sd
de
Propuesta de os
añ indicadores
5
d e
Los indicadores incluidos en la presente guía se han desarrollado a partir de los descritos
ás
en las GPCmrevisadas30,31,33,37,43,46,47 y en algunos estudios48,49. Después, se han revisado y
o
consensuado
r rid por el grupo elaborador. En el Anexo 8 se describen los componentes de
cadasuno u
c de los 11 indicadores propuestos (justificación, fórmula, descripción de los térmi-
nos, a nárea geográfica de referencia, período de tiempo de referencia, criterios de exclusión
tr
n
a fuentes de datos) para su cálculo.
y
H

Revisión externa de la GPC


La GPC ha sido revisada por un grupo multidisciplinar de revisores externos. Algunos han
sido seleccionados por ser autores de publicaciones relevantes en la materia y otros fueron

GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA SOBRE OSTEOPOROSIS Y PREVENCIÓN DE FRACTURAS POR FRAGILIDAD 41


contactados a través de las distintas sociedades científicas o asociaciones profesionales
relacionadas con el tema de la GPC.
La versión final de la guía completa ha sido revisada y aprobada por todo el grupo de
trabajo.

Actualización de la GPC .
ón
Está prevista cada tres años siguiendo las recomendaciones sugeridas en el Manual Meto- a ci
liz
dológico de actualización de GPC en el SNS . En caso de ser necesario, se realizaráuauna
50
t
actualización más frecuente de su versión electrónica. ac
su
te
ien
nd
Estructura de la guía pe

es
Cada capítulo se inicia con las preguntas para responder y una breve y descripción de los
i ca
documentos y su calidad en los que se fundamenta la respuesta (recomendación). Después,
lín
se presentan los resultados de la evidencia clasificada en dosCbloques: evidencia científica
a
y resumen de la evidencia. t ic
c
P rá
“Evidencia científica”: aquella que deriva de los estudios individuales descritos en las
d e
GPC y RS incluidas en la guía. En la columna de ala derecha de este apartado se indica el
í
diseño y su calidad (valorada por los autores deGulas GPC y RS). Aunque se describe el pri-
ta que consta en las tablas de evidencia co-
mer autor y el año del estudio individual, lascita
e
rresponde a las GPC o RS incluidas exceptoe cuando se han identificado ECA nuevos.
d
n ó
ci
La GPC incluye evidencia relativa a los 4 subgrupos de población de interés descritos
a
c
en el alcance de la presente guía:li mujeres postmenopáusicas, pacientes con tratamiento
b
prolongado con GC, hombres con pu osteoporosis y mujeres premenopáusicas con osteopo-
la
rosis. Cuando el documentoe revisado no especificaba el tipo de población estudiada o los
s
resultados eran de poblacionesd diversas se incluyeron en un quinto subgrupo denominado
d e
“Estudios que incluyens diferentes poblaciones”.
a ño
“Resumen de5 la evidencia”: conclusiones de las GPC y RS incluidas. En la columna
de la izquierda,deel tipo de documento o diseño del estudio y su calidad (valorada por el
equipo técnico ás
m de la presente guía). En el caso de las GPC no se indica ya que todas son de
calidad. ido
r
Alc urfinal, se presentan las “recomendaciones” (respuesta a cada pregunta). En algunas
ns
rt a
preguntas, las recomendaciones formuladas responden a más de una pregunta (eficacia y
n
a seguridad) o a más de un principio activo (grupo bisfosfonatos, fármacos osteoformadores,
H por ejemplo).

42 GUÍAS DE PRÁCTICA CLÍNICA EN EL SNS


4. Valoración del riesgo de fractura
por fragilidad
Preguntas para responder:
Factores de riesgo (FR) .
ón
• ¿Qué FR clínicos se asocian a riesgo de fractura por fragilidad? ci
a
liz
• ¿Qué FR deben considerarse para estimar el riesgo de caída en las personas mayores? a
c tu
a
Medidas óseas para la valoración del riesgo su
e
• ¿Es válida y fiable la medida de densidad mineral ósea (DMO) por densitometría ent
i
radiológica dual (DXA) para estimar el riesgo de fractura por fragilidad?
e nd
p
• ¿Es válida y fiable la ultrasonometría cuantitativa (QUS) para estimar el riesgo de t á
fractura por fragilidad? es
y
a
• ¿Es válida y fiable la determinación de marcadores óseos para estimar el riesgo de
n ic
fractura por fragilidad? lí
C
a
c tic
á
Pr
de
4.1. Factores de riesgo uí a
G
4.1.1 Factores de riesgo clínicos ta
es
de
¿Qué factores de riesgo clínicosónse asocian a riesgo de fractura
i
por fragilidad? c ac
i
u bl
La respuesta se fundamentalaen p cinco GPC, cuatro recomendadas según el instrumento
AGREE (SEIOMM 200828d; ICSI 2008 e 31
; AIAQS 200430 y Brown 200635) y una recomenda-
e s
da con cambios (SNAMFAP 2006) d 46
. También en el informe de evaluación TA 16140 basa-
s
do en el MA de ECA ño del NICE 2008 y en el modelo FRAX™ y ECOSAP . No se
38 51 52
a
presenta la evidencia 5 sobre los FR clínicos.
de
Resumen de ás
m la evidencia
o
r rid
cu Cinco GPC basándose en estudios observacionales concluye que los
28,30,31,35,46

ns FR más importantes en el desarrollo de fracturas son: antecedente personal de


ra
t2++/2+ una fractura por fragilidad, edad de 65 años o más, antecedente de fractura por
an
H fragilidad en, al menos, un familiar de primer grado, bajo peso corporal (índice
de masa corporal (IMC < 20 kg/m2) y tratamiento con glucocorticoides.

Diferentes GPC basándose en estudios observacionales consideran FR elevado


a tener en cuenta: las caídas en el último año{18621, 19176}, el hipoparatiroi-
2++/2+
dismo28,30,35 los trastornos de la conducta alimentaria28,31 {19010} y la malnutri-
ción crónica y malabsorción28, 35

GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA SOBRE OSTEOPOROSIS Y PREVENCIÓN DE FRACTURAS POR FRAGILIDAD 43


Diferentes GPC basándose en estudios observacionales consideran FR mode-
rado los siguientes: consumir >3 unidades de alcohol/día (una unidad represen-
ta 8-10 g de alcohol)35, 31, fumador actual31, 35, 30, diabetes mellitus (insulinodepen-
2++/2+ diente)28,30, artritis reumatoide28,31,30,35, hipertiroidismo28,30,31, sexo femenino28,30
y menopausia temprana (40-45 años)30. Según un TA Los factores de riesgo
clínicos independientes de fractura son: historia parental de fracturas de cade-
ra, ingesta de alcohol de 4 o más unidades por día y artritis reumatoidea40.
n.
Dos GPC28,30 recomiendan con grado A la combinación de los factores clínicos ció
a
GPC de fractura y la medida de la DMO como un método eficaz para la valoración l iz
ua
del riesgo de fractura. ct a
su
e
e nt
i
Recomendaciones (ver recomendaciones generales)
end
p
á
Los FR clínicos relacionados con la disminución de la DMO yeselt riesgo de fractura
por fragilidad que han demostrado asociación son: y
a
ic
Criterios MAYORES (FR de riesgo elevado): aquellos FR lín que se han considerado
C
que tienen un riesgo relativo (RR) asociado de fractura a dos o más veces mayor al
t ic
ác
de la población sin FR (RR ≥2). Los criterios mayores son los siguientes:
Pr
• fractura previa por fragilidad de
• í a
antecedente familiar de fractura de cadera (padres o hermanos)
u
• tener 65 años o más G
ta
• es
índice de masa corporal (IMC) inferior a 20 Kg/m 2
(IMC=peso/altura2)
e
d (a)
• tratamiento con glucocorticoides
ión
• fallo ovárico prematuro sin tratarac
l ic
• caídas en el último año
p ub
• hiperparatiroidismola
e
B
• sd
trastorno de la conducta alimentaria (anorexia, bulimia, etc.)
e
• d
malnutrición crónica y malabsorción
os
el pacienteañestá actualmente expuesto a glucocorticoides orales o ha estado ex-
(a)
5
de
puesto a glucocorticoides orales durante más de 3 meses, con una dosis diaria de
ás
5 mg o más de prednisolona (o dosis equivalentes de otros glucocorticoides).
m
o
Criterios menores (FR de riesgo moderado): aquellos FR que se ha considerado
r rid
uque tienen un RR asociado de fractura entre una y dos veces mayor (1>RR<2) al
nsc de la población sin FR. Los criterios menores son los siguientes:
tr a
an • consumir >3 unidades de alcohol/día (una unidad representa 8-10 g de alcohol)
H
• fumador actual
• diabetes tipo 1 (insulinodependiente)
• artritis reumatoide
• hipertiroidismo
• sexo femenino
• menopausia temprana (40-45 años)

44 GUÍAS DE PRÁCTICA CLÍNICA EN EL SNS


En relación a la recomendación sobre los FR clínicos a considerar, comentar que re-
cientemente, Kanis et al. presentaron el modelo FRAX™51 para estimar el riesgo de frac-
tura a 10 años, basado en datos obtenidos a partir de 9 grandes cohortes poblacionales
procedentes de todo el mundo (incluída España) y que se ha validado en 11 estudios de
cohortes (también poblacionales).
El FRAX es una herramienta de valoración del riesgo de fractura para hombres
y mujeres entre 40 y 90 años, desarrollado por el centro colaborador de la Organiza-
ción Mundial de la Salud en el área de enfermedades metabólicas óseas de la Univer- .
sidad de Sheffield (Reino Unido). Los algoritmos del modelo, disponible en Internet ión
(http://www.shef.ac.uk/FRAX/) mediante un programa informático, permiten calcular la ac
liz
probabilidad de fractura por fragilidad a 10 años, y específicamente de cadera también a 10 a
c tu
años. Están disponibles 14 versiones del modelo para los siguientes países: Austria, China, a
Francia, Alemania, Italia, Japón, España, Suecia, Suiza, Turquía, Reino Unido, suEstados
e
Unidos (con modelos específicos por origen étnico caucasiano, afroamericano, ent latino y
i
e nd
asiático). Para el cálculo del riesgo de fractura se tienen en cuenta los siguientes factores:
edad en años, sexo, IMC (Kg/m2), fractura previa, fractura de cadera de plos padres, fuma-

dor actual, GC, artritis reumatoide, osteoporosis secundaria, treses o más unidades de
y
ca
alcohol/día (una unidad representa 8-10g de alcohol) y DMO del cuello del fémur (este
i
lín y sin la información).
ultimo factor es opcional, es decir, se puede calcular el riesgo con
C
El ECOSAP es otra herramienta para establecer elticnivel a de riesgo de fractura no
c
vertebral por fragilidad de una determinada paciente yrá que deriva del estudio Ecografía
P
Ósea en Atención Primaria (ECOSAP): cohorte de 5.201 mujeres de 65 años o más, aten-
de
didas en centros de atención primaria de España.íaRecientemente se ha publicado el algo-
u se ha desarrollado una calculadora de
ritmo y dada la complejidad del cálculo matemático, G
ta
es
fácil uso y libre de acceso en Internet (www.ecosap.info) . El análisis matemático realiza-
52

d e
do para la validación del algoritmo ha mostrado que este presenta una buena discrimina-
ción y calibración para la estimación deln riesgo (Vila J et al. en prensa).

ac
Las ventajas del algoritmo ECOSAP
b lic son la utilización de una herramienta de medida
de la calidad ósea fácilmente accesible p u a los médicos de atención primaria, como es la eco-
grafía cuantitativa del calcáneo l a 53
, la sencillez de la evaluación de los FR clínicos (edad,
e
sd
caídas en el año anterior,eantecedentes familiares (primer grado) de fractura, antecedentes
d
personales de fractura por fragilidad, ingesta de calcio inferior a 250 mg/día), el haberse
ñ os
generado en una población
a exclusivamente española en lugar de en cohortes anglosajonas
y asiáticas51, donde 5 el perfil de FR es diferente a nuestra población de mujeres mayores, y
de fracturas no vertebrales más significativas, incluyendo las de húmero y
s
el hecho de incluir
á
pierna. Como m limitaciones, no se incluía en riesgo de fracturas vertebrales y el de ser sólo
do
rri
aplicable a mujeres de 65 años o más.
u
sc
tran
an 4.1.2. FR de caída en las personas mayores
H
¿Qué FR deben considerarse para estimar el riesgo de caída
en las personas mayores?

Las caídas no saben de edades, pero la frecuencia y la gravedad de sus efectos crecen cuan-
do la persona envejece. Así, cerca de la tercera parte de las mujeres mayores de 65 se caen
cada año y el 6% sufre fracturas como resultado de la caída. A partir de esta edad el riesgo

GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA SOBRE OSTEOPOROSIS Y PREVENCIÓN DE FRACTURAS POR FRAGILIDAD 45


de caerse, tanto en hombres como en mujeres, es mayor, más aún en el propio hogar, supe-
rando el 50% a los 80 años54.
Estas caídas acarrean múltiples perjuicios para los ancianos: desde traumatismos le-
ves a fracturas importantes e, incluso, la muerte. De entre todas ellas, la fractura de cadera
es una de las consecuencias más graves asociadas a las caídas. Cada año se registran en
España más de 61.000 fracturas de cadera, una cifra entre un 25% y un 30% superior a la
de hace unos años54.
La respuesta se fundamenta en ocho GPC: siete recomendadas según AGREE .
n
(SEIOMM 200828; ICSI 200831; CKS 200632; Brown 200635; RNAO 200533; NICE 200434; y ció
a
SEGO-SEMFYC-CCib-AEEM 200420) y una recomendada con cambios según el mismo
a liz
instrumento (SNAMFAP 2006) . 46
tu
ac
su
e
Resumen de la evidencia nt
ie
nd
pe
Una GPC28 basándose en estudios de calidad 1- concluyetáque entre los FR
relacionados con un mayor riesgo de caídas son: inestabilidades postural, caminar
1- y
a
lentamente, haber sufrido dos o más caídas durante elicúltimo año, incapacidad
lí n
para levantarse de una silla y pérdida de capacidad visual.
C
a
tic
Una GPC31 basándose en estudios de cohorte ác concluye que los FR de caídas
son: impedimento visual, ciertas medicaciones, Pr salud frágil, debilidad física (an-
GPC dar lentamente, disminución de la fuerza de
í a en los cuádriceps, etc.), demencia, an-
u
tecedentes de caída y sarcopenia (disminución de fuerza y masa muscular que
G
ta
se presenta en torno a 30% o más de los mayores de 65 años)
es
Según la GPC33 los FR asociados de
ón a caída son los siguientes: historia de caída pre-
i
ac
via (más riesgo en los institucionalizados que en los que viven en casa [odds ratio
l ic
(OR)=2,76; OR=3,41, respectivamente]; edad avanzada (más de 75 años en las
b
pu
personas institucionalizadas y más de 87 años en los que viven en casa (OR=1,16);
presencia de enfermedad la de Parkinson, diabetes mellitus, artritis, accidentes cere-
d e
s
bro-vasculares,ehospitalizaciones y enfermedades que afecten la fuerza, equilibrio
d
os
y percepción; déficit cognitivo (más riesgo en las personas institucionalizadas que
ñ
GPC si viven en casa: OR=2,62 a 6,33; OR=1,14, respectivamente); marcha inestable
a
(el riesgo 5 es mayor si son dependientes que si van en silla de ruedas o tienen una
d e
ás
marcha inestable (OR=1,49; OR=1,39 y OR=1,13, respectivamente); uso de bas-
m
tón o caminador (OR=1,44); riesgos del hogar (el 27% de las caídas se producen
d o
i
r en casa); uso de fármacos (psicotrópicos en personas institucionalizadas (OR=1,93
c ur a 7,95), déficit visual (más riesgo en las personas institucionalizadas que en las
ns
rt a que viven en su casa (OR=2,46, OR=1,6, respectivamente); hipotensión sistólica
a n (<110 mmHg) (OR=2,0 en los que viven en casa).
H
Una GPC34 basándose en estudios de calidad 2++/+/- concluye que la presencia
de más de uno de los FR siguientes aumenta el riesgo de caída: antecedentes de
2++/+ caídas, dificultades en la marcha, alteraciones en el equilibrio, dificultades en la
/- movilidad, debilidad muscular, miedo a caerse, impedimento visual, déficit cog-
nitivo, incontinencia urinaria, riesgos en el hogar, número de medicaciones,
medicación psicotrópica y cardiovascular.

46 GUÍAS DE PRÁCTICA CLÍNICA EN EL SNS


Según la GPC35 los FR predictivos de caídas entre personas institucionalizadas
son: caídas previas, poca movilidad, la opinión de las enfermeras sobre pacientes
GPC
agitados, necesidad de ir frecuentemente al lavabo por incontinencia y déficit vi-
sual. Presentar más de dos de estos FR se considera de alto riesgo de caídas.

Una GPC20 basándose en estudios de calidad 2++/+ concluye que los principa-
les FR de caída son los siguientes: antecedentes de caídas frecuentes o caída con
fractura durante el último año, disminución de la agudeza visual, deterioro cog- .
nitivo, depresión, debilidad muscular, dificultad para realizar las actividades de ión
2++/+
la vida diaria, para la movilidad, la marcha y el equilibrio, el uso de determina- ac
liz
a
dos medicamentos (psicotrópicos, antiarrítmicos, etc.), alteraciones osteomus-
c tu
a en
culares (artrosis, problemas en los pies, etc.), posibles obstáculos ambientales
el domicilio y tener más de 80 años. su
e
ent
i
d problemas al
Otra GPC32 concluye que los FR de caídas son: historia de caídas,
pen
andar, alteraciones en el equilibrio, dificultad para movilizarse, á miedo a caer,
GPC
impedimento visual, impedimento cognitivo, incontinenciaeurinaria st y riesgos en
el hogar. y
a
n ic

Dos GPC35,46 concluyen que es necesario tener enCcuenta los antecedentes de
a
caídas previas y los FR que las aumentan. Entre c tic estos FR se encuentran los
á
GPC
asociados a fragilidad general, como la disminución Pr de la fuerza muscular (inca-
pacidad para levantarse de una silla sin dayuda), e la pérdida de equilibrio y el
a
IMC bajo, la disminución de la agudeza uí visual y el uso de algunos medicamen-
tos (benzodiacepinas, hipnóticos, etc.). G
ta
es
Dos GPC35,46 concluyen que las de fracturas se asocian con frecuencia a caídas y
por consiguiente, recomiendan n
ó con grado A tener en cuenta los antecedentes
GPC ci
de caídas previas y otroslicaFR de caída en las personas mayores, en especial los
b prevenir futuras caídas y fracturas.
pu
factores reversibles para
la
d e
s
Recomendaciones de
ñ os
a
5
Las fracturas se asocian con frecuencia a caídas, por lo que se recomienda con-
A e
d los FR de caída.
siderar
ás
m
o
r rid Los FR no relacionados con la disminución de la DMO pero que tienen un
u riesgo asociado de fractura elevado (RR≥2) (criterio mayor) y que deben
nsc
considerarse para estimar el riesgo de caída son:
tra
a n • edad mayor de 80 años
H
• antecedentes de caídas en el último año
B • deterioro cognitivo, funcional (fuerza y equilibrio) y/o sensorial (visual)
• consumo de determinados fármacos (ej.: antidepresivos, benzodiacepinas,
antipsicóticos, antihistamínicos H1)
• obstáculos en el hogar
• miedo a caer
• incontinencia urinaria que obliga a levantarse durante la noche

GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA SOBRE OSTEOPOROSIS Y PREVENCIÓN DE FRACTURAS POR FRAGILIDAD 47


4.2. Medidas óseas para valorar el riesgo de fractura
por fragilidad
4.2.1. Densitometría radiológica dual (DXA)
¿Es válida y fiable la medida de densidad mineral ósea (DMO)
por densitometría radiológica dual para estimar el riesgo de fractura
por fragilidad? .
ón
ci
i za
La respuesta se fundamenta en cinco GPC recomendadas según AGREE: SEIOMM
ual
t
200828; Brown 200635; SEGO-SEMFYC-CCib-AEEM 200420; AIAQS 200430 yacSIGN
200343. su
e
nt
ie
nd
Evidencia científica pe

Cuando la DMO disminuye una DE, la capacidad predictiva del riesgo es MA
y
de fractura mediante DXA es similar en las diferentes localizaciones a
n ic 1++/+
(RR=1,5; IC 95%: 1,4 a 1,6), a excepción de la DMO en cuello femoral lí
C
(RR=2,6; IC 95%: 2,0 a 3,5) y en columna vertebral (RR=2,3; IC 95%: a
c tic
1,9 a 2,8) para las fracturas de cadera y vertebrales, respectivamente
á
(Marshall et al. 1996)20,28. Pr
de
Las mediciones de la DMO con DXA pueden predecir
uía el riesgo de frac- Estudios
tura e identificar gente con elevado riesgo de fractura. G Revisiones de estu- de diferentes
dios de cohorte y casos controles han documentado s ta una relación directa diseños
e
entre la disminución de la DMO y un aumento d e del riesgo de fractura ósea.
Adicionalmente hay fuerte evidencia que ón estabilizar o aumentar la DMO
a ci
con terapia para osteoporosis se asocia con una reducción de la incidencia
b lic
u
de fracturas (Hailey 1998; Miller 1999; Ringertz, 1997)
p
31
.
La DXA lateral puede detectar la deformidades vertebrales. La explora- Estudios
d e
ción visual de las imágenes es de la columna lateral con DXA de alta reso-
dRx
de diferentes
lución coinciden con las laterales interpretadas por diferentes radió- diseños
ñ os
logos. Además de su a papel para identificar fracturas existentes puede 2++/2+/4
identificar también 5 artefactos como calcificaciones aórticas y cambios
de
degenerativos á sque afecten a la DMO medida en la visión antero-poste-
m
rior (Klotzbutcher et al. 2000; Gerant et al. 2000; Rea et al. 2000)43.
od
urri
c
a ns
t r
Resumen de la evidencia
an
H
Dos GPC28,35 basándose en estudios de calidad 1++/+ concluyen que la técnica
1++/+ DXA es el procedimiento óptimo para estimar el riesgo de fractura entre las
diversas tecnologías disponibles.

48 GUÍAS DE PRÁCTICA CLÍNICA EN EL SNS


La GPC28 basándose en estudios de calidad 2++/1- concluye que el riesgo de
2++/1- fractura se evalúa basándose en el valor más bajo calculado mediante DXA en
la columna lumbar, fémur total o cuello de fémur.

Dos GPC20,30 indican que entre las diferentes pruebas para medir la DMO en
GPC diferentes localizaciones, la DXA en cuello femoral es el mejor predictor de
fractura de cadera y es comparable a las medidas del antebrazo para predecir
las fracturas en otros sitios. .
ón
a ci
Una GPC30 concluye que la metodología más ampliamente utilizada es la DXA, liz
a
GPC
técnica validada como predictor del riesgo de fractura. Por consenso, la DXA
c tu se
a
acepta como patrón de referencia (gold standard). Las localizaciones de umedida
más habituales son la columna lumbar y cuello del fémur. s
te n
d ie
Tres GPC basándose en estudios de calidad 1+ concluyen que en debido a que
20,35,43

la DXA proporciona las mejores medidas óseas de columnatáy cadera para pre- p
1+
decir el riesgo de fractura es la tecnología óptima en estosemomentos s para pre-
y
decirlo. a
ic
lín
Una GPC20 basándose en estudios sobre diagnóstico C
c a concluye que la combina-
t i
ción de la DXA de cuello femoral y la ultrasonometría
r ác cuantitativa en talón
2+ aumenta la capacidad predictiva del riesgo de P fractura comparada con la reali-
zación de ambas pruebas por separado.a Se de desconoce la capacidad de predic-
í
ción del riesgo de fractura de cadera Gaupartir de otras pruebas periféricas.
ta
es
de
n

c ac
Recomendaciones (ver recomendaciones i
bl
generales)
p u
la
La prueba de referencia e para la valoración del riesgo de fractura por fragilidad
A
sd
es la medicióndemediante DXA de la DMO en fémur proximal y columna lum-
bar (esqueleto
ñ os central).
a
5
Sólo sed e recomienda el uso de la DXA periférica en la predicción del riesgo de
C s
á
fractura por fragilidad cuando no se pueda realizar la DXA central.
m
o
r rid
u
nsc
tra
a n
H

GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA SOBRE OSTEOPOROSIS Y PREVENCIÓN DE FRACTURAS POR FRAGILIDAD 49


4.2.2. Ultrasonometría cuantitativa (QUS)
¿Es válida y fiable la QUS para estimar el riesgo de fractura
por fragilidad?
La respuesta se fundamenta en dos GPC recomendadas según AGREE (SEGO-SE-
MFYC-CCib-AEEM 200420; y Brown 200635), en un MA de estudios prospectivos (Marín
et al. 2006)53 y en un estudio de cohortes (Díez-Pérez et al. 2007)52.
.
ón
Evidencia científica a ci
a liz
u
El estudio ECOSAP (Díez-Pérez et al. 2007) estudió una cohorte pros- Estudio ct
52

pectiva (n=5.201) de mujeres españolas (65 o más años) seguidas duran- de cohortes a
su
te 3 años. Los modelos predictivos mejores indicaban que la edad, los e
2++
nt
antecedentes personales de caídas, fractura previa por fragilidad, antece- die
dentes familiares de fractura, ingesta de calcio/día inferior a 250 mg/día pen
á
y valores más bajos de los parámetros de la QUS fueron asociados inde-
est
pendientemente con el riesgo de factura no vertebral. Además, eny esta
a
misma población se ha establecido una asociación significativa n ic entre

mortalidad vascular y el parámetro (velocidad del sonido, SOS) C de la
QUS (cada reducción de una DE en el parámetro SOS fueti asociado con c a
c
un 39% de incremento en la mortalidad vascular (HR=1,39;
Prá IC 95%:
1,15 a 1,66) . de
55

í a
Un MA (Marín et al. 2006) de 14 estudios prospectivos realizados en
53
u MA
G
hombres y mujeres (n=43.700) con fracturas previas (n=2.350) y medi- ta de estudios
ciones por QUS ajustadas por sexo y edad es al comienzo y en el segui- prospectivos
miento. Los valores más bajos de QUSn fueron de asociados con un riesgo 2++
i ó
significativo de fractura en cualquier ac localización. El RR ajustado por
edad de padecer una fractura por l icdisminución de una DE de la masa
b
pu
ósesa (MO) osciló entre 1,55 y 1,74 dependiendo del parámetro analiza-
la
do. Los resultados también fueron
d e significativos para la fractura de cade-
s
de
ra, muñeca/antebrazo y húmero. En 5 estudios, se compararon resulta-
s
dos obtenidos con QUS y con DXA (n=14.000 pacientes) siendo los RR
o
de fractura por fragilidad añ semejantes (RR=1,60; IC 95%: 1,22 a 2,05;
5
e
RR=1,50 IC 95%: 1,26 a 1,77, respectivamente).
d
ás
m
d o
r i
c ur
ns
rt a
an
H

50 GUÍAS DE PRÁCTICA CLÍNICA EN EL SNS


Resumen de la evidencia

El MA informa sobre la relación entre valores bajos de DMO por QUS y el


incremento del riesgo de fractura por fragilidad, independientemente de la
edad y de otras variables. El MA concluye que la QUS, sobretodo de talón es
una herramienta valiosa para predecir el riesgo de fractura aunque la QUS
1++
no puede substituir a la DXA que continúa siendo la prueba de referencia
(gold standard). La QUS puede ser una alternativa válida para evaluar el
riesgo de fractura en aquellas circunstancias en que no está accesible la téc- ció
n.
a
nica DXA53. liz a
c tu
En otra GPC basándose en estudios nivel 1+ se concluye que la QUS
35 a del
calcáneo parece ser efectiva en la estimación del riesgo de fracturae en su muje-
1+ t
res postmenopáusicas de más de 65 años. La evidencia en hombres y mujeres i en
más jóvenes es limitada. nd
pe

Esa misma GPC35 concluye por consenso que otras mediciones es óseas (QUS,
y
etc.) pueden tener una aplicación particular en la cestimación a del riesgo de
GPC i
fractura por fragilidad (pero no en el seguimiento) lín en situaciones donde la
C
geografía limite el acceso a la DXA central. No a obstante, no hay buen nivel
it c
de evidencia para recomendar un uso generalizado. ác
Pr
Otra GPC publicada hace unos años (2004) de 20 basándose en estudios de diag-
í a
nóstico concluía que la QUS del calcáneo u no estaba suficientemente evalua-
G
2+ da y no se recomendaba para seleccionar ta a los pacientes subsidiarios de la
DXA y que la QUS de otraselocalizaciones es (dedos, muñeca y rodilla) no ha-
d
bían mostrado ser superiores n al calcáneo.
c ió
a
b lic
pu
Recomendación (ver recomendaciones la generales)
d e
d es
Cuando no
ñ os esté accesible la DXA central, prueba de referencia para estimar
A a de fractura por fragilidad, una alternativa válida y fiable para dicha
el riesgo
5
de
indicación sería la QUS de calcáneo.
ás
m
o
r rid
u
nsc
tra
a n
H

GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA SOBRE OSTEOPOROSIS Y PREVENCIÓN DE FRACTURAS POR FRAGILIDAD 51


4.2.3. Determinación de marcadores óseos
¿Es válida y fiable la determinación de marcadores óseos para estimar
el riesgo de fractura por fragilidad?
La respuesta se fundamenta en tres GPC recomendadas según AGREE: SEIOMM 200828;
SEGO-SEMFYC-CCib-AEEM 200420 y Brown 200635.

.
ón
Resumen de la evidencia
a ci
liz
a
Una GPC28 basándose en estudios nivel 2+ indica que los niveles de marcadores c tu
a
2+ óseos pueden ser útiles para identificar junto con otros FR clínicos a lossupacien-
e
tes con un mayor riesgo de fractura por fragilidad.
ent
di
nque
Otra GPC20 basándose en estudios sobre diagnóstico concluye pe los marca-
2+ dores óseos no muestran resultados consistentes sobre la predicción t á de fractura
es
por fragilidad. y
i ca
Una GPC35 basándose en estudios de calidad 2++Clindica ín que los marcadores
óseos son útiles en la evaluación del riesgo de fractura c a en mujeres postmeno-
c ti
páusicas mayores, aunque son necesarios estudios rá adicionales donde la variable
Pconfirmar
2++ de interés sea la fractura por fragilidad para su utilidad en la estima-
de
ción del riesgo de fractura. La combinación a de DMO baja y niveles de marca-

dores óseos altos pueden proporcionar G una estimación más precisa de riesgo de
ta óseos de manera aislada.
fractura que la DMO o los marcadores es
de
n

c ac
i
Recomendación (ver recomendaciones
u bl generales)
p
la
La validez y fiabilidad e de la determinación de marcadores óseos para la predic-
e sd
ción de fracturas d por fragilidad es todavía inconsistente según la evidencia dis-
C
ponible y, por o s consiguiente, no se recomienda su uso indiscriminado en esta in-

dicación. 5
de
á s
m
o
Recomendaciones
r rid generales sobre valoración del riesgo de fractura
c u
(relativas a las preguntas apartado 4)
ns
rt a
an La combinación de los FR clínicos de fractura por fragilidad con la medida de
H
la DMO (DXA central) es el método más eficaz para la valoración del riesgo de
A fractura.
Posicionamiento de los FR clínicos y medida de la DMO (ver Algoritmo 1).

52 GUÍAS DE PRÁCTICA CLÍNICA EN EL SNS


Actualmente pueden utilizarse distintas herramientas para la valoración del

riesgo absoluto de fractura por fragilidad como FRAX (OMS, 2008).

Cuando no pueda realizarse DXA de columna y/o fémur por la existencia de


artrosis, fracturas o prótesis que invalidarían el resultado, puede realizarse la
C medición periférica del antebrazo no dominante en la región del radio 33% o
tercio medio, que puede realizarse con el mismo equipo que se realiza una
DXA central (equipo DXA de medición central). .
ón
a ci
Cuando no pueda realizarse por falta de disponibilidad una DXA central puede liz
a
emplearse una medición periférica (DXA o ultrasonometría cuantitativa)
c tu de
A a
calcáneo (equipo DXA de medición periférico o QUS). Otras T-scores distintos
s u
del fémur toral, cuello femoral, columna o radio 33% no pueden utilizarse de
e
ent
acuerdo con los criterios diagnósticos de la OMS. i d
pen
De manera individualizada pueden considerarse los marcadores tá óseos junto a
es
C
otros FR para la estimación del riesgo de fractura por fragilidad.
y
i ca
lín
C
a
t ic
ác
Pr
de
í a
u
G
ta
es
de
n

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i
u bl
p
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5
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GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA SOBRE OSTEOPOROSIS Y PREVENCIÓN DE FRACTURAS POR FRAGILIDAD 53


.
ón
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nd
pe

es
y
ca
líni
C
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r ác
P
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a

G
t a
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de
n

ac
ic
bl
pu
la
sde
de
o s

5
de
ás
m
do
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c
ns
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an
H
5. Diagnóstico de la osteoporosis
Preguntas para responder:
• ¿Es válida y fiable la radiografía (Rx) en el diagnóstico de la osteoporosis?
• ¿Es válida y fiable la DMO medida por DXA en el diagnóstico de la osteoporosis?
.
¿Qué región del esqueleto es la más adecuada? ¿Qué criterios diagnósticos deben ión
seguirse con la DXA central para diagnosticar la osteoporosis? ac
iz
u al
• ¿Es válida y fiable la ultrasonometría cuantitativa (QUS) en el diagnóstico de la t
ac
osteoporosis?
s u
t e
• ¿Es válida y fiable la determinación de marcadores óseos en el diagnóstico de la n
die
osteoporosis? n
pe

es
y
i ca
lín
5.1. Radiología (Rx) a
C
t ic
¿Es válida y fiable la Rx en el diagnóstico de la ác osteoporosis?
Pr
de
La respuesta se fundamenta en cinco GPC, tres urecomendadas ía según AGREE (SEIOMM
20G
2008 , SEGO-SEMFYC-CCib-AAEM 2004a y SIGN 2003 ) y una recomendada con
28 43
t
cambios según el mismo instrumento (SNAMFAP 2006) es 46
.
d e
ión
ac
Resumen de la evidencia l ic
b
pu
la
Una GPC43 basándose d e en estudios de calidad 1++ concluye que la evaluación de
la DMO a partir e s de una Rx simple no es apropiada ya que puede existir gran
d
variabilidadosentre los observadores. El tratamiento no debería indicarse en base

a los resultados de la Rx simple ya que significaría un tratamiento innecesario
1++ 5
d e
para muchos pacientes y algún paciente con osteoporosis podría no tratarse. El
s
usoá de Rx digitales que permiten manipulaciones electrónicas de la imagen ha
m
d ointroducido un grado de incertidumbre que hace más difícil que la evaluación
r i
c ur se realice con precisión (Garton et al. 1994; Masud et al. 1996).
ns
rt a Dos GPC20,28 basándose en estudios de calidad 2- concluyen que la Rx no ha
a n
H demostrado ser un método sensible ni específico para valorar los cambios de
2-
DMO. Cuando la pérdida de DMO ha alcanzado el 30-50% del total la detec-
ción subjetiva de signos de osteopenia u osteoporosis es tardía.

Dos GPC28,46 concluyen que la Rx no debería utilizarse como método diagnós-


GPC
tico de exclusión de osteoporosis.

GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA SOBRE OSTEOPOROSIS Y PREVENCIÓN DE FRACTURAS POR FRAGILIDAD 55


Según la GPC46 el método diagnóstico de elección de las fracturas vertebrales
GPC
es la Rx de columna dorsal o lumbar (proyecciones postero-anterior y lateral).

Una GPC28 recomienda con grado A la utilización de la Rx para la detección


de fracturas vertebrales, ya que su existencia permite realizar el diagnóstico de
GPC
osteoporosis (siempre que se descarten otras causas de las mismas) y es un FR
de futuras fracturas.
.
Según una GPC46 es aconsejable evaluar la presencia de fracturas vertebrales ión
ac
4 asintomáticas, en las Rx de columna realizadas por cualquier otro motivo, deliz
a
manera especial en los pacientes que presentan FR de osteoporosis. tu
ac
Una GPC30 concluye que una pérdida de altura de más de 2 cm ene un año o su
t
4 en
pérdida de altura acumulada de más de 4 cm deben valorarse mediante una Rx
i
d
en vertebral.
de la columna toracolumbar para descartar la presencia de fractura
p
á
est
y
Recomendaciones i ca
lín
C
A
ca
La Rx no debe utilizarse para el diagnóstico dectila osteoporosis.
á
Pr
A
Está indicada la realización de la Rx ante de la sospecha clínica de fractura por
fragilidad. í a
u
G
s ta
Se recomienda una búsqueda activa e de posibles fracturas vertebrales asintomá-
e
ticas en aquellos pacientes quedpresentan una pérdida de altura progresiva.
D ión
Debe valorarse cuando exista a c pérdida de altura documentada de más de 2 cm
b lic
(en un año) o histórico de más de 6 cm.
pu
la
Es aconsejable evaluar la presencia de fracturas vertebrales asintomáticas en
D
s de
de
las Rx de columna realizada por cualquier otro motivo, de manera especial en
los pacientes o s que presentan FR de osteoporosis.

5
d e
ás
m
do
5.2 uDensitometría Radiológica Dual (DXA)
rri
c
¿Es a nsválida y fiable la DMO medida por DXA en el diagnóstico
tr
a nde la osteoporosis? ¿Qué región del esqueleto es la más adecuada?
H
La respuesta se fundamenta en seis GPC, cinco recomendadas según AGREE (SEIOMM
200828, CKS 200632, AIAQS 200430, SEGO-SEMFYC-CCib-AEEM 200420, y SIGN 200343)
y en una RS de calidad (DeHart et al. 2004)56. También en el posicionamiento oficial de la
sociedad internacional para la densitometría clínica (ISCD), 200757.
La dosis de radiación de una DXA lateral se sitúa entre 2-8 μSv frente a los 800 μSv
de un estudio radiográfico de columna lateral58.

56 GUÍAS DE PRÁCTICA CLÍNICA EN EL SNS


Evidencia científica
Una RS realizada con diferentes estudios compara la utilidad de la RS de ECA
DXA y QUS en el diagnóstico y manejo de la osteoporosis. La sensibili- 1++
dad de la DXA periférica y la QUS para detectar osteoporosis varía de
35 al 75%. Al ajustar los puntos de corte del T-score aumenta de 85 a
95%, con una especificidad de 23 a 49%. En muchos lugares es necesario
un técnico radiólogo para realizar estas pruebas diagnósticas56.

ó n.
a ci
iz
Resumen de la evidencia al
tu
ac
s u
Una GPC28 basándose en estudios de calidad 2+ concluye que la DXA e cuen-
t
n columna
ta con la posibilidad de medir las dimensiones de las vértebrasiede
2+ d
n una menor
en proyección lateral, con una sensibilidad similar a la Rx yecon
dosis de radiación. p

es
Una GPC basándose en estudios de calidad 2++/1- concluye que el diag- y
28
a
ic
nóstico de osteoporosis puede verse influido porlíndiversos factores, como la
región donde se realiza la medición, los posibles C
c a artefactos (fracturas, artro-
2++/1- i
sis, escoliosis, calcificaciones vasculares, etc.),ct el número de regiones explora-
das y los valores de referencia aplicados,Ppor rá lo que es recomendable explo-
rar al menos dos regiones del esqueleto. de
í a
u
G
Una GPC indica que la DXA es ta a menudo utilizada de forma inapropiada
32

para el diagnóstico de osteoporosis es por su accesibilidad debido a su bajo


GPC de
coste. La DXA del calcáneo n o antebrazo sólo se correlaciona de forma mo-
derada con la DMO central c ió o axial.
a
b lic
Otra GPC32 concluye pu que la DXA central es la prueba recomendada para
GPC
medir la DMO.e l a
d
d es
Una GPCs basándose en estudios de calidad 1++ concluye que las medidas
30
o
1++ añ (cadera y columna) con DXA son las localizaciones más precisas
centrales
para 5medir la DMO. Ambas localizaciones son útiles para la evaluación del
de
s
áriesgo en mujeres postmenopáusicas.
m
do
rri
La GPC20 basándose en estudios sobre diagnóstico concluye que la evaluación
c u
s2+ de una sola localización no permite excluir el diagnóstico de osteoporosis. Las
tran diversas localizaciones identifican a diferentes subgrupos de población.
an
H Una GPC43 basándose en estudios de calidad 2+ concluye que la DXA lateral
de la columna mide selectivamente el hueso trabecular y está menos afectada
por la enfermedad degenerativa de la columna prevalente en la personas ma-
2+
yores. La DXA lateral identifica a más pacientes osteoporóticos y es más sen-
sible a la pérdida ósea relacionada con la edad, que la DXA de columna ante-
ro-posterior.

GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA SOBRE OSTEOPOROSIS Y PREVENCIÓN DE FRACTURAS POR FRAGILIDAD 57


Una GPC20 basándose en estudios sobre diagnóstico indica que el diagnósti-
co de osteoporosis varía dependiendo de la localización donde se realiza la
2+
medición, del número de localizaciones medidas, de la marca de densitóme-
tro óseo y de las referencias poblacionales utilizadas.

La osteoporosis puede ser diagnosticada en mujeres postmenopáusicas y en


hombres de 50 años o mayores, si el T-score de columna lumbar, cadera total
o cuello femoral es de igual o menor a -2.5. En ciertas circunstancias puede .
n
4 utilizarse el 33% del radio (también llamado 1/3 radio). Otras regiones de ció
a
cadera como el área de War’s y el trocánter mayor, no deberían ser utiliza-
aliz
u
das para diagnóstico. La aplicación de esta recomendación puede variar
act con
los requerimientos locales .
57
u s
te
ien
end
Recomendaciones p

es
y
a
La DXA central (cadera y columna) es la técnica diagnóstica para evaluar la
A nic
DMO en la práctica clínica. lí
C
a
En la adquisición de un equipo DXA debería tic
c contemplarse que disponga de

alta resolución, rapidez en la exploración yPcon capacidad para la exploración
de la columna en proyección lateral. Un de
í a estudio densitométrico con DXA es-
u
tándar debe consistir en medicionesGcuantitativas de columna lumbar antero-
posterior y de la cadera. t a
 s e
de
Sólo debe realizarse una exploración DXA en proyección lateral para el diag-
n
ó cuando se reúnan criterios similares a los utili-
ci
nóstico de fracturas vertebrales
ca las radiografías.
zados para la indicaciónlide
b
pu
la
e
sd
de
os

5
de
ás
m
do
urri
c
ns
tra
an
H

58 GUÍAS DE PRÁCTICA CLÍNICA EN EL SNS


¿Qué criterios diagnósticos deben seguirse con la DXA central
para diagnosticar la osteoporosis?

La respuesta se fundamenta en los posicionamientos de la OMS (1994)2 y su actualización


realizada el 20073.

Recomendaciones
ón.
aci
Para el diagnóstico de la osteoporosis se recomienda la medición de DMO, me- li z
dida por DXA central, valorando el T-score (comparación del valor del pacien- t ua
c
te, con el valor de referencia de población adulta joven del mismo sexou ya de la
s
misma raza) y aplicar los criterios de la OMS2. t e
n
Se asigna al paciente una T-score, que es el número de desviaciones die estándar
n
(DE) por encima o por debajo de la DMO media para adultospejóvenes norma-

D les, como se indica a continuación: es
y
– DMO normal: una T-score ≥ -1,0 i ca
lín
– Osteopenia (DMO baja): una T-score entre -1,0 y -2,4 C
a
t ic
– Osteoporosis: una T-score ≤ -2,5 ác
Pr
– Osteoporosis establecida (grave): describe de a pacientes con una T-score infe-
í a
rior a -2,5 que además presenta una fractura por fragilidad.
u
G
ta
Hay controversia en limitar como es única localización para el diagnóstico de la
d e
osteoporosis el cuello femoral, criterio OMS-2007 3
.
 n
Se recomienda considerar clas ió
c a siguientes localizaciones: columna lumbar, cuello
de fémur, área total de bfémur li y tercio medio del radio.
p u
La clasificación noe les a aplicable a otras técnicas de densitometría ósea (como el
sd que no es equivalente a los T-score derivados de DXA).

T-score de la QUS
de
ñ os
a
5
d e
ás
m
do
urri
c
ns
tra
an
H

GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA SOBRE OSTEOPOROSIS Y PREVENCIÓN DE FRACTURAS POR FRAGILIDAD 59


5.3. Ultrasonometría cuantitativa (QUS)
¿Es válida y fiable la QUS en el diagnóstico de la osteoporosis?

La respuesta se fundamenta en tres GPC recomendadas según AGREE: CKS 200632;


Brown 200635 y SEGO-SEMFYC-CCib-AEEM 200420 y una RS de calidad (DeHart et al.
200456).También en los siguientes materiales sugeridos por el grupo de trabajo de la guía
Pluijm et al. 199959; Fujiwara et al. 200560; Pinheiro et al. 200661.
.
ón
ci
a
Evidencia científica liz
a
El poder de la QUS para predecir la fractura en estudios cruzados ha sido Estudios c tu
a
confirmado por estudios prospectivos. El HR o RR o la disminución de la
su
cruzados,
e
DS para todos los parámetros de ultrasonido es aproximadamente 2,0 prospectivos
ent y
para cadera y columna y 1,5 para todas las fracturas. El mayor número de transversales i
nd
estudios transversales están realizados sobre la región del calcáneo59-61. pe

es
y
i ca
Resumen de la evidencia lín
C
a
t ic
Una GPC indica que la QUS es a menudo utilizada c de forma inapropiada para

32

el diagnóstico de la osteoporosis por su accesibilidad P debido a su bajo coste. La


GPC de y cambios en el calcáneo pueden no
precisión de la QUS es generalmente pobre a

reflejar cambios en la columna y/o la cadera. G
a
e st
Una GPC basándose en estudios
de de calidad 1+ concluye que la QUS en el
35

1+ calcáneo no es suficientemente n
ó precisa para el seguimiento en intervalos clíni-
cos relevantes. a ci
b lic
Otra GPC20 basándose pu en diferentes GPC indica que no hay estudios que justi-
GPC la
fiquen la utilización e del QUS para tomar decisiones terapéuticas.
e sd
d
o s

Recomendación 5
de
á s
A Lam QUS no debe ser considerada para el diagnóstico de la osteoporosis.
o
r rid
u
nsc
tra Los motivos para que la QUS no deba ser considerada para el diagnóstico de la osteo-
a n
H porosis son los siguientes: la baja precisión (en general), los cambios en el calcáneo pueden
no reflejar los cambios en la columna dorsal o cadera, las medidas que ofrecen no están
estandarizadas entre aparatos de QUS (no significan lo mismo en todos los equipos) y, por
último, la T-score que proporciona no es equivalente a la T-score derivada de una DXA
central a partir de la cual se establecieron los criterios diagnósticos de la OMS2.

60 GUÍAS DE PRÁCTICA CLÍNICA EN EL SNS


5.4. Determinación de marcadores óseos
¿Es válida y fiable la determinación de marcadores óseos
en el diagnóstico de la osteoporosis?

La evidencia de la respuesta a esta pregunta se fundamenta en cinco GPC recomendadas


según AGREE (SEIOMM 200828; CKS 200632; Brown 200635; SEGO-SEMFYC-CCib-
AEEM 200420 y SIGN 200343).
.
ón
a ci
Resumen de la evidencia a liz
tu
ac
su
Una GPC28 basándose en estudios de calidad 2++ concluye que los marcadores e
ent
2++ ndi
óseos no son útiles para el diagnóstico, y teniendo en cuenta la evidencia dispo-
nible, actualmente no se recomienda su determinación sistemática
pe en la evalua-
á
ción del paciente con osteoporosis. st e
y
Una GPC indica que para su correcta interpretaciónichay que tener en cuenta
28 a
GPC su variabilidad biológica y recordar que tienen un ritmo lín circadiano. Por ello es
C
necesario fijar un horario adecuado para la obtención a de las muestras.
t ic
c

Dos GPC32,43 concluyen que los marcadoresPóseos no tiene un papel en el diag-
GPC nóstico de la osteoporosis o en la selección de de candidatos a una medición de
í a
DMO. u
G
ta
Otra GPC20 basándose en estudios es sobre diagnóstico concluye que ningún mar-
de óseos identifica adecuadamente a las muje-
cador óseo ni grupo de marcadores n

2+ res que según la densitometría
c ac presentan una DMO baja. Los resultados de los
li
marcadores óseos y las bmediciones de pérdida de DMO no muestran una buena
p u
correlación.
la
d e
s
de
Una GPC20 basándose en estudios sobre diagnóstico indica que la mayoría de
los métodososque evalúan los marcadores óseos presentan una importante varia-

bilidad debido a múltiples factores (edad, sexo, raza, determinadas enfermeda-
2+ 5
e
des y dmedicamentos, dieta, ejercicio físico, estación del año y momento del día,
s
las ácaracterísticas de los instrumentos y los diferentes proveedores que realizan
m
d olas mediciones) que pueden afectar a los resultados finales.
r i
c ur
ns
Una GPC35 indica que los marcadores óseos pueden tener en un futuro un pa-
GPC
a
tr pel en el abordaje clínico de la osteoporosis.
an
H

GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA SOBRE OSTEOPOROSIS Y PREVENCIÓN DE FRACTURAS POR FRAGILIDAD 61


Una GPC43 basándose en estudios de nivel 1++ indica que diversos estudios han
utilizado los marcadores óseos para seleccionar pacientes con riesgo de una
perdida de DMO, pero todos fracasan en demostrar una relación consistente
1++
entre los resultados de los marcadores y la pérdida ósea. La sensibilidad y espe-
cificidad de los marcadores óseos es muy baja para que sean de utilidad en la
actualidad (Nelson, H et al. 2001).

.
ón
Recomendación a ci
a liz
ctu
La determinación sistemática de los marcadores óseos no está recomendada a en
B s u
el diagnóstico de la osteoporosis. te
ien
e nd
p

es
y
ca
líni
C
ti ca
r ác
P
de
a

G
t a
es
de
n

ac
ic
bl
pu
la
sde
de
o s

5
de
ás
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do
urri
c
ns
tra
an
H

62 GUÍAS DE PRÁCTICA CLÍNICA EN EL SNS


6. Control de la evolución
de la osteoporosis
Preguntas para responder:
• ¿Qué medidas óseas son más adecuadas para el control de la evolución de la osteo-
porosis en pacientes sin o con tratamiento (monitorización)? ¿Cuál es el intervalo n.

de tiempo aconsejable entre medidas de DMO? ac
aliz
tu
ac
su
6.1. Densitometría Radiológica Dual (DXA) nt e
e
n di
La respuesta se fundamenta en seis GPC, recomendadas según AGREE pe (ICSI 200831;
á
SEIOMM 2008 ; CKS 2006 ; Brown 2006 ; SEGO-SEMFYC-CCib-AEEM
28 32 35
e st 200420 y
SIGN 200343). y
i ca
lín
C
a
Evidencia científica t ic
ác
La evidencia disponible no apoya la necesidad de monitorizar
Pr la DMO 2++
por DXA en los dos primeros años de tratamiento. En de este sentido, se ha
observado que las mujeres que tras el primer añoude ía tratamiento presen-
taban una disminución en la DMO, en el segundo G año de tratamiento
s ta
aumentaba. Estos datos refuerzan la idea de e que no es necesario moni-
torizar el tratamiento antes del segundo deaño, a excepción de aquellas
n
situaciones con elevado recambio óseo c ió (Osteoporosis inducida por GC)
a
(Cummings et al. 2000; TA 28 AHRQ)
b lic 20.
Se requiere un examen detallado pu de las imágenes de columna con DXA 1++
la
para asegurar que los cambios e aparentes en la DMO no son debidos a
artefactos. Los tratamientos e sd efectivos para la osteoporosis no deberían
d
de modificarse por laosperdida de DMO durante el primer año de tra-
tamiento, ya que se añ
5 ha observado que el aumento43se produce durante el
segundo año dedetratamiento (Pouilles et al. 1996)
ás
m
o
r rid
Resumen u de la evidencia
nsc
tra
a n Una GPC32 concluye que la repetición de la DXA solo debería realizarse en
H
aquellas personas que hayan recibido por lo menos 2 años de tratamiento. Los
GPC efectos beneficiosos del tratamiento sobre la DMO aparecen después de varios
meses. Las mujeres pueden perder DMO durante el primer año de tratamiento
y aumentar la DMO en el segundo año si continúan con el mismo tratamiento.

GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA SOBRE OSTEOPOROSIS Y PREVENCIÓN DE FRACTURAS POR FRAGILIDAD 63


Una GPC32 concluye que la repetición de la DXA debería de considerarse en
GPC aquellas mujeres que han tenido una nueva fractura por fragilidad después de
un año de tratamiento completo con bisfosfonatos.

Una GPC35 basándose en estudios de calidad 1+ concluye que la DXA puede


1+
utilizarse en aquellas localizaciones óseas más sensibles al tratamiento.

Una GPC43 basándose en estudios de calidad 1++ concluye que la DXA es útil .
1++
y efectiva en la monitorización del tratamiento en mujeres postmenopáusicas. ión
c a
liz
Una GPC indica que el intervalo de tiempo entre medidas óseas por DXA
28 a
c tu
debe establecerse en base al paciente y teniendo en cuenta que el cambioa espe-
rado iguale o exceda al cambio mínimo significativo que el sistema deemedición su
t
GPC sea capaz de detectar. Se sugiere que el intervalo sea variable: ipacientes en sin
tratamiento (>2 años), en el primer control de pacientes tratados ndpara osteopo-
rosis (1-2 años, en controles sucesivos cada 2 años) y; en circunstancias excep- pe
t á
cionales (por ejemplo, trasplante: 6-12 meses). es
y
i ca
Otra GPC indica que el intervalo de una medida ósea lín por DXA en el segui-
31

GPC miento después del tratamiento varía de 6 a 24 meses dependiendo de la situa- C


a
t ic
ción clínica.
ác
Pr
Una GPC20 basándose en estudios sobre ddiagnóstico e concluye que no es nece-
í a
2+ sario monitorizar el tratamiento con mediciones u de DMO con DXA antes del
G
segundo año.
s ta
e
Según una GPC31, no hay ningún de estudio que demuestre que la medición de la
n
DMO por DXA en el seguimiento c ió del tratamiento de la osteoporosis pueda
GPC a
afectar a su adherencia.bLa lic DXA central para el seguimiento del tratamiento de
la osteoporosis debería pu ser una prestación incluida en los servicios de salud.
la
e
e sd
d
Recomendaciones ños
a
5
d e
La prueba de referencia para el control evolutivo de la osteoporosis es la DXA
A ás
m
realizada en el esqueleto central (columna y cadera).
d o
r i
c ur El intervalo entre las mediciones de DXA central para el control evolutivo de
nDs la DMO en pacientes sin tratamiento es como mínimo de 2 años.
rt a
a n
H El intervalo entre las mediciones de DXA central para monitorizar la DMO en
pacientes tratados por osteoporosis debe ser entre 1 y 2 años después de inicia-
D
do el tratamiento (primer control). Los controles sucesivos se harán como mí-
nimo cada 2 años o de acuerdo al contexto clínico.

64 GUÍAS DE PRÁCTICA CLÍNICA EN EL SNS


Se recomienda un intervalo más corto (6 a 12 meses) entre las mediciones de
C DXA central para aquellos pacientes en circunstancias específicas (como tra-
tamiento con GC o trasplantados de órganos sólidos).

La evidencia científica es suficiente para no recomendar el uso de la DXA peri-


C
férica en el control evolutivo de la osteoporosis.

ó n.
ci
6.2. Ultrasonometría cuantitativa (QUS) zali
t ua
La respuesta se fundamenta en dos GPC recomendadas según AGREE (CKS u2006 ac 32, y
s
BROWN 200635) y una RS de calidad (DeHart et al. 2004)56. t e
n
die
n
pe
Resumen de la evidencia tá
es
y
c a
Una GPC basándose en estudios de calidad 1+ínconcluye que la QUS del
35 i
l
1+ calcáneo no es suficientemente precisa para ela Cseguimiento de la DMO en
intervalos de tiempo clínicamente relevantes. c tic
á
Pr
Una GPC indica que las técnicas periféricas de de medida de la DMO (DXA
32

de antebrazo o de calcáneo, o QUS) í a


GPC u son a menudo utilizadas de forma in-
apropiada para la monitorización Gdel tratamiento de la osteoporosis por su
ta
accesibilidad (bajo coste). es
de
n
ó medidas óseas (DXA y QUS) no han de ser uti-
Los sistemas periféricoscide
1++ a
lizados para monitorización li c del tratamiento de la osteoporosis56.
b
pu
la
e
Recomendación e sd
d
o s

5
No se recomienda el uso de la QUS de calcáneo para el control evolutivo de la
B
d e
osteoporosis.
ás
m
o
r rid
u
nsc
tra
a n
H

GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA SOBRE OSTEOPOROSIS Y PREVENCIÓN DE FRACTURAS POR FRAGILIDAD 65


6.3. Determinación de marcadores óseos
La respuesta se fundamenta en tres GPC recomendadas según AGREE: SEIOMM 200828;
Brown 200635 y SEGO-SEMFYC-CCib-AEEM 200420.

Resumen de la evidencia
.
ón
Una GPC concluye que la determinación sistemática de los marcadores óseosaci
28

GPC puede ser útil en la evaluación de la respuesta terapéutica en los pacientes con a liz
tu
osteoporosis. ac
su
Según otra GPC (Brown 2006) la capacidad de monitorizar el tratamiento
35
t e
mediante marcadores óseos con la finalidad de identificar de manera i en rápida la
nd
adherencia y efectividad del tratamiento representa su aplicación pe clínica más
prometedora. La utilidad clínica de los cambios en los marcadores t á óseos de los
es
principios activos anabolizantes está aún sin determinar ydebido a los pocos da-
a
tos disponibles. Los tratamientos aprobados para la osteoporosis n ic son principal-

mente antirreabsortivos y producen una rápida reducción C de los marcadores
a
it c
óseos que alcanzan su nivel más bajo a los 3-6 meses. Para los clínicos, el princi-
pal objetivo es la identificación de los que noPrresponden ác al tratamiento, es decir,
GPC e
aquellos en los que no se producirá la disminución d esperada del remodelado
óseo y, por lo tanto, la reducción esperada í a en el riesgo de fractura. El umbral
u
óptimo del cambio en los marcadores Góseos asociado a la máxima reducción de
a
fractura aún no está definido. No eobstante, st recientes resultados de un ensayo de
tamaño muestral grande y con dela variable de interés fractura, indica que des-
n
pués de unos determinadoscióniveles de disminución de los marcadores óseos no
a
se producen posteriores b licbeneficios anti-fractura. Son necesarios más estudios
para establecer el punto pu de corte de cada marcador óseo en base a la probabili-
l a
dad de fractura a epartir de grandes estudios para cada tipo de intervención.
e sd
d
Una GPC20 publicada en 2004 concluía que en base a estudios sobre diagnóstico
ñ os
2+ los marcadores
a óseos tenían un papel limitado como indicadores precoces de
eficacia 5terapéutica.
de
á s
m
o
r
Recomendaciónrid
u
nsc
tra
a n Los marcadores óseos pueden ser utilizados para una valoración precoz de la
H B
efectividad y de la adherencia al tratamiento farmacológico.

66 GUÍAS DE PRÁCTICA CLÍNICA EN EL SNS


7. Prevención de fracturas
por fragilidad

7.1. Medidas generales


.
ón
Preguntas para responder: a ci
a liz
Hábitos saludables tu
ac
• ¿Seguir una dieta con aporte de calcio adecuado es eficaz para prevenir las fractu- s u
ras por fragilidad? t e
n
d ie
• ¿Cuáles son las cantidades diarias de calcio y vitamina D recomendadas en los di-
pen
ferentes grupos de población? tá
es
• ¿Son las isoflavonas naturales (en dieta o suplementos) eficaces y seguras para pre- y
venir las fracturas por fragilidad? i ca
lín
• ¿La exposición solar reduce el riesgo de fractura por fragilidad? C
a
t ic
• ¿El consumo de tabaco aumenta el riesgo de fractura por fragilidad? ác
Pr
de
• ¿El consumo excesivo de alcohol aumenta el riesgo de fractura por fragilidad?
í a
u
G
• ¿El consumo excesivo de bebidas con cafeína aumenta el riesgo de fracturas por
ta
es
fragilidad?
de
• ¿La práctica de ejercicio físico regular reduce el riesgo de fractura por fragilidad?
n

c ac
i
Prevención de caídas en personas
u bl mayores
p
• ¿Qué intervenciones reducen el riesgo de caídas en las personas mayores?
la
e
e sd
d
o s
7.1.1. Hábitos saludables añ
5
7.1.1.1. Calcio de y vitamina D
á s
¿Seguir ouna m dieta con aporte de calcio adecuado es eficaz para prevenir
d
urri
las fracturas por fragilidad?
c
ns
Eltracalcio es el principal componente del tejido mineral óseo y su déficit (durante la infan-
ancia y adolescencia) ocasiona un crecimiento y desarrollo del esqueleto anómalo. La res-
H
puesta se fundamenta en dos GPC de calidad recomendada según AGREE: SEGO-SE-
MFYC-CCib-AEEM 200420 y AIAQS 200430.

GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA SOBRE OSTEOPOROSIS Y PREVENCIÓN DE FRACTURAS POR FRAGILIDAD 67


Evidencia científica

Un MA de estudios observacionales (Cumming et al. 1997) estima que MA


una ingesta de 1.000 mg/día de calcio en la dieta reduce en un 12% el de estudios
riesgo de fractura de cadera (odds ratio, OR=0,88; IC 95%: 0,8 a 0,97). observacio-
Otros estudios prospectivos recientes, con un mayor número de partici- nales
pantes y un tiempo de seguimiento más largo, no han podido confirmar 2++
dicho beneficio20.
.
ón
a ci
Resumen de la evidencia
a liz
tu
ac
Una GPC basándose en estudios de calidad 2++ indica que hay controversia
20
s u
2++ sobre la influencia de una dieta rica en calcio en la etapa de postmenopausia t e en
i en
la prevención de las fracturas óseas. nd
pe
En la GPC30 en base a un MA de 12 estudios de cohortesstconsidera á que una
e
GPC ingesta de calcio < de 500 a 850 mg/día es un FR moderado de fractura por fra- y
gilidad (1>RR<2)30. i ca
lín
C
a
t ic
ác
Recomendación Pr
de
í a
u
Es importante seguir una dieta con aporte G de calcio adecuado para mantener
t a
B una correcta salud esquelética aunque e s hay controversia que esta intervención
aislada sea eficaz para prevenirdelas fracturas por fragilidad.
n
c ió
a
b lic
pu
¿Es eficaz el tratamiento l a con suplementos de calcio y/o vitamina D para
prevenir la fractura por s defragilidad?
de
o s
La falta de vitaminaañD da lugar a una absorción deficitaria de calcio, con un aumento de la
5
parathormona (PTH) (1-84). En algún caso aislado, su déficit puede ser el principal factor
de
responsable de ás la osteoporosis. La evidencia que responde a esta pregunta se ha clasificado
en los siguientes m subgrupos de población: mujeres postmenopáusicas osteoporóticas, hom-
o
rr id
bres, hombres y mujeres y osteoporosis inducida por GC.
u
nsc
tra
nMujeres postmenopáusicas osteoporóticas
a
H La respuesta se fundamenta en cinco GPC recomendadas según AGREE (SEIOMM
200828; CKS 200632; SEGO-SEMFYC-CCib-AEEM 200420; SIGN 200343 y SIGN 200237),
en dos MA de ECA de calidad (McLean et al. 200745; Tang et al. 200764) y en un MA de
ECA del NICE 200838.

68 GUÍAS DE PRÁCTICA CLÍNICA EN EL SNS


SUPLEMENTOS DE CALCIO
Evidencia científica
Un MA de ECA (Shea et al. 2002) y un ECA posterior (Grant et al. MA
2005) demuestran que el suplemento de calcio en monoterapia no es de ECA/
efectivo en la reducción de fracturas vertebrales y no vertebrales en mu- ECA
jeres postmenopáusicas. Otro estudio (Prince et al. 2006) ha observado 1++/1+/1-
que los suplementos de 1.200 mg/día de calcio no redujeron la incidencia
de fracturas28. .
i ón
Un MA de ECA (Shea et al. 2002) y 4 ECA (Grant et al. 2005; Prince et MA de ECA zac
i
al. 2006; Reid et al. 2006; Lyons et al. 2007) reportan que no hay diferencia 1++ ual
t
significativa entre el suplemento de calcio y placebo en prevenir las ac
fracturas vertebrales y no vertebrales en mujeres postmenopáusicas45. s u
t e
n
Dos RS de ECA (Heaney et al. 2000; Weinsier et al. 2000) sugieren que RS
die de ECA
la dieta rica en calcio es tan efectiva como los suplementos de calcio en 1++
p
para mantener un equilibrio adecuado en la calcemia en mujeres caucá- tá
sicas postmenopáusicas43. es
y
i ca
lín
C
a
Resumen de la evidencia t ic
ác
Pr
Tres ECA de calidad demuestran que la reducción de de las fracturas no es signifi-
í a
u
1++ cativa en mujeres postmenopáusicas tratadas con suplementos de calcio (Grant
G
et al. 2005; Prince et al. 2006; Reid settaal. 2006)45.
e
de
n
c ió
a
b lic
pu
la
SUPLEMENTOS DE VITAMINA e D
e sd
Evidencia científica s d
o
Dos MA de ECA (Prince añ et al. 2006; Papadimitropoulos et al. 2002) en mujeres MA de ECA
5
postmenopáusicas de señalan que los suplementos de vitamina D2 (calciferol), 1++/1+
s
vitamina D3 (colecalciferol o calcitriol) o calcifediol (25-OHD) no disminu-
á
yen la incidencia m de fracturas vertebrales. El segundo MA observó que el alfa-
o
rr id
calcidiol y la vitamina D3 reducían la aparición de nuevas fracturas y/o defor-
u
sc
midades vertebrales (RR=0,64; IC 95%: 0,44 a 0,92). En un tercer MA (Ricky
n
a
ettral. 2005) se mostró una reducción significativa de las fracturas vertebrales
n
a con suplementos de vitamina D, aunque inferiores a la observada con el alfa-
H
calcidiol y la vitamina D328.

GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA SOBRE OSTEOPOROSIS Y PREVENCIÓN DE FRACTURAS POR FRAGILIDAD 69


El MA de ECA (Avenell et al. 2005) señala que el suplemento de vitamina D2 MA de ECA
en monoterapia no reduce el riesgo de fracturas. Las personas tratadas con su- 1++/1+
plementos de vitamina D3 no han observado una reducción de fracturas, mien-
tras que el tratamiento con suplementos de alfacalcidiol ha mostrado una dismi-
nución del riesgo de fractura de cadera (RR= 0,16; IC 95%: 0,04 a 0,69)28.
Un ECA (Gallagher et al. 2001) evalúa la eficacia del suplemento de vitamina ECA
D3 vs. placebo en el número de fracturas vertebrales. No hubo diferencias 1-
significativas en el número de fracturas no vertebrales entre ambas .
intervenciones (RR=0,46; IC 95%: 0,18 a 1,18)38. ón
a ci
Una RS de ECA (Gillespie et al. 2003) muestra que el suplemento de la vitami- RS deliECA z
ua
na D3 administrada sola en mujeres postmenopáusicas no reduce de forma sig-
a ct1++
nificativa la incidencia de fracturas de cadera (RR=1,20; IC 95%: 0,83 a 1,75) ni u
s
de otra localización. La vitamina D3 reduce la incidencia de nuevas deformida- te
n
ie
des vertebrales (RR=0,49; IC 95%: 0,25 a 0,95) aunque estos resultados son
d
n
poco concluyentes (pocos estudios y de tamaño muestral pequeño)20. pe
t á
En un ECA (Sato, 2005) que incluye el MA de ECA (McLean et al. 2007) es el MA
45

tratamiento con 1000 IU de vitamina D redujo las fracturas de y cadera en de ECA


a
mujeres postmenopáusicas con hemiplejia por ictus. n ic 1++
í l
C
ti ca
r ác
P
d e
SUPLEMENTOS SIMULTÁNEOS DE CALCIO Y
a VITAMINA D

G
Evidencia científica t a
es
de
En un ECA (Jackson et al. 2006) realizado en mujeres postmenopáusicas ECA
ón
sanas, el suplemento de 1.000 mg/día de calcio y 400UI/día de vitamina 1-
ci
D no redujo significativamente laicaincidencia de nuevas fracturas. Sin
embargo, se observó una reducción u bl significativa de nuevas fracturas de
p
la
cadera en las pacientes mayores de 60 años y en las que cumplieron con
e
sd
el tratamiento (21 y 29%, respectivamente) .
28
e d et al. 2005) informa que los suplementos de MA de ECA
El MA de ECA (Avenell s
o

vitamina D2, vitamina D3 y calcifediol administrados junto con suple- 1++/1+
mentos de calcio, 5reducen significativamente la incidencia de fracturas
de
á s
no vertebrales (RR= 0,87; IC 95%: 0,78 a 0,97) y de cadera (RR=0,81;
m
IC 95%: 0,68 a 0,96), sin ningún efecto sobre las fracturas vertebrales. El
o
efecto fue
r rid mayor en las personas institucionalizadas y en las que la fina-
u
lidadscno era la prevención secundaria28.
n
tra
an
H

70 GUÍAS DE PRÁCTICA CLÍNICA EN EL SNS


Un ECA (Chapuy et al. 1992) realizado en mujeres mayores (n=3.270) ECA
con una edad promedio de 84 años con movilidad propia y viviendo en 1++
residencias, comparó la administración de suplementos de calcio (1.200
mg/día) y vitamina D (800 UI/día) vs. placebo. El grupo tratado con
calcio más vitamina D obtuvo un 32% menos de fracturas no vertebrales
(66 vs. 97; p=0,015) y 43% menos de fracturas de cadera (21 vs. 37;
p=0,043) comparado con el grupo placebo. Estos datos deben
considerarse con cautela ante el elevado número de abandonos (46%).
.
Un estudio posterior de seguimiento durante tres años realizado por los ón
mismos autores (Chapuy et al, 1994) encontró que los suplementos de a ci
calcio (1.200 mg/día) y de vitamina D (800 Ul/día) redujeron el riesgo de a liz
tu
fractura de cadera y no vertebral (Se previno una fractura de cadera por ac
cada 20 personas tratadas)64. su
e
nt
ie
nd
Evidencia científica pe

es
y
a
Una GPC32 concluye que los suplementos de calcio ynde ic vitamina D están indi-

cados en todas las mujeres que reciben tratamiento C para la osteoporosis (en
GPC a
ic una buena ingesta de calcio
ausencia de hipercalcemia) excepto en mujeres tcon
ác
Pr sanitario.
y de vitamina D supervisada por un profesional
de
a
Una GPC37 basándose en estudios de calidad uí 1+ concluye que los suplementos
G
de calcio y de vitamina D reducen significativamente la incidencia de las fractu-
1+ s ta
ras en cualquier localización, incluidas
e las de cadera en mujeres mayores insti-
e
d de fractura.
tucionalizadas con elevado riesgo
ión
ac
Una GPC35 concluye basándose
b lic en estudios de calidad 1+ que los suplementos
de calcio y de vitamina
pu D no deberían utilizarse como único tratamiento de la
1+ la
osteoporosis. Sin embargo, un adecuado nivel de calcio y de vitamina D a partir
e
de la dieta o desd suplementos es esencial como tratamiento adyuvante de la
e
osteoporosis.s d
o

5
de
ás
Recomendaciones de uso de los suplementos de calcio y vitamina D
m
(mujeres postmenopáusicas osteoporóticas)
o d
urri
c
ns Se recomienda asociar suplementos de calcio y de vitamina D en aquellas mu-
tra A jeres postmenopáusicas osteoporóticas que estén en tratamiento para prevenir
an
H las fracturas por fragilidad.

Se recomiendan suplementos de calcio y de vitamina D en aquellas mujeres


A institucionalizas cuyo aporte dietético de calcio y de vitamina D sea insufi-
ciente.

GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA SOBRE OSTEOPOROSIS Y PREVENCIÓN DE FRACTURAS POR FRAGILIDAD 71


Pacientes con tratamiento prolongado con GC

La evidencia se fundamenta en cuatro GPC recomendadas según AGREE (SEIOMM


200828; SEMI 200729; CKS 200632; NZGG 200347).

SUPLEMENTOS DE CALCIO Y DE VITAMINA D


.
Evidencia científica ón
a ci
Un MA de ECA (Nijs et al. 2004) examina la efectividad de la vitamina MA de ECAliz
a
D3, el alfacalcidol y el dihidrotaquisterol en el tratamiento o prevención c tu
a
de la osteoporosis inducida por GC vs. placebo y otras terapias anti- su
e
osteoporosis. En el análisis conjunto de 7 ECA (n=446), el riesgo de
ent
fractura fue menor en el grupo tratado con la vitamina D3 y otros di
n
metabolitos activos, comparado con placebo y con suplementos depe
á
vitamina D3 y/o calcio solo (RR=0,56; IC 95%: 0,34 a 0,92)32. st e
y
ica
Resumen de la evidencia lín
C
a
t ic
ác
Pr
La GPC28 basándose en estudios de calidad 2++/1- concluye que el alfacalcidiol
2++/1-
ha sido el metabolito de la vitamina D más deestudiado en la osteoporosis induci-
í a
da por GC y es eficaz en la prevenciónude fracturas vertebrales, considerándose
su eficacia superior a la de la vitamina D3. G
s ta
e
La GPC28 basándose en un MA de de calidad 1++ concluye que en pacientes tra-
n

1++ tados con GC, el alfacalcidiol y la vitamina D3 reducen la pérdida ósea sin pre-
c
a
venir las fracturas.
b lic
pu
La GPC29 concluyelaque en todos los casos de pacientes que están recibiendo
e
GPC e sd
terapia con GC, debe administrarse suplementos de calcio (500 a 1.000 mg/día,
d
en función del aporte por dieta) y de vitamina D (800 a 1.000 Ul/día). No se
o s
ñ
concluyó aeficacia antifractura.
5
e
Otras dGPC47 basándose en estudios de calidad 1+ concluye que los suplementos
á
diarios de vitamina D3 y de calcio deben considerarse en personas mayores
1+ m
o
d tratadas con GC. Hay insuficiente evidencia derivada de ECA que confirme la
urri
eficacia en la prevención de fracturas de cadera.
nsc
tra
an
H

72 GUÍAS DE PRÁCTICA CLÍNICA EN EL SNS


Recomendaciones de uso de los suplementos de calcio y vitamina D en pacientes
con tratamiento prolongado con GC

Hay evidencia controvertida sobre el efecto de los suplementos de calcio y vita-


mina D en la prevención de las fracturas por fragilidad en pacientes tratados
C
con GC. También hay controversia sobre si el efecto de algunos metabolitos de
la vitamina D puede ser superior al de otros.
.
Se recomienda administrar suplementos de calcio y de vitamina D en función ión

del aporte dietético a aquellas personas tratadas con GC. ac
iz l
t ua
a c
su
e
nt
Hombres con osteoporosis ie
nd
pe
s tá
La respuesta se fundamenta en dos GPC recomendadas según AGREE: SEIOMM 2008 28

y SIGN 200343. e
y
ica
lín
C
a
Resumen de la evidencia
c tic
á
Pr
La GPC28 concluye que al igual que ocurre de en la mujer, hay acuerdo en indicar
el uso de suplementos de calcio y de vitamina í a D en los varones con osteoporo-
u
G
sis. Sin embargo, hay que tener entacuenta que se dispone de pocos estudios y
que estos son de tamaño muestral es pequeño o con bajas proporciones de hom-
GPC d e
bres y con diferentes grado de n déficit de vitamina D o de ingesta de calcio. En
i ó
los pocos estudios disponiblesac exclusivos de población masculina no se ha mos-
l
trado un efecto consistente ic sobre el beneficio de recibir suplementos de alfacal-
b
pu
cidiol, vitamina D3 u otros derivados de la vitamina D.
la
d e
La GPC concluye es que la evidencia de la eficacia de los suplementos de calcio
43
d
GPC y de vitamina
ñ os D en hombres osteoporóticos es escasa en especial en aquellos
a
que no reciben tratamiento para prevenir la fractura de forma concomitante.
5
de 43 concluye que no hay evidencia de que la vitamina D3 sea eficaz en
GPC á s
La GPC
m
reducir el riesgo de fracturas vertebrales en los hombres.
d o
r i
c ur
a ns
t r
Recomendación de uso de los suplementos de calcio y vitamina D en hombres
an
H con osteoporosis

Se recomienda asociar suplementos de calcio y de vitamina D a los hombres


D con osteoporosis que estén en tratamiento para prevenir las fracturas por fragi-
lidad.

GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA SOBRE OSTEOPOROSIS Y PREVENCIÓN DE FRACTURAS POR FRAGILIDAD 73


Estudios que incluyen diferentes poblaciones

La respuesta se fundamenta en cinco GPC recomendadas según AGREE (SEIOMM


200828; CKS 2006 32; SIGN 200343; NZGG 200347; SIGN 200237), en tres MA de ECA de
calidad (McLean et al. 200745; Tang et al. 200764; Bischoff-Ferrari et al. 200565) y en un MA
de ECA del NICE 200838.

.
SUPLEMENTOS DE CALCIO ón
a ci
Evidencia científica
a liz
tu
En un MA de ECA (NICE, 2008)38 se realizan diferentes MA que eva- MA de ECA ac
s u
luan la eficacia de los suplementos de calcio vs. placebo. En uno de los 1++/1+
e
n t
MA realizado con siete ECA (n=6.013), cinco en mujeres postmenopáu-
d ie
sicas (Hansson et al. 1987; Prince et al. 2007; Recker et al. 1996; Reid, en
p
1993; 2006) y dos en población general (Chevalley et al. 1994; Grant et al. t á
2005) se comparó el tratamiento con suplementos de calcio vs. placebo. es
y
Las diferencias fueron no significativas en el número de fracturas a
n ic verte-
brales entre ambos grupos (RR=0,84; IC 95%: 0,66 a 1,08). lí
C
a
c tic
Sintetizando cinco de los anteriores ECA (Prince et al. 2007; Reid et al.
r á
2006; Chevalley et al. 1994; Grant et al, 2005; AvenellPet al. 2004) no se
de
encontró diferencia significativa en el número de fracturas no vertebra-
les (RR=0,92; IC 95%: 0,79 a 1,05). í a
u
G
Haciendo MA con cuatro ECA (Avenell etstal. 2004; Prince a et al. 2007;
e
Grant et al. 2005; Reid et al. 2006) (n=5.638)
d e se informa de diferencia
significativa en las fracturas de cadera
i ónen el grupo con suplemento de
ac
calcio (RR=1,52; IC 95%: 1,08 a 2,14). Al realizar un análisis de sensibi-
l ic
lidad excluyendo los estudios con
p ub mayor sesgo los resultados no fueron
significativos (RR=1,29: IC 95%: 0,89 a 1,88).
la
e
d et al. 2007, Grant et al. 2005) (n=4.103) no
Combinado dos ECA (Prince
d es
hubo diferencias significativas en el número de fracturas de muñeca
ñ os
(RR=1,06; IC 95%: a 0,75 a 1,50) y de miembro superior y antebrazo
5
(RR=1,05; IC 95%: 0,57 a 1,92).
e d
s
Combinandoátres ECA (Grant et al. 2005, Prince et al. 2007; Reid et al.
m
o
2006) (n=5.574) no hubo diferencias significativas en el número total de
d
r i
ur
fracturas (RR=0,90; IC 95%: 0,79 a 1,03).
sc
Enanun ECA (Grant et al. 2005) realizado en población general no hubo ECA
tr
a n
diferencias significativas entre el tratamiento con suplementos de calcio 1++
H vs. placebo en prevenir las fracturas (HR=0,94; IC 95%: 0,81 a 1,09). Al
realizar un análisis de subgrupo, no se encontró diferencia de riesgo en-
tre hombres y mujeres (HR=1,04; IC 95%: 0,57 a 1,90)45.

74 GUÍAS DE PRÁCTICA CLÍNICA EN EL SNS


SUPLEMENTOS DE VITAMINA D

Evidencia científica

Un MA de ECA (Bishoff Ferrari et al. 2005)65 realizado en personas MA de ECA


mayores de 60 años describe una reducción del 26% en las fracturas de 1++/1+
cadera y del 23% en las fracturas no vertebrales, con pautas de 700-800
UI/día de vitamina D. No se observó prevención de fracturas con dosis
de 400 UI. Por sexo, se observó la misma tendencia, pero sólo fue signi- .
ficativa en mujeres para las fracturas de cadera (RR=0,74; IC 95%: 0,61 ión
ac
a 0,88) y no vertebrales (RR=0,77; IC 95%: 0,68 a 0,87). liz a
En un MA de ECA (NICE, 2008)38 se realizan diferentes análisis que MA de ECA tu
ac
evaluaban la eficacia de los suplementos de vitamina D vs. placebo. En su
1++/1+/1-
e
uno de ellos en el que se incluyeron tres ECA realizados en población nt
general (n=8.801) se comparó la vitamina D3 vs. placebo (Grant et al. die
n
2005; Trivedi et al. 2003) o vitamina D2 vs. placebo (Lyons et al. 2007) pe
informándo que no hay diferencias significativas entre las intervencionestá
es
en las fracturas vertebrales (RR=0,66; IC 95%: 0,40 a 1,08). y
a
n ic
Sintetizando ocho ECA (n=22.098) comparó los suplementos lí de
Cal. 2007), o
vitamina D2 (Harwood et al. 2004; Lyons et al. 2007; Smith et a
ic
tal. 2002; Grant
vitamina D3 (Avenell et al. 2004; Lips et al. 1996; Meyer et c

et al. 2005; Trivedi et al. 2003) vs. placebo e informó Pde diferencias no
significativas en el número de fracturas no vertebrales de entre ambas
í a
intervenciones (RR=1,01; IC 95%: 0,94 a 1,10).Gu
ta
En 4 MA de ECA, realizados en población es general (Stevenson et al. MA de ECA
2005; Papadimitropoulos et al. 2002; Avenell de et al. 2005; Richy et al. 2005) 1++
n

el tratamiento con vitamina D (vitamina D2, vitamina D3, o 25- OHD)
no redujo el riesgo de fracturas vertebrales c ac y no vertebrales y de cadera
b li
significativamente comparado con
pu placebo (rango de RR combinado=
la
0,3; IC 95%: [0,01 a 8,05] a [1,13 (IC 95%: 0,05 a 2,55)].
d e
Combinando 3 MA (Papadimitropoulos s
de
et al., 2002; Avenell, 2005; Ri-
s
chy et al. 2005) la reducción del riesgo en fracturas vertebrales fue signi-
o

ficativa en los metabolitos activos de la vitamina D (vitamina D3 y alfa-
5
calcidiol) comparado de con placebo (rango de RR combinado= 0,52
á s
[IC 95%: 0,41 a 0,67] a 0,64 [IC 95%: 0,44 a 0,92]). En las fracturas no
m
o
vertebrales y de cadera los valores fueron 0,16 (IC 95%: 0,04 a 0,69) y
r rid
0,87 (IC 95%: 0,29 a 2,59), respectivamente 38
.
c u
ns
tra
an
H

GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA SOBRE OSTEOPOROSIS Y PREVENCIÓN DE FRACTURAS POR FRAGILIDAD 75


SUPLEMENTOS SIMULTÁNEOS DE CALCIO Y DE VITAMINA
Evidencia científica

En un MA de ECA (NICE, 2008)38 se realizan diferentes análisis que MA de ECA


evaluaban la eficacia de los suplementos simultáneos de calcio y vitamina 1++/1+/1-
D vs. placebo. En uno de los MA (n=36.389) realizado con dos ECA
(Jackson et al. 2006; Grant et al. 2005) se comparó la eficacia del
tratamiento con suplementos de calcio y de vitamina D vs. placebo y no
.
hubo diferencias significativas en el número de fracturas vertebrales ión
entre ambos grupos (RR=0,91; IC 95%: 0,74 a 1,11). ac
iz l
Combinando seis ECA (Avenell et al. 2004; Chapuy et al. 1992, 2002; t ua
a c
Dawson-Hughes et al. 1997 [los pacientes tenían una ingesta de calcio su
e
previa muy baja, <400 Ul], Harwood et al. 2004; Grant et al. 2005)
ent
presentó una reducción significativa de fracturas vertebrales y de cadera di
n
en el grupo tratado con suplementos de calcio y de vitamina Dpe
comparado con placebo (RR=0,83; IC 95%: 0,73 a 0,94),y (RR=0,79; IC tá
es
95%: 0,65 a 0,97) respectivamente. y
a
n ic
Combinando cuatro ECA (n=40.092) (Dawson Hughes et al. 1997 [los lí
C
pacientes tenían una ingesta de calcio previa muy baja, <400 Ul]; Jackson a
ic
et al. 2006; Porthouse et al. 2006; Grant et al. 2005) áinformó ct de una
diferencia no significativa entre ambos grupos en el número Pr de fracturas
de muñeca y de antebrazo (RR=1,00; IC 95%: 0,90 a 1,12). de
í a
u
Combinando cuatro ECA (Jackson et al. 2006; Larsen et G al. 2004; Por-
s ta
thouse et al. 2005; Grant et al. 2005;. Larsen 2004) no encontró diferen-
e
cias significativas entre ambos grupos endel e número de fracturas clínicas
n
en general (RR=0,94 a 0,96). c ió
a
lic
Un ECA (Grant et al. 2005) (n=5.292) realizado en personas de 70 años
b ECA
o mayores de ambos sexos con pu fractura osteoporótica previa en los 1++
l a
últimos diez años y movilidad previa a dicha fractura, se comparó
s de
los suplementos de calcio (1.000 mg) vs. suplementos de vitamina D3
de
s
(800 Ul) vs. suplementos de calcio y de vitamina D3 (1.000 mg de calcio
o
más 800 IU de vitamina añ D3) vs. placebo. Se midió la efectividad en
5
prevenir las fracturas d e secundarias y no se encontraron diferencias
s
significativasá entre los grupos tratados con suplementos de calcio
m
(HR=0,94; IC 95%: 0,81 a 1,09]) y vitamina D3 (HR=1,02; IC 95%: 0,88-
d o
r i
c ur
1,19) comparado con placebo. El estudio se ha considerado limitado por
ns
el elevado número de abandonos (a los dos años continuaban el
t r a
tratamiento el 54,5% de los pacientes) 64
.
a n
H

76 GUÍAS DE PRÁCTICA CLÍNICA EN EL SNS


Un MA de ECA (Tang, B et al. 2007)64 incluye 29 ECA (n=63.897) siendo MA de ECA
el 82% mujeres y 18% hombres con una edad promedio de 67,8 años. En 1++
13 de los 29 ECA los participantes recibían suplementos de calcio y de vi-
tamina D y, en el resto sólo suplementos de calcio. En 17 ECA de los 29
(n=52.625) se observó una reducción del 12% del riesgo de fractura verte-
bral y no vertebral (RR=0,88: IC 95%: 0,83 a 0,95; p=0,0004) con suple-
mento de calcio (9 ECA) o con suplementos de calcio y de vitamina D (8
ECA). Esta reducción fue significativamente mayor (24%) en aquellos
.
ECA en los cuales el cumplimiento del tratamiento fue mayor (p<0,0001). ón
a ci
a liz
Resumen de la evidencia tu
ac
su
t e
en
Una GPC43 concluye que una ingesta de suplementos de calcio de 1.000 mg o
i
GPC más reduce la tasa de fracturas de manera similar a la observada
e nd con el calcio
de la dieta. p
á
est
Otra GPC concluye que los beneficios han sido más claros
28
y cuando se adminis-
c a
i
traron 800 Ul de suplementos de vitamina D asociados a la ingesta de 1.200-
GPC lín
1.500 mg de calcio diarios, cuando coexistieron con un adecuado cumplimiento
C
y persistencia en el tratamiento y cuando hubotiuna ca situación deficitaria previa
(particularmente en ancianos que viven solos). ác
Pr
Una GPC43 concluye que no hay evidencia de sobre que los suplementos de vi-
í a
tamina D sean necesarios en gente Guactiva menor de 65 años. No obstante,
a
GPC st
cualquier persona de más de 65 años debería recibir 400 Ul/día de suplemen-
tos de vitamina D. Cuando haye edéficit de vitamina D, la dosis recomendada
es de 800 Ul/día. d
i ón
ac
Algunos MA informan sobre l ic una reducción significativa del riesgo de fractura con
1++ b
suplementos de vitamina pu D comparada con placebo y otros todo lo contrario .
45

la
e
En tres MA, el dtratamiento con suplementos de vitamina D3 y alfacalcidiol
s
1++ de
reduce significativamente la fractura vertebral comparado con placebo. El
os
efecto del ñsuplemento de vitamina D en la reducción del riesgo de fractura
a
depende5 del tipo de metabolito, de la dosis y del tipo de fractura45.
de 32
Una s
á GPC concluye que no hay evidencia definitiva del beneficio de los
GPC m
suplementos de calcio y de vitamina D como único tratamiento en personas con
do
urri fractura previa y del efecto sobre el riesgo de fractura.
c
ns
Una GPC47 basándose en estudios de calidad 1+/2++ concluye que no hay evi-
tra
an
dencia suficiente que confirme que los suplementos de vitamina D reducen la
H 1+/2++ incidencia de fractura de cadera. En cambio la combinación con suplementos
de calcio es efectiva y deben considerarse en personas mayores que han tenido
una fractura de cadera.

Una GPC37 basándose en estudios de calidad 1+ concluye que los suplementos


de calcio y de vitamina D reducen significativamente la incidencia de las fractu-
1+
ras de cualquier localización incluidas las de cadera en hombres y mujeres ma-
yores de 65 años que viven solas.

GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA SOBRE OSTEOPOROSIS Y PREVENCIÓN DE FRACTURAS POR FRAGILIDAD 77


El tratamiento con suplemento de calcio y de vitamina D aislados o combina-
1++ dos no previenen futuras fracturas en personas ancianas con fractura previa y
movilidad previa a dicha fractura64.

Hay evidencia disponible de que la administración de suplemento de calcio solo


o en combinación con vitamina D (dosis mínimas de 1.200 mg de calcio y de 800
1++
Ul de vitamina D) es un tratamiento preventivo de osteoporosis en personas de
50 años o más64.
.
ón
a ci
Recomendación general en cualquier población
a liz
tu
ac
Cualquiera de las opciones de actuación farmacológica para prevenir la u
s fractu-
A ra por fragilidad que se indique al paciente debe asociarse a suplementos t e de
en
i
calcio y de vitamina D. nd
pe

es
y
¿Es seguro el tratamiento con suplementos de calcio cy/o a de vitamina D
i
para prevenir la fractura por fragilidad? lín
C
a
t ic
La respuesta se fundamenta en cuatro GPC recomendadas ác según AGREE (SEIOMM
200828; SEMI 200729; CKS 200632: SEGO-SEMFYC-CCib-AEEM 2004 Pr 20
) y en un MA de
d e
ECA (McLean et al. 2007) . 45
a

G
ta
Evidencia científica es
de
n
Un ECA (Grant et al. 2005) muestra que los síntomas gastrointestinales ECA
c ió
fueron superiores en el grupo de suplementos de calcio (16,4%) compa-
a 1-
rados con los del grupo suplementos b lic de vitamina D (11,9%). En otro
pu
ECA (Prince et al. 2006) se describe una mayor incidencia de estreñi-
la
e
miento en el grupo con suplementos de calcio frente al placebo (13,4%
e sd28
vs. 9,1%, respectivamente) d .
o s

La administración conjunta de suplementos de calcio y de vitamina D se ECA
5
ha asociado con un incremento no significativo de la calcemia, en el aná- 1++/1+
lisis aislado de devitamina D y alfacalcidiol, pero sí en la vitamina D3
ás
m
(RR=14,94; IC 95%: 2,95 a 75,61) (Avenellet et al. 2005)28.
o
d (Jackson et al. 2006) las mujeres tratadas con suplementos
En un ECA
urri ECA
de calcio c y de vitamina D presentaron un incremento en la incidencia de
ns
rt a
nefrolitiasis de 0,5% mujeres/año 28
.
a n
H En otro ECA (Grant et al. 2005), la aceptación de los suplementos de ECA
calcio fue significativamente más baja, en especial, por los síntomas 1++
gastrointestinales (diferencia: 9,4%; IC 95%; 6,6 a 12,2) que los que
recibieron placebo o vitamina D. Sin embargo, los efectos adversos
serios fueron excepcionales y no variaron entre los grupos (suplementos
de calcio (1.000 mg) vs. suplementos de vitamina D (800 Ul) vs.
suplementos de calcio más suplementos de vitamina D (1.000 mg de
calcio más 800 Ul de vitamina D3) vs. placebo45.

78 GUÍAS DE PRÁCTICA CLÍNICA EN EL SNS


Resumen de la evidencia

Una GPC28 basándose en estudios de calidad 1++/1+ concluye que el tra-


1++/1+ tamiento con vitamina D es seguro, con una tendencia a reducir la mortalidad
sin incremento de otros efectos secundarios comparado con placebo.

Tres GPC20,28,32 concluyen que la vitamina D3 y el alfacalcidiol pueden


ocasionalmente producir hipercalcemia e hipercalciuria a dosis elevadas. No
GPC deben utilizarse los metabolitos activos de la vitamina D por el riesgo de ión
.
hipercalcemia y fallo renal, y en el caso de ser utilizados deben realizarse ac
liz
controles periódicos de la calcemia y función renal. ua t
ac
su
Dos GPC20,29 basándose en estudios de calidad 2+ concluyen que los suplementos
e
2+ de calcio en general son bien tolerados y los datos sobre sus efectos
ent adversos
i
son escasos. nd
pe
s tá
PRECAUCIONES GENERALES EN EL USO DE LOS SUPLEMENTOS e DE CALCIO
y
Y VITAMINA D a
ic
lín
Recomendaciones C
a
t ic
ác
Los efectos adversos más frecuentes de los suplementos Pr de calcio y de vitamina
 D son leves-moderados, aunque si no se consideran de pueden afectar la adheren-
a
cia al tratamiento. uí
G
ta
es
de
¿Cuáles son las cantidades diarias n de calcio y vitamina D recomendadas
c ió
en los diferentes grupos de población? a
b lic
La respuesta se fundamenta en pu
l a tres GPC. Dos son recomendadas según el AGREE (ICSI
200831, Brown 200635) y unaderecomendada con cambios según el mismo instrumento (SNA-
s
MFAP 2006)46. No se presenta de la evidencia sobre las cantidades diarias de calcio y vitamina
D descritas en los documentos o s consultados.

5
de
Resumen deásla evidencia
m
d o
i
rr Una GPC basándose en en ensayos clínicos concluye y recomienda con grado B
35

1+ u
c que los niveles de ingesta diaria de calcio recomendados para los niños prepúberes
a ns (4-8 años) es de 800 mg, y para los adolescentes (9-18 años) de 1.300 mg.
tr
a n
H Dos GPC31,35 basándose en ensayos clínicos concluye que los niveles de ingesta
diaria de calcio recomendados para mujeres (18-50 años) son de 1.000 mg, para
1+ mayores de 50 años de 1.500 mg y para gestantes o durante la lactancia (18 o
más años) de 1.000 mg. Una de ellas recomienda estas dosis con grado A.

Una GPC35 basándose en estudios observacionales concluye y recomienda con


2+ grado C que los niveles de ingesta diaria de calcio recomendados para hombres
de 19 a 50 años son de 1.000 mg y para hombres de más de 50 años de 1500 mg.

GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA SOBRE OSTEOPOROSIS Y PREVENCIÓN DE FRACTURAS POR FRAGILIDAD 79


Dos GPC35,46 basándose en ensayos clínicos recomiendan con grado A una in-
gesta adecuada de vitamina D a toda la población (bien en la dieta o con una
1+ exposición solar adecuada, o bien con suplementos). La dosis recomendada es
de, al menos 400 UI al día y de 800 UI al día en pacientes con riesgo de déficit
(ancianos, enfermos crónicos o personas institucionalizadas).

Una GPC35 concluye que los niveles de ingesta diaria de Vitamina D recomen-
dados para mujeres de 19 a 50 años, son de 400 IU (10 μg), para gestantes o .
4
durante la lactancia (18 años o más) de 400 IU (100 μg) y para hombres (19-50 ión
años) de 400 IU (10 μg). ac
iz l
t ua
a c
su
e
nt
CALCIO/DÍA ie
nd
pe
Recomendaciones sobre cantidad de calcio/día según grupo de población

es
y
a
A los niños prepúberes (4-8 años) se recomienda una ingesta de calcio/día* de
B n ic
800 mg. lí
C
c a
i
A los adolescentes (9-18 años), la ingesta de ctcalcio/día* recomendada es de
B á
1.300 mg. Pr
de
í a
u
A las mujeres premenopáusicas (19-50 años), la ingesta de calcio/día* recomen-
A
dada es de 1.000 mg. G
ta
es
de
A las mujeres de 18 años o más gestantes o en periodo de lactancia, la ingesta
A n
de calcio/día* recomendada es de 1.000 mg. ió
c ac
i
A los hombres después u bl de la adolescencia y hasta los 50 años, la ingesta de
C p
la
calcio/día* recomendada es de 1.000 mg.
e
e sd
d
A las mujeres postmenopáusicas (mayores de 50 años), la ingesta de calcio/día*

o s
recomendada es de 1.000-1.200 mg.

5
de
A los hombres mayores de 50 años, la ingesta de calcio/día* recomendada es de

á s
1.000-1.200 mg.
m
do
rri Para casos de osteoporosis establecida (grave) o ante tratamiento con GC, la
cu
ns ingesta de calcio/día recomendada es de 1.500 mg.
tra
an
* de todas las fuentes (total de la dieta y suplementos), priorizando la dieta
H

80 GUÍAS DE PRÁCTICA CLÍNICA EN EL SNS


VITAMINA D/DÍA
Recomendaciones sobre cantidad de vitamina D/día según grupo de población

Se recomienda un aporte adecuado de vitamina D/día a toda la población (ya


A
sea mediante dieta y exposición solar adecuada o suplementos).

En pacientes con riesgo de déficit de vitamina D (mayores de 50 años, enfermos


A crónicos o personas institucionalizadas), la dosis de vitamina D/día recomenda- n.
ó
da es de 800 UI. ci a
l iz
a
Se recomienda una ingesta de vitamina D/día de 400 UI en los siguientes grupos c tu
de población: a
su
D – mujeres gestantes de 18 años o más o en periodo de lactancia nte
e
– mujeres premenopáusicas (19-50 años) n di
pe
– hombres después de la adolescencia y hasta los 50 años. tá
es
y
a
nic

C
7.1.1.2. Isoflavonas a
c tic
á
Pr
En la literatura existe mucha confusión entre lo que de se puede considerar una dieta “rica”
en isoflavonas y las dietas “suplementadas” con uderivados ía de isoflavonas. Existe multitud
de suplementos de isoflavonas, de fuentes, dosis G y características diferentes, y muchos de
s ta
ellos pueden obtenerse fuera del circuito farmacéutico. e A raíz de esto, el grupo de trabajo
e
ha decidido reformular las preguntas de ddieta rica en isoflavonas y suplementos de isofla-
n
vonas en una sola pregunta que se presenta c ió a continuación:
c a
i
u bl
¿Son las isoflavonas naturales p (en dieta o suplementos) eficaces
l a
y seguras para prevenire las fracturas por fragilidad?
sd
La respuesta se basa endetres GPC recomendadas según el AGREE (ICSI 200831; SEGO-
SEMFYC-CCib-AEEM 2004 ñ os 20
y SIGN 200343) y dos RS de ECA (Whelan et al. 200666 y
Cassidy et al. 2006567a) de baja calidad metodológica. Muchos estudios sobre el efecto de las
isoflavonas incluyen de también suplementos de calcio en el grupo experimental.
á s
m
o
r rid
Evidenciau científica
nsc
tra ECA (Potter et al. 1998; Clifton-Bligh et al. 2001) controlados con
Dos ECA
a n
H placebo en mujeres postmenopáusicas han mostrado que las isoflavonas 1+
en dieta aumentan la DMO al cabo de tres años de columna lumbar y
radio, desconociéndose su eficacia sobre las fracturas por fragilidad20.
Un ECA en mujeres perimenopáusicas (Alekel et al. 2000) no ha mos- ECA
trado un efecto beneficioso sobre la pérdida de masa ósea para suple- 1-
mentos de isoflavonas en distintas dosis20.

GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA SOBRE OSTEOPOROSIS Y PREVENCIÓN DE FRACTURAS POR FRAGILIDAD 81


Resumen de la evidencia

Es importante señalar que hasta el momento, la mayoría de los estudios lleva-


dos a cabo con isoflavonas (en dieta o suplementos) son de escasa calidad (asig-
GPC
nación de las intervenciones no adecuada, heterogeneidad en las formas de
presentación, escaso tiempo de seguimiento, entre otras)20.

Un número pequeño de ensayos (Alekel et al. 2000; Horiuchi et al. 2000; Potter
.
et al. 1998), con corto período de seguimiento, que incluyen mujeres peri- y ión
GPC
postmenopáusicas tratadas con isoflavonas (en dieta o suplementos), demues- ac
liz
a
tran resultados contradictorios31. tu
ac
Una RS de ECA, Cassidy et al. 200667 concluye que el consumo de productos s u de
t e
soja e isoflavonas de soja en dieta puede ser beneficioso para el sistema n óseo, el
d ie
1- riesgo cardiovascular y los sofocos en las mujeres postmenopáusicas. n Sin em-
bargo, el efecto es muy sutil y no se observa en todos los individuos pe que los
s tá
consumen. e
y
a
ic
Entre los ECA que revisa la RS de Whelan et al. 2006 lín , 7 estudios no presenta-
66

ron datos de efectos adversos con suplementos de C


1- c a isoflavonas. En el resto, los
efectos adversos fueron leves y la mayoría decellos t i no eran distintos a los del
r á
grupo placebo. P
de
A pesar de su creciente popularidad ueíaimagen de producto natural e inocuo,
G
actualmente no se dispone de información
s ta sobre la seguridad de las isoflavonas
a largo plazo. Reforzar la dieta con e alimentos ricos en isoflavonas (por ej. soja o
GPC
derivados) es una medida relativamente de inocua y no puede compararse directa-
ón
i
mente con las dosis administradas, ac a menudo altas y a largo plazo, de los suple-
mentos que se incluyenblen ic los preparados comerciales20.
pu
l a
Los efectos de losealimentos ricos en isoflavonas no han sido estudiados de ma-
d
GPC nera suficientemente
d es rigurosa para poder establecer recomendaciones de su
uso .
os
43

a ñ
5
d e
Recomendaciones ás
m
d o
r i
c ur No hay evidencia científica suficiente y de calidad que avale el efecto de las
ns
rt a D isoflavonas naturales en la prevención de las fracturas por fragilidad ya sea su
a n origen la dieta o los suplementos.
H
Hay poca evidencia sobre los efectos adversos derivados del consumo de isofla-
vonas naturales, en especial cuando la fuente es de suplementos. Por consi-
D
guiente, no se recomienda el uso de suplementos de isoflavonas hasta discernir
si pueden tener o no un efecto perjudicial a largo plazo.

82 GUÍAS DE PRÁCTICA CLÍNICA EN EL SNS


7.1.1.3. Exposición solar
¿La exposición solar reduce el riesgo de fractura por fragilidad?

La exposición solar es el principal estímulo (luz ultravioleta B) para la síntesis cutánea de


vitamina D endógena. La respuesta se fundamenta en una GPC de calidad recomendada
según AGREE (SEGO-SEMFYC-CCib-AEEM 2004)20 y en una RS de ECA (Lock et al.
2006)68.
.
ón
a ci
Evidencia científica
a liz
tu
En un ECA (Sato et al. 2003) realizado en hombres y mujeres (n=258) ECAac
mayores de 65 años, hospitalizados en forma crónica. Intervención expo- su
t e
sición solar en manos y cara por 15 minutos diarios durante un año vs. no i en
exposición. Resultados: el riesgo de fractura de cadera fue un 20% menor nd
en el grupo expuesto al sol (RR=0,17; IC 95%: 0,02 a 0,035). Los resulta- pe
t á
dos no son estadísticamente significativos debido al pequeño númeroesde
y
a
fracturas (un grupo expuesto, siete grupo control). La calidad del cestudio
i
no es buena debido a que no tiene una adecuada aleatorizaciónlín68.
C
a
tic
ác
Pr
Resumen de la evidencia
de
a

G
La GPC20 basándose en estudios detacalidad 2+ concluye que hay un incremento
de las fracturas de cadera en la poblaciónes de la latitud norte, con variaciones
d e
2+ estacionales que puede explicarse n por la baja exposición al sol en los países
i ó
ac
nórdicos y el ángulo de inclinación de los rayos solares, el cuál no estimula una
l
buena formación de vitaminaic D e incrementa el riesgo de osteoporosis.
b
pu
1++ Son necesarios más l a
e ECA para evaluar la eficacia de la exposición al sol .
68

s d
de
ñ os
Recomendación 5 a
de
á s
Lam exposición solar es el principal estímulo para la síntesis cutánea de vitamina
o
B rid D. No hay evidencia suficiente sobre su efecto en la reducción de fractura por
ur
nsc fragilidad.
tra
a n
H

GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA SOBRE OSTEOPOROSIS Y PREVENCIÓN DE FRACTURAS POR FRAGILIDAD 83


7.1.1.4. Consumo de tabaco
¿El consumo del tabaco aumenta el riesgo de fractura por fragilidad?

El mecanismo exacto no está bien establecido pero podría estar relacionado con el efecto
del tabaco sobre el metabolismo de los estrógenos. Las mujeres que fuman tienen niveles
urinarios de estrógenos bajos. La aparición de la menopausia es más precoz y los niveles
séricos de estrógenos en la THS son mas bajos que el de las mujeres no fumadoras. No se
conocen datos que demuestren una reducción de los niveles de estrógenos en los hombres .
fumadores. Otro mecanismo sugerido y contrario al anterior es el de los niveles de cortisol ión
ac
elevados. La respuesta se basa en dos GPC de calidad recomendadas según AGREE: ICSI l iz
a
200831, y SEGO-SEMFYC-CCib-AEEM 200420. tu
ac
Resumen de la evidencia su
e
e nt
i
end
La GPC concluye que el consumo de tabaco es un pfactor de riesgo
31

tá pérdida ósea es
es
modificable para la osteoporosis. La proporción de
aproximadamente de una a dos veces mayor en fumadores y habituales que
a
chay
en no fumadores. El mecanismo no está claro, i un aumento en los
GPC lín
marcadores de remodelación ósea que sugiere C una pérdida de absorción
a
de calcio y un aumento en la reabsorción it cósea. El aumento de riesgo de
ác a los diez años de dejar de
los fumadores habituales y su disminución Pr
fumar se deben en parte a las diferencias de en la DMO.
í a
u
G
Un MA (Law et al. 1997) de estudios de diferentes diseños muestra que el
ta
2++ riesgo de fractura de cadera es aumentó entre las mujeres fumadoras a
partir de los cincuenta años de 20.
ó n
ci
aal. 2001) de estudios de diferentes diseños evalúa el
Otro MA (Ward et i c
riesgo de pérdida u bl de DMO y fractura en cualquier localización. Sus
p
la
resultados confirman que las personas fumadoras presentan un aumento
2++ d e
de fractura s en todas las localizaciones. Este riesgo es más importante en
hombres de que en mujeres, tanto para fractura vertebral (32% y 13%)
ñ os
como para fractura de cadera (40% y 31%) 20
.
a
5
de
Un tercer MA (Vestergaard et al. 2003) de estudios de diferentes diseños
ás confirma que el tabaco está asociado a un mayor riesgo de fractura de
2+ o
m
d
rri
cadera y columna vertebral, pero no de muñeca. Asimismo, muestra que
u
nsc dejar de fumar se asocia a una disminución del riesgo de fractura20.
tra
an
H Recomendación

El consumo de tabaco aumenta el riesgo de fractura por fragilidad y, por


B
consiguiente, es un hábito desaconsejable.

84 GUÍAS DE PRÁCTICA CLÍNICA EN EL SNS


7.1.1.5 Consumo excesivo de alcohol
¿El consumo excesivo de alcohol aumenta el riesgo de fractura
por fragilidad?

La respuesta se fundamenta en dos GPC de calidad: recomendadas según AGREE (ICSI


200831 y SEGO-SEMFYC-CCib-AEEM 200420).

ón.
Resumen de la evidencia
ci
zai
u al
En un estudio danés (Hoidrup et al. 1999) se presenta una asociación t en-
ac
Estudios tre la elevada ingesta de alcohol y fractura de cadera en hombressuy muje-
e
de diferentes res. Un estudio de cohorte (The Nurses’ Health Study) (35-64 años) repor-
e nt
i
nd
diseños ta que la ingesta de más de 25 g de alcohol al día se asocia con aumento
31 e
en la fractura de cadera comparado con no bebedores .p
á
e st
En relación con las fracturas, un estudio de casos y ycontroles ha mostrado
a
una asociación inversa con el riesgo de fractura nic (Baron et al. 2001), sin
2+/2- lí
embargo los estudios de cohortes han mostrado C que el consumo de
c a
alcohol incrementa el riesgo de fracturas tde i cadera . 20

rác
P
de
a
Recomendaciones uí
G
ta
es
C de
El consumo excesivo de alcohol (>3 unidades/día; 1 unidad: 8-10 g de alcohol)
aumenta el riesgo de fractura n
ó por fragilidad.
a ci
 b lic
Se recomienda no superar las 3 unidades de alcohol/día.
pu
la
e
e sd
d
o s

5
de
á s
m
o
r rid
u
nsc
tra
a n
H

GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA SOBRE OSTEOPOROSIS Y PREVENCIÓN DE FRACTURAS POR FRAGILIDAD 85


7.1.1.6. Consumo excesivo de bebidas con cafeína
¿El consumo excesivo de bebidas con cafeína aumenta el riesgo
de fracturas por fragilidad?

No se conocen bien los mecanismos responsables aunque probablemente sean varios. En-
tre las hipótesis descritas hay la del efecto diurético de la cafeína (incrementa la excreción
urinaria de calcio), su interferencia en la absorción de calcio y la de su efecto directo en el
deterioramiento del hueso. La respuesta se fundamenta en dos GPC de calidad recomen- .
n
dadas según el AGREE: SEGO-SEMFYC-CCib-AEEM 200420 y Brown 200635. ió
ac
aliz
tu
Resumen de la evidencia ac
su
te
Una GPC35 basándose en estudios de calidad 2+ concluye dque i la ingesta en
en
2+ p
de más de cuatro tazas diarias de café está asociada de manera considera-
ble con la fractura de cadera en hombres y mujeres. stá
e
y
a
En cuanto a la asociación con el riesgo de fractura, ic un estudio (Moehrer
l ín
C
et al. 2003) realizado en 10000 mujeres mayores de 65 años, muestra que
la ingesta diaria de cafeína es un factorticde a riesgo significativo para la
2+/- ác 1,0 a 1,5). Otros estudios
Pr
fractura de cadera (RR= 1,2; IC 95%:
de
encontraron que la ingesta de más de 2 a 4 tazas de café diarias incrementa
discretamente la incidencia de fracturas í a de cadera20.
u
G
s ta
e
d e
Recomendaciones n
c ió
a
b lic
El consumo excesivo ubebidas con cafeína (≥4 tazas de café/día) aumenta el
C p
riesgo de fractura por la fragilidad.
e
e sd
 Se recomienda no superar las 4 tazas de café/día.
d
o s

5
de
á s
m
o
r rid
u
nsc
tra
a n
H

86 GUÍAS DE PRÁCTICA CLÍNICA EN EL SNS


7.1.1.7. Práctica de ejercicio físico regular
¿La práctica de ejercicio físico regular reduce el riesgo de fractura
por fragilidad?

La disminución de la carga funcional produce un incremento de la reabsorción y de la


formación ósea, con un predominio relativo de la primera y la consiguiente pérdida de
DMO, que afecta fundamentalmente al componente trabecular de los huesos de carga. El
mecanismo patogénico es desconocido, pero podría estar relacionado con la disminución .
de la masa trabecular. La respuesta se fundamenta en cuatro GPC de calidad recomenda- ión
c
das según AGREE: ICSI 200831, CKS 200632, SEGO-SEMFYC-CCib-AEEM 200420lizya
a
Brown 200635. tu
ac
Además de las GPC anteriores, las recomendaciones se basan en una RS des RS, MA u
y ECA (Mosekilde et al. 2005)69, en una RS de ECA (de Lock et al. 2006)68, unanRS te de ECA
i e
y de ensayos cuasi-aleatorios (EC) (de Lee 2007)70 y en una RS de ECA, casos
e nd y controles
y estudios cruzados (de Wayne et al. 2007) . 71
p
t á
es
y
a
Evidencia científica n ic

C
a
Un estudio muestra que las mujeres que practican ejercicio
c tic físico regular, en Estudio de
á riesgo de fractura diferentes
Pr
comparación con las mujeres sedentarias, tienen un menor
(RR=0,45; IC 95%: 0,32 a 0,63) . de diseños
20

í a 1++/1+
u
G de duración (Joakimsen et Estudio de
Un estudio de cohortes prospectivo de siete taños a
e s
al. 1998) realizado en 9.012 hombres encuentra menor número de fracturas cohortes/
por fragilidad en los hombres que habían de realizado ejercicios de resistencia. prospectivo
n
c ió
Otro estudio de cohortes de 21 años de duración realizado en hombres (Ku-
a
lic
jala et al. 2000) presenta una reducción de las fracturas de cadera en el grupo
b
pu
con mayor actividad física (Hazard ratio, HR=0,38; IC 95%: 0,16 a 0,91) 35
.
l a
70 e
Una RS (Lee 2008) que incluye siete estudios (5 ECA y 2 EC). Intervencio- RS de ECA
e sd
nes: Tai Chi vs. vida sedentaria en mujeres postmenopáusicas (3 ECA y un
d y
o s
EC) y en ancianos hombres y mujeres (2 ECA y un EC). Solo un EC (Kim, EC

Lim 2006) realizado en ancianos hombres y mujeres presenta que el Tai Chi 1++
5
mejora la DMO de total (p<0,05) y reduce las fracturas (p<0,01) en ancianos
ás
institucionalizados.
m
do
Una RSri(Wayne et al. 2007)71 incluye seis estudios (2 ECA, 2 estudios de co- RS de ECA,
r
hortecyu 2 estudios cruzados). Intervenciones: Tai Chi vs. controles sedentarios estudios de
ns
(5 estudios), Tai Chi vs. controles sedentarios vs. cuerda para saltar vs. marcha cohorte y
rt a
a n
vigorosa (1 estudio) y Tai Chi vs. controles sedentarios vs. acupuntura vs. me- estudios
H dicina herbal (1 estudio). El ECA de Chan et al. 2004, es el único que presen- cruzados
ta datos de fractura: el grupo que practicaba Tai Chi (una fractura) y el grupo 2++
sedentario (tres fracturas). Los datos deben ser evaluados con precaución por
el pequeño tamaño de la muestra y el número escaso de fracturas. No se han
observado efectos adversos en ninguno de los estudios.

GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA SOBRE OSTEOPOROSIS Y PREVENCIÓN DE FRACTURAS POR FRAGILIDAD 87


Una RS (Lock et al. 2006)68 incluye seis ECA. Intervenciones: ejercicio físico RS de ECA
(4 estudios), multifactorial (modificaciones del medio, programas de ejercicio 1++
físico, revisión de las condiciones médicas y medicación) (2 estudios) y
exposición a la luz solar (un estudio) vs. no intervención. Resultados: El
ejercicio físico se asocia con bajo riesgo de fracturas de columna (RR=0,52;
95%; IC: 0,17 a 1,60) y las intervenciones multifactoriales con bajo riesgo de
fractura de cadera (RR=0,37; IC 95%: 0,13 a 1,03).
Una RS (Mosekilde et al. 2005)69 incluye 5 ECA de pequeño tamaño mues- RS de RS, .
tral. En un ECA realizado en mujeres y hombres mayores de 65 años ambu- MA y ECA ión
c
latorios, se compara un programa de ejercicios en la casa (caminar más ejerci- 1+ liza
a
cios de fuerza y equilibrio) de 14 semanas vs. no ejercicio. Se informa de una
c tu
diferencia no significativa entre los grupos en las fracturas a las 44 semanas u a
(2% grupo con ejercicio vs. 0% control, RR=3,20; IC 95%: 0,13 a 76,48). s
te
i en
En otro ECA realizado en mayores de 75 años de ambos sexos, no se encon-
e nd
tró diferencia significativa en las fracturas en los grupos con programas p de
t á
es
ejercicio y aquellos con cuidados habituales por un año (2% vs. 6%, respecti-
vamente, RR=0,28; IC 95%: 0,06 a 1,33). y
a
ic
Otro ECA realizado en mujeres postmenopáusicas compara un lín programa de
C
ejercicio para fortalecer los músculos de la espalda vs. cuidadosa habituales
t ic
por dos años. No se encontraron diferencias significativasác en las fracturas ver-
Pr
tebrales entre ambos grupos a los diez años 11,1% vs. 30,4%, respectivamente
(p=0,085). de
ía u
Un ECA en hombres y mujeres ancianos incontinentes, G con múltiples patolo-
s ta
gías e ingresados en una residencia, compara e el ejercicio-manejo de la incon-
de
tinencia vs. cuidados habituales durante 8 meses; no se observaron diferencias
ión
significativas en las fracturas entre ambos grupos (4% vs. 1%, respectivamen-
ac
te, RR=4,26; IC 95%: 0,49 a 37,42).lic
b
pu
la
e
sd
de
Resumen de la evidencia
os

5
Una
e GPC concluye que el ejercicio físico en las últimas etapas de la vida
31

den menores de 90 años puede aumentar hasta dos veces la masa y fuerza
GPC ás
m muscular en personas débiles. Esto mejora sus funciones, disminuye la de-
do
rri
pendencia y contribuye a mejorar su calidad de vida evitando las fracturas.
c u
ns La misma GPC31 concluye que la actividad física, y particularmente los
tra ejercicios de resistencia, proveen un estimulo mecánico importante en la
an
H GPC salud ósea. El entrenamiento de resistencia de alta intensidad beneficia la
disminución de riesgo de osteoporosis al mejorar la fuerza y el equilibrio
y aumentar la masa muscular evitando las fracturas por fragilidad.

Otra GPC32 concluye que los niveles moderados de actividad física, inclu-
GPC yendo caminar en mujeres postmenopáusicas, se asocia con bajo riesgo de
fractura de cadera.

88 GUÍAS DE PRÁCTICA CLÍNICA EN EL SNS


Según otra GPC35 un alto nivel de actividad física durante la edad media
GPC de la vida se asocia con un menor riesgo de fractura de cadera en personas
mayores.

Cinco ECA de pequeña muestra realizados en pacientes ancianos


informan que no hay diferencia significativa en el número de fracturas
periféricas al comparar el ejercicio físico realizado durante 8-24 meses
(caminar rápido 3 veces/semana, o caminar y realizar ejercicios de fuerza .
n
1+ y equilibrio, o ejercicio de bajo impacto con cuidados de incontinencia) ció
a
vs. grupo control sin intervención. Otro ECA realizado en mujeres
a liz
u
postmenopáusicas no encuentra diferencias significativas en el número
a ct
de fracturas vertebrales a los 10 años al comparar un programa para
su
fortalecer los músculos de la espalda y los cuidados habitualest69e.
n
d ie
n
pe
Son necesarios estudios de mayor calidad con mayor tamaño muestral,
2++/1++ periodos más largos de realización de Tai Chi y medición t á de resultados
como por ejemplo caídas y fracturas70. es
y
i ca
Se necesita más evidencia para evaluar el impacto lín del Tai Chi sobre la
2++ C
DMO y el riesgo de fractura en mujeres postmenopáusicas a 71
.
t ic
ác
Pr
de
Recomendaciones í a
u
G
ta
Se recomienda realizar ejercicioe físico es regular (en especial, aquellos dirigidos a
d
mejorar la resistencia y el n equilibrio) aunque hay controversia que esta
ó
B intervención aislada sea aeficaz ci para prevenir las fracturas por fragilidad. Se
l i c
considera oportuno adecuar b la intensidad del ejercicio físico al estado general
de la persona. pu
la
d e
La evidencia disponibles no permite recomendar el Tai Chi para la prevención
C de
de la fractura o s por fragilidad a la población en general.
a ñ
5
d e
ás
m
d o
r i
c ur
ns
rt a
an
H

GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA SOBRE OSTEOPOROSIS Y PREVENCIÓN DE FRACTURAS POR FRAGILIDAD 89


7.1.2. Prevención de caídas en personas mayores
¿Qué intervenciones reducen el riesgo de caídas en las personas
mayores?

La respuesta se fundamenta en diez GPC: nueve recomendadas según el instrumento


AGREE (SEIOMM 200828;ICSI 200831; RNAO 200533; SEGO-SEMFYC-CCib-AEEM
200420; NICE 200434; NZGG 200347; SIGN 200343; Brown 200635 y SIGN 200237).
Además de las GPC anteriores las recomendaciones se basan en dos RS (Mosekilde ón.
i
et al. 200569, Lee et al. 200770). La evidencia de la reciente RS Cochrane de Gillespie et al.ac
li z
200972 no está descrita debido a que sus conclusiones coinciden con el resumen de lauaevi-
t
dencia de nuestra guía y no modifican las recomendaciones. ac
su
e
De las potenciales intervenciones para reducir el riesgo de caídas en las personas ma-
yores, se han considerado aquellas sobre las que se ha encontrado evidencia.ie
nt
nd
pe

es
7.1.2.1. Aporte de vitamina D (con o sin calcio) y
i ca
Actualmente se reconoce que la Vitamina D mejora la fuerza muscular lín y de esta manera pre-
C
viene las caídas. Algunos estudios proponen un mecanismo mediante a el cual un metabolito de
c tic
á
la Vitamina D, el 1,25-hydroxyvitamin D se une al núcleo de las células musculares mejorando
su habilidad para contraerse. Otros postulan que la vitamina Pr D aumenta el número y tamaño
de
de las fibras musculares tipo II aumentando la fuerza í a y resistencia muscular.
u
G
ta
es
Evidencia científica de
ó n
ci
El MA de ECA (Bischoff-Ferrari etaal. 2004) informa que la vitamina D MA de ECA/
li c
y/o sus metabolitos activos disminuyen u b un 22% el riesgo de caída. Un ECA
ECA posterior (Bischoff-Ferrari p 1+
la et al. 2006) muestra que 770 IU/día de
e
vitamina D3 con 500 mg/día de calcio se asocian a una reducción de la
sd
de
incidencia de caídas (OR= 0,54; IC 95%: 0,30 a 0,97) en mujeres mayores
ñ os
de 65 años. Por el contrario, dos estudios británicos (Grant et al. 2005; Por-
a
5
thouse et al. 2005) no encontraron una reducción del número de caídas
de
frente a placebo en pacientes con riesgo de fractura (85% mujeres) 28
.
ás
m
d o
r i
Resumen c ur de la evidencia
ns
rt a
an Dos GPC28,33 basándose en estudios de calidad 1+ concluyen que hay evidencia
H 1+
de que el suplemento de vitamina D puede reducir el riesgo de caída.

90 GUÍAS DE PRÁCTICA CLÍNICA EN EL SNS


Una GPC33 basándose en estudios de calidad 4 concluye que desde enfermería
4 se debería proporcionar información sobre los beneficios de los suplementos de
vitamina D para reducir el riesgo de caída.

Según otra GPC, el suplemento con vitamina D con o sin calcio es una interven-
GPC
ción probablemente poco beneficiosa para reducir la caídas20.

ón.
Recomendación ci
za
li
t ua
Hay evidencia contradictoria sobre el efecto preventivo del suplementoade c vi-
C s u
tamina D con o sin calcio para prevenir las caídas. e
nt
die
n
pe

7.1.2.2. Hacer ejercicio físico (diferentes modalidades) y es
a
Evidencia científica nic

C
a
Diversos ECA han demostrado que el ejercicio disminuye
c tic el riesgo de Estudios de
á
Pr
caídas aproximadamente un 25%. Las personas que practican ejercicio diversos
pueden caer de forma diferente a las que no lo realizan de y así disminuir el diseños
riesgo de fractura. Sin embargo los ejercicios deuíaflexión de la columna
demuestran mayor riesgo de fractura vertebral G31.
s ta
Un programa de refuerzo muscular y entrenamiento e para el equilibrio Estudios de
d e
prescrito de forma individual por un nprofesional sanitario entrenado distintos
reduce la frecuencia de caídas en personas c ió mayores con riesgo que viven diseños
c a
en la comunidad 35,43,47
. l i 1+
p ub
La realización de los programas la de ejercicios sin individualizar no han Estudios de
demostrado ser efectivos en e la reducción de las caídas (Gillespie et al. distintos
e sd
1999; Campbell et al. 1997; Campbell
d et al. 1999; Roberston et al. 2001) . 35
diseños
o s

Las intervenciones dirigidas a prevenir las caídas en personas mayores Estudios de
5
han sido evaluadas en una RS de ECA (Gillespie 2003) y en un MA de distintos
d e
ECA sobre loss programas de ejercicios físicos domiciliarios (Robertson diseños
á
m
et al. 2002). Estos programas son costosos y deben realizarse evaluaciones 1++/1+
o
d antes de su implementación .
rri
económicas 20

u
Hay scevidencia insuficiente que avale la eficacia de intervenciones Estudios de
n
tra
aisladas como el ejercicio físico o el entrenamiento del equilibrio en la distintos
a n
prevención de las caídas como intervención aislada. No obstante si se diseños
H
incluye dentro de un programa de intervenciones multifactoriales puede 1+
ser efectivo en la reducción de caídas. Programas realizados en el
domicilio para mejorar la resistencia y el equilibrio pueden reducir
significativamente el número de caídas y lesiones en mujeres de 80 años
o más, que viven en la comunidad (Campbell et al. 1997)37.

GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA SOBRE OSTEOPOROSIS Y PREVENCIÓN DE FRACTURAS POR FRAGILIDAD 91


El Tai Chi que disminuye la postura cifótica y mejora la postura al andar RS de ECA
puede disminuir las caídas31,70. 1++
En un ECA (Wolf et al. 2003) realizado en personas ingresadas en una ECA
residencia (N=286) mayores de 70 años, se comparó la eficacia del Tai- 1+
Chi vs. educación en la prevención de caídas. A las 48 semanas de inter-
vención no hubo diferencia entre los grupos, en cambio se observó una
mayor reducción de fracturas por caída en el grupo Tai Chi que en el
grupo que recibió educación a los cuatro meses33.
ó n.
Un ECA (Nowalk et al. 2001) realizado en personas mayores institucio- RS de
a ci
nalizadas (N=110) (edad promedio 84 años) fueron aleatorizadas a rea- ECA/ECA li z
a
lizar Tai Chi vs. ejercicio físico para fortalecer la musculatura vs. no 1+ ctu
ejercicio (grupo control). Se realizaron mediciones a los 6, 12, 18 y 24 a
su
e
nt
meses. No se observaron diferencias en la frecuencia de caídas entre los
3 grupos. Estos hallazgos coinciden con los informados por una RS de di e
ECA (Gillespie et al. 2004) que valora diferentes intervenciones en la pe
n
á
prevención de caídas en personas mayores. En dos de los estudios (Do-
est
nald et al. 2000; Mulrow et al. 1994) incluidos en esa RS comparaban el y
ca
ejercicio físico individual con la fisioterapia en la prevención denicaídas y

C
concluían que el ejercicio físico como única intervención no previene las
a
caídas en personas mayores33. it c
c á
Una RS (Mosekilde et al. 2005)69 presenta un ECA realizado Pr en mujeres RS de RS,
postmenopáusicas de la comunidad con fracturas previas d e en los últimos MA y ECA
dos años que compara caminar rápido tres vecesuen ía la semana vs. ejerci- 1+
G
cios de los miembros superiores. No se encontró
s ta ninguna diferencia sig-
nificativa entre los grupos en el número dee ecaídas y fracturas después de
d
un año (2/81 [2%] vs. 3/84 [4%]; respectivamente, RR= 0,69; IC 95%:
i ón
0,12 a 4,03). a c
lic
pub
la
Resumen de la evidencia de
s
de
s
Una GPCa34 ño basándose en estudios de calidad 1++ concluye que la evidencia
sugieree 5que la prescripción grupal o individual de ejercicios físicos no son efec-
1++
tivoss den reducir las caídas. Sin embargo, si que son efectivos si forman parte de
á
m intervención multifactorial.
una
o
r rid
cu La misma GPC basándose en 3 estudios de calidad 1++ concluye que un en-
34

ns
trenamiento dirigido al fortalecimiento de los músculos, una recuperación del
tra1++
an equilibrio y un plan de actividad física (caminar) reduce el número de caídas en
H un año así como el número de las lesiones por dicha caída.

Otra GPC33 basándose en estudios de calidad 1+ concluye que hay insuficiente


1+ evidencia que recomiende el Tai Chi como única terapia para prevenir las caí-
das en personas mayores si lo practican menos de cuatro meses.

92 GUÍAS DE PRÁCTICA CLÍNICA EN EL SNS


Un programa domiciliario de fortalecimiento muscular y de mejora del equili-
brio realizado por personal cualificado ha demostrado ser una intervención
GPC probablemente beneficiosa para reducir las caídas. El Tai-Chi también ha mos-
trado ser una intervención probablemente beneficiosa para prevenir o reducir
las caídas 20.

Según una GPC20, los ejercicios individualizados de fortalecimiento de miem-


GPC bros inferiores o los ejercicios físicos realizados en grupo son intervenciones .
probablemente poco beneficiosas para reducir las caídas. ión
c a
a liz
tu
ac
Recomendaciones su
e
nt
d ie
En personas mayores no institucionalizadas, se recomienda elenejercicio físico
p
regular dirigido a mejorar el equilibrio y la fuerza musculartá para prevenir las
A
es
caídas. El ejercicio físico deber ser prescrito de forma individualizada y dirigido
y
por personal cualificado. a
ic
lín
C
Se recomiendan los ejercicios físicos regulares paraafortalecer la musculatura den-
B tro de un programa multifactorial, aunque la evidencia c tic es insuficiente para reco-

mendarlo como única actividad para prevenirPlas caídas en personas mayores.
de
í a
u
G
ta
es
de
7.1.2.3. Control de fármacos o iópatologías n
ac
Evidencia científica l ic
p ub
Un estudio de cohorte retrospectivo la (Thapa et al. 1998) en personas con Estudio
atención domiciliaria, informa e sobre que los antidepresivos duplican el de cohorte
e sd
riesgo de caída y este incrementod es mayor cuando se prescriben para la retrospectivo
demencia que para la o s
depresión 33
.

Un estudio (Neutel 5 Estudios
d e et al. 2001) en personas con atención domiciliaria,
informa de que ás personas que iniciaban tratamiento con benzodiazepi- de distintos
m
nas o antipsicóticos y aquellas que recibían más de 5 medicamentos di- diseños
d o
i
ferentesrr aumentaban el riesgo de caídas . 33
u
nsc
tra
a n
H

GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA SOBRE OSTEOPOROSIS Y PREVENCIÓN DE FRACTURAS POR FRAGILIDAD 93


Resumen de la evidencia

Una GPC33 basándose en estudios de calidad 2++ concluye que las personas
mayores institucionalizadas que reciben benzodiazepinas, antidepresivos tricí-
2++
clicos, inhibidores selectivos de la reabsorción de la serotonina, trazodona, o
más de 5 medicamentos simultáneamente tienen un elevado riesgo de caídas.

Otra GPC34 basándose en un estudio de calidad 1+/1- concluye que la regulación


.
1+/1- del ritmo cardíaco en personas mayores con hipersensibilidad carotídea con ión
caídas previas reduce el número de caídas y lesiones cognitivas. ac
iz l
t ua
La misma GPC34 basándose en estudios de calidad 1++ concluye que hay aescasa c
1++ evidencia de la efectividad de las intervenciones dirigidas a afectaciones su cogni-
t e
tivas. en i
e nd
p

Recomendación es
y
ca
líni
C
Se recomienda revisar y ajustar la medicación, en especial en los pacientes po-
a
 limedicados, así como controlar las patologías de it c base que puedan incrementar
ác
el riesgo de caídas. Pr
de
a

G
t a
es
de
7.1.2.4. Programa educativo sobre
n caídas y su prevención
ó
Evidencia científica aci
blic
Participar en un programa educativo pu sobre las caídas y su prevención Estudios
reduce el miedo a caer y mejora l a la autoeficacia. Los programas educati- de diferentes
e
dlos
vos acostumbran a incluir e s siguientes aspectos33: educar a pacientes, diseños
familiares y cuidadores, d
s sobre el riesgo de caer y sus consecuencias, los
ño
cambios de posturaaprogresiva, diseño de su dormitorio, atención hospi-
talaria disponible 5y cómo pedir ayuda o atención médica, información
de
á s
sobre las consecuencias de una caída, primeros auxilios, “negociar” con
m
su médicoolos objetivos del tratamiento, aspectos psicológicos, la impor-
d
rri
tancia de mantenerse activo/a y sobre la prevención de la osteoporosis.
cu
En la
a ns elaboración de los materiales educativos sobre caídas hay que tener
r
ent cuenta una serie de factores relacionados con el envejecimiento de las
anpersonas a las que va dirigido como la pérdida de memoria a corto plazo,
H
las dificultades de aprendizaje, la retención de nueva información, la difi-
cultad en el lenguaje, los cambios en la personalidad y en el humor.

94 GUÍAS DE PRÁCTICA CLÍNICA EN EL SNS


Resumen de la evidencia

Una GPC34 basándose en estudios de calidad 3/4 concluye que buena parte de
la información para la prevención de caídas no estimula la participación ya que
3/4 estigmatiza a la persona mayor. Además se debe informar de los beneficios del
ejercicio físico en la prevención de caídas y cómo mantenerse motivado a pesar
de las dificultades.
.
La GPC33 basándose en estudios de calidad 4 concluye que aquellas personas ión
4
con elevado riesgo de caer deben de ser informadas de tal riesgo. ac
iz l
t ua
a c
su
e
Recomendación
nt
ie
e nd
No hay evidencia suficiente que avale el efecto preventivo de los programas p
 educativos no individualizados y que no estén incluidos enesun programa multi-

factorial sobre las caídas. y
i ca
lín
C
a
t ic
ác
Pr
7.1.2.5. Otras intervenciones para prevenirdelas caídas
a

Resumen de la evidencia G
ta
es
e
Según la GPC20 las siguientesn dintervenciones son probablemente poco benefi-

ciosas para reducir las caídas:
c ac
i
– Corrección de la agudeza u bl visual de forma aislada
p
la
– Suplementos nutricionales
d e
– Combinación
d es de estrategias de modificación de los riesgos de caída en el
domicilio,s consejos para optimizar la medicación y sesiones educativas sobre
GPC o
añ y reducción del riesgo de caídas
ejercicio
5
de
– Programas de prevención de caídas en instituciones
s
– máIntervenciones de aprendizaje y cambios de conducta
o
r rid – Modificación de obstáculos en el domicilio para personas mayores sin ante-
u cedentes de caídas
nsc
tra – Algunos tratamientos farmacológicos (estrógenos con/sin progestágenos).
a n
H

GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA SOBRE OSTEOPOROSIS Y PREVENCIÓN DE FRACTURAS POR FRAGILIDAD 95


7.1.2.6. Intervenciones en el hogar (particular o institución)
Evidencia científica

La evaluación de los posibles peligros ambientales puede ser efectiva en GPC


la prevención de las caídas. Cambios en el entorno como recolocar el
mobiliario peligroso, secar los terrenos húmedos, despejar los accesos,
colocar brazos a los asientos, la regulación del alto de la cama y sillas y
evitar la acumulación de objetos en la habitación, reducen el número de .
ón
caídas. Un uso apropiado de las ayudas para caminar, barras para aga-
a ci
rrar e iluminación son también intervenciones efectivas en la reducción
a liz
de las caídas. La accesibilidad al timbre para ayuda de enfermería redu- tu
ce también las caídas33. ac
su
e
nt
ie
Resumen de la evidencia nd
pe
á
est
Una GPC basándose en estudios de calidad 1+ concluye
33
y que modificar los
1+
espacios es una estrategia necesaria para prevenir lasnicaídas. c a

C
a
Otra GPC basándose en estudios de calidad 1++
tic concluye que para aquellos
34

participantes con historia de caídas en el año c


á anterior las intervenciones que
1++ aporten mayor seguridad en el hogar reducen Pr significativamente el número de
de
caídas posteriores. La reducción es menor í a si se consideran tanto los que cayeron
u
previamente como los que no. G
ta
es
La evaluación y modificación dde e los obstáculos ambientales del domicilio por
GPC profesionales en aquellos casos n
ó con antecedentes de caídas previas es una inter-
vención probablemente ibeneficiosa a ci para reducir las caídas20.
b lc
pu
la
e
Recomendación e sd
d
o s

A las personas mayores atendidas por una caída se les debe ofrecer una evalua-
5
e
ción yd un asesoramiento sobre los riesgos del entorno donde viven. Esta inter-
A
ás que realiza el personal sanitario sólo es efectiva si se acompaña de se-
vención
m
oguimiento.
r rid
u
nsc
tra
a n
H

96 GUÍAS DE PRÁCTICA CLÍNICA EN EL SNS


7.1.2.7. Programas de intervención multifactorial
Evidencia científica

Un estudio (Jensen et al. 2002) informa que la inclusión de componentes Estudios


multifactoriales (educación por parte del staff, cambios en el medio, de diferentes
ejercicio, movilidad, supervisión de la medicación, protectores de cade- diseños
ra) reducen el número de caídas y fracturas de cadera en personas ma- 1+
yores ingresadas en una residencia. Otro estudio (Becker et al. 2003) no .
pudo demostrar los mismos resultados. El estudio de Haines et al. 2004 ión
ac
informa que la intervención multifactorial individualizada sin incluir los liz
a
protectores de cadera es beneficiosa en reducir las caídas. Kerseet et al. c tu
2004 informan que las intervenciones multifactoriales que utilizan com- a
su
ponentes de baja intensidad (Ej.: logos de cómo vestirse o prevención de e
ent
caídas manual) podrían aumentar el riesgo de caídas . di
33
n
Un estudio (Day et al. 2002) sobre la intervención centrada en el ejerci-pe Estudios
á de diferentes
st
cio, corrección visual y seguridad en el hogar informa de una reducción
e
de caídas significativa (RR= 0,76; IC 95%: 0,61 a 0,94)34. y diseños
i ca
lín
Evaluar, asesorar y ayudar a modificar les condiciones del domicilio, por Estudios
C
un terapeuta ocupacional entrenado y realizar programas ade interven- de diferentes
c tic
ción/cribado ambientales/sanitarios multifactoriales multidisciplinaros diseños
r á
reduce la frecuencia de caídas en personas mayores de P riesgo que viven 1+
en las residencias (Gillespie et al. 2001)47. de
a

G
ta
es
Resumen de la evidencia de
n

ac
Una GPC34 basándose en
b lic estudios de calidad 1++ concluye que las intervencio-
nes multifactoriales son pu efectivas en reducir las caídas en las personas mayores
1++ l a
que viven en instituciones (por ejemplo, residencias) o tienen antecedentes de
caídas. s de
e d
o s
Otra GPC ñ33 basándose en estudios de calidad 1+ concluye que se recomienda
a
1+ 5
realizar
e intervenciones multifactoriales para prevenir futuras caídas.
d
á s
m GPC34 basándose en un ECA de calidad 1+/- concluye que un programa de
La
o
d ejercicio físico y una reducción progresiva de las medicaciones psicotrópicas
1+/-urr
i
c (benzodiacepinas, hipnóticos, antidepresivos o tranquilizantes) reducen el
a ns riesgo global de caída.
tr
an
H La misma GPC34 basándose en estudios de calidad 3/4 concluye que hay un
desajuste entre las estrategias que aceptarían las personas mayores (ejercicio de
3/4 poca intensidad, ayuda para caminar, modificaciones en el hogar) y las que han
demostrado ser más efectivas (fortalecimiento de los músculos y mejora del
equilibrio).

GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA SOBRE OSTEOPOROSIS Y PREVENCIÓN DE FRACTURAS POR FRAGILIDAD 97


Esta GPC34 basándose en estudios de diversos diseños concluye que imponer la
mejor estrategia según criterio facultativo favorece la falta de adhesión de la
GPC población. Por consiguiente, antes de implementar determinadas estrategias
debe conocerse si los afectados están de acuerdo en modificar sus conductas o
hábitos.

La misma GPC34 basándose en estudios de diversos diseños concluye que los


factores que influyen en la no adhesión a los programas preventivos para evitar
GPC n.
las caídas son: baja autoeficacia, miedo a caer, miedo al esfuerzo, miedo a ció
a
enfermar, percibir el riesgo, sentirse incómodo y necesitar ayuda. liz
tua
Según una GPC , los programas de cribado de riesgo de caída e intervención
20 ac
GPC su y de
multifactorial y multidisciplinaria sobre los factores de riesgo ambientales
e
salud son intervenciones probablemente beneficiosas para reducirielasnt caídas.
d
pen
Modificar el riesgo personal, el medio que lo rodea y los factores tá relacionados
1++ con la medicación, es efectivo en reducir las caídas. Lasesvisitas domiciliarias
y
pueden ayudar en estas modificaciones70. i ca
lín
C
a
t ic
ác
Pr
Recomendaciones
de
í a
Los programas de intervención multifactorial u (en la comunidad y población
G
institucionalizada) que han demostrado ta eficacia para prevenir caídas compren-
den los siguientes elementos: ejercicio es físico regular para ganar fuerza muscular
A
y equilibrio, asesoramiento e nintervención de sobre los riesgos en el hogar, evalua-
ción y atención de la visión c ióy revisión de los tratamientos farmacológicos (mo-
a
dificación o disminución). b lic
pu
l a
Se recomienda que las intervenciones multifactoriales para prevenir caídas en
 s de
personas mayores estén implementadas por profesionales sanitarios.
de
o s
Después deañ una fractura por caída, a la persona mayor se le deberá ofrecer una
5 multidisciplinar para identificar y minimizar el riesgo futuro de caí-
evaluación
A de
da áysuna intervención individualizada con el objetivo de promover su indepen-
m
d odencia y mejorar su función física y psicológica.
r i
c ur A la hora de promover la participación de las personas mayores en los progra-
ns
rt a  mas de intervención multifactorial para prevenir las caídas deben evaluarse las
a n posibles barreras a su implementación (miedo a caer, barreras físicas, etc.).
H
Se recomienda preguntar a las personas mayores sobre caídas en el último año.
C En las que se cayeron, es importante preguntarles sobre frecuencia y lugar de la
caída así como otras características relativas a la caída.

98 GUÍAS DE PRÁCTICA CLÍNICA EN EL SNS


7.2. Tratamiento farmacológico preventivo

Preguntas para responder


Suplementos de calcio y/o vitamina D*
• ¿Es eficaz y seguro el tratamiento aislado con suplementos de calcio y vitamina D
para prevenir la fractura por fragilidad?
Bisfosfonatos
ó n.
• ¿Es eficaz y seguro el tratamiento con alendronato para prevenir la fractura por c i
a
fragilidad? liz
a
• ¿Es eficaz y seguro el tratamiento con etidronato para prevenir la fractura por fragi- c tu
a
lidad? su
e
• ¿Es eficaz y seguro el tratamiento con ibandronato para prevenir la fractura por
ent
fragilidad? i
e nd
p
• ¿Es eficaz y seguro el tratamiento con risedronato para prevenir la fractura por fra-
gilidad? t á
es
y
• ¿Es eficaz y seguro el tratamiento con zoledronato para prevenir la fractura por
fragilidad? i ca
ín l
C
Raloxifeno a
t ic
ác
• ¿Es eficaz y seguro el tratamiento con raloxifeno para prevenir la fractura por fragi-
lidad? Pr
de
a
Ranelato de estroncio uí
G
• ¿Es eficaz y seguro el tratamiento con ranelato de estroncio para prevenir la fractura
ta
por fragilidad? es
de
Fármacos osteoformadores n
c ió
• ¿Es eficaz y seguro el tratamiento con teriparatida o PTH (1-84) (fármacos osteofor-
a
b lic
madores) para prevenir la fractura por fragilidad?
pu
• ¿Es eficaz y seguro el tratamiento con teriparatida para tratar el dolor de la fractura
la
vertebral? de
d es
Calcitonina s
o

• ¿Es eficaz y seguro el tratamiento con calcitonina para prevenir la fractura por fragi-
lidad? 5
de
s
• ¿Es eficaz y seguro el tratamiento con calcitonina para tratar el dolor de la fractura
á
m
vertebral?
o
id
r
Terapia
c ur hormonal
• ns¿Es eficaz y segura la THS para prevenir la fractura por fragilidad?
tra
an• ¿Es eficaz y seguro el tratamiento con tibolona para prevenir la fractura por fragilidad?
H Otros principios activos
• ¿Cuál es el efecto de las estatinas, suplementos de micronutrientes y suplementos de
isoflavonas**para prevenir la fractura por fragilidad?
* ver calcio y vitamina D apartado hábitos saludables
** ver isoflavonas apartado hábitos saludables

GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA SOBRE OSTEOPOROSIS Y PREVENCIÓN DE FRACTURAS POR FRAGILIDAD 99


7.2.1. Bisfosfonatos
Primero se presenta la evidencia sobre eficacia y seguridad de cada uno de los bisfosfonatos
autorizados en España para el tratamiento de la osteoporosis y, después, las conclusiones a
nivel de grupo. Y finalmente, las recomendaciones según subgrupo de población (mujeres
postmenopáusicas, osteoporosis inducida por GC, hombres y mujeres premenopáusicas).

7.2.1.1. Alendronato .
ón
¿Es eficaz el tratamiento con alendronato para prevenir la fractura a ci
por fragilidad? a liz
tu
Mujeres postmenopáusicas ac
su
te
La respuesta se fundamenta en cuatro GPC recomendadas según AGREE (ICSI 2008 en ;
31

d i
SEIOMM 2008 ; CKS 2006 ; Brown 2004 ; en tres RS de ECA; Iwamoto
28 32 35
n et al. 2006 ; 75

McCarus et al. 200676; MacLean et al. 200645) y en seis MA de ECA (NICE, 2008pe 38
; Wells et
t á
77 78 79
es
al. 2006 ; Boucher et al. 2006 : Liberman et al. 2006 ; Nguyen et al. 2006 80
; Boo nen et al.
y
200581). c a
i
lín
C
a
Evidencia científica c tic
á
Pr
de
Los resultados de un MA (Craney et al. 2002) han permitido estimar que MA de ECA
í a
u
el promedio de reducción de las fracturas vertebrales con alendronato 1++
G
es del 48% (IC 95%: 35% a 67%) . ta
28
s
e
Dos MA (Cranney et al. 2002 y Boonen eteal. 2005) han encontrado por- MA de ECA
d
centajes de reducción de riesgo de las n fracturas no vertebrales en los 1++
c ió
a
pacientes con osteoporosis: del 51% (IC 95%: 33% a 64%) y del 14%
b
(IC 95%: 3% a 24%), respectivamentelic 28.
u p
la
Un MA (Papapoulos et al. 2005) ha estimado la reducción de la inciden- MA de ECA
d
cia de las fracturas de cadera
e en los pacientes con osteoporosis en un 1++
s
55% (IC 95%: 29% a 62%) de 28.
so
El ECA más grandeañde terapia con alendronato (el Fracture Intervention ECA
Trial, FIT) estaba 5formado de dos subestudios controlados con placebo 1++
de
en poblaciones ás distintas: uno, en mujeres con baja DMO y fracturas pre-
vias (Black m
o et al. 1996, n=1.946); y el otro, en mujeres con baja DMO sin
rr idvertebrales previas (Cummings et al. 1998, n=4.134).
fracturas
cu
– El ns subestudio en mujeres con fracturas vertebrales previas (Black et
rt aal. 1996) encontró que, en comparación con placebo, el alendronato
an reduce el riesgo de fractura vertebral (RR= 0,45, IC 95%: 0,27 a 0,72),
H
el riesgo de fractura de la muñeca (RR= 0,52, IC 95%: 0,31 a 0,87). La
reducción del riesgo de fractura de cadera roza la significación
estadística (RR= 0,49, IC 95%: 0,23 a 0,99).

100 GUÍAS DE PRÁCTICA CLÍNICA EN EL SNS


– El subestudio en mujeres sin fracturas vertebrales previas (Cum-
mings et al. 1998) encontró que el alendronato reduce las fracturas
clínicas en un 36% (número necesario a tratar [NNT]=15) en mujeres
con osteoporosis diagnosticada en el cuello del fémur (T-score <-2.5)
y también disminuye las fracturas vertebrales radiográficas en un
44% (NNT=60)32.
El MA de ECA (Wells et al. 2006)77 incluyó 11 ECA en un total de MA de ECA
12.099 mujeres, de las cuales 5.525 formaron parte del grupo control y el 1++ .
resto fueron tratadas con alendronato. El efecto del alendronato en la ión
ac
prevención de fracturas osteoporóticas fue calculado con los siguientes liz
resultados: ua
ct a
– fractura vertebral: (RR=0,55; IC 95%: 0,43 a 0,69); su
e
– fractura no vertebral: (RR=0,77; IC 95%: 0,64 a 0,92); nt
ie
– fractura de cadera: (RR=0,47; IC 95%: 0,26 a 0,85). nd
pe
Un MA de ECA (Nguyen et al. 2006)80 ha incluido mujeres postmeno- á MA de ECA
est
páusicas con baja DMO o con osteoporosis, tratadas con algún bifosfo- y 1+
nato comparado con placebo y seguidas entre 1 y 4 años. La variable de c a
i
interés principal fue la incidencia de fracturas de cadera. La líndosis del
C
a
ic
alendronato fue de 5 mg/día o 10 mg/día. Se calculó el tefecto del tra-
tamiento con alendronato incluyendo 6 ECA (Liberman ác et al. 1995;
Black et al. 1996; Cummings et al. 1998; Bonnick eteal. Pr 1998; Pols et al.
d
a
1999; Greenspan et al. 1999). El RR total para el alendronato fue no sig-

nificativo (RR=0,55; IC 95%: 0,27 a 1,12). G
ta
El MA de ECA del NICE 200838 presenta MA es de ECA sobre la eficacia MA de ECA
d e
del alendronato vs. placebo/no tratamiento en la población general, con 1++
los siguientes resultados: i ón
c a
ic
u bl
– fractura de cadera: 3 ECA en mujeres postmenopáusicas: (Black et al.
p
1996; Cummings et al. 1998; Liberman et al. 1995; n=7.453 pacientes),
la
e
calidad 1++/1+ (RR=0,62; IC 95%: 0,40 a 0,96).
d s
de
– fractura de muñeca: 3 ECA en mujeres postmenopáusicas: (Black et
s
o et al. 1998; Liberman et al. 1995), heterogeneidad
al. 1996, Cummings
a ñ
5
alta, calidad 1- (RR=0,85; (IC 95%: 0,67 a 1,09).
de
ás
m
do
urri
c
ns
tra
an
H

GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA SOBRE OSTEOPOROSIS Y PREVENCIÓN DE FRACTURAS POR FRAGILIDAD 101
Resumen de la evidencia

Los efectos beneficiosos del alendronato sobre las fracturas se han demostrado
1 en ensayos clínicos de 3 años de duración y con una pauta de administración
diaria28,31.

Una GPC28 basándose en estudios de calidad 1++ concluye que el alendronato


1++ ha demostrado su eficacia en la reducción de las fracturas vertebrales, tanto
.
clínicas como radiológicas, en los pacientes con osteoporosis. ión
c a
liz
El alendronato reduce el riesgo de fractura vertebral, no vertebral y de cade- a
1++ c tu
ra32,35,45. a
su
Un MA de ECA, (Boucher et al. 2006)78 concluye que el alendronatontha e demos-
i e
trado ser eficaz, en comparación con placebo:
e nd
1++ – en la prevención primaria, respeto a las fracturas vertebrales. p
t á
es
– en la prevención secundaria de fracturas vertebrales, no y vertebrales, de cade-
a
ra y de muñeca.
n ic

C
Basándose en datos previamente publicados (no ase encontró nueva evidencia
c tic 79
1++
relevante), un MA de ECA (Liberman et al. 2006)
Prá concluye que el alendrona-
to reduce el riesgo de fracturas no vertebrales y de cadera en un 45–55% (Cran-
de
ney et al. 2002, Papapoulos et al. 2005). ía
u
G
Una RS de ECA (Iwamoto et al. 2006) ta 75 concluye que el alendronato se puede
es
considerar como fármaco de primera de elección en el tratamiento de:
n
– mujeres posmenopáusicas ió jóvenes con osteoporosis y con riesgo de fractura
1+
c ac
vertebral. i
u bl
– mujeres postmenopáusicas p tardías con osteoporosis y elevado riesgo de frac-
l a
turas vertebrales, e no vertebrales y de cadera.
e sd
d (McCarus et al. 2006)76 concluye que ECA sobre alendronato
Una RS de oECA s
demuestran añ reducciones significativas del riesgo de fractura no vertebral (Cum-
5
mings eet al. 1998, Black et al. 1996), de fractura vertebral (Cummings et al. 1998,
1+ d
ás
Liberman et al. 1995, Black et al. 1996) y de fractura de cadera en mujeres post-
m
omenopáusicas con osteoporosis confirmada, y con o sin fracturas vertebrales
rr id previas (Black et al. 1996).
u
nsc
tra Una RS de ECA (Mosekilde et al. 2006)69 concluye que el alendronato reduce
an la incidencia de fracturas vertebrales y no vertebrales en mujeres postmeno-
H
1+ páusicas al primer año del tratamiento comparado con placebo (Cranney et al.
2002). La disminución de fracturas vertebrales y de cadera se ha observado a los
1-4 años.

102 GUÍAS DE PRÁCTICA CLÍNICA EN EL SNS


Un MA de ECA (Boonen et al. 2005)81 ha demostrado que el tratamiento con
1+ alendronato disminuye el riesgo de fractura no vertebral (RR=0,86; IC 95%:
0,76 a 0,97; p=0,012).

Con la administración semanal no se ha estudiado directamente el efecto sobre


las fracturas28. Sin embargo, en cuanto a la DMO, el alendronato, en pauta se-
1+
manal de 70 mg ha demostrado ser terapéuticamente equivalente a la pauta
diaria de 10 mg32. Las dos pautas tienen perfiles de seguridad similares75,76. .
ón
a ci
GPC
No se ha demostrado si tras la suspensión del fármaco se mantiene, al menosliz
a
parcialmente, el efecto beneficioso sobre las fracturas28. tu
ac
su
e
ent
Pacientes con tratamiento prolongado con GC y osteoporosis di
n
pe
á
La respuesta se fundamenta en tres GPC recomendadas según AGREE
est (ICSI 200831;
SEMI 2007 ); CKS 2006 , que basan sus recomendaciones en un ECA
29 32 y (Saag et al. 1998) y
su seguimiento (Adachi et al. 2001). También en una RS de ECA (McLean et i ca al. 2006)45 y
lín
el MA de ECA del NICE 2008 . 38 C
a
it c
ác
Pr
Evidencia científica de
í a
u
Un ECA (Saag et al. 1998) realizado en 477 pacientes con GC comparó G ECA
s ta 1-
alendronato a dosis de 5 mg, 10 mg, y 2,5 mg diarias vs. e placebo. A todos
d e
los grupos se les añadió un suplemento de calcio (800-1000 mg) y vitami-
i ón
na D (250-500 UI). Tras un seguimiento de 48 semanas, se observó un
ac
incremento en la DMO de columna l ic lumbar en los pacientes con alen-
b
pu
dronato a dosis de 5 mg y 10 mg con respecto al placebo (2,1% y 2,9%,
la
respectivamente), mientras que el grupo con 2,5 mg de alendronato ob-
d e
tuvo un ligero aumento, estadísticamente s no significativo. El aumento en
la DMO del cuello femoral de en los pacientes con alendronato a dosis de
ñ os
5 mg y 10 mg fue de 1,2% y 1,0% respectivamente comparado con pla-
a
5
cebo, no apreciándose significación estadística en el grupo de 2,5 mg. No
d e
se observó una ás reducción estadísticamente significativa del riesgo de
fracturas, otanto m vertebrales como no vertebrales, en ninguno de los gru-
i d
pos tratados
urr con alendronato29.
c
a ns
tr
a n
H

GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA SOBRE OSTEOPOROSIS Y PREVENCIÓN DE FRACTURAS POR FRAGILIDAD 103
El estudio se prolongó durante otro año (Adachi et al. 2001) con 208
pacientes, que fueron los que completaron el estudio anterior y conti-
nuaban el tratamiento con GC. Los pacientes que recibían 2,5 mg pasa-
ron de forma ciega a tomar 10mg de alendronato, y se mantuvieron los
grupos de placebo, alendronato 5mg y alendronato 10mg (calcio y vita-
mina D a las mismas dosis). Se obtuvo un incremento estadísticamente
significativo en la DMO de la columna lumbar en todos los grupos con
alendronato (2,77%, 3,85% y 3,69%, respectivamente, en los grupos que
.
recibieron 5 mg, 10 mg y en los que pasaron de 2,5 a 10 mg de alendro- i ón
nato), mientras que el grupo que recibió sólo calcio y vitamina D dismi- ac
l iz
nuyó un 0,8%. Las diferencias fueron estadísticamente significativas. Se a
c tu
observó una reducción significativa en la incidencia de fracturas verte- a
brales en el grupo unificado de tratamiento con alendronato con respec- su
te
to al grupo placebo (0,7% vs. 6,8%; p=0,026), pero no en la incidencia de ien
d
fracturas no vertebrales29. en p
El MA de ECA del NICE 200838 presenta MA de ECA sobre la eficacia á MA de ECA
e st
del alendronato vs. placebo/no tratamiento en la población general, con
y 1++
los siguientes resultados: c a
i
lín
– fractura vertebral: 9 ECA incluyendo mujeres postmenopáusicas, C
c a
i
hombres con osteoporosis y osteoporosis inducida porct GC: (Black et
á
Pr
al. 1996; Bone et al. 1997; Carfora et al. 1998; Cummings et al. 1998;
e
Dursun et al. 2001; Liberman et al. 1995; Miller et dal. 2004; Orwoll et al.
a

2000; Saag et al. 1998, n= 8.074), calidad 1++/1+ (RR=0,55; IC 95%:
G
0,46 a 0,66). ta
es
de
– fractura no vertebral: 8 ECA incluyendo mujeres postmenopáusicas,
hombres con osteoporosis y osteoporosis ó n inducida por glucocorticoi-
a ci
des: (Black et al. 1996; Bone et ial. 1997; Cummings et al. 1998; Liber-
b lc
man et al. 1995; Miller et al. 2004; Orwoll et al. 2000; Pols et al. 1999;
pu
la
Saag et al. 1998, n= 10.429 ), calidad 1++/1+ (RR= 0,83; IC 95%: 0,74
a 0,93). d e
s
de
os

Resumen de la evidencia 5
de
á s
m
oUna GPC31 basándose en estudios de calidad 1++ concluye que el alendronato
rr id incrementa la DMO en la columna lumbar, el cuello del fémur, trocánter y el
u
1++
nsc resto del cuerpo en pacientes que necesitan una terapia larga (mayor de 1 año)
tra con GC en dosis igual o superior de 7,5 mg/día.
a n
H

104 GUÍAS DE PRÁCTICA CLÍNICA EN EL SNS


Post hoc análisis de variables de resultado secundarias en un estudio de alen-
dronato encontraron que este fármaco reduce el riesgo de fracturas vertebrales
en gente en terapia con GC. Las fracturas no fueron la variable principal de
GPC
resultado. Como consecuencia, la evidencia sobre la reducción de riesgo de
fracturas es menos robusta en comparación con algunas intervenciones aplica-
das a mujeres postmenopáusicas con osteoporosis32.

Una RS de ECA (MacLean et al. 2006)45 concluye que en sujetos tratados con .
1++
GC el alendronato ha demostrado reducción del riesgo de fractura. ión
c a
a liz
tu
ac
su
e
Hombres con osteoporosis nt
ie
nd
La respuesta se fundamenta en 3 GPC recomendadas según AGREE pe (ICSI 200831,
t á
SEIOMM 200828, CKS 200632) y una RS de ECA (MacLean 200645) que
es proporcionan da-
tos sobre el efecto del alendronato en hombres con osteoporosis.a y
ic
lín
C
a
Evidencia científica c tic
á
Pr
Un ECA (Orwoll et al. 2000, n=241) ha estudiado los efectos del alen-
de ECA
dronato en hombres con osteoporosis, de los cuales í a 50% presentaron 1++
u
fracturas vertebrales al inicio. La variable principal G de interés fue la
s ta
DMO en la columna lumbar. A los 2 años, e los hombres tratados con
alendronato tenían DMO significativamente d e mayor de la del inicio y
n
mayor de la DMO del grupo tratadoccon ió placebo. La incidencia de frac-
c a
i
turas vertebrales fue de 0,8% en los hombres tratados con alendronato,
u bl
en comparación con 7,1% de los hombres tratados con placebo (riesgo
p
la
absoluto de reducción [RAR] = 6,3%, p=0,02). Los hombres en el grupo
e
sd
control mostraron 2,4 mm de descenso en la altura, comparado con el
e
d los hombres en el grupo de alendronato
descenso de 0,6 mm s en
o
(p=0,02)32. añ
5
Un estudio abierto de y prospectivo (Ringe et al, 2004) comparó alendrona- ECA
á s
to con alfacalcidol en hombres con osteoporosis, de los cuales 50% pre- 1-
m
sentaron fracturas vertebrales al inicio. A los 3 años el alendronato de-
o
mostróurser rid mas eficaz que alfacalcidol en la reducción de la incidencia de
c
ns
nuevas fracturas vertebrales (10,3% en el grupo de alendronato, compa-
a
tr
rado con 24,2% en el grupo de alfacalcidol; diferencia de riesgo absoluto
a n
H 13,9%; p=0,04). No había diferencias entre los dos grupos de tratamiento
con respeto a las fracturas no vertebrales32.

GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA SOBRE OSTEOPOROSIS Y PREVENCIÓN DE FRACTURAS POR FRAGILIDAD 105
Resumen de la evidencia

Basándose en evidencia de estudios de calidad 1+, una GPC28 concluye que la


1+ administración diaria de alendronato disminuye el riesgo de fractura vertebral
en un 59-89% (valorado por morfometría y como objetivo secundario).

Basándose en estudios de calidad 1++, una GPC31 concluye que el alendronato


1++ (en dosis 10 mg/día para 2 años) ha demostrado tener efecto en la prevención
.
de fracturas vertebrales y pérdida de altura en hombres con osteoporosis. ión
c a
liz
Una RS de ECA concluye que no hay suficiente evidencia para poder deter-
45
a
1++ c tu
minar si el alendronato tiene efecto protector contra fracturas en poblaciones a
de bajo riesgo de osteoporosis, particularmente en hombres. su
e
ent
i
e nd
p
Estudios que incluyen diferentes poblaciones t á
es
y
a
La respuesta se fundamenta en una GPC recomendada según AGREE (NZGG 2003
n ic 47
).

C
a
it c
Resumen de la evidencia ác
Pr
de
Una GPC basándose en estudios de calidad í a
47
u 1++ concluye que el alendronato
G
ha demostrado ser eficaz en reducirtalas tasas de fractura de cadera y otras frac-
1++
es
turas en mujeres institucionalizadas de edad avanzada, pero <80 años. En muje-
d e
res de edad >80 años la efectividad no está confirmada.
i ón
ac
l ic
b
pu
la
d e
s
de
ñ os
a
5
d e
ás
m
d o
r i
c ur
ns
rt a
an
H

106 GUÍAS DE PRÁCTICA CLÍNICA EN EL SNS


¿Es seguro el tratamiento con alendronato para prevenir la fractura
por fragilidad?

Dos GPC recomendadas según AGREE (SEIOMM 200828; CKS 200632) y una RS de RS,
MA y ECA (Mosekilde et al. 2006)69, una RS de ECA (McLean et al. 2006)45 y un MA de
ECA (Baucher et al. 2006)78.

.
Evidencia científica ón
a ci
Una RS de RS, MA y ECA (Mosekilde et al. 2006)69 presenta los siguien- RS de RS,aliz
tu
tes resultados: ac
MA y ECA
– En estudios observacionales, se han descrito úlceras y erosiones eso- su
1+
e
nt
fágicas asociadas al uso de alendronato (de Groen et al. 1996).
d ie
– Una RS no ha encontrado diferencias estadísticamente significativaspen
á
en la proporción de abandonos del tratamiento debido a efectos ad-
est
versos o por alteraciones gastrointestinales entre el grupo de mujeres
y
a
ic
con alendronato ≥5mg/día y el grupo placebo (Cranney et al. 2002).
lín
C
– Se han combinado los resultados de 9 ECA y el RR de interrumpir el
a
it c
tratamiento debido a algún efecto adverso fue de 1,15 (IC 95%: 0,93
ác
a 1,42). Pr
– El RR de interrumpir el tratamiento debido a efectosde adversos gas-
í a
u
trointestinales fue de 1,03 (IC 95%: 0,8 a 1,30 (7 ECA combinados).
G
– Entre los pacientes que decidieron seguirstaparticipando, no se encon-
e
traron diferencies en la proporción de eefectos adversos gastrointesti-
d
n
nales entre los dos grupos (10 ECA, RR=1,03; IC 95%: 0,98 a 1,07;
c ió
p=0,23). ca i
bl
Como limitación se debe tenerpuen cuenta que la mayoría de los ECA
excluyen a los pacientes con la
d e antecedentes de úlcera gastrointestinal o
enfermedad esofágica. es
d
La tolerancia del alendronato
ñ os y el risedronato sobre la mucosa del trac- Estudios
to gastrointestinal superior a ha sido investigada en dos head-to-head es- comparativos
5
tudios endoscópicos d e en personas sanas. En dos ensayos de 14 días de
s
duración queácomparaban la dosis diaria recomendada de los dos bisfos-
m
fonatos, elo alendronato demostró un mayor efecto ulcerogénico que el
r i d
risedronato r (Lanza et al. 2000; Thomson et al. 2002). En uno de los estu-
s cu
dios de 448 pacientes (Lanza et al. 2000), 4,1% de los sujetos que toma-
a n
t r
ban 5 mg/día de risedronato desarrollaron úlcera gástrica en compara-
anción con un 13,1% en la pauta de 10 mg/día de alendronato (p<0,001).
H
En el segundo estudio de 635 pacientes (Thomson et al. 2002) los por-
centajes correspondientes para las mismas pautas fueron de 6,0% (rise-
dronato) vs. 12,1% (alendronato) (p=0,013). Ninguno de los dos estu-
dios tuvo grupo control con placebo76.

GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA SOBRE OSTEOPOROSIS Y PREVENCIÓN DE FRACTURAS POR FRAGILIDAD 107
Resumen de la evidencia

Una GPC28 basándose en estudios de calidad 1++, concluye que el alendronato


suele ser bien tolerado. Los efectos secundarios más frecuentes son los gastro-
intestinales, aunque en algunos ECA se han encontrado frecuencias similares
1++
de efectos adversos clínicos en los grupos placebo y alendronato. El alendrona-
to semanal no parece asociarse a un aumento de la frecuencia de efectos secun-
darios digestivos, valorados bien por la clínica o mediante endoscopia. .
ón
a ci
Otra GPC32 resume que hasta un tercio de los pacientes con alendronato tienen iz
GPC a l
efectos adversos de la parte superior de tracto gastrointestinal. tu
ac
El MA de ECA, Boucher et al. 200678 concluye que los efectos adversoss entre el u
e
alendronato y placebo han sido similares. En los ECA incluidos el ealendronato nt
1++ i
no fue asociado a una diferencia estadísticamente significativanden el ratio de
pe
abandonos, en comparación con placebo. á
t
es
Una RS de ECA, MacLean et al. 2006 presenta los siguientes
45 y resultados sobre
a
la seguridad de los distintos bisfosfonatos: n ic

C
a
– Síndrome coronario agudo (SCA): no habíaicdiferencias significativas entre
t
el alendronato y placebo en cuanto a la ocurrencia r ác de SCA. Sin embargo,
una de estas publicaciones demostró incidencia P elevada de fibrilación auri-
de
cular. En una carta al editor (Cummings a et al. 2007) los autores de estudio

FIT reanalizaron los datos del ensayo G y encontraron una tendencia del alen-
ta
es
dronato hacia aumento del riesgo de fibrilación auricular (OR=1,26; IC 95%:
de
0,96 a 1,66), datos que no fueron incluidos en la publicación original.
ón
– Muerte de origen cardiaco:
a ci en ensayos de alendronato (Chailurkit et al. 2003;
i c
Palomba et al. 2002) que informaban sobre la incidencia de muerte de origen
u bl
cardiaco, no se encontraron
p diferencias entre el fármaco y placebo.
1++ l a
de
– Eventos cardiovasculares, embolismo pulmonar: no se encontraron ensayos
s
de que informen sobre la incidencia de estos eventos.
de alendronato
s
– Eventosñode tromboembolia venosa: en dos publicaciones sobre el alendrona-
a
to (Greenspan et al. 2003; Michalska et al. 2006) no se encontraron diferen-
5
e
d significativas entre el fármaco y placebo.
cias
s
– máSíntomas leves del tracto digestivo superior: no se encontraron diferencias
o
r rid significativas entre el alendronato y placebo en cuanto a la incidencia de es-
u tos síntomas. Sin embargo, se encontraron resultados significativos provi-
nsc
nientes de estudios de comparación. Los pacientes tratados con alendronato
tra
an tuvieron una mayor probabilidad de desarrollar alguna de estas alteraciones
H que los tratados con etidronato en un análisis combinado de tres estudios
(Guañabens et al. 2003; Cortet et al. 2001; Sahota et al. 2000).

108 GUÍAS DE PRÁCTICA CLÍNICA EN EL SNS


7.2.1.2. Etidronato
¿Es eficaz el tratamiento con etidronato para prevenir la fractura
por fragilidad?
Mujeres postmenopáusicas osteoporóticas

La respuesta se fundamenta en una GPC recomendada según AGREE (CKS 2006)32 en


tres MA de ECA (Wells et al. 200677; Nguyen et al. 200680; Boucher et al. 200678); en tres RS
de ECA (MacLean et al. 200645; Iwamoto et al. 200675; Mosekilde et al. 200669). .
ón
a ci
a liz
Evidencia científica tu
ac
su
Una RS de ECA (MacLean et al. 2006)45 identificó 3 MA (Cranney et al.
n teRS
2001; Stevenson et al. 2005; Nguyen et al. 2006), que juntan datos de 11 iede ECA
d
ECA para calcular el efecto del etidronato sobre la reducción del riesgo en 1++
p
de fractura vs. placebo o no tratamiento en mujeres postmenopáusicas. tá
Se identificaron otros 6 ECA (Sato et al. 2004; Sato et al. y2006; es
Wimalawansa et al. 1998; Campbell et al. 2004; Ishida et al. 2004; Sato a
n ic et

al. 2003) no incluidos en estos MA que describían el número de fracturas
C
en pacientes tratados con etidronato vs. placebo. a
ic
á ct
Entre todos estos estudios, la reducción del riesgo dePrfractura con eti-
dronato vs. placebo, fue estadísticamente significativa d e solo en un ECA
í a
(Ishida et al. 2004). En este ensayo, que evaluó el riesgo de fractura ver-
u
G
tebral en mujeres postmenopáusicas con altota riesgo de fractura, el RR
fue de 0,41 (IC 95%: 0,17 a 0,99). e s
de
Un MA de ECA (Wells et al. 2006)77 incluyó n los resultados de 11 ECA. De MA
c ió
las 1248 mujeres en total, 624 recibieron placebo y el resto, tratamiento
a de ECA
con etidronato. Las mujeres en ocho b licensayos (Watts et al. 1990, Ishida et al. 1++
2004; Lyritis et al. 1997; Montessori pu et al. 1997; Pacifici et al. 1988; Shiota et
la
e
al. 2001; Storm et al. 1990; Wimalawansa et al. 1998) tenían osteoporosis
e sd
diagnosticada. Estos ensayos d fueron clasificados como prevención secun-
daria, y los tres ensayos o s restantes (Herd et al. 1997; Meunier et al. 1997;

Pouilles et al. 1997) como prevención primaria.
5
e d total no fue estadísticamente significativo para fractu-
ás
El RR de fractura
ras no vertebrales,m de cadera o de muñeca, independientemente si fuera
d o
en prevención
r i primaria o secundaria. Para las fracturas vertebrales, el
c
RR total ur fue significativo en prevención secundaria.
s
an
tr
En el caso de formar parte de una pauta cíclica de 90 días, el resultado
a n
H conjunto demuestra que el etidronato reduce el RR de fracturas verte-
brales con 47% en comparación con placebo.
El efecto del etidronato en prevención secundaria de fracturas osteopo-
róticas en mujeres postmenopáusicas: RR vertebrales (IC 95%): 0,53
(0,32 a 0,87); RR no vertebrales (IC 95%): 1,07 (0,72 a 1,60) y RR cade-
ra (IC 95%): 1,20 (0,37 a 3,88).

GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA SOBRE OSTEOPOROSIS Y PREVENCIÓN DE FRACTURAS POR FRAGILIDAD 109
Un MA de ECA (Nguyen et al. 2006)80 ha combinado los resultados de MA
2 ECA (Storm et al. 1990 y Harris et al. 1995). El RR de fractura total de ECA
para el etidronato fue de 0,38 (95% IC: 0.004 a 171.8), resultado estadís- 1+
ticamente no significativo.
Una RS de ECA (Iwamoto et al. 2006)75 informa de reducción del 37% RS de RS,
de fracturas vertebrales en tratamiento con etidronato y reducción del MA y ECA
1% (no significativa) de fracturas no vertebrales (Cranney et al. 2 002). 1+
Un análisis combinado de dos estudios de etidronato cíclico en mujeres GPC .
ón
con osteoporosis establecida encontró que el etidronato reduce el riesgo
a ci
fractura vertebral (riego relativo RR=0,43, IC 95%: 0,20 a 0,91) en com-
a liz
paración con pacientes no tratados32. tu
ac
No hay evidencia estadísticamente significativa proveniente de ECA GPC s u
que el etidronato fuera eficaz en la prevención de fracturas no vertebra- t e
n
les. Un análisis combinado de los resultados de cuatro ensayos no encon- d ie
n
tró evidencia de beneficio (RR=1,04; IC 95%: 0,64 a 1,69)32. pe

Un estudio observacional informa sobre la frecuencia de fracturasesen GPC
pacientes con osteoporosis diagnosticada en tratamiento con etidronato y
i ca
cíclico, en comparación con los que no tomaban bisfosfonatos. lLa ín proba-
bilidad de padecer una fractura no vertebral para los pacientes C
a que esta-
t ic
ác
ban en tratamiento fue menor (RR=0,80; IC 95%: 0,70 a 0,92). El RR de
Pr
fractura de cadera fue de 0,66 (IC 95%: 0,51 a 0,85) y el RR de fractura
de muñeca 0,81 (IC 95%: 0,58 a 1,14)32. de
a

G
ta
es
Resumen de la evidencia de
n

ac
NICE comunica en unolicde sus informes de evaluación que a pesar de que el
b
1++ pu
etidronato tenga un probable efecto en prevención de fracturas no vertebrales,
la
este es menos pronunciado que el efecto del alendronato y risedronato39.
e d
d es
Una RS de ECA (MacLean et al. 2006)45 concluye que el etidronato reduce el
ñ os
1++ riesgo de afractura en grupos poblacionales de riesgo elevado, incluyendo muje-
5
res postmenopáusicas con osteoporosis.
de
ás
m RS de ECA (Iwamoto et al. 2006)75 concluye que el etidronato se puede
Una
o
1+ rid considerar como uno de los fármacos de primera elección en mujeres postmeno-
ur
nsc páusicas jóvenes con osteoporosis y con riesgo elevado de fracturas vertebrales.
tra
an Un MA de ECA (Boucher et al. 2006)78 concluye que el etidronato, en compa-
H 1++ ración con placebo, demuestra ser efectivo en la prevención secundaria de frac-
turas vertebrales.

110 GUÍAS DE PRÁCTICA CLÍNICA EN EL SNS


Una RS de 13 ECA (Cranney et al. 2004, n=1.010 mujeres postmenopáusicas)
encontró que el etidronato reduce la incidencia de fracturas vertebrales en
1+ comparación con placebo, calcio o calcio más vitamina D a los 2 años. No se han
encontrado diferencias significativas en cuanto a las mismas comparaciones
para las fracturas no vertebrales69.

Una RS pequeña de 2 ECA (Häuselmann et al. 2003, n=174 pacientes) no en-


1+ contró diferencias entre el etidronato y placebo en la prevención de fracturas .
vertebrales69. ión
c a
a liz
tu
ac
Pacientes con tratamiento prolongado con GC su
e
nt
ie
e nd
La respuesta se basa en dos GPC recomendadas según el instrumento AGREE: SEMI
2007 ; CKS 2006 .
29 32 p

es
y
ca
Evidencia científica líni
C
i ca ECA
ct
Adachi et al. 1997 efectuaron un estudio en 141 hombres y mujeres que
á
r
habían iniciado recientemente tratamiento esteroideo,Padministrándoles 1-
de
aleatoriamente y de forma cíclica, durante 14 días a un grupo etidronato
í a
(400 mg/día), y a otro grupo, placebo; y durante los 76 días siguientes, a
u
G
ambos grupos se les trató con 500 mg/día de calcio. En el conjunto de
ta
enfermos varones y mujeres premenopáusicas es no hubo disminución sig-
demujeres postmenopáusicas se
nificativa de fracturas vertebrales. En las
n
observó una reducción del 85%29. ció
ca i
En otro estudio efectuado por Sato
u bl et al. 2003, en 102 pacientes de am- ECA
bos sexos afectos de enfermedades p reumáticas, que habían recibido más 2+
la
e
de 7,5 mg/día de prednisona durante un mínimo de 90 días y que iban a
e sd
continuar con este tratamiento, todos los pacientes recibieron 3 g/día de
d
o s
calcio y 0,75 mg/día de alfacalcidiol. Aunque se obtuvo una reducción en

el riesgo de presentación de nuevas fracturas vertebrales a las 144 sema-
5
de
nas (20,5 meses), la tasa de abandonos durante el seguimiento fue muy
á s
importante, quedando el tamaño muestral notablemente reducido29.
m
o
rd
Roux et ial. 1998, realizaron un estudio cooperativo multicéntrico, a do-
r
ECA
u
ble ciego, en el cual participaron 117 pacientes de ambos sexos, que fue- 2+
nsc
rona aleatoriamente asignados a un grupo tratado con placebo o a otro
tr
a n
con etidronato cíclico. A todos se le administró calcio (500 mg/día) du-
H rante el periodo de descanso, y se les permitió tomar vitamina D hasta
1.000 Ul/día; el etidronato se administró a la dosis habitual de 400 mg/
día/14días, seguidos de 76 días de descanso. No se observaron diferencias
estadísticamente significativas en las fracturas29.

GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA SOBRE OSTEOPOROSIS Y PREVENCIÓN DE FRACTURAS POR FRAGILIDAD 111
Geusen et al. 1998, efectuaron un estudio cooperativo multicéntrico, alea- ECA
torizado, doble ciego, en 37 mujeres postmenopáusicas, que fueron asigna- 1+
das a placebo o a 400 mg/día/14días de etidronato seguidos de 77 días de
descanso, durante el cual todas recibieron 500 mg/día de calcio. Los auto-
res encontraron que al cabo de 2 años, no se obtuvieron diferencias esta-
dísticamente significativas en la incidencia de nuevas fracturas29.
Un ECA abierto (n=349, pacientes con asma en tratamiento con corti- ECA
coides orales o inhalados) comparó el tratamiento con etidronato solo 1+
.
(5 años de seguimiento) vs. tratamiento con calcio solo vs. tratamiento ón
con etidronato más calcio vs. no tratamiento (Campbell et al, 2004). No a ci
se encontraron diferencias significativas en la frecuencia de fracturas, a liz
tu
posiblemente porque faltaba poder estadístico para detectarlas32. ac
su
e
nt
Resumen de la evidencia ie
nd
pe
Análisis post hoc de estudios sobre etidronato encontraron que táeste fármaco redu-
es
ce el riesgo de fracturas vertebrales en pacientes en terapiay con GC. Las fracturas
a
no fueron la variable principal de resultado en ningunonde ic los estudios de osteopo-
GPC lí
rosis inducida por terapia con GC. Como consecuencia, C la evidencia sobre la re-
ducción de riesgo de fracturas es menos robusta tien a
c comparación con algunas in-
c

tervenciones aplicadas a mujeres postmenopáusicas con osteoporosis32.
P
de
a

G
ta
Hombres con osteoporosis es
de
n
ó eficacia del etidronato en la prevención de fractu-
No se ha encontrado evidencia sobrecila
ras en esta población. Se disponelicsolo a de pocos datos del efecto del etidronato sobre la
DMO presentados por la GPCpSEIOMM ub 28
, recomendada según el instrumento AGREE.
la
e
Evidencia científica
e sd
d
Algunos estudios noñcontroladosos de baja calidad metodológica sugieren Ensayos
a
que el etidronato 5 (400 mg/día/14 días al trimestre seguido de calcio) no controlados
produce un aumento de de la DMO lumbar28. 2+
á s
Un estudiomprospectivo observacional (Olszynski et al. 2006) muestra Estudio
d
que el etidronatoo produce un aumento de la DMO lumbar inferior al del observacional
u
alendronatorri y una tendencia al mantenimiento de la DMO femoral y a 2+
nsc
la disminución de las fracturas 28
.
tra
a n
H
Resumen de la evidencia

Una GPC28 describe los resultados de algunos estudios no controlados de baja


calidad metodológica y un estudio observacional que sugieren que el etidronato
2+ produce un aumento de la DMO lumbar en hombres con osteoporosis, pero no
se ha encontrado evidencia científica en cuanto a la prevención de fracturas en
esta población.

112 GUÍAS DE PRÁCTICA CLÍNICA EN EL SNS


Estudios que incluyen diferentes poblaciones

La respuesta se basa en un MA de ECA del NICE 200838

Evidencia científica

Un MA de ECA del NICE 200838 sobre la eficacia del etidronato vs. MA de ECA
placebo/no tratamiento en la población general, con los siguientes resul- 1+/1- .
ón
tados, presentados por tipo de fractura y especificando los ensayos que a ci
se hayan juntado para la estimación del riesgo relativo: a liz
tu
– fractura vertebral: (n=189 pacientes, 8 ECA : Adachi et al. 1997; Cam- ac
s u
pbell et al. 2004; Cortet et al. 1999; Geusens et al. 1998; Herd et al. 1997; e
t
Montessori et al. 1997; Roux et al. 1998; Watts et al. 1990, RR=0,51; IC ien
d
95%: 0,31 a 0,83). en
p
á
– fractura no vertebral: (n=318 pacientes, 4 ECA: Geusens et al. 1998;
est
Pouilles et al. 1997; Roux et al. 1998; Watts et al. 1990), RR=1,80; IC
y
a
95%: 0,39 a 8,40 (no significativo). ic
lín
– fractura de cadera (n=246 pacientes, 2 ECA: Geusens Cet al. 1998;
a
Watts et al. 1990,RR=1,02; IC 95%: 0,21 a 4,94). tic
r ác
– fractura de muñeca (n=209 pacientes, un ECA: PWatts et al. 1990,
RR=4,95; IC 95%: 0,24 a 101,93). d e
a

G
ta
es
Resumen de la evidencia de
n

ac c
En un MA de ECA del liNICE 38
se presentan riesgos relativos de padecer frac-
u b
tura por fragilidad por p tipo de localización en pacientes tratados con etidronato.
1+/1-
Sólo para las fracturasl a vertebrales el resultado fue significativo y el etidronato
s de
tiene efecto protector.
e d
s
ño
a
5
e
¿Es seguro eld tratamiento con etidronato para prevenir la fractura
por fragilidad? ás
m
o
r rid
cu
La respuesta se fundamenta en una GPC recomendada según el AGREE (CKS 2006) , en
32

ns
lasaconclusiones de un MA de ECA (Boucher et al. 2006) , dos RS de ECA (Pelayo et al.
78

tr 82; MacLean et al. 200645) y una RS de RS, MA y ECA (Mosekilde et al. 2006)69.
2003
a n
H

GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA SOBRE OSTEOPOROSIS Y PREVENCIÓN DE FRACTURAS POR FRAGILIDAD 113
Evidencia científica
Una RS de ECA (MacLean et al. 2006)45 presenta los siguientes resulta- 1++
dos sobre la seguridad de los distintos bisfosfonatos:
– Muerte de origen cardíaco: en un ensayo de etidronato (Storm et al.
1996) que informaba sobre la incidencia de muerte de origen cardía-
co como uno de los efectos adversos, no se encontraron diferencias
entre el fármaco y placebo.
.
– Eventos cardiovasculares, embolismo pulmonar y eventos de trom- ón
a ci
boembolia venosa: no se encontraron ensayos de etidronato que in-
a liz
formen sobre estos efectos adversos durante su uso. tu
ac
– Cáncer: se encontró sólo un ensayo en pacientes tratados con etidro- su
e
nato (Heath et al. 2000) que informa sobre la incidencia de cáncer de nt
mama y cáncer de pulmón. No había diferencias significativas entre el die
n
fármaco y el placebo. pe

– Úlceras del esófago: la incidencia de úlceras del esófago ha sido reco- es
y
gida en ensayos sobre cada uno de los bisfosfonatos. El único ccaso a en
n i
el cual se encontraron diferencias significativas fue en un ensayolí (van
C
a
Staa et al. 1997) en el cual los participantes tratados con etidronato
ic
ct
tuvieron más probabilidad de desarrollar úlcera deláesófago que los
r
del grupo placebo (OR=1,33; IC 95%: 1,05 a 1,68).P
de
a
– Perforaciones, úlceras, y hemorragias del tracto
uí digestivo superior:
estos han sido recogidos en ensayos sobre cada G uno de los bisfosfona-
ta
tos. Los pacientes tratados con etidronato es tuvieron más probabilidad
de desarrollar alguna de estas alteraciones de que los del grupo placebo
n

en un análisis combinado de tres estudios (Sato et al. 2004; van Staa et
c ac
li
al. 1997; Sato et al. 2000): OR=1,32; IC 95%: 1,04 a 1,67.
ub pgástrico, irritación del esófago, náuseas y
– Otros (se incluyen el reflujo
la
e
vómitos): análisis combinado de 17 estudios de etidronato (Sato et al.
sd
2006; Wimalawansa etdeal. 1998; Campbell et al. 2004; Ishida et al. 2004;
Sato et al. 2003; Herd et
ñ os al. 1997; Meunier et al. 1997; Pouilles et al. 1997;
a
Adachi, et al. 1997; Roux et al. 1998; Geusens et al. 1998; Cortet et al.
5
1999; Heath, et e
d al. 2000; van Staa et al. 1997; Adami et al. 2000; Pitt et al.
ás
1998; Silberstein et al. 1992; Geusens et al. 1997) demuestra una mayor
m
o
probabilidad de desarrollar alguno de estos síntomas en el grupo de
r rid
tratamiento que en el grupo placebo: OR=1,33; IC 95%: 1,21 a 1,46.
u c
a ns
tr
Resumen de la evidencia
an
H
En varios ECA está demostrado que el etidronato cíclico se asocia a tasas más
altas de efectos adversos del tracto gastrointestinal superior en comparación con
1/2/4 placebo. Sin embargo, evidencia proveniente de otro tipo de estudios y de testi-
monios de expertos clínicos sugiere que el etidronato puede estar asociado con
menos efectos adversos de este tipo, en comparación con otros bisfosfonatos32.

114 GUÍAS DE PRÁCTICA CLÍNICA EN EL SNS


Una RS de ECA (MacLean et al. 2006)45 presenta los siguientes resultados so-
bre la seguridad de los distintos bisfosfonatos:
– Muerte de origen cardíaco: en un ensayo de etidronato (Storm et al. 1996) que
informaba sobre la incidencia de muerte de origen cardíaco como uno de los
efectos adversos, no se encontraron diferencias entre el fármaco y placebo.
– Eventos cardiovasculares, embolismo pulmonar y eventos de tromboembo-
lia venosa: no se encontraron ensayos de etidronato que informen sobre es-
.
tos efectos adversos durante su uso. ión
ac
– Cáncer: se encontró solo un ensayo en pacientes tratados con etidronato (Heath liz
a
tu
et al. 2000) que informa sobre la incidencia de cáncer de mama y cáncer de pul-
c
món. No había diferencias significativas entre el fármaco y el placebo. u a
s
– Úlceras del esófago: la incidencia de úlceras del esófago ha sido recogida e en
ent
ensayos sobre cada uno de los bisfosfonatos. El único caso endel i cual se en-
contraron diferencias significativas fue en un ensayo (van Staa e n et al. 1997) en
p
el cual los participantes tratados con etidronato tuvieron t ámás probabilidad
es
de desarrollar úlcera del esófago que los del grupo placebo (OR=1,33; IC
1++ y
a
95%: 1,05 a 1,68). ic
– Perforaciones, úlceras, y hemorragias del tracto C
lín
digestivo superior: estos han
sido recogidos en ensayos sobre cada uno detilos ca bisfosfonatos. Los pacientes
ác
Pr
tratados con etidronato tuvieron más probabilidad de desarrollar alguna de
de en un análisis combinado de tres
estas alteraciones que los del grupo placebo
estudios (Sato et al. 2004; van Staa uetíaal. 1997; Sato et al. 2000): OR=1,32; IC
95%: 1,04 a 1,67. G
a t
– Otros (se incluyen el reflujo gástrico, es irritación del esófago, náuseas y vómi-
e
d 17 estudios de etidronato (Sato et al. 2006;
tos): análisis combinado nde

ac
Wimalawansa et al. 1998; Campbell et al. 2004; Ishida et al. 2004; Sato et al.
2003; Herd et al. 1997; l c
i Meunier et al. 1997; Pouilles et al. 1997; Adachi, et
al. 1997; Roux et pal. ub 1998; Geusens et al. 1998; Cortet et al. 1999; Heath,
et al. 2000; van Staa la et al. 1997; Adami et al. 2000; Pitt et al. 1998; Silberstein et
d e
d es
al. 1992; Geusens et al. 1997) demuestra una mayor probabilidad de desarro-
llar alguno
ñ os de estos síntomas en el grupo de tratamiento que en el grupo
a
placebo: OR=1,33; IC 95%: 1,21 a 1,46.
5
d e
ás
No se han encontrado diferencias significativas en las tasas de abandonos entre
1++/1+
m
etidronato y placebo69,78.
d o
urri
El etidronato es menos lesivo sobre la mucosa gastro-esofágica que el alendro-
nsc
nato debido a su mayor solubilidad. El etidronato puede inducir osteomalacia
tra1+
an si se administra de forma continua, por lo que se administra de forma intermi-
H tente y cíclica82.

GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA SOBRE OSTEOPOROSIS Y PREVENCIÓN DE FRACTURAS POR FRAGILIDAD 115
7.2.1.3. Ibandronato
¿Es eficaz el tratamiento con ibandronato para prevenir la fractura
por fragilidad?
Mujeres postmenopáusicas

La respuesta se fundamenta en 3 GPC recomendadas según AGREE (ICSI 200831; SEIOMM


200828; CKS 200632), una RS de RS, MA y ECA (Mosekilde et al. 2006)69 y una RS de ECA
(McCarus et al. 2006)76). Todos estos documentos han identificado y basan sus conclusiones en .
n
los resultados de los mismos ECA. Recientemente, se añadió nueva evidencia sobre la eficaciació
a
iz).
de las distintas dosis del ibandronato (Cranney et al. 200983, Harris et al. 2009, estudio VIBEl84
tua
ac
Evidencia científica su
n te
En el ECA Chesnut et al. 2004 (la primera de las publicaciones del estudio die ECA
BONE [oral iBandronate Osteoporosis vertebral fracture trial in North en 1+
p
America and Europe]) se incluyeron 2.946 mujeres postmenopáusicas con t á
T-score ≤ -2 de columna lumbar y al menos 1-4 fracturas vertebrales a 3 es
y
años y se comparó con ibandronato oral diario (2,5 mg) e ibandronato i ca
oral intermitente (20 mg a días alternos durante los primeros 24 días de lín
C
cada trimestre) vs. placebo. Ambas pautas de ibandronato iredujeron
t ca sig-
c
nificativamente el riesgo de fractura vertebral en 62% (p=0,0001) y 50%
á
(p=0,0006), respectivamente. Análisis posteriores (Chestnut Pr et al. 2005)
d e
indicaron que en mujeres con osteoporosis grave (T-score <- 3,0), la dosis
a

diaria de ibandronato reduce el riesgo de fracturas no vertebrales en 69%
G
a
st
(p=0,013), sin embargo, la reducción de riesgo conseguida con la dosis in-
e
termitente fue no significativa (RR=0,63; p=0,22)
e 28,32,69,76
.
d
n

Un ECA (Recker et al. 2004) concluye que la administración intravenosa
c
a
lic
de ibandronato en dosis de 0,5 mg y 1 mg cada tres meses durante tres
b
pula disminución de fracturas .
años no se ha mostrado eficaz en 28

Las fracturas no vertebralese len a el estudio BONE no disminuyeron con ECA


ninguna de las dos pautas. d
s Un análisis post hoc del mismo estudio ha 1+
de
señalado que en las pacientes con una DMO en cuello femoral inferior Análisis
ñ os
a -3 la administración diaria de 2,5 mg reduce el riesgo de fracturas no
a post hoc
5
vertebrales en un 69% 28,69
. 2+
ed
ás
Un estudio prospectivo reciente (Harris ST et al. 2009, estudio VIBE)84 Cohorte
comparó datos m cara-a-cara de las tasas de fracturas entre pacientes que prospectiva
o
tomaban rr idibandronato en pauta mensual con bisfosfonatos (BF) en pau-
u
ta oral
nsc semanal. Esta cohorte incluyó mujeres ≥45 años, que empiezan
tra
con tratamiento con bisfosfonatos (7.345 pacientes en terapia con iban-
n
a dronato mensual y 56.837 pacientes con BF semanal), sin presencia de
H
procesos malignos o enfermedad de Paget.
La tasa de fracturas a los 12 meses del seguimiento fue de <2% y el ries-
go de fractura no demostró diferencias significativas entre el ibandrona-
to mensual y los BF semanales en cuanto a las facturas de cadera (RR
ajustado=1,06, p=0,84), fracturas no vertebrales (RR ajustado=0,88,
p=0,255) y cualquier fractura clínica (RR ajustado=0,82, p=0,052).

116 GUÍAS DE PRÁCTICA CLÍNICA EN EL SNS


Los pacientes tratados con ibandronato tuvieron un riesgo relativo para
padecer fractura vertebral significativamente menor que los pacientes
tratados con BF semanal. Las implicaciones clínicas de estos resultados
requieren una investigación adicional y validación.
Un MA reciente (Cranney A. et al. 2009)83 ha comparado el efecto sobre MA de ECA
las fracturas no vertebrales de las distintas dosis del ibandronato defi- 1+
niéndolas según la Exposicion Acumulada Anual (EAA): altas (EAA
≥10,8 mg , o 150 mg una vez al mes, 3 mg i.v. cada 3 meses, y 2 mg i.v. cada
.
2 meses) versus EAA de 5,5 mg. ón
a ci
Los datos combinados provenientes de ocho ECA demostraron un efec-
a liz
to beneficioso dosis-dependiente - las dosis más altas de ibandronato tu
presentaron una significativa reducción del riesgo de fracturas no verte- ac
brales, en comparación con las dosis más bajas (Hazard Ratio = 0,62; su
e
nt
95% IC: 0,396-0,974, p = 0,038). ie
nd
pe

Resumen de la evidencia es
y
ca
Una GPC31, basándose en estudios de calidad 1+ (Chestnut lí niet al. 2004; Delmas et
C
al. 2004; Chestnut et al. 2005; Miller et al. 2005), aconcluye que el ibandronato
t ic
1+ diario e intermitente ha demostrado una mejora c en la reducción de fracturas

Posteoporosis
vertebrales en mujeres postmenopáusicas con e y fracturas vertebrales
en comparación con calcio y vitamina D asolo.d

G
ta
es
de
Pacientes con tratamiento prolongado ón con GC y osteoporosis
a ci
b lic
pu
Solo en una GPC recomendada según el instrumento AGREE (SEMI 2007) se encontró
29

evidencia sobre el efecto del libandronato a en pacientes con osteoporosis inducida por GC,
basada solo en un ensayo sabierto. de
de
o s
Evidencia científicaañ
5
d e
Ringe et al. 2003 publicaron un estudio abierto, efectuado en 115 pacien-
s Estudio
tes de ambos ásexos a los que se les administró de manera no aleatorizada abierto
m
d o
o ibandronato a dosis de 2 mg/iv cada 3 meses o alfacalcidiol a dosis de 1-
urri
1 mcg/día. Todos recibieron 500 mg/día de calcio. A los tres años (Ringe
c
ns
et ral. 2003) observó una reducción del riesgo de fracturas vertebrales
a del
t
a n
62,3% estadísticamente significativa (p=0,043) 29
.
H

Resumen de la evidencia

Una GPC29 describe los resultados de un estudio abierto no aleatorizado (Rin-


1+ ge et al. 2003) que observó reducción del riesgo relativo de fracturas vertebrales
al tratar con ibandronato a pacientes con osteoporosis inducida por GC.

GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA SOBRE OSTEOPOROSIS Y PREVENCIÓN DE FRACTURAS POR FRAGILIDAD 117
Hombres con osteoporosis

No se ha encontrado evidencia científica sobre la eficacia del ibandronato en hombres en


prevención de fracturas. Una GPC recomendada según el AGREE, SEIOMM 200828, pre-
senta datos de su efecto sobre la DMO que provienen de un estudio abierto no controlado.

Evidencia científica
.
Un estudio abierto no controlado (Lamy et al. 2003) con ibandronato Estudio
ión
intravenoso (2 mg/3 meses) junto a calcio y vitamina D mostró un au- abierto c
li za
mento de la DMO lumbar del 6,7% y del 3,2% en el trocánter femoral a no controlado a
1- ac
tu
los 2 años28
su
te
ien
nd
Resumen de la evidencia
pe

Una GPC28 describe los resultados de un estudio abierto no es controlado (Lamy
y
a
et al. 2003) que sugieren que el ibandronato intravenoso produce un aumento
1 n ic
de la DMO lumbar en hombres con osteoporosis, lípero no se ha encontrado
C
evidencia científica en cuanto a la prevención de afracturas en esta población.
tic
r ác
P
de
Estudios que incluyen diferentes poblaciones í a
u
G
a
La respuesta se fundamenta en una RS deeECA st (MacLean et al. 2006)45 que sintetiza los
resultados de cuatro ECA. d e
i ón
ac
Evidencia científica l ic
b
pu
Una RS de ECA (MacLean let a al. 2006)45 identificó 4 ECA (Ravn et al. RS de ECA
e
1996; Chesnut; et al. 2004; Recker
e sd et al. 2004; Grotz et al. 2001) que com- 1++
paraban el efecto del ibandronato d con placebo o control en cuanto a la
incidencia de fracturas. ñ os La muestra poblacional en tres de los ensayos
a
5
fue mujeres postmenopáusicas con osteoporosis u osteopenia (Ravn et
e
d et al. 2004; Recker et al. 2004). La muestra del cuarto
al. 1996; Chesnut
ás
estudio fue m de hombres y mujeres recipientes de trasplante renal (Grotz
o
rid
et al. 2001). Entre los cuatro estudios que evaluaban fracturas vertebra-
r
u
les, elscriesgo conjunto de fracturas para el ibandronato vs. placebo fue de
a n
0,70 (IC 95%: 0,54 a 0,91).
tr
a n
H Resumen de la evidencia

Una RS de ECA (MacLean et al. 2006)45 combina los resultados de cuatro


ECA con distintas poblaciones comparando ibandronato vs. placebo. El resul-
1++
tado de riesgo conjunto de fracturas que se presenta es estadísticamente signi-
ficativo y tiene efecto protector.

118 GUÍAS DE PRÁCTICA CLÍNICA EN EL SNS


¿Es seguro el tratamiento con ibandronato para prevenir la fractura
por fragilidad?

La respuesta se basa en una GPC (SEIOMM 2008)28; y en dos RS de RS, MA y ECA (Mo-
sekilde et al. 2006)69 (MacLean et al. 2006)45

Evidencia científica
ón.
La tolerancia al ibandronato es buena. En los distintos ensayos clínicos ECA ci
la incidencia de reacciones adversas ha sido similar a la del grupo place- 1++ ali za
tu
bo, incluidas las manifestaciones gastrointestinales. Son una excepción ac
las manifestaciones pseudogripales que se observan con las dosis inter- su
mitentes más altas (1-3%) y con la administración intravenosa (5-8%), t e
i en
fundamentalmente tras las primeras inyecciones . 28
d
p en
Un ECA (Chesnut et al. 2004) no encontró diferencias entre ibandrona- ECA
s tá
to y placebo en la proporción de mujeres con cualquier efecto secunda- e 1+
y
rio (9,1%) con placebo vs. (9,3%) con 2,5 mg/día ibandronato vs. 9,4% a
ic
lín
con 20 mg ibandronato intermitente (resultados estadísticamente signi-
C
ficativos)69. a
ic
ct
P rá
de
Resumen de la evidencia a

G
a
e
Una RS de ECA (MacLean et al. 2006) 45 st
presenta los siguientes resultados so-
d e
bre la seguridad del ibandronato:
n

– Eventos cardiovasculares: ac en dos estudios de ibandronato (Ravn et al. 1996;
l ic
ub
Recker et al. 2004) que los recogían, no se encontraron diferencias significa-
p
la
tivas entre el fármaco y placebo.
e
sd
– Embolismoepulmonar: no se encontraron ensayos de ibandronato que infor-
d
s este evento.
men sobre
a ño
– Eventos 5 de tromboembolia venosa: no se encontraron ensayos de ibandro-
de que informen sobre este evento.
nato
1++ ás
– m Cáncer de mama: solo un ensayo de ibandronato informa sobre la incidencia
o
r rid de cáncer de mama (Ravn et al. 1996), el cual no encontró diferencias signi-
u
nsc ficativas entre los fármacos y placebo.
tr a
– Perforaciones, úlceras, y hemorragias del tracto digestivo superior: en dos es-
an tudios con análisis combinados sobre el ibandronato diario oral (Chesnut et al.
H
2004; McClung et al. 2004), los participantes tuvieron menor probabilidad de
padecerlos que los del grupo placebo (OR=0,33, IC 95%: 0,14 a 0,74).
– Síntomas leves del tracto digestivo superior: no se encontraron diferencias
significativas entre el ibandronato y placebo en estos eventos.

GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA SOBRE OSTEOPOROSIS Y PREVENCIÓN DE FRACTURAS POR FRAGILIDAD 119
7.2.1.4. Risedronato
¿Es eficaz el tratamiento con risedronato para prevenir la fractura
por fragilidad?
Mujeres postmenopáusicas

La respuesta de esta pregunta se basa en 5 GPC recomendadas según el instrumento


AGREE (SEIOMM 200828; ICSI 200831; CKS 200632; Brown 200435), en cuatro MA de
ECA: (Liberman et al. 200679; Wells et al. 200677; Nguyen et al. 200680; Casado et al. 200485), .
en tres RS de ECA: (McCarus et al. 200676; Iwamoto et al. 200675 y McLean et al. 2006)45. ión
ac
a liz
tu
ac
Evidencia científica su
e
ent
En los dos primeros ECA que investigaron el efecto del tratamiento con d i ECA
risedronato, la reducción del riesgo de fractura vertebral fue de 41% (Ha-pen 1+
á
st
rris et al. 1999, estudio VERT, Vertebral Efficacy With Risedronate Therapy)
e
y de 49% (Reginster et al. 2000) a los tres años. y
ca i
El estudio VERT, llevado a cabo en población de 2.458 mujeres postme-lín
nopáusicas con fracturas vertebrales previas (Harris et al. 1999), C mostró
c a
t i
una reducción del riesgo de fractura no vertebral (RR=39%; IC 95%: 39
r ác
a 94%) en el grupo tratado con risedronato .28,31
P
e d
En un análisis post hoc del estudio VERT (Rouxa et Análisis
uí al. 2004), la reduc-
ción de la incidencia de fracturas vertebrales seG observa precozmente a post hoc,
a
los seis meses. Los efectos sobre la fracturastvertebral, inicialmente ob- Estudios
e
e
servados en estudios a 3 años, se han comprobado con seguimiento de 5
d de extensión
años (Sorensen et al. 2003). Un segundo n
ó seguimiento hasta los 7 años 2+
a ci
(Mellström et al. 2004) mostró que la incidencia de fractura durante los
b lic
u los tres primeros años .
últimos dos años es similar a la de 28
p
Un MA de ECA (Cranneyla et al. 2002) en mujeres osteoporóticas MA
e
sd
(n=12.958) o de edad de 80 años o más, con FR de caída y con un segui-
e
de ECA
d
miento de 3 años, demostró una reducción de fracturas no vertebrales 1++
o s

del 27% (RR=0,73; IC 95%: 0,61 a 0,87) en el tratamiento con risedro-
5
nato (en dosis 5 mg/día o 2,5 mg/día) vs. placebo. Sólo para la dosis de
d e
ás
5mg/día la reducción de fracturas no vertebrales fue del 32% (RR=0,68;
m
IC 95%: 0,53 a 0,87). Sin embargo, no se encontraron diferencias estadís-
do
rri significativas entre ambas dosis .
ticamente 28,79
u c
En un
a ns ECA diseñado para comprobar el efecto sobre la fractura de ca- ECA
tr (McClung et al. 2001) se observó una reducción de la incidencia de
dera 1+
a n
H la misma en las mujeres postmenopáusicas entre 70-79 años selecciona-
das por presentar una DMO en cuello femoral baja (RR=0,6; IC 95%:
0,4 a 0,9), pero no en las mujeres mayores de 80 años seleccionadas por
presentar FR fundamentalmente relacionados con las caídas28.

120 GUÍAS DE PRÁCTICA CLÍNICA EN EL SNS


Un MA de ECA (Wells et al. 2006)77 incluyó un ECA de prevención MA de ECA
primaria (Mortensen et al 1998) y otros cinco que fueron considerados 1++
como prevención secundaria (Clemmesen et al. 1997; Fogelman et al.
2000; Harris et al. 1999; McClung et al. 2001; Reginster et al. 2000). De un
total de 13.795 mujeres, 4.621 recibieron placebo. Se calculó el efecto del
risedronato 5mg/día en prevención secundaria de fracturas osteoporóti-
cas en mujeres postmenopáusicas. Los resultados fueron los siguientes:
fractura vertebral (RR=0,61; IC 95%: 0,50 a 0,76); fractura no vertebral
.
(RR=0,80; IC 95%: 0,72 a 0,90) y fractura de cadera (RR=0,74; IC ión
c
95%: 0,59 a 0,94). za li
a
Un MA de ECA (Nguyen et al. 2006)80 incluyó 3 ECA (Reginster et al. MA de ECA
c tu
2000; McClung et al. 2001; Harris et al. 1999) en mujeres postmenopáusi- 1+u a
cas con baja DMO u osteoporosis, tratadas con risedronato vs. placebo, s
t e
con seguimiento entre 1 y 4 años. La variable de interés principal fue la ien
d
incidencia de fractura de cadera. La dosis del risedronato fue de 5 mg/día en
p
en la mayoría de las ocasiones, una tercera parte de los sujetos recibie- á
est
ron 2,5 mg/día/3 años. Se demostró una reducción de fractura de cadera y
del 34% (RR=0,66; IC 95%: 0,11 a 3,68, resultado estadísticamente no
i ca
significativo). lín
C
a
Un MA de ECA (Casado et al. 2004)85 incluyó 8 ECA (Harris
c tic et al. 1999; MA de ECA
Reginster et al. 2000; Fogelman et al. 2000; Clemmesenráet al. 1997; Mor- 1++
P
de
tensen et al. 1998; McClung et al. 2001; McClung et al. 1998; Hooper et al.
1999) con los siguientes resultados: fracturas de í acadera (RR=0,74; IC
u
G
95%: 0,59 a 0,94); fracturas vertebrales (RR=0,58; IC 95%: 0,50 a 0,67) y
ta
es
fracturas de muñeca (RR=0,67; IC 95%: 0,42 a 1,07).
e
En un estudio de cohortes (Silverman etn dal. 2007, estudio REAL) se eva- Estudio
ó
ci
luó la efectividad del risedronato y aalendronato en prevención de frac- comparativo
turas no vertebrales y de cadera ablo lic largo del primer año de tratamiento. de cohortes
u
Se comparó la incidencia de pfracturas en mujeres >65 años en tra- 2+
la
de
tamiento con risedronato (n=12.215) y alendronato (n=21.615), ambos
en dosis única semanal.dLos es resultados demuestran que la incidencia de
os
fracturas no vertebrales en la cohorte de risedronato (2,0%) fue en un
ñ
a
18% menor (IC 95%: 2% a 32%) que la de la cohorte de alendronato
5
e
(2,3%). La incidencia de fracturas de cadera en la cohorte de risedrona-
d
ás
to (0,4%) fue en un 43% menor (IC 95%: 13% a 63%) que la de la co-
m
do
horte de alendronato (0,6%).
urri
Estoscresultados fueron consistentes en los análisis de sensibilidad y de-
ns
rt a
muestran que los pacientes en terapia con risedronato tienen menores
n
a tasas de incidencia de fracturas no vertebrales y de cadera que los trata-
H dos con alendronato en el primer año del tratamiento45.

GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA SOBRE OSTEOPOROSIS Y PREVENCIÓN DE FRACTURAS POR FRAGILIDAD 121
Resumen de la evidencia

Una GPC31 basándose en estudios de calidad 1+ concluye que el tratamiento


diario con risedronato oral disminuye la incidencia de fracturas vertebrales
1+
durante el primer año del tratamiento y de fracturas no vertebrales, a los 3
años.

Una GPC32 basándose en un análisis conjunto de dos ECA de risedronato 5


.
mg/día en mujeres con osteoporosis encontró que, en comparación con placebo, ión
1++ c
el risedronato reduce significativamente el riesgo de fractura vertebral y no
li za
vertebral. Una RS de ECA45 confirma esta conclusión. a
tu
ac
Una GPC28 informa que los efectos beneficiosos del risedronato se hans demos- u
1 trado con una pauta de administración diaria. Con la administraciónensemanal te de
d i
35 mg no se ha estudiado el efecto sobre las fracturas. n
pe

Una GPC32 basándose en un ECA (Harris et al. 2004) concluye que el risedro- es
1 nato, en dosis de 35 mg/semanal es terapéuticamente equivalente a la dosis de y
i ca
5 mg/día para el tratamiento de la osteoporosis. lín
C
a
it c
En comparación con placebo, el risedronato a dosis de 5mg/día está asociado a
c
1++/1+ una reducción de la incidencia de fracturas Pvertebrales, rá no vertebrales y de ca-
dera, estadísticamente significativa32,35,76,77,79 d e.
a

El risedronato ha demostrado (McClung G et al. 2001, Sato et al. 2005) reducción
s ta
1+ significativa del riesgo de fracturae de cadera en mujeres postmenopáusicas con
osteoporosis confirmada con ydsin e fracturas vertebrales previas76.
ón
ci
El risedronato se puedeliconsiderar ca como uno de los fármacos de primera elec-
b
ción en: mujeres postmenopáusicaspu jóvenes con osteoporosis que tienen riesgo
de fracturas vertebrales la (Cranney et al. 2002; Cranney et al. 2003), mujeres ma-
1+ e
yores con osteoporosis
e sd y con riesgo elevado de fracturas tanto vertebrales,
como no vertebrales d y de cadera (Cranney et al. 2002; Cranney et al. 2003; Mc-
o s
ñ
Clung et al. 2001, HIP study, Hip
a Intervention Program)75.
5
de
El tratamiento con risedronato a largo plazo (Mellstrom et al. 2004, resultados
s
1+ a m7 á años) demostró un beneficio continuo de la eficacia en la prevención de
o
ridfracturas por fragilidad .
75

ur
nsc
tra
an
H

122 GUÍAS DE PRÁCTICA CLÍNICA EN EL SNS


Pacientes con tratamiento prolongado con GC y osteoporosis

La respuesta se basa en tres GPC recomendadas según el instrumento AGREE: SEIOMM


200828; SEMI 200729; SIGN 200343.
En este subapartado de la GPC se informa también del efecto del risedronato cuando
el grupo tratado con GC son mujeres postmenopáusicas. En este caso, la evidencia provie-
ne del MA de ECA del NICE 200838.
.
ón
a ci
Evidencia científica
a liz
tu
Un estudio cooperativo multicéntrico (Cohen et al. 1999) incluyó hom- ECAac
bres y mujeres (n=224) que comenzaban tratamiento corticoide prolon- su
1-
t e
gado, con un seguimiento de un año. En este primer estudio de preven- i en
ción, se observó que los pacientes que recibían 5 mg/día de risedronato en
d
p
mostraron una tendencia a la reducción de fracturas vertebrales inciden-tá
tes (5,7% vs. 17,3% en el grupo placebo, p=0,072)29. es
y
a
Los datos del estudio de Cohen se unieron a los de Reid et al. 2000 rea-
n ic ECA
lizado con la misma metodología, pero dirigido al tratamiento, lí 1-
C donde se
a
tic
estudiaron a 290 pacientes de ambos sexos que venían recibiendo al me-
c
á
nos 7,5 mg/día de prednisona durante 6 meses. El seguimiento se prolon-
Pr
de
gó durante un año, observándose una reducción del 70% en la incidencia
de fracturas vertebrales en el grupo tratado29. uía
Aunque no estaba inicialmente programado, los G
s ta investigadores de ambos ECA
estudios decidieron unir sus datos con el objeto e de obtener un tamaño 1-
muestral que les permitiera alcanzar potencia de estadística para constatar la
n
reducción en la incidencia de fracturas. c ió Esto condujo a la publicación de
a
lic
un tercer estudio (Wallach et al. 2000) en hombres y mujeres (n=518) que
b
pu
recibieron placebo, o risedronato (en dos grupos: a dosis de 2,5 mg/día y
l a
5mg/día, respectivamente), junto con un suplemento de 500-1.000 mg de
e
calcio y 400 Ul de vitamina e sd D. Se observó una reducción del riesgo de
d
s
fractura vertebral, tanto en el grupo que recibió 2,5 mg/día como en el que
o
recibió 5mg/día, ya aque ñ al cabo de un año de seguimiento, aparecieron
5
de
nuevas fracturas vertebrales en el 16% de los pacientes que tomaron pla-
á s
cebo, en el 7% del grupo de 2,5 mg/día, y del 5% en el grupo de 5 mg/día.
m
do
No se observaron diferencias estadísticamente significativas en la inciden-
r r i
cia de ufracturas no vertebrales entre ninguno de los grupos29.
c s estudio (Eastell et al. 2000) en mujeres postmenopáusicas con
En nun ECA
t r a
artritis reumatoide tratadas con más de 7,5 mg de prednisona diarios 1++
andurante largo tiempo, el risedronato a dosis de 5 mg y 2,5 mg/día, acom-
H
pañado de calcio y vitamina D, consiguió una reducción del riesgo de
fracturas, frente a placebo, del 70 y el 58%, respectivamente. No se cons-
tataron diferencias entre las mujeres que tenían y las que no tenían
fracturas previas. La incidencia de fracturas no vertebrales fue similar en
ambos grupos28.

GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA SOBRE OSTEOPOROSIS Y PREVENCIÓN DE FRACTURAS POR FRAGILIDAD 123
El risedronato (5mg/día) más 1.000mg de calcio y 500UI de vitamina D ECA
ha demostrado ser eficaz cuando se trata de mujeres mayores con un 1++
T-score de cuello de fémur de ≤ -4 o con DMO ligeramente más alta y
otros FR esqueléticos como un eje de la pantorrilla más larga. Se ha de-
mostrado (McClung et al. 2001) la eficacia en la reducción del riesgo de
fracturas no vertebrales, y especialmente, en el riesgo de fractura de fé-
mur. La incidencia de la fractura de fémur ha disminuido un 3,2% en el
grupo de placebo después de 3 años43.
ón.
ci
iza
al
Resumen de la evidencia tu
ac
su
e
Una GPC indica que análisis post hoc de estudios de risedronato, nt encontró
32

i e
que ese fármaco reduce el riesgo de fracturas vertebrales en personas nd con tera-
pia con GC. Las fracturas no fueron la variable principal de resultado pe en ningu-

GPC no de los estudios de osteoporosis inducida por terapia con es GC. Como conse-
cuencia, la evidencia sobre la reducción de riesgo de fracturas y es menos robusta
c a
i
en comparación con algunas intervenciones aplicadas
lín a mujeres postmenopáu-
sicas con osteoporosis. C
a
t ic
ác
1++
Una RS de ECA45 concluye que entre personas
Pr tratadas con GC, el risedronato
redujo el riesgo de fractura por fragilidad.de
a

G
ta
es
Hombres con osteoporosis de
n

c ac
Se ha encontrado solo un estudiobabierto, li citado en una GPC recomendada según AGREE
(SEIOMM 2008) . 28 p u
la
e
e sd
d
Evidencia científica os

En un estudio abierto 5 (Ringe et al. 2006) que analizó los efectos del rise- Estudio
de
dronato administrado ás durante 12 meses a hombres con osteoporosis abierto
m
primaria o secundaria, se observó una reducción del 60% en la aparición 1-
d o
de fracturas r i vertebrales .28

c ur
ns
rt a
anResumen de la evidencia
H
Una GPC28 describe los resultados sólo de un estudio abierto no controlado
(Ringe et al. 2003) que sugieren una reducción de 60% en la incidencia de frac-
1-
turas vertebrales en hombres con osteoporosis primaria o secundaria, tratados
con risedronato durante 1 año.

124 GUÍAS DE PRÁCTICA CLÍNICA EN EL SNS


Estudios que incluyen diferentes poblaciones

La respuesta se basa en un MA de ECA del NICE 200838.

Evidencia científica

Un MA de ECA del NICE 200838 combinó los datos de varios estudios MA de ECA
incluyendo distintas poblaciones: mujeres postmenopáusicas con osteo- 1+ .
ón
porosis u osteopenia, hombres con osteoporosis y pacientes con osteo- a ci
porosis inducida por tratamiento con GC. Los resultados del riesgo rela- a liz
tu
tivo de padecer fractura por fragilidad según la localización de la fractu- ac
ra fueron los siguientes: su
te
– fractura vertebral: 7 ECA (Fogelman et al. 2000; Harris et al. 1999; ien
Hooper et al. 2005; Mortensen et al. 1998; Reginster et al. 2000; Cohen en
d
et al. 1999; Reid et al. 2000; n=2.845), RR=0,61; IC 95%: 0,50 a 0,74. tá
p
e s
– fractura no vertebral: 7 ECA (Fogelman et al. 2000; Harris et al. 1999; y
c a
ni
Hooper et al. 2005; McClung et al. 2001; Reginster et al. 2000; Cohen
l í
et al. 1999; Reid et al. 2000; n=12.658), RR=0,81; IC 95%: 0,72 a 0,90.
C
a
– fractura de cadera: 4 ECA (Harris et al. 1999; McClung
c tic et al. 2001;
á
Pr
Reginster et al. 2000; Cohen et al. 1999; n=11.923), RR=0,73; IC 95%:
0,58 a 0,92. de
a

G
ta
es
Resumen de la evidencia de
n

ac
ic
En un MA de ECA del bl u NICE se presentan riesgos relativos de padecer frac-
38
p
tura por fragilidad porla tipo de localización en pacientes tratados con risedrona-
e
1+ sd combinados de distintos estudios. Los resultados son esta-
to, basados en datos
de
dísticamente significativos para fracturas en cualquier localización y el risedro-
o s
nato tiene ñefecto protector.
a
5
de
ás
m
do
urri
c
ns
tra
an
H

GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA SOBRE OSTEOPOROSIS Y PREVENCIÓN DE FRACTURAS POR FRAGILIDAD 125
¿Es seguro el tratamiento con risedronato para prevenir la fractura
por fragilidad?

La respuesta se basa en dos GPC recomendadas según AGREE (SEIOMM 200828; SEGO-
SEMFYC-CCib-AEEM 200520), en dos MA de ECA (Boucher et al.78, Cranney et al.
200386) y en dos RS de ECA (Iwamoto et al. 200675; McCarus et al. 200676).

.
Evidencia científica ón
a ci
Un MA de ECA (Cranney et al. 2003)86 presentó los siguientes resulta- MA de ECA a liz
u
dos sobre efectos adversos: 1++act
s u
– Interrupción del tratamiento por efectos secundarios gastrointestina- e
n t
les (4 ECA; n=12.313): el RR combinado para todas las dosis de rise-
d ie
dronto combinadas fue de 0,97 (IC 95%: 0,91 a 1,04; p=0,5), heteroge- en
p
neidad p=0,7. El 25% de los pacientes tratados con risedronato sufrió t á
es
gastritis vs. el 32% de los controles con una reducción del riesgo ab-
y
soluto del 7%. a
ic n
– Dolor abdominal (5 ECA; n=12.835): el RR combinado fue 0,93 (IC lí
C
a
tic
95%: 0,83 a 1,05). El 9,3% de los individuos tratados con risedronato
c
á aportando una
sufrió dolor abdominal vs. el 9,8% de los controles,
Pr
reducción del riesgo absoluto de 0,5%. de
a

– Esofagitis (5 ECA; n=12.856): el RR combinado para todas las dosis
G
de risedronato fue de 0,91; IC 95%: 0,70 a 1,19.
ta s
– Abandonos del tratamiento por efectos e secundarios (8 ECA;
d e
n
n=13.998); el RR combinado por abandonos debidos a efectos secun-
c ió
darios para todas las dosis de risedronato fue de 0,94 (IC 95%: 0,84 a
a
lic
1,06; p=0,2). Los efectos secundarios del tratamiento con risedronato
b
u
pinterrumpir
no aumentaron el riesgo de el tratamiento. Para la dosis
la
e
de 5 mg, el RR combinado por abandonos debido a efectos secunda-
e sd
rios fue de 0,94 (IC 95%: 0,84 a 1,06). Para todas las dosis combina-
d
os
das, la reducción del riesgo absoluto fue de 0,66%.

5
de
ás
m
d o
rri de la evidencia
Resumen
u
sc
an
trGPC Dos GPC20,28 concluyen que el risedronato es generalmente bien tolerado.
an
H
Una GPC28 indica que los efectos secundarios del risedronato descritos con
GPC mayor frecuencia han sido los gastrointestinales, aunque en algunos estudios se
ha encontrado una frecuencia similar en el grupo placebo.

126 GUÍAS DE PRÁCTICA CLÍNICA EN EL SNS


Una GPC y dos RS de ECA28,75,76 muestran que el risedronato semanal no pare-
1+
ce asociarse a un aumento de la frecuencia de efectos secundarios digestivos.

El MA de ECA78 concluye que los efectos adversos entre el risedronato y pla-


cebo han sido similares. En los ECA incluidos el risedronato no ha sido asocia-
1++
do a una diferencia estadísticamente significativa en el número de abandonos,
en comparación con placebo.
.
Una RS45 presenta los siguientes resultados sobre la seguridad de los distintos ión
ac
bisfosfonatos: liz a
tu
ac
– Muerte de origen cardiaco: en ensayos de risedronato (Argwal et al. 2006)
que informaron sobre la incidencia de muerte de origen cardiaco, nosu se en-
e
contraron diferencias entre el fármaco y placebo. nt
ie
d encontraron
– Eventos cardiovasculares y de tromboembolia venosa: no se
pen
ensayos de risedronato que informen sobre la incidencia de estos eventos en
1++
s tá
pacientes tratados con risedronato. e
y
– Embolismo pulmonar: en un ensayo (Cohen et al. 1999) a de risedronato que
n ic

informaba sobre la incidencia de este evento, las diferencias entre el fármaco
C
y placebo no fueron significativas. c a
c ti
rá no se encontraron diferencias
– Síntomas leves del tracto digestivo superior:
P
de
significativas entre risedronato y placebo en cuanto la incidencia de este
evento. ía u
G
ta en dosis única semanal tiene un perfil de
es
Según una RS de ECA75 el risedronato
1+ de de su pauta diaria. En función del mejor cum-
seguridad y tolerancia similar al
n
plimento con el tratamientoiómejores son los beneficios esperados75.
c ac
l i
Según un MA de ECAu86 b no se encontró un aumento estadísticamente significa-
tivo del RR de efectos p
1++ la adversos en el grupo tratado con risedronato, medido
por los abandonos e y las interrupciones del tratamiento debido a efectos secun-
e sd
darios gastrointestinales
d (gastritis y dolor abdominal)86.
o s

5
de
ás
m
o
r rid
u
nsc
tra
an
H

GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA SOBRE OSTEOPOROSIS Y PREVENCIÓN DE FRACTURAS POR FRAGILIDAD 127
7.2.1.5. Zoledronato
¿Es eficaz el tratamiento con zoledronato para prevenir la fractura
por fragilidad?

La respuesta se basa en una GPC recomendada según AGREE (ICSI 2008)31 y en un MA


de ECA del NICE 200838, que han identificado y considerado los mismos ECA. La pobla-
ción estudiada incluye mujeres postmenopáusicas y hombres.
.
ón
a ci
Evidencia científica
a liz
tu
En un estudio piloto (Black et al. 2007, HORIZON Pivotal Fracture Estudio piloto ac
s u
trial) el zoledronato demostró mejoras en la DMO y en los niveles de los
t e1+
marcadores óseos a lo largo de 3 años de seguimiento. En este ensayo el ien
zoledronato vs. placebo (calcio más vitamina D) en mujeres postmeno- nd
páusicas con baja DMO, con o sin fracturas previas, demostró un 70% de pe
t á
reducción del riesgo para fracturas vertebrales, un 41% de reducción del es
y
riesgo para fracturas de cadera y un 25% en fracturas no vertebrales. En
i ca
lín
cuanto a las fracturas clínicas, hubo un 33% de reducción del riesgo en
C
a
su total, y un 77% de reducción del riesgo para las fracturas clínicas ver-
t ic
tebrales . ác
31

Pr
En un ECA realizado en población (hombres y mujeres, mayores de 50 ECA
de
a
años) con fracturas de cadera previas (Lyles et al. 2007), en el grupo de

G
zoledronato vs. placebo, se informa de un 35% de reducción del riesgo
a
st
para fracturas clínicas y un 28% de reducción significativa del riesgo de
e
mortalidad por cualquier causa31. de
n
En el MA de ECA del NICE 200838 cse ió han juntado los datos de estos 2 MA de ECA
c a
i
ECA y se presentan los riesgos relativos de fractura por tipo de localiza- 1++/1+
bl
ción en la población general: pu
la
e
– fracturas vertebrales morfométricas: 1 ECA (Black et al. 2007; n=
e sd
5.675), RR=0,30; IC 95%: 0,24 a 0,38.
d
s
o clínicas: 1 ECA (Black et al. 2007; n=7.736),

– fracturas vertebrales
5
RR=0,23; IC 95%: 0,14 a 0,37.
e d
ás vertebrales: 2 ECA (Black et al 2007; Lyles et al 2007,
-– fracturas no
m
o
n=9.863), RR=0,75; IC 95%: 0,66 a 0,85.
d
urri
– fracturas de cadera: 2 ECA (Black et al 2007; Lyles et al. 2007;
nsc
ran=9.863), RR=0,62; IC 95%: 0,47 a 0,83.
t
an
H

128 GUÍAS DE PRÁCTICA CLÍNICA EN EL SNS


¿Es seguro el tratamiento con zoledronato para prevenir la fractura
por fragilidad?
Resumen de la evidencia

El riesgo de desarrollar osteonecrosis de la mandíbula en mujeres postmeno-


páusicas y hombres con osteoporosis en tratamiento con bisfosfonatos orales o
intravenosos parece ser muy bajo. Basándose en una revisión de la literatura y
datos no-publicados, el riesgo actual de osteonecrosis de la mandíbula en pa- n.
ó
cientes con osteoporosis se estima entre 1 de 10.000 y menos de 1 en 100.000 aci
años paciente/tratamiento (Khosla S et al. 2007, editorial). La osteonecrosis de li z
t ua
la mandíbula puede ocurrir durante el tratamiento con bisfosfonatos orales ac o
intravenosos (IV). Sin embargo, el 94% de los casos de las series más u
s largas
GPC hasta la fecha de hoy (Woo et al. 2006) están descritos con zoledronato o pami- t e
n
dronato IV en pacientes con cáncer. Los FR incluyen: cáncer,ndinfusiones ie IV
frecuentes de bisfosfonatos que contienen nitrógeno y traumapoe infección en el
á
alveolo dental. Los informes de casos de osteonecrosis de ela st mandíbula asocia-
da al tratamiento con bisfosfonatos demuestran, en la mayoría y de las veces, una
i ca
asociación con extracción dental previa y exposiciónlíde n la mandíbula en pacien-
C
tes con cáncer en tratamiento IV con bisfosfonatos (Migliorati, 2005). La preva-
a
lencia estimada es aproximadamente uno de un t icmillón en pacientes con cáncer
ác
en terapia con bisfosfonatos31. Pr
de
a

G
ta
7.2.1.6. Otros resultados sobre la eficacia y la seguridad
es
de
de los bifosfonatos en general
ión
ac
ic
Resumen de la evidencia sobre la leficacia y seguridad de los bisfosfonatos
b
pu
a
l (MacLean et al. 2006)45 concluye que basándose en evi-
La RS de MA y ECA
d e
dencia limitadaesproveniente de ensayos comparativos, la superioridad en pre-
d
s
vención de ofracturas no ha sido demostrada para ninguno de los agentes en el
ñ
grupo de abisfosfonatos.
1++ 5
d e
La superioridad
s en prevención de fracturas tampoco ha sido demostrada para
los ábisfosfonatos en comparación con la calcitonina, el calcio, o el raloxifeno.
m
o
d Sin embargo, estos estudios no fueron diseñados ni con poder estadístico sufi-
urri
c ciente para identificar fracturas.
ns
tra Una RS de bases de datos administrativas (Cramer et al. 2007)74 concluye que el
an
H cumplimiento y la persistencia con la terapia con bisfosfonatos para la osteopo-
rosis son bajos, independientemente del tipo de fármaco. El cumplimiento y la
persistencia son algo mejores, pero todavía a nivel subóptimo, con las pautas
2++
semanales de bisfosfonatos en comparación con las pautas diarias de los mis-
mos. La consistencia de los datos entre los estudios confirma la utilidad de los
bases de datos para la determinación del cumplimiento y la persistencia con
distintas pautas terapéuticas.

GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA SOBRE OSTEOPOROSIS Y PREVENCIÓN DE FRACTURAS POR FRAGILIDAD 129
En 26 ECA evaluados de una RS de ECA (Pelayo et al. 2003)82 sobre terapia
con bisfosfonatos en mujeres postmenopáusicas con baja masa ósea, se registra-
ron los efectos adversos debidos a bisfosfonatos.
1+ Solo en 5 estudios (Heat et al. 2000, Välimäki et al. 2002, Lees et al. 1996, Mc-
Clung et al. 1998, Luckey et al. 2003) se encontraron más efectos adversos en el
grupo de tratamiento que en el placebo. La mayor parte de ellos se debieron a
síntomas gastrointestinales como dispepsia, flatulencia y esofagitis.
.
ón
a ci
a liz
tu
Mujeres postmenopáusicas osteoporóticas ac
su
e
nt
Recomendaciones de uso de los bisfosfonatos cuando esté indicado el tratamiento
e
farmacológico: di n
pe
s tá
Para reducir el riesgo de fractura de cualquier localizacióne(vertebral, no verte-
y
bral y cadera) el alendronato oral, el risedronato oral ycael zoledronato endove-
i
noso (uso hospitalario) han demostrado su eficacia en lín mujeres postmenopáusi-
C
cas osteoporóticas (A). a
c tic
Para reducir el riesgo de fractura vertebral elráibandronato oral (A), ibandrona-
P
to endovenoso (A) y el etidronato oral (A)
d e han mostrado ser eficaces en las
A y B mujeres postmenopáusicas osteoporóticas. a

G
Para reducir el riesgo de fractura no a vertebral el ibandronato oral y el ibandro-
st
eser
nato endovenoso ha demostrado e eficaz en subgrupos de alto riesgo (T-score
d
en cuello de fémur < -3,0) de mujeres postmenopáusicas osteoporóticas. No hay
n
evidencia en fractura de cadera c ió que permita su recomendación (B).
a
b lic
Posicionamiento de los
pu bisfosfonatos en esta población (ver Algoritmo 2).
la
En estos momentos d e en nuestro país el alendronato tiene un coste inferior al
s
de
resto de los bisfosfonatos recomendados.
 o s

La administración endovenosa del zoledronato e ibandronato condicionan su
uso. e 5
d
ás
m
d o
r i
c ur
ns
rt a
an
H

130 GUÍAS DE PRÁCTICA CLÍNICA EN EL SNS


Pacientes con tratamiento prolongado con GC
Recomendaciones de uso de los bisfosfonatos cuando esté indicado el tratamiento
farmacológico:

Para reducir el riesgo de fractura vertebral el risedronato oral, el alendronato


oral y el zoledronato endovenoso (de uso hospitalario, licencia en curso) han
A demostrado su eficacia en la osteoporosis inducida por glucocorticoides.
.
Posicionamiento de los bifosfonatos en esta población (ver Algoritmo 3). ón
a ci
liz
Para reducir el riesgo de fractura vertebral el etidronato oral ha mostradouasu
t
B eficacia en la osteoporosis inducida por glucocorticoides. ac
su
Posicionamiento de los bisfosfonatos en esta población (ver Algoritmo e 3).
ent
di
 El alendronato y etidronato no tienen esta indicación aprobadaenen España.
p
t á
es
y
a
Hombres con osteoporosis n ic

C
Recomendaciones de uso de los bisfosfonatos cuando esté indicado a el tratamiento
t ic
farmacológico: ác
Pr
de
Para reducir el riesgo de fractura vertebral í a el risedronato oral (C), el alendro-
u
nato oral (A) y el zoledronato endovenoso G (A) (Licencia en curso) han demos-
A y C trado su eficacia en los hombres con s ta osteoporosis.
e
d e
Posicionamiento de los bisfosfonatos n en esta población (ver Algoritmo 3).
c ió
 El alendronato no tieneliesta ca indicación aprobada en España.
b
pu
la
e
e sd
Mujeres premenopáusicas d con osteoporosis
o s
Recomendación deauso ñ de los bisfosfonatos cuando esté indicado el tratamiento
farmacológico e 5
d
ás
m
d oNo se recomienda el uso de bisfosfonatos en mujeres premenopáusicas osteo-
r i
 ur poróticas salvo en casos excepcionales.
c
ns Posicionamiento de los bifosfonatos en esta población (ver Algoritmo 3).
rt a
a n
H

GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA SOBRE OSTEOPOROSIS Y PREVENCIÓN DE FRACTURAS POR FRAGILIDAD 131
Precauciones generales en el uso de los principios activos del grupo
bisfosfonatos
Recomendaciones

Se recomienda mantener una buena higiene bucodental, especialmente en los



bisfosfonatos endovenosos.

No se recomienda el uso de los bisfosfonatos durante la gestación y deberían n.


D suspenderse en aquellas mujeres que planifiquen un embarazo hasta disponer ció
a
de evidencia sobre su seguridad en estas circunstancias. l iz
a u
act
Se recomienda seguir las pautas de administración y seguridad de cadau bisfos-
 s
fonato en particular descritas en la ficha técnica. t e
n
d ie
Es recomendable discontinuar la terapia con bisfosfonatos en n pacientes con
pe
D fracturas subtrocantéreas hasta evaluar el balance riesgo-beneficio tá individual
del paciente y decidir sus opciones de tratamiento (alerta de abril de 2009) es 4
.
y
a
ic
lín
C
a
Duración del tratamiento de los principios activos it c del grupo bisfosfonatos
ác
Recomendación Pr
de
í a
u
 G
Se recomienda no prolongar el tratamiento con bisfosfonatos más de 10 años.
ta
es
de
n

c ac
i
u bl
p
la
e
e sd
d
o s

5
de
á s
m
o
r rid
u
nsc
tra
a n
H

132 GUÍAS DE PRÁCTICA CLÍNICA EN EL SNS


7.2.2. Raloxifeno
¿Es eficaz el tratamiento con raloxifeno para prevenir la fractura
por fragilidad?
Mujeres postmenopáusicas

La respuesta se basa en cinco GPC. Cinco de estas recomendadas según AGREE (ICSI
200831, SEIOMM 200828; CKS 200632; SEGO-SEMFYC-CCib-AEEM 200420; Brown
200635). Además en dos MA de ECA: (NICE 200838; Casado et al. 200485) y en cinco RS de ón.
i
ECA: (MacLean et al. 200645, Iwamoto et al. 200675, McCarus et al. 200676, Schachter et al.
z ac
li
200587, Boyack et al. 200288). ua t
ac
su
te
ien
Evidencia científica e nd
p
á
El estudio MORE (Multiple Outcomes of Raloxifene Evaluation), con
est ECA
7.705 mujeres postmenopáusicas con osteoporosis, ha mostrado que el y 1+
i
raloxifeno a dosis de 60 mg/día (RR= 0,7; IC 95%: 0,5 a 0,8) y 120 mg/día ca
lín
C
(RR= 0,5; IC 95%: 0,4 a 0,7), reduce el riesgo de fracturas vertebrales de
a
forma significativa (Ettinger et al. 1999). Asimismo, tambiént ic reduce el
ác
Pr20,28,31
riesgo de fracturas no vertebrales (Delmas et al. 2002), pero sin alcanzar
de
significación estadística (RR=0,93; IC 95%: 0,81 a 1,06) .
a
El estudio CORE (Continuing Outcomes Relevant uí to Evista) (Ensrud et ECA
G
ta
al. 2006; Siris et al. 2005) incluyó 4.011 mujeres que continuaron 8 años 1+
es
más a partir del estudio MORE; no se observaron diferencias frente al
grupo placebo en el riesgo de presentarn al de menos una nueva fractura no

ac
vertebral (22,8% frente al 22,9%; RR= 1,0; IC 95%: 0,82 a 1,21) .
28,31

ic
Un MA de ECA38 presenta resultados u bl sobre la eficacia del raloxifeno vs. MA de ECA
p
placebo/no tratamiento en mujeres postmenopáusicas con osteoporosis 1+/1-
la
e
u osteopenia, con los siguientes resultados (se especifican los ensayos
sd
que se han juntado para de la estimación del riesgo relativo por tipo de
s
fractura): ñoa
5
– Fractura vertebral: 2 ECA (Ettinger et al. 1999; Lufkin et al. 1998,
d e
s
n= 4.639 pacientes), RR= 0,64 (IC 95%: 0,54 a 0,78).
á
m
– Fractura o no-vertebral: 2 ECA (Ettinger et al. 1999; Lufkin et al. 1998,
r rid
n=7.793 pacientes), RR = 0,91 (IC 95%: 0,78 a 1,05).
uc
ns
– raFractura de cadera: 2 ECA (Lufkin et al. 1998; Reginster et al. 2003 en
t
a n 7.793 pacientes), RR = 1,12 (IC 95%: 0,64 a 1,94).
H
– Fractura de muñeca: 1 ECA (Ettinger et al. 1999 de 7.705 pacientes),
RR= 0,88 (IC 95%: 0,68 a 1,14).
Los resultados de un MA previo (Seeman et al. 2006) señalan que el MA de ECA
tratamiento con raloxifeno 60 mg/día se asocia a una disminución del 1++
riesgo de fracturas vertebrales del 40% (OR= 0,60; IC 95%: 0,49 a 0,74)28.

GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA SOBRE OSTEOPOROSIS Y PREVENCIÓN DE FRACTURAS POR FRAGILIDAD 133
Con el objetivo de describir el efecto del raloxifeno sobre la reducción del RS de ECA
riesgo de fracturas en mujeres postmenopáusicas con osteoporosis, la RS 1++
de ECA MacLean et al. 200645 identificó 3 MA (Stevenson et al. 2005; See-
man et al. 2006; Schachter et al. 2005) y 2 ECA posteriores (Reid et al. 2004;
Barrett-Connor et al. 2006) que presentan datos sobre la incidencia de
fracturas en pacientes tratados con raloxifeno vs. placebo.
En el ECA de Reid et al. 2004, la población de estudio fueron mujeres
postmenopáusicas con riesgo moderado de fracturas. La frecuencia de
ó n.
fracturas fue recogida desde el punto de vista de efectos adversos. No se
a ci
observó una diferencia estadísticamente significativa en el riesgo de iz
al
fractura entre los grupos de raloxifeno y el placebo, pero el estudio no tu
fue diseñado con el objetivo de detectar estas diferencias, por lo cual no ac
su
tenía suficiente poder estadístico.
n te
ie
El ECA RUTH (Raloxifene Use for The Heart) (Barrett-Connor et al. nd
e
2006) fue diseñado para investigar los efectos del raloxifeno sobre los p
t á
eventos cardiovasculares y el cáncer de mama en mujeres postmenopáu- es
sicas. Las fracturas fueron una variable de resultado secundaria. y Los
i ca
pacientes en tratamiento con raloxifeno presentaron menor líriesgo n de
fracturas vertebrales clínicas en comparación con el grupo C placebo
a
t ic
ác
(OR= 0,66; IC 95%: 0,48 a 0,90). No había diferencias significativas en
cuanto a las fracturas no vertebrales. Pr
e
d
Un MA de ECA (Cranney et al. 2002) incluye íadatos que sugieren la RS de ECA
eficacia del raloxifeno en la prevención de fracturas u por fragilidad. Para 1++
G
t
fracturas vertebrales, la reducción del riesgo a fue de un 40% y para
es
e
fracturas no vertebrales, la reducción del riesgo fue de un 8% (resultado
d
estadísticamente no significativo)75. ión
ac
ic
bl
pu
Resumen de la evidencia la
sde
de
1++ ñ os
El raloxifeno previene las fracturas en mujeres postmenopáusicas con bajo
riesgo ade fractura45.
5
de
s
áUna GPC31 basándose en datos del ECA STAR (Study of Tamoxifen and
m
do Raloxifene trial, Vogel et al. 2006), concluye que el raloxifeno parece ser
1urri apropiado como uno de los fármacos de primera elección en la terapia de la
sc osteoporosis en mujeres con elevado riesgo de fracturas vertebrales y de
tran cáncer de mama.
an
H
El raloxifeno ha demostrado ser eficaz en la reducción del riesgo de fractu-
1+/1++ ras vertebrales tanto morfométricas como clínicas en mujeres postmenopáu-
sicas32,35,75,76,85.

La evidencia disponible no demuestra la eficacia del raloxifeno en la preven-


1+/1++
ción de fracturas no vertebrales, de cadera y de muñeca32,35,75,85,87,88.

134 GUÍAS DE PRÁCTICA CLÍNICA EN EL SNS


Mujeres postmenopáusicas osteoporóticas
Recomendaciones de uso del raloxifeno cuando esté indicado el tratamiento
farmacológico:

El raloxifeno oral ha demostrado ser eficaz en la reducción de la fractura verte-


bral en las mujeres postmenopáusicas osteoporóticas. No hay evidencia en frac-
A tura de cadera que permita su recomendación.
.
Posicionamiento del raloxifeno en esta población (ver Algoritmo 2). ón
ci
a
liz
En las mujeres postmenopáusicas osteoporóticas, el tratamiento con raloxifeno a
A c tu
disminuye sustancialmente el riesgo de cáncer de mama invasivo. a
su
e
ent
i
Otros grupos de población
e nd
p
No se han encontrado estudios publicados que permitan recomendarstla á utilización del ra-
e
loxifeno en la prevención y/o tratamiento de la osteoporosis inducida por GC, o en la os- y
a
teoporosis en hombres. ic
lín
C
a
it c
c
Prá
¿Es seguro el tratamiento con raloxifeno para prevenir la fractura
de
por fragilidad? a

G
ta según AGREE (ICSI 200831, SEIOMM
La respuesta se basa en 5 GPC recomendadas es
200828, CKS 200632, SEGO-SEMFYC-CCib-AEEM 2004 de 20
, Brown 200635) y en dos RS de
ón
ECA: (MacLean et al. 200645; Schachter ci et al. 2005 ).
87

a
b lic
pu
Evidencia científica la
e
e sd
El raloxifeno, comparado d con placebo y con un seguimiento a 4 años RS de ECA
o s
(Cauley et al. 2001), ha mostrado un aumento del riesgo de eventos 1+

5
tromboembolíticos (RR=2,13; IC 95%: 1,21 a 3,75) 20
.
En el ECA RUTH de (Raloxifene Use for The Heart) (Barrett-Connor et al. ECA
á s
m
2006) en el grupo de tratamiento con raloxifeno se demostró un elevado 1++
d o
riesgo de r i ictus mortal (59 vs. 39 eventos; Hazard ratio, HR=1,49; IC
c ur
95%: 1,00 - 224) y tromboembolismo venoso (103 vs. 71 eventos; Hazard
ns
rt a
ratio, HR=1,44; IC 95%: 1,06 – 1,95).
anUn MA de ECA (Cranney et al. 2002) estimó un mayor riesgo de MA de ECA,
H
discontinuar la medicación con raloxifeno por los efectos adversos en los
grupos de intervención (RR=1,15; IC 95%: 1,0 a 1,33). Este mayor riesgo
fue significativo para los sofocos (RR=1,46; IC 95%: 1,23 a 1,74)20.
En una RS de ECA previa también se observó una mayor incidencia de RS de ECA
sofocos y calambres en las piernas (Davies et al. 1999)20. 1++

GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA SOBRE OSTEOPOROSIS Y PREVENCIÓN DE FRACTURAS POR FRAGILIDAD 135
Resumen de la evidencia

El tratamiento con raloxifeno es bien tolerado. Los efectos secundarios más


1++ frecuentes descritos en la terapia con raloxifeno han sido sofocos, calambres en
miembros inferiores y la aparición de un leve edema periférico28,87.

Varias GPC, basándose en evidencia de calidad 1++, informan que el efecto


adverso grave más común ha sido el incremento en el riesgo de episodios de
1++ .
trombosis venosa profunda, presentándose casi tres veces más frecuentemente ión
en los pacientes tratados con raloxifeno que en el grupo control28,31,32,35,87. ac
iz l
t ua
En comparación con placebo, el raloxifeno presenta un mayor riesgo conjuntoa c
1++ de embolismo pulmonar, trombosis venosa y eventos cardiovasculares su leves
e
como dolor anginoso, palpitaciones, taquicardia y vasodilatación45.ent
i
e nd
Una GPC28, basándose en estudios de calidad 1++, concluye pque los datos de

1++ seguridad a largo plazo (5-8 años) indican que el raloxifeno no incrementa la es
mortalidad global, ni modifica el riesgo de enfermedad acoronaria. y
i c
lín
Dos GPC32,35, basándose en estudios de calidad 1++, C informan que el raloxifeno
a
1++ no incrementa el riesgo de hiperplasia endometrial, t ic ni de cáncer del endometrio
ác
después de 3 años de tratamiento. Pr
de
í a
u
G
Precauciones generales en el uso delstaraloxifeno
e
Recomendaciones de
n
c ió
a
No debe administrarse en b licmujeres con riesgo elevado de enfermedad tromboem-
A
bólica venosa. pu
la
e
No se recomienda e sd su uso en mujeres premenopáusicas o con sangrado uterino

no filiado. os
d

 5
Ante clínica climatérica intensa (sofocos) no se recomienda el uso de raloxifeno.
de
ás
Sem recomienda seguir las pautas de administración y seguridad del raloxifeno
 o
r rid descritas en la ficha técnica.
u
nsc
tra
a n
H Duración del tratamiento con raloxifeno
Recomendación

Se recomienda no prolongar el tratamiento con raloxifeno más de 8 años hasta



que no se dispongan de más datos de seguridad.

136 GUÍAS DE PRÁCTICA CLÍNICA EN EL SNS


7.2.3. Ranelato de estroncio
¿Es eficaz el tratamiento con ranelato de estroncio para prevenir
la fractura por fragilidad?

La respuesta se fundamenta en dos GPC: una recomendada según AGREE (SEIOMM


200828). También en un MA de ECA (O’Donnell et al. 200689) y tres RS de ECA: (McCarus
et al. 200676, Mosekilde et al. 200569, Boonen et al. 200581). Finalmente, en el MA de ECA
del NICE 200838. .
ión
De los diferentes subgrupos de población interés de la presente GPC, la evidencia sobreizela
c
a l
efecto del ranelato de estroncio corresponde al de mujeres postmenopáusicas osteoporó- tu
ticas. No se ha encontrado evidencia en los otros subgrupos: osteoporosis inducida por c
a GC,
hombres o mujeres premenopáusicas. su
e t
i en
nd
Mujeres postmenopausicas osteoporóticas pe

es
Evidencia científica y
ca
En un MA de ECA del NICE 200838 se realizan diferentes lí ni
C MA que MA de ECA
avalúan la eficacia del ranelato de estroncio vs. placebo a en mujeres 1++/1+
c tic
postmenopáusicas osteoporóticas. rá P
de
En uno de los MA (3 estudios: Adami et al. 2006; Reginster et al. 2005;
í a
Reginster et al. 2007) (n=5.254) se observó una reducción en el número
u
G ranelato de estroncio a
ta
de fracturas vertebrales en el grupo tratado con
es
los tres años comparado con placebo (RR=0,62; IC 95%: 0,55 a 0,71).
de
En otros de los análisis (2 estudios: Meunier ón et al. 2004; Reginster et al.
a ci
2005) (n=6.374) se observó un número menor de fracturas no vertebrales
lic
en el grupo tratado con ranelatoubde estroncio a los tres años comparado
p
la
con placebo (RR=0,86; IC 95%: 0,74 a 0,99).
e
En el ECA (Reginster eetsdal. 2005) (n=4.932) se informó que no hay
d
diferencias significativas
o s entre ambos grupos (ranelato de estroncio vs.

placebo) en las fracturas de cadera (RR=0,85; IC 95%: 0,61 a 1,19) y de
5
de
muñeca (RR=1,00; IC 95%: 0,74 a 1,36) a los tres años del tratamiento.
En cambio, en s
á el grupo tratado con ranelato de estroncio hubo una
m
reducción significativa en el número de fracturas de húmero (RR=0,53;
o
rid
IC 95%: 0,29 a 0,94).
r
u
nsc
tra
a n
H

GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA SOBRE OSTEOPOROSIS Y PREVENCIÓN DE FRACTURAS POR FRAGILIDAD 137
En un MA (O’Donnell et al. 2006)89 de cuatro ECA (Meunier et al. 2002; MA de ECA
Meunier et al. 2004; Reginster et al. 2002; Reginster et al. 2005) realizados 1++
en mujeres postmenopáusicas (68 años de edad media) con y sin
fracturas previas. Tres de los cuatro ECA, prescribieron pautas de
ranelato de estroncio de tratamiento (0,5-2 g/día) y el otro preventiva
(0,125-1 g/día). Con la pauta de 2 g/día de ranelato de estroncio durante
un período de tres años, se observó una reducción de 37% de las
fracturas vertebrales (RR=0,63; IC 95%: 0,56 a 0,71) y de 14% de las
.
fracturas no vertebrales (RR=0,86; IC 95%: 0,75 a 0,98). El ECA ión
(Meunier et al. 2004) con dosis de 0,5 g/día vs. placebo durante un ac
liz
período de dos años demostró una reducción de 31% en las fracturas a
c tu
vertebrales, hallazgo no significativo (RR= 0,69; IC del 95%: 0,47 a 1,01). a
El mismo estudio demostró una reducción del 6% en las fracturas su
te
vertebrales con 1,0 g/día durante el mismo período de tiempo, hallazgo ien
no significativo (RR= 0,94; IC del 95%: 0,68 a 1,30). No hubo estudios end
que evaluaran los efectos de dosis inferiores de ranelato de estroncio p
t á
sobre la incidencia de fracturas no-vertebrales. es
y
a
ic
Un estudio post hoc (Hodsman et al 2003) ha estimado la reducción de
n
Estudio

la incidencia de fracturas de cadera en un 36% (IC 95%: 29 a 62%) 28
post hoc 2+
C
a
c tic
á
Pr
Resumen de la evidencia de
a

G
Una GPC28 basándose en estudios tade calidad 1+ concluye que el ranelato de
es
estroncio reduce la incidenciade de fracturas vertebrales, tanto clínicas como
1+ n
radiológicas en mujeres postmenopáusicas con osteoporosis. El ranelato de
c ió
a
estroncio es un fármaco eficaz en la disminución de fracturas no vertebrales en
b lic
mujeres postmenopáusicas
u osteoporóticas.
p
la
Hay evidencia sólida e que apoya la eficacia del ranelato de estroncio en la
e sd
reducción ded las fracturas vertebrales en mujeres postmenopáusicas con
1++
osteoporosis.
ñ os La evidencia sobre la reducción de las fracturas en otras
a
localizaciones en este grupo de población es menor89.
5
de
s
El áranelato de estroncio disminuye el riesgo de fracturas vertebrales y no
1++/1+ m
overtebrales en mujeres postmenopáusicas con osteoporosis69,76,81.
rr id
u
nsc Según una GPC28 el ranelato de estroncio podría ser eficaz en la disminución
a
trGPC de fracturas de cadera en mujeres con osteoporosis de alto riesgo y, por lo tanto,
an lo recomienda en este grupo de pacientes con grado B.
H

138 GUÍAS DE PRÁCTICA CLÍNICA EN EL SNS


Recomendaciones de uso del ranelato de estroncio cuando esté indicado el tratamiento
farmacológico

El ranelato de estroncio oral ha demostrado ser eficaz en la reducción de la frac-


A tura vertebral y no vertebral en las mujeres postmenopáusicas osteoporóticas.
Posicionamiento del ranelato de estroncio en esta población (ver Algoritmo 3).

Para reducir el riesgo de fractura de cadera se recomienda el ranelato de es-


.
B troncio en subgrupos de alto riesgo (T-score en cuello de fémur < -3,0 y más de ión
74 años). ac
iz l
t ua
a c
su
e
¿Es seguro el tratamiento con ranelato de estroncio para prevenir ent
i
la fractura por fragilidad? e nd
p
t á
La respuesta se fundamenta en dos GPC recomendadas según AGREE (SEIOMM 2008 es 28
y
y CKS 2006 ); en el MA de ECA (O'Donnell et al. 2006) , en una a
c RS de ECA (McCarus
ni
32 89

et al. 2006) y en el informe de evaluación del NICE 161 basado


76 39 l í en el MA de ECA del
C
NICE38. c a
i
áct
Sólo se ha identificado evidencia sobre el ranelato de P r
estroncio en el subgrupo de mujeres
postmenopáusicas osteoporóticas. d e
a

G
s ta
Mujeres postmenopáusicas osteoporóticas e
de
n
Evidencia científica
c ió
ca
Los efectos adversos del ranelatoblide estroncio son leves y transitorios GPC
p u
y ocurren en aproximadamente el 6% de las mujeres. En raras ocasio-
la
nes pueden producirse severas d e reacciones alérgicas, incluyendo rash
e s
con síntomas sistémicosdde eosinofilia. En este caso debe interrumpirse
el tratamiento y consultar ñ os de forma urgente al médico32.
a
Se encontró un mayor 5 riesgo de diarrea con una dosis de 2 g/día de RS de ECA
d e
ranelato de estroncio. Sin embargo, los efectos adversos no afectaron al 1++
número de m ás
abandonos ni aumentaron el riesgo de efectos secundarios
o
r rid
graves (gastritis o muerte). A los tres o cuatro años de tratamiento con
esta dosisu de ranelato de estroncio se observó un leve aumento en el
nsc
riesgo de efectos secundarios vasculares y del sistema nervioso89.
tra
anLa incidencia de los efectos adversos con el ranelato de estroncio son RS de ECA
H similares al grupo tratado con placebo, con la excepción de la diarrea 1+
transitoria (6,1% vs. 3,6%, respectivamente, p=0,02)76.

GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA SOBRE OSTEOPOROSIS Y PREVENCIÓN DE FRACTURAS POR FRAGILIDAD 139
Resumen de la evidencia

Dos GPC28,32 concluyen que la tolerancia al ranelato de estroncio es buena, con


efectos adversos de poca importancia, como molestias abdominales pasajeras
4 (náuseas y diarrea) y reacciones cutáneas. Se ha señalado la posibilidad de que
aumente la tendencia a la trombosis venosa profunda y el embolismo pulmonar,
pero este aspecto aún no ha quedado establecido con claridad.
.
La intolerancia al ranelato de estroncio está definida por náuseas persistentes o ión
1++
diarrea que requieran interrumpir el tratamiento38,39. ac
iz l
t ua
Con la dosis de 2 g/día de ranelato de estroncio no aumentaron significativa-
a c
mente los efectos adversos que conllevan abandono del tratamiento.suDeben
e
nty neuroló-
1++
estudiarse con más detenimiento los efectos secundarios vasculares e
i
gicos potenciales del ranelato de estroncio89. nd
pe

es
y
a
Precauciones generales en el uso del ranelato de estroncio
n ic

Recomendaciones C
a
c tic
á
Se recomienda interrumpir el tratamiento eante Pr la aparición de reacciones cutá-
 d
neas por el riesgo de DRESS*. a

G
No debe administrarse en mujeresstcon a riesgo elevado de enfermedad tromboe-
A e
mbólica venosa.
de
ón
Se recomienda seguir las apautas ci de administración y seguridad del ranelato de

l i c
estroncio descritas en lab ficha técnica.
pu
* El síndrome DRESS, así llamado la por las iniciales inglesas (Drug Rash with Eosinophilia and Systemic
Symptoms) es una toxicodermiadgrave e de etiología desconocida caracterizada por fiebre, exantema, adenopa-
tías, alteraciones hematológicas e sy afectación visceral.
d
o s

5
Duración deldtratamientoe con ranelato de estroncio
á s
Recomendación m
o
r rid
cu Se recomienda no prolongar el tratamiento con ranelato de estroncio más de 8
s
n
tra años hasta que no se dispongan de más datos de seguridad.
a n
H

140 GUÍAS DE PRÁCTICA CLÍNICA EN EL SNS


7.2.4. Fármacos osteoformadores
(teriparatida y parathormona)
¿Es eficaz el tratamiento con teriparatida para prevenir la fractura
por fragilidad?

Las recomendaciones sobre eficacia y seguridad de la teriparatida y PTH (1-84) se encuen-


tran al final del apartado, después de la descripción de la evidencia para cada uno de n.

ellos. ac
a liz
De los diferentes subgrupos de población interés de la presente GPC, la evidencia sobre
tu el
c
a os-
efecto de la teriparatida corresponde al de mujeres postmenopáusicas osteoporóticas,
teoporosis inducida por GC y hombres. su
e t
i en
nd
Mujeres postmenopáusicas osteoporóticas pe

es
y
La respuesta se fundamenta en seis GPC, tres recomendadas según a AGREE (SEIOMM
ic
35lín
2008 ; SEGO-SEMFYC-CCib-AEEM 2004 ; Brown 2006C ) y una recomendada con
28 20

a
cambios según el mismo instrumento: (SNAMFAP 2006)46i.cAdemás, de las GPC anteriores
c t
las recomendaciones se basan en tres RS de ECA: (Craney
r á et al. 2006 91
; McCarus et al.
2006 ; Mosekilde et al. 2005 ).
76 69 P
e d
a

G
t a
Evidencia científica es
de
n
Un ECA (Gallagher et al. 2005) en mujeres postmenopáusicas con alto ECA
c ió
riesgo de fracturas informa una disminución a del riesgo de fractura 1
b lic
vertebral (OR=0,34, IC 95%: 0,22 a 0,54) y no vertebral (OR=0,63, IC
pu
95%: 0.39 a 1,00) en el grupo tratado con teriparatida vs. placebo durante
l a
21 meses45. d e
s
de
En un ECA (Neer et al. 2001) realizado en mujeres postmenopáusicas ECA
o s

con osteoporosis (n=1.637) y fracturas previas (cerca del 60% con 1++
5
antecedentes de dos fracturas vertebrales o más) y una edad media de 70
de
años se compararon dos pautas de tratamiento con teriparatida (20 μg/día
á s
vs. 40 μg/día) vs. m placebo después de 21 meses de tratamiento (promedio).
o
La teriparatida
r rid redujo el riesgo de nuevas fracturas vertebrales
u
(RR=0,35; IC 95%: 0,22 a 0,55 a dosis de 20 μg/día; RR=0,31; IC 95%:
c
a ns
0,19 a 0,50 a dosis de 40 μg/día) y no vertebrales (RR=0,47; IC 95%: 0,25
tr
n
a 0,88; RR=0,60, IC 95%: 0,39 a 0,91 a dosis de 40 μg/día). No se
a
H encontraron diferencias estadísticamente significativas para las fracturas
de cadera entre los grupos tratados y placebo aunque el número de
nuevas fracturas no vertebrales fue muy pequeño para subanálisis por l
ocalización20,28,31,32,38,45,46,69,76,91.

GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA SOBRE OSTEOPOROSIS Y PREVENCIÓN DE FRACTURAS POR FRAGILIDAD 141
Resumen de la evidencia

La GPC28 indica que la teriparatida reduce las fracturas vertebrales y no


GPC
vertebrales en mujeres postmenopáusicas con osteoporosis grave.

Otra GPC35 basándose en estudios de calidad 1+ concluye que la teriparatida es


1+ eficaz en prevenir las fracturas vertebrales y no vertebrales en mujeres postme-
nopáusicas con osteoporosis grave.
.
ón
Una GPC20 concluye que la teriparatida reduce el riesgo de fractura vertebral a ci
liz
GPC pero no se considera un tratamiento de primera línea de la osteoporosisuaen
t
mujeres postmenopáusicas. ac
su
Otra GPC46 del año 2006 concluye que el tratamiento con teriparatida t e está
i en
restringida a un máximo de 18 meses que debe administrase diariamente por d
GPC vía subcutánea y debería estar prescrita preferentemente ppor en especialistas

(reumatólogos). Desde febrero 2009, en la ficha técnica de la agencia española es
del medicamento el tiempo de tratamiento recomendado es de 24 meses. y
i ca
lín
Hay evidencia que sustenta que el tratamiento con teriparatida C ya sea a dosis de
a
it c
1++ 20 ug/día o 40 ug /día disminuye el riesgo de fracturas vertebrales y no vertebra-
ác
les en mujeres postmenopáusicas con osteoporosis Pr y fracturas previas69,91
de
El tratamiento con teriparatida tiene eficacia í a antifractura y es una opción tera-
1+ u
péutica para mujeres postmenopáusicas G con osteoporosis grave76.
s ta
e
de
n
c ió
a
Pacientes con tratamiento prolongado b lic con GC
p u
la
La respuesta se fundamenta en una GPC recomendadas según AGREE (SEMI 2007) 29
.
d e
Posteriormente, se ha publicado s un ECA (Saag et al. 2007) y su seguimiento a 36 meses
de
92

(Saag et al. 2008)93. os



5
de
á s
m
o
r rid
u
nsc
tra
a n
H

142 GUÍAS DE PRÁCTICA CLÍNICA EN EL SNS


Evidencia científica

En un ECA (Saag et al. 2007) se comparó la teriparatida (n=214; 20 μg/día) ECA


vs. alendronato (n=214; 10 mg/día) en una población de hombres y mu- 1+
jeres con osteoporosis inducida por GC (prednisona o equivalente en
dosis 5mg/día o más durante al menos 3 meses). En el grupo teriparatida
se observaron menos nuevas fracturas vertebrales que en el grupo con
alendronato (0,6% vs. 6,1%; p=0,004). La incidencia de fracturas no ver-
tebrales fue similar en los dos grupos (5,6% vs. 3,7%; p=0,36). A los 36 .
ón
meses, los pacientes tratados con teriparatida tuvieron un número me- a ci
nor de fracturas vertebrales nuevas en comparación con los pacientes a liz
tu
tratados con alendronato93. ac
Un estudio de cohorte (Lane et al, 1998) (n=51) en mujeres postme- s
Estudiou
t e
nopáusicas (50-82 años) afectadas de enfermedades inflamatorias crónicas de n cohorte
d ie
con tratamiento con GC (prednisona 5-20 mg/día o equivalente durante n 2+
más de un año) y osteoporosis diagnosticada por DXA se comparó el pe

tratamiento con teriparatida 25 μg/día (más estrógenos como THS) esvs.
y
THS (estrógenos) durante un año. En el grupo tratado con teriparatida c a no
i
se observó ninguna fractura y en el grupo control una29. lín
C
a
t ic
c
Prá
Hombres con osteoporosis
de
í a
u
G
La respuesta se fundamenta en una GPC recomendada según AGREE (SEIOMM 2008) 28
,
t a
en un MA de ECA (McLean 2006) y en una 45 s
e RS de ECA (Craney et al. 2006) .
91

d e
i ón
Evidencia científica ac
l ic
ub
Dos ECA describen la eficaciap de la teriparatida en la prevención de
la
fracturas por fragilidad vs. dplacebo e en hombres con osteoporosis a los 11
e s
meses (Orwoll et al. 2003) y a los 18 meses (Kaufman et al. 2005). No
d
hubo diferencias significativaso s en el riesgo de fracturas no vertebrales a

los 11 meses. A los 18 meses, se observó una reducción significativa en el
ECA
5 1++
de
riesgo de fractura de cualquier localización (OR=0,16; IC 95%: 0,04 a
ás
0,65) y reducción no significativa en las fracturas vertebrales (OR=0,44;
m
o
IC 95%: 0,18 a 1,09) en el grupo tratado con teriparatida en compara-
ción con r ridel grupo control con placebo28,45,91.
u
nsc
tra
a n
H
Resumen de la evidencia

Hay evidencia de la eficacia del tratamiento con teriparatida en hombres


1++
con osteoporosis en la incidencia de fracturas91.

GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA SOBRE OSTEOPOROSIS Y PREVENCIÓN DE FRACTURAS POR FRAGILIDAD 143
¿Es seguro el tratamiento con teriparatida para prevenir la fractura
por fragilidad?

La respuesta se fundamenta en dos GPC recomendadas según AGREE (SEIOMM 200828;


Brown 200635) y en tres RS de ECA: (Craney et al. 200691, McCarus et al. 200676; Mosekilde
et al. 200569).
A diferencia de la pregunta sobre eficacia donde se ha identificado evidencia para algunos
de los subgrupos de población en el caso de seguridad la información disponible sólo abar- .
n
ca a las mujeres postmenopáusicas osteoporóticas y osteoporosis inducida por GC. En esteció
z a
sentido, deriva de un ECA (Saag et al. 2007)92 y su seguimiento a 36 meses (Saag et lial.
ua
2008) . ct
93
a
su
e
nt
Evidencia científica ie d
pen
En un ECA (Saag et al. 2007)92 se comparó la teriparatida (n=214; tá ECA
20 μg/día) vs. alendronato (n=214; 10 mg/día) en una población de hom- es 1+
y
bres y mujeres con osteoporosis inducida por GC (prednisona oicequiva- a
lente en dosis 5 mg/día o más durante al menos 3 meses). El perfil de lín
C
seguridad de ambos fármacos fue similar, sin diferencias significativas a en
t ic
la incidencia global de efectos adversos o la incidencia rde ác efectos adver-
sos graves. Hubo algunas diferencias significativas en P efectos adversos
de
específicos entre los grupos. A los 36 meses (Saag et í a al. 2008)93, no hubo
u de pacientes con un
diferencias significativas entre grupos en el número G
ta
es
efecto adverso o más (91% teriparatida vs. 86% alendronato; p=0,116).
Significativamente más pacientes tratados de con teriparatida informaron
n

náuseas, disnea, insomnio e infección vírica; significativamente más pa-
cientes con alendronato informaron c acpoliartritis, disminución de peso e
i
incremento de los enzimas hepáticos. u bl Se declaró hipercalcemia en un
p
paciente en el grupo teriparatida la y ninguno en el de alendronato.
d e
es
Los efectos adversos más frecuentes con la dosis de 20 μg/día de teripa-
d
ECA
ratida han sido náuseas, cefalea, vértigo y calambres en extremidades 1++
ñ os
inferiores. Se ha observado a un discreto aumento de la excreción urinaria
de calcio y un 11% 5 de los pacientes presentaron hipercalcemia leve y
d e
generalmenteástransitoria28,35.
Una RS de m
d o ECA91 inlcuye nueve ECA que compararon el tratamiento RS de ECA
r i
c ur
con teriparatida vs. comparadores (placebo, calcio, alendronato, THS), 1++
ns
se observó un incremento de los niveles plasmáticos de calcio: 3-11%
tra
con 20 μg/día, 17-38% (40 μg/día) y 0-3% (comparadores). En seis ECA
an
H se observó hipercalciuria transitoria con diferencias entre 0-10% entre
teriparatida y comparadores. En 2 ECA, la frecuencia de dolor de cabe-
za en pacientes tratados con teriparatida osciló entre 8-11%. En dos
ECA el tratamiento con 20 μg/día con teriparatida produjo vértigos
(3%) y calambres en las piernas (2-8%). En ECA se informa hiperurice-
mia en el 0-3% de los pacientes91.

144 GUÍAS DE PRÁCTICA CLÍNICA EN EL SNS


En un ECA (Neer et al. 2001) en mujeres postmenopáusicas con fractura RS de ECA
vertebral previa el grupo tratado con teriparatida (40 μg/día) presenta 1+
un porcentaje mayor de afectadas con náuseas y dolor de cabeza de ma-
nera transitoria que el grupo placebo (náusea: 18% vs. 8 %; p<0,001;
dolor de cabeza: 13% vs. 8%; p<0,01)69.
En un ECA (Lindsay et al. 1997) de muestra pequeña realizado en mu- RS de ECA
jeres postmenopáusicas con osteoporosis, dos mujeres abandonaron el 1+
ensayo: una por dolor de espalda y otra por desarrollar nódulos subcu-
táneos en el sitio de la inyección69. ón.
a ci
iz
al
tu
ac
Resumen de la evidencia su
n te
d ie
El tratamiento con teriparatida en la población con osteoporosis inducida
1 p en
por GPC fue bien tolerada .92,93
á t
es
y
Una GPC publicada en el 2004 concluía que la exposición a la teripara-
35
c a
i
tida en humanos debía limitarse a 1-2 años debido
lín a los resultados obser-
GPC vados en animales. Aquellos que habían recibido C siempre teriparatida
c a
t i
presentaban una incidencia mayor de osteosarcomas. Estos resultados no
se han observado en humanos. r ác
P
de
Los tratamientos con teriparatida í a
u aumentan la calcemia transitoriamen-
1++ te. Si este incremento persisteta se G puede resolver disminuyendo los suple-
mentos de calcio y de vitamina es D91.
d e
n
Los efectos adversosciaó largo plazo de teriparatida son desconocidos, por
a
1++ lo tanto la Food and
b lic Drug Administration (FDA) americana recomienda
tratamientos nopusuperiores a los dos años76.
la
El tratamiento d e con teriparatida provoca náuseas y dolor de cabeza tran-
1++ es
sitorios69d.
o

5
de
ás
m
do
urri
c
ns
tra
an
H

GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA SOBRE OSTEOPOROSIS Y PREVENCIÓN DE FRACTURAS POR FRAGILIDAD 145
¿Es eficaz el tratamiento con teriparatida para tratar el dolor de la fractura
vertebral?

La respuesta a esta pregunta se fundamenta en una GPC recomendada según AGREE


(SEIOMM 2008)28 y en una RS de ECA (Craney et al. 2006)91.

Evidencia científica
ón.
ci
Un ECA (Neer et al. 2001) con teriparatida y dos estudios con 20 mcg/día RS de ECA iza
l
teriparatida-10 mg/día de alendronato (McClung et al. 2005; Body et al. 1++ tua
2002) informan de la disminución del dolor de espalda. ac
s u
Un MA (Nevitt et al. 2005) de ECA que compara teriparatida vs. otras t e
n
alternativas (placebo, calcio, alendronato, THS) en los pacientes trata- die
n
dos con teriparatida se observa menor dolor de espalda (RR=0,6; IC pe
95% 0,55 a 0,80)91. tá
es
y
i ca
lín
Resumen de la evidencia C
a
t ic
c
P rá
El tratamiento con teriparatida se asocia ea una reducción de la raquialgia en
1++ d
pacientes con osteoporosis28. a

G
Hay evidencia que el dolor de espalda s ta puede disminuir con el tratamiento con
e
1++ teriparatida en pacientes con osteoporosis. d e No hay evidencia de que la teripara-
tida mejore la calidad de vida n
ó .
91

a ci
b lic
pu
Recomendación la
e
e sd
d
Aunque oha s demostrado efecto analgésico en el dolor de espalda asociado a

fractura añ
5 vertebral no se recomienda su uso en esta indicación.
de
á s
m
o
r rid
u
nsc
tra
a n
H

146 GUÍAS DE PRÁCTICA CLÍNICA EN EL SNS


¿Es eficaz el tratamiento con PTH (1-84) para prevenir la fractura
por fragilidad?

La respuesta a esta pregunta se fundamenta en una GPC recomendadas según AGREE


(SEIOMM 2008)28 y en el MA de ECA del NICE 200838.

Evidencia científica
.
ón
En un ECA (Greenspan et al. 2007) realizado en mujeres postme- ECA
a ci
nopáusicas (n=2.532) se comparó el tratamiento con 100 mg de PTH 1+
a liz
(1-84) vs. placebo durante 18 meses. Hubo pocos pacientes con fractura tu
vertebral en el grupo tratado comparado con el grupo con placebo ac
su
(RR=0,39; IC 95%: 0,22 a 0,69). No hubo diferencias significativas entre t e
los grupos en el número de fracturas no vertebrales (RR=0,97; IC 95%: ien
d
0,71 a 1,33). Tampoco hubo diferencias significativas en el número de en
p
fracturas de cadera (RR=0,85; IC 95%: 0,61 a 1,19)28,38. tá
es
y
ica
Resumen de la evidencia lín
C
a
t ic
La GPC basándose en estudios de calidad 1+ácconcluye que el tratamiento con
28

Pr
PTH (1-84) durante un año produce un aumento progresivo, dependiente de la
1+ dosis, de la DMO lumbar, con cambios no de
í a significativos en el fémur. Estos cam-
bios se asocian a un aumento precoz de u
G los marcadores óseos, especialmente los
ta
es
de formación.
de
n

c ac
i
¿Es seguro el tratamiento con u bl PTH (1-84) para prevenir la fractura
por fragilidad? p
la
e
e sd
La respuesta a esta pregunta d se fundamenta en una RS de ECA (Craney et al 200691).
o s

Evidencia científica 5
de
En dos ECA á(Hodsman s et al. 2003; Black et al. 2003) se produjo hipercal- RS de ECA
m
o
cemia entre el 12%-15,6% de los pacientes tratados con PTH (1-84); en 1++
otro estudior rid (Black et al. 2003), tres pacientes con hiperuricemia asociada
u
nsc
con gota y 14% de abandonos en el grupo tratado con PTH (1-84) 91
.
rt a
an
H Resumen de la evidencia

Los tratamientos con PTH (1-84) incrementan de forma transitoria la calcemia.


1++ Si persiste el aumento de calcio en sangre puede resolverse disminuyendo los
suplementos de calcio y vitamina D91.

GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA SOBRE OSTEOPOROSIS Y PREVENCIÓN DE FRACTURAS POR FRAGILIDAD 147
Recomendaciones fármacos osteoformadores: teriparatida y PTH (1-84)
Mujeres postmenopáusicas osteoporóticas
Recomendaciones de uso de los fármacos osteoformadores cuando esté indicado el tra-
tamiento farmacológico

Para reducir el riesgo de fractura vertebral la teriparatida y la PTH (1-84) han


mostrado ser eficaces en las mujeres postmenopáusicas osteoporóticas. La teri-
paratida también ha demostrado ser eficaz en la reducción del riesgo de fractu- ón.
i
A ras no vertebrales. Ninguna dispone de evidencia sobre su efecto en la preven- z ac
li
ción de fracturas de cadera. ua
a ct
Posicionamiento de la teriparatida y PTH (1-84) en esta población (ver Algorit-
su
mo 2). t e
i en
No hay evidencia en fractura de cadera que permita la recomendación nd de la
A pe
teriparatida y PTH (1-84). tá
es
y
 i ca
El coste, la pauta y vía de administración de la teriparatida y la PTH (1-84) res-
tringen su uso a casos graves. lín
C
a
t ic
ác
Pr
Pacientes con tratamiento prolongado condeGC
a
Recomendación de uso de los fármacos osteoformadores uí cuando esté indicado el tra-
G
tamiento farmacológico ta
es
de
La teriparatida ha demostrado n
ó ser eficaz en la reducción del riesgo de fractura
vertebral en la osteoporosis a ci inducida por glucocorticoides.
B
b lic
Posicionamiento de laputeriparatida en esta población (ver Algoritmo 3).
la
d e
s
de
ñ os
Hombres con osteoporosis a
5
d e
Recomendación s de uso de los fármacos osteoformadores cuando esté indicado el tra-
tamiento farmacológico á
m
d o
r i
c ur
La teriparatida ha demostrado su eficacia en la reducción del riesgo de fractura
a ns
tr A vertebral y no vertebral en hombres con osteoporosis.
a n
H Posicionamiento de la teriparatida en esta población (ver Algoritmo 3).

148 GUÍAS DE PRÁCTICA CLÍNICA EN EL SNS


Precauciones generales en el uso de la teriparatida y PTH (1-84)
Recomendaciones

No se recomienda el uso de teriparatida ni PTH (1-84) en mujeres en edad fér-



til sin medidas anticonceptivas.
Se recomienda la monitorización de calcemia en los casos tratados con PTH

(1-84).
n.
No se recomienda teriparatida ni PTH (1-84) en personas que hayan recibido ció
 a
radioterapia previa. liz a
tu
 ac
Se recomienda seguir las pautas de administración y seguridad de la teriparati-
da y PTH (1-84) descritas en la ficha técnica. s u
nte
ie
Duración del tratamiento con teriparatida y PTH (1-84) nd
pe
Recomendación tá
es
y
La duración del tratamiento con teriparatida y PTH a (1-84) debe ser de 24
D i c
meses. lín
C
a
7.2.5. Calcitonina tic
ác
Pr
Nota informativa de la Agencia Española de Medicamentosde
y Productos Sanitarios (9 de abril de 2013):
u ía
• Se ha suspendido la autorización de comercialización
G de los medicamentos de
ta
administración intranasal que contienen calcitonina.
es
e
• Los preparados inyectables deben utilizarse durante periodos cortos de tiempo a la dosis
d
ón autorizadas:
ci
mínima eficaz, siendo sus indicaciones
a
◦ Prevención de pérdida aguda
blic de masa ósea debida a inmovilización repentina.
pu
◦ Tratamiento de la enfermedad de Paget cuando no se pueden utilizar otros tratamientos
la resultado ineficaces.
alternativos o éstos han
de
◦ Tratamiento de hipercalcemia
s por cáncer.
de
Fuente: Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios. Nota informativa MUH (FV), 09/2013. [Publicación en web:
09/04/13].
ñ os
a
5
Disponible en: http://www.aemps.gob.es/informa/notasInformativas/medicamentosUsoHumano/seguridad/2013/docs/NI-

d e
MUH_FV_09-2013-calcitonina.pdf
ás
m
d o
¿Es eficaz r i el tratamiento con calcitonina para prevenir la fractura
cur
pornsfragilidad?
Detra los grupos de población de interés de la presente GPC, sólo se ha identificado eviden-
a n
H cia para los siguientes grupos: mujeres postmenopáusicas osteoporóticas, osteoporosis in-
ducida por GC y hombres. No se muestran resultados relativos a la eficacia de la calcitoni-
na nasal cuando las GPC o RS no ofrecían información sobre su efecto desagregada según
subgrupos de población38,45.

Mujeres postmenopáusicas osteoporóticas


La respuesta se fundamenta en cinco GPC recomendadas según AGREE (SEIOMM
200828; ICSI 200831; CKS 200632; Brown 200635; SIGN 200343); en un MA de ECA (McLean
et al. 2007)45 y una RS de ECA (McCarus et al. 2006)76.

GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA SOBRE OSTEOPOROSIS Y PREVENCIÓN DE FRACTURAS POR FRAGILIDAD 149
Evidencia científica

Un MA (Cranney et al. 2002) incluye 30 ECA (n=2.569) en mujeres MA de ECA


postmenopáusicas. De estos, 28 ECA utilizaron calcitonina de salmón 1++
nasal y dos calcitonina sintética. El tiempo de seguimiento fue de 1 a 5
años y la pauta de calcitonina fue continua o intermitente con dosis en-
tre 250 a 285 UI/semana. Los ECA individuales son de baja calidad y
presentan importante heterogeneidad. El MA realizado con 4 ECA
mostró que la calcitonina reduce el riesgo de fractura vertebral de forma .
ión
significativa (RR=0,46; IC 95%: 0,26 a 0,87). No obstante, el efecto deri-
z ac
vado a partir de los ECA con tamaño muestral mayor fue menor li
a
(RR=0,79; IC 95%: 0,62 a 1,00) y presentó un elevado número de aban- c tu
a
donos. Para la fractura no vertebral, la estimación a partir de 3 ECA su
e
mostró un efecto no significativo (RR=0,52; IC 95%: 0,22 a1,23)28,35,45. nt
ie
Un ECA (Chesnut et al. 2000) de cinco años de duración realizado en nd ECA
mujeres (n=1.255) con menopausia de un año o más, con fractura verte- pe 1++
t á
bral previa (de 1 a 5) y sin antecedentes de fractura de cadera comparó la es
y
calcitonina de salmón nasal (spray) en tres dosis (100 UI/día, 200 UI/día
i ca
o 400 UI/día) vs. placebo. Todas las pacientes recibieronlín además
C
a
1.000 mg/día de calcio y 400 UI de vitamina D/día. El riesgo de fractura
it c
ác
vertebral se redujo significativamente con la pauta de 200 IU/día de cal-
Pr
citonina (RR=0,67; IC 95%: 0,47 a 0,97; p=0,03); los resultados no fueron
significativos con dosis de 100 UI/día y de 400 de
í a UI/día (RR= 0,85;
u
IC 95%: 0,60 a 1,21; RR=0,84; IC 95%: 0,59 a 1,18, respectivamente).
G
ta
es
En pacientes con fractura vertebral previa tratados con 200 IU/día de
calcitonina nasal, el riesgo de fractura vertebral d e se redujo significativa-
n

mente un 36% (RR=0,64; IC 95%: 0,43 a 0,96; p=0,03). En los grupos con
c ac
li
dosis de 100UI/día y de 400 UI/día los resultados no fueron significativos
6% (RR=0,94; IC 95%: 0,65 a p1,36) ub y 22% (RR=0,78; IC 95%: 0,53 a
la
1,14), respectivamente. El riesgo de fractura no vertebral disminuyó un
e
sd
36% (RR=0,64; IC 95%: 0,41 a 0,99; p=0,05) con dosis de 100 UI/día a
e
diferencia de los otros d
o s grupos tratados con 200 UI/día (RR=0,88; IC

95%: 0,59 a 1,32) o 400 UI/día (RR=0,81; IC 95%: 0,53 a 1,23). La tasa de
5
pérdidas a lo largo del estudio fue muy elevada (59,3%) 28,32,35,43,45,63,76
.
ed
En un ECA (Ishida ás et al. 2004) realizado en mujeres postmenopáusicas con MA de ECA
m 1++
do
elevado riesgo de fractura, se comparó la efectividad de la calcitonina (n=66)
r r i
en dosis 200 UI/semana vs. placebo (n=66) en reducir el riesgo de fractura
s cu durante 24 meses. Se produjeron seis fracturas en el grupo con
vertebral
n
tra
calcitonina y 17 en el grupo control (OR=0,41; IC 95%: 0,17 a 0,99) 45
.
an
H En un ECA (Trovas et al. 2002) realizado en mujeres postmenopáusicas ECA
con elevado riesgo de fractura, se comparó la efectividad de la calcitonina
de salmón nasal (n=13) vs. placebo (n=11) en reducir el riesgo de
fractura vertebral durante 12 meses. Se observó una fractura en el grupo
con calcitonina y dos en el grupo control (OR=0,40; IC 95%: 0,04 a 4,30;
resultados no significativos)45.

150 GUÍAS DE PRÁCTICA CLÍNICA EN EL SNS


En un ECA (Ushiroyama et al. 2001) realizado en mujeres postme- ECA
nopáusicas con osteoporosis (n=202) de 53-58 años se aleatorizaron en
cuatro grupos: calcitonina (10 UI/intramuscular/2 veces/mes) vs. alfacal-
cidiol (0,5 μg/oral/2 veces/día) vs. calcitonina-alfacalcidiol vs. no tra-
tamiento. En ninguno de los pacientes tratados con calcitonina se
produjeron fracturas a los 24 meses en comparación con las dos fracturas
del grupo placebo (resultados no significativos)45.

n.

ac
Resumen de la evidencia
a liz
u
act
Tres GPC31,32,43, y una RS de ECA76 basándose en estudios de calidad 1+suconclu-
e
1+ yen que la calcitonina de salmón nasal reduce significativamente el
e nt riesgo de
i
nd
nuevas fracturas vertebrales en mujeres postmenopáusicas con osteoporosis.
pe
Una GPC basándose en estudios de calidad 2++ concluye
35 á
t que la calcitonina
es
nasal es eficaz en la prevención de las fracturas vertebrales y en mujeres postme-
c a
2++ nopáusicas con osteoporosis grave. También que la calcitonina i nasal no ha mos-
lín en mujeres con osteo-
trado su eficacia en prevenir las fracturas no vertebrales C
a
porosis. it c
c
P rá
de
Otra GPC basándose en estudios de calidad 1++/1+ concluye que en las muje-
28

í a
res postmenopáusicas con fracturas vertebrales tratadas con 200 UI/día de cal-
u
1++/1+ citonina nasal, se ha observado una preservación G o mejoría en algunos paráme-
ta
s
tros de la microarquitectura óseaeestudiados con resonancia magnética nuclear
de alta resolución. de
n

c ac
i
u bl
p
Mujeres postmenopáusicas la osteoporóticas
e
e sd
Recomendaciones de uso d de la calcitonina nasal cuando esté indicado el tratamiento far-
macológico o s

5
de
La calcitonina nasal ha demostrado su eficacia en la reducción del riesgo de
á s
A m
fractura vertebral por fragilidad en mujeres postmenopáusicas osteoporóticas.
d o
r i
c ur Posicionamiento de la calcitonina (ver Algoritmo 2).
ns
rt a
an
H * Nota informativa de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (9 de abril de 2013):
Se ha suspendido la autorización de comercialización de los medicamentos de administración
intranasal que contienen calcitonina (ver página 149)

GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA SOBRE OSTEOPOROSIS Y PREVENCIÓN DE FRACTURAS POR FRAGILIDAD 151
Pacientes con tratamiento prolongado con GC

La respuesta se fundamenta en dos GPC recomendadas según AGREE (SEIOMM 200828;


SEMI 200729) y en un MA de ECA (McLean et al. 2007)45.

Evidencia científica

Un MA (Cranney et al. 2000) de nueve ECA comparó la eficacia de la MA de ECA .


ión
calcitonina nasal (n=221) vs. placebo (n=220) en pacientes con 1++
z ac
osteoporosis inducida por GC. Las diferencias entre grupos no fueron li
a
significativas ni para las fracturas vertebrales (OR=0,71; IC 95%: 0,26 a c tu
a
1,89), ni para las no vertebrales (OR=0,52; IC 95%: 0,14 a 1,96)45. su
e
nt
ie
nd
Resumen de la evidencia pe

es
y
a
Una GPC28 concluye, que en todos los estudios realizados
n ic en pacientes con
osteoporosis inducida por GC tratada con calcitonina,lí no hay evidencia que
GPC C
c a
demuestre la disminución de las fracturas vertebrales ni de las fracturas
c ti
periféricas. rá P
d e
Una GPC basándose en un MA deíaECA sobre la osteoporosis inducida
29

GPC por GC concluye que no hay evidencia u


G de la eficacia de la calcitonina en la
prevención de fracturas. ta
es
de
n

c ac
i
Pacientes con tratamiento uprolongado bl con GC
p
Recomendación de uso de la la
d e calcitonina nasal cuando esté indicado el tratamiento farma-
cológico s
de
ñ os
a
No se recomienda el tratamiento con calcitonina nasal a los pacientes con os-
5
d e
teoporosis inducida por GC.
A
ás
m
Posicionamiento de la calcitonina en esta población (ver Algoritmo 3).
d o
r i
c ur
ns
rt a
an
H

152 GUÍAS DE PRÁCTICA CLÍNICA EN EL SNS


Hombres con osteoporosis

La respuesta se fundamenta en una GPC recomendada según AGREE (SEIOMM 2008)28


y en un MA de ECA (McLean et al. 2007)45 donde se ha identificado un único estudio.

Evidencia científica

Un ECA (Toth et al. 2005) evaluó la eficacia de la calcitonina nasal (n=40) ECA
ón.
vs. placebo (n=31) en la prevención del riesgo de fracturas vertebrales en a ci
iz
hombres de alto riesgo, obteniendo reducciones significativas en el grupo al
tu
con calcitonina (RR=0,09; IC 95%: 0,01 a 0,96)45. ac
su
te
i en
Resumen de la evidencia nd
pe
s tá
Una GPC28 concluye que no hay suficientes datos de calidad e
y para pronunciarse
GPC sobre el efecto de la calcitonina en la reducción de ila c a
l í n aparición de fracturas
osteoporóticas en los hombres. C
a
t ic
á c
Pr
Hombres con osteoporosis de
a
Recomendación de uso de la calcitonina nasal cuando uí
esté indicado el tratamiento farma-
G
cológico t a
s e
de
ón
Para reducir el riesgo de ifractura vertebral por fragilidad en hombres con
a c
C li c
osteoporosis no se recomienda la calcitonina nasal.
ub
Posicionamiento de lap calcitonina en esta población (ver Algoritmo 3).
la
de
s
de
Mujeres premenopáusicas ñ os con osteoporosis
a
5
No hay evidencia de de la eficacia de la calcitonina en las mujeres premenopáusicas con os-
s
teoporosis. má
o
r rid
u
Mujeres
nsc premenopáusicas osteoporóticas
tra
anRecomendación de uso de la calcitonina nasal cuando esté indicado el tratamiento farma-
H cológico

Aunque no haya evidencia de eficacia de la calcitonina en las mujeres premeno-


páusicas osteoporóticas, puede considerarse como una opción de tratamiento
D debido a las escasas alternativas que existen para este grupo.
Posicionamiento de la calcitonina en esta población (ver Algoritmo 3).

* Nota informativa de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (9 de abril de 2013):


Se ha suspendido la autorización de comercialización de los medicamentos de administración
intranasal que contienen calcitonina (ver página 149)

GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA SOBRE OSTEOPOROSIS Y PREVENCIÓN DE FRACTURAS POR FRAGILIDAD 153
¿Es seguro el tratamiento con calcitonina para prevenir la fractura
por fragilidad?

La respuesta se fundamenta en tres GPC recomendadas según AGREE (SEIOMM 200828,


CKS 200632; Brown 200635); en un MA de ECA (McLean et al. 2007)45 y en una RS de ECA
(McCarus et al. 2006)76.

.
Evidencia científica ón
a ci
En un MA de ECA (Cranney et al. 2002) se ha descrito riesgo de rinitis MA de ECA a liz
u
con la calcitonina nasal (RR=1,72; IC 95%: 0,92 a 3,23)45. 1++act
La calcitonina por vía nasal fue bien tolerada, teniendo en cuenta que MA de suECA
t e
hasta un 30% de los pacientes experimentaron irritación nasal. Otros
i en 1++
efectos adversos frecuentes fueron el dolor de cabeza y el enrojecimiento nd
facial (Cranney et al. 2002)28. pe
á
e st
En un ECA (Chesnut et al. 2000), el efecto adverso más común después
y ECA
del tratamiento con la calcitonina nasal fue la rinitis .
76 a
ic
lín
C
a
c tic
á
Resumen de la evidencia
Pr
de
í a
Dos GPC28,35 y un MA45 concluyen que u
GPC G el efecto adverso más frecuente de la
calcitonina nasal es la rinitis. ta
es
Una GPC32 concluye que entre de los efectos adversos de la calcitonina nasal es
n

muy común la irritación local
c ac de la nariz, rinitis, sinusitis, epistaxis y leve ulcera-
i
ción de la mucosa nasal.
u bl En este último caso debe interrumpirse el tratamiento
con calcitonina hastap que se cicatrice la úlcera. También puede producirse ru-
GPC la gastrointestinales (náuseas, diarrea, dolor abdominal y
bor, vértigo y efectos
d e
s
de
sabor desagradable). Con la calcitonina de salmón se han comunicado también
s
reacciones oalérgicas generalizadas de la piel, edema, enrojecimiento y en muy
pocos casos añ
5 shock anafiláctico.
de
Con á s la calcitonina de salmón nasal, más del 30% de los pacientes presentan
m
oirritación nasal a los cinco años. Hay casos de sangrado nasal (<15%), otros
rr idsíntomas nasales (<15%) y úlcera nasal (<5%). Otros efectos adversos
s cu frecuentes son el dolor de cabeza y el enrojecimiento facial. La mayor parte de
GPCn
tra estos efectos son moderados y no es necesario interrumpir el tratamiento. Con
an la calcitonina inyectable, los efectos adversos son más frecuentes: náuseas y
H
vómitos (<40%), rubor (<35%) y rash en el sitio de la inyección (<10%). Los
efectos adversos serios son excepcionales (1%)35.

154 GUÍAS DE PRÁCTICA CLÍNICA EN EL SNS


Precauciones generales en el uso de la calcitonina
Recomendaciones

La calcitonina nasal se suele emplear, en base a su seguridad, sólo en casos don-


 de no se contempla otra opción farmacológica (contraindicación, toxicidad,
efectos secundarios).

Se recomienda seguir las pautas de administración y seguridad de la calcitonina



descritas en la ficha técnica.
.
ón
a ci
iz
* Nota informativa de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (9 de abril de  2013):
l
Se ha suspendido la autorización de comercialización de los medicamentos de administración t ua
ac
su
intranasal que contienen calcitonina (ver página 149)

nte
die
Duración del tratamiento con calcitonina nasal n
pe
Recomendación tá
es
y
a
ic
 Sólo existen datos de seguridad y eficacia hasta 5 años. lín
C
a
t ic
ác para tratar el dolor
¿Es eficaz y seguro el tratamiento con calcitonina Pr
de la fractura vertebral? de
í a
u
G
ta
La respuesta se fundamenta en una GPC recomendada según AGREE (Brown 2006 )y
35

en un MA de ECA (Knopp et al. 2005) . e 94 s


de
n

cac
i
Evidencia científica
u bl
p
Un MA (Knopp et al. 2005)94la incluye 6 ECA realizados en adultos con MA de ECA
e
sd
dolor agudo por fractura vertebral osteoporótica por compresión (n=246)
e 1++
tanto en casos hospitalizados d como ambulatorios. Se comparó el tra-
ñ os
tamiento con calcitonina a de salmón vía intramuscular, nasal y supositorio
rectal vs. placebo. 5La acción analgésica se valoró mediante una escala vi-
de
sual analógica. á s Después de una semana de tratamiento, se calma el dolor
m
(Diferencia de medias ponderada DMP=3,08; IC 95%: 2,64 a 3,52; p≤0,1)
o
rid
y se mantiene el efecto durante cuatro semanas (DMP=4,03; IC 95%: 3,70
r
u28,94
a 4,35)
n sc . Cuando se administró vía nasal se observó dolor de cabeza; por
tra
vía rectal: trastornos gastrointestinales y vértigos; por vía intramuscular:
n
a anorexia, sofocos, vértigos y trastornos gastrointestinales94.
H
En cuatro ECA (Lyritis et al. 1991; 1997; Lauro et al. 1993; Pun et al. ECA
1989) se comparó el tratamiento con calcitonina de salmón nasal (200 1++
UI/día) (dos ECA) y calcitonina intramuscular (100 UI/día) (dos ECA)
vs. placebo. A los 3 días, el dolor disminuyó significativamente en el
grupo tratado con calcitonina y a los 7-10 días los pacientes tratados con
calcitonina mostraron una importante mejoría35.

GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA SOBRE OSTEOPOROSIS Y PREVENCIÓN DE FRACTURAS POR FRAGILIDAD 155
Resumen de la evidencia

Una GPC35 basándose en estudios de calidad 1+ concluye que la calcitonina es


eficaz en reducir el dolor asociado con las fracturas vertebrales agudas. La
1+
calcitonina nasal, en especial la inyectable, ha mostrado eficacia en casos
difíciles con dolor no remitente por fractura vertebral aguda.

Según un MA de ECA94, el tratamiento con calcitonina comparado con placebo


.
reduce el dolor por fractura vertebral por compresión en pacientes con ión
osteoporosis. La calcitonina vía intramuscular puede provocar un efecto ac
liz
analgésico más rápido y disminuir el tiempo en que se recupera la movilización, a
c tu
1++ aunque son necesarios más estudios para confirmarlo. Considerando a que
controlar el dolor es muy difícil no es bueno utilizar un sólo fármaco su para
e
controlar el dolor producido por fractura vertebral por compresión. ent El
ndi
tratamiento con calcitonina es seguro, hay pocos efectos adversos en estos
pe
á
estudios y en su mayoría son referentes a la vía de administración.
t
es
y
ica
lín
Recomendación C
a
t ic
c
Aunque ha demostrado efecto analgésicoPen rá el dolor de espalda asociado a frac-

tura vertebral no se recomienda su usoden esta indicación.
e
í a
u
G
ta
es
de
n
7.2.6. Terapia hormonal ació
b lic
(terapia hormonal pu sustitutiva y tibolona)
la
e
¿Es eficaz la terapia hormona
e sd sustitutiva (THS) para prevenir la fractura
por fragilidad? d
ñ os
a
La THS es un tratamiento5 que incluye distintas dosis de estrógenos, en combinación o no
d e
con gestágenos.
ás
La evidencia m que responde a esta pregunta se ha clasificado en subgrupos de población:
do
mujeresrripostmenopáusicas y osteoporosis inducida por glucocorticoides.
u
nsc
tra
a n
H Mujeres postmenopáusicas osteoporóticas
La respuesta se basa en cuatro GPC recomendadas según el AGREE (SEIOMM 200828;
Brown 200635, SEGO-SEMFYC-CCib-AEEM 200420; NZGG 200347); dos RS de ECA:
(Farquhar et al. 200595 y MacLean et al. 200645) y dos MA de ECA: (NICE 200838 y Liber-
man et al. 200679) de buena calidad.

156 GUÍAS DE PRÁCTICA CLÍNICA EN EL SNS


Evidencia científica

Las estimaciones del riesgo de fractura, a partir de los principales estu- Estudios
dios de cohortes de mujeres postmenopaúsicas que utilizaron THS y que de cohortes
fueron seguidas durante períodos largos de tiempo, demostraron una 2++
reducción significativa de fracturas vertebrales (RR= 0,6; IC 95%: 0,36 a
0,99) y de antebrazo (RR=0,39; IC 95%: 0,24 a 0,64) y una reducción no
significativa en las de cadera (RR= 0,64; IC 95%: 0,32 a 1,04)20.
.
El estudio WHI (Women's Health Initiative, Rossouw et al. 2002; Cauley ECA
ión
et al. 2003), un ECA de prevención primaria que evaluó mujeres 1+/1- ac
liz
postmenopáusicas aleatorizadas a THS combinada (estrógenos equinos a
c tu
conjugados 0,625 mg/día más medroxiprogesterona 2,5 mg/día) frente a a
placebo, demostró, con un seguimiento de 5,2 años, una reducción del su
e
riesgo de fractura de cadera del 34% (hazard ratio [HR]= 0,66; IC 95%: ent
i
0,45 a 0,98), de fracturas vertebrales clínicas del 34% (HR= 0,66; IC nd
pe
95%: 0,44 a 0,98) y del 24% para el total de fracturas (HR= 0,76; IC 95%: á
t
0,69 a 0,85). La rama de estrógenos solos del mismo estudio (Anderson es
y
et al. 2004) mostró resultados semejantes, pero fue suspendido apor el
n ic
balance desfavorable riesgo-beneficio 20,28,95
. lí
C
a
En dos MA de ECA (Torgerson et al. 2001; Wells et al. 2002) se ha esti- RS de ECA
t ic
c
mado una reducción del 27% (RR= 0,73; IC 95%: 0,56 a 0,94) en el total 1++
Prá
de fracturas no vertebrales y una tendencia hacia la disminución de frac-
de
a
turas vertebrales (RR= 0,66; IC 95%: 0,41 a 1,07) y no vertebrales (RR:

0,87; IC 95%: 0,71 a1,08)28,45. G
ta
Sin embargo, resultados del ECA HERSes(The Heart and Estrogen/ ECA
Progestin Replacement Study) (Cauley et de al. 2001) y de su cohorte de 1+/1-
ón
ci
seguimiento, HERS II (Hulley et al. 2001), no han mostrado reducción
a
i c
del riesgo de fractura de cadera o de otras localizaciones (RR= 1,04; IC
u bl
95%: 0,87 a 1,25) en mujeres con antecedentes de enfermedad cardio-
p
vascular20,95. la
e d s et al. 2006)45 identificó 5 ECA (Bone et al. RS de ECA
de
Una RS de ECA (MacLean
os
2000; Greenspan et al. 2003; Wimalawansa
ñ
et al. 1998; Ishida et al. 2004; 1++
a
Reid et al. 2004) que describen la incidencia de fracturas en pacientes
5
tratados con estrógenos d e vs. placebo o grupo control, y no fueron inclui-
dos en los MA s
á mencionados previamente. Se recogieron datos sobre
m variables secundarias en dos de los ECA (Wimalawansa
fracturas, como o
r rid
et al. 1998; Ishida et al. 2004) y como efectos adversos en el resto (Bone
s cu
et al. 2000; Greenspan et al. 2003, Reid et al. 2004). Ninguno de estos en-
a n
t r
sayos tuvo suficiente tamaño muestral para detectar diferencias en el
anriesgo de fractura entre las ramas del estudio.
H

GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA SOBRE OSTEOPOROSIS Y PREVENCIÓN DE FRACTURAS POR FRAGILIDAD 157
Un MA de ECA (Liberman et al. 2006)79, que incluye datos de dos pu- MA de ECA
blicaciones (Cauley et al. 2003 y Anderson et al. 2004) del estudio WHI 1++
(mujeres sin y con osteoporosis, sin mediciones de DMO) encontró:
– Reducción de 25% del RR para fracturas no vertebrales (RR= 0,75;
IC 95%: 0,70 a 0,81) en un total de 31.333 pacientes seguidos hasta un
máximo de 7 años.
– Reducción de 36% del RR para fracturas de cadera (RR= 0,64; IC
95%: 0,49 a ,84) en un total de 27.347 pacientes. .
El MA de ECA del NICE 2008 presenta MA de ECA sobre la eficacia MA de ECA aci
38 ón
de la THS (con estrógenos o combinada) vs. placebo / no tratamiento en 1++ aliz
tu
ac
mujeres postmenopáusicas o con menopausia quirúrgica.
Los resultados, presentados por tipo localización de fractura y especifi- su
t e
cando los ECA que se hayan juntado para la estimación del riesgo rela- i en
tivo, fueron los siguientes: nd
pe
– Fractura vertebral: 4 ECA ( Mosekilde et al. 2000; Wimalawansa et al. á
est
1998; Anderson et al. 2004; Lufkin et al. 1992, n=11.842 pacientes, nivel y
de evidencia 1++/1+), RR = 0,55; IC 95%: 0,46 a 0,66. i ca
lín et al.
– Fractura no vertebral: 3 ECA (Anderson et al. 2004; Mosekilde C
a
2000; Wimalawansa et al. 1998; n=11.774 pacientes, nivel de evidencia t ic
ác
Pr
1++), RR = 0,73; IC 95%: 0,65 a 0,81.
– Fractura de cadera: 2 ECA (Anderson et al. 2004; Mosekilde de et al. 2000
í a
u
n=11.745 pacientes, nivel de evidencia 1++); RR = 0,63; IC 95%: 0,42 a
G
0,93.
s ta
– Cualquier tipo de fractura: 3 ECA (Anderson,et e al. 2004; Herrington
de
et al. 2000; Ravn et al. 1999, n=11.556 n pacientes, nivel de evidencia
c ió
1++); RR = 0,70; IC 95%: 0,63 a 0,78. a
b lic
pu
la
Resumen de la evidencia de
s
de
ñ os
En mujeres a postmenopáusicas con osteoporosis, la THS combinada (estrógeno
GPC + progesterona) 5 es eficaz incrementando la DMO en cualquier localización y en
de
á s
prevenir les fracturas vertebrales, no vertebrales y de cadera35.
m
d o
r r i Una RS de ECA45 que se basa en 4 MA (Stevenson et al. 2005, Torgerson et al.
u
nsc 2001; Torgerson et al. 2001 y Wells et al. 2002), 2 publicaciones del estudio WHI
tra
(Cauley et al. 2003, Rossouw et al. 2002) y otros 7 ECA (Bone et al. 2000;
a n Greenspan et al. 2003; Wimalawansa et al. 1998; Ishida et al. 2004; Reid et al.
H 2004) no incluidos en estos MA concluyó que:
1++
– Existe evidencia de buena calidad de que la THS con estrógenos está asocia-
da a la reducción de la incidencia de fracturas vertebrales, no vertebrales y
de cadera en mujeres postmenopáusicas.
– El efecto de la THS con estrógenos en la prevención de fracturas en mujeres
con bajo riesgo de fractura es incierto.

158 GUÍAS DE PRÁCTICA CLÍNICA EN EL SNS


La GPC47 se basa en evidencia de nivel 1++ (Torgerson et al. 2001, Cauley et al.
2001) y concluyó que: la THS puede ser efectiva en reducir el riesgo de fractura
1++
de cadera y otras fracturas no vertebrales en mujeres de 65 años o más, pero la
evidencia científica es conflictiva.

Pacientes con tratamiento prolongado con GC y osteoporosis


.
No disponemos de estudios que demuestren la reducción del riesgo de fractura por fragi- ión
ac
lidad en pacientes con osteoporosis inducida por GC tratados con THS. Las dos GPC lre- iz
a
comendadas, (SEMI 200729 y CKS 200632), que tratan sobre esto, presentan conclusiones
c tu de
eficacia sobre la DMO. a
su
te n
Evidencia científica ie
nd
Dos estudios, con escaso número de pacientes y con seguimientos cortospe ECA
t á
es
(Lukert et al. 1992; Hall et al. 1994), estudiaron el efecto de la THS com- 1-
binada (estrógenos conjugados + medroxyprogesterona) sobre la DMO. y
En ambos se observó efectividad de la THS para prevenir la pérdida i ca de
lín
DMO en mujeres postmenopáusicas con tratamiento glucocorticoideo, C
a
pero, dada la baja calidad metodológica y las características t ic de los mis-
ác
mos, no se pueden considerar concluyentes29. Pr
de
í a
Resumen de la evidencia u
G
a
e st
La THS ha demostrado eficaciae en incrementar la DMO en la columna verte-
GPC d
bral, pero no en la cadera, enónpersonas con osteoporosis inducida por GC32.
i
ac
l ic
b
pu
Estudios que incluyen diferentes la poblaciones
d e
s
de
Una GPC recomendada según el AGREE, SIGN 2002 , aporta información sobre un es-
37

tudio llevado a cabo en o s la población general.



5
Evidencia científica de
Un estudio mde áscasos y controles (Michaelsson et al. 1998) de base pobla- Estudio
cional con o
d un gran tamaño muestral realizado por el Swedish Hip Frac- de casos
urri
ture Group ha demostrado que la incidencia de fractura de cadera se y controles
nsc
reduce en un 6% por año con el uso de THS, siendo más efectiva la com- (Q)
tra
a n
binación estrógenos + progestágenos 37
.
H
Resumen de la evidencia

Una GPC37 aporta información sobre un estudio de casos y controles (Michael-


sson et al. 1998) llevado a cabo en la población general que demuestra reducción
2
de un 6% en la incidencia de fractura de cadera, siendo más efectiva la combi-
nación terapéutica de estrógenos + progestágenos.

GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA SOBRE OSTEOPOROSIS Y PREVENCIÓN DE FRACTURAS POR FRAGILIDAD 159
¿Es segura la THS para prevenir la fractura por fragilidad?

La respuesta se basa en tres GPC recomendadas según el AGREE (Brown 200635; SEGO-
SEMFYC-CCib-AEEM 200420; y NZGG 200347); una GPC recomendada con cambios se-
gún el mismo documento (SNAMFAP 2006)46 y una RS de ECA (MacLean et al. 2006)45.

.
Enfermedad vascular ón
a ci
Evidencia científica
a liz
tu
Una RS de ECA, MacLean et al. 200645, presenta los siguientes resulta- RS de ECAac
s u
dos: e1++
nt
Cinco ensayos de THS con estrógenos (Greenspan et al. 2003; die
n
Wimalawansa et al. 1998; Anderson et al. 2004; Reid et al. 2004; Cherry etpe
al. 2002) y dos de THS combinada estrógenos + progestina (Rossouwstet á
e
y
al. 2002; Hulley et al. 1998) no demostraron diferencias significativas en
la incidencia de eventos coronarios agudos (incluyendo el infarto i ca de
lín
miocardio) entre el grupo de intervención y el grupo control.C
a
t ic
Dos de los ensayos con estrógenos (Anderson et al. 2004; Cherry ác et al.
2002) y dos de terapia combinada estrógenos/progestina (Rossouw Pr et al.
d e
2002; Hulley et al. 1998) que informan sobre la incidencia de muerte de a
origen cardíaco no demostraron diferencias significativas uí entre el grupo
G
de intervención y el grupo control. t a
es
Resultados combinados de tres ensayos dque comparan terapia estrogé- e
n
nica con placebo (Anderson et al. 2004; Mosekilde c ió et al. 2000; Cherry et
c a
i
al. 2002) presentaron un OR de 1,34 (IC 95%: 1,07 a 1,68) en el grupo de
u bl
estrógenos para eventos vasculares p cerebrales. Los resultados combina-
dos de los ensayos que comparaban l a terapia combinada estrógenos/
progestina con placebo (Rossouw s de et al. 2002; Hulley et al. 1998) demos-
d e
traron un riesgo de ictus más elevado (OR: 1,28; IC 95%: 1,05 a 1,57) en
ñ os
el grupo de intervención. a
5
e
De 4 RS de estudios observacionales en mujeres que han recibido THS
d RS
s
(Stampfer et áal. 1991; Grady et al. 1992; Barrett-Connor et al. 1998; Hum- de estudios
m
o
phrey et al. 2002), tres demostraron una reducción importante del riesgo
d
observacionales
global ude r i
r mortalidad por eventos coronarios agudos. La RS más reciente 2++
s c
(Humphrey et al. 2002), que controló los sesgos de selección, de inclu-
n
tra y de análisis, no mostró ninguna asociación entre el THS y la inci-
sión
an
H dencia y mortalidad por eventos coronarios agudos .
20

El ECA de prevención secundaria HERS (Hulley et al. 1998) y su cohor- ECA,


te de seguimiento en el HERS II (Grady et al. 2002) no mostró diferen- estudio
cias en la incidencia de los eventos coronarios mortales ni de los acci- observacional
dentes isquémicos transitorios20.

160 GUÍAS DE PRÁCTICA CLÍNICA EN EL SNS


El ECA de prevención primaria WHI mostró un incremento significati- ECA
vo del riesgo de 41% de eventos coronarios agudos, a partir del segundo 1+
año de tratamiento (29 casos en el grupo de tratamiento, comparado con
21 casos por 10.000 mujeres/año) (Rossouw et al. 2002). Este aumento
fue superior en los eventos coronarios no mortales (RR: 1,50; IC 95%:
1,08 a 2,08) que en los eventos coronarios mortales (RR: 1,20; IC 95%:
0,58 a 2,50). El exceso de riesgo se observó (Wassertheil-Smoller et al.
2003) en todos los grupos de edad y categorías de riesgo basal previo,
.
con independencia de los factores de riesgo cardiovasculares20. ón
a ci
Los ECA de THS con sólo estrógenos, tanto en prevención primaria ECA liz
como en prevención secundaria (Viscoli et al. 2001), no mostraron nin- 1+ tua
c a
gún beneficio sobre la enfermedad cerebrovascular. El brazo del estudio
WHI con estrógenos (Anderson et al. 2004) también mostró un aumento su
e
nt
del riesgo de accidente vascular cerebral20. ie
nd
pe

es
Tromboembolismo y
ca
Evidencia científica líni
C
ca i
Una RS de ECA, McLean et al. 200645, demostró que pacientes
áct tratados RS de ECA
r
con estrógenos presentan mayor riesgo de eventos tromboembolíticos
P 1++
de
venosos (OR: 1,36; IC 95%: 1,01 a 1,86) en comparación con el grupo
a
placebo resultados combinados de 4 ECA: (Greenspan uí et al. 2003; An-
G
derson et al. 2004; Mosekilde et al. 2000; Cherry ta et al. 2002). Resultados
similares se presentan comparando la terapia es combinada estrógeno y
de
progestina con placebo, resultados combinados de 3 ECA: (Rossouw et
n

al. 2002; Recker et al. 1999; Hulley etacal. 1998) (OR: 2.27; IC 95%: 1,72 a
ic
3,02). bl
u p
Una RS (Miller et al. 2002) sobre el efecto de la THS (estrógenos con o RS de estudios
la
e
sin progestágenos) que incluyó 12 estudios (3 ECA, 8 estudios de casos de distintos
e sd
y controles y 1 estudio dde cohortes) mostró un aumento del riesgo de diseños
o s
tromboembolismo (RR: 2,14; IC 95%: 1,64 a 2,81). Esta estimación no
varió significativamenteañ con el tipo de diseño, la calidad de los estudios,
5
los antecedentes dede enfermedad coronaria previa o el tipo de preparado
á s
hormonal. Estem riesgo es mayor en los dos primeros años de tratamiento
o
y se correlaciona directamente con la dosis utilizada20.
id
rru de prevención secundaria HERS (Hulley et al. 1998; Grady et
sc
El estudio
n
ECA
tra
al. 2002) mostró un aumento del riesgo de tromboembolismo en mujeres 1+
n
a con enfermedad cardiovascular . Otro ECA de prevención secundaria
20

H en mujeres con antecedentes de tromboembolismo (Hoibraaten et al.


2000) también mostró un aumento del riesgo de tromboembolismo ve-
noso y fue suspendido prematuramente20.

GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA SOBRE OSTEOPOROSIS Y PREVENCIÓN DE FRACTURAS POR FRAGILIDAD 161
El ECA de prevención primaria WHI, brazo con THS combinada ECA
(Rossouw et al. 2002), mostró un incremento significativo del riesgo de 1+
trombosis venosa profunda a partir del primer año de tratamiento (RR:
2,07; IC 95%: 1,49 a 2,87) (115 casos en el grupo de tratamiento compa-
rado con 52 casos por 10.000 mujeres/año). Asimismo, se observó un
aumento similar del riesgo de tromboembolismo pulmonar (70 en el
grupo de tratamiento comparado con 31 casos por 10.000 mujeres/año).
El brazo del estudio WHI con estrógenos (Anderson et al. 2004) también
.
mostró un aumento del riesgo de tromboembolismo20. ón
a ci
a liz
tu
ac
su
Cáncer de mama e
nt
ie
Evidencia científica nd
pe
á
Una RS de ECA (MacLean et al. 2006)45, demostró que pacientes
est RS de ECA
tratados con estrógenos solos presentan menor riesgo de padecer cáncer y 1++
de mama (OR: 0,79; IC 95%: 0,66 a 0,93) en comparación con el grupo i ca
lín
placebo, resultados combinados de 5 ECA: (Anderson et C al. 2004;
a
ic
Mosekilde et al. 2000; Cherry et al. 2002; Notebovitz et al. 2002; Stefanick
t
ác
Pr
et al. 2006). Al contrario, pacientes tratados con estrógenos-progestina
de
presentan un mayor riesgo de padecer cáncer de mama (OR: 1,28; IC:
95%: 1,03 a 1,60) en comparación con el grupo í a placebo, resultados
u
combinados de 3 ECA: (Rossouw et al. 2002; Lufkin G et al. 1992; Hulley et
s ta
al. 1998). e
ed mostraron un incremento del
Diversas RS de estudios observacionales RS
i ón
riesgo de cáncer de mama en mujeres a c que estaban en tratamiento con de estudios
estrógenos solos en el momento que b lic se realizaron los estudios (RR: 1,21 observacionales
pu
a 1,40) y este riesgo es proporcional a la duración del tratamiento (RR: 2++
l a
1,23 a 1,35) .
20
e
sd
El ECA de prevención primaria de WHI, brazo con terapia hormonal (TH) ECA
combinada, mostró incremento o s del riesgo de cáncer de mama invasivo 1+
a ñ
(Rossouw et al. 2002). Este aumento tuvo lugar a partir del cuarto año en
5
de
las mujeres del grupo de tratamiento (RR: 1,26; IC 95%: 1,0 a 1,59), con
una tendencia ás
m a aumentar según la duración del tiempo de tratamiento
(38 casos ocomparado con 30 por 10.000 mujeres/año). Los cánceres
r rid
fueron u diagnosticados en estadios más avanzados en el grupo de
nsc
tratamiento, no mostrando diferencias significativas para los in situ
t ra
(Chlebowski et al. 2003). Li et al. 2003, demostraron que tanto la
an
H administración secuencial como la continua de los progestágenos se
asocian con un aumento del riesgo de cáncer de mama20.

162 GUÍAS DE PRÁCTICA CLÍNICA EN EL SNS


Un estudio de cohortes posterior, el Million Women Study (Beral et al. Estudio
2003), evaluó la asociación entre la THS, combinada o no, y la incidencia de cohortes
de cáncer invasivo y mortalidad por cáncer de mama en mujeres de 50- 2+
64 años, seguidas durante 6 años. El riesgo de cáncer fue mayor en
mujeres que estaban en THS (RR: 1,66; IC 95%: 1,58 a 1,75), así como la
mortalidad por esta causa (RR: 1,22; IC 95%: 1,0 a 1,48). Sin embargo,
las que tenían antecedentes de haber utilizado TH en algún momento,
no presentaron un aumento de la incidencia. La magnitud de la
.
asociación fue mayor con la THS combinada, comparada con las otras ón
opciones (diferentes tipos de estrógenos de forma aislada y tibolona)20. a ci
a liz
El brazo del ECA WHI de THS con sólo estrógenos (Anderson et al. ECA tu
c
2004), no mostró ningún aumento sobre el cáncer de mama. El estudio 1+u a
de prevención secundaria que le siguió (Hulley et al. 2002, HERS II) s
t e
n
mostró un aumento del riesgo sin alcanzar significación estadística (RR:
d ie
1,27; IC 95%: 0,84 a 1,94)20. en p

es
y
ca
Cáncer de endometrio
líni
C
Evidencia científica ca i
áct
La administración de estrógenos de forma aislada aumenta Pr el riesgo de RS de ECA,
desarrollar hiperplasia (RS Cochrane: Lethaby et al. 2004) y cáncer de d e ECA
a
endometrio (Nelson et al. AHRQ)20. uí 1++
G
ta
Un MA que incluye 29 estudios observacionales es (Grady et al. 1995) mos- MA
e
d cáncer de endometrio con el de estudios
tró un aumento significativo del riesgonde
i ó
uso de estrógenos no conjugados (RR: 2,3; IC 95%: 2,1 a 2,5). Este riesgo observacionales
c ac
i
se asocia directamente a la duración
u bl del tratamiento y permanece eleva- 2++
p
do hasta 5 años o más tras su suspensión. Asimismo, se observó un incre-
mento de la mortalidad pore cáncer la de endometrio que no presenta sig-
s d
nificación estadística (RR: 2,7; IC 95%: 0,9 a 8,0) 20
.
de
ñ os
El brazo del ECA de a WHI de prevención primaria con THS combinada ECA
y su continuación 5de prevención secundaria (HERS II) mostraron ries- 1+
de
ás
go relativo de padecer cáncer de endometrio de 1,58 que no presenta
m
significación estadística (IC 95%: 0,77 a 3,24) 20
.
d o
r i
c ur
ns
rt a
an
H

GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA SOBRE OSTEOPOROSIS Y PREVENCIÓN DE FRACTURAS POR FRAGILIDAD 163
Cáncer de ovario
Evidencia científica

Una RS de estudios de casos y controles no mostró asociación significa- RS de estudios


tiva entre la THS y el cáncer de ovario (Coughlin et al. 2000). de casos
y controles

Posteriores RS de estudios observacionales (Garg et al. 1998; Negri et al. RS de estudios


1999) indican que el riesgo de cáncer de ovario aumenta en las mujeres observacionales ón.
i
que recibieron un tratamiento, sobre todo a largo plazo (superior a 10
z ac
li
años). ua
a ct
Dos estudios de cohortes con mujeres postmenopáusicas tratadas du- Estudios
su
e
rante más de 10 años (Rodríguez et al. 2001; Lacey et al. 2002) confirman de cohortes
nt
este aumento del riesgo (RR: 2,2; IC 95%: 1,53 a 3,17), así como de la die 2+
mortalidad (RR:1,59; IC 95%: 1,13 a 2,25), mostrando un gradiente de pen
á
riesgo en relación con la duración del tratamiento20. st e
El ECA WHI de prevención primaria con THS combinada (Anderson y et ECA
i ca
al. 2003) mostró un incremento no significativo del riesgo de cáncer de 1+
lín
ovario (RR: 1,58; IC 95%: 0,77 a 3,24)20. C
a
c tic
á
Pr
Cáncer de colon de
a

Evidencia científica G
t a
es
Una RS de ECA (MacLean et al. 2006)45d,eencontró solo 1 ECA de tera- RS de ECA
n
pia estrogénica (Anderson et al. 2004) y 1 ECA de terapia combinada 1++
c ió
a
estrógeno-progestina (Rossouw et cal. 2002) que informaban sobre la in-
b li
cidencia del cáncer de colon. Laudiferencia fue significativa en el segun-
p
la
do estudio, donde los participantes tratados presentaron menor riesgo
e
sd
que los del grupo placebo (OR= 0,64, IC 95%: 0,43 a 0,95).
e
d
Dos RS de estudios observacionales mostraron una disminución del RS de estudios
o s
riesgo de cáncer deañcolon en las mujeres que utilizaron o estaban utili- observacionales
5
zando THS (Nandae et al. 1999; Grodstein et al. 1999) .
20
d
á s
Una publicación m del estudio WHI (Chlebowski et al. 2004) demuestra ECA
d o
efecto estadísticamente significativo sobre el riesgo de padecer cáncer 1+
urri
de colon (RR= 0,56; IC 95%: 0,38 a 0,81), aunque los cánceres diagnos-
c
ticados
a ns en el grupo de tratamiento se encontraron en un estadio más
tr
a n
avanzado20.
H

164 GUÍAS DE PRÁCTICA CLÍNICA EN EL SNS


Síntomas ginecológicos
Evidencia científica

Una RS de ECA (MacLean et al. 2006)45, demostró que pacientes trata- RS de ECA
dos con estrógenos tienen mayor riesgo (OR= 7,18; IC 95%: 5,31 a 9,82) 1++
de sufrir problemas ginecológicos (particularmente, sangrado del endo-
metrio) en comparación con el grupo placebo, datos combinados de 7
ECA: (Greenspan et al. 2003; Alexandersen et al. 1999; Mosekilde et al.
.
2000; Draper et al. 1996; Cherry et al. 2002; Miller et al. 1969; Greenwald ón
a ci
et al. 2005). De manera similar, pacientes tratados con estrógenos y pro-
a liz
gestina en combinación, presentan mayor riesgo (OR= 58,10, IC 95%: tu
9,03 a 245,20) que los del grupo placebo, datos combinados de 3 ECA: ac
(Lufkin et al. 1992; Recker et al. 1999; Greenwald et al. 2005). su
e
nt
ie
nd
pe
Capacidad cognitiva y demencia tá
es
Evidencia científica y
ca
líni
Una RS de estudios observacionales sobre el efecto de la THS C (estróge- RS
a
nos con o sin progestágenos) no mostró una mejoría de it cla capacidad de estudios
ác en las dife- observacionales
Pr
cognitiva en las mujeres asintomáticas, aunque los resultados
rentes áreas cognitivas en las mujeres con síntomas de vasomotores son 2++
inconsistentes (Nelson et al. AHRQ). Los resultados í a de estos estudios
u
no se combinaron cuantitativamente debido taa G la heterogeneidad de sus
datos. El análisis de estudios observacionales es de esta RS, que incluye la
d e
demencia como variable de resultado, muestra
n una disminución del ries-
20 ió
go (OR= 0,66; IC 95%: 0,53 a 0,82) .c
ca
i
Otra RS evaluó los ECA y concluyó
u bl que actualmente existe escasa evi- RS de ECA
dencia sobre el efecto de la THS p sobre la función cognitiva en la mujer 1++
la
postmenopáusica (Hogervorst e et al. 2003). La revisión comenta las limi-
taciones de la informacióne sd y la necesidad de dilucidar el efecto de este
d
s mismo autor en mujeres con demencia previa
tratamiento. Otra RSodel

no mostró ninguna 5 mejoría en la función cognitiva .
20

e d
El ECA WHIMS s (Women’s Health Initiative Memory Study) Rapp et al. ECA
á
2003, perteneciente al estudio WHI, evaluó a 4.381 mujeres postmeno- 1+
m
d o
páusicas (mayores de 65 años) sin demencia durante 4,3 años. Los resul-
r i
ur la THS combinada, con evaluaciones con el Mini-Mental Test,
tadoscde
ns
noamostraron diferencias en la función cognitiva20.
tr
n
a El efecto de la THS combinada duplicó el riesgo de desarrollar demen-
H
cia (RR= 2,05; IC 95%: 1,21 a 3,48) (Shumaker et al. 2003). El riesgo
aumentó a partir del segundo año de tratamiento y persistió a lo largo de
todo el estudio. Asimismo, el riesgo se observó en todas las edades, pero
fue mayor en las mujeres de 75 años20.

GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA SOBRE OSTEOPOROSIS Y PREVENCIÓN DE FRACTURAS POR FRAGILIDAD 165
Alteraciones de la vesícula biliar
Evidencia científica

Un estudio de cohortes retrospectivo (Mamdani et al. 2000) mostró au- Estudio


mento del riesgo de colecistectomía en las mujeres con THS (RR= 1,9; de cohortes
IC 95%: 1,6 a 2,2)20. 2+
El ECA de prevención secundaria HERS mostró un aumento entre 1,5 ECA
y 2 veces del riesgo de litiasis biliar (Hulley et al. 1998). El estudio que le 1+ .
ón
siguió (HERS II) mostró un incremento de la tasa de cirugía de vesícula
a ci
biliar (RR= 1,44; IC 95%: 1,10 a 1,90) (Hulley et al. 2002)20.
a liz
tu
ac
su
e
Resumen de la evidencia sobre el balance riesgo/beneficio de la THS nt
ie d
pen
El balance riesgo/beneficio de la THS se considera desfavorable para la preven-

ción de osteoporosis como tratamiento de primera línea a largo es plazo, dados los
GPC y
efectos sobre el riesgo de cáncer de mama, enfermedad c a coronaria, accidente
i
cerebrovascular y enfermedad tromboembólica46. lín
C
c a
i
Con el uso prolongado de THS administrada enct solitario para tratar la osteopo-
á
GPC rosis postmenopáusica, el riesgo de enfermedad Pr cardiovascular, ictus y cáncer de
mama invasivo es considerable y puede superar de la relación riesgo-beneficio35.
í a
u
Gnivel 1+, concluyó que:
La GPC47, basándose en evidencia tde a
es
de
– En los usuarios actuales, la THS tomada durante más de 5 años después del
n
inicio de la menopausia aumenta el riesgo de cáncer de mama en un 26%, el

1+ ac
riesgo de enfermedad coronaria en un 29% y el riesgo de ictus en un 41%.
c
i
u bl
– El uso de estrógenos sin progestina/progesterona aumenta el sangrado vagi-
p
nal irregular y ellariesgo de cáncer endometrial.
e
– La THS aumenta e sd el riesgo de tromboembolismo venoso.
d
o s
La GPC20a,ñbasándose en evidencia de nivel 2++, concluyó que en tratamientos
5
2++ superiores a 10 años, existe un riesgo reconocido de sufrir cáncer de mama y
d e
ás
endometrio (el último, solamente en terapia con estrógenos).
m
o
r rid
u
nsc
tra
Recomendaciones y precauciones generales en el uso de la THS cuando esté indicado el
an
H tratamiento farmacológico:

Aunque está demostrada la eficacia de la THS (estrógenos solos o combinados


A con gestágenos) en la prevención de fractura vertebral, cadera y otras localiza-
ciones, no se recomienda en mujeres postmenopáusicas mayores de 65 años.

166 GUÍAS DE PRÁCTICA CLÍNICA EN EL SNS


En mujeres con fallo ovárico prematuro y/o menopausia temprana la THS esta-

ría indicada en la prevención y tratamiento de la osteoporosis.

El uso de THS (con estrógenos o combinada) se puede considerar como una


opción terapéutica que reduce el riesgo de fractura por fragilidad en pacientes

con osteoporosis y con contraindicaciones para los fármacos recomendados
(ver Algoritmos 2 y 3).
.
Los riesgos asociados al uso de la THS que combina estrógenos y gestágenos ión
ac
son tromboembolismo, eventos cardiovasculares, cáncer de mama, deterioro l iz
cognitivo, demencia, alteraciones de la vesícula biliar, cáncer de ovario ytuade
c
endometrio; por lo cual, es aconsejable una valoración riesgo-beneficio.u a
B s
e
La THS con estrógenos solos no supone un mayor riesgo de cáncer
e nt de mama,
i
sin embargo aumenta el sangrado vaginal irregular y el riesgo de
end cáncer endo-
p
metrial. El uso de estrógenos equinos conjugados aumenta significativamente el
t á
riesgo de ictus. es
y
a
ic
La relación riesgo-beneficio se debe hablar a nivel individual antes de iniciar el
 l ín
tratamiento y durante su uso. C
a
c tic
rá P
Pauta y duración del tratamiento con la THS de
a

Recomendaciones G
ta
es
de
No es aconsejable el uso de la THS (con estrógenos y gestágenos) más de 5 años
n

ac
A a partir de los 50 años debido a los potenciales riesgos asociados que comporta
i c
bl
una dosis equivalente de 50 pcg de estradiol/día.
u
p
Cuando está indicada la la THS esta debe iniciarse a dosis bajas (estrógeno equi-
 e
sd
valente a parches de 25) y si es necesario pasar a dosis mayores.
e
d
o s
En mujeres añ con útero intacto se recomienda la THS que combina estrógeno y
5
gestágeno.
 e La dosis de gestágeno se debe ajustar en función de la dosis de estró-
genos dadministrada y la pauta de tratamiento.
á
m
o
r rid En mujeres sin útero o histerectomizadas se recomienda la THS con estrógenos
cu solos. En aquellos casos que la histerectomía fue por cáncer de endometrio es-
ns
rt a tadio I grado I, la THS debe combinar estrógenos y gestágenos.
a n
H La pauta combinada continua no debe iniciarse hasta un año después de esta-

blecida la menopausia.

GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA SOBRE OSTEOPOROSIS Y PREVENCIÓN DE FRACTURAS POR FRAGILIDAD 167
¿Es eficaz y seguro el tratamiento con tibolona para prevenir la fractura
por fragilidad?
La respuesta de esta pregunta se basa en un ECA publicado recientemente (Cummings
SR et al. 2008, estudio LIFT)5.

Evidencia científica

Un ECA doble ciego (Cumminds et al. 2008)5 ha investigado la eficacia ECA .


ón
de la tibolona en dosis diaria de 1,25mg vs. placebo en 4.538 mujeres de 1++
a ci
edad entre 60-85 años y con T-score ≤-2,5 para un periodo promedio de a liz
34 meses. tu
ac
Se demostró que la tibolona previene las fracturas vertebrales (Relative su
te
Hazard = 0,55; IC 95%: 0,41-0,74, p<0,001) y no vertebrales (Relative ien
Hazard = 0,74; IC 95%: 0,58-0,93, p=0,01) y reduce el riesgo de cáncer de end
mama invasivo (Relative Hazard = 0,32; IC 95%: 0,13-0,80, p=0,02) y de p
t á
colon (Relative Hazard = 0,31; IC 95%: 0,10-0,96, p=0,04). es
y
a
Sin embargo, las mujeres en el grupo de tratamiento con tibolona n icpresen-

taron elevado riesgo de sufrir un ictus (Relative Hazard = 2,19; IC 95%:
C
a
tic
1,14-4,23, p=0,02) y el estudio fue suspendido por razones de seguridad.
ác
No se demostraron diferencias significativas entre losPr dos grupos de
de
comparación en cuanto al riesgo de eventos cardiovasculares, ni trom-
í a
boembolismo venoso. u
G
t a
Resumen de la evidencia es
de
n
ió c
La evidencia sobre la eficacia
l i ca y la seguridad proviene de un ECA doble-ciego
recién publicado que5 b ha demostrado la eficacia de la tibolona en dosis diaria
pu en la prevención de fractura vertebral y no vertebral y
1++ la
de 1,25 mg vs. placebo
en la reducciónd e de riesgo de cáncer de mama y de colon. Sin embargo, en el
s
de también se ha objetivado un riesgo elevado de ictus.
mismo estudio
o s

5
d e
Mujeres postmenopáusicas
ás osteoporóticas
m
Recomendacioneso del uso de la tibolona cuando esté indicado el tratamiento farmacoló-
id
gico urr
c
a ns
tr Aunque recientemente se ha demostrado la eficacia de la tibolona en la preven-
a n
H ción de fractura vertebral y no vertebral y en la reducción de riesgo de cáncer
B de mama y de colon (estudio LIFT)5, no se recomienda en mujeres postmeno-
páusicas a partir de 60 años debido a que los datos sobre su seguridad a largo
plazo son limitados y se ha objetivado un riesgo elevado de ictus.

En mujeres de menos de 60 años, previamente de su prescripción, se ha de eva-



luar el balance riesgo-beneficio en cada caso particular.

168 GUÍAS DE PRÁCTICA CLÍNICA EN EL SNS


7.2.7. Otros principios activos
7.2.7.1. Estatinas
¿Cuál es el efecto de las estatinas para prevenir la fractura por fragilidad?

Se dispone de una RS de estudios de diseños diferentes (Cushenberry et al. 2002)96.

ó n.
Resumen de la evidencia ci
zali
t ua
Una RS de 5 estudios (4 estudios de casos y controles: Chan et al. 2000, Wang ac
et al. 2000, Meier et al. 2000, van Staa et al. 2001 y un estudio prospectivo: s u
t e
Reid et al. 2001) observó lo siguiente: n
die
– El seguimiento prospectivo del ECA y el estudio de casoseny controles con
p
1-/2- más pacientes (Reid et al. 2001) no encontraron asociación entre el uso de t á
estatinas y la disminución de riesgo de fractura pory fragilidad. es
ca observó que el uso de
ise
– En los otros tres estudios de casos y controles, lí n
estatinas reducía el riesgo de fractura de cadera C en personas mayores con
a
osteoporosis. c tic
á
Pr
de
í a
Recomendación u
G
ta
es
No se puede recomendar el uso de de estatinas en la prevención de fracturas por
n
 fragilidad debido a la falta cde ió consistencia en su efecto y a la baja calidad de los
c a
estudios. i
u bl
p
la
e
e sd
7.2.7.2. Suplementos d de micronutrientes
o s

¿Cuál es el efecto 5 de los suplementos de micronutrientes para prevenir
la fractura por de fragilidad?
á s
m
o de la respuesta a esta pregunta se fundamenta en una GPC recomendada
La evidencia
r rid
cu
según AGREE (Brown 2006) 35

ns
tra
an
H Magnesio
Resumen de la evidencia

Una GPC35 basándose en estudios de calidad 2+ concluye que tanto en hombres


2+ como en mujeres con digestión normal, la dieta con magnesio adicional no tiene
un efecto importante sobre el riesgo de fractura de cadera.

GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA SOBRE OSTEOPOROSIS Y PREVENCIÓN DE FRACTURAS POR FRAGILIDAD 169
Cobre
Resumen de la evidencia

Una GPC35 basándose en estudios de calidad 2+ concluye que en hombres y


2+ mujeres menopáusicas, la dieta con cobre adicional no tiene un efecto impor-
tante sobre el riesgo de fractura de cadera.

.
ón
Zinc a ci
a liz
Resumen de la evidencia tu
ac
su
t e
Una GPC35 basándose en estudios de calidad 2+ concluye que no hay
i en una aso-
2+ nd en los hom-
ciación importante entre el riesgo de fractura y la ingesta de zinc
e
bres. p

es
y
ca
Hierro líni
C
Resumen de la evidencia ti ca
r ác
P
ed 2- concluye que no hay evidencia
Una GPC35 basándose en estudios de calidad
uía
de calidad para sustentar o rechazar Glos beneficios del hierro en la prevención
a
2- st
del riesgo de fractura. No obstante, en mujeres mayores de 39 años, una ingesta
e
alta de hierro (<30 mg/día) puede asociarse con un incremento del riesgo de
de
fractura de cadera. ón
aci
lic b
pu
Sílice, boro, estroncio o lamanganeso
de
Resumen de la evidenciaes
d
o s

Una GPC 5 35 concluye que no hay evidencia de calidad para sustentar o rechazar
GPC el efecto de de una dieta rica en sílice, boro o estroncio, o manganeso adicional
á s
sobre
m el riesgo de fractura.
o
r rid
u
nsc
tra
Recomendación general micronutrientes
a n
H
No hay evidencia suficiente para recomendar ingestas adicionales con suple-
D mentos de los siguientes micronutrientes para prevenir la fractura por fragili-
dad: magnesio, cobre, zinc, hierro, sílice, boro, estroncio y manganeso.

170 GUÍAS DE PRÁCTICA CLÍNICA EN EL SNS


7.3. Otras medidas

Preguntas para responder:


• ¿Es el protector de cadera eficaz/efectivo y seguro para prevenir la fractura de ca-
dera por fragilidad?
• ¿Son la vertebroplastia percutánea y la cifoplastia eficaces y seguras para tratar la
ó n.
fractura vertebral por fragilidad y el dolor asociado? i
ac
a liz
tu
ac
su
7.3.1. Protector de cadera e
nt
ie
nd
¿Es el protector de cadera eficaz/efectivo para la prevención pe

de la fractura de cadera por fragilidad? es
y
El protector de cadera o protector pelviano externo es un dispositivo i ca a modo de escudo
almohadillado que se coloca sobre el trocánter mayor del fémur. lín La respuesta se funda-
C 32
menta en cinco GPC recomendadas según AGREE (CKS 2006 c a ; RNAO 200533; SEGO-
t i
SEMFYC-CCib-AEEM 2004 ; NZGG 2003 y SIGN 2002 c
rá 97 ), en un MA de ECA (Sawka
20 47 37

et al. 2005) y en un MA de ECA y EC (Parker et al.e 2006) .


98 P
d
a

G
Evidencia científica s ta
e
de
n
En un ECA (Kannus et al. 2000) realizado en personas mayores (n=1.801; ECA
c ió
78% mujeres; 82 años de media) en régimen ambulatorio se compara la
a
eficacia del protector de cadera ben lic prevenir la fractura de cadera y de
otras localizaciones vs. control. pu
la La diferencia entre ambos grupos fue
e
significativa para las fracturas de cadera (p=0,008) y no significativa en
e sd
las fracturas de otras dlocalizaciones (pelvis, tronco, piernas y brazo,
p≥0,05)32. ñ os
a
Un MA (Parker et5 al. 2003) con 15 ECA sobre la eficacia de los protec- MA de ECA
d e
tores de cadera s en personas mayores institucionalizadas y ambulatorias 1++
con una elevada á incidencia de caídas y fracturas mostró resultados in-
m
d o Los trece ECA realizados en personas institucionalizadas
consistentes. r i
mostraron c ur que el uso de protectores de cadera reduce el riesgo de frac-
ns
rt a
tura de forma significativa (RR= 0,77; IC 95%: 0,62 a 0,97). En los tres
anECA que incluían personas ambulatorias, la reducción del riesgo de
H fractura no fue significativa en el grupo con protector (RR= 1,16; IC
95%: 0,85 a 1,59)20.
Una RS (Parker et al. 2001) de 7 ECA informa que los protectores de RS de ECA
cadera en personas mayores que viven en residencias y que tienen un 1+
riesgo de fractura elevado reducen el riesgo de fractura de cadera entre
el 50 y 66%37.

GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA SOBRE OSTEOPOROSIS Y PREVENCIÓN DE FRACTURAS POR FRAGILIDAD 171
Un MA de ECA (Parker et al. 2006)97 incluyó 14 ECA y estudios EC en MA de ECA
un grupo de población (edad: 78-86 años) en régimen ambulatorio (3 y EC
estudios) o institucionalizados (11 estudios). Se estudió el uso de protec- 1++
tor de cadera vs. no protector de cadera. Medida de resultado: incidencia
de fracturas de cadera, de pelvis y otro tipo de fracturas. Resultados: En
los estudios con pacientes hospitalizados, los protectores de cadera re-
dujeron la fractura de cadera (RR= 0,77; IC 95%: 0,62 a 0,97) compara-
do con el grupo control. En los estudios realizados en régimen ambula-
.
torio, los protectores de cadera no redujeron el riesgo de fractura de i ón
cadera de forma significativa (RR=1,16; IC 95%: 0,85 a 1,59) comparado ac
l iz
con el grupo control. Los datos no fueron significativos para las fracturas a
c tu
de pelvis u otras localizaciones. a
s u
Problemas con la conformidad, aceptación y adherencia al uso de los t e
n
protectores de cadera fueron considerados en todos los estudios inclui-
die
dos por esta revisión97. en p
t á
Un MA de ECA (Sawka et al. 2005) incluyó siete ECA (4 con personas
es MA de ECA
98

en régimen ambulatorio y 3 institucionalizadas) realizados en población y 1++


c a
de 80 años de promedio y con fractura previa. Se compararon los protec- i
lín
tores de cadera vs. control sin protector de cadera con un seguimiento C de
c a
12 a 28 meses de duración. En los cuatro estudios en régimen ambulatorio, t i
la diferencia entre grupos en el número de fracturas fue 0% (RR=1,07; rác
P
de
IC 95%: -1 a 1). En los tres estudios en pacientes institucionalizados, la
a
diferencia con el grupo tratado con protector uí de cadera fue -3,7%
G
ta
(RR=0,56; IC 95%: 7,4 a 0,1). Si consideramos aquellos estudios donde
había supervisión por enfermeras, la diferencia es con el grupo tratado fue -
e
4,4% (RR=0,50; IC 95%: -8,09 a - 0,76). n d

ac
La aceptación de usar protectores de cadera oscila entre 31-70% de los
c
i
casos en los estudios de esta RS udebido bl seguramente a diferentes defini-
p
ciones de la conformidad/aceptación. Entre el 37-72% (media 68%) de
la
los usuarios informan de irritación d e al uso de los protectores de cadera.
e s
Los motivos de la escasa d aceptación y adherencia a los protectores de
cadera pueden deberse o s a incomodidad, esfuerzo extra para su coloca-
ñ
ción, incontinencia5 aurinaria, dificultades físicas y apariencia98.
de
á s
m
o
Resumen r rid de la evidencia
u
nsc
tra Una GPC32 basándose en estudios de calidad 1++ concluye que los protectores
a n
H de cadera tienen un efecto significativo marginal en la prevención de fracturas
de cadera en personas mayores y débiles que se encuentran institucionalizadas.
1++
Los protectores de cadera no reducen la incidencia de fracturas de cadera en
personas mayores en régimen ambulatorio y no hay evidencia de que los pro-
tectores de cadera previenen otro tipo de fractura.

172 GUÍAS DE PRÁCTICA CLÍNICA EN EL SNS


Otra GPC47 basándose en evidencia de calidad 1+ concluye que la evidencia
actual indica que los protectores de cadera reducen la incidencia de fracturas de
1+
cadera en personas mayores institucionalizadas, siempre y cuando tengan bue-
na aceptación y cumplan con el tratamiento.

Una GPC33 basándose en estudios de calidad 2++ concluye que se puede consi-
2++ derar el uso de protectores de cadera entre personas con elevado riesgo de
fractura de cadera, a pesar de que no existe evidencia que lo sostenga. .
ón
a ci
Los protectores de cadera reducen la incidencia de fracturas de cadera en per- liz
sonas mayores institucionalizadas. Estudios posteriores informan que los tpro-ua
c
a la
tectores de cadera son inefectivos en los que viven en casa y cuestionan u
1++ s
efectividad en personas mayores institucionalizadas. Todos los estudios
e del MA
nt protecto-
informaron de problemas con la aceptación y adherencia al uso deielos
d
res de cadera97. en p
t á
Los protectores de cadera pueden disminuir el riesgo de fractura es de cadera en
y
personas mayores hospitalizadas en centros supervisados a
ic por enfermeras aunque
es necesario realizar estudios de seguimiento para confirmar lín estos resultados. Es
C
a
escasa la evidencia del uso de los protectores de ccadera fuera de las residencias.
1++ ti
En poblaciones que no viven institucionalizadas,
r ác la dificultad de colocarse el pro-
tector de cadera sin supervisión, la aceptación P
d e por parte de la persona y el escaso
número de casos estudiados dificultan la íevaluación a de la eficacia del protector de
cadera . u
98
G
s ta
Dos GPC32,47 concluyen que la eadherencia e al protector de cadera es limitada.
d
GPC Son necesarios cinco protectores n de cadera por residente ya que se deterioran
c ió
rápidamente y es necesario a personal de apoyo para su colocación.
b lic
u
plas
Entre el 25-30% de personas mayores que viven en su domicilio aceptan
la
GPC llevar el protector ede cadera. Los no conformes lo son, principalmente, por pro-
blemas de ajuste e sdy de irritación cutánea37.
d
o s

5
Recomendación de
á s
m
o
r rid Se recomienda el uso de protectores de cadera a los mayores con elevado riesgo
u
Bsc de fractura, en especial, a los que viven institucionalizados siempre y cuando las
n
rt a personas acepten usarlos y se apliquen de manera adecuada.
a n
H

GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA SOBRE OSTEOPOROSIS Y PREVENCIÓN DE FRACTURAS POR FRAGILIDAD 173
¿Es el protector de cadera seguro para la prevención de la fractura
de cadera por fragilidad?

La respuesta se fundamenta en dos GPC recomendadas según AGREE (CKS 200632 y


SEGO-SEMFYC-CCib-AEEM 200420), en un MA de ECA y de EC (Parker et al. 2006)97
y en una RS de ECA (Sawka et al. 2005)98.

Resumen de la evidencia ón.


ci
iza
u al
Dos GPC20,32 basándose en estudios de calidad 1++ concluyen que los efectos
act
adversos más frecuentes de los protectores de cadera son la irritación y abrasio-
1++ su
e
nes de la piel y la incomodidad local. Estos efectos hacen que su aceptación sea
e nt
baja. di n
pe
1++ tá .
Las complicaciones del uso de los protectores son muy pocas 97

es
y
Los efectos adversos de los protectores de cadera fueron a poco frecuentes (irri-
1++ nic
tación de la piel e infecciones) .
98

C
a
tic c
P rá
Precauciones generales en el uso de los protectores de de cadera
a
Recomendación uí
G
ta
es
Los efectos adversos relativos dale uso de protectores de cadera son leves y poco
A n
frecuentes y, por consiguiente, ió no limitan su recomendación.
a c
b lic
pu
la
e
e sd
d
o s

5
de
á s
m
o
r rid
u
nsc
tra
a n
H

174 GUÍAS DE PRÁCTICA CLÍNICA EN EL SNS


7.3.2. Vertebroplastia percutánea y cifoplastia
¿Son la vertebroplastia percutánea y la cifoplastia eficaces para reducir
el dolor asociado a las fracturas vertebrales por compresión debidas
a la osteoporosis?

La vertebroplastia percutánea y la cifoplastia son técnicas mínimamente invasivas de fu-


sión percutánea o de refuerzo vertebral que consisten básicamente en la introducción de
un cemento óseo en un cuerpo vertebral fracturado para estabilizar la fractura vertebral. n.
ó
En ocasiones, previamente a la administración del cemento, a nivel de la vértebra colapsa-aci
i z
da, se inserta un balón que se insufla con la finalidad de restaurar la altura del cuerpo
ual
t
ac
vertebral y reducir la deformidad cifótica; en estos casos hablamos de cifoplastia o de ver-
tebroplastia mediante balón. s u
te
La respuesta se fundamenta en un MA de distintos diseños (Gill et al. 2007)ie99n y en un re-
d
ciente ECA (Wardlaw et al. 2009)100. en p

es
y
Evidencia científica ca
líni
Un ECA (Wardlaw et al. 2009)100 realizado en 8 países (21 centros) com- C ECA
c a
paró la cifoplastia (n=149) vs. atención no quirúrgica (n=151) en adultos t i
r ác
P
con fracturas vertebrales agudas (1-3). La medida de resultado principal
fue la diferencia entre la situación basal y el primer de mes medido en el
a

componente físico de la versión resumida del SF-36 (CF/SF-36; escala de
G
a
st
0-100). A los 12 meses se estudió la calidad de vida y otras medidas de
e
eficacia y seguridad. En el grupo tratadoe con cifoplastia la puntuación
d
ón
media del CF/SF-36 mejoró 7,2 puntos (IC 95%: 5,7-8,8) desde 26,0 en
i
c
situación basal hasta 33,4 al mes de la cifoplastia; en el grupo control, la
l i ca
ub
mejora fue de 2 puntos (IC 95%: 0,4-3,6) desde 25,0 hasta 27,4
(p<0,0001). p
a l
Un MA (Gill et al. 2007)99sdincluyó e 21 estudios prospectivos y retrospec- MA
d e
tivos; 14 estudios sobre vertebroplastia percutánea (n=1.046) y siete es- de diferentes
os
tudios sobre cifoplastia (n=263). Tanto la cifoplastia como la vertebro-
ñ diseños
a
plastia disminuyeron 5 el dolor en cinco puntos de la escala VAS (Visual
de
Analog Scale) en el periodo postoperatorio inmediato (p<0,00001). Al
á s
finalizar el seguimiento,
m ambos procedimientos mejoraron la puntuación
d o
de VAS, pero estas diferencias no fueron significativas (p=0,25, p=0,38,
urri
respectivamente).
c
ns
tra
an
H

GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA SOBRE OSTEOPOROSIS Y PREVENCIÓN DE FRACTURAS POR FRAGILIDAD 175
Resumen de la evidencia

La cifoplastia es un procedimiento efectivo en pacientes con fracturas


ECA
vertebrales agudas100.

El MA demostró que tanto la vertebroplastia percutánea como la


cifoplastia reducen aproximadamente un 50% el dolor en el periodo
postoperatorio inmediato debido a fracturas vertebrales osteoporóticas
1+/2+ .
por compresión que no hayan respondido a tratamientos conservadores. ión
c
Son necesarios más ECA para confirmar cuál de los dos procedimientos
li za
es más efectivo en la fractura vertebral por compresión99. a
tu
ac
su
e
e nt
i
¿Son la vertebroplastia percutánea y la cifoplastia seguras para e nd reducir el
p
dolor asociado a las fracturas vertebrales por compresiónstádebidas
a la osteoporosis? e
y
c a
l í ni
La respuesta se fundamenta en una RS de ECA y otros diseños C (Ploeg et al. 2006) y en
101

a
un ECA reciente (Wardlaw et al. 2009) . tic
100

ác
Pr
de
Evidencia científica í a
u
G
Un ECA (Wardlaw et al. 2009)100 realizado en 8 países (21 centros) com- ta ECA
es
e
paró la cifoplastia (n=149) vs. atención no quirúrgica (n=151) en adultos
d (Q)
n
con fracturas vertebrales agudas (1-3). La frecuencia de efectos adversos

no difirió entre grupos. Hubo dos efectos c ac adversos graves relacionados
b li
con la cifoplastia (hematoma e uinfección del tracto urinario). Se obser-
p
varon otros efectos adversos lagraves (infarto de miocardio y embolismo
e
pulmonar) pero al no suceder
e sd en el perioperatorio no fueron relaciona-
dos con la intervención.d
Una RS (Ploeg et al. 2006) ñ os 101
incluyó un ECA y 14 estudios de casos y RS de ECA
a
5
controles donde se realizaron 1.136 vertebroplastias percutáneas a 793 y casos
d e
ás
pacientes entre 65-79 años. Después del procedimiento se observaron y controles
m
complicaciones clínicas (0,4-15,4% de los pacientes) y detección de ce- 2++
d o
i
mento fuera de la vértebra (3,3-75% de los pacientes). Después de un
r
c ur
tiempo del procedimiento, en 9 de los estudios, el 17% de los pacientes
ns
rt a
presentaron una fractura nueva o más. La probabilidad de nueva fractu-
a n
ra era mayor si estaba cerca de la fractura cementada (OR=2,27; IC
H 95%= 1,1 a 4,56) que si no lo estaba (OR=1,44; IC 95%= 0,82 a 2,55).

176 GUÍAS DE PRÁCTICA CLÍNICA EN EL SNS


Resumen de la evidencia

La cifoplastia es un procedimiento seguro en pacientes con fracturas verte-


ECA
brales agudas100.

La vertebroplastia percutánea tiene pocas complicaciones clínicas, aunque se


1-/2-
desconoce si puede aumentar el riesgo de nuevas fracturas vertebrales101.

ón.
ci
Recomendación iza
al
tu
ac
La vertebroplastia percutánea y la cifoplastia son una opción cuando su el tra-
e
t fractura
en
tamiento farmacológico es ineficaz en el manejo del dolor intenso tras
B i
end
vertebral reciente por fragilidad. Sin embargo, ambos procedimientos no se re-
comiendan de forma indiscriminada. p

es
y
a
ic
Precauciones generales lín
C
a
Recomendación tic
ác
Pr
e
d a la vertebroplastia percutánea y la
La posibilidad de complicaciones asociadas
u ía
 cifoplastia para tratar el dolor secundario
G a fractura vertebral por fragilidad
t
justifican que no se indiquen de forma a indiscriminada.
s e
de
n
c ió
a
lic
pub
la
sde
de
o s

5
de
ás
m
do
urri
c
ns
tra
an
H

GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA SOBRE OSTEOPOROSIS Y PREVENCIÓN DE FRACTURAS POR FRAGILIDAD 177
.
ón
a ci
a liz
tu
ac
su
e
nt
ie
nd
pe

es
y
ca
líni
C
ti ca
r ác
P
de
a

G
t a
es
de
n

ac
ic
bl
pu
la
sde
de
o s

5
de
ás
m
do
urri
c
ns
tra
an
H
8. Estrategias diagnósticas
y terapéuticas para prevenir
las fracturas por fragilidad
.
ón
a ci
a liz
tu
ac
su
e
nt
ie
nd
pe

es
y
ca
líni
C
ti ca
r ác
P
de
a

G
t a
es
de
n

ac
ic
bl
pu
la
sde
de
o s

5
de
ás
m
do
urri
c
ns
tra
an
H

GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA SOBRE OSTEOPOROSIS Y PREVENCIÓN DE FRACTURAS POR FRAGILIDAD 179
H
an

180
tra
Algoritmo 1. Actuación para prevenir las fracturas por fragilidad: valoración

ns
c u
del riesgo de fractura, confirmación diagnóstica, control evolutivo

rri
do
ALGORITMO 1. Actuación para prevenir las fracturas por fragilidad: valoración del riesgo de

m
e indicación
fractura, confirmación de tratamiento
diagnóstica, control evolutivo e indicación de tratamiento

ás
de
5

os
de
sde
la
p
ub
lic
aci
ón
de
es
at
G

a
de
Pr
ác
tic
a
C
lín
ic
a

(4)
y
es

p end
i
en
te
su
ac
tu
al
zai

GUÍAS DE PRÁCTICA CLÍNICA EN EL SNS


ci
ón.

1
Anotaciones del Algoritmo 1

Grado de recomendación: A, B, C o D, según sea muy buena, buena, regular o baja ca-
lidad de la evidencia (Anexo 1)
 Buena práctica clínica: recomendación por consenso del grupo de trabajo

.
ón
Nota 1 ci
a
liz
Fractura por fragilidad. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) es aquellatupro- a
a c
vocada por lesiones que serían insuficientes para fracturar un hueso normal. Según u la Os-
teoporosis Society of Canada (OSC) y la Scottish Intercollegiate Guidelines s
e Network
(SIGN) del Reino Unido es aquella que se produce por traumatismos mínimos, ent como una
di
caída desde una altura correspondiente a la bipedestación o en ausenciaende traumatismo
p
identificable. t á
es
– Se deben descartar otras causas de fractura. y
a
n ic
– En la fractura de Colles debe descartarse que sea por lí fragilidad.
C
a
c tic
á
Nota 2 Pr
de
í a
Prevención secundaria. Prevención de fracturas u subsiguientes cuando una fractura por
G
fragilidad ya ha tenido lugar. ta
es
de
n

Nota 3 c ac
i
u bl
Medidas generales. Incluyen hábitos p saludables e intervenciones para la prevención de las
caídas en las personas mayores. l a
e
e sd
Hábitos saludables.d Es importante seguir una dieta con aporte de calcio adecuado
para mantener una correcta ñ os salud esquelética aunque hay controversia que esta interven-
ción aislada sea eficaz a
5 para prevenir las fracturas por fragilidad [grado B].
d e
ás
• Recomendaciones sobre cantidad de calcio/día según grupo de población (de
m las fuentes (total de la dieta y suplementos), priorizando la dieta):
todas
o
r rid– A los niños prepúberes (4-8 años) se recomienda una ingesta de calcio/día
u
nsc de 800 mg [grado B].
tra
an – A los adolescentes (9-18 años), la ingesta de calcio/día recomendada es de
H 1.300 mg [grado B].
Se recomienda un aporte adecuado de vitamina D/día a toda la población (ya sea
mediante dieta y exposición solar adecuada o suplementos) [grado A].
Para las recomendaciones de calcio y de vitamina D diario en otras poblaciones ver
nota 2 del Algoritmo 2

GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA SOBRE OSTEOPOROSIS Y PREVENCIÓN DE FRACTURAS POR FRAGILIDAD 181
No hay evidencia científica suficiente y de calidad que avale el efecto de las isoflavo-
nas naturales en la prevención de las fracturas por fragilidad ya sea su origen la dieta o los
suplementos [grado D].
• Hay poca evidencia sobre los efectos adversos derivados del consumo de isofla-
vonas naturales, en especial cuando la fuente es de suplementos. Por consiguien-
te, no se recomienda el uso de suplementos de isoflavonas hasta discernir si pue-
den tener o no un efecto perjudicial a largo plazo [grado D].
La exposición solar es el principal estímulo para la síntesis cutánea de vitamina D. No hay ón.
ci
evidencia suficiente sobre su efecto en la reducción de fractura por fragilidad [grado B]. za i
u al
ct
Si se usan cremas con factor de protección superior a 8 ya no se sintetiza vitamina D.
a
su
El consumo de tabaco aumenta el riesgo de fractura por fragilidad y, por consiguiente,
t e
es un hábito desaconsejable [grado B]. en
n di
pe
El consumo excesivo de alcohol (>3 unidades/día; 1 unidad: 8-10 g de alcohol) aumen-
á
st
ta el riesgo de fractura por fragilidad [grado C]. Se recomienda no superar las 3 unidades
e
de alcohol/día [grado ]. y
i ca
lín
El consumo excesivo bebidas con cafeína (≥4 tazas de café/día) aumenta el riesgo
C
de fractura por fragilidad [grado C]. Se recomienda no superar las 4 tazas de café/día
c a
i
[grado ]. ct

P especial, aquellos dirigidos a mejo-
Se recomienda realizar ejercicio físico regular (en
de
a
rar la resistencia y el equilibrio) aunque hay controversia que esta intervención aislada sea

eficaz para prevenir las fracturas por fragilidad.GSe considera oportuno adecuar la intensi-
a
st persona [grado B].
dad del ejercicio físico al estado general deela
ed
• La evidencia disponible no permite recomendar el Tai Chi para la prevención de
i ón
la fractura por fragilidad aacla población en general [grado C].
lic
pub
l a
Prevención de las caídas enepersonas mayores
sd
e institucionalizadas, se recomienda el ejercicio físico regular
En personas mayores dno
s
dirigido a mejorar elñoequilibrio y la fuerza muscular para prevenir las caídas. El ejercicio
a
5
físico deber ser prescrito de forma individualizada y dirigido por personal cualificado
e
[grado A]. s d
á
m
Se recomiendan los ejercicios físicos regulares para fortalecer la musculatura dentro
d o
r r i
de un uprograma multifactorial, aunque la evidencia es insuficiente para recomendarlo
comos cúnica actividad para prevenir las caídas en personas mayores [grado B].
n
tra
an Se recomienda revisar y ajustar la medicación, en especial en los pacientes polimedi-
H cados, así como controlar las patologías de base que puedan incrementar el riesgo de caí-
das [grado ].
No hay evidencia suficiente que avale el efecto preventivo de los programas educati-
vos no individualizados y que no estén incluidos en un programa multifactorial sobre las
caídas [grado ].

182 GUÍAS DE PRÁCTICA CLÍNICA EN EL SNS


A las personas mayores atendidas por una caída se les debe ofrecer una evaluación y
un asesoramiento sobre los riesgos del entorno donde viven. Esta intervención que realiza
el personal sanitario sólo es efectiva si se acompaña de seguimiento [grado A].
Los programas de intervención multifactorial (en la comunidad y población institu-
cionalizada) que han demostrado eficacia para prevenir caídas comprenden los siguientes
elementos: ejercicio físico regular para ganar fuerza muscular y equilibrio, asesoramiento
e intervención sobre los riesgos en el hogar, evaluación y atención de la visión y revisión
de los tratamientos farmacológicos (modificación o disminución) [grado A]. .
ón
• Se recomienda que las intervenciones multifactoriales para prevenir caídas en a ci
liz
a
personas mayores estén implementadas por profesionales sanitarios [grado ].
u
a ct
• Después de una fractura por caída, a la persona mayor se le deberá ofrecer una
u
evaluación multidisciplinar para identificar y minimizar el riesgo futuro s
e de caída
nt
y una intervención individualizada con el objetivo de promover suieindependen-
d
cia y mejorar su función física y psicológica [grado A]. en p
t á
• A la hora de promover la participación de las personas mayores en los programas
es
de intervención multifactorial para prevenir las caídas deben y evaluarse las posibles
a
barreras a su implementación (miedo a caer, barreras ífísicas, n ic etc.) [grado ].
l
C
Se recomienda preguntar a las personas mayores sobre a caídas en el último año. A las
t ic
que se cayeron, es importante preguntarles sobre frecuencia c y lugar de la caída así como

otras características relativas a la caída [grado C]. e P
d
a

Nota 4 G
s ta
e
Tratamiento farmacológico de
n
Considerar tratamiento farmacológico c ió teniendo en cuenta las recomendaciones de la pre-
a
lic
sente guía (ver Algoritmos 2 y 3), el perfil de seguridad de los fármacos a utilizar, las carac-
b
terísticas del paciente (comorbilidad, pu tratamientos concomitantes, edad y estilo de vida) y
sus preferencias. l a
e
e sd
d
Nota 5 o s

5
Medida DMO de
Recomendaciones ás generales valoración del riesgo de fractura
m
d o
La prueba
urri de referencia para la valoración del riesgo de fractura por fragilidad es la medi-
c
ción mediante DXA de la DMO en columna y/o fémur (esqueleto central) [grado A].
a ns
tr Cuando no pueda realizarse DXA de columna y/o fémur por la existencia de artrosis,
a n
H fracturas o prótesis que invalidarían el resultado, puede realizarse la medición periférica
del antebrazo no dominante en la región del radio 33% o tercio medio [grado C], que pue-
de realizarse con el mismo equipo que se realiza una DXA central (equipo DXA de medi-
ción central).
Cuando no pueda realizarse por falta de disponibilidad una DXA central puede em-
plearse una medición periférica (DXA o ultrasonometría cuantitativa) de calcáneo [grado

GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA SOBRE OSTEOPOROSIS Y PREVENCIÓN DE FRACTURAS POR FRAGILIDAD 183
A] (equipo DXA de medición periférico o ultrasonometría cuantitativa). Otras T-scores
distintas del fémur toral, cuello femoral, columna o radio 33% no pueden utilizarse de
acuerdo con los criterios diagnósticos de la OMS.

Marcadores óseos
La validez y fiabilidad de la determinación de marcadores óseos para la predicción de
fracturas por fragilidad es todavía inconsistente según la evidencia disponible y, por consi- .
n
guiente, no se recomienda su uso indiscriminado en esta indicación [grado C]. ió
ac
a liz
tu
Nota 6 ac
su
e
Prevención primaria. Prevención de la primera fractura por fragilidad. nt
ie
nd
pe

Nota 7 es
y
ca
Valoración del riesgo de fractura por fragilidad
líni
C
ca
Se recomienda indicar medida de la DMO si el individuo presenta:
i
á ct
Pr
2 o más FR clínicos MAYORES (FR de riesgo elevado de fractura por fragilidad)
de
tenga o no FR clínicos menores (FR de riesgo moderado de fractura por fragilidad) [gra-
do D]. í a
u
G
a
e st
Los FR clínicos relacionados con la disminución de la DMO y el riesgo de fractura
por fragilidad que han demostrado su asociación
e son [grado B]:
d
n
Criterios MAYORES (FR elevado): c ió aquellos FR que se han considerado que tienen
a
lic fractura dos o más veces mayor al de la población sin
un riesgo relativo (RR) asociado de
b
pu son los siguientes:
FR (RR ≥2). Los criterios mayores
la
• de
fractura previa por fragilidad
s
• de
antecedente familiar de fractura de cadera (padres o hermanos)
s
• ño
tener 65 años o más
a
• 5
índice de masa corporal (IMC) inferior a 20 Kg/m2
(IMC=peso/altura2)
d e
• ás
tratamiento con glucocorticoides(a)

m
o
• dfallo ovárico prematuro sin tratar
r ri
cu caídas en el último año

ns
rt a • hiperparatiroidismo
an • trastorno de la conducta alimentaria (anorexia, bulimia, etc.)
H
• malnutrición crónica y malabsorción
El paciente está actualmente expuesto a glucocorticoides orales o ha estado ex-
(a)

puesto a glucocorticoides orales durante más de 3 meses, con una dosis diaria de 5 mg o
más de prednisolona (o dosis equivalentes de otros glucocorticoides).

184 GUÍAS DE PRÁCTICA CLÍNICA EN EL SNS


Criterios menores (FR de riesgo moderado): aquellos FR que se ha considerado que
tienen un RR asociado de fractura entre una y dos veces mayor (1>RR<2) al de la pobla-
ción sin FR. Los criterios menores son los siguientes:
• consumir >3 unidades de alcohol/día (una unidad representa 8-10 g de alcohol)
• fumador actual
• diabetes tipo 1 (insulinodependiente)
• artritis reumatoide
.
• hipertiroidismo ón
a ci
• sexo femenino
a liz
• menopausia temprana (40-45 años) tu
ac
su
e
nt
Valoración del riesgo de caídas ie
nd
Las fracturas se asocian con frecuencia a caídas, por lo que se recomienda pe considerar los
t á
FR de caída [grado A]. es
y
Los FR no relacionados con la disminución de la DMO pero a
n ic que tienen un riesgo

asociado de fractura elevado (RR≥2) (criterio mayor) y que deben considerarse para esti-
C
mar el riesgo de caída son [grado B]: c a
ti
• edad mayor de 80 años r ác
P
• antecedentes de caídas en el último año de
a
• uí
deterioro cognitivo, funcional (fuerza y equilibrio) y/o sensorial (visual)
G
• ta
consumo de determinados fármacos (ej.: antidepresivos, benzodiacepinas, antip-
es
sicóticos, antihistamínicos H1) e
d
• obstáculos en el hogar ón
a ci
• miedo a caer lic
• p ub
incontinencia urinaria que obliga a levantarse durante la noche
la
e
sd
Nota 7-a de
os

Para establecer una actuación clínica y/o terapéutica en un paciente sin antecedentes de
5
fractura previa (prevención primaria), esta guía recomienda que se pregunte sobre los FR
d e
clínicos ANTES
ás de indicar la medición de la DMO.
m
A veceso la persona llega a la consulta con el resultado de su DMO. En estos casos
r
TAMBIÉNrid hay que considerar los FR clínicos.
u c
a nsCuando el T-score es ≤ -2,5 la persona tiene osteoporosis.
tr
an Cuando los resultados del T-score no son de osteoporosis, el grupo de trabajo distin-
H
gue dos categorías en función de los criterios diagnósticos de la OMS2 y el rango de valores
del T-score donde el riesgo de fractura por fragilidad se encuentra significativamente ele-
vado (-1,5 a -2,5 DE)153:
• T-score de -2,49 a <-1,5
• T-score ≥ -1,5

GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA SOBRE OSTEOPOROSIS Y PREVENCIÓN DE FRACTURAS POR FRAGILIDAD 185
Nota 8
Confirmación diagnóstica
La DXA central (cadera y columna) es la técnica diagnóstica para evaluar la DMO en la
práctica clínica [grado A].
• Hay controversia en limitar como única localización para el diagnóstico de la
osteoporosis el cuello femoral, criterio OMS-2007 [grado ].
• Se recomienda considerar las siguientes localizaciones: columna lumbar, cuello ón.
i
de fémur, área total de fémur y tercio medio del radio [grado ]. ac
a liz
En la adquisición de un equipo DXA debería contemplarse que disponga de alta tu re-
solución, rapidez en la exploración y con capacidad para la exploración de la columna ac en
u
sen
proyección lateral. Un estudio densitométrico con DXA estándar debe consistir e medi-
ent].
ciones cuantitativas de columna lumbar anteroposterior y de la cadera [grado i
e nd
Sólo debe realizarse una exploración DXA en proyección lateral para p el diagnóstico
t á
de fracturas vertebrales cuando se reúnan criterios similares a los utilizados es para la indica-
ción de las radiografías [grado ]. y
a
n ic
La Radiografía (Rx) no debe utilizarse para el diagnóstico lí
C de la osteoporosis [grado
A]. a
c tic
á
Está indicada la realización de la Rx ante la sospecha Pr clínica de fractura por fragilidad
[grado A]. de
í a
Se recomienda una búsqueda activa de posibles u fracturas vertebrales asintomáticas
G
en aquellos pacientes que presentan una pérdida t a de altura progresiva [grado D].
es
d e
• Debe valorarse cuando exista pérdida de altura documentada de más de 2 cm
(en un año) o histórico de más de 6 cm. i ón
c
l i ca
Es aconsejable evaluar la presencia b de fracturas vertebrales asintomáticas en las Rx
de columna realizadas por cualquier pu otro motivo, de manera especial en los pacientes que
la
presentan FR de osteoporosis e [grado D].
e sd
La ultrasonometría d
o s cuantitativa (QUS) no debe ser considerada para el diagnóstico
de la osteoporosis [grado añ A].
5
de
La determinación sistemática de los marcadores óseos no está recomendada en el
diagnóstico de s
á la osteoporosis [grado B].
m
o
r rid
u
sc diagnósticos de la osteoporosis
Criterios
n
tra el diagnóstico de la osteoporosis se recomienda la medición de DMO, medida por
Para
a n
H DXA central, valorando el T-score (comparación del valor del paciente, con el valor de
referencia de población adulta joven del mismo sexo y de la misma raza) y aplicar los cri-
terios de la OMS2[grado D].
Se asigna al paciente una T-score, que es el número de desviaciones estándar (DE)
por encima o por debajo de la DMO media para adultos jóvenes normales, como se indica
a continuación [grado D]:

186 GUÍAS DE PRÁCTICA CLÍNICA EN EL SNS


• DMO normal: una T-score ≥ -1,0.
• Osteopenia (DMO baja): una T-score entre -1,0 y -2,4.
• Osteoporosis: una T-score ≤ -2,5.
• Osteoporosis establecida (grave): describe a pacientes con una T-score inferior a
-2,5 que además presenta una fractura por fragilidad.
La clasificación no es aplicable a otras técnicas de densitometría ósea (como el T- .
ón
score de la QUS que no es equivalente a los T-score derivados de DXA) [grado ]. ci a
a liz
tu
Nota 9 ac
su
e
Control de la evolución de la osteoporosis nt
d ie
La prueba de referencia para el control evolutivo de la osteoporosis es laenDXA realizada
p
en el esqueleto central (columna y cadera) [grado A]. tá
es
No se recomienda el uso de la QUS de calcáneo para el control y
c a evolutivo de la osteo-
porosis [grado B]. i
ín l
C
a
Los marcadores óseos pueden ser utilizados para unac valoración precoz de la efecti-
ti B].
vidad y de la adherencia al tratamiento farmacológico [grado
r ác
P
de
a
Nota 10 uí
G
ta
El intervalo entre las mediciones de DXA central es para el control evolutivo de la DMO en
e
d de 2 años [grado D].
pacientes sin tratamiento es como mínimo
i ón
ac
l ic
b
Nota 11 pu
la
El intervalo entre las medicionesd e de DXA central para monitorizar la DMO en pacientes
e s
tratados por osteoporosis d debe ser entre 1 y 2 años después de iniciado el tratamiento
s
(primer control). Losñocontroles sucesivos se harán como mínimo cada 2 años o de acuerdo
a
al contexto clínico5 [grado D].
d e
ás
m
Nota 12ido
r
c ur
Se recomienda un intervalo más corto (6 a 12 meses) entre las mediciones de DXA central
ns
rt a aquellos pacientes en circunstancias específicas (como tratamiento con GC o tras-
para
anplantados de órganos sólidos) [grado C].
H

Nota 13
La evidencia científica es insuficiente para recomendar el uso de la DXA periférica en el
control evolutivo de la osteoporosis [grado C].

GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA SOBRE OSTEOPOROSIS Y PREVENCIÓN DE FRACTURAS POR FRAGILIDAD 187
H
Algoritmo 2. Mujeres postmenopáusicas con osteoporosis: actuación

an
tr

188
ans
farmacológica en la prevención primaria y secundaria

c
ur
rid
de fracturas por fragilidad

o
m
ás
de
5

os
d e sd
e
la
pu
bl
ic
ac

n
de
es
ta
G

a
de
Pr
ác
tic
a
C
lín ic
a
y
es

pe
n die
ten
su

(x) indican el número a consultar en las anotaciones del algoritmo; fx.: fractura
ac
t

tto.: tratamiento; vit.: vitamina


u a

Cualquier localización: vertebral, no vertebral y cadera; +- score en cuello de fémur < –3,0
liz
a

GUÍAS DE PRÁCTICA CLÍNICA EN EL SNS


ci
ón

* Nota informativa de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (9 de abril de 2013):


.

Se ha suspendido la autorización de comercialización de los medicamentos de administración


intranasal que contienen calcitonina (ver página 149)
H
Algoritmo 3. Actuación farmacológica en la prevención primaria y secundaria

an
tra
n
de fracturas por fragilidad en población de riesgo: pacientes con

sc
ur
ri
tratamiento prolongado con GC, hombres con osteoporosis

do
m
ás
y mujeres premenopáusicas con osteoporosis

de
5
año
s
des
de
la
pu
b
lic
ac
ión
de
es
ta
G

a
de
Pr
ác
tic
a
C
lín
i
ca
y
es

pe

GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA SOBRE OSTEOPOROSIS Y PREVENCIÓN DE FRACTURAS POR FRAGILIDAD


nd
i
en
te

* Según necesidades diarias (2-d).


su

** Al no tener la indicación aprobada, será de cumplimiento el RD 1015/2009 por el que se regula la disponibilidad de medicamentos en situaciones especiales.
ac

(x) indican el número a consultar en las anotaciones del algoritmo; fx.: fractura; tto.: tratamiento
tu
al

Cualquier localización: vertebral, no vertebral y cadera; +- score en cuello de fémur < –3,0
iz
a

189
ci
ó

* Nota informativa de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (9 de abril de 2013):


n.

Se ha suspendido la autorización de comercialización de los medicamentos de administración



intranasal que contienen calcitonina (ver página 149)
Anotaciones de los algoritmos 2 y 3
Las notas de los algoritmos 2 y 3 son comunes excepto cuando se indica.

Grado de recomendación: A, B, C o D, según sea muy buena, buena, regular o baja ca-
lidad de la evidencia (Anexo 1)
.
 Buena práctica clínica: recomendación por consenso del grupo de trabajo ón
a ci
a liz
tu
Nota 1 ac
su
e
Tratamiento farmacológico nt
ie
nd
pe
La guía establece recomendaciones para los siguientes 4 grupos de población:

• mujeres postmenopáusicas osteoporóticas es
y
• a
pacientes con tratamiento prolongado con GC y osteoporosis
ic
• hombres con osteoporosis lín
C
a
• mujeres premenopáusicas con osteoporosis t ic
ác
Para cada grupo de población estudiado se ha establecido Pr la primera línea de actua-
ción (tratamiento estándar) y las opciones alternativas. de Para cada línea se han establecido
a
opciones. En ocasiones se ha establecido un orden uí
G y en otras se deja a criterio del faculta-
a
tivo. La priorización entre las diferentes líneas
e st y opciones ha considerado los criterios si-
guientes:
de
n

• eficacia en la reducción de fracturas por fragilidad (priorizando aquellos que la
han demostrado en mayor c acnúmero de localizaciones),
i
u bl
p
• confianza en que el efecto observado en los estudios es cierto (a mayor grado de la
la
recomendación mayor confianza; grado A máxima confianza en que sea cierto),
e
e sd
• gravedad de los efectos adversos (priorizando los que no los tienen, son menos
d
s
graves o frecuentes),
o

5
• forma de administración (priorizando los orales),
de
• indicación aprobada en España. Cuando el fármaco no disponga de licencia para
á s
m
dicho uso en España, será de cumplimiento el RD 1015/2009 por el que se regula
o
r ridla disponibilidad de medicamentos en situaciones especiales.
u
ns• c costes (priorizando los genéricos y, después los de menor coste).
tra Las recomendaciones sobre la máxima duración del uso de cada fármaco particular
a n
H están basadas en la evidencia provinente de estudios pivotales y sus extensiones.
Se recomienda seguir las pautas de administración y seguridad de cada fármaco des-
critas en la ficha técnica [grado ].

190 GUÍAS DE PRÁCTICA CLÍNICA EN EL SNS


Nota 2
Suplementos de calcio y de vitamina D según población
Cualquiera de las opciones de actuación farmacológica preventiva para evitar las fracturas
por fragilidad que se indique al paciente debe asociarse a suplementos de calcio y de vita-
mina D [grado A].
Los efectos adversos más frecuentes de los suplementos de calcio y de vitamina D son
leves-moderados, aunque si no se consideran pueden afectar la adherencia al tratamiento .
ón
[grado ]. ci a
a liz
tu
Nota 2-a (Algoritmo 2) ac
Mujeres postmenopáusicas osteoporóticas (con o sin antecedente de fracturate por fragi-
su
n
lidad) ie
nd
Se recomienda asociar suplementos de calcio y de vitamina D en aquellaspemujeres postme-

nopáusicas osteoporóticas que estén en tratamiento para prevenir lasesfracturas por fragili-
dad [grado A]. y
a
ic
Se recomiendan suplementos de calcio y de vitamina D len ín
C aquellas mujeres institu-
a insuficiente [grado A].
cionalizas cuyo aporte dietético de calcio y de vitamina Dicsea
t
r ác
P
Nota 2-b (Algoritmo 3) de
í a
Pacientes con tratamiento prolongado con GCG(con u o sin antecedente de fractura por
fragilidad) ta
es
Hay evidencia controvertida sobre el efecto de de los suplementos de calcio y vitamina D en
n
la prevención de las fracturas por fragilidad ió en pacientes tratados con GC. También hay
c ac
controversia sobre si el efecto de lalgunos i metabolitos de la vitamina D pueden ser supe-
b
riores a los otros [grado C]. pu
la
Se recomienda administrar d e suplementos de calcio y de vitamina D en función del
aporte dietético a aquellas e s personas tratadas con GC [grado ].
d
o s

Nota 2-c (Algoritmo 5 3)
de
Hombres conásosteoporosis (con o sin antecedente de fractura por fragilidad)
m
Se recomienda d o asociar suplementos de calcio y de vitamina D a los hombres con osteopo-
i
rr estén en tratamiento para prevenir las fracturas por fragilidad [grado D].
rosis que c u
a ns
tr
n
a Nota 2-d
H
Requerimientos diarios de calcio y vitamina D recomendados según población:
Calcio/día (de todas las fuentes [total de la dieta y suplementos], priorizando la dieta):
• Mujeres premenopáusicas (19-50 años): 1.000 mg [grado A].
• Mujeres de 18 años o más, gestantes o en periodo de lactancia: 1.000 mg [grado A].

GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA SOBRE OSTEOPOROSIS Y PREVENCIÓN DE FRACTURAS POR FRAGILIDAD 191
• Hombres después de la adolescencia y hasta los 50 años: 1.000 mg [grado C].
• Mujeres postmenopáusicas (mayores de 50 años): 1.000-1.200 mg [grado ].
• Hombres mayores de 50 años: 1.000-1.200 mg [grado ].
• Osteoporosis establecida (grave) o ante tratamiento con GC: 1.500 mg [grado ].

Vitamina D/día:
• Pacientes con riesgo de déficit de vitamina D (mayores de 50 años, enfermos .
ón
crónicos o personas institucionalizadas): 800 UI [grado A]. ci a
• 400 UI de vitamina D en los siguientes grupos de población [grado D]: a liz
ctu
– mujeres gestantes de 18 años o más o en periodo de lactancia a
su
– mujeres premenopáusicas (19-50 años) e
ent
– hombres después de la adolescencia y hasta los 50 años. di n
pe

es
Nota 3 (Algoritmo 2) y
ca

Mujeres premenopáusicas osteoporóticas (con o sin antecedente ni
de fractura por fragili-
C
dad) a
ic
á ct
En este grupo de población la primera opción es indicar Pr medidas generales. Después, abor-
de
dar la causa y sólo en casos excepcionales, indicar tratamiento farmacológico.
a

G
ta
Nota 4 es
de
n
Precauciones generales en el uso de los ió bisfosfonatos
c ac
i
Se recomienda mantener una buena
u bl higiene bucodental, especialmente en los bisfosfona-
tos endovenosos [grado ]. p
la
No se recomienda elsuso de de los bisfosfonatos durante la gestación y deberían sus-
penderse en aquellas mujeres de que planifiquen un embarazo hasta disponer de evidencia
sobre su seguridad en o s
estas circunstancias [grado D].

Se recomienda 5
d e seguir las pautas de administración y seguridad de cada bisfosfonato
ás
en particular descritas en la ficha técnica [grado ].
m
o
Es recomendable discontinuar la terapia con bisfosfonatos en pacientes con fracturas
r rid
subtrocantéreas hasta evaluar el balance riesgo-beneficio individual del paciente y decidir
s cu
sus opciones de tratamiento (alerta de abril de 2009)
n
4
[grado D].
rt a
an
H
Nota 5
Precauciones generales en el uso del ranelato de estroncio
Se recomienda interrumpir el tratamiento ante la aparición de reacciones cutáneas por el
riesgo de DRESS [grado A].

192 GUÍAS DE PRÁCTICA CLÍNICA EN EL SNS


El síndrome DRESS, así llamado por las iniciales inglesas (Drug Rash with Eosinophi-
lia and Systemic Symptoms) es una toxicodermia grave de etiología desconocida caracteriza-
da por fiebre, exantema, adenopatías, alteraciones hematológicas y afectación visceral.
No debe administrarse en mujeres con riesgo elevado de enfermedad tromboembóli-
ca venosa [grado A].

Nota 6 n.

Precauciones generales en el uso del raloxifeno ac
liz
t
No debe administrarse en mujeres con riesgo elevado de enfermedad tromboembólica ua
ac
venosa [grado A]. su
e
nt
No se recomienda su uso en mujeres premenopáusicas o con sangrado euterino no fi-
d i
liado [grado ]. n
pe
Ante clínica climatérica intensa (sofocos) no se recomienda el uso á
t de raloxifeno [gra-
do ]. es
y
i ca
lín
C
a
Nota 7 t ic
ác
Precauciones generales en el uso de la teriparatida ye PTH Pr (1-84)
d
a

No se recomienda el uso de teriparatida ni PTH (1-84) en mujeres en edad fértil sin medi-
das anticonceptivas [grado ]. G
s ta
e
Se recomienda la monitorización de calcemia en los casos tratados con PTH (1-84)
de
[grado ]. n
c ió
a
lic
No se recomienda teriparatida ni PTH (1-84) en personas que hayan recibido radio-
b
terapia previa [grado ]. pu
la
e
e sd
Nota 8 d
o s

Precauciones generales 5 en el uso de la calcitonina nasal
de
La calcitonina ás nasal se suele emplear, en base a su seguridad, sólo en casos donde no se
m
contemplao otra opción farmacológica (contraindicación, toxicidad, efectos secundarios)
d
[grado ].
u rri
c
ans
tr
a n
H
* Nota informativa de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (9 de abril de 2013):
Se ha suspendido la autorización de comercialización de los medicamentos de administración
intranasal que contienen calcitonina (ver página 149)

GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA SOBRE OSTEOPOROSIS Y PREVENCIÓN DE FRACTURAS POR FRAGILIDAD 193
Nota 9
Precauciones generales en el uso de la THS
Los riesgos asociados al uso de la THS que combina estrógenos y gestágenos son tromboe-
mbolismo, eventos cardiovasculares, cáncer de mama, deterioro cognitivo, demencia, alte-
raciones de la vesícula biliar, cáncer de ovario y de endometrio, por lo cual es aconsejable
una valoración riesgo-beneficio [grado B].
La THS con estrógenos solos no supone un mayor riesgo de cáncer de mama, sin em- .
n
bargo aumenta el sangrado vaginal irregular y el riesgo de cáncer endometrial. El uso deció
a
estrógenos equinos conjugados aumenta significativamente el riesgo de ictus. liz
tua
ac
Nota 10 su
te
ien
Duración del tratamiento con bisfosfonatos nd
pe
á
st
Se recomienda no prolongar el tratamiento con bisfosfonatos más de 10 años [grado ].
e
y
ica
Nota 11 lín
C
a
Duración del tratamiento con ranelato de estroncio tic c
P rá
Se recomienda no prolongar el tratamiento con ranelato de estroncio más de 8 años hasta
de ].
que no se dispongan de más datos de seguridad [grado í a
u
G
a
e st
Nota 12 de
n

Duración del tratamiento con raloxifeno
cac
i
bl
Se recomienda no prolongar el tratamiento con raloxifeno más de 8 años hasta que no se
u
p
dispongan de más datos de seguridad la [grado ].
e
sd
de
Nota 13 ños
a
Duración del tratamiento5 con teriparatida y PTH (1-84)
de
ás
La duración del tratamiento con teriparatida y PTH (1-84) debe ser de 24 meses [gra-
m
do ]. ido
r
c ur
a ns
tr
Nota 14
an
H Duración del tratamiento con calcitonina nasal

Sólo existen datos de seguridad y eficacia hasta 5 años [grado ].

* Nota informativa de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (9 de abril de 2013):


Se ha suspendido la autorización de comercialización de los medicamentos de administración
intranasal que contienen calcitonina (ver página 149)

194 GUÍAS DE PRÁCTICA CLÍNICA EN EL SNS


Nota 15
Pauta y duración del tratamiento con THS
No es aconsejable el uso de la THS (con estrógenos y gestágenos) más de 5 años a partir
de los 50 años debido a los potenciales riesgos asociados que comporta a una dosis equiva-
lente de 50 pcg de estradiol/día [grado A].
Cuando está indicada la THS esta debe iniciarse a dosis bajas (estrógeno equivalente
a parches de 25) y si es necesario pasar a dosis mayores [grado ]. .
ón
En mujeres con útero intacto se recomienda la THS que combina estrógeno y gestá- a ci
liz
a
geno. La dosis de gestágeno se debe ajustar en función de la dosis de estrógeno adminis-
c tu
trada y la pauta de tratamiento [grado ]. a
su
En mujeres sin útero o histerectomizadas se recomienda la THS con estrógenose solos.
enIt grado I, la
di
En aquellos casos que la histerectomía fue por cáncer de endometrio estadio
THS debe combinar estrógenos y gestágenos [grado ]. en p
t á
La pauta combinada continua no debe iniciarse hasta un año después es de establecida
la menopausia [grado ]. y
a
n ic

C
a
c tic
á
Pr
de
í a
u
G
ta
es
de
n

c ac
i
u bl
p
la
e
e sd
d
o s

5
de
á s
m
o
r rid
u
nsc
tra
a n
H

GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA SOBRE OSTEOPOROSIS Y PREVENCIÓN DE FRACTURAS POR FRAGILIDAD 195
.
ón
a ci
a liz
tu
ac
su
e
nt
ie
nd
pe

es
y
ca
líni
C
ti ca
r ác
P
de
a

G
t a
es
de
n

ac
ic
bl
pu
la
sde
de
o s

5
de
ás
m
do
urri
c
ns
tra
an
H
9. Difusión e implementación
Para llegar a los profesionales de la salud del SNS, la difusión de la presente GPC se reali-
zará a través del Catálogo de GuíaSalud (www.guiasalud.net). También a través de la pá-
gina web de la AIAQS (www.aiaqs.net).
Una vez finalizado el Plan de difusión nacional en el marco general de GuíaSalud, el
.
grupo de trabajo de la guía junto con la AIAQS llevará a cabo aquellas actividades de di- ión
fusión que consideren oportunas. ac
iz
ual
La GPC consta de tres versiones para profesionales de la salud: la completa, lac resu- t
a
mida y la rápida. Las dos primeras disponen de información para pacientes. Todas su las ver-
siones de la GPC se editan en formato electrónico y se tiene acceso a través nde te la página
web de GuíaSalud y la de la AIAQS, en un principio. La versión resumida ydila guía rápida e
n
se editan también en papel. La versión resumida contiene un CD-ROM pe con la versión

es
completa de la guía.
y
La medición de la adherencia o de la implementación de las
i ca recomendaciones de la
GPC mediante monitorización y/o auditoría puede mejorar su uso. El manual del instru- lín
C
mento AGREE recoge la importancia de la elaboración de a indicadores siendo el ítem 21
t ic
de la dimensión aplicabilidad el que trata sobre dichoácaspecto42. Por consiguiente, una
r
GPC debe ofrecer un listado de criterios o indicadoresPde calidad claros, cuantificables que
se derivan de las recomendaciones clave presentes de
í a en la guía. La clasificación de los indi-
cadores más conocida, y usada en la presente guía, u
G es la de Donabedian que los agrupa
102

en: estructura, proceso y resultados. Para conocer ta y valorar el cumplimiento de las reco-
es
mendaciones consideradas más importantes d e se propone evaluar algunas variables de pro-
ceso y los resultados clínicos más relevantes. ón
a ci
i c
En la valoración clínica de la losteoporosis y prevención de fracturas por fragilidad es
u b
recomendable la medición de áreas p clave, para las que se proponen inicialmente algunos
l
indicadores por su validez, fiabilidada y factibilidad de uso en los diferentes niveles asisten-
e
ciales (atención primariaesyd atención especializada). La disponibilidad de los mismos de-
d
penderá de la organización
o s y de los sistemas de información de cada entorno o sistema
sanitario. a ñ
5
e
En la Tablad 1 se describen los 11 indicadores propuestos por el grupo de trabajo de la
guía clasificadosás según el área clínica, el tipo de indicador, la dimensión de la calidad que
m
o
abordan y el nivel asistencial susceptible de aplicación (atención primaria y/o especializa-
r rid
da). Esu importante tener presente que los indicadores son una propuesta y sólo constitu-
sc aproximación. Al tratarse de medidas cuantitativas, si se obtienen con periodici-
yenanuna
tr permiten analizar su evolución en el tiempo (monitorización)6.
dad
a n
H En el Anexo 8 se describen los componentes de cada uno de los indicadores propues-
tos. No ha sido el objetivo de los autores el diseñar una evaluación exhaustiva y detallada
que implique la utilización de todos los indicadores propuestos. Por el contrario, se preten-
de proporcionar una herramienta a los clínicos y gestores interesados, que pueda ser útil
en el diseño específico de la evaluación de la atención.

GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA SOBRE OSTEOPOROSIS Y PREVENCIÓN DE FRACTURAS POR FRAGILIDAD 197
Tabla 1. Indicadores propuestos

Nivel asistencial
Tipo susceptible
Dimensión de aplicación*
Área de Nombre del indicador
de la calidad
indicador
1 2

Diagnóstico
n.
Efectividad
Diagnóstico Proceso de osteoporosis. x x
diagnóstica ó
Fracturas por fragilidad ci
liza
Diagnóstico t ua
ac x
Efectividad
Diagnóstico Proceso de osteoporosis. Factores x
diagnóstica
de riesgo clínicos su
te
Uso de pruebas Efectividad en
ix
nd
Diagnóstico Proceso x
complementarias diagnóstica
p e

Diagnóstico Proceso
Evaluación de eficacia Efectividad
es x x
terapéutica terapéutica y
ica
Diagnóstico Proceso Detección de caídas lín
Adecuación x x
C
c a
i
Diagnóstico Proceso Historia básica de caídas ct
Adecuación x x
P rá
Diagnóstico Evaluación de riesgos e
d
y tratamiento Proceso en el hogar í a Adecuación x x
preventivo y su modificación u
G
s ta
Tratamiento Programa de eejercicio
de
Proceso Adecuación x x
preventivo físico
n

Tratamiento Consejos
c ac preventivos
Proceso i Adecuación x
preventivo bl la osteoporosis
para
u
p
Tratamiento
Procesoe
la Adecuación tratamiento
Adecuación x x
farmacológico
sd farmacológico
de
Tratamiento os Selección tratamiento

Proceso Adecuación x x
farmacológico farmacológico
5
d e
* 1: atención primaria; 2: atención especializada
ás
m
do
urri
c
ns
tra
an
H

198 GUÍAS DE PRÁCTICA CLÍNICA EN EL SNS


10. Recomendaciones
de investigación futura
Entre otros, se requieren estudios sobre:
– Potenciar el estudio de los FR de fractura por fragilidad mediante estudios de
.
diseño adecuado y rigor metodológico. Hay FR menos estudiados que otros y, ión
además, quedan todavía muchos pendientes de clasificar debido a que no hay ac
liz
suficiente evidencia o la que hay es discordante o de baja calidad. a
tu
ac
– Evaluar intervenciones sobre los FR de caída modificables (adecuación su de la
e
nt
medicación antihipertensiva a la situación hemodinámica, por ejemplo, reduc-
ción o retirada transitoria en caso de fiebre o deshidratación). die
p en
– Validar algoritmos de estimación del riesgo de fractura que permitan á a los profe-
s t
sionales sanitarios priorizar los candidatos a explorar mediante e DXA (confirma-
ción diagnóstica) o a iniciar tratamiento preventivo. Profundizary en el estudio de
a
n icla calidad ósea y el riesgo
los marcadores y otros métodos que permitan evaluar lí
de fractura. C
a
c tic
– Determinar la duración óptima de los tratamientos á preventivos y momento de
inicio. en especial, del alendronato (y otrose bisfosfonatos) Pr debido a la evidencia
d
de que sus beneficios pueden mantenerse a durante varios años después de haber

finalizado el tratamiento. G
s ta
e
– Realizar ensayos aleatorizados que comparen fármacos y/o fármacos combina-
dos con medidas no farmacológicas de donde las variables de resultado sean finales
n
y relevantes (calidad de vida c iórelacionada con la salud, fracturas por fragilidad) y
a
con suficiente tamaño muestralb lic para detectar diferencias.
p u
– Profundizar en el conocimiento
la de los riesgos y beneficios de los tratamientos y
en la mejora de ladecomunicación de los mismos a las personas afectadas.
s
– Realizar estudios de de idoneidad de tratamiento según edad y otras circunstancias.
ñ os
– a
Realizar5estudios de eficacia de tratamientos secuenciales.
d e
– Mejorar
s la recogida de datos y de los estudios post-comercialización de todos los
á
m
tratamientos disponibles relativos a la prevención de las fracturas por fragilidad.
d o
– rri Realizar estudios sobre el impacto de la testosterona en la reducción de fractura
u
sc por fragilidad en hombres mediante diseños de tamaño muestral grande y en
tran comparación con placebo.
an
H – Fomentar la declaración al Sistema Español de Farmacovigiliancia de la osteone-
crosis en pacientes que reciben zolendronato o ibandronato endovenosos para el
tratamiento de la osteoporosis (con o sin cáncer).
– Fomentar estudios de diseño adecuado y de suficiente rigor metodológico sobre
el efecto del consumo de isoflavonas (como parte de la dieta o en forma de su-
plementos). Estudios de monitorización y detección de alertas sobre su seguri-

GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA SOBRE OSTEOPOROSIS Y PREVENCIÓN DE FRACTURAS POR FRAGILIDAD 199
dad a medio-largo plazo.
– Estudios sobre la repercusión de las fracturas vertebrales en la calidad de vida
relacionada con la salud.
– Explorar los efectos psicológicos de las caídas y/o el miedo a caerse y el impacto
sobre la confianza de los individuos en realizar actividades diarias.
– Investigar la secuencia recomendable de las distintas opciones terapéuticas, prio-
rizando aquellas poblaciones con mayor riesgo de fractura por fragilidad. .
ón
a ci
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200 GUÍAS DE PRÁCTICA CLÍNICA EN EL SNS


Anexos

.
ón
a ci
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tu
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su
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nd
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es
y
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H
Anexo 1. Niveles de evidencia y grados
de recomendación de SIGN
Niveles de evidencia

Metaanálisis de alta calidad, revisiones sistemáticas de ensayos clínicos o ensayos clíni-


1++
cos de alta calidad con muy poco riesgo de sesgo.

n.
Metaanálisis bien realizados, revisiones sistemáticas de ensayos clínicos o ensayos clíni-
1+
ó
ci
cos bien realizados con poco riesgo de sesgo.
a
1-
Metaanálisis, revisiones sistemáticas de ensayos clínicos o ensayos clínicos con alto ries-
a liz
go de sesgo. tu
ac
su
Revisiones sistemáticas de alta calidad de estudios de cohortes o de casos y controles.
2++ Estudios de cohortes o de casos y controles con riesgo muy bajo de sesgo tey con alta
n
probabilidad de establecer una relación causal. ie
e nd
Estudios de cohortes o de casos y controles bien realizados con bajo priesgo de sesgo y
2+ á
con una moderada probabilidad de establecer una relación causal. st
e
Estudios de cohortes o de casos y controles con alto riesgo de sesgoy y riesgo significativo
2-
de que la relación no sea causal. i ca
n lí
3 Estudios no analíticos, como informes de casos y series adeC casos.
ic
4 Opinión de expertos. ct
Prá
de
a
Grados de recomendación uí
G
ta
es
Al menos un metaanálisis, revisión sistemática o ensayo clínico clasificado como 1++ y
A d e
directamente aplicable a la población diana de la guía; o un volumen de evidencia cien-
n

tífica compuesto por estudios clasificados como 1+ y con gran consistencia entre ellos.
ac
b lic
Un volumen de evidencia compuesta por estudios clasificados como 2++, directamente
B u
aplicable a la población diana de la guía y que demuestran gran consistencia entre ellos;
p
o evidencia extrapoladaladesde estudios clasificados como 1++ ó 1+.
ed
d es
Un volumen de evidencia científica compuesta por estudios clasificados como 2+ direc-
C tamente aplicabless a la población diana de la guía y que demuestran gran consistencia
ño
entre ellos; o evidencia científica extrapolada desde estudios clasificados como 2++.
a
5
D
Evidencia
d e científica de nivel 3 ó 4; o evidencia científica extrapolada desde estudios
á s
clasificados como 2+.
m
Los estudiosoclasificados como 1- y 2- no deben usarse en el proceso de elaboración de recomendaciones por
ir d
su alto potencial de sesgo.
cur
Buena ns
a práctica clínica
tr
an1
Práctica recomendada, basada en la experiencia clínica y el consenso del equipo redactor.
H √

1. En ocasiones el grupo elaborador se percata de que existe algún aspecto práctico importante sobre el que se quiere hacer
énfasis y para el cual no existe, probablemente, ninguna evidencia científica que lo soporte. En general estos casos están re-
lacionados con algún aspecto del tratamiento considerado buena práctica clínica y que nadie cuestionaría habitualmente.
Estos aspectos son valorados como puntos de buena práctica clínica. Estos mensajes no son una alternativa a las recomen-
daciones basadas en la evidencia científica sino que deben considerarse únicamente cuando no existe otra manera de desta-
car dicho aspecto.

202 GUÍAS DE PRÁCTICA CLÍNICA EN EL SNS


Anexo 2. Descripción de principios activos
Anexo 2.1. Principios activos incluidos en la guía

Tabla 1. Pauta (vía de administración y dosis) de los ensayos pivotales, de extensión


y de equivalencia de dosis de los principios activos de la guía

.
ón
ci
Pauta Ensayos clínicos pivotales
Principio activo con su duración, Estudios a
Vía Dosis de equivalencia de dosis
a liz
tu
Alendronato Oral 10 mg/día ac
FIT-I (Black DM et al. 1996103, 3 años),
FIT-II (Cummings SR et al. u 1998104,
s
4 años), t e
FLEX (Black DM et al. 2006 en , de exten-
105

sión 5 años) di
70 mg/semana p 106
*Schnitzer T et al. 2000
en

es
70 mg+2800 UI vit
D/semana
y
70 mg+5600 UI vit
ca
D/semana
líni
Etidronato Oral Pauta cíclica, Watts NB C et al. 1990107, 8 ciclos
c a
duración del ciclo 3 ti
meses:
r ác
400 mg/día durante P
14 días, interrumpir de
los 76 restantes ía
u
y administrar calcio
G
(500 mg/día)tay vita-
mina D (400es UI/día).
e
Máximod 20 ciclos
n
Risedronato Oral **2,5
c ió mg/día VERT (Harris ST et al. 1999108; Reginster
5 amg/día J. et al. 2000109, 3 años)
lic HIP (McClung MR et al. 2001110,
pub 3 años)
la 35 mg/semana *Ilter E et al. 2006111
e
sd 150 mg/mes, *Ste-Marie LG et al. 2009112
de **100 mg/mes,
o s **200 mg/mes

Ibandronato 5
Oral **2,5 mg/día BONE (Chesnut III CH et al. 2004113,
de 3 años)
ás Oral 150 mg/mes BONE (Chesnut III CH et al. 2004113,
m
do
3 años)

urri Intravenoso, **2 mg cada *Delmas PD et al. 2006114


c uso hospitalario 2 meses,
ns
tra
3 mg cada 3 meses

anZoledronato Intravenoso, uso 5 mg/año HORIZON (Black DM et al. 2007115,


H hospitalario 3 años)
Lyles KW et al. 2007116, <2 años
Raloxifeno Oral 60 mg/día MORE (Ettinger B et al. 1999117,
3 años)
CORE (Siris ES et al. 2005118, de
extensión 8 años)

GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA SOBRE OSTEOPOROSIS Y PREVENCIÓN DE FRACTURAS POR FRAGILIDAD 203
Calcitonina *** Subcutánea/ 100 UI/día o 50 UI
intramuscular dos veces al día
durante 2-4 semanas
intranasal 200 UI/día PROOF (Chesnut et al. 2000119, 5 años)
Ranelato de Oral 2 g/día SOTI (Meunier et al 2004)120
estroncio TROPOS (Reginster et al. 2005121,
5 años)
Meunier PJ et al. 2009122, extensión de
4 años; Reginster JY et al. 2008123,
extensión de 5 años
ó n.
Teriparatida Subcutánea 20 mcg/día Neer et al. 2001124, 2 años
Obermayer-Pietsch BM et al. 2008125z,a
ci
i
Duración máxima 2 años
u al
t
ac
del tratamiento 24
meses, sin repetir el
ciclo. su
te
n meses
PTH (1-84) Subcutánea 100 mcg/día Greenspan et al. 2007126, e18
i
Duración máxima end
p
del tratamiento 24 tá
meses, sin repetir el es
ciclo. y
ca
i
Terapia hormonal Estrógenos: vía transdérmica (parches WHI (Rossouw
línGL etJE et al. 2002127,
sustitutiva de diferentes dosis) o vía oral. Pauta Anderson C al. WHI 2004128)
a
continua.
ic
7.1ct años en el WHI Estrogen-Alone
á
Progestágenos: vía oral y vía vaginal. (E-Alone)
Pr
Pauta combinada continua (no hay san-e Plus Progestin (E+P)
y 5.2 años en el WHI Estrogen

grados) y combinada cíclica (hay san- d


a
grados). uí
G
Estrógenos y progestágenos combinados s ta
e oral y vía
de combina-
(pautas comercializadas): vía
transdérmica (parches). Pauta
n
da continua y combinada
c ió cíclica.
a
Tibolona Oral
b lic 25 mg/día o 2,5
1, Berning B et al. 1996129, 2 años
pu
mg/día * Gambacciani M et al. 2004130
* estudios de equivalencia de dosis la
e
sd
** no comercializadas

d e
** * Nota informativa de la Agencia
o s Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (9 de abril de 2013):
Se ha suspendido ñ
a la autorización de comercialización de los medicamentos de administración
5
de
intranasal que contienen calcitonina (ver página 149)
á s
m
o
r rid
u
n sc
tra
an
H

204 GUÍAS DE PRÁCTICA CLÍNICA EN EL SNS


Anexo 2.1. Denosumab: mecanismo de acción y resultados
ensayos clínicos fase III
Las enfermedades que provocan pérdida ósea, como la osteoporosis, derivan de un
desequilibrio en los ciclos de remodelación ósea que favorece la resorción ósea. El activador
del receptor del factor nuclear kB (ligando del RANK o RANKL) es fundamental para la
diferenciación y activación de los osteoclastos y, por lo tanto, es un mediador básico para .
la regulación de la remodelación ósea mediante resorción. Se ha demostrado que la seña- ión
ac
lización del RANKL está implicada en la fisiopatología de muchas enfermedades óseas, liz
como la osteoporosis. Denosumab, un anticuerpo monoclonal totalmente humano tucuya a
a c
diana es el RANKL imita los efectos de la osteoprotegerina (OPG), inhibidor endógeno u
s
e
del RANKL que bloquea de forma natural la resorción ósea, pero que presenta una semi-
ent
vida mucho más duradera131-133. i
nd
En un estudio de Fase III aleatorizado (DEFEND), controlado conpeplacebo, llevado
a cabo en mujeres postmenopáusicas con osteopenia y estratificadasessegún tá el inicio de la
y
menopausia (< 5 años, > 5 años), denosumab demostró que incrementó significativamente
a
n ic
la DMO de columna lumbar (CL) a los 24 meses, comparada con placebo, e incrementó la

DMO en otras localizaciones como cadera total (CT), tercioa Cdistal de radio, y cuerpo total
tic
(p>0,001) en los dos estratos de pacientes. La incidencia de efectos adversos fue similar
c
á
Pr 134.
entre el brazo placebo y el brazo tratado con denosumab
de
Recientemente se han publicado los resultados a de un ensayo clínico comparativo

G
(DECIDE) de Denosumab versus alendronato en 1.189 mujeres posmenopáusicas con
baja DMO. Se trata de un estudio de FaseesIII, ta aleatorizado 1:1 para recibir denosumab
de
subcutáneo (60 mg cada 6 meses) más placebo oral semanal o alendronato oral semanal
n

(70 mg) más una inyección placebo subcutánea cada 6 meses. El objetivo principal del
estudio fue el porcentaje de cambio c acrespecto al valor basal medido en DMO en CT en el
i
mes 12. En este estudio, Denosumab u bl incrementó la DMO en la CT cuando se comparó
p
la
con alendronato (3,5% vs. 2,5%, p<0,00001). Denosumab comparado con alendronato
e
también incrementó la eDMO sd en otras localizaciones como en el trocánter (4,5% vs.
d
3,5%), tercio de radio distal (1,1% vs. 0,6%), CL (5,3% vs. 4,2%) y CF (2,2% vs. 1,6%);
ñ os
p < 0,0003 en todas las localizaciones. El perfil de seguridad entre los pacientes de los dos
a
brazos fue similar. 5 La incidencia y tipo de acontecimientos adversos graves fue similar.
d e
No hubo ningún ás paciente incluido en el estudio que desarrollara anticuerpos contra de-
nosumab135 m
d o . El ensayo clínico en Fase III (FREEDOM) en 7.868 mujeres con osteoporo-
r i
sis postmenopáusica evaluó la Reducción de Fracturas. Se aleatorizaron los pacientes en
c ur
ns
dos brazos, placebo o denosumab subcutáneo 60 mg administrado cada 6 meses y se
rt a
realizó un seguimiento durante tres años. El objetivo principal de eficacia fue la reduc-
an
H ción de fracturas vertebrales a los 3 meses. Se reclutaron pacientes entre 60 y 90 años,
con una T-score en CL o CT entre -2,5 y -4 DE. El 23 % de pacientes presentaba fractu-
ras vertebrales prevalentes en el momento basal. La retención de pacientes en el estudio
fue de un 83%. Los resultados fueron: Reducción del 68% de fracturas vertebrales; 20%
de fracturas no vertebrales, y 40% de fracturas de cadera. El perfil de seguridad fue simi-
lar entre los dos brazos136.

GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA SOBRE OSTEOPOROSIS Y PREVENCIÓN DE FRACTURAS POR FRAGILIDAD 205
Como conclusión, destacar que Denosumab es el primer anticuerpo monoclonal con-
tra RANKL totalmente humano que posee un Modo de Acción Fisiológico y Único. De-
nosumab ha demostrado incrementos en DMO en todas las localizaciones medidas y en
los tipos principales de hueso: Cortical y Trabecular, tanto en estudios donde se comparó
denosumab con brazo placebo como con alendronato. Hasta la fecha el perfil de seguridad
global es comparable a placebo y alendronato.

.
ón
a ci
a liz
tu
ac
su
e
nt
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pe

es
y
ca
líni
C
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r ác
P
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ac
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bl
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de
o s

5
de
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c
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an
H

206 GUÍAS DE PRÁCTICA CLÍNICA EN EL SNS


Anexo 3. Información para pacientes y familiares
Anexo 3.1. Información para pacientes
Esta información va dirigida a todas aquellas personas que puedan estar afectadas de os-
teoporosis. Se explica qué es la osteoporosis y la fractura osteoporótica, su consecuencia
más grave. Además, se detalla a quién puede afectar, cómo se diagnostica, qué podemos
hacer para prevenirla, y qué tratamiento y control se recomienda seguir. Se incluyen tam- .
n
bién consejos para prevenir las caídas. ió
ac
a liz
tu
¿Qué es la osteoporosis? ac
su
e
La osteoporosis es una enfermedad que afecta a todos los huesos del esqueleto
ent y se carac-
teriza por una disminución de la resistencia ósea. Los huesos pierden partedde i
e n su resisten-
cia y son más frágiles y, por lo tanto, más propensos a romperse de manera p espontánea o
t
después de pequeños golpes (traumatismo mínimo). La osteoporosissda pocas manifesta-
á
e
ciones, por lo que pasa inadvertida. En muchas ocasiones, el primer ysigno se produce cuan-
a
do el hueso se fractura. La fractura osteoporótica comportaínuna ic peor calidad de vida,
l
perdiendo movilidad y autonomía para realizar las actividades C cotidianas. Las fracturas
c a
más frecuentes se localizan en la cadera o el cuello del fémur i
t (la más grave), columna ver-
tebral, muñeca y hombro. En la columna, las vértebras r ásec aplastan, es su forma de fractu-
P
de
rarse, produciéndose una pérdida de estatura y un aumento de la curva de la espalda.
a

G
ta
¿A quién puede afectar? es
de
n
Aunque la osteoporosis es una enfermedad ió que afecta principalmente a mujeres postme-
c ac
i
nopáusicas, al menos el 20% de los casos será en varones. La prevalencia de osteoporosis
u bl
es muy alta y se calcula que afecta a una tercera parte de las mujeres entre 60 y 70 años, lo
p
que supondría un índice de euna la de cada tres mujeres, y uno de cada ocho hombres.
sd
La edad de aparición de de la osteoporosis depende del contenido mineral-óseo que la
persona ha alcanzadoosdurante su desarrollo hasta los treinta años (pico de masa ósea), así
como de la velocidad añ
5 de la pérdida de masa ósea a partir de la menopausia, en el caso de
las mujeres. También de hay que considerar la osteoporosis producida por determinados me-
dicamentos (por
s
á ejemplo, los corticoides orales), que alteran la estructura ósea normal y
m
que pueden d o hacer que se manifieste en edades más tempranas (en estos casos hablamos de
r i
c ur
la osteoporosis secundaria).
ns
tra La osteoporosis y su consecuencia, la fractura, se deben a una suma de factores deno-
anminados factores de riesgo, algunos son genéticos (no modificables) y otros ambientales
H (modificables). Algunos factores de riesgo aceleran de una manera anormal la pérdida de
masa ósea de una persona. No obstante, esa disminución no es el único factor que determi-
na que aquella persona se fracture.
Los factores de riesgo ELEVADO (criterios mayores) de fractura osteoporótica son: te-
ner 65 años o más, un índice de masa corporal (IMC) menor de 20 Kg/m2 (IMC=peso/altura2),

GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA SOBRE OSTEOPOROSIS Y PREVENCIÓN DE FRACTURAS POR FRAGILIDAD 207
fractura previa por fragilidad, antecedente familiar de fractura de cadera (padres o hermanos),
tratamiento con glucocorticoides, hiperparatiroidismo, trastorno de la conducta alimentaria
(anorexia, bulimia, etc.), malnutrición crónica y malabsorción y, caídas en el último año.
Los factores de riesgo MODERADO (criterios menores) de fractura osteoporótica
son: consumir >3 unidades de alcohol/día (una unidad representa 8-10 gr de alcohol), fu-
mador actual, diabetes tipo 1 (insulinodependiente), artritis reumatoide, hipertiroidismo,
sexo femenino y menopausia temprana (40-45 años).
.
ón
Cuantos más factores de riesgo tenga una persona, mayor es la probabilidad de sufrir aci
una fractura osteoporótica. a liz
tu
ac
su
e
El hecho de estar en el período de la menopausia no significa que padezcaieosteoporo- nt
sis, y debe ser su médico quien valore su situación. nd
pe

es
Las fracturas se asocian con frecuencia a caídas, por lo que sea yrecomienda considerar
los FR de caída. Los principales factores que favorecen que las c
ipersonas caigan y se frac-
lín
turen son: edad mayor de 80 años, antecedentes de caídas en el último año, desorientación, C
a
t ic
pérdida de memoria, deterioro funcional (fuerza y equilibrio) y/o sensorial (visual), consu-
ác
mo de determinados fármacos (antidepresivos, benzodiacepinas, Pr antipsicóticos y antihista-
mínicos H1), obstáculos en el hogar, miedo a caer edincontinencia urinaria. e
a

G
ta
¿Cómo se diagnostica la osteoporosis? es
de
ón
Hay una prueba llamada DENSITOMETRÍA
a ci ÓSEA que mide la masa ósea del esquele-
to y permite establecer el diagnóstico c
i de osteoporosis. La medida de la masa ósea se debe
u bl
realizar en el esqueleto central (columna y/o fémur) y con equipos de radiología concretos
p
(densitometría radiológica dual, la DXA).
e
Cuando no pueda medirse e sd el esqueleto central por la existencia de artrosis, fracturas
d
o prótesis que invalidaríano s el resultado, la DXA puede realizarse en el antebrazo. Si tam-
poco se puede se 5puede añ medir el talón con otros equipos (DXA de medida periférica o
ultrasonometríadecuantitativa).
ás
Antes mde hacer una densitometría ósea es importante que tu médico establezca que
o
tú tienesridfactores de riesgo de fractura osteoporótica. Sólo se recomienda realizarla cuan-
ur
do lascpersona presenta 2 o más FR clínico MAYORES o 1 FR clínico MAYOR + 2 o más
FR a n
clínico menores.
tr
a n
H No se recomienda la realización indiscriminada de la determinación de la medida de
la masa ósea para todas las mujeres postmenopáusicas.

208 GUÍAS DE PRÁCTICA CLÍNICA EN EL SNS


¿Qué podemos hacer para prevenir la fractura osteoporótica?
¿Qué tratamiento y control son los recomendados?
Hábitos de vida saludables
Llevar unos hábitos de vida saludables constituye la primera opción de tratamiento al evi-
tar los factores de riesgo de fractura. Es importante concienciar a la población de la nece-
sidad de seguir una dieta con aporte de calcio y vitamina D adecuado, tomar el sol (con
moderación), realizar actividad y ejercicio físico de forma regular (caminar, bailar, aerobic, .
n
gimnasia adecuada, etc.) y suprimir/reducir hábitos tóxicos, como consumir en exceso al-ció
a
cohol y bebidas con cafeína y consumir tabaco. liz
t ua
Existen recomendaciones sobre la cantidad diaria de calcio y vitamina D que ac una
persona necesita consumir. Estas cantidades varían según edad, sexo y situacionessuespecia-
e
les como el embarazo o la lactancia. nt e
n en alimentos di
Las necesidades de calcio diarias pueden obtenerse con una dieta rica
pe
naturales (leche y sus derivados). Si con la dieta no se consigue el aporte tá de calcio necesa-
rio, tu médico te recetará suplementos de calcio (comprimidos de sales es de calcio) indicán-
y
dote la cantidad y la pauta de administración. Tu médico puede ica facilitarte información
sobre los alimentos más ricos en calcio. lín
C
a
Para tener unos niveles de vitamina D correctos podemos c tic exponernos al sol modera-
damente, unos treinta minutos diarios (así es como nuestro r á cuerpo genera vitamina D) o
P
d e
ingerir alimentos ricos en vitamina D (leche, mantequilla, hígado, yemas de huevo, sardi-
í
nas en aceite, aceites de hígado de pescado, ostras, a
u etc.) aunque con precaución debido a su
G vitamina D.
alto contenido en grasas o tomar suplementos ta de
es
d e
Tratamiento farmacológico y control ión
ac
El tratamiento farmacológico deberá l ic realizarse bajo control médico y en la selección del
b
fármaco se deberá tener en cuenta pu la edad, el riesgo de fractura por fragilidad y las circuns-
tancias y preferencias del paciente. la Los fármacos disponibles son: bisfosfonatos (alendro-
de
nato, etidronato, ibandronato, e s risedronato y zoledronato), raloxifeno, calcitonina,* ranelato
d
os
de estroncio, teriparatida y parathormona y, ocasionalmente, terapia hormonal sustitutiva
a ñ
(estrógenos y/o gestágenos). Estos fármacos mejoran la calidad de los huesos.
5
e
El procesodde atención de la osteoporosis se inicia en tu centro de atención primaria
de salud. Allí ás
m el médico general te dará las indicaciones oportunas y te derivará al especia-
o
lista si esidpreciso.
rr
cu el control de la osteoporosis y la respuesta al tratamiento farmacológico se reco-
sPara
n
tra
mienda realizar una prueba de densitometría ósea dual (DXA) en la cadera y columna. En
anlos casos de osteoporosis tratada con fármacos, dicha prueba debe realizarse entre 1 y 2
H años después de iniciado el tratamiento repitiéndose los controles sucesivos a partir de 2
años o según lo indique tu médico.

* Nota informativa de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (9 de abril de 2013):


Se ha suspendido la autorización de comercialización de los medicamentos de administración
intranasal que contienen calcitonina (ver página 149)

GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA SOBRE OSTEOPOROSIS Y PREVENCIÓN DE FRACTURAS POR FRAGILIDAD 209
¿Cómo evitar las caídas?
En el hogar:
Eliminar obstáculos con los que se pueda tropezar y crear un ambiente seguro (buena
iluminación –incluidas las lámparas de iluminación nocturna–, alfombrillas antideslizantes
en baños y cocina, pasamanos en las escaleras, sillas y sillones estables con reposabrazos
fuertes para poder apoyarse al levantarse, ducharse es más seguro que bañarse, usar un
asiento en la ducha, etc.).
.
ón
ci
a
En la calle: liz
a
Estar siempre atento al andar ya que puede haber obstáculos (escalones, aceras, etc.), c tupre-
a
caución con las obras en la calzada, desniveles, frenazos bruscos en transportesspúblicos, u
e
etc.
ent
i
e nd
p
t á
Otras precauciones: es
y
a
Tener la graduación de la vista correcta, usar zapatos con suelanantideslizante, ic evitar bebi-
líde columna o posturas for-
das que puedan producir mareos, evitar movimientos bruscos C
a
zadas, evitar tomar diuréticos por la noche por el riesgo de it c caída al levantarse durante la
ác
Pr
noche, utilizar ayudas externas como los bastones o caminadores y favorecer su correcto
uso, etc. de
í a
Es importante, además, evaluar junto con tu u
G médico la toma de determinados medi-
camentos por el riesgo que supone, para losstapacientes, la necesidad de levantarse por la
noche. e
de
n
Tener presente estas recomendaciones
c ió puede hacer que no sufras una caída y evites,
por lo tanto, una fractura ósea. lica
b
pu
la
d e
Asociaciones estatales s de personas afectadas
de
Además de los recursos ñ os para atender la osteoporosis de los que dispone el SNS, las perso-
a encontrar apoyo en asociaciones de ayuda a pacientes (compartir
nas afectadas pueden 5
experiencias, escuchar d e testimonios, contar con apoyo y asesoramiento de profesionales
á s
expertos que m colaboran con estas entidades, etc.).
o
d asociaciones estatales destacamos las siguientes:
Derrilas
c u
a ns– Asociación Española contra la Osteoporosis (AECOS)
tr http://www.aecos.es
a n
H – Fundación hispana de osteoporosis y enfermedades metabólicas óseas
(FHOEMO) http:// www.fhoemo.com
– Universidad del paciente. Fundació Josep Laporte
http://www.universidadpacientes.org

210 GUÍAS DE PRÁCTICA CLÍNICA EN EL SNS


Anexo 3.2. Asociaciones de ayuda a pacientes
Asociación Española contra la Osteoporosis (AECOS)
AECOS es una organización de ámbito nacional, creada en 1994 (antes AFHOEMO) y
declarada de utilidad pública en 2004, con la finalidad de promover el conocimiento, divul-
gación y comprensión de la osteoporosis y otras enfermedades metabólicas óseas, además
de luchar por la mejora de las condiciones de vida del paciente y sus familiares.
.
web: www.aecos.es ón
e-mail: info@aecos.es a ci
Teléfono: 914 31 22 58 a liz
tu
ac
su
e
Fundación hispana de osteoporosis y enfermedades metabólicas
ent óseas
(FHOEMO) di
en p
FHOEMO es una organización de ámbito nacional, creada en 1993 tácon la finalidad de
es
y
promover el conocimiento y difusión de la fisiopatología, diagnóstico, prevención y tra-
a
ic
tamiento de la osteoporosis y otras enfermedades metabólicasínóseas, luchando así contra
l
estas patologías y mejorando el tratamiento de las mismas. C
a
web: http://www.fhoemo.com c tic
á
e-mail: fhoemo@fhoemo.com Pr
Teléfono: 915 75 25 51/915 78 35 10 de
a

G
t a
es
de
Universidad de los Pacientes. Fundació Josep Laporte
ón
La Universidad de los Pacientes esauna ci universidad específica y monográfica dedicada a
li c
pacientes, familiares, cuidadores,bvoluntarios y ciudadanos en general, interesados en te-
p u
mas de salud y sanidad. Es un proyecto desarrollado por la Fundació Josep Laporte con la
la
colaboración de la Universitat d e Autònoma de Barcelona. Sus objetivos son garantizar la
s
igualdad de oportunidades de en la educación y el acceso a una asistencia de calidad por par-
te de los pacientes y los
ñ os usuarios de los servicios de salud y promover la modernización y
a
la mejora de la calidad de la atención sanitaria mediante el desarrollo de actividades de
5
d e
información, formación e investigación.
ás
m
Web: http://www.universidadpacientes.org
d o universitat.pacients@uab.es
i
E-mail:
rr
cu
Teléfono: 934 33 50 20
ns
tra
an
H Webpacientes tiene su origen en el proceso iniciado en Barcelona en el foro de deba-
te "El Paciente del Futuro" y de sus conclusiones recogidas en la Declaración de Barcelo-
na, documento que recoge las opiniones y demandas de los pacientes españoles, represen-
tados en más de medio centenar de asociaciones de asistentes. El objetivo de
webpacientes.org es proporcionar un espacio de comunicación entre pacientes, asociacio-
nes y organizaciones de pacientes profesionales, sociedades científicas y familiares de pa-

GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA SOBRE OSTEOPOROSIS Y PREVENCIÓN DE FRACTURAS POR FRAGILIDAD 211
cientes, así como también poner a disposición información y herramientas para el conoci-
miento de los derechos como paciente.
Web: http://www.webpacientes.org/2005/
E-mail: webpacientes@uab.es
Teléfono: 934 33 50 25

El Foro Español de Pacientes, constituido a finales del año 2004 bajo el impulso de la .
Declaración de Barcelona, es una entidad de referencia en la representación del hecho de ión
ac
ser paciente en el plano nacional, autonómico y europeo. La finalidad del FEP es promo- liz
a
ver la adecuada representación del conjunto de organizaciones que defienden los intereses
c tu
de los pacientes españoles en los ámbitos locales, provinciales, autonómicos, estatales a y
s u
europeos, en que se considere oportuna su representación. Del mismo modo, seteconstituye
como espacio privilegiado para la formación de los pacientes, y en especial ide en las organi-
d
n a la adecuada
zaciones que los agrupan, y para la promoción de investigaciones relativas
pe
á
participación de dichas organizaciones en órganos de gobierno y representación del siste-
est
ma sanitario. y
Web: http://www.webpacientes.org/fep/ ica
lín
E-mail: fep.webpacientes@uab.es C
a
c tic
á
Pr
de
a

G
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n

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ic
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sde
de
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5
de
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c
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tra
an
H

212 GUÍAS DE PRÁCTICA CLÍNICA EN EL SNS


H
an
Anexo 3.3. Pirámide de la alimentación para personas mayores de setenta años

tra
Anexo 3.3 Pirámide de la alimentación para personas mayores de setenta años

ns
c urri
do
m
ás
de
5

os
de
sde
la
pu
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ic
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G

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de
Pr ác
t
i
ca
C
líni
c
a
y
es
t
á
pe

GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA SOBRE OSTEOPOROSIS Y PREVENCIÓN DE FRACTURAS POR FRAGILIDAD


nd
ie
nt
e
su
ac
tu
a

Fuente:
Fuente: Bach
BachA,A, Roure
Roure E, Serra
E, Serra J. Taller:
J. Taller: Alimentació
Alimentació saludablesaludable i activitat
i activitat física. física.
Manual per a Manual
la gent gran. a la gent
perViure més i gran.
millor Viure més i millor
[monografía]. [monografía].
Barcelona: DepartamentBarcelona: Departament de
de Salut. Generalitat
liz
a

213
de Catalunya. Fundació Dieta Mediterrània; 2007
Salut. Generalitat de Catalunya. Fundació Dieta Mediterrània; 2007
ci
ón
.
Anexo 3.4. Equivalencias en contenido de calcio

Un vaso de leche equivale a:


•  2 yogurts
•  30 g de queso manchego o de bola
•  150 g de queso de Burgos
.
•  250 g de requesón, mató o petit suisse ón
a ci
•  2 cuajadas
a liz
•  75 g de quesos cremosos tu
ac
•  2 flanes su
e
•  2 platos de garbanzos o alubias nt
ie
•  2 platos de acelgas, espinacas o cardos nd
pe
•  1 plato de berros tá
es
•  3 platos de judías verdes, col o escarola y
ca
•  250 g de sardinas o boquerones líni
C
•  1 lata de sardinas en aceite
ti ca
•  250 g de olivas r ác
P
•  5 naranjas medianas
de
a
•  10 mandarinas medianas uí
G
•  2 puñados de almendras o avellanas ta
es
de
•  12 higos secos
Fuente: Orozco P por el Grupo de Trabajo de Osteoporosis ón de la CAMFIC. La osteoporosis: Consejos para prevenir su
aparición y desarrollo137.
a ci
b lic
pu
la
e
e sd
d
o s

5
de
á s
m
o
r rid
u
nsc
tra
a n
H

214 GUÍAS DE PRÁCTICA CLÍNICA EN EL SNS


Anexo 4. Glosario

Calcio (calcio): Se encuentra en el medio interno de los organismos como ión calcio
o formando parte de otras moléculas; en algunos seres vivos se halla precipitado en forma
de esqueleto interno o externo. Los iones de calcio actúan de cofactor en muchas reaccio-
nes enzimáticas, interviene en el metabolismo del glucógeno, y junto al potasio y el sodio
regulan la contracción muscular. El porcentaje de calcio en los organismos es variable y .
depende de las especies, pero por término medio representa el 2,45% en el conjunto de ión
los seres vivos; en los vegetales, solo representa el 0,007%. ac
iz
ual
Calidad metodológica (sinónimos: validez): El grado en el que el diseño y desarrollo t
ac
de un ensayo clínico han evitado probables errores sistemáticos (sesgos). La variación s u en
la calidad de los estudios puede explicar la variación de los resultados de losnensayos t e clí-
i e manera más
nd
nicos incluidos en una revisión sistemática. Los ensayos clínicos diseñados de
rigurosa (con mejor calidad) probablemente proporcionen resultados que pe están más cerca

de la “verdad”. (Ver también validez.)
es
y
Cegamiento (sinónimo: enmascaramiento): La conservación
i ca en secreto, ante los
participantes en el estudio o los investigadores, de la asignación lín a cada grupo (p.ej. al
C
de tratamiento o control). El cegamiento se usa como protección a frente a la posibili-
t ic
dad de que el conocimiento de la asignación pueda áafectar c la respuesta del paciente
al tratamiento, el comportamiento de los profesionales Pr sanitarios (sesgo de realiza-
d e
ción) o la valoración de los resultados (sesgo deíadetección). El cegamiento no siempre
es posible (p.ej. cuando se compara un tratamiento u quirúrgico frente a uno farmaco-
G
lógico). La importancia del cegamiento depende t a de cuán objetiva es la medida del
es
resultado. El cegamiento es más importante d e para medidas de resultado menos objeti-
vas, tales como las de dolor o calidad n
ó de vida. (Ver también simple ciego, doble ciego
y triple ciego.) a ci
b lic
Cifoplastia: La cifoplastiapes u un procedimiento quirúrgico similar a la vertebroplas-
tia percutánea en algunos aspectos. l a Al igual que la vertebroplastia percutánea es míni-
s de
mamente invasiva (ver vertebroplastia percutánea) y utiliza cemento para aumentar y
d e
estabilizar la fractura.sLa cifoplastia utiliza, antes de inyectar el cemento, un balón orto-
o
pédico que es colocado añ dentro de la vértebra aplastada para restablecer su estructura.
5 una cavidad dentro de la vértebra aplastada que es rellenada pos-
de
Esta técnica produce
teriormente ácon s un cemento más consistente de una manera similar a la vertebroplastia
percutánea. m
o
r rid
u
CMA Infobase: Base de datos que contiene aproximadamente unas 1.400 GPC desa-
nsc desde el año 1990 por aproximadamente unas 80 instituciones reconocidas y
rrolladas
tra
grupos de expertos; actualmente están en proceso de desarrollar una versión electrónica
a n
H para poder distribuir los textos completos por Internet.
Consistencia: Se refiere al grado en que los resultados obtenidos por un proce-
dimiento de medida pueden ser reproducidos. La falta de consistencia puede surgir de las
divergencias entre los observadores o los instrumentos de medida, o bien por la inestabi-
lidad de la variable que se mide.

GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA SOBRE OSTEOPOROSIS Y PREVENCIÓN DE FRACTURAS POR FRAGILIDAD 215
Control: En los ensayos clínicos que comparan dos o más intervenciones, un control
es una persona del grupo de comparación que recibe un placebo, ninguna intervención, la
atención convencional o algún otro tipo de prestación.
En los estudios de casos y controles un control es una persona en el grupo de com-
paración sin la enfermedad o desenlace de interés.
En estadística, controlar significa ajustar o tener en cuenta las influencias u observa-
ciones externas.
.
También se denominan de control a los programas dirigidos a reducir o eliminar una ión
c
enfermedad, especialmente aplicado a las enfermedades transmisibles (infecciosas). liza
a
Densidad mineral ósea (DMO): Para el diagnóstico de osteoporosis se recomienda tu la
ac
medición de DMO, medida por DXA central, valorando el T-score (comparaciónsdel u valor
t
del paciente, con el valor de referencia de población adulta joven del mismonsexo e y de la
i e
misma raza) y aplicar los criterios de la OMS 2
d
p en
Se asigna al paciente una T-score, que es el número de desviaciones
t á estándar (DE)
es
por encima o por debajo de la DMO media para adultos jóvenes normales, como se indi-
y
ca a continuación: c a
i
DMO normal: una T-score ≥ -1,0. lín
– C
a
ic
– ct
Osteopenia (DMO baja): una T-score entre -1,0 y -2,4.
á
– Osteoporosis: una T-score ≤ -2,5. Pr
d e
– Osteoporosis establecida (grave): describe
ía a pacientes con una T-score inferior a
u
-2,5 que además presenta una fractura por fragilidad.
G
ta
Densitometría ósea: Se engloban aquellas es pruebas diagnósticas no invasivas que
e
miden la masa ósea en diferentes partesddel esqueleto por medio de técnicas que pueden
n
utilizar o no la radiación ionizante. cEntre ió las técnicas ionizantes se encuentran las que
c a
i
utilizan los rayos gamma, como la ldensitometría fotónica simple, la densitometría fotónica
u b
dual, el análisis de activación de p neutrones y el recuento de radiaciones Compton, estas
l a
dos últimas todavía en fase eexperimental. En cambio, los rayos X son las radiaciones ioni-
sd
zantes que utilizan la radiogrametría y la fotodensitometría, que actualmente se encuen-
de
ñ os
tran obsoletas, la densitometría radiológica simple, la densitometría radiológica dual
(DXA) y la tomografíaa computadorizada cuantitativa .
5
Doble ciego de (Double blind double masked): Ni los participantes en el ensayo clínico
á s
ni los investigadores
m (los que valoran el outcome) son conscientes de qué intervención ha
sido administrada o a los participantes. El propósito de cegar a los participantes (tanto los
r rid
receptores u como los proveedores de la asistencia) es prevenir el sesgo de realización (per-
n
formancesc bias). El objetivo de cegar a los investigadores (los evaluadores del resultado,
t ra
que pueden ser los proveedores de la asistencia) es prevenir el sesgo de detección. (Ver
an
H también cegamiento, simple ciego, triple ciego y ocultación de la asignación.)
DRESS: El síndrome DRESS, así llamado por las iniciales inglesas (Drug Rash with
Eosinophilia and Systemic Symptoms) es una toxicodermia grave de etiología desconocida
caracterizada por fiebre, exantema, adenopatías, alteraciones hematológicas y afectación
visceral.

216 GUÍAS DE PRÁCTICA CLÍNICA EN EL SNS


Efectividad: El grado en el que una intervención específica, cuando se utiliza bajo
circunstancias rutinarias, consigue lo que se supone que puede hacer. Los ensayos clínicos
que valoran la efectividad son denominados a veces ensayos clínicos de gestión (manage-
ment trials). (Ver también el término “intención de tratar”.)
Eficacia: El grado en el que una intervención produce un resultado beneficioso bajo
circunstancias ideales. Los ensayos clínicos que valoran la eficacia se denominan a veces
ensayos explicativos y se restringe su participación a las personas que cooperan comple-
tamente. .
ón
Ejercicio físico: Actividad física recreativa, que se realiza en momentos de ocio o dea ci
tiempo libre, es decir fuera del trabajo o actividad laboral. Es una afición que obtiene aunaliz
tu
vivencia placentera, comunicativa, creativa y social de nuestras prácticas corporales. ac El
su
ejercicio físico implica la realización de movimientos corporales planificados y diseñados
e
específicamente para estar en forma física y gozar de buena salud. El términontde ejercicio
ie
físico incluye el de gimnasia, baile, deporte y educación física. nd
pe
Ensayo clínico (sinónimos: ensayo terapéutico, estudio de intervención): á Un estudio
est
o ensayo que pone a prueba un medicamento u otra intervención para y valorar su eficacia
c a
y seguridad. Este término general incluye los ensayos clínicos controlados aleatorizados y
l í ni
los ensayos clínicos controlados. C
a
ic para este término:
ct
Ensayo clínico abierto: Existen tres significados posibles

1. Un ensayo clínico en el que el investigadoreyPel participante conocen la interven-
ción que será utilizada en cada participanted (es decir, no es a doble ciego). La
uía
asignación aleatoria puede o no ser utilizada
G en dichos ensayos.
a
t
2. es
Un ensayo clínico en el que el investigador decide qué intervención va a ser
d e
administrada (asignación no aleatoria). También es conocido a veces como un
n
diseño abierto (open label)ió(aunque algunos ensayos que se denominan como
ac
lic
“diseños abiertos” son aleatorizados).
b
3. pu
Un ensayo clínico que utiliza un diseño secuencial abierto.
la
e Se refiere a un estudio que compara uno o más grupos de
Ensayo clínico controlado:
e sd
intervención con uno od más grupos de comparación (de control). Aunque no todos los
s de distribución aleatoria, todos los ensayos clínicos son contro-
estudios controladosñoson
lados. a
5
de
ás
Ensayo controlado aleatorizado (sinónimo: ensayo clínico aleatorizado): Un experi-
mento en el m cual los investigadores asignan aleatoriamente a las personas elegibles en
o
varios grupos r rid (p.ej. grupo de tratamiento y control) para que reciban o no una o más de
c u
las intervenciones que son objeto de comparación. Los resultados son valorados compa-
ns
tr
randoa los desenlaces en un grupo y en otro. (NOTA: cuando se utiliza MEDLINE es
a n
preciso buscar tanto el término randomized como randomised.)
H
Ensayo cuasi-aleatorio: Un ensayo que utiliza un método cuasi-aleatorio de asignar
pacientes a diferentes alternativas asistenciales. Existe un riesgo mayor de sesgo de selec-
ción en los ensayos cuasi-aleatorios donde la asignación no se encubre adecuadamente,
comparada con los ensayos clínicos controlados con una ocultación de la asignación ade-
cuada.

GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA SOBRE OSTEOPOROSIS Y PREVENCIÓN DE FRACTURAS POR FRAGILIDAD 217
Escala T (T-score): La densidad ósea (DO), además de medir la MO de un determi-
nado individuo en términos absolutos, permite la comparación de esta con valores de
referencia poblaciones (puntuaciones o escalas T y Z). En la Escala T la comparación se
establece entre la MO individual y la MO de adultos jóvenes (20-35 años) y sanos del
mismo sexo. Esta puntuación se expresa en forma de porcentaje y de número de desvia-
ciones estándar en que este valor se separa de la media de la MO de los valores de refe-
rencia. Se obtiene a partir de la MO del paciente menos el valor medio de la MO en los .
n
adultos jóvenes dividido por la desviación estándar de la MO de los adultos jóvenes delció
a
mismo sexo. liz
t ua
Estimación de efecto (sinónimo: efecto terapéutico): En estudios sobre los efectos ac de
la atención sanitaria, la relación observada entre una intervención y un resultado su (outco-
t e
me) expresado, por ejemplo, como el número de pacientes necesario a tratar (NNT),
i en odds
nd
ratio, diferencia de riesgos, riesgo relativo, diferencia estandarizada de medias o diferencia
ponderada de medias. pe
á
est
Estudio de casos y controles (sinónimos: estudio de casos-controles, y case referent
study): Un estudio que comienza con la identificación de las personas c a que presentan la
l í ni
enfermedad o resultado de interés (casos) y un grupo controlCapropiado sin la enfermedad
a
o resultado de interés (controles). La relación entre un factor
t ic (intervención, exposición o
c
factor de riesgo) y el resultado de interés se examina comparando
Prá la frecuencia o nivel de
dicho factor en los casos y en los controles. Por ejemplo, para determinar si la talidomida
de
fue la causante de defectos congénitos, un grupo a de niños con estas malformaciones

(casos) pudo ser comparado con un grupo de G niños sin aquellos defectos (controles).
ta
Entonces ambos grupos fueron comparados es con respecto a la proporción de expuestos a
la talidomida en cada uno de ellos a través de de la toma de aquel medicamento por parte de
ón
sus madres. Los estudios de casos y controles
ci son retrospectivos, pues siempre se desarro-
llan mirando atrás en el tiempo. lica
b
Estudio de Cohortes (sinónimos: pu estudio de seguimiento, de incidencia, longitudinal):
la
Un estudio observacional ene el cual un grupo definido de personas (la cohorte) es seguido
en el tiempo y en el quedelos sd desenlaces o resultados se comparan entre los subgrupos de
la cohorte que estuvieron
ñ os expuestos o no expuestos (o expuestos a diferentes niveles) a
una intervención 5oa a otro factor de interés. Las cohortes se pueden constituir en el
momento presente de y seguidas prospectivamente (un estudio de cohortes concurrente) o
s
identificadasáa partir de registros históricos y seguidas en el tiempo hacia adelante desde
m
aquel momento d o hasta ahora (un estudio de cohortes históricas). Puesto que no se utiliza
r r i
una distribución aleatoria, se debe utilizar un apareamiento o un ajuste estadístico para
s cu
asegurar
n que los grupos de comparación sean tan similares como sea posible.
tra
an Estudio de un caso (sinónimos: anécdota, historia de un caso, información de un caso
H individual): Un estudio observacional no controlado que incluye una intervención y un
resultado en una persona individual.
Estudio observacional (sinónimo: estudio no experimental): Un estudio en el que se
permite a la naturaleza seguir su curso. Los cambios o diferencias en una característica
(p.ej. si la población recibió o no la intervención de interés) se estudian en relación a los

218 GUÍAS DE PRÁCTICA CLÍNICA EN EL SNS


cambios o diferencias en otra(s) (p.ej. si fallecieron o no), sin la intervención del investi-
gador. Suponen un mayor riesgo de sesgo de selección que los estudios experimentales
(ensayos clínicos controlados aleatorizados).
Estudio prospectivo: En las evaluaciones de los efectos de las intervenciones sanita-
rias, un estudio en el que las personas quedan divididas en dos grupos que son expuestas
o no a la intervención o intervenciones de interés antes de que los resultados se hayan
producido. Los ensayos clínicos controlados son siempre estudios prospectivos y los estu-
dios de casos y controles nunca lo son. Los estudios de cohortes concurrentes son estudios .
n
prospectivos, mientras los estudios de cohortes históricas no lo son (ver también estudioció
a
de cohortes), a pesar de que en epidemiología un estudio prospectivo es a veces utilizado
a liz
u
como un sinónimo para los estudios de cohortes. (Ver estudio retrospectivo.) ct a
Estudio retrospectivo: Un estudio en el que los sucesos o resultados han ocurridosu a
t e
n
los participantes antes de que el estudio comenzara. Los estudios de casos y controles son
d ie
siempre retrospectivos, mientras que los de cohortes a veces lo son y los ensayos
n clínicos
controlados nunca. (Ver estudio prospectivo.) pe
á
est
Estudio Transversal o estudio de prevalencia: Un estudio que y examina la relación
entre las enfermedades (u otras características sanitarias) y otras c avariables de interés que
i
pueden existir en una población definida en un momento determinado lín en el tiempo: la
C
secuencia temporal de causa y efecto no se puede establecer c a necesariamente en un estu-
ti
dio transversal. r ác
P
Etapa de la postmenopausia: Período de tiempo de desde el momento en que la mujer
a

tiene el último periodo menstrual y que se prolonga aproximadamente hasta los 8-10 años
G
posteriores. ta
es
Exposición solar: El sol tiene una gran de importancia para la salud del hombre. Depen-
diendo de las características de la persona n
ó y del tiempo de exposición a sus radiaciones, va
a producir sobre el organismo una iserie a ci de repercusiones que pueden ser positivas o nega-
b lc
tivas. Como aspecto positivo destaca el papel que desempeña el sol en la prevención de
pu
ciertas avitaminosis (falta o ladisminución de vitaminas). Concretamente, las radiaciones
e
solares favorecen la producción
e sd de vitamina D, necesaria para metabolizar el calcio y evi-
tar el raquitismo (enfermedad d caracterizada por la deformación de los huesos, que afecta
s
fundamentalmente añolos niños). Como aspectos negativos, en la piel, la exposición solar
a
inadecuada produce 5 trastornos que pueden manifestarse a corto o a largo plazo.
d e
Factor de ás confusión: Una situación en la cual una medida del efecto de una interven-
ción o de ouna m exposición está distorsionada a causa de la asociación de la exposición con
r i d
ur
otro factor(es) que influye en el desenlace o resultado objeto de estudio.
c
nsFactor de riesgo: Una característica o estilo de vida de una persona, o de su entorno,
rt a
que incrementa la probabilidad de ocurrencia de una enfermedad.
an
H
Fisterra: Página web independiente, dedicada especialmente a profesionales de aten-
ción primaria y orientada a la consulta y formación.
Fitoestrógenos: Compuestos químicos no esteroideos, que se encuentran en los vege-
tales pero son similares a los estrógenos humanos, y con acción similar (efecto estrogénico)
u opuesta (efecto antiestrogénico) a estos. Si bien pueden identificarse varias formas:

GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA SOBRE OSTEOPOROSIS Y PREVENCIÓN DE FRACTURAS POR FRAGILIDAD 219
isoflavonas, lignanos, cumestanos, y otras. Las más activas y relevantes para el consumo
humano son las primeras. Las isoflavonas se encuentran en una gran variedad de plantas
y vegetales, en especial en las leguminosas y gramíneas. Dos de las especies más abundan-
tes en estos compuestos químicos son la soja y el trébol rojo.
Fractura por fragilidad: La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la frac-
tura por fragilidad como aquella “provocada por lesiones que serían insuficientes para
fracturar un hueso normal”. Una definición más clínica de fractura por fragilidad según la
Sociedad para la Osteoporosis de Canadá (SOC) y la Scottish Intercollegiate Guidelines .
Network (SIGN) del Reino Unido: aquella que se produce por traumatismos mínimos, ión
c
como una caída desde una altura correspondiente a la bipedestación o en ausencia lide za
a
traumatismo identificable. tu
ac
Glucocorticoides: Se emplean como agentes farmacológicos y se utilizan con su mucha
frecuencia, siendo insustituibles para el tratamiento médico de muchas y muy e
t variadas
i en
afecciones de diferentes órganos y sistemas debido a sus efectos anti-inflamatorios e
e nd
inmunosupresores. Su efectividad es indiscutible, pero su utilidad conlleva
p el riesgo de
producir numerosos efectos adversos, de los cuales la osteoporosis es t áel más frecuente y
es
preocupante. y
a
ic
Gold standard: El método, procedimiento o medida que lqueda ín ampliamente acepta-
do como el mejor disponible para servir de referencia y comparación C con respecto a las
a
t ic estudios sobre la precisión de
ác
nuevas intervenciones. Es de particular importancia en los
Pr
las pruebas diagnósticas. Por ejemplo, se utiliza a menudo la revisión manual como gold
e
standard para la identificación de ensayos clínicos ydsirve de referencia para las búsquedas
a

electrónicas en las bases de datos, como por ejemplo MEDLINE.
G
t a
GuíaSalud Biblioteca de GPC del SNS: es GuíaSalud, es un organismo del SNS en el
de
que participan las 17 Comunidades Autónomas, para promover la elaboración y uso de
n

GPC y otras herramientas y productos basados en la evidencia científica.
ac
Su misión es potenciar la oferta
b lic de recursos, servicios y productos basados en la evi-
dencia científica para apoyar laputoma de decisión de los profesionales y de los pacientes
en el SNS, así como impulsar la
d e la creación de redes de colaboradores y la cooperación entre
es las GPC y la Medicina Basada en la Evidencia.
entidades relacionadas con
d
Heterogeneidad:osEn las revisiones sistemáticas, por heterogeneidad se entiende la

variabilidad o las 5diferencias entre los estudios en cuanto a las estimaciones de efectos. A
veces se hace una e
d distinción entre la “heterogeneidad estadística” (diferencias en los efec-
tos reportados), ás “heterogeneidad metodológica” (diferencias en el diseño de los estudios)
m
y “heterogeneidad d o clínica” (diferencias entre los estudios referidas a características clave
rr i
de los uparticipantes, a intervenciones o a medidas de resultado). Los tests estadísticos de
s c
heterogeneidad se utilizan para valorar si la variabilidad clínica en los resultados de los
a n
t r
estudios (la magnitud de los efectos) es mayor que aquella que se esperaría hubiera ocu-
anrrido por azar. Sin embargo, estos tests tienen una baja potencia estadística.
H
Índice Médico Español (IME): Base de datos bibliográfica que incluye publicaciones
periódicas editadas en España sobre biomedicina.
Inhibidor de la HMG-CoA reductasa (estatinas): Sustancia que bloquea una enzima
necesaria para que el cuerpo produzca colesterol y disminuye la cantidad de colesterol en
la sangre.

220 GUÍAS DE PRÁCTICA CLÍNICA EN EL SNS


Institute for Clinical Systems Improvement (ICSI): Agrupa diferentes organizaciones
sanitarias y tiene como objetivo principal proteger la calidad de la atención sanitaria y
ayudar a sus miembros a identificar y acelerar la implementación de las mejores prácticas
clínicas para sus pacientes. Es una institución americana sin ánimo de lucro e indepen-
diente.
International Guidelines Library (GIN): Está formada por miembros de cuatro con-
tinentes interesados en el desarrollo, la adaptación y la implementación de guías de prác-
tica clínica. .
ón
Web que proporciona acceso a la base de datos de guías de práctica clínica más gran-a ci
a
de del mundo. La base de datos internacional de guías de la red dispone de más de 5.600 liz
tu
guías "online". Además, el guideline tool inventory (Inventario de herramientas deacguías)
ofrece una serie de herramientas para la producción e implementación de guíassude prác-
e
tica clínica basadas en la evidencia. nt e
ndi
International Osteoporosis Foundation (IOF): IOF es una organización internacio-
pe
nal no gubernamental, antes la European Foundation for Osteoporosis á (EFFO). Su
est
misión es el avance en el conocimiento de la osteoporosis y promover y su prevención,
diagnóstico y tratamiento en todo el mundo. c a
i
lín
Intervalo de confianza (IC): El intervalo en el cual el valor C
c a “verdadero” (p.ej. el tama-
ño del efecto de una intervención) se estima que puedecestar t i con un determinado grado
r á
de certeza (p.ej. 95% o 99%). Nota: los intervalos de confianza representan la probabili-
P
dad de cometer errores aleatorios, pero no de cometer de errores sistemáticos (sesgos).
a
Ipriflavona: Derivado sintético del isoflavona uí
G (ver Fitoestrógenos).
a
st
Isoflavona: Fitoestrógeno natural (vereFitoestrógenos).
de
Marcadores óseos: Los marcadores n bioquímicos del remodelado óseo son enzimas u
c ió
otras proteínas secretadas por losa osteoblastos (células formadoras de hueso) o los
osteoclastos (células que reabsorben b lic hueso), o bien productos que se originan durante la
formación o la degradación del pu
la colágeno tipo 1, la principal proteína que forma la matriz
orgánica del hueso. Los marcadores e relacionados con los osteoblastos y que reflejan la
e sd
actividad osteoblástica dse denominan marcadores de formación y se determinan en san-
gre. A los marcadores ñ osrelacionados con los osteoclastos se les denomina marcadores de
resorción y la mayoría a se determinan en la orina
5
d e
ás
Medline/PubMed: Medline/Pubmed es un servicio de la National Library of Medici-
ne que incluye m citas de artículos biomédicos extraídos de la base de datos de Medline y
o
id
revistasrrcientíficas adicionales de acceso libre.
c u
a nsMenopausia: Según la OMS se define la menopausia natural como: “cese permanente
r
det la menstruación, determinado de manera retrospectiva, después de 12 meses consecu-
an
H tivos de amenorrea, sin causas patológicas”. Actualmente la edad media de presentación
más frecuente en nuestra sociedad se establece entre los 48,5 ± 3,8 años. La menopausia
es un estado fisiológico en el que, aparte de un cese natural y progresivo de la actividad
endocrina del ovario, hay una aceleración en la pérdida de masa ósea. La menopausia no
es una enfermedad, se trata de un fenómeno normal que experimentan todas las mujeres
si viven lo suficiente. No deberíamos considerar este periodo de cambio (entre el periodo

GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA SOBRE OSTEOPOROSIS Y PREVENCIÓN DE FRACTURAS POR FRAGILIDAD 221
de fertilidad a no fertilidad), como una endocrinopatía. Por lo tanto, la menopausia “per
se” no debe ser considerada un factor de riesgo de osteoporosis.
Menopausia precoz: Aquella menopausia que se produce antes de los 45 años. Se
considera un factor de riesgo esencial de padecer osteoporosis. También se denomina fallo
ovárico prematuro.
Metanálisis: El uso de técnicas estadísticas en una revisión sistemática para integrar
los resultados de los estudios incluidos. También se utiliza para referirse a las revisiones
sistemáticas que utilizan metanálisis. .
ón
ci
a
Micronutrientes: Sustancias que el organismo de los seres vivos necesita en pequeñas iz
a l
dosis. Son indispensables para los diferentes procesos bioquímicos y metabólicos de tu los
organismos vivos y sin ellos morirían. Desempeñan importantes funciones catalizadoras a c
u
sanimales
en el metabolismo, al formar parte de la estructura de numerosas enzimas. En los e
engloba las vitaminas y minerales y estos últimos se dividen en minerales yieoligoelemen-nt
tos. Estos últimos se necesitan en una dosis aún menor. Algunos de los emás nd importantes
micronutrientes son el yodo, el hierro y la vitamina A que son esenciales p para el creci-
s tá
miento físico, el desarrollo de las funciones cognitivas y fisiológicase y la resistencia a las
y
infecciones. El hierro y la vitamina A se encuentran naturalmente
i ca en los alimentos y el
yodo debe ser adicionado a alimentos de consumo básico como lín la sal que en muchos paí-
C
a
ses y en Colombia se fortifica con yodo. Existen otros micronutrientes como el zinc, el
t ic
ácido fólico, el calcio y todas las vitaminas y minerales. ác
Pr
National Electronic Library for Health (NeLH) de Guidelines Finder: National Health
Service proporciona un índice de guías de práctica í aclínica de aplicación en el Reino Unido.
u
Además facilita el acceso a las versiones pdf ay Gsu actualización es semanal.
e st
National Guidelines Clearinghouse (NGC):
e Es un recurso público sobre GPC basa-
das en la evidencia creado por la Agency d for Healthcare Research and Quality (AHRQ)
ón
ci
del U.S. Department of Health and aHuman Services.
b lic
National Osteoporosis Foundation (NOF): Es una organización sanitaria voluntaria
pu
la
americana dedicada exclusivamente a la osteoporosis y a la salud ósea.
de
New Zealand Guidelines
d es Group (NZGG): Es un grupo que lidera un movimiento de
os sanitaria y sociosanitaria de calidad a partir de la medicina basa-
cambio hacia la atención
da en la evidencia yañen la efectividad.
5
Odds ratiode(OR): El cociente de la odds de un episodio en el grupo experimental
ás
(grupo de intervención) y la odds del episodio en el grupo control. Una odds ratio de 1
m
indica que o no hay diferencia entre los grupos de comparación. Para los resultados inde-
r rid
seables, u una OR menor que 1 indica que la intervención es efectiva en la reducción del
riesgonsc de aquel resultado. Cuando la tasa del episodio es pequeña, las odds ratio son muy
tra
a nsimilares a los riesgos relativos.
H Osteopenia: Ver densidad mineral ósea (DMO).
Osteoporosis: Enfermedad esquelética caracterizada por deterioro de la resistencia
ósea, que predispone a una persona a un mayor riesgo de fractura según la definición de
consenso de la National Institutes of Health (NIH) de Estados Unidos.
Ver densidad mineral ósea (DMO).

222 GUÍAS DE PRÁCTICA CLÍNICA EN EL SNS


Osteoporosis definitiva, grave o severa: Ver densidad mineral ósea (DMO).
Osteoporosis primaria: Osteoporosis explicada por los cambios involutivos del enve-
jecimiento, así como por los cambios hormonales de la menopausia.
Osteoporosis secundaria: Osteoporosis causada o exacerbada por otras patologías o
medicaciones. No siempre se puede hablar de una causa aislada sino que es relativamente
frecuente que nos encontremos ante un conjunto de ellas implicadas. Las causas son múl-
tiples: enfermedades genéticas, endocrinas, gastrointestinales, hematológicas, reumatológi-
cas, nutricionales, farmacológicas, etc. La administración de GC es la causa más frecuente n.

de osteoporosis secundaria suponiendo el 25% de casos de osteoporosis, y es causada por
z ac
dichos agentes independientemente de la enfermedad tratada y del sexo y la edad adel li
t u
paciente. ac
u s
Osteoporosis secundaria inducida por glucocorticoides: Es la causa más frecuente t e de
osteoporosis secundaria. Es multifactorial, debido a la acción directa de losienGC sobre el
d
metabolismo óseo y mineral, a lo que se añade el efecto catabólico sobreenel músculo, que
p
origina deterioro de la masa, fuerza y resistencia muscular y pérdida á del efecto trófico
est
sobre el hueso, con incremento además de la inestabilidad y el riesgo y de caídas. En la pér-
dida ósea influyen la dosis diaria y el tiempo de administración i(dosis ca acumulada). En los
l í n
adultos, dosis superiores a 7,5 mg/día de prednisona o equivalentes, administradas duran-
C
a
te períodos prolongados disminuyen la DMO en la columna it c vertebral y en la cadera. No
se puede establecer con exactitud la dosis mínima porrácdebajo de la cual no se produce
P
pérdida ósea. Para algunos, las dosis inferiores a 10 mg/día no aumentan la pérdida ósea
de
a
fisiológica, pero otros han constatado que con una dosis promedio de 7,5 mg ya se produ-

ce disminución anormal de la DMO. Esta disminución G se produce sobre todo en los seis
t a
primeros meses de tratamiento. e s
e d
Placebo: Una sustancia o procedimiento n inactivo administrado a un paciente, usual-
i ó
mente para comparar sus efectos con a c los de una medicación real o con otra intervención,
pero a veces para el beneficio psicológicol i c del paciente que cree que está recibiendo un
b
tratamiento activo. Los placebos pu se utilizan en los ensayos clínicos para cegar a los parti-
la
d e
cipantes en cuanto a la asignación del tratamiento que reciben. Los placebos deberían ser
e s
indistinguibles de la intervención activa con el fin de asegurar un cegamiento adecuado.
d
s o La probabilidad de que la hipótesis nula sea rechazada en el caso
Potencia estadística:

de que sea falsa. En 5 los estudios sobre la eficacia de las intervenciones sanitarias, el poder
d e
estadístico es una medida del grado de seguridad existente para evitar la conclusión falsa-
mente negativa ás de que una intervención no es eficaz cuando en realidad si lo es. La poten-
m
d oestudio viene determinada por cuán amplio es (el número de participantes), el
cia de un r i
número c ur de episodios (p.ej. embolias) o el grado de variación en un resultado continuo (p.
nspeso), cuán pequeño puede ser un efecto para considerarlo importante (p.ej. la dife-
ej.rael
t
anrencia más pequeña en resultados entre el grupo de intervención y el control que se consi-
H dera relevante), y cuán seguro se quiere estar para evitar una conclusión falsamente posi-
tiva (p.ej. el punto de corte (cut-off) en el que se establece la significación estadística).
Protectores de cadera: Los protectores de cadera son accesorios compuestos por
almohadillas que se colocan en ambas caderas, con el objetivo de reducir el impacto de la
caída y evitar una posible fractura de cadera, sobretodo en personas ancianas, o que ya

GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA SOBRE OSTEOPOROSIS Y PREVENCIÓN DE FRACTURAS POR FRAGILIDAD 223
hayan sufrido una caída o fractura previa. Los estudios en su mayoría se han realizado con
personas mayores de 65 años, con pluripatología e institucionalizadas.
Proteínas: Macromoléculas formadas por cadenas lineales de aminoácidos. El nom-
bre proteína proviene de la palabra griega πrw‰ta (“prota”), que significa “lo primero” o
del dios Proteo, por la cantidad de formas que pueden tomar. Las proteínas ocupan un
lugar de máxima importancia entre las moléculas constituyentes de los seres vivos (bio-
moléculas). Prácticamente todos los procesos biológicos dependen de la presencia y/o
actividad de este tipo de sustancias. Bastan algunos ejemplos para dar idea de la variedad .
ón
y trascendencia de funciones a ellas asignadas. ci
li za
Revisión sistemática: Una revisión de una cuestión formulada claramente, y que utiliza
t ua
métodos sistemáticos y explícitos para identificar, seleccionar y evaluar críticamente ac la
u
investigación relevante, así como para obtener y analizar los datos de los estudioss que son
e
ent
incluidos en la revisión. Se pueden utilizar o no métodos estadísticos (metanálisis) para
d i
analizar y resumir los resultados de los estudios incluidos. Ver también revisión
n Cochrane.
pe
Riesgo relativo (RR) (sinónimo: cociente de riesgos): El cociente del á riesgo en el grupo
est
de intervención dividido por el riesgo en el grupo control. El riesgoy(proporción, probabili-
a
dad o tasa) es el cociente del número de personas con una característica
n ic en un grupo dividi-
do por el total de miembros del grupo. Un riesgo relativo de uno l í
C indica que no hay diferen-
cia entre los grupos que se comparan. Para resultados indeseables,c a un riesgo relativo menor
c ti
rá de aquel evento.
de 1 indica que la intervención fue eficaz al reducir el riesgo
P
Scottish Intercollegiate Guidelines Network (SIGN): de Es una institución de Escocia
í a
que tiene como objetivos mejorar la calidad deu la atención sanitaria para los pacientes
G
escoceses con el fin de reducir la variabilidadtaen la práctica clínica habitual y en los resul-
e s
tados a partir del desarrollo y diseminación
d e de GPC de ámbito nacional que contienen
recomendaciones para la práctica efectiva
n basada en la evidencia actual.
ó
a ci
Series de casos: Un estudio observacional no controlado que incluye una interven-
b lic
ción y un resultado para más deuuna persona.
p
Sesgo: Un error o desviación la sistemática en los resultados o inferencias de un estudio.
d e
En los estudios sobre losesefectos de la atención sanitaria, los sesgos pueden surgir de las
d
diferencias sistemáticas o s en las características de los grupos que se comparan (sesgo de

selección), en la asistencia prestada o la exposición a otros factores, a parte de la interven-
5
ción de interés e(sesgo de realización), en los abandonos o exclusiones de las personas
d
ás
incluidas inicialmente en el estudio (sesgo de desgaste) o en la evaluación de las variables
de resultado m
o (sesgo de detección). Los sesgos no necesariamente suponen una imputación
rr id como podría ser las preferencias de los investigadores por unos resultados
de prejuicio,
u
nsc
concretos, lo cual difiere del uso convencional de esta palabra para hacer referencia a un
rt a de vista partidario. Se han descrito muchas variedades de sesgos. (Ver también cali-
punto
an
H dad metodológica, validez.)
Significación estadística: Una estimación de la probabilidad de que un efecto tan
amplio o más que el que es observado en un estudio haya ocurrido a causa del azar. Habi-
tualmente se expresa como el valor P, por ejemplo un valor P de 0,049 para una diferencia
de riesgo del 10% significa que hay menos de una sobre 20 probabilidades (0,05) de que
un efecto o una asociación tan grande o más como este haya ocurrido por azar y, por tanto

224 GUÍAS DE PRÁCTICA CLÍNICA EN EL SNS


podría decirse que los resultados son estadísticamente significativos al nivel de una P = 0,05.
El punto de corte para la significación estadística se sitúa habitualmente en el 0,05, pero
a veces en el 0,01 o 0,10. Estos puntos de corte son arbitrarios y no tienen importancia
específica. A pesar de que a menudo se hace, no es apropiado interpretar los resultados
de un estudio de manera distinta en función del valor P, si este valor P es, por ejemplo,
0,055 o 0,045 (que son valores muy similares, no opuestos).
Simple ciego (sinónimo: enmascaramiento simple): El investigador es conocedor del
tratamiento o intervención que el participante recibe, pero no así el participante. (Ver .
ón
también cegamiento, doble ciego, triple ciego.) ci
za
i
Suplementos de calcio: Son productos que se emplean en caso de que una personaalno
t u
obtenga de su dieta la proporción que necesita de este importante mineral, o bien porque ac
los requerimientos que tiene del mismo son mayores de lo habitual. Los suplementos s u de
t e
calcio más utilizados son citrato de calcio y carbonato de calcio, los que contienen un 60%
n
aproximadamente del calcio elemental. d ie
n e
The Cochrane Library: Un conjunto de bases de datos, publicados p
t á en disco y CD-
s
ROM y actualizado trimestralmente, que contiene la Base de datos eCochrane de Revisio-
y
a
nes Sistemáticas (Cochrane Database of Systematic Reviews), icel Registro Cochrane de
Ensayos Clínicos (Cochrane Controlled Trials Register), la Base lín de datos de Resúmenes
C
a
de Efectividad (Database of Abstracts of Reviews of Effectiveness), la Base de datos
t ic
Cochrane de Metodología de Revisiones (Cochrane Review c Methodology Database), e

información acerca de la Colaboración Cochrane. e P
d
The Health Technology Assessment (HTA)uíDatabase. a The Database of Abstracts of
G
Reviews of Effectiveness (DARE): Son dosa bases de datos que ofrece el Centre for
st
Reviews and Dissemination (CRD) de la eUniversidad de York que tiene como misión
proporcionar información de base científica d e sobre los efectos de las intervenciones utili-
zadas en la atención sanitaria y social.i ón
c
ca
i
u bl
HTA Database contiene información sobre HTA, información sobre evaluación de
tecnología médica, DARE contiene p resúmenes de revisiones sistemáticas que cumplen
la
de y que se dirigen a valorar los efectos de las intervenciones.
rigurosos criterios de calidad
es
The Internationals dSociety for Clinical Densitometry (ISCD): Es una organización
o

multidisciplinaria dirigida a profesionales de la salud interesados en la medida de la den-
5
sidad ósea y constituye un punto de referencia en la aproximación a la atención y el diag-
de
nóstico de losspacientes.
á
Validez m
d o (sinónimo: validez interna): Validez es el grado en que un resultado (o una
i
medidarro un estudio) se acerca probablemente a la verdad y está libre de sesgos (errores
u
nsc
sistemáticos). La validez tiene algunos otros significados. Habitualmente va acompañada
rt a
por una palabra o una frase que la califica; por ejemplo, en el contexto de la realización
an
H de una medición, se utilizan expresiones tales como validez de construcción, validez de
contenido y validez de criterio. La expresión validez interna se utiliza a veces para distin-
guir este tipo de validez (el grado en el que los efectos observados son verdaderos para
las personas del estudio) de la validez externa o generabilidad (el grado en el que los
efectos observados en un estudio reflejan realmente lo que se espera encontrar en una
población diana más amplia que las personas incluidas en el estudio). (Ver también cali-
dad metodológica y error aleatorio.)

GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA SOBRE OSTEOPOROSIS Y PREVENCIÓN DE FRACTURAS POR FRAGILIDAD 225
Valor P: La probabilidad (que va de cero a uno) de que los resultados observados en
un estudio o los resultados más extremos que los observados puedan haber ocurrido por
azar. En un metanálisis, el valor P para el efecto global evalúa la significación estadística
global de la diferencia entre los grupos tratamiento y control, mientras que el valor P para
los estudios de heterogeneidad objetiva la significación estadística de las diferencias entre
los efectos observados en cada estudio.
Variables intermedias (sinónimo: resultados intermedios, variables surrogadas): Son
las medidas de resultado que no tienen una importancia práctica directa pero se conside- .
n
ra que pueden reflejar desenlaces o outcomes que son importantes; por ejemplo la presión ció
a
arterial no es importante directamente para los pacientes pero se utiliza a menudo como
a liz
u
un resultado en los ensayos clínicos porque es un factor de riesgo para los accidentes
a ct vas-
culares cerebrales y las enfermedades coronarias. Las variables intermedias a menudo son
su
variables fisiológicas o marcadores bioquímicos que pueden medirse y obtenerse e de
ent
manera relativamente rápida y fácil, y se seleccionan por ser predictorasdide resultados
n
pe clínicos, cuan-
clínicos importantes. A menudo se utilizan en substitución de los resultados
do la observación de estos requiere períodos de seguimiento largos. stá
e
VAS (Visual Analog Scale): La escala visual analógica (EVA) yes un instrumento que
i ca
permite cuantificar numéricamente la intensidad de dolor quelínsufre el paciente. Consiste
C
en una línea de 10 centímetros, en la cual el extremo izquierdo significa nada de dolor y
c a
t i
ác
el extremo derecho el peor dolor imaginable; en esta escala el paciente debe indicar cuán-
r
to le duele. El médico o la enfermera medirá con unaPregla la distancia desde el extremo
e
izquierdo hasta el punto señalado por el paciente. d
a

G
Vertebroplastia percutánea: Esta técnica fue inicialmente descrita en 1987 por Gali-
t a
bert y consiste en la inyección por vía percutánea
e s transpedicular o paravertebral de un
e
cemento acrílico, con control de imagendfluoroscópico. Su difusión en los últimos años se
n
ha debido a la mejora en los dispositivos ió de inyección del material acrílico, que posibilitan
un control de la presión de inyección, c ac así como de los sistemas de visualización, con
li
empleo actual de sistemas de paltaub resolución (fluoroscopia de alta resolución, escopia-
la
tomografía computada) que facilitan un control exhaustivo de la posición del cemento, lo
d e
que redunda en una radicals disminución en las complicaciones.
de
o s
Vitamina D: Heterolípido insaponificable del grupo de los esteroides. Es una provi-

tamina soluble en5 grasas y se puede obtener de dos maneras: mediante la ingesta de ali-
de
mentos que contengan esta vitamina, por ejemplo: la leche y el huevo; por la transforma-
á
ción del colesterols o del ergosterol (propio de los vegetales) por las radiaciones solares.
m
La vitamina o D es la encargada de regular el paso de calcio a los huesos. La Vitamina D
representar rid un papel importante en el mantenimiento de órganos y sistemas a través de
u
sc funciones, tales como: la regulación de los niveles de calcio y fósforo en sangre,
múltiples
n
tra
promoviendo la absorción intestinal de los mismos a partir de los alimentos y la reabsor-
a n
H ción de calcio a nivel renal. La forma activa de la vitamina es el calcitriol que es una sín-
tesis tanto de vitamina D2 o D3 en los riñones. La vitamina D2 (calciferol) ingerida en la
dieta o la D3 (colecalciferol), sintetizada en la piel, son hidroxiladas en el hígado para
formar 25-hidroxicolecalciferol para así aumentar el transporte de calcio intestinal y la
movilización de calcio en el hueso.

226 GUÍAS DE PRÁCTICA CLÍNICA EN EL SNS


Anexo 5. Abreviaturas

AACE American Association of Clinical Endocrinologists


ACOG American College of Obstetricians and Gynecologists
AEEM Asociación Española para el Estudio de la Menopausia
AGA American Gastroenterological Association .
ón
AHRQ Agency for Healthcare Research and Quality a ci
liz
a
AIAQS Agència d’Informació, Avaluació i Qualitat en Salut de Cataluña
c tu
a
BF Bifosfonatos su
te
Brown-Josse-OSC Brown JP & Josse R pel Scientific Advisory Councilienof the
osteoporosis Society of Canada nd
pe
CCib Centro Cochrane Iberoamericano tá
es
CF Cuello femoral y
i ca
CKS Clinical Knowledge Summaries lín
C
a
CL Columna lumbar t ic
c
Prá
CRD Center for Reviews and Dissemination
de
CT Cadera total í a
u
G
DARE Database of Abstracts ta of Reviews of Effectiveness
es
DE Desviación estándar de
n

DMO Densidad mineral
c ac ósea
l i
DMP Diferencia b de medias ponderada
pu
DO Densidadla ósea
d e
e s
DXA dDensitometría radiológica dual
ñ os
EAA a Exposición acumulada anual
5
EC de Ensayo cuasi-aleatorio
ás
ECA m Ensayo controlado aleatorizado
do
EUA urri Estados Unidos de América
c
EVA a ns Escala visual analógica
tr
a n
FDA Food and Drug administration
H
FR Factores de riesgo
GC Glucocorticoides
GIN International Guiedlines Library
GPC Guía de práctica clínica

GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA SOBRE OSTEOPOROSIS Y PREVENCIÓN DE FRACTURAS POR FRAGILIDAD 227
GTO Grupo de trabajo en osteoporosis
HMG-CoA Inhibidores de la Hidroximetilglutaril-coenzima A reductasa
(estatinas)
HR Hazard ratio
HTA Health technology assessment
IC Intervalo de confianza
.
ICS Institut Català de la Salut ón
a ci
ICSI Institute for Clinical System Improvement
a liz
tu
IMC Índice de masa corporal ac
ISCD The International Society for Clinical Densitometry su
e
nt
ie
MA Metanálisis nd
MO Masa ósea pe

es
NeLH National Electronic Library y
ca
NGC National Guidelines Clearinghouse lí ni
C
a
NICE tic
National Institute for Clinical Excellence
NIH National Institutes of Health Pr
ác
d e
NNT Número de pacientes necesario
ía a tratar
u
NOF National Osteoporosis G
a Foundation
e st
NZGG New Zealand Guidelines Group
de
OMS
n
OrganizacióncióMundial de la Salud
a
OPG lic
Osteoprotegerina
b
pu
OR Oddslaratio
e
PMF sd
Pacientes
e mayores frágiles
d
PTH (1-84) ñ os Hormona paratiroidea humana o parathormona (1-84)
a
QUS 5 Ultrasonometría cuantitativa
de
R ás Radiogrametría
m
o
RAR rid Riesgo absoluto de reducción
r
cu
ns
RNAO Registered Nurses’ Association of Ontario
tra
an
RR Riesgo relativo
H
RS Revisión sistemática
Rx Radiografía
SCA Síndrome coronario agudo
SEGO Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia

228 GUÍAS DE PRÁCTICA CLÍNICA EN EL SNS


SEIOMM Sociedad Española de investigación ósea y de metabolismo
mineral
semFYC Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria
SEMI Sociedad Española de Medicina Interna
SERM Moduladores selectivos de los receptores estrogénicos
(Selective Estrogen Receptor Modulators)
SIGN Scottish Intercollegiate Guidelines Network .
ón
SNAMFAP Sociedad Navarra de Medicina de Familia y Atención Primaria za ci
li
SNS Sistema Nacional de Salud t ua
a c
SOC Sociedad para la Osteoporosis de Canadá su
e
nt
TA Technology appraisal ie
nd
TH Terapia hormonal pe

THS Terapia hormonal sustitutiva es
y
ca
UI Unidades internacionales
líni
UK United Kingdom C
tica
UMHS c
University of Michigan HealthráSystem
P
USPSTF de
United State Preventive Services Task Force
a

VAS Visual Analog Scale G
ta
WHI es
Women’s Health Initiative
de
n

ac
ic
bl
pu
la
sde
de
o s

5
de
ás
m
do
urri
c
ns
tra
an
H

GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA SOBRE OSTEOPOROSIS Y PREVENCIÓN DE FRACTURAS POR FRAGILIDAD 229
Anexo 6. Declaración de interés

Grupo de trabajo de la GPC sobre osteoporosis y prevención de fracturas por fragilidad


David Arribas, Dolors Benítez, Luis del Río, María-Dolors Estrada, Anna Kotzeva,
Gabriel Liesa, Jorge Malouf, Àfrica Muxí, Pilar Orozco, Ernest Rivera, María Graciela
Rodríguez y Roser Vallés han declarado ausencia de intereses.
.
Cristina Carbonell ha recibido financiación para asistencia a congresos y honorarios ión
como ponente/consutora de Lilly, Amgem, Roche y Merck Sharp & Dohme; Joan Ceba- ac
liz
manos ha recibido honorarios como ponente de Merck Sharp & Dohme; Adolf Díez ha ua
recibido honorarios como consultor de Roche, Lilly, Amgen, Procter & Gamble y aSanofi- ct
Aventis y ha participado en ensayos clínicos que recibieron ayuda económica edes Amgen,
u
t
Lilly, Organon y Roche; Carmen Gómez Vaquero ha recibido financiación para asistencia
i en
d
en
a congresos y honorarios como ponente/consultora de Lilly, Novartis, Roche, Merck Sharp
p
& Dohme y Procter & Gamble; Núria Guañabens ha recibido financiación para asistencia

a congresos, honorarios como ponente y consutora de Roche, Novartis, es Amgen, Merck
y
a
Sharp & Dohme y Lilly; Misericordia Guinot ha recibido honorarios como ponente y ha
ic
participado en ensayos clínicos que recibieron ayuda económica.lín
C
a
tic
Consejo director ác
Pr
de Mercè Mercader, Ramón Morera,
Eudald Ballesta, Eva Comín, Mireia Espallargues,
Ricard Tresserras y Joan MV Pons han declaradoí aausencia de intereses.
u
G
t a
Colaboradores es
de
n
Sonia Alomar, Begoña Carral, Mònica ió Cortés, Anna Ferrer, Marta Millaret, Antoni
Parada, Isabel Parada, ConcepciónlicPérez, ac Francesca Pons y Teresa Serrano han declarado
b
ausencia de intereses. pu
la
d e
Revisores externos de ladeGPC s representantes de sociedades, asociaciones o federaciones
s
o (Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria, SEMER-
Mercedes Abizanda

GEN) ha recibido5financiación para reuniones y congresos y honorarios como ponente de
de
Lilly, Novartis, Almirall/Sanofi y Esteve, Francisco Aparisi (Sociedad Española de Radio-
s
á Mariano Blasco (Federación de Asociaciones de Enfermería Comunita-
logía, SERAM), m
o
r rid
ria y Atención Primaria, FAECAP), Juan Coya (Sociedad Española de Medicina Nuclear
e Imagen u Molecular, SEMNIM), Juan Carlos de Vicente (Consejo General de Colegios
nsc
Oficiales
tra
de Odontólogos y Estomatólogos, COOE), Magí Farré (Sociedad Española de
a n
Farmacología Clínica, SEFC), Mª Teresa González Álvarez (Sociedad Española de Nefro-
H logía, SEN), Montserrat Inglés (Asociación Española de Fisioterapeutas, AEF), Carmen
Navarro (Sociedad Española de Geriatría y Gerontología, SEGG), Mª José Peña (Federa-
ción de Asociaciones de Enfermería Comunitaria y Atención Primaria, FAECAP) han
declarado ausencia de intereses.

230 GUÍAS DE PRÁCTICA CLÍNICA EN EL SNS


José Antonio Blázquez (Sociedad Española de Medicina Interna, SEMI) ha recibido
financiación para asistencia a congresos de Procter & Gamble, Roche, Nycomed, Servier y
Faes Farma y honorarios como ponente de Roche; Javier del Pino (Sociedad Española de
Investigaciones Óseas y Metabolismo Mineral, SEIOMM) ha recibido financiación para
asistencia a congresos de Amgen, Nycomed, Lilly, Roche, Merck Sharp & Dohme y Novar-
tis, honorarios como ponente de Nycomed, Lilly, Merck Sharp & Dohme, Novartis, Servier
y FAES y financiación por participar en ensayos clínicos de Amgen, Novartis, Lilly, Nyco-
med y Servier; Javier Ferrer (Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia, SEGO) ha
.
recibido financiación por participar en un ensayo clínico de Organon; Antonio Herrera ión
(Sociedad Española de Fracturas Osteoporóticas, SEFRAOS) ha recibido ayuda económi- ac
liz
ca para la fi nanciación de investigación de Stryker, Zimmer, Medtronic, Stratec y MBA; ua
Mª Elena Martínez Rodríguez, (Sociedad Española de Rehabilitación y MedicinaaFísica, ct
SERMEF) ha recibido honorarios como ponente de la Escuela Municipal de eFormación su
t
del Ayuntamiento de Madrid, Manuel Muñoz (Sociedad Española de Endocrinología i en y
Nutrición, SEEN) ha recibido financiación para asistencia a congresos de d
n Lilly, Roche y
Amgen, honorarios como ponente de Novartis, Merck Sharp & Dohme pye Amgen y finan-
á
ciación por participar en ensayos clínicos de Lilly, Novartis, Amgen yeMerck st Sharp & Doh-
y
a
me; Joan Miquel Nolla (Sociedad Española de Reumatología, SER) ha recibido financia-
ic
ción para reuniones, congresos y asistencia a cursos de Amgen, lín Lilly, Merck Sharp &
C
Dohme, Nycomed, Roche y Sanofi y honorarios como ponente a de Merck Sharp & Dohme,
it c
ác
Lilly y Roche; Andrés Peña (Sociedad Española de Medicina Física y Rehabilitación,
SERMEF) ha recibido financiación para asistencia aecongresosPr y honorarios como ponen-
te de diversos laboratorios farmacéuticos y ha realizado d actividades de consultoría para
uía
Pfizer. G
ta
es
de
n pacientes
Revisores externos de la información ópara
a ci
Miquel Hernández (AIAQS),
b lic Jaume Serra y Mª Dolors Navarro (Foro Catalán de
pu
Pacientes, Fundación Josep Laporte) declaran ausencia de intereses.
la
Manuel Díaz Curiel (Fundación
de Hispana de Osteoporosis y Enfermedades Óseas,
FHOEMO) ha recibidodfinanciación es para reuniones, congresos y asistencia a cursos, hono-
s
rarios como ponente, ofinanciación por participar en una investigación y honorararios como
a ñ
consultor de diversos laboratorios farmacéuticos; Carmen Sánchez (Asociación Española
5
de
Contra la Osteoporosis, AECOS) ha recibido financiación para congresos y asistencia a
ás
cursos de la Sociedad Española de Fracturas Osteoporóticas (SEFRAOS), Novartis y Am-
m
gen, honorarios
d o como ponente de SEFRAOS y Bioibérica, dotación de material de Roche,
rr i
Glaxo uSmithkline, Tetra Pak, Medtronic y Servier y financiación de cursos del Ministerio
s c
de Sanidad
n y Consumo.
tra
an
H

GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA SOBRE OSTEOPOROSIS Y PREVENCIÓN DE FRACTURAS POR FRAGILIDAD 231
Anexo 7. Otros aspectos metodológicos
Anexo 7.1. Resultados de la búsqueda y selección
de la evidencia

Figura 1. Diagrama de flujo

ón.
ci
iza
Documentos identificados n = 1.008
al
tu
ac
su
te
ien
* Excluidos n = 903 end
p

es
y
a
ic
Incluidos n = 105 lín
C
a
it c
ác
Pr
** Excluidos n = 54 de
GPC n = 11, RS n = 43
u ía
G
ta
es
de
ón
Incluidos n = 51

a ci GPC n = 13 y RS n = 38
lic
p ub
*GPC, RS y otros documentos que no cumplían los criterios mínimos de calidad definidos ad hoc (descritos en método)
la
e
** GPC no recomendadas según AGREE, RS de baja calidad según SIGN
sd
de
os

5
de
ás
m
do
urri
c
ns
tra
an
H

232 GUÍAS DE PRÁCTICA CLÍNICA EN EL SNS


Anexo 7.2. Descripción de las GPC incluidas
De las 13 GPC incluidas, cinco se han promovido o elaborado por entidades españolas.
Tres son de ámbito estatal: SEIOMM28, SEMI29 y SEGO-SEMFYC-CCib-AEEM20. Las
otras dos restantes son de ámbito autonómico: Cataluña (elaborada por la AIAQS)30 y
Navarra (elaborada por la SNAMFAP)46. Las ocho restantes son cuatro guías euro-
peas32,34,43,138, una canadiense33, una americana31 y la última de Nueva Zelanda36.
.
ón
Guía de práctica clínica sobre la osteoporosis postmenopáusica, glucocorticoidea y del a ci
liz
varón 28 a
tu
ac
Abreviatura GPC: SEIOMM 2008 su
n Metabo-te
Organización: Sociedad Española de Investigación Ósea y iedel
d
lismo Mineral (SEIOMM) en p
á
Fecha de publicación: Mayo de 2008
est
Población: y
Mujeres postmenopáusicas con osteoporosis, hombre con
a
ccon
osteoporosis, hombres y mujeres i osteoporosis induci-
lín
da por glucocorticoides. C
a
Contexto de aplicación: España c tic
P rá
Dirigida a: Médicos, tanto de atención
e primaria como Especializada,
d
implicados en el tratamiento médico de la osteoporosis
ía
u
Financiación: Fondos gestionados G por la SEIOMM, con la contribución
t a
es
de la International Osteoporosis Foundation (IOF) y la
colaboración
de de la Fundación Hispana de Osteoporosis y
n

Enfermedades Metabólicas Óseas (FHOEMO).
ac
Calidad según AGREE: lic
Recomendada
b
pu
la
d e
Health Care Guideline: Diagnosis s and Treatment of Osteoporosis31
de
os
Abreviatura GPC:añ ICSI 2008
5
Organización:de Institute for Clinical Systems Improvement (ICSI)
á
Fecha de publicación:s Septiembre de 2006
m
o
rid
Población: Pacientes con riesgo de osteoporosis
ur
nsc
Contexto de aplicación: EU
tr a
Dirigida a: Profesionales de la salud, organizaciones que la proveen o
a n que tomen decisiones (asociaciones médicas, investigado-
H
res, miembros gubernamentales, etc.)
Financiación: ICSI
Calidad según AGREE: Recomendada

GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA SOBRE OSTEOPOROSIS Y PREVENCIÓN DE FRACTURAS POR FRAGILIDAD 233
Guía de Prevención y Tratamiento de la Osteoporosis Inducida por Glucocorticoides29

Abreviatura GPC: SEMI 2006


Organización: Grupo de Trabajo en Osteoporosis de la Sociedad Espa-
ñola de Medicina Interna (GTO-SEMI)
Fecha de publicación: 2007
Población: Adultos con osteoporosis inducida por corticoides
Contexto de aplicación: España .
Dirigida a: Médicos internistas y otros especialistas que traten aaci
ón
adultos de más de 18 años, de ambos sexos, en terapia a liz
u
prolongada con GC y para cualquier indicación, con
a ct ex-
cepción de los pacientes transplantados y aquellos
su
con
procesos neoplásicos t e
Financiación: i en
nd
GTO-SEMI
Calidad según AGREE: Recomendada p e

es
Osteoporosis-treatment (and prevention of fragility fractures)32 ca
y
i
lín
Abreviatura GPC: CKS C
a
t ic
ác
Organización: Clinical Knowledge Summaries
Fecha de publicación: Mayo de 2006 Pr
de
Población: Mujeres postmenopáusicas, í a hombres con osteoporosis y
u
hombres y mujeres G con osteoporosis inducida por corti-
ta
coides
es
Contexto de aplicación: Inglaterrade
n
Dirigida a: c ió
Profesionales de la salud de atención primaria del sistema
a
ic
de lsalud de Inglaterra
Financiación:
ub
pCKS
la
Calidad según AGREE: de Recomendada
s
de
Documento para el manejo ñ os de la osteoporosis en atención primaria46
a
5
Abreviatura GPC: de SNAMFAP 2006
ás
Organización: m Sociedad Navarra de Medicina Familiar y Atención Pri-
o maria
r rid
Fecha u de publicación: Diciembre de 2006
nsc
tra
Población: Pacientes con osteoporosis
n
a Contexto de aplicación: Navarra
H
Dirigida a: Médicos de atención primaria y profesionales de la salud
que tratan a pacientes que padecen osteoporosis
Financiación: Sociedad Navarra de Medicina Familiar y Atención Pri-
maria
Calidad según AGREE: Recomendada con cambios

234 GUÍAS DE PRÁCTICA CLÍNICA EN EL SNS


Prevention of Falls and Fall Injuries in the Older Adult33

Abreviatura GPC: RNAO 2005


Organización: Registered Nurses association of Ontario (RNAO)
Fecha de publicación: Marzo 2005
Población: Personas mayores (≥ 65 años) y fractura de cadera
Contexto de aplicación: Canadá
Dirigida a: Enfermeros/as, otros profesionales sanitarios y adminis- n.

tradores ac
Financiación: l
Propia. Institución pública sin ánimo de lucro (Colegiouade
iz
t
profesionales) ac
Calidad según AGREE: Recomendada su
te n
d ie
Guía para la indicación de la densitometría ósea en la valoración del riesgo n de fractura y
en el control evolutivo de la osteoporosis30 pe

es
Abreviatura GPC: AIAQS 2004 y
i ca
Organización: Agència d’Informació, Avaluació lín i Qualitat en Salut
(AIAQS) de Cataluña C
a
t ic
Fecha de publicación: Diciembre 2004 c
P rá
Población:
de
Adultos
Contexto de aplicación: Cataluña í a
u
G
Dirigida a: Profesionalestaimplicados en el proceso de la predicción
s
de fracturase osteoporóticas y el control evolutivo de la
e
d (reumatólogos, ginecólogos, traumatólogos,
enfermedad
médicos ión de familia, internistas)
c ac
Financiación: l
AIAQSi y Merck Sharp & Dohme de España (la elabora-
ub de la guía no ha estado influenciada por los puntos de
pción
la
d e vista o intereses de la entidad financiadora)
s
Calidad según AGREE: de Recomendada
o s

Clinical practice 5guideline for the assessment and prevention of falls in older people34
de
AbreviaturaásGPC: NICE 2004
m
Organización: o National Institute for Clinical Excellence (NICE)
r rid
Fecha u de publicación: Noviembre de 2004
nsc
Población:
tra
Personas mayores (≥ 65 años) y fractura de cadera
n
a Contexto de aplicación: Inglaterra
H
Dirigida a: Personas mayores vulnerables de o con riesgo de caída,
familiares y cuidadores, profesionales sanitarios, respon-
sables de proporcionar servicios
Financiación: Pública (NICE)
Calidad según AGREE: Recomendada

GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA SOBRE OSTEOPOROSIS Y PREVENCIÓN DE FRACTURAS POR FRAGILIDAD 235
2002 Clinical practice guidelines for the diagnosis and management of osteoporosis in
Canada36

Abreviatura GPC: Brown-Josse-OSC, 2004


Organización: Brown JP & Josse R por el Scientific Advisory Council of
the Osteoporosis Society of Canada (OSC)
Fecha de publicación: Agosto de 2004
Población: Osteoporosis primaria y secundaria (solamente la induci- .
da por glucocorticoides) i ón
ac
Contexto de aplicación: Canadá liz
a
tu
Dirigida a: Profesionales sanitarios ac
Financiación: Pública e industria. Ninguna de las fuentes influyó su en la
t e
recogida, análisis o interpretación de los datos
i eno en la de-
cisión de publicar esta GPC nd
pe
Calidad según AGREE: Recomendada tá
es
y
ica
lín
C
a
Menopausia y postmenopausia. Guía de práctica clínica20tic
c
P rá
Abreviatura GPC: SEGO-SEMFYC-CCib-AEEM, 2004
de
Organización: Sociedad Española í a de Ginecología y Obstetricia (SEGO)
u
Asociación Española G para el Estudio de la Menopausia
s ta
(AEEM), Sociedad e Española de Medicina de Familia y
Comunitaria e
d (SEMFyC) y Centro Cochrane Iberoameri-
cano (CCib) ión
ac
Fecha de publicación: l ic
Mayo de 2004
ub
pMujeres
Población: menopáusicas y postmenopáusicas –de 8 a 10
la
e años después de la última menstruación– independiente-
sd
de mente del motivo de la menopausia (espontánea, quirúr-
os gica)

5
Contexto de aplicación: España
Dirigida a: s de Profesionales sanitarios
á
m
Financiación: Privada. Se declara la no participación de Novartis en eta-
o d
urri pa alguna del proceso de elaboración de la guía
c
ns
Calidad según AGREE: Recomendada
tra
an
H

236 GUÍAS DE PRÁCTICA CLÍNICA EN EL SNS


Management of osteoporosis. A national clinical guideline43

Abreviatura GPC: SIGN, 2003


Organización: Scottish Intercollegiate Guidelines Network (SIGN)
Fecha de publicación: Junio de 2003
Población: Osteoporosis en adultos
Contexto de aplicación: Escocia
Dirigida a: Decisores del gobierno, profesionales sanitarios, pacien- n.

tes y público en general ac
Financiación: Pública a liz
t u
Calidad según AGREE: Recomendada ac
su
te
ien
Prevention of hip fracture amongst people aged 65 years and over 47 nd
pe

Abreviatura GPC: NZGG, 2003 es
y
Organización: a
New Zealand Guidelines Group c(NZGG)
i
Fecha de publicación: Junio de 2003 lín
C
a
Población: Personas de ≥ 65 años
c tic
Contexto de aplicación: Nueva Zelanda Prá
e
d y consumidores
Dirigida a: Profesionales sanitarios
a
Financiación: Pública uí
G
t a
Calidad según AGREE: es
Recomendada
de
ón
a ci
Prevention and Management of hip
l ic fracture in Older People. A national clinical guide-
b
line37 pu
la
Abreviatura GPC: e SIGN, 2002
sd
Organización: de Scottish Intercollegiate Guidelines Network (SIGN)
ñ os
Fecha de publicación: a Enero de 2002
5
Población: de Pacientes de edad avanzada (≥ 45 años) y fractura de ca-
ás dera
m
Contexto o de aplicación: Escocia
r rid
Dirigidau a: Decisores del gobierno, profesionales sanitarios, pacien-
nsc
tes y público en general
tra
an Financiación: Pública
H
Calidad según AGREE: Recomendada

GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA SOBRE OSTEOPOROSIS Y PREVENCIÓN DE FRACTURAS POR FRAGILIDAD 237
Anexo 7.3. Valoración de la calidad de las GPC incluidas

Figura 1. Calidad de las GPC incluidas según el instrumento AGREE (n = 13)

1,0
0,9
0,8
0,7
.
ón
ci
0,6
0,5
a
iz
al
0,4

tu
0,3

ac
0,2

su
0,1
0,0

te
SIGN,2002

NZGG,2003

SIGN,2003

Brown-Josse-

CAHTA,2004

NICE,2004

SEMFYC-CCib-

RNAO,2005

CKS,2006

SNAMFAP,2006

SEMI, 2007

ICSI, 2008

SEIOMM,2008
n
OSC,,2004

AEEM, 2004
ie
SEGO-
n d
pe
á
Aplicabilidad st Independencia editorial
e
Alcance y objetivos Participación de los implicados Rigor en la elaboración Claridad y presentación

y
a
ic
En la Figura 1 se muestra la calidad según las 6 dimensiones del instrumento AGREE lín
C
a
it c
de las 13 GPC incluidas en la presente GPC. De las 13 GPC incluidas, la valoración global
c con cambios en una ocasión.
del AGREE fue recomendada en 12 casos y recomendada
P rá
de
Las dimensiones del AGREE mejor puntuadas fueron: alcance y objetivos (81%) y rigor
ía
en la elaboración (79%). La dimensión peor puntuada fue la aplicabilidad (45%).
u
G
ta
es
de
ón
a ci
blic
Anexo 7.4. Descripción GPC excluidas pu
la
de
European guidance for dthe es diagnosis and management of osteoporosis in postmenopau-
sal women139
ñ os
a
5
Autor:
d e Kanis J, Burlet N, Cooper C, Delmas P, Reginster J, Borgs-
ás trom F, et al.
m
Fecha de opublicación: 2007
r rid
u
Población: Mujeres postmenopáusicas con osteoporosis o con eleva-
n sc do riesgo de osteoporosis
tra
an Contexto de aplicación: Europa
H
Dirigida a: Profesionales sanitarios
Calidad según AGREE: No recomendada

238 GUÍAS DE PRÁCTICA CLÍNICA EN EL SNS


Recomendaciones para la valoración y tratamiento de la osteoporosis primaria en mu-
jeres de la Comunidad de Madrid140

Autor: Dirección General de Farmacia y Productos Sanitarios.


Comunidad de Madrid. Consejería de Sanidad
Fecha de publicación: 2007
Población: Mujeres con osteoporosis primaria
Contexto de aplicación: España
ó n.
Dirigida a: Profesionales sanitarios y mujeres con osteoporosis
a ci
iz
Calidad según AGREE: No recomendada al
tu
ac
u
Clinical management guidelines for obstetrician-gynecologists. Number 50141e s
ent
Autor: American College of Obstetricians and nGynecologists di
pe
(ACOG) Comitee on Practice Bulletins-Gynecology

Fecha de publicación: 2004 es
y
Población: Mujeres postmenopáusicas ca
ni lí
Contexto de aplicación: EUA C
a
Dirigida a: Profesionales vinculados caticla atención obstétrica y gine-
á
cológica Pr
e
Calidad según AGREE: No recomendada d
í a
u
G
a
Título: American Gastroenterological Association est medical position statement: osteopo-
rosis in hepatic disorders 142
de
ión
Autor: American ac Gastroenterological Association (AGA)
l ic
Fecha de publicación: b
2004
pu
Población: la
d e Enfermedad hepática crónica y el trasplante de hígado
Contexto de aplicación:es EUA
d
Dirigida a: s Profesionales sanitarios
a ño
Calidad según AGREE: 5 Recomendada con cambios
de
ás
Osteoporosis: m Prevention and treatment. Guidelines for clinical care143
o
r rid
Autor: u University of Michigan Health System (UMHS)
nsc
Fecha de publicación:
tra
2002
n
a Población: Mujeres postmenopáusicas y personas con riesgo de os-
H
teoporosis secundaria (uso de glucocorticoides crónicos,
trasplante de órganos y otras condiciones médicas)
Contexto de aplicación: EUA
Dirigida a: NE
Calidad según AGREE: Recomendada con cambios

GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA SOBRE OSTEOPOROSIS Y PREVENCIÓN DE FRACTURAS POR FRAGILIDAD 239
American Association of Clinical Endocrinologists (AACE) medical guidelines for cli-
nical practice for the prevention and treatment of postmenopausal osteoporosis: 2001
edition, with selected updates for 2003144

Autor: Hodgson SF, Watts NB, Bilezikian JP, Clarke BL, Gray
TK, Harris DW, et al.
Fecha de publicación: 2003
Población: Mujeres postmenopáusicas
ó n.
Contexto de aplicación: EUA
a ci
iz
Dirigida a: Profesionales sanitarios y pacientes al
tu
Calidad según AGREE: No recomendada ac
su
te
ien
end
AGA Medical Position Statement: Guidelines on osteoporosis tinp
á gastrointestinal
diseases145 es
y
i ca
Autor: American GastroenterologicallíAssociation n (AGA)
C
Fecha de publicación: 2003 a
t ic
c
Población: Enfermedad inflamatoria
P rá intestinal, enfermedad celíaca y
estados postgrastrectomizados
de
Contexto de aplicación: EUA í a
u
Dirigida a:
G
Profesionalestasanitarios
Calidad según AGREE: Recomendada es con cambios
de
ión
ac
l ic
b
pu
Screening for postmenopausal la osteoporosis: A review of the Evidence for the U.S. Pre-
d e
ventive Services Task Force
s (USPSTF) 146

de
Autor: os Nelson H, Helfand M, Woolf SH, Allan JD

5
Fecha de publicación: 2002
de
Población: ás Mujeres postmenopáusicas
Contextoo de m aplicación: EUA
r i d
Dirigida
c ur a: Profesionales sanitarios, pacientes y población general
ns
Calidad según AGREE: No recomendada
rt a
an
H

240 GUÍAS DE PRÁCTICA CLÍNICA EN EL SNS


Glucocorticoid-induced osteoporosis. Guidelines for prevention and treatment147

Autor: Working Group in collaboration with the Royal College


of Physicians, The Bone and Tooth Society of Great Bri-
tain and The National Osteoporosis Society
Fecha de publicación: 2002
Población: Osteoporosis inducida por glucocorticoides, mujeres pre-
menopáusicas, hombres y niños
.
ón
Contexto de aplicación: UK
aci
Dirigida a: Profesionales sanitarios de atención primaria y hospitala-
a liz
ria relacionados con el manejo de pacientes tratadosctucon
a
glucocorticoides su
Calidad según AGREE: Recomendada con cambios nte
ie
nd
pe

es
y
a
The Canadian Consensus Conference on Menopause and Osteoporosis 2002 update,
n ic
Canada 148

C
c a
Autor: i
t Gynaecologist of Canada
ác
Society of Obstetricians and
P r
Fecha de publicación: 2002
de
Población: Mujeres menopáusicas a

Contexto de aplicación: Canadá G
ta
Dirigida a: Mujeres y sus es cuidadores
de
Calidad según AGREE: Recomendada n con cambios
c ió
a
b lic
pu
la
e
sd
Osteoporosis postmenopáusica. Guía de Práctica Clínica149
de
Autor: os Grupo de trabajo de la Sociedad Española de Investiga-

5 ciones óseas y metabolismo mineral (SEIOMM)
d e
Fecha de publicación: 2003
ás
Población: m Osteoporosis postmenopáusicas
o
Contexto r rid de aplicación: España
u
nsc
Dirigida a: Profesionales sanitarios
tra
Calidad según AGREE:
an
No recomendada
H

GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA SOBRE OSTEOPOROSIS Y PREVENCIÓN DE FRACTURAS POR FRAGILIDAD 241
Anexo 7.5. Descripción de las RS incluidas
En la presente GPC se han incluido 38 RS. De estas, la mayoría (34/38) son RS (cualitati-
vas) de ECA o RS cuantitativas (MA) de ECA. El resto (4/38) son RS de estudios de dise-
ños diferentes a ECA. En las Tablas 1-6 se describe su primer autor, año de publicación,
calidad y tipo de RS según objetivos estudiados.

ón.
Tabla 1. RS que tratan de más de una intervención (n=8) ci
iza
al
tu
ac
Autor, año Calidad (SIGN) Diseño
NICE, septiembre 2008 38
1++ MA de ECA su
e
Boucher, et al. 200678 1++ nt
MA de ECA
e
i
McCarus, et al. 200676 1+ RS de
end ECA
Liberman, et al. 2006 79
1++ MAp de ECA
t á
MacLean, et al. 2006 45
1++ e sRS de ECA
y
Mosekilde, et al. 200669 1+
ica MA de ECA
Boonen, et al. 200581 1+ lín MA de ECA
C
a
tic
Casado, et al. 2004 85
1++ MA de ECA
c
P rá
de
Tabla 2. ía diagnóstico (n=3)
RS que tratan sobre
u
G
ta
Autor, año
esCalidad (SIGN) Diseño
Durosier, et al. 2006 150
de 2++ RS de estudios prospectivos
ón
Main, et al. 2006
ci 1++ MA de estudios de cohorte
53

a
DeHart, et al. 2004 56
blic 1++ RS de ECA
pu
la
e
Tablasd
e 3. RS que tratan sobre bisfosfonatos (n=6)
d
os
añ año
Autor, Calidad (SIGN) Diseño
5
d 74
Cramer, et al. 2007
e 2++
RS de bases de datos adminis-
á s trativas
Iwamoto, et m al. 200675 1+ MA de ECA
do
Nguyen,rriet al. 200680 1+ MA de ECA
u
Wells,
nsc et al. 200677 1++ MA de ECA
tra
Cranney, et al. 200386 1++ MA de ECA
an Pelayo, et al. 2003 1+ RS de ECA
H
82

242 GUÍAS DE PRÁCTICA CLÍNICA EN EL SNS


Tabla 4. RS que tratan sobre THS, raloxifeno y flavonoides (n=4)

Autor, año Calidad (SIGN) Diseño


Farquhar, et al. 2005 95
1++ RS de ECA
Schachter, et al. 200587 1++ RS de ECA
Boyack, et al. 2002 88
1+ RS de ECA
RS de diferentes tipos de estu-
Cushenberry, et al. 200296 1-
dios
.
ón
a ci
iz
Tabla 5. RS que tratan sobre otros fármacos y vertebroplastia percutánea, cifoplastia al
u
o protectores de cadera (n=11) ct a
su
Autor, año Calidad (SIGN) Diseño te
en
Gill, et al. 200799 1+ di
MA de ensayos clínicos
prospectivos yen
retrospectivos
p
Stevenson, et al. 200790 1++ RS de ECAtá
Tang, et al. 200764 1++
es
MA de yECA
a
c ECA
Cranney, et al. 200691 1++ RSnide

O’Donnell, et al. 200689 1++ CRS de ECA
Parker, et al. 200697 1++ ti ca MA de ECA
r ác
Ploeg, et al. 2006 101
1- P RS de distintos diseños
Bischoff-Ferrari, et al. 2005 65
1++de MA de ECA
í a
Knopp, et al. 2005 94 u 1++ RS de ECA
G
a
Richy, et al. 2005151
est 1++ MA de ECA
Sawka, et al. 2005
de 1++ MA de ECA
98

n

ac
ic
Tabla 6. RS que tratan bl
u sobre tratamientos no farmacológicos (n=6)
p
la
Autor, año
s de Calidad (SIGN) Diseño

Lanham-New, et al. 2008s152


de 2++
RS de estudios observacionales
o de distintos diseños

Lee, et al. 200870 5 1++ RS de ECA
Lock, et al. 2007 d
68 e 1++ RS de ECCA
ás
Wayne, PM et m al. 200771 2++
RS de estudios de distintos
do
riet
diseños
r
cu
Cassidy, al. 200666 1- RS de ECA
ns
Whelan, et al. 200667 1- RS de ECA
rt a
an
H

GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA SOBRE OSTEOPOROSIS Y PREVENCIÓN DE FRACTURAS POR FRAGILIDAD 243
Anexo 7.6. Valoración de la calidad de las RS incluidas

Figura 1. Calidad de las RS incluidas según el instrumento SIGN para este tipo de diseño (n=38)

0,75
.
ón
a ci
iz
0,5
al
tu
ac
su
te
0,25

i en
nd
0
pe

Nice, 2008
Boucher et al.2006
McCarus et al. 2006
Liberman et al.2006
MacLean et al.2006
Mosekilde et al.2006
Boonen et al. 2005
Casado et al. 2004
Durosier et al. 2006
Main et al. 2006
De Hart et al. 2004
Cramer et al. 2007
Iwamoto et al. 2006
Nguyen et al. 2006
Wells et al. 2006
Cranney et al. 2003
Pelayo et al. 2003
Farquhar et al. 2005
Schachter et al. 2005
Boyack et al. 2002
Cushenberry et al. 2002
Gill et al. 2007
Stevenson et al. 2007
Tang et al. 2007
Cranney et al. 2006
O'Donnell et al. 2006
Parker et al. 2006
Ploeg et al. 2006
Bischoff-Ferrari et al. 2005
Knopp et al. 2005
Richy et al. 2005
Sawka et al. 2005
Lanham-New et al.2008
Lee et al. 2008
Lock et al. 2007
Wayne et al. 2007
Cassidy et al. 2006
Whelan et al. 2006
es
y
i ca
lín
C
a
t ic Bifosfonatos
ác Tratamiento no farmacológico
Más de una intervención Diagnóstico

Pr
Terapia hormonal, SERM y flavonoides Otros fármacos y vertebroplástia percutanea

de
í a
u
De las 38 RS incluidas en la GPC, la mayoría tienen muy buena calidad (1++) (n=22)
G
ta
o calidad moderada (1+) (n=8). El resto tienen una calidad baja (1- [n=4] o 2++ [n=4]).
(Figura 1). es
de
n

Equivalencia con las puntuaciones del SIGN: 1++ (1), 1+ (0,75), 1- (0,5) y 2++ (0,25).
c ac
En los casos de estudios debli pruebas diagnosticas, el nivel de evidencia II (según
sistema Oxford) equivale al nivel pu de evidencia 2+ (según sistema SIGN).
la
e
e sd
d
o s

5
de
á s
m
o
r rid
u
n sc
tra
a n
H

244 GUÍAS DE PRÁCTICA CLÍNICA EN 8


EL SNS
Anexo 8. Descripción de los indicadores
propuestos

Indicador 1: Diagnóstico de osteoporosis. Fracturas por fragilidad


Justificación: Se estima que el 70% de los pacientes que han sufrido fracturas por
fragilidad, en su mayoría osteoporóticas, no habían sido diagnosticados previamente, ni se .
les recomienda posteriormente una confirmación diagnóstica mediante pruebas comple- ión
ac
mentarias o un tratamiento específico antifracturas. Este indicador permite alertar sobre liz
a
una posible situación de infradiagnóstico de la osteoporosis para evitar nuevas fracturas. tu
ac
Fórmula: [Casos observados /casos esperados]*100 su
t e
en
(Nº de pacientes con fracturas x fragilidad observados en nuestro entorno/Nº de pacien-
i
nd
tes de quienes se esperan fracturas en nuestro medio x estudios epidemiológicos) x 100
pe

Descripción de términos: Pacientes: pacientes mayores de 55 años.
s
e
y
Diagnóstico de fractura: constancia en la historia clínica del paciente de que esta/e
a
padeció una fractura derivada de un traumatismo menor, o espontáneaic en el periodo de
l ín
tiempo de referencia (casos prevalentes). C
a
c tic
Historia clínica del paciente: se considerará la información procedente de la historia
r á
clínica de atención primaria y/o hospitalaria y en soporte papel y/o electrónico.
P
de
Estudios epidemiológicos: para realizar las estimaciones de los casos esperados se
í a
u
seleccionará el/los estudio/s epidemiológico/s de mejor calidad disponible y que se haya/n
G
realizado en poblaciones con la mayor similitud
s ta sociodemográfica. El número de pacien-
e
tes esperados se obtendrá en base a estimaciones estandarizadas por edad y sexo.
e d
n
Área geográfica de referencia: Se
c ió indicarán los centros de salud que puedan ofrecer
una visión más representativa de la a
b lic población española, con capacidad para participar en
el estudio. u p
l a
Periodo de tiempo de ereferencia: Se incluirán los pacientes adultos del área geográ-
s d
fica diagnosticados de fracturas por fragilidad en el periodo de referencia que se decida
de
(12 o 24 meses). o s

5
Criterios de exclusión: Se excluirían los pacientes menores de 18 años, los pacientes
d e
no residentes en el área geográfica de estudio y los que, a pesar de disponer de historia de
ás
fracturas, cabe
m sospechar que puedan deberse a un exceso de energía más que a un cuadro
o
id (ej.: accidente de tráfico)
de fragilidad
r
c ur
sFuentes
n
de datos: Historia clínica de los pacientes, estudios epidemiológicos.
tra
an
H Indicador 2: Diagnóstico de osteoporosis. Factores de riesgo clínicos
Justificación: El estudio de FR clínicos no puede sustituir a las mediciones óseas en
el diagnóstico de osteoporosis ni en la evaluación del riesgo de fractura, aunque se reco-
mienda su utilización para optimizar la indicación de las mediciones óseas y la indicación
de una terapia apropiada. Este indicador permitirá evaluar el cumplimiento de las reco-
mendaciones de la guía sobre su uso clínico.

GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA SOBRE OSTEOPOROSIS Y PREVENCIÓN DE FRACTURAS POR FRAGILIDAD 245
Fórmula: Evaluación de la presencia de los principales FR clínicos en pacientes a
quienes se les ha solicitado DXA y/o reciben un tratamiento específico anti-fracturas
(incluido calcio-vitamina D).
Nº de pacientes en los que constan FR /Nº DXA
Descripción de términos: Pacientes: pacientes mayores de 55 años de ambos sexos.
Evaluación de FR clínicos: constancia en la historia clínica del paciente de la presencia de
algunos de los principales FR clínicos (criterios mayores): fractura previa por fragilidad,
antecedente familiar de fractura de cadera (padres o hermanos), tener 65 años o más, n.
índice de masa corporal (IMC) inferior a 20 Kg/m2 (IMC=peso/altura2), tratamiento conció
a
glucocorticoides(a), fallo ovárico prematuro sin tratar, caídas en el último año, hiperparati- liz
a
roidismo, trastorno de la conducta alimentaria (anorexia, bulimia, etc.) (criterio mayor) c tu y
a
malnutrición crónica y malabsorción. su
t expues- e
en
el paciente está actualmente expuesto a glucocorticoides orales o ha estado
(a)

d i
to a glucocorticoides orales durante más de 3 meses, con una dosis diaria de 5 mg o más
pen
de prednisolona (o dosis equivalentes de otros glucocorticoides).

es
Historia clínica del paciente: se considerará la información procedente de la historia
y
a
clínica de atención primaria y/o hospitalaria, en soporte papel y/o electrónico.
c i
ín
l salud que puedan ofrecer
Área geográfica de referencia: Se indicarán los centros Cde
a
una visión más representativa de la población española, con
c tic capacidad para participar en
el estudio. rá P
e
Periodo de tiempo de referencia: Se incluirán dlos pacientes adultos del área geográ-
a

fica con sospecha de baja masa ósea en el periodo de referencia que se decida (12 o 24
G
a
meses). st e
de pacientes que han recibido indicación de DXA
Criterios de inclusión: Todos aquellos
n
o tratamiento anti-fracturas. ió
c ac
Criterios de exclusión: Cuando l i la indicación de DXA o el tratamiento (antirresorti-
ub
vos) se hayan hecho por otrosp motivos (ej.: análisis de composición corporal, petición
la
propia, enfermedad metastásica).
d e
s
Fuentes de datos: Historiade clínica de los pacientes.
o s

5
Indicador 3:s dUso e de pruebas complementarias
á
m
Justificación: La medición de DMO permite el diagnóstico de osteoporosis, la valo-
r i do
raciónudel r riesgo de fractura y la evaluación de la eficacia terapéutica. La optimación de
s c
los recursos sanitarios aconseja indicarla en la población más susceptible a padecer osteo-
a n
t r
porosis, seleccionada mediante la presencia de FR clínico.
an
H Entre las pruebas complementarias pueden quedar englobadas, las determinaciones
bioquímicas y los marcadores óseos.
Este indicador permitirá evaluar el cumplimiento de las recomendaciones de la guía
sobre su indicación y aplicación clínica.
Fórmula: Evaluación del número de DXA indicadas y (si fuese oportuno, otras deter-
minaciones de laboratorio) y su comparación con FR clínicos presentes en cada sujeto.

246 GUÍAS DE PRÁCTICA CLÍNICA EN EL SNS


Evaluación de los distintos escenarios en función del nº de FR clínico. Comparación con
datos generales, ofrecidos en forma de porcentaje.
Descripción de términos: Pacientes: Mujeres de edad igual o superior de 55 años.
Evaluación: Recuento de pruebas de medición de DMO (DXA) y otras determinaciones
de laboratorio junto a los principales FR clínicos, (criterios mayores): fractura previa por
fragilidad, antecedente familiar de fractura de cadera (padres o hermanos), tener 65 años
o más, índice de masa corporal (IMC) inferior a 20 Kg/m2 (IMC=peso/altura2), tratamien-
to con glucocorticoides(a), fallo ovárico prematuro sin tratar, caídas en el último año, hip- .
n
erparatiroidismo, trastorno de la conducta alimentaria (anorexia, bulimia, etc.) (criterioció
a
mayor) y malnutrición crónica y malabsorción. liz a
tu
ac
el paciente está actualmente expuesto a glucocorticoides orales o ha estado expues-
(a)

su
to a glucocorticoides orales durante más de 3 meses, con una dosis diaria de 5 mg o más
e
de prednisolona (o dosis equivalentes de otros glucocorticoides). nt
d de la historia ie
Historia clínica del paciente: se considerará la información procedente
pen
clínica de atención primaria y/o hospitalaria, en soporte papel y/o electrónico.
á
est
Área geográfica de referencia: Se indicarán los centros de salud y/o hospitales que y
puedan ofrecer una visión más representativa de la poblaciónicespañola, a con capacidad
l í n
para participar en el estudio. C
c a
Periodo de tiempo de referencia: Se incluirán los datos t i de los pacientes adultos del
área geográfica en el periodo de referencia que se decida (12 o 24 meses). r ác
P
d e
Criterios de inclusión: Todos aquellos pacientes a que han recibido indicación de DXA.

Criterios de exclusión: Cuando la indicación G de DXA se haya hecho por otros moti-
s ta
vos o no haya acceso al historial clínico. e
de
Fuentes de datos: Historia clínicaónde los pacientes.
i
c ac
i
u bl
Indicador 4: Evaluación de p la eficacia terapéutica
la
e
e sd
Justificación: La valoración de la respuesta esquelética a los tratamientos anti-fractu-
ra mediante las mediciones d de DMO o por los marcadores óseos permiten la toma de
ñ os
decisiones clínicas ya fomentan la adherencia al tratamiento por parte del paciente y por
5
consiguiente la eficacia terapéutica.
de
Fórmula: ásEvaluación del número de tratamientos anti-fractura iniciados y controla-
m
dos mediante o DXA o marcadores óseos, también con la presencia de FR o fractura por
r
fragilidad.rid Contaje del número de tratamientos anti-fractura modificados, o cesados sobre
u
nsc del uso de las mediciones óseas o del impacto sobre marcadores óseos. Compara-
la base
tra con datos globales generales, ofrecidos en forma de porcentaje.
ción
a n
H Descripción de términos: Pacientes: Mujeres de edad igual o superior a 55 años.
Evaluación: Recuento de tratamientos iniciados y seguidos mediante DXA y marca-
dores óseos, también con la presencia de FR o fractura por fragilidad. Comprobación de
la respuesta terapéutica en forma de porcentaje con respecto a la medición basal (antes
del inicio del tratamiento). Evaluación de los principales tratamientos.

GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA SOBRE OSTEOPOROSIS Y PREVENCIÓN DE FRACTURAS POR FRAGILIDAD 247
Historia clínica del paciente: se considerará la información procedente de la historia
clínica de atención primaria y/o hospitalaria, en soporte papel y/o electrónico y de las
DXA realizadas o resultados de marcadores óseos.
Área geográfica de referencia: Se indicarán los centros de salud y/o hospitales que
puedan ofrecer una visión más representativa de la población española, con capacidad
para participar en el estudio.
Periodo de tiempo de referencia: Se incluirán los pacientes adultos del área geográ-
fica diagnosticados de osteoporosis o baja DMO y FR clínico, en el periodo de referencia n.

que se decida (12 o 24 meses). ac
a liz
Criterios de inclusión: Todos aquellos pacientes que hayan recibido indicación tu de
tratamiento anti-fractura sobre la base de pruebas de medición óseas y/o la presencia de ac
FR clínicos. su
e
ent
i
Criterios de exclusión: Cuando la indicación de DXA se haya hecho por
nd otros moti-
vos o no haya acceso al historial clínico. pe

Fuentes de datos: Historia clínica de los pacientes y/o resultados de las DXA. es
y
i ca
lín
C
Indicador 5: Detección de caídas a
t ic
ác
Justificación: Las caídas son comunes en la gente Pr mayor y con frecuencia causan
lesión y restricción de la actividad, lo que resulta en deuna reducción global en la salud y la
í a
calidad de vida. Con frecuencia no son declaradas u y, a menudo, son prevenibles. Además,
G
una historia reciente de caídas es un potentetapredictor de caídas futuras.
es
Fórmula: Proporción de pacientes mayores d e frágiles (PMF) preguntados sobre caídas
n
cada año. ió
c ac
i
Descripción de términos: Pacientes:
u bl la intervención podría incluir a todos los PMF.
p
Los PMF son vulnerables la y son los más expuestos a riesgos como las caídas entre
e
otros. Los PMF pueden definirse
e sd según diferentes criterios que incluyen: edad avanzada,
dependencia, polipatología, d polimedicación (existen diferentes escalas de cribado).
ñ os
Área geográfica a de referencia: Se indicarán los centros de salud que puedan ofrecer
5
una visión más representativa de la población española, con capacidad para participar en
de
el estudio. ás
m
Periodo d o de tiempo de referencia: Se incluirán los PMF del área geográfica en el
r i
periodo
c ur de referencia establecido de un año.
ns
rt a Criterios de exclusión: Se excluirían los PMF encamados o que no puedan beneficiar-
anse de las medidas de prevención de caídas.
H
Fuentes de datos: Historia clínica de los pacientes.

248 GUÍAS DE PRÁCTICA CLÍNICA EN EL SNS


Indicador 6: Historia básica de caídas
Justificación: Una historia básica de caída aporta la información necesaria para imple-
mentar una estrategia de intervención multifactorial individualizada del riesgo de caída.
Fórmula: Proporción de PMF con 2 o más caídas en el año anterior (o 1 caída con
lesión) que disponen de historia básica de caídas.
Descripción de términos: Pacientes: la intervención podría incluir a todos los PMF.
Los PMF son vulnerables y son los más expuestos a riesgos como las caídas entre n.

otros. Los PMF pueden definirse según diferentes criterios que incluyen: edad avanzada,
z ac
dependencia, polipatología, polimedicación (existen diferentes escalas de cribaje). ali
tu
ac
Historia básica de caídas: circunstancias de la caída, medicamentos, enfermedades
crónicas, movilidad, ingesta de alcohol. s u
n te
Área geográfica de referencia: Se indicarán los centros de salud que puedan
d ie ofrecer
una visión más representativa de la población española, con capacidad para n participar en
pe
el estudio. t á
es
Periodo de tiempo de referencia: Se incluirán los PMF dely área geográfica en el
a
periodo de referencia que se decida. n ic
í l
C
Criterios de exclusión: Se excluirían los PMF encamados a o que no puedan beneficiar-
t ic
se de las medidas de prevención de caídas. ác
Pr
de
Fuentes de datos: Historia clínica de los pacientes.
a

G
t a
Indicador 7: Evaluación de riesgos en
es el hogar y su modificación
de
Justificación: Los factores ambientales n pueden contribuir al riesgo de caídas y pro-
c ió
blemas de movilidad, y una evaluación a y modificación de los riesgos en el hogar puede
ic
reducir las caídas. bl
pu
Fórmula: Proporción delaPMF con 2 o más caídas en el año anterior (o 1 caída con
e
sd una intervención de evaluación y modificación de riesgos en
lesión) que se les ha ofrecido
e
el hogar. d
so
Descripción deañtérminos: Pacientes: la intervención podría incluir a todos los PMF.
5
Los PMF dsone vulnerables y son los más expuestos a riesgos como las caídas entre
á
otros. Los PMF
s
m pueden definirse según diferentes criterios que incluyen: edad avanzada,
do polipatología, polimedicación (existen diferentes escalas de cribaje).
dependencia,
rir
s cu
Intervención de evaluación y modificación de riesgos en el hogar: Incluye cambios en
n
el aentorno como recolocar el mobiliario peligroso, secar los terrenos húmedos, despejar
tr accesos, colocar brazos a los asientos, la regulación del alto de la cama y sillas, evitar la
a n
los
H acumulación de objetos en la habitación, un uso apropiado de las ayudas para caminar,
barras para agarrarse e iluminación adecuada. La accesibilidad al timbre para ayuda de
enfermería reduce también las caídas.
Área geográfica de referencia: Se indicarán los centros de salud y/o hospitales que
puedan ofrecer una visión más representativa de la población española, con capacidad
para participar en el estudio.

GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA SOBRE OSTEOPOROSIS Y PREVENCIÓN DE FRACTURAS POR FRAGILIDAD 249
Periodo de tiempo de referencia: Se incluirán los PMF del área geográfica en el
periodo de referencia que se decida (12 o 24 meses).
Criterios de exclusión: Se excluirían los PMF encamados o que no puedan beneficiar-
se de las medidas de prevención de caídas.
Fuentes de datos: Historia cínica de los pacientes.

Indicador 8: Programa de ejercicio físico .


ón
a ci
Justificación: Los problemas en la marcha, equilibrio, fuerza o resistencia pueden liz
a
contribuir a caídas y disfunciones de la movilidad, y una intervención basada en untupro-
a c
grama de ejercicio físico puede mejorar estos y reducir la probabilidad de caídas u y sus
complicaciones. s
te
Fórmula: Proporción de PMF con 2 o más caídas en el año anterior d(o i en
e n 1 caída con
lesión) que se les ha ofrecido un programa de ejercicios individualizadop y supervisado, si
presentan alteraciones del equilibrio, de la marcha o de la fuerza. est
á
y
a
Descripción de términos: Pacientes: la intervención podría cincluir a todos los PMF.
lí ni
Los PMF son vulnerables y son los más expuestos a riesgos C como las caídas, entre
otros. Los PMF pueden definirse según diferentes criterios c a que incluyen: edad avanzada,
c ti

dependencia, polipatología, polimedicación (existen diferentes
P
escalas de cribaje).
de
Área geográfica de referencia: Se indicarán los centros de salud y/o hospitales que
í a
puedan ofrecer una visión más representativa ude la población española, con capacidad
G
para participar en el estudio. ta
es
e
Periodo de tiempo de referencia: dSe incluirán los PMF del área geográfica en el
periodo de referencia que se decida (12 o 24 meses). n
c ió
a
Criterios de exclusión: Se excluirían
b lic los PMF encamados o que no puedan seguir un
programa de ejercicio físico. pu
la
Fuentes de datos: Historia d e clínica de los pacientes.
s
de
ñ os
Indicador 9: Consejos a preventivos para la osteoporosis
5
d e
ás El calcio, la vitamina D y los ejercicios de resistencia son fundamentales
Justificación:
para tenero m una buena salud ósea. El déficit de vitamina D es frecuente en la población
i d
anciana,rr ocasionando una disminución de la absorción de calcio y puede disminuir la fun-
cu
ción smuscular.
n
tra Fórmula: Proporción de PMF atendidos en atención primaria que reciben asesora-
a n
H miento sobre ingesta de calcio, vitamina D y ejercicios de resistencia.
Descripción de términos: Pacientes: la intervención podría incluir a todos los pacien-
tes mayores frágiles (PMF).
Los PMF son vulnerables y son los más expuestos a riesgos como las caídas entre
otros. Los PMF pueden definirse según diferentes criterios que incluyen: edad avanzada,
dependencia, polipatología, polimedicación (existen diferentes escalas de cribado).

250 GUÍAS DE PRÁCTICA CLÍNICA EN EL SNS


Área geográfica de referencia: Se indicarán los centros de salud y/o hospitales que
puedan ofrecer una visión más representativa de la población española, con capacidad
para participar en el estudio.
Periodo de tiempo de referencia: Se incluirán los PMF del área geográfica en el
periodo de referencia que se decida (12 o 24 meses).
Criterios de exclusión: A definir.
Fuentes de datos: Historia clínica de los pacientes. .
ón
a ci
Indicador 10: Adecuación tratamiento farmacológico a liz
tu
Justificación: El tratamiento farmacológico para la prevención de fracturas osteopo- ac
s u
róticas solo debe considerarse si se cumplen los criterios descritos en la guía (ver e Algorit-
t
n y, las cir-
mo 1). Se debe individualizar según la edad, el riesgo de fractura por fragilidad
ie
d
cunstancias y preferencias del paciente. en p

Fórmula: Evaluación del número de pacientes con tratamientos sactivos que cumplen
e
los criterios de tratamiento (ver Algoritmo 1). y
a
ic
% pacientes con tratamiento farmacológico para la osteoporosis que cumplen crite-
lín
C
rios de tratamiento/ número total de pacientes con tratamiento para la osteoporosis.
a
tic
ác con tratamiento farmacológico
Descripción de términos: Pacientes: Población adulta
para la osteoporosis. Pr
e d
a
Evaluación: Recuento de pacientes con tratamientos activos para la osteoporosis.

G de tratamiento (número de factores de
Comprobación del cumplimiento de los criterios
ta
es mediante DXA central).
riesgo mayores y menores y valor de la DMO
d e
Área geográfica de referencia: Se indicarán los centros de salud y/o hospitales que
i ón
c ac
puedan ofrecer una visión más representativa de la población española, con capacidad
para participar en el estudio. l i
b
pu
la
Periodo de tiempo de referencia: Se incluirán los pacientes adultos con tratamiento
d e
para la osteoporosis, en el periodo de referencia que se decida (12 o 24 meses).
s
de
ñ os
Criterios de inclusión: Todos aquellos pacientes que estén con tratamiento farmaco-
a
lógico para la prevención de fracturas por fragilidad.
5
Criterios dede exclusión: Cuando la indicación de los fármacos sea por otros motivos
s
á prevención de fracturas osteporóticas o no haya acceso al historial clínico.
diferentes amla
o
d de datos: Historia clínica de los pacientes y/o datos de facturación de far-
rri
Fuentes
u
sc
macia.
n
tra
an
H

GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA SOBRE OSTEOPOROSIS Y PREVENCIÓN DE FRACTURAS POR FRAGILIDAD 251
Indicador 11: Selección tratamiento farmacológico
Justificación: El tratamiento farmacológico para la prevención de fracturas osteopo-
róticas solo debe considerarse si se cumplen los criterios descritos en la guía (ver Algorit-
mo 1). La selección del fármaco más adecuado debe individualizarse según la edad, el
riesgo de fractura por fragilidad y, las circunstancias y preferencias del paciente.
La guía establece recomendaciones para los siguientes grupos de población (ver algo-
ritmos 2 y 3):
.
– Mujeres posmenopáusicas osteoporóticas ón
a ci
– Osteoporosis inducida por glucocorticoides
a liz
– Hombres con osteoporosis tu
ac
– Mujeres premenopáusicas con osteoporosis su
t e
en línea de
Para cada grupo de población deben priorizarse los tratamientos de primera
i
actuación. nd
pe
á
st de primera línea
Fórmula: Evaluación del número de pacientes con tratamientos
e
para cada grupo de población (ver Algoritmos 2 y 3). y
a
% pacientes de cada grupo de población con tratamiento ic farmacológico para la
l ín
C
osteoporosis de primera línea/ número total de pacientes de cada grupo de población con
a
tratamiento para la osteoporosis. it c
c
P rá
Descripción de términos: Pacientes: Población adulta con tratamiento farmacológico
para la osteoporosis. de
a í
Evaluación: Recuento de pacientes con G u
tratamientos activos para la osteoporosis.
a
Comprobación del número de tratamientosstde primera línea para cada grupo de pobla-
e
ción (ver Algoritmos 2 y 3). de
n

Área geográfica de referencia: cSe indicarán los centros de salud y/o hospitales que
c a
i
u bl
puedan ofrecer una visión más representativa de la población española, con capacidad
para participar en el estudio. p
la
Periodo de tiempo dedereferencia: Se incluirán los pacientes adultos con tratamiento
s
de
para la osteoporosis, en el periodo de referencia que se decida (12 o 24 meses).
os

Criterios de inclusión: Todos aquellos pacientes que estén con tratamiento farmaco-
5
lógico para la prevención de fracturas por fragilidad.
e d
s
Criteriosá de exclusión: Cuando la indicación de los fármacos sea por otros motivos
m
doa la prevención de fracturas osteporóticas o no haya acceso al historial clínico.
diferentes
urri
c
Fuentes de datos: Historia clínica de los pacientes y/o datos de facturación de far-
a
macia. ns
tr
a n
H

252 GUÍAS DE PRÁCTICA CLÍNICA EN EL SNS


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MINISTERIO MINISTERIO
DE CIENCIA DE SANIDAD, POLÍTICA SOCIAL
E INNOVACIÓN E IGUALDAD

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