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El presente recurso de casación ha sido interpuesto por el licenciado Fabio Lehilud Estrada
Parada, apoderado de los señores ************************ y *************, ambos
de apellido *************, contra la resolución de las catorce horas y treinta minutos del
cuatro de julio del corriente año, pronunciada por la Cámara de Familia de la Sección de
Oriente, que declaró sin lugar la petición del recurso de apelación de hecho, de la sentencia
pronunciada por el Juzgado Primero de Familia de San Miguel, durante la audiencia de
sentencia de las ocho horas y treinta minutos del seis de junio de este mismo año, en el
proceso de declaratoria judicial de paternidad, promovido por los recurrentes, contra el
señor *************.
Han intervenido en primera instancia, los demandantes, por medio del licenciado Estrada
Parada; el demandado, a través del doctor Ovidio Bonilla Flores; y la Procuradora de
Familia adscrita al tribunal inferior, licenciada Gilma Yolanda Vásquez Sánchez. En
segunda instancia y en casación, únicamente el impetrante.
Y CONSIDERANDO:
I. La Jueza a quo en su sentencia dijo: """""razones por las cuales y lo dispuesto en los
artículos 4, 139, 149, 150 del Código de Familia y 7 Lit. b), 51, 56, 82, 122, 140 de la Ley
Procesal de Familia, a nombre de la República de El Salvador, FALLO Y SENTENCIO: a)
Téngase por establecida la paternidad de los señores ************* ************* y
************************, por parte del señor *************, por haberse probado
que es su padre biológico; b) En cuanto a la indemnización por daños morales ésta no se
establece porque [no] exista una necesidad del demandante, sino por el sufrimiento que
tuvieron los demandantes durante más de cincuenta años, al no ser reconocidos por su
padre, faltando éste a todas las necesidades que pudieron haber tenido y ser discriminados
por faltarles tal filiación, como ha sucedido antes de que entrara en vigencia la legislación
familiar, daño que para el juzgador resulta difícil cuantificar, pero a efecto de resarcir lo
padecido por los señores *************, se establece en seis mil dólares para cada uno de
ellos, lo cual tendrá que pagar el señor ********* en un plazo no mayor de sesenta días,
depositado a una cuenta de ahorros sin establecerse en cuotas por la edad avanzada que
tiene el demandado y se corre el riesgo de que éste no se cumpla; a efecto de hacer efectiva
la paternidad declarada, líbrese el oficio respectivo al Registro del Estado Familiar, a fin de
que se cancele la actual partida de nacimiento de los señores *************, y se les
inscriba la correspondiente""""".
IV. Por resolución de las diez horas y cincuenta minutos del trece de agosto del corriente
año, esta Sala admitió el recurso de que se trata, por la causa genérica de quebrantamiento
de alguna de las formas esenciales del juicio, específicamente por haberse declarado
indebidamente la improcedencia de una apelación, por virtud de un recurso de hecho,
citándose como precepto infringido el Art. 156 Inc. 2 L. Pr. F., con relación a los Arts. 46
C. C. y 212 Pr. C. Asimismo, se ordenó que los autos pasaran a la Secretaría para que las
partes expresaran sus alegatos, sin que ninguna de las partes hiciera uso de su derecho.
En ese sentido, afirmó que al denegar la apelación, por extemporánea, la Cámara infringió
los Arts. 46 C. C. y 212 Pr. C., que expresan que los días de los plazos procesales deben
contabilizarse de forma completa y que el día de la notificación no se contará en el término
fijado para las apelaciones.
El Art. 156 Inc. 2 L. Pr. F., en lo pertinente, establece que, "Si se trata de la sentencia
definitiva la apelación deberá interponerse y fundamentarse por escrito, dentro del plazo de
cinco días contados desde la notificación de la sentencia".
El Art. 46 C. C., también en lo pertinente, determina que "Todos los plazos de días, meses o
años de que se haga mención en las leyes o en los decretos del Poder (Órgano) Ejecutivo, o
de los tribunales o juzgados, se entenderá que han de ser completos; y corresponderán
además hasta la medianoche del último día del plazo".
Por último, el Art. 212 Pr. C. señala que "El día de la notificación no se contará en el
término fijado para los emplazamientos, ni para las apelaciones y demás recursos y
diligencias judiciales, si no es que la ley expresamente disponga otra cosa; pero sí se
contará en el término fijado el de la comparecencia".
En opinión de esta Sala, la cuestión, lejos de ser sencilla y pacífica, constituye una de las
interpretaciones de ley procesal más discutidas por la jurisprudencia nacional.
Esta Sala ha dicho que la moderna orientación de implantar un proceso de familia, oral por
audiencias o mixto, como prefiera llamársele, importa que los actos procesales
introductorios de demanda y contestación se realicen en forma escrita, así como la
impugnación de las providencias que no se pronuncian en audiencia, a excepción de la
definitiva, la cual "deberá interponerse y fundamentarse por escrito" (Fallo: 621
Ca.Fam.S.A., del 21/12/2001).
Ello es así, desde que "las resoluciones pronunciadas en audiencia se tendrán por
notificadas a quienes estén presentes o debieron concurrir al acto" (Art. 33 Inc. 4 L. Pr. F.);
lo cual determina, para estos casos, que la impugnación de las resoluciones dictadas en
audiencia, también se interponga "en forma verbal e inmediatamente después de
pronunciada la resolución" (Cfr. Art. 156 Inc. 1 L. Pr. F.).
Lo anterior constituye la manifestación de un principio procesal, a través del cual el
juzgador debe procurar la "concentración de todas las actuaciones"; en tanto que, las partes
deben plantear simultáneamente todas las defensas que pretendan hacer valer (Cfr. Art. 3
literales c] y f] L. Pr. F.).
Sin embargo, una cosa muy distinta ocurre cuando se trata de la sentencia definitiva,
pronunciada en audiencia. En principio, porque cabe destacar la facultad otorgada a los
jueces para dictar sentencia durante las audiencias, según los Arts. 110 y 122 L. Pr. F.
El Art. 110 prevé que: "Si en la audiencia preliminar las partes están de acuerdo en los
hechos y sólo se tratare de aplicar la ley al objeto del proceso o si las pruebas presentadas
en ella fueren concluyentes, el Juez fallará y si fuere posible dictará la sentencia en la
misma audiencia; en caso contrario, pronunciará la sentencia dentro de los cinco días
siguientes".
Asimismo, para la audiencia de sentencia, el Art. 122 determina que: "Concluidas las
alegaciones se procederá en la misma audiencia a dictar el fallo en el que se resolverán
todos los puntos propuestos y los que por mandato legal sean su consecuencia; si fuere
posible se dictará la sentencia, caso contrario, se pronunciará ésta dentro de los cinco días
siguientes" (negritas fuera de texto).
Con tal interpretación finalista se privilegia, desde luego, el reconocimiento del derecho a
recurrir como una manifestación o categoría integrante del debido proceso, tal como lo ha
entendido en nutrida jurisprudencia la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de
Justicia, y al cual es preferible potenciar en razón de exceso y no limitar, por defecto.
Por otro lado, dado que con fundamento en el recurso de apelación se instala el sistema de
doble instancia, reservado para cuestiones de derecho (Art. 158 L. Pr. F.), la solución
mencionada cumple con mayor eficacia la finalidad de revisión de la sentencia impugnada.
Con todo, tampoco debemos descuidar que la interpretación de las disposiciones de la Ley
Procesal de Familia, deberá hacerse con el propósito de "lograr la efectividad de los
derechos reconocidos por la normativa en materia de familia, en armonía con los principios
generales del derecho procesal" (Art. 2 L. Pr. F.).
De acuerdo a la doctrina, una muestra clara de este principio de favorabilidad se infiere del
menor rigor que ha de tenerse en el procedimiento judicial, al preferirse el derecho
sustancial al meramente formal o procesal (Cfr. PARRA BENÍTEZ, Jorge, Manual de
derecho civil, Temis, Bogotá, 1997, Pág. 180).
Devuélvanse los autos al tribunal remitente con certificación de esta sentencia, para los
efectos de rigor. HÁGASE SABER.