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IDENTIDAD DE GÉNERO:

Es la forma en la que se identifica una persona: hombre o mujer, femenino o


masculino, independiente de su sexo y basándose únicamente en el género.
Entonces, la identidad de género corresponde a la forma en que una persona se
reconoce a sí misma, basando (mediante estereotipos), su conducta, su forma de
ser, pensar y expresarse al género con el que se siente identificada, independiente
de su sexo, orientación sexual, edad, nivel socio-económico, etc. Se diferencia del
sexo por estar involucrado con la construcción socio-cultural que se tiene respecto
al género y no a sus características biológicas (genitales), esta identidad puede
coincidir o no con el sexo.

HETERONORMATIVIDAD:

La heteronormatividad es el sistema de creencias con base en una cultura


(generalmente patriarcal) y que influye en el carácter político, económico y social de
una sociedad. Este concepto se basa en la suposición social de que todas las
personas son heterosexuales o que la heterosexualidad es el estado natural del ser
humano (surgiendo frases cotidianas donde se asume una orientación heterosexual
en la otra persona, sin plantearse la posibilidad de que el otro pueda tener una
orientación sexual distinta). Se entiende además, que es la única forma moralmente
aceptable y normal en lo que refiere a la expresión sexual-afectiva de nuestra
identidad, admitiendo sólo los géneros binarios establecidos: femenino y masculino,
siempre en correspondencia con su sexo.
Se considera que una de las bases de la heteronormatividad son los estereotipos de
género (formas predeterminadas en las que se cree deben ser los hombres y las
mujeres).
Entonces, todo aquello que va contra la heteronormativa social (homosexuales,
transgénero o transexuales, etc) es discriminado, invisibilizado y violentado
mediante formas legislativas, religiosas y, fundamentalmente sociales,
naturalizándolas al punto de ser convertidas en hábitos, costumbres y normas no
legislativas.

“LA MUJER NO NACE, SE HACE”:

Esta frase habla de la mujer como una construcción socio-cultural, y aunque Simone
aún no utilizó la palabra género, se entiende que esta frase en su libro “El segundo
sexo” refiere a lo que posteriormente sería conocido como tal: la construcción
histórica y social de lo que es ser mujer, un concepto que se ha ido redefiniendo a lo
largo de la historia. Desde el origen de las sociedades donde la mujer se dedicaba a
la cosecha, el cuidado del hogar o la cría de los hijos, posteriormente
consolidándose aquellas características de cómo debía ser una mujer, la forma en la
que debía comportarse (un claro ejemplo es la reconocida “feminidad” que se le
asocia popularmente a la mujer) y su rol en la sociedad, rol que ha evolucionado
pero en características generales continúa manteniéndose.
O sea, lo que hace a una mujer no son las características genéticas ni biológicas,
sino aquellas conductas que ha aprendido, que le han sido enseñadas para que su
sexo establezca sus gustos y preferencias, su personalidad y aspiraciones.
Entonces, la frase “no se nace mujer, se llega a serlo”, hace referencia al conjunto
de pautas y de normas sociales sobre el comportamiento de la mujer, es decir, lo
que se espera de una mujer para que sea socialmente aceptada.

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