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HIDROMETRIA Y AFORO DE CORRIENTES NATURALES

1. OBJETIVOS

 Conocer los diferentes métodos comúnmente empleados en la


medición de velocidades y caudales en canales y corrientes naturales.

 Suministrar criterios técnicos necesarios para la instalación de una


estación hidrométrica y para la selección de una sección de aforo en una
corriente natural.

 Conocer el principio de funcionamiento de los correntometros, y


aprender su manejo en mediciones de velocidad de corrientes liquidas.

 Realizar el aforo con correntometro de una corriente natural de agua.

2. FUNDAMENTOS TEORICOS.

2.1. Introducción. La hidrosfera es una de las capas de la Tierra que se


extiende desde 1 Km. en la litosfera, por debajo de la superficie terrestre, hasta
unos 15 Km. arriba en la atmósfera. El agua, en sus distintas formas, se mueve o
circula en la hidrosfera siguiendo vías y procesos de carácter aleatorio o
probabilistico, conformando el ya conocido Ciclo Hidrológico. Recuérdese que
este es un proceso cíclico que no tiene principio ni fin, y ocurre continuamente.

En dicho ciclo, el agua se evapora desde los océanos, ríos, lagos, embalses y
desde la superficie terrestre, para formar parte de la atmósfera; el vapor de agua
circula en la atmósfera hasta que se condensa y precipita sobre la superficie
terrestre y los océanos; una parte del agua de precipitación es interceptada por la
vegetación, otra se convierte en flujo superficial sobre el suelo; parte de esta se
infiltra en el suelo, se mueve a través de el como flujo subsuperficial, y el agua
restante va a dar a los ríos y demás corrientes naturales de agua, conformando la
escorrentía superficial. Es esta, precisamente, la que en determinados estudios
se requiere medir, y la técnica para su medición será objeto de esta practica de
laboratorio.

De otro lado, para el estudio de cualquier fenómeno de ocurrencia del agua en la


superficie terrestre es imprescindible conocer el comportamiento del ciclo
hidrológico, y en la concepción de proyectos de ingeniería hidráulica, tales como
centrales hidroeléctricas, represas, embalses, diques, captaciones, puentes,
sistemas de riego y sistemas de abastecimiento de agua, es esencial el estudio
hidrológico de la cuenca, conocer el régimen de caudales de sus corrientes
naturales, determinar los perfiles longitudinal y transversal de los cauces de estas,
medir niveles de aguas y planicies de inundación, el transporte de sedimentos y
las características de calidad de aguas.

Además, si se conocieran con exactitud las relaciones entre la precipitación, la


evaporatranspiracion y la infiltración, la escorrentía superficial estaría
completamente determinada, y seria innecesario el abastecimiento de estaciones
fluviometricas para colectar datos de niveles y descargas.

Como quiera que estas relaciones no son, y probablemente nunca serán, bien
conocidas, el hidrólogo siempre necesitara conocer datos de niveles y caudales, a
través de registros continuos o mediciones puntuales, mas o menos extensos en
el tiempo, para determinar las características hidrológicas de la cuenca y conocer
el comportamiento de la corriente en estudio.

Parte de estas necesidades se lograrían suplir con la aplicación de los


fundamentos que aquí se esbozan.

2.2 Definición de conceptos básicos.

2.2.1. Hidrometría. Es la parte aplicada de la Hidrodinámica que trata de los


métodos medición de la velocidad, el caudal y las fuerzas de los líquidos en
movimiento. La hidrometría comprende también las mediciones de niveles de
agua, concentración y transporte de sedimentos, y los levantamientos altimétricos
de los perfiles longitudinal y transversal del cauce de las corrientes naturales y de
masas de agua.

2.2.2. Batimetria. Es una actividad hidrométrica cuya finalidad es el


levantamiento altiplanimetrico del fondo de corrientes y cuerpos de agua, tales
como lagos, lagunas, embalses, bahías, ciénagas, estuarios, mares y océanos.
Comúnmente se aplica a la medición de niveles de sedimentos depositados en el
fondo de una masa de agua. El batitermografo es el instrumento empleado para
medir y registrar continuamente la profundidad y la temperatura del agua. Véase la
Figura 1.
FIGURA 1. Esquema de un batitermografo y su operación desde superficie.

2.2.3 Perfil de velocidades. En un cauce natural, las velocidades de corrientes de


agua presentan diferentes valores, desde valores próximos a cero, en las orillas y
en el fondo, hasta valores muy altos, del orden de vados metros por segundo,
inmediatamente debajo de la superficie libre. El perfil de velocidades es el lugar
geométrico de los puntos determinados por los extremos de los vectores que
representan las velocidades de la corriente a una profundidad de flujo y,
determinada. Véase la Figura 2.

FIGURA 2. Perfiles de velocidad típicos de corrientes naturales.


La distribución o perfil de velocidades es asimilable a un arco parabólico. Sin
embargo, esta distribución de velocidades depende de muchos factores, como por
ejemplo: la rugosidad y la forma del lecho, el régimen del escurrimiento, etc,, y no
siempre se ajustará a un arco de parábola, a pesar de que en la mayoría de los
casos se torna este modelo. Véase la Figura 2.

La experiencia muestra que las velocidades máximas ocurren aproximadamente a


0.2h por debajo de la superficie libre, siendo h la profundidad del flujo. La
velocidad media se encuentra aproximadamente a 0.6h a partir de la superficie.
Véase la Figura 3. Además, la velocidad media se puede tomar igual a 0.85v s,
siendo vs la velocidad superficial.

El molinete cumple la función de determinar el valor de la velocidad a diferentes


profundidades y sobre diferentes verticales en la misma sección. Ello permite
conocer los perfiles de velocidad necesarios para determinar la velocidad media
en una o varias verticales de una misma sección, y para obtener la velocidad
media de un curso de agua y el caudal total del mismo.

FIGURA 3. Perfil de velocidades y velocidad media en una vertical de aforo.

2.2.4 Velocidad media. En la hidrometría de corrientes de agua suele trabajarse


con dos tipos de velocidad media del flujo: una correspondiente al área mojada
total de la sección transversal del flujo. A, y al caudal total, Q; la otra, es la
velocidad media correspondiente a una vertical dentro de la sección transversal
del flujo.

Como se explicará en el numeral 2.5.7, el caudal se puede conocer a través de


mediciones de velocidad en diferentes puntos, tomando áreas parciales, en las
cuales se supone que la velocidad del agua es la del punto. La sumatoria de los
caudales parciales dará el caudal total, y la sumatoria de las áreas parciales dará
el área total en la sección. A partir de estos dos elementos se calculara la
velocidad media, vm, en toda la sección, según la siguiente ecuación:

Q
vm = (1)
A

La velocidad media del flujo, en una vertical de la sección transversal del cauce,
se puede determinar calculando el área de la curva de distribución de velocidades
en dicha vertical, empleando un planímetro, por ejemplo, y dividiéndola por la
profundidad del flujo en la misma. Véase la Figura 3.

Como el agua presenta muchos valores en su velocidad, el molinete es un buen


instrumento para explorar el campo de velocidades en la sección. La medición se
debe hacer en numerosos puntos de la sección para tener un resultado más
próximo al valor real.

2.2.5 Caudal. También llamado Gasto o Descarga, es la medida del volumen de


líquido que fluye o atraviesa normalmente la sección transversal del cauce de una
corriente, en la unidad de tiempo. Matemáticamente, se expresa así:

Q = Volumen de liquido/ Unidad de tiempo

El caudal se puede calcular fácilmente aplicando la ecuación de continuidad de


masa, así:
Q=v.A (2)

Siendo

Q : caudal de la corriente, L 3 /T.

v : velocidad media del flujo en dirección perpendicular a la sección transversal,


L/T

A : área de la sección transversal del cauce, L 2 .


Algunas unidades de caudal son: l/s, m3 /s, pie3 /s, gal/min.

2.2.6 Aforo. Es el conjunto de actividades hidrométricas conducentes a la


determinación del caudal de una corriente de agua. Entre las principales
actividades hidrométricas, comúnmente realizadas en un aforo, se cuentan el
levantamiento del perfil transversal de la sección de aforo y las mediciones de
profundidades y velocidades del flujo en distintos puntos de la sección transversal.

2.2.7 Sección de aforo. También llamada estación de aforo, es la sección


transversal del cauce de la corriente de agua que se desea aforar, esto es, medir
su caudal. Véase la Figura 4. Previo al conjunto de mediciones necesarias para
realizar un aforo de una corriente natural de agua, se requiere hacer un
levantamiento altimétrico de la sección transversal del cauce en la estación de
aforo. Para ello se requerirá del equipo de topografía adecuado.

FIGURA 4. Perfil transversal de una sección de aforo.

La sección donde se efectúan los atoros debe reunir una serie de condiciones que
se listan en el numeral 2.3.

2.2.8 Estación hidrométrica. Es el lugar o la instalación debidamente localizada


en una de las márgenes de un curso de agua, dotada de instrumentos
hidrométricos, tales como flotadores, miras, limnímetros, limnigrafos, maxímetros y
otros elementos, con el objeto de registrar las variaciones de ciertas
características de la corriente, y facilitar el estudio del régimen de la misma. La
Figura 5 muestra dos estaciones hidrométricas típicas, con flotador, mira
limnigrafo.
FIGURA 5 Estación hidrométrica típica.

En nuestro medio, el antiguo HIMAT, hoy día IDEAM (Instituto de Hidrología,


Meteorología y Estudios Ambientales), tiene establecidas redes hidrométricas para
diferentes cuencas hidrográficas, con base en la Guía de Prácticas
Hidrometeorológicas de la OMM (Organización Meteorológica Mundial), por lo cual
no se profundizará aquí sobre las técnicas y recomendaciones para el
establecimiento de una red sino que se harán recomendaciones para el
establecimiento de una estación en particular.

2.2.9 Correntómetro. También llamado molinete o reómetro, es el aparato


concebido pera determinar la velocidad de una corriente de agua, tales como
canales de laboratorio, alcantarillados, mares, ríos, estuarios, bahías, arroyos y
quebradas. Según su técnica de fabricación, los correntómetros permiten medir
velocidades altas, medias y bajas. El correntometro está provisto de una hélice
(también llamada rotor, aspa, copa o cazoleta, según el tipo del correntometro)
que gira en un eje sin fin, por efecto de la corriente líquida. Por cada vuelta que dé
la hélice, un imán, que gira con ésta, establece un contacto eléctrico que envía
una señal a un contador de revoluciones. Véase la Figura 6. La sucesión de los
contactos y señales es proporcional a la velocidad de la corriente en el punto de
medición, la cual se puede calcular a partir de una ecuación de calibración de la
forma:

v=an+b (3)
Donde:

v : velocidad de la corriente liquida, (m/s)


n : numero de revoluciones dadas por la hélice en la unidad de tiempo, (rad/s).
a : constante de paso hidráulico, obtenida experimentalmente a través de ensayos
de arrastre en un canal de calibración, (m).
b: constante que considera la inercia de la hélice y la mínima velocidad de la
corriente para accionarla. Se expresa en m/s y también se determina
experimentalmente.

FIGURA 6. Molinetes marca A. OTT KEMPTEN (tomados da catálogos


de la firma fabricante)
FIGURA 7. Otros tipos de molinetes y contadores de la fábrica
A. OTT KEMPTEN.
Dependiendo de la profundidad y del ancho de la corriente, de la magnitud de las
velocidades a medir y del grado de accesibilidad, el correntometro se puede
operar vadeando la sección transversal del cauce, o desde un puente hidrométrico
o desde una tarabita, o empleando un bote, una lancha o un sistema flotador.
Véase la Figura 8.

Algunos tipos de molinetes disponen de aletas en su parte posterior para


equilibrarlo dentro de la corriente; así mismo, se le puede acondicionar un
contrapeso en la parte inferior, para evitar que se incline cuando se sumerge en el
flujo. Véanse las Figuras 7 y 8.

La profundidad a la cual se va a tomar la velocidad se mide con un cable graduado


o una barra, también debidamente graduada, que se puede acondicionar al
aparato, como se muestran en las Figuras 6, 7 y 8.

La determinación del caudal, a partir de las mediciones de velocidad con


correntometro, se explica en el numeral 2.6.

2.3. Características de la sección de aforo. La sección donde se efectúen los


aforos debe reunir las siguientes condiciones:

- Estar comprendida dentro de un tramo del curso de agua que presente


características altiplanimetricas regulares, estos es, regularidad en los
perfiles longitudinal y transversal del cauce, con el objeto de garantizar un
escurriendo tranquilo y uniforme, exento de arremolinamientos, y que
pueda aprovecharse para mediciones puntuales o continuas de caudal.

- Quedar comprendida dentro de un tramo recto y uniforme, con una longitud


no menor de siete veces el ancho del río, dispuesta así: aguas arriba,
mínimo cinco veces el ancho, y aguas abajo, mínimo dos veces el ancho.
No obstante lo anterior, dadas las características del techo, no es posible
encontrar tales rectitud y uniformidad.

- El fondo del río debe ser suave y libre de plantas acuáticas, piedras u otros
obstáculos, que, por sus dimensiones puedan interferir en la medición de la
velocidad de la corriente.

- Deben evitarse las secciones cercanas a los estribos de los puentes.


FIGURA 8. Molinetes accionados desde un puente, una tarabita y una lancha.
- La sección debe ser firme, estable y definida. Para garantizar una sección
firme y estable seria conveniente revestirla en concreto, mampostería o con
placas prefabricadas. De no ser posible el revestimiento, la sección se
escogerá en una zona de formación rocosa, preferiblemente. La sección
definida se logra colocando tres mojones alineados perpendicularmente a la
dirección de la corriente. Los mojones extremos se instalaran en el nivel de
aguas máximas, y el mojón central en un nivel de aguas medias de la
corriente.

- Las velocidades de la corriente deben ser mayores que 0.3 m/s (o mayor
que la mínima recomendable para el corrontometro empleado) y menores
que 3.0 m/s (o menor que la máxima recomendable para el molinete
empleado).

- La sección debe ser de fácil acceso.

2.4. Instrumentos hidrométricos. Son aparatos e instrumentos de medida,


requeridos para realizar mediciones de campo relacionadas con corrientes de
agua; pueden ser registradores y no registradores. Los registradores dibujan
continuamente un grafico de las fluctuaciones de la característica medida. Los
aparatos no registradores requieren de un observador, quien anota las lecturas a
intervalos regulares de tiempo.

Los instrumentos hidrométricos más comunes en las estaciones hidrométricas


son: miras o Limnímetros, limnigrafos, maximetros, puntos fijos de referencia,
secciones y tramos artificiales de control, diques y vertederos para aforos
volumétricos, puentes hidrométricos, cables, tarabitas o canastillas, flotadores,
correntometros, barcas, lanchas, botes, instrumentos para aforos con trazadores y
trampas de sedimentos.

A continuación se describen los instrumentos hidrométricos más usuales:

2.4.1 Limnímetro. También llamados miras o escalas graduadas, son miras


graduadas de cm en cm, que colocan en las márgenes de la corriente de agua
para medir el nivel de esta en un instante determinado. Véanse las Figuras 5 y 9.
Para su instalación es recomendable lo siguiente:

- Deben instalarse sobre la orilla más próxima al sector mas profundo del
cauce.
- Deben adosarse a listones de madera, empotrados en concreto o
atornillados a perfiles metálicos.
- Su instalación se hará de tal manera que el plano “cero” quede
convenientemente referenciado, por su nivelación topográfica, a un punto
invariable (B. M., del ingles Beanch Mark) cercano a la estación.
FÍGURA 9. Diferentes tipos de placa de mira.

- Los puntos fijos de referencia de plano “cero” de la mira deben quedar por
encima de los niveles máximos posibles, ya distancias menores de 100 m
de la mira.

- El cero de la mira debe quedar, por lo menos, 0,5 m por debajo del nivel
mínimo esperado en época de sequía, en corrientes grandes. ó 0.5 m por
debajo del punto mas profundo del lecho, en corrientes pequeñas.

- El extremo superior del limnímetro debe quedar, al menos, 1,0 m por


encima del nivel en la máxima crecida posible.

- Tramos codos de mira, de 0.5 m o 1 m, pueden quedar empotrados en el


suelo, empleando fundaciones en concreto, como se muestra en la Figura
10.

- Las miras verticales de un solo tramo se pueden anclar a muros, pilas de


puentes o diques o cualquiera otra estructura. En taludes inclinados
conviene instalar tramos cortos de miras verticales, o miras inclinadas.
Véase a Figura 11.

- Todas las instalaciones se deben construir de tal forma que no obstruyan


los perfiles transversales de la corriente.
2.4.2 Limnigrafos. Son aparatos mecánicos que permiten obtener un registro
continuo del nivel del agua. Esencialmente, constan de un flotador incorporado a
un tubo, a un pozo o a un sistema neumático. El flotador registra el nivel de agua y
está conectado a un sistema de relojería, el cual está provisto de un tambor
giratorio sobre el cual va colocada una hoja de papel; ésta presenta graduaciones
en unidades de tiempo sobre las abscisas, y alturas en las ordenadas. Sobre esta
hoja, una plantilla va registrando los niveles en función del tiempo. Véase la
Figura 12.
FIGURA 12. Limnigrafo Leupold 8 Stevens, modelo F.

La plantilla va conectada al flotador, el cual le imprime un movimiento vertical; el


movimiento horizontal lo da el aparato de relojería, a medida que transcurre el
tiempo. El resultado es una gráfica de niveles en función del tiempo. Los
limnígrafos tienen una autonomía que puede ir de 24 horas a 200 días. Se
recomiendan limnigrafos con autonomía de una semana.

Estos registradores son de varios tipos, como los de eje vertical, de eje horizontal
y los Iimnígrafos de presión o neumáticos. Este último registra el nivel según la
lámina de agua que actúa sobre él. En general, se recomienda el limnigrafo de eje
vertical, pues su instalación no es tan complicada y es tan costosa como la de los
demás limnígrafos.

Las condiciones de instalación de un limnigrafo, en general, son las mismas que


para la instalación de una mira; sin embargo, se pueden destacar algunos
requisitos como son:

- El aparato debe quedar debidamente protegido, por medio de una caseta,


contra daños, robos, etc.
- El limnigrafo debe estar acompañado de una mira, para su control.

- La estructura de instalación no debe obstruir los cauces naturales y,


además, no debe producir perturbaciones en el flujo normal de la corriente.

- El tubo que alimenta el pozo del limnigrafo se debe proteger contra el


ingreso de tierra, piedras y otros objetos que obturen el paso del agua.

- El pozo se debe hacer de manera que un operador pueda accederlo en


actividades de limpieza y mantenimiento.

Las instalaciones para el limnigrafo neumático se construyen para grandes


variaciones del nivel, en condiciones que hacen muy difícil o costosa cualquier otra
instalación. Constan de una caseta para albergar los instrumentos, y un tubo de
conexión entre el registrador y la corriente fluvial, con un extremo empotrado en un
bloque de concreto, que descansa en el lecho del río, por debajo del nivel mínimo
de aguas.

2.4.3 Sondas. Son cintas flexibles, similares a las cintas métricas, dotadas en su
extremo inferior de un dispositivo de emisión-detección de alguna señal sonora o
luminosa, que, sumergidas en un cuerpo de agua, permiten medir su profundidad.
Las ecosondas electrónicas emiten pulsaciones hacia un sensor-receptor colocado
en superficie, y reciben el eco después de transcurrido un tiempo de ida y regreso.
Las sondas luminosas están provistas de un sensor que, al tocar una superficie de
agua, enciende un aparato receptor e ilumina una lámpara, con lo cual se puede
medir instantáneamente el nivel del agua en pozos, tubos de observación y de
perforación, y en cualquier otro sistema de sondeo. El nivel de agua se mide
directamente en la cinta, en m y cm., con una precisión menor de 1 cm. Véase la
Figura 13.

2.4.4 Secciones de control artificiales. Como su nombre lo indica, consiste en


una adecuación de la sección natural del cauce, mediante un revestimiento del
lecho en un tramo de longitud conveniente, para hacer las mediciones pertinentes.
Además del revestimiento, suele hacerse un control hidráulico a través de un
vertedero, o un estrechamiento de la sección, para estrangular el flujo, o un umbral
o escalón en el fondo del canal. Véase la Figura 14. Cualquier de estos controles
permite estabilizar una relación matemática entre el caudal de la corriente que
fluye y la profundidad de esta, en la sección de control, de la misma manera como
se explico en el Laboratorio de Medidores de Régimen Critico.
2.4.5 Estructuras temporales para medición de caudales. Son obras
hidráulicas de carácter transitorio que se construyen en una sección de aforo, con
el objeto de determinar el caudal, bien sea por una relación matemática entre el
caudal de la corriente y la profundidad del flujo, como es el caso de la instalación
de un vertedero de medida, o bien sea para aplicar el método volumétrico de
medición de caudales. Véanse las Figuras 15 y 18.

FIGURA 15. Instalación temporal para aforo volumétrico con vertedero.

2.4.6 Puente hidrométrico. Es un puente de carácter temporal construido con


fines hidrométricos, o un viaducto permanente cuya superestructura se utiliza para
realizar las operaciones de sumersión del correntómetro y de las miras o
limnímetros, y otros instrumentos hidrométricos. Véase la Figura 16. Estos
puentes pueden ser rígidos o colgantes, y se emplean particularmente en
corrientes profundas y de alta velocidad, en las cuales es imposible o bastante
riesgoso el acceso directo a la corriente.

2.4.7 Tarabita o canastilla. Es un andarivel o canastilla móvil que se desplaza


sobre un cable, similar a un teleférico, empleado para transportar una o dos
personas, pasar sobre ríos u hondonadas, y, particularmente, para realizar
prácticas hidrométricas. Las tarabitas o teleféricos pueden ser monofilares o
bifilares, según la disponibilidad de recursos que se tenga. Véase la Figura 17.
2.5 Aforos de corrientes naturales. El conocimiento de la variación del caudal
que fluye por una determinada sección de un cauce natural es de suma
importancia en los estudios hidrológicos. De acuerdo con la calidad y la cantidad
de los registros de caudales necesarios en un estudio hidrológico, las mediciones
se pueden hacer de una manera continua o permanente, o de una manera puntual
o instantánea. Las mediciones continuas de caudales requieren de la instalación
de una estación medidora (limnimetrica) o de una estación registradora
(limnigrafica). Las mediciones aisladas, puntuales o instantáneas, se realizan en
determinados momentos en que se desee conocer la magnitud de una corriente
en particular.

La mayoría de los métodos de aforo se basan en la ecuación de continuidad


siguiente:

Q = V*A (4)

Solamente algunos pocos acuden a otras relaciones.

A continuación se describen sucintamente los métodos mas utilizados en la


determinación del caudal en corrientes naturales de agua.

2.5.1 Aforo volumétrico. Se aplica generalmente en Laboratorios de Hidráulica,


ya que solo es funcional para pequeños caudales; sin embargo, se puede
implementar también en pequeñas corrientes de agua. Véanse las Figuras 15 y 18

El aforo volumétrico consiste en medir el tiempo que gasta el agua en llenar un


recipiente de volumen conocido, para lo cual el caudal es fácilmente calculable
con la siguiente ecuación:
Volumen V
Q   (5)
Tiempo t

2.5.2 Aforo con vertederos y canaletas. Se utilizan principalmente en la


medición de caudales en pequeñas corrientes, en canales artificiales y de
laboratorio; su uso en corrientes naturales es muy restringido. Su funcionamiento
se estudia detalladamente en las prácticas de Vertederos y calibración de
vertederos, y Medidores de régimen critico. Una instalación típica de un vertedero,
para aforar corrientes naturales se muestra en las Figuras 14 y 15.
FIGURA 18. Instalación para un aforo volumétrico.

2.5.3 Atoro con tubo de Pitot. Su mayor aplicación se encuentra en la medición


de velocidades en flujos a presión, es decir, flujos en tuberías. Sin embargo,
también se utiliza en la medición de velocidades en canales de laboratorio y en
pequeñas corrientes naturales. El tubo de Pitot permite medir la velocidad de la
corriente a diferentes profundidades, por lo cual se puede conocer la velocidad
media en la sección, que, multiplicada por el área de ésta, produce el caudal de la
corriente. El principio de funcionamiento de este aparato se estudia en el curso de
Mecánica de fluidos.

2.6.4 Aforo con trazadores fluorescentes o colorantes. El empleo de colorantes


para medir la velocidad del flujo en corrientes de agua es uno de los métodos más
sencillos y de mayor éxito. Una vez elegida a sección de aforo, en la que el flujo es
prácticamente constante y uniforme, se agrega el colorante en el extremo de
aguas arriba y se mide el tiempo de llegada al extremo de aguas abajo. Conocida
la distancia entre los dos extremos de control, se puede dividir ésta por el tiempo
de viaje del colorante, obteniéndose así la velocidad superficial o sub-superficial
de la corriente liquida. La velocidad media del flujo se obtendrá dividiendo la
distancia entre los dos extremos o puntos de control, por el tiempo medio de viaje.

Si se inyecta un colorante de tipo brillante, como la eosina, y si se suspende


horizontalmente una lámina brillante, de longitud conocida, en un sitio aguas abajo
de la inyección, es posible detectar los instantes en que desaparece y aparece el
colorante en los extremos de dicha lamina. La medida del tiempo que transcurre
entre los instantes de desaparición y aparición del colorante se puede emplear
como representativa del tiempo medio del flujo a lo largo de la Iámina. La
velocidad media superficial del flujo se obtendrá dividiendo la longitud de la lámina
por el tiempo medio del flujo.
Otros colorantes, común y eficazmente empleados como trazadores, son la
fluoresceína, el rojo congo, el permanganato de potasio, la rodamina B y el
pontacyl rosa B brillante. Este último es especialmente útil en estudios de
dispersión de contaminantes en el agua.

En los últimos años se han logrado considerables mejoras en las técnicas de


medición con trazadores fluorescentes, especialmente con la rodamina 8,
rodamina WT, las sulforrodaminas B y G, la uranina y el bromuro-82.

2.5.5 Aforo con trazadores químicos y radioactivos. Es un método muy apto


para corrientes turbulentas como las de montaña. Estos trazadores se utilizan de
dos maneras: como aforadores químicos, esto es, para determinar el caudal total
de una corriente, y como medidores de velocidad de flujo.

En los aforos químicos y radioactivos, se inyecta una tasa constante, q t, de la


sustancia química, radioactiva o trazador, de concentración conocida, C ti, a la
corriente cuyo caudal, Q, desee determinarse y cuya concentración de la
sustancia, Ca, en la corriente, también se conoce. A una distancia corriente abajo,
suficientemente grande para asegurar que se han mezclado totalmente el trazador
y el agua, se toman muestras de ésta, y se determina la concentración de la
sustancia química o radioactiva, Ct. Véase la Figura 19.

FIGURA 19. Procedimiento de inyección y muestreo en un aforo con trazador.

El caudal de la corriente se puede determinar, entonces, empleando a siguiente


ecuación:
Q (C  Ct )
Q  t ti (6)
Ct  Ca
En su empleo como medidores de velocidad, los trazadores químicos y
radioactivos se inyectan aguas arriba del primer punto de control de la corriente.
Se calcula el tiempo de paso del prisma de agua que contiene el trazador entre
dicho punto de control y otro punto situado aguas abajo a una distancia
previamente determinada. El cociente entre esta distancia y el tiempo de paso es
la velocidad media de la corriente.

Cuando se emplea la sal (NaCl) como trazador químico, se mide el tiempo de


paso entre los dos puntos de control, utilizando electrodos conectados a un
amperímetro, esto es, un conductivimetro. Este método de medición es posible
debido a que la sal inyectada aumenta la concentración de sólidos disueltos y, por
lo tanto, la conductividad del agua.

Un compuesto químico comúnmente empleado como trazador es la mezcla de 2 g


de Anhídrido Talico con 0.125 g de Difenil-Carbazida y 50 cm 3 de alcohol de 98°.
También, se utilizan el clorato sodico, la fluoreina y el bicromato de sodio.

Los trazadores radioactivos mas usuales son: el Tritio (T, isótopo del Hidrogeno,
con tres protones) como THO, 51Cr en la forma del complejo EDTA, el 82Br como
ion Br - y el 131I como ion I - . Los isótopos 99Tc y 198Au, del Tecnecio y del Oro,
respectivamente, también son trazadores empleados en hidrometría.

El Indio, en la forma del complejo In-EDTA, y el bromuro, como NH 4Br, son


trazadores activables también empleados en estudios de aguas.

Las sustancias químicas o radioactivas empleadas para medición de caudales


deben reunir las siguientes condiciones:

- Deben mezclarse fácil y homogéneamente con el agua, para lo cual se


requiere de una fuerte turbulencia en el trayecto comprendido desde donde
se inyecta la sustancia al cauce, hasta donde se recogen las muestras.
- Debe ser barato, soluble en agua, inocuo, no corrosivo, ni toxico.
- Debe ser fácilmente detectable en el agua, aun en concentraciones
pequeñas.
- Debe estar ausente o presente en pequeñas cantidades en la corriente
natural de agua.
- Debe ser conservativo, es decir, no degradable ni reactivo, entre el
momento de la inyección y el momento del análisis final de las muestras.
- Debe ser fotoestable, es decir, no decolorable ni reactivo ante la acción de
la luz.

Vale la pena resaltar que los aforos con isótopos radioactivos son demasiados
costosos, ya que requieren de equipos y personal altamente especializados.
2.5.6 Aforo con flotadores. Los aforos con flotadores son los más sencillos de
realizar, pero también son los más imprecisos; por lo tanto, su uso queda limitado
a situaciones donde no se requiere mayor precisión. Con este método se pretende
conocer la velocidad media en la sección, para ser multiplicada por el área, y
conocer el caudal, según la ecuación de continuidad.

Q = velocidad x área (7)

Para la ejecución del aforo se procede de la siguiente forma (véase la Figura 20):
Se toma un trecho de la corriente, de longitud L; se mide el área A, de la sección, y
se lanza un cuerpo que flote, aguas arriba del primer punto de control, y al paso
del cuerpo por dicho punto se inicia la torna del tiempo que dura el viaje hasta el
punto de control, corriente abajo.

FIGURA 20. Esquema ilustrativo para el aforo con flotador.

La velocidad superficial de la corriente, v s, se toma igual a la velocidad del cuerpo


flotante, y se calcula mediante la relación entre el espacio recorrido L, y el tiempo
de viaje, t.

Vs = L / t (8)

Se considera que la velocidad media de la corriente, v m, es del orden de 075v s a


0.9vs, donde el valor mayor se aplica a las corrientes de agua más profundas y
rápidas (con velocidades mayores de 2 m/s). Habitualmente, se usa la siguiente
ecuación para estimar la velocidad media de la corriente:

Vm = 0.85 vs (9)
Si se divide el área de la sección transversal del flujo en varias secciones, de área
Ai, para las cuales se miden velocidades superficiales, V si, y se calculan
velocidades medias, vmi, el caudal total se podrá determinar como la sumatoria de
los caudales parciales qi, de la siguiente manera:

n
Q

i 1
qi  vm1  A1  vm 2  A2  ....  vmn  An (10)

Se pueden obtener resultados algo más precisos por medio de flotadores


lastrados, de sumersión ajustable, como el que se muestra en la Figura 20. estos
flotadores consisten en un tubo delgado de aluminio, de longitud L fl, cerrado en
ambos extremos y con un lastre en su extremos inferior, para que pueda flotar en
una posición próxima a la vertical, de tal manera que se sumerjan hasta una
profundidad de aproximadamente 25 a 30 cm. sobre el fondo, y emerjan unos 5 a
10 cm.

La velocidad observada del flotador sumergido, v f, permite la determinación de la


velocidad media de la corriente, V m, a lo largo de su curso, por la siguiente formula
experimental:

 L fl 
 
vm  v fl  0.9  0.116 1  
 y
 
(11)

Donde y es la profundidad de la corriente de agua.

2.5.7 Aforo con molinete o correntometro. El principio de la medición de


velocidad con molinete es el siguiente: Supóngase un molinete puesto en un punto
de una corriente que tiene una velocidad v. La longitud s es el recorrido de una
partícula fluida moviéndose a lo largo del contorno completo de la línea que
determina una vuelta de la hélice, es decir, recorriendo una vuelta completa de la
hélice. La situación es análoga al suponer quieta el agua y el molinete
desplazándose a través de esta con velocidad v. Para un desplazamiento s, la
hélice también dará una vuelta.

s
Para un movimiento uniforme, v (12)
t

El espacio s, recorrido por la hélice, o por la partícula liquida a través de esta, se


representa por el numero de rotaciones, N, que da el molinete en t segundos.
N
Luego, v (13)
t

Como existen fricciones en las partes mecánicas del aparato, es necesario


introducir un coeficiente de corrección, b.

N
Entonces, vb (14)
t

N
Y haciendo n la frecuencia de giro, se tiene:
t

v  bn (15)

Como la sensibilidad del aparato se hace sentir a partir de determinada velocidad


mínima, a, que, en general, es del orden de 1.0 cm/s, por debajo de la cual el
aparato no se mueve, la ecuación del aparato se transforma en:

V=a+bn (16)

Esta ecuación corresponde a una línea recta. Los aparatos vienen con su
respectiva ecuación de calibración, de pendiendo del tipo de molinete y de la casa
productora, o traen tabuladas las velocidades en función del numero de
revoluciones por minuto.

Por ejemplo, para el correntómetro Price’s Electric Currentmeter Molinete No.


No. C-20- 185811 Hélice No.:_ 1- 1942119, la ecuación de calibración para la
velocidad, en m/s, es:

Ecuación de calibración: V = 0.26*n + 0.075

Rango de Validez: 0.13 ≤ V ≤ 2.29 m/s y 0.34 ≤ N ≤ 8.57 RPS R 2=0.999


UNAL.

2.6 Métodos de aforo de corrientes con molinete. A continuación se presentan los


métodos de aforo con correntometro más usuales, para la determinación de la
velocidad media del flujo en la vertical de aforo, unos más laboriosos que otros,
dependiendo del grado de exactitud que se desee para tal propósito.
2.6.1 Método de la curva de distribución de velocidades. También es llamado
el método de la medición completa, y consiste en medir las velocidades en, por lo
menos, 10 puntos de la vertical, separados, en lo posible, una misma distancia,
entre la superficie y el fondo. Con las mediciones realizadas se dibuja a escala la
curva correspondiente de Velocidad vs. Profundidad.

Luego, con planímetro o con cualquier otro método, se mide el área bajo la curva,
y el resultado se divide por el valor de la profundidad de la vertical de aforo, con lo
cual se obtiene la velocidad media de la misma.

Con este método se logra bastante exactitud, pero se requiere gran cantidad de
trabajo, por lo cual se emplea solo como método de verificación y comparación, o
en secciones caracterizadas por irregularidades del flujo que no permiten aplicar
otros métodos mas simplificados.

2.6.2 Método de los cinco puntos. Consiste en medir la velocidad del flujo en la
superficie, en un punto cercano al fondo y en tres puntos intermedios, situados a
0.2, 0.6, y 0.8 veces la profundidad, h, de la vertical de aforo, medidos desde la
superficie libre. La velocidad media del flujo se obtiene, con buena aproximación,
a partir de la siguiente ecuación:

v s  3v0.2  2v0.6  3v0.8  v f


vm  (18)
10

Donde,
Vs: velocidad superficial.
V0.2: velocidad a 0.2h.
V0.6: velocidad a 0.6h.
V0.8: velocidad a 0.8h.
Vf: velocidad sobre el lecho o velocidad en el fondo.

2.6.3 Método 0.2 - 0.8. Es el método mas utilizado, debido a la rapidez de


ejecución que presenta. Se toman medidas de velocidad en dos puntos de la
vertical: a 0.2h y 0.8h de profundidad, y la velocidad media en la vertical viene
dada por:
v  v 0 .8
v m  0 .2 (19)
2

Este método esta fundamentado en el hecho de que, si se suponen las


velocidades distribuidas a lo largo de un arco de parábola, la velocidad media es el
promedio de las abscisas 0.2114h y 0.7886h, las cuales son prácticamente 0.2h
y 0.8h, medidas desde la superficie.
Se acepta un error del 5% con este método, en relación con otros de mayor
exactitud.

2.6.4 Método 0.6. En este caso solamente se realiza una medición de velocidad,
a 0.6h medidos desde la superficie libre. Esta velocidad se considera la velocidad
media en la vertical, suponiendo que la distribución de velocidades corresponde a
un arco de parábola, en cuyo caso la abscisa media se encuentra entre 0.58h y
0.62h, bajo la superficie.

Este método, obviamente, no es muy exacto, por lo cual solo se recomienda en


aquellos casos que no requieran mayor rigor en la determinación del caudal, y en
corrientes de poca profundidad que hacen impracticable la aplicación del método
anterior, como quiera que la hélice del molinete podría tocar el fondo del lecho,
cuando se le coloque a 0.8h.

2.6.5 Método 0.2 - 0.6 - 0.8. Combina los dos procedimientos anteriores y es,
lógicamente, mas exacto que los mismos, y se aplica cuando se duda de las
velocidades medidas a 0.2h y a 0.8h. La velocidad media se obtiene empleando
la siguiente ecuación:

v0.2  v0.6  v0.8


vm  (20)
3

En casos en que la velocidad puntual v0.8 resulte insegura, como consecuencia de


la turbulencia producida por las irregularidades del lecho, la velocidad media se
calcula promediando las tres velocidades anteriores, pero ponderando doblemente
la velocidad v0.6, esto es:

v0.2  2v0.6  v0.8


vm  (21)
4
Los norteamericanos usan, muy a menudo, la siguiente formula:

v0.2  3v0.6  v0.8


vm  (22)
5

2.6.6 Método de la medición sub-superficial. Este método se aplica en


estaciones de aforo que hayan sido estudiadas hidrometricamente, y consiste en
medir la velocidad en un punto por debajo de la superficie del agua, situado
aproximadamente a 0.2h, para estimar la velocidad media en la vertical, a través
de correlaciones entre las velocidades v0.2 y las velocidades promedias,
determinadas por mediciones mas completas en aforos anteriores.

Este procedimiento simplifica los aforos en secciones ya trabajadas, en eventos de


avenidas o cuando no se puedan efectuar aforos mas detallados.
2.6.7 método de la medición superficial. Este método es similar al anterior y se
aplica solo durante crecidas que llevan mucho material flotante, lo cual pondría en
peligro el molinete. Consiste en medir la velocidad superficial del flujo, para
obtener la velocidad media a partir de correlaciones entre esta y la velocidad
superficial, obtenidas a través de mediciones en, por lo menos, cinco puntos de la
vertical, incluyendo, entre estos, la medición superficial.

2.6.8 Método de la integración en profundidad. Consiste en obtener la


velocidad media del flujo en una vertical, a través del desplazamiento continuo del
correntometro entre la superficie y el fondo, contabilizando el tiempo t, empleando
en dicho desplazamiento, y el numero N de revoluciones dadas por la hélice del
molinete en ese tiempo. El numero de revoluciones por segundo, n = N/t, se
reemplaza en la ecuación de calibración correspondiente a la hélice empleada,
determinándose así la velocidad media del flujo en la vertical.

Este método encuentra mayor aplicación en ríos grandes, con pendientes y


velocidades bajas, reduciéndose ostensiblemente la duración total del aforo, y
obteniendo resultados satisfactorios.

2.6.9 Método de Cunningham. Este autor propone la siguiente formula


simplificada, para calcular la velocidad media en la vertical:

v s  3v2 / 3
vm  (23)
4

Donde,

vs : velocidad superficial de la corriente.


v2/3 : velocidad a los 2/3 de la profundidad h, en la vertical.

2.7 Curva de calibración de una sección de aforo. Como se vio en los parágrafos
anteriores, las estaciones pluviométricas registran los niveles de agua, y los aforos
permiten conocer el campo de velocidades y el caudal del flujo en la sección de
aforo. Sin embargo, ninguno de estos métodos permite conocer en forma continua
el caudal de la corriente, es decir, su variación con el tiempo.

Por esta razón, se recurre a establecer una relación empírica entre los niveles H y
los caudales Q, es decir, que, para conocer los caudales, se necesita establecer
una ecuación matemática para la relación Q = f(H).
Si se conoce esta función, se puede pasar del registro de niveles al de caudal. La
grafica de esta función recibe el nombre de curva gasto, curva de descarga, curva
de caudales, curva de patronamiento, curva de calibración, etc., para la sección
considerada, y tiene la forma presentada en la Figura 21.

FIGURA 21. Curva de calibración Q vs. H, típica en corrientes naturales.

En ríos de morfología constante o poco variable, en que la pendiente de la línea


de agua es aproximadamente la misma en épocas de creciente y de estiaje (o
sequía), la relación nivel- caudal, resulta univoca y estable, permitiendo la
definición de una curva de descarga única. Teóricamente, muy pocos ríos llenan
este requisito; sin embargo, en la mayoría de los casos es despreciable la
influencia y las variaciones de la pendiente de la línea de agua y es posible
aceptar corno unívoca y permanente la relación nivel-caudal de un gran número
de estaciones hidrométricas.

Las curvas de descarga exigen en general, para su definición una serie de


medidas de caudal, abarcando distintos niveles de agua, más o menos distribuidos
entre los estiajes y las crecidas. Tanto mayor sea el número de mediciones,
mayores serán los resultados de definición de la curva. Se considera corno
mínimo razonable el de una decena de mediciones de caudal. Cada medición de
caudal debe referenciarse al respectivo nivel que tenía el río en el momento de la
medición.

Los pares de valores nivel-caudal se grafican en un sistema cartesiano, en el cual


el eje de las abscisas represente el caudal, y el de las ordenadas mida el nivel
dado por el limnímetro. Los datos se pueden ajustar a una ley matemática por el
método de regresión de potencia, o se acude a un ajuste gráfico.

Dado que la geometría de la sección transversal de una corriente natural puede


variar estacionalmente, la curva de calibración de toda sección de aforo debe
actualizarse con cierta frecuencia.

2.8 Recomendaciones generales para el aforo de corrientes naturales.


Estrictamente hablando, la corriente debe ser permanente durante el tiempo que
dura el aforo; sin embargo, esta condición en muchos casos es difícil de conseguir,
principalmente cuando se aforan crecidas.

En aforos abreviados, los puntos de medición de velocidad deben tomarse a las


profundidades 0.2h, 0.6h y 0.8h, a partir de la superficie. Cuando se requiera
gran precisión, el número de puntos de aforo dependerá de la profundidad total, h,
así:
3 ó 4 puntos, si h  1.0 m
4 a 7 puntos, si 1 < h  7 m
10 puntos, si h > 7 m

También se puede adoptar la siguiente regla:

- Para profundidades de 0.0 m a 1.0 m, se requieren tres tomas de


velocidad.
- Para profundidades de 1.0 m a 3.0 m, se requieren cuatro tomas de
velocidad.
- Para profundidades de 3.0 m a 5.0 m, se requieren cinco tomas de
velocidad.

Para profundidades mayores a 5.0 m, se harán tomas de velocidad de metro en


metro, hasta los 10 m de profundidad, y de 1.5 m en 1.5 m, para profundidades
superiores a 10 m.

La toma de velocidad, en gran numero de puntos, para determinar la distribución


completa de velocidades, resulta sumamente larga y laboriosa, por lo cual, si el
régimen no es rigurosamente permanente, la demora en el aforo puede introducir
error apreciable en la medición.

Los grupos encargados de las mediciones deberán disponer del siguiente equipo:

- Carreteles con cables de acero, de diámetro y longitudes suficientes y


compatibles con la anchura del río, debidamente marcados de metro en
metro; winches para la fijación de canoas; molinetes con todos sus
aditamentos; cronómetros; sondas para determinación de profundidades;
miras; bases especiales para anclar el molinete, cuando se trata de aforar
corrientes pequeñas; plantillas; etc.

En los aforos de ríos hasta de 100 m de ancho se usaran dos cables transversales
a la corriente, uno para medir el ancho de la sección, y el otro para amarrar la
canoa y evitar el desplazamiento longitudinal que originan incorrecciones en la
determinación de la sección (Vedse la Figura 8).

Para ríos mas anchos se usara un solo cable que cumpla las dos funciones.
Cuando el ancho del río supera los 400 m, se usan métodos mas complejos, como
los barcos especiales.

Cuando la corriente es poco profunda, el molinete se amarra a una barra clavada


en el fondo del cauce, de manera que aquel se pueda desplazar, a discreción, a
todo lo largo de la profundidad. El molinete se debe mantener orientado
perpendicular a la sección, y con la hélice enfrentando la corriente. La barra debe
mantenerse en posición vertical. Este aforo se puede hacer vadeando la sección,
a pie o a caballo, cuidando de que las extremidades no formen perturbaciones
cerca del molinete.

Cuando, debido a una gran profundidad, no se pueda usar una barra, el molinete
se suspende de un cable graduado y debidamente lastrado para evitar que sea
arrastrado y se mantenga en posición vertical. En este caso es necesario operar
el correntometro desde una lancha, un puente, un teleférico o una tarabita, como
se indica en las Figuras 8 y 17.

Para la toma de velocidades, el espaciamiento de las verticales debe obedecer a


algunas indicaciones, puesto que con base en estas verticales se determina la
sección. Se recomienda que entre vertical y vertical no debe escurrir más del
10 % del caudal total. Evidentemente, entre mas cerca estén las verticales, el
campo de velocidades quedara mejor explorado.

Algunos autores proponen la siguiente tabla para definir el número de verticales en


función del ancho del río.

TABLA 1. Espaciamiento entre verticales de aforo en función del


ancho de la corriente.
Ancho de la corriente Espaciamiento entre verticales
Menor de 3 m 0.2 m
3 - 5 m 0.3 m
5 - 10 m 0.5 m
10 - 20 m 1.0 m
20 - 30 m 2.0 m
30 - 50 m 3.0 m
50 - 100 m 5.0 m
Mayor de 100 m 10.0 m

Cerca a las márgenes se observaran distancias menores.

De todas formas, en la practica, el espaciamiento dependerá de muchos factores,


por locuaz será importante la experiencia y habilidad del técnico.

2.9 Recomendaciones para el establecimiento de una estación fluviometrica.


Para la instalación de una estación fluviometrica se deben llenar algunos
requisitos mínimos, tales como:

- El trecho del curso de agua debe presentar condiciones alti-planimetricas


regulares, es decir, una variación continua en el perfil transversal,
paralelismo entre las márgenes con desarrollo rectilíneo, y regularidad en el
perfil longitudinal. Con ello se asegura un escurrimiento tranquilo y
uniforme, exento de arremolinamiento, y una sección transversal adecuada
para las mediciones de descarga.
- La escala y aparatos deben instalarse en un sitio donde haya una persona
habilitada para ejecutar las lecturas o mantener los equipos.
- El sitio debe estar protegido contra daños que posiblemente causen
embarcaciones o cuerpos flotantes en época de crecidas.
- Debe haber accesibilidad para permitir la lectura en cualquier condición de
nivel de agua.
- La escala debe permitir las lecturas de los niveles extremos previstos, es
decir, los niveles máximo y mínimo de la superficie de agua.
- El trecho longitudinal debe tener aproximadamente cinco veces el ancho.
- La mira o aparato se deben referenciar a un B.M. que no corra el peligro de
desaparecer por cualquier circunstancia.

3. PROCEDIMIENTO PARA LA PRÁCTICA HIDROMETRICA.


3.1 Descripción de la práctica. El siguiente procedimiento esta orientado hacia
un aforo realizable con correntometro.

Una vez seleccionada la estación de aforo, que satisfaga las condiciones


expresadas en el numeral 2.3, se procede a hacer un levantamiento altimétrico de
la sección transversal del cauce, partiendo de un B.M. conocido u otro punto de
referencia, situados en una orilla, levantando lo mas representativo posible el perfil
de la sección transversal, hasta llegar a la orilla opuesta. Este levantamiento se
hará con equipo de topografía o, en su defecto, con cintas métricas y miras, y
permitirá obtener un conjunto de pares ordenados (abscisa o distancia horizontal
desde el punto de referencia, cota o nivel del punto en el fondo del cauce), como
se muestra en la Figura 22.

FIGURA 22. Levantamiento altimétrico de la sección transversal del cauce de una


corriente natural.

EI punto do referencia puede ser la base del tronco de un árbol, el paramento de


una construcción cercana, un mojón, un cercado, etc. Es preferible, aunque no
estrictamente necesario, que dicho punto de referencia sea permanente, de fácil
acceso y cercano, para facilitar restituciones y ulteriores levantamientos.

El siguiente es un procedimiento secuencial para determinar el caudal de una


corriente natural, como la suma de los caudales parciales que fluyen por las
respectivas subsecciones (o subareas) en que se pueda dividir el área total de la
sección transversal del canal:

3.1.1 Extender de orilla a orilla y horizontalmente una cuerda o cinta, atando sus
respectivos extremos a un tronco o una estaca clavada en el suelo, y
situados en cada una de las orillas del cauce. Esta cuerda o cinta servirá
para demarcar en ella puntos sobre los cuales se bajarán verticales
virtuales de aforo, a través de toda la sección transversal del cauce.
3.1.2 Medir el ancho superficial T, del área mojada A, de la sección transversal
del cauce. Véase la Figura 22.

3.1.3 Dividir el ancho superficial en 12 segmentos, como mínimo, para garantizar


que por cada franja o sub-área, en que se dividirá el área de la sección
transversal, no fluya más del 10 % del caudal total que se desea medir.

3.1.4 Enumerar consecutivamente las líneas verticales de aforo, empezando por


un extremo de la superficie de agua y terminando en el extremo opuesto
de la misma. Véase la Figura 22.

3.1.5. Medir la profundidad del flujo, h i, en cada una de las verticales de aforo,
como se indica en la misma figura.

3.1.6. Calcular las profundidades de aforo 0.2 h i, 0.6 hi, 0.8 hi, en cada una de
las verticales de aforo. En estas profundidades, medidas desde la
superficie libre, se colocara el eje del molinete para medir las
correspondientes velocidades.

3.1.7. Situar el correntometro en las posiciones calculadas en el paso anterior,


poner en funcionamiento, simultáneamente, el cronometro y el contador
de revoluciones, y medir el numero de vueltas N, dadas por la hélice en un
tiempo preestablecido (t = 50 s, por ejemplo). Esto se hará iniciando en
una de las orillas y pasando consecutivamente por todas las verticales
predefinidas, hasta alcanzar la orilla opuesta.

3.1.8. Calcular la frecuencia de giro, n, de la hélice empleada, correspondiente a


cada profundidad de aforo, en todas y cada una de las verticales de
medida.

3.1.9. Calcular las velocidades del flujo, vs, v0.2, v0.6, v0.8 y vf, en cada vertical de
aforo, empleando la ecuación de calibración correspondiente a la hélice
empleada. De acuerdo con el método empleado, se podrán emplear o no
las velocidades en la superficie, vs, y en el fondo, vf.

3.1.10. Calcular el valor de la velocidad media del flujo, v m, en cada una de las
verticales de aforo, empleando uno de los métodos propuestos en el
numeral 2.6.

3.1.11. Calcular el área de influencia, A i, de cada una de las sub-secciones en


que se ha dividido el área mojada, correspondientes a las velocidades
medias obtenidas en el paso anterior. Existen dos maneras de calcular
estas áreas de influencia, y son:
I) El área limitada por dos verticales de aforo consecutivas, i e i+1, el
fondo y la superficie de agua, cuya velocidad promedio del flujo, v m, será
el promedio aritmético de las velocidades v mi y vmi+1, correspondientes a
dichas verticales. Véase la Figura 23.

II) El área definida por el fondo, la superficie de agua y dos verticales


hipotéticas, bajadas estas por los puntos medios entre dos verticales de
aforo consecutivas, es decir, entre las verticales i-1 e i, y entre las
verticales i y i+1. La velocidad media para esta sub-sección será la
correspondiente a la vertical iesima, vi. Vease la Figura 23.

FIGURA 23. Definición de áreas parciales en la sección de aforo.

3.1.12. Efectuar los cálculos de los caudales parciales, q i correspondientes a las


sub-secciones en las cuales se dividió e! área total de la sección
transversal, aplicando la ecuación de continuidad, así:

qi = vmi x Ai (24)

3.1.13. Calcular el cauda! total de la corriente, como la sumatoria da los caudales


parciales, qi obtenidos en el paso anterior, así:

k
Q   qi (25)
i 1

3.2 Registro de datos en la planilla de aforo. Previo a las actividades de


medición, se debe hacer un encabezamiento de la planilla de aforo, con la
siguiente información (véase la Tabla 2): nombre de la corriente (río o quebrada),
nombre de la cuenca, nombre de la estación hidrométrica, fecha y hora de
iniciación del aforo, fecha y hora de finalización del aforo, niveles inicial y final de
la corriente, datos del molinete (número de la hélice y ecuación de calibración para
la velocidad), método de aforo empleado (ejemplo: método 0.2h – 0.8h) y el
número ordinal del aforo desde la última calibración del Correntometro.

Las diferentes columnas de la planilla de aforo se llenarán así (véase la Tabla 2):
3.2.1 Distancias desde un B.M. (Bench Mark) o un punto de referencia P.R. Se
anotara la orilla en que esta el B.M. o el P.R. Se anotaran también las
distancias desde el P.R. hasta cada una de las verticales, sobre las cuales
se medirán las velocidades. Las orillas izquierda y derecha se definen en
sentido corriente abajo.

3.2.2 En la columna P.T. (profundidad total) se anotara la profundidad total de la


vertical correspondiente.

3.2.3 En la columna P.A. (profundidad de aforo) se anotaran las profundidades


en que se mide la velocidad de flujo.

3.2.4 En la columna N se registra el numero de revoluciones que da la hélice del


molinete, en el intervalo de tiempo que se haya elegido, el cual no debe ser
inferior a 30 segundos.

3.2.5 En la columna t se anotara el tiempo, en minutos o segundos, que haya


durado la medición; por lo general, es constante para todas las mediciones
(50 o 60 segundos).

3.2.6 En la columna n se coloca el valor de la relación N/t.

3.2.7 En la columna VP se anotara la velocidad en cada punto. Esta velocidad se


puede calcular después del aforo, empleando la ecuación de calibración del
molinete.

3.2.8 En la columna distinguida por las iniciales VMV (velocidad media en la


vertical) se anotara el promedio de las velocidades en los diferentes puntos
de una misma vertical, según el método empleado.

3.2.9 En la columna VM se anotara la velocidad media de cada subseccion, así:

2
- Para las subsecciones próximas a las orillas se toma como vmedia
3
correspondiente a la vertical mas próxima a la orilla.

- Para las restantes verticales se toma el promedio de las velocidades


medias, medidas en dos verticales consecutivas.

3.2.10 En la columna AP (ancho de la sección parcial) se anotara la diferencia de


las distancias medidas desde el punto de referencia hasta las
correspondientes verticales que delimitan la subseccion.

3.2.11 En la columna PM (profundidad media de la subseccion) se anota el


promedio de las profundidades totales de las dos verticales que delimitan la
subseccion. Para las subsecciones adyacentes a las orillas, este valor será
igual a la mitad de la profundidad total de la vertical mas próxima a la orilla
correspondiente.

3.2.12 En la columna SP (área parcial de la subseccion) se anota el producto del


ancho de la sección parcial por la profundidad calculada en la columna 10.

3.2.13 En la columna de Caudal Parcial se anota el producto de la velocidad


media, VM, de la subseccion, calculada en la columna 8, por el área parcial,
calculada en la columna 11.

Es necesario totalizar las columnas de área parcial y caudal parcial, para hallar los
valores totales de área y caudal, y poder calcular la velocidad media en la sección,
así:

Qtotal
vm  (26)
Atotal

4. CUESTIONARIO.

4.1 Con los datos obtenidos en la práctica de campo, calcule la velocidad media
para la sección transversal de la corriente.

4.2 Con las velocidades medias correspondientes a las subareas y con los
valores calculados de estas, calcúlense los coeficientes de Coriolis, α, y de
Boussinesq, β, para la sección de aforo.

4.3 Dibuje el perfil de velocidades correspondiente a una vertical de aforo


intermedia, a partir de la aplicación del método de la curva de distribución de
velocidades, descrito en el numeral 2.6.1.

4.4 Verifique la profundidad para la cual es máxima la velocidad del flujo.

4.5 Calcúlese la velocidad media del flujo para la vertical de aforo del numeral 4.3
y obtenga una relación entre esta y la velocidad superficial de la corriente.

4.6 Para una vertical de aforo cualquiera, determine el coeficiente de rugosidad,


de Manning, empleando la siguiente ecuación:
 v 0 .2 
  1h1 / 6
v
n   0.8 
v 
6.78 0.2  0.95 
 v0.8 
(27)

Donde h es la profundidad del flujo en la vertical de aforo.

4.7 Para las restantes verticales de aforo, repita el ejercicio anterior y obtenga un
valor promedio del coefiente de Manning para la sección de aforo.

4.8 Efectué tres mediciones de velocidad superficial con flotador, obtenga un valor
promedio de esta y compárelo con la velocidad superficial medida con el
correntometro, y con el valor de la velocidad media del flujo correspondiente a la
sección total.

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