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ESCUELA SECUNDARIA

117 “GABRIELA MISTRAL”


TURNO MATUTINO.

←PROBLEMÁTICA EN
MÉXICO DEL SIGLO XIX:
LIBERTAD DE CULTO. →

ALUMNO: GIL LÓPEZ GRISEL.

GRADO Y GRUPO: 3º “A”.

FECHA DE ENTREGA: LUNES 9 DE

ABRIL DE 2018.
LIBERTAD DE CULTO.

Introducción.

El objetivo de este presente ensayo es mostrar la forma en que la iglesia tenía


el control de la gente durante el siglo XIX a través de la política y la economía
del país con los datos que se fueron dejando, para así transportarnos al siglo
actual, el siglo XXI y ver cómo poco a poco la gente obtuvo la libertad de
escoger la religión por la que abogaría sin miedo a ser castigado por alguien en
desacuerdo de esta, gracias a las leyes que se han establecido.

Desde la llegada de los españoles a nuestro país y con la colonización se


empezó a predicar el cristianismo traído desde Europa junto con los
representantes de la iglesia católica, lo cual atentaba con los indígenas nativos
del país, con tal de que practicasen su culto y obedeciesen todas sus órdenes
e indicaciones. Para ello hicieron todo tipo de abusos entre los cuales se
estableció la santa inquisición con el fin de detectar y reprimir costumbres,
prácticas o rituales diferentes a los católicos; las cuales con el tiempo fueron
desapareciendo.

La gente que practicaba otras religiones diferentes al catolicismo eran mal


vistos por las personas que practicaban esta; ya no eran castigados pero aun
así la iglesia católica estaba en desacuerdo con otras religiones por lo que
empezó a buscar poder y así impulsar la religión en todo el país, lo cual no
funciono del todo bien, ya que mucha gente estaba en desacuerdo.

El siglo XIX fue una etapa muy difícil para el país tanto a nivel político,
económico y social, como a nivel cultural y religioso, pues el pueblo tenía un
desorden y era manejado por los políticos, los cuales en su mayoría eran
controlados por la iglesia, con sus creencias religiosas de pagar diezmos,
bautizar a los niños, hacer misas por determinados costos, hacer las
penitencias, etcétera; tales cosas en su mayoría eran precisamente para
controlar al país y tener el poder de este, mostrando los intereses propios,
provocando guerras nacionales e internacionales, creando tratados y dejando
así al país en la ruina, sin recursos, provocando que la población viviera en la
pobreza, con hambre y un bajo desarrollo.
Desarrollo.

“La libertad de culto es un derecho humano fundamental que protege la


conciencia de todas las personas. Nos permite pensar, expresar y actuar en
base a nuestras creencias profundas”. Esta es la idea que se tiene actualmente
de la libertad de culto, en cambio en el siglo XIX este concepto no existía pues
después de tres siglos de dominio español, la sociedad mexicana que nacía a
la vida independiente, se constituía administrativa, espiritual y socialmente solo
bajo la influencia y mirada de la Iglesia Católica que era junto al Estado la única
institución en la que se depositaba toda su vida, gracias a que los asuntos de
registro de nacimiento, de matrimonio y de defunción eran conocidos y
realizados por la Iglesia, así como era la encargada de impartir la educación y
de realizar las obras sociales como la instauración y atención de hospitales, no
existiendo separación entre el Estado y la Iglesia.

En la mayoría de las Constituciones del siglo XIX no se reconocía la libertad


religiosa y, de hecho, se imponía la religión católica como la oficial del Estado.
Por ejemplo, la Constitución de Cádiz —que sirvió de modelo para los primeros
textos constitucionales del México independiente— señalaba en su artículo 12:
“La religión de la nación española es y será perpetuamente la católica,
apostólica, romana, única verdadera. La nación la protege por leyes sabias y
justas, y prohíbe el ejercicio de cualquier otra”.

En 1813 Morelos convocó y reunió el Congreso Constituyente de Chilpancingo,


exponiendo el documento de gran valor histórico e ideológico “Sentimientos de
la Nación”, donde se proclama a la religión Católica como la religión oficial del
Estado. Teniendo como fruto la Constitución de Apatzingán el 22 de octubre de
1814.

El siglo XIX es para México, un siglo de crisis y enfrentamientos internos, de


caos y de pugnas, momento crucial en el nacimiento de la nueva nación,
pareciendo en estos conflictos la figura de la Iglesia, por lo que, los liberales del
país (Juárez, Ocampo, Lerdo de Tejada, Comonfort, etc.) cuestionaron e
intentaron limitar el poder económico, político y social de la Iglesia católica en
México, originando numerosos conflictos entre esta entidad y el Estado. En
1833 al asumir la presidencia Gómez Farías, una de sus políticas más
importantes fue desplazar al clero de la influencia que ejercía sobre el gobierno
con el propósito de promover y facilitar el desarrollo y progreso del país. Desde
la postura liberal, era necesario acabar con los privilegios del clero y aún más
subordinarlo al Estado, realizar una distribución de los bienes de la Iglesia,
decretar la libertad de cultos, y separar definitivamente a la Iglesia del Estado,
para lo que era necesario llevar estas intenciones a la Carta Magna.

El proyecto de cambio se realizó por medio de las leyes de Reforma,


conformadas por la Ley del 26 de abril de 1856; la Ley del 5 de junio de 1856,
que extinguía la Compañía de Jesús; la Ley del 25 de junio de 1856, la
Constitución de 1857 se incluyeron leyes tales como la Abolición del Fuero, la
de Desamortización de Bienes de Corporaciones Civiles y Religiosas y la
Libertad de Enseñanza, con este ordenamiento jurídico se consolida totalmente
el triunfo de los liberales frente a la Iglesia, limitando su poder económico, y
especialmente político, con la separación oficial y jurídica de la Iglesia y del
Estado.

En plena Guerra de Reforma, producto del enfrentamiento entre liberales y


conservadores, y con un gobierno peregrino por la persecución política, el
Presidente Benito Juárez estableció su interinato en la ciudad de Veracruz,
donde, convencido de la importancia de establecer un gobierno republicano,
continuó su lucha contra los privilegios del Clero y del Ejército.

Para dar continuidad a las Leyes de Reforma, cuyo propósito fundamental era
la separación entre la Iglesia y el Estado, así como establecer las
competencias de sendas instituciones, y para consolidar la Independencia de la
Nación, el 4 de diciembre de 1860, decretó la Ley sobre Libertad de Cultos.

Esta ley dio a las personas la libertad para elegir el culto de su preferencia y
ejercer así un derecho natural, impidió al Estado obligar a sus ciudadanos a
practicar una religión específica y reconoció a la Iglesia como cualquier otra
asociación legítimamente establecida.

Debido a las circunstancias propias de la guerra y de la Intervención Francesa,


este decreto no formó parte de la Constitución de la República, hasta que el 25
de septiembre de 1873, el presidente Sebastián Lerdo de Tejada lo incorporó
junto con las otras Leyes de Reforma.

En realidad, fue hasta 1857 cuando por omisión tuvo origen la separación entre
Iglesia y Estado en el marco constitucional, toda vez que la Constitución de ese
año no hizo mención de tratamientos privilegiados a la iglesia o de intolerancia
hacia otras religiones. Por otro lado, las Leyes de Reforma promulgadas entre
1854 y 1857, así como la “Ley Juárez” y la “Ley Iglesias”, establecieron
medidas que suprimieron importantes beneficios económicos y políticos a las
corporaciones religiosas. Dichas leyes establecieron restricciones en contra de
la iglesia, tales como como la supresión de corporaciones masculinas de
regulares, la extinción de cofradías y el cierre de noviciados en los conventos
de monjas, la nacionalización de los bienes eclesiásticos, la eliminación del
fuero eclesiástico y algunas de enorme impacto político, como dejar que el
sostenimiento del culto fuera hecho por los propios fieles. La inclinación
separatista de la segunda mitad del siglo XIX fue reafirmada en la Constitución
Política de 1917, la cual adoptó algunos principios que por su severidad fueron
considerados como anticlericales. En sus artículos 3, 5, 24, 27 y 130 la nueva
Constitución incorporó una serie de severas restricciones y prohibiciones,
dirigidas, principalmente, a las instituciones religiosas y a los ministros de
culto.34 Estas cláusulas, sin embargo, no se aplicaron sino hasta 1925, cuando
el gobierno de Plutarco Elías Calles intentó hacerlo, lo cual provocó la llamada
“guerra cristera”.

•Artículo 24. Todo hombre es libre para


profesar la creencia religiosa que más le agrade
y para practicar las ceremonias, devociones o
actos de culto respectivo, en los templos o en su
domicilio particular, siempre que no constituyan
un delito o falta penados por la ley•

Uno de los momentos más álgidos ocurrió en


México a partir de 1926 bajo el
presidente Plutarco Elías Calles, en que se prohibió el culto católico y se
persiguió a los fieles católicos con diversas medidas. Estas leyes contaban con
el rechazo popular, y después de diversos intentos pacíficos de solución y
varias muertes violentas por fanatismo anticlerical, se produjo un levantamiento
popular, conocido como Guerra Cristera. Una de las víctimas de la persecución
más conocidas es el Padre Miguel Agustín Pro Juárez, beatificado como mártir
en 1988 por Juan Pablo II. Desde 1931 la persecución se convirtió en
tolerancia, pero no fue hasta 1992 que las leyes volvieron a adecuarse al
derecho internacional en materia de libertad religiosa.

Los primeros años del siglo XX fueron para la Iglesia en México de cierta
tranquilidad y crecimiento. El sistema político fuertemente personalizado en el
General Porfirio Díaz, ambiguo en sus relaciones con distintos grupos de la
sociedad, sistema personal conocido como “política de conciliación”, permitió
que sin cambiar ni el más mínimo elemento de la legislación restrictiva para las
instituciones eclesiales, se abrieran espacios para la educación de raíz católica,
regresaran al país o se fundaran en él congregaciones religiosas y que buen
número de seminarios para la preparación al sacerdocio funcionaron con
libertad. A pesar también de la resistencia del liberalismo puro a las
manifestaciones exteriores de religiosidad, a causa de su teoría acerca de que
la religión era un asunto privado, la piedad popular pudo expresarse casi sin
restricciones sobre todo en las áreas rurales y en las poblaciones pequeñas.

Actualmente, en el siglo XXI México es un país cuya población es


profundamente religiosa y mayoritariamente católica y guadalupana; es un país
con una fuerte presencia de iglesias evangélicas y una creciente pluralidad
religiosa. México es un país de un laicismo profundamente arraigado y con una
sociedad crecientemente secularizada, cuyos habitantes enfatizan cada vez
más la importancia de la separación entre el Estado y las iglesias, entre lo
público y lo privado.

En México existen registradas seis mil 484 asociaciones religiosas, las cuales
están divididas de la siguiente manera: dos mil 969 son católicas, apostólicas y
romanas; mil 690 de Pentecostés; mil 580 bautistas; 67 presbiterianas; 53
espiritualistas; 24 ortodoxas; 14 adventistas; nueve luteranas; nueve judías;
ocho budistas; seis metodistas; cinco de la Luz del Mundo; cuatro científicas
cristianas; cuatro corresponden a nuevas expresiones; tres hinduistas; dos de
los testigos de Jehová; dos krhisnas; dos islámicas; una anglicana; una de los
mormones y una más del Ejército de Salvación. Históricamente ha existido un
subdesarrollo o un subejercicio de la libertad religiosa. Su configuración como
derecho humano que debe ser garantizado por el Estado ha tenido poca
relevancia, debido a que México ha experimentado un proceso largo y muy
complicado para convertirse en un Estado laico, todo esto se ha observado por
medio de la historia constitucional.

Son tres los artículos constitucionales que influyen en la libertad religiosa en


nuestro país. El artículo 1o. reconoce los derechos humanos de todos los
mexicanos, también prohíbe cualquier discriminación, incluyendo la del credo
religioso; el artículo 24 reconoce la libertad religiosa y su participación en el
culto; el artículo 130 reglamenta y reconoce a las diferentes iglesias.

El derecho a la libertad religiosa protege tanto a los creyentes como a los no


creyentes, curiosamente, para vivir en lo público y en lo privado de acuerdo a
su conciencia en materia religiosa.

Cuando hablamos de libertad de religión, nos estamos refiriendo a uno de los


derechos intrínsecos de la persona humana, que consiste en que todos los
hombres están inmunes de coacción, tanto por parte de individuos como de
grupos sociales y de cualquier potestad humana, y esto de tal manera que, en
materia religiosa, ni se obligue a nadie a obrar contra su conciencia, ni se le
impida que actúe conforme a ella en privado y en público, sólo o asociado con
otros, dentro de los límites debidos.

El derecho a la libertad religiosa está fundado en la dignidad misma de la


persona humana. Este derecho de la persona humana a la libertad religiosa ha
de ser reconocido en el ordenamiento jurídico de la sociedad, de tal manera
que llegue a convertirse en un derecho civil.

Si decimos que el derecho a la libertad religiosa se funda en la dignidad de la


persona, no hablamos del ámbito subjetivo de la misma, sino de la naturaleza
misma del ser humano. Pero bien, este derecho no es sólo un derecho
fundamental que debe ser reconocido por cualquier ordenamiento jurídico, sino
que, antes, es la dimensión constitutiva de la realidad humana en la que se
afirma el fundamento existencial como ser humano.

Conclusión.

Después de saber todo lo que ha pasado con el país y el pueblo por causa de
que la iglesia quería tener el poder, que se impartiera y practicara el
cristianismo; nos damos cuenta que actualmente en el país mayor parte de la
población practica la religión católica.

También nos damos cuenta que cuando preguntamos a alguien mayor,


investigamos en algunas fuentes electrónicas actualizadas sobre ¿Cuál es la
religión oficial en México? Y la respuesta que nos aparece es CATÓLICA, la
pregunta es ¿Por qué? ¿No se supone que México es un país laico desde la
separación del estado-iglesia? Pues tal parece que NO.

México aparenta ser un país laico, en el cual existe una liberta de culto, en la
cual cada persona elige la religión por la que abogara y la cual practicara, pero
no es así, puesto que estos son los porcentajes en los que se practican las
religiones en México:

 Catolismo (79%)
 Protestantismo (11%)
 Ninguna (4.7%)
 Sin especificar (2.7%)
 Otras (1.3%)
 Testigos de Jehová (1.3%)

En estos datos nos damos cuenta de que la religión que se practica más en
este país es la católica, con un numero muchísimo más alto que las demás
religiones.

Aparte de eso las religiones son mal vistas por las demás religiones, todas son
enemigas entre sí. Por ejemplo, la religión Yoruba o santería, muchas personas
la ven como una mala religión, en la cual las personas creen que se hacen
pactos, que maldicen a la gente, cuando en realidad hacen lo mismo que todas
las demás religiones, las personas siguen una creencia, y en lo personal
considero que las personas yoruba están bien con las demás religiones aunque
las demás le tiren la sal.

¿Por qué existe ese tipo de tratos entre la gente que practica diferentes
religiones a la católica? Porque en realidad en México sigue la iglesia católica
teniendo el poder. ¿Qué acaso la gente no se ha dado cuenta de eso? Si cada
domingo que las familias van a las misas y dan limosna ¿no es como el
diezmo?; cuando es alguna celebración católica en las escuelas son las fechas
de vacaciones como en navidad, noche buena, pascua; son celebraciones que
se hacen oficialmente en las iglesias católicas y todo el país debe ser testigo,
no son las únicas fechas en las que la iglesia católica celebra a nivel nacional
sus fiestas, hay muchas más durante todo el año y la gente no se da cuenta de
eso.
Bibliografía.

http://www.mty.itesm.mx/dhcs/deptos/ri/ri-802/lecturas/lecvmx348.html

http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0188-
25032012000200006

http://www.jornada.unam.mx/2006/12/06/index.php?section=opinion&article=02
6a1pol

https://www.saladeprensamormona.es/articulo/la-libertad-de-culto

http://appweb.cndh.org.mx/biblioteca/archivos/pdfs/fas_CPCDH13.pdf

http://internacionales.pri.org.mx/SabiasQue/Sabias.aspx?y=4069

http://archivo.estepais.com/inicio/historicos/133/7_Ensayo4_Religiones_Blanca
Tte.pdf

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