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ÉTICA Y DEONTOLOGÍA PROFESIONAL

UNIDAD 4: EL MAL
PREGUNTAS INEVITABLES Y REFLEXIONES 1

«El mal nos libra de la frivolidad metafísica.»


(Max Scheller)
Nos obliga a reflexionar, a profundizar,
para vivir una existencia significativa y profunda.

El psiquiatra Viktor Frankl refiere que, en una oportunidad, luego de explicarle a su hija
de 6 años que “el buen Dios” la había curado del sarampión, ésta respondió, para su
desconcierto: “Muy bien, papá, pero no te olvides de que primero él me envió el
sarampión”.

Principal argumento del ATEÍSMO o del DEÍSMO:

«…es inadmisible aceptar que Dios se valga de los males para cumplir
con sus fines, motivo por el cual debe deducirse que, si hay mal en el
mundo, es porque Dios no existe o no interviene de ninguna forma.»

Frente a esto:

“…no hay rasgo del mensaje cristiano que no sea en parte una respuesta
a la cuestión del mal.” (Catecismo de la Iglesia Católica, n. 309)

1.- MAL= misterio banalizado en nuestra cultura.

2.- Es una experiencia que sale a nuestro encuentro sin aviso previo y pone en
cuestión todas nuestras certezas e interpretaciones de la vida.

3.- En los planes de estudios se le da una importancia menor, cuando – en realidad


– es un drama de nuestra existencia.

1
. Juan Pablo Roldán: Revista "Creciendo en Familia" (UCA), Nº 12, 2009.

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“O bien Dios no quiere eliminar el mal o no puede; o puede, pero no


quiere; o no puede y no quiere; o quiere y puede. Si puede y no quiere
es malo, lo cual naturalmente debería ser extraño a Dios. Si no quiere ni
puede, es malo y débil y, por tanto, no es ningún Dios. Si puede y quiere,
lo cual sólo es aplicable a Dios, ¿de dónde provienen entonces el mal o
por qué no lo elimina?”. (Epicuro, ss. IV-III aC)

4.- Nuestras respuestas suelen ser «correctas», aunque INSUFICIENTES. Así,

1°.- «Dios no quiere el mal, pero LO PERMITE».

Sin embargo, la pregunta es: ¿acaso quien permite un mal que podría
impedir, en alguna medida no es cómplice de él?

2°.- «Bueno, pero, Dios RESPETA nuestra LIBERTAD».

No obstante, en tal caso estaría respetando la libertad del victimario, no de


la víctima.

3°.- «El mal es un MISTERIO, pero no un absurdo».

5.- En el mejor de los casos abordamos la problemática del mal desde la


PERSPECTIVA RELIGIOSA; esta perspectiva es propia de la mentalidad europea del
SIGLO XVII y se podría identificar con lo dicho por Gottfried Leibniz en Teodicea o
«justificación de Dios» (comienzos del s. XVIII).

“Por algo habrá sido”; “Dios así lo quiso”; “no hay mal que por bien no
venga”; “Dios sabe lo que hace”; “Dios te lo envió por un bien mayor”,
etcétera.

«Es muy utilizado el “ejemplo del tapiz”. En nuestra vida alcanzaríamos


a ver sólo el reverso del tapiz: un conjunto de nudos mal distribuidos y
sin belleza. Si lo diéramos vuelta, descubriríamos un maravilloso orden
que se nutría del aparente desorden y de la aparente fealdad que lo
sustentaba. Así sucedería con nosotros: padecemos todo tipo de males,
pero sólo lo son en apariencia, porque están integrados al plan

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pedagógico divino. ¡No! Es muy importante resistirse a una gran


influencia cultural y poner en claro que ésta no es la postura religiosa
tradicional, ni tampoco la postura del Cristianismo en particular.»

Esta perspectiva se podría resumir en lo dicho por el poeta inglés Alexander


Pope: «Whatever is, is right.» (= lo que sea, está bien). En última instancia,
se trata de lo que podríamos llamar el OPTIMISMO RELIGIOSO.

6.- SIGLO XVIII. Este «optimismo» comenzó a derrumbarse en Europa con motivo
del TERREMOTO que destruyó la ciudad DE LISBOA en 1755. Este evento fue
seguido por hechos de barbarie humana que provocaron gran escándalo. En este
contexto, el optimismo religioso fue fuertemente criticad por Voltaire (François Marie
Arouet), quien en su momento lo sostuvo.

“No queráis consolarme, pues agriáis mis dolores. Sólo veo en vosotros el esfuerzo
impotente de un desgraciado altivo que finge estar contento”.

Como consecuencia de estos acontecimientos, se produjo una gran división


entre:
a.- «RELIGIOSOS» pasivos y resignados: hay que aceptar la
Voluntad de Dios, aunque incluya males. (Recordar a Job) Según esta concepción,
el MAL es «UN MOMENTO DEL PLAN DE DIOS»; así lo sostenía la Teodicea de
Leibniz.

b.- «ATEOS» y DEÍSTAS», que sostenían que, aún cuando Dios


existiese, no interviene en la historia de los hombres. Para estos, el MAL es «UNA
LEY DE LA VIDA» contra la que no se puede luchar.

7.- SIGLO XX. Los horrores de la SEGUNDA GUERRA MUNDIAL, del COMUNISMO y
del NAZISMO volvieron aponer sobre el tapete esta cuestión.

¿QUÉ RESPUESTA PODEMOS PLANTEAR?

1.- Es preciso salir del facilismo propio del optimismo religioso y del ateísmo y del
deísmo. No hay respuestas fáciles.

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2.- Frente al facilismo, permanecen dos grandes preguntas:

Frente al optimismo religioso: «SI DEUS EST, UNDE MALUM?»


(Si Dios existe, ¿de dónde viene el mal?)

Frente al pesimismo deísta y ateo: «SI DEUS NON EST, UNDE BONUM?»
(Si Dios no existe, ¿de dónde viene el bien?)

3.- La tradición ha sostenido que el MAL ES UNA PRIVACIÓN, UNA AUSENCIA, UNA
FALTA, UNA CARENCIA de un BIEN DEBIDO, es decir, de un bien que – por
naturaleza – debiera estar. Los pensadores medievales sostenían que el mal no tenía
CAUSA EFICIENTE, sino CAUSA DEFICIENTE (es decir, un «NO»: no haber
aceptado el orden natural, lo real, lo que Dios movía a realizar).

 Esto quiere decir que el mal no es un ser, una cosa, una substancia. De modo
que el mal NO TIENE UN «POR QUÉ» (= Causa Eficiente).

 Que algo «no esté» no puede tener una causa, es decir, no puede tener un
ACTO – en la causa eficiente, esta causa es la que produce algo –. Así, por
ejemplo, que el café esté amargo no puede ser un acto, sino la falta de él:
no se le puso azúcar.

 Si se habla de un «BIEN DEBIDO», tiene que haber un orden o parámetro


de referencia; en nuestro caso, el ORDEN NATURAL PENSADO y QUERIDO
POR DIOS.

 En consecuencia, sólo puede hablarse del mal SI EXISTE/HAY DIOS.

 Existen distintas «clases» de mal:

 MAL FÍSICO (ej.: enfermedad): en el que no interviene la libertad


humana; es propio de nuestra materialidad, es algo que nos viene
impuesto. Somos seres corruptibles, finitos, perecederos… Hay en
nosotros una fragilidad existencial: la CONTINGENCIA. El mal físico es
parte del mundo material, le es propio. Sin embargo, el hombre puede
provocar males físicos (ej.: por una vida desordenada que lo lleva a
contagiarse de enfermedades o por el descuido de la ecología y del
medio ambiente). El mal físico puede aliviar el mal de pena (ej.:

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cuando una persona ofrece su sufrimiento por otro o se sacrifica por


otro). Además, este mal físico puede entrar en un plan que busque un
bien (ej.: la intervención de un dentista provoca dolor para alcanzar
un bien mayor2).

 MAL MORAL: en el que se da la participación de la LIBERTAD


HUMANA. Dios no lo quiere ni directa ni indirectamente; no debería
haber existido. Es la clase de mal MÁS GRAVE e INADMISIBLE. Es un
mal que no debería haber existido y que podría no haber existido. Esta
clase de mal tiene dos caras:

a.- MAL DE CULPA: es la cara activa de quien lo realiza.

b.- MAL DE PENA: es la cara pasiva de quien lo sufre; que es


también padecido por quien realiza un mal de culpa. El más
difícil de entender es el «MISTERIO DE LA INIQUIDAD» (=
inocentes que sufren injustamente un mal de pena). El mal de
pena es más angustiante que el mal físico3. Así, el mal de pena
acrecienta el mal físico.

4.- ¿Cómo es posible que exista el mal moral en un mundo creado por Dios, que es
Bueno y Omnipotente? ¿Cómo puede ser posible que el hombre – que no es creador
– sea capaz de hacer algo si la ayuda de Dios?

 ¿Cómo es posible que el hombre, que nada bueno puede hacer sin Dios,
pueda hacer «algo malo» sin su ayuda? Jacques Maritain, parafraseando la
sentencia del Ev. de Juan (15, 5): Sin mí, nada pueden hacer, decía: «Sin
mí, podéis hacer la nada», es decir, INTRODUCIR LA NADA en el mundo, una
HERIDA DE NO-SER.

 Por lo tanto, el HOMBRE, que siempre es CAUSA SEGUNDA de todo cuanto


existe, es CAUSA PRIMERA DEL MAL no porque haga algo, sino porque NO
HACE LO QUE ES DEBIDO (= orden natural).

2
. Por lo tanto, El fin no justifica los medios, es una máxima que sólo se aplica al mal moral.
3
. Alguien puede sufrir un mal físico (ej.: una enfermedad grave) con entereza e, incluso, con paciencia y
alegría.

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 SÍNTESIS:

a.- Dios no está implicado en el origen del mal ni lo introduce en sus


planes. DIOS SIEMPRE NOS MUEVE AL BIEN, esta es su VOLUNTAD,
este es su PLAN «A»: el hombre tiene una VOCACIÓN, recibe una
MISIÓN, tiene una INSPIRACIÓN que lo conduce a realizar el bien.

b.- Cuando el hombre REALIZA EL MAL, fantasea con actuar como


CAUSA PRIMERA, es decir, ser como dioses. Aquí se encuentra la
SOBERBIA – como principio del mal – y la AVARICIA – como su raíz:
al preferir los bienes finitos frente al Bien Infinito –. Esto sólo puede
lograrse de MODO DEFICIENTE (= haciendo el mal).

“…en el fondo, hay dos clases de hombres: aquellos que dicen a Dios
‘hágase tu voluntad’ y aquellos a quienes Dios dice ‘hágase tu voluntad’”.
(Lewis, Clive Staples [1898-1963]; escritor inglés y apologista cristiano)

5.- Cuando el MAL es introducido en la historia, DIOS ejecuta su PLAN «B», la


PROVIDENCIA: Dios no permite el triunfo del mal. Sin embargo, en el «hoy» de
nuestra historia, nos encontramos inmersos en este drama (DEVENIR DRAMÁTICO).

 Por eso, el CRISTIANISMO no tiene una visión estática del mundo, sino
HISTÓRICA, donde interviene la libertad y no el eterno retorno ni la
necesidad, la tragedia o la fatalidad del destino, – al modo de los antiguos
griegos –.

 En esta visión histórica se produce la LUCHA CONTRA EL MAL: «CUM DEO


CONTRA MALUM». Así, san Agustín en la Ciudad de Dios; al modo del trigo
y la cizaña, las dos ciudades combaten en el escenario de la historia.

 DIOS lucha contra el mal de 3 maneras:

a.- De MODO ORDINARIO: ordenando todo al BIEN según su Voluntad


originaria (= orden natural).

b.- De MODO EXTRAORDINARIO: impidiendo ciertos males mediante


su intervención directa.

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c.- VELANDO por el que sufre y ORDENANDO TODO MAL A UN BIEN


POSTERIOR; aunque, nada anula lo padecido.

 Por eso, somos invitados (= llamados) a luchar ACTIVAMENTE contra el mal.

SÍNTESIS

MAL = un DRAMA, pero NO una TRAGEDIA

1.- DIOS ABSOLUTAMENTE NO QUIERE EL MAL, ni siquiera como un medio para


alcanzar un bien ulterior. El mal no entra en su DESIGNIO ORIGINAL (=
VOLUNTAD).

2.- Pero, dado que el MAL ACAECIÓ – fue introducido –, DIOS NO PERMITE SU
VICTORIA FINAL y SACA UN BIEN del mal.

3.- EL MAL SIEMPRE SERÁ ETERNAMENTE UN MAL, UNA PRIVACIÓN, UNA


CARENCIA, UNA FALTA, UNA DEFICIENCIA.

4.- El mal no tiene un «POR QUÉ» (= CAUSA EFICIENTE4) ya que es una privación,
un NO-SER, de allí que no tiene causa – un acto 5–, pues si tuviese una causa el
mal sería algo, una cosa, una substancia. Por lo tanto, Dios no tiene ninguna
implicación en el origen del mal.

5.- El mal tiene un «PARA QUÉ» (= CAUSA FINAL): ordenados a un BIEN. El sentido
es fuente de CONSUELO.

6.- MAL = MISTERIO (= lo que excede a nuestra razón y, por ende, que nunca
podremos comprehender plenamente), pero NO un ABSURDO (un sinsentido;
absurdo: es lo contradictorio, lo irracional). Por lo tanto, debemos amar el misterio
y combatir el absurdo.

4
. La causa eficiente es aquella que produce algo: la que hace que algo sea o que sea de cierto modo.
5
. La causa eficiente siempre es algo que está en acto.

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7.- MAL MORAL = MAL EN SENTIDO ABSOLUTO: por lo cual, nunca será lícito
provocar un mal moral para alcanzar un bien (= el fin no justifica los medios).

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