INSTITUTO SUPERIOR DE FORMACIÓN DOCENTE N°129

Perspectiva Ambiental II

El agua y la desigualdad de género en

África

Por Talento, Sofía.

2019

Profesor: Romanelli, Ezequiel

Profesorado de Geografía

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Perspectiva Ambiental II

La gran paradoja que somete en África a gran parte de su población a la miseria,

subsistencia y escases de agua, gira en torno a que, hablamos de un continente
que cuenta en el subsuelo de su territorio, con la mayor cantidad de reservorios
de agua dulce -y que además son de gran tamaño-, pero que no cuenta, con los
capitales y los recursos tecnológicos para poder acceder a la misma y distribuirla
de manera igual entre sus poblaciones. Ahora bien, no solo es una cuestión de
vaguedad institucional y pobreza técnica por parte de los Estados y gobiernos
africanos, sino que también, entran a jugar un rol importante factores quizá
externos: ésta es extraída y explotada por parte de empresas extranjeras y
utilizada en un importante número de tareas productivas, que necesitan de ella
en gran cantidad, aumentando aún más la desigual distribución de la misma en
un país donde la falta de agua es marcada y patente, y genera en la actualidad,
entre otras dolencias, la muerte de miles de hombres, mujeres y niños.

A todo esto, deberíamos sumarle factores tales como la falta de lluvias

periódicas, el clima árido de ciertas zonas del continente, las graves sequias
provocadas por la gran evaporación y el consecuente cambio climático
provocado por el hombre, que magnifican aún más el problema de la escases. 1

Ahora bien, entre los graves problemas que genera la falta de agua potable en
la región, me interesa recalcar los graves problemas que genera en la vida de
millones de mujeres y niñas. Podríamos pensar que el agua, como recurso vital,
afecta por igual a todos los seres humanos, y técnicamente puede decirse que
sí, pero calando hondo en el problema, encontramos que la situación no es tan
simple. Miles de mujeres en África, sufren de desnutrición, deshidratación,
enfermedades generadas por los malos niveles sanitarios, a las cuales sumamos
otras consecuencias que la población masculina en general no sufre, o cuyas
proporciones son de 1 a 10 con respecto a las mujeres y niñas.

Un recurso muy importante para apreciar estas cuestiones lo brinda la infografía

del Banco Interamericano de Desarrollo, con fuentes provenientes de la OMS y
Unicef. La infografía nos invita a pensar sobre estas consecuencias que genera

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Información extraída de la Web https://ayudaenaccion.org/ong/blog/solidaridad/problemas-del-agua-
africa/

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en la vida de las mujeres africanas, la falta de acceso a las fuentes de agua dulce
disponibles en su territorio.

Centrándonos en el territorio africano, podemos decir que, la mayoría de las

zonas urbanas y, más que nada, las rurales, cuentan con un acceso al agua
potable limitado. Donde se da este tipo de situaciones, la responsabilidad de
proveer a la familia recae, en el 90% de los casos, en las mujeres adultas, así
como también, en menor media, en niñas y adolescentes, ya sea por cuestiones
culturales o por ser las únicas disponibles para dicha tarea. Son estas las que
deben proveer al hogar y, por ende, realizar importantes sacrificios para poder
hacerse con dicho recurso. Las zonas en las cuales se localizan posos de donde
puede extraerse el agua se encuentran alejadas de los principales poblados

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rurales, debido a la cual, las mujeres deben recorrer demasiados kilómetros para
poder encontrarla, lo que genera en primer lugar, un trabajo muy sacrificado
debido a la necesidad de recorrer grandes distancias, al mismo tiempo que,
dichos caminos no oficiales están plagados de potenciales peligros: ataques
violentos y sexuales, el encuentro con animales, son algunos de los problemas
crónicos a los cuales estas mujeres están expuestas en el camino. Pero la
situación no finaliza ahí, un segundo problema lo encontramos en la dificultad de
obtener el agua de dicho poso, y más tarde, en el acarreo de esta hacia el
poblado. Esta se hace de manera precaria, en tambores, vasijas y bidones
pesados, cargados sobre los hombres y la cabeza, lo que genera importantes
dificultades físicas y consecuentes problemas de salud crónicos, que deterioran
aún más la calidad de vida, al mismo tiempo que, la cantidad de agua que se
acarrear no es suficiente para cubrir la demanda familiar. 2

Pero la situación no termina ahí, el tiempo que demanda este proceso de

recolección sobre pasa, en muchos casos, las 5 horas, y al ser un proceso diario,
encontramos una baja muy importante en la escolaridad de las niñas africanas
que se encuentran en regiones con escases de agua. Dedicarse a dicha tarea
les impide asistir regularmente a las escuelas, generando una más amplia
desigualdad entre ella y sus pares varones. 3 Dicho problema pasa a ser también
crucial, ya que la no educación de muchas niñas africanas las sigue relegando a
un papel de dependencia y sumisión por parte de sus familias, tanto como en
relación con otros hombres. Las sigue delimitando al único papel crucial que
pueden cumplir, que es el de seguir reproduciendo este sistema que las caratula
como las responsables de la provisión de agua, en circunstancias penosas y
peligrosas al extremo para su propia vida.

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En Malawi, hay grandes variaciones en el tiempo invertido en la recogida de agua en función
de factores estacionales, aunque la mujer invariablemente emplea 4 o 5 veces más tiempo que
le hombre en estas tareas.
En el 12% de los hogares, los niños son los principales responsables de recolectar el agua; las
niñas menores de 15 años suponen el doble de los niños a cargo de esta tarea.
Un estudio sobre África subsahariana indica que las mujeres y niñas de países de bajos
ingresos gastan 40.000 millones de horas al año recolectando agua - el equivalente a un año de
trabajo del conjunto de trabajadores de Francia.
3
En Tanzania, una encuesta detectó que la asistencia a la escuela de las niñas era el 12%
mayor en los hogares ubicados a 15 minutos o menos desde la fuente de agua respecto de
aquellos en los que la fuente de agua se encuentra a una hora o más.
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El siguiente cuadro comparativo, que tienen en cuenta a los demás continentes,

permite apreciar las cuestiones que vengo citando aquí, así como también nos

permite hacer una distinción con otras regiones del globo. Vemos que en todos
los casos la proporción de mujeres dedicadas a estas tareas es mayor, como
sucede por ejemplo en los países del sudeste asiáticos productores de arroz;
pero el salto más cualitativo se da en el caso del continente africano que, en la
actualidad, es el más afectado con respecto a la falta de agua, y donde se ve
aún más las desigualdades de género que la falta de esta genera.

Por último, con toda esta información se puede concluir, que el agua no solo
afecta a gran número de seres humanos en lo físico, en lo alimenticio y la salud,
sino que deteriora y hace más miserable la vida de gran cantidad de mujeres y
niñas que no solo se ven privadas en lo referente al agua, sino que sus
decisiones personales son coaptadas para cumplimentar el trabajo de
recolección, así como son privadas de una vida digna, de una infancia sana, de
buena salud y de educación. Tambien vemos que esta situación lejos está de
circunscribirse al territorio africano, pero es allí donde más crítica es y donde las
causas internas que para la región se pueden esbozar no son las únicas
generadoras de este problema. Debemos mencionar las injerencias extranjeras
en el territorio, los conflictos y la desidia estatal o mejor dicho supraestatal, así
como no dejar de remarca el sistema machista patriarcal que se deja ver de
manera muy clara también en dicho problema.

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En la actualidad, diferentes programas de organismos internacionales intentan

darle vuelta a esta situación con diferentes recursos, pero aun la situación sigue
siendo compleja y amplia. Hace falta la puesta en marcha de mecanismos que
realmente presionen a los gobiernos africanos para que generen estructuras más
eficaces para mejorar la distribución del recurso, así como también que puedan
limitar la injerencia de empresas extrajera que extraen y utilizan un recurso tan
preciado y escaso para la población africana, en pos de sus intereses.

Se puede recatar la siguiente cita para finalizar este trabajo “(…) Las diferencias
y desigualdades entre hombres y mujeres determinan cómo los individuos
responden a los cambios en la gestión de los recursos hídricos. Comprender los
roles de los géneros, las relaciones y las desigualdades permitirán explicar las
opciones disponibles y las elecciones de los individuos. Implicar a ambos,
mujeres y hombres, en las iniciativas de gestión integrada de los recursos
hídricos puede aumentar la efectividad y eficiencia de los proyectos (…)”. 4

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Cita extraída de la Web https://www.un.org/spanish/waterforlifedecade/gender.shtml

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Bibliografía consultada

-OMS y Uniceff (2010): “Progress on Sanitation and Drinking-Water. Varias

versiones. Esta es la que está en inglés:
https://www.who.int/water_sanitation_health/monitoring/9789241563956/en/
-Guía de Recursos: Transversalización del enfoque de género en la Gestión del
Agua. PNUD, 2006.
-Género, Agua y Saneamiento. Informe de Políticas. Grupo de Trabajo de ONU
Agua sobre Género y Agua, 2006.
-Informe sobre Desarrollo Humano 2006. Más allá de la escasez: Poder, pobreza
y crisis mundial del agua. PNUD, 2006.
-https://www.un.org/spanish/waterforlifedecade/gender.shtml
-https://ayudaenaccion.org/ong/blog/solidaridad/problemas-del-agua-africa/
-https://www.indracompany.com/es/blogneo/agua-saneamiento-africa-tambien-
desigualdad-genero