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CAPITULO II

FUNDACIÓN DE LA IGLESIA EN EL NUEVO TESTAMENTO

1. FUNDADOR DE LA IGLESIA
2. EL FUNDAMENTO DE LA IGLESIA
3. LAS RAICES DE LA IGLESIA
a) La evidencia
CAPITULO II
FUNDACIÓN DE LA IGLESIA EN EL NUEVO TESTAMENTO

1. FUNDADOR DE LA IGLESIA

Las organizaciones que existen en el mundo, y las diferentes sociedades religiosas, deben
su origen a personas naturales, pero la Iglesia ha sido fundada por Dios mismo un ser divino
y supremo por toda la eternidad. El origen de la iglesia es divino porque es obra de las Tres
Divinas Personas. Sabido el misterio, pasamos a Jesucristo, el fundador de la Iglesia, el
“iniciador y consumador de nuestra fe” como lo dice Hebreos 12:2 RV60.

La palabra «iglesia» indica ya un llamamiento por parte de Dios para salir de la


perversidad del mundo. Esta fundación de la Iglesia se remonta, en los designios divinos, a
la misma eternidad.1 Según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que
fuésemos santos y sin mancha delante de él, en amor habiéndonos predestinado para ser
adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad. Ef. 1:4-
5 RV60.
Nos asegura que Dios nos eligió, antes de la fundación del mundo, y no necesariamente
como se escoge a individuos solitarios, sino como miembros de su divina existencia celestial.
Por tanto, es una sociedad fundada esencialmente espiritual en la tierra.

Desde el principio de la iglesia, muchos hombres quisieron tomarse la gloria de Cristo,


buscando hegemonía en la iglesia que Él fundó. Un ejemplo evidente nos cita en una de sus
epístolas el apóstol Juan en 3 Juan 9 al 10.

2. EL FUNDAMENTO DE LA IGLESIA

Ninguna otra época ha tenido una importancia tan determinante para el sucesivo
desarrollo histórico como aquella en la que tuvieron lugar la fundación y la constitución de
la Iglesia en la primera hora de la edad apostólica.

1
Lacueva. F. La Iglesia cuerpo de Cristo. Tomo 6. Clie. Barcelona. 1973.Pag. 51
Jesús es el elegido y aprobado por Dios para anunciar el reino. Él es el punto focal
en quien se encarna la verdad y se revela en la historia el obrar salvador del Padre.2
Jesucristo se despojó de su gloria para convertirse en un ser humano y morir por nosotros,
Dios lo levantó con poder. El Padre puso todo bajo los pies de Jesucristo y lo hizo la cabeza
de la Iglesia.

La persona de Jesús, y su mensaje, sus hechos y sus palabras, conllevan la fundación


de la Iglesia; es decir, la Iglesia no tiene solamente su origen en la intención y en el mandato
del Jesús, sino en todo el acontecer de Cristo. La Iglesia es el proyecto y la obra de Jesús; la
obra, por tanto, de Dios, y no la obra de una iniciativa humana cualquiera. Es así como
Rigoberto Gálvez dice: Fundada por Jesucristo el redentor de los que lo conforman en la
compra con su sangre rescatándola de la esclavitud del pecado y de la muerte eterna.3

Se le da toda la autoridad para gobernar tanto en el cielo como en la tierra al cumplir


su misión en la tierra como el único salvador de toda la humanidad para ello a él le pertenecen
toda la gloria la honra el honor y la majestad sobre su iglesia. En muchas ocasiones, el Señor
Jesucristo declaró que el fundamento de todo creyente tenía que ser necesariamente sobre la
roca de salvación.

El evangelio de Mateo capítulo 7 versículos 24 al 29 nos habla de la necesidad de


edificar sobre un buen y correcto fundamento, para que cuando pasemos por cualquier clase
de prueba, quedemos bien fortalecidos. El fundamento declarado aquí por Jesús se basaba
en la confesión de Pedro, (v.16). “Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente” (Jn.6:65-69).

Desde el Antiguo Testamento, vemos que esta ilustración es usada y hace referencia
a la persona de Dios. Notemos lo que nos dice Deuteronomio32:3-4: “Porque el nombre de
Jehová proclamaré. Engrandeced a nuestro Dios. Él es la Roca, cuya obra es perfecta,
Porque todos sus caminos son rectitud.

2
Gálvez Rigoberto. Historia de la iglesia. Punto Creativo Guatemala 2017. Pag. 9
3
Folleto eclesiología, Seminario Bíblico Teológico de Guatemala MA Roberto Arango 2019 pág. 14
Los creyentes, que se reúnen en la iglesia, son los que invocan el nombre de nuestro
Señor Jesucristo se constituyen en comunidad en cuanto están sometidos al mismo Cristo y
Señor, para recibir y compartir su obra escatológica, que inaugura los últimos tiempos.4

La iglesia se reúne para exaltar el nombre de Cristo Jesús, como único señor de toda
en cuanto lo visible y lo invisible sobre la faz de la tierra. Es el único que se merece darle
toda la gloria por cuanto es el mediador entre Dios y el hombre para una salvación eterna y
por pertenecer a la familia de Dios.

Indudablemente, Cristo es la piedra angular que la Sinagoga rechazó (Mt 21, 42-
43); pero Cristo, que se ha de ausentar después de la ascensión, deja en Pedro la roca que
sustente a la Iglesia, haciéndole participar de su función de fundamento: «Simón, en tanto
que Kefas-Pedro, debe propiciar y representar la función de roca de Jesús. No debe
desplazar ni sustituir el fundamento que es Cristo, sino apuntar a él. En Pedro tiene que
representarse el fundamento que es personalmente Cristo5

Cristo es el fuerte probado como la piedra angular de la iglesia anunciado


primeramente por los profetas y que no existe otro nombre sobre el cual podamos ser salvos
como lo dice el libro de Hechos capítulo 4 versículo 12: Y en ningún otro hay salvación;
porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos.

Salmo 89:26 dice: “El me clamará: Mi padre eres tú, Mi Dios, y la ROCA de mi
salvación”. Es a través de las epístolas del Nuevo Testamento donde conocemos y
reforzamos esta verdad, declarada por Nuestro Señor en este pasaje. Esta es la convicción de
los pilares de la Iglesia primitiva (Ga.2:9).

Dice: el apóstol Pablo, en 1Corintios 10:4: “Y todos bebieron la misma bebida espiritual;
porque bebían de la roca espiritual que los seguía, y la roca era Cristo.”

4
López Marcelino, Fraternidad en el mundo, un estudio de eclesiología paulina Salamanca. Sígueme, 1988.
Pág. 159.
5
Sayés José Antonio. Eclesiología. La iglesia de cristo pág. 30
Así mismo, Dios fue manifestado en carne según 1 Timoteo capítulo 3 verso 16: E
indiscutiblemente, grande es el misterio de la piedad: Dios fue manifestado en carne,
Justificado en el Espíritu, Visto de los ángeles, Predicado a los gentiles, Creído en el mundo,
Recibido arriba en gloria.

El apóstol Pedro agrega en 1Pedro 2:6-8: “Por lo cual también contiene la Escritura:
He aquí, pongo en Sion la principal piedra del ángulo, escogida, preciosa; Y el que creyere
en él, no será avergonzado. Para vosotros, pues, los que creéis, él es precioso; pero para
los que no creen, LA PIEDRA que los edificadores desecharon, Ha venido a ser la
cabeza del ángulo; Y:Piedra de tropiezo, y roca que hace caer, porque tropiezan en la
palabra, siendo desobedientes; a lo cual fueron también destinados.”

Los judíos de los días de Jesús lo encontraron inaceptable. Estaban esperando un


reino terrenal con un monarca reinando. Algunos estaban ansiosos por hacer de Jesús el
monarca gobernante en este reino terrenal pero cuando rehusó aceptar la posición de rey en
un reino terrenal (Juan 6:15), “muchos de sus discípulos volvieron atrás, y ya no andaban con
él” (Juan 6:66). No reunía las expectativas de ellos de lo que el Mesías debía ser;
consecuentemente, lo rechazaron.

Por tanto, debemos acercarnos a Jesucristo como piedra viva, desechada ciertamente
por la humanidad pero que para Dios es preciosa y escogida. Cristo es el fundamento de la
iglesia. Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es
Jesucristo. (1 Corintios 3:11 RV60)

Nosotros los que hemos recibido a cristo como único y suficiente salvador somos piedras
vivas edificadas sobre los apóstoles y profetas: vosotros también, como piedras vivas, sed
edificados como casa espiritual y sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales
aceptables a Dios por medio de Jesucristo. (1 pedro 2:5 RV60)

Cristo es y solo la Piedra angular de la iglesia cristiana: edificados sobre el fundamento de


los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo, en quien
todo el edificio, bien coordinado, va creciendo para ser un templo santo en el Señor;(Efesios
2:20 RV60)

3. LAS RAÍCES DE LA IGLESIA

La fuente principal para conocer el origen y desarrollo de la comunidad primitiva de


Jerusalén son los Hechos de los Apóstoles; esta obra no es, evidentemente, una narración
completa, sino una selección de lo que allí acaeció durante los primeros años de existencia
de la comunidad primitiva. San Lucas compuso este libro con la intención muy precisa de
continuar su Evangelio, en el que narraba “todo lo que Jesús hizo y enseñó desde un principio
hasta el día en que, después de haber dado instrucciones por medio del Espíritu Santo a los
apóstoles, fue llevado al cielo” (Hch 1:1-2).

Cuando Dios puso a su recién nacida Iglesia en el mundo hostil, no lo hizo sin pensar
o sin cuidado. Este principio fue el clímax de siglos de preparación. Aunque el mundo fue
adversario hacia la Iglesia casi inmediatamente, este mundo había sido preparado para este
gran evento. Esta preparación se encuentra registrada en el Antiguo Testamento, en la
Historia secular y en el Nuevo Testamento.

Buswell expresa que: En el año 30 no había tal cosa como la iglesia cristiana en el
sentido de un movimiento visible en la sociedad humana. En los años 40 empiezan a aparecer
documentos cristianos, así como también se observan nombres cristianos en los cementerios.
Sociedades cristianas llamadas “iglesias” empiezan a aparecer en las ciudades del mundo
romano. La iglesia como un fenómeno sociológico indudable tuvo su origen seguramente
entre el año 30 y el 40 A.D.

El PhD. Rigoberto Gálvez comenta: Las raíces de la iglesia son judías. Jesús y sus
primeros discípulos son judíos. Ellos se nutren de las escrituras Sagradas hebreas conocidas
como el Antiguo Testamento. Enseñan el cumplimiento de las profecías en Jesús de Nazaret,
lo llaman Mesías en hebreo y Cristo en griego, tienen el mismo significado “Ungido”. Lo
proclaman como el salvador del mundo y el Hijo del Dios viviente.6

6
Gálvez Rigoberto. Historia de la iglesia. Guatemala 2007. Pag. 6
Él salvador del pueblo de Dios siempre fue profetizado que era judío y algo muy
importante de enfatizar es que los primeros cristianos fueron todos judíos no había entre ellos
gentiles. En la dureza del corazón del pueblo judíos fue que hasta después se les fue
anunciado las buenas nuevas de salvación a los gentiles

Y añade: La fundación de la iglesia ocurre oficialmente en el día de pentecostés.


Mientras el pueblo judío celebra literalmente la fiesta de pentecostés cincuenta días después
de la celebración de la pascua los ciento vente discípulos judíos son bautizados en el Espíritu
Santo en el aposento alto rodeados por un ambiente de unidad, oración y alabanza.7

a. La Evidencia

Entre las fuentes de la historia de la Iglesia destacan por su valor los escritos reunidos en
el Nuevo Testamento: los Evangelios según Mateo, Marcos, Lucas y Juan, los Hechos de los
Apóstoles, el Apocalipsis. Tales escritos, en efecto, contienen la doctrina cuyo anuncio
fundamenta y dirige la vida de la Iglesia desde su fundación, es decir, su historia entera.
Relatan de cerca la vida y doctrina de Jesús de Nazaret y la vida de sus primeros seguidores
hasta fines del siglo I.

El Nuevo Testamento no nos declara con precisión el día que la Iglesia comenzó, pero
toda la evidencia indica el día de Pentecostés. En Hechos 2:47 se habla por primera vez de la
Iglesia ya en existencia. En ocasiones anteriores, como Mateo 16:18, Jesús uso el tiempo
futuro, El pasaje de Mateo 18 se puede referir ya sea a Israel o a lo que se tiene que hacer
cuando la Iglesia sea establecida.
El apóstol Pedro considera el Pentecostés como el principio de la Iglesia según el libro
de Hechos 1:15.

Un acontecimiento de poder y gloria de Dios a todas las personas que se habían reunido
en ese momento, porque vino un estruendo del cielo, para repartirles los dones y hablar en
diferentes lenguas, según dadas por el Espíritu Santo.

7
Ibid. Pag. 7
Y de repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba, el cual
llenó toda la casa donde estaban sentados; y se les aparecieron lenguas repartidas, como de
fuego, asentándose sobre cada uno de ellos. Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y
comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen. (Hechos
2:2-4 RV60)

La venida del Espíritu Santo en Pentecostés, lo había pronunciado Juan el Bautista en


sus predicaciones para todos aquellos que el bautizaba en agua y les profetizaba del Bautismo
en Espíritu. Yo a la verdad os he bautizado con agua; pero él os bautizará con Espíritu Santo.
(Marcos 1:8RV60). En pentecostés se produce el descenso del Espíritu sobre la iglesia,
produciendo la integración de los creyentes como comunidad viva de cristianos con poder
de testimonios y de mutua edificación.8

Tanto Joel como Jesús predijeron que el principio de la Iglesia estaría lleno de
manifestaciones de poder. En Hechos 2 Pedro cita a Joel 2:28-32 y diciendo que esto se
estaba cumpliendo en ese día: “Derramar mi Espíritu sobre toda carne’! Antes de la
ascensión Jesús dijo a los apóstoles: “Pero quedaos vosotros en la ciudad de Jerusalén, hasta
que seáis investidos de poder desde lo alto” (Luc. 24:49; Hech. 1:4).

En Hechos 2:3, 4 está el cumplimiento de esa promesa; lenguas de fuego aparecieron


sobre los apóstoles y hablaron en otros idiomas exaltando las maravillas de Dios.

Robert Shannon explica: Si la Iglesia principio antes de Pentecostés, hay que reconocer
entonces que su trabajo no dio comienzo sino hasta el gran día de Pentecostés. Debemos
considerar también que, si la Iglesia empezó antes de Pentecostés, fue una Iglesia sin poder;
pues la promesa de Jesús no se cumplió sino hasta el día de Pentecostés (Hech. 1:4; Luc,
24:49). La mejor explicación es que el llamamiento de los doce y la ultima cena fueron un
preludio, la sombra de lo que había de venir. El Pentecostés se erige como el momento más
importante de la historia humana, aparte de la crucifixión y resurrección de Cristo.9

8
Folleto eclesiología, Seminario Bíblico Teológico de Guatemala. MA Roberto Arango 2019 pág. 17
9
Shannon, Robert C. La iglesia del nuevo Testamento. College RESS Publishing Company. Joplin, Missouri.
1994. Pag. 31
La Venida del Espíritu Santo en Pentecostés había sido profetizada por Cristo (Marc. 1:8;
Jn. 7:39; 14:16-17; 16:7-13; Hech. 1:4, 8). Más aún, Jesús había asegurado que convenía que
El marchase para que el Espíritu descendiese (Jn. 16:7). El Espíritu había descendido ya
sobre los santos del Antiguo Testamento individualmente, así como con carismas especiales
sobre algunos individuos (profetas, sacerdotes, jueces), pero en Pentecostés descendió sobre
la Iglesia distributivamente (a todos y a cada uno de los creyentes) y corporativamente (a la
comunidad cristiana, como Cuerpo de Cristo),21 produciendo la integración de los
creyentes como comunidad viva de cristianos, con poder de testimonio y de mutua edificación10

En cierta manera se puede decir que la Iglesia es la continuación espiritual del pueblo de
Israel. Aunque las palabras de Jesús “El reino de los cielos se ha acercado” indican un
principio y no una continuación del reino de Israel, Algunos fechan el principio de la Iglesia
con el llamamiento de los doce; y ciertamente fueron un prototipo de la Iglesia.

El origen de la iglesia es un asunto que no puede fijarse definitivamente. La teoría que


mejor concuerda con los datos actuales del Nuevo Testamento es que la iglesia fue un hecho
naciente desde el momento en que los primeros discípulos se unieron Cristo, pero que no
alcanzo su forma hasta ya tardé en la edad apostólica.

Joseph Lortz explica: Cuando el primer día de Pentecostés fue fundada la Iglesia,
muchos estaban convencidos de que la Iglesia sería una comunidad integrada sólo por
santos y que el pecado jamás volvería a tener poder sobre sus miembros: el desarrollo
histórico, recorriendo caminos muy distintos, ha venido a demostrar que aún no se había
captado el significado completo de las palabras de Jesús. La historia de la Iglesia ha venido
a ser una pedagoga, que hace entender la predicación de Jesús y su creación: la Iglesia11

La historia de la Iglesia ayuda, pues, a formarse un concepto justo de la Iglesia. Su más


específica aportación a este respecto consiste en impedir una falsa espiritualización

10
Lacueva. F. La Iglesia cuerpo de Cristo. Tomo 6. Clie. Barcelona. 1973.Pag.68

11
Lortz, Joseph. Historia de la iglesia. I Antigüedad y Edad media. Ed. Cristiandad, S.L. Huescas. Madrid. 1982.
Pag. 16
(espiritualismo) y la consiguiente desaparición de la realidad iglesia. La historia de la Iglesia
es uno de los mejores instrumentos para hacerse cargo de la riqueza y la verdad de la fe.

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