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DERECHOS HUMANOS
Según el Maestro Antonio Truyol y Serra nos indica: “Decir que hay derechos Humanos o
Derechos del Hombre en el contexto histórico-espiritual que es el nuestro, , equivale a
afirmar que hay derechos fundamentales que le hombre posee por el hecho de ser
hombre, por su propia naturaleza y dignidad, derechos que le son inherentes y que, lejos
de nacer de una concesión de la persona política, han de ser por esta consagrados y
generalizados”
El profesor Gregorio Preces Barba considere que los Derechos humanos son “Facultad
que la norma atribuye de protección a la persona en lo referente a la vida, a su liberad, a
su igualdad, a su participación política o social o a cualquier otro aspecto fundamental que
afecte su desarrollo nitral como persona en una comunidad de hombres libres, exigiendo
el respecto de los demás hombres, de los demás grupos sociales y del Estado y con
posibilidad de poner en marcha el aparato colectivo del Estado en caso de infracción”
Esta definición es de tipo dualista: por un lado, Iusnaturalista racionalista y por otro lado
intenta esos derechos en normas jurídicas del derecho positivo. Ya no se tratan de
derechos que nacen antes de la formación del Estado, sino que deben ser protegidos por
este.
El Profesor Eusebio Fernández, dice sobre le tema: “Toda persona posee unos derechos
morales por el hecho de serlo y que estos deben ser reconocidos y garantizados por la
sociedad, el derecho y el poder político sin ningún tipo de discriminación social, económica
, jurídica, política, ideológica cultural o sexual. Estos derechos son fundamentales, es decir
que se hallan estrictamente conectados con la dignidad humana y son al mismo tiempo
las condiciones del desarrollo de esa dignidad. Esta definición nos señala que la defensa
de los Derechos Humanos se presenta como un reto moral de nuestro tiempo, la pieza
clave de la justicia del Derecho y de la legitimidad del poder.
Para Alejandro Llano, “Los derechos Humanos son la plasmación histórica de las
exigencias contemporáneas de la justicia.
Antonio Pérez Luño nos dice: “Los Derechos Humanos aparecen como un conjunto de
facultades e instituciones que en cada momento histórico, concretan las exigencias de la
dignidad, la libertad y la igualdad humana”
Nolberto Bollio: señala: “El problema filosófico de los derechos Humanos no puede ser
disociado del estudio de los problemas históricos, sociales, políticos económicos,
psicólogos inherentes a su ejecución”
Todos lo seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos” y los valores que
fundamentan la idea de dignidad humana son: la seguridad, la libertad, la igualdad, y la
solidaridad. (Documento Oficial de la ONU, Nueva York, 1981)
ANTECEDENTES
Los Derechos Humanos nacen con la humanidad misma, siempre se han encontrado
presentes en la historia de ser humano y ha evolucionado de acuerdo a cada época.
Los romanos conquistan a los griegos y continuaron con la esclavitud. La lucha de los
esclavos por gozar de estos derechos es una historia tan larga como a esclavitud misma,
recordemos los ejemplos de Espartaco y Antonino. Todo este proceso de lucha forma
parte de la actual dignidad humana.
Existen varios documentos que contienen normas jurídicas de protección de los Derechos
Humanos desde tiempos inmemoriales, la norma budista de No hagas a otro lo que no
quieres para ti, que posteriormente fue incorporada al cristianismo.
El Artículo 39 de la Carta Magna textualmente dice: “Ningún hombre libre será arrestado
o detenido en prisión, o desposeído de sus bienes, proscrito o desterrado, o molestado de
alguna manera; y no dispondremos sobre él , ni lo pondremos en prisión, sino por el juicio
legal de sus partes o por la ley del país”
La Carta Magna contiene normas jurídicas, es decir que debe ser cumplidas y obedecidas
y quien las infrinja desde ser sancionado, además, en ella se crean las instituciones para
proteger esas normas jurídicas, esta Carta, consagra dos principios:
Articulo V. Se establece por primera vez la separación de los poderes y que los miembros
del poder legislativo y ejecutivo, deben ser designados por elecciones frecuentes, ciertas
y regulares.
artículo VIII. “Que nadie sea privado de su libertad, salvo por mandato de la ley del país o
por juicio de sus iguales”
Artículo XVI, Aparece el derecho al libre ejercicio de la religión, así como el deber de
practicar la paciencia, el amor y la cariad cristiana con el prójimo.
La Declaración de los derechos del hombre y del ciudadano (en francés: Déclaration des
droits de l'homme et du citoyen), aprobada por la Asamblea Nacional
Constituyente francesa el 26 de agosto de 1789, es uno de los documentos
fundamentales de la Revolución francesa (1789-1799) en cuanto a definir los derechos
personales y los de la comunidad, además de los universales. Influenciada por la doctrina
de los derechos naturales, los derechos del Hombre se entienden como universales.
Aun cuando establece los derechos fundamentales de los ciudadanos franceses y de
todos los hombres sin excepción, no se refiere a la condición de las mujeres o la
esclavitud, aunque esta última seria abolida por la Convención Nacional el 4 de febrero de
1794. Sin embargo es considerado un documento precursor de los derechos humanos a
nivel nacional e internacional. No fue hasta que Olympe de Gouges, en 1791, proclamó
la Declaración de los Derechos de la Mujer y la Ciudadana que las mujeres entraron en la
historia de los derechos humanos.
La Declaración fue el prefacio a la Constitución de 1791. La primera traducción americana
completa de sus 17 artículos al castellano es obra de Antonio Nariño, publicada
en Bogotá en 1793.
Una segunda versión ampliada, conocida como Declaración de los Derechos del Hombre
de 1793 fue aprobada posteriormente e incorporada a la Constitución francesa de 1793,
ambas de muy breve aplicación. Seguida de la Declaración de los Derechos y Deberes
del Hombre y del Ciudadano de 1795 en la Constitución de 1795 que establece
el Directorio.
En el derecho constitucional francés, la Declaración de 1789 es parte de la Constitución
francesa de 1946, que agrega los derechos sociales en su preámbulo, y de la Constitución
francesa de 1958 que conserva el preámbulo de la Constitución de 1946.
Patente real de Luis XVI de Francia, promulgando los textos aprobados por la Asamblea
Nacional a partir del 4 de agosto de 1789, entre ellos la Declaración de los Derechos del
Hombre y del Ciudadano.
En el Juramento del Juego de Pelota el 20 de junio de 1789, los diputados franceses de
la Asamblea Nacional se habían fijado como misión principal la de dar por primera vez una
Constitución a Francia, y crearon con este fin un comité que preparase el "orden de trabajo
sobre la constitución del reino". El mismo día que la Asamblea adoptó el nombre
de Asamblea Nacional Constituyente, el 9 de julio de 1789, Mounier presentó ante la
Asamblea el informe del comité, en el que se recomendaba redactar un preámbulo que
enumerase los derechos fundamentales que la Constitución debía respetar. 1 Se llegaron
a leer 21 proyectos de declaración, incluido uno de La Fayette, uno de Robespierre y otro
de la ciudad de París. El 19 de agosto, la Asamblea acordó que la declaración sería
debatida por los diputados a partir del proyecto de 24 artículos propuesto por el 6º Bureau,
que fue el proyecto más votado por delante del presentado por el Abad Sieyès.3 Los
artículos fueron debatidos, redactados y votados uno por uno en los días siguientes (del
20 al 26 de agosto), modificándose sustancialmente el contenido de la declaración que
quedó en 17 artículos. Se aprobó el último artículo, el 17 relativo al derecho a la propiedad,
el 26 de agosto de 1789.
La Declaración fue promulgada por patente real el 3 de noviembre de 1789, junto con
otros textos aprobados por la Asamblea Nacional desde el 4 de agosto de 1789. Aquella
noche se había aprobado la abolición de los privilegios en los que se basaba la sociedad
del Antiguo Régimen, poniendo fin al sistema feudal.
La declaración establece los principios de la sociedad que serán la base de la nueva
legitimidad, acabando con los principios, las instituciones y las prácticas del Antiguo
Régimen: "El principio de toda soberanía reside esencialmente en la nación". La
Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano considera legítima la revuelta
de los diputados en contra de la monarquía absoluta, al declarar como derecho
imprescindible del hombre la "resistencia a la opresión".
La declaración tiene un alcance general y orientado hacia el futuro. Los Constituyentes
enumeran los, que no son derechos creados por los revolucionarios, sino que son
derechos constatados. Es la consecución de la filosofía del Siglo de las Luces.Los
derechos naturales e imprescriptibles del hombre, que son anteriores a los poderes
establecidos y son considerados como aplicables en cualquier lugar y cualquier época:
la libertad.
la propiedad.
la seguridad.
la resistencia a la opresión.
Muchos artículos son dedicados a la libertad:
PRIMERA GENERACIÓN
Derechos civiles y políticos
Los derechos humanos de la primera generación, tratan esencialmente de la libertad y la
participación en la vida política. Son fundamentalmente civiles y políticos, y sirven para
proteger al individuo de los excesos del Estado. Los derechos de primera generación
incluyen, entre otras cosas, la libertad de expresión, el derecho a un juicio justo, la libertad
de religión, y el sufragio. Estos derechos fueron propuestos por primera vez en la Carta
de Derechos de los Estados Unidos, y en Francia por la Declaración de los Derechos del
Hombre y del Ciudadano en el siglo XVIII, y fueron consagrados por primera vez a nivel
global por la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 y dándole lugar en
el derecho internacional en los artículos 3 al 21 de la Declaración Universal y en el Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos. Fueron reconocidos fundamentalmente con
la Revolución Francesa y la Declaración de los Derechos del Hombre y el Ciudadano.
SEGUNDA GENERACIÓN
TERCERA GENERACIÓN
Derechos de los pueblos
Por su parte, la tercera generación de derechos, surgida en la doctrina en los años 80, se
vincula con la solidaridad. Los unifica su incidencia en la vida de todos, a escala universal,
por lo que precisan para su realización una serie de esfuerzos y cooperaciones en un nivel
planetario. Normalmente se incluyen en ella derechos heterogéneos como el derecho a la
paz, a la calidad de vida o las garantías frente a la manipulación genética, aunque
diferentes juristas asocian estos derechos a otras generaciones: por ejemplo, mientras
que para la protección contra la manipulación genética sería un derecho de cuarta
generación, para Cristian Camilo García, es una manifestación, ante nuevas amenazas,
de derechos de primera generación como el derecho a la vida, la libertad y la integridad
física y cultural.
Este grupo fue promovido a partir de los ochenta para incentivar el progreso social y elevar
el nivel de vida de todos los pueblos. Entre otros, destacan los relacionados con:
PREÁMBULO
Considerando esencial que los derechos humanos sean protegidos por un régimen de
Derecho, a fin de que el hombre no se vea compelido al supremo recurso de la rebelión
contra la tiranía y la opresión;
Considerando que los pueblos de las Naciones Unidas han reafirmado en la Carta su fe
en los derechos fundamentales del hombre, en la dignidad y el valor de la persona humana
y en la igualdad de derechos de hombres y mujeres, y se han declarado resueltos a
promover el progreso social y a elevar el nivel de vida dentro de un concepto más amplio
de la libertad;
Artículo 1.
Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como
están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros.
Artículo 2.
Toda persona tiene todos los derechos y libertades proclamados en esta Declaración, sin
distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra
índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra
condición. Además, no se hará distinción alguna fundada en la condición política, jurídica
o internacional del país o territorio de cuya jurisdicción dependa una persona, tanto si se
trata de un país independiente, como de un territorio bajo administración fiduciaria, no
autónomo o sometido a cualquier otra limitación de soberanía.
Artículo 3.
Artículo 4.
Artículo 5.
Artículo 6.
Todos son iguales ante la ley y tienen, sin distinción, derecho a igual protección de la ley.
Todos tienen derecho a igual protección contra toda discriminación que infrinja esta
Declaración y contra toda provocación a tal discriminación.
Artículo 8.
Toda persona tiene derecho a un recurso efectivo ante los tribunales nacionales
competentes, que la ampare contra actos que violen sus derechos fundamentales
reconocidos por la constitución o por la ley.
Artículo 9.
Artículo 10.
Toda persona tiene derecho, en condiciones de plena igualdad, a ser oída públicamente
y con justicia por un tribunal independiente e imparcial, para la determinación de sus
derechos y obligaciones o para el examen de cualquier acusación contra ella en materia
penal.
Artículo 11.
(1) Toda persona acusada de delito tiene derecho a que se presuma su inocencia mientras
no se pruebe su culpabilidad, conforme a la ley y en juicio público en el que se le hayan
asegurado todas las garantías necesarias para su defensa.
(2) Nadie será condenado por actos u omisiones que en el momento de cometerse no
fueron delictivos según el Derecho nacional o internacional. Tampoco se impondrá pena
más grave que la aplicable en el momento de la comisión del delito.
Artículo 12.
Artículo 13.
(1) En caso de persecución, toda persona tiene derecho a buscar asilo, y a disfrutar de
él, en cualquier país.
(2) Este derecho no podrá ser invocado contra una acción judicial realmente originada
por delitos comunes o por actos opuestos a los propósitos y principios de las Naciones
Unidas.
Artículo 15.
Artículo 16.
(1) Los hombres y las mujeres, a partir de la edad núbil, tienen derecho, sin restricción
alguna por motivos de raza, nacionalidad o religión, a casarse y fundar una familia, y
disfrutarán de iguales derechos en cuanto al matrimonio, durante el matrimonio y en
caso de disolución del matrimonio.
(2) Sólo mediante libre y pleno consentimiento de los futuros esposos podrá contraerse
el matrimonio.
(3) La familia es el elemento natural y fundamental de la sociedad y tiene derecho a la
protección de la sociedad y del Estado.
Artículo 17.
Artículo 18.
Artículo 19.
Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye
el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones
y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de
expresión.
Artículo 20.
Artículo 21.
Artículo 22.
Artículo 23.
(1) Toda persona tiene derecho al trabajo, a la libre elección de su trabajo, a condiciones
equitativas y satisfactorias de trabajo y a la protección contra el desempleo.
(2) Toda persona tiene derecho, sin discriminación alguna, a igual salario por trabajo igual.
(3) Toda persona que trabaja tiene derecho a una remuneración equitativa y satisfactoria,
que le asegure, así como a su familia, una existencia conforme a la dignidad humana y
que será completada, en caso necesario, por cualesquiera otros medios de protección
social.
(4) Toda persona tiene derecho a fundar sindicatos y a sindicarse para la defensa de sus
intereses.
Artículo 24.
Toda persona tiene derecho al descanso, al disfrute del tiempo libre, a una limitación
razonable de la duración del trabajo y a vacaciones periódicas pagadas.
Artículo 25.
(1) Toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, así como a
su familia, la salud y el bienestar, y en especial la alimentación, el vestido, la vivienda, la
asistencia médica y los servicios sociales necesarios; tiene asimismo derecho a los
seguros en caso de desempleo, enfermedad, invalidez, viudez, vejez u otros casos de
pérdida de sus medios de subsistencia por circunstancias independientes de su voluntad.
(2) La maternidad y la infancia tienen derecho a cuidados y asistencia especiales. Todos
los niños, nacidos de matrimonio o fuera de matrimonio, tienen derecho a igual protección
social.
Artículo 26.
(1) Toda persona tiene derecho a la educación. La educación debe ser gratuita, al
menos en lo concerniente a la instrucción elemental y fundamental. La instrucción
elemental será obligatoria. La instrucción técnica y profesional habrá de ser
generalizada; el acceso a los estudios superiores será igual para todos, en función de
los méritos respectivos.
(2) La educación tendrá por objeto el pleno desarrollo de la personalidad humana y el
fortalecimiento del respeto a los derechos humanos y a las libertades fundamentales;
favorecerá la comprensión, la tolerancia y la amistad entre todas las naciones y todos los
grupos étnicos o religiosos, y promoverá el desarrollo de las actividades de las Naciones
Unidas para el mantenimiento de la paz.
(3) Los padres tendrán derecho preferente a escoger el tipo de educación que habrá de
darse a sus hijos.
Artículo 27.
(1) Toda persona tiene derecho a tomar parte libremente en la vida cultural de la
comunidad, a gozar de las artes y a participar en el progreso científico y en los
beneficios que de él resulten.
(2) Toda persona tiene derecho a la protección de los intereses morales y materiales que
le correspondan por razón de las producciones científicas, literarias o artísticas de que
sea autora.
Artículo 28.
Toda persona tiene derecho a que se establezca un orden social e internacional en el que
los derechos y libertades proclamados en esta Declaración se hagan plenamente
efectivos.
Artículo 29.
(1) Toda persona tiene deberes respecto a la comunidad, puesto que sólo en ella puede
desarrollar libre y plenamente su personalidad.
(2) En el ejercicio de sus derechos y en el disfrute de sus libertades, toda persona estará
solamente sujeta a las limitaciones establecidas por la ley con el único fin de asegurar el
reconocimiento y el respeto de los derechos y libertades de los demás, y de satisfacer
las justas exigencias de la moral, del orden público y del bienestar general en una
sociedad democrática.
(3) Estos derechos y libertades no podrán, en ningún caso, ser ejercidos en oposición a
los propósitos y principios de las Naciones Unidas.
Artículo 30.
TÍTULO I
CAPÍTULO ÚNICO.
Art. 1 – 2
TÍTULO II
Derechos Humanos
CAPÍTULO I
Derechos Individuales
Art. 3 - 46
El Estado tiene que velar por la vida humana, desde que son concebidos hasta su
nacimiento y crecimiento.
Todos los humanos en Guatemala somos iguales, en derechos y dignidad, sin importar el
status económico o la raza o sexo.
Tenemos derecho a hacer lo que nosotros creamos conveniente o mejor dicho todo
aquello que la ley no prohíbe.
Nadie puede detener a un sujeto sin que haya violado la ley. Los sujetos detenidos
deberán ser expuestos a disposición de la autoridad judicial en un plazo no mayor de seis
horas.
Cuando hay personas detenidas de inmediato se notifica de forma verbal o escrita el por
qué fue aprehendida.
El detenido tiene la oportunidad de saber sobre los derechos que tiene, jamás podrá ser
obligado a declarar sino ante autoridad judicial competente.
Las autoridades judiciales son las únicas que pueden interrogar al detenido.
Las personas que son aprehendidas por la autoridad no pueden ser conducidas a lugar
de detención o a diferentes lugares a los que están legar y públicamente destinados al
efecto.
Por infracciones a los reglamentos no deben permanecer detenidas las personas las
cuales comprueben su identificación con su documentación en orden. Salvo que la
persona no pueda identificarse conforme lo manda la ley, será puesta a disposición de la
autoridad judicial más próxima, dentro de la primera hora siguiente a su detención.
Todo individuo tiene derecho a su defensa en caso de ser arrestado, no se puede culpar
a nadie sin antes ser citado, oído y vencido en un proceso legar ante un juez o tribunal.
Se tiene que pesquisar información acerca de un hecho ilícito para saber si en realidad la
persona que se acusa de cometerlo es o no culpable.
La ley solamente tiene efecto retroactivo cuando en materia penal se favorece al reo.
Ninguna persona puede ser obligada a declarar contra sí mismo, ni cónyuge o parientes.
No hay prisión por deuda.
La pena de muerte no puede darse en mujeres, a las personas que tienen 70 años en
adelante y a los presos de delitos políticos y comunes conexos con los políticos y a los
reos cuya extradición haya sido concebida bajo esa condición.
El Sistema Penitenciario tiene que velar porque se cumpla que a los reos se les trate como
seres humanos, que no sean sometidos a servidumbre ni a torturas
o experimentos científicos, el personal tiene que ser especializado para el trato de éstas
personas, tiene derecho a comunicarse cuando lo soliciten, bien sea con sus familiares,
amigos o abogado defensor, inclusive con su asistente religioso.
Los que sean menores de 18 años que desobedezcan la ley son inimputables. Su trato
tiene que estar orientado hacia una educación integral propia para la edad que está
pasando, por ningún motivo pueden ser recluidos a centros penales en donde están los
adultos.
Las personas que abusen de los menores de edad y de las personas presas tienen que
someterse a una sanción que imponga la ley y hasta pueden ser destituidos de su puesto.
La persona que tenga antecedentes penales o policiacos no se les puede restringir de sus
derechos que la Constitución dispone.
Nadie puede entrar a una vivienda sin permiso del propietario, salvo por una orden escrita
por un juez, nunca se puede ingresar a ella antes de las seis ni después de las dieciocho
horas, el propietario tiene que estar presente.
Los documentos de las personas son inviolables, no se pueden revisar sin que haya una
orden por escrito de un juez, tiene secreto la correspondencia, por medio de teléfonos,
radios, cables u otros productos de la tecnología actual.
El registro de personas y vehículos solo puede efectuarlos los elementos de las fuerzas
de seguridad, los cuales tiene que estar uniformados y pertenecer al mismo sexo de los
requisados.
Toda persona tiene derecho de entrar, permanecer y transitar por el territorio nacional y
cambiar de vivienda o domicilio, no se le puede negar pasaporte o algún documento de
identificación a ningún guatemalteco.
Partes: 1, 2
2. Las instancias legalmente establecidas para la protección de los derechos humanos, son respetadas
y reconocidas por el Gobierno, el que las respalda y está comprometido a fortalecerlas. Serie Político
207 Acuerdos de paz Cualquier acto o comportamiento que limite, restrinja o atente contra las
funciones que en materia de derechos humanos tienen asignadas el Organismo Judicial, el
Procurador de los Derechos Humanos yel Ministerio Público, socav a principios fundament ales del
Estado de Derecho, por lo que no puede ser tolerado. En lo que respecta al Organismo Judicial y al
Ministerio Público, el Gobierno de la República reitera su voluntade respetar su independencia y de
proteger la libertad de acción de ambos, frente apresiones ilegítimas de cualquier tipo u origen, a fin
de que gocen plenamente de las garantías y medios que requieran para su eficiente actuación. En lo
referente al Procurador de los Derechos Humanos, elGobierno de la República continuará apoyando
su trabajo para fortalecer dicha institución, respaldando el accionar de la misma y promoviendo las
reformas norma tivas que fueren necesarias para el mejor cumplimiento de sus atribuciones y
responsabilidades y ofrece su más decidido apoyo a las iniciativas tendentes a mejorar las
condiciones técnicas y materiales requeridas por el Procurador de los Derechos Humanos para
cumplir con sus tareas de inv estigación, vigilancia y seguimiento de la plena vigencia de los
derechos humanos en Guatemala.
3. El Gobierno reconoce y se obliga a actuar con firmeza contra la impunidad. Como parte de esa
lucha, promoverá ante el Organismo Legislativo, las modificaci ones legales necesarias en el Código
Penal, para que se tipifique y sancione con especial drasticidad, las desapariciones forzadas o
involuntarias, así como las ejecuciones sumarias o extrajudiciales. Ninguna situación especial,
condición social o económica, fuero especial ojurisdicción privativa puede escudar la impunidad de
las violaciones a los derechos humanos.
4. Para mantener un irrestricto respeto alos derechos humanos, no deben existir cuerpos ilegales, ni
aparatos clandestinos deseguridad. El Gobierno de la República reconoce que es su obligación
combatir cualquier manifestación delos mismos, si los hubiere. 208 Se reitera el compromiso de
continuar ladepuración y profesionalización de los cuerpos de seguridad y la necesidad de continuar
adoptando e implementando medidas eficaces para regular en forma precisa la tenencia, portación
y uso de armas de fuego por particulares, de conformidad con la ley. Colecc ión IDIES Declaración
sobre derechos humanos
7. Todos los actos que pueden afectar las garantías de aquellos individuos o entidades que trabajen
con apego ala ley, en la promoción y tutela de los derechos humanos, son condenabl es y el Gobierno
tomará medidas especiales de protección, en beneficio de aquellas personas o entidades que trabajen
en el campo de los derechos humanos y que se lo soliciten. Asimismo, investigará oportuna y
exhaustivamente, contando con la colaboración de los afectados, las denuncias que se le presenten
por ellos, relativas a actos o amenazas que les perjudiquen. El Gobierno de la República reitera su
compromiso de garantizar yproteger en forma eficaz la labor de los individuos y entidades
defensoras de los derechos humanos.
8. Es un deber humanitario asistir a las víctimas de violaciones a los derechos humanos. Dicha
asistencia se está y continuará realizando através de medidas y programas gubernamentales de
carácter civil y socioeconómico, dirigidos en forma prioritaria a quienes más lo requieran, dada su
condición económica y social.