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INTRODUCCIÓN
Superficie de absorción
La transferencia de sustancias a través de la pared del intestino es posible gracias
a una estructura especialmente adaptada. La superficie interna es
extraordinariamente grande (superior a los 300 m 2), lo que facilita en gran medida
el paso de sustancias a través de la misma y, por tanto, el proceso de absorción.
Esto es posible, en primer lugar, gracias a la existencia de una serie de pliegues
que incrementan tres veces la superficie (pliegues de Kerckring); y, en segundo
lugar, a la presencia de un gran número de pequeñas vellosidades que la
aumentan aún más.
La absorción intestinal de los lípidos es un proceso muy eficaz. Más del 95% de
los mismos se recuperan, fundamentalmente a nivel duodenal, y sólo una pequeña
cantidad se pierde cada día a través de las heces.
El agua que pasa por el intestino delgado, aproximadamente unos 9 litros diarios
(2 litros procedentes de la alimentación y unos 7 litros procedentes de las
secreciones digestivas), se reabsorbe en más de un 80% en el intestino delgado.
El resto lo hace en el intestino grueso, de tal modo que sólo una pequeña
cantidad, alrededor del 1%, se elimina con las heces. Los desplazamientos del
agua tienen lugar por mecanismos pasivos osmóticos, y se relacionan
normalmente con el transporte de solutos, siguiendo el gradiente osmótico creado
por las sustancias absorbidas a la sangre.
El paso del sodio al espacio intercelular produce en éste una solución hipertónica
que facilita el arrastre de agua como consecuencia del gradiente osmótico creado.
El agua pasa desde la luz del intestino a través de las denominadas uniones
estrecha, existentes entre las membranas de células adyacentes (vía paracelular),
o en menor cuantía, a través del interior celular (vía transcelular). Las uniones
estrechas presentan una permeabilidad decreciente, desde el duodeno hasta el
colon, de tal modo que la participación de la vía paracelular en el transporte de
agua se va reduciendo a medida que se progresa a lo largo del intestino. Una vez
en el espacio intercelular, el agua, gracias al gradiente de presión hidrostática
creado, puede pasar a través de la membrana basal (mucho más permeable que
las uniones estrechas) hacia los capilares sanguíneos.
Las heces eliminadas diariamente a través del recto contienen una cantidad de
líquido inferior a los 200 ml. Cantidades superiores determinan la aparición de
diarrea, que puede tener diversos orígenes. El fenómeno puede producirse, por
ejemplo, por el uso de laxantes, capaces de bloquear la actividad de la ATPasa
Na/K y la absorción intestinal de sodio. El cólera o determinadas infecciones
bacterianas también pueden originar diarrea al estimular la secreción de agua y
electrolitos por las criptas de Lieberkühn; por este mecanismo pueden llegar a
perderse hasta 5-10 litros de agua cada día, con grave riesgo para la vida.
IV. CONCLUSIONES
Las glándulas gástricas de la región del fondo-cuerpo son las que más contribuyen
a la producción del jugo gástrico. Unos 15 millones de glándulas gástricas
desembocan en unos 3,5 millones de criptas gástricas. Entre dos y siete glándulas
gástricas lo hacen en la misma cripta o fovéola.
2) el cuello, que contiene células mucosas del cuello, células madre que se
dividen mediante mitosis y células parietales,
Las glándulas gástricas están constituidas por cinco tipos principales de células:
4) células madre
Otros elementos de la barrera protectora mucosa son Na, y CL. Los pacientes con
vómitos crónicos o a los que se realiza una aspiración continua del jugo gástrico
necesitan el aporte intravenoso de NaCl, dextrosa y para evitar la acidosis
metabólica
afuera con un potasio hacia adentro de la célula. Después, el potasio sale por los
hidrógeno en la luz del canalículo listo para unirse al cloro y formar el HCl.
Por otra parte, el cloro entra a la célula parietal por su membrana basal,
sanguíneo. Ahora tenemos el cloro en la célula parietal pero éste debe de salir
hacia la luz del canalículo para unirse con el hidrógeno. Esta salida se realiza a
Además, la célula parietal va a eliminar agua por su membrana apical a través del
cloro y agua con los cuales se formará una secreción acuosa de ácido clorhídrico.
Debemos mencionar que este proceso es regulador por tres factores: la gastrina,
a partir del CO2 y H2O por acción de la enzima anhidrasa carbonica (A.C.) para
producir acido carbónico (H2CO3). Este es un ácido débil que se disocia en ión
CO2 + H2O
AMPc
Cl
Cl
H2CO3
Cl K K
HCO3 + H
H-K-ATPasa
El Ácido Clorhídrico en cualquiera de sus formas (Gas Anhidro o vapores) es extremadamente irritante
para las membranas mucosas de la nariz, garganta y tracto respiratorio. Exposición corta a niveles de 35
ppm causa irritación de garganta y niveles de 50 a 100 ppm son apenas tolerables por una hora. El mayor
impacto es en el tracto respiratorio superior; las exposiciones a mayores concentraciones pueden llevar
rápidamente a hinchazón y espasmo de la 57 garganta y, en últimas, a sofocación.
4. ¿Cuáles son los mecanismos de defensa de la mucosa gástrica?
El estómago, un órgano importante en el proceso de la digestión, realiza una
variedad de funciones que incluyen el almacén y exposición de los alimentos al
ácido que secreta, además de proveer una barrera que prevenga el paso de
microorganismos al intestino A pesar del ataque constante que sufre la mucosa
gástrica por múltiples agentes nocivos endógeno(ácido clorhídrico, pepsina, ácidos
biliares, enzimas pancreáticas) y exógenos(alcohol, fármacos y bacterias) así
como una variedad de condiciones inflamatorias (colitis ulcerosa y enfermedad de
Crohn), su integridad se conserva gracias a un intrincado sistema que proporciona
defensa y reparación de la mucosa3 . Las prostaglandinas están involucradas en
funciones fisiológicas como la protección de la mucosa del estómago, la
agregación plaquetaria y la regulación de la función renal, pero también tienen
funciones patológicas como su implicación en la inflamación, la fiebre y el dolor. El
ácido acetilsalicílico (AAS) conocido popularmente como aspirina, ejerce sus
acciones analgésicas, antipiréticas y antiinflamatorias mediante la inhibición de la
enzima ciclooxigenasa (COX) y por lo tanto la prevención de la formación y
liberación de prostaglandinas, haciendo más susceptible a la mucosa gástrica de
sufrir algún daño. El mecanismo por el cual suceden estos procesos se comenta
más adelante.
Mecanismos de defensa de la mucosa gástrica
Desde un punto de vista conceptual y didáctico los mecanismos de defensa se
pueden visualizar como una barrera de tres niveles, compuesta por elementos
preepiteliales, epiteliales y subepiteliales.En cada uno de estos niveles existen
importantes mecanismos encaminados a mantener la homeostasis de la mucosa.
Elementos pre-epiteliales
Este nivel comprende una capa de moco y bicarbonato que actúa como una
barrera fisicoquímica contra múltiples moléculas. La totalidad de la superficie de la
mucosa gástrica existente entre las glándulas posee una capa continua de células
Factores Trefoil
Elementos epiteliales
Las células epiteliales brindan protección mediante diversos factores. Entre estos
se encuentran transportadores iónicos que mantienen el pH intracelular, la
producción de moco, HCO3−, péptidos trefoil y proteínas de choque térmico. Estas
últimas impiden la desnaturalización de proteínas, protegiendo a las células de
ciertos factores como el aumento de temperatura, agentes citotóxicos o estrés
oxidativo3.
La exposición de la mucosa a diversos agentes agresores puede causar un
desequilibrio entre la pérdida y la renovación celular. Cuando se presenta el daño,
en la restitución celular intervienen factores como el factor de crecimiento
epidérmico (EGF), el factor transformador del crecimiento (TGF) α y β, el factor de
crecimiento de los fibroblastos (FGF) y los factores trefoil.
Por otra parte al mismo tiempo que ocurre la renovación epitelial tiene lugar la
angiogénesis cuyos principales reguladores son el FGF, el factor de crecimiento
del endotelio vascular (VEGF, vascular endotelial growth factor) y las
prostaglandinas.
Elementos subepiteliales
inflamación, la hipertermia y el dolor. COX-2 es una enzima de carácter inducible debido a que su
expresión aumenta en respuesta a ciertos estímulos (por ejemplo el PAF, platelet-activating factor, el
LPS bacteriano o la interleucina-1). Por el contrario la inhibición de COX-1, una enzima que se
Las uniones que presentan entre sí las células del epitelio intestinal no son
completamente herméticas y permiten cierta permeabilidad para el agua y los
iones.
Se da la circunstancia de que dicha permeabilidad no es igual en todos los tramos
del intestino, de manera que conforme vamos avanzando desde el duodeno hasta
el colon las uniones intercelulares se vuelven más impermeables.
Debido a la permeabilidad relativa de las uniones intercelulares, una parte del
agua y de los iones que atraviesan el epitelio lo hace entre las células, lo que se
conoce como transporte paracelular para diferenciarlo del paso a través de las
células o transporte transcelular.
Agua: Cada día entran en el intestino delgado aproximadamente 9 litros de agua,
en su mayoría (6,5-7 l) como producto de las secreciones intestinales.
El 99 % de ella es absorbida, de forma que solamente unos 100 ml son
expulsados con las heces.
La absorción se produce a una tasa estimada de 300-400 ml/h y es debida a
fenómenos osmóticos.
En la mucosa intestinal a través de las uniones estrechas entre enterocitos hay
movimiento pasivo de agua, iones y pequeñas moléculas hidrosolubles.
Este movimiento de agua depende del gradiente osmótico a través del epitelio, el
agua se mueve hacia donde hay mayor concentración de partículas
osmóticamente activa, así puede difundir hacia la luz o desde la luz para mantener
el contenido intestinal isoosmolar con el plasma.
1. Candia S. Biología 1M. [Online].; 2009 [cited 2019 marzo 01. Available from:
http://biol1medio.blogspot.com/2009/09/produccion-de-acido-clorhidrico.html.
4. Berne, R.M. & Levy, M.N. (1992) "Fisiología". 1ª Edición. Mosby. NewYork.
5. Vander, A.J.; Sherman, J.H. & Luciano, D.S. (1994). "Human Physiology".
McGraw-hill. New York.